KALLER, Berta. Cheque Internacional
KALLER, Berta. Cheque Internacional
KALLER, Berta. Cheque Internacional
La sanción de la ley 24.452 provoca, a la luz de la nueva normativa, el interés y la necesaria investigación por parte de
los cultores del Derecho Internacional Privado acerca de los problemas que se suscitan con motivo de la negociación
de un cheque internacional, expresión que abarca los supuestos con elementos extranjeros, tales como el de un cheque
librado en el exterior sobre un girado local, o librado y pagadero en el extranjero, o librado desde nuestro país contra
un banco extranjero. La primera cuestión es la relativa a la determinación de la jurisdicción internacional para conocer
en una acción relativa a un cheque internacional, y en especial la determinación de la jurisdicción internacional de los
jueces argentinos. Este es el punto de partida necesario para efectuar la localización de la controversia, ya que la
determinación del juez competente trae aparejada consigo la designación de un sistema de Derecho Internacional
Privado: el del Estado al que pertenece el juez que entiende en la causa. Dicho sistema es el que proporcionará las
normas específicas, de fuente interna o internacional, para resolver en primer lugar cuál es el Derecho aplicable al
título negociable; en segundo lugar, si el instrumento o título circulatorio es efectivamente un cheque (problema de
calificaciones); en tercer término, de señalarse la aplicación de un Derecho extranjero competente, si corresponde su
aplicación de oficio, y, por último, corresponderá decidir si el cheque rechazado es idóneo para provocar un juicio
ejecutivo, lo que vuelve a plantear un problema de calificaciones. Este interrogante es fundamental ya que la
ejecutabilidad del título depende de la calificación previa acerca de si se lo considera un problema de naturaleza
procesal o sustancial (resuelto por aplicación de la lex fori o de la lex causæ, respectivamente).
I. La jurisdicción internacional
El decreto-ley 4776/63, modificado por las leyes 16.613 y 23.549, no contenía ninguna norma expresa respecto de la
jurisdicción internacional. Si se admite la existencia de una laguna -conforme al método de integración basado en la
analogía- para cubrir el vacío legal, se deben aplicar normas subsidiarias y así se sostuvo, con sólidos fundamentos, la
aplicación en el fuero comercial del artículo 35 del Tratado de Derecho Comercial Terrestre Internacional de
Montevideo de 1940, que posee mayor proximidad analógica material, y dispone: "Las cuestiones que surjan entre las
personas que han intervenido en la negociación de una letra de cambio, un cheque u otro papel a la orden o al
portador, se ventilarán ante los jueces del domicilio de los demandados en las fechas en que se obligaron, o de aquel
que tengan en el momento de la demanda". Esta solución -que por ser analógica no es excluyente y admite otras
conexiones igualmente razonables- ofrece la ventaja de asegurar la protección del derecho de defensa del demandado
[1]. Otro criterio de solución negó la existencia de un vacío legal y propuso la aplicación directa de la norma contenida
en los artículos 1215 y 1216 del Código Civil que autoriza al actor en demandas referentes a contratos internacionales
a elegir entre los jueces del país de ejecución o los jueces del país del domicilio del demandado. Así, Werner
Goldschmidt [2] considera que la norma del Código Civil es directamente aplicable toda vez que el cheque no sólo
documenta un contrato entre el librador y el banco librado (el de cuenta corriente), sino igualmente entre librador y
tomador, con independencia, por supuesto, de la relación causal entre ambas partes que da lugar a la emisión del
cheque. El domicilio del demandado siempre ha sido considerado como el lugar natural en el que corresponde exigir
algo de una persona. Pero no sólo hay razones de equidad, sino también de conveniencia práctica, toda vez que un
demandado suele tener bienes en su domicilio, sobre los cuales se podrá hacer presa. Por ese motivo se permite
también al actor acudir al juez del país del cumplimiento, ya que muchas veces la ejecución está vinculada a aquél.
