Los Dispute Bords en Latinoamerica - Artículo - Miguel Angel Clare
Los Dispute Bords en Latinoamerica - Artículo - Miguel Angel Clare
Los Dispute Bords en Latinoamerica - Artículo - Miguel Angel Clare
Internacional Privado
2021
Revista Panameña
de Derecho
Internacional
Privado
Edición Especial
sobre Métodos
Alternos de
Resolución de
Conflictos
En alianza entre el Colegio
Nacional de Abogados de Panamá
(CNA) y la Asociación de
Derecho Internacional Privado y
Derecho Comparado de Panamá
(ADIPCOP) Consejo Editorial de la
Revista
Margie-Lys Jaime (Directora)
José María Lezcano
Lidia Mercado
Derechos Reservados
Este material se encuentra protegido por la ley 64
del 10 de octubre de 2012 sobre derecho de autor Diagramación
y derechos conexos, la defensa de los derechos Carlos Javier Duarte
de esta obra corresponde a:
ISSN 2710-7558
2 Edición Especial sobre Métodos Alternos de Resolución de Conflictos
Comisión de Mediación y Arbitraje del CNA (2019-2021)
Contenido
Nota Editorial.....................................................................................................6
Gilberto Boutin I.
La ambigüedad de la noción “de la libre disposición” en materia de
arbitraje.....................................................................................................61
Juan M. Estribí
El derecho sustantivo aplicable al arbitraje comercial internacional........ 147
Dayra Castañedas
La eficacia del laudo con apego a la ley que regula el arbitraje comercial
nacional e internacional en Panamá.............................................................239
Margie-Lys Jaime R.
El reconocimiento de laudos anulados en el lugar de la sede......................271
Orlando Palominos
El Panel Técnico de concesiones chileno como alternativa para avanzar a
la resolución temprana de conflictos..........................................................325
Nota Editorial
Esta edición especial de la Revista Panameña de Derecho Internacional
Privado sobre Métodos Alternos de Resolución de Conflictos (en adelante, la
Revista) constituye la materialización de uno de los objetivos trazados por la
Comisión de Mediación y Arbitraje del Colegio Nacional de Abogados (2019-
2021): difundir conocimientos en materia de métodos alternos de resolución de
conflictos, a través de la publicación de escritos académicos.
La Revista cuenta con catorce artículos, de autores nacionales e internacionales,
especialistas en mediación, arbitraje y otros métodos alternos de resolución de
conflictos. Por primera vez, una revista especializada en la materia es publicada
en la República de Panamá por el Colegio Nacional de Abogados, cubriendo
una serie de aspectos en materia de arbitraje y otros métodos como los dispute
boards o juntas de resolución de disputas. Cada una de las contribuciones se
centra en temas de gran relevancia para los juristas y practicantes del derecho,
particularmente en el contexto internacional.
En este orden de ideas, el Magistrado Hernán De León parte del fenómeno de
la constitucionalización del arbitraje, y plantea la disyuntiva de si el arbitraje es
en efecto un mecanismo eficaz para la tutela judicial efectiva y la protección de
los derechos fundamentales entre particulares. Luis Carlos Lezcano Navarro,
por su parte, entra a analizar el concepto ex aequo et bono y su aplicación en
el arbitraje comercial, resaltando la importancia de conocer los requisitos y el
alcance de este tipo de arbitraje.
En relación a la noción “del derecho de libre disposición” como fundamento
de acceso al arbitraje, el Dr. Gilberto Boutin examina su importancia en el
método conflictual y en el ámbito jurisdiccional del arbitraje. Su análisis
incluye un estudio de los criterios de arbitrabilidad del litigio, y sus efectos en
la denegación del reconocimiento y ejecución de laudos arbitrales.
La Revista contiene además un estudio profundo de algunos problemas o
cuestionamientos que pueden surgir al momento de determinar el derecho
sustantivo aplicable al arbitraje comercial internacional, ante la falta de elección
de las partes en disputa (Juan Manuel Estribí).
