10-Calidad Del Agua Subterránea
10-Calidad Del Agua Subterránea
10-Calidad Del Agua Subterránea
Escuela de Geología
Cátedra de Hidrogeología
TEMA X
Entre los gases deben considerarse como fundamentales el anhídrido carbónico y el oxígeno
disuelto, aunque no es frecuente que se analicen en aguas subterráneas.
Entre las sustancias disueltas poco ionizadas o en estado coloidal son importantes los ácidos y
aniones derivados de la sílice.
Sodio Bicarbonato
Calcio Sulfato
Magnesio Cloruro
Hierro Carbonato
Estroncio Nitrato
Potasio Fluoruro
Boro
Los análisis de aguas tienen contenidos muy diversos según el objetivo y el uso propuesto a que
las aguas se destinen. Con frecuencia, sólo consisten en una pocas determinaciones físicas,
químicas, bioquímicas y biológicas de rutina. Los parámetros mínimamente analizados establecen
los contenidos de los iones que por sus concentraciones en el agua subterránea se consideran
mayoritarios, algunos minoritarios y si es posible o necesario, algún elemento traza (Tabla 1);
también se determina temperatura, color, olor, turbidez, dureza, alcalinidad, pH, conductividad
eléctrica, residuo sólido, sólidos totales disueltos, contenidos en coliformes, etc.
En la práctica existe una diferencia entre ambas cifras que se debe a los errores acumulados de
cada una de las determinaciones individuales y al no tener en cuenta las contribuciones iónicas
menores. Si existe una diferencia muy grosera del balance iónico puede deberse a la existencia
en cantidades anormales de los iones minoritarios o a un error grave del análisis.
La fórmula del error se puede definir como:
Σ cationes − Σ aniones
Error (%) = 100 ×
Σ cationes + Σ aniones
El error admisible depende un poco de la concentración y del tipo de agua. Se puede establecer
(Anderson, 1966 modificado) que:
Si un análisis tiene un error prácticamente nulo es sospechoso de haber sido arreglado o bien que
el sodio y el potasio (Na + K) fueron determinados por diferencia.
Comprobaciones teóricas
Con frecuencia, en una planilla de análisis suele faltar la expresión de algunos parámetros, en
esos casos, a partir de ciertos cálculos se puede no solo obtener los valores de los parámetros
faltantes sino también comprobar si es que los resultados que se muestran en una planilla de
análisis corresponden verdaderamente a pruebas de laboratorio realizadas o, si fueron
“calculadas” con estas formulas sencillas.
Si el cálculo difiere en más del 30 % del resultado del análisis, este último se considera como
deficiente.
Tipo de Aguas
Las aguas se pueden clasificar según distintos aspectos:
Clasificaciones simples
Por la cantidad de sales totales disueltas (STD) se pueden establecer cuatro clases:
Para definir la calidad que debe tener el agua destinada al consumo humano es importante
adoptar criterios. Un grupo de investigadores de la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
(OMS) menciona que el término “criterio” designa la relación entre la exposición a un
contaminante o a otro factor, y el riesgo o la magnitud de efectos indeseables en circunstancias
específicas definidas por variables del ambiente y del “blanco”, siendo este el receptor –
organismo, población o la fuente a ser protegida de un riesgo específico.
Es decir, adoptar un criterio de calidad de agua de bebida significa conocer la relación entre la
exposición y la frecuencia que se espera que un efecto indeseable para la salud pueda ocurrir.
Como riesgo implica la probabilidad de ocurrencia de un efecto adverso sobre la salud humana, el
análisis del riesgo debe llevarse a cabo de manera tal que se entienda la naturaleza y magnitud
del efecto no deseado.
De modo general se denomina potable a aquella agua que puede ser consumida por el hombre
sin peligro alguno para su salud. Ello supone tener en cuenta las características físicas, químicas
y bacteriológicas.
