UrquijoGoitia JR PoliciaCarlista
UrquijoGoitia JR PoliciaCarlista
UrquijoGoitia JR PoliciaCarlista
(5) Ibídem.
(6) Ibídem, en A. R. A. H., 9/6.718, hay una R. O. de 26·V-1836 señalando que
en adelante no se pennitirá la permanencia en el Cuartel Real a ningún forastero,
excepto los de séquito y servidumbre, empleados... para pernoctar es necesario el
permiso del Rey o del Ministro Universal, y sólo se pueden dar pases para el Cuartel
a. los que vengan de oficio. Se exceptúan consejeros y generales empleados.
rán de dirigir todos, sus esfuerzos para desviar la buena opinión de los
incautos" (8).
"El espíritu político de los 4.000 vecinos que encierra este Dis-
trito es, en general, de lo mejor que puede desearse para la buena causa
que se sostiene. Ellos han dado sus hijos, los han vestido, los curaron
y se empobrecieron con exacciones y suministros. Empero, la guerra
va larga y el entusiasmo se amortigua con no tener ya qué dar ni qué
comer esta población rural y en la mayor parte pobre.
"La administración civil no existe y el paisano que se ve fuera
del alcance de las miradas cuidadosas del Gobierno, y privado de
llevar algunos artículos que no son de guerra a las villas de Bilbao,
Ba1maseda y Portugalete para cambiar por otros y ver algún signo de
moneda entre sus manos, careciendo de todo. ¿Qué extraño es que se
canse y fatigue?" (9).
(8) Ibídem.
(9) A. C. J. G., Guerras civiles. 73 y 79, 24-1-1837.
(10) A. E. D. V., Annario 17, tomo 70, fol. 63. A. C. J. G., Guerras civiles, 151,
153, 154, 167. Gaceta oficial, núm 51 (19-N-1836).
(13) Idem.
(14) A. C. J. G., Guerras civiles, 153, 6-V-1837, Comisario Regio a Comisario de
Lequeitio: "No siendo conveniente que vaya joven alguno a educarse al extranjero
por las máximas dañadas que puedan adquirir fuera de España, no concederá V. el
permiso ......
(17) A. C. J. G., 75, 77, 153. Hay diversas informaciones sobre la posibilidad de
"financiar mediante multas los gastos de policía.
NAVARRA
GUIPÚZCOA
VIZCAYA
MAYA
" ... por lo mismo que son a S. M. tao conocidos y gratos, los servicios
y fidelidad de los Vizcaínos, ha dictado una medida que taotos bienes
pW'de producir a la Sagrada causa que el Señorío heroicamente sos-
tiene, iodispensable en las actuales circunstancias, que sólo durará
lo que ellas, y que lejos de embarazar la admioistración de la justicia
según los fueros, contribuirá poderosamente a facilitarla. Es, pues, la
Soberana voluntad ... se cumpla iomediatamente la Real orden de que
Se trata" (22).
(21) A. E. D. V., Annario 17, tomo 70, fol. 76. A. C. J. G., Guerras civil.. , 79,
153. Informe del 29-VII-1836.
(22) Idem.
(23) A. R. A. H., 9/6.708. Valdespina hiw la petición el 6-VIlI-1836, y al día
siguiente se infonnó favorablemente su prop~ta. El 12-VIII-1836 se- aprobó la pro-
5.2 Las causas de los arrestos han sido: dos por traficar con noticias
desde Francia; tres por expresiones subversivas; "otros por di-
rigirse a puntos ocupados por el enemigo, varios por haber estado
en Bilbao, dos por haber estado en Vitoria y también uno por
haber entrado en San Sebastián". También se había arrestado
a varias mujeres pOr salir sin permiso del territorio carlista.
6.2 Otro de los cometidos fue perseguir "a los fugados d~ las cár-
celes, a los ladrones y otros malhechores públicos" (24).
puesta i>Of la cual los Comisarios Regios de Alava y Vizcaya asumieron las funcio-
nes de Subdelegados de Vigilancia, pues en Navarra ya se había nombrado uno y el
Presidente de la Diputación de Guipúzcoa era el Superintendente de Policía. La orden
se encuentra en A. C. J. G., Guerras civiles, 151, 152, 154, 155, 164.
(24) A. R. A. H., 9/6.708, 18-X-1836. Eguiluz al señor Ministro Universal.