El Profesor Francisco Flores brinda un análisis jurídico-comparativo de la
cláusula compromisoria y el contrato de compromiso, y su efecto procesal
dirigido a la prórroga de competencia judicial internacional. Por su parte, el
Margie-Lys Jaime
Directora del Consejo Editorial
Presidenta de la Comisión de
Mediación y Arbitraje (2019-2021)
Consejo Editorial
Lidia Mercado
Abogada en ejercicio egresada de la Universidad de
Panamá (Capítulo de Honor Sigma Lamba), Profesora
de Derecho Civil y Derecho Internacional Privado
en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
de la Universidad de Panamá. Miembro y actual
Secretaría de la Asociación Panameña de Derecho
Internacional Privado y Derecho Comparado de
Panamá (ADIPCOP). Obtuvo un Máster en Derecho
Privado Patrimonial de la Universidad de Salamanca
(USAL) - España (con Mención de Honor). Doctoranda en Derecho Privado
por esta misma universidad. Ha trabajado en el Instituto de Defensoría de Oficio
del Órgano Judicial de la República de Panamá, y en el Tribunal Superior de
Trabajo de la República de Panamá. Obtuvo el Primer Lugar representando
a Panamá, en el Concurso regional de investigación “Semilleros de Derecho
Procesal” del Instituto Colombiano de Derecho Procesal (ICDP). Cuenta con
varias publicaciones todas relacionadas a su especialidad.
I. INTRODUCCIÓN
Resulta interesante el origen de los Dispute Boards; la mayoría de los autores
lo han centrado de manera directa en los Estados Unidos de Norteamérica para
el año de 1975, donde el procedimiento fue utilizado por primera vez durante
la construcción del segundo orificio del túnel Eisenhower para la Interestatal
70 en Colorado. Este mecanismo fue producto de un estudio realizado en
el año 1972 por parte del Comité Nacional de Tecnología de Túneles de los
Estados Unidos de Norteamérica para desarrollar recomendaciones, a fin de
mejorar los métodos de contratación en el que se concluyó que, producto
del efecto nocivo de las disputas y los litigios sobre la eficiencia del proceso
de construcción, era necesario la implantación de un sistema de gestión de
conflictos más eficiente en la industria. Los resultados de dicho estudio fueron
presentados en un informe denominado “Better Contracting for Underground
Construction”, publicado en el año 1974.454
el Arbitraje en los Contratos del Estado.” Actas del Octavo Congreso Internacional de
Arbitraje Lima 2014. Estudio Mario Castillo Freyre S.C.R.L Primera edición, abril
2017, F.M. Servicios Gráficos S.A. Perú- p. 75.
458 PEÑATE GUZMÁN, Carlos A. “Las mesas de resolución de disputas como mecanismo
que viabiliza la continuidad en los proyectos de construcción: la experiencia en El
Salvador”, En Dispute Boards en Latinoamérica. Experiencia y Retos., Lima: Estudio
Mario Castillo Freyre, Servicios Gráficos S.A, 2014, p. 96.
459 Cfr. Sentencia de 17 de noviembre de 2014 de la Sala Cuarta de Negocios Generales
de la Corte Suprema de Justicia de Panamá: “El Laudo Arbitral cuyo reconocimiento
y ejecución se solicita, fue proferido por la Corte Internacional de Arbitraje de la
Cámara de Comercio Internacional (CCI) con sede en la República de Panamá, en
virtud de procedimiento arbitral internacional ejecutado de conformidad con el Acuerdo
Arbitral contenido en la cláusula 20.6 del Contrato para la Ejecución de las Obras
denominadas Central Hidroeléctrica San Lorenzo, bajo el Modelo FIDIC (Federación
Internacional de Ingenieros Consultores) conocido como el Libro Plata, suscrito por
HIDROELÉCTRICA SAN LORENZO, S.A. y GRUPO CORPORATIVO SARET DE
PANAMÁ, S.A., ambas sociedades domiciliadas en Panamá. Mediante el mismo, la
empresa demandante (GRUPO CORPORATIVO SARET DE PANAMÁ, S.A.), fue
condenada a asumir las costas del arbitraje, por haber presentado la solicitud de arbitraje
en forma prematura, sin haber acudido previamente a la MRC (Mesa de Resolución de
Conflicto), tal como lo indican las condiciones establecidas en la cláusula arbitral, por
lo que, el tribunal arbitral declaró que no tenía jurisdicción para conocer la controversia
planteada por la demandante”. Corte Suprema de Justicia de Panamá. Sala Cuarta
de Negocios Generales (17 de noviembre de 2014), Expediente: 589-14. Magistrado
ponente: Luis Ramón Fábrega Sánchez.
