Primera de Corintios (TTA-STEGE)

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 56

Primera carta de Pablo a los Corintios

Thomas Todd

Publicado originalmente en inglés por Timeless Theological Academy.


Traducción, edición y diseño por Editorial Gozo Eterno, 2022.

El texto bíblico sin otra indicación ha sido tomado de la Nueva Biblia de las Américas™
NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation. Usado con permiso.

Los versículos bíblicos indicados con NVI han sido tomados de la Santa Biblia, NUEVA
VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con
permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.

Todo énfasis en los versículos bíblicos ha sido añadido por el autor.

www.timelesstheologicalacademy.com
www.stegozoeterno.org
THOMAS TODD

PRIMERA CARTA
DE PABLO
A LOS CORINTIOS
CONTENIDO

LECCIÓN 1
La h ist o r ia y cultura d e Corinto 7

LECCIÓN 2
La iglesia d e Corinto y su ap ós tol 15

LECCIÓN 3
Ju zga r con l os e stánd are s d e l mun d o 23

LECCIÓN 4
Ra z on es po r las que no d is cip linamos 29

LECCIÓN 5
P r ocedimie ntos d iscip linarios e n l a i g l e si a d e l si g l o i 41

Biblio gr a f ía 5 1
LECCIÓN 1

LA HISTORIA Y CULTURA
DE CORINTO
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE ESTE ESTUDIO?
En nuestro deseo de involucrarnos con el texto bíblico actual, en ocasiones es
tentador ignorar el contexto cultural e histórico de un libro particular de la Biblia. Para
muchos, si no para la mayoría de los creyentes, dicha información parece superflua para
la tarea de descubrir lo que el texto bíblico significa en nuestra vida diaria.
Sin embargo, para poder entender plenamente la Primera Epístola de Pablo
a los Corintios, quizás más que cualquier otra de sus epístolas, es esencial tener un
entendimiento básico de la cultura dominante que los creyentes tuvieron que enfrentar.
Al igual que para cualquier otro documento del Nuevo Testamento —y más que para la
mayoría de ellos—, los diversos factores sociológicos, económicos y religiosos que configuran
el ambiente de la ciudad de Corinto ejercen una profunda influencia sobre nuestra forma
de comprender las cartas que dirigió Pablo a la iglesia de dicha ciudad.1

LA HISTORIA DE CORINTO
La historia de Corinto se puede dividir en dos épocas principales de la siguiente
manera:

La antigua ciudad
Esta abarca la historia de la ciudad desde sus inicios hasta el año 146 a. C. Corinto,
inicialmente una ciudad-estado griega autónoma, al igual que todas las demás ciudades
principales de Grecia, estuvo bajo el control de los macedonios desde finales del siglo IV
hasta el año 196 a. C. Con la muerte de Alejandro y los conflictos entre sus sucesores, dos
ligas griegas, la Etolia y la Aquea, lograron ejercer cierto poder, pero quedaron eclipsadas
por Macedonia.
Con el auge y la expansión del Imperio romano el poder macedonio se rompió y
Corinto fue liberada, junto con el resto de Grecia, por el romano Tito Quincio Flaminino.2
Posteriormente, la ciudad se convirtió en uno de los principales miembros de la Liga
Aquea. Cada vez más resentida por la injerencia de Roma, la Liga Aquea se alió con el
macedonio Perseo contra el dominio romano. Como consecuencia, Corinto fue saqueada
por el cónsul romano Lucio Mumio en el año 146 a. C. y sus habitantes fueron vendidos
como esclavos por temor a que algunos estados griegos volvieran a unirse a ella como
la ciudad más grande de la Liga Aquea.3
La ciudad permaneció desolada durante 102 años, y sus demolidos santuarios se
convirtieron en atracciones turísticas y sirvieron de refugio para visitantes de los Juegos
Ístmicos.4

1
Gordon D. Fee, The First Epistle to the Corinthians, The New International Commentary on the New Testament
(Grand Rapids, MI: Eerdmanns 1987), 1.
2
J. H. Harrop, “Corinth” en New Bible Dictionary, ed. J. D. Douglas, 2.a ed. (Leicester: IVP, 1982), 229.
3
Dion Casio, Roman History 21. Dion Casio fue un historiador. 150-235 d. C.
4
Estrabón, Geographies 8.6.23. Estrabón fue un historiador y geógrafo ca. 64 a. C.-24 d. C.

8 | PRIMERA DE CORINTIOS
La nueva ciudad
Corinto fue reconstruida como una colonia romana bajo la instrucción de Julio
César en el 44 a. C.5 Sería llamada Colonia Laus Iulia Corinthiensis (Colonia de Corinto
en honor de Julio).
Su sucesor y primer emperador romano, Augusto, la declaró capital de la provincia
romana de Acaya, ahora separada de Macedonia al norte, y gobernada por su propio
gobernador proconsular (ver Hechos 18:12).6
Los romanos repoblaron la ciudad con italianos liberados y esclavos de todas
las naciones.7 Pronto, las oportunidades ofrecidas por la nueva ciudad atrajeron a
comerciantes, marineros y muchos otros. Los Juegos Ístmicos parecen haber sido devueltos
al control de Corinto8 poco después de la reconstrucción de la ciudad.9
En el momento de la visita de Pablo en los años 50 d. C., Corinto estaba «en camino a
convertirse no solamente en la ciudad más grande sino también en la ciudad más próspera
de toda Grecia».10 La población de la época de Pablo era conocida por su riqueza.11
La ciudad que Pablo encontró no era la antigua ciudad sino la nueva ciudad. Como
colonia romana, habría seguido el ejemplo de Roma12 —a la que se consideraba leal—
en cuanto a la arquitectura, moda, cultura y religión.

LA IMPORTANTE UBICACIÓN DE LA CIUDAD


Corinto estaba situada en el extremo occidental del istmo de 6-7 km de ancho (un
estrecho trozo de tierra que une dos masas de tierras más grandes) que unía el Peloponeso
y el norte continental. En el oeste estaba el golfo de Corinto y al este el golfo Sarónico.
Corinto tenía dos puertos cercanos, Cencreas al este (a 14 km) y Lequeo al oeste (a 2.5
km y conectado a la ciudad mediante una larga muralla).
En vez de arriesgar el viaje largo alrededor de los cabos rocosos del sur de
Peloponeso, los comerciantes y marineros enviaban sus mercancías a través del istmo.
Desembarcaban las mercancías en uno de los dos puertos mencionados previamente y
las transportaban por tierra al puerto de la otra orilla, donde serían cargadas de nuevo
en un barco. De hecho, algunos barcos pequeños eran arrastrados a través del istmo en
un «tranvía» de raíles de madera hecho especialmente para los barcos.
Las rutas comerciales terrestres desde el norte y el sur también pasaban a través
de Corinto, que podía adquirir riqueza gracias a los derechos recaudados sobre las
importaciones y las exportaciones hacia y desde el Peloponeso.

5
Dion Casio, 43.
6
Harrop, 229.
7
Estrabón, 8.6.23; 17.3.15.
8
Los juegos habían estado bajo el control de la ciudad cercana de Sición durante la desolación de Corinto.
9
E. R. Gebhard, “The Isthmian Games and the Sanctuary of Poseidon in the Early Empire” en The Corinthia in
the Roman Period, ed. T.E. Gregory, Journal of Roman Archaeology Supplementary Series 8 (Ann Arbor, MI: JRA, 1993),
78-94.
10
Ben Witherington III, Conflict and Community in Corinth: A Socio-Rhetorical Commentary on 1 and 2 Corinthians
(Grand Rapids, MI: Eerdmanns, 1995), 5.
11
David E. Garland, 1 Corinthians, Baker Exegetical Commentary on the New Testament (Grand Rapids, MI: Baker
Academic, 2003), 2.
12
Bruce W. Winter, After Paul Left Corinth: The Influence of Secular Ethics and Social Change (Grand Rapids, MI:
Eerdmans, 2001), 7-25; Craig Steven De Vos, Church and community Conflicts: The Relationships of the Thessalonian,
Corinthian and Philippian Churches with their Wider Civic Communities, Society of Biblical Literature Dissertation Series
168 (Atlanta, GA: Scholars Press, 1999), 182-183.

Lección 1 | 9
El dominio de Corinto sobre las rutas comerciales también le daba importancia
militar. El Acrocorinto, una colina de 575 metros de altura, en cuya base se encontraba
Corinto, proporcionaba una defensa natural y había un suministro natural y suficiente
de agua de manantiales cercanos para proveer un terreno fértil para la agricultura.

LA POBLACIÓN DE LA NUEVA CIUDAD


Corinto era una ciudad populosa en la época de la primera visita de Pablo en el
siglo i. Las estimaciones oscilan entre 80 00013 y 700 00014 habitantes. Según un escritor
romano llamado Estrabón15, la población era inicialmente romana y principalmente
libertos. Un liberto era un antiguo esclavo que había ganado o comprado su libertad.
La ciudad experimentó una afluencia de personas de oriente y de occidente,
incluyendo griegos, sirios, asiáticos, egipcios y una población judía lo suficientemente
grande como para tener una sinagoga (Hechos 18:4). Esta afluencia surgió debido a la
posición de Corinto en las rutas comerciales y al atractivo de su creciente riqueza.
No obstante, los romanos continuaban siendo el grupo dominante, aunque se
debe recordar que el mundo romano había sido completamente helenizado (imbuido
por la cultura, la religión y el pensamiento griego). El elemento romano se evidencia por
el número de nombres romanos asociados a Corinto en el Nuevo Testamento (Romanos
16:21-23; Hechos 18:7-8; 1 Corintio 16:17).
Como una colonia romana, la ciudad sería gobernada con un estilo de gobierno
romano y con funcionarios romanos. Solamente los colonos romanos y sus descendientes
podían ocupar cargos.
Al no tener una aristocracia terrateniente, los habitantes de Corinto no tenían
que permanecer en sus posiciones asignadas en la escala social, sino que tenían la
oportunidad de ascender socialmente.16 Mas bien, surgió una aristocracia basada en la
riqueza, aunque la mayoría de la población seguía siendo artesana y esclava.
Corinto también tuvo una población flotante debido al número de comerciantes y
viajeros que pasaban por allí. Con ellos llegaron religiones y filosofías de todo el mundo
conocido.

LOS JUEGOS ÍSTMICOS


Además de sus ventajas mercantiles y militares, Corintio también obtenía ingresos
constantes de los Juegos Ístmicos que se celebraban en sus inmediaciones. Estos juegos
solo los superaban los Juegos Olímpicos en importancia y eran tan importantes que incluso
cuando la ciudad había sido destruida los juegos continuaron. Se permitía la participación
de las mujeres y también había competencias retóricas y musicales asociadas a los juegos.
Los juegos trajeron inevitablemente una mayor afluencia de visitantes, entre ellos
numerosos filósofos y retóricos (oradores públicos) que buscaban difundir su mensaje
o mejorar su perfil público.
Al considerar estos juegos se puede apreciar mejor parte del lenguaje que Pablo
usa en su carta a los Corintios (1 Corintios 9:24-27).

13
Fee, 18.
14
The International Standard Bible Encyclopedia, vol. 2 (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1979), 713.
15
Estrabón, 8.6.23c.
16
Garland, 2.

10 | PRIMERA DE CORINTIOS
EL ORGULLO CORINTIO
Como residentes de una ciudad nueva y floreciente que continuadamente
presenciaba la construcción de nuevos edificios y el aumento de fama y riqueza, los
corintios inevitablemente desarrollaron un creciente orgullo cívico e individual. El orgullo
que sentían por sí mismos y su ciudad se evidencia en las numerosas inscripciones que
describen las contribuciones de individuos a la construcción de algún edificio o algún
collegia (un tipo de club). «El número de tales inscripciones es asombroso».17
Frecuentemente, estas inscripciones eran pagadas por los propios individuos. Hay
inscripciones de casi todos los estratos de la sociedad corintia, incluso de esclavos. De
interés para los eruditos de la Biblia es una inscripción en latín encontrada en Corinto
que dice:
«Erasto puso este pavimento de su propio dinero, en agradecimiento por su nombramiento
como aedile».18

Un aedile era un comisionado de obras públicas.19 El Erasto que se menciona


en esta inscripción suele considerarse como el mismo Erasto al que se refirió Pablo en
Romanos 16:23 donde se le denomina oikonomos (tesorero) en Corinto. La versión de
la Biblia en español Palabra de Dios para Todos (PDT) traduce oikonomos en Romanos
16:23 como «director de obras públicas», de acuerdo con la creencia que este es el hombre
que se menciona en la inscripción. Es posible que este mismo hombre haya cumplido
ambas funciones en la ciudad.
Para los propósitos de nuestro estudio de 1 Corintios, debemos tener en cuenta
que esta abundancia de inscripciones jactándose de los logros propios apunta a una
población que consideraba el orgullo público y la autopromoción como importantes y
cuya valía se basaba en que sus logros fueran reconocidos por los demás.
Que esta idea había permeado la sociedad entera de Corinto lo demuestran muchas
de las inscripciones de las tumbas de los artesanos (comerciantes). Generalmente, los
romanos acomodados, al igual que los griegos, tenían una mala opinión de quienes
ejercían el comercio. Sin embargo, numerosas lápidas descubiertas en Corinto revelan
que los artesanos también estaban muy orgullosos de su trabajo.
Dado que Corinto era una ciudad inicialmente poblada por libertos, era de esperar
el concepto de que se podía mejorar la suerte y ascender en los estratos sociales. Al fin y al
cabo, eso es lo que estas personas habían logrado. Si a esto se le añade que la aristocracia
corintia lo era por la riqueza y no por la clase social hereditaria, era concebible que
cualquiera podría unirse a sus rangos si ganaba suficiente dinero. Por lo tanto, el ascenso
social era totalmente posible en la sociedad corintia.
Ben Witherington señala el significado de este orgullo y ascenso social en Corinto
con respecto a la decisión deliberada de Pablo de ejercer su oficio mientras estaba allí.
[…] en una ciudad en la que el ascenso social era una de las principales preocupaciones,
la renuncia deliberada de Pablo en su aparente estatus habría sido vista por muchos como
algo perturbador, desagradable e incluso provocativo.20

17
Witherington, 18.
18
A. F. Walls, “Erastus” en Douglas, 341.
19
William Hendriksen, Romans, New Testament Commentary (Edinburgh: Banner of Truth, 1980), 515.
20
Witherington, 21.

