Escuela de Liderazgo Primer Nivel
Escuela de Liderazgo Primer Nivel
Escuela de Liderazgo Primer Nivel
2- Los vagos: son los que más critican porque como no hacen nada todo el día, tienen
tiempo para mirar lo que hace el otro. Al predicador Moody, que trajo un avivamiento, lo
criticaron muchísimo, pero él decía: “Prefiero mi manera de hacerlo a tu manera de
no hacerlo”.
2- Las excusas
La excusa es todo lo que te sirve a ti, todas las explicaciones que te das para justificar lo
que hiciste. Por ejemplo: ¿Por qué no llegaste temprano? Contéstate, y la respuesta es una
excusa. ¿Por qué no invitaste a una persona nueva? Contéstate, y la respuesta es otra
excusa. Las excusas nos alivian, son explicaciones que nos damos como diciendo: “No tuve
control” y acusamos a la lluvia, a los hijos, al tiempo, a que soy viejo, a que salí tarde, a
que no puedo, a que soy gordo, a que soy flaco, a que soy bajo, a que soy alto; y las
excusas no sirven.
La “ley del uso” dice que todo lo que no uses te será quitado. Nada de Dios viene si no
hay esfuerzo ni acción. La diferencia entre fantasía y sueño es que el fantasioso tiene un
mundo irreal que se llena de un montón de imágenes y no hace nada, pero el que tiene
una visión programada, proyecta su sueño y va detrás de él y repite su sueño, no se llena
con imágenes, sino que sabe donde quiere ir, empieza a dar lo mejor y empieza a verlo.
El representante negociador del sindicato estaba informando a todos los miembros de las
ventajas obtenidas en la negociación con la empresa: “¡Camaradas!, hemos llegado a un
nuevo acuerdo con la administración. ¡Ya no trabajaremos más cuatro días a la semana!...”
“¡Bravo!”, gritaron los presentes. “¡Nuestras labores cesarán a las 4 p.m., no a las 5 p.m.”
“¡¡Bravo!!- volvieron a gritar todos.” “¡Empezaremos a las 10 a.m., no a las 9 a.m.”
“¡¡¡Bravo!!!” “¡Trabajaremos solamente los miércoles!” Se hizo un silencio absoluto...
Entonces se oyó una voz desde el fondo: “¡¿Todos los miércoles?!”
Martes Semana 1
Niveles de reacción
Siempre reaccionamos a algo pero podemos elegir en qué nivel vamos a reaccionar:
1- Nivel corporal
Es la reacción con el cuerpo, donde se encuentra el placer, el instinto; por ejemplo si te
dicen: “Esta silla es mía” y contestas: “¡Qué va a ser tuya!, ¡vete de aquí!”, respondiste en
el cuerpo; o si te dicen: “No te detengas aquí que hay un estacionamiento” y contestas:
“Déjame papito que yo sé lo que hago” eso es nivel corporal.
El diablo sabe que reaccionas en ese nivel, entonces te va a tocar en el mismo lugar para
que reacciones corporalmente. Los borrachos reaccionan a nivel cuerpo, entonces el
sistema los manipula. Las propagandas trabajan con sexo porque a las personas que están
atadas a nivel corporal a lo sexual, les venden cualquier cosa: ponen una mujer desnuda y
venden un calefactor o una media rota, cualquier cosa que hagan lo compran. La
publicidad trabaja de esa manera porque el enemigo sabe que si reaccionas a nivel
corporal te va a tocar por ahí, por el área sexual, por los impulsos. El enemigo no quiere
que reacciones con sabiduría, sino en el cuerpo. Hay gente que reacciona con la comida: le
pones un plato delante y se mueren.
2- Nivel intelectual
Es la reacción con la mente, todo lo analiza: “Explíqueme eso de las lenguas, pastor,
que lo quiero entender”. Todo lo racionaliza y le busca explicación.
3- Nivel emocional
Es la típica frase: “Yo lo vi y lo traje a mi casa, lo metí en mi cama, porque sus ojos me
encantaron... y me robó todo, hasta la despensa”.
4- Nivel espiritual
Es la reacción a través del hombre interior. No soy un ser humano teniendo una
experiencia espiritual, sino un ser espiritual teniendo una experiencia humana. Haz crecer
tu hombre interior, tu espíritu, para que se llene del Espíritu Santo y cuando
tengas un problema no reacciones en el impulso, en la emoción, ni por tu
conocimiento, sino por el Espíritu de Dios que está en tu espíritu. Así serás una
persona sabia. Salomón dijo algo que me impactó en Proverbios: “He escrito proverbios
para dar sagacidad a los simples y entender sabiduría”. La sabiduría no se aprende, se
entiende.
Actitud es cómo reacciono a las cosas que me pasan. Todos tenemos actitud porque
vivimos reaccionando a la familia, a los estímulos, a los problemas, al calor, a las
enfermedades, etc.
Actitud es un sentimiento interior que se manifiesta en mi cuerpo, en mi rostro y en mi
conducta; por eso usamos siempre la frase: “Oye, cambia de actitud”, “Cambia de cara”.
Rockefeller dijo: “Yo pagaría más por su actitud y capacidad de llevarse bien con los demás
que por cualquier otra habilidad que pueda tener”. Y dijo: “La vida de alguien es un 10%
de las cosas que le pasan y un 90% de cómo reacciona a lo que le pasa”. Ese 90% de
cómo reacciono es actitud.
Todos ven tu actitud, porque permanentemente la estás mostrando, y puede ser negativa
o positiva.
Actitud de aprender
Nunca dejaré de aprender, será la meta de toda mi vida; cada día buscaré aprender más
del Señor y ser lleno de Él. Gigoló Kano es el fundador del judo (el sistema de defensa
japonés) le dijo a sus alumnos: “Cuando me muera, quiero que me entierren con cinturón
blanco, no con un cinturón negro” (el cinturón blanco es el de aprendiz).
¿Cómo se le dice a un árbol que no crece? ¡Muerto! Si no creces estás muerto.
Muchas cosas te dijeron que no podías hacer, pero si tienes actitud de aprender, las vas a
lograr. Sé enseñable, no vivas de fotos amarillas. Wendy Stocker escribe cuarenta palabras
por minuto a máquina, pero lo asombroso es que no tiene manos, usa sus pies.
Enseñanza: Usa lo que tienes, si no tienes manos, usa los pies; si no tienes pies, usa las
manos; y si no tienes manos ni pies, usa la cabeza, pero usa lo que tengas.
Un muchacho jugaba con los compañeros al tenis y les ganaba a todos. Entonces un día
dijo: “Ahora quiero jugar con los profesionales”. Contrató un profesor que le dijo: “Bueno,
vamos a ver que sabes.” El profesor lo aplastó. Entonces se le acercó este muchacho y
dijo: “Yo quiero aprender”. “Bueno, ¿sabes cuál es tu problema? No tomas bien la
raqueta”, y le enseñó como se hacía. El muchacho tomó la raqueta como le había
enseñado, pero no podía jugar, y le parecía raro. El profesor le dijo: “Ahora, anda y juega
con los que jugabas antes tomando así la raqueta”. Y así lo hizo, jugó con sus amigos de
siempre y perdió con todos. Volvió al profesor y le dijo: “Me enseñaste mal, antes les
ganaba y ahora, que me diste esta manera nueva, perdí con todos”. El profesor le dijo:
“Sigue practicando, porque si quieres jugar con los grandes tienes que aprender a pegarle
a la pelota como los grandes y tomar correctamente la raqueta.”
Enseñanza: Cuando tienes metas pobres, nunca te vas a animar a nada, pero si dices:
“Señor, mi meta es que me des tanta superabundancia que no tenga que trabajar más y
pueda vivir el resto de mi vida en armonía, en bendición, sirviéndote y trabajando para ti”,
cuando haces esa tu meta, te vas a animar a hacer lo que nadie se animó a hacer.
Tu debilidad de hoy, será tu fortaleza mañana. Todo lo que hoy te debilita,
mañana será fortalecido. Porque de donde Dios te saca, allí te envía.
Viernes Semana 1
Un día llegó Jesús a la casa de María y de Martha, y María se tiró a los pies, porque dijo:
“Yo voy a celebrar la palabra, yo voy a celebrar al Señor”. Martha se puso a limpiar, porque
ella celebraba la limpieza, y entonces Jesús le dijo: “Martha, afanada y turbada estás, pero
María ha escogido la mejor parte, que no le será quitada”. Cada vez que celebras la
presencia de Dios, elegiste lo mejor para tu vida, que nadie podrá quitártelo.
Podrán maltratarte, pero no amargarte. Te preguntarás: “¿Qué pasa que no
prospero?” No prosperaste todavía, pero tu cabeza está sana, cosechaste en tu mente.
“Sí, pero todavía no estoy sano, pastor”, pero tu hijo se convirtió, disfruta esa cosecha; tu
esposo recibió al Señor, ahora puedes alabar. Antes no lo podías hacer, ¿eso no es una
cosecha? “En mi casa hay problemas”. Sí, pero tienes paz, prosperaste. Tienes que
celebrar lo que cosechaste.
Puedo poseer, sin ser poseído. No hables en pequeño, la Biblia dice: “Pídeme y te daré
por herencia las naciones. Tienes que aprender a pedir en grande, a soñar en grande, a
hablar en grande. Basta de “trabajito”, “oracioncita”, “pastorcito”, no, acá vamos a orar por
milagros grandes, por cosas grandes.
¿Cómo puedo yo poseer sin ser poseído? Todo lo qué tengas, qué puedas dar, tú lo
Posees, pero no te posee y todo lo qué tengas qué no lo puedas soltar, eso te
posee. Dios estableció diezmo y ofrenda, porque cuando diezmas, y ofrendas, le estás
diciendo: “Señor, poseo dinero pero el dinero no me posee.” Cuando dices: “No tengo plata
no me va a alcanzar”, ese dinero te posee. Cuando sabes dar, entonces las cosas no te
poseen, y si las cosas se alejan de tu vida, no te agarra depresión: “Lo tuve, lo disfrute, y
lo invertí.” Porque las cosas son para disfrutarlas e invertirlas.
¿Para qué es el dinero? ¿Para qué son las cosas? Para disfrutarlas e invertirlas.
Nos enseñaron que éramos un puente que todos tenían que pisar y soportar en el nombre
del Señor, pero Dios va a restaurar nuestra estima y vamos a pisar la tierra y cuando
alguien ungido de Dios pisa en el nombre del Señor, la tierra abre paso y los árboles se
inclinan de alegría. La tierra dará fruto a los hijos de Dios que la pisaremos con autoridad
porque fuimos comprados con la sangre de Cristo, nuestro nombre está en el libro de la
vida y el espíritu de vida nos acompaña siempre. El pueblo de Israel, en Egipto, adoraba a
la vaca y cuando sale de Egipto llega al desierto y cuando Moisés se va a buscar de Dios,
como tardaba en la montaña, ellos dijeron: “Vamos a adorar a Dios, hagámonos una vaca”
y con todo el oro se hicieron una vaca. O sea, tenían el deseo correcto (adorar a Dios) pero
la imagen equivocada; porque en el interior tenían la imagen de la vaca y cuando Moisés
bajó, rompió la vaca y se enojó con ellos también.
Hay gente que dice: “Sé que Dios me va a prosperar, a bendecir”, pero por dentro todavía
tienen la imagen de la vaca. Así que mata la vaca en el nombre del Señor.
Aunque no veas la cosecha, está creciendo en el mundo espiritual; pero hay otra cosecha
que ya te creció, que no es la que estás esperando, pero que te está confirmando que
viene pronto. En cualquier situación crítica puedo ser lleno de gozo. Entusiasmo
viene de la palabra “en theos”, que significa “en Dios”. Toda persona entusiasmada tiene
algo de Dios, Él es entusiasta. Amós dice: “¿Andarán dos juntos si no estuviesen de
acuerdo?” Dios no puede caminar contigo si no eres como Él, entusiasta. Pablo dice: “Todo
lo puedo “en theos”, en Cristo, que me fortalece”. ¿Por qué todo lo puedo? Porque si estoy
en Cristo tengo entusiasmo que es la habilidad que Dios me da para resolver cualquier
problema. ¡No pierdas el gozo y el entusiasmo!
Entusiasmo te inyecta la habilidad de superar cualquier problema. ¿Recuerdas cuando te
enamoraste? Estabas entusiasmado, podías caminar treinta kilómetros, estar tres días sin
dormir, porque estabas “en theos”. El entusiasmo cambia la cara, porque “el corazón
alegre hermosea el rostro”. Cuando vienes a Dios, lo primero que restaura son tus sueños,
sabes hacia donde vas; entusiasmo te hace soportar cualquier prueba, cualquier dificultad;
te hace cantar donde otros lloran, correr donde otros se arrastran, te hace alabar donde
otros se hunden, te hace aplaudir en medio de la prueba.
Cuando tienes una meta, cuando sabes hacia dónde vas, entonces te pones en Dios y en Él
eres lleno de entusiasmo; aunque hoy estés enterrando cadáveres, tu meta está puesta en
el sueño que Dios te dio. Eso te mantiene vivo, una esperanza, una promesa. No importa
cómo hoy estás, lo importante es que llegarás a cumplir los deseos de tu corazón, porque
si alguno está en Cristo, nueva criatura es. Cuando estás entusiasmado la gente se te pega
como mosca. Llénate de entusiasmo en las cosas del Señor, eso te hará salir de la
mediocridad, hará que la gente correcta se te pegue y la incorrecta se aleje.
Cuando pierdes el entusiasmo, estás muerto, pero cuando Dios te pone entusiasmo, en
Cristo tienes gozo. Entusiasmo te hace llegar donde nadie llegó y lo puedes aumentar
recordando las metas que Dios te dio. Tu meta te va a determinar el plan a trazar, porque
si no tienes tu meta clara, nada te va a entusiasmar.
Domingo Semana 1
Soy el dueño de mi mundo emocional
Para caminar con la cabeza sana, debes ser dueño de tu mundo emocional, el capitán de
tus emociones; porque cuando le entregas el mando de tu vida emocional a los demás, tus
emociones serán frágiles y cualquiera las podrá lastimar.
Siempre escuchamos frases como éstas: “Tú me haces feliz”, “Me robaste la paz”… ¡y por
eso estás así! Te robó la paz porque le entregaste tu mundo emocional para depender de
él. La paz nadie te la puede robar a menos que la entregues.
Y dices: “Es que mis hijos me sacaron de quicio, me hicieron enojar.” Nadie puede hacerte
sentir triste a menos que tú mismo lo permitas. Tú determinas vivir en gozo o en tristeza.
Jesús dijo en la cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Él no había entregado su mundo emocional a la gente, por eso dijo “Perdónalos” y los
bendijo. Al bendecir a tus enemigos les demuestras que no tienen el control de tu vida.
Si entregas tu mundo emocional, vas a depender de cómo te tratan, del clima, de lo que te
dicen, y estarás muerto emocionalmente antes de tu muerte física. Pero si controlas tu vida
como el profeta Habacuc, dirás: “Aunque la higuera no florezca ni en las vides haya fruto
con todo me regocijaré en el Señor.”
Él es mi gozo y Él está en el control de mi vida y yo determino lo que creo, pienso, hago y
digo. Debes ser libre de la gente.
Mamá:
Es con pesar que te informo que huí de casa con mi nuevo novio Juan. Estoy apasionada,
¡está guapísimo! Con todos sus aros, piercings y tatuajes y con aquella moto tan linda...
Pero no es sólo eso, mamá: estoy embarazada y Juan dijo que seremos felices en su casa
rodante (por cierto mamá, Juan es africano, espero que no te importe). El quiere tener
más hijos conmigo, y eso es lo que siempre soñé. Aprendí con él que la cocaína no le hace
mal a nadie, y por eso nunca nos va a faltar en nuestro hogar. Dice que viviremos en
perfecta armonía con nuestros hijos y con toda la barra de amigos. No te preocupes
mamá, ya soy mayor, tengo quince años y me sé cuidar muy bien. Cualquier día vuelvo
para que conozcas a nuestros hijos. Un gran abrazo y hasta un día de estos.
Tu hija, María José
P.D.: Mami, no te asustes, es todo mentira. Estoy en casa de mi amiga Patricia. Sólo te
quería demostrar que hay cosas peores que las notas del colegio, que están en el primer
cajón de mi mesita.
Para Compartir
1- Nombrar tres virtudes personales.
2- Nombrar mi peor defecto.
3- Mencionar la actitud de otros que me ayuda.
4- Compartir el día más feliz de mi vida.
Lunes Semana 2
Bendición a los que bendicen
“...De gracia recibiste, dad de gracia.” Mateo 10:8
Tomando la iniciativa
Tienes que ser una persona iniciadora, (Proactiva) tienes que establecer la atmósfera antes
de que las cosas sucedan.
Durante años fuimos cristianos defensivos y no ofensivos, por ejemplo: te viene un
problema, oras; te echan del trabajo, ayunamos; tenemos un problema con nuestro hijo,
pasamos por el túnel de oración. O sea, siempre reaccionamos al problema en vez de ser
ofensivos y tomar la iniciativa antes de que venga el problema, antes de que venga el
enemigo tienes que salir a encontrarte con él y declararle victoria en el nombre del Señor.
Tienes que establecer la celebración antes de que venga la prosperidad, porque a Dios le
gusta la gente que toma la iniciativa, la que dice: “No espero que las cosas sucedan, yo
voy a hacer que las cosas sucedan, voy a establecer la atmósfera antes de que vengan mis
bendiciones”. Hay gente que no hace lo que se le dice, otros que hacen lo que se
le dice, y quienes hacen las cosas sin que nadie se las diga.
Goliat decía: “Que venga un siervo de Saúl a enfrentarme”. Y no iba nadie porque esa
gente eran siervos de Saúl. En cambio David vino en el nombre de Jehová de los ejércitos,
y aunque Goliat se rió, el diablo que estaba en Goliat tembló porque lo vio chiquito pero
con autoridad.
Martes Semana 2
Es mejor dar que recibir
El que da es superior al que recibe. Es mejor dar porque el que da es mayor que el que
recibe, porque es el que tiene y el que tiene siempre es superior.
Jesús le lavó los pies a los discípulos y les dijo: “Háganlo entre ustedes”, y ellos nunca lo
hicieron, porque el que sirve es el que da y es superior. En nuestro sistema el que recibe
es el superior porque es el que tiene, pero en el mundo espiritual el que da es superior. El
dar me libera de la avaricia.
Al que da, no se le pudre, pero al que retiene si. Todo el universo funciona en base a dar:
el sol sale y da su luz. Todo lo que retienes se pudre. ¿Cuántas veces te guardaste un “te
quiero”, “te amo”, “gracias”? Lo guardaste y se pudrió.
Recibiste una palabra que te bendijo, una palabra “rhema” que es una semilla, y no la
sembraste a nadie, se te pudrió.
Si Dios nos da cosas nuevas es porque sembramos constantemente. El Señor me dijo hace
diez años: “Todo lo que yo te dé, lo darás, porque si no lo das se te va a podrir”. Siembra
en tus hijos, en tu esposa un abrazo, una palabra, una caricia; siembra donde vayas.
El dar me desata de las cosas. Cuando aprendes a sembrar también aprendes a desatarte.
El pobre es mejor sembrador, porque, como es pobre, dice: “¿Para qué me voy a atar?”
Pero cuando empieza a recibir cosecha, no te presta nada.
Recibir es del alma, dar es del espíritu. Cuando alguien te da algo te sorprendes, te pones
contento, porque recibir es del alma, es emocionante. Dar es del espíritu, cuando das
tienes una emoción en el corazón que es indescriptible.
En la parábola del hijo pródigo (dos hijos perdidos): El hijo menor le dice: “Papá, no voy a
esperar que te mueras, dame la cosecha”. Cosecha sin papá siempre se desperdicia.
Fue, malgastó todo y un día pensó: “En la casa de papá mucho trabajo hay, voy a esperar
que me haga como uno de sus jornaleros”.
El papá lo estaba esperando, lo abrazó, lo besó: “Enciendan la música, vamos a danzar”.
Le puso un anillo, vestido, calzado. El hermano mayor estaba trabajando, escuchó la
música, se le acercó al criado para preguntarle qué pasaba (era el dueño de todo y no fue
capaz de acercarse a la casa para ver qué ocurría). Y no quiso entrar, salió el padre a
llamarlo y pedirle por favor que entrara, el hijo le reprochó: “Nunca mataste un cabrito
pero...” El padre lo miró y le dijo: “Hijo, todo lo mío es tuyo”.
Los dos estaban perdidos: uno fuera de la casa y otro dentro; pero a los dos el papá los
amó, a los dos invitó a la fiesta: a uno lo invitó a la fiesta porque venía de afuera y al otro
porque estaba adentro.
El papá hizo la fiesta, les dio todo lo que tenía a los dos, ese es Dios. Recuerda que Dios
nos ama y que tiene una gran cosecha para nosotros. No importa la cosecha que perdiste,
hay una más grande que nos dará cuando vayamos a verlo.
Existen dos tipos de fiesta: una la que organiza Dios cuando conoces a Cristo o cuando
estás apartado y vuelves a la casa de papá. Dios dice: “A bailar”. Y hace una fiesta
impresionante, sin alcohol, ni excesos, porque son las fiestas más grandes del cielo.
El hijo más grande le dijo: “Nunca me hiciste una fiesta”. Y el papá le contestó: “Yo no
tendría que hacerlo, tú la tendrías que haber hecho”. Porque hay una fiesta que
Dios pone cuando vienes de una prueba, pero hay una fiesta que tienes que hacer tú
cuando estás bendecido, y entonces pones la música e invitas a Dios.¡Siempre hay fiesta!
Para que la cosecha no te aplaste tienes que ser más grande que cualquier cosecha. Hay
gente a la que Dios le da un coche y, en vez de venir a la iglesia, ahora se va a pasear;
Dios les da dinero y se olvidan del Señor, porque la cosecha fue más grande que ellos.
Jesús dijo: “Podría llamar a doce legiones de ángeles y los mato a todos, pero Yo soy más
grande que el poder que tengo”.
Eso es grandeza, eso es humildad. Dinero no te cambia, Dios te hizo grande.
“Engrandeceré tu nombre y serás bendición”. Eres más grande que tu cosecha, las cosas
no te retienen, Tú usas las cosas bajo tus pies. El hijo vino porque dijo: “En la casa de
papá...”
Siembra buenos recuerdos a tus hijos, para que cuando estén en el “chiquero” un recuerdo
lindo venga a su espíritu y los traiga a la casa de papá. Papá siempre estará con los brazos
abiertos.
Para ser un sembrador y cosechador tienes que saber bien quién es papá: que es
maravilloso, es bueno.
Era un hombre tan tacaño, pero tan tacaño, que ladraba por las noches para no comprarse
un perro, y además vendió su reloj para no dar la hora...
Miércoles Semana 2
Abierto a lo nuevo de Dios
Eneas estaba en la cama, Pedro llega y no ora, ni lo unge con aceite, ni se puso de rodillas,
ni hizo una vigilia, no reprendió al espíritu de enfermedad; solamente le dijo: “¡Eneas!
Levántate, Jesucristo te sana”; y se levantó.
Pedro llegó a la casa de una chica muerta, sacó a todas las personas que estaban, se
quedó solo con la muerta, se puso de rodillas y oró.
Antes no había orado pero allí sí; le dio la palabra, la tomó de la mano y levanta.
¿Por qué? Porque sí queremos alcanzar resultados nuevos hay que moverse en lo nuevo
del Señor.
Cuando aprendes una fórmula, un principio de Dios que te dio resultado, y quieres aplicar
la misma fórmula en todas las cosas, te va a ir mal, porque tienes que abrirte a lo nuevo
de Dios. Todo lo que aprendiste échalo en el bote de basura, camina en la novedad; lo de
ayer fue bueno y te sirvió pero Dios te va a usar de una manera distinta, te dará palabras
nuevas, tal vez ores de otra manera, o declares distinto. Dios te usará con poder si estás
abierto a que Él lo haga como quiere.
Hasta que no mates lo viejo, te perseguirá. Lo viejo nos sale automáticamente. Hasta que
no canceles lo aprendido, Dios no te dará lo nuevo. No renegamos del pasado, lo estamos
cerrando para poder entrar en el maná nuevo, para movernos con lo fresco de Dios.
El Moisés que te saco de Egipto no sirve para meterte en la tierra prometida. Dios le dijo a
Josué: “Moisés se murió, ya está, se terminó, ahora viene otra etapa en tu vida”.
