Cronicas de Mi Angel
Cronicas de Mi Angel
Cronicas de Mi Angel
Dedicatoria
Este libro está dedicado a cuatro
hombres, que representan la razón
de mi vida: mi esposo Germán y
mis tres hijos Germán Roney,
Miguel Ángel y Jorge Luis.
Reconocimiento
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Para producir un libro interesante se necesita algo más que la habilidad de
escribir y historia interesante. Igual importancia tienen los lectores y todas
aquellas personas que te inspiran y que guían tus impulsos a cada momento. He
aprendido que a través de la adversidad se descubren muchos talentos, y se
aprende a valorar el cariño de tanta gente, que con diferentes manifestaciones te
lo demuestren cada día, vivimos tan inmensos en la rutina del diario vivir, que nos
olvidamos de reconocer esos pequeños detalles que nos hacen sentir bien, esos
efímeros segundos de felicidad que Dios nos proporciona, pasan desapercibidos,
sino mantenemos una alerta permanente, en valorar las pequeñas cosas, ya que
las grandes cosas ya tienen valor por si mismas. También deseo agradecer al
equipo de publicaciones Acrópolis principalmente a mi amiga Marta Gladys
Alemán de Aguilar a quien le guardo un especial cariño. Me siento afortunada de
contar con un equipo de trabajo como la familia San Isidro y la familia Manuel
Bonilla, siento que sin su apoyo incondicional yo no estaría aquí para contar la
historia de mi hijo, ellos han sido un bastión importante en los momentos de
desesperación.
Presentación
Amor maternal: aquél que se profesa sin esperar nada a cambio.
Amor a Dios: considera a Dios como la fuente de todo amor y se basa en la fe.
Fe en Dios: acto de obediencia total, es decir, poner ante sus pies todos nuestros
sueños, proyectos, metas y anhelos a cambio de que SU voluntad se cumpla en
nosotros.
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Y de la conjunción de estos tres elementos surge este conmovedor relato que nos
hace pensar en la fragilidad de la vida y en los esfuerzos que se pueden hacer
por conservarla.
María Leticia Duarte, mi amiga, ha querido compartir esta vivencia con todas
aquellas personas que de una u otra manera la han conocido. Y las que la
conocerán a partir de este relato.
Su fe en Dios, la devoción por sus hijos y ese espíritu luchador con el que fue
bendecida quedan plasmados en cada una de las páginas de este relato.
Aquel sábado 19 de Julio, aquella noche gris, me sentía más oprimida que una
semana antes. Mi corazón se aceleraba por momentos, sin embargo, mi espíritu
optimista se negaba a aceptar que se trataba de un mal presentimiento, como si
algo terrible me fuera a suceder. La noche era joven, apenas las 07:55 y el único
deseo que tenía era de refugiarme en mi cuarto, apagar la luz y hundirme en mis
más íntimos pensamientos, en ese momento sonó mi celular, me rehusé a
contestarlo, no quería hablar con nadie, me pasaba algo indescriptible, cinco
minutos después, el celular, que estaba en la cabecera de mi cama volvió a sonar,
leí el identificador de llamadas, era mi Ángel, quien al contestarle, me dijo:
- "Vieja aguafiestas" bajá para que platiquemos, aquí estamos con mi papi.
-No, déjame, no siento deseos de hablar con nadie, platiquen ustedes, ¡por favor
hijo!
Mi Ángel insistió:
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-Bajá no seas perezosa mami, baja.
Bajé sin ningún deseo, grada por grada bajé, tenía el pelo revuelto, descalza y con
un desánimo llegué hasta donde estaban ellos. Le dije a Mi Ángel:
-Que pasa hijo, te dije que no tengo ánimo, me siento deprimida, hoy me siento
peor, siento algo feo en mi corazón, no sé qué me pasa. Mi Ángel me abrazó
fuertemente diciéndome:
-Madre, gracias por bajar, se que siempre puedo contar con usted.
-Hijo ya es hora.
Me daba miedo, porque debido a la crisis política que vivía el país, se había
decretado un toque de queda. Al escuchar mi voz respondió:
-No mami algo peor... Le dije, -decilo rápido, decilo, qué pasa Jo Luis.