Lección 1 | 11
LA VIDA RELIGIOSA EN CORINTO
La expresión religiosa de Corinto era tan diversa como su población. Según una
fuente antigua, Pausanias21, la ciudad contaba con veintiséis lugares sagrados dedicados al
panteón grecorromano (término griego que significa «todos los dioses») y a las religiones
mistéricas. La referencia de Pablo en 1 Corintios 8:5 a «muchos dioses» puede ser una
referencia al panteón y su referencia a «muchos señores» en el mismo versículo puede
tener la intención de señalar las religiones mistéricas. Además de los lugares sagrados
mencionados por Pausanias, también había una sinagoga judía en Corinto.
En el Acrocorinto había un templo a Afrodita, la diosa del amor, la belleza y la
fertilidad al igual que la diosa de la navegación. El culto a Afrodita fomentaba actos
inmorales y estuvo ocurriendo aún después de la época de Pablo. Así lo revelan las
monedas que todavía llevan la imagen de su templo en Corinto posterior a las visitas
de Pablo. Según Estrabón22, mil prostitutas del templo habían ejercido su oficio en este
templo en la época de la antigua ciudad.
De hecho, la antigua ciudad había adquirido tal reputación de vicio sexual que
se acuñó el término Korinthiazo, el cual significa «actuar como un corintio», sobre todo
por fornicar,23 mientras que Platón usó las palabras «chica corintia» para designar a una
prostituta.
Algunos eruditos del Nuevo Testamento24 dudan de la exactitud de la información
de Estrabón, pero es claro, por otra evidencia histórica,25 que Corinto ciertamente era
famosa por tener un ejército de prostitutas. No todas ellas habrían estado necesariamente
relacionadas con el templo de Afrodita. Es posible que no hayan sido más que las prostitutas
callejeras normales que se podían encontrar en cualquier puerto marítimo donde hubiera
dinero y gente dispuesta.26 Además, en la Corinto romana, Afrodita se había convertido
en Venus, la venerada madre de la familia imperial y patrona de Corinto. A diferencia
de su predecesora, Afrodita, ella no era un símbolo sexual.27
Las prostitutas solían servir como acompañantes de los adinerados en las comidas
sociales. Muchas de estas comidas se llevaban a cabo en los recintos de los templos
paganos.28 Aquí también se podría esperar encontrar a los filósofos itinerantes (sofistas)
como parte del entretenimiento.
La misma riqueza que atraía a los artesanos y comerciantes también atraería a
artistas y filósofos de todo tipo, cada uno en busca del patrocinio de los ricos de Corinto.
Entre estos filósofos cabría esperar encontrarse a los itinerantes (sofistas) y charlatanes.
El acercamiento con aquellos filósofos pudo haber llevado a muchos creyentes corintios
a considerar a Pablo y sus compañeros bajo la misma luz y a juzgarlos de acuerdo con las
normas vigentes con las que se juzgaba a los filósofos viajeros. Esto es algo que veremos
en nuestra consideración de las divisiones en Corinto que se centraron en los líderes de
la iglesia.

21
Pausanias, Description of Greece, libro II: Corinth, ca.170 d. C. Pausanias fue un historiador y geógrafo del siglo
ii.
22
Estrabón, Geographies, 8.6.20c.
23
Estrabón, 378; Ateneo, 573. Aristófanes fue un dramaturgo ateniense antiguo ca. 446-386 a. C.
24
J. Murphy O’Connor, St. Paul’s Corinth: Texts and Archaeology (Collegeville, MN: Liturgical Press, 1990).
25
Los escritos de Plutarco y Dion Crisóstomo.
26
Fee, 3.
27
Winter, 10, 88.
28
Tito Livio, 23.18.112. Livio fue un historiador ca. 59 a. C.-17 d. C.

12 | PRIMERA DE CORINTIOS
Durante la época del Imperio, se hacía cada vez más énfasis en la «presencia» de
un orador, es decir, en su apariencia, sus gestos, su voz y forma de hablar.29 Más adelante
volveremos a analizar más acerca de estos «sofistas».
También en Corinto había un templo de Apolo, el dios de la profecía. Apolo estaba
asociado al oráculo de Delfos, a unos 50 km de Corinto. Este era un centro a donde muchos
griegos irían para escuchar a los «dioses» acerca de todo tipo de preguntas, desde si una
operación militar sería exitosa hasta qué sexo podría tener un bebé que aún no había
nacido. En Delfos, los interesados podían hacer preguntas a la Pitia (profetisa). No se
sabe si esta práctica influyó en la práctica dentro de la comunidad cristiana corintia, pero
es muy posible que así fuera (1 Corintios 14:35).30
Además, también había un templo de Asclepio en Corinto. Las excavaciones
arqueológicas han descubierto numerosas representaciones en arcilla de partes del
cuerpo en este templo. No es claro si estas partes del cuerpo representaban las partes
que las personas deseaban curar o aquellas partes que ya habían sido curadas. Lo que
está claro es que el gran número de genitales entre estas partes del cuerpo en arcilla
es evidencia de una considerable enfermedad sexual y, por ende, de una considerable
actividad inmoral. El templo de Asclepio en Corinto también es significativo porque es
uno de los varios templos paganos que tenían un baño y un comedor adyacentes.31
Al ser una colonia romana, la nueva Corinto, algunas veces referida como Corinto
romana, tenía una lealtad al emperador y esto implicaba, como mínimo, una adoración
simbólica al emperador quien era considerado divino. En una ciudad poblada y gobernada
por libertos italianos y sus descendientes, como era Corinto, se esperaría más que una
adhesión nominal al culto imperial.
Las colonias romanas, como Corinto, solían tomar su ejemplo de Roma. El estilo
arquitectónico y el diseño de la nueva ciudad eran romanos, los eventos romanos se
agregaron a los Juegos Ístmicos, las inscripciones oficiales solían estar en latín y hay
evidencia que sugiere que, en la época de Pablo, los procedimientos del consejo gobernante
se hacían en latín.32 Más adelante, durante el reinado de Adriano (117-138 d. C.), hubo
un resurgimiento con respecto a la cultura griega clásica en Corinto pero incluso esto
fue solo después de que el propio Adriano promoviera el helenismo (la cultura griega).

¿POR QUÉ ESTO ES RELEVANTE PARA NOSOTROS HOY?


Al estudiar las diferentes cuestiones que se plantean en Corinto, descubriremos
que muchas de ellas se originan en los creyentes de corintio quienes traen consigo los
valores de la cultura de su ciudad a su cristianismo.
Aunque el evangelio es transcultural, también es contracultural. La mayoría de las
culturas del mundo derivan su sentido de los valores de una perspectiva humana y no
divina. De hecho, las dos son incompatibles debido a sus orígenes.
La mayoría de los problemas de Corinto surgen porque los creyentes allí no lograron
romper adecuadamente con la cultura circundante y sus valores.
Un equivalente moderno puede encontrarse en la iglesia occidental donde el
materialismo de nuestra sociedad se ha introducido en la Iglesia. Si bien el evangelio

29
Quintiliano, 11.3.12f y Cicerón: Orations, 3.56.213. Dos escritores antiguos.
30
Witherington, 16.
31
Witherington, 15.
32
Ver Winter, 13.

Lección 1 | 13
tiene relevancia para la cultura materialista occidental, también confronta el sentido de
los valores de esa cultura.
Ejemplos en donde los valores y los patrones de pensamiento de la cultura corintia
han infiltrado el pensamiento de los creyentes allí pueden verse en su manera de abordar
la «sabiduría» y el «conocimiento» y los problemas asociados con la comunión en Corinto.
Esto quedará más claro cuando pasemos al texto que trata estos temas.
Pero, ¿tiene esto más relevancia para nosotros hoy que simplemente un elemento
esencial para entender la Primera Epístola de Pablo a los Corintios? Yo creo que sí.
Desde una perspectiva pastoral es importante recordar que los nuevos creyentes
casi inevitablemente traerán consigo algunos de los valores y los pensamientos de su
cultura y contexto. No solo eso, sino que también aquellos que han sido creyentes por
un tiempo significativo llevarán consigo algunos valores que se derivan de su cultura en
lugar de basarse en la Palabra de Dios.
Por lo tanto, es esencial que a todos se nos enseñe la Palabra de Dios para que por
medio de ella podamos ser «transformados mediante la renovación de [nuestra] mente»
(Romanos 12:2).
No es solo lo que hacemos lo que necesita cambiar, sino los propios valores y los
patrones de pensamiento que a menudo forman la base que influye lo que hacemos y
en cómo juzgamos la espiritualidad, el éxito, la valía, lo correcto e incorrecto.

14 | PRIMERA DE CORINTIOS
LECCIÓN 2

LA IGLESIA DE CORINTO
Y SU APÓSTOL
LA LLEGADA DE PABLO A CORINTO
La iglesia de Corinto fue fundada por el apóstol Pablo durante su segundo viaje
misionero el cual duró entre ca. 49-52 d. C. y cubrió Asia Menor, Macedonia y Grecia.
Fue en esa época cuando Pablo entró por primera vez con el evangelio a Europa,
aunque es muy posible que ya lo hubieran llevado a Roma los conversos reunidos por la
predicación de Pedro en el Día de Pentecostés en Jerusalén (Hechos 2:10). Definitivamente
ya había creyentes en Roma antes de que Pablo llegara allí. Su epístola a los Romanos
fue escrita antes de que él fuera allí y estaba escribiendo a los creyentes que ya estaban
allí antes que él.
Pablo probablemente llegó a Corinto hacia el año 51 d. C. Esta es una de las fechas
bíblicas de las que podemos estar seguros porque sabemos que Pablo llegó después de
que Claudio expulsó a los judíos de Roma (Hechos 18:2). Sabemos que Claudio hizo
esto ca. 49/50 d. C.1 Según el historiador romano Suetonio, la expulsión de los judíos
de Roma fue debido a problemas instigados por uno llamado «Cresto». No se sabe con
seguridad si se trata de una referencia a la división en la comunidad judía por el hecho
de que Jesús de Nazaret fue aclamado por algunos como el Cristo.
Pablo permaneció en Corinto durante dieciocho meses (Hechos 18:11). Estuvo allí
cuando Galión era procónsul de Acaya (Hechos 18:12 ss.). La carta délfica de Claudio hace
referencia a este procónsul, Lucio Junio Galión.2 Generalmente, se considera que esta
carta refleja una fecha alrededor de 52 d. C.3 Aunque en la actualidad es prácticamente
imposible determinar las fechas exactas del tiempo del cargo de Galión, es casi seguro
que fue procónsul en algún momento entre 51-53 d. C.4 Esto ubicaría la llegada de Pablo
a Corinto alrededor de 50/51 d. C.
Pablo probablemente dejó Corinto a finales del año 51 d. C.5 o comienzos del año
52 d. C.6 De allí, él viajó de regreso a Siria antes de emprender su tercer viaje misionero
que lo llevó a Éfeso. Probablemente fue desde aquí que Pablo habría escrito su carta
anterior, mencionada en 1 Corintios 5:9, y esta fue seguida en la primavera del 55 d. C. por
la que conocemos como la Primera Epístola de Pablo a los Corintios (1 Corintio 16:8-9).
Pablo había llegado a Corinto habiendo experimentado un desánimo considerable.
En Tesalónica, su trabajo había sido saboteado por judíos fanáticos (Hechos 17:1 ss.)
quienes, cuando escucharon de su éxito en Berea, llegaron también allí, obligándolo a
irse y viajar solo a Atenas (Hechos 17:31 ss.).
En Atenas, Pablo se había enfrentado a filósofos e intelectuales en el Areópago,
un gran lugar de debate en Atenas (Hechos 17:16 ss.) pero su éxito fue mínimo. Por eso,
cuando llegó posteriormente a la «ajetreada, orgullosa e intelectual ciudad de Corinto»7, no
es de extrañar que llegara «con debilidad y con temor y mucho temblor» (1 Corintio 2:3).

1
Seutonio, Vida de Claudio.
2
James H. Oliver, “The Epistle of Claudius Which mentions the Proconsul Junius Gallio”, Hesperia 40 (1971), 239-
240.
3
Anthony C. Thiselton, The First Epistle to the Corinthians, The New International Greek Testament Commentary
(Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2000), 29.
4
J. Murphy O’Connor, St. Paul’s Corinth: Texts and Archaeology (Collegeville, MN: Liturgical Press, 1990), 140-160.
5
David E. Garland, 1 Corinthians, Baker Exegetical Commentary on the New Testament (Grand Rapids, MI: Baker
Academic, 2003), 18.
6
Thiselton, 31.
7
Leon Morris, 1 Corinthians, Tyndale New Testament Commentaries (Leicester: IVP, 1997), 19.

16 | PRIMERA DE CORINTIOS
EL TRABAJO DE PABLO EN CORINTO
Pablo se alojó en casa de Priscila y Aquila, dos judíos que habían sido expulsados
de Roma bajo el edicto del emperador Claudio. No es seguro que fueran cristianos en
ese punto, pero ciertamente lo eran antes de que Pablo los dejara (Hechos 18:24 ss.).
Mientras estaba allí, Pablo se dedicó a hacer tiendas de campaña con ellos (Hechos
18:1-3). Cada día de reposo él discutía en la sinagoga (Hechos 18:4).
Eventualmente, sus colaboradores Silas y Timoteo se unieron a él con la noticia
de que todo iba bien en las iglesias macedonias (Hechos 18:5). Pablo se dedicó entonces
exclusivamente a la predicación, lo que indica que él dejó de fabricar tiendas al menos
por un tiempo (Hechos 18:5).
Cuando la oposición judía creció, abandonó la sinagoga y en su lugar, utilizó la casa
de un tal Ticio Justo como sede de su predicación (Hechos 18:6-7). Los únicos conversos
judíos que se mencionan son los de la casa de Crispo, el jefe de la sinagoga (aunque,
como ya se había dicho, Aquila y Priscila puede que se hayan convertido en Corinto)
(Hechos 18:8). De ahí que los nombres judíos no figuren mucho en la correspondencia
corintia. (Hay uno, Sóstenes en 1 Corintios 1:1, quien puede ser el mismo Sóstenes de
Hechos 18:17). Sin embargo, claramente hubo creyentes judíos en la congregación. Así
lo demuestra 1 Corintios 7:18 con su referencia a aquellos ya circuncidados.
De acuerdo con Hechos 18:8 «… muchos de los corintios, al oír [a Pablo] creían y eran
bautizados». Dado que los corintios nativos tendían a ser gentiles, esta es probablemente
una referencia a los conversos gentiles en contraposición a los conversos judíos.
Con el éxito de Pablo creció la oposición judía, pero él fue alentado por una visión
del Señor (Hechos 18:9-11). Los judíos hicieron que Pablo compareciera ante Galión, el
procónsul romano de Acaya, pero Galión no consideró que sus acusaciones justificaran
una acción civil (Hechos 18:12-17).
Pablo salió de Corinto, acompañado de Priscila y Aquila, hasta Éfeso (Hechos 18:18-
9). Luego, continuó hasta Antioquía de Siria (Hechos 18:21-22), la asamblea cristiana
que había reconocido su llamado en Dios y lo había enviado (Hechos 13:1-3). Como
sucedió después de su primer viaje misionero, probablemente presentó un informe de
sus actividades (Hechos 14:26-27).

