Proyecto Del Bloque III, Modelo Neoliberal y Efectos de Su Aplicación

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Colegio de Bachilleres Plantel 02

Proyecto III Parcial


Modelo Neoliberal y Efectos de su Aplicación
Materia: Estructura Socioeconómica de México
Maestra: Blanca Esthela Loa Vega
Integrantes del Equipo:
#01 Isis Andrea Armenta Álvarez
#02 Castellanos Carrasco Eduardo
#03 Samantha Burgoin Oliva
#04 Noelia Castro Zumaya
#05 Emanuel Ceseña Zumaya
#06 Lizeth Guadalupe Meneses López
Grado y Grupo:
5to, B
Turno: Matutino

Introducción
En este proyecto daremos a conocer explícitamente el surgimiento de 6

importantes aplicaciones que se emprendieron y emergieron en el Modelo

Neoliberal en nuestro país, los cuales tuvieron distintas funciones y

características que se utilizaron en diversos problemas a lo largo del modelo y

que, gracias a ello, hoy en día se ha dado seguimiento a estas aplicaciones para
el beneficio de nosotros como sociedad y país. La primera aplicación es llamada

“Economía Informal” la cual abarca el ambulantaje, la economía doméstica y

subterránea, la segunda aplicación se llama “Perfil de Trabajo y Prestaciones

Sociales” la cual fue creada ya que los trabajadores reclamaban ciertas

necesidades que eran indispensables por lo cual se necesitaba emprender

alguna solución a ello. La tercera aplicación es “Las Normas de Competencia

Laboral y la Subcontratación o el Outsourcing”, así también se creo el

“Comercio Justo”, el “Tratado de Libre Comerio” y “El Rescate Bancario o

FOBAPROA”.

En cada una de estas aplicaciones que surgieron en dicho modelo, se

mencionaran principalmente las características, como se llevaron a cabo, cual

era el objetivo de cada uno de ellos, cual fue el motivo por el cual se tuvieron

que crear y desarrollar para mejorar la calidad de vida y progresar como país,

así como sociedad.

Es importante conocer cada uno de estos grandes puntos ya que es la manera

en la cual nuestro país ha salido adelante e implementado soluciones a los

problemas que surgen en cada determinado tiempo en nuestro país. A

continuación, daremos a conocer la primera aplicación que fue emergida en el

modelo neoliberal…

1. Economía Informal (Ambulaje, Economía Doméstica y Economía


Subterránea)

La economía informal es un problema que enfrenta México desde hace ya varios

años y que con el paso del tiempo ha aumentado, generando dificultades y

deteniendo el proceso de crecimiento del país debido a la irregularidad de las


actividades comerciales lo que las mantienen fuera de la legalidad y ocasionan

un retroceso o desaliento de la productividad.

Uno de los supuestos que están en la base del llamado neoliberalismo, es que los

mercados tienden al equilibrio y distribuyen de manera eficiente las tareas y

los beneficios sociales; pero no es así. Y uno de los fenómenos en que de

manera más perniciosa se expresan es en el de la economía informal, la cual se

ha mantenido relativamente constante en los últimos 20 años para los cuales se

dispone información comparable en las series de la economía nacional.

La economía informal es una parte importante de la estructura económica de

México. Se calcula que la misma tiene una participación de alrededor del 25%

del PIB del país. En este sentido, es necesario profundizar sobre lo que

significa la informalidad y sus consecuencias. La economía informal o economía

irregular es la actividad económica que es invisible al Estado por razones de

evasión fiscal o de controles administrativos (el trabajo doméstico no

declarado, la venta ambulante espontánea o la infravaloración del precio

escriturado en una compraventa inmobiliaria). Emplea a más del 60 % de la

población activa mundial. La economía informal o irregular forma parte de la

economía subterránea, al lado de las actividades económicas ilegales (la

facturación falsa o falseada, el tráfico de drogas, el tráfico de armas, la

prostitución, el blanqueo de capitales, el crimen organizado y el terrorismo). La

economía subterránea, en la medida en que se transforma en Renta Nacional y

acaba integrada en la demanda agregada, resulta incluida en el dato estadístico

del Producto Interior Bruto (PIB), como consecuencia del ajuste de los

métodos empleados para estimarlo.


Es la organización Internacional del Trabajo (OIT) quien propuso denominar a

este fenómeno “economía informal” donde el principal problema es el mercado

laboral que se convierte de baja calidad al momento de adentrarse en el

trabajo por cuenta propia en actividades que se denominan de supervivencia,

con ingresos que son insuficientes y una productividad muy escasa o nula, con

baja utilización de tecnología, mano de obra poco calificada, emprendimientos

familiares o comunales y bajo margen de ganancia, en definitiva, una economía

de subsistencia.

Según los parámetros de desarrollo neoliberales, la economía informal debe

combatirse, de hecho, se le adjudica el atraso en el desarrollo de las

economías. De la búsqueda del Estado de Bienestar y la garantía de los

derechos de los trabajadores, se pasó a la aplicación de las leyes de

flexibilización laboral. Estas últimas bajarían los costos por trabajador, y

fomentarían a las empresas a contratar mayor cantidad de personal bajo una

“nueva formalidad”. Sin embargo, los resultados muestran, tanto en México

como en el resto de Latinoamérica, que el empleo no aumentó, sino que cayeron

los costos de las empresas generando una brecha mayor de desigualdad

funcional y que generó un mayor grado de inestabilidad laboral. Y a todo esto

hay que agregar que, en México, a pesar de todos estos ajustes en contra de

las condiciones laborales de los trabajadores, la informalidad laboral no cesó.

Dejando de lado las consideraciones sobre si la economía informal es buena o

es mala, la realidad es que según el Instituto Nacional de Estadística y

Geografía de México (INEGI) para el primer trimestre de 2017 contabilizó una

tasa total de informalidad laboral del 57,2%. Es decir, más de la mitad de la

población está ocupada en esta economía. Si a este número de empleados


informales sumamos a aquellos que se encuentran desocupados, y les sumamos

también las personas económicamente no activas pero disponibles, es decir,

aquellas que no están buscando empleo, pero podrían trabajar, son 37,1 millones

de personas sin aportes ni seguridad social frente a 22,1 millones de ocupados

formalmente. Asimismo, la población económicamente inactiva en México, es

decir, niños y ancianos, suma 63,6 millones. Estos números, sencillos y básicos,

explican la inestabilidad del modelo económico social en México.

