Lingüística Cultural de Gary B. Palmer
Lingüística Cultural de Gary B. Palmer
Lingüística Cultural de Gary B. Palmer
PALMER
LING·ÜÍSTICA
CULTURAL
Versión de Enrique Bernárdez
Alianza Editorial
\
Título original: Towarda Theory of Cultural Linguistics
Reservados todos los derechos. El comen ido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión
y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren,
plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o cieruífica,
o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada
a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.
TABLAS 12
FIGURAS :............................................................................... 13
AGRADECIMIENTOS.. 17
PRÓLOGO DEL TRADUCTOR 19
PRIMERA PARTE
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
l. INTRODUCCIÓN 23
2. TRES TRADICIONES DE LA ANTROPOLOGÍA LINGüíSTICA 31
Lingüística boasiana 32
Etnosemántica 40
La etnografía del habla...................................................................................... 44
3. EL SURGIMIENTO DE LA LINGüíSTICA COGNITIVA 49
Ciencia cognitiva 49
Lingüística cognitiva 51
4. SÍNTESIS DE LA LINGüíSTICA CULTURAL 59
El problema del significado emergente y el
situado 61
Sentimientos y situaciones veladas en los cantos beduinos 67
5. CONCEPTOS 71
Definición de imaginería 71
Funciones adaptativas del lenguaje y la imaginería 77
Símbolos lingüísticos......................................................................................... 79
Modelos cognitivos............................................................................................ 81
Esquemas y esquemas imaginísticos 89
Transformaciones de esquemas imaginísticos y polisemia................. 96
Rasgos frente a esquemas imaginísticos en los términos espaciales del navajo. 102
Escenarios y guiones............................................................................... 103
9
LINGüíSTICA CULTURAL
SEGUNDA PARTE
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
10
íNDICE
11
TABLAS
12
FIGURAS
13
LINGüíSTICA CULTURAL
nura' . 305
14
FIGURAS
44. Construcción del término coeur d' alene para parte del cuerpo
s~ncY)~míc~n' let 'palma de la mano' o 'superficie en el dorso de la
mano' 308
45. Sufijos anatómicos coeur d' alene proyectados sobre el cuerpo
humano 310
46. Prefijo coeur d'alene ne' 'en medio de' representado como cate-
goría compleja 313
47. Prefijo coeur d'alene hon 'en' representado como categoría com-
pleja 314
48. Estructura radial del paradigma parcial del verbo español dormir 316
49. Extensiones del fonema básico [a] como variantes [Pa], ea] y [ka] 322
50. Igual que la figura 50, con categorías esquemáticas [Xa]y [(x)a] 322
51. El fonema inglés Ikf representado como categoría compleja 324
52. Distribución complementaria y niveles de abstracción en las con-
sonantes fricativas del chino mandarín 324
53. Contorno tonal de archipélago 326
54. Descripción autosegmental de archipélago 326
55. Red que perfila las equivalencias fonológicas en las raíces coeur
d'alene para rojo, amarillo y calor 331
56. Descripción mediante rasgos fonológicos de las raíces coeur d' a-
lene correspondientes a rojo, amarillo y calor 331
15
AGRADECIMIENTOS
Doy las gracias por leer y comentar algunos capítulos del manuscrito a
Keith Basso, Wenny Carstens, Zoltán Kovecses, Colin Loader, John Swet-
nam, George Urioste, Gary Witherspoon y los no especialistas Pat y A. D.
Hopkins y Keith Peterson. Elizabeth Brandt, René Dirven, Austin Hale,
Ronald Langacker, Jacqueline Lindenfeld, Günter Radden y Ralf Reimann
rne hicieron muchos comentarios y críticas. Estos lectores no son responsa-
bles de las tonterías que puedan haber quedado, como tampoco son respon-
sables Basso, Kovecses y Witherspoon del uso que he dado a sus datos.
Evan Blythin, Timothy Clow y Scott Locicero, a quien echo mucho de
menos, me ayudaron discutiendo conmigo muchas de las ideas. Hideki Kis-
himoto, Wendy Sanders y Ester Waher discutieron amistosamente conmigo
desde el campo contrario, el de la gramática generativa, lo que me obligó a
reexaminar mis propias premisas, que son muy distintas. Don Diener, Terry
Knapp y Lori Temple me proporcionaron muchas referencias pertinentes en
los campos de la psicología cognitiva y la psicolingüística, referencias que
lamentablemente yo había omitido. Ondieki Kennedy me hizo un resumen
de las clases nominales del kisii, Mohamed Kaseko me ayudó con el swahili
y Rusandre Hendrikse me proporcionó información sobre mhondoro 'león',
un término clave en mi análisis de las clases nominales del shona. La mara-
villosa iniciativa, y la colaboración en la investigación sobre semántica del
coeur d'alene, de Debra Kendrick-Murdock, Debra Occhi y Roy Ogawa
aumentaron mi entusiasmo por el proyecto. Dorothy Neal Arin me propor-
cionó datos sobre las clases nominales shona.
Varios ancianos de la tribu india coeur d' alene fueron mis informantes
para mis estudios sobre su lengua, cu.\tura e historia a lo largo de los últimos
17
LINGOfSTICA CULTURAL
veinte años. Mi experiencia con los fascinantes sonidos y las imágenes del
coeur d' alene es una de las principales inspiraciones de este libro. Los que
visité con más frecuencia son Lawrence Nicodemus, Felix y Lawrence Aripa
y Lavinia Felsman. Tom Connolly, Armando DaSilva, el difunto Bemard
LaSarte, el Consejo Tribal coeur d' alene y otras muchas personas de la reser-
va, indios y no indios, contribuyeron de una forma u otra a mis estudios.
Parte de mi trabajo con los coeur d'alene recibió el apoyo conjunto de la
tribu y de la Association for the Humanities del Estado de Idaho, a través del
Proyecto de Conservación de la Lengua Coeur d' Alene. Parte fue financiada
por el Faculty Research Council Grant 4758 FP-6/30/81, «Definición de las
palabras en coeur d'alene».
Este libro se ha beneficiado enormemente de la oportunidad de asistir a
cursos y de participar en discusiones en los Institutos Lingüísticos de Stan-
ford en 1987 y Tucson en 1989. Mi asistencia recibió el apoyo financiero de
mi departamento y mi facultad. Phyllis Margolis, Sherron Bell, Michael
Geary y Catherine Hoye proporcionaron una ayuda incansable en labores de
secretaría.
Aunque han transcurrido más de veinte años desde que obtuve mi docto-
rado en antropología en la Universidad de Minnesota, querría aprovechar
esta oportunidad para dar las gracias a mi director, Luther P. Gerlach, y a los
restantes miembros de la facultad por su generosa guía y sus ánimos cons-
tantes.
y para Evan, Alan y, especialmente, para Jeanne, gracias por vuestra
paciencia y vuestro apoyo.
18
PRÓLOGO DEL TRADUCTOR
19
LINGüfSTICA CULTURAL
20
PRIMERA PARTE
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
23
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
1 Otras críticas eficaces de la gramática generativa son Sampson (1980a, 1980b), Doe (1988) y
Hockett (1989).
24
INTRODUCCIÓN
descubriría que los modelos espaciales que delimitan toda la superficie del
cuerpo (pero no los órganos interiores del cuerpo) y definen los términos
para manos, dedos de la mano y el pie, y otras muchas partes del cuerpo, se
aplican también a los topónimos coeur d'alene e incluso, metafóricamente,
2 El coeur d'alene lo comprende y habla con soltura una docena de ancianos que viven en Idaho, y
lo entienden de manera imperfecta otras dos docenas de lingüistas y antropólogos especializados en
lenguas del noroeste de Norteamérica. Las lenguas amerindias del noroeste no son demasiado difí-
_\ c~l~s,pero pocas personas tienen ya oportunidad de aprenderlas. El coeur d'alene pertenece a la
dlvls6n interior de la familia lingüística salish. Otras lenguas estrechamente emparentadas son
kaüspel (que incluye los dialectos flathead, kalispel y spokan), coLumbia, okanoga, shuswap,
rpo,mpson y LiLLooet. "
NiEl coeur d'alene se escribe con un sistema práctico desarrollado flor el hablante nativo Lawrence
,ICOdemus en colaboración con algunos lingüistas, y está en uso ~hz los coeur d'alene (Nicode-
lIlUa 1975a, 1975b, 1975c). NOM es la etiqueta del prefijo norninalizador s-o
25
OBjETNOS y CONCEPTOS
26
INTRODUCCIÓN
visiones del mundo. Se van eliminando ideas indeseables, sean viejas o nue-
vas. Nueva imaginería y lenguaje nuevo surgen al mismo tiempo. Esto es lo
que Edward Sapir llamó «la obra colosal y anónima de generaciones
inconscientes» 4.
Estudiar el lenguaje es escuchar el clamor de la cultura que pugna con la
experiencia bruta; es el sonido de la tradición que se regula a sí misma para
absorber lo incipiente (Femandez 1986), la (crepitante) fusión de texto y
contexto (Werth s.f.). En el flujo del contexto, es la imaginería de la visión
del mundo, construida culturalmente, convencional y mutuamente presu-
puesta, la que proporciona puntos de referencia estables para la interpreta-
ción del discurso. La prensa amarilla y el cine, por ejemplo, nos proporcio-
nan imágenes convencionalizadas de los extraterrestres como humanoides
lisos y pálidos con ojos inmensos y curiosos, como el que visitaba al presi-
dente George Bush en el semanario Weekly World News, o como perversos
reptiles feroces de cuyas fauces fluye viscosa baba verde y que depositan
sus voraces larvas en cuerpos humanos, como en la popular película Alien.
Pertenecen a lo que T. Givón (1992: 12) llamó «el contexto genéricamente
compartido, o conocimiento cultural», o lo que Deborah Schiffrin (1987:
28) denominó el «estado de información» que afecta «a lo que sabe un
hablante y lo que sabe un oyente», y que Deborah Tannen y Cynthia Wallat
(1993: 60) llamaron «esquemas de conocimiento», que son «expectativas
sobre personas, objetos, acontecimientos y escenarios del mundo». Junta-
mente con la situación y la historia de un discurso en particular, el conoci-
miento cultural proporciona los contextos compartidos que confieren «acce-
sibilidad referencial» a los tópicos discursivos 5.
El conocimiento cultural es especialmente importante para la interpreta-
ción de los tropos convencionales (especialmente metáforas y metonimias),
que se ven cada vez más claramente como situados en complejas estructuras
de «politropos» (Friedrich 1991; Ohnuki-Tiemey 1991). En una revisión de
los datos de fray Bemardino de Sahagún sobre las figuras del discurso de la
lengua nahuatl, mostraré cómo los aztecas del México central construían
complicados difrasismos que aludían a escenas de teocracia y sacrificio
humano. Un pareado como YA JUNTO A LA HOGUERA, YA AL PIE DE LA ESCALE-
RA puede combinar metáfora y metonimia en complejas y apasionantes
estructuras alusivas.
El conocimiento cultural suele adoptar la forma de modelos o esquemas
cognitivos que organizan un conocimiento muy esquemático de dominios
4 Citado en Hoijer (1953: 5). La cita procede del libro de Edward Sapir Language, Nueva York,
Harcourt Brace and Co., 1921.
5 La expresión procede de Givón (1992: 12), a quien le interesaba específicamente la accesibilidad
27
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
31
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
Lingüística boasiana
I Esta historia se ha contado muchas veces, la última por Lucy (l992a), quien discutió exhaustiva-
mente la relatividad lingüística de Boas, Sapir y Whorf.
32
TRES TRADICIONES DE LA ANTROPOLOGíA LlNGÜfSTICA
Categorías como número, género, caso, tiempo, modo, voz, «aspecto» y una
miríada de otras más, muchas de las cuales no se reconocen sistemáticamente en
nuestras lenguas indoeuropeas, se derivan en último término de la experiencia,
desde luego, pero, una vez abstraídas de ella, se elaboran sistemáticamente en el
lenguaje y no se descubren en la experiencia tanto como se imponen sobre ella,
por la tiranía que ejerce la forma lingüística sobre nuestra orientación en el
mundo (1964).
33
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
34
TRES TRADICIONES DE LA ANTROPOLOGíA LINGOfSTICA
durante los treinta años que van de 1950 a 1980, una época en la que los
enfoques formales y matemáticos atrajeron la atención de todos. Algunos
lingüistas y antropólogos americanistas siguieron trabajando en el marco
relativista, sin embargo, y los estudiosos de otros campos conservaron el
interés por lo que llegó a conocerse como «la hipótesis de Sapir-Whorf».
Desde fines de los años treinta hasta fines de los cuarenta, Dorothy Lee
intentó descubrir la visión del mundo de los wintun del norte de California a
través del estudio detallado de su gramática y su mitología. Escribió que «la
gramática contiene en forma cristalizada la experiencia acumulada y acu-
mulativa, la Weltanschauung de un pueblo» (Lee 1938: 89, citado en Lucy
1992a: 71). Quizá su observación más interesante fue que, en su forma no
marcada, los sustantivos wintun se refieren a sustancias genéricas y necesi-
tan ser modificados por un sufijo derivativo que les proporciona particulari-
dad y referencia específica. En comparación, los sustantivos ingleses o
españoles son normalmente específicos, como muestra el hecho de que sean
siempre singulares o plurales y definidos o indefinidos (Lee 1940, 1944,
1.959). La siguiente cita muestra un ejemplo:
35
OB]ETNOS y CONCEPTOS
36
·TRES TRADICIONES DE LA ANTROPOWGÍA LINGüíSTICA
concluía que los dos tipos «se prestan igualmente bien a una investigación
de las relaciones entre el lenguaje, la visión del mundo y el resto de la cultu-
ra» (1979: 317), pero no tomaba postura sobre la posición relativista fuerte.
Sí que distinguía entre «significado referencial» (con el que creo que se
refería al significado léxico y gramatical) y visión del mundo, teorizan-
do que la visión del mundo es más amplia que el significado referencial,
porque el «significado referencial es 'la información específica sobre el
mundo que se comunica directamente a través de la conducta lingüística'.
La visión del mundo es 'la forma general de pensamiento sobre el mundo
que subyace a toda conducta cultural, incluyendo la conducta lingüística'»
(1979: 318). Veía una influencia mutua entre el medio (lenguaje) y la visión
del mundo, en la que el lenguaje ejercería ciertas influencias claras pero no
especificadas sobre la visión del mundo.
Mathiot proponía que el dominio semántico del lenguaje es aquel aspec-
to de la visión del mundo que está ligado a la conducta lingüística y que es
discernible solamente a través de ésta, mientras que el dominio cognitivo
del lenguaje es aquel aspecto de la visión del mundo que puede expresarse
también por otros medios. Esta visión de la semántica parece separarla de la
cognición y de buena parte de la visión del mundo y convertida en un domi-
nio autónomo; eliminaría de la semántica aquellos elementos de significado
lingüístico que rigen las formas lingüísticas si y sólo si rigen también otras
formas. A la inversa, que las estructuras semánticas rijan el lenguaje no es
razón suficiente para excluidas del dominio de la cognición. Este libro pro-
porciona amplias pruebas de que los elementos del significado que conside-
ramos semánticos son al mismo tiempo elementos de la visión del mundo, o
tienen estructuras conceptuales paralelas a las propias de la visión del
mundo, o están profundamente ligados a elementos de la visión del mundo
que rigen conductas no lingüísticas. Mientras que el lenguaje puede mostrar
algunos rasgos especiales, lenguaje y visión del mundo son parte de la
misma red cognitiva. La discusión, e!l un capítulo posterior, de los clasifica-
dores nominales del dyirbal, el bantú y el apache, que se organizan sobre la
base de dimensiones culturalmente significativas, proporcionará una ilustra-
ción de este punto, al igual que la discusión de los prefijos de objeto del
navajo, que están regidos por una jerarquía definida de control. Un artículo
del volumen editado por Mathiot argumentaba que las sociedades de caza-
dores-recolectores que viven en entornas abiertos y sin árboles expresan en
sus clases nominales la distinción «a la vista/no a la vista» y la idea «distal»
de verticalidad, mientras que aquellas que viven en entornos boscosos cerra-
dos expresan ideas de dureza y flexibilidad, probablemente porque estas
distinciones son a la vez culturales y semánticas (Denny 1979). Lucy
(1992a: 73) criticó a Mathiot por su «linguocentrismo» y por tratar la
37
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
38
TRES TRADICIONES DE LA ANTROPOWGfA UNGÜfSTICA
39
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
Etnosemántica
40
TRES TRADICIONES DE LA ANTROPOLOGíA LINGüíSTICA
41
OBJETNOS y CONCEPTOS
42
TRES TRADICIONES DE LA ANTROPOLOGÍA LINGüíSTICA
44
TRES TRADICIONES DE LA ANTROPOLOGÍA. UNGÜfSTICA
45
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
46
TRES TRADICIONES DE LA ANTROPOLOGÍA LINGOfSTICA
1. Conocimiento lingüístico:
(a) Elementos verbales.
(b) Elementos no verbales.
(e) Patrones de elementos en acontecimientos de habla determina-
dos.
(d) Gama de posibles variantes (en todos los elementos y su organi-
zación).
(e) Significado de las variantes en situaciones determinadas.
2. Destrezas de interacción:
(a) Percepción de rasgos salientes de las acciones comunicativas.
(b) Selección e interpretación de formas apropiadas para situaciones,
papeles y relaciones específicos (reglas para el uso del habla).
(e) Organización y procesos discursivos.
(d) Normas de interacción e interpretación.
(e) Estrategias para alcanzar objetivos.
3. Conocimiento cultural:
(a) Estructura social.
(b) Valores y actitudes.
(e) Mapas/esquemas cognitivos.
(d) Procesos de enculturación (transmisión de conocimientos y des-
trezas).
47
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
48
CAPÍTULO 3
Ciencia cognitiva
ciencia.
49
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
pero con una participación tan amplia de las humanidades y las ciencias, el
terreno de interés común podría denominarse mejor estudios cognitivos. Sin
embargo, en cada uno de estos campos, al menos algunos especialistas apli-
can las nuevas ideas al lenguaje. Pero ¿qué quieren decir los términos cogni-
ción y ciencia cognitiva?
Una rama de la ciencia cognitiva pone de relieve la computación en su
definición del campo. Por ejemplo, Herbert A. Simon y Craig A. Kaplan
(1989: 2) definieron la ciencia cognitiva como «el estudiode la inteligencia
y sus procesos computacionales». Este punto de vista condujo a los investi-
gadores a buscar procesos inteligentes, término que podría describir mode-
los de pensamiento tan diferentes como la operación de conjuntos de reglas
de producción o de redes neuronales. Según Simon y Kaplan (1989: 9), el
«modelo estándar» de la cognición incluye memoria a corto plazo, caracte-
rizada como de acceso rápido y capacidad limitada, y memoria a largo
plazo, caracterizada por una «organización asociativa y capacidad práctica-
mente ilimitada». Algunas versiones del modelo estándar incluyen en la
memoria a largo plazo componentes especializados como información
declarativa, información procedimental (operadores) y un «índice» de la
memoria al que a veces se hace referencia como «red de discriminación».