VIZCAYA:
MAVA:
NAVARRA:
(27) A. R. A. H., 9/6.701, carpo 12; A. C. J. G., Guerras civiles, 72, 151, 153,
154,_ 164; 3-VI-1837, Uranga a Su¡rerintendencia; 18-VI-1837, Superintendencia a
Uranga; 22-VI -1837, Diputación a Comisarios.
(28) A. R. A. H., 9/6.722; A. E. D. V., Armario 17, tomo 70, fa!. 213; A. C. J. G.,
Guerras civiles, 183.
(29) Idem.
151, 153, 154, 155, 167, que se titula "Previsiones reservadas aprobadas por S. M.
para los comisarios de vigilancia pública en el desempeño de sus destinos".
. (41) I<km.
(42) Idem.
y procuren del modo .posible pervertir el espíritu público ... ". Los
- " ... cada una de las autoridades civiles y militares de sus distritos."
"¿A cuántos y por qué se ha excluido de ser electores por ser li-
berales?
(45) A. C. J. G., Guerras civiles, 79, 151, 153, 154, 155 Y 167.
(46) A. R. A. H., 9/6.708.
(47) A. R. A. H., 9/6_742 Y A. C. J. G .• Guerras civiles, 72, 151, 152, 153, 154,
164 Y 167.
(48) A. C. J. G., Guerras civiles, 151, 152, 153, 154, 155 Y 164. Las autoridades
pretendían esconder esta pérdida de. apoyo bajo la calificación de que era fruto del
soborno liberal, y en este sentido se debe interpretar la R. O. de 26-IX~1836, dirigida
a los Comisarios: "según noticias fidedignas que acabo de recibir, el Gobierno revo-
lucionario de Madrid se ha desprendido de algunas sumas de dinero remitiéndolas
con destino a sobornar una parte de nuestro Ejército y a asesinar a nuestro Augusto
Soberano ... ".
(49) A. C. J. G., Guerras civiles, 87. Eguiluz a Valdespina, 24-IX-1836, en los
legajos 72, 151, 152, 153, 154, 155 Y 164, está el traslado de esta Real Orden a los Co·
misarios de "los distritos. Este punto del control de la llegada de liberales es- uno de los
que va a, ser objeto de mayor atención por ]parte de 1as Autoridades:
- 8-X-1836" Eguiluz se-ñala que quienes vengan de territorio liberal y no sirvan
para el Ejército deben fijar su residencia a dos leguas del Cuartel Real y del
frente.
---< 31-X-1836, se señala que todos cuantos vengan de territorio enemigo serán
retenidos. Los militares pasarán a disposición de la autoridad militar y los ci-
viles .deberán dar datos que pennitan su identificación y nombres de personas
que les puedan avalar.
---< 25-XI-1836, Se vuelve a insistir en la prohibición de entrada desde el territorio
liberal, vigilancia de los desafectos ... ya que "la revolución usurpadora en su
agonía multiplica sus pérfidos esfuerzos".
- 30-XI-1836, se insiste en la prohibición de enirada de escapados de zona li-
beral.
- 28-XH-1838. La Secretaría de Estado de Gracia y Justicia escribe a la Diputa-
ción de Vizcaya (A. R. A. H., 9/6.818, carp 6):· "Observándose que a pesar de
lo prevenido... se introducen en estas provincias muchas personas y aún fa-
mílias sin conocimiento del Gobierno ..... , se recuerda que se deben cumplir
las órdenes.
(50) A. C. J. G., Guerras civiles, 72, R. O. de 8-X-1836, Eguiluz a Valdespina.
(51) A. C. ¡, G., Guerras civiles. 151, 152, 154, 155, R. 0, 7·YIlI·1836, El Su·
perintendente de Policía señala a los Comisarios que el Ministerio Universal ha escrito
ayer al Vicario ,general Eclesiástico: "He dado cuenta al Rey N. S. de la' comunica-
ción Ide V. S. de ayer exponiendo que se introducen y circulan en estas provincias,
particularmente por las costas y frontera, libros prohibidos ... , funesta trascendencia
que por desgracia lloramos del más poderoso agente de la impiedad revolucionaria,
destructor de la moralidad, del orden y la paz de los Estados". Se han dado instruc-
ciones a los Comisarios de la Frontera, Plencia y Zumaya para que vigilen, y se va
a nombrar eclesiásticos que asesoren a los Comisarios.
