Parasitosis Intestinal en Niños

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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA HUMANA

Parasitosis intestinal

Autor: Lucas Herrera Vásquez

Docente: Med. Mg Ped. Juan C. Mata Pérez

Méd. Mg. Pablo Alegre Garayar

Tarapoto – Perú

2023
Contenido
Introducción...............................................................................................................................3
Definición....................................................................................................................................3
Epidemiologia.............................................................................................................................3
Factores de riesgo.......................................................................................................................4
Clasificación de los parásitos intestinales.................................................................................5
Giardia intestinal....................................................................................................................6
Entamoeba histolytica............................................................................................................6
Criptosporidiasis....................................................................................................................7
Enterobius vermicularis.........................................................................................................8
Trichuris trichiura..................................................................................................................8
Ascaris lumbricoides..............................................................................................................9
Necator americanus y Ancylostoma duodenale....................................................................9
Strongyloides stercolaris......................................................................................................10
Taenia solium y Taenia saginata..........................................................................................11
Esquistosomiasis...................................................................................................................12
Conclusión................................................................................................................................13
Referencias bibliográficas........................................................................................................14
Introducción
Para el 2018 se estima que el 25% de la población mundial se infectó con parásitos,
según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Específicamente del grupo
perteneciente a los helmintos, afectando principalmente a países subdesarrollados. Los
efectos del parasitismo por helmintos incluyen anemia, deterioro del estado nutricional,
físico y cognitivo, ya que afectan la mucosa intestinal, sus funciones de absorción y
digestión, hemorragia intestinal crónica, pérdida de proteínas y hierro, aumento de la
malabsorción de nutrientes, diarrea y disentería. (1)
Se consideran un problema de salud pública que afecta a personas de todas las edades y
sexos, pero se presenta principalmente en los primeros años de vida porque en este
grupo de personas aún no se han adquirido los hábitos higiénicos necesarios para
prevenirlas y no se ha desarrollado la inmunidad frente a varios tipos de parásitos.
En nuestro país el problema es mayor, el 40% de la población infantil entre 2 a 5 años
padece de parasitosis (MINSA, 2018). En nuestro país el problema es mayor, el 40% de
la población infantil entre 2 a 5 años padece de parasitosis (MINSA, 2018). (2)

Definición
Un porcentaje significativo de los niños en nuestro país están infectados por infecciones
parasitarias intestinales. En nuestro entorno, los parásitos más comunes son giardias,
oxiuros y, en menor medida, ascaris. Sin embargo, en las últimas décadas, los pediatras
hemos visto un aumento en el número de casos y parásitos no tan comunes debido al
aumento de niños de otros países con menos recursos (PBR), debido tanto a la
inmigración como a la adopción internacional.
Los niños con PBR a menudo experimentan síntomas gastrointestinales, de los cuales la
diarrea es la más común. Las causas de la diarrea pueden ser diversas, y aunque las más
comunes son bacterias y virus, los parásitos también pueden causar diarrea,
especialmente protozoos como Entamoeba histolytica y Giardia lamblia. Por lo tanto, en
la primera visita a estos pacientes y siempre que se presenten síntomas, es recomendable
identificar parásitos en tres muestras seriadas de heces. (3)
Las parasitosis intestinales son infecciones del tubo digestivo causadas por quistes de
protozoos, huevos o larvas de gusanos o por larvas que ingresan desde el suelo por vía
transcutánea. Cada parásito tendrá un viaje específico en el huésped y afectará uno o
más órganos, dependiendo del viaje. Estas infecciones se pueden clasificar según el tipo
de parásito y cómo afectan los diversos órganos y sistemas. Además, reconocer algunas
especies que no requieren tratamiento porque no son contagiosas para los humanos es
crucial.