La información declarativa puede organizarse como esquemas, que pueden
ser «proposicionales, pictóricos, o ambos» (1989: 10). Los modelos de aso-
ciaciones simbólicas, esto es, aquellos que «designan o 'señalan' estructu-
ras fuera de ellos mismos, pueden incorporar procesamiento en serie o en
paralelo» (1989: 11).
Mientras que el modelo estándar sigue rigiendo aún la mayor parte de la
investigación en la ciencia cognitiva, algunos científicos cognitivos están ya
descontentos con sus limitaciones. Por ejemplo, Raymond W. Gibbs (1994:
443) criticó a psicólogos y psicolingüistas cognitivos por poner excesi-
vo énfasis en la arquitectura general del procesador de lenguaje en vez de
centrarse en la investigación del «contenido de la mente en términos de las
creencias y concepciones reales que tienen las personas sobre sí mismas y
sobre el mundo que las rodea, o cómo ese conocimiento motiva específica-
mente la conducta lingüística». Howard Gardner (1985: 21) esbozó una
aproximación a la ciencia cognitiva que parece satisfacer la preocupación
de Gibbs por el contenido.
En La nueva ciencia de la mente: historia de la revolución cognitiva,
Gardner (1985: 21) definió la ciencia cognitiva como «un empeño contem-
poráneo de base empírica por responder a interrogantes epistemológicos de
antigua data, en particular los vinculados a la naturaleza del conocimiento,
sus elementos componentes, sus fuentes, evolución y difusión». Su defini-
ción es útil pues permite abarcar el razonamiento, la imaginería, la percep-
"
50
EL SURGIMIENTO DE LA UNGüfsnCA. COGNITIVA
Lingüística cognitiva
2 Por ejemplo, Scherer (1988: 8) dijo que los científicos cognitivos tienen un objetivo de investiga-
ción común: «descubrir las capacidades representacionales y computacionales de la mente y la
representación estructural y funcional de aquellas en el cerebro».
3 Una afamada científica cognitiva que adopta un enfoque distinto es EIeanor Rosch, quien colabo-
ró en una obra que combina ciencia cognitiva, filosofía budista y fenomenología (Varela, Thompson
y Rosch 1991). En este enfoque, no hay representaciones, sino solamente enacciones. Sin embargo,
en estas enacciones hay «estructuras cognitivas» que «emergen de los modelos sensorio-motores
recurrentes que permiten que la acción sea guiada perceptivarnente» (1991: 203). El principal efecto
del movimiento fenomenológico parece ser el apartar la atención de la estabilidad de las estructuras
representacionales y sus correspondencias y dirigirIa hacia entidades definidas objetivamente; la
atención se dirige hacia la emergencia dinámica y adaptativa de las estructuras en contexto. En mi
opinión, el énfasis de la lingüística cognitiva en los procesos activos de interpretación (por ejemplo,
figura y fondo, perspectiva, alcance, transformaciones esquemático-imaginísticas, etc.) constituye
un movimiento más conservador y pragmático en la misma dirección. Que hablemos de representa-
ciones o de estructuras cognitivas no parece dar lugar a diferencias cruciales. Las primeras, quizá
erróneamente, conservan más de una teoría folk de la mente; las últimas son tan abstractas que prác-
ticamente están vacías.
51
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
52
EL SURGIMIENTO DE LA UNGOfSTICA COGNITIVA
4 Como señala Langacker (1990a: 1): «Léxico, morfología y sintaxis forman un continuo de unida-
des simbólicas, divididas sólo arbitrariamente en .omponentes separados ... » (véase también 1990a:
115-116 y 343). \
53
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
54
EL SURGIMIENTO DE LA UNGüfSTICA COGNITIVA
5 En mi opinión, esto viene a ser como decir que el lenguaje debería verse como un repertorio de
destrezas verbales.
55
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
56
EL SURGIMIENTO DE LA LINGüíSTICA COGNITIVA
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57
CAPÍTULO 4
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59
· OBJETIVOS Y CONCEPTOS
60
SíNTESIS DE LA LINGüíSTICA CULTURAL
Una importante tendencia en los estudios sobre lenguaje y cultura de los años
setenta y ochenta ha sido el reconocimiento de que el significado emerge en el
discurso mismo según los participantes interpretan la actuación verbal de los
demás. Los significados dependen de los acontecimientos, en vez de estar fija-
dos enteramente en las glosas léxicas y las estructuras gramaticales conven-
cionales (Clifford 1986; Sherzer 1987; Brody 1991). Los oyentes formulan
situaciones e interpretan sus significados. Si el lenguaje expresa cognición, se
trata de la cognición en la interacción y el proceso, no de las estructuras cog-
nitivas aparentemente anquilosadas de las taxonomías y los análisis compo-
nenciales. Cuando los significados convencionales y literales son insuficientes
para abarcar acontecimientos y experiencias por sí mismos, encontramos la
capacidad cognitiva humana para construir significado en el discurso.
El carácter contingente del significado no es un descubrimiento nuevo,
porque todos los hablantes humanos han tenido probablemente la experien-
cia consciente de crear o descubrir significados nuevos. Incluso expresiones
simples y cotidianas adoptan sentidos nuevos dependiendo de las situacio-
nes. «Es un auténtico cielo» puede connotar afecto cuando lo dice una novia
nueva u hostilidad si lo pronuncia con sarcasmo la resignada esposa de un
marido agresivo. Naturalmente, estos usos emergentes se convierten fre-
cuentemente en corrientes y convencionalizados. Nuevos significados so-
ciales pueden emerger en actuaciones verbales que reconstruyen estatus
sociales existentes, como cuando digo algo en una forma que normalmente
I Utilizo el verbo enmarcar como equivalente al término idealización, que es el proceso por el cual
un esquema determinado se asocia o «se aplica» a un «referente completo, plenamente detallado»
(Talmy 1983: 258).
61
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
sólo podría adaptarse con un amigo íntimo, por ejemplo «Confío en ti».
Dicho a un viejo amigo, reafirma nuestra relación. Pero la misma expresión
puede crear también estatus sociales nuevos o temporales: dicho a alguien
que acabo de conocer, puede crear, en las circunstancias apropiadas, nuevos
lazos de amistad. El discurso crea significados a partir de situaciones, con-
virtiéndose con ello en «la esencia de la cultura, y en constitutivo del len-
guaje, la cultura y la sociedad» (Sherzer 1987).
Sea convencional o emergente, el significado afecta a la sociedad y a la
política y está sujeto a discusión por interlocutores con trasfondos y estatus
diferentes. Frecuentemente tienen que negociarse significados mutuamente
comprendidos. Por ejemplo, la palabra tribu puede significar una banda tra-
dicional cuando la utiliza una tribu india que persigue el reconocimiento de
sus derechos de pesca ante un tribunal federal, pero su uso puede restringir-
se a una reserva en particular cuando la usa el juez, como sucedió en una
decisión reciente sobre los indios de Mases Columbia y varias bandas
emparentadas del noroeste. El efecto de la restricción fue excluir a los
Mases Columbia de los pescaderos tradicionales en el río Columbia. Esto
sucedió a pesar del testimonio de que los Mases Columbia y otros habían
conservado su identidad cultural desde 1855 hasta el día de hoy. El testimo-
nio mismo se basaba en pruebas históricas y en pruebas lingüísticas toma-
das de la toponimia 2. Debido a la importancia del poder y el contexto social
en la negociación de significados, sucede siempre que los significados nc
son sólo relativos, como el significado de tribu, sino que también están
situados en el discurso entre interlocutores que llevan consigo identidades
históricas y sociopolíticas.
La lingüística cultural puede necesitar una «descripción espesa» (Geertz
1973; Sherzer 1983). Determinar el significado del discurso exige prestar
atención a las identidades e historias de los participantes en el discurso, así
como a la historia previa inmediata del discurso que se está interpretando,
especialmente porque todas estas cosas son construidas por los participan-
tes. Pero determinar lo que es suficiente, pertinente y significativo es a
menudo cuestión de perspectiva y posición social. Por tanto, la determina-
ción del significado debe ser interpretativa, teniendo en cuenta las propias
interpretaciones de hablantes y oyentes. Langacker, de hecho, ha mantenido
siempre que «una parte fundamental del significado de cualquier expresión
incluye la aprehensión por el hablante del contexto total (lingüístico, social,
cultural e interaccional)» 3. William F. Hanks (1993) utilizó el término
2 Opinión, United States v. Oregon, Civ. N.O 68-513-MA, 3 de enero de 1992. Yo actué de perito
para las tribus confederadas de Colville y presenté la historia de las identidades étnicas de varias tri-
bus de lengua salish de la cuenca del río Columbia.
3 Ronald Langacker, comunicación personal (1991).
\.
62
SíNTESIS DE LA LINGüíSTICA CULTURAL
marco para la situación discursiva inmediata con todos sus detalles concre-
tos recordados. Paul Werth (1993: 82) usó el término terreno común para
abarcar no sólo el marco anterior tal como lo define Hanks, sino también los
modelos del mundo de los interlocutores. Todas estas formulaciones traslu-
cen la convergencia en un enfoque interpretativo 4.
Robin Ridington (1991: 252) dijo que «las palabras que nos pasamos
unos a otros dan origen a tejidos densamente interactivos de un mundo com-
partido». Esta metáfora de las conexiones puede formularse también en tér-
minos cognitivos usando la noción de escenario del discurso, un tipo de
modelo cognitivo convencional que implica participantes humanos e inte-
racciones. La visión del mundo está constituida por miríadas de estos esce-
narios conectados, junto con otras muchísimas entidades y procesos defi-
nidos culturalmente. Hablantes y oyentes se implican unos a otros en
escenarios enlazados unos con otros, al instanciarlos con imágenes del yo y
de los interlocutores. Por tanto, el significado no sólo depende de los esce-
narios, también es relacional y dependiente, en su textura, de los escenarios
discursivos.
Si el significado es siempre relativo al contexto y está situado en rela-
ciones sociales, ¿cómo podemos entendemos unos a otros? Un modelo
popular de comunicación, que aún se encuentra en los manuales sobre las
formas de comunicación, ha fracasado en la resolución de este problema.
Es la metáfora del canal para el lenguaje, un modelo folk hallado tanto en
inglés o español como en japonés (Reddy 1979; Lakoff 1987: 108). La
metáfora del canal, que se ha convertido en una especie de comodín, con-
ceptualiza el.significado lingüístico como consistente en una serie de obje-
tos discretos y estables contenidos en las palabras, que son transmitidos por
el hablante al oyente. Pero el modelo es ciertamente erróneo porque, como
señaló Langacker (1987: 62), «no hay nada que viaje del hablante al oyente
excepto las ondas sonoras». Es por tanto tarea del oyente construir «una
hipótesis razonable sobre la naturaleza de la conceptualización que dio
lugar al enunciado del hablante». En palabras de Fillmore (1975: 80), «en
cualquier punto del discurso, el intérprete necesita ser consciente de las
escenas, imágenes o recuerdos que, por así decir, están 'activados en ese
momento'».
El paradigma del significado emergente ofrece una perspectiva dinámica
e indispensable, pero llevado al extremo resulta insostenible porque, si
4 Geertz opuso la antropología interpretativa a los enfoques cognitivos, de modo que puede parecer
extraña la afirmación de que la lingüística cognitiva y la cultura son interpretativas, pero en 1973 el
enfoque cognitivo predominante en antropología era la etnociencia, que se veía habitualmente como
indebidamente estática. En los estudios cognitivos contemporáneos, las ideas se tratan como proce-
sos y expectativas, no como estructuras anquilosad'f
"
<,
63
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
todos los significados tuvieran que emerger a través del discurso, todo signi-
ficado sería embrionario o momentáneo (Ellis 1991). En la práctica, las
palabras no tendrían utilidad fiable y los diccionarios serían irrelevantes y
completamente inútiles. Nunca podrían llegar a existir los significados y
patrones estables y consensuados que son evidentes en culturas, tradiciones
y lenguajes naturales. Sólo habría comunicación y flujo. ?
Ya que nuestra experiencia del discurso no es en absoluto tan embrio-
naria, tiene que existir algún terreno intermedio, un nexo donde los signi-
ficados convencionales consensuados interaccionan con las situaciones
convencionales para conformar significados que son a la vez convencio-
nales y relativos a diversas situaciones discursivas. Esto es lo que quiere
decir significado situado. Contrasto este término con el de significado
emergente, que implica la esquematización de experiencias relativamente
nuevas y no familiares, y su formulación o interpretación en términos de
categorías convencionales. Las lenguas contienen ricos inventario s de
expresiones y estructuras con imaginería estable (es decir, morfemas,
palabras, frases idiomáticas, metáforas, narraciones tradicionales), pero
cada uso de una expresión convencional la implica en una situación so-
cial y lingüística particular o requiere la formulación de una experiencia
nueva.
Langacker se ocupó de los problemas del significado situado y emer-
gente definiendo la gramática cognitiva como «un modelo de la estructura
del lenguaje 'basado en el uso'», con lo que parecía tener en mente dos
cosas: un enfoque inductivo y un enfoque basado en el contexto, es decir,
«maximalista, no reductivo y abajo-arriba», en oposición a la tradición
generativa, que es «minimalista, reductiva y arriba-abajo», al menos en su
espíritu (l990a: 260-266, 280-281). No tiene especial relevancia para el
problema del significado emergente que Langacker considerara inductiva a
la gramática cognitiva, pero lo señalo para evitar dar una imagen parcial y
distorsionada de sus ideas. Más relevante para nuestro problema es su afir-
mación 'de que «basado en el uso» implica también que toda la estructura
lingüística emerge del contexto, que incluye, entre otras cosas, «conoci-
miento cultural recurrente» 5. Afirmaba que «el uso del lenguaje (y la base
para la adquisición del lenguaje) consta de acontecimientos de uso en los
cuales comprensiones fundamentadas en el contexto se emparejan con ocu-
rrencias fonológicas en todo su detalle fonético». Esto quiere decir aparen-
temente que los símbolos, como emparejamientos de sonido y significado,
emergen, o surgen, de los acontecimientos de uso, es decir, del· discurso
mismo.
64
SíNTESIS DE LA LINGüíSTICA CULTURAL
6 Langacker, comunicación personal, a partir de una descripción de la lingüística cognitiva que pre-
sentó en el «Instrumentarium» del manual que estaba preparando la Asociación Internacional de
Pragmática, 1993.
7 Ibíd.
65
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
66
SíNTESIS DE lA LINGüíSTICA CULTURAL
Su amiga respondió con un poema que venía a decir que era mejor reem-
plazar el amor con la paciencia. 'Aziza continuó con un poema sobre la per-
vivencia de los recuerdos; su amiga repuso con una exhortación a olvidar a
quienes causan dolor. 'Aziza retornó entonces su tema original de la pacien-
cia con el siguiente poema:
La amiga respondió con un poema que advertía contra las malas conse-
cuencias de rememorar historias de antiguos amores. Abu-Lughod (1986:
73) señalaba que cuando reproducía la canción para que la oyeran otras
mujeres, éstas parecían «solemnes y doloridas», y comentaban: «[Qué mala
suerte tiene!» o «Esas cosas te hacen llorar», y algunas incluso lloraban.
Hay varias cosas que deben tenerse en cuenta para intentar compren-
der cómo este género comunica sentimientos convencionales. En primer
lugar, como ya se ha mencionado, se espera que la gente exprese en las can-
ciones sus sentimientos personales. En segundo lugar, existe un amplio
corpus de canciones poéticas y parece que casi todo el mundo está familia-
rizado con muchas canciones. En tercer lugar, la gente que escucha las can-
ciones está familiarizada con la historia personal del cantante, de modo que
desarrolla expectativas acerca de los sentimientos reflejados en la canción.
En cuarto lugar, los cantantes y la audiencia comparten una tradición cultu-
\
-.
67
OB]ETNOS y CONCEPTOS
68
SíNTESIS DE LA UNGÜfSTICA CULTURAL
69
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
70
SEGUNDA PARTE
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
\ \
-.
CAPÍTULO 6
143
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
144
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO .
Coyote salió. Vio a un hombre lanzando sus ojos al aire. Corrió y dijo: «¡Ojos
míos, volved!». Entonces cayeron de nuevo en sus cuencas. Coyote dijo: «Mi
gr-gr-gr-abuelo también conocía ese truco. ¿Crees que eres el único que lo
conoce?».
Se sacó los ojos y los lanzó a lo alto. «¡Volved, ojos míos!» Pero el hombre
echó a correr y los cogió, y Coyote se quedó sin ojos (Reichard 1969: 91) l.
I Cómo pierde Coyote sus ojos puede considerarse una parábola de la lingüística moderna, que pre-
fiere trabajar sólo con lo que puede oír, no con lo que ve o imagina.
145
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
historias de otras tribus, Coyote sabe incluso buscar el consejo de sus pro-
pias heces.
Entre otras cosas, la historia nos muestra que el lenguaje no se refiere
necesariamente al mundo sensorial externo. En cambio, se refiere a imáge-
nes que se hallan en las mentes de hablantes y oyentes, imágenes que pue-
den ser proporcionadas por una cultura a través de su literatura, sus artes o
su discurso cotidiano. Si la comprensión de este breve episodio exige refle-
xionar sobre la imaginería indígena de los coeur d' alene, está claro que
haría falta mucho más conocimiento para interpretar una historia o una con-
versación completas que contuvieran alusiones simples a la mitología narra-
da en la lengua indígena.
Necesitamos alguna comprensión independiente de otras culturas a fin
de captar la imaginería y la filosofía transmitidas en textos como la historia
de Coyote, pero el conocimiento de las visiones del mundo también es nece-
sario para las más minuciosas actividades del análisis gramatical y la tra-
ducción exacta. Las visiones del mundo proporcionan la imaginería semán-
tica más afianzada y permanente, que subyace tanto a las construcciones
gramaticales como a las expresiones figurativas.
El lingüista Ferdinand de Saussure (1991: 78) señaló hace mucho tiempo
que los patrones del lenguaje son convenciones sociales (Dinneen 1967).
Saussure llamó a los signos lingüísticos, como las palabras, «asociaciones
que llevan la marca de la sanción colectiva». Y Edward Sapir (1949 [1921]:
19) afirmó que cualquier clasificación lingüística de la experiencia exige
que «la comunidad [la] acepte tácitamente como una identidad». Lenguas y
visiones del mundo tienen esto en común. Al construir metafóricamente
sobre la base de esquemas imaginísticos emergentes, las personas crean sus
propias visiones del mundo a través de la actuación, la práctica y el discur-
so, y abstraen la esencia de la visión del mundo para presentarla enmarcada
en el lenguaje.
Con la entrada de la teoría postmodernista de la deconstrucción en la
antropología, es habitual poner en duda los conceptos que parecen referirse
a configuraciones duraderas y compartidas de la cultura. El concepto de
visión del mundo está claramente sujeto a esta crítica (Hill y Mannheim
1992). La lingüística cultural no depende de la existencia de visiones del
mundo estables compartidas por todos los miembros de una cultura o inclu-
so de una comunidad lingüística; tampoco se apoya en la premisa de que las
visiones del mundo de los hablantes poseen necesariamente consistencia
interna. Pero sí asume que hablantes y oyentes tienen alguna comprensión,
aunque sea rudimentaria, de las visiones del mundo de los demás; que por
muchas visiones del mundo que puedan existir en una cultura, están sin
embargo definidas culturalmente con elementos com,?artidos por amigos,
\..
