Protocolos en Medicina Del Trabajo
Protocolos en Medicina Del Trabajo
Protocolos en Medicina Del Trabajo
El amianto, también conocido como asbesto, es un mineral fibroso que se ha utilizado en una amplia
gama de productos y materiales debido a sus propiedades de aislamiento térmico, resistencia al
fuego y durabilidad. El Protocolo del Amianto debe ser implantado en empresas que trabajan con
materiales que contienen amianto o en lugares donde exista la posibilidad de exposición a fibras de
amianto:
a) Empresas de construcción - tanto las empresas de construcción en general como aquellas que se
dedican a la demolición, renovación o reparación de edificios deben tener un protocolo para
identificar y manejar adecuadamente los materiales que contienen amianto.
b) Industria manufacturera: Las empresas que fabrican productos que históricamente han utilizado
amianto en su composición, como frenos, embragues, juntas o productos aislantes, deben tener
un protocolo para garantizar la seguridad de los trabajadores.
c) Empresas de transporte - en el caso de las empresas de transporte, especialmente las
relacionadas con la industria naval, es importante implementar el Protocolo del Amianto debido
a la presencia de materiales que contienen amianto en los barcos, como aislamientos, tuberías y
revestimientos.
d) Empresas de energía y petroquímicas - las compañías que trabajan en la generación y
distribución de energía, así como en la industria petroquímica, pueden tener equipos y sistemas
que contienen materiales de amianto. Por lo tanto, deben tener un protocolo para proteger a
sus trabajadores de la exposición al amianto durante el mantenimiento y la operación de dichos
equipos.
e) Empresas de tratamiento y eliminación de residuos - las empresas encargadas del manejo y
eliminación de residuos, incluidos los materiales que contienen amianto, deben tener un
protocolo para garantizar la seguridad de sus trabajadores y evitar la propagación de fibras de
amianto al medio ambiente.
Estos son solo algunos ejemplos, pero en general, cualquier empresa que tenga instalaciones,
equipos o productos que contengan amianto debe implementar el Protocolo del Amianto.
Desde la perspectiva de género, es importante reconocer que tanto hombres como mujeres pueden
estar expuestos al amianto en diversos entornos laborales. No existen diferencias biológicas que
hagan que las personas de un género sean más o menos susceptibles a los efectos del amianto. Por
lo tanto, el Protocolo del Amianto debe aplicarse de manera equitativa, sin discriminación de género,
para garantizar la seguridad y la protección de todos los trabajadores, independientemente de su
género.
Master PRL Valentin Catalin Pirvan
Ergonomía y psicosociología aplicada
En cuanto a la edad, es relevante destacar que los efectos de la exposición al amianto pueden
manifestarse a lo largo del tiempo. Las enfermedades relacionadas con el amianto, como el cáncer
de pulmón o el mesotelioma, pueden tener un período de latencia largo, lo que significa que pueden
pasar décadas antes de que se manifiesten los síntomas. Esto implica que tanto los trabajadores
jóvenes como los mayores pueden estar en riesgo y necesitan ser conscientes de los peligros
asociados con el amianto.
a) Protección de la salud - el amianto es altamente peligroso para la salud humana y puede causar
enfermedades graves, como el cáncer de pulmón, el mesotelioma y la asbestosis. La exposición a
las fibras de amianto puede ocurrir en el lugar de trabajo a través de la inhalación o el contacto
directo. Por lo tanto, el Protocolo del Amianto se implanta para proteger la salud de los
trabajadores y minimizar los riesgos asociados con la exposición a este mineral.
b) Responsabilidad empresarial - las empresas tienen la responsabilidad de proporcionar un
entorno de trabajo seguro para sus empleados. Implantar el Protocolo del Amianto demuestra el
compromiso de la empresa con la seguridad y el bienestar de sus trabajadores, así como con el
cumplimiento de los estándares y normativas aplicables.
c) Prevención de riesgos laborales - la implantación del Protocolo del Amianto se centra en la
identificación, evaluación y control de los riesgos asociados con el amianto en el lugar de
trabajo. Esto incluye la implementación de medidas de prevención, como la identificación y
etiquetado adecuados de los materiales que contienen amianto, el uso de equipos de protección
personal, la capacitación de los trabajadores y la adopción de prácticas seguras de trabajo.
d) Gestión adecuada de materiales que contienen amianto - edificios, estructuras e instalaciones
aún contienen materiales que contienen amianto. El Protocolo del Amianto ayuda a gestionar de
manera adecuada estos materiales, asegurando su identificación, evaluación, mantenimiento,
manipulación y eliminación segura, evitando así la liberación de fibras de amianto al ambiente y
protegiendo la salud de los trabajadores y el público en general.
La implantación del protocolo de vigilancia sanitaria específica para la manipulación manual de cargas
debe considerar la perspectiva de género y edad para garantizar su validez práctica y efectividad en la
protección de todos los trabajadores.
a) Desde una perspectiva de género, es importante reconocer que existen diferencias físicas y
capacidades diferentes entre hombres y mujeres. Las mujeres tienden a tener menor fuerza
muscular en comparación con los hombres en promedio, lo que puede aumentar el riesgo de
lesiones durante la manipulación manual de cargas pesadas. Por lo tanto, el protocolo debe
adaptarse para asegurar que se tengan en cuenta estas diferencias, proporcionando medidas de
prevención y equipos adecuados que consideren las capacidades físicas de cada género.