Entierra lo viejo aunque te guste. En vez de tirar la basura, nosotros la guardamos; hasta
que no te deshagas de lo viejo, no vendrá lo nuevo. Si crees que Dios te va a dar algo
nuevo, saca de encima lo viejo, cierra lo viejo.
Vienen cosas nuevas del Señor, milagros nuevos, operaciones nuevas, gloria nueva,
revelación nueva, maneras nuevas de predicar, todo será nuevo porque su misericordia es
nueva cada día.
Eneas estaba postrado pero Dios le preparó un hombre, una palabra para levantarlo. La
gente de Dios no quedará postrada, alguien vendrá a levantarte con la palabra correcta;
alguien te bendecirá, te traerá una idea de oro, te abrirá la puerta, te dará trabajo, orará
por tu hijo para que se sane. Alguien vendrá de parte del Señor y es Pedro, una roca,
ungido del Señor, cargado con la palabra de Dios para levantarte. Profetizo que lo que no
hiciste en años lo harás en un minuto porque tu destino es que te levantes y camines en
victoria. Cuando te pongas en pie por la palabra de fe, lograrás el impacto que nadie había
logrado. Eneas se levantó y toda la ciudad se convirtió; nunca había predicado, pero
cuando lo hizo, parió un avivamiento. Lo que nunca hiciste lo vas hacer milagrosamente en
el nombre del Señor, y lo que nadie logró, por la victoria de tu prueba será un testimonio
glorioso para que las multitudes crean por lo que Dios hizo en tu vida. “...y al instante se
levantó”: todos los que vivían en Lida y Sarón lo vieron y se convirtieron, dos ciudades
completas por el testimonio de uno que hacía ocho años que no hacía nada, pero recibió
una palabra de fe y se levantó. Profetizo que lo que te mantuvo postrado, que trató de
matarte y lo que el infierno soltó sobre tu vida será destruido, vendrá la victoria del Señor
y grandes multitudes vendrán por el poder de la obra del Señor en ti. Los que no creían,
creerán. ¡Levántate! Haz lo que nunca pudiste hacer y será un recuerdo en tu historia. ¡Lo
que te ató será un recuerdo!
Josué aprendía de Moisés y no iba a servir en otro lado. Donde recibes dirección, allí tienes
que servir; donde tu mentor y tu tierra te bendice, ese es tu lugar de servicio. Porque si
sirves con una atmósfera positiva, acompañada por dirección sabia y ayudas a otros a
alcanzar su sueño, entonces todo lo que hagas te saldrá bien.
El sueño de Pedro era traer un avivamiento, quería que todos se convirtieran en esa ciudad
y ése es el sueño de Dios: que toda una ciudad se entregue a Jesucristo. Pedro estaba
caminando pensando qué podría hacer para ganar la ciudad, y cuando levanta a Eneas,
éste se pone de pie y toda la gente se convirtió. Enseñanza: cuando levantes a
alguien y lo ayudes, tu sueño se cumplirá de la manera más insospechada.
Viernes Semana 2
Disposición
Fe es ver lo que quiero y estar dispuesto a hacerlo.
En la oración Dios enseñará lo que debemos hacer, Él no hace nada solo y lo que el
hombre hace solo, no sirve para nada, porque debe hacerlo en equipo. Dios dará la acción,
pero hay que tener disposición para hacer lo que mande. “Me veo…”, pero no estás
dispuesto a accionar. Si alguien te quiere entrenar para aprender sujeción y contestas: “Yo
me sujeto sólo a Dios”, no tuviste disposición. La visión sin disposición no sirve.
Daniel 10:12 “Daniel no temas porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a
entender y a humillarte en la presencia de tu Dios fueron oídas tus palabras.”
Dios le contestó la oración porque estuvo dispuesto.
Los profetas estaban en un lugar estrecho y uno dijo: “Vamos a hacer un lugar nuevo.”
Vienen tiempos de nuevos territorios, se moverán los límites, nuevos lugares; se
expandirán las finanzas, la salud, los ministerios. Dijeron: “Estamos estrechos, busquemos
madera en el Jordán”.
Vienen días de preguntas y respuestas. La pregunta que salga de tu corazón será
acompañada por la respuesta que lo resuelva. Habrá gente que no se queje sino que dirá:
“Este es el problema pero traje la respuesta; esta es mi dificultad pero haré esto para
resolverlo; este es mi límite pero allá es hacia donde voy.”
Vienen tiempos de equipos, no puedes llevar la madera solo, deja de cortarla solo. Vienen
construcciones grandes. Dios pondrá mucha gente en tu vida, no compitas ni dejes que los
demás te hagan competir con nadie.
Sé libre en el nombre de Jesús porque no hay nada más lindo que trabajar juntos.
Dios aborrece a la gente indispuesta, pero ama a la gente disponible. No es por habilidad
que Dios te llama, es por disponibilidad; no es por capacidad sino porque le digas: “Heme
aquí, lo que me digas voy a obedecer”. Y Dios dice: “Esa/e me gusta le voy a dar todo lo
que me pida en el nombre de Jesús”.
A Malaquías le pasó lo mismo; Dios lo llama y le dice: “Quiero que le digas al pueblo que
de los animales que me dan de ofrenda, tomaré el estiércol y se los refregaré en la cara”.
Porque Dios detesta, huele estiércol cuando una persona pone excusas.
Una vez contrataron a una persona para pintar de blanco una pared, pero él pensó: “De
blanco no, porque es muy fuerte. Le voy a dar un tono crema.”
Cuando vino el jefe preguntó: “¿Por qué pintaste color crema?” “Porque queda más lindo a
los ojos”, respondió. Entonces dijo el jefe: “Acá te pago para que obedezcas y no para que
opines. Píntalo de blanco.”
Obediencia siempre trae bendición. ¿Por qué Pedro le dijo al paralítico?: “Jesús te sana,
levántate y haz tú cama”, porque no le dijo: “Eneas vamos a orar”. Cuando aprendemos a
obedecer, la promesa que Dios puso en tu corazón se acciona.
FE ES VER LO QUE QUIERO Y ESTAR DISPUESTO A HACERLO.
Sábado Semana 2
Debo ser agradecido
Cuando tengas un problema, agradece las bendiciones que Dios te dio, cuenta las
bendiciones, anótalas; en el álbum de tus recuerdos pon las mejores fotos y camina con un
espíritu de gratitud. Hoy estás vivo, hay gente en este momento que está luchando por su
vida en terapia intensiva y nosotros estamos adorando el nombre del Señor.
“Gracias porque estoy vivo, porque puedo ir a la iglesia, estar con mis hermanos; gracias
por este refresco y por la taza rota, porque la taza rota indica que viene una taza nueva, y
la taza nueva, que viene una docena, y la docena, que viene la fábrica. “
Si tienes un espíritu de agradecimiento, la paz sube, sube y, como es un arma de guerra,
el diablo se muerde la lengua y aplastas al enemigo para siempre. Dale gracias al Señor
por cada cosa que tienes, adora su nombre. En el reino de las tinieblas todo es queja, todo
es falta, pero en el Reino de Dios todo es gratitud.
Dad gracias a Dios en todo, no por todo porque no le puedes dar gracias a Dios por
un accidente pero sí en medio del accidente ; no le puedes dar gracias por un cáncer, pero
sí dar gracias a Dios en medio de la enfermedad porque viene la sanidad y le vas a ganar
al enemigo con paz y no te va a poder tocar.
Pablo dice en Romanos 9: “He sufrido por los de mi nación, por los de mi familia, porque
no les resplandece la luz de Cristo”. Que te duela ver a la gente sin el Señor; no aceptes
las burlas, porque no son ellos, en el fondo te están diciendo que necesitan que le hables
de Jesucristo. Ponte en la brecha y batalla en el Nombre del Señor y un día los vas a
invitar, o les vas a hablar, o le regalarás un cassette y la venda se les va a caer, será el
momento de tu victoria, donde la persona dirá: “Ahora entiendo que Jesucristo es mi
Señor”.
Un pastor dice que lo único que nos llevaremos al cielo es la lista de las personas por la
que hemos batallado y ganado. En el cielo va a haber cientos que te van a buscar para
decirte: “Quiero darle las gracias al Rey que me salvó, pero a ti también, que batallaste por
mí, que oraste, que persististe, que me hablaste aún cuando me burlé, aún cuando te dije
que te lavaban la cabeza, cuando te preguntaba de los diezmos, cuando te decía que eras
un tarado, pero seguiste y ahora puedo adorar a Jesucristo por siempre y para siempre”.
Nos pondremos en la brecha con paz de Dios y batallaremos por la gente que no tiene al
Señor.
Dice que Jesús dio gracias por los panes y liberó el don de milagros. Si mi gratitud es
constante y fuerte, mi don se manifestará fuerte y constante. Da gracias a Dios por tus
hijos, por tu familia, por la ropa, por el día, por las luces, por el piso, por la iglesia, da
gracias a Dios; pon un gracias en tu boca a la mañana, a la tarde y a la noche, y en un par
de años esa gratitud, ese hábito divino, va a hacer que los dones que tengas funcionen en
el mismo nivel del poder del Señor. Jesús dio gracias y en la medida que lo hizo, el don de
multiplicación se liberó.
¿Necesitas un milagro de sanidad, de prosperidad? Empieza a dar gracias por algo que
Dios te dio. Dale gracias a Dios por lo que tienes, agradecer a Dios, traerá el milagro que
te falta, porque la queja te concentra en el problema, pero la gratitud te concentra en la
solución que viene del trono de Dios.
Jesús estaba con la multitud, había cinco mil hombres sin contar mujeres y niños.
Tenían hambre y no había para comer. Y Jesús dio gracias por unos panes y cuando los
repartieron se multiplicó.
Pasión te activa la energía espiritual. Pasión te hace más fuerte, más flexible, trabajas
mejor. Pasión te da el impulso extra que necesitas. Pasión te hace persistente y te
recuperas más rápido. Muchas depresiones vienen por problemas personales, no puedes
llevarte bien con todo el mundo pero tienes que aprender a hacerlo.
Si tratas bien al que está debajo de ti, Dios va a decir: “Esta persona sabe administrar mi
poder, le voy a poner en alto”. Pero si no sabes respetar a los que están debajo, Dios
nunca te va a dar poder sobre multitudes porque está harto de los que abusan de su
poder. Trata bien a tus hijos, a tu esposa o esposo, al taxista, al mozo, etc. El que es fiel
en poca autoridad será puesto en mucha autoridad.
Declara: “No trataré de cambiar a nadie, no me meteré mas en la vida de nadie. Debo
lograr que los demás se sientan bien conmigo.” Si aprendemos a respetar y alejarnos de la
gente mala, vamos a conquistar la ciudad.
Dios va a usar gente como Abraham que acepte el llamado de Dios: “Sal de tu tierra, de tu
vieja mentalidad a la tierra que te mostraré”. Abraham no sabía dónde quedaba ni qué iba
a pasar, pero tomó la aventura de fe.
Abraza el sueño de Dios y la depresión nunca golpeará tu vida; tendrás bajones, luchas
como todo el mundo, pero tendrás la fuerza de Dios. Una frase que me impactó de un libro
que escribió un entrenador de deportistas es: “En el mundo jugamos a ver quién tiene más
juguetes antes de morirnos. Jugamos: quiero el coche, quiero el coche; a la semana
siguiente otra cosa y vamos juntando juguetes”.
Este hombre dice que pensamos que el éxito es ver quién junta más juguetes, pero cuando
morimos los juguetes quedan acá. La vida no es la abundancia de bienes que el hombre
posee, sino el sueño de Dios. Prosperidad no es cuánto dinero tienes, es cuánto
dinero usaste para extender el Reino, porque hay gente rica que es miserable y
hay gente pobre, que es rica en Dios.
Mi pasión
Cuida la pasión porque se apaga, es el combustible que te hace caminar detrás de los
proyectos que Dios te dio.
Una vez había un perro y una liebre. El dueño del perro de caza lo entrenó y le dijo: “Anda
a explorar toda la montaña para que, cuando la liebre salga, la caces y me la traigas”. El
perro exploró todo y volvió. El cazador y el perro esperaron a que saliera la liebre; luego
de un rato salió y empezó a correr y el cazador le dijo al perro: “¡Ataca!” y el perro la
siguió; ésta corría, saltaba, cada vez más rápido hasta que se escapó. Entonces el dueño le
dijo: ”¿Cómo puede ser, te entrené para cazar liebres y se te escapó?” Y el perro le
contestó: “A mí me motivaba mi cena, pero a la liebre le motivaba salvar su vida”.
Cuando te motiva algo temporal tu esfuerzo va a ser reducido, pero si es algo grande te
vas a escapar y lograr todo lo que Dios te prometió.
Para Compartir
1- ¿Cuál fue el mayor regalo que recibí? ¿De quién provino?
2- ¿Cuál fue el mayor regalo que dí? ¿A quién se lo dí?
3- ¿A quién me cuesta ayudar?
4- La estructura mental que Dios me rompió en este tiempo fue...
Lunes Semana 3
Determina una atmósfera de bendición
“Bendito serás tú en la ciudad y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el
fruto de tu tierra; [...] Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.”
Deuteronomio 28:3
Adela caminaba con su padre cuando éste, de repente, se detuvo en una curva del camino.
Después de un breve silencio le preguntó: “Además del cantar de los pájaros, ¿qué oyes,
Adela?” La niña prestó atención agudizando sus oídos. Después de unos segundos
respondió: “Papá, estoy oyendo el ruido de una carreta que se acerca”.
“Muy bien”, respondió el padre. “Tienes razón, se está acercando una carreta vacía”.
Adela asombrada preguntó a su padre:
“¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la has visto?” Entonces el padre
respondió: “Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía: por el ruido que hace.
Cuanto mas vacía está la carreta, mayor ruido hace”.
Adela se convirtió en adulta y siempre que veía una persona interrumpiendo una
conversación y hablando demasiado de sí misma de forma inoportuna, violenta o
presumiendo de lo que poseía, tenía la impresión de oír la voz de su padre diciendo:
“Cuanto mas vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace”.
No dejes que otro decida por ti, si eres un hijo maduro debes decir: “Todo lo que es de
Dios lo quiero, todo lo bueno, todo lo justo, todo lo puro, lo agradable, yo pienso en eso y
lo amo, lo anhelo, lo abrazo, aunque todos se opongan. Soy una persona madura y ahora
decido por mí mismo. Cuando eres inmaduro necesitas que te vigilen, llegas a cualquier
hora a tu trabajo, y si no está el jefe llegas aún más tarde. Pero cuando eres maduro las
leyes no son de afuera, las imparte tu corazón y no necesitas que nadie te vigile, te vigilas
a ti mismo. Tienes que gobernarte a ti mismo porque tienes al Espíritu Santo y estás
crecido. Ejerce madurez y dí: “Yo no necesito que decidan por mí, no necesito que me
vigilen, yo sé a qué lugar puedo ir, yo sé lo que tengo que hacer, sé lo que tengo que
decir, sé lo que es pecado y qué no es pecado. No hago las cosas porque me van a
castigar sino que la ley de Dios está en mi corazón. Porque soy un hijo maduro de Dios y
estoy para ejercer autoridad”.
El pueblo de Israel estaba a setenta kilómetros de entrar a la tierra prometida. Moisés les
dice: "Bueno, dejen que le pregunte a Dios qué tenemos que hacer ahora”. Y Dios
contesta: "Den el paso y entren". No tenían que hacer nada, sólo tenían que entrar. ¡Ya el
enemigo había sido vencido! Pero en el camino el pueblo empezó a quejarse nuevamente,
entonces Dios les dice: "¡Vuelvan atrás!" O sea, que den la vuelta y vuelvan adonde habían
salido. Y todos siguen quejándose: "¿Para qué vinimos?"; "Moisés, nos trajiste hasta acá,
estamos a setenta kilómetros, ¿y nos tenemos que volver?". Si, Dios los hizo volver, y aún
así el pueblo no dejó de quejarse.
La revisión correctiva
Cuando me equivoco, tengo que revisar en mi mente toda la situación que viví y
determinar dónde me equivoqué. Entonces, al revisar en mi mente haciendo las cosas bien,
aprendo de los errores. El problema no es equivocarme, sino que no me tome
tiempo para aprender del error, entonces vuelve a tropezar. Lo que no aprendas en
cuarenta días, lo aprenderás en cuarenta años. Para ser maduro tienes que tener ganas de
aprender y crecer, ganas de aprender las cosas de Dios y ganas de crecer para ser un hijo
maduro. Si no creces, siempre vas a tener alguien que decida por ti y un tutor que te
marque las leyes. Tenemos que aprender con el primer golpe, si del primer golpe no
aprendes, entonces el golpe va a volver a tu vida; si no aprendes el problema, el problema
te seguirá hasta que aprendas, y cuando uno aprende deja el problema y entra en victoria
y madurez.
Tienes que tener espíritu enseñable, ganas de aprender, a no volver a nada viejo. Si
ejerces autoridad, Dios descansa, pero si no lo haces, ni tú ni Dios descansan.
Jueves Semana 3
Piensa en soluciones
Nunca le tengas miedo a los violentos, y menos a los pastores violentos que amenazan: “Si
te vas de acá te vas al infierno. Te vamos a maldecir, te vamos a denunciar delante de
todos, te va a caer el fuego del infierno”. Nunca le tengas miedo a los violentos, porque
son inseguros: teme a Dios, guarda su palabra y todo lo que hagas te saldrá bien.
La diferencia entre enojarse y pelearnos es que el inmaduro impone, el maduro propone.
Podemos enojarnos pero no pelearnos. El apóstol Pablo, un hombre sabio, iba en su viaje
misionero y a Juan Marcos le dio miedo, entonces se quiso volver. Pablo se enojó mucho. Y
cuando volvió le dijeron: “¿Por qué no volvemos con Juan Marcos?,” y respondió: “Nunca
más”. Pablo se peleó. Ahí hay un grave error, nunca tienes que romper relaciones,
especialmente con alguien valioso que te va a bendecir. Pasaron unos años, Pablo le
escribe a Timoteo y le dice: “Mándame a Marcos que es un hombre valioso”. Pablo
recapacitó y dijo: “Puedo enojarme, pero no voy a ser inmaduro para romper relación”.
Tú tienes que aprender a ser amable con todo el mundo. La gente se levanta con su vida
aburrida para hacer lo que hace todos los días hasta morirse; pero tú le das un poco de
respeto y la persona sale de su aburrimiento. Dios la bendice y de esa bendición trae para
bendecirte a ti. Debo ser amable con todo el mundo, no trataré de cambiar a nadie. Voy a
explicar qué espero de los demás y qué los demás esperan de mi. Eso es muy importante,
porque muchos problemas vienen porque no explicamos. Tienes que dejar de adivinar.
Explica, dí lo que quieres y que el otro te diga qué quiere. Muchos problemas vienen
porque queremos que otro adivine lo que queremos, lo que nos gusta, que nos interprete.
No hagas vínculos del alma: “A mi nadie me ayuda”. ¿Y de dónde sacaste que te tienen
que ayudar? “Yo vine acá y nadie me ayudó”. ¿Sabes por qué sufres? Porque tienes la
creencia de que te tienen que ayudar. “Nadie me oró, nadie me bendijo, nadie me prestó
plata, me lastimaron el corazón”. ¿Y por qué se lo diste? No idealices a nadie.
No le des autoridad a nadie. (“Me clavó un puñal”, “me lastimó” ¿por qué le diste autoridad
a las palabras del otro para que te lastimen?)
No permitas que las imperfecciones de los demás te roben el gozo.
No esperes que los demás te hagan feliz.
Aléjate de la gente que toca el botón que te hace volver loco. Hay gente que sabe tocar tu
área de vulnerabilidad y tienes que estar lejos hasta que Dios te sane. No tienes que jugar
el papel de víctima, hay gente que se ofende por todo. Ignora a la gente que te maltrata,
indiferente, aléjate de ellos. Para resolver mi enojo con sabiduría debo aprender a disfrutar
más.
Más vale plumífero volador en fosa metacarpiana, que segunda potencia de diez pululando
por el espacio etéreo. (Más vale pájaro en mano que cien volando).
Relátame con quien deambulas y te manifestaré tu idiosincrasia. (Dime con quién andas y
te diré quién eres).
A perturbación ciclónica en el seno ambiental, rostro jocundo. (Al mal tiempo, buena cara)
Agua que no has de ingurgitar, permítele que discurra por su cauce. (Agua que no has de
beber, déjala correr)
Ocúpate de la alimentación de las aves córvidas y estas te extirparán las estructuras de las
fosas orbitarias que perciben los estímulos. (Cría cuervos y te sacarán los ojos)
La ausencia absoluta de percepción visual torna insensible al órgano cardíaco. (Ojos que
no ven, corazón que no siente)
Al andar maltrecho implicarle premura. (Al mal paso, darle prisa)
Viernes Semana 3
Voy a pensar en éxitos
Pon en tu mente más éxitos, todos somos exitosos, todos logramos cosas, piensa en tus
triunfos, recuerda tus éxitos, invade tu mente de pensamientos positivos. Tú vienes a la
iglesia te relajas, disfrutas, te ríes, nosotros no venimos a castigarte. Nosotros venimos a
que te desestreses, a que recibas palabra, a que te vayas en gozo, en victoria, bendecido.
No vienes a esta iglesia para que te retemos, tú vienes acá para ser bendecido, para recibir
una palabra de victoria, para que pienses en los logros y para que te acuerdes de que todo
lo que hagas te saldrá bien.
Por eso cuando vienes a la iglesia dices: “No es como me enseñaron, no es como me
dijeron, soy libre en Cristo, puedo adorar, saltar, vivir en victoria, todo lo que haga
prosperará, mayor es el que está en mí que el que está en el mundo. Viviré los mejores
años de mi vida, ¡pariré un avivamiento!”. Entonces así, eres libre y eres verdaderamente
discípulo de Cristo. ¡Porque Dios te sacó las ideas equivocadas de la cabeza!
A mí me costó muchos años. Tuve que renunciar a todo lo que me habían enseñado, y
decir: “Señor, empiezo de nuevo”. No me costó porque como no sabía qué estaba bien o
qué estaba mal, renuncié a todo lo que había aprendido, dejé de juntarme con
determinada gente y Dios me empezó a mostrar la Verdad. Porque cuando conoces la
Verdad, la Verdad te hace verdaderamente libre.
Dios me dijo que hay cristianos de reuniones especiales: “Hoy hay un culto especial.”
Después de que pasó el especial se fueron. Me dijo el Señor que hay cristianos de corta
raíz que dicen: “Si Señor te adoro, te alabo”, pero a la primera ofensa se va a ir.
Hay cristianos de necesidad: vienen porque tienen una enfermedad, porque se les fue la
mujer, porque el hijo está en la droga. Y cuando el hijo sale de la droga, cuando la familia
se recompone, no vienen más. Piden un trabajo, Dios los prospera, ahora trabajan todo el
día y dicen: “No puedo ir”. Hay cristianos superficiales: están, pero su espíritu no recibe
nada, escuchan pero no reciben nada; son cristianos superficiales. Creen que por que
hablan en lenguas están cerca de Dios. Pero hay cristianos de primera: “Yo quiero ver la
gloria de Dios. Yo quiero estar firme en las reuniones, en la célula, en el liderazgo, en el
pastorado, en mi comunión, en mi santidad. Yo quiero jugar en primera. ¡Yo quiero ser
cristiano de primera!” Esos que tú los ves y dices: “Ese es de fierro, no lo puedes tirar,
aunque lo ataque el diablo con todos los misiles, va a estar firme sirviendo a Dios.”
Dicen los investigadores que para hacer una buena venta tienes que haber fracasado
nueve veces antes.
Winston Churchill dijo: “El éxito es ir de fracaso en fracaso, sin perder el entusiasmo”.
Estás detrás de cosas grandes, eres un conquistador y adorador. Dile al Señor:
“Quiero ser un conquistador y un adorador para ti.”
Para Compartir
1- ¿Cómo estás pensando: como campeón o como derrotado?
2- Recuerda y comparte tres éxitos que hayas obtenido en los últimos tres
meses.
3- ¿Qué hábitos y qué creencias debes abandonar para comenzar a hablar y
declarar como un hijo maduro?
4- ¿Quién tiene autoridad sobre tu vida: tú o los otros?
Lunes Semana 4
Somos lo que pensamos que somos
“Y dice el Señor: Este es el pacto que haré con ellos, [...] Pondré mis leyes en sus
corazones, y en sus mentes las escribiré”. Hebreos 10:16
Descubrí que Pablo no le escribía a una persona sino a una iglesia entera, a una iglesia
corporativa, a la unción de cuerpo, porque Pablo entendía este principio. Moisés se dio
cuenta de eso y juntó a Aarón y a Hur y les dijo: “Vamos a unirnos, tómenme de las manos
y levántenmelas, se unieron y donde se unieron, en el mismo Refidín, Josué decapitó a
Amalec porque la Unidad Interna trae Victoria Externa.