EVENTOS POSTERIORES A LA SALIDA DE PABLO DE CORINTO


Después de que Pablo partió de Corinto, Apolos, un judío de la ciudad egipcia de
Alejandría, llegó a Éfeso, donde conoció a Priscila y Aquila (Hechos 18:24-25). Apolos
conocía bien las Escrituras y conocía sobre Jesús (Hechos 18:25). No sabemos de donde
recibió Apolos este conocimiento, aunque sí sabemos que había judíos de Egipto presentes
el día de Pentecostés cuando Pedro predicó (Hechos 2:9-10).
El conocimiento de Apolos era limitado en el sentido que «solo conocía el bautismo
de Juan» (Hechos 18.25). Una comparación con otras partes de las Escrituras (Mat. 3:11;
Hechos 1:5; 19:1-6) nos informa que Apolos no tenía conocimiento del bautismo en el
Espíritu y muy probablemente del bautismo en agua en el Nombre de Jesús. Priscila y
Aquila lo instruyeron sobre estos temas (Hechos 18:26) y, cuando expresó su deseo de ir a
Acaya, los hermanos de Éfeso lo recomendaron a los creyentes de Acaya (Hechos 18:27).
Mientras estuvo en Acaya, Apolos habló con valentía en debates públicos
argumentando que Jesús era el Mesías (el Mesías es el equivalente judío del griego «Cristo»
y ambos significan «el Ungido») (Hechos 18:27-28). Pasó algún tiempo en Corinto (Hechos

Lección 2 | 17
19:1), donde su presencia y su evidente elocuencia propiciaron, sin saberlo, parte de las
divisiones en la iglesia que Pablo mencionaría en su Primera Epístola a los Corintios.
Sabemos que cuando Pablo escribió 1 Corintios, Apolos estaba con Pablo en Éfeso
y se mostraba reacio a volver a la ciudad (1 Corintios 16:12). Esto bien pudo haber sido
porque su nombre estaba siendo utilizado para fomentar las divisiones que existían allí.
En 1 Corintios 5:9 Pablo menciona una carta que él ya había escrito a los Corintios
previo a lo que llamamos 1 Corintios. Poco sabemos sobre esta carta, salvo que en ella se
había planteado el tema de su acercamiento a los que practicaban inmoralidad sexual.
Esto parece haberse malinterpretado en algún sentido por al menos algunos, si no todos,
de los creyentes corintios (1 Corintios 5:10-13) y quizás incluso totalmente ignorado por
otros (1 Corintios 5:1-8).
Gordon Fee sugiere que la carta también mencionaba a los creyentes que estaban
involucrados en otros pecados como la idolatría.8 Aunque no podemos estar seguros, es
muy probable que la carta que los creyentes de Corinto le escribieron a Pablo y a la que él
responde en 1 Corintios (1 Corintios 7:1) fuera a su vez su respuesta a esta correspondencia
previa de Pablo, que ahora está perdida para nosotros.9

EL LUGAR Y LA FECHA DE COMPOSICIÓN DE 1 CORINTIOS


La Primera Epístola a los Corintos fue escrita probablemente desde Éfeso ca. 55
d. C. ¿Cómo sabemos esto? En primer lugar, tenemos evidencia interna en la propia
epístola (carta).
Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés… (1 Corintios 16:8)
Esto sitúa claramente a Pablo en Éfeso cuando se acercaba la fiesta judía de
Pentecostés. Esta se celebraba en el mes judío de siván, el equivalente de nuestro mes
de mayo/junio, cincuenta días después de la Pascua.
De acuerdo con Hechos 18:1 ss. Pablo llegó a Corinto poco después de que Claudio
expulsara a los judíos de Roma. Sabemos que esto ocurrió ca. 49 d. C. y que Pablo estuvo
en Corinto durante dieciocho meses (Hechos 18:11) y estuvo allí cuando Galión era
procónsul de Acaya (1 Corintios 18:12).
Normalmente un procónsul tomaba posesión de su cargo el 1 de julio y una
inscripción de Delfos, cerca de Corinto, sitúa la entrada de Galión como procónsul
alrededor de 51/52 d. C. Por lo tanto, Pablo estuvo en Corinto en el verano del año 51/52
d. C.10 Si asumimos que Pablo entró a Corinto hacia el 49/50 d. C. entonces él partió
alrededor del año 51/52 d. C.
Se debe tener en cuenta el tiempo de regreso de Pablo a Antioquía de Siria, su viaje
a través de Galacia y Frigia y su llegada final a Éfeso (Hechos 18.19-19:1). Podríamos
suponer que llegó a Éfeso hacia finales del año 52 d. C. o comienzos del 53 d. C.
Cuando escribió 1 Corintios, parece que Pablo se acercaba al final de su estancia
en Éfeso en la primavera (1 Corintios 16:8). En total, permaneció en Éfeso durante 2-3
años (Hechos 19:8-10; 20:31). Por tanto, debemos situarnos alrededor del año 55 d. C.

8
Gordon D. Fee, The First Epistle to the Corinthians, The New International Commentary on the New Testament
(Grand Rapids, MI: Eerdmanns 1987), 6-7.
9
John C. Hurd, The Origin of 1 Corinthians, 2.a ed. (Macon: Mercer University Press, 1983), 50-58.
10
Para una mayor discusión sobre esto ver F.F. Bruce, New Testament History (Basingstoke: Pickering & Inglis, 1987),
282

18 | PRIMERA DE CORINTIOS
LA RAZÓN PARA ESCRIBIR 1 CORINTIOS
Pablo se vio impulsado a escribir 1 Corintios por dos cosas principales que se
mencionan a continuación:
Un informe de la casa de Cloé sobre algunas de las cosas que estaban ocurriendo
entre los creyentes de Corinto (1 Corintios 1:11)
Sabemos que este grupo informó a Pablo sobre las divisiones dentro de la asamblea
que se centraban en determinados líderes cristianos, incluidos él mismo y Apolos. Sin
embargo, no podemos estar seguros de si también le informaron del comportamiento
inmoral mencionado en el capítulo 5.
Lo que sí sabemos es que estos dos problemas no se mencionaron en la carta oficial
que le llegó a Pablo de la iglesia de Corinto. No sabemos el motivo.
Una carta de la propia iglesia corintia (1 Corintios 7:1 ss.)
Probablemente fue traída a Pablo por Estéfanas, Fortunato y Acaico (1 Corintios
16:17).
En ella se plantean una serie de cuestiones.
• Abstenerse del matrimonio/obligaciones sexuales matrimoniales - ¿Qué es
lo correcto?
• Comer carne sacrificada a los ídolos/en templos de ídolos - ¿Qué es lo correcto?
• Decoro en la alabanza - ¿Qué y quién es espiritual?

Este asunto cubre varias cosas:


• Cobertura de la cabeza
• La Cena del Señor
• Los dones espirituales
• Preguntas sobre la resurrección

DISCUSIÓN ACADÉMICA SOBRE LA RELACIÓN DE PABLO CON LOS CORINTIOS


Existe un debate entre los eruditos sobre la naturaleza exacta de la relación entre
Pablo y la iglesia de Corinto en la época en que se escribió 1 Corintios.
Algunos eruditos11 sugieren que las relaciones entre la iglesia y el apóstol eran
en general buenas y que los creyentes corintios aceptaban su autoridad y buscaban su
consejo sobre algunos asuntos.
Este punto de vista está respaldado por:
1. Su carta a Pablo pidiendo su opinión (1 Corintios 7:1)
2. Primera de Corintios 14:37 y 4:20-21 solo tienen sentido si Pablo está hablándole
a una congregación que acepta su autoridad. Si no lo hacen, está desperdiciada
en ellos.
3. Pablo no teme expresar su opinión cuando no tiene palabra del Señor (7:12).
A menos que esté seguro de que los corintios aceptan su autoridad apostólica,
él sería un necio si tratara de darles instrucciones basándose en ella.

11
Ben Witherington III, Conflict and Community in Corinth: A Socio-Rhetorical Commentary on 1 and 2 Corinthians
(Grand Rapids, MI: Eerdmanns, 1995); Bruce W. Winter, After Paul Left Corinth: The Influence of Secular Ethics and Social
Change (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2001).

Lección 2 | 19
4. El capítulo 9 es, de hecho, Pablo poniéndose a sí mismo como ejemplo de
cómo alguien debe comportarse en beneficio del hermano más débil. No es
una defensa sino un ejemplo. Si es un ejemplo, entonces Pablo asume que
muchos en Corinto aceptan su ejemplo.12
5. Primera de Corintios 11:2 sugiere claramente que los corintios están siguiendo
las enseñanzas de Pablo.
6. Hay claros indicios de que existe una división en la iglesia sobre cuestiones,
no una división entre Pablo y la Iglesia (1 Corintios 1:10-12; 3:4-5; 11:18-19).

Otros eruditos, como Hurd13 y Fee,14 sugieren que de hecho hay un conflicto entre
Pablo y los corintios. Hurd sugiere que ellos sienten que él ha dado marcha atrás sobre
el tema de la libertad cristiana, especialmente en su planteamiento de la ética sexual en
la carta «previa». Fee cree que están en desacuerdo sobre quién o qué es «espiritual».15
La evidencia citada para este enfoque es:
1. El hecho de que las instrucciones anteriores de Pablo sobre la inmoralidad
sexual no se han llevado a cabo.
2. Claramente algunos de los creyentes prefieren a otros líderes como Apolos.
3. El lenguaje de Pablo en la epístola parece ser más combativo que informativo.
4. Estas tensiones parecen haber llegado a un punto crítico cuando Pablo visita
nuevamente (2 Corintios 2:1-4).
Mucha de esta evidencia se puede interpretar de otra manera. Por ejemplo, cuando
consideramos 2 Corintios 2 encontramos que, de hecho, la mayor parte de la iglesia
estaba del lado de Pablo y que quizá solo hubo un individuo en particular que estuvo
en contra de él (2 Corintios 2:5-9).
También, aunque algunos de los creyentes pensaban que Apolos era más sabio,
esto no implicaba un rechazo de la autoridad de Pablo.

LOS CREYENTES CORINTIOS - ¿QUIÉNES ERAN?

Estatus social
Primera de Corintios 1:26-28 afirma que la mayoría de los creyentes corintios no
eran de un alto estatus social. Sin embargo, la misma frase implica que algunos lo eran.
El hecho de que algunos podían acudir a los tribunales (1 Corintios 6:1 ss.) ciertamente
apunta a un grupo que era adinerado.
Witherington considera que el pequeño grupo de creyentes más influyentes y
adinerados tendía a tener más influencia en la comunidad cristiana que la que justificaba
su número. Ellos proveerían los lugares de reunión necesarios y las habilidades educativas
requeridas para el funcionamiento de la iglesia.16
También se debe tener en cuenta que los creyentes corintios se habrían reunido en
las casas de los pocos creyentes adinerados. Probablemente había varias de estas casas
en uso y es posible, aunque imposible de probar, que algunos de estos diferentes «grupos

12
Witherington, 78.
13
Hurd, The Origin of 1 Corinthians.
14
Fee, The First Epistle to the Corinthians.
15
Fee, 6-7.
16
Witherington, 22.

20 | PRIMERA DE CORINTIOS
de casas» hubiesen adaptado prácticas diferentes, o hayan dado apoyo a un líder frente
a otro líder apoyado por otro «grupo de casas».17
Sabemos que había un número significativo de personas relativamente pobres en
la congregación (1 Corintios 1:28; 11:22), incluidos esclavos (1 Corintios 7:21-23).
Aun así, 1 Corintios 16:2, 2 Corintios 8:1-2, 14 sugieren que, en general, los corintios
eran más adinerados que otros creyentes del imperio. Hoy en día podemos pensar en
los creyentes pobres de las iglesias occidentales que siguen estando mucho mejor que
los creyentes pobres del tercer mundo, aunque la diferencia entre Corinto y el resto del
imperio puede no haber sido tan marcada.

Contexto étnico
La mayoría de los conversos de Pablo en Corinto eran gentiles (no judíos) aunque
había algunos judíos.
La actitud de algunos de estos creyentes, al menos con respecto a comer en templos
paganos y a la inmoralidad, sugiere que no tenían conexión alguna con la sinagoga. 18 Por
lo tanto, ellos se convirtieron directamente del paganismo, en lugar de ser temerosos de
Dios (gentiles que aceptaban, o simpatizaban con, las verdades básicas del monoteísmo
judío, pero que no estaban dispuestos a convertirse al judaísmo).19
Este análisis del trasfondo religioso precristiano de los creyentes corintios se ve
corroborado por la falta de nombres judíos asociados a la congregación, los problemas
que se plantean (muchos parecen haberse desarrollado debido a patrones de pensamiento
paganos más que judíos) y el relato de Hechos sobre la visita de Pablo a Corinto (Hechos
18:1-10).

¿QUÉ SIGNIFICA ESTO PARA NOSOTROS HOY?


Además de ser un ejercicio puramente académico, este análisis de la iglesia de
Corinto nos hace conscientes de que, como muchas congregaciones cristianas de hoy, la
asamblea allí estaba formada por diversos grupos sociales y por personas de diferentes
trasfondos religiosos y comprensiones de las normas espirituales.
Podemos aprender de esta epístola los principios que permitirán a este tipo de
comunidad mixta reunirse como iguales en el amor de Cristo.20
En la práctica, debemos preguntarnos si nuestras asambleas permiten que los
miembros más pobres se sientan uno con los que son más adinerados o se les hace
sentir inferiores o excluidos. Aunque puede que la mayoría de nosotros no lo hagamos
deliberadamente, podemos hacerlo involuntariamente mediante la organización de
numerosas actividades que les cuesta a los participantes (los miembros más pobres
quedan excluidos porque no pueden pagarlo) o incluso mediante nuestra conversación.
¿Está nuestra conversación dominada por nuestra última ganancia material o la última

17
Richard B. Hays, First Corinthians, Interpretation: A Bible Commentary for Preaching and Teaching (Lousiville,
KY: John Knox Press 1997), 6-7.
18
Hays, 28.
19
Esto es contrario a la opinión de Morris, 1 Corinthians, 20f. Morris considera que la mayoría de los creyentes eran
temerosos de Dios.
20
Para una discusión más completa sobre cómo los asuntos socio-económicos pudieron haber llevado a algunos
de los problemas en Corinto ver Gerd Theissen, The Social Setting of Pauline Christianity: Essays on Corinth (Edinburgh:
T. & T. Clark, 1982).