Por ello se debe entender que cuando los artículos 1215 y 1216 se refieren al lugar de cumplimiento, no aluden al de la
prestación característica, sino al lugar de la prestación cuya ejecución se demanda. También se registra un caso en el
que se dedujo una norma de competencia territorial de la norma de conflicto determinante del Derecho aplicable
contenida en el artículo 1° del decreto-ley 4776/63 [3]. Late, a mi entender, en esta solución la teoría del paralelismo,
consagrada en el artículo 56 de los Tratados de Derecho Civil de Montevideo, según la cual para el ejercicio de las
acciones personales son competentes los jueces del Estado a cuya ley está sometido el acto jurídico materia de pleito,
llamado forum causæ, y que se desprende del artículo 1° del decreto-ley 4776.
En la Ley de Cheques 24.452, advertimos tres normas en relación con el tema de la jurisdicción que nos ocupa. La
primera, de carácter general, merece preferente atención y está contenida en el artículo 65 del Capítulo XIII,
Disposiciones complementarias. Otra norma, de competencia territorial interna, se encuentra en el Capítulo I, Del
cheque común, segundo párrafo del artículo 3°. Y en el Capítulo XI, Del cheque de pago diferido (art. 60), aparece
una nueva regla de competencia especial para esta clase de cheques.
a) El artículo 65 dispone que "en caso de silencio de esta ley, se aplicarán las disposiciones relativas a la letra de
cambio y al pagaré en cuanto fueren pertinentes".
Es probable que los autores de la ley, deliberadamente hayan omitido la reglamentación de la jurisdicción
internacional, por entender que correspondía su inclusión en los tratados internacionales. Al respecto recordamos que
existen dos Convenciones Interamericanas sobre Conflictos de leyes en materia de Cheques, firmadas en Panamá
(CIDIP-I), en 1975, y en Montevideo (CIDIP-II), en 1979, que aún no han sido ratificadas por nuestro país. Hasta que
ello ocurra (la ratificación), y al no existir normas de Derecho Internacional Privado cambiario interno (decreto-ley
5965/63) al cual reenvía el artículo 65, corresponderá aplicar por analogía el Derecho Internacional Privado
convencional, es decir los tratados que sí han sido ratificados por nuestro país. Se vuelve, entonces, a la solución
primeramente enunciada, a la aplicación del artículo 35 del Tratado de Derecho Comercial Terrestre Internacional de
Montevideo de 1940, no por analogía sino por expresa remisión de la ley. A ello debe agregarse la Convención
Interamericana sobre Conflictos de leyes en materia de Letras de Cambio, Pagarés y Facturas, Panamá, 1975 (ley
22.691, del 10-3-83), cuyo artículo 8° faculta al actor a optar entre los tribunales del Estado parte donde la obligación
deba cumplirse o los del Estado parte donde el demandado se domicilie. Por el juego combinado de todas estas
disposiciones, se podrá demandar ante los jueces del domicilio del demandado, al tiempo de obligarse, o al tiempo de
entablarse la demanda, o ante los jueces del lugar de cumplimiento.
b) Artículo 3°, segundo párrafo: "El domicilio que el librador tenga registrado ante el girado podrá ser considerado
domicilio especial a todos los efectos legales derivados del cheque". Se trata de una norma de competencia territorial;
no obstante creo que podrá eventualmente ser también invocada a los efectos de la jurisdicción internacional. Cito al
respecto una sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, del 10 de diciembre de 1956, en el caso "Nieto,
Prudencio c/Timpanaro, Horacio y otra" [4], donde declaró que el acreedor, o sea el actor, puede promover su acción
en el fuero del domicilio general o del domicilio especial.
c) El artículo 60, segundo párrafo, dispone que la ejecución por cualquier causa de un cheque de pago diferido
presentado a registro se podrá tramitar en la jurisdicción correspondiente a la entidad depositaria o girada,
indistintamente.
