Caso 1 - BRB
Caso 1 - BRB
Caso 1 - BRB
Universidad de Navarra
Barcelona-Madrid
0-591-069
M-831
Rev. 7/91
«Si tuviera que resumir mis preocupaciones en una sola frase, probablemente
diría que no creo que el grupo BRB necesite ningún gran cambio de orientación
estratégica, ningún “golpe de timón”. Más bien creo que lo que necesitamos es
encontrar maneras de hacer más y mejor lo que ya estamos haciendo.
»En poco más de 20 años hemos creado una realidad empresarial que, en
1990, habrá facturado unos 2.000 millones de pesetas, de los que unos 800 se han
facturado fuera de España. El beneficio neto, pendientes del cierre del ejercicio, lo
estimo en unos 300 millones. Y todo ello, gracias a personajes tan divertidos y
conocidos como “David el Gnomo” (véase Anexo 1), y “D’Artacan y los tres
Mosqueperros” (véase Anexo 2).
(1) Salvo indicación en contrario, todas las citas textuales son de Claudio Biern.
IESE 2 591-069
Universidad de Navarra M-831
Antecedentes personales
Claudio Biern Boyd nació en Mallorca en 1940, hijo de padre catalán y madre
escocesa. «Posiblemente, una mezcla explosiva», según afirmaba el propio interesado,
sonriendo.
«A los 29 años había adquirido una amplia formación, por haber trabajado con
una empresa española (Sanders), otra europea (Unilever) y otra americana (Bristol).
Además, había trabajado a fondo el marketing de las principales categorías de
productos de gran consumo (alimentación, jabones y detergentes, así como farmacia
y cosmética). Sin embargo, no me sentía satisfecho. En especial, sufría cuando tenía
que presentar ideas creativas a mis jefes, porque me sentía encorsetado, poco
valorado e incomprendido. Por ello, y a pesar de ser ya padre de dos hijos, di el salto
hacia la independencia.»
IESE 3 591-069
Universidad de Navarra M-831
«Me vi obligado a hacerlo así, porque en España es muy difícil, por no decir
imposible, vender la idea de la promoción, pura y simple.»
Al poco tiempo, extendió sus actividades para incluir objetos promocionales «no
plásticos», tales como adhesivos, cromos, sistemas de «rasca y gana», libros, etc. Para ello,
creó una nueva empresa: Proconsult, S. A.
(1) El molde es una pieza metálica que se coloca en la máquina inyectora de plástico al objeto de obtener un
objeto específico. Transplastic, S. A. llegó a tener unos 500 moldes propios, lo cual representó una
inversión muy considerable. Según los casos, un molde puede servir para obtener uno o varios objetos de
plástico en cada ciclo de inyección. La creación del molde es un proceso complejo. En primer lugar, es
preciso definir el objeto promocional a fabricar (un muñequito, o lo que sea), de manera que se ajuste en
medidas, peso, precio y otras características a las posibilidades de la promoción.
El proceso físico de grabado del metal también es muy delicado. Se hace a mano, y tiene que reproducir
fielmente el original. Finalmente, también hay que tener en cuenta cómo se sujetará el objeto promocional
al producto promocionado, si entrará o no en contacto directo con alimentos, etc.
IESE 4 591-069
Universidad de Navarra M-831
Por ello, Biern decidió en 1971 crear una tercera empresa, BRB Merchandising
International, S. A., dedicada a actuar como representante en España de empresas propietarias
de derechos derivados de series televisivas, películas de cine o historietas («comics»).
Por otra parte, su continuado trabajo en el sector hizo que Biern constatara el gran
futuro que tenía la televisión como medio de comunicación. Por ello era previsible un gran
aumento del volumen de negocio de los distintos sectores y subsectores económicos
pertenecientes o vinculados al audiovisual.
Pero Biern era consciente de que seguía pagando mucho dinero en concepto del
habitual 7,5% que percibía el propietario de los derechos, por lo que decidió dar un paso más:
llegar a ser propietario de los derechos, y ser él quien concediera las licencias.
Por ello empezó a invertir en coproducciones, tales como Jacky el oso de Tallac,
Banner + Flappy y las Aventuras de Tom Sawyer. A cambio de su parte en la inversión
(1) Según la manera de hablar habitual en el sector, se distingue entre «propietarios» y «propiedades». Los
primeros son las personas físicas o jurídicas propietarios de los personajes. Sus «propiedades» son los
personajes disponibles para licencias. En un país, los distintos personajes de un mismo propietario pueden
ser representados por un solo agente o por varios agentes. La representación de un personaje en un país
concreto es siempre en exclusiva (aunque limitada en el tiempo, fijado en el contrato).
IESE 5 591-069
Universidad de Navarra M-831
necesaria para crear y producir una serie, BRB Merchandising Internacional, S. A. recibía los
derechos de propiedad sobre los personajes protagonistas de cada serie, para España, Francia,
Portugal y algunos otros países europeos.