Lección 2 | 21
moda? Tales conversaciones tenderán a excluir a los más pobres para quienes tales cosas
son inalcanzables o no son esenciales.
Más aún, debemos preguntarnos si nuestras asambleas son lideradas por personas
con base en la riqueza, la perspicacia empresarial o la educación, en contraposición a los
verdaderos valores «espirituales». Si bien es importante que los que ejercen el liderazgo
estén bien entrenados en las Escrituras, debemos reconocer que esto no implica una
educación formal reconocida por las autoridades religiosas. Los Doce, e incluso Cristo
mismo, no asistieron a tales establecimientos, mientras que Pablo ciertamente lo hizo
(Hechos 22:3). Esto no quiere decir que estos establecimientos estén equivocados o
que no son espirituales, pero la educación no implica carácter espiritual, ni tampoco la
riqueza o la perspicacia para los negocios.

22 | PRIMERA DE CORINTIOS
LECCIÓN 3

JUZGAR CON LOS


ESTÁNDARES DEL MUNDO
LA NATURALEZA DEL PROBLEMA EN CORINTO
En 1 Corintios 1:10–4:18 Pablo trata con la división basada en los líderes de la
asamblea de Corinto. Este discurso se extiende hasta 1 Corintios 4:18, por lo que al
examinar todos los versículos hasta este punto debemos recordar que están relacionados
con este tema si queremos interpretarlos correctamente.
Debemos tener en cuenta que estos problemas no han sido fomentados por los
propios líderes. Ciertamente Cristo no fomentaría tal división y sabemos que Pablo y
Apolos no estaban en competencia (1 Corintios 16:12).
El problema tiene que ver con los corintios y con la manera en que juzgan a estos
líderes individuales (1 Corintios 4:1-7).
Lo mismo ocurre todavía en la actualidad. Los creyentes se dividirán por su opinión
personal, por su gusto o disgusto por lo líderes cristianos individuales. Los propios líderes
no han buscado fomentar esta división, ni están en desacuerdo o en competencia el uno
con el otro. Por tanto, tenemos mucho que aprender de lo que dice Pablo a los corintios
aquí.

UN POCO MÁS DE CONTEXTO: SOFISTAS DEL SIGLO I D. C.1


Un sofista era un filósofo itinerante y orador público. Al entrar en una ciudad,
enviaba invitaciones indicando la hora y el lugar en el que se presentaría y hablaría. Si era
bien recibido, entonces posiblemente podía abrir una escuela e incluso ser recompensado
con la ciudadanía para poder hablar en asambleas públicas. A cambio, hablaría en
banquetes y eventos sociales, en nombre de los líderes cívicos en funciones civiles y en
delegaciones de la ciudad ante emperadores o gobernadores. En tales delegaciones se
esperaría que ellos obtuvieran el favor de las autoridades en nombre de la ciudad, como
concesiones fiscales.
Muchos también actuaban como abogados en los casos en que sus habilidades
fueran útiles para ganarse a un juez. Cuando Pablo entró a Corinto, el emperador Claudio
había abolido las leyes que prohibían cobrar honorarios por representar a los clientes
en los tribunales.2
Los diferentes sofistas competirían por los estudiantes, ya que entre más estudiantes
se tuviera, mayores eran las recompensas financieras, en vista de que las tarifas solían
ser elevadas. A través de estas escuelas se formaba la siguiente generación de oradores
públicos, profesores y abogados.
Con la fama, la riqueza y el prestigio en juego, los sofistas no eran cautelosos en
atacarse entre sí, y las disputas entre ellos eran habituales. Se esperaba que los discípulos
de los sofistas fueran ferozmente leales a sus maestros, y esto se manifestaba tanto en la
imitación de su maestro como en sus críticas a los sofistas rivales. Incluso se produjeron
peleas físicas entre los distintos grupos de discípulos y, al menos en una ocasión, se
produjo la muerte.3
A la hora de juzgar a un sofista, no se hacía tanto hincapié en lo que decían sino en
cómo lo decían. A veces la sabiduría griega podía ser abstracta y meramente especulativa.
La presentación era lo más importante y los elementos primordiales eran la apariencia,

1
Para una mayor discusión sobre los sofistas ver Bruce W. Winter, After Paul Left Corinth: The Influence of Secular
Ethics and Social Change (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2001), 31-43.
2
J. A. Crook, Legal Advocacy in the Roman World (London: Duckworth, 1995), 129 -131
3
Filóstrato, Lives of the Sophists, 208.

24 | PRIMERA DE CORINTIOS
los gestos, la voz y el discurso. También se hacía hincapié sobre el estilo y los recursos
retóricos como: las figuras retóricas, los dichos concisos o proverbios. Se esperaba que
la audiencia juzgara al orador. Según Dión Crisóstomo,4 las personas de Corinto eran
amantes de los discursos públicos.

EVIDENCIA DE LA INFLUENCIA SOFISTA SOBRE LA SITUACIÓN EN CORINTO

1. El énfasis sobre la sabiduría en esta sección


La palabra griega para sabiduría es (σοφία) «sofía». Esta palabra se encuentra más
frecuentemente en las cartas a los corintios que en todas las demás cartas de Pablo juntas.
Esto nos da un indicio de cuán importante era el tema para los corintios.

2. Pablo conecta la sabiduría con los griegos (1:22)


Todavía se discute de qué fuente recibieron los corintios su concepto de lo que
constituía la sabiduría, aunque muchos de los eruditos más recientes abogan por un
trasfondo griego5 más que judío.6 Se asume entonces que los corintios se inspiraron en la
cultura sofística que prevalecía en su ciudad. Por tanto, el trasfondo de su pensamiento
era griego.
3. La lealtad a los líderes (1:12)
4. Disputas sobre los líderes (1:11)
5. Jactancia (1:26–31; 3:21)
6. Un énfasis sobre el hablar con elocuencia (2:4)
7. La enseñanza griega de que el hombre sabio era adinerado y rey sobre todos.
«En su secta (los estoicos) el hombre sabio […] es un hombre adinerado y un rey».7

CONCLUSIÓN SOBRE LA NATURALEZA DEL PROBLEMA


La evidencia de la que disponemos, tanto de la cultura de Corinto como de la
primera epístola de Pablo, indica que los creyentes corintios trataban a sus líderes y
maestros cristianos de forma muy parecida a como los discípulos de los sofistas trataban
a sus profesores y señores.
Consideraban que tomar partido y emitir juicios sobre la base de la capacidad
retórica (que se supone que indica sabiduría) era la forma de hacer las cosas. Después de
todo, ¿no eran Pablo, Apolo y otros cristianos itinerantes como otros filósofos itinerantes?

4
Dion Crisóstomo, Oratorio 7.33. Dión Crisóstomo fue un retórico y filósofo griego, ca. 40-112 d. C.
5
Gordon D. Fee, The first Epistle to the Corinthians, The New International Commentary on the New Testament
(Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1987); Johannes Munck, Paul and the Salvation of Mankind, traducido por F. Clark,
(Richmond: John Knox Press, 1959); Bruce W. Winter, After Paul Left Corinth: The Influence of Secular Ethics and Social
Change (Grand Rapids. MI: Eerdmans, 2001); D. E. Garland, 1 Corinthians, Baker Exegetical Commentary on the New
Testament (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2003); Ben Witherington III, Conflict and Community in Corinth: A Socio-
Rhetorical Commentary on 1 and 2 Corinthians (Grand Rapids, MI: Eerdmans 1995).
6
F. C. Baur, “Die Christuspartei in der Korinthiachen Gemeinde der Gegensatz des petrinischen und Paulineischen
Christentums in der altesten Kirche”, Tübinger Zeitschrift 4:61-206 (1831), sugiere una escuela judía basada en Pedro y que
se oponía a la escuela gentil paulina. U.Wilckens, Weisheit und Torheit: Eine exegetisch-religiongeschichyliche Untersung
zu Kor 1 und 2, Beiträge zur historischen Theologie 26 (Tübingen, Mohr. 1959) sugiere un trasfondo judío elitista basado
en la personificación de la sabiduría.
7
Plutarco, Moralia VI, On Tranquility of Mind, 472a. Plutarco fue un historiador, biógrafo y filósofo (ca. 46-20).

Lección 3 | 25
En efecto, los corintios estaban juzgando por los estándares del mundo. Encontramos
que el pensamiento de estos creyentes estaba determinado por el mundo que los rodeaba
en lugar de por la verdad de Dios. Esto es cada vez más común en la iglesia de hoy.

LA RESPUESTA PAULINA A LAS DIVISIONES BASADAS EN LA CULTURA SOFISTA


Pablo no se ocupa solamente del problema externo, sino de su raíz: el pensamiento
erróneo de una fuente incorrecta. Él busca transformar los patrones de pensamiento de
los corintios con respecto a lo que constituye la verdadera sabiduría.
En primer lugar, él señala los errores de las ideas del mundo sobre la sabiduría y
lo que constituye la verdadera sabiduría.
1. Dios ha hecho claro que Él destruirá la idea de la sabiduría de este mundo
(1 Co.rintios1:19-20). La sabiduría del mundo es, por tanto, transitoria y no
eterna como la sabiduría de Dios. Por lo tanto, los corintios no deben quedar
atrapados en ella.

2. El mismo mensaje que los corintios llegaron a creer es considerado como una
necedad para los griegos (1 Corintios 1:22-23).
Los griegos no creían que el cuerpo fuera significativo y frecuentemente lo
consideraban como algo de lo que había que liberarse. Por lo tanto, la crucifixión corporal
de Jesús no tenía ninguna relevancia y hablar de una resurrección corporal era una
tontería (ver Hechos 17:32).
Si los corintios deseaban juzgar según los estándares humanos de la sabiduría,
ellos debían eventualmente rechazar el evangelio.

3. La sabiduría de los hombres ni siquiera se acerca a la sabiduría de Dios (1


Corintios 1:25). La sabiduría de Dios se muestra en la crucifixión de Cristo (1
Corintios 1:24).
Los corintios se conforman con una sabiduría menor si viven según los estándares
de sabiduría del mundo.

4. El hecho mismo de que Dios haya escogido a muchas de estas personas es de


por si un testimonio de que los cristianos no deben juzgar con los estándares
del mundo (1 Corintios 26–28).
Los sofistas y sus patrocinadores buscaban mejorar su propia reputación. Las
palabras de Pablo en 1 Corintios 1:26-29 revelan que esto no tenía credibilidad ante Dios.
Dios escogió las cosas humildes.

5. Los sofistas usaban palabras «sabias» y bien dichas, pero carecían de poder.
En su predicación, Pablo no buscaba usar el tipo de técnicas retóricas que se
consideraban «sabias».
Aun así, el poder de Dios era evidente cuando Pablo predicaba (1 Corintios 2:1-5).

6. Para Pablo lo importante no era la sabiduría del hombre, sino la revelación de


Dios (1 Corintios 2:7-10).
Si comenzamos con una base incorrecta para nuestro pensamiento, esto llevará
a que tengamos actitudes incorrectas e incluso a acciones y juicios equivocados. El

26 | PRIMERA DE CORINTIOS
pensamiento del creyente debe estar basado en una exégesis correcta de la Palabra de
Dios y no en los estándares del mundo que descuidan la Verdad de Dios.

En segundo lugar, Pablo busca transformar el pensamiento de los corintios


mostrándoles cómo deben ver a los líderes cristianos.
1. Estos hombres son siervos, cada uno con una tarea asignada por Dios (1
Corintios 3:5). En vista de esto, ninguno es mayor que el otro: todos son siervos.

2. Cada tarea es esencial para que el trabajo se logre. Esta es una implicación
inevitable de la ilustración agrícola de Pablo (1 Corintios 3:6-7).

3. La verdadera gloria debería ir a Dios porque Él es quien pone la vida en la


semilla (1 Corintios 3:7).

4. Los siervos no están en competencia, sino que trabajan por el mismo resultado
(1 Corintios 3:8, 9a).
Esto es significativo ya que en los círculos del sofista había competencia.

5. Cada siervo será recompensado por su parte en la tarea, no por la de otro (1


Corintios 3:8). Por tanto, no debe competir con el otro, sino hacer fielmente
lo que se le pide.

6. La recompensa final es dada por Dios porque la iglesia es Suya (1 Corintios 3:9).

7. La Iglesia debe estar cimentada en Cristo, no en el hombre o su sabiduría (1


Corintios 3:11).

8. El juicio final queda en manos de Dios (1 Corintios 3:12-15). Por tanto, los
corintios no deberían estar juzgando de manera prematura (1 Corintios 4:5).

9. Los corintios deben reconocer que todos los ministerios están allí para ellos.
No deben limitarse a uno solo (1 Corintios 3:21-22).

10. Cada uno tiene solo lo que Dios le ha dado. No se lo ha ganado, así que no hay
lugar para el orgullo y la jactancia (1 Corintios 4:7).

11. La arrogancia de los corintios delata la insensatez de su pensamiento. No se


parecen a los apóstoles o a Cristo a quien dicen seguir (1 Corintios 4:8-17).

Lección 3 | 27
28 | PRIMERA DE CORINTIOS
LECCIÓN 4

RAZONES POR LAS QUE


NO DISCIPLINAMOS
INTRODUCCIÓN
En esta lección veremos el caso de inmoralidad en 1 Corintios 5:1-13 y trataremos
de descubrir por qué pudo haber sido que los creyentes corintios no lidiaron con el
hombre inmoral.
Luego procederemos a aplicar las posibles razones de su fracaso a las razones por
las que dejamos de ejercer la disciplina en la iglesia hoy.

LA NATURALEZA DE LA INMORALIDAD
El pecado en cuestión en 1 Corintios 5 es descrito por Pablo como: «porneia» (pορνεία)
(1 Corintios 5:1). En el mundo griego secular, «porneia» solía significar «prostitución» en
el sentido de ir a una prostituta y pagar por favores sexuales. El judaísmo helenístico usaba
la palabra para referirse a todos los pecados sexuales extramatrimoniales o aberraciones
de este tipo.1 En el caso de los corintios, Pablo declara explícitamente cuál situación
inmoral particular tiene en mente: un caso de incesto involucrando a un hombre y su
madrastra2. El término griego «gunaika tina tou patros» (γυναῖκά τινα τοῦ πατρὸς) es
tomado directamente de la LXX de Levítico 18:7-8, donde hace referencia a una esposa
del padre que no es la propia madre, en otras palabras, una madrastra3.
El infinitivo presente del verbo «tener» («exein»; gr. ἔχειν), aunque a veces se usa
simplemente en el sentido de tener sexualmente,4 era más a menudo un eufemismo de
estar casado o de estar en una relación sexual continua.5
Por tanto, el caso al que Pablo se refiere no fue un único encuentro sexual aislado,
sino una relación continua. Sin embargo, ¿se trataba de una relación extramatrimonial o se
había entrado en un contrato matrimonial o alguna forma de concubinato? Cabe señalar
que el concubinato era un matrimonio de facto (unión marital de hecho) contraído por
aquellos que, por diversas razones legales, no podían contraer un matrimonio legítimo6.
Por ejemplo, un senador no podía legalmente casarse con una liberta, pero ella podía
ser su concubina. En vista de que el hijo no podía contraer un matrimonio legalmente
reconocido con su madrastra, el concubinato es la alternativa más probable.