Es necesario destacar que el artículo 58 dispone que serán aplicables al cheque de pago diferido todas las
disposiciones que regulan el cheque común, salvo aquellas que se opongan a lo previsto en el presente capítulo. Esta
modificación es inexplicable y, según Osvaldo R. Gómez Leo [5], "no se han dado las razones o fundamentos de la
innovación. Ante ese silencio, en una primera lectura del texto legal, consideramos que no se justifica el cambio, pues
además de apartarse de los antecedentes en la materia, puede llegar a producir nuevas vacilaciones jurisprudenciales,
especialmente en los casos en que el cheque hubiera circulado".
El artículo 3° establece que el domicilio del girado contra el cual se libra el cheque determina la ley aplicable.
El artículo reitera la norma indirecta de Derecho Internacional Privado contenida originariamente en el artículo 1°,
párrafo segundo, del decreto-ley 4776. A partir de la reforma se alude simplemente al girado, en concordancia con el
artículo 2°, inciso 4°, que menciona entre los requisitos que el cheque común debe contener, el nombre de la entidad
financiera girada y el domicilio de pago. A su vez, concuerda con el artículo 67, según el cual la Ley 21.526 de
Entidades Financieras determina contra quiénes se puede girar cheques comunes. Para saber qué aspectos del cheque
se rigen por la ley del Estado en que debe pagarse, hay que remitirse al Tratado de Montevideo de 1940 (decreto-ley
7771/56), artículo 33: "1. El término de presentación. 2. Si puede ser aceptado, cruzado, certificado o confirmado y los
efectos de esas operaciones. 3. Los derechos del tenedor sobre la provisión de fondos y su naturaleza. 4. Los derechos
del girador para revocar el cheque u oponerse al pago. 5. La necesidad del protesto u otro acto equivalente para
conservar los derechos contra los endosantes, el girador u otros obligados. 6. Las demás situaciones referentes a las
modalidades del cheque".
La importancia del nombre del girado y del domicilio del pago surge entonces no sólo como exigencia de la
reglamentación interna, sino de su valor como punto de conexión para el Derecho Internacional Privado. Atendiendo a
críticas formuladas por la doctrina se ha derogado la suplencia legal que traía el artículo 3°, inciso a, del decreto-ley
4776 en el sentido de que si el título careciera del requisito del domicilio del banco girado, fuera pagadero en el
domicilio del establecimiento principal del banco en la República.
La jurisprudencia hizo extensiva la aplicación del principio general, en razón de la conexidad de las situaciones, al
mandato otorgado para cobrar un cheque en el extranjero, por entender que el lugar de cumplimiento es el lugar del
domicilio del deudor de la prestación más característica del contrato, cual es el domicilio del banco al cual el
comitente ordena el cobro, aun cuando las relaciones entre el banco local y corresponsal en el extranjero puedan
juzgarse conforme a otro Derecho [6].
Reiterada jurisprudencia del fuero comercial admitió la aplicación del ley extranjera del domicilio del banco girado, e
igualmente la doctrina nacional lo receptó [7].
Cabe preguntarse si, frente a la derogación del inciso c, del artículo 3° del decreto-ley 4776, el requisito extrínseco
contenido en el actual artículo 2°, inciso 2° (un número de orden impreso en el cuerpo del cheque), es también
exigible al cheque internacional librado o pagadero en el exterior, a fin de que se le reconozca esa calidad. Entiendo
que no es necesario.
Una referencia al artículo 33: La estipulación de pago en una moneda que no tenía curso en el lugar del pago estaba
contemplada y resuelta en diversas hipótesis de conversión. El texto actual dispone que el cheque debe ser librado en
la moneda de pago que corresponda a la cuenta corriente contra la que se gira. Esta disposición concuerda con el
artículo 66, inciso 4°, que faculta al Banco Central de la República Argentina a autorizar cuentas en moneda extranjera
con servicio de cheque. El cheque librado en una moneda distinta de la que opera regularmente la cuenta corriente
bancaria contra la cual se gira, resulta irregular como orden de pago, pero conserva eficacia como título de crédito
cambiario, y por consiguiente, obligará a todos los firmantes que han garantizado su pago (art. 40).