«Lo normal es que una coproducción se haga entre 2 ó 3 socios. Cuando logré
ser uno de ellos, me encontré con que resultaba operativamente imposible plantear la
posibilidad de aportar menos dinero y recibir a cambio los derechos de propiedad
sólo para España. Prácticamente me exigían una aportación más sustancial, pero
recibiendo a cambio los derechos de propiedad para varios países o incluso para toda
Europa, en bloque.
»Hice mis cálculos, y me di cuenta de que, con lo que estimaba que podría
vender en España (derechos de emisión + derechos de merchandising),
probablemente sólo podría recuperar un 75% de la inversión. Por ello no me quedó
más remedio que salir a vender a otros países, personalmente y “a puerta fría”, cosa
de la que, por otra parte, me sentía capaz.
»Creo que mis dos apellidos me ayudaron a conseguir una cierta imagen
“europea”. También me ayudó el hecho de hablar francés, inglés, italiano y
portugués, además del castellano y catalán.
»Para vender los derechos de emisión me fui a la feria o salón del audiovisual
que se celebra dos veces cada año en Cannes, Francia. El primer año fui como
simple visitante, es decir, sin disponer de ningún “stand” propio. Al año siguiente ya
monté un pequeño “stand”, donde podía mostrar mis series a los clientes potenciales,
es decir, las distintas cadenas de televisión europeas, por aquella época casi todas
estatales.
»Era el único español que aparecía por allí, con la excepción de los
representantes de TVE, cuya labor era más de compra que de venta. Nunca recibí
ningún tipo de ayudas ni estatales ni de ninguna otra procedencia.
(1) Desde un principio, y a pesar de que todas sus transacciones y actividades quedaban debidamente
registradas en su contabilidad, la empresa tuvo ciertas dificultades administrativas para justificar ante las
autoridades monetarias españolas el origen y motivo de las remesas de fondos que le llegaban del
extranjero. Su exportación era «intangible», y teóricamente no había exportado previamente nada material
que justificara el recibir los pagos que ingresaba en España (Recordemos que por aquellos años, España
tenía vigente un régimen monetario de control de cambios). Todavía en 1990, ni BRB, S.A. ni ninguna otra
empresa del grupo aparecían en el «Censo oficial de exportadores españoles», publicado por el Instituto
Español de Comercio Exterior (ICEX), el cual publicaba datos sobre unas 10.000 empresas exportadoras
españolas cuyo volumen global suponía más del 95% de las exportaciones españolas de cada año. En
opinión del autor del presente caso, este es un claro ejemplo de la poca atención que se presta, en España y
casi en todo el mundo, al comercio mundial de servicios. Muchas veces, los flujos económicos derivados
de las exportaciones de servicios o no se registran, o se registran con muy poco detalle o confundioos con
los flujos financieros, en contraste con el detalle «preciosista» con que se clasifican y rgistran los flujos de
mercancías «tangibles» en partidas arancelarias, subpartidas y posiciones estadísticas con hasta cinco
desgloses.
IESE 6 591-069
Universidad de Navarra M-831
país europeo. Mis esfuerzos fueron positivos, y logré ir alcanzando pequeños éxitos,
progresivamente más sólidos, a pesar de la enorme dificultad del empeño.
«Había dado otro paso en la buena dirección, pero no me sentía cómodo por el
hecho de participar en una pequeña porción (normalmente entre el 25 y el 40%) en
una producción liderada por otro. Era una situación de una cierta subordinación,
en la que, cuando me ofrecían participar en una coproducción, la idea creativa y el
enfoque artístico ya estaban decididos, y el coproductor líder tenía la sartén por
el mango en cuanto a condiciones económicas. Observé el progresivo crecimiento
acelerado del mercado audiovisual, y decidí que debía ser yo mismo quien decidiera
los caminos creativos por los que avanzar. Por ello, en 1979 llevé a cabo la primera
coproducción, en este caso con TVE y con el grupo Polygram (Philips), liderada por
BRB: Ruy, el pequeño Cid.»
A esta primera producción liderada por Biern siguieron paulatinamente otras tales
como «Futbol en acción», una idea personal de Claudio Biern con mezcla de imagen real y
de dibujos animados, con ocasión de los campeonatos mundiales de fútbol celebrados en
España en 1982. Dicha serie, producida a principios de 1981, fue emitida a partir de octubre
del mismo año.
La serie, como era habitual en las coproducciones lideradas por BRB Internacional,
S. A. (2), estaba compuesta por 26 episodios con una duración de 30 minutos cada uno.
Estaba destinada a ser emitida por televisión. Había sido coproducida en Japón (3), aunque
sobre una idea propia y personal de Biern, plasmada en unos guiones asimismo propios y
hechos en España, aunque redactados en inglés para llevar a cabo más fácilmente el «lipsing»
o movimiento de los labios de los personajes de dibujos animados que aparecían en la serie.
(1) El representante puede perder la representación en caso de cancelación del contrato que le vincula con la
productora, propietaria del personaje.