{52) A. C. J. G., Guerras civiles, 151. R. O. de 8-X-1836, a Comisario de Orozco
nombrando a José Riaza cura y beneficiado de San Pedro de Murueta para el cargo
de censor de la Comisaría. 160, R. O. de 16-X-1836, nombrando el cura censor de
Anigorriaga y Orozco.
o,) Lista de las obras recogidas en la librería que fue de don Ma-
nuel María de Aldecoa, vecino en otro tiempo de este valle y ac
tualmente refugiado en la Villa de Bilbao:
Teoria de las Cortes, por don Francisco Martínez Marina
(tres tomos).
Colección de los decretos eXlpedidos por las Cortes (nueve
tomos).
- Tr'aiJados de legislación civil y penal, extractados de los ma-
nuscritos de Geremías Betham (sic) y traducidos al caste-
llano por don Ramón Sala.
- Principios de la ciencÍ!1< soeml, de Jeremías Bentham.
- SÚ!tenw de la ciencia social, de Jeremías Bentham.
- La moral universal o deberes del hombre, fundados en su na-
turaleza, por el Barón OIbach y traducidos al castellano por
don Manuel Diez Moreno (tres tomos).
d)' VILLAFRANCA:
dos que gustan de la parte doctrinal" (59). Son estos grupos los que
. transmiten la ideologia y quienes tienen influencia sobre las pobla-
ciones.
Por ello, no sorprende que el 13-X-1836 se ordenase realizar in-
formaciones sobre "la conducta anterior y actual" de los abogados.
Indudablemente, el papel de los abogados es fundamental en el medio
rural del siglo XIX. SU poder se configura como elemento esencial, en-
tiende las leyes, y como consejero, junto a los sacerdotes >(60). Poco
después se ordenó la investigación de la conducta de los Escribanos
y de los "Párrocos, Beneficiados y demás eclesiásticos seculares y
regulares ... los positivos literarios y servicios a la Iglesia y al Es-
tado" (61).
En septiembre de 1838 se redactó una nueva "Instrucción (para
los empleados de la Vigilancia pública" que venía a ser una copia de
la anterior, pero simplificando algunos artículos que quedaban en-
globados (62). Los cambios eran meras cuestiones estilísticas, salvo
el del artículo 12:
(59) JosÉ RAMÓN DE URQUIJO y GOITIA: "Prensa carlista durante lal primera gue-
rra (1833-1840)", en La prensa en la revolución liberal, Madrid, 1983, pág. 328.
(60) A. C. J. G., Guerras civiles, 72, 151, 152, 153, 154, 155, 164. R. O. de 13-
X-1836. A este respecto es muy significativa la respuesta a la consulta realizada por
el Comisario de Orozco en la que se señala que "no se debe permitir al abogado Do-
mingo M. de Angula ejercer su profesión por la influencia que pueden tener sus con-
sejos y sugestiones en los clientes que vayan a consultarle" A. C. J. G., Guerras ci-
viles, 151.
(61) Ibídem, sobre escribanos, R. O. de .6-XI-1836, y sobre clérigos, R. O. de
17-XI-1836.
(62) A. R. A. H., 9/6.722, 6-IX-1838.
su persona e ideas políticas (art. 16), pero en ningún caso se les auto-
rizaría a ir al :Cuartel Real, pues tal pennisoera competencia exclu-
siva del Ministerio Universal y de la Superintendencia de Policía.
La Secretaría de Estado de Gracia y Justicia realizó diversas ano-
taciones a este reglamento propuesto por la Superintendencia Ge-
neral de Vigilancia Pública. En el informe se expresaban claramente
las motivaciones de la reglamentación: "Urge, sin duda, adoptar me-
didas como V. M. tiene ya resuelto" para evitar que los desafectos a
la justa causa continúen cual hasta aquí transitando libremente por
estas provincias oo." (65). Nuevamente el Ministerio carlista trataba
de hilar fino a fin de que la medida no resultase impopular: "Pero la
medida ha de ser de tal naturaleza que al paso que provea a la segu-
ridad pública, no veje al vecino honrado, no ponga trabas injustas a
sus intereses, no le sea costosa en modo alguno, no haga odioso al eB-
ta;blecimiento, nada que recuerde las cartas de seguridad y los pasa-
portes de la policía". Sobre cualquier proyecto planeaban siempre dos
sombras: la del gravamen económico y la de la injusticia o la vigi-
lancia excesiva.