- Mami, no quiero decirlo te juro que no quiero decirlo. Abrí la puerta con
brusquedad, Jo Luis trató de impedirlo, sin embargo, no lo logró, bajé las gradas
y él, siguiéndome, me dijo:
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-Mamita... mi hermanito... mi hermanito… se rio conmigo Mami... cinco minutos
antes se río conmigo... Mami... mi hermanito con un tiro en la cabeza. Mami no
vayas... no vayas... no quiero que lo mires, noo...
noticia, no sabía qué hacer, si gritar o salir corriendo, al fin salí a la calle, todos los
vecinos estaban afuera, intentando abrir el portón, él se encontraba tirado en el
piso hundido en una laguna de sangre, solo me asomé y salí sin razón, como
enloquecida subí las gradas de mi cuarto en incontables veces, gritaba como loca,
creía de todo corazón que mi Ángel se encontraba sin vida, salí nuevamente a la
calle, todavía no abrían el portón, porque no encontraban la llave, escuché una
voz que decía "Está
Salí del Hospital a dar vueltas alrededor y le imploré a Dios, "Señor mío
devuélveme. muchachito, creo que no estoy preparada para perderlo, por favor
Diosito devuélvamelo, es un muchacho útil, con tantas ilusiones y proyectos,
Señor devuélvemelo.
Transcurrían los minutos y repetía el mismo ruego, una y otra vez, sin cansarme.
El cirujano llegó 25 minutos después de haberlo internado en emergencia, luego
que lo examinó, salió a la sala de espera donde se produjo el
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siguiente diálogo: y me dijo:
- Si yo soy.
- Señora, el muchacho esta grave, su presión está a 0-20, esta flácido totalmente,
su juventud y el deseo que tiene de vivir le pueden dar unas 4 horas más de vida,
no se puede operar porque no logramos estabilizarlo, además... para que.
No sentí deseos de llorar sino una gran esperanza que Diosito respondiera mi
petición de devolvérmelo. Pidieron en ese momento ocho pintas de sangre 0+,
Ney, mi hijo mayor, empezó a hablar a los amigos de Mi Ángel, sobraron las
personas que ofrecían donarla. A pesar del toque de queda, los amigos llegaron
al Hospital a donar la sangre que mi Ángel necesitaba. Transcurrieron horas de
mucha angustia, ante la presencia de alguna enfermera que se acercaba
pensábamos que llevaba la peor noticia, los amigos y familiares comenzaron a
llegar al hospital muy consternados por lo ocurrido, unos con la fe y la esperanza
de que un milagro ocurriera, otros con rostros pesimistas, sin embargo, yo no
perdí la esperanza, había algo muy dentro de mí que me decía que Mi Ángel se
iba a salvar; Eran las 8:00 de la mañana del día siguiente y mi esposo,
desesperado, llegó a la sala de cuidados intensivos a decirles a las enfermeras
que no estaban haciendo nada por su hijo, ellas les respondieron que solo hacían
lo que el medico les indicaba y como era domingo tardaría un poco más.
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celular sonaba cada minuto, los amigos y familiares se comunicaban para
preguntar por él y mi
El muchacho está estable y procederé a operarlo, sin esperanza que las cosas
salgan bien.
- Diosito tomará esas manos para que esa operación sea un éxito.
- Ha había perdido gran parte de masa encefálica y si vive quedará como vegetal.
Lo llevaron nuevamente a la sala de cuidados intensivos, algunos amigos me
decían que entrara y le hablara que aunque estaba en coma profundo, él me
escucharía, pero aún no tenía valor, sabía que al estar frente a él, mi reacción en
vez de ayudarle lo afectaría. Me animé y entré y en ese momento mi mamá por
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recomendación de mi sobrina Cristy entró a colocarle un escapulario en el pecho
y una estatuilla de la Virgen
Mi hermana Di comentó que Mi Ángel tenía los ojos abiertos, y mi mamá agregó
que cuando ella entró a rezarle los tenía cerrados que los abrió después. El
milagro de salvar la vida de mi Ángel estaba operándose.
familia, lo miraban todo perdido, pero yo sentía una paz interna muy grande, ya
no me interesó conocer la opinión de los médicos, solamente me limitaba a
confiar en mi padre celestial.
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por lo malo, ya que nada de lo que nos pasa, es producto de la casualidad,
siempre hay propósitos, lo difícil es entender, lo más cómodo es preguntarse: ¿Y
por
qué a mí? y ¿por qué estas pruebas con lo más preciado? Pero mi forma de
pensar siempre ha sido que ama, y él sabe porque permite las cosas; yo siempre
he confiado plenamente en Dios, y creo firmemente en los milagros, confió en la
Virgen María, puesto que mi primer nombre fue puesto por mi abuela, en honor
a ella. Por eso creo que la virgencita y los ángeles rodearon a mi hijo para
protegerlo desde el momento en que Mi Ángel sufrió ese infausto accidente.
Porque sí, fue un accidente, aunque personas inescrupulosas opinen lo contrario.
Mi Ángel ha sido una persona creyente y ha encomendado a Dios todos sus
pasos. Es una persona con metas, a su corta edad ha logrado una madurez
increíble, ama con toda el alma a sus dos hijos, Oscar Miguel y Miguel Antonio, y
siempre ha manifestado que trabajará duro para hacerlos hombres de bien.
