Belice ha dado un paso importante para enfrentar la conservación de los océanos con su Proyecto de Ley de Recursos Pesqueros, que
pasó su
primera lectura en la Cámara de Representantes en diciembre de 2019. El Fondo de Defensa Ambiental (EDF), organización internacional sin fines
de lucro, se ha asociado con Belice en el proyecto de ley, que busca instituir soluciones de gestión efectivas para la sobrepesca
El cambio climático, la sobrepesca y la contaminación son problemas importantes en la preservación de hábitats oceánicos y la vida marina en
Belice, pero esta nueva legislación espera proteger la vida marina y asegurar que la sobrepesca no genere otros problemas como la disminución
de los recursos para las personas que dependen de esos recursos.
Para saber más sobre la ley y los siguientes pasos para la conservación ambiental en Belice, Global Voices tuvo una entrevista por correo
electrónico con Eric Schwaab, vicepresidente ejecutivo superior del programa de océanos del Fondo de Defensa Ambiental.
por mucho tiempo, Belice ha sido líder en el uso de áreas marinas protegidas [AMP] para conservar sus arrecifes de coral. Y esas AMP tuvieron
efectos importantes, aumentaron la abundancia de peces, langostas y caracoles dentro de las zonas de no pesca en un 300 a 600 %. Tres factores
llevaron a Belice a buscar enfoques de gestión más integrales: la necesidad de abordar la pesca ilegal dentro y fuera del país; la necesidad de
reglamentos complementarios de gestión de la pesca que reconstruyan y mantengan las poblaciones de peces dentro y fuera de las áreas
protegidas; y la necesidad de fortalecer la propiedad de la comunidad y el apoyo a las prácticas de pesca sostenible. Basándose en los éxitos
anteriores con las áreas protegidas, en 2011, el Gobierno de Belice aprobó el uso de pruebas de manejo de pesquerías basadas en derechos en el
arrecife de Glover y la Reserva Marina de Puerto Honduras. Fueron grandes éxitos con todas las partes y se logró una importante reducción de la
pesca ilegal casi inmediata.
En 2016, dada la demanda de pescadores de otras partes del país, Belice incorporó la cogestión de pesca a través de un nuevo enfoque de
‘acceso manejado’ con nuevos procesos científicos bajo un marco de gestión adaptativa. Bajo el acceso controlado, los pescadores y las
comunidades pesqueras controlan su futuro a través de la cogestión, que les da acceso a los peces en áreas geográficas específicas de la
pesquería, y responsabilidades para ayudar a manejar las áreas y observar las regulaciones.
En 2018, Belice usó la nueva confianza de los pescadores en la efectividad de la gestión y el creciente consenso entre los científicos, los gestores
pesqueros, los pescadores y los intereses de seguridad nacional como trampolín para expandir la cobertura de las AMP a más del 12 % de sus
aguas. Se crearon grandes y nuevas AMP en la frontera sur, donde la pesca ilegal era la mayor preocupación. Estas iniciativas mostraron cómo
podrían funcionar estas herramientas, y también qué había que hacer con la legislación fundacional de gestión de pesquerías en el país, para
sustentar un acceso gestionado adecuadamente y para reforzar la obligación de ampliar la gestión sostenible a todos los tipos de pesquerías.
Belice ha tenido una enorme disminución en la pesca ilegal y está empezando a tener una mejora en la salud de sus arrecifes desde que se
implementó este enfoque.
Belice
Birgit Gerstenberg
Eslovaquia
Zuzana Čaputová
Las políticas de la UE para luchar contra el cambio climático y convertirse en líder mundial en este
terreno han intensificado el debate sobre cómo alcanzar estos objetivos también en sus estados
miembros, incluida Eslovaquia. Esta discusión se ha producido especialmente en los últimos años
gracias, también, a un mayor interés público sobre las cuestiones climáticas y medioambientales. Por
ejemplo, uno de los movimientos más visibles, '#klímaťapotrebuje' (El clima te necesita), entregó al
Parlamento eslovaco una petición firmada por más de 130.000 personas en la que se reclamaba una
aceleración de la transición ecológica declarando la emergencia climática, logrando la neutralidad
climática para 2040 y estableciendo medidas específicas. Aunque aún no cuenta con una ley
climática específica, Eslovaquia, junto con el resto de los estados miembros, se ha comprometido a
lograr la neutralidad climática para 2050.