(2) La empresa había cambiado ligeramente su nombre legal, al suprimir la palabra «Merchandising» del
mismo.
(3) Fue una producción compartida (aprox. 50/50%) con una importante productora japonesa, la cual, a
cambiode su aportación económica obtuvo los derechos de propiedad para todo el mercado asiático, así
como una participación en el mercado de Estados Unidos.
IESE 7 591-069
Universidad de Navarra M-831
que al hacer la traducción al francés, tuvimos que variar ligeramente los diálogos del
personaje que hacía de Cardenal Richelieu en la serie, para suavizarlos un poco, y
hacerlos aceptables para la audiencia francesa, para quien Richelieu es un héroe
nacional.»
A lo largo de estos años, Claudio Biern había tenido algunos socios minoritarios,
que fueron cambiando con el tiempo. Sin embargo, fue en esta época cuando se incorporaron
los dos socios, también minoritarios, que Biern seguía teniendo en 1991.
Ambos ejercían funciones ejecutivas en el grupo. Uno de ellos, el más antiguo, tenía
a su cargo la dirección de Transplastic, S.A. y de Proconsult, S.A. El otro era el director
financiero y administrativo de todo el grupo.
– «La vuelta al mundo de Willy Fog» (1983), inspirada en «La vuelta al mundo
en 80 días» de Julio Verne, coproducida con Antenne 2 de Francia y TVE.
– «Las mil y una... Américas» (1989), coproducida con la Comisión del Quinto
Centenario del descubrimiento de América y con Televisión Española, S. A.
– «El Retorno de D’Artacan» (1989). Coproducida con Thames del Reino Unido,
y TVE.
Y finalmente:
La empresa tenía, además, en distintas fases de ejecución, otras dos series: una sobre
Sandokan, y otra sobre otros personajes de historieta muy conocidos.
«Creo que vale la pena subrayar varios hechos característicos de este negocio:
uno de ellos es que las series, tras haber sido emitidas en un país, pueden ser
reemitidas al cabo de unos 4 ó 5 años, gracias al puro hecho demográfico de que, en
dicho plazo, habrá ya aparecido «una nueva generación de niños». Otra de las
constataciones que hemos hecho es que los ingresos por explotación de las series,
aún de las «antiguas» como la primera sobre D’Artacan, van en aumento gracias a
la proliferación de canales de televisión (1), así como la aparición de la televisión
por cable y vía satélite.
»También, a medida que una productora tiene más “cartera” de series vende
más fácilmente, porque puede solventar bloques enteros de programación en una
estación o cadena de TV. Les soluciono un espacio de media hora por ejemplo los
sábados por la tarde, ¡a lo largo de muchos meses, e incluso varios años!»
Diversificación de actividades
El grupo BRB había fundado Apolo Films, S. A., una empresa dedicada a la
producción de películas en imagen real. Apolo Films había producido «Los Sabios», «La Nit
Bruixa» (con TV3, canal autonómico de Cataluña), así como algún otro largometraje
cinematográfico.
En enero de 1991, las cuatro preocupaciones principales de Biern eran las siguientes:
(1) Recordemos que durante el período 1985-1990 se había producido una progresiva liberalización del espacio
televisivo en varios países europeos, entre ellos Italia, Francia, España, etc., con la consiguiente aparición
de canales privados de televisión. En la España de 1991, entre TVE (1ª y 2ª cadenas), los canales
autonómicos (de cobertura regional) y las emisoras privadas, se sumaban 13 canales de televisión distintos,
frente a los dos únicos de TVE que habían existido en años anteriores.
(2) Los quioscos, que en años anteriores casi solamente vendían diarios y revistas, habían ido evolucionando y
ampliando su gama de productos, que en 1991 incluía la venta de golosinas infantiles, libros y series de
fascículos, algunas de las cuales estaban compuestas por texto impreso acompañado de discos, casettes,
discos compactos y cintas de vídeo.
IESE 9 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 1
GRUPO BRB
IESE 11 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 2
GRUPO BRB
IESE 12 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 3
GRUPO BRB
1. Frenos creativos
«Lo más crucial en este negocio es acertar la idea creativa que vaya a ser
capaz de captar la atención de los niños cuando se estrene la nueva serie televisiva,
unos dos años después de haber tomado la decisión de producirla.
»Hasta el presente, todas las ideas creativas de las series cuya producción he
liderado, han sido desarrolladas por mí, personalmente, aunque en algunos casos he
partido de personajes creados por otros (David el Gnomo o Cobi). Naturalmente, no
basta con imaginar un personaje. Es preciso crear desde un “argumento básico”
que dé contenido, sustancia y atractivo a la serie, hasta el “guión detallado” (véase
en el Anexo 5 el proceso de producción de una serie de televisión en dibujos
animados).
»Encontrar una buena idea creativa es difícil, porque hay que pensar en que
debe gustar en todo el mundo. Sólo en casos excepcionales puede producirse una
serie para un país o un conjunto de países (1). Debe tener “universalidad”. Por
supuesto, hay que pensar en que guste a los niños, de edades entre los 6 y los 12
años, sin dejar de tener atractivo para los adultos, es decir, que guste a toda la
familia, cosa realmente muy difícil.