Mi Ángel desde pequeño manifestó admiración por sus padres y tomo como
herencia el espíritu de trabajo que caracteriza a las personas honradas, no atesora
en su corazón rencor contra nadie, ha sido transparente y sin prejuicios, Muestra
de ello es la gran cantidad de amigos que le han demostrado lealtad y como dice
el dicho "amigo es el que te apoya en el momento de enfermedad, en la cárcel o
en el hospital".
Cuando fue ubicado en la Sala B del cuarto número 2 del centro hospitalario,
significó más compromiso porque necesitábamos estar pendientes de su estado
delicado, estaba todavía con máquinas que controlaban sus signos vitales, nos
turnábamos ya que cualquier descuido en ese momento podía ser letal, yo no
quería irme a dormir a mi casa porque temía, no lo niego, los temores me
invadían
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por momentos, sin embargo, mi fe me levantaba y volvía a confiar plenamente en
Dios. Palabras que me molestaban era cuando personas de poca fe me decían
"tenés que prepararte para lo peor". Nadie le miraba mejoría a Mi Ángel, pero yo
si, yo soñaba con él y lo soñaba alegre, nunca lo soñé triste, cuando despertaba
me llenaba de esperanza aunque hasta ese momento, no había tenido valor de
hablarle, me quedé sola en la sala con él, mirando para arriba, pidiéndole a Dios
que me diera el valor de acercármele, sentí que se abrió la puerta de entrada a la
sala y una señora conocida se asomo y me preguntó:
Entraron cinco mujeres y lo miraron con tristeza por la gran angustia que estaba
pasando mi Ángel, nos colocamos alrededor de la cama, y empezaron a orar por
mi hijo, era una oración tan penetrante que se sentían los traquidos de aquella
cama donde estaba acostado, el tubo de la traqueotomía se sentía como si fuera
a explotar, se sentía la presencia del Espíritu Santo en aquella sala, yo tenía mis
ojos cerrados, cuando sentí una mano que me agarró la cabeza y empezaron a
orar por mí, la verdad que lo necesitaba, en otros momentos mucha gente había
orado por mi hijo, pero ese era un caso especial, sentí deseos fervientes de llorar,
era un llanto de liberación, porque inmediatamente sentí mi cuerpo como pluma
y una paz interna indescriptible, me desplomé, la mitad de mi cuerpo cayo al
piso, mientras a mi Ángel se le notó un cambio en su respiración, de pronto se
fue tranquilizando poco a poco, cuando quedamos solos me acerqué a él y
empecé a hablarle
y a decirle:
-¡Hijo!, Dios está con nosotros y no debes temer, Diosito te ha devuelto la vida,
me ha hecho el milagro Mi Ángel, te amo, vos sos mi vida, debemos darle gracias
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a Dios, no debemos tener miedo porque todo lo que viene son simples procesos,
muy pronto estarás con tus hermanos Mi Ney, Jo Luis y tu papi Neyo. Hablé con
él sin parar como media hora, mis temores desaparecieron y mi corazón desde
ese momento lo sentí libre de opresión y todas las manifestaciones eran de
optimismo, los días y las noches pasaban, la vida seguía su rumbo, nada se
detenía, yo meditaba y decía en mi pensamiento "hoy más que nunca necesito
toda la fuerza necesaria para animar a mi familia y encontrar lo positivo dentro de
la adversidad", sabía que estaba pasando una encrucijada, pero el inmenso poder
de Dios no me dejó sola ni un tan solo momento, me sentía acompañada, todos
mis amigos y familiares, nos estaban apoyando, las palabras de aliento sobraban,
diferentes Iglesias se identificaron con nosotros y todas decían que mi Ángel se
levantaría de ahí, aunque sonara imposible.
Los miembros de la Iglesia Adventista nos a propusieron ungirlo con aceite y nos
explicaron el propósito de la unción y nos dijeron que esto funcionaba como un
bautismo, como él no decidía en ese momento, teníamos que decidirlo nosotros
como padres, si vive, -nos dijeron- él decidirá si se incorpora a nuestra Iglesia y si
muere servirá como liberación de los pecados.
La verdad que decidir eso no requería tanta consulta, todo acto que se hiciera en
nombre de Dios era aceptado, mi hijo estaba en una situación, en la que toda
oración, era bienvenida.
-Creo que la batalla está perdida, me parece que vamos a perder a nuestro hijito.
En ese momento me sentí un tanto defraudada y le dije:
- No estás teniendo fe Neyo, como es posible que las demás personas si creen
que Mi Ángel se va a salvar y vos estas manifestándote con tanto pesimismo, yo
no quiero escucharte decir otra vez esa frase, tenés que humillarte ante Dios
muchacho, tener fe, ya Mi Ángel está fuera de peligro.
