Unidad 4 Grecia
Unidad 4 Grecia
Unidad 4 Grecia
La sociedad griega estaba formada por comunidades independientes llamadas polis, y en cada
una de ellas, la autoridad política y moral la detentaba un grupo de ciudadanos libres, variando
la forma de gobierno en las diferentes ciudades. A partir del siglo VIII a.C. los griegos se
lanzaron a la búsqueda de tierras fértiles, formando colonias. Éstas continuaban ligadas a su
ciudad.
A finales del siglo VII a.C., surgen las tiranías, posteriormente reemplazadas por la democracia
en Atenas y por la aristocracia en Esparta. Éstas pronto comenzarían a desempeñar un papel
clave en el ámbito político.
Acabadas las Guerras Médicas con la victoria griega, se inicia el auge de la hegemonía de Atenas
con Pericles, respaldado por la Liga de Delos. Sin embargo, la enemistad con otras polis desata
la Guerra del Peloponeso (431), con lo que Atenas pierda su supremacía política y el mundo
griego se debilita, ocasión que los macedonios aprovechan para imponerse. Así, con Alejandro
Magno se inicia una nueva época para todo el mundo heleno.
La extensión del territorio griego es muy reducido (Grecia, Jonia, archipiélago en el Egeo y unas
ciudades en la Magna Grecia, Sicilia y Cirenaica). A pesar de esta dispersión, las polis se sentían
unidas por la lengua, la religión y el modo de vida. La cultura helénica nos ha llegado a través de
las interpretaciones latinas. Todas las manifestaciones culturales están presididas por una
preocupación por el hombre. Se trata, pues, de una cultura de concepciones antropocéntricas.
Esta civilización creó un sistema mitológico como resultado de un largo proceso de fusión con
culturas procedentes del Mediterráneo y de Centroeuropa. La religión presenta así un cariz
politeísta caracterizado por el antropomorfismo.
Hay una gran influencia del humanismo en el arte, satisfaciendo así todas las necesidades del
hombre: urbanismo con la arquitectura, estudios anatómicos con la escultura, etc. Se da un
perfecto equilibrio entre la forma y el fondo, aunque durante el período helenístico con
frecuencia se perderá.
A) ARQUITECTURA:
Características generales:
a) Arquitectura simétrica, regular y adintelada, es decir, con techumbres planas.
b) Los materiales empleados generalmente son piedras calizas: arenisca, conglomerados,
mármol...
c) Con frecuencia, estaba policromada al exterior con colores muy intensos: rojo, azul, amarillo
dorado...
d) Virtuosismo técnico: persigue la armonía visual mediante refinamientos ópticos; algunos
ejemplos son el éntasis (arqueamiento voluntario de los fustes) o el intercolumnio (variación
milimétrica entre una columna y otra).
Urbanismo:
Los griegos fueron los primeros en desarrollar el urbanismo para el bienestar de los ciudadanos,
y es la polis la que costea los gastos. Existieron dos modalidades de planos en la distribución de
la ciudad:
2
b) Stoa: paseos para los ciudadanos; están muy relacionados con el desarrollo cultural de
Grecia.
d) Edificios de carácter lúdico y deportivo: teatros, odeones, estadios, palestras (fines rituales
para Dionisos)
e) Edificios religiosos: se sitúan en las acrópolis, que vienen a designar el lugar más importante
de la polis. Están muy protegidos y en origen tuvieron un carácter defensivo. Son los templos y
los santuarios.
El santuario.
En ellos se celebraban los festivales religiosos y cívicos, entre los que destacaron el culto de
Zeus en Olimpia y el de Apolo en Delfos. Se reunían varias polis para ello. Ofrecían una serie de
elementos comunes:
El templo.
El templo helénico procede del Megarón prehelénico: templo de planta rectangular con un
pórtico entre dos antas, una pieza a modo de vestíbulo y una sala en cuyo centro se disponía el
hogar. En estos edificios religiosos se utilizaba madera y adobe. La techumbre, a doble
vertiente, tenía una abertura por la que entraba la luz y salía el humo del fuego sagrado.