460 PERRY, James, “Dispute Boards. Multinational Development Banks, other International
Financial Institutions and PPP Projects”, En Dispute Prevention and Settlement though
Expert determination and Dispute Boards, Paris: International Chamber of Commerce,
2017, p. 97.
461 HERNÁNDEZ GARCIA, Roberto, “Dispute Boards (paneles de solución de
controversias) en Latinoamérica: retos y perspectivas de un fascinante medio de
solución de controversias”, En Dispute Boards en Latinoamérica. Experiencia y Retos,
Lima: Estudio Mario Castillo Freyre, Servicios Gráficos S.A, 2014, p. 29.
462 FIGUEROA VALDÉS, Juan Eduardo & SCHUBERT, William, “Dispute Boards en
los Proyectos de Construcción de Infraestructura en Chile”, Soluções de Disputas em
Contratos de Construção na América Latina, Sao Paulo: PINI Ltd., 2016, p. 60.
463 LÓPEZ OSPINA, Inés Verónica. “La importancia de implementar Dispute Boards
como medio alternativo de solución de conflictos en la ejecución de contratos
de obra en Colombia”, Revista Universitas Estudiantes, No. 14, julio-diciembre
2016, Bogotá, p. 68. Disponible en: https://cienciasjuridicas.javeriana.edu.co/
documents/3722972/7912168/4-LA+IMPORTANCIA.pdf/fe261cd6-a874-4e65-86af-
d098704edfb5 (última visita el 26 de octubre de 2020).
II. TERMINOLOGÍA
La acepción más utilizada en castellano es Junta de Resolución de
Disputas, pero preferimos usar el término en español Mesa de Resolución de
Conflictos; no obstante, hay quienes se limitan a seguir denominándolo por su
concepto en inglés Dispute Board, para evitar alguna confusión relacionada a
la figura de gestión de conflictos que las partes han pactado.
FIDIC, en la traducción de sus libros al español de las versiones de
1999, ha adoptado la forma genérica de denominarlos Mesa de Resolución
de Conflictos (MRC); sin embargo, la traducción que se le dio al libro Oro
en Panamá para el Saneamiento de la Bahía utilizó los términos de Junta de
Adjudicación de Disputas (JAD) y Junta de Adjudicación de Disputas del
Servicio de Operación, pactándose los tipos específicos de Dispute Board a
utilizarse dentro de la ejecución de esa obra.
En Perú, por ejemplo, se les ha denominado Junta de Resolución de
Disputas, tal como se desprende de la Ley Nº 30,225 sobre Contrataciones del
Estado, específicamente en su artículo 45.1 segundo párrafo, y del Reglamento
de la Junta de Resolución de Disputas (Dispute Boards) del Centro de Análisis
y Resolución de Conflictos de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
A su vez, el Centro de Resolución de Conflictos (CRC) del Colegio
Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica, utilizan la noción de
Comités de Solución de Controversias, según su Reglamento del Centro de
Resolución de Conflictos,471 pero es continuo el uso de su nombre en inglés.
En El Salvador se ha utilizado el término de Mesas de Resolución de
Conflictos,472 producto -primordialmente- del Proyecto Fomilenio antes
mencionado.
La terminología de Paneles Técnicos es utilizada en Chile en los proyectos
de infraestructura pública, ya que fue introducida a través de la Ley 20,410 por
la cual “se modifica la Ley de Concesiones de Obras Públicas”; sin embargo,
471 Reglamento del Centro de Resolución de Conflictos del Colegio Federado de Ingenieros
y de Arquitectos de Costa Rica. Disponible en: http://crc.cfia.or.cr/normativa.html
(última visita 26 de octubre de 2020).
472 Cfr. SAENZ, Humberto. “Experiencias Regionales en el uso de los Dispute Board:
El Caso de El Salvador”, Revista Construcción 208, Cámara Guatemalteca de la
Construcción, agosto-septiembre 2015, p. 22 y 23. Disponible en: https://issuu.com/
construguate/docs/revista_construcci__n_208 (última visita 11 de noviembre de 2020)
y PEÑATE GUZMÁN, Carlos A., op cit., p. 90.