Por ello, el Ministerio mostraba ciertas obj eciones al proyecto:
"Exigir pase para separarse ya a más de una legua del domicilio,
obligar a l'enovar el pase cada seis meses, plazo de que ni aún debiera
hablarse, y cobrar una cantidad pecuniaria que aún ligera será gra-
vosa en las actuales circunstancias oo.". Con el propósito de hacerlo
más popular se propuguaban algunas modificaciones:
1,2 Los adictos podrán circular sin pases por todo el país. Para dis-
tinguirlos de los desafectos llevarán un certificado del Alcalde
acreditando su buena conducta y sin expresar fecha de caduci-
dad. Por supuesto que su concesión será gratuita. N o estarán
obligados a presentarse ante las autoridades locales, pero sí a
notificar al alcalde de su llUeblo cuando el viaje dure más de
dos días.
2.º Las autoridades locales deberán fonnar lista de los "sujetos po-
sitivamente adictos a la revolución o sospechosos de serlo o que
por su conducta así política como moral inspiren poca confiap.-
(65) Ibídem.
(66) El texto en A. R. A. H., 9/6.708, Y A. E. D. V., Armario 17, tomo 70, fo-
lio 105. Eguiluz escribió al Ministerio Universal el 5-XI-1836 confirmando que rea-
lizáríá las correcciones, y el 9 remitió el reglamento provisional.
(67) A. E. D. V., Armario 70, tomo 70, fol. lOS.
(68) Fuero, Privilegios, Franquezas y libertades de los caballeros hijosdalgo deL
1.2 Se limita a seis meses la validez del pase, incluso para los cono-
cidamente adictos.
2.0 Se establece eu cuatro rs. vn. el precio de los pases (69).
LA VIGILANCIA DE FRONTERAS
Señorío de 'Vizcaya confirmados por el Rey don Felipe IJIl nuestro Señor. y por los
Sefiol':es Reyes sus predecesores, Bilbao, 1643, Título 27, leyes 4, 5 y 6, págs. 75-76.
(69) A. R. A. H., 9/6.722. Circular de la Diputación de Guipúzcoa, 20-VIT-1837.
(70) A, E. D. V., Armario 17, tomo 70, foL 221.
cia del Edecán del general Córdova, que se encontraba en Bayona para
vigilar las actividades carlistas e impedir los suministros que desde
esta ciudad se enviaban a los sublevados.
Los otros puntos que debían ser vigilados eran Olorón, San Juan
de Luz, Hendaya y Behovia. Se proponían, además, otros mediosauxi-
liares para completar su lrubor como correos, confidentes...
Dos días más tarde se creaba, "duranb las actuales circunstan-
cias una Comisaría de Vigilancia pública para toda la frontera y
pueblos comarcanós de Guipúzcoa y de Navarra", con las mismas
atribuciones que el encal'gado de Vigilancia creado en el Real De-
creto de 12-IV-1836 (73). Se nombró para ocupar el puesto a Diego
Miguel García, jefe de Policía en Málaga cuando el desembarco de
Torrijos (74). Si bien se le encargaba exclusivamente del negociado
de pasaportes, se le autorizaba a registrar la correspondencia "cuan-
do los enemigos del Rey hagan indispensable esta medida excepcio-
nal, pero con las precauciones debidas" (75). Asimismo se crearon las
sub-comisarías de Zugarramurdi y Vera. Se le encargó, por supuesto,
de la filtración de todos los viajeros que 'pretendieran entrar en zona
carlista desde Francia.
Al mismo tiempo se redactaron las instrucciones de Vigilancia de
. la Frontera (76). Aunque se ubicaiba en Irun, su juri&dicción abar~
caba toda la frontera (art. 1) y su misión era la misma que la de
los encargados provinciales de vigilancia creados por el Real Decreto
de 12-IV-1836. Su principal objetivo "será prevenir, descubrir y frus-
trar las tramas y maquinaciones ocultas de los Revolucionarios, ene-
mIgos de Dios, del Rey y de su Patria, por los puntos de la frontera
francesa ... " (art. 4). Además de los agentes públicos existirán en
(77) Idem. Las instrucciones tienen fecha del 13-V-1836 y las envía al Secretario
de Estado de Gracia y Justicia con fecha de 17-V-1836.