El templo es la morada del dios. Su disposición suele ser muy sencilla. La planta representa una
simetría perfecta. El espacio que rodea al templo forma parte del recinto sagrado (tenemos). La
distribución del templo es la siguiente:
3
c) Naos o cella (hekatompedos): sala consagrada a la divinidad, donde suele colocarse una
estatua de la misma.
d) Opistodomos: sala posterior donde se depositan las ofrendas de los fieles a la deidad.
Órdenes arquitectónicos:
b) Jónico: a partir del siglo VI a.C. surge en la Jonia. Es un orden más esbelto, pero más
recargado que el dórico. La columna se apoya en una basa sobre un pequeño plinto, y el fuste
presenta una acanaladura tallada. Las columnas son también más altas que las dóricas. El
capitel es muy interesante: el ábaco puede ser liso o decorado, el equino aparece “enroscado”
en los laterales formando las volutas, y el collarino se ornamenta con ovas, rosetas o distintos
motivos florales, característicos del orden jónico. El arquitrabe se divide en tres zonas, el friso
es continuo y suele estar decorado, y la cornisa es recargada, rica en detalles.
Las obras más importantes de la Acrópolis ateniense son el Pertenón, el Erecteion, el templo de
Niké Áptera y los propileos, que constituyen el acceso al recinto.
El Partenón
Se alza sobre una plataforma o crepidoma, que forma gradas a los cuatro lados del edificio (el
escalón superior se llama estilóbato y es donde descansan las columnas, los demás escalones
forman el estereobato), y en la fachada principal hay una rampa de acceso. El sistema de
techumbres es arquitrabado, y el tejado al exterior de doble vertiente. Las columnas son de
orden dórico, y se halla situado no en el centro de la Acrópolis, sino ladeado con respecto al
5
punto de vista de la entrada, lo que produce una sensación de mayor esplendor. Representa el
templo clásico por excelencia. Sus arquitectos fueron Ictino y Calícrates. Su planta es
completamente rectangular, y sus dimensiones, grandiosas. Es octástilo y períptero. Fue
construido entre los años 447-432 a.C. está dedicado a Atenea Partenos; la estatua a ésta se
sitúa en la cella interior, y fue esculpida por Fidias y sus discípulos, así como las figuras
decorativas del exterior. Todo el edificio se caracteriza en particular por su gran equilibrio en las
proporciones, y sigue los cánones griegos de armonía y belleza. Está realizado en mármol.
Los propileos: construidos por Menesicles entre los años 437-432 a.C. El estilo es dórico-jónico.
El orden dórico se usa en las columnas frontales y el jónico en las interiores. Consiste en un
doble pórtico muy desarrollado con dos frontales hexástilos. El proyecto contemplaba también
la construcción de dos edificios porticados a ambos lados, pero que no llegaron a construirse
por motivos económicos y por la intervención de los sacerdotes. Las alas exteriores estaban
decoradas; la de la izquierda con composiciones pintadas en las paredes, por lo que tomó el
nombre de “pinacoteca”; la derecha está concebida a modo de pórtico y se comunica con el
templo de Atenea Niké. Presenta una simetría en su planta.
El Erecteión
Fue construido entre 420-407 a.C. sobre los cimientos de otro templo que fue derribado,
durante una época de relativa paz en las Guerras del Peloponeso. El autor fue Menesicles, que
debió adaptar los elementos litúrgicos a las pautas clásicas. Es de orden jónico, de gran esbeltez
y elegancia. Consiste en tres templos adosados; todo sobre un crepidoma, en un desnivel
topográfico muy marcado: lo forman el Templo de Atenea Polias (próstilo, hexástilo, de planta
normal, orden jónico, estructura regular típica), el Templo de Erecteo y Poseidón (planta
anormal, con un vestíbulo común y naos distintas. En la fachada principal había una celosía
sobre un muro con intercolunios. La entrada es lateral porque antes, frente a donde se debería
haber situado la puerta, había un olivo que se consideraba sagrado de la diosa Atenea, y no
podía ser talado. Se creó un pórtico en el lateral izquierdo, donde además estaba la marca del
tridente de Poseidón durante su lucha con Atenea) y la Tumba de Crecops con la Tribuna de las
Cariátides (se accedía a ellas por una puerta desde el exterior, o desde la pronaos o vestíbulo
del templo de Erecteo y Poseidón. Las cariátides son seis; las estudiaremos en el apartado de
escultura).
