Protocolos en Medicina Del Trabajo

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Master PRL Valentin Catalin Pirvan

Ergonomía y psicosociología aplicada

Actividad 5. Protocolos en medicina del trabajo

1. Protocolos de vigilancia sanitaria específica: Amianto

El amianto, también conocido como asbesto, es un mineral fibroso que se ha utilizado en una amplia
gama de productos y materiales debido a sus propiedades de aislamiento térmico, resistencia al
fuego y durabilidad. El Protocolo del Amianto debe ser implantado en empresas que trabajan con
materiales que contienen amianto o en lugares donde exista la posibilidad de exposición a fibras de
amianto:

a) Empresas de construcción - tanto las empresas de construcción en general como aquellas que se
dedican a la demolición, renovación o reparación de edificios deben tener un protocolo para
identificar y manejar adecuadamente los materiales que contienen amianto.
b) Industria manufacturera: Las empresas que fabrican productos que históricamente han utilizado
amianto en su composición, como frenos, embragues, juntas o productos aislantes, deben tener
un protocolo para garantizar la seguridad de los trabajadores.
c) Empresas de transporte - en el caso de las empresas de transporte, especialmente las
relacionadas con la industria naval, es importante implementar el Protocolo del Amianto debido
a la presencia de materiales que contienen amianto en los barcos, como aislamientos, tuberías y
revestimientos.
d) Empresas de energía y petroquímicas - las compañías que trabajan en la generación y
distribución de energía, así como en la industria petroquímica, pueden tener equipos y sistemas
que contienen materiales de amianto. Por lo tanto, deben tener un protocolo para proteger a
sus trabajadores de la exposición al amianto durante el mantenimiento y la operación de dichos
equipos.
e) Empresas de tratamiento y eliminación de residuos - las empresas encargadas del manejo y
eliminación de residuos, incluidos los materiales que contienen amianto, deben tener un
protocolo para garantizar la seguridad de sus trabajadores y evitar la propagación de fibras de
amianto al medio ambiente.

Estos son solo algunos ejemplos, pero en general, cualquier empresa que tenga instalaciones,
equipos o productos que contengan amianto debe implementar el Protocolo del Amianto.

Desde la perspectiva de género, es importante reconocer que tanto hombres como mujeres pueden
estar expuestos al amianto en diversos entornos laborales. No existen diferencias biológicas que
hagan que las personas de un género sean más o menos susceptibles a los efectos del amianto. Por
lo tanto, el Protocolo del Amianto debe aplicarse de manera equitativa, sin discriminación de género,
para garantizar la seguridad y la protección de todos los trabajadores, independientemente de su
género.
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En cuanto a la edad, es relevante destacar que los efectos de la exposición al amianto pueden
manifestarse a lo largo del tiempo. Las enfermedades relacionadas con el amianto, como el cáncer
de pulmón o el mesotelioma, pueden tener un período de latencia largo, lo que significa que pueden
pasar décadas antes de que se manifiesten los síntomas. Esto implica que tanto los trabajadores
jóvenes como los mayores pueden estar en riesgo y necesitan ser conscientes de los peligros
asociados con el amianto.

El Protocolo del Amianto se debe implantar por varios motivos fundamentales:

a) Protección de la salud - el amianto es altamente peligroso para la salud humana y puede causar
enfermedades graves, como el cáncer de pulmón, el mesotelioma y la asbestosis. La exposición a
las fibras de amianto puede ocurrir en el lugar de trabajo a través de la inhalación o el contacto
directo. Por lo tanto, el Protocolo del Amianto se implanta para proteger la salud de los
trabajadores y minimizar los riesgos asociados con la exposición a este mineral.
b) Responsabilidad empresarial - las empresas tienen la responsabilidad de proporcionar un
entorno de trabajo seguro para sus empleados. Implantar el Protocolo del Amianto demuestra el
compromiso de la empresa con la seguridad y el bienestar de sus trabajadores, así como con el
cumplimiento de los estándares y normativas aplicables.
c) Prevención de riesgos laborales - la implantación del Protocolo del Amianto se centra en la
identificación, evaluación y control de los riesgos asociados con el amianto en el lugar de
trabajo. Esto incluye la implementación de medidas de prevención, como la identificación y
etiquetado adecuados de los materiales que contienen amianto, el uso de equipos de protección
personal, la capacitación de los trabajadores y la adopción de prácticas seguras de trabajo.
d) Gestión adecuada de materiales que contienen amianto - edificios, estructuras e instalaciones
aún contienen materiales que contienen amianto. El Protocolo del Amianto ayuda a gestionar de
manera adecuada estos materiales, asegurando su identificación, evaluación, mantenimiento,
manipulación y eliminación segura, evitando así la liberación de fibras de amianto al ambiente y
protegiendo la salud de los trabajadores y el público en general.