»También hay que tener en cuenta que quien decide la compra y subsiguiente
emisión de una serie es el responsable de la programación infantil o familiar de cada
estación o cadena de televisión. Hay que tener en cuenta sus opiniones, puntos de vista
y deseos, puesto que ellos son quienes tienen en su mano la decisión de compra.»
(1) En el caso de BRB Internacional, S.A. una excepción pudo ser la «Història de Catalunya».
IESE 13 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 3 (continuación)
2. Frenos en la producción
Por todo ello, Biern estaba considerando las siguientes opciones para poder disponer
de mayor capacidad de producción.
3. Frenos financieros
En 1991, el coste total de producir una serie de dibujos animados para televisión, de
26 episodios de 30 minutos cada uno, se elevaba a unos 650 millones de pesetas.
Dichos fondos eran aportados por el productor, o por los varios coproductores de
cada serie, en las proporciones pactadas entre ellos.
Los fondos aportados por BRB Internacional, S.A. eran esencialmente fondos
propios autogenerados. Claudio Biern estimaba que el ritmo de generación de fondos que se
(1) «Cobi Troupe» es una excepción al ser una obra por encargo.
IESE 14 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 3 (continuación)
3.1. Aumentar o mantener el número de series nuevas producidas cada año. Biern
señalaba que le resultaría muy fácil generar importantes flujos financieros, a
corto plazo, en uno o dos años concretos. Para ello le bastaría con dejar de
invertir en nuevas producciones.
3.2. Mejorar la rentabilidad de la empresa, ya fuera por la vía de vender más y/o
mejor las series en cartera, y las que se fueran produciendo en el futuro, o por
la de vender más y/o mejores licencias de merchandising, o por la vía de
reducir costes variables y/o de estructura.
3.3. Variar la proporción en que diese entrada a coproductores de las futuras series.
4. Frenos comerciales
Por el contrario, los ingresos por ventas de derechos de pantalla de la serie «en
todo el mundo y en una primera pasada», podían elevarse a unos cuatro
millones de dólares, es decir a unos 400 millones de pesetas al cambio vigente
a primeros de 1991.
Anexo 3 (continuación)
«Es evidente que la venta de derechos de pantalla tiene que ser muy selectiva
y cualitativa. No me interesa vender una serie a la cuarta cadena de un determinado
país, para que me la emitan de madrugada, aunque me ofrezcan pagar el precio de
tarifa.
BRB Internacional, S. A., desde hacía varios años, acudía con regularidad a las
principales ferias del sector (3). La presentación de una nueva serie se hacía siempre en una
feria del sector audiovisual, contando para ello con folletos impresos y con episodios piloto
que se mostraban en vídeo.
(1) Por ejemplo, Claudio Biern estaba logrando vender «Cobi Troupe» por encima de los precios de tarifa
habituales, dado su atractivo ante la proximidad de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
Asimismo, se rumoreaba en el sector que TVE había pagado entre 5 y 8 veces su precio de tarifa por la serie
«Los Simpsons».
(2) Una de las dificultades comerciales de la venta de derechos de pantalla se derivaba, precisamente, del hecho
de que «la mejor hora de audiencia infantil» es distinta en distintos países. En Estados Unidos esa las 8 de la
mañana, los domingos. En el Reino Unido es los miércoles a las 16,30. En España, los sábados a las 15,30.
En Italia se emite medio episodio (15 min) cada uno de los 5 días laborales, a las 17h, y al terminar la
emisión de los 26x2 = 52 «medios episodios», se repite inmediatamente la serie, pero ahora emitiéndola por
episodios completos los sábados por la mañana, a razón de un episodio por semana.
(3) En 1990/91 BRB Internacional, S.A. participaba en 5 ó 6 de las principales ferias audiovisuales del mundo,
con stand propio.
IESE 16 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 3 (continuación)
Sin embargo, no era habitual cerrar operaciones en la feria mismo. Lo que se hacía
era registrar quién había mostrado interés. Posteriormente, un miembro del equipo de ventas
de BRB Internacional, S.A. visitaba personalmente al interesado y negociaba el posible
contrato de compraventa de derechos de pantalla.
«Lo más difícil es cerrar la primera venta, llegar a ser aceptado como
proveedor.
Como era habitual en el sector, Biern establecía contratos en los que se autorizaba a la
emisora compradora a reemitir una serie un determinado número máximo de veces, dentro de
un período de tiempo concreto. Los derechos se terminaban al agotarse uno de los dos límites.
«Si pudiera producir un mayor número de series buenas cada año, podría
colocarlas con relativa facilidad. Quizá debería ampliar el equipo comercial con alguna
persona más, de plantilla o representante, pero no tendríamos mayor problema.