Normas de Potabilidad
Todos los países tienen legislaciones relacionadas con las aguas de consumo humano, las que
sirven para determinar las responsabilidades de los distintos sectores involucrados en la
Geól. María Veónica Rocha 4
Dr. Rodolfo F. García TEMA X
Año 2007
Universidad Nacional de Salta
Escuela de Geología
Cátedra de Hidrogeología
No existe ningún país que no considere como herramienta principal para la confección y
actualización periódica de sus Normas Nacionales, a las Guías OMS para la calidad del Agua
Potable. Por supuesto que no todos los contaminantes que figuran en las guías están presentes
en las aguas de abastecimiento, por lo tanto, cada país deberá seleccionar cuidadosamente que
parámetros incluirá en sus normas de calidad, atento a las sustancias que se utilicen en la
industria, actividad agropecuaria, en los procesos de potabilización de las aguas, factores
económicos y avances tecnológicos. De nada sirve proponer normas de calidad de aguas que
establezcan límites para una infinidad de parámetros, si luego, su identificación se hace
impracticable por no poder contar todos los laboratorios de control de calidad con el instrumental
necesario o, a veces, con el personal adiestrado para su manejo.
2. Bacteriológicas
3. Biológicas
4. Radioactivas
La OMS publicó en 1985 la primera edición de las “Guías para la calidad del agua de bebida”. En
1988 la OMS comienza la revisión de las guías poniendo mayor énfasis en los riesgos para la
salud que ocasionan los químicos presentes en el agua de bebida. Se publica entonces, en 1995,
la segunda edición de las guías, incluyendo muchos contaminantes que no estaban contemplados
en la edición anterior y además fueron modificados los valores guías de algunos contaminantes
debido a los avances en los estudios científicos. Actualmente están en vigencia las Guías OMS
2004. Toda la información que proveen las Guías OMS actualizadas en 1995 se presenta bajo
tres aspectos:
Recomendaciones:
9 Se exponen los valores guía para numerosos contaminantes del agua relacionados con la
calidad del agua potable.
9 Se explica la forma en que deberían aplicarse los valores guía, los criterios utilizados para
seleccionar los diversos contaminantes químicos, físicos, microbiológicos y radiológicos
considerados; se describe los métodos utilizados para obtener los valores guía, así como
breves exposiciones resumidas en las que se fundamentan los valores guía recomendados o
se explica por qué no es necesario en la actualidad, un valor guía basado en la salud.
9 Se exponen los valores guía en capítulos dedicados a contaminantes microbiológicos,
químicos (se tiene en cuenta sustancias que representan un peligro potencial para la salud
humana y que se detectan con bastante frecuencia y en concentraciones relativamente altas
en el agua de bebida; también se examinan desinfectantes y productos derivados de los
mismos) y radiológicos.
9 Se estudian los componentes físicos, inorgánicos y orgánicos que pueden suscitar quejas a
los consumidores (apariencia, sabor, olor, etc.).
9 Por último, se explican los métodos de protección y mejoramiento de la calidad del agua,
incluida la selección y protección de las fuentes de agua, la elección de los procesos de
tratamiento, la protección de las redes de distribución y el control de la corrosión.
Valor guía
Las Guías OMS giran alrededor del concepto de valor guía, que sirve para estimar la calidad del
agua de bebida. Un valor guía representa la concentración de un componente que no supone un
riesgo significativo para la salud del consumidor si éste bebe el agua durante toda su vida.
La calidad definida en las Guías para la calidad del agua potable, es la adecuada para el consumo
humano y para todos los usos domésticos habituales, incluida la higiene personal.
Las desviaciones por un periodo breve durante el cual se sobrepasan los valores guía, no
significan necesariamente que el agua no sea apta para el consumo. La proporción en que pueda
rebasarse un valor guía y el periodo durante el cual pueda prolongarse esta situación sin que ello
repercuta en la salud pública dependerá de la sustancia de que se trate.
El objeto de los valores guía, es servir de base para la elaboración de normas nacionales que,
debidamente aplicadas, aseguren la inocuidad del agua abastecida, mediante la eliminación o la
reducción a una concentración mínima de los componentes considerados peligrosos para la salud.
Los valores guía recomendados no son límites obligatorios. Para definir límites de ese tipo, es
necesario considerar los valores guía en el contexto de las condiciones locales o nacionales de
carácter ambiental, social, económico y cultural.