146'
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
147
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
148
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
149
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
2 Se cuenta que el líder republicano del Senado dijo: «Estamos en Oriente Medio por unas pocas
letras: C-R-U-D-O», «Three Cheers for Dole», Las Vegas Review Journal, 18 de febrero de 1991,
7B.
3 Stephen Labash y Emily R. Greenberg, «Misunderstanding Purpose of Free Speech» (especial del
Baltimore Sun), Las Vegas Review Journal, 18 de febrero de 199 I, 7B.
4 En inglés americano, las sílabas iniciales de estas palabras se pronuncian [sed/s.xí], incluyendo
Salan [sredn]. (N. del T.) \
. \
<,
150
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
151
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
mente realizando un peligroso viaje heroico, a veces atravesando el mar para lle-
gar a tierras peligrosas. El malo es inherentemente perverso, quizá incluso un
monstruo, de modo que no tiene sentido intentar razonar con él. El héroe no
tiene otra opción que enfrentarse en combate con el malo. El héroe vence al
malo y rescata a la víctima. Se restaura el equilibrio moral. Se consigue la victo-
ria. El héroe, que siempre actúa de forma honorable, ha demostrado su virilidad
y ha alcanzado la gloria. El sacrificio valió la pena. El héroe es aclamado y reci-
be la gratitud de la víctima y de la comunidad.
153
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
Tabla 4. Escenario idealizado del amor en inglés, según Kovecses (1988: 58-59)
154
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
Hi, sugar!
'¡hola, azuquítar!'
Honey, you look great today.
'mielecita, qué guapa estás hoy'
Hello, sweetie-pie.
'hola, pastelito de fresa'
6 En esta frase y las dos siguientes utilizo traducciones literales del inglés; al parecer, en español es
menos habitual esta metáfora para el amor, y cuando se usa puede resultar o bien grosera o, por el
contrario, excesivamente «cursi» (como en el último ejemplo), La palabra azuquítar (diminutivo de
«azúcar») la he escuchado en algunas regiones españolas en un contexto de este tipo. Un análisis
detallado de las metáforas del amor en español, en comparación con las del inglés, puede verse en:
Antonio Barcelona Sánchez, «El lenguaje del amor romántico en inglés y en español», Atlantis 14,
1992, pp. 2-27. (N, del T)
"
155
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
156
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VlSIONFS DEL MUNDO
Así, para parafrasear sus afirmaciones, cuando los entrevistados ofrecían enun-
ciados como «Cerramos un compromiso de boda» y «Los dos nos comprometi-
mos a seguir juntos», están usando «compromiso» en el sentido de PROMESA.
Cuando dicen «Estamos profundamente comprometidos con el matrimonio y la
familia» o «Tenemos el compromiso de hacer funcionar a nuestro matrimonio»,
están usando la palabra en el sentido de DEDICACIÓN. Y cuando dicen cosas como
«Estábamos realmente comprometidos el uno con el otro» y «¿Estaba preparado
para comprometerme con ella?» están usando «compromiso» en el sentido de
UNIÓN (1985: 301).
157
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
fenómenos naturales. Entre las más intrigante s están las clases y los clasifi-
cadores nominales que se encuentran en muchas lenguas 9. Un tipo, llamado
de clasificadores numerales, se encuentra en chino, japonés, maya, ojibwa y
muchas lenguas del sureste de Asia (Burling 1970; Adams y Conklin 1973;
Creider 1975). Estas lenguas tienen construcciones que se parecen a las
expresiones españolas de medidas, como «seis hojas de papel» y «50 litros
de gasolina» [cursiva añadida] (Adams y Conklin 1973: 1). Aquí, los térmi-
nos hojas y litros son análogos a los clasificadores numerales de otras len-
guas. Pero los clasificadores numerales sistemáticos suelen ser más esque-
máticos, con traducciones como «8 cosas-redondas de naranjas» o «52
cosas-largas de pinos». Y como se aplican de manera más universal a los
sustantivos de las lenguas clasificatorias, revelan mejor los esquemas espe-
cialmente salientes de las visiones del mundo de sus hablantes.
Las lenguas bantúes del África subsahariana tienen un sistema de clases
nominales que se parece en algunos aspectos a los géneros masculino- feme-
nino-neutro del alemán o a las clases masculino-femenino del español.
Algunos especialistas se refieren a las clases nominales bantúes como siste-
mas de géneros, pero las lenguas bantúes clasifican los sustantivos por vías
que no son las del género sexual per se. Las clases nominales del bantú res-
ponden a las formas, la animicidad, el control y la consistencia física de las
sustancias. La clasificación no es muy clara, con su aparente mezcla de
9 Dixon (1986) distinguió entre clases nominales gramaticales obligatorias, como las de las lenguas
bantúes, el dyirbal y las lenguas cori género gramatical (p.ej., español, francés, alemán, latín), y cla-
sificadores nominales «léxico-sintácticos», como los de las lenguas del sureste asiático y otras
zonas de ese continente con clasificadores numerales. En su esquema, las clases nominales son
sistemas gramaticales cerrados; los clasificadores son formas libres. Las clases nominales son con-
cordantes y marcan a otras palabras además del sustantivo mismo; los clasificadores nunca son con-
cordantes fuera del sintagma nominal. Las clases nominales tienen significados fijos; los clasifica-
dores adquieren significados en contexto. El navajo y el apache no encajan muy bien en este
sistema.
En mi opinión, las observaciones de Dixon sobre las funciones y la semántica de las clases y los
clasificadores son difícilmente sostenibles, por razones que quedarán claras en este capítulo. Sospe-
cho que existe un continuo entre estas nociones prototípicas de sistemas de clases y de clasificado-
res y preferiría usar el término de clasificadores para todos estos sistemas aunque, en interés del dis-
curso interdisciplinario, seguiré el uso de Dixon siempre que sea posible.
Colette G. Craig (1986: 4) afirmó que el jacalteca se sitúa un tanto entre medias, «en los bordes
difusos», que los clasificadores del yagua son «a la vez numerales y concordantes, a la vez flexivos
y derivativos», y, finalmente, que «un cierto número de lenguas norteamericanas [...] muestra un
tipo secundario de clasificación a través de un proceso de incorporación nominal desarrollado en su
origen como sistema calificador del predicado». Setsuko Kiyomi (1992) está de acuerdo en que no
es posible dividir todas las lenguas clasificadoras en dos prototipos nítidos. Propuso, en cambio, uti-
lizar criterios puramente morfológicos, dividiéndolas en lenguas con clasificadores morfémicos
libres (numerales o no numerales) y clasificadores morfémicos ligados (concordantes, predicativos
e intralocativos). Los clasificadores predicativos corresponden a los verbos clasificatorios del nava-
jo. Los clasificadores intralocativos se afijan a las expresiones locativas que coocurren obligatoria-
mente con los sustantivos.
158
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
Kitabu hiki cha Facing Mount Kenya kimesaidia elimu kwa njia nyingi.
libro DEM Prep. Facing [...] ha. ayudado conocimiento Prep. maneras muchas.
'Este libro, Facing Mount Kenya, ha hecho avanzar el conocimiento en muchas
formas'.
159
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
160
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
abstracto
tiempo frío (húmedo)
Clase 7/8: artefactos utilitarios, (por extensión) objetos y seres despreciados
muslo (despreciativo), persona tullida, úlcera, ñame, pubis, mortero para
moler, plataforma (granero), fuente, rana, cosa (pertenencias)
Clase 9/1 O: animal
animal
animal, serpiente venenosa, búfalo, mosquito, perro, cabra, leopardo, vaca,
facócero, rata, civeta, pollo
humano
hechicero, jefe, ciego
Clase 9/10: figura no extensa, contorno
concreto
olla (para almacenamiento), espacio abierto, semilla, suelo, país, botella de
calabaza, vesícula biliar, casa del jefe, tambor, ropa de piel, fuera, camino,
claro en el bosque, camino abierto, ceja (rodea el ojo), cuello (abertura hacia
estómago y pulmones), hueco en un árbol, fetiche, encantamiento (haz de
hierbas), olla para cocinar
abstracto
sueño, viento frío
Clase 9: no explicados
concreto
lluvia, papilla, arcilla blanca, carne
abstracto
vergüenza, fuerza, hambre, hambruna
Clase 11: figura extensa, contorno [título de la categoría, añadido]
concreto
costilla, costado del cuerpo, telaraña, colina, corteza, palma de la mano,
bofetada, uña del dedo de la mano, cuerno
abstracto
picadura de abeja, viaje, canción (duración melódica)
Clase 14/6: estructura interna diferenciada
concreto
puente, catre, arco, canoa, rostro
abstracto
noche
Clase 14: sustancias diferenciadas, abstractos
concreto
liga para cazar pájaros, mineral de hierra, grano, panal de miel, seta
abstracto
brujería, amargura, medicina, fiereza, ancianidad, miedo
----\----------------------------------------------------------
\
161
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
10 Además de lo que aparece en la tabla, Creider (1975) incluye más ejemplos, grafías para las raí-
ces del protobantú y listas de excepciones a las clases.
162
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
contable
----
figura sólida
no extenso
configuración
extenso -------
figura contorno
unidad colección
-
animado
hum~mal
especie
artefacto
@
-----colección -----colección ~ @
unidad
(iXB)®G)
unidad
8)
no extenso
®
extenso
@
10
@S
• ~ ® ~
Para sustantivos de masa
----G)
cohesivo
masa
disperso
--------
homogéneo
sólido
diferenciado
líquido
®
® @
Figura 9. Semántica de las clases nominales del protobantú. De 1. Peter Denny y
Chet A. Creider, «The Semantics ofNoun Classes in Proto-Bantu», en Colette Craig
(ed.), Noun Classes and Categorization (1986), p. 219. Reimpreso con autorización
de John Benjamins Publishing Company.
163
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
11 Si pensamos en los clasificadores nominales como núcleos nominales, los sufijos léxicos del
coeur d'alene se parecen a los complementos de las preposiciones inglesas o españolas más que a
los clasificadores nominales. Sin embargo, si vemos los clasificadores nominales como hitos abs-
tractos en el sentido de Langacker (1987, 1990a), cuyos sustantivos están unidos a ellos por relacio-
nes como PARTE DE ESCENA Y SEMEJANTE A, así ,como INSTANCIA DE, entonces quizá no sean tan dife-
rentes (véase el capítulo 9).
12 Agradezco a Kennedy G. Ondieki, originario de una aldea cercana a Nyaribaii, en Kisii, y actual-
mente estudiante en la Universidad de Nevada, Las Vegas, la información que me condujo hasta la
hipótesis de un dominio de la experiencia centrado en tomo a los espíritus de los antepasados. Ken-
164
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
del bantú están organizadas de forma semejante a las del japonés y el dyir-
bal, tal como las describió Lakoff (1987: 91-114). Debra Spitulnik (1987:
25, 109-11) argumentó que las clases nominales del bantú tienen «valores
nocionales centrales», muchos de los cuales «incluyen interpretaciones,
situadas culturalmente y basadas en la experiencia, de las entidades especí-
ficas denotadas por los sustantivos». Cada uno de estos conjuntos de valores
nocionales 'centrales constituye un estereotipo de la clase, y cada valor
nocional es un criterio necesario pero no suficiente para la pertenencia a la
clase (1987: 26). Así, en chibemba, una lengua hablada en Zambia, los valo-
res nocionales de la clase 9110 (iN-/iN-) son 'animal salvaje', 'realeza!
poder', 'animal cazado/comestible', 'deformidad', 'bosque', 'espacio limi-
tado', 'orificio-borde' y 'redondo'. Casi todos los sustantivo s de estas cla-
ses tendrán al menos una de estas nociones como parte de su significado.
Spitulnik (1987: 37) caracterizó el estereotipo de la clase 9110 como «orga-
nizado en tomo a las nociones de 'marginalidad', 'exclusión' y 'deformi-
dad' /'deficiencia'». La cultura entró en su definición como sigue: «hemos
sugerido que el sustantivo imfumu 'jefe' aparece en la clase dominada por
sustantivos que denominan a animales salvajes (Cl. 9110) debido a la asocia-
ción cultural del jefe con el mundo animal. Específicamente, el jefe pertene-
ce al clan del cocodrilo (inandú, considerado uno de los animales más fero-
ces), y a menudo aparece como un león (ínkalamo) en la poesía laudatoria y
otra imaginería» (1987: 110). También señalaba que los chibemba mantie-
nen a sus animales domésticos principalmente para hacer regalos (a menudo
a jefes y otros dirigentes) y sacrificios. Señaló que «los animales domésti-
cos como vacas (inombé) y pollos (ínkoko) suelen matarse y comerse
durante los rituales ceremoniales» (1987: 36).
Entre los shona de Zimbabwe hay estrechas relaciones entre médiums,
animales del bosque y jefes ancestrales (Lan 1985). Los espíritus de los
jefes ancestrales viven en los cuerpos de los leones. Los médiums pueden
ser poseídos por estos jefes ancestrales o por otros espíritus ancestrales-ani-
males. Los médiums trabajan estrechamente con los jefes vivos, de modo
que se desdibujan las distinciones entre jefes, médiums y espíritus poseedo-
nedy me explicó que los papeles de jefe y hechicero exigen clarividencia y profecía, la capacidad
para percibir acontecimientos que quedan más allá del alcance de los sentidos corrientes. El hechi-
cero, en particular, debe diagnosticar enfermedades, a veces mediante la lectura de las chispas que
saltan de una hoguera. También me indicó que los términos para perro y nariz pertenecen a la
misma clase que los animales salvajes porque a éstos se les caza con perros y por el olor. Sin embar-
go, en kisii, a diferencia del protobantú, los términos para jefe y hechicero pertenecen a la misma
clase nominal que las demás personas; la chispa sigue en la misma clase que los animales.
Muchos de los datos etnográficos y lingüísticos sobre el shona en los que se basa la discusión
que viene a continuación proceden de un artículo de Dorothea Neal Arin (s.f.), ~I artículo se escri-
bió para un seminario de antropología cognitiva en la Universidad de Nevada, La~\Vegas -.
\
-,
165
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
res (1985: 69). Los espíritus ancestrales de los jefes reinan sobre las cosas
del mundo salvaje y sobre los asuntos humanos: «Todas las cosas que cre-
cen silvestres en el bosque están bajo la protección de los mhondoro [espíri-
tus de jefes ancestrales]. Desde luego, como implica su nombre, los mhon-
doro son animales salvajes. Son leones. Cuando un mhondoro no está en el
cuerpo de su médium, vive en el cuerpo de un león» (1985: 160). Michael
Gelfand (1956: 23) escribió: «Los leones mhondoro no son leones auténti-
cos, porque no atacan a las personas, son espíritus y se llaman mhondoro (la
palabra significa 'león') porque el león es animal fiero y poderoso». Una de
las principales funciones de los espíritus mhondoro es atraer la lluvia y con-
firmar así la propiedad de la tierra por sus descendientes, los jefes vivos
(Lan 1985: 59,98; Bullock 1970: 130).
..Si las creencias protobantúes eran como las de los shona y los chibemba
contemporáneos, lo que podría parecer una clase «salvaje» o de «animal
salvaje» quizá pueda entenderse mejor como una clase centrada en los espí-
ritus ancestrales de los jefes, que poseen tanto a los animales salvajes como
a los médiums humanos. La saliencia de los espíritus ancestrales de los jefes
en las culturas protobantúes explicaría también la inclusión de los animales
domésticos, aparte de los perros, en la misma clase que los animales salva-
jes, porque probablemente todos los pueblos bantúes realizan rituales en los
cuales ofrecen sacrificios de animales domésticos a los antepasados.
Veamos ahora cómo podría funcionar la concatenación de categorías
para el shona y, en consecuencia, para el protobantú. Para la clase 9/1O,
propondré un dominio de experiencia centrado en tomo a la posesión por
los espíritus ancestrales de los jefes. Los sustantivos pueden unirse a esta
categoría si los conceptos que predican pertenecen al mismo dominio de
experiencia o si participan en él, o si son percibidos de alguna forma pareci-
da a un miembro central de la categoría. Jefes, médiums, espíritus ancestra-
les y animales salvajes, especialmente los leones, son participantes salientes
de este dominio y, por tanto, miembros centrales. Jefes y médiums se pare-
cen por estar cooperativamente implicados con los espíritus ancestrales .
. Médiums y animales salvajes se parecen en que los espíritus ancestrales de
los jefes pueden poseerlos a ambos. Los animales domésticos entran aquí
porque se usan en rituales sacrificiales para los ancestros.
Si observamos algunos miembros de la clase 9/10 en shona, encontra-
mos los siguientes:
ma-dzi-she 'jefes'
ma-dzi-Baba 'varios ancestros'
167
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
dyirbal sigue siendo posible. Los leones y especialmente los espíritus entran
en la clase 9/10, como se esperaba. Los espíritus extranjeros, los médiums
de espíritus masvikiro y los antepasados pueden considerarse prototípi-
cos de la clase 5/6, personas que inspiran miedo. Esta clasificación es con-
sistente con sus funciones en el escenario de la posesión por los espíritus.
Otras personas de la clase están ahí porque se parecen a los prototipos o por-
que se relacionan con ellos de alguna forma. Jefes y espíritus de la estirpe
entran en la clase 1a/2a con los personajes públicos, lo que parece dejar esta
clase indiferente en cuanto al escenario de posesión por espíritus. Sin
embargo, antepasados, espíritus de la estirpe y jefes contienen todos ellos
Tabla 6. Algunos sustantivos shona para jefes, médiums, espíritus, leones y con-
ceptos relacionados
13 En un trabajo reciente dedicado a un análisis en profundidad de la clase 3 del shona, el autor pro-
pone que la misma «gramatical iza y lexicaliza modelos y escenarios culturales fundamentales: (l)
el modelo shona de las plantas, (2) el escenario cultural de moler el grano con un mortero, (3) el
escenario cultural de la curación que incluye peticiones y sacrificios a los antepasados y (4) el esce-
nario de los antepasados como dadores de lluvia» (Gary B. Palmer y Claudia Woodman [1999],
«Ontological Classifiers as Polycentric Categories, as Seen in Shona Class 3 Nouns». Se publicará
en M. Puetz y M. Verspoor [eds.], Explorations in Linguistic Relativity. Amsterdam y Filadelfia,
Johns Benjamins, pp. 225-249). En este mismo trabajo, se propone que las clases nominales están
caracterizadas por la presencia de varios centros, y no por un único prototipo central; los centros
están formados por diversas experiencias físicas, culturales, etc., enlazadas en una red; proponen el
término de categoría policéntrica. (N. del T.)