»Creo que tengo campo suficiente para intentar crecer y ganar participación de
mercado, tanto en términos absolutos como en términos relativos. Y todo ello,
sobre todo, teniendo en cuenta la aparición de nuevos canales de televisión en el
mundo, ya sean canales “clásicos” de emisión por el aire (“broadcast”), ya sean
canales nuevos vía satélite o por cable.
Anexo 4
GRUPO BRB
Resulta difícil estimar el valor económico total del mercado mundial de programas
para televisión (1).
Este total podría desglosarse según las horas de emisión dedicadas a cada tipo de
programa. Seguramente los más habituales son:
Algunas de estas horas de emisión son producidas por la propia estación que las
emite, otras son producidas por una cadena, a la que la emisora individual puede estar
afiliada, y otras han sido producidas por terceros. Estos terceros pueden ser: otras estaciones
o cadenas de televisión o productores independientes. Asimismo, las horas de emisión
pueden haber sido producidas especialmente para televisión, o pueden ser adaptaciones o
emisiones procedentes de otros medios (el cine, el teatro, la ópera, etc.)
Sin embargo, Claudio Biern afirmaba: «Yo compito en dibujos animados dirigidos a
los niños, e indirectamente a toda la familia». Veamos, pues, que dentro de la subcategoría de
series de dibujos animados se pueden identificar subtipos de series, tales como las siguientes:
(1) Un artículo publicado en The Economist del 6 de abril de 1991 estimaba que el mercado de programas
de televisión en régimen de «Syndication» era de unos 3.000 millones de dólares cada año, solamente en
Estados Unidos.
IESE 18 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 4 (continuación)
Principales subtipos de
series de dibujos animados Ejemplos (1)
– Dramáticas – Marco
– Heidi
A título de ejemplo, podemoss citar que a primeros de 1991 existían en España las
siguientes estaciones de televisión:
(1) Los ejemplos escogidos son de series que eran o habían sido populares en España en 1991 o en los años
inmediatamente anteriores.
IESE 19 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 4 (continuación)
Claudio Biern estimaba que entre estas 13 estaciones de televisión emitían un total
de 50 programas semanales de dibujos animados. Así, pues, el mercado español de series de
dibujos animados tendría una demanda cifrada en 50 programas x 52 semanas/año x 1/2
hora de duración = 1.300 horas anuales de emisión.
Ahora bien, esta cifra debe ser matizada y ponderada teniendo en cuenta por lo
menos dos factores importantes:
1. Las series emitidas no siempre eran originales (emitidas por primera vez en el
país), sino que podían ser reemisiones. Dicha reemisión podía ser llevada a
cabo por la misma emisora, o por otra emisora, una vez terminado el derecho
de emisión.
En otras palabras, el precio pagado por una misma serie por una estación
de televisión de Panamá era muy distinto del pagado por una emisora
suiza, o una alemana.
Anexo 4 (continuación)
2.3. Además de las variaciones en las tarifas de precios entre países o entre
estaciones, también cabe señalar que, a pesar de ellas, un productor que
tuviera el acierto de producir una serie con especial atractivo, capaz de
captar audiencias importantes, podía pedir precios sustancialmente más
elevados.
Claudio Biern no tenía conocimiento de ninguna estimación fiable del posible valor
económico de este mercado a nivel mundial.
Los dos grandes «competidores monstruo» de BRB Internacional, S.A. eran los
productores estadounidenses, por un lado, y los japoneses por el otro.
Estados Unidos
Con 145 millones de aparatos de televisión y tres grandes cadenas nacionales (ABC,
CBS y NBC), Estados Unidos seguía siendo, con mucho, el primer mercado mundial de
series televisivas de cualquier tipo.
Claudio Biern estimaba que cada una de las tres grandes cadenas de televisión
americanas necesitaba adquirir cada año 8 ó 9 series de dibujos animados de nueva
producción. Así, pues, cabía esperar que cada año se produjeran en dicho país entre 24 y 27
series nuevas, las cuales acostumbraban a ser de alta calidad, porque las cadenas americanas
estaban dispuestas a pagar «lo que fuera» para captar mayor audiencia (1).
(1) Las normas «Financial Interest and Syndication Rules» (FISR) de la «Federal Communications
Commission» (FCC) habían prohibido que las cadenas estadounidenses tomaran participaciones financieras
en la producción de los programas que emitían. A principios de 1991 se rumoreaban cambios parcialmente
liberalizadores en dichas normas.
IESE 21 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 4 (continuación)
– Hanna + Barbera
– Walt Disney Productions
– Filmation
– Hasbro
– Mattel
– D.I.C.
– Metro Goldwyn Mayer
– United Artists
– 20th Century Fox
Cabe subrayar la presencia en esta lista de Hasbro y Mattel, que son empresas
esencialmente jugueteras. Estas empresas se han dado cuenta de que les resulta mucho más
rentable crear demanda para sus juguetes «de personaje» por la vía de producir una serie de
dibujos animados y venderla (o incluso cederla gratuitamente) a una de las tres grandes
cadenas de televisión, que intentar estimular dicha demanda mediante anuncios pagados. Uno
de los últimos ejemplos de serie creada por una empresa de juguetes son las famosas Tortugas
Ninja, tan de moda en 1990 y 1991.