La calificación del título negociable como cheque está sometida a la ley sustancial del domicilio del girado (lex
causæ). En cambio, el problema inherente a la ley aplicable al cheque como título ejecutivo se resuelve de manera
muy distinta según se lo considere de naturaleza procesal o sustancial. Si la fuerza ejecutiva del cheque se califica
como cuestión procesal, queda sometida a la lex fori, es decir al Derecho del Estado al cual pertenece el juez
internacionalmente competente. Si, por el contrario, se la considera cuestión sustancial, debe aplicarse la lex causæ,
que en el caso del cheque internacional, es la del domicilio del girado, y que puede no coincidir con la lex fori.
En el caso "Rodhia Argentina S. A. y otro c/Polisecki, Jorge B." [8], se trataba de un cheque librado contra un banco
de Nueva York que no fue atendido por falta de fondos. La decisión de primera instancia rechazó in limine la
ejecución pues entendió que los recaudos formales que debían satisfacer la constancia bancaria de negativa de pago,
conforme al artículo 38, decreto-ley 4776, no habían sido satisfechos. Al calificar tales exigencias como de naturaleza
procesal, sometidos a la lex fori, resolvió que la constancia impresa al dorso del título por el banco y que se había
limitado a asentar aquella única circunstancia, era insuficiente y por lo tanto el instrumento carecía de fuerza ejecutiva.
La Cámara Nacional Comercial, sala E, el 11 de octubre de 1988, revocó el pronunciamiento de primera instancia y
dijo que "para decidir sobre la ejecutabilidad de un cheque internacional corresponde revisar si el título es hábil según
el Derecho extranjero del domicilio del banco girado cuyos recaudos serán considerados equivalentes a las normas
procesales del juez argentino". Declaró aplicable el Derecho del Estado de Nueva York, es decir calificó la cuestión
como de naturaleza sustancial, y luego reputó equivalentes los recaudos contenidos en la ley extranjera a los exigidos
por las normas procesales argentinas. En cuanto a la aplicablidad de oficio del Derecho extranjero, dijo que "aun en la
hipótesis de falta de alegación, el Derecho extranjero puede ser aplicado de oficio por un juez argentino cuando éste lo
considere conveniente en virtud de las propias normas de conflicto".
En "Postigo Mantecón, Maximina c/Gorostiza, Guillermo J." [9] se trataba de una demanda basada en un cheque
librado y pagadero en el extranjero (EE. UU.), en el que intervenían dos bancos, el girado y el de cobro, ambos con
domicilio en aquel país. El demandado había cuestionado la habilidad ejecutiva del título. El juez de primera instancia,
después de verificar que no existen tratados con Estados Unidos, aplicó el artículo 1°, párrafo segundo, de la ley
23.549 (el domicilio del banco contra el que es librado el cheque -girado- determina la ley aplicable). Procedió a
revisar si el título era hábil según las previsiones del Derecho del domicilio de pago y, a fin de no enervar la fuerza
ejecutiva que eventualmente tuviera, consideró que los recaudos del domicilio bancario son equivalentes a las normas
procesales del juez argentino. Encontramos otra vez el criterio de "equivalencia" entre el Derecho extranjero declarado
aplicable y las normas procesales locales. Se pronunció, asimismo, por la aplicación de oficio del Derecho extranjero.