LA LEY JUDÍA Y ESTA RELACIÓN


En Levítico 18:7-8 tal relación es prohibida.
Cualquiera que entrara en una relación de este tipo debía ser «cortado» del pueblo
de Dios (Levítico 18:29) mediante la muerte (ver Levítico 20:10-12).

1
Gordon D. Fee, The First Epistle to the Corinthians, New International Commentary on the New Testament (Grand
Rapids, MI: Eerdmans, 1987), 200.
2
El Griego literal dice: «ὢστε γυναῖκά τινα τοῦ πατρὸς ἔχειν».
3
Esto niega cualquier sugerencia de que la mujer era la concubina del padre, ya que es más probable que Pablo
utilizara la frase παλλακή τοῦ πατρὸς que se encuentra en Génesis 35:22 (LXX).
4
Deuteronomio 28:30 (LXX); Isaías 13:16 (LXX).
5
Éxodo 2:1 (LXX); 2 Crónicas 11:21 (LXX); 1 Esdras 9:12, 18 (LXX); Tobías 3:8 (LXX); Isaías 54:1 (LXX); Mateo 22:28;
Marcos 6:18; Lucas 20:28; Juan 4:18; 1 Corintios 7:2, 29.
6
Ver J. J. Meggitt, Paul, Poverty and Survival, Studies in the New Testament and its World (Edinburgh: T & T. Clark,
1998), 150.

30 | PRIMERA DE CORINTIOS
LA LEY ROMANA Y ESTA RELACIÓN
El adulterio y el incesto eran ilegales según la ley agustiniana. Entre las relaciones
que constituían incesto estaban la del hijo, o hijo adoptivo, con su madrastra.7 Incluso
si un hombre se casaba (o entraba en una relación de concubinato) con su madrastra
después de que ella enviudara o se divorciara, él aún podría ser acusado de incesto
porque su matrimonio sería ilícito.
Como afirman las Institutas: «Tampoco puedo casarme con la que antes ha sido
mi suegra o mi madrastra…».8
Sin embargo, el incesto a través del matrimonio ilegal era tratado con más lenidad
en las cortes romanas que el incesto sin matrimonio.
Algunas veces, sin embargo, aun en los casos de los varones, las acusaciones del incesto,
aunque son naturalmente más serias, son por costumbre tratados con más lenidad que
[los del] adulterio, siempre y cuando el incesto haya sido a través de un matrimonio ilegal.9

En otras palabras, el incesto era considerado más grave que el adulterio a menos
que fuera mediante un matrimonio ilícito. De hecho, se nos informa que: «… el incesto
cometido mediante una unión marital ilícita era habitualmente excusado».10
La ilegalidad de esta relación en la ley romana puede ser la razón por la cual Pablo
la describe como τοιαύτη πορνεία ᾔτις οὐδὲ ἐν τοῖς ἔθνεσιν que literalmente dice: «y una
inmoralidad tal como no existe ni siquiera entre los gentiles».
Nos quedan varias posibilidades respecto al caso que Pablo menciona aquí en 1
Corintios 5.
1. El padre aún estaba vivo y seguía casado con la mujer involucrada
Si este fuera el caso, habría que preguntarse por qué el padre no había tomado
medidas. ya que el no hacerlo podría hacer que él mismo se expusiera a un juicio.
Según la ley agustiniana si un esposo traicionado no se divorciaba de su esposa infiel
y no presentaba cargos contra ella dentro de los sesenta días posteriores al divorcio, él
mismo podía enfrentarse a cargos de incitación al adulterio (encomium) y, si era hallado
culpable, podía sufrir la pérdida de toda su propiedad y ser exiliado.11
El hijo habría cometido el delito más atroz según la ley romana, específicamente
el de adulterio combinado con incesto.
2. El padre estaba muerto o divorciado de la mujer y el hijo no se había casado
con ella ni la había tomado como concubina
En este caso, el hijo podría ser acusado de incesto, pero no de adulterio. Cualquier
ciudadano particular podría entablar una acción legal contra él en ese caso.

7
Digesto, 48.39. El Digesto es una colección de escritos de antiguos juristas romanos.
8
Institutas 1.63. Las Institutas era un tipo de libro para juristas romanos. Ver también el comentario de Cicerón
sobre el caso de una mujer casada con su yerno en la Defensa de A. Cluencio 5.14.
9
Digesto, 48.39.3.
10
Digesto, 48.39.7.
11
O.F. Robinson, The Criminal Law of Ancient Rome (London: Duckworth, 1995), 61-62.

Lección 4 | 31
3. El padre estaba muerto o divorciado de la mujer en cuestión y el hijo se había
casado con ella después, o más probablemente, la había tomado como concubina
Si esta fue la situación entonces el hijo bien podía haberse librado de ser procesado
por la ley, ya que se trataba de un caso de incesto por un matrimonio ilícito.
Existe una amplia evidencia literaria, además de la legislación de Augusto, que
sugiere que la sociedad pagana no veía con buenos ojos los casos de incesto. En la Defensa
de A. Cluencio 5:12-6:16 de Cicerón, Cicerón hace referencia a la relación entre Sasia y
su yerno Melino como de naturaleza repugnante para socavar a su oponente en la corte.
A menos que Cicerón esperara que existiera un aborrecimiento general a este tipo de
relaciones, él no hubiese intentado socavar a sus oponentes legales mencionándolo.
Marcial hace referencia a un caso de incesto entre un hombre y su madrastra,
Galo. Esta relación comenzó cuando el padre estaba vivo y continuó después de su
muerte cuando Galo pasó a vivir con su hijastro. Aunque el padre estaba muerto y la
pareja convivía como si estuviesen casados, Marcial seguía considerando la relación
como abominable.12
El hecho de que los corintios cristianos toleraran este comportamiento, cuando
los paganos no lo hacían, no hacía más que aumentar el sentimiento de vergüenza que
debían sentir los corintios.
El individuo infractor en Corinto habría tenido menos probabilidades de atraer
una censura judicial si se hubiera casado con su madrastra, o la hubiera tenido como
concubina, después de que ella se divorciara o enviudara. Un matrimonio incestuoso
de este tipo, aunque legalmente incorrecto, usualmente no atraería ninguna censura
seria bajo la ley romana. El lenguaje de Pablo sugiere que la acción del hombre era de
lo más atroz posible, lo que ha llevado a muchos eruditos13 a considerar que la opción
(2), anteriormente mencionada, es la más probable, principalmente debido a la falta de
mención de cualquier acción por parte del padre del hombre. Era entonces una relación
extramatrimonial continua entre un hombre y su madrastra, que había enviudado o se
había divorciado del padre del hombre.
Otros, como Winter,14 creen que la opción (1) es la más probable, es decir, que
el hijo tiene una aventura con su madrastra mientras que el padre aún seguía casado
con ella. Es posible que el padre haya estado en el proceso de obtener el divorcio, que
era esencial antes de que se pudiera emprender cualquier acción legal. Por lo tanto, el
padre estaría contemplando y trabajando para emprender acciones legales, pero aún no
estaba en condiciones de hacerlo. Esto explicaría su aparente falta de acción. En un caso
bien documentado, el de Vistilia en el año 19 d. C., su esposo reclamó que él no había
actuado contra el comportamiento promiscuo de ella porque aún no había transcurrido
el plazo de sesenta días.15
Otra posibilidad es que la mujer tuviera un estatus social más alto que el del esposo,
por lo que es posible que este no haya podido emprender acciones legales contra ella.16
Otra sugerencia es que él deseaba evitar la vergüenza pública que podría resultar si la

12
Marcial, Epigrams, 4.16.
13
C. K. Barrett, The First Epistle to the Corinthians, Black’s New Testament Commentaries, 2.a ed. (London: A & C
Black, 1971), 121; M. L. Soards, 1 Corinthians, New International Biblical Commentary (Carlisle: Paternoster Press, 1999),
111; J. K. Chow, Patronage and Power, JSNTSS 75 (Sheffield: Continuum International Publishing Group, 1992), 138.
14
Bruce W. Winter, After Paul Left Corinth: The Influence of Secular Ethics and Social Change (Grand Rapids. MI:
Eerdmans, 2001), 49.
15
Tácito, Annals, 2.85.
16
Winter, 51.

32 | PRIMERA DE CORINTIOS
situación era llevada a los tribunales.17 El problema de esta última propuesta es que, si
la noticia había llegado a Pablo, se trataba de un asunto que ya no estaba oculto ante la
gente y, por lo tanto, la reputación del padre como padre de familia probablemente ya
estaba amenazada. La única manera de reducir el daño sería que él llevara el caso a los
tribunales.

LA REPRIMENDA DE PABLO A LA ASAMBLEA DE CORINTO


Curiosamente, Pablo no ataca a los individuos involucrados en el acto inmoral, sino
que reprende a la asamblea de Corinto en su conjunto por su tolerancia de este hombre
en medio de ellos y, particularmente, por su actitud orgullosa y jactanciosa (1 Corintios
5:2), probablemente una referencia a su jactancia sobre la «sabiduría» (1 Corintios 4:6,
18-19) que él considera como inconsistente con la presencia de este hombre en medio
de ellos.

¿HASTA QUÉ PUNTO ERAN CONSCIENTES LOS CORINTIOS DEL ENFOQUE QUE
DEBÍAN ADOPTAR CON RESPECTO A LA INMORALIDAD SEXUAL?
Hay varias cosas que indican que los corintios ya sabían lo que se debió haber
hecho con este hombre. Son las siguientes:

El lenguaje de Pablo
El lenguaje de Pablo en 1 Corintios 5 es escéptico, sugiriendo que está asombrado
de que los creyentes corintios hayan tolerado a este hombre entre ellos. No parece ser
el lenguaje de un hombre que está buscando instruir a estos individuos sobre tales
asuntos por primera vez, sino más bien el lenguaje de un hombre que esperaba que
ellos ya supieran lo que se debía hacer en tal caso y está asombrado de que ellos no lo
hayan hecho. Pablo incluso menciona una carta anterior escrita a los corintios en la que
él había dado instrucciones sobre el enfoque que se debía adoptar con tales personas
(1 Corintios 5:9 ss.).

La carta anterior de Pablo


En esa carta anterior, Pablo había instruido a los creyentes corintios que no debían
asociarse con ciertos individuos, incluyendo personas sexualmente inmorales.
Una mirada superficial a lo que Pablo afirma en el versículo 10 podría sugerir que
por lo menos algunos de los corintios habían malinterpretado las cartas de Pablo y las
habían encontrado imposibles, especialmente si las interpretaron en el sentido de que
no debían tener ningún contacto social con cualquiera que fuera inmoral, codicioso,
idólatra o estafador. Dado que tales vicios eran prevalentes en la sociedad grecorromana,
Pablo mismo afirma la imposibilidad de esto en 5:10c. Sin embargo, tal interpretación
plantea un dilema. Si los creyentes corintios habían interpretado el mandato de Pablo
como tal que no podían tener ningún contacto con los que practicaban inmoralidad
sexual, ¿cómo podrían tolerarlo entonces dentro de su propia comunidad?
Una posible solución, sugerida por Fee,18 es que algunos miembros de la comunidad
de Corinto, opuestos a Pablo, hayan cuestionado y ridiculizado deliberadamente sus

17
Winter, 51.
18
Fee, 222.

Lección 4 | 33
instrucciones anteriores, dando a entender que seguirlas significaría tener que abandonar
este mundo. Por lo tanto, no habían interpretado mal lo que Pablo quiso decir, sino más
bien lo habían tergiversado. En vista de que las instrucciones de Pablo son imposibles, no
pueden ser legítimas. Por consiguiente, los corintios podrían sentirse libres de cualquier
prohibición sobre sus asociaciones, incluso con este hombre.
Una explicación más satisfactoria es asumir que Pablo, de hecho, no estaba
aclarando un malentendido sino más bien reafirmando lo que ya se aceptaba como su
intención en esta carta anterior, es decir, que Pablo no estaba hablando de personas
fuera de la iglesia cristiana, sino de las que estaban dentro. Si ese fuera el caso, entonces
los corintios habrían sabido que ellos no debían haber tenido a un individuo como el
incestuoso en su comunidad. Esta posibilidad depende de cómo se interprete el tiempo
aoristo y el νῦν (español, «ahora») en el versículo 11.
La NBLA traduce νῦν δὲ ἔγραψα ὑμῖν como: «Sino que en efecto les escribí…». Esto
implica que Pablo está aclarando un malentendido por parte de los corintios.
Es significativo que en los versículos 9 y 11 el verbo «escribí» es un tiempo aoristo,
el cual generalmente denota un evento único del pasado.
El versículo 9 hace referencia a un evento en el pasado, a saber, la escritura de la
carta anterior. No hay razón para suponer que no se hace referencia a lo mismo en el
versículo 11.19 Es poco probable que ἔγραψα (escribí) haya cambiado su sentido entre
el versículo 9 y el versículo 11.20 Así que en el versículo 11 Pablo está afirmando, no
aclarando, lo que escribió en su carta anterior, específicamente que no deberían asociarse
con nadie que se llamara a sí mismo un hermano, pero que fuera sexualmente inmoral
o codicioso, idólatra, calumniador, borracho o estafador (1 Corintios 5:5).
La razón por la que algunos eruditos suponen un cambio se debe a la presencia de
νῦν (ahora) en el versículo 11. Esto, sin embargo, puede ser un νῦν lógico (en el sentido
de expresar lo que sabe que otros ya saben) en lugar de temporal (indicando tiempo).21
Pablo estaría diciendo entonces algo parecido a: «Pero en realidad les escribí». De hecho,
algunos manuscritos22 dicen νυνί, cambiando así claramente el sentido a un sentido
lógico en lugar de temporal.

Las referencias del Antiguo Testamento


En 5:13b Pablo cita Deuteronomio 17:7 de la LXX y también refleja el lenguaje y
el pensamiento de Deuteronomio 19:19; 21:21; 22:21, 24 y 24:7.23 Pablo cita la LXX sin
su habitual «Escrito está»24 posiblemente porque espera que los corintios conozcan el
contexto de lo que está diciendo. En apoyo de esto está el hecho de que a lo largo de 1
Corintios Pablo hace referencia a los textos del Antiguo Testamento sin ninguna otra

19
Hans Conzelmann, 1 Corinthians: A Commentary, Hermeneia: A Critical & Historical Commentary on the
Bible (Philadelphia: Fortress Press, 1975), 102; David E. Garland, 1 Corinthians, Baker Exegetical Commentary on the
New Testament (Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2003), 187; Leon Morris, 1 Corinthians, Tyndale New Testament
Commentaries, edición revisada (Leicester: IVP, 1997), 89.
20
Conzelmann, 102; también Morris, 89.
21
Conzelmann, 102; Garland, 187. La NBLA y la RVR60 asumen un «νῦν» lógico mientras que la NVI lo asume como
temporal.
22
‫ *א‬CD 6, 104, 365, 629 pm.
23
M. L. Soards, 1 Corinthians, New International Biblical Commentary (Carlisle: Paternoster Press, 1999), 120.
24
Brian S. Rosner, Paul, Scripture and Ethics: A Study of 1 Corinthians 5-7 (Leiden: E. J. Brill, 1999), 514. Argumenta
que, aunque Pablo no vincula directamente sus palabras con el Antiguo Testamento con su habitual «Está escrito», la
redacción coincide con la LXX. Adicionalmente, la palabra, ἐξαίρω, no se encuentra en ninguna otra parte en Pablo, pero
sí Deuteronomio 17:7 de la LXX.