2. Protocolos de vigilancia sanitaria específica: Manipulación manual de cargas

El protocolo de vigilancia sanitaria específica para la manipulación manual de cargas se debería


implantar en empresas y sectores donde los trabajadores estén expuestos a riesgos relacionados con el
levantamiento, transporte o manipulación manual de objetos o cargas. Algunos ejemplos de empresas
en las que se debería implantar este protocolo son:

a) Sector logístico y transporte - los trabajadores involucrados en la carga y descarga de mercancías


en almacenes, camiones, barcos, aeropuertos o estaciones de tren están expuestos a riesgos de
manipulación manual de cargas.
b) Construcción y obras públicas - en este sector, los trabajadores pueden estar expuestos a tareas
de carga y descarga de materiales de construcción, como ladrillos, bloques de cemento, tuberías
o herramientas.
c) Industria manufacturera y almacenes - en estas empresas, los trabajadores pueden estar
involucrados en la manipulación manual de productos, materiales o mercancías durante los
procesos de producción, embalaje, almacenamiento o distribución.
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d) Comercio minorista - en tiendas, supermercados o grandes almacenes, los empleados pueden


estar involucrados en la manipulación manual de productos y mercancías durante la reposición
de estanterías, la descarga de paquetes o la preparación de pedidos.
e) Sector de la hostelería y servicios - en hoteles, restaurantes y establecimientos de catering, los
trabajadores pueden estar expuestos a la manipulación manual de cargas relacionadas con el
transporte de alimentos, utensilios de cocina, muebles o equipos.

La implantación del protocolo de vigilancia sanitaria específica para la manipulación manual de cargas
debe considerar la perspectiva de género y edad para garantizar su validez práctica y efectividad en la
protección de todos los trabajadores.

a) Desde una perspectiva de género, es importante reconocer que existen diferencias físicas y
capacidades diferentes entre hombres y mujeres. Las mujeres tienden a tener menor fuerza
muscular en comparación con los hombres en promedio, lo que puede aumentar el riesgo de
lesiones durante la manipulación manual de cargas pesadas. Por lo tanto, el protocolo debe
adaptarse para asegurar que se tengan en cuenta estas diferencias, proporcionando medidas de
prevención y equipos adecuados que consideren las capacidades físicas de cada género.
Además, es fundamental brindar capacitación y conciencia sobre los riesgos asociados con la
manipulación manual de cargas a todos los trabajadores, independientemente de su género.
b) En cuanto a la edad, tanto los trabajadores jóvenes como los mayores pueden enfrentar desafíos
particulares en la manipulación manual de cargas. Los trabajadores jóvenes pueden tener menos
experiencia y conocimientos sobre técnicas adecuadas de levantamiento, lo que aumenta el
riesgo de lesiones. Por otro lado, los trabajadores mayores pueden experimentar una
disminución natural de la fuerza y la flexibilidad, lo que los hace más susceptibles a lesiones. El
protocolo debe considerar las necesidades y capacidades específicas de cada grupo de edad,
proporcionando capacitación continua, adaptaciones de tareas y equipos ergonómicos para
garantizar la seguridad y protección de todos los trabajadores, independientemente de su edad.

El protocolo para la manipulación manual de cargas se debe implantar por varios motivos importantes:

a) Prevención de lesiones - la manipulación manual de cargas pesadas o incómodas puede


ocasionar lesiones musculoesqueléticas, como dolor de espalda, hernias, distensiones
musculares y otros trastornos relacionados. El protocolo busca prevenir estas lesiones al
proporcionar pautas y prácticas seguras para la manipulación de cargas, así como para el uso de
equipos y técnicas adecuadas.
b) Mejora del bienestar laboral - la implantación del protocolo tiene como objetivo mejorar el
bienestar de los trabajadores al reducir los riesgos asociados con la manipulación manual de
cargas. Al proporcionar pautas claras y prácticas seguras, se crea un entorno de trabajo más
saludable y seguro, lo que a su vez puede aumentar la satisfacción laboral y reducir el
absentismo debido a lesiones.
c) Reducción de costos - las lesiones relacionadas con la manipulación manual de cargas pueden
tener un impacto significativo en los costos para las empresas, en términos de compensación
laboral, pérdida de productividad y gastos médicos. La implantación del protocolo busca reducir
estos costos al prevenir las lesiones y promover un entorno de trabajo seguro.
d) Promoción de buenas prácticas ergonómicas - el protocolo fomenta la aplicación de principios
ergonómicos en el manejo de cargas, incluyendo la optimización del diseño de los puestos de
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trabajo, el uso de equipos ergonómicos, la formación en técnicas de levantamiento adecuadas y


la organización del trabajo de manera que se minimice la exposición a riesgos.