El boletín informativo del INEGI lo explica de esta manera: “Analizando en

conjunto la contribución al PIB y el número de puestos de trabajo tanto del

Sector Informal como del Empleo Informal en el Sector Formal, se tiene que,

en 2018, el Sector Informal contribuye al PIB con el 11.1%, ocupando el 27.4%

del Empleo, en tanto que las Otras Modalidades de la Informalidad aportan el

11.4% al PIB y ocupa el 29.3% del Empleo”. Como puede verse, la informalidad

laboral y otras formas de ocupación en condiciones de informalidad aportan en

conjunto el 22.5% del PIB; es decir, por cada 100 pesos que se generan de

riqueza en el país, 22.5 pesos lo hacen en el Sector Informal, lo cual es un

signo inequívoco de los problemas estructurales de la economía nacional.

Asimismo, lo que muestran los datos del INEGI es que hay más personas

empleadas en la informalidad o en condiciones de informalidad laboral, que las

que trabajan de manera formal: en el 2018 los porcentajes fueron de 43.3% de

la población ocupada en el sector formal, y 56.7% en informalidad o en

condiciones de informalidad laboral.

Según el informe de OXFAM y la CEPAL de 2015 más de la mitad de la

población mexicana se encuentra sumida en la pobreza y un 20,6% alcanza la

indigencia. Estos indicadores son completamente coherentes con el nivel de


informalidad de la economía y con su alto índice de desigualdad. Según la

CEPAL en 2014 el coeficiente de Gini alcanzó 0,49, mientras que el promedio

de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico

(OCDE) es de 0,32.

Esta economía permite que la mayor parte de la población subsista y con

escasos recursos aporta una gran parte del producto. Es importante que el

gobierno de México, así como se ha hecho en otros países de Latinoamérica,

apueste por nuevas maneras de formalizar la actividad económica existente en

la búsqueda de mejorar las condiciones de vida de la mayor parte de la

población.

Así como el seguro popular de salud en México, existen distintos ejemplos

regionales en los que se avanzó para otorgar mayor protección a la población,

programas para registrar el trabajo doméstico, asignar un ingreso social

universal, otorgar moratoria a aquellos jubilados que no registraron aportes,

pero trabajaron toda su vida informalmente, bonos para acceder en mejores

condiciones a la educación tanto primaria como de niveles superiores.

Para revertir las pésimas condiciones sociales es necesario abandonar las

políticas económicas neoliberales de ajuste y apostar por un esquema de

inversión social y de economía popular acorde a la economía real del país que

permita ir mejorando las condiciones de vida de los individuos y alcanzar

mayores niveles de desarrollo social.

Las principales características que envuelven a esta economía son las

siguientes:

1. Lo informal de sus gestiones, ya sea en ventas o servicios.


2. Un masivo movimiento de efectivo y transacciones bancarias no

comerciales.

3. Frecuenta relación con la pobreza, falta de producción y mala gestión de

un país.

4. El desarrollo del ingenio a partir de la necesidad de encontrar una

manera lucrativa de trabajar.

Algunas de las consecuencias más comunes de la economía informal son las

siguientes:

1. Pérdida de ingresos en impuestos por parte del Estado.

2. Retraso en los proyectos de modernización laboral del país.

3. Generación de empleos en negro, lo cual trae problemas de adaptación

social para el empleado.

4. Limitación del crecimiento económico y PBI de un país.

2. Perfil de Trabajo y Prestaciones Sociales

Las ideas del neoliberalismo tomaron fuerza a partir de la década de 1970

debido a la crisis de producción fordista y a la ineficiencia de las políticas


keynesianas para contrarrestarla. Estas delinearon las transformaciones

económicas de la mayor parte de los países latinoamericanos incluido México.

El neoliberalismo no representa una explicación sistema de la formación

socioeconómica, es configuración de configuraciones. Una concepción del mundo

basada en la teoría neoclásica y la hipótesis de la elección racional; un conjunto

de políticas orientadas al funcionamiento del libre mercado en contraposición

de las políticas keynesianas de la postguerra. Los neoliberales encuentran la

causa de la crisis del fordismo en el exceso de recursos manejados por el

Estado y su mala gestión. Lo anterior señala al Estado Keynesiano como un

obstáculo para la libre economía de mercado y el manejo eficiente de los

recursos.

La principal crítica del neoliberalismo es la cruzada por la igualdad social,

intervienen dos Estados, uno guardián de las libertades individuales y de la

democracia, y otro el Estado regulador que destruye esas libertades. As í́,

propone reducir el segundo para lograr conservar el primero. Debido a la gran

aceptación de la idea neoliberal y con las grandes empresas transnacionales

como principal agente globalizador, no harían falta más políticas nacionales,

porque las corporaciones globales se desligarían de los gobiernos, pagarían

impuestos e invertirían, construyendo infraestructura y capacitarían a la mano

de obra de los países donde ahora producen. Desapareció la idea de la empresa

gigante y monopólica y se convertiría en una red global de pequeñas unidades

con producción personalizada.

Basándose en la teoría clásica del empleo, asegura que el mercado conseguir á́ el

pleno uso de los factores con mayor eficiencia, resultado de la ampliación del

mercado y el aumento de la productividad. Sosteniendo que la convergencia


internacional en las condiciones de trabajo y salarios se logrará con una

correcta política educativa y de capacitación que aumente la productividad del

trabajo. La crisis actual, el alto desempleo, el empeoramiento en la distribución

de riqueza y el aumento de la pobreza obligan a abandonar las explicaciones

neoliberales derivadas de la crisis y reforma, basadas en los análisis de

mercados perfectos. La situación hace necesario analizar las relaciones

directas o indirectas de los actores políticos, sociales y económicos que

intervienen en el proceso productivo y en la formación de las condiciones

laborales de los sujetos.

El mercado laboral y su función señalan la interacción de estructuras políticas,

sociales y económicas que influyen en la configuración del mercado. Constituyen

otro análisis de las condiciones de empleo bajo la idea de un sujeto definido

dentro de un esquema de normas y estructuras sociales, en contraposición del

individuo semindependiente. Se articula una base teórica para respaldar el

análisis del mercado laboral del sector de la maquila en México, visión

neoclásica del mercado laboral, los aportes de la teoría del capital humano y

del neoinstitucionalismo económico en contraposición con la explicación de las

teorías de la segmentación del mercado laboral (TSML). La norma que lo

protegía ha permitido un favorecimiento desmedido para las grandes

corporaciones internacionales, que puede comprometer seriamente los

derechos humanos del trabajador. La apertura al exterior y el libre movimiento

de capitales hacen colapsar a sectores de la industria, aumentando el

desempleo y el subempleo. Incremento la desigualdad, disminución de los

salarios y aumento la precarización de las condiciones laborales. Los derechos

laborales son el punto central de la discusión política y social a escala mundial,


de ahí́ su importancia de explorar la regulación del Bienestar Social y del

Neoliberalismo. En el Bienestar Social, el Estado asume la regulación de los

costos laborales, garantizando a los trabajadores una mejor calidad de vida,

reconocimiento y la reproducción del capital. Con el surgimiento del

Neoliberalismo genera la ruptura de las formas tradicionales de protección

social. Los derechos laborales están en el centro de la estructura social,

imponiéndose la flexibilización de las relaciones laborales y la privatización de

la protección social, creando problemas sociales.