I
REPRESIÓN Y DISIDENCIA DURANTE LA PRIMERA GUERRA CARLISTA 171
sorbía gran parte de su actividad, sobre todo por los retrasos en las
entregas y las capturas de los paquetes de cartas (81).
Tras las averiguaciones pertinentes, Diego Miguel García elevó
un informe sobre las activrdades de los liberales de su distrito y la
ubicación de los servicios. La vigilancia se debía centrar en Elizondo,
Errazu, Irurita y Garzain, en donde "existen no pocas personas in-
diciadas de profesar ideas revolucionarias" (82). En Elizondo deberia
residir, por lo tanto, un encargado; no así en Errazu, "el pueblo del
valle más pervertido", cuya. proximidad a Francia convertía su acti-
vidad en inviable, salvo que estuviese apoyado por una fuerza impor-
tante. Lo mismo sucedía en los otros pueblos, por lo que proponía el
. nombramiento de "una agencia secreta confiada a manos fieles", en
tales pueblos, al igual que en los pueblos franceses· de Baigorri y AI-
duides, a fin de detectar las conexiones entre ambos lados de la fron-
tera.
El Servicio de Vigilancia de la Frontera corrió la misma suerte
que la policía tras el Real Decreto de 3-VI-1837, por el que tras la
marcba del Rey se devolvía a las Diputaciones el control sobre la
misma. Pero el sistema no llegó a durar un año. El l-VI-1838 un
Real Decreto restauraba la organización anterior:
(81) Ibídem. iHay varias cartas sobre la actuación de los encargados de llevar la
correspondencia, que al parecer la dejaban examinar al Cónsul español en Bayona
En el Service Historique de l'Al'mée de Terr13 de Vincennes, E441, hay notificaciones
de las capturas de paquetes de cartas en el paso del Pirineo.
(82) A. R. A. H .• 9/6.722. carta de 27-VI-1836.
(83) A. R. A. H., 9/6.722 Y 9/6.818, carp 1.
sario de Vigilancia. Se manda que haga nuevo informe sobre la creación del puesto
de encargado de Vigilancia en Eugui Se debe vigilar y limitar el paso de personas con
pasaporte Jiberal hacia Francia a través de territorio carlista.:Se permitirá el paso de
arrieros vigilando sus actividades y tras demostrar que son personas fiables.
(86) A. R. A. H., 9/6.722. Razones de las dimisiones:
- Manuel Rivera Salgado: "Mas cuando las pasiones se desencadenan y falta la
libertad indispensable para obrar con la franqueza con que debe hacerlo cual-o
quier empleado ... ".
- Antonio Fando, secretario: "Que la agitación y alarma que han causado las
ocurrencias extraordinarias de estos días, el fundado temor y eminente pe-
ligro ... ".
En A. R. A. H., 9/6.779, se dice que Manuel Rivera fue uno de los agentes fun-
damentales de las sublevaciones (fe Navarra en agosto de 1839.
al Las poblMiones
- ZUMAYA:
aRIO:
"Casi todos son adictos, pero apáticos."
- ZARAUZ:
DEVA:
Ello nos induce a pensar que las poblaciones más que identificarse
con los derechos de don Carlos, son obedientes súbditos dominados/
manipulados por la estructura de poder (Diputación, Clero ... ) u ob-
servadores más o menos neutrales de la guerra.
El segundo elemento que podemos deducir de las fuentes carlistas,
es que las principales villas vascas son contrarias al carlismo:
VERGARA:
O~ATE:
DEVA:
(87) A. R. A. R., 9/6.723. Los datos provienen de los informes remitidos. por los
comisarios a fines de 1836 Y se manifiestan de forma similar acerca de otros pueblos:
Motrieo ... En muchas ocasiones se critica la postura y capacidades de los alcaldes ...
