La Preexistencia de Jesús - 060721

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La pre existencia de Jesús

Si Jesucristo es Dios, entonces Él tiene que ser eterno. Dios no tiene


comienzo. Nunca hubo un tiempo en que ÉL no existiera en toda la
plenitud de quién es ÉL. “Antes que naciesen los montes y formases
la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, t ú eres Dios”
(Salmo 90:2).

“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese,
YO SOY” (Juan 8:58).

Algunos cultos (sectas) heréticos niegan la existencia eterna de Cristo,


alegando que Él fue un Ser Creado. En contraste a esta falsa doctrina,
la Biblia lo presenta como al Creador increado: “Todas las cosas por
él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”
(Juan 1:3). En el principio, ÉL no fue creado o hecho. En el principio
ÉL ya era (Juan 1:1-2). El Apóstol Pablo declara que “ÉL es antes de
todas las cosas” (Colosenses 1:17).

El profeta Miqueas predijo que el Mesías nacería en la pequeña ciudad


de Belén (Miqueas 5:2). ¿Quién es Aquél que nacería? ÉL es Aquél
“cuyas salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”
(Miqueas 5:2).

Juan el Bautista señaló claramente el hecho de la preexistencia de


Cristo: “Juan dio testimonio diciendo: éste es aquel de quien yo dije:
Después de mi viene un varón, el cual es antes de mí, porque era
primero que yo” (Juan 1:30). Esta afirmación paradójica sólo puede
ser entendida cuando distinguimos entre las dos naturalezas de Cristo.
Desde el punto de vista de Su humanidad, Él vino después de Juan el
Bautista. María dio a luz a Jesús seis meses después que Elisabeth
diera a luz a Juan (Lucas 1:26). Como el eterno Hijo de Dios, ÉL era
antes que Juan el Bautista, existiendo eternamente en el seno del Padre
(Juan 1:18).

Quizás el Salvador Mismo hizo la afirmación más clara acerca de Su


preexistencia. Hablando a un grupo de líderes religiosos judíos
incrédulos, Él dijo, “Abraham vuestro padre se gozó de que había de
ver mi día; y lo vio, y se gozó” (Juan 8:56). Estos judíos quedaron
perplejos con estas palabras, entendiendo que ÉL estaba diciendo que
ÉL y Abraham existieron en esta tierra al mismo tiempo: “Entonces le
dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a
Abraham?” (Juan 8:57). Ellos sabían que Jesús ni siquiera tenía medio
siglo de vida y que Abraham había vivido y había muerto
aproximadamente 2000 años antes. ¿Cómo podía este Hombre sostener
que tenía 2000 años de edad? Ellos quedaron escandalizados y
enojados con las palabras finales del Señor: “Jesús les dijo: De cierto,
de cierto os digo: Antes de que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:58).
Ellos consideraron que esto era la mayor de las blasfemias y “tomaron
piedras para arrojárselas” (Juan 8:59).

Sólo el eterno Dios podía hacer tal aseveración. En realidad, Jesús


podría haber dicho, “Antes que Adán fuese, yo soy”. Incluso podría
haber dicho, “Antes que el universo fuese, yo soy”. De hecho, en Juan
capítulo 17 ÉL hace una declaración así: “Ahora pues, Padre,
glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes
que el mundo fuese. . . porque me has amado desde antes de la
fundación del mundo” (Juan 17:5, 24). Dios el Hijo se deleitaba al
calor del amor del Padre antes de que el mundo aún existiese. Desde la
eternidad hasta la eternidad, ÉL es el Hijo de amor del Padre. El Hijo
eterno es digno de toda gloria y alabanza y adoración.

A Continuación menciono versículos que hablan sobre la pre


existencia de Jesús

1. 1 Juan 1:1-2
Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos
visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon
nuestras manos tocante al Verbo de vida
(porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y
testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con
el Padre, y se nos manifestó);
2. S. Juan 1:15
Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo
decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era
primero que yo.
3. S. Juan 1:1
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo
era Dios.
4. Apocalipsis 22:13
Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el
ultimo.

EVIDENCIAS DE SUS OBRAS

1.CREACIÓN:
a. Colosenses 1:16
b. Juan 1:3
c. 1° Corintios 8:6
Todas las cosas fueron creados por el Hijo. Este versículo de
paso confirma que no tenemos que temer a los "dioses” de este
mundo. Todo tiene su origen en el Hijo y el Hijo lo controla
todo perfectamente.

