Estructura Social Contemporã - Nea

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1.

Concepto de Estructura

El concepto de estructura nos traslada una idea organizada de elementos ordenados de


forma jerarquizada y estable que conforman una unidad a la que nos podemos aproximar
como un todo.

A la idea genérica asociada al término “estructura” hay que añadir el mismo esfuerzo de
concreción sobre el término “social”. De nuevo desde una aproximación también obvia, lo
social viene referido a un conjunto de individuos que, interactuando entre sí, conforman una
sociedad en el marco de un contexto cultural concreto. Esas interacciones individuales
configuran grupos, organizaciones e instituciones que, en su conjunto, configuran lo social, el
sistema social.

La estructura social es el modo en que los distintos elementos que integran un sistema social
(individuos, grupos, organizaciones e instituciones) se relacionan entre sí y forman un todo
de forma más o menos estable en el tiempo.

Tema 1. Introducción a la Estructura Social.

 La tradición científico social centrada en la articulación teórica del concepto de


estructura social, entiende de forma genérica que ese “todo” que integra distintos
elementos individuales grupales y orgánico-institucionales se articula en torno a
distintas dimensiones concebidas como subestructuras interdependientes.

 Cada aproximación teórica identifica y ordena unas dimensiones específicas que son
las que dan forma y contenido al concepto macro de estructura social. Dimensiones o
subestructuras como la relativa a la población, la cultura, la economía o la política
son referidas por los teóricos de la ciencia social con distintos términos o categorías.

La estructura social = una jerarquización multidimensional de subestructuras.

Y es esa sucesión de estructuras superpuestas e interconectadas la que conforma el concepto


de estructura social y su concreción en la realidad.

Tal y como se ha señalado, la estructura de una sociedad, entendida como una superposición
sucesiva de distintas estructuras, no es una realidad estática es dinámica. Una de las variables
que condicionan la estructura social es el tiempo.

El variable tiempo se incorpora en dos sentidos:


 El primero tiene que ver con el sentido longitudinal (duración, prolongación en el
tiempo) del tiempo, entendido este desde la perspectiva natural.
 El segundo tiene que ver con el hecho de que a medida que las sociedades se hacen
más complejas y avanzan, los cambios que protagonizan y sus implicaciones son cada
vez más rápidos y sus efectos requieren de menos tiempo para su integración efectiva
en la sociedad.

El concepto de estructura social, tal y como se viene indicando, debe ser entendido como una
superposición de las distintas estructuras que le dan forma y que evolucionan a lo largo del
tiempo; y, segundo, cómo esas estructuras condicionan el devenir de los individuos, grupos y
organizaciones que la integran.
En ese sentido, el concepto vertebral en el que se proyecta y refleja la estructura y
estructuras de la sociedad, sus jerarquías y las lógicas de poder que condicionan a todos los
actores sociales y que, a su vez, determinarán tanto su capacidad de adaptación a los
cambios, no es otro que el concepto de desigualdad.

La desigualdad es inherente al término abstracto de estructura y al concepto de estructura


social. De hecho, es el elemento estructurarte clave. Pensemos que, en un escenario
hipotético de igualdad perfecta en todos los sentidos y aspectos, no habría elementos
jerarquizados y por tanto no existiría estructura social tal y como la hemos conceptualizado
con anterioridad. Por esta razón, los procesos de estratificación social son a la vez la causa y
efecto de la desigualdad en todas sus formas.

2. Estructura y legitimación social.

Sin desigualdad no hay estructura social. La cuestión es avanzar en la comprensión de los


mecanismos que facilitan que la estructura de la sociedad encuentre en la desigualdad un
elemento estructurarte esencial que perdura generación tras generación.

Para ello es imprescindible introducir el concepto de legitimación social: proceso en virtud del
cual el sistema de estratificación de una sociedad convierte en aceptable para la población en
general un determinado nivel de desigualdad y de poder para las élites privilegiadas.

El objetivo es hacer moralmente aceptable la desigualdad. Es importante señalar en este punto


que los niveles de desigualdad aceptable en el seno de cada sociedad dependen
principalmente del entorno cultural y la tradición en valores que la inspiran.

Ejemplo: la cuestión relativa a la concepción de la sanidad universal entendida como un


derecho garantizado a toda la población.
El proceso de legitimación social tendente a que la sociedad asuma como aceptable
determinados grados de desigualdad, opera en torno a dos dimensiones básicas: la propia del
nivel micro social y la correspondiente al ámbito macro social

Nivel microsocial Nivel macrosocial

Normas de justicia distributiva Función legitimadora de la educación

El proceso de socialización Función legitimadora de los medios


de comunicación y las redes sociales

Creencia en la igualdad de oportunidades Función legitimadora de los grupos


de presión
 Estructura y legitimación social.

MICROSOCIAL

Desde el punto de visto microsocial y de carácter claramente sociopsicológico, nos


encontramos aspectos como la progresiva interiorización por parte de la población de
distintas normas de justicia distributiva (equitativa) en virtud de las cuales se acepta que las
recompensas que cada persona obtiene a lo largo de su trayectoria vital deben ser
proporcionales a sus esfuerzos y contribuciones. Es una especie de recurso psicológico
destinado a legitimar las enormes disparidades en los resultados obtenidos. El problema
consiste en definir qué esfuerzos y contribuciones son más importantes y cuál es el grado de
recompensa justo, es decir, las élites hacen referencia al mérito cuando hacen juicios de
equidad, y las clases bajas hacen referencia a la necesidad.

La progresiva interiorización y aceptación de estas normas de supuesta justicia distributiva


pasan por el proceso de socialización. PROCESO DE SOCIALIZACIÓN: dura toda la vida, es un
proceso por el cual el individuo interioriza valores costumbres, formas y maneras de estar/ de
vivir, los hábitos que se interiorizan en la estructura social del medio en el que se habita. Los
agentes más básicos son la familia, la educación/ los sistemas de educación, el grupo de
iguales.

A través de él las personas construyen la capacidad de autoevaluarse para conocer el grado


de merecimiento que legitima ocupar o no una determinada posición en la sociedad. Las
clases trabajadoras educan a sus hijos con una clara orientación a respetar y a obedecer a la
autoridad por defecto y a disfrutar del momento. A los niños de renta alta se les educa para
tener más confianza en sí mismos, a ser más independientes y a posponer la recompensa. El
origen de clase es, por lo tanto, el determinante de las aspiraciones de las personas.

Siguiendo en esta línea, uno de los aspectos que más contribuye a reproducir y perpetuar la
desigualdad es el convencimiento de que existe una igualdad de oportunidades real en el
seno de la estructura de cualquier sociedad.

La idea de que toda la población parte del mismo punto en su trayectoria vital y que sus
logros futuros dependen del esfuerzo con el que acometa sus objetivos - clave para
reproducir y perpetuar la desigualdad.

La idea de que existe una igualdad de oportunidades dada emerge como una herramienta
legitimadora de la desigualdad.

MACROSOCIAL

Desde un punto de vista macrosocial, el sistema educativo, en todas sus etapas, tiende a
legitimar no solo la desigualdad, sino también percepciones políticas e ideológicas concretas.
Además, promueve la aceptación de los valores y las instituciones dominantes en la sociedad.

Los grupos de presión desarrollan actividades en defensa de los intereses de los diferentes
colectivos que conforman la sociedad, que incluso tienen como objetivo condicionar la acción
política como tal. En línea general tratan de defender los “intereses creados” y, en
consecuencia, les interesa legitimar el sistema que les favorece. De igual modo sus objetivos
pueden estar orientados a deslegitimar otros colectivos o grupos de la sociedad contrarios a
sus intereses.
Hoy, parte fundamental de estas estrategias de legitimación o deslegitimación son los medios
de comunicación (Kerbo, 2003: 211) y las propias redes sociales, que operan como correa de
transmisión de todo tipo de intereses. En un tiempo en que las fake news son una
herramienta política y mediática añadida destinada a condicionar incluso los procesos
democráticos, la estructura de medios imperante condiciona los contenidos informativos que
se emiten, el enfoque con que se emiten e incluso cómo deben interpretarse. Siempre, por
supuesto, condicionados por los intereses de sus gestores y propietarios.

En definitiva, se trata de legitimar la idea de que la desigualdad no siempre es injusta hasta


el punto de situarla como un elemento dinamizador y positivo que es clave para garantizar la
prosperidad y el desarrollo social basado en el esfuerzo y el reconocimiento.

Indicadores de la Estructura Social, es decir, indicadores determinantes que condicionan la


estructura social propia de cualquier sociedad contemporánea.

-(IDH) mide el nivel de desarrollo de cada país atendiendo a variables como la esperanza de
vida, la educación o el ingreso per cápita.
-(ingreso por unidad de consumo) de un hogar se calcula dividiendo la renta disponible total
del hogar por el número de unidades de consumo equivalentes que lo componen y el valor de
este cociente se asigna como ingreso por unidad de consumo por igual a todos los miembros
que componen ese hogar.
-El cociente 80/20 es un indicador que mide la relación entre la renta media obtenida por el
20% de la población. Para medir la desigualdad en la distribución de los ingresos se utilizan
diferentes indicadores.

 Indicadores de la Estructura Social.


3. El caso Español.

La primera de las claves/hito que explican la modernización de la estructura social de España


tiene que ver con las mujeres. Su incorporación creciente y sostenida al mercado de trabajo
como población activa primero, y ocupada después, es la variable que explica buena parte de
los cambios que en términos de modernización ha vivido nuestro país. Su impacto en la
estructura ocupacional y sus consecuencias en la estructura demográfica y de los hogares es
absolutamente central para entender los cambios sociales acontecidos en este periodo.
El segundo de los hitos que ha marcado la evolución de la sociedad española a lo largo de este
tiempo tiene que ver con el proceso de integración europea. Primero como miembros del
Mercado Común (1986) y luego como integrantes de la moneda única europea, el Euro, que se
hizo efectiva el 1 de enero de 1999.

El reto de la moneda única ha tenido efectos muy favorables en el crecimiento económico y


nuestra apertura exterior que, sin duda, han dinamizado la estructura ocupacional y el
mercado de trabajo en su globalidad.

Pero la cuestión es que el proceso de integración monetaria, que desembocó en el euro


como moneda única, no resolvió la debilidad estructural y de fondo que subyace a este
proyecto, y que no es otra que las profundas diferencias: 1) de modelo productivo y 2)
necesidades fiscales y monetarias que presentan los distintos países que integran la moneda
única.

Estas realidades asimétricas unidas a los intereses también asimétricos que subyacen en los
procesos de decisión relativos a la política monetaria (tipos de interés, políticas de deuda…),
han provocado que, en determinados momentos, primaran los intereses de algunos países
respecto al de otros, provocando graves consecuencias especialmente en los países del sur
de Europa, por ejemplo, en la crisis que se inició en 2008 y que ya presentaba síntomas claros
en 2005.

 Las consecuencias en España (crisis), son de todos conocidas. Las tasas de paro más
altas de la historia de nuestro país, deuda pública en niveles monumentales, cotas de
desigualdad y precariedad desconocidas, además de un empobrecimiento general de
la sociedad tanto a nivel económico como cultural.
 Todas las estructuras que dan forma a la estructura de nuestra sociedad se han visto
afectadas como nunca por una crisis cuyas inercias están lejos de aplacarse. De hecho,
España, que está muy lejos de superar su modelo productivo intensivo en factor
trabajo, ha optado ante la falta de alternativas, por cronificar el precariado como
herramienta de competitividad para acometer la salida (teórica) de esta crisis.
 Precariado implica desigualdad creciente, falta de oportunidades y un riesgo relativo
al tercero de los hitos que define uno de los elementos amortiguadores de la
estructura social de nuestro país en este periodo: el Estado de Bienestar.

 El Estado de Bienestar en todas sus dimensiones −educación, sanidad, pensiones− ha


sido el gran logro de España como sociedad. Un sistema educativo universal, un
sistema sanitario de referencia mundial y un sistema de protección social en el que,
por ejemplo, las pensiones de los mayores están –a priori– garantizadas en torno a un
modelo de reparto basado en la solidaridad intergeneracional.
 Pero, en realidad, todas las dimensiones del Estado de Bienestar son elementos
amortiguadores de la desigualdad que sistemáticamente retroalimenta la propia
estructura de la sociedad Española.
 Sin embargo, hoy, nuestro modelo actual de Estado de Bienestar está en entredicho
como consecuencia de la evolución de la estructura ocupacional −en la que el
precariado se ha consolidado como herramienta de competitividad de muchas
empresas− y debido a la crisis fiscal del Estado consecuencia, en buena medida, de las
contradicciones del mercado de trabajo que debilitan su potencial de aportación al
sistema.

 Esta realidad conecta con el tercer hito que definen nuestro periodo de referencia en
términos de evolución de la estructura social: el proceso de envejecimiento. La
acumulación de población resultado del baby boom se incorporará en pocos años a las
clases pasivas tras toda una vida de trabajo y dedicación.
 Una acumulación masiva de población mayor, cuyas pensiones en el marco de un
modelo de reparto, están en tela de juicio. Y lo están no tanto por la falta de población
joven consecuencia del estancamiento de la natalidad en cotas mínimas y el
desequilibrio que causa en la estructura demográfica, sino por las debilidades de una
estructura ocupacional donde prima la precariedad y los bajos salarios, lo que impide
garantizar esa solidaridad intergeneracional que citábamos anteriormente.

El problema del envejecimiento relativo de la población y del sostenimiento de las pensiones


es, sin duda alguna, el principal desafío que deberá acometer la sociedad española en los
próximos años. El debilitamiento creciente de esa parte del tejido social vía riesgos de
pobreza o exclusión.

 La deslegitimación de la política es la fase final de cualquier proceso de aversión


política (por parte de la población) que conforma ya el que consideramos el
cuarto y último hito definitorio de este tiempo de cambio.
 Tras la llamada Transición política y la consolidación de la democracia a partir de
1978, el sistema de partidos clásicos basado en dos grandes partidos nacionales
tocó a su fin. Nuevos actores políticos emergentes, surgidos de movimientos
sociales como el 15M, han irrumpido a ambos lados del eje ideológico y se han
consolidado al calor de la crisis económica, la precarización extrema y la
acumulación masiva de casos de corrupción.
Esta nueva realidad:

a) ha incrementado el eje identitario como consecuencia de la cuestión catalana,

b) ha condicionado los resultados de las convocatorias electorales más recientes y


determinado unas lógicas parlamentarias más inestables, muy lejos de las holgadas mayorías
del pasado.

En resumen: tendencias presentes y futuras de la estructura social de nuestro país.

1. La desigualdad es el elemento definitorio de la estructura de cualquier sociedad


posindustrial avanzada.

2. La movilidad social, especialmente la vertical, está muy limitada por una larga lista de
variables que condicionan la trayectoria vital de la población.