(88) lbidem, y los de Oñate en 9/6.708. En parecidos términos se manifiestan
sobre Zarauz, Motrieo, Villarreal, Zumárraga ...
b) Las personas
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Orduña y Encartaciones 1 28 2 4
Orduña y Encartaciones 32 9 2 1 4 2 12 2
Orozco ... ... ... ... .. ' 24 2 12 4 2 2 2
Lequeitio o •• ,'. " .... O" .,' 108 14 15 2 14 23 40
Durango o •• o ••••• ' •• O" o •• 95 16 27 2 9 22 5 11 3
Guernica o •• o •• o •• o •• o,, 124 21 37 8 51 1 5
Plencia _,. ... ... ... .. ' 267 26 72 3 158 3 3 1
% ... ... ... ... 12,43 26,95 1,68 3,35 38,97 5,31 10,47 0,84
Guernica ... ... 133 109 (81.95) 13( 9,78) 5 ( 3,76) 5 (3,76) 1 (0,75)
Orduña o •• O" O" 27 22 (81,48) 3 {U, U) 2 (7,41)
Plencia .. o •• o •• 62 37 (59,69) 15 (24,19) 5 ( 8,06) 1 (0,92)
. Durango .. o" o •• 109 94 (86,24) 6 ( 5,50) 8 ( 7,34) 1 0,92
Orozco o •• o •• o •• 71 60 (84,51) 4 ( 5,63) 7 ( 9,86)
Adicto ... .. .. .. .. . .. . 10 2 2 10 24
Liberal o sospechoso ... 4 2 3 15 24
Ausente o., ... ... .. . ... 1 1
c) Las motivaciones
~
Malo ..... 2 3 1 1 7 1 0,72 0.62
"-
~
v. Total . .. 124 47 38 4 146 5 22 14 148 27 168 322 15 968 162
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180 JosÉ RAMÓN DE URQUUO y GOITIA
se nos presenta como algo vivo, Y' ciertamente distante de lo que po-
dría y debería ser su primera finalidad: la ¡preservación de la vida
del Rey. Los informes nos descubren, en primer lugar, la discordancia
entre las instrucciones y la realidad concreta, o quizá mejor la men-
talidad carlista, que no diferencia entre disidencia religiosa y polí-
tica. Vamos a analizar estos informes a la luz de -la documentación
carlista para llegar a una mejor precisión de su cosmovisión.
Para los carlistas era perfectamente válida la máxima de "quien
no está conmigo está en contra mía". La clasificación de algunas per-
sonas como sospechosas sin pruebas permite pensar qué discordan-
cias :políticas y personales se entremezclaban en algunas ocasiones.
Un segundo elemento interesante es la identificación de principios
políticos y morales. Así, en el informe sobre la villa de Ochandiano,
al referirne al ciruj ano, dicen : "No ha tomado armas. Marchó de esta
villa por el mes de noviembre del año 33 a ,la ciudad de Vitoria, donde
permanece; fue, en tiempos de la Constitución, muy malo, siendo peor
en esta época, es decir, muy adicto a la usurpaeÍón" (95). En su plan-
teamiento, religión, moral y política eran tres aspectos de un mismo
fenómeno. La interconexión de los tres elementos es uno de los signos
más evidentes de la mentalidad de Antiguo Régimen que perdura a
10 largo del siglo XIX e incluso del xx. Valga como testimonio el re-
glamento de Escuelas Normales de 1843:
política, pues oye misa casi todos los días, se confiesa de cuando en
cuando y trata con los curas" (97).
Este hecho se evidencia aún más en alguno de los informes, como
el de Bautista de Rentería, labrador de Plencia, de quien se dice:
"Fue liberal en el año 20, en el día ha seguido las mismas ideas con
la circunstancia de estar impregnado en impías y libertinas, pues ha
propalado que no hay infierno ni gloria, y que cuanto dicen los curas
y frailes desde el púlpito es mentira: que el hombre después de
muerto es como los animales y otros disparates adquiridos de la ma-
rinería d~ Plencia" (98). La cita resulta muy ilustrativa. Se le acusa
de liberal, pero no se le achacan actividades proselitistas ·políticas,
y sólo se hace hincapié en sus expresiones antireligiosas.
El informe del Comisario de Villarreal de Urrechua es aún más
claro, en el sentido de unificar moral y religión con obediencia ciu-
dadana, en presentar la religión como elemento sustentante de la su-
misión. Así, tras señalar la existencia de un numeroso grupo de per-
sonas no adictas, presenta el diagnóstico signiente:
HTres son las causas que producen este mal que tocamos y senti-
mos, y tres, por consecuencia, los medios seguros para mejorar el es-
píritu extraviado de los que han errado: 1.0 La indiferencia con que
éstos miran ciertos principios de nUJestra verdadera religión y el res-
peto que a la Iglesia se debe; 2.° La falta de obediencia y confianza
que debe tenerse en las autoridades civiles, que son las encargadas de
labrar el bien y la prosperidad de los pueblos; 3.0, y último, el aban-
dono en todos sentidos de la educación pública" (99) .