34 | PRIMERA DE CORINTIOS
explicación.25 Esto sugiere que él esperaba que los creyentes de Corinto estuvieran
familiarizados con estos textos.26 Si los conocían, entonces habrían sabido que se esperaba
que el pueblo del pacto de Dios expulsara a quienes cometieran pecados que violaran
sus límites morales. También habrían sabido, por el contexto, que el incesto era uno de
esos pecados que requería la expulsión.

La práctica en el judaísmo
Dentro del judaísmo, un pecado así normalmente habría requerido la pena de
muerte. Sin embargo, bajo Roma, el derecho de los judíos a ejecutar tal sentencia se
vio seriamente socavado, por lo que se recurrió en su lugar a la expulsión.27 En Qumrán
también habría resultado en una expulsión.28 Si la iglesia cristiana derivó gran parte de
su moralidad y procedimientos disciplinarios del judaísmo, sería razonable esperar que
los creyentes de Corinto fueran conscientes de que el incesto no era aceptable y debía
llevar a la expulsión.

¿POR QUÉ LOS CORINTIOS NO LIDIARON CON ESTE HOMBRE?


Las diversas sugerencias que se presentan para explicar el fracaso de los corintios
pueden clasificarse en varias categorías.

Teológica
Los que proponen una razón teológica para su tolerancia argumentan que los
corintios han podido conciliar el comportamiento inmoral del hombre con su pensamiento
teológico a través de una tergiversación del mensaje paulino de libertad29, una escatología
sobre-realizada30 o una visión platónica del cuerpo31.
Por ejemplo, F.F. Bruce32 basándose en 1 Corintios 6:12 ss. argumenta que los
corintios habían llevado la enseñanza paulina sobre la libertad cristiana respecto a la ley
judía a tal extremo que sentían que tal pecado era una expresión válida de esta libertad
recién descubierta. Él cita 1 Corintios 6:12 como un lema corintio que expresa su visión
distorsionada de la libertad cristiana.
Sin embargo, hay una serie de factores que median en contra de una justificación
teológica por parte de los corintios por su falta de acción contra este hombre.
En primer lugar, Pablo no parece tratar con ninguna teología errónea, algo que
podríamos esperar si esa fuera la fuente de su comportamiento.

25
1 Corintios 5:7-8; 10:1–6.
26
Richard B. Hays sugiere que los lectores de las cartas de Pablo tenían un conocimiento extenso de la Septuaginta.
Ver Richard B. Hays, Echoes of Scripture in the Letters of Paul (New Haven: Yale University Press, 1989), 29.
27
Rosner, 82.
28
1QS VIII, 20 -21; 4Q266, fr.11, 9-17.
29
C. H. Talbert, Reading Corinthians: A Literal and Theological Commentary on 1 and 2 Corinthians (U.S.: Crossroads,
1987), 251; M. L. Soards, 1 Corinthians, New International Biblical Commentary (Carlisle: Paternoster Press, 1999), 129;
A. F. Johnson, 1 Corinthians, The IVP New Testament Commentary Series (Leicester: IVP, 2004), 88.
30
A. C. Thiselton, “Realized Eschatology at Corinth”, NTS 24, 510-526; Barrett, The First Epistle to the Corinthians, 109.
31
Winter, 76 ss.
32
F. F. Bruce, 1 and 2 Corinthians, New Century Bible Commentary (London: Oliphants, 1971), 54. Este es también
el punto de vista de Fee, The First Epistle to the Corinthians, 201-202. Fee agrega, en consonancia con su argumento
de que un número considerable de creyentes corintios se oponen a Pablo, que es posible que hayan usado esto como
ejemplo de su «espiritualidad» liberada, en contraposición a lo que consideraban como la entrega de Pablo a la libertad
cristiana.

Lección 4 | 35
En segundo lugar, es poco probable que cualquier justificación teológica para
una acción, incluso desaprobada por la sociedad, fuera aceptada por muchos creyentes
corintios. La falta de consenso para tal teología entre los creyentes corintios es evidente
por el hecho de que parece que había algunos que eran ascéticos hasta el punto de abogar
por la supresión de los derechos sexuales matrimoniales (1 Corintios 7:1 ss.), y mucho
más de los de aquellos que estaban en una relación incestuosa.
Hay una situación clara en la que los corintios sí parecen haber formulado un
argumento teológico para justificar el comportamiento, a saber, el argumento de que
en vista de que solo había un Dios, los ídolos no eran más que objetos inanimados y,
por tanto, no había peligro en comer en los templos de los ídolos (1 Corintios 8:1-4). Por
esta razón, sobre la base de 1 Corintios 8:1-6 se podría argumentar que es totalmente
plausible que los corintios se formaran una premisa teológica para justificar su fracaso
en disciplinar al hombre incestuoso. Sin embargo, mientras que comer en los templos de
los ídolos era una norma común y aceptada en la sociedad corintia, el incesto no lo era.
La justificación teológica para una práctica común en la sociedad es fundamentalmente
diferente de una justificación teológica de una práctica que incluso la sociedad pagana
desaprobaba y que probablemente no obtuvo un apoyo considerable dentro de la asamblea
cristiana de Corinto.

Falta de pensamiento colectivo


Existe la posibilidad, aunque poco probable, de que los corintios no vieran la
necesidad de un acto colectivo de disciplina, sino que pensaran que era suficiente que
cada creyente individual no tuviera nada que ver con este hombre. La Primera Epístola de
Pablo a los Corintios (1:10-13; 3:3; 8:9-13; 11:17-22; 12:1 ss.) ciertamente revela una falta
de pensamiento colectivo por parte de los creyentes corintios. Sin embargo, el tono y el
lenguaje de Pablo no son instructivos, como cabría esperar si simplemente necesitaran
una enseñanza sobre este asunto. Más bien sugiere que ellos deberían haber sabido qué
hacer y no lo hicieron. Además, el uso de Pablo de terminología como «entreguen a ese
tal a Satanás», dado sin explicación, sugiere que tenían un concepto de, o una enseñanza
sobre, la disciplina colectiva antes de esta ocasión.

Razones sociológicas

1. La persona era un patrocinador principal de la iglesia


J. K. Chow sugiere que el hombre involucrado pudo haber sido un patrocinador
poderoso y pudiente de la iglesia de Corinto.33 Los patrocinadores esperaban ser receptores
de gratitud y lealtad, por lo que la congregación pudo haberse sentido obligada, de
acuerdo con las prácticas normales entre los patrocinadores y clientes en la sociedad, a
proteger en vez de actuar contra este hombre. Clarke escribe:
Perder el favor de un benefactor clave […] sería impensable en la sociedad grecorromana,
e invitaría a la hostilidad. Sería más conveniente que una figura tan importante fuera
protegida de las críticas que podrían conducir a la excomunión. En otras palabras, puede

33
Chow, “Patronage and Power”.

36 | PRIMERA DE CORINTIOS
haber una situación en la que los clientes hayan escogido ignorar las acciones pecaminosas
del benefactor antes que perder el favor de una persona tan prominente.34

2. La persona era de un estatus social alto


En la ley romana, si el acusado era un padre, un patrocinador, un magistrado o
una persona de alto rango, entonces el demandante no podía ser un hijo, un liberto, un
ciudadano particular o una persona de rango inferior respectivamente35. Con ello se
pretendía evitar la falta de respeto a los superiores y proteger el buen nombre de estos.36
Es muy posible, y parece muy probable, en vista de la posterior instrucción de
Pablo de nombrar jueces incluso a los más pequeños de la asamblea (1 Corintios 6:2-
4), que los creyentes corintios habían asumido algunas de las mismas normas que la
sociedad en lo que respecta a cuestiones de juicio. En efecto, aplicaron en la iglesia la
norma general de la sociedad de que los de menor estatus no podían actuar contra los de
mayor estatus. Así que, si el hombre incestuoso tenía un estatus social más alto que los
otros miembros de la iglesia en Corinto, entonces el resto de la congregación, aunque no
aprobaba sus acciones, pudo haber sentido que no podían tomar ni siquiera una acción
disciplinaria interna contra él.37
De particular importancia aquí es la referencia de Pablo a, «los que son de menor
estima» (o también «los que nada son») (τοὺς ἐξουθενημένους) en 1 Corintios 6:4. Esto
bien se refiere a aquellos en los escalones más bajos de la sociedad38 y si este es el caso
entonces la iglesia de Corinto no ha permitido que estas personas actúen como jueces en
los tribunales internos. Por lo tanto, si el ofensor era de un estatus social alto, entonces
existe la posibilidad de que la población general de la iglesia no pudiera nombrar jueces
de suficiente estatus social para tratar el caso internamente.
3. Falta de apoyo para la disciplina
Es poco probable que, aunque el hombre hubiese sido un patrocinador o de estatus
social alto, él tuviese inmunidad legal contra todos los miembros de la congregación
de Corinto.39 Sin embargo, incluso si hubiera quienes desearan disciplinar al individuo
infractor, y sintieran que tenían la suficiente posición social para hacerlo, es posible que
tuvieran dificultades para obtener todo el apoyo de la comunidad, especialmente si este
individuo era un patrocinador.

34
A. D. Clarke, Secular and Christian Leadership in Corinth: A Socio-Historical and Exegetical Study of 1 Corinthians
1-6 (Milton Keynes: Paternoster, 2006), 85-86.
35
Winter, 45.
36
Winter, 60.
37
Incluso asumiendo la propuesta de J. J. Meggitt de que la mayor parte de la iglesia del siglo I era pobre o de clase
baja, esta postura sigue siendo defendible. Un solo individuo de clase alta dentro de la congregación inevitablemente
encontraría que todos los demás eran de un estatus social inferior y consideraría que no podían tomar medidas contra
él. También cabe señalar que no todos están de acuerdo con el análisis de Meggitt. Stegemann y Tidball creen que la
comunidad cristiana corintia estaba compuesta por una muestra representativa de toda la sociedad corintia con las
posibles excepciones de aquellos que se encontraban en los niveles más altos y más bajos. Ver E.W. Stegemann, and W.
Stegemann, The Jesus Movement: A Social History of Its First Century,(Edinburgh, T. & T. Clark, 1999) 314 y D. Tidball, The
Social Context of the New Testament (Cumbria: Paternoster Press, 1997), 98.
38
Winter, 70; Garland, 194, 205-207; B. Kinman, “Appoint the Despised as Judges (1 Corinthians 6:4)”, Tyndale
Bulletin 48:345-354 argumenta sobre este caso de manera sustancial.
39
Meggitt, 152, argumenta que la inmunidad legal del patrocinador solo era válida si el demandante era su liberto.
Por tanto, esto difícilmente iba a ser relevante para toda la congregación de Corinto.

Lección 4 | 37
4. Temor a fallar
En 1 Corintio 6:5 Pablo se refiere al «sabio» (σοφός). La actitud jactanciosa de los
corintios se deriva de su visión de la sabiduría y de quién era el «sabio» en los capítulos
1-4. La sabiduría griega en esa época se preocupaba principalmente de la retórica y la
«presencia física».40 Los retóricos consumados a menudo actuaban como representantes
en casos judiciales.41
Si el hombre incestuoso estaba bien educado en retórica, entonces poder ser que
ninguno de los otros sintiera que tenía las habilidades retóricas necesarias para presentar
un argumento de acusación contra él en un tribunal interno. Fracasar en tal situación
sería motivo de vergüenza y ninguno de los «orgullosos» corintios estaba dispuesto a
correr el riesgo de tal vergüenza. Los versados en retórica y oratoria también tendían a
ser las élites de la sociedad porque una educación en estas disciplinas requería finanzas.42
De modo que el hombre incestuoso bien pudo haber sido un hombre educado de un
estrato social alto.
También es necesario reconocer que en los tribunales seculares grecorromanos
los casos a menudo implicaban ataques al carácter del oponente y de los testigos.43 En
una fuerte cultura de honor y vergüenza, quizás temían que incluso en una audiencia
cristiana de un caso, esto pudiera suceder y nadie quería ser avergonzado.

APLICACIÓN DE ESTO HOY


Hoy en día, la falta de disciplina de la iglesia puede ser el resultado de algunos de los
mismos factores que pudieron haber estado presentes entre los corintios. Podría haber:

1. Justificación teológica o lógica de un pecado


«Jesús me perdona, ¿por qué tú no?»
«Amo a esta persona y Jesús nos dice que amemos».
«Ninguno de nosotros es perfecto, entonces ¿dónde va a parar esto?»

2. No pensar como grupo


«No es nuestro problema, dejemos que otros se ocupen de eso».
«Es entre ellos y Dios».

3. La persona es un buen diezmero/dador

4. La persona pertenece a una familia con influencia en la iglesia

5. La persona tiene una alta posición en la iglesia

6. Falta de apoyo para la disciplina

40
Epicteto, Discourses, 3.1.6.
41
Winter, After Paul left Corinth, 37-38.
42
Bruce W. Winter, Philo and Paul Among the Sophists, 2.a ed. (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2002) 167.
43
David F. Epstein, Personal Enmity in Roman Politics, 218-243 BC (London: Routledge, 1989), 90, 102 ss.

38 | PRIMERA DE CORINTIOS
7. Temor
«¿Cómo reaccionará la gente?»
«¿Podemos llevarlo a cabo?»
«¿Y si nos llevan a los tribunales?»
«¿Y si señalan nuestros errores?»

8. Sentimientos de insuficiencia y debilidad


«¿Quién nos va a escuchar?»
«¿Quién somos para juzgar?»

Lección 4 | 39
40 | PRIMERA DE CORINTIOS
LECCIÓN 5

PROCEDIMIENTOS
DISCIPLINARIOS EN LA
IGLESIA DEL SIGLO I
INTRODUCCIÓN
1 Corintios 6 se toma a menudo como una referencia a los cristianos de Corinto
que recurrían a los tribunales seculares para resolver sus disputas.
Sin embargo, también existe la posibilidad de que sea una continuación de la forma
en la que Pablo lidia con el fracaso de la iglesia de Corinto para tratar el caso de incesto
mencionado en 1 Corintios 5:1-13.
La frase traducida «pleito contra otro» (griego πρᾶγμα… πρὸς τὸν ἕτερον) en Corintios
6:1 es literalmente: «Si tienes un asunto contra otro…». Era una frase técnica para referirse
a tener un caso que requería algún tipo de juicio judicial. Esto incluiría un caso de incesto.
Pablo no dice necesariamente que los corintios hayan recurrido a los tribunales seculares,
sino que les instruye sobre lo que deben y no deben hacer en tales casos. No deben remitir
el caso a un tribunal secular, sino que deben crear su propio tribunal para resolverlo.