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El siguiente día Neyo se acercó a Mi Ángel, oro ante él y lo encomendó a la
Virgen María.
Al contar esta experiencia Neyo dice que sintió una paz espiritual como no la
había sentido antes, que lloró al salir del cuarto y que desde ese momento sintió
que Diosito le había devuelto a su hijo. Su semblante cambió a partir de ese día,
se sentía animado, y nunca más volvió a decir una palabra pesimista, era muestra
clara que El Señor estaba con nosotros y comprendí una vez más que el amor de
Dios es infalible y que Él nos ama, a pesar de nuestros defectos.
Hoy, cuando pienso en esos momentos de tribulación le doy gracias a Dios por
ayudarme a soportar el sufrimiento con valentía y no dejarme abatir tan
fácilmente.
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MIGUEL ANGEL SARMIENTO DUARTE
Entre angustias y sobresaltos, llego el día trece, día prometido por el médico para
entregarnos a Mi Ángel y llevarlo a casa. Con la expresión acostumbrada nos dijo:
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angustiado, lo nebulizamos y seguimos las indicaciones de la Dra. Ni y logramos
que Mi Ángel pasara la noche más tranquilo.
Las noches y los días transcurrían lentamente, a pesar de todos los tropiezos en el
camino yo lo miraba cada día mejor, mi Ángel tenía comunicación muy fluida
conmigo a través de sus ojos, la fisioterapia se le aplicó desde el primer momento
que salimos del hospital, cada día le miraba mejoría, aunque en el momento de
hacerle la terapia gritaba de dolor, pero era un dolor necesario y aunque el alma
se me hiciera pedazos sabía que era para su bien. Al mes exacto, yo estaba frente
a él pidiéndole que sacara la lengua, él no podía hacerlo, cualquier movimiento le
costaba mucho, para este tiempo solo había logrado mover la cabeza cada vez
que escuchaba o veía movimiento en su cuarto. Para motivarlo a sacar la lengua
yo le saqué la mía a manera de mueca y en ese momento él reaccionó con una
carcajada, le miré su expresión tan bella y sus dientes tan bonitos que grité de
emoción y salí del cuarto a contarle a Neyo que estaba cenando en la cocina, me
miró con ojos de alegría, pero al mismo tiempo con expresión de incredulidad, mi
madre llegó al cuarto asustada pensando que le pasaba algo a Mi Ángel, y se
llevó la enorme sorpresa al comprobar que Mi Ángel estaba reaccionando, en la
cara se le notaba una expresión de reconocimiento a todo su entorno.
Antes de esto, cuando hacía 22 días de su caída, al escucha la música que andaba
en su celular, también reacción con llanto y reconocimiento a todos los que en
ese momento estábamos con él, eso nos llenó de enormes satisfacciones al ver
que estábamos logrando la gran batalla y que Mi
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Ángel mejoraba su estado cada día, además yo me había prometido que de
ahora en adelante solo se lloraría de emoción y que la tristeza había quedado
atrás. Siempre he sostenido que la amargura es la que estrangula al ser humano,
si uno se convierte en gente quejumbrosa y llena de lástima propia, lo que hace
en definitiva es ahuyentar a los demás, la Biblia dice "Mirad bien, no sea que
alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura
os estorbe, y por ello muchos sean los contaminados" (Hebreos 12:15). Si
aceptamos lo que nos ha tocado en la vida y nos aferramos a Dios, tendremos
alivio para nuestro dolor, porque en esos momentos lo que cuenta es la actitud,
haciendo que nuestras cargas se conviertan en bendiciones y no en castigo como
suele pensar la mayoría de personas en situaciones similares.
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Miguel Ángel en su proceso de recuperación
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otro momento las cosas marcharían en otro ángulo, pero bien Jo Luis estaba
entrando en otro mundo.
Faltando veinte para las 7:00 de la mañana se despidió de todos nosotros, con
especialidad se acercó a Mi Ángel, dándole un beso en la mejilla, quien en señal
de afirmación lo quedo mirando con ojos de curiosidad, ya en ese momento mi
Ángel lo comprendía todo, lo único es que no hablaba, pero en su expresión de
la cara nosotros entendíamos un sin número de manifestaciones. Yo entraba a
trabajar también a las 7:00 de la mañana, pero con el afán de dejarlo bañado y
desayunado, circunstancialmente llegaba a las 8:00 de la mañana, toda esta
situación vino a cambiar mi vida totalmente.