Todo lo que necesitas, lo tienes que decretar en el cuerpo: en tu célula, cuando te reúnes
con tus hermanos: “Porque si dos o tres se juntan, invocan mi nombre, lo que decretes
internamente sucederá externamente”. Por eso a los apartados les va mal, porque no
tienen unidad interna, tienen unidad con la cabeza, pero ¿para qué quieren la cabeza si no
tienen cuerpo?
Había un hombre que tenía acostumbrado ponerle cargas tan pesadas al burro, que la
pobre criatura a duras penas se podía mantener en pie. El caballo, por lo general, llevaba
una carga ligera y siempre estaba de ánimo para trotar. Ambos animales iban bajando un
día por la carretera detrás de su amo cuando de repente el burro dijo: “Amigo caballo, el
peso de esta carga es demasiado para mí. No creo que pueda llevarlo más tiempo.
¿Puedes quitarme una parte de la carga para que yo pueda recuperar mis fuerzas?”
El caballo, contento con su propio cargamento, ignoró los ruegos del burro y continuó la
marcha. Después de dar unos cuantos pasos, el burro cayó al piso, muerto. El amo quitó la
carga atada al burro y la puso encima del caballo, y después colocó el cadáver del burro
encima del cargamento.
“Me lo merezco por no haberle ayudado antes”, gimió el caballo. “Ahora tengo que llevar la
carga del burro además del peso de mi compañero muerto”.
Enseñanza: Una actitud no corporativa acarrea sus propias consecuencias adversas.
Cuidar la atmósfera
Haz las cosas bien y con una atmósfera positiva. Hay gente que hace las cosas bien, pero
se peleó con medio mundo. Cuida la atmósfera cuando haces las cosas, porque eso es más
importante que lo que hagamos. Las cosas que hacemos pasan, pero la atmósfera queda:
la discusión que hoy tienes con tu familia va a pasar y mañana se va a olvidar, pero la
atmósfera que acompañó la discusión no se va a ir tan fácilmente.
Debes cuidar tu atmósfera positiva interior: no permitas auto envenenarte. Cuando tu
atmósfera interior es distinta, Dios te va a elegir: porque cuando Dios mira, no mira
capacidad, mira espíritus, atmósfera interior. Dios elige al que hace bien las cosas que hay
que hacer. Puedes tener el peor conflicto y lograr la mejor atmósfera. José pasó las peores
circunstancias en su vida pero siempre cuidó la atmósfera que lo rodeaba. Lo tiraron al
pozo, y el clima siempre fue positivo porque Dios estaba con él. Cuando nos tragamos las
críticas y las cosas negativas, perdemos la atmósfera.
Cierto día un zorro se jactó con un gato de cuán astuto y sagaz era. “Tengo toda clase de
trucos”, dijo el zorro. “Por ejemplo, cuando escucho que se acercan perros de caza,
conozco cien maneras diferentes de escapar”. El gato quedó impresionado y dijo con
humildad: “Tu sagacidad es asombrosa. Yo en cambio solo tengo una manera de escapar
que consiste en subirme a un árbol. Sé que no es tan emocionante como todos tus
métodos, pero funciona para mí. Tal vez algún día puedas mostrarme todas tus rutas de
escape”. El zorro sonrió con pedantería. “Bueno amigo, tal vez tengo tiempo libre uno de
estos días y voy a mostrarte uno o dos de mis trucos”. Al rato, el zorro y el gato oyeron
que se acercaban una jauría de perros de caza. “¡Ya vienen para acá!”, exclamó el gato.
En un abrir y cerrar de ojos, el gato escaló un árbol cercano y se escondió entre las ramas.
El zorro se quedó quieto tratando de decidir cuál de sus muchos trucos iba a emplear.
Paralizado por la indecisión, el zorro esperó demasiado para moverse y los perros le
cayeron encima.
Enseñanza: Un buen plan que funciona es mejor que cien inciertos.
Mentalidad de Dar
El Mar Muerto se llama así porque recibe las aguas y las entierra, entonces no tiene
vegetación ni nada. Eres de igual manera cuando te dan y no das nada. Tienes que pasar
al próximo nivel y ser de bendición, transfusor de fe. Cuando Saulo cayó y quedó ciego,
dijo: “¿quién eres Señor?“ “Soy Yo a quien tu persigues”. Y Saulo, caído le dijo: “Señor
¿qué quieres que yo haga?” ¿Estás dolido? Deja de pedir por tu dolor, dile: “¿Señor, en qué
quieres que te sirva?” Porque si tienes claro el propósito, Dios no te va a dejar enfermo; si
tienes claro que Dios tiene una meta contigo, Dios te tiene que prosperar, que sanar, que
bendecir; deja de hablar de tu problema y pasa al próximo nivel.
DEJA DE HABLAR DE TU PROBLEMA Y PASA AL PRÓXIMO NIVEL.
Jueves Semana 4
Liberándome rápidamente de los pensamientos negativos
Hay gente a la que se le mete un pensamiento negativo y está todo el día, todo el mes,
pensando y pensando en lo que le dijeron. Aprende a sacarte los pensamientos negativos
rápidamente de tu mente: cuando alguien te critica, cuando alguien habla mal de ti.
Destruye esos pensamientos de tu mente.
Tu espíritu tiene que supervisar tu mente, tiene que ver lo que tu mente está pensando.
Pablo dice: “Cuando vienen pensamientos negativos los llevo cautivos a Jesucristo”.
Cuando alguien te diga que vas a perder el trabajo, cuando te encuentres viendo algo
negativo, cuando venga una voz negativa, ata ese pensamiento y llévalo esclavo a
Jesucristo, porque tu mente no está hecha para pensamientos negativos sino para
declarar: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, soy como un árbol plantado en las
corrientes de las aguas que todo lo que hace le sale bien”.
Aprende a decirle basta a tu mente; Párate con autoridad y que tu espíritu le diga “stop” a
tu mente: “No voy a hablar cosas negativas, voy a hablar palabras de fe. Voy a ser como
un árbol que todo lo que hace le saldrá bien. Caerán miles y diez miles, pero a mí no me
tocarán. Nada me faltará porque mi Dios suplirá todas mis necesidades en Cristo Jesús, y
por la llaga de Jesucristo estoy sano en su nombre”. Ponte de acuerdo con la gente de fe.
Jesús dijo: “Si dos se ponen de acuerdo, todo lo que pidan a Dios se los dará”. Nunca te
pongas de acuerdo con lo negativo. Cuando viene alguien y te dice: “¿Sabes que te van a
echar del trabajo?”, no te pongas de acuerdo con eso. Cuando el médico te diga que estás
enfermo, reconoce lo que te dice, pero no te pongas de acuerdo con la enfermedad;
cuando te diga que esta enfermedad te va a durar toda la vida, dí: “Reconozco lo que me
dice, pero no me pongo de acuerdo con esa palabra”.
Ponte de acuerdo con gente que te habla palabra de fe. Tienes que ponerte de acuerdo
con Dios porque dice el Salmo 1 que si de día y de noche me pongo de acuerdo con lo que
Dios me dice: “Todo lo que haga me saldrá bien.” Cuando fui a predicar a cierto país me
dijeron: “Mire pastor, acá la gente es muy dura”. Y les respondí: “Qué interesante, pero no
me pongo de acuerdo con eso porque yo no vine acá para predicarle a gente dura, vine a
que las cosas sucedan. Me pongo de acuerdo con el Señor que dice: Dios obrará más allá
de mi capacidad, me pongo de acuerdo con las promesas”.
Una vez Jesús se paró en la sinagoga y leyó: “La unción está sobre mí, porque me ha
ungido para dar buenas nuevas a los pobres, libertar a los cautivos, dar vida a los
presos...”, y los que estaban allí se enojaron tanto que lo agarraron a Jesús para tirarlo por
un despeñadero; y cuando lo estaban por empujar, Jesús los miró fijamente y les dijo:
“Permiso, córranse, permiso”, se abrió paso y se fue. Porque Jesús nunca se queda donde
hay gente que vive enojada. Jesús siempre se abre paso de gente resentida y amargada, Él
no se queda ministrándola.
Enojarse no es malo, lo malo es vivir enojado. Así que no des lugar al diablo; tienes que
perdonar, sacarte los resentimientos porque los mejores años de tu vida están por venir
pronto.
Nunca tuvo ansiedad. Nunca conoció límite ni tampoco le temió al diablo porque su
mentalidad estaba orientada hacia la bendición. Si quieres tomar decisiones, empieza a
orientar tu mentalidad hacia la bendición porque bendición y prosperidad es tu herencia.
Si entiendes la definición de prosperidad nunca más vas a estar preocupado. Hoy perdiste
el trabajo pero no dejaste de ser próspero, porque prosperidad no es tener el trabajo que
tenías, es ir a la fuente de Aquel que tiene miles de trabajos mejores para darte.
Dios va a levantar una iglesia próspera que va a tener acceso a los bienes de Dios. Busca
siempre la bendición.
Hay gente que dice: “Yo no quiero prosperidad, yo quiero hacer la voluntad de Dios”. La
voluntad de Dios está en tu pasión, en lo que te apasiona, en lo que te entusiasma: la
música, el teatro, ser empresario, etc. Eso que te gusta es la voluntad de Dios. Él escondió
su voluntad en tu pasión. “Deléitate en el Señor y Él concederá las peticiones de su
voluntad que escondió en tu corazón”. La voluntad de Dios es tu pasión, y tu pasión es la
voluntad de Dios. Él te dará acceso a sus bienes para cumplir su voluntad.
Tienes que decirle al diablo: “Me hubieses matado cuando podías, porque ahora estoy
teniendo mentalidad de bendición. Seré tu peor pesadilla porque entraré a los bienes de
Dios y los tomaré. Aquello que me has robado, volverá a mi mano, en el nombre del Señor.
Tomaré las mejores decisiones que nunca jamás la iglesia tomó”.
Dios va a levantar una iglesia próspera, rica, bendecida, sana y en victoria.
En Romanos 8:32 dice: “El que no escatimó ni a su propio Hijo sino que nos lo entregó,
¿cómo no nos dará todas las cosas?” Si Dios me dio la sangre de Cristo, ¿cómo no me va a
dar la casa que quiero? Si Él entregó la sangre de su hijo, ¿cómo no me dará un trabajo
próspero? ¿Cómo no recibiré la sanidad? Aquel que nos dio a su Hijo, me dará todas las
cosas con Él.
PROSPERIDAD ES QUE PUEDO IR A AQUEL QUE ME DIO LO QUE TENGO PARA DARME
MUCHO MÁS.
Durante una noche de Diciembre de 1914, alguien en la planta de Edison gritó: “¡Fuego!”
De repente todas las sustancias químicas, las cintas de celuloide y los discos ardieron.
Bomberos de ocho poblados cercanos llegaron para combatir el incendio, pero la voracidad
de las llamas y la baja presión del agua hicieron inútiles los esfuerzos. Esa noche Tomás
Edison lo perdió todo. El hijo recuerda el pánico que sintió mientras buscaba a su padre.
¿Estaba vivo todavía? Si lo estaba, ¿estaría tan abrumado por la pérdida que jamás
volvería a trabajar? Entonces, surgiendo de la oscuridad vio que su padre corría hacia él.
“¿Dónde está mamá?”, le preguntó a gritos su padre. “Ve tráela, hijo. Dile que se apure y
que traiga a sus amigas. ¡Nunca volverán a ver un incendio como este!”
A la mañana siguiente Tomás Edison reunió a sus empleados y les anunció: “Vamos a
reconstruir la planta”. Luego dio orden a algunos de sus hombres para que hicieran
arreglos en cuánto a remover los escombros, y a otros les dio instrucciones de contactar
algunas tiendas en el área para que continuaran trabajando. Luego, como algo que se le
ocurrió a último momento, les preguntó: “A propósito, ¿sabe alguien dónde puedo
conseguir algo de dinero?” Tomás Edison descubrió mil ochocientas maneras en que una
bombilla no funcionaba, antes de descubrir la manera correcta.
Sábado Semana 4
Mentalidad de paternidad
Necesitas un padre espiritual, necesitas un mentor, una madre espiritual. Necesitas a
alguien que está delante de ti en la carrera para guiarte. El Señor me dijo: “Donde no
hay paternidad, hay maldición”. Y mucha gente ha tomado malas decisiones por tener
un espíritu de orfandad: nadie te enseñó, nadie te guió, o los que te guiaron, estaban
detrás de ti en la carrera. Para encontrar un padre espiritual, hace falta tener un corazón
de hijo. En estos años, Dios está levantando padres espirituales. Pablo dijo: “Hay muchos
maestros, pero pocos padres”.
Nunca le preguntes a alguien que está detrás de ti en la carrera corriendo, porque el que
está detrás de ti necesita ayuda. Tienes que buscar a alguien que esté delante de ti.
Timoteo se juntó con Pablo; Eliseo se juntó con Elías; Otoniel se juntó con Caleb, pero
Sansón se juntó con Dalila. Tienes que tener una mentalidad orientada a la paternidad.
Hay alguien que ya cumplió tu sueño, tienes que descubrir dónde está, pagarle una cena y
aprender de él.
¿Pero cómo somos los mexicanos? No queremos tener un padre porque nosotros “las
sabemos todas”: cómo tener el negocio ganador, cómo tener la familia perfecta, cómo
sacar el país adelante, cómo hacer la mejor campaña evangelística, etc. Hay gente que
hace dos cositas y ya se cree padre espiritual. Pero Dios va a levantar una mentalidad
orientada a la paternidad. Paternidad es juntarte con los mejores. Donde no hay
paternidad, hay maldición. Luego de la salvación, lo segundo que necesitamos
todos los cristianos es paternidad. Nunca camines con los peleoneros, con los
negativos, con los chismosos. Porque el chismoso es alguien que no tiene un sueño.
Porque cuando tienes un propósito en la vida, no tienes tiempo para chismear.
Nunca camines con Saúl. ¿Sabes por qué David no lo mató? Porque los Saúles se
matan solos. Nunca tomes venganza de nadie, porque tu enemigo se destruirá solo.
Busca la gente del Reino y pégate a ellos, no para ir a comer pizza y hacer un vínculo
emocional, sino para aprender a través de sus cassettes, de sus palabras, de sus libros.
Pero pégate a alguien: un líder, un pastor, alguien. Mucha gente dice: “Pastor, yo soy de
tal ciudad, las iglesias son un desastre”. Busca un padre espiritual, si eres un hijo, hay un
padre para tu vida. Cuando uno tiene un corazón de hijo, tiene un corazón de humildad.
Filipenses 2 dice que humildad no es decir: “Soy una porquería, no sirvo para nada”, sino
que humildad es: “Tengo un corazón de hijo, necesito que alguien me guíe, que alguien
me forme, que alguien me ministre, que alguien me entrene, alguien que me pase su
manto porque yo quiero ser papá para otros. Yo quiero formar a otros”.
Un buen padre es quien fue un buen hijo. Tú puedes venir a aprender algunas cosas, o
puedes tener un corazón de hijo y aprender una nueva manera de pensar. Puedes venir a
aprender algunas cosas de alguien o puedes venir a tomar una paternidad espiritual y
aprender su manera de pensar. Porque la más grande unción no es la que te soplan, sino
que es la unción relacional, con la cual caminas. Eliseo caminó doce años con Elías y no
recibió la unción de Elías; Eliseo recibió la mentalidad de Elías y después recibió la unción.
Y Dios va a levantar cristianos con mentalidad de paternidad.
Durante años jugamos a la guerra espiritual, pero hoy Dios nos dio luz y ya no jugaremos
más, sino que entraremos a ocupar, seremos cabeza, estaremos arriba y no abajo,
prestaremos y no pediremos prestado, porque somos campeones porque Jesús ya peleó
por nosotros.
El tema está en prepararse, cambiar la mentalidad, pensar de otra manera y recibir lo
nuevo de Dios. Mentalidades de competencia, infantiles, mediocres, serán erradicadas y
cambiadas por actitudes ungidas, maduras, poderosas, de victoria, de éxito, de conquista,
de logros, de familias bendecidas, de seguridad interior, de autoestima inquebrantable, y
de visión hacia el futuro. Pablo dice: “Todo es vuestro”. Cuando Jesús murió, fue al banco
y saldó tu cuenta, porque hace más de dos mil años hizo un depósito, puso todo a tu
nombre y eres el dueño absoluto de todo.
En la última parte del siglo diecinueve, cuando la iglesia metodista estaba celebrando su
convención denominacional, un líder se puso de pie y compartió su visión para la iglesia y
para la sociedad en general. Él les dijo a los ministros y a los evangelistas que creía que
algún día los hombres volarían de un lugar a otro en vez de simplemente viajar a caballo.
Era un concepto demasiado raro como para que la audiencia lo pudiera procesar. Un
ministro, el obispo Wright, se puso de pie y con enojo protestó:”Herejía”, gritó. “El vuelo
está reservado solamente para los ángeles”. El obispo continuó diciendo que si Dios
hubiera querido que el hombre volara, le hubiera dado alas. Es claro que el obispo no pudo
entender lo que el hombre estaba prediciendo. Cuando el obispo Wright terminó su breve
discurso de protesta, tomó a sus dos hijos, Orville y Wilbur, y salieron del auditorio. Sí, es
cierto, sus hijos eran Orville y Wilbur Wright. Varios años mas tarde, el 17 de diciembre de
1903, esos dos hijos hicieron lo que su padre dijo que era imposible de hacer: realizaron el
primer vuelo humano.
Lunes Semana 5
Las creencias verdaderas te acercan al éxito
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, [...] Y renovaos en el
espíritu de vuestra mente.” Efesios 4:22
Los demás están bendecidos. Dios cargó a gente con bendición para ti y tienes que salir a
buscarlos; tienes que encontrar dónde está la gente que te va a bendecir de parte de Dios.
La tierra está llena de bendición porque cuando Dios la creó; la bendijo. Hay maldición
pero la tierra está llena de bendición. Tú estás lleno de bendición, los demás están llenos
de bendición y el Dios a quien servimos nos bendice grandemente.
No hay excusas, camina con una mente grande, mata la ansiedad. Cuando tengas mente
de abundancia vas a decir: “Estoy con grandes bendiciones, Dios me va a bendecir, la
tierra me va a bendecir, y la gente me va a bendecir. Tengo mentalidad expansionista,
grande, maravillosa, abundante y de éxito porque en Dios no hay pobreza, en Dios hay
abundancia”.
Cierta vez un hombre blanco caminaba por una selva del África. De pronto ve un nativo
leyendo la Biblia. Le dice muy enojado: “No leas ese libro que no sirve para nada, ¿en qué
te ayuda?” El nativo le contesta amablemente: “Por lo pronto ya te ayudó a ti”. El blanco
no entiende y dice: “¿A mí? ¿Por qué?” A lo que el nativo responde: “Antes yo era caníbal.”
CREENCIAS VERDADERAS TE ACERCAN AL ÉXITO
Martes Semana 5
Cambiar nuestra mentalidad
Lawrence Harrison escribió un libro titulado: “El subdesarrollo está en la mente”.
Es un historiador que compara el nivel de riqueza y de pobreza en Argentina y señala que
su origen no está en la tierra (porque hay países más pobres que Argentina y sin embargo
prosperaron). Dice que riqueza y pobreza tiene que ver con la cultura, que el subdesarrollo
está en la mente y hasta que no cambiemos nuestra mentalidad no avanzaremos.
Y yo lo comprobé. La primera vez que llegamos a Estados Unidos dije: “Llegamos al país de
los dólares, de las potencias” y fuimos a ver las iglesias americanas, unos templos
tremendos que te dejaban sin aliento. Después fuimos a ver las iglesias hispanas, y nos
dimos cuenta de que habían hecho los mismos “ranchitos” que en Sudamérica o
Centroamérica. Y nos preguntábamos: “¿Cómo puede ser que la gente tiene los mismos
sueldos, el mismo Dios, el mismo país, pero son mediocres?” Porque puedes estar en la
tierra más maravillosa, pero el problema no es la tierra sino la mentalidad:
4- Opinadores profesionales
Opinamos todo: cómo ganar al fútbol, cómo sacar el país adelante, cómo armar una
iglesia. En una oportunidad, un traductor del griego del Nuevo Testamento nos dio unas
clases, y mis compañeros le cuestionaban y discutían todo, y el hombre pensaba: “¿Cuándo
podré tomarme el avión para irme de acá?” Somos criticones, groseros, envidiosos,
burladores, porque “lo sabemos todo” y los demás “no saben nada”.
Miércoles Semana 5
Una mentalidad resistente nace de una estima de hierro
Debemos tener una estima de hierro, seguridad, autoafirmación, auto bendición perma-
nente, saber quién somos en Cristo y la consecuencia será una estima inquebrantable en
las tormentas. Durante años en las iglesias se destruía la estima, pero Dios nos tiene en la
palma de su mano, estamos marcados con el Espíritu Santo; todo lo que hagamos nos
saldrá bien; todo lo podemos en Cristo que nos fortalece; todo lo que le pidamos al Padre
en el nombre de Jesús creyendo, lo recibiremos.
Saca los rótulos que te metieron: “La oveja negra”, “Eres un tonto”, “un drogadicto”,
“un enfermo”. Algunas personas siempre insistirán para que vuelvas a tu rol de oveja
negra, porque no te quiere ver con buena estima. Rompe ese rótulo.
“La nena perfecta”, “La nenita diez”, “La nena linda”, “Todo lo hago lindo, todo perfecto y
si me equivoco me siento mal”. Eso se tiene que terminar.
“El invisible”, “El calladito”, “No existo”, “Pido permiso”, “No opino”, “Así como vine me
voy”: es el suplicante.
“El payasito”: es el que vive contando chistes, nunca puede hablar en serio.
“El fuerte”: es el hijo que cuando se muere el padre o la madre, los entierra, entierra a la
suegra, cuida a los hermanos. Tiene que ser el fuerte: “Todos me abandonaron”, “Al final
yo me tengo que hacer cargo de todo…”. Tu rol tiene que ser el de hijo de Dios.
En Houston, Texas, vive el pastor Joel Osteen. Su papá falleció y hasta ese momento él
nunca había predicado. La iglesia tenía doce mil miembros, cuando el papá, que era un
gran apóstol se murió, y él decidió hacerse cargo de la iglesia. La primera vez que predicó,
movido por el Señor, la iglesia se duplicó y se triplicó.
Luego compraron un estadio con capacidad para treinta mil personas pagaron cien millones
de dólares. Este muchacho, sacó un libro llamado “Siete leyes para liberar tu
potencial”, y cuando lo leí entendí que, de acuerdo a tu nivel de estima, es el nivel de
conquista. Entonces cuando crece en ti la mentalidad divina, creces en fe y cuando tu fe
crece tienes tu estima.
DE ACUERDO A MI NIVEL DE FE SERÁ MI NIVEL DE ESTIMA.
Jueves Semana 5
Cambiar la mentalidad de barrio por la de reino
La mentalidad de barrio es la que adquirimos culturalmente. La de reino es la basada en lo
que Dios dice.
1- La codependencia
Los centroamericanos son un ejemplo de mentalidad de barrio, saludan diciendo: “Mande
Ud.” y esa es la mentalidad latina. En cambio los norteamericanos, dicen: “¿En qué puedo
ayudarle?” Debemos cortar la codependencia cambiando la mentalidad de servilismo por la
de bendición.
2- Humildad
Latinoamérica ha sido conquistada, Norteamérica colonizada. Con la religión, los españoles
trasmitieron el concepto de que la ambición era pecado y había que ser humilde, no se
debía tener sueños ni metas. Una persona sin metas es dominada por cualquiera.
Este concepto erróneo de humildad (que perdura hasta hoy) confunde ambición con
codicia. La mentalidad de reino es ambiciosa y es lo primero que Dios restaurará.
La ambición es positiva, la codicia negativa.
Ambición es decir: “Donde hoy estoy es bueno, pero quiero más: más bendición, más
prosperidad, más salud, más gloria, más unción, más todo.”
3- “Que sea lo que Dios quiera”
Es un dicho latino que no debes repetir nunca más. La mentalidad de reino dice: “Todo lo
puedo en Cristo que me fortalece”, o sea que Dios ya dijo qué quiere.
4- Fe en Dios
“Creo en Dios” dice la mentalidad de barrio. La de reino dice: “Creo en Dios y en mí,
porque estoy habilitado y capacitado para lograr con Él, todo lo que me prometió.”