3. Existe un riesgo claro de que buena parte de las nuevas generaciones vean debilitadas sus
posiciones relativas respecto a las de sus progenitores, todo ello a pesar de disfrutar de
mayores niveles de oportunidades y cualificación.

4. La estructura demográfica de las sociedades más avanzadas encuentra en el proceso de


envejecimiento una de sus principales vulnerabilidades en términos de bienestar.

5. La estructura ocupacional presenta un riesgo claro de cronificar su proceso fragilización


consolidando el precariado como una herramienta de competitividad, lo que debilita el
potencial de sostenibilidad del Estado de Bienestar y agrava la posición relativa de los más
débiles.

6. Los esfuerzos del sistema educativo por garantizar y extender la igualdad de oportunidades
no son suficientes para evitar los techos de cristal y la polarización del sistema.

7. El sistema político e institucional y sus principales actores sufren un creciente descrédito


que va más allá de la simple desafección por parte de la población. Se viven tiempos de
deslegitimación que propicia la aparición de populismos extremos de perfil identitario y
“neonacionalista” que ponen en duda incluso los principios fundacionales del modelo europeo
de integración y bienestar.

8. La cuarta revolución industrial, como todas las revoluciones a lo largo de la historia, tiene
ya un enorme impacto en todas las estructuras de la sociedad. Obligará a asumir importantes
costes de transición especialmente en el ámbito económico e impactará en los niveles de
ingresos de la población menos preparada para afrontar el cambio.

La estructura social guarda una relación profunda con el cambio social. En el mundo real, lo
estructural y el cambio siempre se encuentran unidos.
La existencia de cambio social supone la existencia de un elemento estructural respecto del
cual se puede hablar de una transformación. Cambio y estructura, por lo tanto, son dos
aspectos de la misma realidad.

Hablamos de estructura social para referirlos a las relaciones sociales solidificadas y estables,
mientras que lo hacemos de cambio social para referirnos a la transformación de esas
relaciones que guardan cierta estabilidad (Fernández-Armesto, 2016).

El cambio social puede ser definido como la transformación de la estructura social y de la


cultura a lo largo del tiempo. Es decir, el cambio social supone la transformación de las
estructuras básicas de un grupo o sociedad.

 Cambio social: concepto y causas

Los cambios en la estructura social de una determinada sociedad se ven impulsados por muy
diversas causas:
1. Las transformaciones en la estructura demográfica que, tanto en su volumen como en
su estructura, pueden modificar la estructura social de una sociedad.
2. Cambios en la ecología, como la ausencia o escasez de recursos, que condicionan
también la organización de los grupos humanos. Así, alteraciones en el medio
ambiente pueden producir variaciones de la estructura social.
3. Cambios tecnológicos y económicos que, muchas veces ligados de modo íntimo,
alteran la organización social. Las telecomunicaciones, valga el caso, alteran el modo
en el cual se comunican las personas y también el modo en el que se organiza el
trabajo.
4. Cambios ideológicos y culturales también son una fuente fundamental del cambio
social. La adopción de una nueva forma religiosa o su abandono han tenido
consecuencias notables en la historia de la humanidad.
5. La actuación de los grandes personajes, sean estos líderes políticos o espirituales,
puede cambiar la sociedad.

Los conflictos sociales son a la vez consecuencia y causa del cambio social. Causa porque el
conflicto genera búsqueda de soluciones y alteraciones en el statu quo. Y consecuencia porque
todo cambio genera enfrentamiento entre los que lo aceptan y los que lo rechazan. Por
ejemplo, los movimientos sociales son una reacción al conflicto producido por el cambio social.

Teorías que analizan la dirección y el sentido que sigue el cambio en las sociedades
humanas.
 1. Las teorías circulares, que sostienen que el cambio social está conducido por la
recurrencia de los mismos problemas fundamentales. La humanidad siempre está
inmersa en los mismos problemas que no tienen solución. Así, el cambio social se
convierte en una transformación en torno a cuestiones inmutables.
 2. Las teorías del progreso, plantean que las sociedades humanas sufren una
transformación que sigue una orientación definida y un sentido determinado de
continua mejora. Esta teoría es una versión secular de la anterior teoría de la
providencia. Según la misma, las sociedades avanzan y mejoran conducidas por
una divinidad o ente transcendente. La teoría del progreso seculariza la teoría de
la providencia al eliminar la necesidad de una entidad trascendente que conduzca
el cambio social.
 3. Por último, las teorías evolucionistas, plantean que no existe una
orientación ni un sentido que esté inscrito en la “naturaleza humana” ni en la
propia estructura social. La evolución sería una transformación con adaptación
al entorno en el cual se encuentra inmerso un grupo o una sociedad. En este
caso, el hecho de adaptarse al medio no implica la consecución de un mayor o
menor grado de felicidad y logro civilizatorio. Tampoco existe una dirección
determinada. El cambio respondería a la mera adaptación a las circunstancias
cambiantes

Figura 1. Cambio Social en la Sociedades Avanzadas. (Modelo que ayuda a entender


el cambio social histórico).

1. Las sociedades tradicionales se caracterizan:


 Por una población estable que vive asentada en núcleos rurales de pequeño tamaño.
La razón es que la economía pivota en torno al sector primario, economía de
subsistencia.
 Los sistemas de gobierno eran de carácter autocrático, organizados en torno a redes
de parentesco y vínculos de tipo clientelar. Las familias de tipo extenso ejercían toda
una serie de funciones clave y la mayor parte de la vida se realizaba dentro de un
entorno comunitario.
 Las castas o estamentos condicionaban en buena media las posibilidades vitales de los
individuos.
 La cultura era predominantemente oral, estando limitada la técnica de la
lectoescritura y la educación formal a las élites sociales.
 La religión impregnaba todos los ámbitos de la vida y era fundamental para mantener
la cohesión social.
 2. Sociedades modernas.
 El peso de la economía se trasladó de la agricultura a la industria.
 Mejoras en el suministro de alimentos y en los cuidados sanitarios permitieron que las
poblaciones aumentasen de tamaño. Una consecuencia fue que un importante
número de individuos abandonaron el campo para ir a vivir a entornos urbanos. Esto
supuso un trasvase de mano de obra de sector primario al secundario. Los mercados
crecieron de tamaño, favorecidos por los Estados burocráticos que ejercían un control
mayor sobre el territorio y las poblaciones. De hecho, la política se centralizó en torno
al Estado-nación, es decir, los estados comenzaron a adoptar gobiernos de carácter
más democrático.
 Las relaciones sociales empezaron a organizarse en torno a relaciones más
individuales de tipo capitalista, disminuyendo las formas de organización basadas en la
comunidad. La clase social sustituyó a la casta o el estamento. Además, la familia
disminuyó de tamaño como consecuencia de su adaptación a entornos urbanos.
 La técnica de la lectoescritura y la educación formal se extendieron entre el grueso de
la población, y aparecieron los medios de comunicación audiovisuales. Las sociedades
se secularizaron y las nuevas culturas nacionales sustituyeron muchas de las funciones
ejercidas por la religión...

 En el último tercio del siglo XX se comenzó a hablar de la aparición de un nuevo tipo de


sociedad: las 3.Sociedades posmodernas.
 La sociedad posmoderna se caracteriza en lo espacial por la continuidad en el
predominio del estilo de vida urbano y en lo demográfico por un estancamiento,
cuando no retroceso, de las poblaciones.
 La economía sufre un proceso de terciarización, adquiriendo los servicios la primacía
que la industria tenía en la etapa anterior. Lo que es notorio es el aumento del tamaño
de los mercados, fruto de la mejora de los medios de comunicación físicos y de las
tecnologías de la información y la comunicación. Estos abarcan todo el planeta y, en
consecuencia, la globalización comienza a ser el concepto de moda.
 La democracia sigue avanzando como sistema de gobierno predominante o, al menos,
como el que cuenta con una mayor legitimidad en todo el planeta. Al tiempo, los
Estados comienzan a perder soberanía tanto hacia unidades infra como
supranacionales y sus sistemas de gestión comienza a ser más flexibles y organizados
en torno a redes.
 En el nivel sociocultural aparece con fuerza la tecnología digital, que cambia el modo
de comunicarse, y la educación secundaria y universitaria se generaliza.

 La religión institucionalizada continúa en retroceso, si bien aparecen formas de


religiosidad más personalizadas.

 Las relaciones sociales continúan siendo individualistas y capitalistas, aunque ahora la


esfera de la producción cede espacio al consumo.

 Los sistemas de estratificación social se vuelven más complejos. La clase social


retrocede como gran sistema de desigualdad y aparecen nuevos criterios como el
género, la edad, la etnicidad, el nivel educativo o el ámbito geográfico.
 Conflicto social

El conflicto social puede ser comprendido, como mantenía Lewis Coser, como “una lucha con
respecto a valores y derechos sobre estatus, poderes y recursos escasos, lucha en la cual el
propósito es neutralizar, dañar o eliminar a los rivales” (1961: 8).

O, como lo entendía Max Weber, como una relación en la cual “la acción se orienta por el
propósito de imponer la propia voluntad contra la resistencia de la otra o las otras partes”
(2014: 31).

En todo caso, el conflicto implica la existencia de dos o más partes que ven al otro como una
limitación para la consecución de sus objetivos, deseos, voluntades, creencias, valores o
interpretaciones de la realidad; y que, en consecuencia, se enfrentan con el rival para
conseguirlos.

Una característica fundamental del conflicto es que es universal. Todas las sociedades, en
diferente volumen e intensidad, presentan relaciones sociales de tipo conflictivo. En este
sentido, la apelación a una sociedad “armónica” o con una “paz permanente” no deja de ser
más un deseo que una constatación empírica acerca de existencia real de las sociedades
humanas.

También es cierto que el conflicto social se caracteriza por ser provisional o intermitente.
Todas las sociedades soportan cierto grado de conflicto, pero cuando este se vuelve
permanente o demasiado intenso termina disgregando la organización social. Ejemplo:
guerra.

Respecto a las causas del conflicto social es posible citar factores de carácter objetivo:

Como la escasez de recursos, la desigualdad social, la apropiación de bienes públicos o


privados o, entre otros, el retraso en la adaptación al cambio social o su simple rechazo. De
hecho, como comentamos antes, el cambio social suele ser una fuente incesante y constante
de conflicto entre grupos que ostentan intereses o valoraciones contrapuestas.
También influyen, sin duda, factores subjetivos: como la percepción de las desigualdades
como injustas, la deslegitimación de las instituciones sociales o un grado bajo de
identificación con la colectividad.

 Movimientos sociales.

Grupos contrapuestos que tratan de favorecer o de entorpecer un cambio social, pudiendo


colisionar (estrellarse) en su actuación.

Los movimientos sociales son precisamente “una colectividad que actúa con cierta
continuidad para promover o resistir un cambio en la sociedad (o grupo) de la que forma
parte” (Javaloy et al., 2001: 39). En este sentido, los movimientos sociales constituyen “una
forma de acción política colectiva que implica la preexistencia de un conflicto que trata de
resolverse a través de la movilización.” (Martí i Puig, 2002: 1-2). Por lo tanto, son cambio
social generado como respuesta a un conflicto.

Los movimientos sociales, además, generan nuevas formas de contemplar el mundo al


conformarse como:

agencias de significación colectiva (difunden nuevos significados en la sociedad a través de


formas de acción colectiva), y sistemas de acción simbólica, que( difunden nuevas ideas en la
sociedad y muestran formas alternativas de participar en ella). Su capacidad no sólo para
producir conflictos, sino también orden, da lugar a nuevas definiciones de la situación de los
actores y sus derechos.
Es decir, a través de los movimientos sociales se crean nuevos imaginarios simbólicos,
construyendo nuevos discursos, valores, prácticas, estilos de vida y modos de definir y
entender las relaciones sociales y de poder. Actúan y producen movimientos que funcionan
como “proyectos culturales” (Touraine, 1985). Esta producción simbólica y construcción de
identidades dentro de los movimientos sociales se genera de forma colectiva al tratar de
alcanzar objetivos comunes, compartiendo una forma de interpretar y estar en la sociedad.

Características de los Movimientos Sociales:

1. Tienen un carácter contestatario (de oposición o protesta), lo cual no significa que tengan
por vocación el conflicto o la alteración del orden. Por el contrario, es el conflicto preexistente
el que los ha hecho surgir (movimientos sociales) y los pondría en el camino de buscar
alternativas, esto es, otras formas de orden.

2. Los movimientos sociales son en mayor o menor medida innovadores en cuanto a sus
propuestas, ya que apuestan por la ruptura de alguna forma de limitación y por el tipo de
estrategias que emplean fuera de los marcos institucionales o partidistas tradicionales
fundados en la acción colectiva y en los lazos de solidaridad que se tejen entre sus miembros.
3. Los movimientos sociales tienen mayor impacto en el plano político, discursivo, simbólico
y cultural, antes que en el económico. Asimismo, su vocación contestaria conlleva
intrínsecamente un sentido de la (in)justicia, de la (des)igualdad y de la diversidad que
orienta sus acciones como principios y los convierte definitivamente un actor político.

 Clasificación de los movimientos sociales:


1. Los movimientos reformistas , apuestan a la transformación y reformulación de las
pautas del sistema burgués en pro de una causa relativamente limitada
2. Los movimientos revolucionarios, luchan por una transformación radical y
revolucionaria. Ambos

Tipos nacen del conflicto y trabajan por el cambio.

A partir de esta clasificación es posible realizar una tipología de los movimientos sociales
distinguiendo entre:

1. Movimientos obreros históricos basados en teorías y luchas clasistas y economicistas, con


una renovada práctica y que no mantienen una relación directa con el Estado.

2. Movimientos de supervivencia, de emancipación y de reinvención de las comunidades,


como el movimiento ecologista.

3. Movimientos de liberación, como el movimiento feminista o de liberación en cuestiones


de la orientación sexual.

4. Movimientos alternativos y de autogestión, como el denominado movimiento “okupa”.

 Se ha propuesto también un clasificación de los movimientos sociales en función de la


amplitud de sus reivindicaciones, de un lado, y, de otro, sobre su carácter individual o
grupal:
1. Alternativos, cuando pretenden fomentar o impedir el cambio a un aspecto concreto de la
vida de las personas y apelan a la libre voluntad y decisión de los individuos.

2. Reformistas, cuando también quieren reformar un aspecto concreto, pero desde una
decisión de carácter colectivo.

3. De salvación, en este caso se trata de cambiar completamente a un conjunto de personas,


pero de nuevo apelando a su libre voluntad y decisión.

4. Revolucionarios, cuando pretenden cambiar completamente una sociedad a través de


decisiones de carácter colectivo.

Cambio, conflicto y movimientos sociales en España.

