DIABETES
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La DBT puede ser diagnosticada por tres métodos distintos, cualquiera de los cuales debe ser
confirmado en un día diferente a menos que la hiperglicemia sea inequívoca y se acompañe de
descompensación metabólica.
Los criterios para el diagnóstico de DBT en los adultos (con exclusión de las mujeres
embarazadas) son los siguientes:
En los niños, la DBT se manifiesta casi exclusivamente como del tipo 1 o insulinodependiente.
El diagnóstico de DBT en los niños se puede realizar mediante el primer criterio o mediante un
aumento de la glicemia en ayunas en más de una ocasión con un valor mayor o igual a 140
mg/dl y dos PTOG con por lo menos 2 valores por encima de 200 mg/dl. La presencia de
micosis oral en un niño mayor o micosis genital (balanopostitis o vulvovaginitis) en un
prepúber, debe hacer pensar en la DBT. Si se piensa en el diagnóstico deben solicitarse los
exámenes de laboratorio (glicemia, glucosuria y cetonuria) el mismo día dado que en
ocasiones los niños pueden volver cuando están con cetoacidosis o coma diabético.
Existen 2 categorías de sujetos que no cumplen con los criterios para el diagnóstico de la DBT
pero cuyos valores tampoco deben ser considerados normales.
Pacientes con glicemia en ayunas mayor o igual a 110 mg/dl y menor a 126 mg/dl se
les asignó el nombre de “pacientes con glicemia en ayunas alterada”.
Pacientes con glicemia mayor o igual a 140 mg/dl y menor a 200 mg/dl luego de 2
horas de una carga oral de 75 g de glucosa (PTOG a las 2 horas) sin olvidar que la
glicemia en ayunas es inferior de 126 mg/dl, se les asignó el nombre de “pacientes con
tolerancia a la glucosa disminuida”.
En conclusión:
EPIDEMIOLOGÍA.
La prevalencia de DBT es del 5 al 10%, es mayor entre los 60 y 70 años. El 90% de los DBT son
tipo 2 o no insulinodependientes y el 10% son tipo 1 o insulinodependiente.
Los DBT tienen una incidencia de ACV y patología coronaria 2 a 6 veces superior a la del resto
de la población y la mortalidad por causa cardiovascular es 5 veces mayor en los DBT
comparada con los no DBT. El 45 % de los DBT tiene arterioesclerosis obliterante al cabo de 20
años de evolución y son frecuentes las amputaciones secundarias a úlceras y gangrena.
Antecedentes familiares
Alteraciones bioquímicas
Obesidad
Resistencia a la insulina en personas normales
Secreción de insulina disminuida en personas con alteración de la tolerancia a la
glucosa
Hiperlipidemias
HTA
Patología vascular periférica
Fármacos y tóxicos
Hiperuricemia
Factores ambientales y socioeconómicos
Sedentarismo
DBT gestacional.
PRESENTACIÓN CLÍNICA.
Los síntomas de hiperglicemia incluyen poliuria, polidipsia, pérdida de peso, a veces con
polifagia, visión borrosa, retraso en el crecimiento y mayor susceptibilidad a las infecciones.
Sin embargo, la mayoría de los pacientes DBT tipo 2 cursan en forma asintomática durante
gran parte del tiempo. El diagnóstico se realiza como consecuencia del hallazgo de valores
anormales de glicemia, debidos al daño secundario a la hiperglicemia crónica o, con menor
frecuencia, ante la aparición de cuadros graves de descompensación como el coma cetósico
hiperosmolar que pueden amenazar la vida del paciente. En el DBT tipo 1, los síntomas son los
habituales e incluso pueden comenzar con cetoacidosis DBT.
La hiperglicemia crónica de la DBT se asocia con un daño de largo plazo cuya manifestación
consiste en la disfunción y la falla de varios órganos, especialmente los ojos, los riñones, los
nervios, el corazón y los vasos sanguíneos. Las complicaciones de largo plazo incluyen la
retinopatía con riesgo de pérdida de la visión, la nefropatía con posibilidad de insuficiencia
renal crónica, la neuropatía periférica con riesgo de úlceras de los pies y amputaciones y la
neuropatía autonómica que puede causar disfunción sexual y síntomas cardiovasculares,
urinarios y gastrointestinales. Además, en estos pacientes son habituales las asociaciones con
HTA, alteraciones e las lipoproteínas, enfermedad periodontal y complicaciones por
arterioesclerosis como ACV, enfermedad arterial periférica y EC.
TRATAMIENTO.
La proteinuria y la HTA son factores asociados con la retinopatía, como así también la
presencia de hiperlipemia.
Se recomienda el rastreo de la neuropatía mediante el examen físico de los pies en cada visita.
Se deban buscar callos plantares, pérdida del reflejo del tendón de Aquiles y disminuci´çon de
la sensibilidad vibratoria con el diapasón.
Para evitar las lesiones en los pies se recomienda explicar cómo realizar el cuidado de sus pies.
Actividad física, educación y dieta. Junto con el tratamiento farmacológico son los pilares
fundamentales del tratamiento de la DBT.
Dieta: no existe una dieta específica para los pacientes con DBT. El objetivo es lograr un peso
adecuado y mantenerlo a largo plazo. La alimentación debe ser balanceada en HC, grasas,
proteínas y fibras. Se recomienda evitar carbohidratos de rápida absorción como los dulces.