El Estado benefactor nace por las luchas sociales y políticas de finales del siglo

XIX y principios del XX, ante la necesidad de desmilitarizar al Estado,

manteniendo los gastos militares por encima del gasto público, y desarrollar

innovaciones técnicas para las conquistas militares de territorios, acciones que

se consideraban improductivas e irracionales para el desarrollo económico. Se

agudizan los grupos y organizaciones de poder, los empresarios y la clase

trabajadora presionaban por un espacio dentro de la sociedad, a saber, la

maximización de la rentabilidad del capital y la implementación de un sistema

de seguridad social que mejorara la calidad de vida de los trabajadores.

Redefinen las relaciones entre el capitalista y los trabajadores, haciéndolo

responsable de la negociación y conciliación de los intereses de las clases

sociales. Esto se materializo en la década de los sesenta en Estados Unidos,

Inglaterra y otros países en desarrollo, con las reformas realizadas a las

legislaciones del trabajo, orientadas hacia la regulación del proceso productivo,

la ampliación de los derechos de los trabajadores, la regulación del despido por

parte del empresario, la incorporación de beneficios referidos a salud, la

seguridad y control sobre el ambiente de trabajo, ampliándose los derechos de


trabajadores. También se dio legalización de la clase obrera y sus

organizaciones, convirtiéndose el Estado en regulador de la economía y el

conflicto social. Dicho orden no es automático, tanto la clase trabajadora como

el capitalista pueden romper con sus demandas y luchas el equilibrio social.

En el contexto de los años sesenta, los sindicatos de las grandes empresas en

los países desarrollados en la legislación nacional centraron su lucha en reducir

algunas medidas implementadas por el capitalista que lesionaban los intereses

de la clase trabajadora, y en la conquista de mejores condiciones de vida; tales

como, salarios altos, reducción de la jornada de trabajo, pago de prestaciones

y el beneficio de programas sociales dirigidos por el Estado. Ganando poder

dentro de las industrias, logrando un avance progresista con su participación en

las negociaciones con el capital y el Estado. A partir de esta articulación se

delinea el bienestar social.

Las organizaciones sindicales participaron en las decisiones sobre la innovación

tecnológica introducida en las fábricas e industrias, preservando los derechos

de sus afiliados, la estabilidad laboral, los beneficios, y el proceso de valores

en, mejorando la calidad de vida de la fuerza laboral a costa del incremento de

su productividad, criterio definido por el capitalista y asumido por los

representantes sindicales como la vía para aumentar el salario real. Tuvo el

“apoyo de los dueños de la producción,” bajo el argumento que las demandas de

la clase trabajadora Debian satisfacerse para evitar conflictos dentro de las

empresas, estrategia que permité la prosperidad capitalista a cambio de unos

beneficios. El capitalista, ante la estrategia de ampliar el mercado y la

competitividad de la empresa, introduce cambios técnicos-administrativos en el


proceso de producción, la organización, administración y manejo del proceso de

trabajo.

A principios del siglo XX los trabajadores demandan un contrato social, en el

cual se expresarán las expectativas para mejorar los niveles de vida, además

de requerir de mejoras salariales y beneficios por productividad, reclamaban la

implementación de programas estatales como la seguridad social, política de

empleo, el seguro de desempleo, los pagos del bienestar. Lo que permitiría al

trabajador un bienestar social y la posibilidad de demandar bienes de consumo.

Hacen que el Estado incorpore políticas de seguridad social, cohesionando y

regulando las relaciones sociales, acción que logro la acumulación sostenida del

capital y la incorporación de los trabajadores, originando la politización de la

reproducción social.

Desvía la intención política de los sindicatos incorporándolos a las estrategias

estatales, pero en términos funcionales, desviando el curso de la lucha hacia la

aceptación de las estrategias del desarrollo y explotación del capitalismo,

reduciendo el conflicto en la empresa y en la sociedad. Se da la incorporación

de los sindicatos a la política social del Estado, transformándolos en cómplices

de una política reproductora y reguladora de la fuerza laboral, asegurando de

esta forma su integración a la lógica del capital, y al orden de la sociedad. El

capitalista ve esta integración muy apropiada para su acumulación, ya que el

gasto social es menor a la rentabilidad que le genera.

3. Normas de Competencia Laboral y la Subcontratación


La norma de competencia laboral: es un "estándar reconocido por trabajadores

y empresarios que describe los resultados que una persona debe lograr en el

desempeño de una función productiva, los contextos donde ocurre ese

desempeño, los conocimientos que debe aplicar y las evidencias que puede

presentar para demostrar su competencia.

El outsourcing o también considerado como tercerización es una técnica de

administración que consiste en la transferencia a terceros de procesos o

funciones complementarias que no forman parte de la función principal del

negocio de la empresa.

Es importante considerar la norma en su acepción

de estándar, de patrón de comparación, más que

de instrumento jurídico de obligatorio

cumplimiento. La norma está conformada por los conocimientos, habilidades,

destrezas, comprensión y actitudes, que se identificaron en la etapa de análisis

funcional, para un desempeño competente en una determinada función

productiva. En este sentido, es un instrumento que permite la identificación de

la competencia laboral requerida en una cierta función productiva.

Incluye:

1. Lo que una persona debe ser capaz de hacer

2. La forma en que puede juzgarse si lo que hizo está bien hecho

3. Las condiciones en que la persona debe demostrar su competencia


Los tipos de evidencia necesarios y suficientes para asegurar que lo que hizo se

realizó de manera consistente, con base en un conocimiento efectivo.

Una norma expresa más que el mero desempeño logrado en la forma de

resultados. También, en cuanto a la competencia, la norma permite describir:

1. La capacidad para obtener resultados de calidad con el desempeño

eficiente y seguro de una actividad

2. La capacidad para resolver los problemas emergentes en el ejercicio de

la función productiva

3. La capacidad para transferir los conocimientos, habilidades y destrezas

que ya posee, a otros contextos laborales.

Las normas de competencia laboral se convierten en un facilitador poderoso en

la creación de un lenguaje común entre los diferentes actores en los procesos

de formación y capacitación en la empresa. La norma define un desempeño

competente contra el cual es factible comparar el desempeño observado de un

trabajador y detectar las áreas de competencia en las que necesita mejorar

para ser considerado competente. Es una clara referencia para juzgar la

posesión o no de la competencia laboral. En este sentido la norma de

competencia está en la base de varios procesos dentro del ciclo de vida de los

recursos humanos: el de selección, el de formación, el de evaluación y el de

certificación.