En este epígrafe se analizará de modo conciso el periodo comprendido entre los años 1877 y la
actualidad. Es decir, entre el último cuarto del siglo XIX, todo el siglo XX y los primeros años
del XXI. Durante este periodo se produjo la verdadera modernización de España en todos los
ámbitos. En especial, en los campos de la población y el asentamiento urbano, la economía,
la política, la sociedad y la cultura.
 La población de España aumentó de un modo sostenido desde finales del siglo XIX a
finales del XX. Este aumento hasta la década de 1980 se produjo debido al
crecimiento vegetativo (la diferencia entre los nacimientos y las defunciones durante
un cierto periodo de tiempo). De hecho, salvo en momentos concretos, España ha
sido un país tradicionalmente emisor de población, primero hacia América y el norte
de África y posteriormente hacia Europa.
 Solo a partir de los años 1990, con la consolidación de la democracia, se invierte la
tendencia y pasamos a ser un país receptor de población. De hecho, la inmigración
permitió mantener el crecimiento poblacional cuando el crecimiento vegetativo se
estancó.
 España comenzó el siglo XX siendo un país eminentemente rural. Sin embargo,
primero lentamente y más tarde de un modo más acelerado, a partir de los años 1950
se produjo un gran proceso migratorio del campo hacia la ciudad. “En 1900, la mitad
(50,8%) de los españoles vivía en agrupaciones de 1 a 5.000 almas y las tres cuartas
partes (78,4%) en núcleos de hasta 20.000; en 1981 los cupos respectivos han
descendido al 17% y al 37,2%.

 A principios del siglo XXI, en consecuencia, España aparece como un país urbano, con
la población concentrada en las ciudades y, por el contrario, con bajas densidades
población en los entornos rurales.

 Hasta los años 1940 imperaba un tipo de familia tradicional numerosa y de carácter
extenso. El modelo familiar, si bien era hegemónico, comenzó a ser cuestionado desde
principios de siglo y durante el periodo de la Segunda República, sobre todo en lo
relativo a la posición subordinada de la mujer.

 El tamaño medio del hogar disminuyó, no obstante entre 1940 y 1970 más de un 10%
y las estructuras familiares simples tendieron a hacerse más abundantes en todas
partes debido, entre otros factores, al descenso de la natalidad, a la emigración rural
y a la lenta modernización socioeconómica.
 Posteriormente, la llegada de la democracia supuso un afianzamiento del modelo de
familia nuclear y en los últimos años del siglo XX y principios del XXI, la aparición de
nuevas estructuras informales de agrupación familiar.

 El asentamiento de la población en el territorio también tenía una relación directa


con la estructura económica del país. Hasta el año 1910, dos de cada tres españoles
se dedicaban a actividades del sector primario. Solo a partir de ese momento
comenzó a declinar lentamente el porcentaje de población que se dedicaba a
actividades agropecuarias. En una fecha tan tardía como 1960 aún el 36,6% de la
población lo hacía. A partir de ese momento la caída fue más rápida y sostenida, hasta
llegar a un 4,1% en 2017.

 . El proceso de industrialización ha sido relativamente lento en comparación con los


países de nuestro entorno. En el periodo analizado existe un primer gran impuso
industrializador entre los años 1910 y 1920, centrado fundamentalmente en dos polos
de desarrollo: el norte de España (País Vasco y Asturias) y Cataluña.

 Tanto el País Vasco como Cataluña siguen siendo claves en la estructura industrial de
España hasta la actualidad. Ahora bien, esta primera industrialización ha sido
considerada por algunos analistas como un fracaso.

 Posteriormente, se abrió una etapa a partir de los años 1960 tras el fracaso de las
políticas autárquicas del primer periodo de la Dictadura. En esta etapa se industrializo
el país a un nivel nunca antes alcanzado. En 1970 la actividad industrial ocupaba un
23,68% de los empleados y suponía un 30,88% del PIB.

 Fue a partir de 1980 cuando se produjo una reconversión industrial. En el año 2000, la
industria aportaba solo el 21,67% del PIB y empleaba 19,92% de la mano de obra
ocupada. En el 2017, tan solo el 20,1% de la población se encuentra ocupada en el
sector secundario.

En el año 2001 el sector servicios suponía el 65,85% del PIB y en el 2000 empleaba un 64,6%
de la mano de obra.

En el 2017 la tendencia se eleva ya que el sector servicios empleaba 3 de cada 4 trabajadores.


Después de la segunda Guerra Mundial y concretamente partir de la década de 1950 se
produjo un gran aumento en la riqueza de todos los países de Europa, si bien se mantuvo el
diferencial entre la economía española y la de sus vecinos.

La brecha, sin embargo, se fue estrechando en la última década del siglo XX. En 1970, la
diferencia entre la renta per cápita de Alemania, actualmente el país más rico de nuestro
entorno, y España era de 8.995 dólares, mientras que en el año 2000 solamente era ya de
6.296 dólares. Posteriormente, y como consecuencia de la crisis económica, esta ha vuelto a
aumentar. En 2015 la renta per cápita alemana era 11.074 dólares mayor que la española.
En todo caso, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que añade al PIB per cápita indicadores
relacionados a la salud y la educación, se equiparó durante el siglo XX con el de los países
más desarrollados del mundo. En el año 2000 el IDH de España era de 0,913 y suponía un
98,9% respecto del de Europa occidental, apenas un diferencial de 1,1 punto porcentual, y de
un 97,2% y 2,8 puntos respecto a los Estados Unidos.

Respecto a la estructura política, en el último cuarto del siglo XIX y el primero del siglo XX,
durante la Restauración borbónica, se debatió enormemente sobre la democracia. Tanto sobre
su alcance: sufragio censitario o universal masculino, como sobre su aplicación: el papel de las
oligarquías y el caciquismo en el turnismo político. La reacción a las contradicciones del
sistema político fue una dictadura militar. Tanto el régimen de la Restauración como la
Dictadura posterior mantenían un fuerte centralismo en la gestión del Estado. En esta época,
sobre todo a partir de la pérdida del Imperio en 1898, los nacionalismos periféricos
adquirieron mucha fuerza.

Posteriormente, la Segunda República impulsó, en un primer momento, el sufragio universal


masculino y, más tarde, el sufragio universal. Se intentó una descentralización en el
funcionamiento del Estado, si bien se topó con graves problemas con las nacionalides
periféricas. Los conflictos en los cuales se vio envuelta la República finalizaron, como es bien
conocido, con un golpe de Estado fallido que dio pie a la Guerra Civil española.

Con la victoria de los golpistas, se instauró una nueva dictadura que rigió los destinos de
España durante 40 años. De nuevo el Estado retomó las anteriores políticas centralistas.

Tras la muerte del dictador, la democracia trajo consigo un nuevo consenso acerca del
sistema democrático que, transcurrido el tiempo, equiparó a España con el resto de
democracias consolidadas en Europa. Además, el Estado descentralizó su actuación con las
Comunidades Autónomas, que hasta finales de siglo contuvieron los nacionalismos regionales.
Por otro lado, la adhesión a la Unión Europea “en el plano político” y a la OTAN “en el militar”
supusieron una cesión de soberanía hacia entidades supranacionales.

Respecto a la esfera sociocultural debe decirse, en primer lugar, que la población española se
alfabetizó muy lentamente en comparación con los países de su entorno. De hecho, hasta la
década de 1960 no se consiguió limitar el analfabetismo a cifras cercanas al 10% de la
población. Sin embargo, el acceso a la cultura audiovisual y digital ha sido mucho más rápido.
A finales del siglo XX, y pese a este retraso histórico, todos los ámbitos de la cultura, a saber,
escrita, audiovisual y digital eran, con sus lógicas variaciones, equiparables con los demás
países europeos.

 . Cambio, conflicto y movimientos sociales en España.

La educación hasta el periodo de la Segunda República tuvo un alcance limitado, aunque se


hicieron esfuerzos por escolarizar cada vez a una proporción mayor de la población. Durante la
Restauración y la Dictadura subsiguiente, la educación primaria estuvo controlada en buena
medida por la Iglesia Católica. La educación secundaria y universitaria eran, por lo demás,
muy limitadas. La Segunda República hizo un esfuerzo por extender la educación a través de
la creación de escuelas públicas y la contratación de profesorado.

La Guerra Civil revirtió este intento, pasando de nuevo la educación a depender en buena
medida de la Iglesia Católica, bien a través de sus propias escuelas, bien a través del control
ideológico de los contenidos (nacionalcatolicismo).

En el periodo de la dictadura, no obstante, creció de una manera sostenida la escolarización


primaria y se desarrolló con fuerza la secundaria (bachillerato y Formación Profesional). La
democratización de final de siglo aportó la apertura de la universidad, que dejó de ser un
reducto de la élite y se abrió a amplias capas de las clases medias y, en menor medida,
obreras.

Se intentan mostrar los principales hitos de la modernización española en cada uno de los
campos institucionales señalados: ecológico, económico, político y sociocultural, desde
finales del siglo XIX hasta la actualidad.
 Conflicto en España

El periodo de cambios y de modernización demográfica, económica, política y sociocultural


indicado en el epígrafe anterior, no estuvo exento de virulentos disensos y conflictos. De
hecho, se produjeron algunos de los más graves conflictos vividos en España y que más han
marcado la trayectoria posterior del país.

En el periodo anterior a la Guerra Civil, España estuvo envuelta en tres grandes conflictos
coloniales. Los dos primeros: en Cuba y Filipinas ocuparon de modo intermitente el último
tercio del siglo XIX y finalizaron con la intervención de Estados Unidos en la Guerra Hispano-
Estadounidense (1898) por la que se perdieron dichas colonias. El tercer conflicto se desarrolló
el primer tercio del siglo XX, otra costosa y sangrienta guerra colonial contra las tribus
bereberes de Marruecos.

Pero el gran conflicto que marcó los destinos del país durante el resto del siglo fue la Guerra
Civil (1936-1939) donde perdieron la vida unos 500.000 españoles. Se puede decir que esta
concluyó un periodo de continuos conflictos internos iniciados con la Guerra de la
Independencia.
Tras la misma, y después de la soterrada intervención en la Segunda Guerra Mundial –División
Azul–, se inició un periodo continuado de relativa paz interior y exterior. En el exterior,
exceptuando la Guerra de Ifni (1957-58), la Marcha Verde (1975), la intervención en la
Primera Guerra del Golfo (1990-1991) y la Segunda Guerra del Golfo (2003-2004) –además de
las intervenciones bajo el paraguas de la OTAN en la antigua Yugoslavia, Afganistán o Libia–,
ya en la Democracia, no se han desarrollado operaciones militares de envergadura. Habría que
añadir la Guerra entre Rusia y Ucrania que comenzó en el 2022 y sigue actualmente en 2023.

Y a nivel interior, tras la Guerra Civil se desarrolló una guerra de guerrillas conocida como
“maquis” durante la década de 1940. Tras la derrota de los guerrilleros antifranquistas,
primero la Dictadura –que, como todo régimen dictatorial, ejercía un grado importante de
“violencia de Estado”– y después el nuevo régimen democrático tuvo que enfrentarse a
conflictos provenientes de la violencia política organizada bajo la forma de terrorismo.

El terrorismo es un fenómeno que ha acompañado a la sociedad española desde finales de


los años 1960. De hecho, los grupos terroristas han sido especialmente activos desde la
instauración de la democracia en 1976.

Los más importantes, surgidos desde una matriz nacionalista regional, fueron ETA, fundado en
1958 y, en menor medida, Terra Lliure, en 1978, o el Exército Guerrilheiro do Povo Galego
Ceive, en 1986. Con una ideología nacionalista española surgieron diversos grupúsculos
terroristas de extrema derecha. Y desde una posición de extrema izquierda los Grupos de
Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), aparecidos en 1975.

Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), grupo terrorista formado por miembros de las
fuerzas de seguridad y mercenarios a sueldo que practicaron la guerra sucia contra la banda
terrorista ETA y su entorno. Los GAL estuvieron activos entre 1983.

De todos ellos, destaca ETA como la organización más activa, tanto por número de atentados
como de víctimas. En los últimos años del siglo XX habría que sumar los 35 muertos de ETA
desde 2001 hasta el cese de sus actividades en 2011 y la aparición de un terrorismo de
carácter internacional. En especial son significativos los atentados islamistas de Madrid en
2004, con 193 muertos, y el de Barcelona y Cambrils en 2017, con 15 víctimas

Las luchas de carácter laboral también han estado presentes con una obstinada constancia.
Los años inmediatamente anteriores y posteriores a 1920 fueron un periodo de gran
conflictividad laboral, como también lo fueron los años previos a la Guerra Civil. De hecho,
“tanto en el campo como en las ciudades, durante el periodo republicano se alcanzó en España
el más algo grado de movilización popular y conflictividad social de toda la historia
contemporánea del país” (Pérez Ledesma, 1990: 203). La Guerra Civil interrumpió la dinámica
ordinaria de la protesta obrera y campesina, subordinada a los esfuerzos de guerra.
No existen registros de conflictividad laboral durante las primeras tres décadas de la
Dictadura. Esto, sin duda, tiene que ver más con la ideología de “colaboración entre clases” y
con la prohibición de las huelgas que con la inexistencia de conflictos laborales.

A partir de la década de 1960 la conflictividad repuntó con fuerza y el propio régimen volvió a
elaborar estadísticas sobre el tema. Más tarde, la conflictividad laboral aumentó con la
Transición y la llegada de la democracia durante los años 1970 y 1980, para disminuir
paulatinamente en la década de 1990.

El final del siglo XX registró un ligero repunte en la conflictividad laboral, para continuar el
descenso durante los primeros 15 años del siglo actual.

La protesta política, social o económica también ha revestido formas no violentas a través de


las manifestaciones. Durante la Restauración borbónica, la constitución de 1876 consagraba
el derecho de reunión, si bien requería autorización previa. Pese a las restricciones de las
autoridades, el número de manifestaciones públicas fue considerable. Posteriormente, la
dictadura acabó con dicho derecho, aplicando una fuerte represión sobre las manifestaciones.
La Segunda República restauró el derecho de reunión y manifestación, si bien la alta
conflictividad de la época hizo que se restringiesen dichos derechos.

Tras la Guerra Civil, el derecho de manifestación fue limitado, en líneas generales, a las
manifestaciones de apoyo al régimen franquista. Sin embargo, la protesta obrera y política
siguió existiendo, aunque muy mermada. Se produjeron manifestaciones tanto de carácter
laboral como político, valga el caso de las manifestaciones de estudiantes universitarios, que
eran duramente reprimidas por el régimen. La última etapa del franquismo fue
especialmente virulenta en este sentido. Muestra de ello es que murieron más de una docena
de manifestantes en los últimos años de la dictadura.

Posteriormente, con la llegada de la democracia, las manifestaciones se normalizarían y


pasarían a ser parte del abanico de opciones pacíficas para encauzar la protesta. Desde 1980
tanto el número de manifestaciones como de asistentes ha sufrido un notable incremento en
España. Nuestro país muestra el mayor porcentaje de asistencia a manifestaciones según la
Encuesta Social Europea.