Luis también estaba convencido que Dios estaba con nosotros y que no nos
dejaría de la mano en ningún momento. Al llegar a casa, lo primero que hacía era
preguntar era por su hermanito, si estaba despierto lo abrazaba y lo consentía
con palabras de aliento y de mucha esperanza. Cada noche orábamos por Mi
Ángel y pedíamos a Diosito por su pronta recuperación, él se involucraba en
la oración, cerraba sus ojos con mucha reverencia y al final contestaba amén. La
noche en que me integré a mis labores en el Instituto nocturno, sentí pesar dejar
a Mi Ángel, ya que aunque quedaba bien cuidado por mi madre y mi hermana
Carmen, me daba la impresión que estaba de maternidad y dejaba por primera
vez a mi bebé, llamaba a cada rato preguntando por él, mi Mama me respondía:
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Hijo, vos no podés evadir los problemas huyendo de ellos, Mi Ángel te necesita,
él necesita escuchar palabras positivas, el llanto ya pasó, Mi Ángel se está
recuperando, Dios nos hizo el milagro, por qué debemos afligirnos, al contrario
hijo, debemos sentirnos una familia feliz, el proceso de rehabilitación de Mi Ángel
está en manos de DIOS, no somos nosotros quienes debemos desesperarnos,
nosotros no somos nadie para decidir sobre la vida de Mi Ángel; veni todos los
días a hablar con él normalmente, no con frases de lástima. Mi Ángel es
privilegiado, vos bien
Sabes que con un tiro en la cabeza, son pocas las personas que sobreviven, así es
que dudar de la presencia de Dios, en la vida de Mi Ángel es una grosería, a
partir de este momento afuera tristezas, yo necesito darle calidad de vida a mi
hijo, no importa cuales sean sus limitaciones ¿Estamos de acuerdo? Mi Ney me
contestó bajando la cabeza:
- “Mami”
Neyo se había propuesto enseñarle esa palabra, hasta que lo logró, todos
estábamos felices y le contábamos a todo el que nos preguntaba por él, llegamos
a comprender que los
pequeños detalles tenían una gran importancia para nosotros como familia, ya
que estábamos presenciando los avances de Mi Ángel, en forma acelerada, habían
pasado apenas 2 meses del fatal accidente y los logros iban a pasos agigantados.
Cada vez daba gracias a Dios con más devoción, no era para menos, tener la
dicha de recibir a nuestro hijo de las manos de nuestro Señor.
El problema que ahora se nos presentaba era el permitir que los hijos de Mi
Ángel lo vieran en su lecho de enfermo, aun no lo habían visto y las emociones
fuertes podían afectarle, pues cuando se los mencionaba lloraba con mucho
sentimiento. Era el momento de arriesgarnos, los niños preguntaban
reiteradamente por él y había que tomar una decisión cuanto antes. Era un día
sábado, llegaron de visita con el abuelo materno, los agarré de las manitos y les
dije:
- Hoy verán a su papá, él esta acostadito, pero ya está bien, ustedes le van a decir
que lo quieren mucho y que esperan su pronta recuperación, él no les va a
contestar porque todavía no habla, pero sí les va a escuchar.
- Papi Diosito está con nosotros, todas las noches oramos por vos, papi yo quiero
que me lleves al kínder en tu Lancer, voy bien en las clases, me estoy portando
bien, y quiero
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Que estés bien para mi graduación. Cada palabra expresada por el niño y
repetida por su hermanito menor, me partieron el alma, las lágrimas de, Mi Ángel
rodaron por la almohada, era un momento que tenía que ocurrir. Se despidieron
de él, lo besaron en la frente y cuando salieron del cuarto le dije:
- Hijo, estos niños son un motivo más para que salgamos adelante y podamos
ganar esta gran batalla, sus hijos lo necesitan mucho, tiene que levantarse de esa
cama, "con la ayuda de Dios y una firme decisión se puede lograr todo lo que se
pretende en la vida".
Mi Ángel me miró fijamente como dándome la razón, cada vez que me miraba de
esa manera sentía un fuerte escalofrío en mi cuerpo, y llegué a comprender de
que cuando eso ocurría, la presencia de Dios en ese cuarto era incuestionable y
aprovechaba ese momento para repetir frecuentemente "Gracias Señor por
devolverme a mi muchachito, tú sabes que nunca te he cuestionado, solamente te
he pedido fuerzas para sobrellevar la carga, jamás te dí plazos, tú eres el Único
que sabes en qué momento sucederá cada proceso, tú has llenado de esperanza
mi corazón a pesar de lo ocurrido y estoy casi segura que la gloria vendrá para
toda mi familia”.
En los días subsiguientes mi ángel tenía sus altibajos, había noches que dormía
como piedra y otras noches que no dormía ni una hora, muchas veces lloraba sin
parar, no sabíamos realmente por qué, como él no se expresaba era difícil
entenderle y a todos nos tocaba desvelarnos alrededor de su cama, le
cambiábamos ropa de cama cada dos horas, ya que mojaba completamente la
ropa de sudor, pero a pesar de todo, yo siempre elevaba la mirada al cielo
diciendo: "Señor que sea tu santa voluntad" porque yo sentía que en medio de
tanta angustia El Señor me facilitaba las cosas.