Código Alimentario Argentino Actualizado (1993). Ley 18.284 (Por su Art 1, tiene vigencia en todo
el país).
La normativa en nuestro país con respecto al agua para suministro público y de uso domiciliario,
está regida por el Código Alimentario Argentino Actualizado (CAA). En su Capítulo 12, Bebidas
Analcohólicas, el CAA define las características físicas, químicas (sustancias inorgánicas y
contaminantes orgánicos) y microbiológicas que debe cumplir el agua para ser considerada Agua
Potable de suministro público y Agua Potable de uso domiciliario.
Atendiendo a las diversas condiciones fijadas, el Código Alimentario Argentino distingue las
siguientes clases de agua:
b) Sanitariamente Tolerable: La que analíticamente puede ser incluida en uno de los grupos
siguientes:
* Aquella en la que alguno de sus caracteres físicos o químicos sobrepasen los límites máximos o
tolerables siempre que no sean productos tóxicos, radioactivos ni los que den agresividad al agua,
ni tampoco los que indiquen contaminación fecal posible.
* Aquella que, siendo física y químicamente potable, contiene coliformes o estreptococos fecales,
o clostridios sulfito - reductores en las siembras efectuadas con un volumen de 10 ml de agua
problema, pero con ausencia del "Escherichia coli" debidamente comprobada.
c) No Potable: Será aquella cuyas condiciones físicas y químicas y/o sus caracteres
microbiológicos o de radioactividad impiden su inclusión en alguna de las clases anteriores.
CAPITULO 12
Bebidas Analcoholicas
Agua Potable
Con las denominaciones de Agua potable de suministro público y Agua potable de uso
domiciliario, se entiende la que es apta para la alimentación y uso doméstico: no deberá contener
substancias o cuerpos extraños de origen biológico, orgánico, inorgánico o radiactivo en tenores
tales que la hagan peligrosa para la salud. Deberá presentar sabor agradable y ser prácticamente
incolora, inodora, límpida y transparente.
Ambas deberán cumplir con las características físicas, químicas y microbiológicas siguientes:
Características físicas:
Turbiedad: máx. 3 N T U
Color: máx. 5 escala Pt-Co
Olor: sin olores extraños
Características químicas:
Substancias inorgánicas:
Amoníaco (NH4+) máx.: 0,20 mg/l
Aluminio residual (Al) máx.: 0,20 mg/l
Arsénico (As) máx.: 0,05 mg/l
Cadmio (Cd) máx.: 0,005 mg/l
Cianuro (CN-) máx.: 0,10 mg/l
Cinc (Zn) máx.: 5,0 mg/l
Cloruro (Cl-) máx.: 350 mg/l
Cobre (Cu) máx.: 1,00 mg/l
Cromo (Cr) máx.: 0,05 mg/l
Dureza total (CaCO3) máx.: 400 mg/l
Fluoruro (F-): para los fluoruros la cantidad máxima se da en función de la temperatura promedio
de la zona, teniendo en cuenta el consumo diario del agua de bebida:
Temperatura media y máxima del año (°C) 10,0 - 12,0, contenido límite recomendado de
Flúor (mg/l), límite inferior: 0,9: límite superior: 1, 7:
Temperatura media y máxima del año (°C) 12,1 - 14,6, contenido límite recomendado de
Flúor (mg/l), límite inferior: 0,8: límite superior: 1,5:
Temperatura media y máxima del año (°C) 14,7 - 17,6. contenido límite recomendado de
Flúor (mg/l), límite inferior: 0,8: límite superior: 1,3:
Temperatura media y máxima del año (°C) 17,7 - 21,4, contenido límite recomendado de
Flúor (mg/l), Límite inferior: 0,7: límite superior: 1,2:
Temperatura media y máxima del año (°C) 21,5 - 26,2, contenido límite recomendado de
Flúor (mg/l), límite inferior: 0,7: límite superior: 1,0:
Temperatura media y máxima del año (°C) 26,3 - 32,6, contenido límite recomendado de
Flúor (mg/l), límite inferior: 0,6; límite superior: 0,8:
La autoridad sanitaria competente podrá admitir valores distintos si la composición normal del
agua de la zona y la imposibilidad de aplicar tecnologías de corrección lo hicieran necesario.