Tanto el número de manifestaciones como el de manifestantes sufrieron un importante


aumento como consecuencia de la crisis económica iniciada en 2008. Esta alcanzó un pico el
año 2012, con 44.233 manifestaciones comunicadas, y posteriormente ha comenzado a
descender si bien el número de manifestaciones continúa siendo significativamente más alto
que antes del inicio de la crisis.

Por último, otro indicador de la conflictividad social es la criminalidad, que refleja el fracaso a
la hora de cohesionar la sociedad y mantener el orden social.
En este caso es posible fijarse en la población reclusa, pues es uno de los indicadores de los
que se tienen series temporales más extensas. La evolución de la población reclusa tanto en
cifras absolutas como en porcentaje respecto a la población total del país. Este muestra unas
pautas relativamente estables entre la población presa desde finales del siglo XIX hasta la
Guerra Civil.

Tras la finalización de la Guerra Civil se generó un drástico aumento de la población reclusa.


Si en 1930 había en España 44 presos por cada 100.000 habitantes, la cifra aumentó hasta los
1.051 por cada 100.000 habitantes en 1940. Los años posteriores trajeron una normalización
en las cifras, que durante los años 1960 y 1970 volvieron a niveles similares a los de antes de
la Guerra Civil. Las últimas dos décadas del siglo XX y las primeras del XXI muestran un
incremento de la población reclusa, que según algunos analistas podría reflejar un aumento
en la criminalidad común a la mayoría de los países de nuestro entorno (Avilés Farré, 2003).

Movimientos sociales en España

Los movimientos sociales que surgieron en España durante el siglo XIX a partir del proceso de
industrialización y modernización, y que perduraron durante buena parte del siglo XX, como
los movimientos obreros, se apoyaban en ideologías como el marxismo o el anarquismo.

Los movimientos sociales que aparecieron a finales del siglo XX y principios del XXI se
caracterizaban por defender nuevas reivindicaciones y por politizar la vida cotidiana
apoyándose en elementos como la identidad, el estatus, la igualdad y no discriminación, los
derechos sexuales, ambientales o la autogestión, entre otros. Estas reivindicaciones se
centraban en conflictos culturales y se caracterizaban por “una pluralidad de ideas, valores,
orientaciones pragmáticas y persecución tanto de reformas como de transformaciones
radicales de las instituciones existentes con el objetivo de ensanchar el concepto de
democracia y posibilitar una mejor relación entre individuo y grupo.

Las décadas de los 1960 y 1970, ante las limitaciones de la clandestinidad, se caracterizaron
por la organización de experiencias asociativas vecinales, que constituyeron motores de
participación ciudadana.

Su objetivo principal fue centrarse en conseguir y mejorar equipamientos y servicios


públicos como el transporte, centros escolares, ambulatorios o espacios culturales, y luchar
contra la marginación que sufrían muchos de estos barrios. Internamente, en las
asociaciones vecinales se crearon grupos de madres y padres en centros educativos, grupos
juveniles y culturales y colectivos de mujeres, que más tarde se configurarían como
asociaciones independientes.

También se crearon espacios de trabajo comunitario especialmente desde las parroquias,


abriendo estos espacios a la participación de las vecinas y los vecinos de los barrios y pueblos.
Durante la década de 1980 se originó una crisis de los movimientos sociales debido a diversas
causas:

1. Una de ellas tiene que ver con el abandono de las asociaciones por parte de algunos
de sus participantes que pasaron a formar parte de gobiernos locales.

2. De igual modo:

- -los cambios socioeconómicos motivados por la crisis económica,

- -la politización de las asociaciones,

- -la falta de mecanismos participativos en las administraciones,

- -las crisis en los partidos de izquierda, -

- -la despolitización o un sentimiento de desencanto y desconfianza hacia el poder


público contribuyeron a agravar esta situación (Alberich, 2003).

Ante esta crisis surgen Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que optaron por la
introducción de mecanismos de institucionalización del trabajo que se realizaba desde los
movimientos sociales e impulsaron el trabajo voluntario.

Estas ONG tenían un carácter menos politizado y dependían económicamente de la


Administración, lo cual, al mismo tiempo, implicaba menos autonomía.

Durante los años 1980 y 1990 emergieron movimientos estudiantiles, sindicales, obreros y
nacionalistas, y se consolidaron de una forma más o menos institucionalizada.

Estos movimientos sociales defendieron nuevas reivindicaciones, desde posicionamientos


como el feminismo, la diversidad sexual, formas de ocio alternativo y el ecologismo, hasta la
defensa de los derechos de los animales o la lucha contra la droga.

Junto con estos movimientos predominantes surgieron otras iniciativas pacifistas contra el
imperialismo y las lógicas neoliberales: activismos y consignas contra la energía nuclear, el
sistema militar, las guerras, la deuda externa y exigiendo y apostando por la cooperación
internacional. De hecho, ante cada evento o acontecimiento surgían movimientos de
respuesta.

Con la aparición de internet a finales del siglo XX y principios del XXI, estos movimientos
confluyeron con las experiencias que se estaban produciendo a nivel internacional, adoptando
nuevas formas de protesta y reivindicaciones en un mundo cada vez más conectado a nivel
global.

Parte de estos últimos movimientos se organizaron para crear y mantener formas de


organización horizontales y asamblearias con el objetivo de reclamar el uso colectivo de
espacios públicos o la libre expresión.

Ante algunos cambios legislativos o crisis económicas, movimientos que ya estaban activos
cambiaron sus líneas de actuación en uno u otro sentido. Por ejemplo, el movimiento okupa
en los años 1980 y 1990 comenzaba a demandar espacios para la vivienda y la participación y
organización comunitaria desde lo local, ocupando espacios para la expresión política y
anticapitalista, construyendo experiencias como los centros sociales. Asimismo, con la crisis de
acceso a la vivienda provocada por la burbuja inmobiliaria de 2008, surgió la Plataforma de
Afectados por la Hipoteca.

Otros movimientos que confluyeron fueron aquellos que defendían el principio de “hazlo-tú-
mismo”, que organizaron actuaciones locales como huertos urbanos, expresiones artísticas y
culturales o radios comunitarias, configurándose como movimientos contraculturales con
una actitud crítica hacia el sistema político, económico, social y cultural y persiguiendo la
organización de alternativas para la transformación social.

El 15 de mayo de 2011 apareció un movimiento social: el denominado 15M, que en la


actualidad sigue teniendo repercusión en la vida política y social, además de presencia en las
instituciones españolas, aunque con un formato muy diferente del que tuvo en un principio.

En la fecha anteriormente mencionada, distintos colectivos lanzaron una convocatoria


ciudadana de manifestación en diferentes ciudades españolas, siendo la más llamativa y
multitudinaria de ellas la de Madrid, originada de forma espontánea al finalizar una
manifestación en la Puerta del Sol. En el momento del auge de este movimiento social se
encontraba en el gobierno el Partido Socialista Obrero Español, siendo presidente del
Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Los principales cambios que buscaba dicho el 15M eran:

una transformación notoria en la política española, caracterizada hasta ese momento por el
bipartidismo del PP-PSOE ,y el rechazo a factores como: “el desempleo, recortes, corrupción y
un sistema injusto que considera a las personas como mercancías”.

Sus reivindicaciones por tanto iban dirigidas a pedir una “democracia real” que fuera
participativa y de abajo a arriba y a cuestionar el papel de unos representantes electos que “no
nos representan”, tal y como decían las consignas más utilizadas.

Por último, cabe destacar la fuerza y presencia de los movimientos feministas y LGTBI+
durante los últimos años.

Si bien es cierto que grupos de mujeres obreras e intelectuales se organizaron para luchar
contra la discriminación y por la consecución de la igualdad desde distintos ámbitos de la vida
social durante los siglos XIX y XX y que tras finalizar la dictadura franquista los movimientos
feministas comenzaron a tener un protagonismo creciente.

También es cierto que los primeros años del siglo XXI han visto una presencia aumentada y
significativa de la agenda feminista en la opinión pública y en vida política, social y cultural
española
Definiciones

• La estratificación social hace referencia a los sistemas de desigualdad entre los seres
humanos presentes en todas las sociedades.
• “Todas las sociedades complejas se caracterizan, en un grado variable, por la desigual
distribución de las recompensas materiales y simbólicas. Es también el caso de que
nunca ha existido una estructura persistente de desigualdad económica y social sin
que hubiera también algún tipo de sistema(s) de significados que persiguieran tanto
explicar como justificar la desigual distribución de los recursos societales. El de
<<estratificación social>> es un término general que describe estas estructuras
sistemáticas de desigualdad” (Crompton, 1994: 17).

Concepto de Desigualdad

En las sociedades tradicionales o preindustriales el concepto de desigualdad se entendía


desde dos vertientes:

• Desigualdad por naturaleza; existen hombres libres y hombres nacidos para la esclavitud
siendo su posición de esclavo aceptada por ellos.
• Desigualdad por causas divinas, se pensaba que las desigualdades derivan de la estructura
de la sociedad establecida por la divinidad.
.
Algunos sistemas de estratificación utilizaron estas definiciones para manipular a los
individuos que pertenecían a sistemas tradicionales o preindustriales.

• Frente a estas ideas de que los seres humanos nacen desiguales por causas divinas o
naturales, se desarrolla a lo largo del siglo XVII, el argumento de que en virtud de su
humanidad todos los seres humanos nacemos iguales y no desiguales. De este
supuesto se derivan los inicios del enfoque sociológico que plantea, que la igualdad y
no la desigualdad es la condición natural humana.

Definiciones del concepto de desigualdad

La desigualdad no es un hecho natural, sino una construcción social que se configura a partir
del poder que unos individuos ejercen sobre otros en el camino para conseguir objetivos.
La desigualdad social es la condición por la cual las personas tienen un acceso desigual a los
recursos, servicios y posiciones que la sociedad valora (Kerbo, 2003:11).
Es la situación social y económica desigual entre ciudadanos de un estado o entre distintos
países que surge cuando las diferencias humanas se hacen socialmente significativas. De esta
forma, no es un hecho natural, sino una construcción social que expresa diferencias de poder,
riqueza, privilegio, nivel de vida, influencia social y oportunidades de integración entre
personas y grupos en un contexto social.
La sociología centra el análisis de la desigualdad en las diferencias entre las personas que
dividen o separan a los miembros de una sociedad, y que son valoradas como tales por el
conjunto de esa sociedad (Macionis, y Plummer, 2011: 214).

Definiciones

 El índice de Gini, indicador que se utiliza para medir las desigualdades en un país :
(toma un valor 0 si la riqueza se divide a partes iguales entre toda la población y el valor 1 si
una sola persona se queda con toda la riqueza y el resto con nada).
A medida que se produce un desmantelamiento del Estado de Bienestar como consecuencia
de la crisis económica, se observa un repunte de las tendencias desiguales en todo el mundo.
 En Europa, el índice se ha incrementado moderadamente en Reino Unido (0,33),
Alemania (0,28), Dinamarca (0,27) o Suecia (0,28), descendido en todos los países
mediterráneos, a excepción de España (Eurostat, 2019a). Con la pandemia han
incrementado las desigualdades a nivel mundial.

Tipologías de Desigualdad

Desigualdad por razón de clase

 Establecer una separación entre diferentes estratos sociales es una característica


propia de las sociedades asimétricas en las que existen diferencias en la distribución
del poder, privilegios y prestigio entre los diferentes grupos. Esta definición de las
distintas capas sociales viene, en la práctica, establecida a través de factores que
interactúan dinámicamente con los medios de producción y con la definición de roles
laborales.
 Estas diferencias provocan conflictos y tensiones, que a su vez producen dinamismo
en los procesos sociales e históricamente han dado lugar a modificaciones en las
relaciones de poder. Además, este criterio de desigualdad se entrelaza con otros
como la etnia, el género o la edad, contribuyendo a clarificar la complejidad propia de
los fenómenos sociales de la desigualdad.

Desigualdad por razón de género

La desigualdad establece una relación de poder jerárquica y asimétrica entre varones y


mujeres potenciada por la participación desigual en la esfera productiva a través de la
división sexual del trabajo.

La unión de la condición de género con otras dimensiones, como la clase o la etnia, da lugar a
un complejo entramado de relaciones sociales mediadas por la desigualdad que se manifiesta
en las diferencias en el acceso a los diferentes objetivos y bienes sociales, así como en el
acceso a los recursos y a la participación política.

La diferencia que se establece entre la desigualdad de clase y de género es que la primera


(clase) es una condición modificable surgida a lo largo de la historia, mientras que la de
género es “transhistórica” y está inscrita en la subjetividad de las estructuras mentales
Es el Índice de Desigualdad de Género (IDG) que refleja el impacto de esta desigualdad en el
desarrollo de un país, de tal forma que cuanto más alto sea el valor de este indicador existirá
una mayor desigualdad entre varones y mujeres que repercutirá, directamente, en el
desarrollo social.

Se calcula a partir del análisis de tres variables importantes para la modernización de una
sociedad: la salud reproductiva (medida por la tasa de mortalidad materna y la tasa de
fecundidad entre adolescentes); el empoderamiento (que se mide por la proporción de
escaños parlamentarios ocupados por mujeres y la proporción de mujeres y varones adultos
de 25 años o más que han cursado como mínimo la enseñanza secundaria); y la situación
económica (definida como la participación en el mercado laboral y medida según la tasa de
participación en la fuerza de trabajo de mujeres y varones de 15 años o más).

En España, el IDG arroja un dato de 0,081, quedando en el puesto 25 a nivel mundial y 10 a


nivel europeo

Desigualdad por razón de edad

Todas las sociedades construyen socialmente categorías de desigualdad por razón de edad en
base a una serie de creencias, normas y valores que justifican el acceso desigualdad a la
riqueza, el poder y los privilegios entre personas de distintos grupos de edad (niños, jóvenes,
ancianos, etc.).

Las sociedades más avanzadas establecen un mapa de la vida basado en cuatro edades sobre
las que aplican diversos criterios de desigualdad:

Infancia

Madurez

Aprendizaje, periodo entre el fin de la vida laboral activa y la llegada de la cuarta edad (en
aumento) y

Edad de la dependencia y muerte (en aumento) (Schaefer,2012).

Si bien hay un consenso general sobre la relación entre la modernidad de la sociedad y la


aparición de estas cuatro etapas, hoy en día son categorías dinámicas difíciles de delimitar
debido a las inversiones en salud que han provocado:

- un aumento en la esperanza y la calidad de vida, y

- a la extensión de los hábitos de consumo y ocio que amplían el debate sobre cómo
debe vivirse en cada una de estas etapas.

Desigualdad educativa.

La desigualdad se produce cuando se favorece el acceso a la educación a un perfil


determinado de población (por ejemplo, la más joven), dejando más al margen al resto (por
ejemplo, la población adulta), lo que genera una pérdida sustancial de las habilidades exigidas
por el mercado de trabajo.

Por otro lado, la falta de currículo educativo dificulta:

- el seguimiento de determinadas manifestaciones culturales y

- dificulta el aprendizaje de valores, actitudes y hábitos.