Para ello, es crucial actualizar la estrategia de bajas emisiones de carbono (la actual fue aprobada por
el Parlamento en febrero de 2020 y no refleja las mayores ambiciones europeas para 2030) e
identificar claramente los objetivos o las medidas concretas en varios sectores con un plazo
determinado. El país cuenta con varias estrategias sectoriales destinadas a la descarbonización y a la
reducción de las emisiones, pero existe una escasa coordinación entre los ministerios
responsables de la agenda relacionada con el clima y falta una visión clara de cómo lograr la
neutralidad. De hecho, la falta de políticas y medidas específicas también fue criticada por la
Comisión Europea en la evaluación del Plan Nacional de Energía y Clima (NECP). Y ello aunque
Eslovaquia es uno de los países que ha declarado una mayor ambición en la reducción de emisiones
para 2030 (del 20% frente al 12% resultante del Reglamento de reparto del esfuerzo), pero no ha
evaluado si las políticas y medidas comunicadas son suficientes para alcanzar los objetivos.
Esta energía siempre ha sido una prioridad de los distintos gobiernos en los esfuerzos
de descarbonización. Aunque se había considerado siempre una fuente doméstica, la invasión rusa en
Ucrania ha puesto sobre la mesa la dependencia del combustible nuclear; que es, como el gas natural
y el petróleo, importado de Rusia. Eslovaquia tiene dos centrales en funcionamiento con cuatro
reactores en Jaslovské Bohunice y dos reactores en Mochovce, y todos ellos utilizan combustible de
esa procedencia, de la empresa TVEL. Ésta ganó este contrato en 2018, al presentar una oferta más
barata que la empresa estadounidense Westinghouse, y vence en 2026, con la posibilidad de una
prórroga hasta 2030. Sin embargo, en la actualidad el precio ya no es el único criterio para el
Gobierno, y existen intensos debates sobre la necesidad de diversificar el acopio de combustible
nuclear y deshacerse de la dependencia energética de Rusia.
Además, Eslovaquia lleva tiempo intentando terminar otras dos unidades de la central nuclear de
Mochovce que, según los planes originales, debían haber entrado en funcionamiento en 2012 y
2013. El retraso no se debe sólo a unas normas de seguridad más estrictas, sino también a
la corrupción, factores que se han traducido en una inversión mucho más cuantiosa que la prevista
originalmente: ya ha superado los 6.200 millones de euros, frente a los 2.800 millones
presupuestados inicialmente.
La energía nuclear representa alrededor del 55% de la producción de electricidad y, tras la puesta
en marcha de las dos unidades citadas, alcanzaría alrededor del 75%, lo que dejaría el resto para las
renovables (principalmente, hidráulica). Mientras que la preferencia gubernamental para cumplir los
objetivos climáticos es la nuclear, el apoyo a las renovables es más complicado. El Plan Nacional de
Energías Renovables destaca incluso que, tras la puesta en funcionamiento de dos unidades en
Mochovce, "será difícil, incluso imposible, aumentar la cuota" de estas últimas "por encima del
objetivo propuesto en el sector de la generación de electricidad". De hecho, Eslovaquia fijó su
objetivo para 2030 en un 19,2% de cuota de renovables en el consumo final de energía, en lugar del
24% recomendado por la Comisión Europea. Ya venía arrastrando dificultades para cumplir incluso su
objetivo para 2020 (el 14%), pero todo cambió súbitamente una vez se corrigieron las cifras sobre el
uso de la biomasa y se superó incluso el umbral (16%, ver gráfico de abajo). La corrección se debió a
un cambio en la metodología utilizada para calcular el uso de esta fuente para incluir a los hogares y a
las pequeñas empresas, que antes no formaban parte de las estadísticas oficiales ni de los informes
de Eurostat. Gracias a este cambio, el país tiene fácil alcanzar el objetivo para 2030, aunque está lejos
de ser ambicioso. Cabe preguntarse si Eslovaquia aumentará el objetivo de forma sustancial en el
marco de la revisión de su PNEC para 2023 y también a la luz del paquete Fit for 55 y del plan
REPowerEU, que propone aumentar aún más la cuota renovable hasta el 45% en la UE.
Eslovaquia sigue a la zaga en materia de energía solar y eólica. La producción de la segunda es casi
nula (hay pocos aerogeneradores) y la primera representa menos del 3% de la producción de
electricidad. Pero el contexto de altos precios de la energía y, también, los cambios legislativos han
suscitado un mayor interés las instalaciones fotovoltaicas de los hogares y las empresas. Además,
existe un potencial inexplorado respecto a la geotérmica en el sistema de calefacción urbana que
ayudaría no sólo a la descarbonización, sino también a reducir la dependencia de las importaciones de
gas.