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sabiendo que esa gente trataba a mi hijo con mucho amor, y yo podía trabajar
con más confianza y despreocupación.
Los días pasaban y el estado de Mi ángel cada día era mejor, y su avance era
notorio, solo las personas que no tenían un ápice de fe, dudaban de su estado; Ya
en ese tiempo mi ángel se reía a carcajadas cuando sus hermanos contaban
anécdotas de cuando eran chiquillos, lograba asimilar chistes, reconocía a todas
las personas, cuando llegaban amigos muy queridos a verlo se ponía muy
emotivo y comenzaba a llorar, su apariencia era mejor caca día, las cicatrices de la
cabeza estaban cerradas totalmente y comenzaban a atenuarse.
de testimonio que nadie puede cuestionar. ¿Quién Puede decir que no hay un
Dios en el cielo? cuando su fortaleza su paz son tan innegablemente evidentes en
la vida d cualquier ser humano común y corriente; o es que solamente aquellos
que gritan a los cuatro vientos que son cristianos, son. los únicos que tienen
derecho a su misericordia? ¿No son nuestras obras y nuestros procederes en la
vida, lo que nos ubica como hijos de Dios? Hacer el bien sin esperar ninguna
recompensa ha sido mi lema, y en los momentos de dificultad Dios te lo devuelve
al mil por uno, Una noche, al llegar del trabajo, me tenían la mala noticia que a
Mi ángel se le miraba como morada la pierna izquierda, se la revisó muy bien y
en verdad la tenía morada, a las cinco de la tarde llegó la terapeuta Beatriz y
también lo notó y con mucha preocupación nos dijo:
- Creo que se le está formando una trombosis. Eso es muy peligroso, les sugiero
que lo lleven al médico. No lo llevamos en ese mismo momento, quise esperar a
Neyo que salía de su trabajo a las ocho, cuando llegó le comentamos nuestra
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preocupación, pero al final acordamos llevarlo el día siguiente en cuanto
amaneciera.
Fue una noche de mucha angustia, lloró sin cesar del dolor, le frotábamos
diferentes unturas sin resultados positivos, hubo un momento en que me recosté
en los pies de Mi Ángel a llorar junto a él, rogando a Dios que amaneciera para
llevarlo al hospital, a las seis de la mañana todos estábamos listos para subirlo al
carro y llevarlo, nos costaba mucho acomodarlo, porque el todavía no flexionaba
las piernas con muera facilidad, pero lo logramos, reportó a mi trabajo, que
llegaría mas tarde. Al llegar al hospital Mi Ángel no quería bajarse, se ponía
La verdad que esa noticia nos cayó como un balde de agua fría, ya que no
imaginamos que el asunto fuera tan delicado, mi esposo hizo los trámites
correspondientes pare ingresarlo y le asignaron el cuarto número 6 de la sala B,
planta baja. No puedo negar el desconcierto que me causó recordar los
momentos de angustia que pasamos en ese mismo hospital. Mi Ángel no volvió a
tener paz, cada vez que se le acercaba una enfermera, él temblaba y se ponía
completamente tenso y todo su cuerpo sudaba. Era un día viernes, fue ingresado
exactamente a las 10:30 de la mañana, desde que llegó al cuarto lo canalizaron y
comenzaron a aplicarle los medicamentos. Toda la noche fue una completa
angustia, yo sentía que todo el avance que había logrado iba en retroceso. La
hinchazón del pie cada vez bajaba y en ese sentido se miraba que estaba
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mejorando, pero la parte emocional se fue abajo completamente, fue una noche
larguísima, no logramos dormir en absoluto, y a cada momento llamábamos a las
Fue una noche de tormento tanto para mi hijo como para los que estábamos
cuidándolo, pero no todo resultó negativo porque cuando llegó el Doctor a hacer
su chequeo de rutina a las siete de la mañana, la hinchazón de la pierna de mi
Ángel había desaparecido por completo y tenía su color normal, lo que
sorprendió mucho al doctor. Esa fue la excusa perfecta para que junto con mi
esposo solicitáramos al doctor que nos lo diera para llevarlo a casa, pará seguirle
aplicando los medicamentos, por supuesto con la ayuda de un enfermero privado.