5- Estabilidad
“Cuidemos lo que tenemos”. Los latinos dicen: “Logré esto y ya estoy bien”. La mentalidad
de reino dice: “¿Qué hay de nuevo?”, “Voy por más”, “Hay algo nuevo del Señor”, “No
invertiré mi vida en cuidar lo que logré, sino que iré por lo que no logré”.
6- Vergüenza
En la mentalidad de reino no existe la vergüenza, somos sin vergüenza porque ya no hay
condenación para los que estamos en Cristo. Debemos sacar la palabra vergüenza de
nuestro vocabulario, porque “no nos avergonzamos del evangelio porque es poder de
Dios”,
7- Sacrificio
“Hay que sacrificarse, la vida es una lucha”, “Todo cuesta, nada es gratis”. La mentalidad
de reino dice: “Nada es sacrificio, todo es trabajo inteligente en sabiduría divina. Es mirar
el éxito y la bendición.” Dios trabajará en nuestras vidas para deshacer la mentalidad de
barrio y meternos en la de reino; así como en el cielo, en la tierra. Oímos y repetimos
tantas veces que Dios ama a los pobres, que indirectamente estamos diciendo que odia a
los ricos. Cuando la Biblia dice: “Al rico no lo dejan dormir las riquezas”, se refiere a
aquellos que no tienen a Jesús en su corazón. Dios quebrará todas las estructuras
culturales, humanas que no sirven de nada y meterá una mentalidad nueva, de reino,
donde entenderemos las cosas que nos sucedan.
Lo peor que le puede pasar a un hombre es recibir el éxito sin estar preparado con una
nueva mentalidad. Dios cambiará la mente porque nuestra ciudadanía no es de la tierra,
sino del cielo: tenemos la mente de Cristo y la cultura de Dios.
Viernes Semana 5
Mentalidad de compromiso atrae la bendición
La persona comprometida hace las cosas con ganas, con entusiasmo y atrae la bendición
por eso todo le saldrá bien. Compromiso trae excelencia y siempre bendición.
La fe no te hace huir, sino enfrentar el problema cara a cara para obtener la bendición.
Esa es la gente que Dios usará.
Escasez no es tu herencia, sino abundancia y todo lo que hagas te saldrá bien. “¡Persevera!
Porque cuando tengas la mente de Cristo, y pienses con sistema de reino, vendrán días de
abundancia. Mi fe es lo que me da éxito. “No le hables a Dios de tu gran problema, háblale
a tu problema de tu gran Dios”.
A Dios no le interesa que le describamos el problema, le interesa que aumente fe, y para
que aumente mi fe, tengo que oír a Dios hablar. Cuando Él me habla, yo hablo lo que Él
me habló y hace el milagro. ¿Alguna vez estuviste aburrido? Pero te llamó alguien, te
cambió el foco y tu actitud cambió.
Cambia el foco, deja de mirar tanto el problema y concéntrate en fe, que es tu victoria. “Te
he dicho que si crees verás mi gloria”, dijo Jesús. Si te vas a involucrar en tu trabajo, en tu
servicio a Dios o en tu fe, hazlo bien, con todo, de la mejor manera que puedas y la
pobreza será rota en el nombre del Señor.
Tres turistas fueron a un hotel: un judío, un hindú y un argentino. Cuando pidieron lugar,
el conserje respondió: “Sólo me queda un cuarto, pero es para dos. Pero si no les
incomoda tengo espacio en el establo para que uno se duerma ahí”. Los tres individuos
deciden tomar el cuarto y en eso dice el hindú: “Si quieren, yo me voy a dormir al establo
y ustedes duerman en el cuarto”. A los cinco minutos tocan la puerta del cuarto.
“¿Quién es?”, preguntaron el argentino y el judío. “Soy el hindú, lo que pasa es que en el
establo hay una vaca y como es un animal sagrado para nosotros, no puedo dormir donde
duerme una vaca”. En eso el judío dice: “No se preocupen, si quieren, yo me duermo en el
establo”. A los cinco minutos tocan a la puerta del cuarto. “¿Quién es?” “Soy el judío, lo
que pasa es que en el establo hay un cerdo y es un animal desagradable para nosotros, no
puedo dormir donde duerme un cerdo”. Entonces el argentino dice: “No se preocupen, yo
iré a dormir al establo”. A los cinco minutos tocan la puerta. “¿Quién es?”
“Somos la vaca y el cerdo”.
El negocio de Dios es cambiarte. Jesús dijo: “Por sus frutos los conoceréis” Los frutos son
los cambios. El objetivo de Dios para tu vida es cambiarte, no es bendecirte solamente, no
es darte un milagro solamente, sino cambiarte. Dios quiere cambiar toda, toda, toda tu
vida. Cuando uno recibe a Cristo lo primero que Él hace es aceptarnos tal cual somos, tal
como estamos. Él te acepta y el primer milagro que el Señor hace es perdonarte todos tus
pecados, cerrarte el pasado, sellarte con el Espíritu Santo, anotar tu nombre en el Libro de
la Vida y decirte: “Yo estoy contigo todos los días de tu vida hasta el fin del mundo y
ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. Nada te separará de mi amor
y si confiesas tus pecados Yo soy Fiel y Justo para perdonar tus pecados y limpiarte de
toda maldad”.
Todo cambio comienza con un cambio de mentalidad. ¡El cambio es poderoso! La gente
puede reírse de ti, puede reírse de la Biblia, puede cuestionar tu fe, puede decir que te
lavaron la cabeza, que te manipularon, que eres un tonto; pero cuando la gente ve el
cambio en tu vida, eso no tiene discusión. Cuando una persona ve el cambio en tu corazón,
ese es el testimonio más poderoso. Testimonio no es: “Me porto bien para que me vean los
demás”, testimonio es el cambio que hace Jesús, o sea, el cambio de mentalidad. El Señor
va a sacar tu mentalidad de víctima. Tu mentalidad de fracaso, de soledad, y religiosa tiene
que cambiar, para que venga la mente de Cristo.
En cierta ocasión Bill Cosby contó a los graduados de una universidad de Lousiana, cómo
los refranes de su padre le ayudaron a obtener una “A”, la nota más alta que se podía
conceder en el curso de filosofía de la universidad. La clase debatía la antigua cuestión:
“¿El vaso está medio lleno o medio vacío?” Cosby fue a su casa y se lo preguntó a su
padre. Sin vacilar respondió: “Depende de si lo estás llenando o si te lo estás tomando.” Al
día siguiente, Cosby repitió la respuesta de su padre durante la clase. Impresionó tanto a
sus compañeros como al profesor, el cual le puso una “A”.
LOS CAMBIOS DE DIOS SON PARA DESPERTAR AL VALIENTE QUE ESTÁ DENTRO DE MI.
Puedes aprender por revelación o por dolor, elige cómo vas a aprender. Todo mi sistema
de creencias debe ser confrontado con la verdad de Dios, quizás estés equivocado y no lo
sepas. La mayoría de las veces no estamos conscientes de las mentiras que creemos.
Para arrancar la creencia que tenías como verdadera pero que es falsa, tiene que
alcanzarte la revelación, y esa misma palabra causar impacto en tu vida para que puedas
cambiar tu creencia errónea.
“No puedo lograrlo”, es una creencia errónea, porque la Verdad dice: “Todo lo puedo en
Cristo que me fortalece” Y si permaneces en la Verdad eres de verdad el discípulo de Cristo
y la Verdad te hace libre.
Si tu vida es un fracaso es porque estás oyendo mentiras. Si hay cosas en algún área que
no te funcionan es porque hay creencias erróneas allí, y tienes que ser valiente para
cuestionarlas y revisarlas, sino vas a ser un cristiano ciclotímico (el que tienen en la cabeza
mitad verdades y mitad mentiras). Y cuando arrancas la mentira y pones la Verdad “Cristo
está conmigo. ¡Ah! Me gozo en el Nombre de Jesús”. Tenemos que corregirnos, porque lo
que creemos como verdad o como mentira, determinará nuestra calidad de vida. El tema
no es que cambies tus circunstancias, sino que cambies tu sistema de creencias. Por
ejemplo, le dices a alguien: “Ordena tu oficina”. Y ordena su oficina. A los tres días la
oficina es un desastre otra vez. ¿Qué pasó? Esta persona no cambió su sistema de
creencias; obedeció una orden. Hay mucha diferencia entre obedecer una orden y cambiar
la manera de pensar. Es decir, si incorporas: “El orden es de Dios, necesito ordenar todo
mi exterior para que mi espíritu fluya más”, si incorporas esa creencia como verdadera de
parte de Dios, vas a vivir ordenado.
Si crees en una mentira, todo lo malo te será posible, si crees en una verdad, tu vida
prosperará. Y no es fácil cambiar la manera de pensar. No es fácil. Porque uno se enamora
de las ideas erróneas que tiene.
Dios cambia nuestra manera de pensar para que cuando venga la unción, la unción
permanezca. Jesús dice: “Si Yo echo vino nuevo en odre viejo, el vino fermenta y te estalla
la cabeza”. Anhela la unción para cambiar tu manera de pensar. Hay gente tan cerrada,
que no quiere abandonar su sistema de creencias equivocado. Pero en este último tiempo
Dios va a dar vino nuevo en odre nuevo, que es gente que ha abrazado la verdad.
Para Compartir
1- ¿Cuáles fueron aquellos pensamientos que te llevaron al fracaso? Nómbralos.
2- ¿Cómo fueron los resultados que obtuviste?
3- ¿Qué cambios profundos tendrías que incorporar para producir nuevos y
mejores resultados?
4- Renuncia a la frase: “Siempre lo hice así”, y piensa:
¿De qué otra forma puedo hacerlo?
Lunes Semana 6
Aprende a hablar y declarar en positivo
“...Y el centurión dijo: [...] Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo.
SOLAMENTE DI LA PALABRA, y mi criado será sanado.” Mateo 8:8
Mentalidad de dueño
En el trabajo cuida las cosas como si fuesen tuyas, cada aspecto, cada centavo, que la
gente crezca. Al tomar una decisión piensa: “Estoy creando valor para mi empresa o
trabajo”. Esa manera de actuar te hará una persona digna de confianza, responsable,
trabajadora y con liderazgo suficiente para ser jefe. Siente que el trabajo te pertenece y
cuídalo. Tu jefe natural será impactado y Dios verá que, aunque no eres jefe, ya tienes
formada la mentalidad. Mentalidad de dueño es sentir que todo te pertenece, que todo
está debajo de tus pies y cuidas todo como si fuera tuyo.
Era un hombre tan vago, que cuando murió sus amigos pusieron la siguiente inscripción en
su tumba: “Aquí continúa descansando...”
Martes Semana 6
Renovar mi manera de pensar
Cuando una persona no renueva su mente se vuelve inconstante. Gente que un día quiere
una cosa y a las horas quiere otra. Gente que el lunes está en victoria y el martes está en
derrota. Gente que el lunes ora cinco horas y del martes al domingo no ora nada. Gente
que un día avanza y otro día retrocede. Gente inconstante en su manera de pensar. Una
persona que no renueva su mente, va a ser gobernada por sus emociones. Hay gente que
funciona por lo que siente: “Me siento mal, me siento bien”. Sienten una cosa un día,
siente otra cosa al otro día; sienten que el trabajo es lo más importante el lunes, el martes
lo más importante es la familia; el lunes se casan con alguien porque sienten que lo aman,
pero a la otra semana, se separan porque sienten que ya no lo aman. Tiene mentalidad
cerrada. Son personas que tienen paradigmas, es decir, estructuras de pensamiento,
maneras de ver las cosas, moldes de pensamientos, fortalezas, maneras de entender la
realidad: cerrada, estrecha, angosta. Tienen estreñimiento mental. Son personas que
piensan: “O blanco o negro” y nadie los puede mover de ahí.
Cuando Pablo dice que si renovamos nuestra manera de pensar, vamos a descubrir la
voluntad de Dios, la palabra “renovar” quiere decir: recibir algo nuevo. Renovarse es poner
en la mente algo nuevo. Si tienes los mismos muebles que hace cinco años, no te
renovaste. Si piensas de la misma manera que hace dos meses, no te renovaste. Si haces
las cosas de la misma manera desde hace seis meses y no agregaste nada nuevo, no te
renovaste.
Todos tenemos una imagen de nosotros mismos. ¿Cuántos nos hemos sentido incapaces
en algún lugar o tontos? ¿Cuántos hemos creído que podemos hacer una cosa y a los diez
minutos no la podemos hacer? Porque tenemos una imagen que nos lleva muchas veces a
sentirnos inadecuados, ambivalentes. ¿Tienes una deuda? Puedes pagarla en Cristo.
¿Tienes una enfermedad? Puedes ser sano en Cristo. ¿Tienes una crisis? Puedes superarla
en Cristo. Tienes que verte interiormente como alguien capaz. No eres importante porque
Cristo te salvó, sino que lo eras desde antes de que Cristo te salve, porque Dios te creó; y
desde antes de crearte ya estabas en su corazón y allí ya fuiste importante para Dios.
Se dice que era un genio del arpa. En la llanura de Colombia no había ninguna fiesta sin él.
Para que la fiesta fuese fiesta, Figueredo tenía que estar allí con sus dedos bailadores que
alegraban los aires y alborotaban las piernas. Una noche, en un sendero perdido, fue
asaltado por unos ladrones. Iba Figueredo de camino a unas bodas, él encima de una
mula, encima de la otra, su arpa, cuando los ladrones se le echaron encima y le pegaron
sin cesar. A la mañana siguiente alguien lo encontró. Estaba tendido en el camino, sucio de
barro y sangre, más muerto que vivo. Y entonces aquella piltrafa dijo con un hilo de voz:
“Se llevaron las mulas... Se llevaron el arpa...” Y tomando aliento, río “¡Pero no se han
podido llevar la música!”
NACI PARA SER JEFE, GOBERNAR, LIDERAR Y DIOS ME DIO LA HABILIDAD PARA QUE
TODO LO PUEDA EN CRISTO.
Miércoles Semana 6
Remueve tu mente
Ideas que hay que destruir para que, cuando venga la semilla correcta, pueda germinar y
crecer. Todos tenemos problemas económicos, interpersonales, espirituales, el tema es
cómo los resolvemos. Hay problemas que son ocasionales, vienen y se van, otros que son
difíciles y otros son crónicos.
Jesús estaba en otro lugar y los discípulos estaban con un montón de gente. Un papá trae
a su hijo endemoniado y los discípulos no lo pudieron sacar, empezaron a discutir con los
maestros de la ley, la multitud estaba mirando. Llega el Señor y les dice: “No discutan”.
Enseñanza: donde hay discusión el Señor no está.
Dios no trabaja con discutidores, hay que cambiar la atmósfera de discusión. El padre le
dice: “Si tú puedes, haz algo”. Jesús enojado responde: “¿Si puedo?” El padre recapacita y
le dice: “Señor creo, ayuda mi incredulidad”. E inmediatamente el Señor sacó el espíritu
que estaba en aquel muchacho. Hay varias maneras equivocadas de tratar de resolver los
problemas y es tiempo de removerlas:
Discutidor amenazante
Consiste en infundir miedo al otro. “No sabes con quién te estás metiendo”, “No sabes a
quién conozco yo”, “Ya vas a saber de mí”. Mediante el miedo trata de resolver un
conflicto, y nunca se resuelve con temor.
Discutidor reprimido
Es la persona que guarda para adentro, se calla todo, no dice nada, pero después de un
tiempo saca “los trapitos al sol” y cualquier problema se lo activa. Empieza a decir: “Porque
hace cuatro años me dijiste eso que a mí me lastimó”. Y no tiene nada que ver con lo de
ahora, pero como hace cuatro años se tragó todo, ante el primer dilema, lo saca afuera.
“Cuando te pedí no estuviste allí”. La fantasía del discutidor reprimido consiste en creer
que si se calla y luego saca a la luz va a resolver sus conflictos. Nunca un conflicto del
pasado traído al presente se resuelve así.
Discutidor anónimo
Es el que manda e-mails. Es la persona que equivocadamente cree que ocultándose va a
resolver un problema, o manda terceros. Discute anónimamente, en lo oculto.
Discutidor observador
Es el frío, analítico, que mira y estudia: “Te estoy siguiendo las pisadas”, “Estoy esperando
tu primer movimiento en falso”, “Estoy analizando lo que te sucede”. Y creen que logran
algo pero no es así. Puedes hacer todo el análisis que quieras y no vas a resolver nada.
El chico endemoniado estaba en un ambiente de discusión, y el Señor va a traer un nuevo
modelo para resolver el problema y es el modelo de fe.
Teología de la miseria
Hay personas a las que le enseñaron que (yo lo prediqué cuando era legalista) después de
una bendición, viene un ataque del diablo. Porque nos daba culpa, porque cuando Dios te
prosperaba, decías: “Esto me huele raro. Esto viene muy fácil, ni ayuné ni oré, algún
ataque se viene”. Por ejemplo, si una iglesia tiene la estructura de miseria, el odre de
miseria, pasa alguien a dar testimonio y dice: “Me compré dos casas nuevas, prosperé,
estoy ganando quince mil pesos por semana”, la gente respondía sospechando.
Durante años John Stott , el gran teólogo inglés introdujo esta herejía, después se
arrepintió. Él dijo que predicar el evangelio no era transformar la sociedad, era solamente
que la gente reciba a Cristo.
Cuando Cristo viene a tu vida, viene para cambiar tu manera de pensar, tu manera de
vivir. Para sanarte, para prosperarte, liberarte y cambiar la nación para bendición. Gózate
cuando un hijo de Dios prospera. Dios va a quitar el espíritu de miseria y nos va a dar lo
mejor, vamos a tener lo mejor y a usar lo mejor para Dios.
Pablo, cuando se enojó porque lo querían meter en la cárcel, dijo. “Voy a esperar al César
y los voy a poner presos a todos” y todos se asombraron. Era una teología de dolor y de
culpa. Íbamos a la iglesia para que nos castiguen, para que nos reten. Eras casi santo,
porque siempre había algún pecadito que confesar. Entonces, todo era castigo y
resignación.
Viernes Semana 6
Meditando en positivo
Dios le dice a Josué: “Mira que te mando que te esfuerces y que seas valiente, no temas ni
desmayes, nunca se apartará de tu boca este libro de la ley sino que de día y de noche
meditarás en él y todo lo que hagas te saldrá bien”. Josué tenía cinco libros (Génesis,
Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio) y Dios le dijo que si meditaba con cinco todo le
saldría bien. Nosotros tenemos sesenta y seis, si Josué con cinco todo lo que hacía le salía
bien, ¡Imaginate lo que podemos hacer nosotros con sesenta y seis!
“Meditar” quiere decir en hebreo “hablar”, y en el griego en el Nuevo Testamento
literalmente es “poner una cosa con otra”. Entonces, viene una enfermedad y dices: “Por la
llaga de Cristo estoy sanada”, pones una cosa con otra. Cuando hay pobreza, dices: “Mi
Dios suplirá todo lo que necesito conforme a su riqueza”, pones una cosa con otra.
Meditar es declarar las promesas del Señor, no es poner la mente en blanco ni hacer la
posición de “La Flor de Loto”, es declarar, hablar, es juntar la Palabra con las cosas que
Dios te prometió; es hablar en positivo.
Dios lo llama a Josué y se lo presenta así: “Josué, hijo de Nun, de la tribu de Efraín, de la
casa de José”, aunque para nosotros no significa nada, pero el nombre Josué significa
“Jehová prosperará”.
El nombre en la antigüedad era una pequeña Biblia, entonces el papá le dio un nombre
profético. Josué nació en Egipto siendo esclavo pero el papá le puso “Jehová prosperará”, y
declaraba su nombre a cada momento, y le pusieron ese nombre para meditar.
Era hijo de Nun, que significa “doblemente prosperidad”, o sea que Josué decía “Jehová
prosperará porque doblemente prosperará”, imaginen el diálogo entre padre e hijo diciendo
el significado de sus nombres. Además, era de la tribu de José, que quiere decir
“Aumento”, Josué decía: “Yo vengo de aumento, y me parió doblemente prosperará,
porque soy “Jehová prosperará”. Era esclavo pero al pronunciar sus nombres declaraba
prosperidad. Venía de la tribu de Efraín que era “Prosperidad salvaje”. “Vengo de la tribu
de Prosperidad Salvaje, Doblemente prosperidad me parió, que viene de la casa de
Aumento y me pusieron Jehová prosperará”.
Se cuenta que la gente de un pueblo de las Islas Británicas retó al gran Houdini, excelso
prestidigitador y mago, a escaparse, en menos de sesenta minutos, de una cárcel, a
prueba de fugas que el municipio acababa de construir. Houdini aceptó el desafío. Le
permitieron entrar en la cárcel en ropa de calle. Los observadores dijeron haber visto al
cerrojo dar una vuelta extraña a la llave del cerrojo, pero dejaron que Houdini tratase de
abrir desde dentro, la cárcel donde estaba encerrado. El mago había ocultado la barra de
acero flexible que utilizaba para abrir cerrojos en la correa de su pantalón. Con la oreja
pegada al cerrojo, trató de abrirlo por espacio de 30 minutos... 45 minutos... Una hora.
Estaba sudoroso. Sintiéndose agotado al cabo de dos horas, se apoyó contra la puerta
y, para su asombro, ésta se abrió, ¡no habían pasado el cerrojo! ¡Éste fue el truco que le
jugaron al gran artista! La puerta sólo estaba cerrada en la mente de Houdini, ¡únicamente
en su mente!
Sábado Semana 6
Individualidad no es individualismo
Individualismo es aislarse, es “yo hago la mía y que se mueran todos”. Individualidad es la
característica y la particularidad de cómo eres, y cuando respeto al otro y el otro me
respeta a mí como soy, y no nos tratamos de controlar, entonces se da lo que Pablo dice:
el compañerismo de espíritu. Es que entramos en sinfonía, que nos ponemos de acuerdo, y
todo lo que le pidamos al Padre, como somos una sinfonía, Dios nos lo da. Por eso hay
gente que ora y Dios no les da nada.
Hay matrimonios que oran juntos pero Dios no los oye porque se siguen controlando el uno
al otro. “Nos pusimos de acuerdo”, mentira, se pusieron de palabra, pero en el espíritu no
están conectados; porque sólo te puedes conectar en el espíritu cuando sueltas a la gente
de ti. “Eres mío”, “Es mi oveja”, “Son mis miembros”. Por eso Dios no te responde nada,
porque acá no hay ovejas de nadie, acá nadie es dueño de nadie y por eso nos
encontramos, adoramos el nombre del Señor, nos conectamos en el espíritu. Hay gente
que jamás las vi en mi vida, pero las saludo, las veo, nos damos un abrazo, y nos
conectamos en el espíritu.
Con los líderes, ellos no me controlan, yo no los controlo, y sólo con mirarnos, el Espíritu
Santo intercede por nosotros y le dice al Padre lo que estamos necesitando y aunque ni
oramos juntos, nos pusimos de acuerdo.
Por eso Dios no escucha la oración de los hipócritas, porque no son quién dicen. Profetizo
que viene una unción de compañerismo en la batalla de la fe. Cuando soy libre de controlar
a los demás, vendrá un tiempo de logros ilimitados. No trates de cambiar a nadie, porque
nadie puede hacer eso. Si quieres aprender a llevarte bien con la gente, no tienes que
tratar de cambiar a nadie. Ni la psicología cambia a nadie. Lo único que cambia a las
personas, son las personas cuando ellas deciden cambiar. Ni Dios puede cambiarlas. Dios
no puede forzar tu corazón, si tú no decides abrirlo. Entonces las personas no cambian a
menos que lo decidan. Yo he visto gente gastando años de su vida para tratar de cambiar
a los hijos, al esposo, al padre, cuando lo único que tenían que hacer era ser amables y no
tratar de cambiar a nadie y aceptarlos como son.
Toda esa energía que usas para manejar al otro, para negarlo, úsala para conectarte con
Dios, invierte ese tiempo para crecer tú, para cambiar, para conocerte. Cuando tienes
sabiduría tienes paciencia, paz con ciencia; ciencia con paz. Y cuando afilas el hacha estás
ocupándote de ti. Primero tienes que ocuparte de ti, porque no puedes servir al otro si no
te sirves a ti; no puedes amar al otro si no te amas tú; no puedes cuidar al otro si tú no te
cuidas. Cuídate primero, amate primero.