De este modo, los criterios de desigualdad basados en la educación:

-perpetúan las relaciones de poder y privilegio entre clases sociales y

- condiciona el proceso mediante el cual la sociedad trasmite el modo de conocimiento


dominante de una generación a otra

(Bourdieu, 2002).

Desigualdades sociales y desarrollo tecnológico.

El nivel de desigualdad de una sociedad está directamente relacionado con su desarrollo


tecnológico tal y como lo representa la curva de Kuznets.

Este gráfico representa la hipótesis que defiende que los países pobres serían, en un principio,
igualitarios; sin embargo, a medida que se van desarrollando, se produciría una
concentración del ingreso en un número reducido de individuos lo que provocaría una
distribución diversa de la riqueza que generaría una mayor desigualdad.

Curva de Kuznets

Principales sistemas de estratificación

COMUNAL
• El sistema de estratificación de las sociedades de cazadores y recolectores está
basado habitualmente en diferencias de honor.
• Estos pueblos poseen una tecnología basada en la caza, pesca y recolección de
alimentos, lo que les obliga a llevar una vida nómada o semi-nómada e impide la
acumulación de excesivos bienes materiales. La distribución de los mismos suele ser
igualitaria.
• Las diferencias, por tanto, se marcan para aquellas personas con “capacidad para
realizar funciones valiosas para toda la tribu”.
• Esto puede deberse a una habilidad especial como cazador, como recolector, a tener
una gran descendencia, a la edad ya que el individuo acumula experiencia necesaria
para el grupo, etc. En todo caso, las recompensas son un mayor estatus y honor, con
pocas diferencias en cuanto a bienes materiales con el resto del grupo.
• El sistema de asignación es la tradición, aquel que es considerado por los demás
como alguien prestigioso, y no existen mecanismos legales que sancionen el honor y el
estatus elevado.

CENTRALIZADO TRIBUTARIO

• Históricamente es el primer gran sistema de estratificación social en aparecer tras la


organización social comunal.

• El sistema de estratificación tributario está basado en un dominio político, social,


económico y militar de la sociedad por parte de una elite mediante el uso de un
aparato burocrático con el cual ejerce un poder omnímodo (absoluto) con el que
organiza la producción y redistribuye el excedente.

• Es un sistema altamente jerarquizado, en el cual el mayor excedente producido por


la agricultura permite la existencia de grupos sociales especializados en tareas
directamente no productivas: militares en torno al palacio y sacerdotes en torno al
templo.

• “La diferenciación social básica en estos primeros estados no se establece únicamente


en términos de riqueza sino ante todo en función de trabajo: entre quienes trabajan y
quienes hacen trabajar; quienes trabajan para la comunidad y los que realizan
trabajos particulares, quienes se especializan en determinado tipo de trabajo
productivo (agrícolas y artesanales) y los que aportan servicios (sacerdotes,
funcionarios), en fin, entre quienes producen y quienes controlan la producción a
través del mecanismo redistributivo” (Bravo, 2004: 59).

Ejemplos de esta: Mesopotamia, Antigua China o Egipto


ESCLAVISMO

• El sistema esclavista es una forma de estratificación en la que unos individuos, los


amos o dueños, tienen el derecho de propiedad sobre otros, los esclavos.

• Es un sistema de estratificación típico de la antigüedad, practicándose sobre todo en


sociedades de carácter agrario.

• Se caracteriza porque un grupo de individuos tiene la posesión de otros, con


independencia de posteriores divisiones en el seno de los poseedores o de los
poseídos.

• Se entraba en la esclavitud por diversos motivos: ser apresado en la guerra, deudas,


incumplimiento de la ley o por ser hijo de un esclavo.

• El sistema esclavista estaba legitimado legalmente, el esclavo era propiedad del


dueño, y se justificaba en pos del derecho de conquista o de la naturaleza del esclavo,
considerado menos que humano o con características diferentes a las del ser humano
libre.

Ejemplos: Antigua Grecia, Imperio Romano o Estados Unidos del sur

CASTAS

• El sistema de castas es una forma de estratificación basada en características


adscriptivas de las personas. Este sistema se caracteriza por pautas extremadamente
endógamas y cerradas.

• Así, la casta se asocia a ciertos trabajos, se impide el matrimonio entre personas de


castas diferentes, las amistades y relaciones se restringen a la propia casta y existe un
fuerte entramado de creencias culturales que apoyan el funcionamiento del sistema
de castas.

• Es un sistema de estratificación propio de sociedades agrarias, que impone una


fuerte jerarquía y confiere un papel muy reducido al individualismo.

• El individuo pertenece al grupo en el cual se nace y se acepta en grado muy reducido


el mérito individual.
• Es característico de la India.

Casta Función
Brahmanes Sacerdotes
Ksatriya Guerreros
Vaisya Ganaderos y comerciantes
Sudra Esclavos-Siervos
FEUDAL- ESTAMENTAL

• El sistema feudal-estamental se ha desarrollado en diferentes partes del planeta,


aunque es clásicamente asociado con la Europa medieval y con Japón.

• En el sistema feudal, el criterio que definía la posición en la sociedad era la posesión


de tierras, adquiridas normalmente por derecho de conquista o cesión del monarca y
defendida con fuerzas militares propias, y los vínculos de vasallaje entre hombres
libres y de servidumbre entre un hombre libre y uno adscrito a la tierra.

• Mediante los vínculos de vasallaje y servidumbre se ligaban todos los miembros de la


sociedad desde la cúspide (monarca) hasta la base (siervos).

• Es un sistema fragmentario, en el que diferentes señores feudales compiten por el


poder en un equilibrio inestable.

• Suele terminar cuando uno de estos señores logra imponerse a los demás y crear un
gobierno centralizado y una administración burocrática.

• En Europa, el triunfo de los monarcas supuso la aparición del estado absoluto


estamental, en el cual la sociedad era regida por un monarca y se dividía en estamos
o grandes categorías sociales provenientes del feudalismo: pueblo-burguesía, clero y
nobleza.

Ejemplos: Europa Medieval o Japón


DE CLASES MODERNO Y POSTMODERNO

• Es un sistema en que la posición ocupada por los individuos se encuentra en función


de su situación en la estructura económica de la sociedad. La clase social sería el
conjunto de personas que desempeñan la misma función en el proceso de
producción.

• Es típica de las sociedades modernas e industriales.

• Esto, obviamente, no implica que en las sociedades modernas no existan otras


formas de estratificación, sino que la clase es la forma predominante.

• Es un sistema que se caracteriza por:

• La clase no viene impuesta por ley, no existen restricciones legales. Existe


una igualdad ante la ley y la desigualdad es entendida en función de criterios
de mérito, oportunidad o situación.

• Es un sistema más “abierto”, permitiendo mayor grado de movilidad social,


en función del éxito individual en el mercado.

• Las barreras sociales son más flexibles que en otros sistemas.

• En un primer momento, en los países capitalistas-industriales se estableció un


sistema de clases rígido y jerárquico en función de la posición en la estructura
económica

• Se estructuraba en torno a tres grandes clases:

• Burguesía: grandes propietarios de los medios de producción, políticos,


aristócratas, etc.

• Clases medias: pequeños propietarios, comerciantes, etc.

• Proletariado: trabajadores por cuenta ajena.

• Esta división se reflejaba en todas las facetas de la vida: vestido, educación, habla,
acceso a la vida pública, salud, etc.

• Posteriormente, sobre todo tras la Segunda Guerra Mundial, se difundieron una


serie de cambios (creación del Estado de Bienestar, consenso político en torno a la
democracia, institucionalización de los partidos obreros, enriquecimiento general de
la población, etc.), que hicieron más complejo el sistema de clases.

• La clase no desapareció como variable explicativa del funcionamiento social. De


hecho, en el sistema capitalista-industrial, las clases siguen siendo el principal
criterio a la hora de establecer las pautas estructurales de desigualdad.

• Las barreras entre clases se han difuminado y ahora es posible establecer una
gradación mayor entre las clases sociales: subclase, trabajadora, media-baja, media,
media-alta, alta y muy alta. Además, el poder, el estatus y la clase no concuerdan
tanto como en la primera modernidad, por lo que no aparece tan clara la clase en
función de criterios estrictamente económicos.

Teorías sobre la estratificación social

• Teorías conflictivistas

• Teorías interaccionistas

• Teorías funcionalistas

• TEORÍA FUNCIONAL: consideran que la sociedad está dividida en estratos


jerarquizados con intereses comunes cuyos miembros comparten valores, ideología,
etc. → diferentes grupos y cada grupo tiene su función.

• TEORÍA CONFLICTIVA: establecen que la clave de la estratificación es el conflicto que


se origina entre los diversos grupos sociales por la posesión de poder y privilegios. →
clases sociales que tienen intereses diferentes y contrapuestos

TEORÍA MARXISTA

• El concepto clave es el de clase social, determinada por la posición de los individuos


respecto a la estructura económica.

• Sociedad dividida en clases:

 Propietarios/Capitalistas: dueños de los medios de producción, del capital y de la


fuerza de trabajo

 Proletariado: trabajan por cuenta ajena.

• Para los marxistas, los miembros de las clases sociales deben tener más conciencia de
la clase a la que pertenecen. Pero, sobre todo, deben tener más conciencia los
miembros de las clases trabajadoras ya que dependen económicamente de otras
personas, con el fin de cambiar la situación.

• El planteamiento de la conciencia de clase tiene como objetivo el cambio de la


sociedad hasta una sociedad más igualitaria.

• Cuando hablamos de estratificación hablamos de desigualdad. Los marxistas plantean


que esa desigualdad es posible cambiarla si hay conciencia de clase por parte de la
clase que está sometida. (Sin embargo, los funcionalistas dicen que siempre va a existir
desigualdad).

• Intereses de clase como base primordial para establecer un conflicto contra la clase
dominante
Teoría Weberiana I

Según Max Weber, los individuos se estratifican socialmente en tres dimensiones:

– Orden económico

– Orden social

– Orden político

• 1º) Orden Económico: los individuos se estratifican de acuerdo con su relación


respecto a los medios de producción y adquisición de bienes.

• 2ª) Orden Social: pertenecen a status que se estratifican de acuerdo con el consumo
de bienes.

• 3º) Orden político: se estratifican en relación con el poder.

• En el desarrollo de la sociedad industrial se organiza la burocracia. La organización


burocrática moderna como fuente de poder y status no es un concepto negativo,
surge cuando nacen más empresas y entonces es necesaria una organización.
Dependiendo de dónde nos encontremos en esa organización, tendremos un status u
otro.

• En el Estado Moderno hay dos órdenes o sectores que cada vez tienen más poder y
son: la Administración y el Ejército. Los grupos económicos más fuertes o manejan la
Administración o están dentro del ejército.

• Por tanto, la clase económica era importante porque era causa de estatus.

Teoría Funcionalista I

• Establece que para que la sociedad funcione es necesario que esté estratificada: las
posiciones sociales más importantes deben ser ocupadas por las personas con más
ideas. Ej: Obama dirige el mundo porque es la persona más preparada.

• No debe cuestionarse esa estratificación para que la sociedad pueda estar integrada,
no debemos cuestionar lo establecido.

• El sistema de estratificación es un sistema motivacional

• El status es la forma más general y persistente de estratificación. Ese estatus


podemos modificarlo si realmente trabajamos para ello.

• Según Parsons, la pertenencia a un status o a otro va a depender de las posesiones,


cualidades y ejecuciones del individuo.

• Se supone que en el sistema capitalista todo el mundo puede cambiar de status


social.
Movilidad social:

• Básicamente la movilidad social se entiende como el movimiento individual o de grupo


en el sistema de clases.

• Se entiende como un fenómeno dinámico relacionado con las diferentes funciones


que puede desempeñar un individuo en la esfera laboral y que producen movimiento
de una ocupación a otra, con un prestigio social diferente (Golthorpe,1992).

• Por otro lado, podemos entender la movilidad social como un fenómeno más estático,
ligada a la posición de clase de partida del individuo, que verá condicionadas sus
posibilidades de movilidad en función de su origen y herencia social.

• Movilidad social:

• Los cambios de posición en la estructura social de las sociedades contemporáneas son


el producto de una combinación de logro y adscripción. Para Requena et al. (2013) eso
no significa que la adscripción haya desaparecido, sino que para conseguir una
posición social más alta que la que uno tiene los individuos pueden confiar en sus
propios méritos, en su esfuerzo y en su talento, como nunca antes en la historia. De
este modo, para Kerbo (2003) la movilidad social supone el movimiento individual o
de grupo en el sistema de clases.

• Por su parte Giddens (2001) considera que este movimiento se produce entre las
distintas posiciones socioeconómicas, y, por tanto, al estudiar la estratificación
tenemos que considerar no solo las diferencias entre las posiciones económicas o las
ocupaciones, sino lo qué ocurre con los individuos que las tienen.

• El análisis de la movilidad social nos enseñaría quiénes y cuántos cambian de posición


social, en qué dirección cambian, con qué medios lo consiguen y qué efectos tienen
esos cambios para la vida de la gente y para la sociedad en su conjunto.

• Pese a que la mejora en el acceso a las recompensas sociales que permiten a un


individuo cambiar de posición social se considera un indicador importante de
desarrollo social, las oportunidades de movilidad social no se distribuyen por igual o de
manera homogénea entre los componentes de una sociedad. Esto genera, en la
práctica, distintos tipos de movilidad

• De este modo, experimentamos movilidad vertical cuando se produce un


desplazamiento hacia arriba o hacia abajo en la escala socioeconómica. Cuando al
estudiar la movilidad social se trabaja con algún tipo de criterio que expresa jerarquía
como, por ejemplo, la cantidad de recursos materiales, cualificación, autoridad,
prestigio social, ingresos, etc
• Vendría definida por los movimientos ascendentes o descendentes en la jerarquía de
un sistema de estratificación. Sería ascendente si el desplazamiento se dirige hacia
posiciones sociales superiores a la del origen del individuo.
• De otro modo, experimentamos movilidad social descendente si la dirección del
cambio conduce a posiciones inferiores.
Por su parte, la movilidad horizontal define nuestros desplazamientos entre
posiciones que no implican un cambio significativo en la jerarquía social, es decir,
cambios de un individuo en el mismo estrato. Por ejemplo: el trabajador se traslada a
otro departamento, o se le asignan tareas de otra persona que pertenece (o
pertenecía) a su misma categoría laboral.

A veces los cambios en el estatus social se producen a lo largo de la vida de un


individuo y otras podemos observarlos cuando comparamos diversas generaciones. De
este modo, denominamos movilidad intrageneracional a los desplazamientos que se
producen a lo largo de la vida de un individuo. En este caso los cambios se producen,
sobre todo, en la posición social durante la vida adulta de una persona. Asimismo,
llamaremos movilidad intergeneracional a los cambios de
Posición social de los hijos con respecto a los padres.