Epidemiologia
Las parasitosis intestinales están ampliamente diseminadas en todo el mundo, con altas
tasas de prevalencia en países tropicales y subtropicales, donde las características
geográficas y climáticas contribuyen a las necesidades biológicas de los geohelmintos y
protozoarios, permitiendo la propagación de las parasitosis que originan, algunas veces
de manera simultánea. El Perú tiene una alta incidencia de parasitosis intestinal, lo que
la convierte en un problema de salud pública. La parasitosis se encuentra entre las diez
principales causas de muerte. La distribución de estos agentes varía según las regiones
geográficas, siendo los protozoos más comunes en la sierra y la costa, mientras que los
helmintos son más comunes en la selva.
En el 2017 de los 13 907 174 atendidos, 686 023 (4,9%) presentaron parasitosis de los
cuales 458 174 (3,3%) fueron por helmintos. Por grupo etario el 9,5% (407 934/ 4 285
064) de los niños de 0 a 11 años, 5,3% (71 173/ 1 333 724) adolescentes de 12 a 17
años, 2,2% (63 101/2 840 932). (4)
En la región, cinco departamentos tuvieron los porcentajes más altos de pacientes con
parasitosis en general en el 2017: Loreto (32,4%) y San Martín (12,0%). Ucayali
(9,5%), Amazonas (9,3%) y Pasco (9,2%), mientras que Tacna (1%), Puno (1,4%),
Moquegua (1,6%), La Libertad (2,2%) y el Callao (2,4%) tuvieron los porcentajes más
bajos. El porcentaje de parasitosis disminuyó progresivamente en el 68% (17/25) de las
regiones, con Amazonas (22,4% anual), Huánuco (20,8% anual), La Libertad (18,5%
anual), Cajamarca (17,9% anual) y Huancavelica (17,0% anual). El porcentaje de
parasitosis en Lima, Callao, Ica, Loreto, Madre de Dios, Moquegua y Pasco permaneció
aproximadamente constante durante todo el período. (5)

Figura 1. Tendencia de parasitosis en general y por helmintos a nivel regional, Perú,


2010-2017

Factores de riesgo
En Latinoamérica, la preocupación generada por enfermedades parasitarias es
significativa, especialmente aquellas que se transmiten a través del fecalismo, según
varias investigaciones sobre infecciones intestinales. Los preescolares y escolares, que
están poliparasitados, son los grupos etarios más afectados. (6)
La pobreza es uno de los factores más importantes y determinantes que afectan la salud
de las personas y las comunidades, ya que aumenta su susceptibilidad a enfermedades al
no poder acceder a una atención médica de alta calidad, una vivienda adecuada y
alimentos seguros. Las infecciones causadas por parásitos son comunes en los países en
desarrollo y son un buen indicador de la salud y el entorno ecológico de sus residentes.
Los cambios en el medio ambiente, el aumento de la densidad poblacional en áreas
rurales, las condiciones sanitarias deficientes, la escasa disponibilidad de agua y una
eliminación de excretas deficientes son factores que contribuyen al desarrollo de
infecciones parasitarias. Estos factores, combinados con las malas condiciones
socioeconómicas y nutricionales del hospedero humano, hacen que las parasitosis sean
más comunes, más comunes y más graves.