3. Protocolos de vigilancia sanitaria específica: Pantallas de visualización de datos

El protocolo de vigilancia sanitaria específica para las pantallas de visualización de datos (PVD) se debería
implantar en empresas y sectores donde los trabajadores realizan tareas que implican un uso
prolongado de pantallas de ordenador, tabletas, teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos
similares:

a) Oficinas y entornos administrativos - empleados que trabajan en oficinas y realizan tareas de


procesamiento de datos, elaboración de informes, atención al cliente o trabajo en equipo a
través de PVD están expuestos a los riesgos asociados con el uso prolongado de estas pantallas.
b) Sectores creativos y multimedia - trabajadores en diseño gráfico, animación, edición de video y
otras áreas relacionadas también utilizan PVD de manera extensiva en su trabajo.
c) Industria de la tecnología y desarrollo de software - profesionales de la tecnología, como los
programadores, diseñadores de interfaces de usuario y desarrolladores de software, trabajan
regularmente con PVD como parte de su trabajo diario.
d) Centros de llamadas y servicios de atención al cliente - operadores de centros de llamadas y los
empleados que brindan servicios de atención al cliente suelen utilizar PVD durante largos
períodos de tiempo para acceder a sistemas de información y comunicarse con los clientes.
e) Educación y formación - profesores, instructores y formadores que utilizan PVD para la
enseñanza, la creación de materiales didácticos o la impartición de cursos en línea están
expuestos a los riesgos relacionados con el uso prolongado de pantallas.

Desde la perspectiva de género y edad es crucial la validez práctica del protocolo para asegurar la
protección de todos los trabajadores, considerando sus necesidades y características individuales.

a) Perspectiva de género - es importante reconocer que existen diferencias físicas y de salud entre
hombres y mujeres que pueden influir en la respuesta al uso de las PVD. Por ejemplo, las
mujeres pueden tener un mayor riesgo de desarrollar síndrome del ojo seco debido a diferencias
hormonales, y pueden ser más susceptibles a problemas oculares relacionados con el embarazo.
Por lo tanto, el protocolo debe considerar estas diferencias y proporcionar pautas y
recomendaciones que se ajusten a las necesidades específicas de cada género.
b) Edad - tanto los trabajadores jóvenes como los mayores pueden tener consideraciones
particulares en relación con el uso de las PVD. Los trabajadores jóvenes, que han crecido en la
era digital, pueden estar más familiarizados con el uso de las tecnologías y pueden adaptarse
más fácilmente a las recomendaciones del protocolo. Sin embargo, también pueden estar en
mayor riesgo de desarrollar hábitos poco saludables, como la sobreexposición a las pantallas o la
falta de descansos adecuados. Por otro lado, los trabajadores mayores pueden experimentar
cambios visuales relacionados con la edad, como la presbicia, que pueden afectar su comodidad
y rendimiento frente a las PVD. El protocolo debe tener en cuenta estas diferencias y
proporcionar recomendaciones claras y adaptadas a las diferentes edades.
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Además, es fundamental que el protocolo de vigilancia sanitaria específica para las PVD se diseñe de
manera inclusiva y considerando las necesidades de trabajadores de diferentes géneros y edades. Esto
implica brindar capacitación y conciencia sobre los riesgos y prácticas saludables a todos los empleados,
independientemente de su género o edad, y fomentar un entorno de trabajo que promueva la salud
ocular y el bienestar general de todos los trabajadores.

Motivos por lo que el protocolo se debe implantar:

a) Protección de la salud ocular - el uso prolongado de las PVD puede provocar problemas oculares,
como fatiga visual, sequedad ocular, enrojecimiento, visión borrosa y otros trastornos visuales. El
protocolo busca prevenir y mitigar estos problemas al establecer pautas y prácticas adecuadas
para el uso de las PVD, incluyendo descansos regulares, ajustes ergonómicos, iluminación
adecuada y distancias de visualización recomendadas.
b) Prevención de trastornos musculoesqueléticos - además de los problemas oculares, el uso
prolongado de las PVD también puede contribuir al desarrollo de trastornos
musculoesqueléticos, como dolor de cuello, hombros, espalda y muñecas. El protocolo busca
minimizar estos riesgos al promover una postura adecuada, proporcionar dispositivos
ergonómicos, capacitar en técnicas de trabajo seguras y fomentar la variación de tareas para
reducir la carga repetitiva.
c) Mejora del bienestar y la productividad - el uso adecuado de las PVD a través de la
implementación del protocolo puede mejorar el bienestar de los trabajadores al reducir la
incomodidad y los problemas de salud asociados. Esto, a su vez, puede aumentar la satisfacción
laboral, la moral y la productividad, ya que los empleados estarán más cómodos y saludables en
su entorno de trabajo.
d) Sensibilización y educación - la implantación del protocolo también implica la sensibilización y la
educación de los trabajadores sobre los riesgos asociados con el uso de las PVD y la promoción
de buenas prácticas de trabajo. Esto puede incluir capacitación en ergonomía, conciencia de los
síntomas de problemas visuales y musculoesqueléticos, y fomento de una cultura de descanso y
cuidado ocular en el lugar de trabajo.

Bibliografía:

https://www.sanidad.gob.es/ciudadanos/saludAmbLaboral/saludLaboral/vigiTrabajadores/
protocolos.htm

https://www.insst.es/stp/protocolos-de-vigilancia-especifica-de-los-trabajadores

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