Un estándar de competencia puede brindar un criterio fundamental en la

selección del personal para un espectro variado de ocupaciones en la empresa

más que para un puesto de trabajo. Es fundamental en la elaboración de los

currículos de formación, al establecer los elementos de competencia y las


evidencias y criterios de desempeño que pueden convertirse en orientadores

para la especificación de objetivos de los módulos de formación y objetivos de

aprendizaje en cada uno de los módulos definidos. Los empresarios sabrán que

esperar de un programa de formación basado en una norma de competencia.

Los trabajadores sabrán cual será el contenido formativo a partir de la norma.

La evaluación de la competencia laboral adquiere una dimensión mucho más

objetiva cuando es realizada contra una norma técnica de competencia laboral.

De este modo el desempeño se verifica en relación con el contenido de la

norma, obviando eventuales elementos subjetivos. Los trabajadores pueden

conocer el contenido ocupacional de la norma contra la cual serán evaluados.

La certificación ocupacional se efectúa en referencia a las normas de

competencia laboral. De este modo el certificado le imprime un valor de

posesión quien lo obtuvo centrado en la descripción de sus competencias a

partir de una norma. Así, los trabajadores exhibirán acreditaciones acerca de

lo que saben hacer, no solamente de las horas de formación y del nombre de los

cursos a los que asistieron. Las normas de competencia laboral están

elaboradas para reflejar condiciones reales de trabajo que se presentan en

diferentes grados de complejidad, variedad y autonomía. Tales grados generan

distintos niveles de competencia requeridos para el desempeño.

En el sistema aplicado en el Reino Unido, los niveles se han estructurado a

partir del análisis de las funciones productivas. Su intención fue la de crear un

marco de referencia lo suficientemente amplio para conservar un sentido de

flexibilidad y mantener las posibilidades de los individuos para transferir sus

competencias a nuevos contextos laborales.


La definición de niveles hace parte de las estructuras de los sistemas

normalizados de certificación de competencia laboral; su utilización permite

visualizar las posibilidades de ascenso y transferencia entre diferentes

calificaciones. Los cinco niveles de competencia definidos en el Reino Unido

son:

Nivel 1: Competencia en la realización de una variada gama de actividades

laborales, en su mayoría rutinarias y predecibles.

Nivel 2: Competencia en una importante y variada gama de actividades

laborales, llevadas a cabo en diferentes contextos. Algunas de las actividades

son complejas o no rutinarias y existe cierta autonomía y responsabilidad

individual. A menudo, puede requerirse la colaboración con otras personas,

quizás formando parte de un grupo o equipo de trabajo.

Nivel 3: Competencia en una amplia gama de diferentes actividades laborales

llevadas a cabo en una gran variedad de contextos que, en su mayor parte, son

complejos y no rutinarios. Existe una considerable responsabilidad y autonomía

y, a menudo, se requiere el control y la provisión de orientación a otras

personas.

Nivel 4: Competencia en una amplia gama de actividades laborales profesionales

o técnicamente complejas llevadas a cabo en una gran variedad de contextos y

con un grado considerable de autonomía y responsabilidad personal. A menudo,

requerirá responsabilizarse por el trabajo de otros y la distribución de

recursos.

Nivel 5: competencia que implica la aplicación de una importante gama de

principios fundamentales y técnicas complejas en una amplia y a veces


impredecible variedad de contextos. Se requiere una autonomía personal muy

importante y, con frecuencia, gran responsabilidad respecto al trabajo de

otros y a la distribución de recursos sustanciales. Asimismo, requiere de

responsabilidad personal en materia de análisis y diagnósticos, diseño,

planificación, ejecución y evaluación.

La subcontratación, también conocida como tercerización u outsourcing,

consiste en la contratación de terceras empresas o personas que prestan

servicios especializados. Es un proceso económico en el cual una organización

contrata a un externo y le delega una determinada responsabilidad o tarea.

La subcontratación o tercerización nace de la necesidad, por parte de las

organizaciones, de reducir costos y enfocar sus actividades a tareas que

realmente generen un valor agregado al producto o servicio que brindan.

Entre las principales actividades que se subcontratan se encuentran las tareas

de contabilidad, recursos humanos (selección de personal), marketing o la

fabricación de determinadas piezas para un producto final.

Las principales características de la subcontratación o tercerización son las

siguientes:

1. Los contratos entre ambas organizaciones suelen durar entre 5 y 10

años.

2. Se lleva a cabo por dos entidades: la organización que contrata y la

organización que es subcontratada.

3. Permite ahorrar gastos y acelerar el crecimiento de la organización.

4. Se utiliza para contratar actividades que no son las principales de la

organización.
5. Es importante la buena comunicación entre ambas partes

4. Comercio Justo

El comercio justo es un movimiento social global cuyas experiencias pioneras

empezaron a finales de 1940 como respuestas alternativas al fracaso del

modelo de comercio convencional. Busca promover patrones productivos y

comerciales responsables y sostenibles, oportunidades de desarrollo para los

pequeños agricultores, campesinos y artesanos en desventaja económica y

social. Es un modelo comercial que pone al centro los seres humanos y la

sostenibilidad social, económica y ambiental de las sociedades; dignificando el

trabajo, respetando el medio ambiente y fomentando una gestión responsable y

sostenible de los recursos naturales.

Facilita a los pequeños productores organizados un acceso directo al mercado

en condiciones justas y equitativas, creando un canal de comercialización

sostenible, solidario y de calidad, lo más directo posible entre productores y

consumidores, reconociendo el trabajo de los productores y sus organizaciones,

donde los consumidores se comprometen con el desarrollo de sus comunidades.

Busca garantizar a los trabajadores condiciones de trabajo dignas.

El comercio Justo consensuada internacionalmente es: “Un sistema comercial

basado en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor

equidad en el comercio internacional prestando especial atención a criterios

sociales y medioambientales, ofreciendo mejores condiciones comerciales y


asegurando los derechos de productores y trabajadores desfavorecidos,

especialmente en el Sur”. (Organización Mundial del Comercio Justo, WFTO)

Este se sostiene en diez principios como: la no utilización de productos

químicos que deterioran la tierra, la combinación de prácticas ambientales con

la preservación de los recursos naturales, los productos se obtienen a través

de procesos naturales, protege al medio ambiente, contribuye a mitigar el

cambio climático, potencia los mercados locales y los canales de

comercialización justos, se evita el trabajo infantil y se fomenta el empleo y la

equidad de género.

Los diez principios internacionales

La Organización Mundial del Comercio Justo establece 10 criterios:

1. Creación de oportunidades para productores con desventajas económicas: La

reducción de la pobreza mediante el comercio. Apoya a los pequeños

productores marginados ya sean empresas familiares independientes, o

agrupados en asociaciones o cooperativas. Su objetivo es que puedan pasar de

la pobreza y la inseguridad de los ingresos a una autosuficiencia económica y

propia.