Características Microbiológicas:
Bacterias coliformes: NMP a 37° C - 48 hs. (Caldo Mc Conkey o Lauril Sulfato), en 100 ml: igual o
menor de 3.
Contaminantes orgánicos:
Los tratamientos de potabilización que sea necesario realizar deberán ser puestos en
conocimiento de la autoridad sanitaria competente.
Existen muchas clasificaciones establecidas para aguas destinadas al riego. Una de las más
utilizadas es la de Wilcox. Esta tiene en cuenta a la concentración total de sales solubles
expresada mediante la conductividad eléctrica (en microsiemens/cm a 25 °C) y la concentración
relativa de sodio con respecto al calcio y magnesio (en meq/l), denominada índice RAS.
r ( Na )
RAS =
r (Ca + Mg )
2
En el diagrama de Wilcox quedan definidas 16 categorías del agua establecidas al combinar las
distintas clases de las características de conductividad eléctrica y peligro de alcalinización del
suelo.
C-1: Agua de baja salinidad. Conductividad entre 100 y 250 microsiemens/cm a 25 °C que
corresponde aproximadamente a 64-160 mg/l de sólidos disueltos. Puede usarse para la mayor
parte de los cultivos en casi todos los suelos, con muy poco peligro de que desarrolle salinidad. Es
preciso algún lavado, que se logra normalmente con el riego, excepto en suelos de muy baja
permeabilidad.
S-1: Agua baja en sodio. Puede usarse en la mayoría de los suelos con escasas posibilidades de
alcanzar elevadas concentraciones de sodio intercambiable. Los cultivos sensibles como los
frutales de pipa, pueden acumular cantidades perjudiciales de sodio.
S-2: Agua media en sodio. Puede presentar un peligro en condiciones de lavado deficientes, en
terrenos de textura fina con elevada capacidad de intercambio catiónico, si no contienen yeso.
S-3: Agua muy alta en sodio. En la mayor parte de los suelos puede alcanzarse un límite de
toxicidad de sodio intercamabiable, por lo que es preciso un buen drenaje, lavados intensos y
adiciones de materia orgánica. En los suelos yesíferos el riesgo es menor.
S-4: Agua muy alta en sodio. En general es inadecuada para riego, excepto con salinidades bajas
o medias, siempre que se pueda posibilitar su empleo con la disolución de calcio del suelo, el uso
de yeso o de otros elementos.
Con respecto a la salinidad del agua puede establecerse la siguiente clasificación (Davis y De
Wiest, 1966):
Cultivos poco tolerantes: pera, manzana, naranja, almendros, ciruela, durazno, damasco, limón,
mora, chaucha, apio, rábano, etc.
Cultivos tolerantes: uva, aceituna, granada, tomate, coliflor, lechuga, maíz, zanahoria, cebolla,
arvejas, alfalfa, trigo, centeno, avena, arroz, girasol, higo, coliflor, papas, etc.
Cultivos muy tolerantes: dátil, remolacha, espárrago, espinaca, césped, algodón, cebada, etc.
Con respecto al contenido de boro en las aguas destinadas al riego de plantaciones se pueden
establecer cinco clases:
Clasificación geoquímica
La clasificación más utilizada es la de Piper, ésta se basa en los iones mayoritarios, el tipo de
aguas queda determinado por el anión que se presenta en mayor concentración mientras que el
calificativo surge del catión predominante. Así quedan definidos los siguientes tipos de aguas:
Esta clasificación permite hacer interpretaciones respecto al origen y a la evolución de las aguas
subterráneas.
Esta ley tan simple admite, por supuesto, excepciones. Se supone que en el agua infiltrada
dominan los iones bicarbonato y calcio, lo cual, evidentemente puede no ser cierto y entonces la
secuencia puede iniciarse en un lugar más avanzado o sufrir un retroceso para luego retomar la
evolución normal.