Japón
Claudio Biern estimaba que entre las siete cadenas japonesas debían demandar entre
50 y 60 series de dibujos animados nuevas, cada año. Ahora bien, las series japonesas solían
ser de menor calidad porque solía tratarse de programas patrocinados por un anunciante, los
cuales no eran adquiridos por la estación de televisión, sino por la agencia de publicidad del
anunciante-patrocinador.
(1) The Economist (6 de abril de 1991, pág. 61) estimaba que las cadenas de televisión de Estados Unidos
solían pagar el 80% del coste de producción de una serie al adquirir los derechos de pantalla para su país,
dejando libre a la productora para vender la serie en el resto del mundo.
IESE 22 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 4 (continuación)
– Toei Animation
– Nippon Animation
– Tokyo Movie
– Tatsunoko
Por ejemplo, en tanto que se estimaba que los canales europeos emitían unas 11.000
horas de dibujos animados cada año, se calculaba que los productores europeos sólo
suministraban unas 200 horas de dicho total, lo cual representaría del orden de un 8% del
total de la producción mundial (1).
Entre las productoras y estudios europeos cabía citar Cosgrove Hall, Central TV
Enterprises, Filmfair Animation, Telso International, Sleepy Kids y Teleimagination en el
Reino Unido; France Animation, La Fabrique y Le Studio en Francia; OdecKid Cartoons en
Bélgica; Telecable Benelux de los Países Bajos; y, por supuesto, BRB International, S.A. de
España.
(1) Revista Television Business International, septiembre de 1990. Un estudio publicado por «Cartoon.
European Association of Animation Film» coincidía en esas 11.000 horas de emisión anual, y las valoraba
en unos 30 a 35 millones de ecus anuales. (Cartoon; Boulevard Lambermont 418; B-1030 Bruselas,
Bélgica)
(2) Véase, por ejemplo, el documento «La producción audiovisual en el mercado único», Comisión de las
Comunidades Europeas, Luxemburgo, 1991, 211 págs.
IESE 23 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 4 (continuación)
Aunque en los párrafos anteriores nos hayamos podido aproximar al volumen de oferta
nueva que se produce cada año, es preciso no olvidar que lo más habitual es que una
productora siga explotando las series que tiene «en cartera», es decir, producidas en años
anteriores. Lo habitual en el sector es que el productor venda los derechos de pantalla de una
serie de dibujos animados infantiles facultando al comprador a emitir la serie o bien un número
limitado de veces, o bien durante un período de tiempo determinado (normalmente 3 años). Los
derechos de pantalla se agotan cuando se cumple una de estas dos condiciones o limitaciones.
Claudio Biern estimaba que, «en una primera pasada», una buena serie de 26
episodios de 30 minutos podía generar unos 4 millones de dólares por venta de derechos de
pantalla, en el caso de que la productora fuera capaz de venderla en todo el mundo,
incluyendo Estados Unidos, Japón y los principales países europeos.
– El Midem, de Milán.
– Multimedia, de Londres.
3. Tras el primer contacto establecido en una feria, las productoras solían hacer una
labor de seguimiento comercial, mediante visita personal a los responsables de
compras de series de las cadenas que habían mostrado cierto interés en la feria.
IESE 24 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 5
GRUPO BRB
Partiendo del «argumento básico», se dibujan por primera vez los personajes. Es
habitual hacer varias decenas de versiones de cada uno de ellos, hasta lograr desarrollar el
personaje idóneo. Sin embargo, el resultado final de esta etapa es la obtención de unos pocos
dibujos definitivos de cada personaje. Normalmente uno de frente, otro de perfil y otro de
espalda. Dichos dibujos se utilizan para solicitar la correspondiente inscripción en el Registro
de la Propiedad Industrial, al que se solicita también la inscripción del nombre del personaje
o personajes como marca registrada, en la mayoría de clases registrales, todo ello para los
principales países del mundo.
En conjunto, todos estos registros suelen tener un coste de unos tres millones de
pesetas por serie.
(1) El «story board», expresión inglesa que quizá podría traducirse por «tablero narrativo» es el método o
procedimiento usado para expresar, sobre papel y en dos dimensiones, lo que aparecerá en pantalla.
Consiste en una serie de dibujos fijos, aproximadamente uno para cada secuencia, debajo de los cuales se
indica el diálogo, música, efectos especiales de audio, etc. Es un método habitualmente utilizado por las
agencias de publicidad para presentar sus propuestas de anuncios de televisión a sus clientes. Hay que tener
en cuenta que, si bien un «story board» de un anuncio de 20 ó 30 segundos en televisión puede tener unos
10-20 recuadros, un «story board» para cada capítulo de una serie de dibujos animados de 30 minutos de
duración puede tener unos 350 recuadros. Así, pues, el «story board» de una serie de 26 capítulos, puede
tener más de 9.000 recuadros.