2.Transparencia y responsabilidad: La organización es transparente en su

gestión y en sus relaciones comerciales. Es responsable ante todos sus grupos

de interés y respeta la sensibilidad y confidencialidad de la información

comercial que le es proporcionada. Encuentra medios apropiados para

involucrar a los empleados, miembros y productores en sus procesos de toma

de decisiones. Asegura que la información pertinente sea proporcionada a


todos sus socios comerciales. Los canales de comunicación son buenos y

abiertos a todos los niveles de la cadena de suministro.

3. Prácticas comerciales justas: Comercializa por el bienestar social, económico

y ambiental de los pequeños productores marginados y no maximizan sus

ganancias a expensas de ellos. Es responsable y profesional en el cumplimiento

de sus compromisos de una manera puntual. Los proveedores respetan los

contratos y entregan los productos a tiempo y con la calidad y especificaciones

deseadas.

- Los compradores reconocen las desventajas financieras que los productores y

proveedores enfrentan, aseguran que los pedidos sean pagados. Un prepago de

por lo menos el 50% se hace si así es solicitado y ellos aseguran que este pago

sea transferido a los productores o agricultores que hacen o desarrollan sus

productos de Comercio Justo.

- Los compradores consultan con los proveedores antes de cancelar o

rechazar pedidos.

- Cuando los pedidos son cancelados por causas ajenas, una compensación

adecuada es garantizada por el trabajo ya hecho. Los proveedores y

productores consultan con los compradores si hay un problema con la

entrega, y aseguran que una compensación sea proporcionada cuando no

coinciden con lo facturado.

- La organización mantiene relaciones a largo plazo basadas en la

solidaridad, la confianza y el respeto mutuo que contribuyen a la

promoción y el crecimiento del Comercio Justo. Mantiene una

comunicación efectiva con sus socios comerciales. Aumentan el volumen

comercial entre ellas y el valor y la diversidad de su oferta de productos


como un medio de crecimiento del Comercio Justo para los productores

con el fin de aumentar sus ingresos. La organización trabaja en

cooperación con las otras Organizaciones de Comercio Justo en el país y

se evita duplicar los diseños de patrones de otras organizaciones.

- Reconoce, promueve y protege la identidad cultural y las habilidades

tradicionales de los pequeños productores como lo reflejan en sus productos.

4. Pago de un precio justo: Es aquel que ha sido establecido de mutuo acuerdo

por todos a través del diálogo y la participación, que proporciona un pago justo

a los productores y es sostenido por el mercado. Significa la provisión de una

remuneración socialmente aceptable (en el contexto local) considerado por los

propios productores como justos, y que tenga en cuenta el principio de igual

pago por igual trabajo entre mujeres y hombres. Apoyan el desarrollo de

capacidades según sea necesario a los productores.

5. Asegurar ausencia de trabajo infantil y trabajo forzoso: Se adhiere a la

Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, y a la ley

nacional/local sobre el empleo de los niños, asegura que no hay trabajo forzoso

en su mano de obra y/o miembros o trabajadores a domicilio. Cualquier

participación de niños en la producción de artículos de Comercio Justo

(incluyendo el aprendizaje de un arte tradicional o artesanal) es comunicada y

monitoreada y no afecta negativamente al bienestar, la seguridad, los

requisitos educativos y la necesidad de jugar de los niños.

6. Compromiso con la no discriminación, equidad de género y libertad de

asociación (sindical): No discrimina en la contratación, remuneración, acceso a

la capacitación, promoción, terminación o jubilación por motivos de la raza,


casta, origen nacional, religión, discapacidad, género, orientación sexual, unión

de membresía (afiliación sindical), afiliación política. HIV/Sida, estatus o edad.

Toma en cuenta las necesidades especiales de salud y seguridad de las mujeres

embarazas. Las mujeres participan plenamente en las decisiones concernientes

al uso de los beneficios resultantes del proceso de producción.

7. Asegurar buenas condiciones de trabajo: Proporciona un entorno de trabajo

seguro y saludable para los empleados y miembros. Cumple con las leyes

nacionales y locales y convenios de la OIT sobre salud y seguridad. Las horas

de trabajo y las condiciones para los empleados y miembros cumple con las

condiciones establecidas por las legislaciones nacionales y locales y los

convenios de la OIT. Buscan, de manera permanente, crear conciencia sobre

temas de salud y seguridad y mejorar las prácticas de salud y seguridad en los

grupos de productores.

8. Facilitar el desarrollo de capacidades: Aumenta los efectos positivos de

desarrollo para los pequeños productores marginados a través del Comercio

Justo, desarrolla las habilidades y capacidades de sus propios empleados.

9. Promoción del Comercio Justo: Crea conciencia sobre el objetivo del

Comercio Justo y de la necesidad de una mayor justicia en el comercio mundial

a través del Comercio Justo. Ofrece a sus clientes información sobre sí misma,

los productos que comercializa, y las organizaciones de productores o socios

que elaboran o cosechan los productos.

10. Respeto por el medio ambiente: Maximizan el uso de materias primas de

fuentes gestionadas en forma sustentable en sus áreas de distribución,

comprando a nivel local cuando sea posible. Utilizan las tecnologías de


producción que buscan reducir el consumo de energía y en lo posible las

tecnologías de uso de energías renovables que reduzcan al mínimo las emisiones

de gases de efecto invernadero.

Los organismos que promueven este tipo de intercambio están asociados, y han

creado una serie de sellos y acreditaciones que la población puede ver en el

producto, sellos como el de Fairtrade Internacional.

5. Tratado de Libre Comercio


A lo largo de los últimos 20 años del TLCAN (1994-2014) se han producido

resultados negativos para la mayor parte de las sociedades de los tres países

que lo signaron (Canadá, Estados Unidos y México), ampliándose y

profundizándose los desequilibrios y brechas internas y externas; sin embargo,

las posibilidades de que se amplíen y aceleren se han elevado. En el último

periodo, los gobiernos de los tres países han reconstruido una visión

estratégica del espacio económico común, que implica avanzar por el mismo

camino que hasta ahora ha llevado a la creciente fragilidad e incertidumbre

para México. Se han emprendido cambios que pretenden crear una salida, sin

embargo, la estrategia no ha variado, por lo que parece difícil se superen sus

fallas y limitaciones.

