ETICA 2do-Tp 10
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2-Lea en forma comprensiva el contenido teórico propuesto para desarrollar una definición personal
en la que explique cómo se vinculan el poder, la política y gobierno.
5- Realice un cuadro comparativo donde destaque las características principales de las Formas de
Gobierno Democráticas:
Parlamentarismo:
Presidencialismo:
Semi Presidencialismo:
6- Realice una investigación en Internet o diccionario para definir y brindar ejemplos de las Formas
de Gobierno No Democráticas:
Contenido teórico:
Se conoce como régimen político, por lo tanto, al conjunto de instituciones y leyes que permiten la
organización del Estado y el ejercicio del poder. A través del régimen político se determina la vía de
acceso al gobierno y la forma en la cual las autoridades pueden hacer uso de sus facultades.
Existen varios conceptos que se confunden con la idea de régimen político. El régimen de gobierno,
por ejemplo, se refiere a cómo se vinculan los distintos poderes del Estado (régimen presidencialista,
régimen parlamentario, etc.). La forma de Estado, por su parte, indica cómo se articulan el poder, la
población y el territorio.
Con el régimen político se produce una situación paradójica. El régimen emana de la voluntad de la
gente, que determina las características del régimen político. Pero, de manera simultánea, la propia
estructura de este régimen termina condicionando la voluntad de la población.
Existen diversos tipos de regímenes políticos. Muchos teóricos distinguen entre la democracia, la
monarquía y la aristocracia. Otra clasificación posible diferencia entre los regímenes con un único
partido y los regímenes pluralistas.
Hay quienes creen que un régimen político puede corromperse y derivar en algo diferente, aun
cuando mantenga sus instituciones y sus formas. La democracia, en este sentido, podría derivar en
demagogia, mientras que la monarquía podría constituirse como una tiranía.
Además de los expuestos podemos determinar que existen otros tipos de regímenes políticos, tales
como los siguientes:
-Régimen republicano. Como su propio nombre ya nos indica, en este sistema no existe un monarca
que ejerza como jefe de Estado, sino que es un grupo de representantes, elegidos por el pueblo en
las urnas, el que se encarga de gobernar. Ese gobierno lo hace en nombre del pueblo que es el que
posee la soberanía.
-Régimen totalitario. Uno de los regímenes políticos más repudiados y temidos a lo largo de toda la
historia es este, ya que la policía y la propaganda se convierten en los instrumentos de “presión” y
“sometimiento” al pueblo. Y es que en este caso no existe ni la separación de poderes ni la
soberanía, el poder lo tiene únicamente el Estado, que se “salta” todos los derechos y normas
básicas que se establecen en la sociedad actual. Bajo este paraguas, se encuentran tanto el régimen
fascista impuesto en Italia por Mussolini como por el nazi llevado a cabo en Alemania.
-Régimen aristocrático. El poder soberano, el gobierno de un Estado, en este caso lo tiene un grupo
de personas que se considera que son las más idóneas para realizar dicha labor.
La palabra democracia proviene del griego, "demos” significa pueblo y “Kratos” significa gobierno o
autoridad. El concepto de democracia nació con el auge de la civilización Griega y el crecimiento de
las ciudades estados o “polis”. Estas ideas democráticas dieron origen a las instituciones políticas
que intentan resguardar el bien común y la participación de los ciudadanos.
El sistema democrático es considerado la forma de gobierno más justa y conveniente para vivir en
armonía. El sistema fomenta las elecciones mediante el sufragio universal para la elección de los
gobernantes, y propone una división de los poderes para evitar el abuso de autoridad.
El sistema democrático presenta variaciones en el modelo, según los diferentes países del mundo. Es
importante aclarar que un gobierno deja de ser democrático cuando ejerce una autocracia,
dictadura u oligarquía dominante, a pesar de reconocer algunos de los derechos de la población.
● La igualdad y libertad. Corresponde a que todos los individuos son iguales ante la ley y son
libres de obrar a su modo, en la medida que no actúen en contra de lo establecido en la ley.