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el médico, mi Ángel se recuperó totalmente de la trombosis, que como por arte
de magia no dejó huellas en su piernita. Las razones para dar gracias a Dios
sobreabundaban. A cada rato me comunico directamente con Dios para darle
infinitas gracias por las maravillas que ha hecho con la vida de mi hijo y por ende
de mi familia. Algo completamente novedoso es que en más de tres ocasiones he
abierto el libro de Salmos al azar para leerle algo a Mi Ángel y coincido con el
Salmo 40, el que hace alusión a que no todo el que te dice "lo siento" lo dice de
corazón, hay muchas personas que incluso se alegran de verte caído, hasta los
que se han declarado amigos, muchas veces fingen, pero nuestro consuelo es y
debe ser nuestra fe y la confianza de que hay un Dios que nunca falla y en los
malos momentos es cuando más se manifiesta.
disfruta de una paz interna increíble, a pesar de todas las dificultades de la vida y
sus limitaciones económicas nunca se quejó de nada, al contrario, en la
adversidad es cuando más agradece a Dios.
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Su compañía ha sido un bálsamo profundo en mi vida y llenaba de esperanza a
Mi Ángel, Sus oraciones nos confortaban el alma porque, para hablar con
sinceridad, yo no aprendí a rezar a pesar de mi convicción de que todo gira
alrededor de Dios, nunca me detuve a aprenderme las oraciones a excepción del
Padrenuestro y las Aves Marías, pero siempre en mi silencio, en cada amanecer y
en el anochecer de cada día hablo con Dios, como hablar con un amigo, con
confianza y no con frases estereotipadas. Siempre agradezco por lo bueno y por
lo malo que me ocurre y siempre me he sentido acompañada por él. Hasta en los
momentos más simples de mi vida, recuerdo que cuando teníamos diez días de
estar en el hospital con Mi Ángel, llegó a visitarnos un paisano con su esposa,
crecimos en el mismo barrio, en ese momento dirigía una Iglesia aquí en la
ciudad. Se había convertido en un misionero del Señor, se le notaba una buena
apariencia, cargaba una Biblia bajo el brazo y su saludo fue muy elocuente al
decir: “El Señor esté con ustedes". Mi mama, la verdad, no lo conocía, ya que
aquel chigüín descalzo del pueblo, se había convertido en un hombre de bien. Yo
lo reconocí inmediatamente, se me acercó y me dijo:
- "No te aflijas tu hijo es una promesa del Señor, él no morira ha sido escogido,
Dios tiene grandes propósitos para él y para toda la familia, solo te queda confiar
y humillarte a Dios de todo corazón, vos sos una persona a
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ninguna dificultad, al contrario comenzó en ese momento a sentir una gran paz y
a dormir tranquilo, A partir de entonces se intentó alimentarlo por la boca, ya que
anteriormente solo era alimentado por sonda. La primera que descubrió que ya
comía por la boca fue mi madre, se sentía feliz por ese descubrimiento, cuando
me lo contó le dije:
- Tiene exactamente la edad de uno de mis hijos me dijo, marcó el teléfono para
preguntar a su casa por un medicamento que le aplican a personas
convalecientes, con el fin de protegerles el sistema inmunológico. Me explicaba
que este tipo de pacientes tienden a deprimirse, se les bajan las defensas y
muchas veces no mueren por la causa principal sino de cualquier otra
enfermedad. Le contestó el hijo menor y le explicó más o menos el caso,
mencionó el
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nombre de Mi Ángel y resultaron ser buenos amigos y compañeros de colegio -
que coincidencias de la vida. Cuando estuvo listo el plan de nutrición, le pregunte
cuanto le debía, me contestó que "no, de ninguna manera usted no me debe
nada al contrario, me siento, comprometida de ir a conocer a este joven. Me
pidió la dirección de la casa y prometió llegar a visitarnos. Cuando Sali de la
clínica ya eran las siete de la noche bajando las gradas suspiré con tanta
satisfacción que dije.
- Dios mío, gracias por acompañarme a todos lados. No era el simple hecho de
no haberme cobrado sino, la ternura que despertaba en las personas el caso de
Mi Ángel y el grado de solidaridad que la gente demostraba. Era incuestionable la
bondad con que Dios nos estaba tratando. Cuando llegué a la casa y abrí el
portón, espumita mi perrita se me tiró en el pecho, como en señal de queja,
luego iba hacia el interior del patio y no me dejaba avanzar. Me abrazaba como
gente y me quedaba viendo como implorando cariño.
que normalizarse. La Biblia dice: "De todas maneras, estos problemas y estos
sufrimientos nuestros son pequeños y no se prolongan demasiado y este breve y
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momentáneo periodo de tribulación redundará en abundantes y eternas
bendiciones de Dios para nosotros." (2 Corintios 4: 17 B.D.) Si confiamos en la
palabra de nuestro Señor los temores desaparecerán y todos los problemas se
ven livianos. Cuando llegué al cuarto donde se encontraba, Mi Ángel estaba en
profundo sueño, dormía como un bebe, cerré la puerta nuevamente para no
despertarlo. Me dirigí a la cocina donde se encontraba mi hermana Carmen
horneando mascaduras en compañía de Tey. Me sirvieron la cena, la verdad que a
partir del accidente no sentía apetito, comía para no enfermarme, pero no con la
satisfacción de antes. Abrí la nevera para sacar un poco de leche, después subí a
mi cuarto a ponerme cómoda y descansar un rato del ajetreo del día.