Lo que ha permitido esta MOVILIDAD SOCIAL, son los fenómenos que ocupan una
posición central en los cambios sociales del último siglo

1. El papel de la educación:
Antes lo que uno aprendía lo hacía en la familia o en la Iglesia. Ahora, se ha
independizado de estas instituciones, y es cada vez más el Estado quien asume esa
educación (Mayoría de educación pública).
La educación determina la estructura social, es decir, el nivel de educación fija la
pertenencia a una clase o estrato. El rendimiento personal se convierte en el principio
básico para la posición social. Ahora bien, si perteneces a la clase alta tendrás unos
estudios diferentes (universidad privada).
Ya no es educación integral, ahora se va a la universidad a aprender un oficio. Se
produce una especialización o profesionalización, que aporta más instruccionalidad,
hace que estemos más preparados y permite mayor movilidad para poder subir de
estatus social.

2. . Igualdad ante la ley:


• Igualdad jurídica (S XVIII): se consigue que la sociedad funcione de otra manera.

• Igualdad política o derecho de sufragio universal (SXIX)

• Igualdad social (SXX): Estado de Bienestar

• Tendencia a reducir las desigualdades

Hemos alcanzado con esto un mayor bienestar social.

 Demografía:
Tradicionalmente la demografía se ha definido como aquella parcela de las ciencias sociales
cuyo objeto es el estudio de la población humana. La demográfica, analiza cuestiones
relativas a:
 cuántos habitantes existen en un determinado espacio social,
 cuántos lo abandonan
 cuántos vienen a establecerse en él,
 a qué ritmo se reproducen,
 en qué proporciones se ordenan según edades y sexo
 cómo se distribuyen en el espacio.

Estudia aquellos procesos que determinan la formación, la conservación y la desaparición de


las poblaciones.
 La demografía es el estudio de la población humana.
 Procede del término griego cuyo significado no es otro que el de descripción del
pueblo.
 Disciplina emparentada con la sociología que analiza el tamaño y la composición de
la población, así como sus desplazamientos

 Demografía:
Cuando la sociología toma en consideración el estudio de la población se sirve de las técnicas
de la demografía para darle un enfoque propio incorporando la perspectiva de análisis que
considera los fenómenos demográficos como producto social.
No se trata únicamente de contabilizar los habitantes que tiene un espacio social determinado,
sino también, estimar cuántos podría alcanzar en un futuro próximo para, por ejemplo, poder
planificar:
- las necesidades asociadas al crecimiento de la población,
- su descenso,
- su estancamiento,
- los cambios en su composición,
- las causas que explican estas transformaciones.
Esta perspectiva incide directamente tanto en las decisiones estratégicas a tomar en el
ámbito de las políticas públicas (inversiones en infraestructuras, sanidad, educación,
pensiones) como también en el sector privado en términos de inversión.

Las transiciones demográficas


 Las llamadas Transiciones Demográficas pretenden resumir de forma general la
evolución de las variables demográficas más importantes y su impacto en la sociedad
en relación a otros factores que, sin duda, las condicionan.
 La primera de ellas, desarrollada originalmente por Thomson (1929) y que nosotros
denominaremos Primera Transición Demográfica (PTD), modeliza la tendencia que
siguen la tasa de mortalidad y natalidad y su impacto en la evolución de la población
total.
 Parte del planteamiento de que en las sociedades más primitivas las altas tasas de
mortalidad exigen altas tasas de natalidad para preservar la supervivencia de la
especie. A medida que las condiciones de vida mejoran se inicia una tendencia a la
baja de, primero, la mortalidad y, segundo, la natalidad en una fase más avanzada.
(El descenso de esta segunda variable, la natalidad, está también condicionado por los
cambios sociales protagonizados por la mujer, cuyo empoderamiento en todos los ámbitos
incide directamente en la bajada de su fecundidad).

Las transiciones demográficas


Hay una larga lista de factores que inciden en la dinámica que sigue PTD y que van
caracterizando cada una de sus fases. Entre esos factores nos encontramos algunos
puramente demográficos y otros que sin serlo inciden directamente en la evolución de las
variables demográficas básicas. De hecho, todos ellos son, a la vez, causa y consecuencia de
las dinámicas que sigue la población de cada sociedad.
Factores como el desarrollo económico en todas sus dimensiones inciden directamente en la
distribución espacial de la población a través de, por ejemplo, los procesos de urbanización de
los que España fue también protagonista a lo largo de los años 1960 y 1970. También es el
motor de los movimientos migratorios tanto internos como externos. Estos, a su vez, se ven
enormemente condicionados por las políticas que toman los estados sobre la población.
Decisiones, por ejemplo, sobre migraciones tanto nacionales como supranacionales. Es sencillo
ejemplificar esta realidad desde una Europa en la que el debate sobre los refugiados está de
plena actualidad.

Factores de influencia en la población.


Esas políticas sobre población, que apreciamos en el esquema anterior, también tienen su
incidencia en la natalidad si se promueven medida tipo (cheque bebe) o, por el contrario, se
restringe el número de hijos (política de un hijo por pareja en China hasta el 2016).
Las decisiones del Sistema Sanitario inciden directamente en la evolución de las variables
demográficas y en lo relativo a la incidencia de las enfermedades de la población.
Uno de los factores que influye directamente en la evolución de la población es la cultura y los
valores, en especial cuando el cambio se da en la población femenina, ya que es el factor de
modernización social más importante que existe son las mujeres a través de los roles y
funciones que ejercen en el seno de la sociedad. Los cambios en sus valores y pautas de
comportamiento, su incorporación creciente al sistema educativo, a la estructura ocupacional
y al ámbito de lo público inciden en su progresivo empoderamiento configurándose todos ellos
como elementos clave en la estructura demográfica presente y futura de la sociedad.

La Segunda Transición Demográfica.


La Segunda Transición Demográfica, integra muchas dimensiones que van desde la individual
y microsociológica hasta la macrosociológica y demográfica en sentido amplio (Jurado, 1995:
52).
Con todo, su principal protagonista es la institución familiar y los modelos emergentes de
hogar asociados (lo veremos en el próximo tema),entre otros factores:
 a la pérdida de peso del matrimonio en relación a su función reguladora de las
relaciones sexuales con fines reproductivos (incremento de las parejas sin hijos)
 individualismo,
 precariedad laboral etc.,
todo ello en un contexto en el que se constata una marcada tendencia la baja de la
fecundidad que se aleja cada vez más de las cotas necesarias para garantizar la reposición de
la población.

Población: Conjunto de individuos, constituido de forma estable, ligado por vínculos de


reproducción e identificado por características territoriales, jurídicas, étnicas o religiosas.
Conjunto de individuos, constituido de forma estable (excluye aquellas colectividades
ocasionales y transitorias como pueden ser un conjunto de individuos en un estadio, una
fábrica o un ejército, que no conforman una población. No están constituidos de forma
estable, ya que para ello se requiere la existencia de una continuidad en el tiempo que
sólo puede asegurarse mediante la reproducción), ligado por vínculos de reproducción,
que ligan padres e hijos y garantizan la sucesión de las generaciones se definirá como tal
si tiene continuidad en el tiempo y si esta continuidad está asegurada e identificado por
características: territoriales (la pertenencia a un determinado territorio). la pertenencia a
un determinado grupo étnico o religioso puede ser suficiente para aislar y definir a una
población: piénsese en los esclavos negros de Estados Unidos antes de su liberación (e
incluso después),jurídicas, étnicas o religiosas. En muchos casos, barreras políticas y
jurídicas o de casta contribuyen a delimitar nítidamente las fronteras y separaciones entre
grupos.
Los límites y fronteras de las distintas poblaciones son tales que los agregados así
definidos asumen su propia autonomía y estabilidad, reproduciéndose y conservándose
en el tiempo

 Población:
La población aumenta o disminuye, según sea negativa o positiva la diferencia existente
entre los nacimientos y defunciones. A esta diferencia entre nacimientos y defunciones se le
denomina “crecimiento vegetativo” y es un proceso demográfico tan primario que es
conocido como movimiento natural de la población.
Si tomamos en consideración un territorio determinado o un espacio social concreto, junto al
crecimiento vegetativo, aparece un segundo componente: el movimiento migratorio. Este
último viene a indicarnos la diferencia entre las personas que abandonan un determinado
territorio (emigrantes) y aquellas que se incorporan a vivir en él (inmigrantes).
Por tanto, la evolución demográfica de un determinado espacio social en un momento
histórico determinado evoluciona, por una parte, según sea la diferencia entre los
nacimientos y las defunciones y, por otra, según el balance entre los inmigrantes y los
emigrantes. Relación que puede expresarse con la siguiente fórmula:

Pt = Pt-1 + (Nt – Dt) + (It – Et)


Siendo Pt la población que se pretende calcular en el año t del tiempo para un territorio
concreto; Pt–1 la población acumulada en el año t anterior al que se pretende calcular;
Nt los nacimientos; Dt las defunciones; It el total de inmigrantes llegados al territorio
estudiado y Et el total de emigrantes que lo abandonan, todos ellos en el año t que se
pretende calcular.

2. Componentes básicos de una población y de su estructura


 A) Unidades básicas:
Individuos vivos en un cierto momento
Se pueden clasificar en función de innumerables características:
- Sexo
- Edad
- Estado civil
- Lugar de nacimiento y de residencia
 Composición por sexo:
Predominio numérico de un sexo sobre otro
 Estructura por edad:
Peso relativo de los niños, los jóvenes, los adultos o los ancianos
 Composición por estado civil:
Proporción de solteros, casados, viudos, etc.

 B) Elementos compuestos:
Pareja, núcleo familiar, comunidad, etc.

Procesos de cohesión y de agregación de una población


 Nupcialidad (o formación de las parejas con fines reproductivos): es un proceso de
atracción entre individuos de sexo opuesto para la formación de una unión estable.
Los núcleos o los grupos familiares se reducen, se deshacen y desaparecen por causa
de divorcio, muerte, marcha de los hijos y de otros miembros, etc.

La movilidad como proceso conjunto de cohesión y de desagregación


 Movilidad:
Agrupa aquellos procesos que determinan la distribución de las poblaciones sobre el
territorio en grupos y comunidades más o menos amplias (migraciones, urbanización,
despoblamiento, etc.)

Factores clave que configuran la Población

A) Fertilidad
B) Mortalidad
C) Movimientos migratorios
D) Estructura de la población

A). Fertilidad:
es el impacto de la reproducción humana sobre la población de un determinado país.
Comprende las edades fértiles de las mujeres.
 La fecundidad es el número de alumbramientos. Se reduce drásticamente en la
práctica por las normas culturales, los recursos y las decisiones personales. Tasa de
fecundidad = (Nacimientos/Mujeres entre 15 y 49 años) x 1000
 La medición más básica usada por los demógrafos es la Tasa bruta de natalidad, que
describe el número de bebés nacidos con vida por cada 1.000 personas en una
población dada. Tasa bruta de natalidad = (Nacimientos/Población) x 1000. Se
considera alta si está por encima de 30 %, moderada entre 15 y 30 % y baja por debajo
del 15 %
 Tasa de fertilidad del periodo total (TFPT), el número medio de descendientes que
una mujer tendría en el caso de que la media de descendientes nacidos de todas las
mujeres en edad reproductiva en un año cualquiera, se mantuviera constante durante
los años reproductores de dicha mujer.
Fertilidad
Tasa reproducción = (Niñas nacidas/ Mujeres entre 15 y 49 años) x 1000
 Tasa neta de fecundidad es necesario hacer una tabla en la que para cada edad de la
madre en una columna se pone los nacimientos, en otra la probabilidad de defunción
de cada nacido y en otra los supervivientes. De esta manera se calcula cuántos hijos
tendría una mujer a lo largo de su vida suponiendo que las tasas de natalidad y
mortalidad se mantuviesen como en el año del estudio durante toda su vida. El
resultado se da en hijos por mujer.
 La descendencia final es el número total de hijos de las mujeres en edad fértil.
Descendencia final = Número de hijos que tienen las mujeres entre los 15 y los 49
años.
 Si dividimos hijos entre mujeres también tenemos cuántos hijos por mujer hay en una
determinada población

B) Mortalidad:
La incidencia de la muerte en la población de un país dado.
 Tasa bruta de mortalidad: el número de muertes por cada mil habitantes en un año
dado, en una población determinada. Tasa bruta de mortalidad =
(Defunciones/Población) x 1000. Se considera alta si está por encima de 30 %,
moderada entre 15 y 30 % y baja por debajo del 15 %. En España la tasa de mortalidad
está en torno al 9 %.
 La esperanza de vida: la estimación de la edad media de vida que es probable que
alcance un individuo de un país determinado. La esperanza de vida es la media
matemática que se obtiene dividiendo todos los años vividos por toda la población por
los niños nacidos en un año. Esperanza de vida = Todos los años vividos/Nacimientos.
La esperanza de vida indica el grado de desarrollo de un país.

Mortalidad.
 La tasa de mortalidad: el número de muertes entre los menores de un año de edad
por cada mil bebés nacidos con vida, en un año determinado.
 También nos interesan las tasas de mortalidad específica, es decir cuanta gente
muere de cada edad.
 Tasa de mortalidad específica = (Defunciones de una edad/Población de esa edad) x
1000.
 Tasa de mortalidad infantil = (Defunciones de niños menores de un
año/Nacidos vivos) x 1000. La tasa de mortalidad infantil indica el grado de
desarrollo de un país. Cuanto menor sea esa tasa mejores niveles de
desarrollo, o al menos mejores prestaciones sanitarias para la población en
general.
 El crecimiento natural, o vegetativo: nacimientos menos las defunciones en un año
determinado para una población dada. Si hay más defunciones que nacimientos
obtendremos un número negativo, o dicho de otro modo, en lugar de ganar población
se pierde.

Mortalidad
Datos de España
Respecto a la Tasa Bruta de Mortalidad en España, como se puede observar en la (Figura
2), la acumulación creciente de población mayor explica esta evolución que, además,
presenta como rasgo particular la sistemática reducción del diferencial de tasas entre
varones y mujeres. Aunque los varones siguen presentado una tasa más alta, los estilos
de vida saludables y los autocuidados tradicionalmente más propios de las mujeres, se
van incorporando cada vez con intensidad entre los varones, siendo este factor uno de
los que explica la reducción de la diferencia. En ese sentido, la TBM es posiblemente la
tasa “bruta” demográfica con la que se debe ser más prudente desde el punto de vista de
su análisis e interpretación. Sirva como ejemplo que una tendencia al alza de este
indicador puede responder a causas tan dispares como el envejecimiento creciente de su
población consecuencia de incrementos sostenidos de bienestar y calidad de vida o, por el
contrario, resultado de una acumulación de factores negativos como pandemias o
conflictos bélicos masivos prolongados en el tiempo.