¿Por qué no acudir a los tribunales seculares?


Pablo prohíbe claramente a los cristianos de Corinto recurrir a los tribunales
seculares para resolver disputas o cuestiones disciplinarias (1 Corintios 6:1).
Pablo tendría varias razones por las que no deseaba que esto ocurriera.

1. Los tribunales seculares eran reconocidos por sus acusaciones calumniosas


en lugar de juicios ponderados.1

2. Los juristas solían estar abiertos a incentivos financieros u otras influencias.2

3. La fiabilidad de un testigo se basaba en la riqueza y el estatus.3

4. A menudo se imponían penas más duras a los pobres que a los adinerados.4

5. Los casos judiciales se usaban a menudo como medio de venganza más que
de justicia.5

6. Los jurados se seleccionaban de las altas esferas de la sociedad y en Corinto


debían ser ciudadanos romanos.6 Esto pondría a alguien de las clases más
altas en ventaja.

7. El derecho de procesar no estaba abierto a toda la población. Por ejemplo, un


hijo no podía enjuiciar a su padre, un liberto a su patrocinador o alguien de
una clase inferior a alguien de clase más alta.7

1
David F. Epstein, Personal Enmity in Roman Politics, 218-243 BC (London: Routledge, 1989), 90, 102 ss.
2
Apuleyo, The Golden Ass, 9.33; P. Ryl. 119 (ca. 54-67 d. C.).
3
Juvenal, Satire, 3.136-144.
4
Digesto, 47.21.2; Josefo, Antiquities, 18.79-80.
5
Bruce W. Winter, After Paul Left Corinth: The Influence of Secular Ethics and Social Change (Grand Rapids. MI:
Eerdmans, 2001), 64.
6
Winter, 59.
7
Peter Garnsey, Social Status and Legal Privilege in the Roman Empire (Oxford: Clarendon Press, 1970), 182.

42 | PRIMERA DE CORINTIOS
¿CÓMO PODRÍA RELACIONARSE ESTO CON LA FALTA DE DISCIPLINA EN
CORINTO?
Si el establecer algún tipo de tribunal para tratar asuntos de disciplina era una
práctica normal dentro de la iglesia cristiana del primer siglo, entonces puede que los
corintios no lo hayan hecho porque de alguna manera pensaban que debían funcionar
como los tribunales seculares. Esto afectaría la percepción que tenían de sus habilidades
para actuar si se tratara de un individuo de alto estatus.

1. Era de un estatus más alto que el de ellos, por lo que no podían llevarlo ante
un tribunal cristiano.

2. No tenían suficientes personas de estatus para designar como jueces (ver 1


Co. 6:4-5).

3. Dado que la fiabilidad de un testigo dependía de su estatus social, es posible


que pensaran que los testigos que tenían no eran lo suficientemente fiables.

EVIDENCIA DENTRO DE 1 CORINTIOS 6:1-8 DE QUE LA IGLESIA PRIMITIVA


ESTABLECIÓ TRIBUNALES/CORTES

1. Las palabras griegas, «κριτηρίων ἐλαχίστω» (kriteriōn elaxistō) en 1 Corintios


6:2b son traducidas por la NVI como «casos insignificantes». Sin embargo,
κριτηρίων normalmente haría referencia a un tribunal8 o un lugar de un juicio
(ver Santiago 2:6) y por tanto esto probablemente debería traducirse como: «Si
el mundo es juzgado por ustedes, ¿no son competentes para tribunales más
pequeños?» Existe una implicación que los primeros creyentes establecieron
algún tipo de tribunal para lidiar con disputas o infracciones morales.

2. Primera de Corintios 6:4a también hace referencia a κριτηρίων (que la NVI


traduce como «pleitos») y podría traducirse así: «Si tienen tribunales…». Pablo,
en este versículo, parece estar abogando por el nombramiento de incluso los
más humildes de la iglesia como jueces en tales tribunales.

NOTA: La NBLA traduce κριτηρίων como tribunales que juzgan.

OTRAS EVIDENCIAS DEL NUEVO TESTAMENTO DE QUE LOS PRIMEROS


CRISTIANOS ESTABLECIERON TRIBUNALES/CORTES

Mateo 18:15-20
Aunque algunos manuscritos agregan la frase «contra ti» en Mateo 18:15, esta no
se encuentra en la mayoría de ellos.9 La evidencia manuscrita que se conserva sugiere
que esta frase no es original,10 lo que implica que lo que se contempla en Mateo 18:15-20

8
J. H. Moulton y G. Milligan, The Vocabulary of the Greek Testament (London: Hodder and Stoughton, 1929).
9
Está ausente del Sinaítico y el Vaticano.
10
R. T. France, "Matthew" en New Bible Commentary, eds. D. A. Carson, R.T. France, J. A. Matyer, and G. J. Wenham
(Leicester: IVP, 1995); W. Hendriksen, Matthew, New Testament Commentary (Edinburgh: Banner of Truth Trust, 1973),

Lección 5 | 43
no es solo una cuestión personal, sino que también podría incluir los pecados contra la
comunidad.
De cualquier manera, el procedimiento es el siguiente cuando alguien peca.

1. Una persona se acerca al infractor. Si se arrepiente, el asunto no se lleva más


lejos.

2. La persona debe ser abordada nuevamente con una o dos personas más
presentes. Estas personas adicionales pueden ser testigos de la falta inicial,
de acuerdo con las instrucciones establecidas en Deuteronomio 19:15.11 (La
necesidad de 2 o 3 testigos parece haber sido un aspecto del judaísmo adoptado
por los primeros cristianos, ver 1 Timoteo 5:19; 2 Corintios 13:1). Si el hermano
infractor se arrepiente en este momento, entonces el asunto queda resuelto.

3. Ahora, si la persona se rehúsa a arrepentirse, el asunto se lleva a la iglesia.

4. Si la persona se rehúsa a aceptar el juicio de la iglesia entonces debe ser


condenada al ostracismo.

La forma en la que la iglesia debe tratar este asunto no se establece explícitamente,


pero hay algunas indicaciones en Mateo 18-19.
Mateo 18:18 habla de «atar» y «desatar», lo que frecuentemente se asocia con la
oración. Sin embargo, la oración no es el contexto. El contexto es tratar con los que pecan.
Josefo utiliza la idea de «atar» y «desatar» en el contexto de los funcionarios que
tienen autoridad para «encarcelar» o «liberar»,12 por lo tanto en un sentido judicial. En b.
Sab. 4a los equivalentes arameos, ’sr (atar) y ntr (desatar) se utilizan en relación con lo
que es un comportamiento prohibido o permitido. También, en b. M. Qat 16ª ’sr (atar) y
ntr (desatar) son utilizados para referirse a la imposición o liberación de una prohibición
de exclusión. Aunque estos dos últimos usos son posteriores al texto de Mateo, junto con
el texto de Josefo indican que el uso aquí es judicial.
Otro paralelismo entre las declaraciones de Mateo y la creencia de los rabinos puede
verse en el hecho de que «Los rabinos creían que Dios o el tribunal celestial reconoce las
decisiones haláquicas y las sentencias de los tribunales rabínicos».13
Así que Mateo está usando el mismo lenguaje que se usó en los tribunales judíos
para imponer castigos y decidir qué comportamiento era o no aceptable, con la creencia
que tales decisiones eran ratificadas por el cielo.
Dado que el contexto está lidiando con individuos pecadores no arrepentidos en
la iglesia, esto tiene sentido e implica que la iglesia primitiva habría establecido un tipo
de tribunal para tratar con las infracciones de su código moral.

697, nota de pie de página 654; J. Nolland, Matthew, The New International Greek New Testament Commentary (Grand
Rapids, MI: Eerdmans, 2005), 743-745.
11
J. Nolland, Matthew, The New International Greek New Testament Commentary (Grand Rapids, MI: Eerdmans,
2005), 746; W. Hendriksen, Matthew, New Testament Commentary (Edinburgh: Banner of Truth Trust, 1973), 698 implica
simplemente que son testigos del enfoque que se está aplicando.
12
Josefo, Wars, 1:111.
13
Ulrich Luz, Matthew 8-20, Hermeneia: A Critical and Historical Commentary on the Bible (Minneapolis: Firtress
Press, 2001), 365.

44 | PRIMERA DE CORINTIOS
En Mateo 18:19, al menos dos deben estar de acuerdo con lo que piden para que
se les conceda su petición. Aunque, a menudo se considera que se refiere al tema de la
oración,14 este versículo y el que le sigue se introducen en un contexto de autoridad y
disciplina de la iglesia, por lo que deben leerse en ese contexto.15 Como señala Nolland, la
apertura «πάλιν» (de nuevo) vincula este versículo con el contexto que le precede relativo
a la disciplina. La repetición de las frases «en la tierra» y «en el cielo» también apuntan
a un vínculo significativo con el versículo 18. Si este versículo se aplica al contexto de la
regulación del comportamiento y el castigo a los infractores, entonces esto puede ser la
declaración de Mateo que dos jueces deben estar de acuerdo si se quiere ratificar una
sentencia o un estándar de conducta.
De acuerdo con la Mishná judía, los casos que no eran capitales requerían al menos
tres jueces,16 dos de los cuales debían estar de acuerdo con el veredicto final.17 Esto
nuevamente refleja lo que Mateo está diciendo, es decir, que en un tribunal cristiano al
menos dos de los jueces deben estar de acuerdo para que el cielo ratifique el veredicto.
La mención de dos o tres que estuvieran de acuerdo en Mateo 18:20 también
puede apuntar hacia la posibilidad de que los pleitos dentro de la comunidad cristiana
del primer siglo eran tratados por tres jueces.
El Evangelio de Mateo parece indicar que cuando se habían agotado todas las
demás vías, un caso de pecado presentado a la iglesia resultaría en un tribunal para
examinar el caso y pronunciar un veredicto. Normalmente se designaban tres jueces
para dicho tribunal.

OTROS EJEMPLOS DEL PROCEDIMIENTO DISCIPLINARIO EN LA IGLESIA DEL


SIGLO I D. C.

Las cartas a los Tesalonicenses


1 Tesalonicenses 5:14 menciona una advertencia que se da a los «ociosos» o
«indisciplinados» (griego, «ἀτάκτοι»; ataktoi).
2 Tesalonicenses 3:6 menciona nuevamente al grupo «ἀτάκτοι», pero esta vez se
les dice a los otros creyentes que no se asocien con ellos.
Tal vez aquí tenemos nuevamente advertencias dadas y cuando no se les presta
atención, el infractor es excomulgado.

La segunda carta a los Corintios


Segunda de Corintios 2:5-11 sugiere que un miembro de la congregación corintia
ha sido disciplinado en alguna forma por la mayoría de la congregación. Se desconoce
la naturaleza de la ofensa, salvo que la persona parece haber causado algún insulto
personal a Pablo (versículos 5; 10). Tampoco se menciona la naturaleza del castigo, pero
un período de expulsión es una posibilidad.

14
Hendriksen, Matthew,702
15
J. Nolland, Matthew, The New International Greek New Testament Commentary (Grand Rapids, MI: Eerdmans,
2005), 749; M. J. Wilkins, Matthew, The NIV Application Bible Commentary (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2004), 621; J.
D. M Derrett, ‘Where two or three are convened in my name… a sad misunderstanding’ in The Expository Times 91 (1980),
84. Esta interpretación es contraria a la de Stephenson H. Brooks quien establece que los versículos 19 y 20 no transmiten
indicadores legares o cuasi legales. Ver Stephenson H. Brooks, Matthew’s Community: The Evidence of His Special sayings
Material, JSNTSS 16 (1987), 105.
16
Sanedrín, 1.1.
17
Sanedrín, 4.1.

Lección 5 | 45
Las epístolas pastorales
Primera de Timoteo 1:20 menciona a dos hombres a quienes Pablo ha «entregado
a Satanás». En este caso la intención es que se les enseñe a no blasfemar.
Primera de Timoteo 5:19-20 nuevamente incluye la idea de que ninguna persona
puede ser declarada culpable a menos que haya dos o más testigos. En este caso se
menciona la reprimenda pública de los ancianos quienes son declarados culpables.
Tito 3:10-11 se vuelve a decir que las personas (en este caso los divisores) reciben
dos advertencias antes de la expulsión.

EL CASTIGO FINAL PARA EL PECADO IMPENITENTE


Pablo instruye a los creyentes corintios a que «entreguen a Satanás» al individuo
infractor (1 Corintios 5:5).
El hecho de que Pablo se refiera a «tal persona» en lugar de a «esta persona» implica
que cualquiera que en el futuro actúe de manera similar debería enfrentarse al mismo
castigo.18
La palabra griega παραδίδωμι (paradidōmi), usada aquí como «entregar» se usaba
en un entorno judicial para entregar a un individuo a su juicio19 o castigo.20 Primera de
Timoteo 1:20 también habla de entregar individuos a Satanás. Así que entregar a este
individuo a Satanás significa entregarlo a la custodia de Satanás. Entonces, ¿cuál podría
haber sido la intención de esta entrega?

Es solo una forma de decir excomunión


Algunos eruditos21 consideran que el lenguaje no debe tomarse literalmente en
el sentido de que Satanás podría «tener una oportunidad» con el hombre, sino que se
trata de un lenguaje casi técnico para alguna forma de excomunión. Al ser expulsado de
la asamblea cristiana, el hombre es devuelto al mundo, que es la esfera de Satanás. El
problema con esta perspectiva es que la mera excomunión no puede explicar ni por qué
Pablo usa este término ni cómo se produciría el resultado del que Pablo habla, a saber,
«la destrucción de su carne a fin de que su espíritu sea salvo».
Rosner22 señala que 1 Corintios 5:13 tiene un paralelo con Deuteronomio 13:5; 17:7;
19:19; 21:21 y 24:7, todos los cuales se refieren a la eliminación del mal de Israel, el pueblo
de Dios, al remover al individuo responsable, usualmente mediante la muerte. Claramente
la iglesia del primer siglo no estaba en condiciones para ejecutar una sentencia de muerte.
Tampoco lo estaba el judaísmo del primer siglo, pero en el judaísmo del Segundo Templo
la excomunión se había convertido en un sustituto o preparación para la ejecución.23

18
David E. Garland, 1 Corinthians, Baker Exegetical Commentary on the New Testament (Grand Rapids, MI: Baker
Academic, 2003), 169.
19
Demóstenes, Private Orations, 49.9; 51:8.
20
Demóstenes, Private Orations, 45.61.
21
Gordon D. Fee, The First Epistle to the Corinthians, New International Commentary on the New Testament (Grand
Rapids, MI: Eerdmans, 1987), 209. Un punto de vista similar es tomado por Garland, 1 Corinthians, 172 s. y John Calvin,
1 Corinthians, Calvin’s New Testament Commentaries (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1960), 108.
22
Brian S. Rosner, Paul, Scripture and Ethics: A Study of 1 Corinthians 5-7 (Leiden: E. J. Brill, 1994), 63.
23
Rosner, Paul, Scripture and Ethics, 82.