Además, es fundamental brindar capacitación y conciencia sobre los riesgos asociados con la
manipulación manual de cargas a todos los trabajadores, independientemente de su género.
b) En cuanto a la edad, tanto los trabajadores jóvenes como los mayores pueden enfrentar desafíos
particulares en la manipulación manual de cargas. Los trabajadores jóvenes pueden tener menos
experiencia y conocimientos sobre técnicas adecuadas de levantamiento, lo que aumenta el
riesgo de lesiones. Por otro lado, los trabajadores mayores pueden experimentar una
disminución natural de la fuerza y la flexibilidad, lo que los hace más susceptibles a lesiones. El
protocolo debe considerar las necesidades y capacidades específicas de cada grupo de edad,
proporcionando capacitación continua, adaptaciones de tareas y equipos ergonómicos para
garantizar la seguridad y protección de todos los trabajadores, independientemente de su edad.
El protocolo para la manipulación manual de cargas se debe implantar por varios motivos importantes:
El protocolo de vigilancia sanitaria específica para las pantallas de visualización de datos (PVD) se debería
implantar en empresas y sectores donde los trabajadores realizan tareas que implican un uso
prolongado de pantallas de ordenador, tabletas, teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos
similares:
Desde la perspectiva de género y edad es crucial la validez práctica del protocolo para asegurar la
protección de todos los trabajadores, considerando sus necesidades y características individuales.
a) Perspectiva de género - es importante reconocer que existen diferencias físicas y de salud entre
hombres y mujeres que pueden influir en la respuesta al uso de las PVD. Por ejemplo, las
mujeres pueden tener un mayor riesgo de desarrollar síndrome del ojo seco debido a diferencias
hormonales, y pueden ser más susceptibles a problemas oculares relacionados con el embarazo.
Por lo tanto, el protocolo debe considerar estas diferencias y proporcionar pautas y
recomendaciones que se ajusten a las necesidades específicas de cada género.
b) Edad - tanto los trabajadores jóvenes como los mayores pueden tener consideraciones
particulares en relación con el uso de las PVD. Los trabajadores jóvenes, que han crecido en la
era digital, pueden estar más familiarizados con el uso de las tecnologías y pueden adaptarse
más fácilmente a las recomendaciones del protocolo. Sin embargo, también pueden estar en
mayor riesgo de desarrollar hábitos poco saludables, como la sobreexposición a las pantallas o la
falta de descansos adecuados. Por otro lado, los trabajadores mayores pueden experimentar
cambios visuales relacionados con la edad, como la presbicia, que pueden afectar su comodidad
y rendimiento frente a las PVD. El protocolo debe tener en cuenta estas diferencias y
proporcionar recomendaciones claras y adaptadas a las diferentes edades.
Master PRL Valentin Catalin Pirvan
Ergonomía y psicosociología aplicada
Además, es fundamental que el protocolo de vigilancia sanitaria específica para las PVD se diseñe de
manera inclusiva y considerando las necesidades de trabajadores de diferentes géneros y edades. Esto
implica brindar capacitación y conciencia sobre los riesgos y prácticas saludables a todos los empleados,
independientemente de su género o edad, y fomentar un entorno de trabajo que promueva la salud
ocular y el bienestar general de todos los trabajadores.
a) Protección de la salud ocular - el uso prolongado de las PVD puede provocar problemas oculares,
como fatiga visual, sequedad ocular, enrojecimiento, visión borrosa y otros trastornos visuales. El
protocolo busca prevenir y mitigar estos problemas al establecer pautas y prácticas adecuadas
para el uso de las PVD, incluyendo descansos regulares, ajustes ergonómicos, iluminación
adecuada y distancias de visualización recomendadas.
b) Prevención de trastornos musculoesqueléticos - además de los problemas oculares, el uso
prolongado de las PVD también puede contribuir al desarrollo de trastornos
musculoesqueléticos, como dolor de cuello, hombros, espalda y muñecas. El protocolo busca
minimizar estos riesgos al promover una postura adecuada, proporcionar dispositivos
ergonómicos, capacitar en técnicas de trabajo seguras y fomentar la variación de tareas para
reducir la carga repetitiva.
c) Mejora del bienestar y la productividad - el uso adecuado de las PVD a través de la
implementación del protocolo puede mejorar el bienestar de los trabajadores al reducir la
incomodidad y los problemas de salud asociados. Esto, a su vez, puede aumentar la satisfacción
laboral, la moral y la productividad, ya que los empleados estarán más cómodos y saludables en
su entorno de trabajo.
d) Sensibilización y educación - la implantación del protocolo también implica la sensibilización y la
educación de los trabajadores sobre los riesgos asociados con el uso de las PVD y la promoción
de buenas prácticas de trabajo. Esto puede incluir capacitación en ergonomía, conciencia de los
síntomas de problemas visuales y musculoesqueléticos, y fomento de una cultura de descanso y
cuidado ocular en el lugar de trabajo.
Bibliografía:
https://www.sanidad.gob.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/saludLaboral/vigiTrabajadores/
protocolos.htm
https://www.insst.es/stp/protocolos-de-vigilancia-especifica-de-los-trabajadores