UCES. Primer Parcial. Adolescencia
UCES. Primer Parcial. Adolescencia
UCES. Primer Parcial. Adolescencia
Preguntas
Emma tiene 18 años, es una paciente fóbica. No podía salir sola, como fundamento un recuerdo
de cuando tenía 12 años. fue a una tienda y los dos empleados se rieron, ella salió corriendo
presa de algún afecto de terror. Creyó que se reían de su vestido y uno de ellos le había
gustado. Luego evoca un recuerdo de cuando tenía 8 años: había ido a una tienda y el pastelero
le pellizcó los genitales a través del vestido. No obstante, había ido por segunda vez y ahora se
lo reprocha. El nexo entre ambas escenas es proporcionado por la risa de los empleados y del
pastelero al cometer el atentado.
El recuerdo despierta un desprendimiento. La escena de la pastelería a los 8 años cobra eficacia
más tarde en la fobia, es decir que hay un efecto retardado (a posteriori). Ese recuerdo de lo
que sucedió a los 8 años le da sentido a lo que sucedió después. Se pierde la cronología.
El trauma que se resignifica a los 18 años da cuenta de ese desface entra la querencia libidinal y
la autoconservación. Esta última es lo que predominará en la sexualidad infantil. La sexualidad
para Freud se dará en dos tiempos. En el primero, la sexualidad infantil, donde las pulsiones son
parciales e intentan satisfacerse a través de las zonas erógenas. En el segundo tiempo,
conceptualizado como la segunda oleada de la sexualidad, las pulsiones parciales se subordinan
al primado de la genitalidad al servicio de la reproducción al principio; y luego al servicio del
placer sin requerir la reproducción como su único fin. Entre estos dos tiempos se ubica la
latencia, donde toda actividad pulsional relacionada a la sexualidad cesa.
El caso es paradigmático para Freud y para su teoría. Porque permite pensar en estos dos
tiempos de la sexualidad, y a considerar la adolescencia como condición histérica generalizada.
Porque es en este tiempo que se da un corte en lo cronológico, remite a un vínculo social y a
una modalidad de goce; y resignifica vivencias traumáticas. La adolescencia sería instancia
donde el sujeto puede acceder a su destino.
Peter Blos afirma que la adolescencia debe ser considerada como un fenómeno
psicosociocultural, y mientras que la pubertad corresponde a los actos de la naturaleza, la
adolescencia a los actos del hombre. El incremento de las mociones libidinales y agresivas (lo
biológico) desde la pubertad, puede implicar 2 destinos. Por un lado, restablecer formas pre-
latentes de satisfacción pulsional y por otro, posibilitar y alentar niveles superiores de
diferenciación. En este contexto discrimina distintas fases: Preadolescencia (9-11 años),
adolescencia temprana (11-13 a 15 años), adolescencia media (15 a 17 años) y adolescencia
tardía (de los 17 a los 20 años) y Posadolescencia (21-24 años). Esta visión descriptiva de la
adolescencia sigue un ordenamiento lineal en donde hay características propias de cada fase. Y
las metas a alcanzar en cada una implica el pasaje de una fase a la siguiente.
En cambio, a diferencia del primer tiempo, el tiempo lógico, tendrá una mirada atemporal, se
presenta el inconsciente, que es atemporal. Aquí el pasado cobra importancia psíquica. Por
consiguiente, en estos tiempos lógicos se articularán los hechos a fijaciones, regresiones,
anticipaciones y sucesos a posteriori. En esta postura se encuentran las conceptualizaciones de
Freud y Lacan, acerca de la adolescencia.
Freud consideró que todo adolescente porta el germen de la histeria. Habla de una
adolescencia vinculada a lo anímico. Se da un Retardo de la libido genital en relación con la
autoconservación. Implica así un tiempo lógico, no lineal. Cuando la libido es reprimida, cuando
reaparece con la segunda oleada de la sexualidad va a resignificar ese punto primero. Hace que
el retardo de la libido en la sexualidad, en la segunda oleada trasmude en traumas a posteriori,
huellas previas de memoria. En esta sexualidad, post periodo de latencia, muchas cosas se
vuelven traumáticas, no solo los sexual. A raíz de esto se reconoce un desfase en lo temporal,
concepto que introduce Freud en el caso Emma. el análisis de ese caso quiebra el tiempo
cronológico, y entra en juego el tiempo lógico del inconsciente, demostrado en la posibilidad de
resignificación. En estos tiempos lógicos, el sujeto “puede elegir como morir, puede sustraerse
de ese recorrido lineal cronológico. El sujeto puede escaparse de ese destino. Elegir para
cambiar algo de ese destino. Puede resignificar determinados sucesos, más allá del deterioro
biológico que es del tiempo lineal.