Fue construido para la paz de Nikias, entre 421-420 a.C. el autor fue Calícrates, el mismo al que
se le atribuye la invención del capitel corintio. Es un templo tetrástilo y anfipróstilo, con
capiteles jónicos, que albergaba una antigua xoana (escultura de madera de la época
prehelénica).
Durante el siglo V a.C. ya se da una mayor flexibilidad en los modelos y una pérdida de la
serenidad inicial. Se inventan nuevos modelos, puesto que la crisis ha empujado a los hombres
a desconfiar de sus dioses, dando paso al estudio de otros elementos. Las formas son más
6
esbeltas y ornamentadas, y predominan los órdenes más modernos sobre el dórico. entre los
edificios a destacar de esta época destacan el Mausoleo de Halicarnaso, los Tholos de Delfos,
los Tholos de Epidauro y la Linterna de Lisícrates.
El Mausoleo de Halicarnaso es un edificio funerario que fue mandado levantar a petición del rey
del mismo nombre. Para ello se reunieron los arquitectos más célebres, entre ellos Scopas, para
erigir al rey en toda su importancia y su poder. Es de mediados del siglo IV.
Los Tholos son edificios circularon que se empleaban como lugar de reunión; el de Delfos sirvió
de modelo a su creador, Policleto el Joven, para el de Epidauro (360-350 a.C.).
Periodo helenístico
Se persigue ante todo el afán propagandístico, y los proyectos urbanísticos son muy ambiciosos
en cuanto a la arquitectura, especialmente en Asia Menor. Destaca una construcción conocida
como “el Altar de Zeus”, en Pérgamo, del siglo II a.C. Consiste en una plataforma de base
cuadrada, cuyo zócalo está decorado con motivos de gigantomaquia (luchas de gigantes). Se
accede a través de una escalera monumental. Las columnas no poseen mucha altura, son
jónicas y se distribuyen todo alrededor del edificio. Lo más interesante es la escultura, que
veremos más adelante. Otro templo es el Olimpeion de Zeus de Atenas, dedicado a Zeus
Olímpico. Es el templo de mayores dimensiones de todo el arte griego, y fue iniciado en el año
160 a.C., pero concluido en época romana por Cosucio. Es de orden corintio, y aunque
actualmente no se aprecia, era octástilo y peristilo.
B) ESCULTURA.
Características formales.
a) Escultura concebida para ser admirada; lleva asociada siempre la idea de belleza.
b) Predominio de la escultura humana y divina (antropomórficos).
c) Estudio del cuerpo humano en reposo y en movimiento, con el objetivo de conseguir
la plenitud de la belleza física.
7
d) Belleza naturalista y realista, pero idealizada: figuras en la madurez y en la perfección
física y moral.
e) Evolución en el estudio y el tratamiento del movimiento, desde la rigidez arcaica al
dramatismo helenístico.
f) Evolución en la plasticidad: en los orígenes se daba una fuerte abstracción geométrica.
g) Se conservan numerosas copias y originales de todas las etapas. Con frecuencia, los
romanos plagiaron la escultura griega, y muchos de estos ejemplares que hoy vemos no
son sino la réplica, no los auténticos. Así, vemos que se conserva la estética helena
durante momentos posteriores.
Materiales y técnicas.
Arcaico: se prefiere el mármol, que casi siempre procede de Naxos, Paros y Pentélico, y es de
una excelente calidad. Las esculturas se tallan y pulen, y se policromaban después mediante el
gámosis: el pigmento se aplicaba diluido con cera. Este colorido es suave, casi translúcido,
imitando la calidad del alabastro.