473 FIGUEROA VALDÉS, Juan Eduardo & SCHUBERT, William, op. cit., p. 60-61.
474 Cfr. artículo 77 de la Ley 93 de 19 de septiembre de 2019 de la República de Panamá,
por la que se “crea el Régimen de Asociación-Público Privada para el Desarrollo como
incentivo a la inversión privada, al desarrollo social y la creación de empleos”. Asamblea
Nacional (19 de septiembre de 2019) Ley Que crea el Régimen de Asociación Público-
Privada para el Desarrollo como incentivo a la inversión privada, al desarrollo social y
a la creación de empleos [Ley 93 de 2019]. G.O. 28864-B.
475 Cfr. artículo 36 de la Ley 20,410 de 2010 de Chile: “El Panel Técnico, que no ejercerá
jurisdicción, deberá emitir, de acuerdo con el procedimiento público establecido en el
reglamento, una recomendación técnica, debidamente fundada, dentro del plazo de 30
días corridos, prorrogable por una vez, contado desde la presentación de la discrepancia.
La recomendación será notificada a las partes y no tendrá carácter vinculante para ellas”.
Ley 20,410 de 2010 de la República de Chile. Congreso Nacional. Modifica la Ley de
Concesiones de Obras Públicas y otras normas que indica [Ley 20,410 de 2010].
476 Cfr. Decreto Legislativo 1,362 de 2018 de la República del Perú. Gobierno del Perú.
Poder Ejecutivo, Decretos Legislativos - Decreto Legislativo que regula la Promoción
de la Inversión Privada mediante Asociaciones Público-Privadas y Proyectos en Activos
[Decreto Legislativo 1,362 de 2018]. Diario Oficial El Peruano, 23 de Julio de 2018 y
la Ley 30,225 de 2014 de la República del Perú. Gobierno del Perú. Congreso de la
República (11 de julio de 2014). Ley de Contrataciones del Estado que establece normas
orientadas a maximizar el valor de los recursos públicos en las mismas. [Ley 30,225 de
2014]. Diario Oficial El Peruano, 13 de marzo de 2019.
Por ello, hay quienes consideran que los paneles técnicos establecidos
dentro de las leyes que crean las APP (como el caso de Chile y el panameño)
no se consideran como dispute boards como tal, ya que los mismos no están
presentes en cada proyecto en particular, sino más bien, son una comisión de
revisión permanente dependiendo de las funciones establecidas dentro de cada
una de sus jurisdicciones.
En su oportunidad y en el marco de la modificación de la Ley de
Contrataciones Públicas en Panamá, donde se logró incorporar de manera
efectiva el arbitraje en dicha legislación y después de catorce (14) años
tratando de lograr dicho cometido por un grupo especialistas en materia
arbitral, se aprovechó la oportunidad para tratar de incorporar también a
los Dispute Boards en la contratación pública panameña, pero no recibió la
acogida necesaria por parte de los redactores de las modificaciones a dicho
ordenamiento jurídico, donde se proponía, entre otros aspectos, que en “los
contratos de infraestructura tipo llave en mano, el Estado podrá incorporar,
en el respectivo contrato o en el pliego de cargos, la conformación de una
Junta de Resolución de Disputas o Mesa de Resolución de Conflictos, como
mecanismos de solución de conflictos, previo al arbitraje o a la competencia
del Tribunal de Contrataciones Públicas”, dejando a los redactores de la ley la
oportunidad de denominarlo ya fuese Junta de Resolución de Disputas o Mesa
de Resolución de Conflictos, a su mejor saber y entender.
Vemos que, en la región, cada país utiliza una terminología distinta para
referirse a los Dispute Boards, por lo que, su conceptualización habrá que
tenerse en consideración al momento de redactar este mecanismo de gestión de
conflictos en los contratos de construcción, en atención a como lo denominan
en cada jurisdicción.
III. CONCEPTO
Los Dispute Boards son un proceso de gestión de disputas en el lugar de
trabajo que, generalmente, comprende la conformación de una mesa o junta
por una o tres personas independientes e imparciales seleccionadas por las
partes contratantes -preferiblemente antes de iniciar la ejecución del contrato-
para gestionar los diferendos que pudiesen surgir en atención al desarrollo o
ejecución de una obra de infraestructura.