168
lA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y lAS VISIONES DEL MUNDO
Tabla 6. Algunos sustantivos shona para jefes, médiums, espíritus, leones y con-
ceptos relacionados (continuación)
Clase 9/10 (N-/N- )d, animales, aves y reptiles; diversas clases de personas, objetos
cotidianos
rnhondoro 'antepasados tribales', 'espíritus tribales', 'león', 'médium
de espíritu tribal"
ngozi 'espíritus vengativos"
QaQga 'hechiceros, adivinos'
tigoma 'tambor'
ttgomna 'mujer estéril'
rnhizha 'herrero'
rnhuka 'animal'
shurnba 'león'
mbada 'leopardo'
nzou 'elefante'
nyati 'búfalo'
tiguruve 'cerdo'
imbga 'perro'
tiombe 'ganado vacuno'
rnornbe 'cabeza de ganado'
nyarna 'carne'
mtieni 'extranjero'
hari 'olla'
a Las designaciones de categorías y la mayoría de los términos proceden de Fortune (1955: 60-132). Otros
términos proceden de Fry (1976), Gelfand (1956,1959,1964,1965,1973) YLan (1985).
b Compárese protobantú -kumu 'jefe' (9110) (Creider 1975).
d N representa una consonante nasal, pero el sistema es demasiado complejo para describirIo aquí. Véase
169
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
171
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
¿Por qué no se limitan los bantúes a crear más clases para las palabras
difíciles de encajar? Quizá porque el mundo contiene fenómenos tan infini-
tamente variables que la racionalidad perfecta exigiría tantos cientos o
miles de clases como para que éstas fueran completamente imprácticas. En
vez de eso, vieron que tenía un valor utilitario contar con sólo unas pocas
clases a las que enlazar los nombres mediante relaciones semánticas salien-
tes para las culturas bantúes. Existe una economía clasificatoria que favore-
ce pequeños números de clases en sistemas fono lógicamente cerrados pero
semánticamente abiertos. Los nombres son asimilados a las clases a base
de (1) elaborar el esquema clasificatorio en el caso de los sustantivos cen-
trales y (2) extender significados centrales por similaridad o conexión
metonímica en el caso de aquellos con significados periférico s para la defi-
nición de la clase. Denny (1986: 302) propuso la hipótesis de que las clases
expresan «tipos», que son «variables restringidas en cuanto a la clase de
unidades que abarcan». Su función es «proporcionar expectativas sobre el
predicado verbal».
Una segunda razón de por qué las clasificaciones nominales de las len-
guas bantúes modernas pueden diferenciarse unas de otras y de la proto-
bantú es que las lenguas y las culturas bantúes han evolucionado. Las pobla-
ciones bantúes se fueron expandiendo en tiempos prehistóricos e históricos,
emigrando desde África central hacia África oriental y meridional, pueblos
y clanes se dispersaron por nuevos territorios y explotaron nuevos recursos.
Los pueblos bantúes en dispersión encontraron nuevos vecinos, hicieron
nuevos amigos y aliados y adquirieron nuevos animales domésticos y nue-
vas ideas. Al asentarse y aumentar su número en lugares nuevos, los viejos
recursos adoptaron para ellos significados nuevos. Algunos de estos aconte-
cimientos pueden haber inspirado, o incluso exigido, una reclasificación de
las entidades existentes en sus visiones del mundo. Así, las clasificaciones
modernas de los sustantivos deberían verse como sistemas simbólicos evo-
lucionados pero no degenerados. Una mejor comprensión de la semántica
de las clases nominales puede obtenerse a través de estudios de base lingüís-
tica de las culturas, historias y ecologías bantúes.
Una explicación cognitiva distinta de las clases nominales bantúes es la
propuesta por A. P. Hendrikse y G. P. Poulos (1994). Estaban de acuerdo en
que no se puede identificar un conjunto de rasgos semánticos compartido
por todos los miembros de cualquier clase nominal y adelantaron la hipóte-
sis de que la semántica de los nombres varía a lo largo de un continuo, desde
una noción prototípica de entidades concretas delimitada en el espacio tridi-
mensional hasta meras relaciones como locativos e infinitivos. Para ellos,
las clases nominales bantúes predican (<<gramaticalizan») segmentos del
continuo que va de lo concreto a lo relacional.
172
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
Hay algunos problemas con la teoría del continuo semántico como expli-
cación para las clases nominales del bantú o de cualquier otra lengua. Es
probable que los sustantivos de cualquier lengua pudieran disponerse sobre
ese continuo semántico que va de las entidades concretas a las relacionales.
¿Por qué, entonces, varía de una lengua a otra el número de clases, y por qué
organizan las lenguas sus clases en tomo a conjuntos diferentes de prototi-
pos y miembros centrales? La teoría del continuo semántico no explica por
qué segmentos particulares del continuo son suficientemente importantes
para los hablantes bantúes como para diferenciarlos dentro de la .grarnática.
La teoría de las categorías complejas sí puede hacerlo. El problema del con-
tinuo semántico es que elimina la cultura de la organización de las clases
nominales. Como dijo Michael Agar (1994), necesitamos devolver la cultu-
ra al círculo que suele dibujarse en tomo a la gramática. Igualmente, en una
discusión de los clasificadores nominales del birmano, Robbins Burling
(1970: 6) concluyó que «incorporar explícitamente factores del mundo exte-
rior al lenguaje puede ser más satisfactorio que un análisis que intente limi-
tarse a lo gramatical».
Si la teoría de las categorías complejas de los clasificadores nominales es
correcta, podemos predecir que la mayoría de las raíces nominales variará a
veces en sus asignaciones a las clases porque los hablantes intentan categori-
zarlas de diversos modos de acuerdo con su forma, su carácter personal, su
carácter salvaje y otras cualidades abstractas de los sujetos, que pueden ubi-
carse en diferentes dominios conceptuales. De hecho, podemos ver esto en los
términos del swahili basados en la raíz toto: m-toto 'niño' (clase persona), ki-
toto 'infantil' (clase cosa) y u-toto 'infancia' (clase abstracta). Con la raíz -ti
'árbol, palo', el uso del prefijo de árbol produce m-ti 'árbol', pero el uso del
prefijo cosa produce ki-ti 'silla', esto es, un objeto inanimado hecho de un
árbol o, en forma más abstracta, de palos. Así, los clasificadores ponen de
relieve ciertos rasgos de sus complementos nominales; perfilan dimensiones
del predicado nominal que de otro modo sólo serían tácitas o, para decirlo con
palabras de Denny (1986), despiertan expectativas. Al hacerlo así, estrechan
el ámbito de correspondencias adecuadas con los complementos verbales.
Las clases nominales bantúes funcionan como complejos simbólicos de
prefijos que entran en construcciones con raíces de nombres, adjetivos y
verbos, siempre regidas por la conceptualización del sustantivo. Para aque-
llos sustantivos que más claramente encajan en su clasificación, los prefijos
de las clases nominales funcionan (semánticamente) como esquemas. Para
aquellos términos que parecen inadecuados para su clasificación, las clases
nominales funcionan más como prototipos o, metonímicamente, como eti-
quetas de dominios de experiencia que incluyen predicados nominales. Ya
que existe cierta laxitud en la asignación de los sustantivos a las clases, los
173
INTERPRETACIONFS y APLICACIONFS
hablante s pueden usar los prefijos de clases nominales para producir pala-
bras nuevas y reesquematizar las raíces nominales.
Esta flexibilidad gramatical no está limitada a las lenguas bantúes. Bur-
ling (1970: 58-62) escribió sobre una flexibilidad semejante en la asigna-
ción de los clasificadores numerales birmanos. Mary R. Haas (1967: 358-
359) señaló que, en yurok, el mismo sustantivo admite el uso de diversos
clasificadores. En algunos casos, se produce una clara diferencia de signifi-
cado referencial (<<así,ci.sep' significa 'arbusto de flores' cuando se clasifi-
ca como arbustivo, pero 'flor' cuando se clasifica como redondo») pero, en
otros casos, afirmó, no había «diferencia alguna en significado referencial»
y la diferencia de clasificación era «enteramente taxonómica». Esta genera-
lización es indudablemente cierta si por «significado referencial» queremos
decir sólo significado ostensivo: la asignación a un objeto o rasgo percepti-
vo del entorno objetivamente disponible. Sin embargo, pasa por alto la idea
de que los clasificadores ponen de relieve rasgos seleccionados de sus refe-
. rentes. El concepto perfilado por el clasificador más el sustantivo varía
según el clasificador y también según el predicado nominal.
174
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
Por ejemplo, en apache occidental los temas -tífh y -' áh se encuentran en expre-
siones como nát' oh shantííh y nát' oh shan' áh, que pueden interpretarse aproxi-
madamente como «dame tabaco». La diferencia de significado entre los verbos
.,' de estas expresiones está señalada por sus temas respectivos: shantiiñ especifica
que hay que manipular un único objeto alargado, mientras que shan' áh especifi-
ca que el objeto es cuadrado y compacto. Los dos temas verbales identifican así
distintos referentes del sustantivo nát' oh (,tabaco'), indicando de este modo que
la primera expresión se interpreta correctamente como «dame el cigarrillo» (o
quizá un cigarro), la segunda como «dame el paquete de cigarrillos» (o quizá
una bolsa de tabaco de mascar) (1990b: 1).
verbales representativos. La descripción de las clases verbales del apache que ofrece Basso es
mucho más formal y completa. He reemplazado especificaciones formales como «la longitud es al
menos tres veces mayor que la anchura o altura» (~ «largo») y he omitido especificaciones negati-
vas como «no animal», «no encerrado en un contenedor» y «la longitud es menos de tres veces la
anchura o la altura». .•
\
175
OBJETIVOS Y CONCEPTOS
,-,
176
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
177
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
178
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
179
INTERPRETACIONFS y APUCACIONFS
Animicidad lingüística
180
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
181
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
16 Participé como alumno en una clase de lengua yaqui impartida en 1989 el Instituto Lingüístico,
en la Universidad de Arizona, Tucson. La profesora era Eloise Jelinek, que no es responsable de las
conclusiones que expongo aquí.
17 Esto es lo que yo recordaba en 1992. Inexplicablemente, parece que no tomé notas al respecto.
También tengo una descripción estática del pato en el agua. \
\.
182
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
18 Hoijer utiliza una grafía del navajo que no es la estándar usada actualmente; así, la e de Hoijer es
ts en la ortografía moderna, y en lugar del signo : para indicar cantidad, hoy se escribe doble la
vocal; p.ej., en lugar de ná.lco:s, hoy se escribe nááltsoós. ="1resto de los ejemplos navajos que apa-
recen en el libro están en la ortografía estándar. (N. del T.) \
'.
183
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
En una visión del mundo como la de los navajos, donde todas las cosas han
sido puestas en movimiento por los espíritus en los tiempos míticos, los
agentes ya no serían necesarios para propulsar el movimiento, pero seguiría
habiendo necesidad de controlar las acciones inherentes, características o
caprichosas de los seres, y los movimientos de objetos y sustancias. En un
mundo así, sería el control sobre los resultados de las interacciones, más
que la agentividad, lo que les quedaría a los seres humanos y animados. Los
esquemas de control adquirirían mayor saliencia y, en consecuencia, mayor
importancia gramatical. En la lengua de una cultura que presupone un
mundo animado, esperaríamos encontrar la marca de control como un rasgo
destacado de la gramática. La lengua navajo proporciona una ilustración de
este punto. El navajo marca los objetos con prefijos pronominales en los
verbos transitivos (Hale 1973; Witherspoon 1977). Los prefijos de objeto
del navajo están regidos por un esquema de control que también modela
otras áreas de la lengua y la cultura, como la agrupación de seres animados
e inanimados, la clasificación de verbos e incluso los nombres de divinida-
des. Veamos cómo funciona,
Los verbos transitivos del navajo tienen dos prefijos para pronombres
objeto de tercera persona del singular, yi- y bi-, que pueden traducirse según
el contexto por él, ella, ello. Un patrón normal para una oración transitiva
usa yi- como sigue:
184
lA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONFS DEL MUNDO
Sin embargo, cuando en vez de mulo usamos un hombre, parece suceder algo
extraño. Encontramos que la oración 'el hombre pateó al caballo'
es aceptable, pero que la oración 'el caballo fue pateado por el hombre'
185
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
hombre (PAC y sUJ) fue pateado por él caballo (xo)'. Esta alternancia de
agente y paciente en la posición de sujeto puede actuar en otras lenguas
siguiendo principios diferentes, y las diferencias pueden derivarse de dife-
rentes definiciones culturales de agentes y pacientes, esto es, de esquemas
culturales de control y acción.
Comprenderemos mejor lo que sucede en navajo si definimos dos clases
de agentes: aquellos que controlan a otros agentes y aquellos que carecen de
control. Para reforzar la metáfora, podemos ver a estos últimos como agen-
tes impotentes, incapaces de actuar según sus propias intenciones, si las tie-
nen, hasta que sus controladores se lo permiten o hasta que algún agente
primario los empuja a actuar. Sólo los seres animados pueden ser agentes
controladores. Los agentes no controladores o incapaces pueden caer en
cualquiera de las categorías navajas de entidades del mundo, tal como se
representa en la figura 13. Esto es, los agentes no controladores pueden ser
habladores o gritadores animados, o puede ser cualquiera de los tipos inani-
mados de entidades. Veamos cómo se derivan de la cultura navaja estos
agentes y pacientes grarnaticalizados.
En la visión del mundo de los navajos, nada sucede sin la intención y
control de algún ser animado, un ser humano o un espíritu. Hay una jerar-
quía de control, de modo que los seres animados pueden controlar a los ina-
nimados, pero no a la inversa. Entre los seres animados, los habladores,
habladores
animados
<
activado
incorporeo
186
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
AGENTE
CONTROLADOR
CONTROL AGENTE NO
CONTROLADOR
8
_A_C_C_I_Ó_N---+-.
AGENTE
CONTROLADOR
hombre
CONTROL
ACCIÓN
8 caballo
r---------------------------------------------------------------
,
AGENTE
CONTROLADOR
CONTROL AGENTE NO
CONTROLADOR
ACCIÓN 8' ,
PACIENTE
CONTROL
AGENTE AGENTE NO
CONTROLADOR CONTROLADOR
ACCIÓN
prefijo yi- marca pacientes prototípicos, esto es, aquellos que carecen de
control. El prefijo bi- marca sólo aquellos pacientes especiales que contro-
lan acciones dirigidas a ellos mismos. Es por esto por lo que Witherspoon
considera bi- un marcador reflexivo más que pasivo. Lo llamaré marcador
de paciente controlador. Veamos ahora algunos de los ejemplos proporcio-
nados por Witherspoon (1977: 63-81) a la luz de las distinciones de agente y
paciente que hemos desarrollado aquí:
188
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
189
INTERPRETACIONFS y APUCACIONFS
Los hombres son seres habladores y los caballos son seres gritadores. Ya
que los habladores tienen control sobre los gritadores, es inaceptable sugerir
que el caballo tiene control sobre el hombre usando el prefijo de objeto no
controlador yi- para indicar el hombre.
Los hombres son seres habladores y los niños, como los animales, son
gritadores. Así, este ejemplo sufre la misma contradicción de la cláusula
navaja el caballo pateó al hombre.
190
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
*tsin tó 'abiü'éél
palo agua allá-3.a-3.a-llevó
'El palo dejó que el agua se lo llevara' .
-,
191
INTERPRETACIONFS y APUCACIONFS
Lajerarquía de empatía
La jerarquía de control del navajo puede r{'a ser tan extraña como podría
parecerle a un hablante de español o inglés. Langacker (1991: 306-307) pro-
puso que el estatus de los nominales como sujetos depende, en parte, de su
posición en una jerarquía de empatia de carácter universal. Esta jerarquía
tiene la estructura hablante> oyente> humano> animal> objeto físico>
ente abstracto.
La jerarquía de empatía de Langacker se parece mucho a la jerarquía de
control en navajo que en rasgos generales sitúa a los seres humanos por enci-
ma de los animales y a éstos por encima de los objetos inanimados. Existe
también una gran similitud con la jerarquía de animicidad (humano> animal
> inanimado) propuesta por Cornrie (1989: 264) Y que parece estar en corre-
lación con ciertas características de los sustantivos, como las marcas especia-
les de caso, las distinciones de número, esto es, contabilidad, pluralización de
pronombres y concordancia con el verbo. Jane H. Hill (1988) enmarcó la
alternancia bi-/yi- del navajo en términos de la jerarquía de animicidad, sugi-
riendo que el navajo se limita a reflejar tendencias universales. Sin embargo,
recordemos que Cornrie señaló que la animicidad es una cualidad de los sin-
tagmas nominales y por tanto difiere del control, que es «una relación con-
traída entre un sintagma nominal y su predicado» (1989: 265). Es la relación
existente en navajo entre el sintagma nominal y su predicado lo que aquí nos
interesa. Sin embargo, sí parece que animicidad, empatía y control son fenó-
menos muy estrechamente relacionados. Los hablantes humanos verán pro-
bablemente una mayor semejanza con los entes animados que con los inani-
mados y tendrán más intereses comunes con los primeros, de modo que les
conceden una posición más elevada en la escala de empatía. Además, el con-
trol requiere un grado de anim.cidad y sin duda mayor empatía.
\
192
lA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
19 Las citas son de Sapir en Mandelbaum (1949: 162) y Whorf (1952: 5) en Hoijer (1954b: 92-
\,4)0
193
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
mas fuerte o débil de la hipótesis han tenido poco éxito, pero hay dos
recientes que merecen consideración: el estudio por John A. Lucy del
número gramatical en maya yucateca e inglés y el estudio de Alfred Bloom
sobre el razonamiento contrafáctico en chino. Comenzaré con el estudio del
número por Lucy (1992b).
Lucy prefirió evitar el concepto de visión del mundo, limitando el ámbi-
to de sus investigaciones al pensamiento habitual de los no especialistas. Sin
embargo, su problema entra en el ámbito de mi concepción de la visión del
mundo como imaginería definida culturalmente. Según Lucy (1992b: 1), la
primera tarea de cualquier investigación sobre la relatividad cultural es
obtener datos comparables en dos o más lenguas. En consecuencia, se cen-
tró en el número gramatical en inglés y yucateca. El inglés, como sabemos,
marca el número con una inflexión de plural -s (- -es), con determinantes
como el artículo indefinido y formas semejantes a (- an), ordinales (prime-
ro, segundo, tercero, etc.), concordancia verbal (habitualmente el sufijo -s)
en el presente de indicativo y formas de pronombres singulares (he/she/it,
himlherlit) o plurales (they/them). El yucateca marca opcionalmente los
nombres léxicos con un sufijo de plural (-ó' ob'), como en péek' 'perro' y
péek' -ó' ob' 'perros' (1992b: 46). También los pronombres pueden tomar
marca de plural. Un sufijo idéntico marca los complementos de tercera per-
sona del plural en los verbos. Lucy señaló que «el sufijo es opcional o facul-
tativo en tanto en cuanto no necesita usarse para establecer referencia
correcta cuando existe realmente una multiplicidad de referentes, pero
puede usarse para clarificar o poner de relieve esa multiplicidad» (1992b:
46). El facultativo es usual con nombres animados (Lucy, comunicación
personal, 1995). Así, «uno puede hablar de e' éec' ek péek' 'poco perro' sin
necesidad de añadir el sufijo plural « péek' 'perro'» (1992b: 47).
El yucateca, como el inglés, también puede marcar los nombres con un
modificador con significado numeral, pero en yucateca el modificador
numeral está ligado a un morfema que funciona como clasificador numeral.
