Sem 4 - Resiliencia

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

SEMANA 04 (10/05/2023)

RESILIENCIA
A veces la vida nos pone a prueba, nos plantea situaciones que superan nuestras
capacidades: una enfermedad, una ruptura de pareja particularmente dolorosa, la
muerte de un ser querido, el fracaso de un sueño largamente anhelado, problemas
económicos o una pandemia como el COVID-19.

Existen diferentes circunstancias que nos pueden llevar al límite y hacer que nos
cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesarias para continuar adelante.
En este punto tenemos dos opciones: dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado o
sobreponernos y salir fortalecidos, apostar por la resiliencia.

Qué es la resiliencia: definición y significado

El significado de resiliencia, según la definición de la Real Academia de la Lengua


Española  (RAE) es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite
y sobreponerse a ellas, pero en psicología añadimos algo más al concepto de
resiliencia: no sólo gracias a ella somos capaces de afrontar las crisis o situaciones
potencialmente traumáticas, sino que también podemos salir fortalecidos de ellas.

La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las


nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas
resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado
vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y
desarrollar al máximo su potencial.

Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles, una
manera diferente y más optimista de ver el mundo, ya que son conscientes de que
después de la tormenta llega la calma. De hecho, estas personas a menudo
sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que,
después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los
labios.

¿Cómo podemos ser más resilientes?

La resiliencia no es una cualidad innata, no está impresa en nuestros genes, aunque sí


puede haber una tendencia genética que puede predisponer a tener un “buen
carácter”. La resiliencia es algo que todos  podemos desarrollar a lo largo de la vida.

Hay personas que son resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien
cercano un modelo de resiliencia a seguir, mientras que otras han encontrado el
camino por sí solas. Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y
cuando cambiemos algunos de nuestros hábitos y creencias.
De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen, lo cual significa que han tenido
que luchar contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del
fracaso y no se han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado
lo mejor de sí y han desarrollado las habilidades necesarias para enfrentarse a los
diferentes retos de la vida.
SEMANA 04 (10/05/2023)

CARÁCTERÍSTICAS DE UNA PERSONA RESILIENTE

1. Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El


autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y
los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor. Estas personas
saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus
limitaciones y defectos. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas
que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los
recursos de los que disponen para conseguirlas.
2. Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a
intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el
mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su
experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.
3. Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y
limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer.
Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten
seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la
importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que
saben cuándo es necesario pedir ayuda.
4. Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo
de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan,
pero las personas con un alto nivel de resiliencia son capaces de ver más allá
de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como
una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que
esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en
que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué
puedo aprender yo de esto.
5. Practican el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta
práctica milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente
presentes, de vivir en el aquí y ahora y tienen una gran capacidad de
aceptación. Para estas personas el pasado forma parte del ayer y no es una
fuente de culpabilidad y zozobra mientras que el futuro no les aturde con su
cuota de incertidumbre y preocupaciones. Son capaces de aceptar las
experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el mayor provecho.
Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad para
asombrarse ante la vida.
6. Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma
optimista. Las personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus
potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no
implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es
completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos
positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo
realista, también llamado optimalismo, y están convencidas de que por muy
oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.
7. Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. Las personas
que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que
generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante
la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De
esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los
momentos más difíciles.
8. No intentan controlar las situaciones, sino sus emociones. Una de las
principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos
los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las
SEMANA 04 (10/05/2023)

manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas con


capacidad de resiliencia saben que es imposible controlar todas las
situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos
aunque no tengan el control. Se centran en cambiar sus emociones, cuando no
pueden cambiar la realidad.
9. Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes
tienen una autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr,
también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y
cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al
cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin
aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.
10. Son tenaces en sus propósitos. El hecho de que los resilientes sean flexibles
no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su
perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan
contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y
fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda
a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.
11. Afrontan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de
las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la
adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada
porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse
en los aspectos positivos de las situaciones.
12. Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas
resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo
es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no
dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.

Actividad 1:

Organizados en parejas, redactar dos casos de la vida cotidiana considerando


las características de una persona resiliente.

Actividad 2:

Individualmente los estudiantes redactan un texto sobre una situación difícil


que hayan experimentado describiendo cómo lo enfrentaron.

También podría gustarte