Clasificación de los parásitos intestinales


En Pediatría, podemos realizar una clasificación de los parásitos intestinales según su
repercusión directa en el aparato digestivo y según la familia a la que pertenecen.
Básicamente, la primera diferenciación la realizaremos entre Protozoos (Tabla I) y
Helmintos (Tabla II). (7)
Tabla II
Tabla I
Giardia intestinal
La ingesta de los quistes del protozoo, se forman trofozoítos en el intestino delgado (ID)
que permanecen fijados a la mucosa hasta que se produce su bipartición, en la que se
forman quistes que caen a la luz intestinal y son eliminados por los heces. Los quistes
son muy contagiosos y pueden permanecer en suelos y aguas durante mucho tiempo
hasta que se ingieren de alimentos contaminados. Aunque es una infección global, son
muy comunes en los niños de PBR. (8)
Clínica
Las manifestaciones clínicas pueden ser muy diversas. Puede ser asintomático, más
común en las áreas endémicas de PBR. Puede ser aguda y presentar diarrea acuosa que
puede ser esteatorreica, náuseas, deposiciones fétidas y dispépticas, así como distensión
abdominal. También puede ser crónica y presentar síntomas digestivos subagudos, que
pueden estar relacionados con procesos de malabsorción, lo que puede causar
desnutrición y anemia.
Diagnóstico
Determinación directa de quistes de heces o trofozoítos en el cuadro agudo con
deposiciones acuosas. La eliminación es inconsistente y la recolección de muestras
seriadas en días diferentes aumenta la rentabilidad diagnóstica. ELISA en heces (Ag de
G. lamblia) se recomienda para pacientes con síntomas persistentes y estudios de heces
negativos.
Tratamiento
En nuestro medio, se tratan siempre las formas asintomáticas, pero en países con bajos
recursos, es dudoso su tratamiento y limitado a las personas que manipulan alimentos.
Entamoeba histolytica
La clínica comienza después de comer quistes, que podrían provenir de alimentos y
aguas contaminados o de una mala higiene de manos. Los trofozoítos de Entamoeba
surgen en la luz intestinal y pueden permanecer allí o invadir la pared intestinal para
formar nuevos quistes después de la bipartición. Después de la bipartición, los quistes
son eliminados al exterior por la materia fecal y vuelven a contaminar agua, tierra y
alimentos. Se producen ulceraciones mientras invaden la mucosa y submucosa
intestinal, lo que causa parte de los síntomas de la amebiasis. Es posible que se
propague a distancia y afecte otros órganos importantes, como el hígado (absceso
hepático amebiano, que se acompaña de fiebre y dolor). (8)
Clínica
Se presenta de una variedad de maneras. Si no se diagnostica, se debe administrar un
amebicida intraluminal. Lo que se conoce como amebiasis intestinal invasora aguda o
colitis amebiana disentérica es una enfermedad aguda que es principalmente digestiva.
Cursa con una gran cantidad de deposiciones con contenido mucoso y hemático,
tenesmo franco, con un volumen de deposiciones muy grande al principio y luego casi
inexistente, y un dolor abdominal grave, similar al cólico. Se debe iniciar el tratamiento
con un amebicida sistémico y luego seguir con un amebicida intraluminal. Los casos de
colitis amebiana fulminante pueden ocurrir en pacientes malnutridos o
inmunodeprimidos, lo que puede provocar perforaciones en el intestino y la formación
de amebomas que pueden acompañarse de obstrucción intestinal.
La amebiasis intestinal invasora crónica, también conocida como colitis amebiana no
disentérica, tiene manifestaciones clínicas persistentes. Los síntomas de la comida
incluyen un dolor en el estómago que se asemeja a un cólico, que alterna con períodos
de diarrea y estreñimiento, tenesmo leve, náuseas, distensión abdominal, edema y gases.
Diagnóstico
A través de la representación de quistes en materia fecal o trofozoítos en un cuadro con
deposiciones acuosas. Es necesaria una prueba de PCR-RT para distinguir entre E.
histolytica, una ameba patógena, y E. dispar, una ameba no patógena que no necesita
tratamiento.
Tratamiento
La paromomicina es la mejor opción para niños, con 25-35 mg/kg/día/8 horas durante 7
días. La opción alternativa es el iodoquinol, que se administra a 30-40 mg/kg/día/8
horas durante 20 días.
Criptosporidiasis
Esto es el resultado de Cryptosporidium parvum. Es un coccidio protozoario que se
puede encontrar en todos los animales y humanos. La infección puede ocurrir a través
de la ingesta de oocitos presentes en alimentos y aguas contaminadas, o por vía fecal-
oral, que es muy común en los centros de atención infantil. Los esporozoítos, que tienen
la capacidad de unirse al borde en cepillo de las células epiteliales intestinales, se
liberan tras la ingesta de oocitos en alimentos o aguas contaminadas.(8)
Clínica
Las manifestaciones clínicas pueden ser muy diversas y pueden ser sintomáticas o