Estos clasificadores marcan (o determinan) a sus nombres como 'forma uni-
dimensional', 'forma bidimensional', 'forma tridimensional', 'forma auto-
segmentante', 'planta agrícola o socialmente importante', 'par', 'montón,
pila' (normalmente de elementos bidimensionales), partes de totalida-
des, incluyendo 'costado, cara' y 'esquina, borde', porciones de totalidades,
incluyendo 'hebra' y 'rebanada', cuatro clases de medidas y dos clases irre-
gulares. Así, ká' a-túul 'úulum (es decir, dos + clasificador de animal/perso-
na + pavo) (Lucy 1992b: 49). El yucateca moderno tiene otros marcadores
cuantitativos con los sentidos de 'poco', 'otro' y '(el) cual'. En el habla coti-
diana, la flexión de plural y la concordancia se limitan a los entes animados
y a los objetos poseídos por ellos, como cabeza y casa (55). Lucy (1992b:
194
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
'1 ,- ..
, .." "'"' '
. j
195
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
196
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
197
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
20 Por «lengua china», parece que Bloom se refería al cantonés y al mandarín o min meridional, ya
que realizó su investigación en Hong Kong y Taiwan.
2\ Es conveniente recordar que el inglés utiliza la nominalización con muchísima más frecuencia
que el español, lo que causa considerables problemas a los hispanohablantes a la hora de compren-
der textos ingleses, especialmente técnicos y académicos. (N. del T.)
198
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
199
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
Bloom había presentado a sus sujetos chinos y americanos una historia que
Au(1983: 158) resumió como sigue:
La historia trataba de un filósofo europeo del siglo XVIII, Bier, que no sabía leer
chino. En aquella época, muy pocas obras filosóficas chinas se habían traducido
a las lenguas europeas, pero si hubiera sabido leer chino y hubiera aprendido
algo de la filosofía china, habría hecho diversas contribuciones a la filosofía
occidental. La forma abstracta de esta historia era: «A no era el caso. Si A hubie-
ra sido el caso, B habría sido el caso; e habría sido el caso; D habría sido el caso;
E habría sido el caso».
200
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
201
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
201
INTERPRETACIONFS y APLICACIONFS
No está claro por qué los sujetos chinos de Wu obtuvieron bajos resulta-
dos en las interpretaciones contrafácticas, y hay muchas explicaciones plau-
sibles. Por ejemplo, pueden considerar cualquier test, en mayor grado que
los estudiantes americanos, como una evaluación seria de sus habilidades
académicas y de su conocimiento concreto. En un contexto tan orientado a
los resultados, un test sobre contrafactualidad puede resultar molesto y
desagradable, haciendo que los sujetos pierdan el interés o alterando incluso
dichos resultados. Sería útil saber cómo interpretaban los dos grupos de
estudiantes la situación de prueba.
Así, la cuestión del efecto de la lengua sobre el razonamiento contrafác-
tico aún no está resuelta. Los extensos experimentos de Au, otros similares
realizados por L. Liu (1985) y las observaciones efectuadas por P. W. Cheng
(1985) parecen contradecir las conclusiones de Bloom, pero los hallazgos
de Wu les prestan apoyo y D. K. Jordan (1982) consideró plausibles las con-
clusiones de Bloom. Después de una revisión muy detallada y minuciosa de
toda la controversia, Lucy (1992a: 251) rechazó las conclusiones de Bloom
porque no había conseguido proporcionar «evidencia de que las etiquetas
específicas en cuestión tuvieran efectos demostrables sobre ningún patrón
de conducta y pensamiento cotidiano».
Puede ser imposible controlar todas las variables sociales y culturales
que pudieran afectar a las situaciones de prueba y alterar de manera impor-
tante los resultados de los tests, pero quizá una interpretación de los hallaz-
gos de Bloom en términos de sentido común ayudará a establecer su impor-
tancia. Ya que, según insistió él mismo, sus instrumentos de prueba eran
intelectualmente exigentes y representativos del estilo de escritura de los
intelectuales chinos, parece probable que los marcos gramaticales y sus
esquemas semánticos subyacentes fueran más complejos de lo habitual en
el uso vernáculo. Por ejemplo, un marco que permitiera una serie de im-
plicaciones no marcadas siguiendo a una premisa y la primera cláusula
«entonces» sería más complejo que otro que exigiera que cada implicación
estuviera prefijada con un marcador de implicación, aunque sólo fuera por-
que contendría cláusulas «entonces» marcadas y no marcadas (para las cua-
les el marcador real sería su posición sintáctica). Quizá los traductores chi-
nos estaban escribiendo por encima del alcance de los sujetos a los que iba
dirigido, lo que no sucedía de forma tan acusada en la versión inglesa de la
historia de Bier.
A este respecto, es interesante que Cheng (1985) señalara que a los estu-
diantes chinos se les enseña mucho menos que a los estudiantes americanos
a responder a preguntas basadas en la comprensión de ensayos, porque la
educación china pone mayor énfasis en la memorización que en la compren-
sión. Quizá fuera este sesgo lo que intentó corregir Au al rescribir la historia
202
LA CONEXIÓN DE LAS LENGUAS Y LAS VISIONES DEL MUNDO
203
CAPÍTULO 7
DISCURSO Y NARRACIÓN
.-
t: ; L: i r . ' '
,",
205
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
206
DISCURSO Y NARRACIÓN
nado) (1993: 256). A menos que Irene también haya comprendido estos
marcos, será incapaz de captar lo que quiere decir Henry.
Los escenarios discursivos integran una variedad de tipos de esquema,
incluyendo, aunque no sólo éstos, esquemas de (1) participación, (2) actos
de habla como asertivos, directivos, comisivos, expresivos y declarativos,
(3) secuenciación (recíproca y narrativa), (4) perspectiva (p.ej., subjetiva,
objetiva, autoconsciente, juego de roles) y (5) ideación. Los elementos (2),
(3) y (5) corresponden a las estructuras retóricas, secuenciales e ideaciona-
les en la teoría de la coherencia discursiva de Gisela Redeker (1991:
1168). Los cinco tipos éonstituyen un marco general etic de categorías
analíticas destinado solamente a la investigación de los escenarios folk del
discurso.
Esquemas de participación
208
DISCURSO Y NARRACiÓN
209
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
Hay una amplia variedad de formas en las que pueden combinarse los factores
intervinientes en la regulación de los participantes. Una actividad puede impli-
car participantes comprometidos de antemano o no, o ambas cosas a la vez.
Podemos definir para quién está abierta la actividad en términos de una amplia
gama de criterios sociales. El número de participantes posibles y/o necesarios
puede ser finito o determinado por la situación. Para cualquier actividad delimi-
tada, los participantes pueden estar obligados a mantener su participación en esa
actividad, o pueden ser, reemplazados por otros en ciertos puntos. Las activida-
des de los indios de Warm Springs incluyen la actualización de ciertas combina-
ciones específicas de estas dimensiones de entre las combinaciones posibles,
probablemente infinitas, y es la gama y frecuencia de lo que los indios perciben
como combinaciones deseables lo que los distingue de otros grupos de personas
(1989: 107).
I Se llama «tiempo indio» a una forma de ver el tiempo y su devenir propia de los indios
(norte)americanos, poco adecuada para los tipos de actividad propios de las culturas europea y ame-
ricana no indias y que, en consecuencia, da lugar a incomprensiones y conflictos entre ambas comu-
nidades. (N. del T.)
210
DISCURSO Y NARRACIÓN
211
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
En la forma de actuación ilocutiva hay cinco y sólo cinco cosas básicas que
podemos hacer con proposiciones: Decimos a las personas cómo son las cosas
(asertivas), intentamos que hagan algo (directivas), nos comprometemos a hacer
algo (comisivas). Expresamos nuestros sentimientos y actitudes (expresivas) y
producimos cambios en el mundo para que el mundo corresponda a la proposi-
ción precisamente en virtud de la expresión (declarativas).
212
DISCURSO Y NARRACIÓN
Pero éstas son categorías analíticas. Searle las consideraba básicas y, por
tanto, presumiblemente universales. Dudo que tenga razón en este punto. El
reto para la lingüística cultural es descubrir las configuraciones de actos de
habla indígenas, que pueden abarcar una variedad de intenciones pragmáti-
cas y de estados sensitivos dentro de sus gestalts definidas culturalmente.
Por ejemplo, en el atolón de Ifaluk, en Micronesia, los actos de habla pue-
den ser instancias de lago, un término de emoción relacionado con la com-
pasión, el amor y la tristeza. Catherine A. Lutz (1988: 119) apuntó: «Fago
se expresa como reconocimiento del sufrimiento que existe por doquier, y
con un espíritu fuertemente optimista, convencido de que el esfuerzo huma-
no, muy especialmente la preocupación por los demás, puede controlar sus
estragos». Es difícil asimilar lago a cualquiera de las categorías de Searle,
pero una combinación de ellas puede acercamos. Igualmente, Jane H. Hill Y
Judith T. Irvine (1993: 8) argumentaron que el marco teórico de Searle no
consigue dar cuenta de un acto de habla de los ilongotes de Filipinas: «tuy-
dek (aproximadamente, 'orden') exige diferencias concretas de rango so-
cial, que a su vez derivan de otras cualidades personales que se consiguen a
través de la acción social, como un corazón comprensivo». Así, mientras
que la clasificación de actos verbales de Searle puede proporcionar algunas
preguntas generales para dirigir nuestra investigación inicial, casi con toda
seguridad esos actos están ligados culturalmente y deberían abandonarse
cuando la evidencia de una lengua indígena nos empuje en otra dirección.
Esquemas de secuenciación
213
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
222
DISCURSO Y NARRACIÓN
223
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
5 En las notas, Wierzbicka (1992b, s.f.) señaló que el metalenguaje semántico natural incluye los
siguientes elementos:
[sustantivos] yo, tú, alguien, algo, gente
[determinadores, cuantificadores] esto, lo mismo, otro, uno, dos, mucho(s), todo(s)
[predicados mentales] saber, querer, pensar, sentir, decir
[acciones, acontecimientos] hacer, suceder
[evaluadores] bueno, malo
[descriptores] grande, pequeño
[intensificador] muy/mucho
[metapredicados] poder, si, porque, no, como
[tiempo y lugar] dónde, cuándo, después (antes), abajo (arriba)
[taxonomía, partonimia] tipo de, parte de
224
DISCURSO Y NARRACIÓN
225
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
227
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
6 «Haga que su contribución a la conversación sea, en cada momento, la requerida por el propósito
o la dirección del intercambio comunicativo en el que está usted involucrado» (Grice 1975: 45).
(Tomo la traducción de V. Escandell, Introducción '1 la pragmática. Barcelona, Anthropos, 1993:
\
92. N. del T.) \
-,
229
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
Cuando cumplí los cuatro o cinco años, casi todos mis abuelos, los maridos de
las hermanas de mi padre y los esposos de otras hermanas del clan me hacían
bromas muy pesadas, me agarraban el pene y amenazaban con castrarme,
diciendd que me habían pillado haciendo el amor con sus esposas, que eran mis
230
DISCURSO Y NARRACIÓN
231
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
232
DISCURSO Y NARRACIÓN
(3) Nada, que en Shod's tienen zapatos rebajados y los míos están gasta-
dos.
(4) No tenemos pimentón.
(5) A la tienda.
233
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
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DISCURSO Y NARRACIÓN
235
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
8 Sweetser (1987) propuso una respuesta más compleja al ordenamiento descubierto por Coleman
y Kay basada en un árbol de decisiones, pero confieso que me resulta un tanto oscura.
236
DISCURSO Y NARRACIÓN
237
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
por ejemplo: «El acusado robó-be el compact disc», eliminando así la nece-
sidad de la inevitable pregunta: «¿Usted lo vio personalmente cogerlo?».
La estrategia de Sweetser para la definición de la categoría discursiva de
mentira es curiosamente parecida al modelo de esquema proposicional pro-
puesto por Quinn para el matrimonio y al modelo de postulados propuesto
por Kovecses para el amor, una categoría con dimensiones emocionales y
sociales. Tanto el amor como la mentira tienen dimensiones verbales, emo-
cionales y sociales. El tema de la mentira centra la atención sobre la con-
ducta verbal, mientras que el amor puede poner de relieve la conducta social
y los estados sensitivos. Tanto el modelo de Kovecses como el de Sweetser
representan mundos prototípicos simplificados que son normas o destilacio-
nes de la conducta social. Cuando reunimos e integramos los diversos mun-
dos simplificados de comunicación, amor, poder y otras áreas de interés pri-
mordial dentro de una cultura, llegamos a la visión del mundo.
238
DISCURSO Y NARRACIÓN
s. Dispénseme (F).
C: Sí.
S: Dispénseme (F). Pertenezco a J (nombre de la empresa) (F). Sí, J (empresa)
(F).
C: ¿Qué desea?
S: Okusan (H) (significa ama de casa), ¿conoce el anuncio de la televisión (F)?
Ese de que podemos coser lo muy grueso o incluso lo muy fino [oo.]
C: Ya, una máquina de coser. Tenemos una.
S: Ah, ¿sí (F)?
C: Sí.
S: ¿Cuándo la (F) compraron (H) ustedes?
C: Bueno, déjeme pensar. Hace cuatro o cinco años.
S: Cuatro o cinco años. ¿Es para recto o para zigzag (F)?
C: Es para zigzag (F).
S: Mm, mm. Zigzag. ¿Qué (H) marca es (F)?
C: Marca J, creo.
S: Ah, ¿sí (F)? Muchas gracias (F). ¿Es esa que tiene un cam que se puede cam-
biar (una parte de la máquina)?
C: ¿Qué?
S: Ya sabe, el cam, que tiene muchos accesorios.
C. Sí.
C: Unas diez cosas. Quiero decir que se cambian. (F)
S: Mm.
S: La nueva máquina de coser que empezó a venderse el uno de mayo no nece-
sita cambiar el cam (F). La llamamos máquina de coser electrónica.
C: Ya tenemos una. Es suficiente para mi casa.
239
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
Peticiones:
S: Dispénseme (F).
C: Bueno, déjeme pensar.
Declaración-Introducción de uno mismo:
S: Pertenezco a J (nombre de la empresa) (F). Sí, J (empresa) (F).
Respuesta a petición:
C: Sí.
Preguntas:
C: ¿Qué desea?
S: Okusan (H) (significa ama de casa), ¿conoce el anuncio de la televisión
(F)? Ese de que podemos coser lo muy grueso o incluso lo muy fino ...
S: Ah, ¿sí (F)?
S: ¿Cuándo la (F) compraron (H) ustedes?
S: ¿Es para recto o para zigzag (F)?
S: ¿Qué (H) marca es (F)?
Declaraciones-Respuestas a preguntas:
C: Sí.
C: Ya, una máquina de coser. Tenemos una.
C: Hace cuatro o cinco años.
C: Es para zigzag (F).
C: Marca J, creo.
Ecos y reconocimientos de respuestas:
S: Cuatro o cinco años.
S: Mm, rnm. Zigzag.
240
DISCURSO Y NARRACIÓN
puestas de la clienta contienen una sola (F), que además parece repetir en
eco una expresión usada por el vendedor. El vendedor preguntó: «¿Es para
recto o para zigzag (F)?». A lo que respondió la clienta: «Es para zigzag
(F)>>.Quizá cambiar el nivel de formalidad en una respuesta ecoica sugeriría
de forma poco cortés que el vendedor había hablado de manera inapropiada.
El uso de la lengua formal por el vendedor parece predicar una relación de
estatus que debe invocar sus propios escenarios, que encajan en el escenario
comercial. Al invocar un estatus superior para el cliente, el vendedor puede
estar aumentando el interés, la simpatía y la generosidad que la gente tiene
. que mostrar hacia los inferiores o los socialmente dependientes.
Este análisis de la transacción comercial muestra que al menos tres tipos
de imaginería contribuyen a su estructura. Entre éstos están el conocimien-
to de fondo, el esquema de participación de cliente de estatus elevado y ven-
dedor de estatus bajo y el esquema secuencial de actos de habla. La mayor
parte del contenido de la transacción implica construir una imagen de la
vida del cliente con espacio para una máquina de coser con accesorios extra
y buena financiación. Es una escena o modelo textual construida, en el sen-
tido de W. F. Hanks (1993), un marco general. Esta escena representa aspec-
tos de lo que los antropólogos que trabajan en la tradición de la EH denomi-
nan situación y fines (u objetivos). Naturalmente, el objetivo que empuja
todo el episodio es la motivación del vendedor para vender una máquina,
pero nunca aparece explícitamente en el texto. Por ejemplo, el vendedor
nunca dice nada que pueda indicar que si le ayudan comprando una máqui-
na su jefe le dará una buena comisión.
El esquema de participación es el de cliente y vendedor, pero el lenguaje
honorífico también lo inserta en un esquema de estatus elevado y bajo. El
lenguaje honorífico encaja con lo que Hymes llamó normas, esto es, «las
reglas de base cultural para las conductas comunicativas apropiadas», pero
el uso del lenguaje honorífico aquí no es sólo apropiado; es también un uso
estratégico de claves contextuales (Gumperz 1982, 1992)10.
Las secuencias de actos de habla, como el marco [[Pregunta-Respuesta-
(Reconocimiento)]. ..], mantienen el flujo de la transacción comercial. En un
nivel superior, toda la transacción comercial podría considerarse como un
acto de habla intencional complejo (y de este modo se podría pensar que
10 Gumperz (1992: 232) afirmó que las claves de contextualización «funcionan relacionalmente y
no pueden asignarse a significados léxicos nucleares, estables e independientes del contexto», Yo
argüiría que los honoríficos pueden considerarse significados convencionales estables, porque pre-
dican escenarios sociales muy esquemáticos, aunque podría estar de acuerdo en que buena parte de
su significado procede de su uso estratégico al enmarcar el contexto discursivo. Lo mismo puede ser
cierto de otros muchos tipos de claves de contextualización. Para mencionar un solo ejemplo, véase
Basso (1992: 267), que descubrió que «los datos del kalapalo contradicen la afirmación de Gum-
perz de que las claves de contextualización son 'marginales o SlCántiCamente insignificantes'».
241
INTERPRETACIONES Y APliCACIONES
Los honoríficos pueden ser regidos por referentes distintos del receptor.
Pueden usarse prefijos y sufijos especiales para honrar al sujeto de una ora-
ción, como en los ejemplos (4) y (5), o al complemento, como en (7). En los
ejemplos (4), (5) y (7), es el maestro quien resulta honrado. HON señala un
11 Para evitar confusiones, debe tenerse en cuenta que Shibatani utiliza en estos ejemplos un tipo de
escritura romanizada del japonés diferente del empleado en otros ejemplos del libro; p.ej., la sílaba
que aquí se escribe si aparece en la otra forma habitual de romanización como shi;igualmente, tu =
tsu, sy = sh, ty = ch, etc. (lv\ del T.)
,<,
242
DISCURSO Y NARRACIÓN
243
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
244
DISCURSO Y NARRACIÓN
bras inglesas como oh, well, and, but, or, so, because, now, then, 1 mean,
y' know 12, Schiffrin (1987: 31) las llamó marcadores discursivos, que de-
finió como unidades de interacción, esto es, «elementos dependientes
secuencialmente que delimitan unidades de conversación». Yo propongo
adoptar un enfoque diferente que asume que los marcadores del discurso y
los indizadores «no referenciales» predican realmente significados con-
vencionales y derivan significado del contexto, básicamente como hacen
otras expresiones lingüísticas. Estos significados son metalingüístico s o,
más estrictamente, metadiscursivos. Supondré que la gente conceptual iza,
esquematiza y simboliza muchos aspectos del discurso verbal, incluyendo
su contenido ideológico (pensamientos que evoca en las mentes de los
oyentes), forma fonológica, situación, estructura de interacción e incluso
las intenciones de los hablantes de realizar actos de habla pragmáticos 13.
