7-Infección Urinaria y Embarazo

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Infección urinaria y embarazo

Concepto
Se considera la complicación infecciosa bacteriana del embarazo más prevalente.
Se asocia a aborto, prematuridad, bajo peso al nacer, muerte fetal y complicaciones maternas
que pueden llegar hasta la muerte.
La infección urinaria resulta de la invasión y desarrollo de bacterias en el tracto urinario femenino.
Clásicamente se ha dividido en infecciones del tracto urinario inferior y del tracto urinario superior,
que pueden ser sintomáticas o asintomáticas.
La bacteriuria asintomática es la más prevalente de todas las infecciones del tracto urinario. La
cistitis aguda es un proceso sintomático y su prevalencia es de aproximadamente un 1,3 %. La pielonefritis aguda
afecta el tracto urinario superior−parénquima, cálices y pelvis renal− y se aprecia en 1 % de las gestantes.
Fisiopatología
Entre los factores a considerar, veamos el etiológico:
Factor germen. El más frecuente es Escherichia coli, , seguido de P. mirabilis, K. pneumoniae, S.
saprophyticus y los enterococos. En la gestante, el estreptococo hemolítico del grupo B es
también un agente potencial. Otros gérmenes notificados son Aerobacter aerogenes y
Pseudomonas. Este último germen y Staphylococcus aureus son agentes que se deben
considerar en las pacientes diabéticas. Lo siguen en frecuencia, Aerobacter, Proteus y
Pseudomonas. Los estafilococos pueden causar también la infección, especialmente en gestantes
diabéticas.
Factores locales. Durante el embarazo, el tracto genital femenino sufre profundos cambios que
favorecen el desarrollo de la infección urinaria. El organismo se inmunodeprime para recibir el
embarazo y se divide para proteger al feto y secundariamente a la madre. Además tiene una
hormona reina del embarazo la Progesterona
Como consecuencia de la acción de la progesterona al disminuir el peristaltismo existe un
hidrouréter, que causa atonía ureteral, aumento del volumen del conducto y estasis urinaria.
La obstrucción mecánica resultante de la compresión uterina progresiva retrasa el vaciamiento
ureteral y, en ocasiones, el meato ureteral se hace insuficiente.
La vejiga aumenta su capacidad, se reduce su tono y el vaciamiento es incompleto, lo cual crea
las condiciones que predisponen la mujer al reflujo vesicoureteral y la pielonefritis ascendente.
Se suma una reducción de la γ globulina, que interviene en la inmunidad hística, existen
modificaciones en el pH local y en la concentración de IgA en el contenido vaginal y la estasis de
las vías urinarias. Todo eso favorece que la colonización periuretral por Escherichia coli y otras
enterobacterias sea superior en duración y en número de gérmenes que en las mujeres no
gestantes.
Factor foco. Existe la posibilidad de focos infecciosos a distancia con gérmenes que pudieran
colonizar el tracto urinario por las vías hemática, linfática o por contigüidad.
Bacteriuria asintomática
Se define como la presencia de dos urocultivos consecutivos positivos para un germen patógeno,
con recuento de 100 000 unidades formadoras de colonias/mL, en ausencia de síntomas.
Incidencia
Se ha recomendado pesquisar a toda gestante en la captación, mediante el urocultivo
Se ha asociado a resultados reproductivos desfavorables −aborto, parto pretérmino, rotura
prematura de membranas e infección ovular, entre otros.
Factores de riesgo
- Bajo nivel socio-económico
- Actividad sexual, tanto vaginal como el coito anal
- Lavado genital pre- y poscoital
- No vaciamiento vesical poscoito
- Lavado de los genitales de detrás hacia adelante.
- El empleo de “protectores” sanitarios vulvares que entran en contacto con las márgenes del ano
y el uso de papel “sanitario” después de la defecación.
- Edad materna, la paridad y la obesidad mórbida.
- Antecedentes de ITU
- DM
Diagnóstico
Anamnesis cuidadosa: se exploran los antecedentes que orientan hacia la infección:
sintomatología urinaria en la infancia, síndromes febriles sin etiología precisada, constipación,
urolitiasis, inmunodepresión, antecedentes de parto pretérmino, recién nacidos de bajo peso,
rotura prematura de las membranas o infecciones urinarias en embarazos anteriores, entre otros.
Predictores clínicos
urgencia miccional (OR = 5,9; IC 95 % = 2,2-16,3; p < 0,001), la leucocituria (OR = 2,8; IC 95 % =
1,0- 7,8; p = 0,04) y la bacteriuria (OR = 10,6; IC 95 % = 3,9-28,5; p < 0,001)
Exámenes complementarios
Ante una cituria patológica se impone la realización de un urocultivo, único examen que define la
bacteriuria asintomática. La muestra se recoge de una porción intermedia del chorro de orina,
previo aseo vulvoperineal con agua y jabón y separación de los labios vulvares.
Conducta
Ingreso de las pacientes portadoras de bacteriuria asintomática que presenten resistencia a los
antimicrobianos, dada por una recaída o en quienes no es posible el tratamiento con
antimicrobianos orales y, por lo tanto, se requiere el empleo de la vía parenteral, así como
pacientes con condiciones de riesgo como: adolescentes, condiciones socioeconómicas y
culturales desfavorables, inmunodepresión, diabetes gestacional o pregestacional, gestantes
monorrenas, con colagenopatías, antecedentes obstétricos desfavorables y otras según el juicio
clínico.
Los medicamentos de elección para la bacteriuria asintomática son:
– Amoxicilina: administrar de 2 a 4 g/24 h, divididos en subdosis cada 6-8 h por 10 días.
– Trimetoprim + sulfametoxazol: dosis de 160-800 mg oral cada 12 h por 10 días. No se empleará
en el primero ni el tercer trimestres.
– Cefalexina: dosis de 2 a 4 g/24 h, divididos en subdosis cada 6-8 h por 10 días.

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