¿Estás orando por tus hijos? Primero ora por ti: “Padre quiero crecer, quiero cambiar,
quiero mejorar. Libero del control a mis hijos, a mi esposa, a mi esposo, de la
descalificación.” Empieza a sembrar aprobación, porque esa gente que vive descalificando
es controladora, por eso los negativos y los quejosos no logran nada. Pero cuando
siembras bendición, cuando felicitas, estás levantando la estima, el potencial.
Cuenta Mike Murdock que se encontró con el abogado más famoso y millonario de
Oklahoma y le preguntó por qué era el más famoso, entonces el abogado respondió:
“Porque yo amo a mis clientes y la gente percibe en su corazón si es amada o no”.
Cuando entres en excelencia tienes que descubrir lo que te gusta. Si no estás en el camino
de la excelencia es porque hay un potencial dentro de ti dormido, que está apagado; tienes
que descubrir qué es lo que te apasiona. Excelencia es el resultado de la fe.
Para Compartir
1- ¿Qué pensamientos y actitudes debes erradicar de tu mente para obtener
nuevos resultados? Nómbralos.
2- ¿Estás enfocado en tus sueños o estás esperando que otros resuelvan tu
vida?
3- Menciona dos sueños nuevos que hayas incorporado este año, ¿qué estás
haciendo para alcanzarlo?
4- ¿En qué áreas de tu vida necesitas desarrollar hábitos de excelencia?
Lunes Semana 7
Estima de hierro
“Así dice Jehová, Creador tuyo, de Judá, y Formador tuyo, No temas, porque yo te redimí,
te puse nombre, mío eres tú.” Isaías 43:1
Ser auténtico
Si quieres vivir sin cargas, sé quien eres
Saca las máscaras, deja de cumplir el papel que te impusieron, deja de mostrar o demos-
trar lo que no eres o lo que no tienes, o lo que no estudiaste. Sé quien eres, porque
cuando te pones una máscara ocultas lo más hermoso que tienes que es a ti mismo.
Hay gente que se pone la máscara de santurrón, de súper espiritual. Un cuento de Khalil
Gibran relata que había un hombre que siempre tenía puestas máscaras y un día entraron
unos ladrones a su casa y se las robaron. El hombre salió corriendo y gritando: “Ladrones,
me habéis robado; ladrones, devolved mis máscaras”. Y los ladrones se fueron por un
edificio, corriendo y el hombre gritando: “Ladrones,”. El hombre miró para arriba del
edificio. Mientras veía escapar a los ladrones, los rayos del sol por primera vez tocaron el
rostro de este hombre que también por primera vez no tenía una máscara puesta; y el sol
tibio comenzó a calentarlo y sintió algo que nunca había experimentado y mientras seguía
corriendo comenzó a decir: “Benditos ladrones que habéis robado mis máscaras”.
Bendito Dios que quemaste mis máscaras, bendita iglesia que me quema las máscaras para
experimentar el sol de la Presencia del Señor. Sé autentico, no tienes que demostrarle
nada a nadie, no tienes que aparentar, sé quien eres aunque la gente te critique. Cuando
yo estudié me dijeron que para predicar tenía que impostar la voz, o sea fingir. Eso no está
bien, tienes que ser quien eres.
David cuando llevaba el Arca de la Presencia de Dios comenzó a bailar y el efod, o sea el
vestido sacerdotal, se le cayó, porque a Dios le gusta intimar con gente sin máscaras. En
ese símbolo, cuando se le cayó el vestido, David estaba diciendo: “Señor, vengo delante de
ti como soy”. Es mejor esa gente que te dice: “Pastor, me peleé con Dios”, porque a Dios
le gusta la gente sincera. Es mejor que le expreses lo que sientas a que digas: “Aleluya, tú
sabes todas las cosas” y por dentro te venga una úlcera que te termine matando.
Muéstrate como eres en el Señor, por eso Jesús dijo: “Niégate a ti mismo”. Durante años
los cristianos entendimos que ese pasaje era negarse a lo bueno, pero ahora entendimos
que es negarse a lo malo: Cuando te descalifiques, “me niego a mí mismo”, cuando te
rechaces, “me niego al rechazo”, “me niego a lo malo que hay en mí y acepto lo bueno”.
Tienes que mostrar la grandeza de Dios que está dentro de ti y mostrar tus errores
también.
Valoración reflejada
Es verse y moverse como los otros dicen. Nos comparamos con otros en todo (salud, edad,
dinero) para sacar una conclusión. Si nos comparamos con el que está mejor sentimos que
somos igual a él, pero con el que está peor o igual nos vemos superiores.
Autoestima indestructible
Necesitamos estar seguros de nosotros mismos, tener una afirmación interior, una
valorización positiva, y una autoestima inquebrantable. Tenemos una autoestima acorde a
la medida de fe, es decir estima y fe deben crecer juntas. Cuanta más fe, más estima vas a
tener. De acuerdo a mi nivel de estima, será mi nivel de conquista. Necesitas tener estima,
porque de acuerdo a tu estima va a ser tu nivel de conquista. Nunca la gente grande de
Dios conquistó grandes cosas con baja estima porque la estima es la puerta de entrada al
mundo de las conquistas espirituales. Si estás necesitando conquistar cosas en el mundo
material, necesitas más estima.
El problema que tenemos los cristianos, es que tenemos la estima rota, andamos
arrastrándonos y nos creemos superiores. Cuanta más fe, más estima. Cuanta más estima,
más conquista. Dios viene a mi vida para impartirme fe. No viene para condenarme, ni
para destruirme sino para levantarme.
Tengo que verme como Dios me ve y hablar de mí como Dios lo hace. Aprender a
felicitarte, reconocerte, bendecirte, ponerte la mejor ropa. Eso no es soberbia porque
soberbia es tener baja estima. Pero cuando hables lo que Dios hable de ti, entrarás en la
sintonía de Dios. Entonces, Dios te ministrará fe. Fe levanta tu estima y conquistarás cosas
grandes para Dios. Tienes que aprender que nadie puede marcarte la estima. El único que
sabe quién eres, porque es tu fabricante, es Dios.
Había una vez una rosa roja muy hermosa y bella. Se sentía de maravilla al saber que era
la rosa más bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos.
Un día se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro y que
era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto, le
ordenó al sapo que se fuera de inmediato. El sapo muy obediente dijo: “Está bien, si así lo
quieres”. Poco tiempo después, el sapo paso por donde estaba la rosa y se sorprendió al
ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces: “Vaya que te ves
muy mal. ¿Qué te pasó?” La rosa contestó: “Es que desde que te fuiste las hormigas me
han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual.” El sapo contestó: “Pues claro,
cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella del
jardín.”
Miércoles Semana 7
Debo afirmar mi autoestima
Estima y fe van juntos, de acuerdo a tu nivel de fe, es tu estima. Para tener estima no
necesitas que la gente te anime, necesitas fe. Fe es una palabra que Dios pone en tu
espíritu para tener estima fuerte. Tienes que empezar a verte como Dios te ve, hablar
como habla Dios y creer lo que Dios cree de ti. Entonces, cuando recibes la visión de Dios,
tu estima se fortalece y puedes decir: “Lo voy a lograr, voy a alcanzar mi sueño. Yo no
estoy probando, estoy seguro de que veré mi sueño cumplido. Voy a amarme”.
Porque si no te amas, nunca vas a amar a los demás. La persona que dice que te ama pero
se autocrítica, nunca te va a amar. Porque Jesús dijo: “Ama a tu prójimo como a tí mismo”.
Si no sabes amarte a ti mismo, no sabes amar a la gente que está cerca.
Soy una persona maravillosa, todo lo puedo en Cristo, todo me sale bien. Estoy sano,
próspero, bendecido. Soy una persona con dones y talentos. Tengo ideas brillantes.
Todo lo que toco lo hago oro. Mi familia estará bendecida también. Estoy fuerte,
Jesús dice: “La Gloria que me diste, les he dado”. Isaías dice: “Levántate y resplandece
porque ha venido tu luz y la Gloria de Jehová ha nacido sobre tí”. Dios te llenará de su
Gloria. Una vez Pedro iba al templo y había un mendigo que estaba hacía cuarenta años
lisiado. Ese mendigo representa a la gente de baja estima:
1- La gente que tiene baja estima vive de la limosna afectiva de los demás
Por ejemplo, las personas que se acuestan con cualquiera en busca de afecto. Todas las
ofrendas afectivas que te den no van a sanar tu autoestima, seguirás siendo un limosnero
afectivo.
Había un joven que tenía muchas ansias de convertirse en un gran dibujante. Su deseo lo
llevó a buscar empleo en diferentes periódicos intentando vender sus dibujos. Pero cada
editor se encargó de expresar el rechazo aduciendo la falta de talento. A pesar de ello este
joven continuó adelante, no vaciló, poseía un ferviente entusiasmo que lo impulsaba a
continuar. Luego de un tiempo, un pastor decidió darle la oportunidad de emplearlo para
que pudiera pintar los anuncios de la iglesia. Como no tenía un lugar propio para trabajar y
a la vez dormir, fue a parar a un viejo garaje que la iglesia poseía. Para su desdicha, o
para su bendición, este lugar estaba habitado por algunos roedores. El tiempo trascurrió y
uno de estos roedores se hizo mundialmente famoso por obra de este joven. El ratón se
convirtió en el ratón más admirado y querido por millones de personas. El ratón es
conocido como el Ratón Mickey, y el artista era Walt Disney.
Jueves Semana 7
Ser íntegro
Cuanto más sano esté tu ser, más gente sana vas a atraer.
Sé una persona íntegra, de buen corazón, rechaza todo pecado, toda mentira. Nunca el
pecado tiene que estar en tu corazón, nunca le abras la puerta al enemigo y Dios te va a
respaldar. La frase que más me gusta de guerra espiritual es la que dijo el Señor: “El
enemigo viene pero nada tiene en mí”. Puede venir la muerte sobre tu vida pero si Satanás
no tiene nada de que agarrarse vas a resucitar a las 72 horas. Trata bien a todo el mundo,
al que está debajo jerárquicamente. Si tratas bien a todo el mundo Dios te va a honrar,
porque el que está debajo hoy no es nada, se hunde en las aguas, pero mañana vendrá de
la mano del Señor para abrir un avivamiento. Nunca menosprecies a Saulo de Tarso, hoy
está matando y mañana fundará iglesias por todas las naciones.
Cierta vez, en un lugar y en un tiempo que podía ser aquí y hoy mismo, un hermoso jardín,
con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.
Todo era alegría en el jardín, pero uno de sus habitantes no participaba de la dicha
general: era un árbol que se sentía profundamente triste. El pobre árbol tenía un
problema: no sabía quién era. El manzano le decía: “Lo que falta es concentración, si
realmente lo intentas,
Podrás tener sabrosas manzanas, es muy fácil”. El rosal le decía: “No escuches al
manzano. Mira, es más sencillo tener rosas, y además, son más bonitas y olorosas que las
manzanas”. El pobre árbol desesperado, intentaba concentrarse y ser todo lo que le
sugerían, pero no lograba ser como los demás le decían que debía ser y por ello se sentía
cada vez mas frustrado y desgraciado. Un día llegó hasta el jardín un búho, la más sabia
de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: “No te preocupes, tu problema
no es tan grave. Es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. No dediques tú vida, tu
esfuerzo ni tu energía a ser como los demás quieren que seas. Sé tú mismo, conócete y
aprende a escuchar tu voz interior”. Y dicho esto, el búho desapareció. “¿Mi voz interior?
¿Ser yo mismo? ¿Conocerme?”, pensaba el árbol, angustiado. Pero el comentario del búho
anidó en su corazón. Y el árbol empezó a dejar de prestar oídos a los comentarios de las
otras plantas. Aprendió a estar en silencio, tranquilo gozando de los rayos del sol y de las
refrescantes gotas de lluvia. Aprendió a disfrutar del canto de los pájaros que anidaban en
sus ramas, a dejarse acariciar por el viento que silbaba entre sus hojas. Y, cuando menos
lo esperaba y buscaba, un día comprendió. Su corazón se abrió y su voz interior le habló:
“Tú jamás darás manzanas porque no eres manzano; ni florecerás cada primavera porque
no eres un rosal. Tú eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso, dar
albergue a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje. Tienes una misión,
cúmplela”. Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello
para lo cual estaba destinado. Así, pronto fue admirado y respetado por todos, pero lo más
importante es que aprendió a respetarse y a valorarse a sí mismo.
Juan dijo: “Si uno dice que no peca le hace a Dios mentiroso”. Durante años la iglesia era
“súper espiritual”, todo era “maravilloso”, nadie decía nada y se ocultaba adulterio y otros
tipos de pecado, porque todos llevaban máscaras. Isaac resolvió la lucha cuando confesó y
prosperó al ciento por uno en donde había hambre. Dios levantará una iglesia que
confesará todo.
CUANTO MÁS SANO ESTÉ TU SER, MÁS GENTE SANA VAS A ATRAER.
Viernes Semana 7
Dios engrandecerá mi nombre
¿Qué quiere decir ese pasaje? Nombre es tu sueño, cuando en la antigüedad se ponía un
nombre, era profético significaba lo que la persona iba a lograr en su vida, el sueño que
Dios ponía y que la persona alcanzaría en su vida.
Dios va a engrandecer tu sueño y será tan, pero tan grande, que el que te lastimó va a ser
como una gota de agua en un océano, una piedra en medio de una montaña y un pasto en
medio de un gran campo porque cuando Dios ensancha tu sueño lo malo será nada
comparado con ese sueño grande que Dios ha puesto en tu corazón.
Dios tiene un sueño grande para tu vida y el gran problema de los cristianos es que tienen
metas y las confunden con sueños; meta es lo que quieres lograr a corto alcance:
“quiero ganar dos mil pesos más”, “este trabajo”; sueño es un propósito mucho más
grande, es el motivo por el que estás viviendo.
¿Y cómo descubro el propósito? Es muy sencillo, eso que es tu pasión, es lo que te
hace levantar cada mañana y abrir los ojos, es lo que te hace decir “éste es el día que hizo
el Señor, me alegraré y gozaré en él”. Sueño es todo aquello que hiciste que podrán
escribir en tu lápida el día que te mueras.
Dios va a engrandecer tu visión, tu sueño y será tan grande porque Dios es grande. Hay
cristianos que crecieron en un área pero no fueron engrandecidos: que llegaron a la
política, ¿para qué? “Para nada”, cristianos que son actores, “para nada”, porque están en
medios importantes pero no hacen nada por el reino, porque crecieron ellos pero su
nombre nunca fue engrandecido; pero Dios va a levantar gente con sueño engrandecido
que cuando llegue a los distintos lugares va a decir: “Yo estoy acá porque tengo un sueño
de Dios, no estoy acá para ganar dinero nada más, sino que estoy acá porque la Gloria
saldrá de mi vida y el sueño grande se cumplirá antes de morirme.” Cuando alguien es
prosperado y cuando alguien es engrandecido en su nombre, son dos cosas distintas
porque puedes ser prosperado y nunca vincular tu prosperidad con el sueño.
Dice Mike Murdock: “Lo que creo determina lo que hago y lo que hago determina mi
cosecha”. Lo más importante es que Dios cambie tu cabeza, porque si tu cabeza no
cambia, nunca tu cosecha va a cambiar; pero si tu cabeza cambia lo que creo determina lo
que hago, y lo que hago determina lo que obtengo.
Entrar en el tiempo de Dios es funcionar como un loco. Estar en el futuro de Dios es estar
adelantado y hacer cosas que nunca nadie hizo, por eso te critican. Dios te va a enloquecer
y vamos a ser innovadores. Lo peor que nos puede pasar es quedar desactualizado del
mover de Dios, metete en la ola, deja de tragar arena.
Sábado Semana 7
Autoestima
Antes de ver el poder de Dios te vas a encontrar contigo mismo, porque cuando sepas
quién eres, entonces sabrás quién es Dios. ¿Quién te dijo que no puedes lograr lo que
quieres? Un fracasado. Los fracasados son los que te dicen que no podes bajar de peso,
que no puedes ser feliz ni prosperar. ¿Qué voz estás oyendo?
Cuando Adán y Eva pecaron se dieron cuenta que estaban desnudos. ¿Quién les enseñó
esto? Otro que también lo estaba, Satanás. Porque cuando Satanás era el ángel que
adoraba a Dios, quiso ser como Él y Dios lo echó, lo desvistió de la gloria. Sólo un desnudo
te enseña que estás desnudo.
Adán y Eva se pusieron un delantal para cubrirse, porque se vieron desnudos adelante y no
atrás. Y Dios mató un cabrito y los vistió.
Enseñanza: La religión hace que te tapes, pero el poder y el amor de Dios te cubre y
envuelve, ninguna condenación hay para los que estamos en Cristo Jesús, todos nuestros
pecados han sido perdonados en la cruz y nadie nos puede acusar, ni condenar.
Nos estábamos tapando pero vino alguien que nos vistió con Su amor. Lo primero que Dios
hace cuando recibimos a Jesús es hacernos adoradores. No hubo muchas palabras, ni
fueron necesarias grandes explicaciones, pues cuando tienes un corazón agradecido no
importa más nada, cuando sabes de dónde saliste, cuando sabes que la ceguera no te
destruyó, que la muerte no te aniquiló, que las pruebas no te mataron, cuando sabes de
dónde saliste y quién se encontró en tu vida, lo único que haces es decir “le creo” y
adoras. Demos gracias porque Él nos hizo volver a soñar, nos dio una promesa, sanó
nuestra autoestima, y nos envió con un sueño para que lo alcancemos. El mérito lo tiene el
Señor, Él completó la obra y vino nuevamente a buscarnos.
Auto afirmarme
Jesús le dijo: “Escrito está”. Tienes que aprender a auto afirmarte ti mismo. La Nueva Era
dice: “Soy lindo, soy lindo, lo puedo, lo puedo”, eso es auto afirmación humanística y
es una copia falsa. La autoafirmación en la Biblia es repetir lo que Dios dice de ti: “Todo lo
puedo en Cristo que me fortalece”. Todos los días tienes que caminar con esta declaración:
“Todo me saldrá bien” y hacerlo un hábito permanente. De nada sirve que en la iglesia lo
declares y luego te olvides y no lo vivas. Muchas veces tenemos la rebaja automática: “No
fue nada”, “Estudié igual que un montón de gente”, “Sí, hice un curso de informática, nada
especial”, “Me fue bien porque tuve suerte”, “Mis notas no eran malas...” en vez de decir:
“Mis notas eran buenas”.
El pino soporta un rayo que tiene el potencial energético para encender Nueva York en
cinco minutos. Si el rayo cae en el pino, lo quema todo, pero vuelve a surgir porque el
poder está en sus raíces; peor es la polilla porque lo destruye. Hay gente que, como el
pino, soporta cualquier prueba. Pero tiene la polilla del auto rebaja.
A la mujer se la ha criado para no llamar la atención, pues quien lo hace es “alocada”; en
cambio al varón se lo educa para exponer sus logros. Muchas mujeres no saben cuidarse
así mismas porque no les enseñaron. Aprende a auto afirmarte, a bendecirte, porque si no
nadie lo va a hacer por ti. Habla bien de ti, habla lo que Dios habla.
Para Compartir
1. Renuncia a las palabras de destrucción y de rechazo que recibiste desde tu
infancia.
2. Declara y comienza a verte como Dios te ve.
3. Reconoce tres errores o defectos tuyos que escondes para no ser rechazado.
4. No importa si saliste último. Declara en cada área de tu vida que esta vez
llegarás primero.
Lunes Semana 8
Yo hablo lo mismo que Dios habla
“Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis
palabras en tu boca.” Jeremías 1:9
Dice 1 Juan 5:4: “Esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe”. Fe es la victoria.
Victoria para Dios es tener fe. Para Dios derrota es no tener fe, porque victoria no es hacer
las cosas bien, sino moverse en fe. Si tengo fe, aunque me haya equivocado, soy
victorioso. Vencedor en Dios no es no tener problemas, es tener fe y si tengo fe, tengo
victoria y si escucho lo que Dios me profetiza, todo me saldrá bien, porque Dios me dice:
“Pusiste cobertura de fe, ahora voy a hacer el milagro”. El foco siempre debe estar en mi fe
y tengo que ver cómo hacerla crecer.
David no derribó a Goliat con la piedra, sino con la palabra, con la confesión, porque dijo:
“Tú vienes a mí con espada, pero yo vengo en el nombre de Jehová”. Un campeón se llena
de fe. Para el que cree todo es posible.
Accionando la fe de Dios, entras en la ley de las posibilidades: todo es posible. Cuando
dices: “No puede ser”, es porque no tienes fe, porque la fe te mete en la ley de las
posibilidades: es posible estar sano, es posible prosperar, es posible ser bendecido, porque
Jesús dijo: “Te he dicho que si crees... porque para el que cree todo es posible”.
Desde los cinco años, su madre desanimaba a Bárbara Streisand porque consideraba que
era fea y nunca llegaría a nada. Pero ella persistió, y en 1968 filmó su primera película. En
su trayectoria hizo muchas películas que le dejaron ganancia, sacó 50 álbumes musicales,
de los que vendió mas de 100 mil copias y recibió en varias oportunidades premios Oscar
por mejor actriz y mejor canción.
Un campeón no espera que Dios lo siga, el campeón sigue al Señor, hacia lo que Él
prometió. Jesús había muerto, Pedro y Juan fueron corriendo. Juan, que era más joven,
llegó primero a la tumba, miró y dijo: “No está el cuerpo”. Pero Pedro llegó segundo y no
miró, entró. No importa si no llegaste primero, lo importante es que entres y compruebes
que Cristo ha resucitado, que vayas más allá, no importa que otros te ganaron porque hoy
puedes dar un paso más al fondo, entrar más, consagrarte un poco más, gritar un poco
más.
George Frederick Haendel, compuso el tema “Aleluya” que recorre el mundo entero.
Cuando la compuso no tenía dinero, y en Londres no fue reconocida. Pero en Dublin tuvo
el éxito mundial. Haendel tenía parálisis parcial y ceguera progresiva.
Jueves Semana 8
Fe abrirá tu mente
La fe producirá en mi vida que salga, que se abra mi mente y que me mueva. Lo primero
que Abraham logró a través de la fe es ensanchar su mente. La fe va a abrir tu cabeza, a
ensanchar tu visión; siempre te va a empujar a salir del lugar donde estás para ir a un
lugar más grande y más bendecido. La fe nunca te va a acomodar sino incomodar. Cuando
soltamos una palabra siempre te vas a ir intranquilo, porque vas a saber que donde hoy
llegaste no es todo lo que puedes lograr. La fe que está naciendo en tu vida te va a
empujar a un lugar nuevo.
Por la fe Abraham estaba en una ciudad pero fue llamado fuera. Por eso cuando hay un
hombre que dice: “Yo soy así, me criaron de esta manera”, “Este es mi carácter”, no es un
hombre de fe. Lo que Dios trató de hacer en Abraham fue cambiarle la mente. Lo más
importante que puedes lograr en tu vida espiritual, es cambiar tu estructura mental, tu
manera de pensar.
En una oportunidad Elías fue a ver al rey y le dijo: “Por mi palabra no llueve más”, y se
fue. ¿Qué poder había en Elías que resucitó a un muerto, que sanó con harina una comida
Envenenada? Es el mismo poder que levantará a la iglesia y la llevará a un nuevo nivel de
fe hasta ahora desconocido. Muchos nivelan para abajo, en vez hacerlo para arriba. Y si
les dices: “Vas a prosperar”, te responden: “Eh, pero hay gente pobre”. Lo mejor que
puedes hacer por un pobre es dejar de serlo, porque un pobre no puede ayudar a otro
pobre. Dios nos va a dar sobreabundancia, más de lo que podamos recibir.
El físico y matemático Newton era hijo de campesinos; Juana de Arco era pastora;
El astrónomo Copérnico era hijo de un panadero; El físico Faraday era encuadernador.
Enseñanza: No importa de dónde vengo, sino hacia dónde voy.
Viernes Semana 8
Cobertura de fe
Para resolver los conflictos necesitamos creer. Es poner una cobertura de fe, aprender a
cubrir con fe todo lo que está en conflicto, lo que está tomado por el diablo. “Pongo
cobertura de fe, declaro que mis hijos vendrán a Cristo”, “declaro que prosperaré y que
todo me saldrá bien”. Y allí Jesús trae el milagro.
Estoy hecho para resolver cualquier problema, soy de material irrompible. Todo lo puedo
en Cristo que me fortalece. Jesús dijo: “busca primero el Reino de Dios – el método de
Dios- y todas las cosas te seguirán”. Hay gente esperando el Reino de los cielos y gente
que nos movemos en el reino de Dios. Cuando caminas bajo el método divino, el Reino de
los cielos se establece en tu vida. Cada vez que leas “Reino de Dios” o “Reino”, es el
método divino, la manera de Dios de hacer las cosas.