Clásico: se emplea el bronce mediante la técnica de la “cera perdida”. Los talleres broncistas
son muy populares. El bronce posee un acabado rojizo-dorado y presenta incrustaciones para
realzar el realismo: marfil, piedras, oro, plata... alcanzándose una policromía muy singular.
En todas las etapas por igual se usa la técnica crisoelefantina, que proporciona a las estatuas,
principalmente de las divinidades, un gran esplendor, pues se elaboran con placas de oro y
marfil.
Evolución de la escultura.
La escultura parte de la tradición pre-arcaica de los exvotos y las xoanas. Son muy simples y
emplean las mismas técnicas que aquéllos. Las esculturas características son los Kuroi y las
Korai (kuros y koré en singular). Presentan una gran influencia egipcia, y están realizadas en
caliza o mármol. La iconografía es semejante: los kuroi, los hombres, representan a los atletas
vencedores de los juegos. Están desnudos y siempre en la misma posición: una pierna
adelantada, los brazos pegados al cuerpo, la melena trenzada, ojos almendrados y la enigmática
“sonrisa arcaica”, limitada y forzada en los labios, casi hierática. Las korai son sacerdotisas;
siempre se representan vestidas con la indumentaria típica griega: xitón (túnica) e himation o
peplo (mantón). El cabello es largo y trenzado, los ojos almendrados, la sonrisa también arcaica.
Tanto en los kuroi como en las korai se da la abstracción geométrica, que evolucionará
8
posteriormente hacia el naturalismo. El movimiento es nulo, y tienen lugar casi por completo la
ley de la frontalidad y la simetría. Los más conocidos son el Kuros Anavisos (del arcaico tardío,
con las características propias ya descritas) y dos korai: la Dama de Auxerre (mano izquierda en
el pecho, procedente de un taller cretense, con gran influencia egipcia, estéticamente
relacionada con el orden dórico por su robustez y escasa gracilidad. La túnica está decorada con
motivos geométricos en lugar de pliegues) y la Hera de Samos (procedente de la isla del mismo
nombre; no se conserva su cabeza, se relaciona con el orden jónico, se aproxima al concepto de
figura-columna, a sus pies hay una especie de basa, está muy esquematizada, antinaturalista).
2) CLASICO IV al IV
Periodo de gran complejidad y nivel de producción artística. A su vez se puede subdividir en:
Durante esta etapa se fijan las características típicas y definitorias del arte griego. El núcleo
artístico más importante será Atenas, coincidiendo con su hegemonía política, y especialmente
con el gobierno de Pericles. Entre las características básicas:
El Discóbolo de Mirón: se conserva la copia romana de mármol, pero no el original. Éste fue
realizado mediante la técnica de la “cera perdida” en bronce. Representa al atleta Hyakihos,
que murió precisamente lanzando el disco. Aún no presenta movimiento; está preparándose. Es
una escultura muy significativa, puesto que su eje de verticalidad es inexistente, y en cambio,
sinuoso, evitando la ley de la frontalidad. Se introdujo en la copia un bloque de apoyo. Estudia
la anatomía, pero no existe relación entre el cuerpo, tenso, y el rostro, pasivo y ausente.
Mantiene un punto de vista frontal (no ley de la frontalidad; se aprecia mucho mejor si se mira
“de frente”). Obra de Mirón, procede de la Escuela de Argos.
10
Rompe con la ley de la frontalidad , pues no todas las partes de su cuerpo están orientadas
hacia el mismo lugar. El canon es el típico de Policleto.
Fidias es el más relevante escultor del periodo clásico, y su obra más famosa es sin duda el
conjunto escultórico del Partenón. Parte de lo real, de la naturaleza, para posteriormente
idealizar su escultura. Consiguió dotar a todas sus creaciones de un gran equilibrio físico y
moral; por ello se le ha considerado el mejor retratista de los dioses. No trabajó en el Partenón
solo, sino ayudado por sus discípulos.