2.PRESERVACIÓN DE LA CREACIÓN
a. Hebreos 1:3
Jesucristo no solamente es El que dio origen a la creación sino
también Él que mantiene la creación.
b. Colosenses 1:17
Nada tiene su existencia en si mismo. Todo depende de Cristo.
La materia no es eterna.

3. EN LA HISTORIA DE ISRAEL
1. Corintios 10:4
La Roca, que proveyó a los israelitas con agua es identificada
como Cristo. Esto significa que Cristo también estaba presente
cuando los israelitas cruzaron el desierto.

Finalmente, Jesús hace una declaración que demuestra su divinidad, su


preexistencia. Ante la afirmación de Jesús de que todo aquel que cree no
vera muerte los judíos lo desafían diciéndole: ¿Eres tú acaso mayor que
nuestro padre Abraham, el cual murió? ¡Y los profetas murieron! ¿Quién te
haces a ti mismo? No obstante, Jesucristo afirma que sus palabras son
verdaderas porque estas no provienen de Él, sino de su Padre a quien
conoce y a su vez su Padre le ha otorgado toda su gloria para que el mundo
conozca que le ha enviado, por esto su testimonio es verdadero ya que si no
lo reconociera y dijera lo contrario sería mentiroso como los judíos que lo
acusaban: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el
que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios. Pero vosotros
no le conocéis; más yo le conozco, y si dijere que no le conozco, sería
mentiroso como vosotros; pero le conozco, y guardo su palabra. Luego
viene el Señor y les asegura que Abraham se gozó al ver el día que habría
de venir: Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo
vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta
años, ¿y has visto a Abraham? Entre las promesas dadas a Abraham no solo
estaba que multiplicaría su descendencia, sino que también habría un
descendiente en el cual serian benditas todas las naciones: “De cierto te
bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y
como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las
puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones
de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”, (Genesis 22:17-18). Los
rabinos creían que a Abraham se le había permitido ver en visión a Aquel
descendiente que traería bendición a las naciones, y es obvio que ese
descendiente es Cristo, y por ello Jesús les dice: Abraham vuestro padre se
gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Pero estos hombres se
burlaban de Él diciéndole como esto podía ser posible si Abraham había
existido cientos de años atrás, antes que de su nacimiento: Aún no tienes
cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Sin embargo, Jesús les afirma que
su existencia no se limitaba desde el momento que María lo había
concebido, sino que ya desde antes de Abraham, el ya existía: Jesús les
dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Esta es
una declaración poderosa que nos dice que Jesús siempre ha existido, aun
desde antes de la fundación del mundo, tal y como Juan lo explica al
principio de su evangelio: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las
cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue
hecho”, (Juan 1:1-3). Al afirmar su preexistencia se hizo semejante a Dios,
ya que Dios es el único que siempre ha existido y no tiene principio ni fin,
y por tal motivo Jesús es la misma sustancia de Dios, la segunda persona de
la Trinidad divina, el Verbo hecho carne el cual habito entre nosotros. No
olvidemos que el propósito de este evangelio de mostrarnos a Jesús como
Dios, y esta declaración viene a sumar como una evidencia más acerca de
su carácter divino. Lamentablemente estos hombres no creyeron y al
escuchar esta declaración se enfurecieron en contra de Jesús ya que se
hacía semejante a Dios y por ello querían apedrearlo: Tomaron entonces
piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y
atravesando por en medio de ellos, se fue. Que triste es ver la condición de
los incrédulos que por negarse a creer por fe en Jesús cierran sus corazones
para no reconocer sus obras, se vuelven sordos al mensaje del evangelio y
terminan blasfemando para hacer más terrible su condenación, sin
embargo, nosotros debemos creer en todas sus palabras ya que Él es Dios,
el mismo Dios que hizo los cielos y la tierra, el que siempre ha existido y
no tiene principio ni fin, el único que puede darnos vida eterna.
INSTITUTO BIBLICO BETEL DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS

Alumna: Ruth Alejandra Castellanos de Linares

Nivel: Básico 4 Diurno

Materia: Evangelio de Juan

Facilitador: José Antonio Arévalo

Tema: La Pre-existencia de Jesús

Fecha de entrega: Martes 08 julio 2022

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