Fe es hablar lo que oí
Porque viene por el oír, y hablo lo que oigo. Nunca recibiré lo que critico, si hablo mal de
prosperidad no recibiré prosperidad. Una promesa es: “Jehová es mi pastor nada me
faltará”, “Por la llaga de Cristo fui sanado”. Profecía te habla a ti.
La fe es una cobertura
Jesús le dijo a los discípulos: “A esa montaña de problemas, esa montaña de deuda, esa
montaña de enemigos, le ordenarás que se vaya y se irá, pero antes de que se mueva
tienes que cubrirla con fe”. Declara: “Mis hijos estarán en Cristo”, “Mi trabajo prosperará,
todo me saldrá bien, me veo bendecido, me veo prosperado, veo un futuro glorioso”
Estoy poniendo fe porque aprendí que fe es poner una cobertura sobre el problema para
que se mueva en el nombre de Jesús. Si no tienes fe no ves, porque la fe es activa, es
visión. Necesitas poner cobertura de fe, porque cuando cubras tu montaña vas a ver que
detrás hay bendición de Dios.
Necesitamos aprender a hablar fe. Fe es hablar lo que Dios habla, lo que Dios confiesa,
seguridad es un mito, nada es seguro: si te ríes, corres el riesgo de parecer un tonto; si
estás serio, corres el riesgo de parecer un muerto; si haces un negocio, corres el riesgo de
que te engañen; si te enamoras, corres el riesgo que te rechacen; si estás vivo, corres el
riesgo que te maten. No existe la seguridad, es un mito, lo que existe es fe, de lo que Dios
nos prometió lo hará. Voy a hablarle a mi Goliat lo que Dios me dijo que le diga: “Que su
cabeza estará pronto en mi mano y yo seré ascendido por Dios”.
Un cazador viaja al África y se lleva su perrito Foxterrier para no sentirse solo. Un día el
perrito, persiguiendo mariposas, se aleja y se extravía, comenzando a vagar por la selva.
De repente, el perrito ve venir corriendo una pantera enorme. Seguro de que la pantera lo
quiere devorar, piensa rápidamente qué puede hacer. Ve un montón de huesos de un
animal muerto y se pone a mordisquearlos. Cuando la pantera está a punto de atacarlo, el
perrito dice: “¡Guauu...! ¡Qué rica estaba esta pantera que me acabo de comer!” La
pantera oye lo que dice, frena en seco, gira y huye despavorida pensando:”¡Este raro
animal es capaz de comerme a mí también!” Un mono, que andaba trepando en un árbol
cercano y que había visto y oído toda la escena, sale corriendo tras la pantera para
contarle cómo había sido engañada por el perrito. Pero el perrito, que tiene una fina
audición, oye al mono contarle todo a la pantera, y la respuesta que ésta, muy enojada, le
da al mono: “¡Súbete a mi espalda y busquemos a ese perrito mentiroso, a ver quién se
come a quién!”
Ambos salen a la búsqueda del Foxterrier. El perrito ve regresar a la pantera, ahora con el
mono encima. “¿Y ahora, qué hago?”, se pregunta. En vez de salir corriendo, acto que
posiblemente habría sido su perdición, se queda sentado dándoles la espalda como si no
los hubiera visto. Cuando la pantera está a punto de atacarle, el perrito dice: “¡Pero que
mono mas sinvergüenza! ¡Hace media hora que lo mandé a traerme otra pantera y todavía
no ha aparecido!”
EL PODER DE TU PROBLEMA CAE CUANDO DESCUBRES EL PODER DE TU BOCA AL
HABLAR FE.
Domingo Semana 8
Necesito hablar fe
La gente busca métodos y no ideas de oro. Ideas de oro vienen por hablar fe. Dios
habla fe, todo es por fe. Fe es el idioma de Dios. Si hablas fe, Dios responde; cuando no
hablas fe, Dios no entiende. “Padre, Todo lo puedo en Cristo”. ¡Ahora te entiendo! “Caerán
miles y diez miles y a mí no me tocarán”; “Señor no tengo trabajo, pero reclamo tu palabra
que dice más abundantemente de lo que espero, vendrá a mí Y Dios dice: ¡Ahora sí te
entiendo, recibe lo que estas pidiendo!
Sin fe es imposible agradar a Dios. Pablo dice: Todo lo que no es fe es pecado. Todo lo
que Satanás dice, nunca se cumple. Cuando era un ángel dijo: “Subiré y me sentaré en el
trono de Dios”, fue el primer error que no cumplió y Dios lo sacó del cielo. No puede
cumplir con lo que dice porque no tiene poder. Maldición es la fe que ponemos en lo
negativo que nos dicen y lo creemos.
Fe
Vamos creciendo por oír la Palabra y nuestra fe va en aumento, poco a poco la mente, los
pensamientos van cambiando, pero hay un momento donde Dios te va a poner una gran
oportunidad, un momento de fe sobrenatural, un desafío que si lo capturas, avanzarás
treinta años. Esos momentos los pone Dios para bendecirnos. Él puede esperar el proceso
natural de crecimiento de nuestra fe, pero está urgido en darnos más bendición.
La Biblia dice: “el hijo va a duplicar la bendición del Padre”. Abraham fue rico pero Isaac
fue más rico que Abraham. Jacob fue el doble que Isaac y que Abraham. David fue más
rico que Isaac, que Abraham, que Jacob, que Elías y Eliseo. Salomón el doble de rico que
David, fue más rico que Abraham, que Isaac, que Jacob, que Elías, Eliseo y David.
Jesús fue más rico que Abraham, que Isaac, que Jacob, que Elías, Eliseo, David y
Salomón y todos los demás hasta su aparición. Y después del Señor salimos nosotros y
haremos el doble que Jesús, porque la Biblia dice que el hijo hará el doble de lo que ha
hecho el padre. Dios te dará un momento glorioso de fe para que tus hijos reciban esa
herencia.
Hay pruebas para vencer que nunca más tus hijos ni los hijos de tus hijos deberán vencer.
Si estás pasando una prueba, tal vez Dios ponga el arco iris y te diga: “Por cuanto has
vencido, tus hijos estarán libres de esta prueba”. Vendrán desafíos grandes y tu alma te
dirá: “¡No se puede, es imposible!”, pero tu alma debe obedecer a tu espíritu que está
lleno de la fe del Señor y los vas a tomar conquistar en el Nombre de Jesús.
Dios le dijo a Abraham: “Te bendeciré y en tí serán benditas todas las familias de la tierra”,
tenemos el ADN del Señor y nuestros hijos serán benditos por mil generaciones.
Dios te da un momento de fe para activar la pasión, para que vuelvas a levantarte.
Hay un principio que dice: “Si tus recuerdos son más grandes que tus sueños estás en
problemas”, si ocurre, serás un nostálgico y sin deseos, morimos. Una persona que dice
“me quiero morir”, nunca lo hará porque es su deseo lo que la mantiene viva, porque el
que quiere algo lo logra; el que muere es el que se deja morir. Fe no es para tener cosas.
Dice la Biblia: “Sin fe es imposible agradar a Dios”. Uso mi fe para agradar a Dios y Él me
da lo que necesito. No hay diferencia entre los cristianos y los no cristianos, porque las
necesidades son las mismas con la diferencia de que usamos nuestra fe para agradar a
Dios y el que no tiene a Jesús en su corazón usa su fe para buscar cosas. El objeto de tu fe
tiene que estar claro: agradar al Señor de los cielos y la tierra.
Para Compartir
1. Tu fe te hará ver la solución: Declara ahora fe sobre tu problema y acciona.
2. Piensa en una circunstancia difícil por la cual estás atravesando, ¿cómo te
estás parando frente a ella: como vencedor o como vencido?
3. Desarrolla mentalidad de cierre. Nombra seis proyectos que vas a terminar
con éxito este año.
4. Donde hoy estás no es todo lo que puedes lograr. Suelta fe y declara todo lo
nuevo que vas a alcanzar.
Lunes Semana 9
Optimizando el Kairos de Dios
“Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo de mi boca”. Salmos
34:1
Riqueza en sueños
Salomón estaba lleno de sueños y soñó con hacer el templo y luego otras cosas. Dios
quiere que caminemos con riquezas de sueños. Zelofehad era un hombre que estuvo en
Egipto y salió con Moisés, pero fue un incrédulo y murió en el desierto. Tuvo cinco hijas
mujeres. Cuando estaban por entrar en la Tierra Prometida, Josué y Moisés llamaron a
todos los varones para repartir la tierra antes de tomarla y, según la ley, era sólo para
hombres. Estas cinco hermanas que no tenían papá, ni hermanos, y no había hombres en
su familia, se iban a morir errantes. Entonces se juntaron, fueron a hablar con Moisés y le
dijeron que querían su parte de tierra.
Moisés fue a consultarlo con Dios a la montaña, y Dios le dijo: “Dales lo que te piden, yo
las respaldo”. Estas mujeres parieron la ley porque a partir de ese momento se estableció
una ley nueva que decía: “Las mujeres tienen derecho, Dios las respalda y deben tomar su
tierra”. Tal vez te “aislaron” y dijeron que no merecías nada, pero hay una ley divina que
dice: “Yo te respaldaré, te daré las peticiones de tu corazón”. Dios va a honrar a las
mujeres, las sacará de las iglesias legalistas donde les dijeron que “si no eran hombres, no
tendrían herencia” y Dios las levantará. Estaban en el desierto y en el desierto declararon
su herencia.
Si estás pasando por pruebas es un buen lugar y momento para que decretes tú herencia,
porque la prueba no se decreta cuando entras, sino cuando estás mal y te paras y dices:
“Diablo, no hay ley pero voy a parirla, decido vivir en victoria, tomar lo que me
corresponde y me lo vas a dar te guste o no”. Declara una ley nueva que diga: “Aunque en
mi familia siempre todos se murieron de cáncer, a partir de mí, viviremos hasta los ciento
veinte años”. “En mi casa siempre hubo pobreza, pero a partir de mí, iremos de gloria en
gloria”.
En el lugar más hermoso del universo vivía un niño llamado Propósito, el cual anhelaba
crecer y conocer otros mundos. Propósito se la pasaba por allá en lo alto, por las nubes,
jugando y jugando todo el día. Una vez Propósito se dio cuenta de que no crecía como sus
amigos, además empezó a sentirse muy débil y poco a poco perdió sus ganas de jugar.
Un gran día, Dios, desde el cielo, al ver a su amado hijo Propósito tan débil, envió un
mensajero celestial en su ayuda. El mensajero llevaba consigo un maletín muy especial
que contenía alimentos divinos para así fortalecer y hacer crecer a Propósito. Desde el
mismo instante en que aquel mensajero llegó, Propósito comenzó a sentirse mejor y
mejor, ya que cada día aquel mensajero lo alimentaba con manjares celestiales. Entre ellos
había muchos caldos de constancia con fuerza, platos nutritivos de voluntad y trabajo,
postres hechos a partir de paciencia, fantásticos jugos hechos con decisión y lo más
importante, lo trataban con mucha confianza y sobre todo con mucho amor de Dios.
Propósito creció y creció, y llegó a dejar de ser Propósito para convertirse en Sueño, y
claro que siguió jugando, pero ya no por las nubes, sino aquí en la tierra. Conoció otros
mundos, mundos como la felicidad y la satisfacción, y un día no muy lejano, Sueño dejó de
ser Sueño y se transformó en Realidad.
Miércoles Semana 9
Riqueza interior
Riqueza interior es la capacidad de estar feliz, estar bien con uno mismo, de nada sirve ser
sabio, tener muchos amigos y estar mal con uno mismo. No permitir que nadie robe el
gozo que el Señor nos dio. Vienen días en los que se levantará una iglesia que camine en
paz consigo misma. Si estás mal contigo mismo, rechazas a los demás, criticas, peleas con
todo el mundo, porque proyectas tus conflictos en los demás, pero si estás en paz tendrás
paz con casi todos. Llénate de experiencia con el Señor.
Bob Harrison, un multimillonario de EE.UU., era más pobre que un pobre. Se compró cinco
grabadoras y metió una en cada habitación y se compró como veinte cassettes: Todos de
prosperidad. Y cuando entraba en cada habitación a hacer algo, prendía un cassette y
miraba TV., limpiaba y escuchaba. Dejaba que la Palabra le entre; iba a la cocina, prendía
el grabador y oía el mensaje de prosperidad. En tres meses Dios le voló los pensamientos
de pobreza y empezó a hacer negocios multimillonarios y hoy es cristiano y multimillonario.
¿Cuántos quieren esa unción? Tienes que tener cuidado dónde metes la cabeza. Tienes
que llenarla de la Palabra del Señor.
Riqueza en Obediencia
Pedro fue rico en obediencia. Jesús le dijo: “Boga mar adentro”. Y él respondió: “Sí, señor”.
Le podría haber dicho: “Te prometo mañana, porque ahora estoy cansado”. “Mi esposa no
me vio, va a pensar que ando con alguna mujer”;“Mirá Señor, mando a la barca amiga...”
Podría haber puesto mil excusas, podría haberle dicho: “¿quién te crees que eres? No
sabes nada...” Pero Pedro mató todas las excusas, fue rico en obediencia y dijo: “Señor, en
Tu Palabra echaré la red”.
Dios nunca te va a soltar la abundancia sin que hagas nada. Tienes que moverte para
trabajar con Dios y capturar tu abundancia. Pedro no le dijo: “Bueno, si eres Dios que me
caigan los peces del cielo”. Jesús le dijo: “Yo quiero que participes en un milagro conmigo
y que te muevas en mi Palabra para captar tu bendición”. Tienes que ser rico en
obediencia. ¿Sabes cuál es el problema? Que la gente escucha la Palabra pero no la
obedece. Entonces, si no eres rico en obediencia, ¡nunca entrarás en el viaje a la
abundancia! ¡Voy a ser rico en obediencia!
“Bueno, querida. Te felicito porque veo que tomaste conciencia del gasto telefónico.
Sólo hablaste media hora por teléfono, ¿quién era?” “No sé, era número equivocado”.
Viernes Semana 9
Riquezas de metas
Metas
Debo ser rico en metas. “Aquello en lo que piense, es lo que crecerá en mi vida”, este es
un principio psicológico y espiritual. Si pienso miedo, el miedo crece; si me concentro en
dolor, éste crece. Hay matrimonios que cuando se pelean repiten: “Me voy a separar”, y
con el tiempo terminan separándose.
Si pienso en pobreza, crece la pobreza. Job dijo: “Lo que temí, me vino” Es decir, lo que
más pienso, crece. Si pienso abundancia, crece la abundancia. Si pienso en Dios, crece
Dios. Si pienso avivamiento, crece el avivamiento.
Las personas millonarias pensaron durante mucho tiempo en serlo. Y se cumple el principio
porque es de Dios. Pablo dice: “Todo lo honesto, lo justo, todo lo puro, lo bueno; en esto
pensad”.
Riqueza interpersonal. Si tienes que decir algo a alguien no lo hagas por cartas, sino
personalmente. Trata bien a la gente, no te metas donde no te llamaron.
Riqueza en la palabra. Voy a llenarme de la Palabra y hablarla.
Riqueza en compañías. Voy a juntarme con gente que está saliendo con una palabra a
hacer algo de Dios.
Leí un libro del hijo de un pastor que decía: “Yo siempre vi a mi papá poner a Dios en
primer lugar, todas las actividades en la familia nunca ocuparon el lugar de Dios. Si alguna
actividad en mi casa chocaba con una actividad de Dios, mi papá, la ponía en segundo
lugar”. Hacer un pacto con el Señor es que lo pongas en primer lugar.
Tienes que aprender a poner a Dios sobre todo. Toda tu vida, todas tus actividades, todo
tiene que estar en segundo lugar.
TIENES QUE TENER UN SUEÑO TAN PERO TAN GRANDE, QUE BENDIGA A MILES EN
NUESTRO PAÍS, Y QUE TE HAGA DEPENDER DE DIOS DÍA Y DE NOCHE.
Sábado Semana 9
Capturar el kairos, tiempo de oportunidad de Dios
“Kairos” en el griego quiere decir “oportunidad de oro, momento sublime”. Es un momento
que viene de golpe, una oportunidad que Dios presenta. Dios llama a Josué y le dice que
tiene la oportunidad de entrar a la tierra prometida, salir de Egipto y caminar en el
desierto. Josué capturó la oportunidad porque su atmósfera siempre estuvo cuidada,
siempre fue positiva. Cuando Dios te da una oportunidad siempre hay multiplicación y
bendice a los que están cerca. Cuando viene la oportunidad todo se multiplica y los que
están cerca son bendecidos.
Gálatas 6:10 “Así que según tengamos kairos hagamos bien a todos, mayormente a los de
la fe”. Cuando Dios te da kairos, oportunidad, puedes hacer bien a todos. Dios nos dijo que
vienen olas de oportunidades, pero tienes que capturarlas, porque Dios te va a multiplicar
a cien. Pablo dice en Efesios 5:16 “Aprovechando bien el tiempo (kairos) porque el día es
malo”. Hay algo de Dios creciendo en tu vida, algo que está volviendo a nacer, no importa
lo que el diablo te hizo, está comenzando nuevamente, algo que está volviendo a salir de
tu corazón: dones, fe, visión que se está recuperando. Vienen momentos en que un día
lograrás más de todo lo que hiciste en toda tu vida porque las fuerzas de Dios están
creciendo. Hay algo dentro de ti que está creciendo, momentos grandes, oportunidades
nuevas, conexiones de oro, puertas abiertas de par en par. La iglesia está despertando y
saliendo de las garras de Dalila. Hay algo nuevo, Dios está con nosotros y nos volverá a
levantar.
Oportunidades de oro
En el Nuevo Testamento, que fue escrito en griego, hay dos palabras para describir la
palabra tiempo: kronos y kairos.
“Kronos” de donde viene cronómetro, cronología; tiene que ver con el tiempo medible,
con los años, con la edad que tenemos.
“Kairos” es una palabra que no tiene traducción al español y tiene que ver con el tiempo
de oportunidad, de calidad. O sea podemos tener cien años cronológicos sin ningún kairos,
sin ninguna oportunidad.
Muchos tuvimos grandes oportunidades que pasaron de largo; algunos logramos
capturarlas y trajeron mucha bendición a nuestra vida. “Tiempo y oportunidades nos
acontecen a todos”.
Tess era una niña de ocho años, cuyo hermano estaba muy enfermo y sólo una operación
Costosísima podría salvarlo, pero no tenían dinero. Un día escuchó a su padre decirle a su
madre: “Sólo un milagro puede salvarlo”. Tess fue a su cuarto y sacó un frasco lleno de
monedas que mantenía escondido en el closet. Lo contó cuidadosamente y se escabulló
por la puerta trasera, hacia la farmacia del pueblo. “¿Qué deseas?”, le dijo el farmacéutico,
“¿No ves que estoy hablando con mi hermano que acaba de llegar de lejos y no he visto en
años?” “Bueno,” dijo Tess, “yo también quiero hablarle acerca de mi hermanito. Está muy
enfermo y quiero comprar un milagro”. “¿Qué dices?”, dijo el farmacéutico. “Su nombre es
Andrew y tiene algo creciéndole dentro de la cabeza, y mi padre dice que sólo un milagro
lo puede salvar. Así que, ¿cuánto cuesta un milagro?” “Aquí no vendemos milagros,
pequeña. Lo siento pero no te puedo ayudar”, le contestó el farmacéutico ahora en un
tono mas dulce. “Si no es suficiente, conseguiré el resto. Sólo dígame cuánto cuesta”, dijo
la niña. El hermano del farmacéutico se inclinó y le preguntó: “¿Qué clase de milagro
necesita tu hermanito?” “No lo sé, sólo sé que está bien enfermo y mi mami dice que
necesita una operación. Pero mi papá no puede pagarla, así que yo quiero usar mi dinero”.
“¿Cuánto dinero tienes?” le preguntó el hombre. “Un dólar con once centavos. Es todo lo
que tengo pero puedo conseguir más si lo necesita”.“Pues que coincidencia”, dijo el
hombre, “un dólar con once centavos es justo el precio de un milagro para hermanos
menores. Llévame a tu casa, quiero ver a tu hermano y conocer a tus padres. Veamos si
yo tengo el milagro que tú necesitas”.
Ese hombre era el Dr. Carlton Amstrong, un cirujano especialista en neurocirugía. La
operación se efectuó sin cargos y en poco tiempo Andrew estaba de regreso a casa y de
buena salud. “Esta cirugía”, dijo su madre “fue un verdadero milagro. Me pregunto cuánto
habría costado”. Tess sonrió. Ella sabía exactamente cuánto costaba un milagro: un dólar
con once centavos más la fe de una niña.
UNA OPORTUNIDAD DE ORO SIEMPRE VIENE ESCONDIDA EN UN DESAFÍO.
Domingo Semana 9
Las puertas son oportunidades
Las puertas son las oportunidades de parte de Dios, hay oportunidades rápidas, otras más
difíciles y algunas de doble puerta. En la Biblia hay:
-Puertas de madera, son las que hay que sostener para que no se caigan; son las
oportunidades minúsculas.
-Puertas de bronce, son más difíciles de capturar.
-Puertas de hierro.
-Puertas dobles. En el antiguo Testamento, muchas veces cuando se entraba a una
ciudad había que atravesar dos puertas porque había muro rodeando. Se entraba por una
puerta, se caminaba un trecho largo por el muro y por la segunda puerta. Se nos
presentarán cosas grandes y tendremos que derribar dos puertas. Sean de madera, de
bronce, de hierro o doble puerta, Dios las despedazará en Su nombre y estarán abiertas
para la bendición que nadie podrá cerrar. Así, hay oportunidades de “doble puerta” que no
importa su material, Dios promete que las abrirá para sus hijos.
Jesús fue interrumpido durante todo su ministerio y cada interrupción era parte integral del
plan de Dios para Él. Una interrupción puede ser una idea de oro o una conexión
importante de considerar. Debes abrir tu mente. Cuanto más rígida y más cerrada es la
persona, tiene menos posibilidades de ver la oportunidad que Dios le dio. Jesús sabía que
una samaritana que se le ponía a hablar no era perdida de tiempo, sino una cita divina en
la agenda del Padre; esa mujer fue cambiada y trajo un avivamiento a toda la ciudad,
porque Jesús entendió que muchas veces las interrupciones obedecen a citas divinas.
Para Compartir
1- Este día es único. Declara dos acciones concretas que harás hoy para
acercarte a tus metas.
2- ¿Qué cambios deberías hacer hoy para estar preparado para el nuevo desafío
de mañana?
3- Piensa en una tarea para acercarte a tu meta que hayas postergado.
Identificala y proponte llevarla a cabo inmediatamente.
4- Usa tu mejor tiempo en lo más importante. Defínelo y acciona.
Lunes Semana 10
Construyendo un destino de oro
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, El cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Santiago 1:5
Ideas de oro
Las ideas de oro son ideas brillantes, inspiradas, gloriosas que Dios te da para resolver
problemas; lo que quiere decir que el problema no es problema mientras tengas una idea
que lo resuelva. Ésta deja de ser problema cuando Dios te da una idea financiera,
económica, personal, afectiva, ministerial que sirva para resolverlo. Las ideas de oro son
inspiradas y sirven para abrir puertas, para triunfar. Para tener más resultados, más frutos,
más éxitos y más avances. Cuando Dios abre los cielos lo primero que activará son las
ideas de oro y pueden venir en cualquier momento mientras estamos adorando en la
reunión, en casa, durmiendo, al despertar, en el colectivo, caminando, trabajando,
hablando con otra persona, comprando, por eso es que debemos estar atentos. Una idea
de oro siempre va a generar el rechazo de los demás. Es una idea nueva, algo que nunca
se hizo y se comienza a hacer. Dios nos dará ideas inspiradas que perturban, que son
molestas, que no son convencionales, no es lo que se venía haciendo sino es algo que
rompe paradigmas, las normas establecidas, el patrón establecido. Una idea de oro puede
hacerte millonario, puede salvar tu matrimonio, puede hacer que ganes toda tu familia
para Cristo, puede hacer que las cosas que suceden vayan a donde las cosas no suceden,
puede sacarte del lugar de la sequedad y meterte en la abundancia. Una idea de oro
alcanza para cambiar nuestra vida y cuando Dios abre los cielos las derramará
abundantemente, tendremos cientos de soluciones a problemas que saldrán de nuestro
corazón.
Einstein decía: “Una idea que no suena absurda al principio, no es una buena idea”.