Los términos que predican esas cosas sobre el discurso mismo pueden lla-
marse indizadores discursivos o simplemente discursivos (comparables a
los nominales, verbales, adjetivales, adverbiales, etc.) 14. Pueden caracteri-
zarse además como pragmáticos, interaccionales, situacionales, fonológi-
cos, etc., de acuerdo con lo que predican sobre el discurso, pero en la
mayoría de las expresiones estos elementos estarán mezclados. Los dis-
cursivos pragmáticos pueden funcionar también ellos mismos como actos
de habla debido a que tratan de actos de habla; redirigir la atención de un
hablante hacia un acto de habla puede ser el equivalente pragmático de
repetir el acto mismo.
El enfoque de la lingüística cultural unifica por tanto el estudio de las
partículas discursivas con el de otras clases de predicaciones. También
explica un fenómeno que ha atormentado a los teóricos del discurso: que
muchas partículas discursivas no muestran un comportamiento demasiado
apropiado si se definen como marcadores que delimitan unidades conversa-
cionales (Schiffrin 1987: 31-36). Ya que solamente predican algo sobre el
discurso en vez de regir la estructura interaccional de éste en forma mecáni-
ca, su distribución no tiene por qué corresponder exactamente a los límites
de las unidades de habla y su dependencia secuencial no tiene por qué ser
12 Algunos ejemplos de marcadores discursivos en español: bueno, y tal, venga, mira, ¿me sigues",
¿sabes?, ¡hombre!, pues nada ... Puede verse al respecto Helena Calsamiglia y Amparo Tusón, Las
cosas del decir. Manual de análisis del discurso. Barcelona, Ariel, 1999, sección 8.2.4; también
M." A. Martín Zorraquino y Estrella Montolío Durán (coord.), Los marcadores del discurso.
Madrid, Arco, 1988; José Portolés, Marcadores del discurso. Barcelona, Ariel, 1998. (N. del T.)
13 Igualmente, Hill e Irvine (1993: 1) observaron que «muchos aspectos de la forma lingüística pue-
den verse con provecho como caracterizados por su inclusión de procesos interaccionales profunda-
mente incrustados en ellos». .
14 Este uso de 'discursivo' es una nominalización de la forma adjetival de discurso, esto es, 'perte-
neciente al discurso', y no debe tomarse en un sentido más general de di,\resión, etc.
245
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
15 En algunas variedades del español, por ejemplo la canaria, se utilizan discursivos semejantes,
como ¿oíste?, que coinciden parcialmente con la partícula japonesa yo: Éste es macho, ¿oíste?
(N. del T.)
246
DISCURSO Y NARRACIÓN
[El Sr. Suzuki y el Sr. Kobayashi llevan un rato discutiendo sobre la basura que
el Sr. Kobayashi sacó el día equivocado.]
K: Toriaezu hikkoshi dakara koko ni =
'Como voy a mudarme, (la) saqué a toda prisa'.
S: Un
'A-ja'
->S: =Iya, kotchi wa sonna koto shiranai yo.
'No, no lo sabía'.
Da- dakara otaku mo saa, hikkoshi suru kara kore tanomu tteba
-> ore mo yatte yaru yo.
'B- bueno, si usted me hubiera dicho que iba a mudarse y quería que yo
me ocupara, lo habría hecho'.
K: Chotto wakannasugiru no ja nai desu ka?
'¿No es verdad que es (usted) demasiado poco razonable?'
->S: Iya, wakannaku nai yo.
'No, no soy poco razonable'.
247
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
nes. Más bien, «señalan la estructura del contexto de habla». Cook (1991: 2)
argumentó que los significados de los indizadores son impredecibles porque
surgen de lo que pretenden conseguir los hablantes y de las expectativas
sobre las reacciones y suposiciones de los oyentes.
Una forma posible de entender los indizadores es proponiendo que cada
uno de estos términos está unido directamente a un significado adquirido en
contexto, como en la figura 24, pero este modelo es insuficiente porque no
distinguiría entre diferentes indizadores y porque no explicaría por qué
habría de surgir un enlace específico entre forma y significado. ¿Por qué un
uso del término habría de significar cualquier componente concreto de la
situación y no otro cualquiera?
Citando a E. Ochs (1988), Cook sugirió una modelización alternativa del
significado de los indizadores. En este modelo, un término tiene significa-
do directo e indirecto al mismo tiempo, como en la figura 25. El significado
directo es abstracto y estable. El significado indirecto está situado en el con-
texto del discurso. Los significados indirectos que surgen en el discurso
pueden representarse, para la partícula yo, como en la figura 26.
Es el significado directo el que nos permite distinguir yo de otros indiza-
dores. Pero al apuntar al enunciado del hablante, yo también llama la aten-
ción sobre la condición del hablante tal como éste la describe, o sobre las
consecuencias de ignorar al hablante. Pide al oyente que reexamine los
escenarios más salientes que implica la locución del hablante y la situación
misma 16. De manera implícita, pero a menudo insistente, yo pide al hablan-
te que proporcione respuestas convencionales a los escenarios evocados.
significado 1
significado 2
significado x
248
DISCURSO Y NARRACIÓN
significado indirecto 1
significado indirecto 2
significado indirecto 3
recurso lingüístico -_. - significado directo
significado indirecto 4
significado indirecto x
Actitud asertiva
Actos de habla
Advertencia
Consejo
Apuntar
Yo ----- al enunciado ~--- Instrucciones
del hablante
Anuncio
Explicación
Informe
Petición/orden
Insistencia
Contradicción
Relaciones sociales
Estatus superior
Parte cómplice
Figura 26. Relaciones indiciales de yo. Tomado de Cook (1991: fig. 3). Reprodu-
cido con autorización de Haruko M. Cook.
\
\.
249
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
Según Hymes y Cazden (1980: 131), «la narración puede ser un modo insos-
layable de pensamiento», mientras que Wallace Chafe (1990: 79) veía las
narraciones como «manifestaciones patentes de la mente en acción: como
ventanas sobre el contenido de la mente y sus operaciones en desarrollo».
Parece que tenemos la opción de considerar la narración como una ventana
que nos libera o como una celda (Iue nos aprisiona. Pero si la narración es
250
DISCURSO Y NARRACIÓN
Una narración más larga podría utilizar muchas de estas narraciones bre-
ves, como en la siguiente secuencia de tres proposiciones:
Un hombre lanzó sus ojos al aire. Coyote vio a un hombre. Coyote lanzó
sus ojos al aire.
Austin Hale (1984) llamó a una secuencia elemental como ésta eje narra-
tivo. Yo veo el eje narrativo como un escenario. Como veremos, el escenario
de un cuento no surge necesariamente al contarlo; no todos los cuentos tie-
nen esos ejes narrativos prototípicos. Pero algunos cuentos amerindios pare-
cen tener una estructura de este estilo. La historia Coyote Perdió Sus Ojos
discutida en el capítulo 6 tiene los rasgos de una secuencia de eje. Sin embar-
go, las narraciones suelen ser más complejas que el escenario del eje.Robert
E. Longacre (1981) mostró cómo el eje narrativo y los acontecimientos se-
cundarios pueden distinguirse de la información situacional y del trasfondo
mediante tiempos y aspectos verbales que aparecen en un continuo que va
desde lo más activo hasta lo más estático.
Obviamente, las narraciones tienen que hacerse más complejas según
relaten acontecimientos más complejos. Las narraciones complejas deben
tener al menos tres rasgos estructurales básicos que proporcionan cohesión
e interés 17:
251
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
252
DISCURSO Y NARRACIÓN
información dada, accesible y nueva. Chafe (1990: 92) propuso que una
unidad de información nueva puede contener un único concepto, mientras
que concepto se usa como término genérico para cosas, estados y aconteci-
mientos.
El término archivos proporciona una metáfora concreta para la imagine-
ría compartida por narrador y audiencia. Buena parte de esta imaginería es
construida en el curso de una narración y se convierte en parte del mundo
textual de la escenificación o presentación de la narración. Narradores y
audiencias suelen llegar a los acontecimientos narrativos con muchas com-
prensiones comunes procedentes de sus herencias culturales, pero se reacti-
va incluso esta información compartida. Si la información ya mencionada
(perfilada) en una narración vuelve a usarse otra vez después de un tiempo
suficientemente breve, el narrador puede situada en posición de sujeto, indi-
zarla con un pronombre o eliminar por completo la referencia explícita. En
la siguiente narración simple, Aparatitos Nacional se menciona en el primer
segmento, de modo que el oyente «abre un archivo» sobre esa empresa. No
hay necesidad de mencionar el nombre otra vez; en vez de eso, el narrador
puede utilizar un pronombre o, en español, la elipsis total, que dirige la
atención del oyente hacia un archivo abierto. Igualmente, la segunda refe-
rencia a año puede eliminarse porque el archivo está abierto y la informa-
ción está activa:
253
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
254
DISCURSO Y NARRACIÓN
255
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
22 En el texto original, un oyente hace respuestas convencionales a cada línea. Las he eliminado
porque hacen perder legibilidad y porque nuestro interés principal está en el contenido más que en
la realización. Sin embargo, he conservado espacios, que indican pausas, y guiones, que indican
prolongaciones.
256
DISCURSO Y NARRACIÓN
Gramáticas de la narración
23 Véanse, por ejemplo, Dundes (1964, 1965), Powlison (1965), Colby (1973), Rumelhart (1975),
Beaugrande (1979), Black y Wilensky (1979), Palmer (1980) y Mandler (1984).
257
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
258
DISCURSO Y NARRACIÓN
gonistas y antagonistas. Para que una historia sea interesante, arguyeron, los
problemas de los protagonistas tienen que ser difíciles de resolver. Aquí está
el conjunto de reglas protagonista-antagonista para historias con persona-
jes opuestos (1979: 46):
REGLA 1
Identifica dos personajes, el protagonista y el antagonista.
REGLA 2
Crea un estado problemático para el protagonista que es deseado o causado
por el antagonista.
REGLA 3
Identifica un estado meta deseable para el protagonista y no deseable para el
antagonista.
REGLA 3.1. (optativa)
Identifica un estado meta deseable para el antagonista y no deseable para el
.:'
protagonista. .
REGLA 4
Inicia una trayectoria en el curso del estado-acción del protagonista que se
aleje del estado problemático y se dirija hacia el estado meta.
REGLAS
Crea acciones del. antagonista que bloqueen o desvíen la trayectoria planeada
por el protagonista.
REGLA 6
Marca como decisiva una transición de estado para permitir o impedir la con-
secución del estado meta del protagonista evocado por la regla 3 (si se aplica
la regla 3.1., define los efectos de la transición de estado para la consecuen-
ción del estado meta del antagonista).
REGLA 7
Crea un estado terminal cuyo valor de conveniencia para el protagonista sea
claramente. opuesto al que posee para el antagonista, adecuándose o no de
este modo a sus respectivos estados meta 24.
259
CAPÍTULO 8
METÁFORA Y METONIMIA
261
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
262
METÁFORA Y METONIMIA
En una metáfora, una cosa está por otra, o a una cosa se le llama con el nom-
bre de otra cosa. Por ejemplo, en la lengua india coeur d'alene, las llantas de
un coche o un camión se convierten en 'pies arrugados', una referencia a sus
huellas. El nuevo conocimiento sobre los automóviles se enlaza con el cono-
cimiento antiguo sobre el cuerpo. Donald A. Norman creía que el encaje del
conocimiento nuevo en un marco general de conocimierito antiguo es un
proceso básico por el cual la gente se enfrenta a asuntos complejos como
«aprender a tocar el piano o aprender una lengua» (citado en Evans 1976:
98). Norman no trataba específicamente de la metáfora, pero la metáfora
parecería ofrecer un mecanismo por el cual un sistema complejo de conoci-
miento nuevo en un dominio meta podría encajar teóricamente en el marco
de conocimiento viejo de un dominio origen.
En un artículo muy leído dentro de la antropología y la lingüística desde
su publicación original en 1967, Basso (1990b: 15-24) describió todo un
sistema de denominación de partes de vehículos de motor en la lengua de
los apaches occidentales del centro-este de Arizona. Los apaches occidenta-
les han extendido el uso de los nombres de las partes del cuerpo de los seres
humanos y los animales para referirse a las partes de automóviles y camio-
netas. En esta metáfora estructural, el capó se convierte en la nariz (bichih),
los faros son los ojos (bidáá) y el parabrisas se convierte en la frente (bita').
El término para la cara (binii'¡ se extendió a toda la zona que va desde la
parte superior del parabrisas hasta el parachoques delantero, de modo que
este término incluía como subpartes la nariz/capó y la frente/parabrisas. Las
ruedas delanteras se convierten en manos y brazos (bigan), mientras que las
ruedas traseras y sus neumáticos son los pies (bikee']. Todos los elementos
debajo del capó se clasificaban como partes de las tripas (bibiye'). Bajo el
capó, la batería se convirtió en el hígado (bizig); los cables eléctricos, en las
venas (bits' oos); el depósito de gasolina, en el estómago (bibid); el distri-
buidor es el corazón (bijii); el radiador, el pulmón (bijíf izólé); los mangui-
tos delradiador, los intestinos (bich' í) l.
1 La sílaba inicial bi- es el prefijo pOSé.-ivo de tercera persona, de modo que, p.ej., bich' i es literal-
mente «su intestino». (N. del T.) \
"-
263
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
2 Mientras Basso consideraba al cuerpo humano como fuente primaria de la metáfora, House
(s.f.: 5) argumentó que sobre la base de los datos del navajo parecía más probable que se tratara del
caballo: «Mientras que el modelo del caballo puede considerarse funcional, el modelo del 'hombre'
no tiene justificación funcional y, en mi opinión, parece estar motivado por un impulso puramente
antropocéntrico». House señaló también que sólo 28 palabras navajas de las 121 referidas a térmi-
nos de partes del automóvil eran extensiones de términos anatómicos. La mayoría de los restantes
términos eran «descriptivos de la apariencia o la actividad de cada parte del vehículo» (s.f.: 8).
3 La expresión LOS VEHÍCULOS DE MOTOR SON SERES ANIMADOS ilustra una convención ortográfica:
los conceptos que subyacen a los usos metafóricos o metonímicos se escriben en versalitas. Más en
general, las versalitas señalan significados, esto es, valores semánticos frente a los fonológicos.
264
METÁFORA Y METONIMIA
cosas animadas, o «' ihi' dahí, una categoría muy amplia que también inclu-
ye seres humanos, cuadrúpedos, aves, reptiles, peces, insectos, plantas y
varias máquinas movidas a motor (p.ej., bulldozers, tractores, excavado-
ras)». House (s.f.) señaló que los navajos aplican términos parecidos de par-
tes del cuerpo a los automóviles, aunque no términos generalistas que cate-
goricen separadamente entidades animadas e inanimadas.
Los apaches occidentales establecen correspondencias entre sus modelos
cognitivos de vehículos de motor y el modelo o los modelos cognitivos de
seres animados. Una cosa compleja se ve y se describe en términos de otra.
El hecho de que los apaches perciban un esquema que subsume a ambos, de
modo que los vehículos de motor se asimilan a la clase de seres animados,
no obvia la metáfora. De hecho, el esquema podría considerarse necesario
para el establecimiento de la metáfora. En palabras de Basso (1990b: 22),
no muy alejadas de las de Norman: «La extensión de conjunto facilitó la
comunicación sobre un objeto totalmente extraño en un marco familiar de
referencia y, al menos por un tiempo, hizo innecesario que los apaches se
enfrentaran a la compleja terminología inglesa que a veces resulta confusa
incluso para los hablante s nativos [cursiva añadida]».
Los nombres apaches para los vehículos ilustran capacidades cognitivas
básicas que subyacen al uso de la metáfora: la capacidad de analizar entida-
des complejas y comparar punto por punto las correspondientes partes y
estructuras al proyectar una imagen compleja sobre otra. De modo que si
una cosa ocupa el lugar de otra en la referencia metafórica, lo mismo sucede
con las partes de la primera, que ocupan los lugares de las partes correspon-
dientes de la segunda, igual que las partes del cuerpo ocupan el lugar de las
partes de los vehículos de motor en apache. Además, las partes del dominio
meta mantienen unas con otras las mismas relaciones que sus contrapartidas
denominativas en el dominio origen. La topología cognitiva se conserva.
Pero los nombres apaches para vehículos ilustran también nuestra capaci-
dad para ser selectivos, para abstraer sólo aquellas partes del dominio origen
que parecen apropiadas para el dominio meta.
Pero arriba es mejor que abajo, porque si te pones cabeza abajo se te sube la san-
gre a la cabeza, porque los pies apestan y el pelo no tanto, porque es mejor subir-
se a un árbol para coger los frutos que acabar bajo tierra engordando gusanos,
265
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
porque es raro que te hagas daño dándote por arriba (tienes que estar en una
buhardilla) y en cambio sueles hacértelo por abajo, al caer, y por eso lo alto es
angélico y lo bajo diabólico.
266
METÁFORA Y METONIMIA
que las metáforas tienen niveles e implicaciones diferentes entre ellos. Por
ejemplo, la metáfora EL TIEMPO ES DINERO implica EL TIEMPO ES UN RECURSO
LIMITADO que implica EL TIEMPO ES UN OBJETO VALIOSO. Estas implicaciones
significan que quien quisiera comprender el razonamiento humano práctico
haría bien en estudiar la metáfora pero, como hemos visto al discutir la críti-
ca de Quinn a Lak:off y Johnson en el capítulo 5, el razonamiento es otras
cosas además de metáfora.
Ahora podemos usar estos conceptos, pertenecientes a metáforas estruc-
turales, orientacionales y ontológicas, para intentar entender la imagine-
ría de algunas interesantes expresiones metafóricas en japonés, inglés y
nahuatl.
267
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
Junto con la idea de la ira como líquido caliente, hara, mune y atama
proporcionan un esquema para la construcción de un escenario metafórico
ordenado secuencialmente. Para comprender plenamente una expresión
como hara sube, agobiado en mune o llegó hasta atama, no basta con saber
que hara se refiere al vientre, mune al pecho y atama a la cabeza y que la ira
líquida a presión puede estar contenida en una de estas tres regiones. Tam-
bién tenemos que saber que la ira asciende a través de ellos en una secuen-
cia fija para crear una escala de incomodidad creciente y un potencial de
agresividad progresiva. Igual que en la escuela debemos conocer el esque-
ma de calificaciones de 1 a 10 para comprender la afirmación Saqué un 10
en geometría, en japonés debemos conocer el esquema de la jerarquía de
contenedores corporales a fin de comprender la expresión lingüística de la
ira. Es por ello por lo que el significado denotativo proporcionado en una
seca definición de diccionario rara vez capta el significado pleno de una
palabra. Tampoco basta con proporcionar una lista de connotaciones, si con
este término hacemos referencia simplemente a otros significados asociados
a la denctación, porque éstos pueden ser insuficientes para delinear el
\
"
268
METÁFORA Y METONIMIA
Simmer down!
'iTranquilízate!'
1 had reached the boiling point.
'Alcancé el punto de fusión'.