Analizó el Código de Comercio Uniforme de los Estados Unidos (art. 3-104) y llegó a la conclusión de que el
instrumento reúne los requisitos allí enunciados: a) que sea firmado por el librador; b) que contenga una promesa
incondicionada de pagar una suma cierta de dinero y ninguna otra promesa y orden dada al librador, salvo que sea
autorizada por ese artículo; c) que sea pagadero a su presentación o en plazo determinado, y d) que sea pagadero "a la
orden" o "al portador". El instrumento que reúne esos requisitos es un cheque si es girado contra un banco y pagadero
a la presentación (art. 3-104, apartado 2, b). Igualmente le asignó virtualidad al rechazo bancario consignado en el
margen superior derecho del cheque (art. 3-510 del citado Código de Comercio Uniforme). Como surge claramente el
juez aplicó el Derecho norteamericano tanto para resolver que el título era un cheque, como para reconocerle
legitimación al portador para ejecutarlo conforme a las normas procesales argentinas. Apelado el fallo, la Cámara
Nacional de Comercio, sala D, el 25 de octubre de 1992 lo confirmó y resolvió que "conforme a la ley extranjera
aplicable, lo que aquí se ejecuta es un cheque pues reúne los requisitos establecidos en el artículo 3-104, incisos 1° y
2°, b, del Código comercial uniforme y las circunstancias de que intervengan dos bancos no lo obstaculiza, toda vez
que conforme al artículo 3-120 del mismo cuerpo legal, se trata de un instrumento pagadero a través de un banco,
siendo el otro banco, de cobro". En cuanto al rechazo bancario, la causal se encuentra acreditada con el sello puesto
por el banco en el margen superior derecho del documento, el cual cumple con la previsión de la ley referida.
En definitiva, de la reseña efectuada se puede concluir que el Derecho aplicable a los aspectos sustanciales de un
cheque, o sea el Derecho del domicilio del girado, se aplica para resolver si un instrumento dentro de la familia de los
títulos negociables es cheque, y también se aplica para decidir si está dotado de fuerza ejecutiva [10].
En materia de prescripción, también se aplica el Derecho del domicilio del banco girado. "La prescripción de la acción
cambiaria de un cheque extranjero se rige por el Derecho del domicilio del banco girado" [11].
1 BOGGIANO, Antonio, Derecho Internacional Privado, 3 ' ed., Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1991, t. II, ps.
848/862; RADZYMINSKI, Alejandro, Cuestiones de Derecho Internacional Privado cambiario, en E. D. 132-113;
NAJURIETA, María Susana, Ejecución de un cheque librado en el extranjero contra un banco extranjero, en el
domicilio argentino del ejecutado, en E. D. 146-414.
2 GOLDSCHMIDT, Werner, Jurisdicción internacional y juicio ejecutivo con respecto a un cheque
internacional, en E. D. 29-665, nota al fallo de la Cám. Nac. Com., sala B, 16-5-69, "Pican, Jovo c/Scoufalos,
Antonio".
3 "Ibáñez, J. c/Correa, H. R.", Cám Com., sala A, 20-10-70, J. A. 1971-11-196, con nota de Antonio Boggiano.
4 Fallos: 236:397.
5 GOMEZ LEO, Osvaldo R., Cheques. Comentarios al texto de la ley 24.452, Depalma, Buenos Aires, 1995, p.
34.
6 Cám. Nac. Com., sala E, 19-2-82, "Cicerone, José R. c/Banco de Entre Ríos", E. D. 101-179.
7 Ver las citas contenidas en el fallo que se registra en Revista del Derecho Comercial y de las Obligaciones,
1992, año 25, p. 430, y al que nos referimos en especial en el punto III.
8 E. D. 132-113, con nota de RADZYMINSKI, Alejandro P., Cuestiones de Derecho Internacional Privado
Cambiario.
9 R. D. C. O. cit., p. 429.
10 Comenta el caso María Susana Najurieta, en nota ya cit. en E. D. 146-414.
11 Cám. Nac. Com., sala E, 13-11-92, "Sasin, José Summer c/Casa Días S. A. y otro", J. A. 1993-II-90.