Lacan teoriza que el sujeto surge a partir del deseo del Otro. En la adolescencia la idea es
separarse del deseo del otro. Hacerse cargo del deseo propio. Esta característica esta por fuera
de un tiempo cronológico, se juega la atemporalidad del Inconsciente. La adolescencia para
Lacan formará parte de los tiempos lógicos. La realidad se va a construir a partir de un discurso.
No hay un significante que representa al sujeto. Esta dentro de un circulo significante. El
significante tiene cierta primacía sobre el significado. Por consiguiente, el niño es un
significante en el discurso de los padres. Desde antes del nacimiento. El sujeto ya es dado un
nombre, ya es inmerso en lo simbólico, en lo discursivo. A partir de un deseo del otro, es que se
constituye al sujeto. El adolescente debe romper con este suceso, con ese lugar que fue
advenido por el Otro.
3. Explique cuáles son los dos logros psíquicos que plantea Freud en
Metamorfosis de la Pubertad. Articule con la segunda oleada de la
sexualidad.
El tercero de los tres ensayos es un texto revolucionario para la época. Porque habla de la
sexualidad infantil desde el inicio de la vida. En este texto Freud marca dos oleadas de la
sexualidad. La primera que arranca en el nacimiento, que es la sexualidad infantil; que luego es
interrumpida por el periodo de latencia. Periodo que inicia por el sepultamiento del Complejo
Edipo. Y luego en la pubertad se da la segunda oleada de la sexualidad. Las características entre
ellas son diferentes.
Durante la sexualidad infantil predomina la polaridad fálica, castrado. Ambos sexos se originan
en base a tener o no tener falo. Se habla de la bisexualidad. En este primer tiempo de la
sexualidad hay una determinación. No hay objeto ni meta determinada.
Con el advenimiento de la pubertad se introducen los cambios que llevan la vida sexual infantil
a su conformación normal definitiva. La pulsión sexual era hasta entonces predominantemente
autoerótica; ahora halla al objeto sexual. Hay una nueva meta sexual: la reproducción; las
pulsiones parciales cooperan, al par que las zonas erógenas se subordinan al primado de la zona
genital. Deben coincidir las dos corrientes dirigidas al objeto y a la meta sexuales: la tierna y la
sensual. A su vez, queda listo el aparato reproductor: crecimiento manifiesto de genitales
externos / desarrollo de genitales internos. Este aparato debe ser puesto en marcha mediante
estímulos externos, internos o anímicos.
Freud en el texto “Metamorfosis de la Pubertad” plantea dos logros psíquicos que se dan en la
pubertad. El primero es el desasimiento de la autoridad de los padres y luego el hallazgo del
objeto exogámico. Ambos logros están relacionados. Antes de la segunda oleada de la
sexualidad, el infans tomaba a sus padres como objeto de amor. Pero con el surgimiento del
periodo de latencia se establecen los diques anímicos (asco, vergüenza y moral) y se instala en
el sujeto la barrera del incesto. La ley universal de la prohibición del incesto permitirá el primer
logro psíquico, es decir el abandono de los padres como objeto de amor; esto conducirá al
segundo gran logro. El adolescente será capaz del hallazgo de un objeto de amor por fuera de la
familia.
En la adolescencia con la salida exogámica. Las actividades grupales de pares son un elemento
crucial en este proceso. La posibilidad de formar parte de un grupo es al adolescente el
equivalente de lo que la capacidad de jugar es al niño. En la adolescencia se producen ciertos
movimientos que van a dar lugar a nuevas posiciones y a la adquisición de nuevos ideales, se
basan en las sólidas identificaciones de la infancia que tienen como matriz inicial la relación
con la madre, y posteriormente con ambos padres y las identificaciones que se dan en la
adolescencia.
El adolescente notará que su cuerpo se va a conmover en dos planos. Como imagen, que tienen
que ver con el complejo de Edipo y por el duelo del cuerpo de la infancia. El espejo le devuelve
una imagen completamente nueva.