4 Simmer down es literalmente 'reducir el hervor'; boiling point es el momento en que el agua
comienza a hervir; stew es 'guisar', de modo que la última frase significa literalmente 'deja que se
guise'. Como puede comprobarse por la inadecuación en la traducción de varias de estas expresio-
nes, el español organiza de modo diferente esta metáfora, que está mucho menos lexicalizada que
en inglés (como sucedía también, por ejemplo, con la metáfora EL AMOR ES ALIMENTO). (N. del T.)
5 La mayoría de los verbos de estos ejemplos ingleses están compuestos con la preposición/adver-
bio up, que indica dirección ascendente. I blew my stack es una expresión slang de difícil traducción
literal, de modo que se presenta una versión aproximada. Las demás traducciones son literales, aun-
que en algunos casos corresponden a expresiones metafóricas semejantes del español. Esto mismo
se aplica a otros ejemplos de este capítulo. Recordemos que, aunque son válidas las mismas metáfo-
ras en ambas lenguas, la frec~encia y la forma de su representación lingüística pueden ser bastante
diferentes. (N. del T.)
269
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
Correspondencias ontológicas:
• el contenedor es el cuerpo,
• el calor del líquido es la ira,
• la escala de calor es la escala de ira, con puntos finales cero y límite,
• el calor del contenedor es calor corporal,
• la presión sobre un contenedor es la presión interna del cuerpo,
• la agitación en el contenedor es la presión interna del cuerpo,
• el límite de la capacidad del contenedor para resistir la presión causada por el
calor es el límite de la escala de ira,
270
METÁFORA Y METONIMIA
271
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
6 Para un análisis de los términos de emociones en español desde esta perspectiva puede consultar-
se: José Manuel Martín Morillas y Juan Carmelo Pérez Rull, Semántica cognitiva intercultural.
Granada, Método, 19~,:9.(N. del T.)
\
272
METÁFORA Y METONIMIA
Buena parte del interés de los especialistas por el lenguaje figurativo se cen-
tra en la metáfora, pero importancia parecida posee la metonimia: la rela-
ción de una cosa con otra dentro de un único modelo o una escena concep-
tual única. Lakoff (1987: 114) definió la metonimia como «una función de
un elemento del modelo sobre otro». Mientras cualquier clase de asociación
puede dar lugar a la metonimia, frecuentemente la parte se usa por el todo
(técnicamente, una sinécdoque), como cuando nos referimos al coche nuevo
de un amigo como «unas buenas ruedas». Sin embargo, frecuentemente la
metonimia no se basa en relaciones físicas, sino en el contenido de las esce-
nas, como en los ejemplos siguientes:
273
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
274
METÁFORA Y METONIMIA
275
INfERPRETACIONFS y APUCACIONFS
Un colega mío, Evan Blythin, me llamó la atención hace poco sobre una
curiosa peculiaridad de la retórica azteca: en el siglo XVI, los hablantes de
nahuatl, la lengua de los aztecas, mezclaban las metáforas 7. El interés de mi
colega despertó al observar 87 metáforas enumeradas en el Libro 6 del volu-
men XIII del Códice Florentino, Historia general de las cosas de la Nueva
España (1988), escrito por el monje franciscano Bernardino de Sahagún. El
Códice fue traducido por Sahagún el año 1577, treinta años después de su
redacción en nahuatl o, para usar el término de Sahagún, «en la lengua
mexicana». Desde los tiempos de Sahagún, la lengua nahuatl ha incorpora-
do muchos términos y construcciones del español hasta convertirse en lo
que hoy día se denomina mexicano, una lengua con miles de hablantes (Hill
y Hill1986) 8.
Mi colega estaba estudiando el Códice en busca de claves para entender
algunas características intrigantes de la retórica política mexicana contempo-
ránea, en especial la tendencia a mezclar las metáforas, lo que es, desde luego,
una violación de las máximas retóricas inglesas (aunque no necesariamente
del uso corriente). Wayne C. Booth (1979), por ejemplo, descubrió que todas
las guías modernas de escritura parecían estar de acuerdo en que las metáforas
deberían ser novedosas y coherentes, esto es, no mezcladas. Booth ofreció
varios criterios alternativos, a los que volveré más adelante en este capítulo.
Es difícil saber lo que podían sentir los aztecas sobre el carácter novedoso de
sus metáforas, pero en el Códice había numerosas entradas como las siguien-
tes, que atrajeron la atención de Blythin: TE HAS VUELTO CONEJO; TE HAS VUEL-
TO CIERVO, expresión que parece mezclar las metáforas mezclando sus anima-
les. De acuerdo con Sahagún (1988: 461-462), se refiere a un fugitivo de las
responsabilidades familiares: «Se dice de aquel o de aquella que se van de
casa de su padre [...]; ni quieren obedecer a sus padres ni estar en casa» 9.
La pareja es coherente porque tanto el conejo como el ciervo son anima-
les que suelen huir. El ejemplo también tipifica el formato de las metáforas
nahuas, que aparecen en pareados o grupos de pareados 10. A este respecto,
es típico de los textos nahuas en general mostrar una variedad de estructuras
276
METÁFORA Y METONIMIA
pareadas (Bright 1990), como sucede también en otros muchos textos cen-
-troamericanos (Sherzer 1983; Tedlock 1985; Hill 1992). Siguiendo la opi-
nión, habitual en los estudios retóricos, de que el objetivo de las metáforas
es proporcionamos alguna información sobre algo desconocido, o tenor (es
decir, meta), introduciendo algo conocido, o vehículo (es decir, origen), mi
colega razonó que la función de los difrasismos era proporcionar más infor-
mación sobre lo desconocido y al mismo tiempo, quizá, producir aún mayor
inseguridad. Es una hipótesis interesante, pero, antes de extraer conclusiones
sobre las funciones retóricas de las metáforas nahuas, puede ser útil exami-
nar más detenidamente su significado prestando especial atención a su ima-
ginería y organización conceptual. Esto revelará cómo las figuras nahuas
contienen más que simple metáfora. En el caso típico, un modelo metafóri-
co subyacente sigue siendo implícito e innombrado. Revelado solamente
por la mención explícita de dos de sus partes o, en el caso del conejo y el
ciervo, de dos ejemplos de actores de un escenario. Así, en muchos casos,
una expresión combina una metáfora con una metonimia, una relación de la
parte al todo, un actor con su escenario, una entidad con su localización. El
difrasismo figurativo resultante es coherente en el sentido de que las dos
partes tienen implicaciones semejantes, y suele ser consistente, en el sentido
de que ambas pueden asimilarse a la misma imagen o modelo cognitivo
(Lakoffy Johnson 1980: 127-136). Obsérvense los siguientes ejemplos:
EL OJO, LA OREJA.
LAS ENTRAÑAS, LA GARGANTA.
LAS ALAS, LA COLA.
277
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
278
METÁFORA Y METONIMIA
do-poseedor. Así, una cadena de inferencias bastante larga enlaza una parte
del vestido (penacho, cuerda) con la imagen completa de la ropa de un
esclavo, con el papel de la esclavitud y finalmente con una tarea onerosa. La
cadena de metonimia y metáfora, con la meta situada siempre en primer
lugar, es como sigue:
279
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
NAS, SUS COLUMNAS, SUS BARBAS, SUS CEJAS, SUS ASTILLAS, SUS FRAGMEN-
TOS tiene cuatro difrasismos. Se refiere a alguien nacido en el linaje real,
más o menos como la expresión de tal palo tal astilla, con cada difrasis-
mo reiterando el tema con una temática procedente de un dominio semán-
tica distinto: partes periféricas del cuerpo/objetos afilados hechos de
material animal/vello facial/material sólido (¿hueso? ¿obsidiana?). Los
tres primeros pareados sugieren gran número de descendientes (cf. Max-
well y Hanson 1992: 171). Más habitualmente, encontramos un par de
pareados en el que el segundo difrasismo abstrae del primero, como en la
metáfora explícita HUMO, NIEBLNFAMA, HONOR, que se dice de un dirigen-
te fallecido, o FINAS ESMERALDAS, FINOS ZAFIROS, BIEN LABRADOS, BIEN
ALARGADOS, BIEN REDONDEADOS, dicho de LA EDUCACIÓN NOBLE. El ele-
mento individual final de este último difrasismo (EL ANCHO ESPEJO) rompe
el patrón de pareados. Estas desviaciones son infrecuentes. El patrón de
concreto a abstracto vuelve a romperse en el doble difrasismo LO QUE
PUEDE ACARREARSE, LO QUE PUEDE LLEVARSE AL HOMBRO/LO QUE VA EN EL
REGAZO, ENTRE LOS BRAZOS, una metáfora para el vulgo. Ambos pareados
se encuentran en el mismo nivel de especificidad. No puedo resistir men-
cionar un último ejemplo, de carácter especialmente poético, que tiene la
forma concreto-concreto/escenario-escenario: ERES CIPRÉS, ERES CElEN
DEBAJO DE TI, LA GENTE COMÚN BUSCARÁ LA SOMBRA; BUSCARÁN LA SOM-
BRA. Las metáforas del primer pareado establecen localizaciones para el
segundo.
Estos ejemplos demuestran que el nahuatl construye habitualmente una
metáfora sobre una imagen evocada por una metonimia. El origen de la me-
táfora es un modelo cognitivo innominado del cual sólo se verbalizan explí-
citamente dos de varias partes posibles. El contenido de los modelos subya-
centes incluye objetos concretos (cuerpo, pájaro), escenarios (sacrificios
humanos, buscar sombra bajo un árbol), estatus sociales (esclavismo, fugi-
tivo) y abstracciones (tiempo, fama, forma cilíndrica). También son posi-
bles expresiones más largas que acumulan dos o más pareados, y a veces
después de los pareados aparecen elementos individuales. Hay muchas
cadenas sutiles de razonamiento metafórico en estas figuras del habla que
apenas podemos comprender sin un mayor conocimiento de la lengua
nahuatl y de la cultura azteca. Hill (1992: 123) señaló que el difrasismo
ceremonial nahuatl in cuicatl in xochitl 'el canto, la flor' hace explícito el
enlace natural de flor y canción y que a los poetas se les solía llamar «canto-
res de flores».
Recuérdense los criterios de Booth para las buenas metáforas: deberían
ser activas, concisas, apropiadas a su objetivo buscado, adaptadas a la
audiencia y constructivas para el personaje representado por el hablante.
\
280
METÁFORA Y METONIMIA
Ahora parece claro que estos criterios están ligados a la cultura. Incluso si
nos creyéramos justificados para aplicar las normas retóricas del mundo
anglohablante a otras lenguas, lo que no es mi caso, sigue siendo difícil apli-
car sus criterios a las figuras aztecas. Las metáforas nahuas son muy conci-
sas y habitualmente concretas, pero lo habitual es que sean inactivas. NOS HA
PELLIZCADO EN LA OREJA, EN EL HOMBRO, por ejemplo, es más activa que LAS
ENTRAÑAS, LA GARGANTA; ambos difrasismos son concisos y concretos.
Sahagún no recogió el grado de variación que se permitía a los hablantes ni
qué libertades podían tomarse para ofrecer metáforas apropiadas a la situa-
ción, la audiencia o el hablante, pero no podemos culparlo de no responder a
preguntas planteadas cuatro siglos después. El hecho mismo de que a menu-
do se refieren a estatus sociales hace pensar que sus hablantes eran sensibles
al contexto de uso.
Para resumir, muchos difrasismos nahuas expresan una metonimia cons-
truida sobre una metáfora, como ala y cola sugieren la relación de periférico
y la imagen de un ave. Los difrasismos nahuas son metáforas metonímicas.
Son politropos (Friedrich 1991). Los difrasismos revelan el modelo metafó-
rico pretendido al mismo tiempo que introducen connotaciones que nos
hacen pensar. Los hablantes nahuas de la época de Sahagún obtenían el
material metafórico que cumpliría la función de dominio origen, del mundo
físico, de las escenas de la vida, los roles sociales y las abstracciones. Pro-
bablemente, las normas de la retórica literaria inglesa no sirven; pero en
cualquier caso, las metáforas nahuas eran más coherentes y consistentes de
lo que podrían parecerle a un lector casual.
281
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
1couldn't help singing along. 'No pude evitar ponerme a cantar con ellos'.
He resisted accepting their arguments. 'Se resistió a aceptar sus argu-
mentos'.
She refrained from saying anything impolite. 'Se reprimió para no decir
alguna descortesía' .
She was civil. 'Era muy civilizada' .
1am being pressured to go to the graduation ceremony. 'Me están presio-
nando para que vaya a la ceremonia de graduación' .
You must, you have to. 'Debes hacerlo, tienes quehacerlo' ..
You can't make me. 'No puedes obligarme'.
1guess 1will, despite my better judgment. 'Supongo que lo haré, aunque
no me parece bien' .
You better not try it. 'Mejor ni lo intentes'.
She need not trouble herself. 'No necesita preocuparse'.
1would, but I can't go. 'Iría, pero no puedo'.
1 know it's aggravating, but try to let it be. 'Sé que empeora las cosas,
pero intenta no hacer nada'.
Keep on keeping on. 'Sigue aguantando'.
1 think I will win, in spite of myself. 'Creo que ganaré, a pesar de mí
mismo'.
282
METÁFORA Y METONIMIA
Entidades
Agonista
o
Antagonista
Tendencias intrínsecas
Equilibrio de fuerzas
Entidad más fuerte +
Entidad más débil
Acción
Reposo
Figura 28. Símbolos usados en los esquemas de fuerzas. Tomado de Talmy (1988:
54). Reproducido con autorización de Ablex Publishing Ccrporation.
, \
283
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
viento pelota
teo -+--
Figura 29. Esquema de fuerzas de la oración The ball kept rolling because of the
wind blowing on it 'la pelota siguió rodando a causa del viento que soplaba sobre
ella'. El agonista (círculo) tiene tendencia a permanecer en reposo (e). El antago-
nista tiene tendencia a la acción (». La fuerza del antagonista es mayor (+) que la
del agonista (-). La resultante es que el agonista sigue en movimiento (-7-). Toma-
do de Talmy (1988: 55). Reproducido con autorización de Ablex Publishing Corpo-
ration.
viento cabaña
Figura 30. Esquema de fuerzas de la oración The shed kept standing despite the
gale wind blowing against it 'la cabaña siguió en pie a pesar del vendaval que sopló
sobre ella'. El agonista (círculo) tiene tendencia a permanecer en reposo (e). El
antagonista tiene tendencia a la acción (». La fuerza del agonista es mayor (+)
que la del antagonista (-). La resultante es que el agonista sigue en reposo (---).
Tomado de Talmy (1988: 55). Reproducido con autorización de Ablex Publishing
Corporation.
pelota hierva
OJJ
-+--
Figura 31. Esquema de fuerzas de la oración The ball kept rolling despite the stiff
grass 'la pelota siguió rodando a pesar de la dureza de la hierba'. El agonista (círcu-
lo) tiene tendencia a moverse (> ). El antagonista tiene tendencia a permanecer en
reposo (e). Lafuerza del agonista es mayor (+) que la del antagonista (-). La resul-
tante es que el agonista sigue en movimiento (--;;.....-----).
Tomado de Talmy (1988: 55).
Reproducido con autoriza.ion de Ablex Publishing Corporation.
\ -,
284
METÁFORA Y METONIMIA
tronco cresta
Figura 32. Esquema de fuerzas de la oración The Iog kept Iying on the incline
because of the ridge there 'el tronco siguió en el borde de la cuesta porque había
una cresta'. El agonista (círculo) tiene tendencia a moverse (». El antagonista
tiene tendencia a permanecer en reposo (»}. La fuerza del antagonista es mayor (+)
que la del agonista (-). La resultante es que el agonista sigue en reposo (---).
Tomado de Talmy (1988: 55). Reproducido con autorización de Ablex Publishing
Corporation.
285
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
Ecr
«sus insinuaciones» «yo»
ESffiE~O I
Todos los ejemplos de Talmy están tomados del inglés, de modo que no
podemos suponer que los mismos cuatro esquemas sean prototípicos en
286
METÁFORA Y METONIMIA
12 Un análisis de los verbos españoles de movimiento que utiliza en buena medida el enfoque de
Talmy es: José Luis Cifuentes Honrubia, Sintaxis y semántica del movimiento. Alicante, Instituto de
Cultura «Juan Gil-Albert», 1999. (N. del T)
-,
,
287
CAPÍTULO 9
CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN
DE LA GRAMÁTICA DE LA PALABRA Y LA ORACIÓN
289
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
290
CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN DE LA GRAMÁTICA DE LA PALABRA Y LA ORACIÓN
291
INTERPRETACIONFS y APUCACIONFS
nudas hasta la cintura para estimular sexualmente a los clientes, que beben
junto a un mostrador llamado bar 'barra' . Esta perspectiva puede aplicarse a
la gramática de las palabras complejas.
Palabras inglesas compuestas como skyscraper 'rascacielos' , motor seo-
oter 'ciclomotor', bookend 'sujetalibros', top spin '(efecto) topspin', gut-
tersnipe 'granuja', butter knife 'cuchillo de (para) mantequilla', si/k purse
'bolso de seda' y ball hog 'chupapelota' tienen un esquema gramatical de
[sustantivo sustantivo] o [sustantivo verbo] y un esquema semántico muy
abstracto de [MODIFICADOR MODIFICADO], pero saber esto aún no nos permite
predecir sus significados demasiado bien. Además del hecho de que al
menos tres de ellas sean metafóricas (skyscraper 'rascacielos', guttersnipe
'granuja' y ball hog 'chupapelota'), las dos partes de estos compuestos
desempeñan toda una variedad de roles semánticos. Los términos skyscra-
per 'rascacielos', butter knife 'cuchillo de mantequilla' y quizá bookend
'sujetalibros' tienen la relación semántica más específica de META-INSTRU-
MENTO; si/k purse 'bolso de seda' y motor scooter 'ciclomotor' se basan en
la relación PARTE-TODO, aunque motor scooter también podría interpretarse
como INSTRUMENTO-META; guttersnipe 'granuja' es LOCALIZACIÓN-PROCESO;
y ball hog 'chupapelota' es META-AGENTE o, quizá, META-PROCESO. Todos los
procesos están nominalizados 2.
Aunque los compuestos parecen lógicos, caracterizados en virtud de su
semántica o su sintaxis no nos permite necesariamente predecir el significa-
do de un compuesto nuevo. Los compuestos, sean sustantivo-sustantivo o de
cualquier otro tipo, están motivados por conexiones sernánticas; tienen un
orden regular, aunque abstracto, y un patrón acentual regular que recae so-
bre la primera palabra; pero los significados específicos de los compuestos
no son predecibles a partir de la sintaxis. Los teóricos generativos intenta-
ron, sin conseguido, derivar los compuestos aplicando transformaciones a
supuestas perífrasis subyacentes. Pamela Downing (1977: 840) concluyó
que los compuestos sustantivo-sustantivo en inglés «no pueden caracterizar-
se en términos de limitaciones absolutas sobre las estructuras semánticas o
sintácticas de las que se derivan». No encontró restricciones al proceso de
composición sustantivo-sustantivo. Si resulta que la lengua es impredecible
2 La presente disusión es bastante específica de la lengua inglesa y no puede esperarse una correla-
ción precisa en castellano, que recurre con menor frecuencia a la composición de palabras en senti-
do estricto y que tiene menor afición a nominalizar; guttersnipe, por ejemplo, incluye un nombre de
pájaro (la agachadiza), snipe y referencia a 'canalón de desagüe', extendido para significar 'alcanta-
rilla' y, de aquí, 'bajos fondos' (gutter); puede compararse con nuestro 'rata de alcantarilla'. Bal!
hog, por su parte, es el 'cerdo (hog) de la pelota (ball)' ; el término es equiparable a road hog, lit.