La idea básica se esboza en la presente colaboración es que dicha

reconstrucción implica, desde la perspectiva de México, el despliegue, hasta

sus últimas consecuencias y de manera integral, de la liberalización económica y

contracción de las funciones sustantivas del gobierno, dos aspectos del mismo

proceso. Uno de los aspectos fundamentales de esa contracción se da en las


funciones económicas y sociales lo que deteriora la capacidad de gobierno e

impide la presencia de la sociedad como de sus necesidades, en el diseño e

instrumentación de las políticas públicas. Esto último parece ser una de las más

importantes estrategias del TLCAN. Por ello se insiste en esta colaboración,

que las reformas emprendidas durante el 2012 a la fecha tienen un claro apoyo

a los intereses económicos de consorcios transnacionales. La primera parte de

este trabajo repasa los éxitos (pocos y concentrados) y fracasos (muchos y

generalizados) del TLCAN. En la segunda parte se aborda la avalancha de

reformas emprendidas desde 2012 en México, como mecanismos e

instrumentos que amplían y profundizan el TLCAN. Estas reformas,

básicamente regresivas, han mostrado su debilidad institucional y económica,

así como la enorme supeditación al sistema financiero global de la economía

mexicana. En esa perspectiva se afirma que dichas reformas son parte de un

proceso aún inconcluso que supone un proyecto radicalmente global y

financiarizado. En este sentido, los resultados del TLCAN y su profundización

imponen relaciones de mercado a las sociedades, y las someten a los vaivenes

de éste, enajenando su capacidad de generar y recrear sus proyectos sociales,

políticos y económicos.

Hace más de 30 años, en la década de los años ochenta, en al y México se

impulsaron programas de privatizaciones y apertura comercial, lo que

constituyó una primera generación de reformas estructurales. Esas, como

ahora, se plantearon el objetivo de combatir los desequilibrios, desterrar la

crisis y retomar el desarrollo económico y, con todo ello, alcanzar la justicia, la

democracia y la libertad. Estos mismos objetivos fueron retomados durante la


segunda generación de reformas, en los años noventa, mismos que acompañaron

las negociaciones del TLCAN hace 20 años.

La crisis iniciada en 2007, que ha afectado al mundo entero, sobre todo a los

países desarrollados, nuevamente está sirviendo para imponer programas

semejantes en todo el mundo, lo que ha contribuido a agudizar el deterioro y la

concentración a escala mundial en el ámbito económico, político y social

(Cabrera, 2013). En los años ochenta las reformas estructurales estuvieron

diseñadas para acelerar la estrategia exportadora, propiciada por la

contracción del mercado interno, debido a la profunda caída del salario y los

ingresos de los trabajadores (Herrera, Lope, Badillo y Escobedo, 2012). El

salario en México había alcanzado su punto más alto en 1976, y cayó

sistemáticamente durante toda la década de los ochenta y prosiguió su caída

en los años noventa, aunque en menor grado. A partir del año 2000 se

desaceleró su caída, aunque está muy lejos de ser revertida. La

instrumentación de políticas públicas generó el círculo vicioso entre la caída

salarial y contracción del mercado interno y, precisamente esa caída, ha sido

funcional para el TLCAN. Con el Tratado se aceleró el programa de

liberalización y apertura comercial y financiera, impulsado por organismos como

el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), cuyo

contenido programático se conoció desde los años noventa como el Consenso de

Washington, que benefició a los corporativas multinacionales. Se impuso una

creciente marginación de los intereses de los trabajadores en el Estado,

haciendo hegemónicos los intereses de los grupos más poderosos, verdaderos

impulsores de las tres generaciones de reformas. Se puede decir que se trata

de un proyecto político neoliberal: liberalización total de la economía y la


marginación radical del Estado en la economía nacional, los intereses nacionales

y la sociedad (Vidal, 2010). En esa perspectiva se puede afirmar que los

acuerdos comerciales han sido vehículo e instrumento, pero no esencia de la

estrategia neoliberal, la cual se caracteriza por una visión del mundo donde las

clases subalternas deben estar totalmente subordinadas y marginadas en la

toma de decisiones. En esta perspectiva, si se retiraran todos los acuerdos

comerciales de liberalización, se vería que en todo el mundo hoy, se ha

impuesto esa orientación política, con acuerdos comerciales o sin ellos.

El TLCAN impuso el libre tránsito de bienes y servicios y la eliminación de

aranceles y, ha sido el hilo conductor del proceso de integración subordinada

de los tres países a la globalización y financiarización, en beneficio de los

grandes corporativos. Los 90 artículos en 22 capítulos divididos en ocho partes

del TLCAN: Aspectos Generales, Comercio de Bienes, Barreras Técnicas al

Comercio, Compras del Sector Público, Inversión, Servicios y Asuntos

Relacionados, Propiedad Intelectual, Disposiciones Administrativas

Institucionales y otras disposiciones finales importantes (SICE, 2014), han

vulnerado y deteriorado las sociedades de los tres países, siendo la mexicana la

más dañada, ahondando su dependencia económica, financiera y política.

Ante la cada vez mayor liberalización económica y en especial la financiera,

asociada a la menor intervención del Estado, instrumentadas por el TLCAN

como demás tratados comerciales, y desde el 2012 con las reformas

emprendidas en México, es urgente combatir dicha estrategia, que se ha

convertido en una estrategia global. Un elemento central de este combate es

revertir la devaluación salarial. Elaborando una estrategia con el objetivo de

alcanzar el pleno empleo y el ingreso universal para restablecer un nivel de vida


digno y reactivar el mercado interno, pero también reducir el nivel de conflicto

que vive la sociedad. Promover un horizonte de redistribución del ingreso y la

riqueza a todos los niveles que sea una meta incuestionable en el corto,

mediano y largo plazo. Asociado a una política de protección a la sociedad en su

conjunto.

Impedir mediante acuerdos políticos rescates financieros que, como se ha

visto, no sólo vulnera las economías subdesarrolladas, sino también las

desarrolladas. Someter al sector financiero y bancario a cumplir con una

estrategia de financiamiento adecuado para el desarrollo del país; además

imponerle todo tipo de controles para evitar que siga la ruta de la especulación,

que pone de rodillas a la economía real, y sobre todo a la sociedad.

Insistir que el reto fundamental no radica en la integración al mercado global,

sino en la construcción de un proyecto inclusivo de la economía nacional que

genere condiciones para un desarrollo autónomo, social y popular. Sin cerrarse

al mercado mundial, ni subordinarse, abrir espacios de mayor equidad y

mejores intercambios interregionales; ya que el proyecto exportador hasta hoy

vigente ha contraído la economía. Razón de más para revertir la economía al

mercado interno. Las exportaciones al realizarlas básicamente empresas

transnacionales, los frutos generalmente se mantienen en la órbita global, y

ahora cada vez más en la financiera especulativa, con pocos beneficios para los

territorios nacionales. Por ello urge revisar integralmente el TLCAN, así como

aquellas reformas emprendidas en México que siguen la estrategia exportadora

a costa de la nacional. En el caso particular de la reforma política en México


debe ser rectificada, igual que todas las demás, para restablecer la conexión

real con la sociedad y en beneficio de ella.