Obra exclusiva de Fidias es la Atenea Partenos. Lleva un yelmo muy aparatoso, y la Niké Áptera
en una mano. Atenea representa la “guerra sabia” frente a la “guerra violenta” de Ares. Se
situaba en la cella central del Partenón, y había sido elaborada mediante la técnica
crisoelefantina, con oro, marfil, incrustaciones, piel de serpiente imitada y los atributos propios
de los guerreros. Actualmente sólo se conservan las copias. La escultura monumental se localiza
en diferentes partes: los tímpanos (en el anterior, el nacimiento de Atenea; en el posterior, la
lucha de Atenea y Poseidón), las metopas (combates del rey Teseo, con motivos de centauros,
amazonas, gigantomaquia..., representados en pequeños grupos) y en el friso de la cella de la
diosa (160 m. de longitud; representa la procesión anual ateniense en honor de Atenea. En la
parte central de la fachada principal está el friso de las Panateneas: doncellas vírgenes ofrecen
peplos a los dioses, acompañadas de magistrados, sacerdotes, carros, bueyes... Este friso da
toda la vuelta al muro.
Desde el punto de vista iconográfico, las imágenes son todas diferentes, variadas y muy
numerosas. Todo el conjunto responde a una gran dignidad y belleza física, y desde el punto de
vista técnico, sorprenden el bajo y el mediorrelieve que procuran una óptima ambientación
espacial. El friso de las Panateneas sirvió de modelo al Ara Pacis romano posterior. Las
anatomías humana y animal están muy estudiadas y naturalizadas. Los “paños mojados” son
constantes en Fidias, formando pliegues muy finos y pegándose al cuerpo, mientras que los
pliegues de la ropa masculina son tratados de otro modo más sobrio y robusto. Todo el friso
presenta un punto de vista frontal al ser un relieve, pero no la ley de la frontalidad. En origen
estuvo policromada, sobre un fondo azul. Fidias sabe cómo someter la escultura al marco sin
que se vea forzado el conjunto. El movimiento es naturalista, tranquilo, suave. No presenta
monotonía a pesar de la extensión, plastificando muy bien la realidad.
Fidias dejaría una profunda huella en los demás escultores de su época, y en especial en
aquellos que conforman el “Estilo Bello” (finales del siglo V a.C. en el Ática). Entre las obras del
“Estilo Bello” cabe mencionar a las Cariátides, en el Erecteion. Fueron realizadas por el taller de
Alcámenes, uno de los discípulos de Fidias. Representan la coordinación perfecta entre la
funcionalidad y la forma. Presentan un ligero contraposto muy grácil, que no rompe
completamente le eje de verticalidad requerido en la sustentación. No son todas iguales, y en
ellas se ha esculpido los “paños mojados”.
11
Otra obra del “Estilo Bello” es la Niké de Paionios de Mendé. Se figura que está situada en la
proa de un barco y el viento hace que su túnica se pegue al cuerpo y forme ondulaciones en la
parte posterior. Su autor es de los pocos que cultivó el “Estilo Bello” fuera del Ática, puesto que
la obra se halló en Olimpia frente al templo de Zeus. Es una escultura conmemorativa. Ha
perdido los brazos, las alas y el rostro, pero de lo que nos queda se deduce una gran técnica y
una sutileza exquisita. Todo el paño está tratado con pintura. Esta obra tuvo una gran influencia
en la posteridad.
De Scopas se sabe que representa las interioridades del alma, la psicología. Es el “escultor de
los sentimientos”. Era natural de Paros, así que técnicamente poseía amplios conocimientos.
Participó en la elaboración del Templo de Halicarnaso. Va más allá de la belleza formal, y puede
considerársele un precursor del helenístico. Unas de sus obras más conocidas son las Ménades;
12
aún así, el dramatismo no queda figurado de un modo muy acusado. Su obra principal es el
Meleagro. Se desconoce la fecha de su creación. Utiliza el recurso de los pliegues de los paños
para acentuar la tristeza. Presenta la curva praxiteliana, y lleva en la mano una cabeza de jabalí;
a su lado hay un perro.
