Nota 2023-05-03 14-24-56

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Entrena tu memoria: técnicas de memorización

La memoria se puede entrenar para mejorar su rendimiento. Si ejercitas


frecuentemente la memoria, las conexiones cerebrales de las estructuras implicadas
en esta capacidad se fortalecerán. Una manera de hacerlo es mediante las técnicas
de memorización, diferentes métodos que puedes utilizar para mejorar el aprendizaje
de una materia.

Estas son algunas de las técnicas para memorizar que pueden serte útiles a la hora
de estudiar:

Técnica del recuerdo

La técnica del recuerdo es una técnica de memorización que se basa en hacer el


esfuerzo consciente de recordar. Cuando estés estudiando, retira un momento el
libro o los apuntes que hayas estado leyendo y trata de repetirlos en tu cabeza,
mejor si es con tus propias palabras, asegurándote de que comprendes lo que estás
diciendo. Dentro de esta misma técnica de memorización, también puedes realizar lo
que se denomina una lectura activa, es decir, mientras lees vas haciéndote
preguntas sobre el texto y contestándolas. Una última opción sería poner por
escrito lo que acabas de leer, de nuevo con tus propias palabras, pues escribir a
mano refuerza el proceso de aprendizaje y memorización.

Por ejemplo, estás estudiando para una oposición y quieres aprenderte de memoria la
definición de Impuesto de la Renta (IRPF): “un tributo de carácter personal y
directo que grava, según los principios de igualdad, generalidad y progresividad,
la renta de las personas físicas de acuerdo con su naturaleza y sus circunstancias
personales y familiares”. ¿Has comprendido la idea principal? ¿Podrías decirla con
otras palabras? Si aún tienes dudas puedes seguir haciéndote preguntas para ahondar
en el entendimiento del texto: ¿Qué es el IRPF? Un tributo de carácter personal y
directo. ¿Qué grava? La renta. ¿De quién? De las personas físicas de acuerdo con su
naturaleza y sus circunstancias personales y familiares. ¿Cómo lo hace? Según los
principios de igualdad, generalidad y progresividad. Estas preguntas te ayudarán a
memorizar el párrafo y a saber repetirlo cuando tengas que hacerlo.

Técnica de la historia-imagen o visualización

Una fórmula para memorizar un listado de datos (listas de nombres, fechas, lugares,
etc.) es inventar un relato que los aglutine todos. La clave para que esta técnica
de memorización funcione es visualizar esa historia, y si es creando imágenes
exageradas o divertidas, mejor. Siempre resultará más fácil acordarse de una
historia, por absurda que sea, que de datos sueltos.

Si tienes una lista de palabras para memorizar, como pueden ser: perro, pájaro,
lápiz, árbol, futbolista, moto, plátano, gorra y copa, podrías inventarte una
historia como la siguiente: “Un perro perseguía a un futbolista montado en una
moto, con una gorra puesta y una copa en una mano y un lápiz en la otra, la moto
pisó un plátano y resbaló y fue a chocar con árbol, en donde había un pájaro que se
asustó y salió volando”. Aunque la historia no tenga mucho sentido, te será más
fácil recordar todos los vocablos que memorizar cada uno de manera independiente.

Técnica de las iniciales o de los acrónimos

Esta técnica para memorizar consiste en coger la letra inicial de cada una de las
palabras que queramos recordar y crear una nueva palabra o frase con todas ellas,
con o sin significado. Este método es muy útil para memorizar rápidamente un
listado de términos: nombres de países, ciudades, o fórmulas matemáticas o de
economía.

Por ejemplo: necesitas aprender las cuatro provincias catalanas: Barcelona, Girona,
Tarragona y Lleida; puedes crear una nueva palabra a partir de sus iniciales:
BaGaTeLa. Al pensar en esta palabra tu cerebro recordará de forma automática las
cuatro palabras (provincias) que la conforman.

O bien este otro ejemplo: necesitas recordar la fórmula del interés simple
(I=C*i*t, en donde el Interés es igual al Capital por la tasa de interés anual en
forma decimal por el tiempo expresado en años). Puedes crear el término “ICaIT”,
que engloba las iniciales de todas las palabras a recordar: cada vez que necesites
recordar la fórmula, te acordarás de esta palabra, y a partir de ella tu cerebro te
llevará hasta los datos que componen la fórmula.

Técnica del lugar o LOCI

El método LOCI (lugares, en latín) se basa en la memoria espacial y es


especialmente adecuado para recordar una información con una estructura o jerarquía
clara. Lo que has de hacer es asociar los datos que quieras recordar a un lugar que
te sea familiar (por ejemplo, tu casa). Tendrás que asociar los conceptos que
quieres memorizar con un determinado itinerario, y repetirlo cada vez que quieras
recordar la información.