6. El Rescate Bancario o FOBAPROA

El origen de la crisis bancaria mexicana se remonta a la reforma financiera

emprendida desde 1989, cuando se procedió a quitar las regulaciones

existentes sobre las tasas de interés y colocación del crédito; a la

privatización acelerada de los bancos y a la apertura del mercado financiero a

los flujos de capital extranjero. Entre 1989 y 1994, las elevadas tasas de

interés reales, junto con la enorme entrada de capitales extranjeros al

mercado financiero se tradujeron en una muy dinámica expansión del crédito.

Elevadas tasas de interés, acompañadas de descenso en el ritmo inflacionario e

importantes expectativas de crecimiento económico que sembró el Tratado de

Libre Comercio de Norteamérica, se convirtieron en un incremento del crédito,


del refinanciamiento del principal y de la capitalización de los intereses

devengados.

Por su parte, el rápido proceso de privatización bancaria, sucedido en 18

meses, llevo a un dinámico reposicionamiento en el mercado de los bancos y con

ello a una modificación de su cartera de clientes, para la administración de sus

balances e incremento notable de las operaciones interbancarias como fuente

de liquidez fundamental. Todo ello contribuyó a elevar los márgenes de

intermediación y a acelerar el crecimiento del crédito mismo con la

capitalización de los intereses. Ese aumento del crédito se convirtió en

incremento de la inversión productiva o en demanda agregada de productos

nacionales durante 1991-1994. Las altas tasas de interés se acompañaron de

elevados márgenes y ambos fueron también un incentivo para la obtención de

recursos por parte de algunas empresas y bancos mexicanos en el exterior, con

tasas sustancialmente

menores y con expectativas de deslizamiento cambiario estables. Por ello,

algunas de las mayores empresas mexicanas y los bancos se encontraron con

elevados pasivos, en moneda extranjera de muy costoso refinanciamiento,

cuando se sucede la devaluación de casi 100% de diciembre de 1994 y la

elevación de las tasas de interés de 1995 generó un desbalance cambiario y

crediticio en la operación de los bancos y de las mayores empresas, solo en el

caso de los bancos podría estimarse superior a los 25 mil millones de dólares.

Sin embargo, la cartera vencida de los bancos superaba su capital contable,

posteriormente con el desbalance procedente de la devaluación y de la

elevación de las tasas de interés, los bancos asaron a la quiebra plena. Su

operación fue cada día más costosa, pues se elevó el refinanciamiento en el


mercado interbancario y la sobretasa pagada por sus pasivos en moneda

extranjera llego incluso a los mil puntos base. Además, el riesgo por el Fondo

Monetario Internacional (FMI), impedía que cualquier medida de estabilización

tuviese éxito. Los primeros meses de 1995 fueron un momento crucial para el

futuro de la economía. El riesgo de caer nuevamente en una moratoria así fuese

involuntario, en la deuda externa era inminente debido al elevado monto de los

vencimientos de deuda que debían ser pagados o refinanciados, en más de 50

mil millones de dólares. De ahí la posición del gobierno estadounidense que

aprobó, una línea de crédito desde la Reserva Federal garantizada con las

ventas futuras de petróleo y convocó a gobiernos, instituciones financieras

internacionales y a los bancos privados al refinanciamiento y disposición de

nuevos fondos. Este, así llamado, "paquete de rescate", que condicionó las

políticas instrumentadas para enfrentar la crisis bancaria, el rescate de los

bancos y en todo caso el rescate de los deudores morosos. Así, la decisión de

garantizar los depósitos por igual, no procediendo hacia un control parcial de

cambios, la decisión de elevar las tasas de

interés como fórmula de recuperar la "confianza" de los "inversionistas"

extranjeros e interviniendo solo en unos bancos, no proceder al congelamiento

de los mayores depósitos, no instrumentar el rescate de la banca. En todas

estas decisiones tuvo una participación decisiva el FMI. Fueron elevando las

carteras vencidas de los bancos por un lado y por otro incrementando

aceleradamente la masa de depósitos bancarios. Sólo el incremento de las

tasas de interés que se impuso durante 1995 duplicó los pasivos bancarios,

condujo a la capitalización de intereses de muchos créditos cuyas garantías

perdían valor al tiempo en que la economía se contraía. El mayor volumen del


crédito se encuentra otorgado a los sectores empresariales de gran tamaño.

Así, remover del balance de los bancos los activos improductivos tenía la mayor

importancia, pero estos son un pequeño número de créditos de gran volumen, la

reestructuración y el descuento parcial con cargo a los contribuyentes ha sido

una fórmula para facilitar la justificación gubernamental del rescate.

Así, la solución de traspaso de cartera de créditos, al tiempo que limpia los

balances bancarios evito los enormes requerimientos de capitalización. Ese

traspaso de cartera se resolvió a través del Fobaproa, fondo creado

inicialmente para garantizar el ahorro bancario frente a posibles quiebras,

pero que fue completamente rebasado por ellas. Dicho fondo fue capitalizado a

través de deuda contingente del Gobierno Federal y en 1998 fue aprobada

como deuda pública por el Congreso. El saneamiento de los bancos intervenidos,

garantizando los depósitos que no tenían como contrapartida activos

productivos (sino una enorme burbuja de intereses), con la compra de cartera a

bancos y las garantías y capitalización de los bancos intervenidos, fueron

convirtiéndose en una elevada masa de activos en manos del Fobaproa con muy

reducido precio en el mercado.

Por ello, en febrero de 1998 se estimaron los activos del Fobaproa en $552 mil

m y al finalizar el año en 750 mil m, ello equivale a unos $200 mil m en

intereses capitalizados en sólo 10 meses. Son activos que no tienen tras de si

ninguna garantía real, mientras que, para los bancos, muy pronto los bonos

recibidos a cambio de activos improductivos serán liberados e irán teniendo

mercado, de manera que los bancos irán descongelando parcialmente sus

activos. Al mismo tiempo, el control extranjero de los bancos antes nacionales

ha venido creciendo, aún antes de la aprobación de la ley que permite hasta el


100% de capital accionario extranjero en bancos (a finales de 1998). Casi todos

los bancos pequeños fueron intervenidos por las autoridades regulatorias y

fusionados o vendidos posteriormente. El Fobaproa compró tal monto de

activos improductivos a los bancos, que fue capitalizado a través de deuda

pública y ésta se triplicó, colocándose por encima del 40% del PIB. Sin

embargo, en las condiciones de costo que ésta tenía, y la persistente tendencia

a mantener tasas de interés reales muy por encima del crecimiento económico

y del incremento de la productividad, genero una deuda pública enorme. En

1998, la deuda pública interna incrementada por el rescate del Fobaproa

devengó intereses superiores al 8% del PIB, más dos veces la captación fiscal

por IVA, más la deuda pública externa que se estiman en 2.5% del PIB, siendo

capitalizados.