Lisipo fue otro gran teórico de la escultura, partiendo de los estudios de Policleto. Él mismo
investigó sobre la naturaleza, imponiendo un nuevo canon: “las ocho cabezas”. Las cabezas de
las esculturas son más pequeñas, y los miembros más esbeltos, con lo que la figura entera se
estiliza. Era de Sición, famosa por sus talleres broncistas. Su obra más famosa es el
Apoxiomenos, que representa a un atleta que se está quitando con una espátula los aceites y el
polvo del cuerpo. El original debió ser de bronce, pero la copia conservada es de mármol, y
posterior a la época romana (se averigua por “la hoja de pureza” que oculta sus genitales). El
contraposto está muy bien estudiado, y puede observarse ya desde diversas perspectivas
perfectamente. Lisipo fue también el escultor particular de Alejandro Magno.
Su último tramo se desarrolló en época romana. Existe un gran barroquismo que se manifiesta
en:
a) Pérdida del equilibrio formal y psicológico, muy evidente.
b) Introducción del movimiento en el que predominan las diagonales.
c) Dramatismo en el rostro.
d) Atenuación del idealismo y tendencia a representar la naturaleza íntegra, aunque ésta
resulte desagradable o deficiente (niños, ancianos, heridos, agonizantes...)
e) Triunfo de lo anecdótico, lo recargado y lo expresivo.
f) Triunfo de los talleres sobre el individualismo; los autores caen en el anonimato.
Algunas esculturas del periodo son el “Torso de Belvedere” (musculatura hiperdesarrollada, de
la Escuela de Atenas) o “El Niño de la Espina” (tema muy vulgar).
La Escuela de Rodas es la creadora de las esculturas más famosas de la etapa helenística. Una
de ellas es la Victoria de Samotracia, que se halla en el Louvre. Está realizada en mármol
policromado y representa a una Niké alada. Se encontró en el Santuario de Cabiros
(Samotracia), y conmemora la victoria naval rodense sobre el rey Antíoco de Siria. Presenta un
gran barroquismo formal del que participan todos los elementos escultóricos: cuerpo, alas,
ropajes...
En ella hay muchísimos detalles, y presenta ciertas similitudes con la Niké de Painoios de
Mendé.
Laocoonte y sus hijos también procede de la Escuela de Rodas, pero se conocen sus autores:
Agesandros, Polidoros y Atenodoros. Data del año 50 a.C., pero cabe la posibilidad de que sea
una copia de otra estatua anterior. La iconografía es conocida: el sacerdote troyano Laocoonte
y sus hijos en el momento en que son devorados por las serpientes marinas de Neptuno. En
esta escultura se manifiesta con maestría el dolor físico y psicológico; es muy trágica. La
composición es abierta, piramidal, con abundantes diagonales y un gran barroquismo en
13
cuanto a la multitud de detalles y el dinamismo de los cuerpos, los cabellos, los paños, las
serpientes...
De Rodas es también el “Toro Farnesio”, así como el famoso y desaparecido “Coloso de Rodas”,
una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.
Otra escuela famosa durante la etapa helenística fue la de Pérgamo. Realizó los frisos del Altar
de Zeus en la misma ciudad a petición de Eumenes II durante el siglo II a.C. Presenta la
gigantomaquia y las hazañas de Telefo, el hijo de Hércules. En su imagen más conocida aparece
la diosa Atenea agarrando la cabeza de un Gigante, mientras Gea los observa combatir.
Presenta un gran dramatismo, que se percibe en el dinamismo, el barroquismo y la
expresividad. Es un relieve con muchas diagonales y numerosos elementos anecdóticos
(detalles de las alas, escamas de las serpientes, cabellos ondulados...).
Venus de Milo: se desconoce su taller de origen y su fecha, pero se cree que puede provenir de
Atenas, y datar del siglo II a.C. No obstante, la postura más generalizada es que procede de
Antioquía. Representa a Afrodita, y se sospecha que sostenía una manzana (símbolo de la
deidad) en una de sus manos. La manzana es también el símbolo de la isla de Melos. Vuelve a
los modelos clásicos del siglo IV (Lisipo y Praxíteles) en cuanto a las proporciones, pero recuerda
a obras helenísticas en cuanto al tratamiento de los paños, naturalizados y muy expresivos,
como la “Victoria de Samotracia”.
C) PINTURA
14