asintomáticas. El síntoma puede ser intestinal o extraintestinal. Los síntomas de las
enfermedades intestinales incluyen dolor en el estómago, fiebre, náuseas, vómitos y
síntomas de deshidratación, que generalmente incluyen pérdida de peso. Las formas
extraintestinales, que son propias de los pacientes con SIDA, se acompañan de
problemas respiratorios, hepatitis, problemas oculares y artritis.
Diagnóstico
visualización de los oocitos en materia fecal directamente. Las técnicas de EIA
(enzimoinmunoanálisis) también se utilizan con frecuencia en muestras fecales, que
tienen alta sensibilidad y especificidad.
Tratamiento
La curación en pacientes inmunocompetentes ocurre espontáneamente en dos o tres
días. Hay que tener en cuenta el estado nutricional del paciente, así como las medidas de
soporte para la reposición de líquidos y electrolitos si el paciente tiene diarrea severa.
En los niños de 1 a 3 años, Nitazoxamida es la opción de tratamiento, especialmente en
inmunodeprimidos, an una dosis de 100 mg/12 h durante tres días; mientras que en los
niños de 4 an 11 años, la dosis es doble, de 200 mg/12 h, también durante tres días.
Enterobius vermicularis
La hembra del E. vermicularis se mueve hacia la zona perianal, principalmente durante
la noche, donde deposita sus huevos, que son muy contagiosos y se adhieren a la piel o
la ropa. Con el rascado de la zona, se adhieren a las uñas y perpetúan la autoinfección a
través de la transmisión fecal-oral. (8)
Clínica
Es mucho más común en niños que en adultos y a menudo es asintomática. Síntomas
causados por acción mecánica, como prurito o sensación de cuerpo extraño, invasión
genital que generalmente presenta vulvovaginitis, despertares nocturnos, sobreinfección
causada por excoriaciones por rascado y dolor abdominal que puede ser recurrente,
ubicarse en FID y simular apendicitis aguda.
Diagnóstico
Antes de defecar o lavar, use cinta adhesiva transparente (celo) toda la noche o por la
mañana. o la visualización directa de los huevos que la hembra deposita en su zona
perianal. La exploración anal o vaginal también permite visualizar directamente el
gusano adulto.
Tratamiento
La dosis de 100 mg de Mebendazol es el tratamiento preferido, pero es conveniente
repetirlo cada dos semanas. El tratamiento con Pamoato de pyrantel, que se administra
en una sola dosis de 11 mg/kg, no excede 1 g, es una alternativa. Repetir una vez cada
dos semanas.
Trichuris trichiura
Es un geohelminto que se desarrolla clínicamente al comer huevos embrionados de
alimentos, tierra o aguas contaminadas. Las larvas maduran en el colon ascendente y
ciego, donde permanecen enclavadas en la mucosa, causando lesiones mecánicas y
traumáticas con inflamación local. Luego, vuelven a producir huevos fértiles, pero la
materia fecal los elimina. (8)
Clínica
La manifestación clínica varía según el grado de parasitación, que puede ser
asintomática, con dolor cólico y deposiciones diarreicas ocasionales, hasta disentería
con deposiciones muco-sanguinolentas (más frecuentes en pacientes
inmunodeprimidos) y que puede provocar prolapso rectal.
Diagnóstico
Observar huevos en las heces. En situaciones extremas y con disentería, se sugiere el
diagnóstico diferencial con enfermedades como amebiasis, disentería bacilar y colitis
ulcerosa.
Prevención y tratamiento
En tres días, se puede administrar Mebendazol a 100 mg/12 horas o 500 mg en una sola
dosis, o Albendazol a 200-400 mg/día en una sola dosis. Es necesario extremar las
medidas de higiene personal, incluyendo la eliminación adecuada de heces, el uso de
agua potable y el lavado adecuado de alimentos. Es necesario vigilar de cerca los juegos
de tierra y arena de los niños en los parques y garantizar una higiene adecuada de las
manos.
Ascaris lumbricoides
La helmintaisis más común es esta. Después de comer algo contaminado, las larvas se
desarrollan en el intestino delgado, atraviesan la pared intestinal, ingresan al sistema
portal y alcanzan el pulmón. Allí, penetran en los alveolos y alcanzan las vías
respiratorias altas. Después de toser y deglutir, regresan al intestino delgado, donde se
convierten en adultos y producen nuevos huevos, que son eliminados por la materia
fecal. (9)
Clínica
Puede ser digestivo, con dolor abdominal difuso causado por irritación mecánica y, con
menos frecuencia, meteorismo, vómitos y diarrea.
Clínica respiratoria: el síndrome de Löeffler es un cuadro respiratorio agudo con fiebre
de varios días, tos, abundante expectoración y signos de condensación pulmonar
transitoria, aunque puede ser inespecífico. Es el resultado del paso pulmonar de las
larvas del parásito y la respuesta de hipersensibilidad.
Además, pueden surgir otras manifestaciones como anorexia, obstrucción intestinal,
malnutrición o absceso hepático.
Diagnóstico