46 | PRIMERA DE CORINTIOS
Ciertamente la idea de «entreguen a Satanás» involucraba la excomunión (1
Corintios 5:13) sin embargo, la fraseología implica algo más24. En ningún otro lugar se usa
la frase «entreguen a Satanás» para referirse a la expulsión de una comunidad religiosa.25

Un ataque literal al cuerpo humano para llevar al arrepentimiento


El lenguaje de Pablo implica una expectativa real de una actividad satánica contra
el culpable, y no hay razón para suponer que si no llega a arrepentirse entonces el
hombre puede morir a manos de Satanás. En este sentido, la excomunión puede resultar
eventualmente en la muerte.
En Job, Satanás es el agente de Dios para poner a prueba la motivación de Job
y en esa ocasión se le permite a Satanás destruir las riquezas y la salud de Job. Siendo
judío, Pablo conocería esta historia y puede haberla tenido en mente cuando pensaba en
entregar a alguien a Satanás. A este respecto, cabe señalar las palabras de Dios a Satanás
en Job 1:12 (LXX): «Todo lo que él tiene está en tus manos» y en Job 2:6 (LXX): «Él está
en tus manos». En efecto, Job es entregado a Satanás. El hecho de que este «entregar a
Satanás» solo pueda efectuarse mediante el poder del Señor Jesucristo (1 Corintios 5:4)
también está de acuerdo con el texto de Job, ya que allí Satanás es el agente de Dios y
solo puede actuar dentro de los límites establecidos por la autoridad de Dios.26
También, en 2 Corintios 12:7 Pablo describe una espina en su «carne» y relaciona
esta espina con un mensajero de Satanás (ἄγγελος σατανᾶ) que es enviado con el propósito
de prevenir que Pablo se vuelva jactancioso y, por lo tanto, peque. La naturaleza exacta
de la espina en la carne de Pablo sigue siendo objeto de debate, pero podría referirse a
un problema físico27 provocado por este «mensajero de Satanás» y esto apoyaría la idea
de que Satanás puede lanzar un ataque físico contra el creyente expulsado.

EL PROPÓSITO DE LA EXPULSIÓN
Esta «entrega a Satanás» era: «para la destrucción de la carne» (εἰς ὄλεθρον τῆς
σαρκός) para que el espíritu sea salvo en el día del Señor (ἵνα το πνεῦμα σωθῇ ἐν τῇ ἡμέρα
τοῦ κυρίου).
Existen varias opiniones sobre lo que esto significa:

Un ataque físico al hombre diseñado para llevarlo al arrepentimiento


La «destrucción de la carne» podría ser algún tipo de ataque al cuerpo del individuo,
pero no necesariamente que resulte en la muerte, dependiendo de si el individuo en
cuestión se arrepiente o no.28 Si no hay arrepentimiento, puede producirse la muerte
(ver también 1 Corintios 11:30-32). Esto encajaría con el otro uso de esta terminología
en 1 Timoteo 1:20, donde él espera que el «entregar a Satanás» enseñe a los culpables
una lección, algo que es imposible si están muertos.
Si la iglesia tiene la autoridad y el poder de Cristo apoyando estas acciones, es
posible que en cada ocasión ellos, actuando como agentes de Cristo, determinen el
alcance de las actividades de Satanás como es el caso de Dios en Job (Job 1:12; 2:6). Así

24
F. F. Bruce, 1 and 2 Corinthians, New Century Bible Commentary (Grand Rapids: Eerdmans, 1971), 54 s.
25
Fee, The First Epistle to the Corinthians, 208.
26
D. Prior, The Message of 1 Corinthians, The Bible Speaks Today (Leicester: IVP, 1985), 74 s.
27
L. L. Belleville, 2 Corinthians, The IVP New Testament Commentary Series (Leicester: IVP 1996), 306.
28
Morris, 1 Corinthians, 86; Naylor, 1 Corinthians, 99.

Lección 5 | 47
pues, podemos tener una ocasión en la que Pablo prevé que se le permite a Satanás
quitarle la vida a un hombre (1 Corintios 5:5) y otra en el que se restringe la actividad de
Satanás para que las personas involucradas no puedan ser ejecutadas (1 Timoteo 1:20).

Pablo espera que Satanás dé muerte al excomulgado29


Esta perspectiva argumenta que la «destrucción de la carne» es una referencia a la
«muerte». No deja ningún espacio real para el remedio que está implícito en la intención
de Pablo de que «el Espíritu se salve» o que aquellos en 1 Timoteo 1:20 deban aprender
a no blasfemar.

Se trata de salvar al cuerpo de Cristo, no al hombre


«Entregar a Satanás» es una referencia a la excomunión o quizás más con la
intención de salvar el «espíritu» de la iglesia. «Destrucción de la carne» hace referencia
a la eliminación de la naturaleza carnal del hombre de la iglesia mediante la expulsión, o
posiblemente mediante la muerte, y «el espíritu siendo salvo» hace referencia al espíritu
de la iglesia, no al hombre.
Sin embargo, se considera que la salvación del espíritu ocurrirá en el Día del Señor
y no en el tiempo presente por la expulsión de este hombre.
Además, Pablo no usa este tipo de terminología en ningún otro lugar para hacer
referencia al «espíritu de la iglesia», el cual en realidad debería ser el Espíritu Santo,
quien no necesita ser «salvado».

Es una destrucción de la naturaleza carnal del hombre, no de su cuerpo


físico
Aparte de Tertuliano,30 la perspectiva de la iglesia primitiva era que el hombre
debía ser excomulgado con el objetivo de destruir lo que era «carnal» en él, para que
pudiera ser salvado escatológicamente.31 Por lo tanto, no es un ataque literal a su cuerpo,
sino un asalto a su «naturaleza carnal». Sin embargo, tal ataque a la «naturaleza carnal»
no excluye un ataque a su cuerpo físico que podría ser el medio por el que se purga su
naturaleza carnal.
La razón que Pablo da para el mensajero de Satanás en 2 Corintios 12:7 es para
lidiar con una tendencia carnal de Pablo a jactarse. El griego también puede ser traducido
como «por la carne» en vez de «en la carne». Sin embargo, si Pablo está haciendo eco de
Números 33:5532, entonces deberíamos traducirlo como «espina en la carne».
Además, Pablo no usa «la carne» para hacer referencia a la naturaleza carnal en
ningún otro lugar de 1 Corintios.
Aun así, es posible que la «destrucción de la carne» en 1 Corintios 5:5 sea una
referencia a la naturaleza carnal del hombre.

29
H. Conzelmann, 1 Corinthians: A Commentary, Hermeneia: A Crotocal and Historical Commentary on the Bible
(Philadelphia, Fortress Press, 1975), 97; Banks sugiere que «entregar a Satanás» puede significar la llamada de una sentencia
de muerte de Dios similar a lo que ocurrió con Ananías y Safira. Ver R. Banks, Paul’s Idea of Community , ed. revisada
(Massachusetts: Hendrikson Publishers 1994), 137.
30
Tertuliano, On Modesty, 13-15.
31
Este punto de vista es expresado por Orígenes, Commentary on the Epistle to the Romans, Book 1-5 y Juan Crisóstomo,
Homilies on 1 Corinthians15.4; Homilies on 2 Corinthians 4:4.
32
Crisóstomo, Homilies on 2 Corinthians 26:2.

48 | PRIMERA DE CORINTIOS
CONCLUSIÓN
Lo más probable es que Pablo aquí se refiera a un hombre que está sometido a
algún ataque de Satanás con el fin de tratar con su naturaleza «carnal». Este ataque de
Satanás puede venir en forma de algún tipo de ataque físico. Si el hombre no se arrepiente
entonces este ataque físico a su cuerpo puede resultar en la muerte.

Lección 5 | 49
BIBLIOGRAFÍA

Banks, R. Paul’s Idea of Community. Edición revisada. Massachusetts: Hendrikson


Publishers, 1994.

Belleville, L. L. 2 Corinthians. The IVP New Testament Commentary Series. Leicester:


IVP 1996.

Barrett, C. K. The First Epistle to the Corinthians. Black’s New Testament Commentaries.
2.a ed. London: A & C Black, 1971.

Baur, F. C. “Die Christuspartei in der Korinthiachen Gemeinde der Gegensatz des


petrinischen und Paulineischen Christentums in der altesten Kirche”. Tübinger
Zeitschrift,1831.

Brooks, S. H. Matthew’s Community: The Evidence of His Special sayings Material. JSNTSS
16, 1987.

Bruce, F. F. New Testament History. Basingstoke: Pickering & Inglis, 1987.

Calvin, John. 1 Corinthians. Calvin’s New Testament Commentaries. Grand Rapids:


Eerdmans, 1960.

Chow, J. K. Patronage and Power. JSNTSS 75. Sheffield: Continuum International Publishing
Group, 1992.

Clarke, A. D. Secular and Christian Leadership in Corinth: A Socio-Historical and Exegetical


Study of 1 Corinthians 1-6. Milton Keynes: Paternoster, 2006.

Conzelmann, Hans. 1 Corinthians: A Commentary. Hermeneia: A Critical & Historical


Commentary on the Bible. Philadelphia: Fortress Press, 1975.

Crook, J. A. Legal Advocacy in the Roman World. London: Duckworth, 1995.


De Vos, Craig Steven. Church and community Conflicts: The Relationships of the Thessalonian,
Corinthian and Philippian Churches with their Wider Civic Communities. Society
of Biblical Literature Dissertation Series 168. Atlanta, GA: Scholars Press, 1999.

Derrett, J. D. M. “Where two or three are convened in my name… a sad misunderstanding”.


En The Expository Times 91, 1980.

Epstein, David F. Personal Enmity in Roman Politics, 218-243 BC. London: Routledge, 1989.

Fee, Gordon D. The First Epistle to the Corinthians. The New International Commentary
on the New Testament. Grand Rapids, MI: Eerdmanns 1987.

France, R. T. “Matthew”. En New Bible Commentary, editado por D. A. Carson, R. T.


France, J. A. Matyer y G. J. Wenham (Leicester: IVP, 1995).

Garland, David E. 1 Corinthians. Baker Exegetical Commentary on the New Testament.


Grand Rapids, MI: Baker Academic, 2003.

Garnsey, P. Social Status and Legal Privilege in the Roman Empire. Oxford: Clarendon
Press, 1970.

Gebhard, E. R. “The Isthmian Games and the Sanctuary of Poseidon in the Early Empire”.
En The Corinthia in the Roman Period, editado por T. E. Gregory, Journal of Roman
Archaeology Supplementary Series 8, 78-94. Ann Arbor, MI: JRA, 1993.

Harrop, J. H. “Corinth”. En New Bible Dictionary, editado por J. D. Douglas, 2.a ed.
Leicester: IVP, 1982.

Hays, Richard B. First Corinthians, Interpretation: A Bible Commentary for Preaching and
Teaching. Lousiville, KY: John Knox Press 1997.

Hendriksen, William. Romans. New Testament Commentary. Edinburgh: Banner of


Truth, 1980.

———. Matthew. New Testament Commentary. Edinburgh: Banner of Truth Trust, 1973.

Hurd, John C. The Origin of 1 Corinthians. 2.a ed. Macon: Mercer University Press, 1983.

Johnson, A. F. 1 Corinthians. The IVP New Testament Commentary Series. Leicester:


IVP, 2004.

Luz, Ulrich. Matthew 8-20. Hermeneia: A Critical and Historical Commentary on the
Bible. Minneapolis: Firtress Press, 2001.

Meggitt, J. J. Paul. Poverty and Survival. Studies in the New Testament and its World.
Edinburgh: T & T. Clark, 1998.
Morris, Leon. 1 Corinthians. Tyndale New Testament Commentaries. Leicester: IVP, 1997.

Moulton J. H. y Milligan, G. The Vocabulary of the Greek Testament. London: Hodder and
Stoughton, 1929.
Munck, J. Paul and the Salvation of Mankind. Traducido por F. Clark. Richmond: John
Knox Press, 1959.

Nolland, J. Matthew. The New International Greek New Testament Commentary. Grand
Rapids: Eerdmans, 2005.

O’Connor, J. Murphy. St. Paul’s Corinth: Texts and Archaeology. Collegeville, MN: Liturgical
Press, 1990.

Oliver, James H. “The Epistle of Claudius Which mentions the Proconsul Junius Gallio”.
En Hesperia 40, 1971.

Prior, D. The Message of 1 Corinthians. The Bible Speaks Today. Leicester: IVP, 1985.

Robinson, O. F. The Criminal Law of Ancient Rome. London: Duckworth, 1995.

Rosner, B. S. Paul, Scripture and Ethics. Leiden: E.J. Brill, 1999.

Stegemann, E. W. y Stegemann, W. The Jesus Movement: A Social History of Its First


Century. Edinburgh, T. & T. Clark, 1999.

Soards, M. L. 1 Corinthians. New International Biblical Commentary. Carlisle: Paternoster


Press, 1999.

Talbert, C. H. Reading Corinthians: A Literal and Theological Commentary on 1 and 2


Corinthians. U. S.: Crossroads, 1987.

Tidball, D. The Social Context of the New Testament. Cumbria: Paternoster Press, 1997.

Theissen, Gerd. The Social Setting of Pauline Christianity: Essays on Corinth. Edinburgh:
T. & T. Clark, 1982.

Thiselton, Anthony C. The First Epistle to the Corinthians. The New International Greek
Testament Commentary. Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2000.

Walls, A. F. “Erastus”. En New Bible Dictionary, editado por J. D. Douglas, 2.a ed. Leicester:
IVP, 1982

Winter, Bruce W. After Paul Left Corinth: The Influence of Secular Ethics and Social Change.
Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2001.

Witherington, Ben. Conflict and Community in Corinth: A Socio-Rhetorical Commentary


on 1 and 2 Corinthians. Grand Rapids, MI: Eerdmanns, 1995.
Wilckens, U. Weisheit und Torheit: Eine exegetisch-religiongeschichyliche Untersung zu
Kor 1 und 2. Beiträge zur historischen Theologie 26. Tübingen, Mohr. 1959.

Wilkins, M. J. Matthew. The NIV Application Bible Commentary. Grand Rapids: Zondervan,
2004.

Winter, B. W. Philo and Paul Among the Sophists. 2.a ed. Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2002.

También podría gustarte