Micaela: Hoy vamos a celebrar como familia un ágape, que es una cena, una comida fraternal
que es celebrada entre los hijos de Dios, con él recordamos la última cena de Jesús con sus
apóstoles, en ella entregó su cuerpo y su sangre por amor a ti, por amor a mí, por amor a cada
uno de nosotros.
Antes de empezar vamos a Dar gracias a Dios, por todas las bendiciones que nos da, por
nuestras vidas, por nuestro encuentro, por nuestras familias y en silencio cada uno de nosotros
vamos a pedir perdón a Dios por todas las cosas malas que hayamos hecho y también vamos a
pedirle que nos permita vivir con el corazón este momento tan bello, momento en el que
recordamos la entrega de amor más grande que hay, dar la vida por los demás, dar la vida por
los amigos.
Oración: (Adriana)
Padre Santo y Misericordioso, tu Hijo unigénito, al entregarse a la muerte e instituir la
Eucaristía, el Banquete del Amor y la unidad, nos reúne en el Ágape de los hijos de Dios;
concede a quienes celebramos la Fiesta del Amor y la Unidad, que abundemos en Caridad y
plenitud de Vida. Que quienes sufren a causa de las enfermedades, encuentren la salud en ti que
vives reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Escuchamos la palabra: San Juan 13, 34-35 (Niño)
Un mandamiento nuevo os doy: Que os aaméis unos a otros; como yo os he amado, que
también os améis los unos a los otros.
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros.
Bendición a los presentes (Alvaro)
Señor, mira a nuestro grupo, nuestra comunidad, nuestra familia misionera, en que todo evoca
amistad, unidad, comprensión, alegría y concordia.
Bendícela y bendice también estos alimentos que vamos a compartir, a fin de poder servirte con
mayor fidelidad y alegría.
Estamos reunidos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Presentación de las ofrendas (Mica)
Ofrecimiento de las uvas y del vino
“Yo soy la vid y ustedes los sarmientos. Yo soy la vid y mi Padre es el labrador”, dice Jesús.
Las uvas, el vino, se convertirán esta mañana en la sangre de Cristo para nuestra salvación. Que
nuestra vida sea cada día una entrega generosa al servicio del Señor en los hermanos.
Ofrecimiento del pan
Llegada la hora, Jesús se puso a la mesa con sus discípulos, cogió el pan entre sus manos,
levantando los ojos al cielo lo ofreció al Padre y luego en ademán fraternal, lo ofreció a sus
Apóstoles, pan que ha convertido en su cuerpo. Que el Pan Eucarístico, cuya institución fue el
día de la pascua, el jueves santo, sea el apoyo a lo largo de nuestra existencia en la familia, en la
escuela, en el trabajo, en la Iglesia y en el mundo.
Antes de compartir estas ofrendas pidamos a nuestro Dios diciendo: Señor, queremos poner en
tus manos nuestra vida y misión, nuestra familia. Ayúdanos a comprender que el compartir nos
servirá para crear un mundo más solidario y fraterno.
Momento del compartir el pan, el vino y las uvas (Michel)
Jesús, ofrece el vino, convertido en su sangre, a sus discípulos. Nosotros ahora al tomar el vino
digamos: «Que el Señor en esta hora nos bendiga, bendiga a nuestras familias y a la Iglesia
universal, y nos colme a todos de Paz y Alegría.
Que el Señor nos bendiga y nos guarde de todo mal. Que el Señor haga resplandecer sobre
nosotros su rostro y nos conceda su Gracia. Que el Señor vuelva su rostro hacia nosotros y nos
conceda la Paz
Que la dicha y la amistad nos haga sentir miembros vivos de la Iglesia. Amén.
Recitación del Padrenuestro (Animador)
Como hijos de un mismo Padre, pidámosle en la oración que el mismo Jesucristo nos enseñó,
que nos conceda siempre el pan de la fraternidad, la caridad, la fe y la esperanza.
Padrenuestro…