IESE 25 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 5 (continuación)
trabajo final el minutado (duración exacta) de cada secuencia, así como los diálogos exactos.
El «story board» es el documento básico sobre el cual se lleva a cabo la planificación del
rodaje.
Una vez eliminados todos los errores o fallos, el trabajo pasa a la fase de post-
producción. En esta fase también se llevan a cabo varias sub-fases o trabajos tales como el
editaje, doblaje, musicalización, efectos sonoros y mezclas de sonido.
(1) Cuando se está produciendo una nueva serie con un personaje inédito, se suele preparar un episodio piloto,
consistente en un «trailer» de 7 minutos en el que se insertan varias fracciones de los episodios que se están
produciendo. El episodio piloto se usa en las ferias del sector audiovisual para mostrarlo a loscompradores
potenciales de derechos de pantalla, y sirve de test del grado de aceptación de la nueva serie. A menudo, las
observaciones hechas por los compradores potenciales sirven para «refinar» la serie. En el caso extremo de
que se constatara una rechazo general, se puede llegar a cancelar la producción, abandonando la idea. A
Claudio Biern, esto último le había sucedido una vez, con una serie cuyo protagonista era Gengis Khan.
IESE 26 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 6
GRUPO BRB
Number of TV Sets
Anexo 7
GRUPO BRB
Anexo 8
GRUPO BRB
Los derechos de uso suelen adquirirse para utilizar los personajes de maneras muy
distintas, aunque los segmentos de aplicación más importantes suelen ser los siguientes:
(1) En la comercializa 6ción de productos de gran consumo, se suele utilizar merchandising para designar a un
conjunto de técnicas para presentar y ordenar los productos en el escaparate y en el punto de venta, así
como la animación y decoración promocional de la tienda en su conjunto o de ciertos productos en
promoción (por ejemplo, la instalación temporal de pilas de producto o de cabeceras de góndola en un
supermercado).
(2) Citado en la revista Marketing News de la American Marketing Association, Vol. 24, nº 12, junio de 1990.
IESE 29 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 8 (continuación)
b) En otros países se manejan cifras totales de ventas tales como: 700 millones de
dólares en Japón, 600 millones de dólares en Alemania, ó 2.000 millones de
dólares en el Reino Unido (1).
Por una parte, se considera que si se conceden muchas licencias, el personaje puede
llegar a quemarse porque «está en todas partes». Pero al mismo tiempo, otros opinan que si
no se dan suficientes licencias, se pueden estar dejando las puertas demasiado abiertas para
que fabricantes poco escrupulosos utilicen el personaje o su nombre sin licencia.
Un personaje puede ser «casi eterno» como Bugs Bunny o Mikey Mouse, o puede
quedar obsoleto al cabo de poco tiempo (como «ET»), o puede incluso «fracasar» (como
«Dick Tracy»), es decir, llegar a generar mucho menos interés, y muchas menos ventas de lo
que se había estimado inicialmente. Algo así sucedió con «Naranjito», mascota del
campeonato mundial de fútbol celebrado en España en 1982.
Anexo 8 (continuación)
El agente se encarga de crear y mantener los contactos comerciales con todo tipo de
empresas productoras de bienes o servicios, susceptibles de adquirir licencias de uso de los
pesonajes representados.
Las grandes productoras americanas pueden tener varios agentes que representen
distintos personajes en un mismo país.
El agente suele percibir un 2,5% del total del 10% habitual de derechos brutos de
licencia mientras que el productor percibe el otro 7,5%. A cambio de dicha comisión, el
agente corre con todos sus gastos: personal, oficina, viajes, teléfonos, publicidad local e
incluso asistencia a las ferias nacionales de los distintos sectores económicos que son sus
principales clientes potenciales.
(1) Las distribuidoras son empresas que, vinculadas o no accionarialmente a una productora, asumen la
responsabilidad de comercializar una serie, muchas veces a nivel mundial, y tanto por lo que se refiere a
derechos de pantalla como de merchandising.
IESE 31 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 9
GRUPO BRB
– Portugal
– Italia
– Benelux (Bélgica - Países Bajos - Luxemburgo)
– Alemania
– Reino Unido
– Israel
– Grecia
– Hispanoamérica
La gran pregunta era: ¿cómo lograr vender más derechos de merchandising en cada
país, y por cada serie emitida?
(1) Hablando en términos generales de valor potencial del mercado español de merchandising, un directivo del
grupo BRB estimaba que en 1991, con la proliferación existente de canales, muchas series de dibujos
animados emitidas en España no funcionaban o funcionaban mal como generadoras de ingresos por
merchandising. Una serie «floja» generaba unos 5 millones de pesetas de ventas. Una serie «media» podía
generar unos 15-20 millones de pesetas. Una serie «buena», entre 30 y 40 millones. Y finalmente sólo una
serie «extra buena» lograba superar los 60 millones de pesetas. De estas últimas sólo se daba una cada 2-3
años, como, por ejemplo, en el caso de las Tortugas Ninja.