'cerdo de carretera', referido a quien conduce como si la carretera fuera solamente suya. Motor
scooter, por otra parte, tiene un núcleo scooter determinado por motor, mientras que el orden e¡'
ciclomotor es justamente el inverso. (N. del T) 1
1.
-,
292
CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN DE LA GRAMÁTICA DE LA PALABRA Y LA ORACIÓN
293
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
DDDDDH
Pumpkin bus U
@' ®
Figura 34. Pumpkin bus (autobús que visita una granja de calabazas).
294
CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN DE LA GRAMÁTICA DE LA PALABRA Y LA ORACIÓN
El núcleo (determinante del perfil) es específico; el significado del modificador es muy relevante
para el significado del núcleo; el significado resultante es idiosincrático.
296
CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN DE LA GRAMÁTICA DE LA PALABRA Y LA ORACIÓN
6 Hogtie significa literalmente 'atar como un cerdo', esto es, de pies y manos; 'maniatar' puede
considerarse un caso de incorporación semejante en español. (N. del T.)
7 Bybee (1985) señaló que, «habitualmente, 'incorporación' se refiere a la inclusión del paciente
nominal del verbo dentro del verbo mismo ... », pero limitar el concepto al paciente, sin permitir la
inclusión de agente u objeto oblicuo, parece una distinción un-tanto arbitraria e innecesaria para los
fines de esta discusión, que se centra en las características generales de las construcciones más que
en las definiciones a priori.
8 Propiamente, 'reino', pero 'reinado' es un ejemplo comparable en español. (N. del T.)
297
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
9 Bybee escribió en realidad «modifican características inherentes del referente», pero yo uso aquí
el término modificar en un sentido diferente, como el elemento que añade información específica a
un determinante de perfil.
298
CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN DE LA GRAMÁTICA DE LA PALABRA Y LA ORACIÓN
O (1m)
o o (1m)
Figura 37. Símbolos para entidad abstracta, cosa, estado y proceso. Compárense
los diagramas, algo más complejos, de Langacker (1990a: 128).
Figura 38. Agrupación por región común. Otras figuras límite imponen agrupa-
miento a los pares de puntos. Adaptado de Irvin Rack y Stephen Palmer, «The
Legacy o/ Gestalt Psychology». Copyright © 1990 por Scientific American, Inc.
Todos los derechos reservados.
299
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
Figura 39. Agrupación por conectividad. Adaptado de Irvin Rack y Stephen Pal-
mer, «The Legacy ofGestalt Psychology». Copyright © /990 por Scientific Ameri-
can, /nc. Todos los derechos reservados.
"
300
CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN DE LA GRAMÁTICA DE LA PAlABRA Y LA ORACIÓN
0--- tr
¡m
---o
PELOTA EN ARO
DE BALONCESTO
tr tr tr
im im
PROCESO
Representar una serie como ésta cada vez que queremos mostrar un pro-
ceso es enojoso y aburrido, de modo que en su lugar utilizaremos un único
símbolo de relación, como en la figura 37(d). La flecha gruesa muestra que
hemos añadido el tiempo al perfil de la relación conectora y sus entidades
conectadas. Los símbolos de proceso suelen aparecer superficialmente en
10 Lakoff (1990: 57) descubrió que en inglés se entienden los estados como regiones delimitadas en
el espacio;I\Sprocesos se entienden como movimientos.
\.
301
CAPÍTULO 10
FONOLOGÍA CULTURAL
319
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
Los lingüistas suelen tratar al fonema como una unidad abstracta que repre-
senta un conjunto de sonidos similares. Las instancias del fonema pueden
variar de forma libre e impredecible. Por ejemplo, los anglohablantes pro-
ducen variantes tensas y laxas de p en posición final de palabra, esto es,
tanto [p] como [po] l. O las instancias pueden variar regularmente de acuer-
do con sus entornos fonológicos; las variantes, o alófonos, presentan un
patrón de distribución complementaria. La [ph] aspirada inglesa aparece en
principio de palabra; las no aspiradas [p] y [po] en las demás posiciones 2.
320
FONOLOGíA CULTURAL
3 Fonología cognitiva, en la forma en que utilizo este término, no debe confundirse con la fonología
cognitiva como subcampo de la gramática generativa, tal como la desarrolló Kaye (1989). En el
racionalismo extremado de Kaye, la teoría fonológica contribuye a la gramática universal, según la
cual el chino y el inglés son lenguas «casi idénticas», con diferencias «relativamente secundarias»,
simplemente valores diferentes de un conjunto de parámetros binarios. Kaye (1989: 54) escribió:
«Podemos considerar la capacidad lingüística humana como una gran impresora con una serie de
interruptores debajo de la tapa. Ir del inglés al chino, al navaja o al swahili es simplemente cuestión
de ajustar estos interruptores». Difícilmente podría enunciarse de modo más claro e inequívoco la
metáfora del lenguaje como ordenador digital.
321
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
Figura 49. Extensiones del fonema básico [a] como variantes [Pa], (la] y [kaj.
Reimpreso de Foundations of Cognitive Grarnrnar, volume 1: Theoretical Prerequi-
sites, de Ronald W.Langacker, con autorización de los editores, Stanford University
Press. © 1987 por the Board ofTrustees ofthe Leland Stanford Junior University.
Figura SO. Igual que la figura 50, con categorías esquemáticas fa] y rrx)aj.
Reimpreso de Foundations of Cognitive Grarnmar, volume 1: Theoretical Prerequi-
sites, de Ronald W.Langacker, con autorización de los editores, .Stanford University
Press. © 1987 por the Board ofTrustees ofthe Leland StanfordJunior University.
322
FONOWGfA CULTURAL
323
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
11I
11
---_ .
IF/
~II~
fricativa ~
alveolo-
otras fricativas
palatal
ante ante
vocales todas
frontales las otras
altas vocales
324
FONOWGfA CULTURAL
Fonología multidimensional
325
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
archipélago
a r ch i p e* 1 a g o
~V A B
Figura 54. Descripción autosegmental de archipélago. De Goldsmith (1976: 36).
Reproducido con autorización de Linguistic Analysis.
(a) Todas las vocales están asociadas con al menos un tono. Todos los
tonos se asocian con al menos una vocal.
(b) Las líneas de asociación no se cruzan.
El hecho de que suelan coincidir los límites de las unidades de diferentes
niveles justifica en parte el principio de Goldsmith de que «las líneas de aso-
ciación no se cruzan». También podríamos decir que todos los segmentos
temporales de diferentes dimensiones tienden a encasillarse en jerarquías.
Un ejemplo más complejo de fonología de niveles múltiples aplicado a un
ejemplo de la lengua mohawk aparece en Lakoff (1989). Lakoff (1989: 309)
llamó a este enfoque «fonología constructiva», señalando que «en fonología
constructiva no existen un 'antes' y un 'después' atemporales. Simplemente
hay correlaciones a través de dimensiones». Esto es, las unidades de las
dimensiones de entonación, morfología y fonología se correlacionan unas
con otras en el tiempo.
El conducto vocálico es un órgano complejo. Esta complejidad sugiere
que la imaginería sonora que se expresa en el conducto vocálico debe ser
multidimensional y que para cada rasgo fonológicamente importante del
conducto vocálico (p.ej., articulaciones de la lengua y los labios, conductos
nasales, laringe) deben activarse dimensiones en paralelo. Douglas Pulley-
blank (1989) esquematizó la activación paralela de planos fonológicos para
los tres segmentos de la palabra inglesa sam. Al revisar los desarrollos
recientes en la teoría fonológica en los niveles de sílabas y segmentos, llegó
a la conclusión de que «es frecuente que los hallazgos importantes se deban
en último término, directamente, al abandono de los modelos fonológico s de
la lingüística en favor de alguna versión de una teoría no lineal» (1989: 225).
326
FONOWGÍA CULTURAL
327
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
6 También en español, la /i/ se us •..para indicar pequeñez, aunque ciertamente no en los equivalen-
tes de los ejemplos ingleses aquí mqncionados. (N. del T)
\
-,
328
FONOWGÍA. CULTURAL
7 De acuerdo con el uso de Langacker en este contexto, los corchetes indican marcos conceptuales
y no valores fonéticos.
8 l1J es sonora y /fI sorda.
9 Margaret Langdon, comunicación personal (Instituto de Lingüística, Tucson, Arizona, 1989).
10 Los segmentos significativos sonf/-, [kl-], [kr-] Y las agrupaciones de estos grupos con -sh final;
igualmente, l-sh; los significados son, respectivamente: destellar, parpadear (una luz), chocar,
chasquear, tabletear, rajarse, lamer, azotar. Puede observarse que todos los verbos de esta lista que
se refieren a sonidos o luces repentinos terminan en -sh, el grupo CT- se asocia a una rotura, la aso-
ciación de 1 con [k] final (escrita ck) alude a sonidos 'secos', las vocales i y a están relacionadas con
el '1\lmaño' del estallido, etc. (N. del T.)
\
\.
329
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
330
FONOWGlA CULTURAL
Términos de color
Términos de calor
Figura 55. Red que perfila las equivalencias fonolágicas en las raíces coeur d' a-
lene para rojo, amarillo y calor. Podrían trazarse otras líneas de correspondencia
para ilustrar las similitudes de 1 con r y de kW con qW. En esta figura , las formas glo-
talizadas y no glotalizadas se consideran equivalentes.
l
e v e
+ cons
- cont
-son
++son
sonte
-md
J +cons
+ cont
+ son
+ post -post + sonte
-cor + cor
+rnd -rnd
- nas
Figura 56. Descripción mediante rasgos fonolágicos de las raíces coeur d' alene
correspondientes a rojo, amarillo y calor. Las vocales y las consonantes velares del
coeur d' alene no son nuncafonológicamente nasales.
Cuando nos encontramos con la transcripción de una lengua que nos resulta
nueva, y sin saber nada del significado de sus palabras, al principio puede
llamamos la atención la peculiar forma de organizar sus consonantes y
vocales en sílabas que tiene esa lengua. Esto es especialmente cierto de
algunas lenguas del noroeste de América, donde podemos encontrar pala-
bras como xfp'xwitlpllskwc', que carece totalmente de vocales y que, pOli
, \
'o,
331
INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
332
FONOLOGÍA CULTURAL
333
INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
corriente para raíces léxicas en las lenguas del mundo, quizá la más corrien-
te y prototípica. Como unidad con resonancia y límites a la vez, proporciona
un buen centro planetario para prefijos y sufijos, que tienden a ser CV o VC.
Mientras que el inglés puede carecer de palabras formadas solamente
por consonantes, hace mucho que los lingüistas se percataron de que las len-
guas del noroeste de América encadenan frecuentemente consonantes en
completa ausencia de vocales. ¿Qué puede decirse de la estructura silábica
de palabras como las siguientes, existentes en la lengua bella coola de la
costa central de la Columbia Británica y descritas por Bruce Bagemihl y
Patricia A. Shaw (Shaw 1989; Bagemihl1991: 627)?
Esta sección presenta algunos símbolos fonéticos más bien esotéricos utiliza-
dos corrientemente por los lingüistas que trabajan en lenguas del noroeste de
Norteamérica. Los símbolos usados en la discusión son los siguientes:
334
FONOWGÍA. CULTURAL
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INTERPRETACIONES Y APUCACIONES
kf-> *kfkf-
'caer'.
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FONOWGÍA. CULTURAL
17 Jackendoff (1986: 132) argumentó que los principios básicos del agrupamiento formulados por
Wertheimer se expresan, en su aplicación a la música, en «reglas de buena formación de agrupa-
miento» y «reglas de preferencias de agrupamiento», algunas de las cuales se aplican localmente (a
unidades de nivel inferior) y otras globalrnente (a unidades de nivel superior). Sus reglas de buena
formación de agrupamiento para la música son como sigue: «un grupo debe estar constituido a par-
tir de una secuencia de sucesos contiguos; una obra debe estar segmentada exhaustivamente en gru-
pos; aunque un grupo puede estar completamente incrustado en otro grupo, no puede solapar nin-
gún límite de cualquier grupo que lo contenga». No está claro si consideraba estas reglas de la
cognición musical como facultades humanas innatas o como específicas de la música occidental.
Goldsmith (1976: 36) propuso una regla similar para la fonología, estipulando que «todas las voca-
les están asociadas con un tono por lo menos», «todos los tonos están asociados al menos con una
vocal» y «las líneas de asociación no se cruzan».
18 Escuchado por el autor en una convers ición, abril 1992.
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CAPÍTULO 11
DÓNDE ESTAMOS
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INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
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DÓNDE ESTAMOS
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INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
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DÓNDE ESTAMOS
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INTERPRETACIONES Y APLICACIONES
formal cuando los mismos hablantes indígenas han desarrollado sus propias
categorías generativas muy bien estructuradas, como los conjuntos elabora-
dos de términos de parentesco o las reglas fonológicas regulares. Los etnó-
grafos deberían establecer distinciones explícitas entre los postulados ver-
bales y los silogismos presentados por los hablantes nativos y los esquemas
proposicionales formulados por el etnógrafo a partir de un proceso de abs-
tracción sobre los usos de la lengua o los textos.
Como la lengua está tan teñida de pensamiento metafórico y metoními-
co, el lenguaje figurado debería tenerse en cuenta en casi cualquier estudio
del lenguaje y en cualquier nivel. Puede implicar el estudio de metáforas
corrientes o el contenido metafórico normalmente inconsciente de las for-
mas gramaticales, como el modelo de dinámica de fuerzas que subyace al
sistema modal inglés descrito por Talmy (1988), o las metáforas y metoni-
mias que equiparan las conversaciones con los hilos telefónicos (esquema
lineal) o con las competiciones de artes marciales (esquema de cambio de
turno) en la clase nominal hon del japonés (Lakoff 1987). Los modelos folk
de meronimia apenas se han tocado.
He argumentado que es la imaginería del discurso mismo, culturalmente
definida, lo que predican los lexemas metalingüísticos (como lying 'mentir'
y gabby 'parlotear') y las partículas discursivas (como el yo japonés). Si no
es así, habría que dedicar mayores esfuerzos a descubrir modelos folk de
comunicación, como hizo Sweetser (1987) en su estudio de la mentira. Aquí
podemos estudiar actos de habla pragmáticos, participación, secuencia,
perspectiva e ideación cuando estas categorías se realizan en modelos dis-
cursivos folk, Quizá parte del esfuerzo dedicado a estudiar los indizadores
debería pasar de sus funciones discursivas, definidas analíticamente, a su
imaginería, definida como categorías populares. Podríamos hacer preguntas
como «¿Qué aspectos de enunciados previos o subsiguientes son predica-
dos por la partícula discursiva P y qué piensa el hablante S que puede conse-
guir al enunciar P?». Desde luego, los hablantes pueden ser incapaces de
verbalizar sus pensamientos, especialmente sobre algo tan automático como
la elección de partículas discursivas, pero éste es un problema común a
buena parte de la semántica y la pragmática.
Hymes y Sherzer argumentaron convincentemente que deberíamos tratar
el discurso como una actuación constituyente de relaciones sociales. Un
ejemplo se ve en el estatus invocado inequívocamente por la lengua honorí-
fica del vendedor japonés de máquinas de coser. Además, podemos conside-
rar las categorías de Hymes (escenarios, participantes, fines, actos, secuen-
cias, claves, instrumentalidades, normas y géneros), especialmente tal como
las conciben los indígenas. Las categorías de la lingüística cultural y la EH
no tratan directamente del estatus y el poder relativos, pero no hay nada en
344
DÓNDE ESTAMOS
Conclusiones
345
INTERPRETACIONFS y APLICACIONFS
2 Para una introducción español= a la lingüística cognitiva puede verse Maria Josep Cuenca y
Joseph Hilferty: Introducción a la Irgüística cognitiva. Barcelona, Ariel, 1999. (N. del T.)
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366
BIBLIOGRAFÍA. CITADA
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ÍNDICE ANALÍTICO
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LINGüíSTICA CULTURAL
370
íNDICE ANALíTICO
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LINGüíSTICA CULTURAL
constituyencia como factor de valencia, D' Andrade, Roy G., 139, 346
332 n. 13 ' declaraciones, 211-213
contenedor, esquema del, 102 deconstrucción, 146
contexto, 27, 62-63 definido, carácter - de la topicalidad, 193
en canto beduino, Q8 demonización de Saddam Hussein, 150-
y claves de contextualización, 241 n. 152
10,241,244 Denny, J. Peter:
en honoríficos, 244 clasificadores, 177-178
en lingüística cultural, 226 protobantú, 159-164
social,210 dependencia:
contingencia, relaciones de, 104 de consonantes en la sílaba, 333-335
continuo: como factor de valencia, 332 n. 13
de abstracción, 172-174, 179, 296 marcos, 333-335
de categorías, 53 en relaciones, 300
conceptual, 340 derivación, 296, 335
escala de relevancia, 290 descontextualización, 65
de experiencia, 72-73 descripción espesa, 62
de tiempo y aspecto en narración, 251 Dewell, Robert B., 101-102
de unidades simbólicas, 53 n. 4 diegueño,328-329
Véase también gradiente difrasismos, 27,276-281
contrafácticos, 198-203 dimensión sintagmática de imaginería,
control, 158, 181, 184-192 274
Cook, Haruko Minegishi, 246-250 diminutivos en bella coola, 335
cora, prefijos espaciales, 311-315 dinámica de fuerzas, 281-287, 344
coocurrencia, restricciones de, 274 directivos, 211-213
coordenadas, móvil y fija, 116 Dirven, R., 274, 279 n. 11
correspondencia como valencia, 332 n. discursivos:
13 carácter indizador de, 245, 341
correspondencias epistémicas, 271, 277 en lingüística cultural, 245
COSA como base semántica de nomina- pragmáticos, 29
les, 298 términos, 245 n. 14
Craig, Collette, 158 n. 9 tipos de, 245-246
creencias, 235 discurso, 205-260
Creider, Chet, 159-163, 171 cambio de turno, 213
criptotipo, 34 campo perceptivo, 215
crow-omaha, términos de parentesco, 128 cita, 220
cuerpo, partes del, 25, 163,263-265 discursivos, 29
cultura como «arrecife de coral», 147 de emociones, 140
cultural, lingüística: escenarios, 341, 342
comparada, con la etnografía del esquemas, 341
habla, 226-228 esquematización del, 245
y comprensión intercultural, 346 estructura de acción, 214
y discurso, 245 estructura de intercambio, 214
imaginería mental en, 24 hablar por otro, 221
principios de, 339-343 imaginería, 24
como síntesis, 24-26, 60 indizadores, 29
cuna, valores nucleares del, 257 marcadores, 29
cuna, 29,69-70, 255-257 moduladores, 29
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UNGOfSTICA CULTURAL
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LINGüíSTICA CULTURAL
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