sonal, sino que forman parte de las instrucciones emanadas del poder:
L_ 000 _____ 00 _ _
184 JOsÉ RAMÓN DE URQUIJO y GOlTIA -
Vigilancia. Informe sobre Bermeo. En el legajo 73 hay una lista de "las personas que
tíenen sus interesados en las lanchas que están traficando a 103 pueblos fortificados
por los enemigos", 20...xU-1836. En el legajo 160 (23 VUI-1836) dicen que hay 24
i,,-
R
bermeanos en las lanchas que van de Bilbao y San Sebastián a Francia y sus familia-
res "me han confesado paladinamente, que han estado en comunicación hasta el día
¡ con aquellos, marchando al efecto cuando les ha parecido a los referidos puertos
enemigos".
CONCLUSIONES
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]86 JosÉ RAMÓN DE URQUIJO y GOITIA
ANTONIO RUMEU DE AIU.1AS: An unpublishe:d le!tter of .the apostle of Brazil José de An-
chieta to ki.ng Philíp ll and Diego Flores de Valdés' .e'Xpedition to the Strait of Ma-
gallanes.-The auth.or stndies. the figure of the Jesuit missionary José de Anchieita, a
Spaniard by birih and family but connected from early life to Portu,gal whos,e interests
he served. The only letter dis,covered so far addressed by the missionary to king
Philip LI and dated the 7th of Fehruary 1583 allows the author know somei aspects. of
Anchieta's life 1ike his: opinion on the :problems derived from the conversion of and
the treatment given to the Indians: or bis coopeiration and deep friendship with Diego
Flores de Valdés, Captain General of the expedition to the Strait of Magallanes, who
touched twice Río de J aneiro Bay ·with his: fleet.
JosÉ MANUEL NIETO SORIA: Papal interve'ntion in the1 diocese O'.f Cuenca in the
thirteenth century.-The: limited but sufficie·n't documentary evidence used to study
papal intervention in the diocese of Cuenca basically in the: first half of the thirteenth
century allows the attthor to distingish three 'types of papal actions: those centrered
on economic affairs, those limited to purely ecclesiastical matters (mainly disciplinary
points) and finally those actions conducted through papal l·egates, above all John of
Abbeville and Gil de Torres. The1 interventions of an economio nature led to impo-
verishment rather than improvement of the diocese, the disciplinary measures were
rarely put in practice, but papal mediations· in conflicts were effective and highly va-
lued by the local clergy.
JUAN BTA. VILAR: The conunandery of Caravaca-1Cehegín fron1 1741 to 1856:
a model far the study of the conimandiüJJries of the Order o1 Saint Janieis assi¡;jned to
the Bourl101Ji-Parnza family.-This piece of research deals wi'th the ervolution of com-
manderies as traditional institutions at a time ·when the social and productive feudal
system wus giving way to more developed s'trtlctures. This general approach is seen
through the particular case of C'e.hegín, one of the two units of the reommandery o.f
Caravaca in the region of Murcia; the legal and admini'strative history of that unit
up to its dissapearance in the middle1 of the nineteenth century is thus studied in 1the
article. : . :!
JosÉ RAMÓN DE URQUIJG Y Go1TIA: Repression and díssid.ence in the First Carlist
Wa1·.~The seitting-up of a police force ·was justified by Carlist authorities on the
ground o.f the king's personal security jn the light o.f growing criticism about the hand-
ling duration of the war. Its real aim was nevertheless to thwart the propagation o.f
liberal ideology by transfe1rring control from local authorities to a force to which was,
also given the responsability of fostering Carlist ideals. Its appearance and the wa,y
it acted produced tensions mainly in relation to questions affee'ting the fue1ros.
VALERIANO CABEZAS DE HERRERA y FERNÁNDEZ: The observanc.e of relfigious pre-
cepts in Madrid ¡(1885-1932): a conttibution to the history of men1talitielS.-This article
studies the degree of obs.ervance of reli,gious precepts in the diocese of Madrid at the
·end of 'the nineteenth and in the first third of the twentieth century. The information
collected in each parish and on the visits ad LiTnina as 'Weill as the statistics .re1ated to
the observance of Easter duties kep't in he Dincesan Archive provide thei main sources
far this study.