477 CHERN, Cyril, Chern on Dispute Boards. Practice and Procedure. Estados Unidos:
Blackwell Publishing, 2008, p. 2.
478 CORREA PULICE, Agenor, “La naturaleza jurídica y misión de los Disputes Boards”,
Revista Métodos Alternos de Solución de Conflictos en Panamá. Panamá: CESCON,
Edición No. 1, 2018, p. 65.
479 FIGUEROA VALDÉS, Juan Eduardo, Los Diputes Boards o Paneles Técnicos en
los contratos internacionales de construcción. Disponible en: https://www.pj.gov.py/
ebook/monografias/extranjero/arbitraje/Juan-Figueroa-Valdez-Los-Dispute-Boards-en-
los-contratos-internacionales-de-construcci%C3%B3n-M%C3%A9xico.pdf (última
visita el 26 de octubre de 2020).
Por su parte, los Dispute Boards Ad Hoc, son aquellos que se constituyen
una vez surge un conflicto o controversia y se pueden constituir tantas veces
como disputas surjan dentro de la ejecución del contrato y con miembros de
paneles distintos.
La gran diferencia entre pactar uno permanente y uno ad hoc, es que
mediante el permanente tienes a disponibilidad y disposición del proyecto,
el experto o un grupo de estos con conocimiento directo en la ejecución de
las obras y de los posible conflictos que puedan surgir; que, en gran medida,
pueden ser evitados si se tiene un panel disponible y que visite constantemente
la obra, a fin de gestionar de manera eficaz las diferencias antes que surjan o
al momento que florezcan, dándole la ventaja de tener un conocimiento previo
del avance de la construcción, su cronograma, la ruta crítica, así como los
distintos hitos del proyecto.
Para el Centro de Arbitraje y Mediación de Santiago (CAM Santiago),
los Dispute Boards son “un sistema alternativo de resolución temprana
de controversias, en virtud del cual un panel de expertos independiente,
constituido normalmente al inicio de la ejecución del contrato, ayuda a
las partes a resolver sus desacuerdos a través de la asistencia informal y la
emisión de Recomendaciones o Decisiones, según el modelo que se adopte.
Por su naturaleza, opera en contratos con cierto contenido técnico, que son
de ejecución de mediano a largo plazo y en los que la solución oportuna y
temprana de alguna desavenencia presenta un provecho especialmente
atractivo para las partes”.480
Y, el Centro Empresarial de Conciliación y Arbitraje (CEDCA) lo define
como un “mecanismo preventivo y complementario al arbitraje o a cualquier
otro procedimiento de litigio, en donde un grupo de expertos técnicos son los
encargados de guiar a las partes casi de manera instantánea en la resolución
de un desacuerdo, sin necesidad de que se vea afectado todo el desarrollo
del proyecto o contrato en conjunto. La Junta de Controversias puede emitir
recomendaciones, en principio, no vinculantes para las partes, o puede emitir
decisiones vinculantes para las partes, dependiendo del tipo de Junta de
Controversias escogida por las partes”.481
IV. TIPOLOGÍA
Existen varios tipos de Dispute Boards, según lo que se ha pactado y/o la
finalidad que se requiere de este mecanismo de gestión de disputas.
Así pues, tenemos los Dispute Review Boards (DRB), por medio del
cual sus miembros solamente emiten recomendaciones que pueden o no ser
aceptadas por las partes.
En todo caso, si la parte contra la cual se recomendó la medida, la adopta,
se da por terminado el procedimiento y la recomendación se implementa con
carácter definitivo. Sin embargo, si decide no aceptarla o rechazarla de primera
mano, la disputa será elevada al siguiente nivel pactado entre las partes para su
gestión, que puede ser la jurisdicción ordinaria o la jurisdicción arbitral, según
lo acordado entre las partes.
También están los Dispute Adjudication Boards (DAB), a través del cual sus
miembros están investidos para dictar decisiones obligatorias entre las partes.