Nunca permitas que aborten tus ideas. No hay ideas malas; a veces una idea no está lo
suficientemente desarrollada para ser una idea de oro, pero es como una semilla que te va
a asociar con otra idea y con otra hasta que des con la idea de oro. Las ideas de oro pasan
por tres fases, al proponerlas te dirán:
1- “No tenemos dinero para eso”.
2- “No va a funcionar”.
3- “Sabía que era una excelente idea”.
Por eso cuídate
de las frases asesinas o de las malas palabras:
“Nunca lo hicimos antes así”; “No va a funcionar”; “No tenemos dinero”; “Mi hijo se droga”;
“Soy vieja”; “No es evangélico”; “¿Qué va a decir mi familia?”; “¿Qué van a decir los
vecinos?”; “¡No quiero!”; “¡No puedo!”; “No sé”. Salomón dijo: “Mejor es adquirir ideas de
oro que el oro” porque el oro no te da ideas, pero las ideas de oro siempre traen
abundancia. Prepárate para que critiquen tus ideas, para que las ataquen y después las
aplaudan y reconozcan que Dios está contigo y vean la bendición que recibes.
Gütemberg asoció una prensa de vino y una máquina de acuñación e inventó la imprenta;
Adams propuso los chicles y la gente se reía porque creían que tener un pedazo de goma
en la boca no iba a ser de agrado para nadie y sin embargo él lo patentó y se hizo
multimillonario.
Martes Semana 10
Dios me inspirará sus ideas
Las ideas de oro son ideas inspiradas de Dios para que tengas resultados; son ideas
brillantes que vienen del trono de Dios para resolver un problema personal, laboral,
económico o espiritual. Son ideas que Dios te da para que triunfes, porque la voluntad de
Dios es para que todo lo que hagas prospere.
Son ideas que te derrama para sacarte las culpas y las cargas, para llevarte en libertad y
puedas tener éxito en todas las cosas. Son ideas que te hacen tener más fruto, más paz,
más victoria. Dios es una fuente de ideas de oro, y yo soy una vasija y con una idea de
Dios alcanza para recibir bendición.
LAS IDEAS DE ORO TE SACAN DEL LUGAR DONDE ESTÁS PARA LLEVARTE A UNA NUEVA
SITUACIÓN.
Miércoles Semana 10
Necesitamos mentores de oro
Mentor es una persona que ya alcanzó lo que tú quieres alcanzar, un padre espiritual; es
alguien que ya está donde a ti te gustaría estar, que está avanzado en un área o varias
delante de tu vida, está corriendo la carrera delante de ti. Busca gente que ya ha cumplido
tu sueño económico, laboral; ellos no te van a elegir a ti, sino tú a ellos; tienes que
aprender a caminar, a pegarte a ellos. Mentor es el que siempre te va a impartir seguridad,
nunca va a meter culpa, te dirá: “Si lo logré, también puedes”; “Si llegué hasta acá, tú
también podrás”. Es como un faro, en medio de la tormenta, que brilla con su luz y dice
“También puedes llegar”. Te imparte seguridad divina, no te condena, no te mete rito, no
te castra, no te mete religión, sino te inyecta fe. Es el que dice: “Vienen tiempos
emocionantes”.
Mentores de oro
Todos necesitamos un mentor que nos forme. En este caso la mujer necesitó de los espías.
Mike Murdock dice: “Un amigo te ama como eres, un mentor te ama demasiado para
dejarte como eres”. Un mentor no está para ir a comer pizza, no está para celebrar tus
triunfos; está para corregir tus defectos y para darte una palabra que te molesta hoy, pero
que mañana traerá frutos de justicia. Una palabra que tal vez hoy te hace llorar, pero que
mañana celebrarás con gozo en tu espíritu. Mentor es una persona que está al lado tuyo
para corregirte: grandes mentores tienen grandes discípulos. Si quieres tener grandes
mentores, tienes que ser un gran discípulo. Porque la gente importante en el Reino de Dios
nunca se va a acercar a aquél que está esperando que el mentor lo llame. Nunca. Mentor
es una persona que te va ahorrar años de dolor. Algunos van a necesitar que le abramos la
cabeza durante cuatro o cinco años, para que empiecen a funcionar en lo sobrenatural;
pero otros van a decir: “Estos son mis mentores, voy a hacer lo que me dicen, esta es
gente de Dios; hoy no entiendo, pero les obedeceré pues mañana me gozaré, disfrutaré y
entraré a la tierra de la bendición; si bien no conozco a esta gente, me van a introducir en
la tierra de la paz”. Mientras sigas buscando que te digan lo que quieres escuchar, los
grandes mentores huirán de tu vida, pero cuando estés preparado para oír cosas fuertes
que te van a formar y no te enojes ni te borres, entonces estarás listo para entrar en
victoria.
Era otoño, y los indios de una remota reserva preguntaron a su nuevo Jefe si el próximo
invierno iba a ser muy frío o apacible. Dado que él era un Jefe indio de una sociedad
moderna, nunca había aprendido los viejos secretos, y no podía decir qué iba a suceder
con el tiempo. De cualquier manera, para estar seguro, respondió a su tribu que el invierno
iba a ser muy frío y que los miembros de la aldea deberían recolectar leña para estar
preparados. Pero como también era un líder práctico, después de unos días tuvo una idea.
Fue a la cabina telefónica y llamó al Servicio Nacional de Meteorología y preguntó:
“El próximo invierno, ¿será muy frío?” “Parece que el invierno próximo será bastante frío”,
respondió el meteorólogo de turno. Entonces el Jefe volvió a su gente y les dijo que se
pusieran a juntar más leña aún para estar preparados. Una semana después el Jefe llamó
al Servicio Nacional de Meteorología una vez más: “¿Están ustedes absolutamente seguros
que el próximo invierno habrá de ser muy frío?” “Absolutamente”, respondió el hombre al
otro lado de la línea, “va a ser uno de los inviernos más fríos que se hayan conocido”.
“¿Cómo pueden ustedes estar tan seguros?” preguntó el Jefe. Y el meteorólogo respondió:
“Porque los indios están juntando leña como locos”.
Jueves Semana 10
Conexiones de oro
Nunca alcanzarás tu sueño solo, necesitas conexiones de oro. José entró en Egipto porque
la persona que le interpretó el sueño en la cárcel fue una conexión de oro. Nehemías
restauró Jerusalén porque el rey fue una conexión de oro. Conexiones de oro son personas
cristianas o no, que te conocen o no, que tienen llaves por abrirte puertas para meterte en
bendición. La gente exitosa camina con exitosos. Las aves del mismo plumaje viajan
juntas, una persona que tiene baja estima no se junta con los que tienen mucha estima;
una vieja que solamente habla de enfermedades no se va a juntar con alguien que quiere
avanzar, sino con los que alimentan su queja.
Trabajar en equipo
Hay personas que se conectan bien con la gente, pero toman la bendición y después la
pierden porque no saben trabajar en equipo. Los apóstoles juntaron a todos y les dijeron
que se organizarían y, si aprendían a trabajar en equipo, capturarían una nueva bendición.
Ellos no podían hacerlo todo, entonces elegirían a quienes atiendan a las viudas, otros que
cocinen, que acomoden las sillas. Lo harían ordenadamente mientras los apóstoles se
ocuparían de lo que tenían que hacer; o sea, ordenaron los equipos y Dios les multiplicó
todo. Si aprendemos a trabajar en Equipo de Alto Rendimiento tendremos Bendiciones de
Alto Rendimiento. Dios soltará cosas masivas, vendrán momentos donde todos seremos
sanados en una reunión, todos llenos del Espíritu Santo, el que esté pobre dejará de serlo,
el que está mal dejará de estarlo, el que no avanzaba saldrá del estancamiento porque
habrá una unción de equipo. Es difícil moverse en equipo porque el concepto de cómo
hacerlo es el que aprendimos y nos enseñaron en nuestro primer equipo llamado “papá y
mamá”.
Dios me dará conexiones de oro
Viernes Semana 10
Conectarse con otros
Aprende a conectarte con gente. El evangelio no te aísla, sino que te habilita y capacita
para conectarte con los no cristianos y los cristianos. Ya no usaremos esta división, sino
que será espiritualmente: los que tienen el sueño de Dios y los que no lo tienen. Porque
hay cristianos que son peores que los no cristianos, y no cristianos mejores que muchos
cristianos. Para conectarnos con la gente que no tiene el sueño de Dios debemos ser
positivos, sonreír y validar. El sueño de Dios es traer un avivamiento y que la gente se
entregue a Cristo. Hay más gloria en convencer que en vencer. Y con los que tienen el
sueño de Dios debemos conectarnos a través del espíritu. Moisés estaba en el monte y
tenía una conexión del espíritu con Josué que estaba en el campo de batalla; Moisés
levantaba las manos y Josué ganaba; Moisés bajaba las manos y Josué perdía, eso es
conexiones del espíritu. Pablo dijo: “No estoy presente pero estoy en el espíritu”. ¿Cómo se
puede no estar en un lugar y estar al mismo tiempo? Cuando ves a una persona y te
conectas en el espíritu, es como si la conocieses de toda la vida, porque están conectados
a través de lo que Dios ama: el avivamiento.
Pablo estaba preso. Se juntaron cuarenta personas, hicieron un ayuno diabólico dice la
Biblia, y dijeron: “Maldición sobre nosotros si no matamos a Pablo” y establecieron que no
comerían hasta matarlo. Pero Dios levantó al sobrino de Pablo que se enteró de que lo iban
a matar y se lo dijo al General quien puso a doscientos soldados y lanceros para cuidarlo.
Enseñanza: Si sabes conectarte con la gente que ama al Señor, vendrán en el momento
más difícil de tu vida a restaurarte, bendecirte y traer soluciones divinas. Dios levantará a
gente que no tiene mi sueño, pero que me bendecirán, porque el General no era nadie
para Pablo, pero envió a cuatrocientos setenta hombres en total para que lo cuiden.
DEBEMOS CONECTARNOS A TRAVÉS DEL ESPÍRITU CON LOS QUE TIENEN EL SUEÑO DE
DIOS.
Sábado Semana 10
En mis relaciones está mi bendición
Cuantas más relaciones con gente tengas, más posibilidades de ser bendecido, cuanto más
estrecho es tu mundo, menos posibilidades de bendición. Jesús se relacionaba con todo el
mundo. Si vas de tu casa al trabajo, del trabajo a tu casa, si tu círculo de amistad son
cuatro o cinco y siempre los mismos, llegará un momento en que se va a reducir la
capacidad de bendición, porque Dios puso la bendición en la gente. Cuanto más conozcas,
más posibilidades de descubrir a la gente que Dios cargó con una bendición para ti.
Jesús dice: “Dad y se os dará, medida buena, apretada, remecida, darán en vuestro
regazo”. Dice “darán”, por la gente que tienes al lado. Por eso, aprende a cuidar tus
relaciones interpersonales como lo más valioso, a cuidar cómo tratas a los demás, cómo
dices las cosas, no es tan importante lo que dices sino cómo lo dices. Hay quienes dicen:
“Yo digo lo que quiero, a mí no me calla nadie” Por eso tienes mala suerte, porque a los
que Dios cargó con bendición para ti, los trataste mal. Cuida tus relaciones de bendición
más que todas las cosas. Hay gente que tiene un imán para atraer a la gente, a todo lo
bueno, y ¿cómo puedo atraer al que me va a bendecir? Tienes que tener claro que a la
iglesia: - No vienes a compartir.
- No vienes a imponer. ¿Sabes por qué tus hijos están lejos de tu corazón? Porque le
impusiste. Tú esposa o esposo no te quiere, porque le impusiste. Por eso la gente se aleja
de ti. Si estás en esta iglesia, es porque quisiste y nadie te impuso venir.
- Venimos a ser impartidos. Impartir quiere decir sacar algo bueno y ponerlo en otro.
“Koinonía”, en el Nuevo Testamento quiere decir “Dar una parte a...”, no es como nosotros
lo entendemos, sino que es impartir. Vengo a la iglesia a que Dios me dé algo de Él, a que
me imparta algo suyo, a que cambie mi vida. Dile: “Padre, sé que darás algo del cielo a mi
vida y cuando eso venga, mi vida cambiará”. Hay gente a la que nunca se le impartió nada
porque nunca se abrió para recibir algo de Dios: “Ya lo sabía todo, yo estoy investigando
cómo predica el pastor y me doy cuenta que tiene mucha psicología, porque yo estudié a
todos los psicólogos...” Por eso no recibes nada, porque ni Dios te puede impartir nada.
Pon en la gente lo mejor que Dios te dio, porque cuando impartes eres un imán viviente
que atrae a la gente.
Moisés iba caminando y había una zarza ardiendo y no se consumía. La zarza era algo
común, sin vida, sin valor; pero le cayó el fuego que Dios impartió y la zarza atrajo a
Moisés. Tú eres esa zarza. Estabas seco pero Dios sopló su fuego y ahora la gente se te
acerca; antes eras algo común, y ahora eres algo extraordinario; antes no tenías vida, y
ahora se te acercan porque Dios te impartió su fuego y eres una zarza encendida para Dios
y no se apagará. Hay gente que empieza y termina, y otros empiezan y no terminan. Los
mejores empiezan y terminan, pero están los mejores de los mejores que empiezan y no
terminan nunca, porque el fuego está encendido, siempre, a la noche, en el día de la
prueba, en el día de la prosperidad. El fuego se puede apagar, pero los carbones van a
estar encendidos siempre, necesitas que alguien venga y sople y el fuego vuelva a arder. Si
hoy estás con los carbones abajo, alguien va a soplarte y va a volver a avivar el fuego de
Dios para que nunca más se apague. Tienes que estar abierto para que alguien te imparta
el fuego, cuando Dios te imparte, tienes que impartir eso bueno. La Impartición tiene dos
fases: tocar y soplar. Dios tocó a Adán, lo formó, sopló aliento de vida. Le impartió vida y
lo puso en el huerto, formado. No tienes que soplar a la gente primero, sino tocarla. No
tocarla físicamente sino amarla. Hay padres que quieren impartir algo en el hijo sin antes
haberlo tocado, sin haberle echo un favor, sin haberle dicho: “Te quiero”, “Ven que te
abrazo”, “Te amo, eres lo mejor de mi vida”.
¿Qué hizo Jesús con la samaritana? ¿Cómo predicó Jesús? Primero tocaba, así les
demostraba su amor, y luego que tenía el corazón le soplaba. Aprende a dejarte impartir, e
imparte a la gente, llega al corazón de la gente, trátalos bien. Hay gente que siempre está
pidiendo porque Dios nunca les imparte nada, pero a los que caminamos en la unción, Dios
nos da y empezamos a dar y cuando empiezas a dar, atraes y cuando atraes hay gente
que viene cargada con la bendición de Dios. Impartir, soplar, inspirar.
CUANDO DIOS PONE UNA PARTE DE ÉL EN TI, TIENES QUE IMPARTIRLO EN OTRO.
Domingo Semana 10
Diseños de oro
Un diseño es un plan detallado que Dios te da para que alcances tus sueños. Dios está
derramando estrategias detalladas con fecha, día y hora para que alcances todos los
sueños: económicos, personales, laborales, espirituales. Moisés sube a la montaña y Dios
le da el diseño del tabernáculo. Cuando les en la Biblia el diseño del tabernáculo, éste está
sumamente detallado. David le dijo a Salomón: “Salomón te voy a dar el diseño del templo
que Dios me lo reveló. El templo tendrá tantas columnas, será de tal calidad de oro, etc”.
Dios le da los detalles. Dios no te va a dar el plan concreto, el plan cerrado de todo lo que
tienes que hacer para alcanzar tu sueño; Él te lo va a dar día a día si renuevas tu mente.
Si le agregas los pensamientos nuevos del Señor, Él te va a revelar el diseño estratégico
para que alcances los sueños de tu corazón.
Para Compartir
1- Declara: Nada detendrá mis ideas de oro inspiradas por Dios. ¿Cuáles son
estás ideas? Nómbralas.
2- Suelta palabras de fe para que Dios derrame diseños de oro en tu mente.
Toma una hoja y un papel y detalla cada diseño que venga a tu cabeza.
3- A partir de ahora, ¿cómo ves a tu problema: como una oportunidad o como un
obstáculo?
4- ¿Qué actitudes debes cambiar para aprender a trabajar en equipo?
Identificalas y disponte a transformarlas.
Lunes Semana 11
Enfocado para cosechar
“Hay quien todo el día codicia. Pero el justo da, y no detiene su mano”.
Proverbios 21:26
Dar
En la naturaleza todo funciona por dar y lo que no se da se pudre.
Hay mucha gente que busca, pero como son egoístas, acaparan y se cierran.
Generalmente cuando uno tiene poco y retiene, menos tendrá. Te desafío: busca una cosa
en tu casa, un objeto (el que más ames) y siémbralo. Es una manera de decir: “Yo amo las
cosas, pero más amo al Señor”. Abraham fue el padre de la fe. Dios le pidió que salga de la
tierra, salió. Dios le pidió que deje la casa, la dejó. Dios le pidió un palomino y una tórtola
se los dio, y Dios dijo: “No me queda más nada para pedirle” y le pidió el hijo, y Abraham
se lo dio. Entonces Dios dijo: “No te pido más nada, eres el padre de la fe” porque cuando
una persona aprende a dar, Dios lo nombra padre de multitudes. Debo dar. Dí: “Señor,
nada me ata, solamente que eres mi fuente y sé que cuando doy la dádiva del hombre
abre el camino y me lleva delante de los grandes”. David era un loco buscador de Dios y
Salomón se crió con él. La reina de Sabá le regaló a Salomón en oro el equivalente a
cincuenta y cuatro millones de dólares y él también le regaló todo lo que ella quería,
porque cuando tienes un corazón generoso sabes que nunca te va a faltar nada, porque el
que siembra, cosecha y el que busca, encuentra.
Había un sirviente de un rey que era muy feliz y al rey le daba rabia, entonces se le acercó
un día al sabio y le preguntó: “Sabio ¿por qué este sirviente es tan feliz? No soporto que lo
sea”. Y el sabio le dijo: “Porque no ha entrado en el círculo de las noventa y nueve”. “¿Qué
es eso?”, preguntó el rey. El sabio dijo: “Si tú me permites, voy a mostrarte el círculo de
las noventa y nueve, lo único es que lo perderás como sirviente”. “No importa”, dijo el rey,
“explícame”. “Tráeme una bolsa con noventa y nueve monedas de oro” le dijo. Y la historia
dice que fueron a la casa del sirviente y echaron la bolsa por la chimenea. Éste escuchó un
ruido, fue a ver y encontró la bolsa con monedas de oro. Se puso muy feliz, las revoleaba
por todos lados, estaba muy contento, se reía, cantaba. ¡Estaba tan feliz festejando!
Entonces, las contó, y eran noventa y nueve. “¿Falta una? ¿Dónde estará? ¡No importa
¡son noventa y nueve monedas de oro! Soy millonario. Pero... son noventa y nueve, no,
tiene que estar por acá la moneda…” Entonces comienza a buscarla. Dice: “Bueno, no
importa, igual soy millonario, son noventa y nueve. Pero... me falta una para las cien, no
importa, no importa; pero a ver, un momento...” Y empezó a hacer cuentas: “¿Cuánto
necesitaría para tener una moneda más, para tener cien?” Tomó un papel y empezó a
hacer números: “Para conseguir una moneda de oro necesitaría trabajar siete años. Pero al
ritmo que voy, si quisiera, podría duplicar las horas de trabajo y aceleraría a un año y
medio. Trabajando a full, todavía me faltaría...” Miró sus zapatos y dijo: “¿Para qué quiero
tantos zapatos? Vendería tres pares de zapatos por lo que me dieran...” Miró a los hijos:
“¿Para qué quieren los chicos tantos pares de zapatos? Entonces vendo los zapatos de los
chicos...” De pronto decide suspender los postres, saca el pollo, planea hacer ayuno, y
comer menos. Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaría a su moneda
cien. El rey y el sabio, que estaban espiando la escena, volvieron al palacio. El sirviente
había entrado en el círculo de las noventa y nueve... Durante los siguientes meses, el
sirviente siguió sus planes tal como se le ocurrieron aquella noche. Una mañana, el
sirviente entró a la alcoba real golpeando las puertas, refunfuñando y malhumorado…
“¿Qué te pasa?”, preguntó el rey de buen modo. “Nada me pasa, nada me pasa”. “Antes,
no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo”. “Hago mi trabajo, ¿no? ¿Qué querría su
Alteza, que fuera su bufón y su juglar también?” No pasó mucho tiempo antes de que el
rey despidiera al sirviente. No era agradable tener a alguien que estuviera siempre de mal
humor.
Jueves Semana 11
El ciclo de la abundancia
Tres fases para entrar en el ciclo de abundancia son: Sembrar, Crecer, Cosechar. Esa es
una ley natural que refleja el mundo espiritual. Siembro y no espero que a los diez minutos
la semilla crezca, no hay manera; tengo que esperar. Unos duermen, otros trabajan pero
todos esperamos el crecimiento y cuando se da ese crecimiento viene la fase de cosechar.
Progresión o crecimiento
Cuando siembres en lo físico, en lo afectivo, en lo espiritual, en lo económico, tienes que
saber que ya entraste en la fase de crecimiento y es acá donde el enemigo nos ataca,
porque es la fase donde no vemos. Es como cuando quedaste embarazada, no veías nada
pero el médico te dijo: “Ya está, la semilla prendió, las dos semillas prendieron” y en esa
espera Satanás te ataca. Mucha gente se desanima en esta fase del ciclo: “¿Qué pasa?
Pasan los años, ¿y todo lo que hiciste dónde está? ¿El milagro donde está, la sanidad?”
Regalos
Tengo que aprender a sembrar cosas, a regalar. Dice la Biblia: "La dádiva del hombre te
abre el camino". Aprende a ser un sembrador. Es lindo sembrar cosas porque demuestras
que las cosas no te atan y cuando no te atan te siguen. Yo no sigo las cosas sino que las
cosas me siguen a mí, porque me he desatado de ellas; vivo para Cristo, no digo “no” a las
cosas, las quiero pero no me ato, me ato a Jesucristo. Hay gente que nunca regaló nada.
Sé generoso. El regalo te abre el camino, recibir te emociona pero dar es una experiencia
del espíritu. Los que dan son los grandes, aprende a sembrar y disfruta, sé generoso regala
algo a tu marido, a tus hijos. El regalo expresa amor y cuando siembras lo pusiste en ese
objeto (no hablo de chantajear, sino de dar con sinceridad). Los hombres tenemos más
problemas en dar, nos cuesta; las mujeres son dadivosas. Nos enseñaron que las cosas del
cielo son buenas y las de la tierra son malas, eso es falso. Todo lo que vemos en el mundo
es un regalo que Dios puso en nuestras manos, todo está para disfrutar, para conquistar y
sembrarlo nuevamente.
Un pastor en Estados Unidos sacó un violín viejo con cuerdas rotas y preguntó si pedir
cincuenta dólares por él sería mucho, y se rieron. Mostró dentro una etiqueta que decía
“1737, Anthony Stradivarius” y la gente se sorprendió porque costaba cientos de miles de
dólares, aquello por lo que no daban ni cincuenta.
Revelación Divina
Algo poderoso que podemos sembrar es una revelación, una frase que te impactó, un libro.
Hay gente que busca una experiencia y esto es bueno, pero sin Palabra no sirve, con el
tiempo te transformas en un adicto a la experiencia. Si tienes palabra y no tienes
experiencia, te llenaste el espíritu de nada, entonces tiene que haber Palabra y Experiencia.
Nunca la experiencia va sola, siempre hay una palabra que la genera y una experiencia que
activa la palabra. Tienes que ser un sembrador de sueños, no un rompedor de sueños.
Siembra sueños sobre tus hijos, sobre tus padres, abuelos, sobre tu esposa, sobre tus
amigos, siembra una palabra que va activar metas, sueños. Una persona es vieja cuando
no tiene sueños, pero una persona con metas, sueños y anhelos grandes es una persona
joven en el Señor. Debes tener un sueño más grande.
Hay un sueño dentro de ti, una palabra que Dios va a conectar con tu sueño y la va a
hacer saltar, descubrirás que algo se mueve en tu espíritu, es el sueño que Dios te ha
dado, y una palabra lo va a activar, no bajes los brazos, no importa lo que todavía está
trabado porque lo que viene será más grande y mejor todavía.
PARA SER UN MOTIVADOR PRIMERO TIENES QUE SABER QUIÉN ERES.
Sábado Semana 11
Distintas semillas
1- Semilla de tiempo. Cuando das tiempo a alguien estás sembrando algo que vas a
cosechar.