Imagínate que estás estudiando la tabla periódica de los elementos y quieres


aprender los siete gases nobles: helio, neón, argón, kriptón, xenón, radón y
oganesón. Piensa ahora en qué es lo que haces cada vez que llegas a casa: abres la
puerta, enciendes el interruptor de la luz, dejas las llaves y el móvil en un
estante, cuelgas el abrigo, pones el bolso en una silla, y te descalzas y pones las
zapatillas de estar por casa. Ahora vincula cada elemento a una de las palabras de
la rutina anterior: puerta/helio; interruptor de la luz/neón; llaves/argón;
móvil/kriptón; abrigo/xenón; bolso/radón/ y zapatillas/oganesón. De esta manera,
sólo deberás recordar tu recorrido habitual al llegar a casa para que te vengan a
la memoria los siete gases nobles. Además, cada vez que recorras el itinerario
mental creado, estarás mejorando la retención de los conceptos memorizados.

Técnica de los números

En algunos estudios, como matemáticas o historia, hay que ser capaz de recordar una
gran cantidad de fechas o cifras. Uno de los métodos para memorizar números largos
consiste en desglosar las cifras de cada número o fecha y sustituir cada una por
una palabra que tenga el mismo número de letras. Con todas ellas formarás una frase
que será la que memorizarás.

Por ejemplo, para recordar que la Constitución de EEUU se aprobó el 4 de julio de


1776 puedes pensar en la siguiente frase: “John (4) viajaba (7) a (1) conocer (7)
Estados (7) Unidos (6)”. ¿Más sencillo de recordar, verdad?

Método Herigone

El método Herigone fue creado por Pierre Herigone en 1634 y se basa en una sencilla
correspondencia de forma que asignamos a cada dígito del 0 al 9 como mínimo una
consonante. Por ejemplo:

1 T
2 N
3 M
4 C
5 L
6 S
7 F
8 CH
9 V
0 R
La idea es convertir números, que son datos abstractos, en algo más concreto y
tangible. ¿Qué nos permite esto? Si tenemos que memorizar una contraseña 346 NFT,
vamos a nuestra tabla de correspondencias (hay muchas, busca la que más se ajuste)
y recuperamos la letra para cada número para conseguir MCS NFT y asociamos ambos
códigos a una palabra que nos permite recordarla. Por ejemplo: Mi CaSa NFT.

Método Absume

El método Absume para memorizar parte de la idea de que el cerebro tiende a


recordar mejor las imágenes absurdas. Lo que hacemos es utilizar imágenes absurdas
(o directamente surrealistas) para establecer asociaciones mentales persistentes,
es decir, para pasar una información de nuestra memoria a corto plazo al largo
plazo. Absume es en realidad un acrónimo:

utilizamos imágenes absurdas (AB)


que sustituyan el contenido que queremos memorizar (SU)
moviéndolos a través de una historia (M)
utilizando la exageración para crear una imagen mental que favorezca el recuerdo
(E)
Puede servirnos como ejemplo la obra de Salvador Dalí “La persistencia de la
memoria” (1931). Existe la interpretación extendida de que los relojes derretidos
eran un símbolo de la relatividad del espacio y el tiempo (Dalí era un apasionado
de la ciencia y le fascinaba la teoría de la relatividad de Albert Einstein). Pero
además el pintor de Cadaqués es un experto en crear potentes imágenes tan
surrealistas como un tigre saliendo de otro tigre que a su vez sale de un pez.

Método Feynman

El Premio Nobel de Física en 1965 Richard Feynman es el encargado de acuñar la


siguiente metodología de estudio. Conocido por sus trabajos de mecánica cuántica y
física teórica, estableció un método de cuatro pasos para facilitar las tareas de
aprendizaje basándose en una premisa muy sencilla: cualquier materia o concepto por
complejo que sea puede desgranarse de forma que sea explicable y entendido por
cualquier persona.

En el paso 1, selecciona un tema a estudiar y busca la información que necesitamos.


En el paso 2, desarróllalo en papel de forma sencilla con todos los datos que
recuerdes, contexto, cuestiones importantes y explícalo en voz alta. Esto te
ayudará a ser consciente de qué partes no entiendes.
En el paso 3, revisa y completa de nuevo sobre papel las cuestiones que te faltaban
por desarrollar o entender con diagramas, datos técnicos o todo aquello que
necesites.
En el cuarto paso, reescribe de nuevo el tema pero esta vez pensando en cómo
explicarlo a una persona que no sepa nada de la materia. Eso te obligará a
descomponer grandes conceptos y datos técnicos en un lenguaje sencillo. Desarrolla
la lección en voz alto dirigiéndote a tu interlocutor ficticio o real para
aposentar los conceptos adquiridos y entender qué falta o en qué debes profundizar
para controlar un tema.
Técnica Pomodoro

La técnica Pomodoro se basa en establecer períodos de alta concentración dedicados


al estudio. No es tanto una técnica de memorización como un método de estudio.
Divide el tiempo que quieras dedicar a una actividad en intervalos –llamados
pomodoros– de 25 minutos. Una vez finalizados los 25 minutos de alta intensidad se
realiza una pausa de cinco minutos. Pomodoro establece rutinas de cuatro bloques
consecutivos de trabajo (cuatro pomodoros de 25 minutos) tras los cuales se realiza
un descanso de 20 a 25 minutos, en el que se desconecta totalmente de la tarea que
se está realizando.

El método se basa en la atención sostenida durante espacios de tiempo definidos. Si


necesitas un ejemplo práctico, te dejamos nuestro vídeo de música para estudiar
donde marcamos pomodoros y descansos para ayudarte en tu estudio.

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