En este tipo de Dispute Board “lo que se emiten son decisiones respecto a
la controversia, las que son de acatamiento obligatorio. En caso de que una de
las partes decida no cumplir con la decisión, ésta seguirá siendo obligatoria
hasta tanto en un arbitraje o en un juzgado se determine lo contrario”.482
Por su parte, los Combined Dispute Boards (CBD) ayudan a las partes
ya sea, a evitar desacuerdos, a resolverlos mediante una recomendación no
obligatoria o mediante la emisión de una decisión obligatoria, en atención a lo
establecido por las partes, en el respectivo contrato.
Y, recientemente, FIDIC en la última revisión de sus libros en el año
2017, incorporó el término de Dispute Avoidance and Adjudication Boards
(DAAB), específicamente en los Libros Rojo, Amarillo y Plata, así como un
capítulo nuevo (Capítulo 21) dedicado a los DAAB.
Así pues, la “inclusión de una disposición expresa para evitar disputas en
las ediciones de 2017 de los Formularios FIDIC no debe ser criticada, ya que
al menos debería alentar a las partes a considerar activamente involucrar al
octubre de 2020).
482 DIAZ BARCIA, Christian, Los Comités de Disputas. Su aplicación en Costa Rica.
Disponible en: http://v1.abogados.or.cr/uploads/CMS/Articulo/f18e01a51085ac0f2620
51b59b651dc1fe4b12b6.pdf (última visita 26 de octubre de 2020).
DAAB para ayudar con los problemas antes de que se cristalicen en disputas
formales”483.
Y es que, la intención de este modelo es imprimirle -a nuestro criterio-
proactividad a los miembros del Dispute Board para prevenir los conflictos antes
de que surjan, sin violentar los principios de imparcialidad e independencia
dentro de sus obligaciones, por lo que están facultados para proporcionar
una asistencia informal previa, adicional a su rol natural de emitir opiniones
obligatorias como el anterior DAB. Por ello, su traducción libre en español
como Junta o Mesa de Evasión y Adjudicación de Disputas.
Es importante señalar que en el contrato entre las partes se debe especificar
el tipo de Dispute Board que han seleccionado, así como las reglas y el
procedimiento a seguir en cada caso.
Esto puede hacerse, ya sea con la inclusión detallada en el contrato o
hacer referencia en el mismo hacia unas condiciones generales previamente
establecidas. Si los detalles se dan en un contrato o en procedimiento estándar,
algunos detalles pueden cambiarse en las condiciones específicas484
contractualmente estipuladas.
V. CARACTERÍSTICAS COMUNES
La doctrina internacional, así como las experiencias prácticas en materia
de Dispute Boards, han señalado una serie de características comunes que
se desprenden de este sistema eficaz de gestión de disputas en materia de
construcción, a saber: experticia, imparcialidad e independencia, proactividad,
inmediatez, celeridad, disponibilidad y disposición, confidencialidad.
A. Experticia
Los miembros de un Dispute Board deben tener experiencia relevante
en el tipo de proyecto en construcción que se está desarrollando, así como
483 LONGLEY, Simon, “Dispute Avoidance: FIDIC 2017”, Construction Law Journal,
2019, p. 343-345. Disponible en: https://www.hka.com/wp-content/uploads/2019/10/
Longley-Dispute-Avoidance-CLJ-2019-Issue-6.pdf (última visita el 26 de octubre de
2020).
484 OWEN, Gwyn & TOTTERDILL, Brian. Dispute Boards procedures and practice,
London: Thomas Telford Publishing, 2008, p. 12.
B. Imparcialidad e Independencia.
Los miembros de un Dispute Board deben ser imparciales e independientes
en todo momento mientras sean parte de una mesa o panel constituido. Según
las reglas o reglamentos aplicables, hay centros u organismos de administración
de métodos alternos de conflictos que le solicitan a los candidatos a pertenecer
a un Dispute Board firmar una declaración de imparcialidad e independencia,
así como les imponen el deber de revelar -por escrito- a las partes y a los
demás miembros, cualquier hecho, acontecimiento o circunstancia, que pueda
afectar su imparcialidad o independencia, tal como se establece en el artículo
8.2 del Reglamento relativo a los Dispute Boards de la Cámara de Comercio
Internacional (ICC), para mencionar un ejemplo.