El riesgo económico y político de todo ello es enorme y la retribución social es

ínfima. Acumulando una cartera superior al 18% de la cartera total y casi dos

veces su capital al finalizar 1998, por lo que continúa en quiebra técnica, y la

gran mayoría de los deudores bancarios, no reciben los beneficios del rescate.

Los movimientos organizados de deudores bancarios cobraron impulso desde

finales de 1993. Sin embargo, sus demandas más inmediatas les enfrentan de

manera directa con el grupo social económica y políticamente más importante

en el país y que más se ha beneficiado del proceso de reforma económica. Por

tanto, sus demandas representan una crítica directa al gobierno y la

compresión de este hecho ha colocado a este movimiento alternativas

económicas que permitan otra modalidad de crecimiento económico. Así, la

resolución se alcanzó en los términos de la relación banca-deudores, impulsando

una relación crédito-producción de enorme significación económica, política y


posición en que quedo el sector empresarial más importante de México, no sólo

bancaria, sino comercial y productiva. Llevo a la aprobación del Congreso la

legislación que permite hasta el 100% de participación en el capital de bancos

extranjeros, conduciendo a la pérdida en su posicionamiento en el mercado de

los bancos de capital nacional con presencia de extranjeros. Este desequilibrio

económico y político se convirtió en ingobernabilidad y crisis política, a través

de mantener altas tasas de interés reales continuando, siendo uno de los

principales problemas financieros y de financiamiento. Los mayores tenedores

de Cetes y papel gubernamental, incluyendo el llamado bono Fobaproa en el

balance de los bancos, reciben intereses 10 o más puntos por encima de ella,

mientras que los costos del fondeo interbancario actualmente casi duplican la

inflación estimada y, el peso continúa devaluándose, más del 20% en los meses

de la crisis rusa y

brasileña (agosto de 1998-enero de 1999). El mantenimiento de altas tasas de

interés locales nuevamente incrementará las carteras vencidas y agudizará la

quiebra bancaria, sacrificando sin razón la actividad económica. En cambio, el

FMI continúa reiterando hasta la saciedad las bondades de la libertad

comercial y cambiaria.

Conclusión
Como cualquier otro problema que no se atiende a tiempo y que mientras más se

vaya postergando su solución, con el paso de los años traerá consigo

consecuencias, así lo ha hecho la informalidad que ha crecido de tal manera que

ahora es mayor su “aportación” al producto interno bruto.


Por ello, concluimos que la economía informal es de donde se derivan los otros

aspectos, ya que van de la mano. El perfil de trabajo decae demasiado al haber

muchos trabajos informales y por falta de recursos las prestaciones

disminuyen, se incrementa de la desigualdad, hay disminución de salarios y un

aumento en la precarización de las condiciones laborales de los trabajadores.

En pocas palabras, trabajan más tiempo por menos salario y beneficios.

La falta de oportunidades en el mercado laboral ha incentivado a las personas a

realizar acciones en beneficio de ellos mismos. Pero en muchas ocasiones ese

beneficio no es el esperado porque como se menciona anteriormente, el estar

involucrado en una actividad de tipo informal es obtener ganancias mínimas que

sólo sirven para la supervivencia, no hay un punto en el que obtengas utilidades

mayores porque no se cuenta con los elementos necesarios para incrementar la

productividad, ya sea elementos como un financiamiento o la tecnología que año

con año se convierte en uno de los factores más importantes para poder

sobresalir económicamente en el mundo de la globalización.

La informalidad se convierte en una solución rápida ante la desesperación de

las personas por observar que cada vez más el gobierno busca hacerse de más

dinero a través de los impuestos que un gran número de personas no pueden

pagar, y de igual manera existen todas esas personas, empresarios, políticos

que teniendo el poder económico para realizar sus obligaciones fiscales, no las

hacen, generando así incrementos en los impuestos aplicados o creación de

nuevos impuestos para intentar elevar la recaudación fiscal pero de una manera

que no es adecuada porque perjudican a la ciudadanía y por ende a la economía.

Si quisiéramos cambiar el régimen neoliberal, tendríamos que empezar por

derogar la Reforma Laboral y aumentar significativamente los salarios de los


trabajadores. Según CONEVAL para superar la línea de pobreza por ingreso el

salario mínimo debería tener un aumento de al menos 20%. Además, el gobierno

y las empresas tendrían que ofrecer trabajos decentes con prestaciones y

hacer realidad la seguridad social para trabajadores formales e informales.

Respecto a las normas de competencia laboral pues son buenas ya que son el

perfil que debe tener un trabajador para poder estar al nivel de los demás, es

decir, prácticamente están hechas para que haya una igualdad y no se sientan

diferentes al convivir en el trabajo. De igual forma es para que entre unos y

otros se ayuden y puedan corregir algunos pequeños errores que puedan

cometer en su jornada laboral; por ende, es la calidad de trabajo que brinda

cada empresa.

El outsourcing es lo que ahora hacen las empresas, por una parte, está bien

porque son personas ya especializadas que se dedican a hacer solo para lo que

los contratan y les liberan el trabajo a los empleados directos pudiendo así

ellos realizar lo de mayor importancia, pero esto también perjudica ya que si es

necesario realizar alguna otra cosa o brindar información los subcontratados

no lo harán porque para eso no les pagaron además que pueda que no sepan

cómo se realizan todos los protocolos.

El comercio justo sería una muy buena opción y considero que si se llevan a

cabo los 10 principios de comercio justo es más fácil, a lo mejor no todas las

personas cumplen con todos, pero poco a poco se van inculcando y habrá

mejorías, quizá no significativas de la noche a la mañana, pero con el paso del

tiempo habrá un gran avance. Todo es cuestión de ponerlos en práctica.


El tratado de libre comercio (TLCAN) permitió un acuerdo de naciones

favorecidas, promoviendo condiciones de comercio más aptas, facilitando la

circulación de bienes y servicios hacia una competencia justa, representando

uno de los tratados comerciales más importantes. Es importante mencionar que

dentro de todo lo positivo también hubo cosas negativas, en particular hubo

una dependencia económica de México con otros países, en especial con

Estados Unidos.

Debido a los fracasos de las reformas neoliberales, hoy tenemos un sector

bancario prácticamente controlado por extranjeros, que sin embargo sigue

constituyendo un costo excesivo para los usuarios directos de la banca ya sea

mediante cobros y comisiones diversas, así como para el resto de los

ciudadanos que pagan sus impuestos, por medio de las asignaciones

gubernamentales al rescate bancario. Esos costos que han salvaguardado las

ganancias privadas del sector especulativo a costa de mayores pérdidas

sociales y productivas han sido tolerados por la política económica neoliberal,

basada en las instituciones de mercado y avalada por las relaciones de poder

entabladas por la nueva coalición gobernante. Por todo ello, el rediseño de la

estructura del sector bancario en México constituye una parte nodal de la

nueva institucionalidad que el país merece.

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