C) Movimientos migratorios:
El movimiento de personas que entran y salen de un determinado territorio.
 El movimiento de entrada de población en un territorio, denominado inmigración, se
mide con la tasa de inmigración. Ésta se calcula con el número de personas que entran
en una zona determinada por cada mil habitantes de dicho territorio. Cociente entre
individuos llegados en una unidad de tiempo y el tamaño de la población. Número de
inmigrantes / población total * 1000
 Los movimientos de salda de una población se mide con la tasa de emigración que es
el número de personas que dejan un territorio por cada mil habitantes. Número de
emigrantes / población total * 1000
 La tasa neta de migración muestra el efecto neto que tienen la inmigración y la
emigración en la población de un área, expresada como el aumento o la disminución
por cada 1.000 habitantes del área durante un año determinado. Número de
inmigrantes – Número de emigrantes / población total * 1000.

El fenómeno de la emigración
crece imparable en ese periodo
hasta que se invierte la
tendencia a partir del 2014.
D) Estructura de la población
La estructura de la población es la cantidad de personas que hay en cada edad.
 Llamamos cohorte al conjunto de personas que han vivido un mismo acontecimiento
demográfico. Una generación es una cohorte cuyo acontecimiento demográfico ha
sido el nacimiento.
 Tasas más importantes para datar la estructura de la población:
 El índice de juventud y vejez: indica cuántos jóvenes o ancianos hay con
respecto a la población total. En una población bien estructurada en índice de
juventud debe estar algo por encima del 33% y el índice de vejez algo por
debajo de 33%. Índice de juventud = (Población joven/Población total) x 100.
Índice de vejez = (Población vieja/Población total) x 100.
 La sex ratio indica la relación entre el número de hombres y el número de
mujeres (índices de feminidad o masculinidad). Sex ratio =
(Hombres/Mujeres) x 100
 Tasa de actividad = (Trabajadores/Población activa) x 100
 Tasa de paro = (Parados/Población activa) x 100
 Índice de dependencia = (Población joven + Población vieja/Población
adulta) x 100
 D) Estructura de la población, se puede representar a través: Pirámides de población,
histogramas de frecuencias entre otros.

 Un histograma es la representación gráfica de una distribución de frecuencias por


medio de rectángulos, cuyas anchuras representan intervalos de la clasificación y
cuyas alturas representan las correspondientes frecuencias. La pirámide de edades es
un histograma doble en el que se representa en la derecha la población masculina y
en la izquierda la población femenina. En el eje de abscisas se representa los
efectivos de población, normalmente en porcentajes, y en el eje de ordenadas las
edades.

Tipos de pirámide

 De población expansiva: con una base ancha y una rápida reducción a medida que
ascendemos. Es propia de los países del Tercer Mundo en plena transición
demográfica con altas tasas de natalidad y mortalidad, y con un crecimiento natural
alto.

 De población regresiva: con una base más estrecha que el cuerpo central y un
porcentaje de ancianos relativamente grande. Es propia de los países desarrollados
que han terminado la transición demográfica, pero aún están presentes sus últimas
generaciones. Se trata de una población envejecida con bajas tasas de natalidad y de
mortalidad, y con un crecimiento natural reducido.

 De población estacionaria: con una notable igualdad entre las generaciones jóvenes y
adultas, y una reducción importante en las ancianas. El crecimiento natural es bajo.
Este tipo de pirámide es propia de las poblaciones que no presentan cohortes de la
transición demográfica. Pueden responder a países con tasas de natalidad y
mortalidad altas, que aún no han comenzado la transición demográfica.
Evolución del envejecimiento de la población mundial

Lo biológico y lo social, o las dos almas de la demografía


Características:
 El proceso de agregación en parejas y núcleos familiares está muy condicionado por las
características biológicas del ser humano
 La movilidad, principalmente la que se plasma en largos desplazamientos migratorios,
está muy condicionada por la curva de desarrollo de las capacidades físicas y psíquicas
del individuo
 La alimentación tiene consecuencias biológicas y puede alterar la supervivencia ,
puede variar la edad de la pubertad y puede determinar variaciones en la fertilidad
 Todos los fenómenos de selección que intervienen en la organización demográfica
pueden, a la larga, tener consecuencias biológicas (elección de pareja)

 Influencia de la mayor o menor proporción de jóvenes (o ancianos) en todos los


aspectos de la sociedad
 Influencia del nivel de fecundidad sobre la vida familiar
 Repercusiones económicas de los desplazamientos migratorios
 Influencia del crecimiento de la población sobre el consumo, la inversión, el mercado
laboral

¿Por qué estudiar demografía?


Problemas que guardan relación con el crecimiento de la población mundial:
 Hambre
 Contaminación
 Inflación
 Vivienda
 Renta
 Energía
 Desempleo
 Analfabetismo
 Libertad individual

TEORÍAS DEMOGRÁFICAS
1. Las primeras teorías demográficas

2. Thomas R. Malthus: la ley de rendimientos decrecientes

3. Marx y Engels

4. Durkheim y Weber

1. LAS PRIMERAS TEORÍAS DEMOGRÁFICAS


Los pueblos antiguos buscaban alcanzar y mantener una población numerosa por:

a. Razones religiosas: esterilidad=castigo celestial, fecundidad= bendición de los


dioses

b. Consideraciones militares y políticas: equiparar el poder real con grandes


poblaciones

c. Económico: sociedades agrícolas familia grande= activo económico

Antiguos filósofos chinos


 Tesis: crecimiento excesivo de la población puede reducir el volumen de producción
por trabajador, hacer bajar el nivel de vida y causar contiendas

 Cifra óptima de población dedicada a la agricultura: misión del gobierno

Confucio

 Todos los chinos están sujetos al deber moral de venerar el alma de sus antepasados

 Sus doctrinas eran favorables al aumento demográfico

Grecia

La población debía bastarse por sí misma y poseer tierras suficientes para satisfacer sus
necesidades, pero no ser tan numerosa como para no poder regirse por un gobierno
constitucional

Platón

 Número óptimo de familias: 5.040

 Número de hogares constante

 Las autoridades debían intervenir para restringir o favorecer la reproducción

Grecia

Aristóteles

 En magnitud y alcance el Estado debe ser tal que permita a los habitantes vivir a la vez
mesurada y liberalmente en el goce del ocio

 Para mantener el número de habitantes dentro de los límites convenientes, las


familias deberían recurrir básicamente al aborto y al infanticidio

Roma

 Cuestiones demográficas en función del imperio

 A favor de estimular el crecimiento demográfico

Árabe

 Una población estable y de elevada densidad determinaba niveles de vida más


elevados

 Los periodos de prosperidad de un Estado se alternaban con periodos de descenso


demográfico

 Conciencia de lo que los economistas modernos denominan «economías de escala»: el


producto del trabajo de dos hombres juntos era más del doble del que habrían tenido
trabajando por separado.
«Cuando la civilización alcanza el grado de excesos y lujo con sus vicios anejos, aparecen
automáticamente los límites de la población. Surgen entonces las hambres devastadoras, que
no son el resultado de la incapacidad de la Tierra para satisfacer la creciente demanda, sino del
caos político y de la opresión física que invaden el Estado en su decadencia”. (Jaldún, 1977).

2. Thomas R. Malthus: la ley de rendimientos decrecientes


“Ensayo sobre el principio de la población,” fundamentos:

1. El alimento es necesario para que los humanos podamos sobrevivir

2. La atracción entre los sexos es necesaria y permanecerá prácticamente inalterada en


su estado actual

3. La producción agrícola se basa en la ley de los rendimientos decrecientes: En una


economía agraria, el aumento de la mano de obra una cantidad de tierra fija,
permaneciendo inalterados los métodos de cultivo y las cantidades de todos los demás
recursos, conduce a rendimientos cada vez menores por unidad del factor trabajo

Teoría principal: la propensión de todas las especies vivas a multiplicarse (empujadas por el
instinto de reproducción) excede la capacidad de la Tierra para mantener ese crecimiento. A
pesar de su propensión natural a reproducirse, la población no puede crecer por encima del
número que puede alimentar la naturaleza.

Frenos al crecimiento:

Por ello defendía limitar el crecimiento de la población con medidas tendentes a retrasar la
edad el primer matrimonio –elemento que tradicionalmente autorizaba las relaciones sexuales
con fines reproductivos– o a promover la abstinencia sexual. Solo con medidas de este tipo se
podrían evitar la pobreza extrema consecuencia de la falta de recursos para sostener a la
población en su conjunto. Las medidas de cariz legal o de contención moral propuestas por
Malthus, especialmente las segundas, no contaron con mucho predicamento en su época.

Solución a la pobreza:

 Reducción de las tasas de crecimiento de la población pobre.

 En lugar de dinero a los pobres, recomendaba crear instituciones de ahorro y


desarrollar programas educativos que enseñaran a los pobres cuales eran las causas
reales de su miseria.

3. Marx y Engels
Entrado el siglo XIX, Marx (1818-1883) y Engels (1820-1895) abordaron la cuestión de la
población en el marco de su análisis del capitalismo y sus contradicciones, y no como una
teoría independiente propiamente demográfica (Weeks, 1990: 59).
Especialmente Marx, frente a la tesis malthusiana, planteó que sí era posible hacer crecer la
productividad del sector agrario al mismo ritmo que lo hacía el industrial para reducir así
reducir el gap entre las tasas de crecimiento de la población y de los alimentos disponibles. El
recurso a la contención moral como mecanismo de control de la natalidad fue también
rechazado de plano.

Para Marx y Engels, la pobreza no era el resultado final del crecimiento demográfico, sino de
las perversiones del modelo capitalista que tendía a reducir el factor trabajo en favor de la
maquinización industrial.

4. Durkheim y Weber.
Por su parte Durkheim (1858-1917) y Weber (1864-1920), sin plantear teorías demográficas
propiamente dichas, establecieron en las consecuencias del crecimiento poblacional el
fundamento de sus teorías sociales. El primero estudió la creciente complejidad de las
sociedades modernas asociando su evolución a la división creciente del trabajo para concluir
que el crecimiento demográfico conduce a una mayor especialización social en el contexto de
una cada vez mayor competencia (Durkheim, 2001, e.o. 1902).
El segundo (Weber), caracterizó las emergentes sociedades industriales de su tiempo a través
del creciente número de organizaciones formales, la diversificación de las profesiones y la
competencia técnica de los individuos resultado del tránsito de la Comunidad (Gemeinschaft) a
la Asociación (Gesellschaft).

La realidad es que a medida que las sociedades industriales avanzadas se han ido
complejizando hasta tomar la forma de sociedades postindustriales en un contexto de
globalización extrema como el actual, la población y su concreción en la estructura
demográfica de una sociedad en particular, refleja el conjunto de dinámicas y contradicciones
que acumula cada país.

En este sentido nos encontramos, por un lado, con un proceso de creciente envejecimiento de
las sociedades más avanzadas del planeta que, en el caso de la Europa occidental, ponen en
riesgo incluso el modelo vigente de Estado de Bienestar.

Por otro, y a escasos kilómetros de los países más avanzados, existen sociedades en las que se
acumula una enorme cantidad de población menor de 35 años sin expectativas y, en muchos
casos, inmersa en conflictos bélicos de final incierto.

Por ello es importante aproximarnos al fenómeno de la población desde una perspectiva


analítica que vaya más allá del tradicional planteamiento descriptivo que, siendo
imprescindible, debe ser la base de debates críticos como los vinculados al sostenimiento del
modelo actual de Estado de Bienestar, la desigualdad o el mercado de trabajo.
Tema 5. Familia
Naturaleza y cultura de la institución familiar.

Según el Antropólogo Claude Leví-Strauss, el origen de la familia está en el matrimonio:


esposo, esposa e hijos nacidos de su unión, los cuales -los miembros de la familia- están
unidos entre sí por lazos económicos, legales y/o religiosos.
En este núcleo de convivencia Leví-Strauss establece una red de prohibiciones y privilegios
sexuales - Tabú de incesto - así como una cantidad variable y diversificada de
sentimientos psicológicos tales como son el amor, el afecto, el respeto el temor, el miedo,
la confianza, entre otros.
Esta es una construcción formalista, nuclear y basada en el estructuralismo del que Leví-
Strauss es una de las figuras centrales.
El término parentesco es el utilizado por Leví-Strauss como sinónimo de familia, éste es
un término eminentemente cultural que hace referencia a un “conjunto de relaciones
sociales que constituyen un sistema”.

Lévi-Strauss señala que para que un grupo social sea denominado o considerado familia este
debe reunir una serie de características:
1. Ser consecuencia del matrimonio
2. Estar integrado por la pareja conyugal y los hijos nacidos de ella, con el agregado o no de
otros parientes
3. Presentar una unión debida a:
a. Lazos legales
b. Derechos y obligaciones económicas, religiosas y de otro tipo
c. Una red precisa de derechos y prohibiciones sexuales, más una cantidad variable y
diversificada de sentimientos psicológicos tales como son el amor, afecto, respeto, temor,
etc.

 Desde una perspectiva sociológica, a la hora de definir qué es una familia se puede
poner el acento en las interacciones entre sus miembros, en su estructura o en su
composición, dando lugar a diversas tipologías.
 Asimismo, es imprescindible tener en cuenta que, al igual que la sociedad, la familia
está en constante evolución. Ahora bien, aunque el concepto de familia va cambiando
a lo largo del tiempo, sus funciones permanecen estables (Anastasiu, 2012).

 Las relaciones que tienen lugar en el seno de la familia se desarrollan a través de un


sistema complejo que se conoce como parentesco. Este implica la integración del
plano biogenético y del sociocultural. Así, “el comportamiento biológico es regulado
culturalmente, al mismo tiempo que la existencia de una norma cultural viene exigida
por la genética de la especie” (Gómez, 2011: 2). Diversos autores, entre ellos Giddens
(2000), el propio Gómez (2011) o Arregui, González y Montoro (2016) consideran el
parentesco como el vínculo entre los individuos y la familia.

 El parentesco no solo alude a vínculos entre progenitores y descendientes o a la


relación entre hermanos/as, sino que también hace referencia a la unión entre dos
personas que no comparten vínculos sanguíneos. De lo contrario, estaríamos
indicando que dos personas que se unen solo son familia si comparten lazos de sangre
y, en ese caso, la única forma legal de que se produjera esa situación sería a través del
matrimonio entre primos.
 La conclusión a la que se pretende llegar a través de este ejemplo es que no
todos los miembros de una familia están ligados por lazos de consanguinidad. Eso
sucede cuando hacemos referencia a nuestros hermanos/as, abuelos/as, primos/as o
tíos/as.
 Sin embargo, lo que une a los progenitores no suele ser la consanguinidad,
sino “compartir un proyecto vital en el que tienen parte importante la convivencia, el
afecto, la confianza y la lealtad que deriva de ella” (Arregui et al., 2016: 64).
Tradicionalmente ese lazo se producía a través del matrimonio, por lo que se puede
definir el parentesco como los lazos que establecen los individuos a través del
matrimonio o la consanguinidad.