IESE 32 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 9 (continuación)
«Estoy convencido de que casi todos los países europeos podrían generar
mayores ventas de derechos de merchandising. Creo que aún tenemos potencial de
crecimiento, si comparo las cifras que estamos obteniendo nosotros con las cifras
que me dicen confidencialmente mis amigos y contactos en otras productoras, o por
lo que ocasionalmente se publica en las revistas del sector audiovisual.»
Aparte de las ventas de derechos de merchandising que cada agente pudiera hacer en
su país, Biern se daba cuenta de que en Europa se estaba produciendo una cierta tendencia
hacia la globalización o el paneuropeísmo. Es decir, que una vez se había emitido una serie
en varios países europeos, parecía abrirse la posibilidad de vender derechos de merchandising
a un determinado cliente, para un determinado producto, a través de su sede central, y en base
a un contrato que cubriera diversos países, o incluso toda Europa.
Anexo 9 (continuación)
Biern había tenido la prudencia de excluir este tipo de operaciones del contrato con
sus agentes, y de reservarse estas relaciones directas y multinacionales, por lo que sus agentes
las aceptaban como excepciones. Pero se preguntaba qué proceso de comercialización debía
desarrollar: ¿Cómo identificar a estos grandes clientes multinacionales? ¿Quién debía
responsabilizarse del proceso de venta y seguimiento y en qué condiciones económicas
debían cedérseles los derechos de merchandising?
IESE 34 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 10
GRUPO BRB
Los esfuerzos de BRB Internacional, S.A. para penetrar en Estados Unidos y Japón
«El mercado de Estados Unidos es “la Meca del audiovisual”, pues representa
aproximadamente el 75% del total mercado mundial, tanto de derechos de pantalla
como de merchandising», decía Biern.
Además de las grandes cadenas existen los canales de televisión por cable, a menudo
especializados en ciertos tipos de programación. La «emisora» envía la señal a los distintos
operadores locales de redes de cable, quienes la distribuyen a los hogares que pagan los
correspondientes derechos de conexión. Además de la ya mundialmente famosa CNN,
funcionaban así el Disney Channel, HBO (películas), Nickelodeon, Sports Channel y otras
muchas estaciones.
Hasta 1984, Claudio Biern había ido estableciendo diversos contactos personales
directos con distribuidores de programas, agentes de merchandising, cadenas de televisión,
productoras locales, etc. Había sido «muy interesante», pero no se había cerrado ni una sola
venta.
En 1985, gracias a los contactos establecidos en las ferias del audiovisual, se habían
cerrado dos o tres operaciones pequeñas (para emisión por cable, y de venta de casettes de
vídeo).
IESE 35 591-069
Universidad de Navarra M-831
Anexo 10 (continuación)
Entre 1986 y 1988, se había mantenido un acuerdo con una distribuidora local para
que comercializara los derechos de pantalla y cintas de vídeo, pero además de cobrar una
comisión sobre ventas cargaban a BRB Internacional, S.A. los gastos que dicha
comercialización acarreaba.
Su retribución estaba compuesta por una parte fija más una parte variable, la cual
fácilmente podía resultar superior a la fija si lograba vender. Su misión era la de vender los
derechos de pantalla y supervisar al mismo tiempo a un representante de merchandising a nivel
nacional. Biern estimaba que la filial tendría un coste anual del orden de 15 millones de pesetas.
Las grandes cadenas de televisión solían adquirir los derechos de pantalla con unos 9
meses de anticipación, ya fuera sobre series terminadas (en el caso de BRB Internacional,
S.A.), o sobre guión y episodio piloto. Solían adquirir los derechos de emisión de 13
episodios (un trimestre, a razón de uno por semana), y seguían con atención los «ratings» de
audiencia generados. Sólo adquirían el resto de la serie si dichos «ratings» eran buenos.
Anexo 10 (continuación)
El mercado de Japón
Podemos recordar que las primeras coproducciones en que había invertido Claudio
Biern, hacia 1975, habían sido lideradas por productoras japonesas, las cuales, lógicamente,
se quedaban con los derechos de propiedad para Japón y otros países.
Claudio Biern estimaba que entre las siete principales cadenas de televisión
japonesas debían demandar entre 50 y 60 series de dibujos animados nuevas, cada año. A
razón de 26 episodios de media hora cada uno, tal demanda se cifraría en unas 700 (650-780)
horas de emisión de nuevas series, cada año.
2. Se había logrado colocar en la cadena NHK la serie «Cobi Troupe», del Comité
Organizador Olímpico Barcelona ‘92.
3. La Nippon Oil había estado utilizando los personajes de la serie «Los Gnomos»
durante dos años, en sus campañas de promoción del gas natural, las cuales
incluían la aparición de dichos personajes en los anuncios de televisión de 30
segundos.
«¡Es evidente que los personajes gustan!», decía Biern. «Pero no hemos
logrado avanzar más allá, salvo en que un libro de “Los Gnomos” se ha convertido
en un “best seller”.