Existen numerosas formas gráficas de representar los datos procedentes de un análisis físico-
químico de aguas, la elección de alguna de estas formas depende, entre otros aspectos, de lo que
se desea mostrar.
• la cantidad de muestras define diagramas simples (una sola muestra, ej. Diagrama Stiff) o
colectivos (en forma comparativa para varias muestras, ej. Diagramas Piper, Schoeller, Wilcox,
etc). Estos diagramas pueden ser triangulares (ej. Diagrama Piper), verticales (ej. Diagrama de
Schoeller), columnares, radiales, etc.
• el concepto de lo que se quiere mostrar define diagramas de clasificación de aguas (Ej. Piper,
Wilcox.) y diagramas de solo representación (Ej. Stiff, Schoeller.)
Para la confección de mapas, por lo general se tiene en cuenta la concentración de algún ion
específico (Ej. mapas de isoconcentraciones) o algún parámetro significativo (mapa de
isoconductividades eléctrica).
Diagrama Stiff
(% meq/l)
Cationes Aniones
Na + K Cl
Ca HCO3 + CO3
Mg SO4
Es ideal para representar tres componentes. Cada uno de los vértices de un triángulo equilátero
representa uno de los componentes (A, B o C) puros, de tal forma que representan el 100 % de
cada uno de ellos. Normalmente estos triángulos están asociados a una figura romboédrica que
representa un campo específico del tipo de agua que la muestra representa. Este tipo de gráficos
tiene la ventaja de que se puede representar a numerosas muestras, quedando agrupadas todas
aquellas que tienen similitud geoquímica. Las unidades se representan en meq/l.
Diagrama Wilcox
Esta representación es muy empleada para determinar la calidad de agua para riego de
plantaciones. El gráfico tiene dos entradas; por un lado la Conductividad Eléctrica del agua y por
el otro el RAS (Relación de Absorción de Sodio). La interpretación del Diagrama de Wilcox
permite indican la peligrosidad de salinización y la peligrosidad de sodicidad, factores que afectan
directamente a los suelos y vegetales. En el diagrama pueden apreciarse 16 categorías del agua
establecidas al combinar las distintas clases de las características de conductividad y peligro de
alcalinización del suelo.
30
4
28 C1-S4
26
ALTO
C2-S4
RAZON DE ADSORCION DE SODIO (RAS)
24
3
22
PELIGRO DE ALCALINIDAD
20 C3-S4
C1-S3
MODERADO
18
C2-S3 C4-S4
16
2
14
C3-S3
12
C1-S2
10 C2-S2 C4-S3
8
C3-S2
BAJO
6 C4-S2
1
4 C1-S1
C2-S1
2
C3-S1
C4-S1
0
CL 100 250 750 1000 2250 5000
AS
E CONDUCTIVIDAD uS/cm a 25° C
1 2 3 4
BAJO MODERADO ALTO MUY ALTO
PELIGRO DE SALINIDAD
Diagrama Schoeller
Diagrama Schoeller
SDT Dureza Cl SO 4 NO 3 Fe Mn As
(mg/l) (mg/l CO Ca) (mg/l) (mg/l) (mg/l) (mg/l) (mg/l) (mg/l)
NO POTABLE
POTABLE
Bibliografía
Custodio, E y M.R Llamas, 1996. Hidrología Subterránea. Tomo I. Segunda Edición. Editorial Omega.
España.
García, R.F. 2002. Apuntes de Hidrogeología Aplicada. Escuela de Ingeniería en Recursos Naturales
y Medio Ambiente. Facultad de Ciencias Naturales. Universidad Nacional de Salta.
García, R.F y F.A. Moya Ruiz. 1998. Hidrogeología Aplicada. Escuela de Ingeniería en Recursos
Naturales y Medio Ambiente. Facultad de Ciencias Naturales. Universidad Nacional de Salta.
Heras, R; 1976. Hidrología y Recursos Hidráulicos tomos I y II. Dirección General de Obras
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Rocha, M. V. 2003. Apuntes teóricos – prácticos. Calidad del Agua Subterránea. Cátedra de
Hidrogeología. Escuela de Geología. Facultad de Ciencias Naturales. Universidad Nacional de
Salta. Inédito.