Observar el parásito o sus huevos en heces o las larvas en esputo o vómito gástrico si
coincide con su fase pulmonar.
Tratamiento
Es idéntico al Trichuris trichiura.
Necator americanus y Ancylostoma duodenale
Los huevos de ambos helmintos se eliminan por heces y eclosionan dando lugar an un
tipo de larvas que infectan por la piel, aunque el A. duodenale también puede infectar
por ingesta oral. Ellos ingresan a través de la piel y a través del sistema venoso o
linfático al sistema cardiaco derecho y a la circulación pulmonar. Allí, penetran en los
alveolos y maduran a través de la respiración. Luego, ascienden para ser deglutidas y
pasan al duodeno y luego al yeyuno, donde se adhieren y producen huevos nuevos ya
fecundados. Los gusanos adultos dañan la mucosa del intestino delgado y causan
pérdida de sangre progresiva y crónica. (9)
Clínica
La clínica se basará en su viaje por el organismo. En la piel, causa el síndrome de la
"larva migrans", que es una dermatitis transitoria, pruriginosa y recurrente en las áreas
por las que penetran y llegan al sistema circulatorio. Los síntomas respiratorios van
desde síntomas inespecíficos hasta el ya descrito síndrome de Löeffler. El dolor
epigástrico, las náuseas, la pirosis y a veces la diarrea son síntomas de la digestión.
Además, pueden desarrollar el síndrome anémico como resultado de la pérdida
sanguínea crónica.
Diagnóstico
Observar los huevos del parásito en las heces. Si hay síntomas cutáneos y/o pulmonares,
es muy probable que se presente anemia.
Tratamiento
El mismo tratamiento que se requiere para los otros geohelmintos mencionados en la
Tabla IV, sin embargo, en caso de anemia, será necesario realizar un tratamiento. La
prevención se basa en el uso de letrinas, calzado, saneamiento ambiental, medidas de
educación a la población y tratamiento comunitario en áreas de alta endemia.
Strongyloides stercolaris
La estrongiloidosis es un ciclo vital complicado que tiene múltiples riesgos y efectos en
la digestión, los pulmones y la piel. (9)
 El ciclo autoinfectivo de Strongyloides stercoralis le permite sobrevivir durante
años después de abandonar el Trópico y puede causar un síndrome de
hiperinfestación en los inmunodeprimidos.
 El ciclo directo: la larva entra en el sistema circulatorio a través de la piel, llega
al corazón derecho y a la circulación pulmonar, donde se deglute y llega a la
mucosa del intestino delgado. En ese lugar, la hembra infectante se convierte en
un adulto y produce huevos nuevos que eclosionan y se dirigen a la luz
intestinal, donde son eliminados al exterior.
 El ciclo indirecto ocurre cuando una o varias generaciones de larvas permanecen
en vida libre hasta que se produce la modificación que permite que la larva
infecte al hombre.
 Ciclo de autoinfección: la modificación larvaria ocurre en la luz intestinal, en
lugar de en el exterior. Luego ingresa al sistema circulatorio y sigue un camino
similar al ciclo directo.
Clínica
El estado inmunológico y el recorrido del parásito determinarán el resultado. En la piel,
el "síndrome de larva currens" es una dermatitis pruriginosa causada por la propagación
de la larva a través de la piel hasta llegar a la circulación sistémica.
 Clínica respiratoria: se han descrito casos de neumonitis y síndrome de Löeffler,
pero provoca síntomas menores como tos y expectoración.
 Clínica digestiva: los síntomas varían en intensidad según el grado de
parasitosis. En general, los síntomas incluyen dolor epigástrico, vómitos,
anorexia y períodos de diarrea que se alternan con estreñimiento.
Diagnostico
Debido a que el parásito se elimina de forma irregular, es difícil ver el parásito en heces.
Se puede realizar serología utilizando EIA, con una sensibilidad superior al 90%. Sin
embargo, tiene reactividad cruzada con filarias y otros nematodos. La eosinofilia en
sangre es significativa y puede ser un indicador indirecto de parasitación. Si la
extracción de sangre coincide con el paso pulmonar del parásito, el resultado será más
evidente.
Tratamiento
El tratamiento preferido es la Ivermectina a 0,2 mg/kg/día cada 24 horas, con un
máximo de 12 mg durante tres días. El Albendazol es una opción alternativa que se
administra a 200 mg/12 horas durante 3 a 5 días y, en caso de una hiperinfestación, el
tratamiento debe durar 7 días. El tratamiento debe repetirse una semana después en caso
de pacientes inmunodeprimidos y en caso de hiperinfestación.
Es necesario verificar si hay parásitos presentes para confirmar la curación. La
prevención depende del uso de letrinas, calzado, saneamiento ambiental y educación a
la población.
Taenia solium y Taenia saginata
Los animales (cerdo en T. solium y vaca en T. saginata) ingieren los proglótides y
huevos del humano parasitado a través de sus heces. Los cisticercos en el músculo