2- Semilla de regalos. Dinero, ropa, cosas, objetos.
3- Semilla física. Saludo, abrazo, beso, una caricia.
4- Semilla de palabras. Cuando sueltas afirmas y bendices a la gente.
5- Semilla de revelación. Es tan poderoso sembrar una palabra de Dios que el que la
cree tiene vida eterna.
La ley de la siembra y la cosecha es la más poderosa que existe en la tierra, Dios la puso
en la Física: “A cada acción le corresponde una reacción”. La ley de la maldición crece sola
como la hierba y es una ley satánica plantada en la tierra.
Vive de tu semilla, no de la semilla de otro y cuando la siembres estarás rompiendo la ley
de la maldición. Tus hijos están en la droga, presos o en crisis porque la semilla de
maldición creció en ellos, pero hay una ley superior en nosotros que invalida el poder de
las tinieblas al sembrar Palabra (las semillas de Dios), “el que siembra para la carne
cosecha corrupción, pero el que siembra en el espíritu cosecha vida eterna”.
- La ley del sacrificio: era por la que se regían los esclavos en la Biblia.
- La ley del esfuerzo o del trabajo inteligente: se regían los jornaleros y cuando
trabajamos nos movemos por esta ley.
- La ley del dueño: es la ley de la semilla y la cosecha. Dios da semillas para comer, que
son:
A) Para ti: cuando recibes amor, un regalo.
B) Para regalar: “da al pobre y nunca tendrás pobreza”. El que da al pobre presta a
Jehová, o sea no esperas nada porque no tiene nada.
C) Para sembrar: si te comes toda la semilla y no siembras anulas la ley de la siembra.
Por eso avaricia es condenada en la Biblia, porque hace que no siembres, y el futuro está
en la semilla. Andaré con semillas listas para sembrar en todo terreno. La cosecha que
quiero es la semilla que debo plantar. Dios nunca te va a dar cosecha si primero no hay
siembra. Israel no entró a la Tierra Prometida porque no quisieron pelear contra los
gigantes, porque no quisieron tomar su cosecha que ya estaba lista, solo había que entrar
y pelear. Si no peleas por tu cosecha te mueres en el desierto. Dios tuvo que decir que se
muera esa generación y levantar otra que iba a pelear.
Cuida tu cosecha y pelea por ella. Vienen días de abundante cosecha, vamos a tener la hoz
en la mano y pelearemos por lo que nos pertenece. Juntate con la gente que tiene
cosecha, deja de juntarte con el avaro. No comas con el avaro. El que tiene cosecha, sabe
dar y Dios siempre da al que da. Tal vez no coseches la semilla que estás queriendo pero
disfruta la otra cosecha; Dios todavía no te sanó pero tu hijo ya vino y está adorando el
nombre del Señor, disfrútalo es tuyo, sembraste por eso. Hay gente que al convertirse va a
agradecer por siempre y para siempre a quien la llevó a Cristo, es un motivo para disfrutar.
Un pecador que se arrepiente es la señal de que miles se convertirán detrás de él. Si Dios
celebra por uno, aprende a celebrar por lo pequeño, hay motivos para celebrar Su nombre.
Siémbrate, Párate delante del espejo y siémbrate a ti mismo, y verás que cuando siembras,
cosecharás. Disfruta. No puedes vivir con la cosecha del otro, vienés que vivir de tu
semilla, con un espíritu generoso.
La gente no necesita que la convenzamos sino que le sembremos una semilla, porque sólo
Dios puede cambiar a la gente y la Palabra es viva, estas semillas están vivas y pueden
cambiar a la gente, si la obedece cambia al treinta, después al sesenta y llega al todo de
Dios y todo lo que hace le sale bien.
Un día un muchacho muy pobre, que era vendedor de puerta a puerta para pagar sus
estudios, se encontró con sólo diez centavos en su bolsillo y tenía mucha hambre.
Entonces decidió que en la próxima casa iba a pedir comida. No obstante, perdió su coraje
cuando una linda y joven muchacha abrió la puerta. En lugar de pedir comida pidió un
vaso con agua. Ella pensó que el se veía hambriento y le trajo un vaso con leche. Él se lo
tomó lentamente y luego le preguntó: “¿Cuánto le debo?” “No me debe nada,” ella
respondió. “Mi mamá nos enseñó a nunca aceptar pago por bondad”. Él dijo: “Entonces le
agradezco de corazón”. Cuando Howard Kelly se fue de esa casa, no sólo se sintió más
fuerte en sus fuerzas, sino también en su fe en Dios y en la humanidad. Años más tarde
esa joven muchacha se enfermó gravemente. Los doctores locales estaban muy
preocupados. Decidieron enviarla a la gran ciudad donde especialistas estudiarían su rara
enfermedad. Uno de los especialistas era el Dr. Howard Kelly. Cuando él se dio cuenta del
nombre del pueblo de donde ella venía, una extraña luz brilló en sus ojos. Inmediatamente
se levantó y fue al cuarto donde ella estaba. Vestido en sus ropas de doctor la vio y
reconoció al instante. Luego volvió a su oficina determinado a hacer lo posible para salvar
su vida. Desde ese día le dio atención especial al caso. Después de una larga lucha, la
batalla fue ganada. El Dr. Kelly pidió a la oficina de cobros que le pasaran la cuenta final
para darle su aprobación. La miró y luego escribió algo en la esquina y la cuenta fue
enviada al cuarto de la muchacha. Ella sintió temor de abrirla porque estaba segura de que
pasaría el resto de su vida tratando de pagar esa cuenta. Finalmente ella miró, y las
siguientes palabras escritas en la esquina de la factura llamaron su atención: “Pagado por
completo con un vaso de leche”.
Para Compartir
1- ¿Qué cosecha determinaste para tu vida?
2- Si quieres cosechar, tienes que sembrar. ¿Dónde estás dispuesto a sembrar?
Nómbralo y ejercítalo.
3- ¿Qué semillas estás dispuesto a sembrar?
4- Estar enfocado es hacer primero lo primero. Ordena del 1 al 10 tus
prioridades y comienza a accionar.
Lunes Semana 12
Si puedes verlo, puedes tenerlo
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no
nos dará también con Él todas las cosas?” Romanos 8:32
Visualizaré un futuro glorioso
Jacob era un tramposo, se enamoró de Raquel y, como no tenía dinero para comprarla,
trabajó siete años para casarse con ella. Su padre, más tramposo que Jacob, le dijo que
primero debía casarse con la mayor. A veces Dios no interviene en nuestro cambio pero
pone al lado a alguien peor para que nos miremos en ese espejo. Jacob trabajó siete años
más para casarse con Raquel. Al ver a Labán muy prosperado, le pidió las ovejas
manchadas. Pensando que la mayor cantidad de ovejas le quedarían a su tío, tomó unos
palitos, les sacó la piel y los plantó donde las ovejas y cabras tomaban agua, y éstas
comenzaron a parir con manchas y Jacob tuvo que irse porque empezaron a pelear a causa
de su prosperidad. Enseñanza: lo que ves, pares. Jacob creció y Dios lo cambió. Ya
anciano, juntó a sus hijos para bendecirlos. Les dijo: “Moriré, quiero que me entierren en la
tumba de Abraham, mi abuelo, y mi padre Isaac”. Se puso como para dar a luz, con la
cabeza entre las piernas, y murió. Al verlo, José recibió algo sobrenatural. Pasaron los
años, José estaba por morir, juntó a todos sus hijos y les dijo: “Cuando muera, no me
lleven a la tumba de Abraham, mis huesos los enterraran en Egipto y cuando Dios los visite
para llevarlos a otra tierra, mis huesos irán con ustedes”. Dijo: “No volveré al pasado, a las
glorias del ayer, iré para adelante”. Y porque José dijo a sus hijos: “Un día Dios los
visitará”, gracias a esa palabra, Dios levantó a Moisés para sacar al pueblo de Egipto,
después de cuatrocientos años de esclavitud; sabían que Dios los visitaría. Declara a tu
descendencia: “Dios los visitará” y esa palabra en el corazón caminará hacia el futuro. La
palabra de un abuelo que bendice o un padre que profetiza quedará viva en medio del peor
desierto porque alguien habló bien: “No volverás a la tumba como tu abuelo, ni morirás de
cáncer, ni pobre, irás hacia adelante con Dios”. Llevaron el Arca a la casa de Obed-Edom,
quedó allí tres meses y prosperó en todo. Siempre me pregunté porque llevaron el Arca a
la casa de Obed–Edom y no a la de otro. Para que haya un avivamiento en la ciudad
primero debe haberlo en la casa. Dar testimonio primero en casa, ganar a la familia, no es
fácil mostrar al Señor donde conocen nuestras miserias y desgracias.
Los hijos de Obed-Edom se llamaban:
-Semaías que significaba “Dios oye”, creció declarando esa verdad.
-Natanael, “Dios ha bendecido”, caminaba diciéndolo.
-Sacaar, “el que sobresale”.
-Paultai, “trabajador”.
-Isacar, “recompensa de Dios”.
-Josabá, “dotado de Dios”.
Con sus nombres declaraban constantemente la presencia de Dios, por eso Dios se dijo:
“¿Dónde viviré tres meses antes del avivamiento en la ciudad? En la casa de Obed-Edom
porque ha determinado la atmósfera para mi presencia”.
No sabemos como se llamaban los cuatro que bajaron al paralítico, pero no tiene
importancia, sabemos que era gente de fe. La generación futura tendrá una motivación
para darle lo mejor al Señor. Fui esclavo, Dios me hizo libre y me llevará a ser libertador de
los demás; no a recibir sino a impartir, a liderar, a discipular, a evangelizar, a dar, a
extender, a ministrar. Seré de la generación que hará las cosas más locas, nadie nos
detendrá porque nuestra fe llega donde está el Maestro y recibir lo que conquistamos por
fe.
FE ES TENER EL TÍTULO DE PROPIEDAD.
Miércoles Semana 12
Mi ilusión está en mi visión
No creas en lo que la gente dice, ni en lo que ves de tus circunstancias. Ilusionate con la
visión y el sueño que Dios puso en tu corazón; te lo ha dado para mostrar que Él es bueno
y que tiene los recursos para que lo alcances. Tu visión debe estar puesta en lo que la
gente ve (“¡qué mal que estas!”, “te echaron del trabajo”, “te sale todo mal”, “estás
enfermo”) sino en lo que Dios ha dicho que hará contigo. Elizabet estaba embarazada de
seis meses de Juan el bautista, y cuando vino María embarazada del Señor y la saludó, el
niño saltó en el vientre; porque lo que está dentro de ti saltará de gozo ante la presencia
del Salvador viniendo a tu encuentro. Cada vez que Él se revela a tu vida lo que está
dentro tuyo revive y salta.
Un hombre llevaba más de cuatro semanas sufriendo una terrible pesadilla. Desesperado y
al borde del pánico decidió visitar a un psiquiatra. Al comenzar su sesión le dice al
psiquiatra: “Doctor, llevo más de un mes soñando que mi suegra viene a comerme y viene
montada en un cocodrilo...” “¿Sí?”, le contesta el psiquiatra. “A ver, describa el sueño en
detalle por favor”. “Sí, doctor. Tiene ojos amarillos, piel escamosa y dientes afilados”.
“Pero hombre, ¡Qué terrible!”, le dice el psiquiatra. A lo que el hombre le contesta:
“¡Espere, ahora le describo el cocodrilo!”
Viernes Semana 12
Me hará ver la solución
No tienes que orar: “Padre resuélveme el problema”, porque la solución ya está; la fe te
tiene que servir para ver cuál es la solución. La fe es tu siervo que te va a hacer ver la
solución. ¿Por qué no vemos la solución muchas veces si ya está? Porque magnificamos los
problemas, los agrandamos tanto, y los exageramos. Hay gente que ha hablado tanto del
diablo, que tienen un diablo tan, tan, tan grande que te dicen “¿Pastor usted cree en el
diablo que me ataca?” “En tu diablo creo, pero el diablo en que yo creo, a mí no me ataca
porque está vencido en la cruz del Calvario, y está puesto debajo de mis pies, es un león
muerto que no existe, es una víbora sin poder”.
Elías en el monte Carmelo, desafía a ochocientos cincuenta profetas de la brujería, les dice:
“Que el verdadero Dios mande fuego”. Elías ora y cae el fuego y consume el sacrificio. La
reina Jezabel, al enterarse de lo sucedido, le jura que le va a cortar la cabeza. ¿Y cómo
reacciona Elías? Se esconde en una cueva, porque exageró su problema y le entró temor.
¿Por qué no vemos la solución? Muchas veces no vemos la solución a nuestros problemas
porque exageramos, porque perdemos de vista el propósito de Dios para nosotros. ¿Por
qué Dios te dio la solución? Porque hay un sueño, un propósito, una asignación que tienes
que cumplir en esta tierra.
Faraón dio la orden de matar a todos los varones hebreos que nacieran. Pero cuando
Jocabed tuvo a Moisés, ella lo vio y dijo: “Es hermoso”. La palabra “hermoso” en el hebreo
significa “tiene propósito. Este bebé tiene una misión en la tierra”. Y la mamá entendió
que, aunque había un edicto para matar a los niños varones, “si este niño tiene un
propósito, Dios me va a dar la solución para que este niño no muera”.
Jehú era un rey que iba en su carro y se le apareció Jonadab pidiéndole ir con él. El rey le
preguntó: “¿Tu corazón es como el mío?” El muchacho respondió que sí, entonces subió y
fueron juntos a pelear y a vencer. No camines con quien no tiene tu corazón. No le digas a
Dios que te saque a tu enemigo, Párate delante y declara palabra de fe. Fe es decretar y
decretar es fe agresiva, tosca; no es como el amor que es cariñoso y trata bien. Fe es
bruta, ruda, se para ante la montaña y le dice: “Muevete allá”. Alguien puso ese problema
con palabras negativas y se corre decretando fe. La fe es agresiva, dice: “Muevete”, y el
problema se va y detrás está tu bendición. Es como el sol y una moneda: si la moneda está
lejos de tu ojo ves el sol, pero si te la pones en el ojo, no te deja ver el sol. La moneda
representa a tu enemigo, no tiene que estar en tu ojo, tiene que estar lejos, porque
cuando lo ves desde lejos verás detrás la bendición.
CUANDO BAJAS EL DIÁLOGO DE TU CABEZA, DIOS TE PUEDE HABLAR, Y
PUEDES HABLAR LO QUE DIOS TE HABLÓ. CUANDO APRENDAS A VALORAR
LO FÁCIL, DIOS TE LO DARÁ.
Domingo Semana 12
Visión
Lo que cambia el paradigma no es un convencimiento por un paradigma mejor, es una
visión. Dios le dij o a Abraham: “Sal de tu tienda, mira las estrellas” porque la visión, lo que
hace, es activar tu imaginación y cuando Dios la activa a través de sus ojos es como si
fuese una cámara fotográfica. Dios le dijo: “Quiero que imagines, así, Yo te voy a
bendecir”. Cuando Dios te da una visión, ahí el paradigma es quebrado.
Para Compartir
1- Recuerda y declara cada promesa que Dios soltó sobre tu vida. Ahora vela
hecha realidad.
2- El éxito se construye a partir de una visión. ¿Cuál es la tuya?
3- ¿Qué conductas y qué pensamientos bloquean tus objetivos? Identificados y
renuncia a ellos.
4- Declara Palabra de Dios sobre tu visión. Suelta fe, ¡conquista lo que estás
esperando!
Lunes Semana 13
Todo comienza en tu cabeza
“Si permanecen en mi y mis PALABRAS permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se
les concederá.” Juan 15:7
Elías en el monte Carmelo hace bajar el fuego, pero cuando baja, se entera de que Jezabel
lo persigue. Se mete en una cueva, empieza a quejarse, entonces el ángel viene y Elías le
dice: “Sólo yo he quedado”. Cuando te quejas, dejas de ver la bendición del Señor. Dios le
dice: “Elías, hay siete mil que están orando por ti”. Quiero decirte que cuando te quejas,
dejas de ver siete mil bendiciones listas para tu vida.
La queja es contagiosa, ¿estuviste con alguien que se quejó diez minutos seguidos y te
contagio? Es contagioso, ¿viste una película y te pusiste a llorar? Y dices: “Pensar que es
un actor, que le pagan, y que es todo mentira, y yo llorando con el tipo”. ¿Te pasó que
estás en un lugar y se empiezan a reír, entonces te contagias de la risa del otro, y le dices:
de qué te reís, y te dice: no sé, de la risa de él? Porque las emociones son contagiosas.
Voy a pasar por problemas, sin quejarme. Lo que te preocupa, la gente con la que te
juntas, las preguntas espirituales que tienes, tu manera de ver a Dios, ese es tu círculo de
influencia, y Dios, lo que va hacer, es ensancharlo, es mostrarte que salgas, que aumentes
tu círculo.
Cierto día, iba paseando por una calle cuando de repente vi a una niña hambrienta, sucia y
tiritando de frío dentro de sus harapos. Me encolericé y le dije a Dios: “¿Por qué permites
cosas así? ¿Por qué no haces nada para ayudar a esa pobre niña?” Esperé la respuesta,
pero fue en vano. Sin embargo, aquella noche, cuando menos lo esperaba, Dios respondió
a mis preguntas airadas: “Ciertamente que he hecho algo. Te he hecho a ti”.
Antony de Mello
Hay un principio que se llama La Ley de la Concentración, que dice: “Cuanto más pienses
sobre una cosa, más ésta se hace parte de tu realidad”. Por eso, cuando estás hablando un
diálogo negativo permanente contigo mismo, lo que más pienses es lo que más va a crecer
en tu vida. Para autoenvenenarse hay que tener un diálogo interior negativo.
El chisme
El chisme es veneno y cuando empiezas a chismear te aseguro que vas a morir
envenenado. Hay lugares de trabajo en que la gente se junta para chismear y el chisme
envenena. El chismoso es un inmaduro emocional porque como no tiene valor para hablar
de sí mismo se dedica a hablar de los demás; es un frustrado que tiene broncas reprimidas
y las libera hablando mal de otros; es un ocioso que no tiene propósito ni metas. Marcos
Witt dice: “Los chismes morirán cuando los oídos chismosos mueran”.
“CUÁNTO MÁS PIENSES SOBRE UNA COSA, MÁS ÉSTA SE HACE PARTE DE TU REALIDAD”
LEY DE LA CONCENTRACIÓN
Miércoles Semana 13
La queja lo único que atrae es muerte
Los israelitas se quejaban recordando lo que comían en Egipto. Cuando una persona se
queja vive atada a su pasado. ¡Todos nos quejamos! Estamos en un país donde todo se
trata de resolver con queja: lo que pasa en las escuelas tomadas por los alumnos es la
manifestación de una queja; Los plantones son una queja; Gritar es para expresar queja.
Romper algo es para demostrar queja. Nuestra cultura trata de resolver sus conflictos a
través de la queja, pero la queja a nivel espiritual, lo único que hace, es detenerte más y te
hace volver al pasado. La queja no es un problema de hambre, es un problema del alma.
Ese pueblo que no pudo pasar a la próxima etapa, no tenía problema de hambre sino
problema en su espíritu.
Hoy hay gente como ese pueblo que ha vivido quejándose de su esposa, de su esposo, de
su trabajo, del país, se ha quejado y quejado. Cuando Moisés se muere, Dios llama a Josué
y le dice: “Esfuérzate y sé valiente, nunca se aparte de tu boca este libro de la ley, sino
que de día y de noche medites en él y hagas conforme todo lo que está escrito” Dios le
dijo eso a Josué, porque entendió que si quería entrar al próximo nivel, no tenía que hablar
queja, tenía que hablar Palabra de Dios. Si cambias tu manera de hablar, dejas la queja y
empiezas a esforzarte a confesar la Palabra de fe, Dios te va a llevar a la próxima etapa.
Cuando uno se queja está trasmitiendo que alguien tiene que resolver el problema: cuando
un marido se queja de la esposa o al revés, está diciendo: “Yo no soy responsable, que
alguien lo resuelva” Por eso la queja es mala, porque Dios quiere que te hagas cargo del
problema y lo resuelvas hablando fe.
Elías era el profeta del fuego, todo lo resolvía con fuego de Dios; dice que oró y por tres
años no llovió, pero cuando vas a 1 Reyes a ver la vida de Elías descubres que no oró. Pero
¿cómo si en Santiago dice que Elías oró? Cuando vas a la vida de Elías dice que “habló”:
hablar una palabra de Dios y orarla es lo mismo. Si te identificaste con esta palabra, dí:
“Señor, renuncio a la queja y declaro en mi vida que de mi boca saldrá bendición, hablaré
tu palabra, declararé palabra de fe y todo lo que haga me saldrá bien. Declaro que ha
partir de mí y mi generación entraremos en una nueva etapa porque no voy a hablar
queja, hablaré palabra de fe y todo lo que haga me saldrá bien en el nombre de Jesús”.
Si estás pasando por una etapa de desierto: financiero, espiritual, laboral, cualquiera que
sea, recibe esta palabra: el desierto se va a terminar. Después de ser bautizado por Juan el
Bautista, Jesús fue al desierto y ahí se le apareció el enemigo (porque cada vez que uno
entra en su desierto aparece el enemigo cara a cara).
Llega un niño a su casa después de clases, y le dice a su padre: “Papá, papá. Hoy salvé a
la maestra de una broma que le iban a gastar unos niños”. “¿Ah sí? ¿Cómo?”, preguntó el
padre. “Ellos le habían puesto tachuelas en la silla, y cuando se iba a sentar yo le saqué la
silla”.
“Papá, papá. Hace dos meses que mamá perdió su tarjeta de crédito y todavía no la has
reportado”. Y el padre le dice: “Es que me he dado cuenta de que el ladrón gasta menos
que tu madre”.
Los autores de “Sopa de pollo para el alma” lo presentaron en 130 editoriales y le dijeron
que no; pero la 131 le dij o que SI y esa editorial vendió ocho millones de copias. Esos
hombres ganaron diez millones de dólares con ese libro. Ellos usaron este principio: El
siguiente, el siguiente, el siguiente. Uno que te diga que sí alcanza para ver tu sueño
concretado.
Stephen King escribió Carrie, estaba tan cansado de que la rechazaran que la tiró a la
basura, y su mujer la tomó de la basura, se la dio a un editor y vendió cuatro millones de
copias y ganó millones de dólares.
Eric Little, propuso un programa de estudios para el secundario y fue a pedir dinero. Ciento
cincuenta y cinco fundaciones le dijeron que no, pero en 1989, el gobierno le dijo que SÍ y
le dio sesenta y cinco millones de dólares.
Tenemos que rechazar el rechazo. Nunca inicies tu principio buscando en tu pasado, No
hay nada en tu pasado que te sirva para tu presente. Dios no hace tu presente con los
retazos del pasado. Corta con tu pasado, porque Dios hace lo nuevo con cosas nuevas.
Nadie pone vino nuevo en odres viejo, porque el vino fermenta y se te rompe el odre y se
te va la unción. No hay nada en tu pasado. El Moisés que te sacó de Egipto, no te sirve
para meterte en la tierra prometida. El Moisés que te sacó de Egipto, fue bueno para tu
pasado, pero Dios levantará un Josué para meterte en tu tierra de bendición. Para rechazar
el rechazo tienes que dejar de ponerte excusas.
En un gran salón de fiestas, entraban tantos colados que el organizador se enteró de que
había un experto en distinguir a los colados y echarlos, entonces lo convocó y le dijo:
“Necesito que me pesque a esos vivos”. “¿Cuánto cobra usted?” “Mil doscientos la noche.
“¡Pero eso es muy caro!” “Sí, caro, pero el mejor”. El empresario lo contrató a
regañadientes. Esa misma noche el salón se llenó con más gente de la prevista. De súbito,
se detuvo la música y el experto apareció en el escenario, tomó el micrófono con
tranquilidad y firmeza y dijo: “Señoras y señores, tengan ustedes muy buenas noches, mi
actuación será muy breve. Pido a las personas de la concurrencia que sean amigos del
novio que se coloquen a la izquierda del salón por favor”. Unas treinta personas se
corrieron hacia la izquierda. “Muchas gracias. Solicito ahora con fina delicadeza a las
personas que sean amigos de la novia se sitúen a la derecha de la sala”. Entre rumores y
cuchicheos otro grupo se corrió a la derecha. “Muchísimas gracias. Ahora tanto los que
forman el grupo de la derecha como el que se ha situado a la izquierda se van todos
inmediatamente, ¡porque esta fiesta son unos quince años!”