C. Proactividad
Los miembros de los Dispute Boards no son meros convidados de piedra;
son actores activos en el seguimiento y gestión eficiente de los conflictos que se
generan dentro de la ejecución de una obra y, dependiendo del tipo pactado, su
funcionalidad inicia desde la prevención del conflicto, hasta la recomendación
activa de decisiones, sean estas obligatorias o no, según corresponda. Por lo
que es indispensable que sus miembros visiten frecuentemente el sitio o la
obra “con el propósito que la JRD se mantenga informada de la ejecución de la
obra y de cualquier desacuerdo o controversia desde el momento inicial”.485
D. Inmediatez
Los Dispute Boards han sido concebidos, primariamente, como un panel
permanente que debe constituirse al inicio del contrato y antes de iniciarse la
485 FRANCO REGJO, Eric, “Las Juntas de Resolución de Disputas (Dispute Boards) en la
nueva ley de contratación del Estado peruano”, En: Soluções de Disputas em Contratos
de Construção na América Latina. Sao Paulo: Editorial PINI Ltd., 2016, p. 93.
E. Celeridad
Dependiendo de las reglas o reglamentos pactados, se debe establecer el
tiempo máximo en que los miembros del Dispute Board deben emitir, ya sea
su recomendación y/o decisión con relación a la controversia surgida; según
el reglamento o las reglas pactadas, la toma de decisiones o la emisión de
recomendaciones pueden variar desde los 10 días hasta 90 días486, según sea
el caso.
F. Disponibilidad y Disposición
Estar a disponibilidad y a disposición del proyecto es un elemento clave
de la efectividad de este mecanismo de gestión de conflictos, ya que los
miembros de los Dispute Boards deben estar familiarizados con todos los
aspectos del proyecto y -preferiblemente- desde el inicio del mismo, ya sea
leyendo informes y realizando inspecciones al sitio de manera continua, por
lo que deben tener el tiempo de calidad suficiente para poder dedicarse a ser
miembro de un Dispute Board. “Por lo tanto, el compromiso de ser miembro
de una junta es de naturaleza de medio tiempo durante el período del proyecto.
En algunos casos, esto puede extenderse a varios años”.487
G. Confidencialidad
En vista de que los miembros de un Dispute Board contarán con toda
la información necesaria del proyecto para la toma de sus decisiones, que
486 Dependiendo el reglamento o las reglas aplicables al Dispute Board, las recomendaciones
y/o decisiones se pueden emitir desde los 10 días (CRC), pasando por 15 días (CAM
Santiago), o por 84 días (FIDIC), hasta los 90 días (ICC), desde el inicio de la
controversia o desde que se notifica la misma o según lo contemplado en el contrato o
en el respectivo reglamento.
487 OWEN, Gwyn y TOTTERDILL, Brian, op. cit., p. 30.
Cabe resaltar que, para preservar las características inherentes a los Dispute
Boards, y cumpliendo con el principio universal de la transparencia, sus
miembros están vedados de actuar en cualesquiera procedimientos, ya sea
como árbitro, conciliador o mediador, experto, perito, abogado o representante
de algunas de las partes cuya controversia fue sometida previamente a un
Dispute Board del cual fue miembro.
Así pues, los Dispute Boards “han sido concebidos como un mecanismo
ágil y eficiente para prevenir conflictos en los contratos de construcción. La
complejidad implícita en estos contratos, la concurrencia de varios y a veces
disímiles intereses entre quienes participan en los mismos y la inmanente
litigiosidad en la industria de la construcción en general, vuelven propicia la
utilización de este mecanismo.”488
La última revisión de estos fue en el año 2017, donde -tal como vimos
anteriormente- introdujo la figura del DAAB en los Libros Rojo, Amarillo y
Plata.; así tenemos pues, que el libro Amarillo se usa para los contratos de
Proyecto y Obra para instalaciones mecánicas eléctricas y para trabajos de
Ingeniería y Edificación proyectados por el Contratita, por su parte, el libro
Plata se usa para proyectos EPC/llave en mano y, el libro Rojo, es para trabajos
de Ingeniería y Edificación proyectados por el Cliente.
La primera emisión de reglas por parte de la ICC sobre los Dispute Boards
fue en el año 2004 y la “intención de la institución en ese tiempo era la de
De manera más reciente, en el año 2015 la ICC lanzó, a nivel mundial, las
nuevas reglas aplicables a los Dispute Boards, entre la que cabe mencionar, por
ejemplo, que el panel tiene hasta 90 días para emitir la conclusión respectiva,
según lo pactado entre las partes.