estriado de los animales son ingeridos por los humanos a través de carnes poco o mal
cocinadas. El parásito se adhiere a la pared del intestino delgado, crece y comienza a
producir de nuevo proglótides y huevos. La mayoría de las infecciones son causadas por
una sola tenia. (9)
Clínica
La causa es una irritación mecánica y suele presentar síntomas digestivos inespecíficos
como meteorismo, náuseas y dolor abdominal. La salida de proglótides por el ano puede
causar molestias y prurito en el perineo.
A diferencia de otros parásitos que pueden autolimitarse con el tiempo, la Taenia solium
puede sobrevivir durante años en el tubo digestivo excretando huevos. Una vez
ingeridos, al llegar al intestino delgado, penetran en la pared hasta alcanzar el sistema
circulatorio, el pulmón y el corazón izquierdo, donde son distribuidos por la circulación
arterial por el organismo, con mayor frecuencia al sistema nervioso central, tejido
celular subcutáneo, músculo, etc. En los tejidos, se forman quistes o cisticercos que
causan una reacción inflamatoria significativa al morir.
Los nódulos subcutáneos y musculares blandos y no dolorosos, generalmente se asocian
a la neurocisticercosis. La afectación ocular es generalmente unilateral, pero la muerte
de la larva puede ocasionar reacción uveal, desprendimiento de retina y ceguera.
Diagnostico
La visualización de proglótides en heces. Se pueden realizar coproantígenos en heces
mediante EIA (reacciona cruzadamente con otros cestodos).
Es esencial realizar una tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM)
cerebral si se presentan síntomas neurológicos. Además, se pueden realizar pruebas de
inmunodiagnóstico utilizando Inmunoblot, que es más preciso y sensible que el
diagnóstico por EIA.
Tratamiento
Para la teniasis causada por T. solium o T. saginata, se requiere Praziquantel a 10
mg/kg/día/24 h en un solo día o Niclosamida a 50 mg/kg/día/24 h en un solo día.
La cisticercosis se trata con Albendazol a 15-20 mg/kg/día/12 horas, con un nivel
máximo de 800 mg durante los 14-28 días, o con Praziquantel a 50 mg/kg/día/8 horas
durante 15 días. Se deben tomar junto con los corticoides.
Esquistosomiasis
Se investigará si el niño proviene de una región donde la esquistosomiasis es común,
como baños en agua dulce (ríos o lagos). Los caracoles de agua dulce liberan las formas
larvarias del parásito a la piel de los humanos cuando entran en contacto con aguas
contaminadas. Los esquistosomas adultos son larvas que viven en los vasos sanguíneos
donde las hembras ponen sus huevos. Los huevos se encuentran en las heces o en la
orina, dependiendo de la especie, por donde salen del cuerpo y continúan el ciclo vital
del parásito. Otros quedan atrapados en los tejidos corporales, lo que provoca una
reacción inmunitaria y el daño progresivo de los órganos. (9)
Clínica
Un síndrome febril, conocido como fiebre de Katayama, puede aparecer de 4 a 7
semanas después de la infección inicial. Escalofríos, tos, dolor abdominal, diarrea,
náuseas, vómitos, dolor de cabeza, erupción cutánea (a veces urticaria), linfadenopatía y
hepatoesplenomegalia leve son los síntomas. En la esquistosomiasis aguda, la
eosinofilia periférica es más importante que en la esquistosomiasis crónica.
Diagnostico
Detectar los huevos del parásito en muestras de orina u heces. Los niños que están
infestados por S. haematobium casi siempre tienen microhematuria, que se pueden
detectar mediante tiras reactivas. Las técnicas serológicas e inmunológicas pueden ser
útiles para detectar la infección en personas que viven en áreas no endémicas o de baja
transmisión, pero no son útiles para monitorear el tratamiento. La eosinofilia puede ser
un síntoma indirecto de esquistosomiasis.
Prevención, control y tratamiento
El praziquantel, administrado 20-40 mg/kg/día durante tres días, es el tratamiento
preferido. La prevención y el control de la esquistosomiasis a nivel comunitario se basa
en la quimioprofilaxis (que se realiza con praziquantel), el control de caracoles, la
mejora de las medidas de saneamiento ecológico, el control vectorial y la educación
sanitaria.

Conclusión
Dependiendo del parásito, del grado de infestación y del estado inmunitario del
huesped, los parásitos intestinales pueden causar patología grave e incluso mortalidad,
aunque pueden autolimitarse y, en general, causan poca morbilidad. El tratamiento sigue
siendo farmacológico, con pocas novedades (Tabla VI). En ocasiones, se trata de
medicamentos extranjeros que deben solicitarse de manera individual y específica para
cada situación, y no se guardan en ningún lugar. Además de conocer las dosis y cómo
administrar los medicamentos, es crucial saber cómo obtenerlos, siguiendo el proceso
de solicitud de medicamentos extranjeros.

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