En resumen, la definición de familia, viene a concebir a ésta como un conjunto de personas


unidas por lazos de parentesco, de ahí que se haga mención directa al concepto de
consanguinidad de la familia, estos lazos son principalmente de dos tipos:
 vínculos de afinidad que se deriva del vínculo matrimonial
 vínculos de consanguinidad tales como son la afinidad entre diferentes sujetos de
diferentes generaciones como por ejemplo padres e hijos o los lazos que se establecen
con otros miembros de la línea sanguínea paternofiliar

 Época romana:

Se definía a la familia como un grupo de individuos sometidos a la autoridad de un jefe


(pater familias) y del que se empieza a formar parte, o por el derecho natural de
nacimiento con ciertos requisitos, o por actos artificiales que implican la sumisión al
pater.

 RAE (Del lat. familĭa).


 1. f. Grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas.
 2. f. Conjunto de ascendientes, descendientes, colaterales y afines de un linaje.
 3. f. Hijos o descendencia.
 4. f. Conjunto de personas que tienen alguna condición, opinión o tendencia
común. Toda la familia socialista aplaudió el discurso.
 5. f. Conjunto de objetos que presentan características comunes.
 6. f. Número de criados de alguien, aunque no vivan dentro de su casa.
 7. f. Cuerpo de una orden o religión, o parte considerable de ella.
 8. f. coloq. Grupo numeroso de personas.

 Diccionario Crítico de las Ciencias Sociales:


 En la actualidad se entiende por familia toda convivencia bajo el mismo techo con
ánimo de permanencia y ámbito de privacidad, sin considerar sexos, edades o
existencia de parentesco legal. Con lo cual, el concepto de familia no sólo se separa del
de matrimonio -según antropólogos y etnólogos siempre han existido países, como los
latinoamericanos, donde el matrimonio se reserva casi en exclusiva a las clases media
alta y a la burguesía-, sino que se desconecta de algo que ha sido la base y el
fundamento de la institución familiar en todas las culturas hasta la fecha conocida: la
heterosexualidad.

 OPUS DEI
"El matrimonio y la familia son, evidentemente, dos instituciones que ni pueden
confundirse ni deben identificarse, pero, por designio de Dios, se hallan tan
estrechamente vinculadas entre sí que, de hecho, son inseparables. Ambas se exigen y se
complementan, de ahí que al separarlas -incluso a nivel de exposición doctrinal- tanto la
familia como el matrimonio mismo se desvanecen. La familia sin matrimonio, aquella
"familia" que no tiene su origen en el matrimonio, da lugar a formas de convivencia -los
distintos tipos de poligamia, por ejemplo- que muy de lejos tienen que ver con la
auténtica institución familiar. Y viceversa: el matrimonio que no se orienta a la familia,
conduce a la negación de una de sus características más radicales -la indisolubilidad- y se
sustrae de la primera y más fundamental de sus finalidades: la procreación y la educación
de los hijos".

Naturaleza y cultura de la institución familiar.


 ¿Por qué existe la familia? Es “ese núcleo fundamental de la sociedad sin la cual ésta
última no existiría”
 El cambio social acaecido a partir de finales del segundo milenio en adelante dan
muestra de cómo a las formas tradicionales de familia se van añadiendo otras formas,
algunas de ellas basadas en el individuo como eje.

Funciones de la familia.

 Necesidad de amor y seguridad emocional: La familia implica un conjunto de


obligaciones de afecto para compartir tanto recursos materiales como emocionales.
Idealmente la familia ofrece calidez, lealtad, preocupación de unos por otros, voluntad
de sacrificio por el bien de los demás miembros, y afecto incondicional.
 La necesidad de regular el comportamiento sexual: todas las sociedades ponen límites
al comportamiento sexual de sus miembros incluidos límites sobre quién puede
mantener relaciones sexuales con quién pueden mantener relaciones sexuales. La
prohibición de relaciones sexuales entre miembros de la misma unidad familiar
emparentados a través de una estrecha filiación común es una restricción universal
denominada incesto.
 La necesidad de producir nuevas generaciones: al mismo tiempo la familia satisface la
necesidad de socializar a los hijos. Los hijos son los nuevos reclutas de la sociedad y
han de aprender los elementos de la cultura necesarios para una participación
competente en la vida social. La familia es la arena primaria para el aprendizaje social.
 La necesidad de proteger a los jóvenes y a las personas dependientes: durante la
infancia y la niñez lo humanos dependen de sus padres para la obtención de sus
alimentos, vestido, hogar y cuidados básicos, al igual que sucede con personas en
condiciones de dependencia.
 La necesidad de situar a las personas en el orden social: la estructura de una sociedad
es una intrincada res de roles y status sociales. Las personas tienen que situarse de
alguna manera dentro de estos status y sentirse motivadas para asumir los roles
apropiados. Incluso en aquellas sociedades en las que se defienden la igualdad de
oportunidades la movilidad social, los status adquiridos de la gente, incluidas las
identidades, nacional, étnica, racial, religiosa, de clase y de comunidad, derivan
ampliamente de la pertenencia a una familia.

Formas de organización familiar

Las formas estructurales para cumplir las funciones de la familia varían de una sociedad a otra,
cualquier forma familiar es válida para su sociedad, es moral y socialmente optima y
correcta, es por ello por lo que la biología o la consanguinidad es el único rasgo común,
entre otros muchos más particulares, que poseen todas las formas de organización
familiar, el resto varían de una cultura a otra.
Los científicos sociales han categorizado tales variaciones en la estructura familiar utilizando
ciertos criterios uno de los cuales el:
 Número de personas implicadas en el matrimonio
 Monogamia
 Poligamia:
 Poliginia (hombres + de una esposa)
 Poliandria (mujer + de un esposo)

 Grado de importancia dado a los vínculos matrimoniales como opuestos a los


vínculos o lazos de sangre: Cuando son más importantes los lazos matrimoniales, un
marido y su esposa con los hijos no emancipados de ambos constituyen una unidad
denominada familia nuclear. Las familias nucleares a su vez se subdividen en dos
subtipos:
 Familia de orientación que consiste en padres y hermanos biológicos o
hermanos como referente de socialización y del proceso de enculturación.
 Familia de procreación que se corresponde al núcleo procreativo es decir a
cónyuge e hijos.
 Cuando una estructura familiar da preferencia a los lazos de sangre se
constituye lo que se denomina como familia extensa, la cual está integrada
por los parientes consanguíneos (más allá de la familia nuclear) que viven
juntos en un único hogar. pueden subclasificarse según el patrón de residencia
 Residencia patrilocal, donde una pareja casada vive con o cerca de la familia
del marido> los hijos casados se quedan en casa, mientras que las hijas
casadas se van a vivir fuera.
 Bajo un sistema de residencia matrilocal, los hijos dejan la residencia de sus
padres para establecerse en o cerca de la casa de los padres de su esposa

 Otro criterio para categorizar las estructuras familiares son las reglas de filiación
(procedencia de los hijos respecto a los padres) en ese sentido se distinguen:
 Filiación bilateral que corresponde a que los lazos de filiación se establecen en
las dos direcciones que componen el enlace conyugal:
 Filiación patriarcal cuando la filiación se corresponde únicamente a la
línea paterna del enlace conyugal
 Filiación matrilineal se corresponde a la filiación por línea materna del
enlace conyugal.

Nuevas formas de convivencia


 Atendiendo por una parte a los cambios estructurales, podemos observar que se han:
 reducido drásticamente los hogares múltiples o complejos (aquellos en que
convivían distintos núcleos familiares)
 y que, junto a las familias nucleares tradicionales (una pareja conyugal y sus
hijos e hijas), tienen cada vez más presencia las familias “posnucleares”:
Uniones no matrimoniales, parejas sin descendencia, familias “reconstituidas o
combinadas” (procedentes de uniones anteriores), parejas homosexuales y
desde luego las familias monoparentales (se pueden constituir a partir de la
maternidad o paternidad biológica o adoptiva en solitario, a raíz de la muerte
del cónyuge, o bien a partir de la separación, el divorcio o la anulación del
vínculo de una pareja).
Posibles causas de las nuevas formas de
convivencia:
 Diversos estudios sobre el parentesco han señalado que la actual diversidad de
modelos familiares es resultado de un proceso que se inicia, en el área occidental, tras
la revolución industrial: Las razones de esta evolución son diversas, pero guardan
relación con cambios de carácter demográfico, económico y socioculturales:
 (reducción de la natalidad, disminución de la nupcialidad, alargamiento de la vida),
 económicos (dificultades de acceso la vivienda, mejor nivel de vida, crisis económicas,
transformaciones en el mercado laboral)
 y socioculturales (rol de la mujer, nuevas actitudes respecto al matrimonio y la
cohabitación, aumento del divorcio, derechos y roles de los miembros de la familia,
relaciones de la pareja y entre padres e hijos, etc.)

El matrimonio igualitario. España.


Es preciso hacer referencia es la Ley 13/2005, por la que se modifica el Código Civil y se
permite contraer matrimonio a personas del mismo sexo en igualdad de condiciones que las
nupcias producidas entre personas heterosexuales. Esta ley que dotó de derechos a una parte
significativa de la población supuso un avance hacia la igualdad social al equiparar los derechos
de la población heterosexual y homosexual. A pesar de que en el año 2005 la familia española
continuaba, y continúa actualmente, siendo tradicional en muchos aspectos, España fue uno
de los primeros países en el que tuvo lugar este cambio legislativo. Se produjo sin que se
originasen protestas significativas y a día de hoy está ampliamente aceptado.
Los datos del último estudio elaborado por el CIS (2014) sobre la actitud ante las familias
manifiestan que el 63,6% de las personas encuestadas se muestra a favor de las uniones
matrimoniales entre personas del mismo sexo

Desde que el Congreso aprobó el matrimonio igualitario en España hasta el 2017 inclusive, se
han producido un total de 44.280 matrimonios entre personas del mismo sexo. La evolución
de este tipo de matrimonio durante los últimos años, aunque a priori parece que tuvo una
mayor acogida entre el colectivo homosexual masculino, las cifras de enlaces contraídos entre
mujeres se están equiparando. De hecho, en el año 2017, año en el que más uniones
matrimoniales igualitarias se produjeron, se contabilizó un total de 2.314 matrimonios entre
mujeres y 2.323 matrimonios entre hombres.
En ambos casos se observa un repunte durante el año 2006 debido a que es el primer año
completo en el que este tipo de uniones son legales en España, por lo que incluye a todas
aquellas parejas que llevaban años sin poder ejercer este derecho y que decidieron casarse
en cuanto surgió esta posibilidad.

Parejas de hecho en España

Otro cambio legislativo que ha dado lugar a una apertura en el tipo de uniones que dan lugar a
una familia es la Ley 2/2003, de 7 de mayo, reguladora de las parejas de hecho. A través de la
Encuesta Continua de Hogares del INE (2018) se puede observar que el número de personas
que optan por esta modalidad va en aumento, pasando de 1,5 millones de uniones en el año
2013 a los 1,7 millones de 2018.
Estos cambios están vinculados a la Segunda Transición Demográfica que, como hemos visto
anteriormente, ha dado lugar a nuevos modelos de familia que han surgido tras el desarrollo
económico. Este desarrollo económico ha hecho que las necesidades relacionadas con la
supervivencia están menos presentes y adquieran mayor relevancia aspectos vinculados con
prioridades individuales y de realización personal, frente a la prioridad familiar

La normalidad con la que se suceden las parejas de hecho lleva asociada una mayor
aceptación de la maternidad fuera del enlace matrimonial, bien dentro de la unión de pareja
de hecho o en cualquier otra modalidad.
Este tipo de maternidad está teniendo cada vez mayor implantación en España como
muestran los datos ofrecidos por el Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat, 2019) que
señalan que el porcentaje de nacimientos fuera del matrimonio ha pasado de un 17,7% en el
año 2000, a un 46,8% en el año 2017. Pauta similar a la que se está produciendo en el resto
de países de la Unión Europea y siguiendo de cerca a la tendencia de los países nórdicos
donde los nacimientos de mujeres no casadas ya supera al número de nacimientos
producidos dentro del matrimonio (Castro y Seiz, 2014).

Ruptura Familiar en España


La aprobación de la Ley del Divorcio en el año 1981 trajo consigo nuevos cambios en la
composición de las familias y en la tolerancia de la sociedad hacia estos nuevos modelos
familiares
A través de los datos ofrecidos por el INE (2017) se puede observar que, en el caso de España,
la evolución del divorcio ha ido en aumento teniendo un pico relevante durante los años 2006
y 2007. Tras el auge producido en esos años, se produjo un leve descenso que ha dado lugar a
un periodo de relativa estabilidad en unos niveles de alrededor de 100.000 divorcios
anuales.
El Instituto Nacional de Estadística señala que durante la primera mitad del año 2018 se
registraron un 5,7% menos de matrimonios que durante el mismo periodo del año anterior. Sin
embargo, aún es mayor el número de familias que optan por el vínculo del matrimonio
respecto al de parejas de hecho (INE, 2018). De este modo, en el año 2018, el 85,6% de las
parejas estaban casadas, frente al 14,4% que eran parejas de hecho (Figura 1.). Además,
durante ese año los datos muestran incluso un descenso en el número de parejas de hecho.
También se observa que este tipo de unión es más habitual principalmente en hogares sin
hijos/as.

Tipos emergentes de familia en España.


En los últimos cuarenta años, la media de personas por hogar se ha visto reducida de manera
considerable. De modo que si en el año 1970 el número de personas por hogar era de 4, en el
año 2018 fueron de 2,50 personas.
En cuanto a su composición, la Encuesta Continua de Hogares elaborada por el INE (2019)
señala que la mayoría de los hogares españoles están formados por parejas. Del total de esos
hogares, el 61,67% están compuestos por parejas con hijos que conviven en el mismo hogar.
Asimismo, cabe resaltar el hecho de que actualmente existen en España 3,91 millones de
hogares que están compuestos por familias sin hijos, lo que supone el 21% de los hogares
(Figura 2.), bien porque nunca tuvieron hijos o bien porque actualmente se encuentran en la
fase de “nido vacío” en la que sus descendientes se han emancipado y creado sus propias
familias. Así, 2,94 millones de los hogares españoles están formados por parejas con tan solo
un hijo/a. No obstante, estos datos revelan que el tamaño de las familias españolas no ha
sufrido variaciones en los últimos cuatro años

En relación con los hogares monoparentales, es decir, aquellos hogares formados por un solo
progenitor con hijos/as, continúan estando formados mayoritariamente por una madre y sus
hijos/as. En su mayoría son madres viudas (41,1%), seguido de madres separadas o
divorciadas (37,4%). Sin embargo, es relevante observar que está aumentando el número de
estos hogares que está compuesto por el padre y los hijos. De este modo, durante el último
año (2019), los hogares monoparentales de este tipo han aumentado un 8,9%.

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