494 Cfr. Artículo 19 del Reglamento de Junta de Controversias del Centro Empresarial de
Conciliación y Arbitraje (CEDCA), Caracas, 2019. Disponible en: https://cedca.org.ve/
wp-content/uploads/2019/11/REGLAMENTO-DE-JUNTA-DE-CONTROVERSIAS.
pdf. (última visita 26 de octubre de 2020).
495 CENTRO DE ARBITRAJE Y MEDIACIÓN DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE
SANTIAGO. Disponible en: http://www.camsantiago.cl/quienes_somos.html (última
visita 26 de octubre de 2020).
496 CENTRO DE ARBITRAJE Y MEDIACIÓN DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE
SANTIAGO. Disponible en: http://www.camsantiago.cl/dispute_board.html (última
visita 11 de noviembre de 2020).
497 CENTRO DE ARBITRAJE Y MEDIACIÓN DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE
y Ley N0. 9333 de 11 de noviembre de 2015. Ley Orgánica del Colegio Federado de
Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica. [Ley 3,663 de 10 de enero de 1966]. Gaceta
No. 08 del 13 de enero de 2016.
501 Reglamento del Centro de Resolución de Conflictos del Colegio Federado de Ingenieros
y de Arquitectos de Costa Rica, op. cit.
502 Cfr. Artículo 45 del Reglamento del Centro de Resolución de Conflictos del Colegio
Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica, op. cit.
VII. CONCLUSIÓN
A grandes rasgos podemos mencionar que los Dispute Boards son
sumamente útiles en contratos de mediano o largo plazo; sobre todo, en
aquellos proyectos de infraestructura de alta complejidad.
Los Dispute Boards permiten, a pesar de que se inicie un conflicto entre las
partes, que las obras continúen, mientras se resuelve el mismo por parte de sus
miembros.
Es más, se puede pactar que, a pesar de que se emita una decisión o
recomendación por parte de un Dispute Board, ninguna de las partes podrá
suspender las obras y, al no estar de acuerdo, deberán esperar un periodo
-previamente establecido por las partes en el contrato o en el procedimiento
escogido-, para que luego se presenten dichas reclamaciones ante la jurisdicción
pactada, que puede ser tanto la ordinaria, como la arbitral.
Al tener disponible y a disposición del proyecto al miembro o miembros
del Dispute Board, permite una acción rápida en la gestión de las divergencias,
procurando en todo caso de interrumpir, lo mínimo posible, la ruta crítica del
proyecto.
De igual forma y dependiendo el reglamento o las reglas aplicables al
Dispute Board, las recomendaciones y/o decisiones se pueden emitir desde los
10 días (CRC), pasando por 15 días (CAM Santiago), o por 84 días (FIDIC),
hasta los 90 días (ICC), desde el inicio de la controversia o desde que se
notifica la misma o según lo contemplado en el contrato o en el respectivo
reglamento aplicable.
Al poder emitirse decisiones y/o recomendaciones en una etapa temprana
de la aparición de los posibles desacuerdos, los Dispute Boards, disminuyen
-en gran medida- la posible litigiosidad, tanto jurisdiccional como arbitral,
siempre que se emitan decisiones justas y equitativas en atención a los mejores
intereses del proyecto y que sean cónsonos con la realidad de las obras.
La interacción de distintos expertos en materia del derecho de la construcción
permite un intercambio constante de conocimientos y experiencias entre
los diversos profesionales que componen los Dispute Boards, que no
necesariamente se limitan a ingenieros y arquitectos, sino también se pueden
extender a abogados especialistas en la materia.
Su utilización continua dentro del desarrollo del proyecto permite una labor
preventiva, donde se puede identificar anticipadamente el posible surgimiento
de conflictos y así tomar las decisiones de manera oportuna.
Amén de que ya existen organismos internacionales que han emitido
códigos y/o reglamentos de ética y buenas prácticas, tales como el DRBF, que
establecen estándares mínimos de conducta y comportamiento por parte de los
miembros de un Dispute Boards.
503 CHERN, Cyril, The Law of Construction Disputes (Serie de prácticas de construcción),
Taylor & Francis Group. Edición de Kindle (2381-2382), 2019.
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