Reproducción 2do Bio
Reproducción 2do Bio
Reproducción 2do Bio
Reproducción, ESI
Si bien los seres unicelulares tienen un sistema simple de reproducción asexual, las fases de este proceso
son complejas y requieren de un conocimiento profundo de cómo funciona la célula.
Por lo que nos vamos a centrar en la reproducción de los seres vivos más grandes, los vertebrados. Estos
animales tienen una particularidad única y esa que presentan GÉNEROS entre sus individuos, donde la
hembra posee los órganos para producir óvulos (las células reproductoras femeninas) y el macho posee los
órganos para producir espermatozoides (las células reproductoras masculinas), cuando ambas
contrapartes celulares se unen se produce la fecundación y por consiguiente la reproducción.
En los casos más extremos de esta diferenciación por género están aquellos que poseen un marcado
DIMORFISMO SEXUAL, en pocas palabras entre ambos géneros (masculino y femenino) hay una
diferenciación física abrumadoramente obvia como en el caso del pavo real, el ganado bovino, elefantes,
leones, humanos, etc.
Para tener una idea más precisa de cómo fue avanzando la reproducción en conjunto con la evolución de
los animales (que vieron en la línea de tiempo que crearon) vamos a empezar con los primeros animales
vertebrados que surgieron en el planeta, los peces.
Estos animales tienen la particularidad de “desovar”, esto es que la hembra libera sus óvulos en el lugar
que desea usar de “nido”, sea por seguridad o por conveniencia de conseguir comida fácilmente, y el
macho pasa por sobre estos liberando una nube de esperma para fecundarlos. Este método de
reproducción es conocido como ovulípara (que viene de “parir óvulos”) porque estos “huevos” no poseen
una cáscara resistente, por lo que siempre deben estar en el agua, y en algunos casos recubiertos de una
sustancia gelatinosa húmeda, y luego de la fecundación el huevo no necesita más cuidados de los padres,
esto último es importante porque ciertos animales, como el salmón, mueren luego de fertilizar sus huevos.
Es típico de la mayoría de peces, insectos y anfibios (como los huevos de rana en la imagen).
En resumen:
Luego de que los peces se hubieran adaptado de forma perfecta a su ambiente acuático y algunos de ellos
intentaran vivir fuera del agua sin abandonarla por completo (anfibios) algunos comenzaron a formar una
barrera protectora alrededor de sus óvulos, una capa de calcio que contenía agua en su interior, un
HUEVO. Al ya no estar en el agua el macho no podía hacer lo mismo que antes y el método para fecundar
el huevo tuvo que cambiar, es entonces que aparecieron los órganos sexuales en los animales, el pene y el
oviducto (este se comparte con el ano), y con ellos también surgió el coito (la inserción de órganos
sexuales) ya que este nuevo huevo una vez fuera de la hembra era imposible de fecundar. Por este motivo
este método de reproducción es llamada ovípara (de “parir huevos”).
El huevo tal y como lo conocemos hoy en día fue el paso evolutivo que permitió que los animales
dominaran la tierra, siendo los primeros los insectos, y que los primeros reptiles que surgieron en el
planeta adoptarían y pasarían a sus descendientes, las aves.
Durante el período que la tierra estaba comenzando a ser dominada por los dinosaurios en el océano se
estaba desarrollando un tipo vida extremadamente voraz, los tiburones, estos son los mayores
representantes del siguiente método reproductivo el ovovivíparo (de “parir huevos vivos”).
Sonará extremadamente extraño pero tiene su explicación, debido a los peligros de su hábitat estos
animales crearon su propio proceso de reproducción protegiendo sus huevos dentro de sí mismos, la
fecundación ocurre tal y como en los huevos normales, mediante el coito, pero una vez está fecundado y
envuelto en su cáscara, el huevo no sale de la madre si no que queda dentro de su cuerpo. Como
consecuencia de seguir dentro de su madre el cascarón de estos huevos no es tan rígido como aquellos
que se ponen en tierra pero es lo suficientemente resistente como para no romperse dentro y son
delgados, tanto que puestos a contraluz se ve el interior de los mismos.
Por último y llegando a nosotros mismos están los vivíparos (de “parir vivos”). Estos animales desarrollaron
un órgano especial para nutrir a su cría mientras esta esté en gestación (tiempo hasta que nazca) llamado
útero que une a madre y cría por medio de sus vasos sanguíneos y un conducto específico para el coito,
separado del resto de conductos, la vagina.
Este es el método compartido por todos los mamíferos (exceptuando equidnas y ornitorrincos) donde,
luego del coito, el óvulo se deposita en el útero y comienza a desarrollarse hasta el momento del parto,
momento en que sale de su madre, la cría entonces sale con todas las características de un adulto, pero en
un tamaño reducido, pero sin la capacidad de valerse por sí misma.
En todos los demás métodos las crías salían con la capacidad de poder valerse por sí mismas desde que
eclosionaban (salían del huevo) solo necesitando cuidados para sobrevivir de depredadores, pero las aves y
mamíferos, que no comparten métodos reproductivos, necesitan cuidar de sus crías hasta que estás
puedan sobrevivir solas. Las aves necesitan que sus polluelos crezcan las plumas que les permitan volar,
mientras los mamíferos aprenden cómo evitar peligros, conseguir alimentos, etc.
Los humanos somos la especie que más tiempo cuida a sus crías teniendo un período de entre 15 y 18 años
hasta que alcanza la independencia de ambos padres y se vale por sí misma, en términos generales.