● La representatividad. Corresponde al derecho de cada ciudadano a ser representado por una
autoridad, debido a que es imposible que el pueblo delibere o gobierne de manera directa
en todas las decisiones cotidianas.
● La constitucionalidad. Corresponde a la ley fundamental. Es un estatuto de carácter jurídico-
político que establece la división de poderes y sus alcances, garantiza los derechos y las
libertades de todos los ciudadanos.
● La descentralización de decisiones. Corresponde a la distribución del poder entre varios
agentes que consensuan y deliberan las decisiones, de manera pluralista para evitar el abuso
de autoridad de un único ente.
● Los derechos humanos. Corresponden a un conjunto de principios y normas que regulan las
relaciones humanas en toda sociedad y que la democracia garantiza para cada ciudadano
(como son la participación en la política, la libertad de expresión y de culto).
● La participación política y el pluralismo. Consiste en la diversidad de grupos de
representantes con intereses diferentes o contrapuestos, para que el proceso de
participación ciudadana resulte democrático al disponer de partidos políticos que respeten
las diferentes voluntades de toda la sociedad.
Un régimen presidencialista está enmarcado en una república, ya que las autoridades son elegidas
por el Parlamento o por la ciudadanía para ejercer su mandato durante un cierto periodo de tiempo.
Es importante tener en cuenta que, en las repúblicas, existe una división de poderes a través del
poder judicial, el poder legislativo y el poder ejecutivo.
Hay que tener en cuenta que, aunque el poder legislativo y el poder ejecutivo son independientes, el
presidente dispone de ciertas facultades legislativas especiales. En Argentina, por ejemplo, el
presidente puede firmar decretos de necesidad y urgencia, que son normas con rango de ley.
Con el presidencialismo, en definitiva, el poder ejecutivo recae en el presidente, nombrado por los
ciudadanos a través del sufragio universal. El presidente convive en el poder con el Congreso (o
Parlamento), que no puede quitarle la autoridad al mandatario salvo ciertas excepciones. Esto
quiere decir que el presidente no necesita la confianza o el apoyo del Congreso para dirigir el
gobierno.
Los expertos en ciencias políticas suelen mencionar que, entre las ventajas que brinda el
presidencialismo frente a otros sistemas, se destacan la estabilidad que tiene el jefe de Gobierno y la
velocidad con que puede tomar decisiones y poner en marcha sus medidas.
El parlamentarismo es un sistema político que tiene como centro al Parlamento, a cargo del poder
legislativo. El Parlamento es el organismo responsable de elegir al gobierno que administra el poder
ejecutivo.
En el parlamentarismo, el poder ejecutivo está formado por un monarca o presidente (el jefe de
Estado) que tiene atribuciones limitadas y por un gobierno cuyo jefe resulta designado por el
parlamento. El propio parlamento está en condiciones de censurar a dicho gobierno.
En el parlamentarismo hay que diferenciar, en definitiva, entre el jefe de Estado (que carece de
poderes ejecutivos reales) y el jefe del gobierno (que suele ser el primer ministro). Las diferencias,
de todas maneras, dependen de cada país. El parlamentarismo puede aparecer tanto en repúblicas
parlamentarias como en monarquías parlamentarias.
En un sentido amplio, el parlamentarismo se basa en la existencia del Parlamento como la voz del
pueblo. Por eso los legisladores aprueban las leyes, asignan los fondos que se destinan a la
aplicación de las políticas públicas y pueden exigir a los gobernantes que rindan cuentas.
El semi presidencialismo es un sistema de gobierno que consiste en una autoridad dual o poder
compartido entre el presidente y el Primer Ministro quien cuenta con el apoyo parlamentario.
El primer ministro y su gabinete son independientes del presidente, ya que, dependen del
parlamento.
La principal debilidad del sistema semi presidencial es la facilidad de tener una mayoría dividida que
lleva al conflicto y estancamiento y encuentra como su única solución el “cambio de cabeza”.