Volví a la realidad o desperté y dije: "qué raro que estoy soñando despierta." Me
inquieté' mucho, bajé las gradas y me recosté en el sofá de la sala pensando
siempre en lo ocurrido, ¿Cómo explicar tanto misterio?, pero dije: "Dios se estaba
manifestando y tengo claro que lo que a nosotros nos ocurrió es una prueba muy
dura, pero que si nos
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preciadas, para hacerlas resplandecer por encima de los demás, por lo que si lo
vemos desde esta óptica, no somos más que instrumentos de Dios para servir de
testigos fieles de que tenemos un Dios vivo, que nos guía en cada momento y
que todo lo demás llega a nosotros por añadidura.
La verdad que no hace mucho tiempo, además prefiero no sacar cuentas... para
que... Uno es eternamente joven, si se lo propone: "uno no envejece si nunca deja
de soñar", y yo me considero una soñadora, aunque con ideales muy concretos.
Después que Jo Luis dejó de cantar entré al cuarto de Mi Ángel para mirar si ya
estaba despierto. En cuanto abrí
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la llamé para preguntarle cómo seguía, ella muy triste me dijo: -"esta grave"-, yo
con mucho optimismo le dije:
Amiga tenga fe, porque Dios es el único que puede decidir sobre la vida de su
hija, pídale de todo corazón que le haga el milagro.
El caso de Mi Ángel cada vez cobraba más admiración en las personas que lo
miraron en el hospital. Nadie, absolutamente nadie creía que mi hijo viviera, ya
qué
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clínicamente estaba pronosticado que iba a morir. Y en el caso remoto que viviera
iba a quedar como vegetal. Me cuentan ahora que el peligro paso, que hubo
cristianos de rodillas pidiéndole a Dios que se lo llevara, porque no querían verlo
en una situación de sufrimiento, pero yo me pregunto quiénes somos nosotros
para decidir tan fríamente sobre la vida de una persona. Yo entiendo la
desesperación que causa ver a un familiar en esas condiciones, también entiendo
que la ciencia tiene tun limite, pero también me pregunto y que es la "fe"
entonces, acaso no hay un ser superior a todos nosotros en quien debemos
confiar y no me expreso de esta forma porque en mi caso particular mi hijo se
haya salvado de morir tal como se lo pedí a Dios. Igual pensaría si Dios hubiera
tomado la decisión de llevárselo, Mi Ángel estuvo en las manos de el, desde el
momento que dije: "Señor que sea tu santa voluntad”, se lo entregué en cuerpo y
alma, lo expreso con el corazón en la mano, no tengo reservas para dar
testimonio real de que Dios está con nosotros y ha estado siempre.
Y que mi fe se acrecenta cada día que miro a mi hijo recobrar todas sus
facultades. No me he sentido flaquear ni un segundo, saco fuerzas de cada
dificultad, porque decir que mi vida se ha tornado fácil después del accidente de
mi hijo, sería una farsante. Lo que sí es cierto es que junto con mi familia hemos
aprendido a vivir en medio de la adversidad, esas noches completas sin dormir,
averiguando donde le duele a Mi Ángel sobando cada parte de su cuerpo,
tratando de consolarlo, porque en el lenguaje avanza lentamente, son pocas las
palabras que logra decir, entonces cada día es una lucha fuerte buscando la
forma de comunicarnos con él. Pero como es la estrella de la casa nadie se queja,
al contrario cada vez que logra algo todos somos felices y estoy segura que mi
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Ángel conoce todo y entiende todo. En lo que se está trabajando es en la parte
motriz y en el lenguaje que sabemos que poco a poco y sin desesperar, el lo va a
lograr totalmente, además como siempre he dicho esta en las manos del Señor, el
dispondrá de cada uno de sus movimientos. El me está proveyendo de cada uno
las recursos humanos y materiales para sacarlo adelante
La verdad que siempre ha sido un hombre entregado a su familia y sus tres hijos
han sido la razón de su vida. Muchas veces llora cuando recuerda esos primeros
días que Mi Ángel estuvo hospitalizado y cuando algunos de sus amigos y
familiares cristianos, con el fin de ayudarlo, le traían palabras de confusión en vez
de consuelo, Recuerda palabras nefastas como: "Está descerebrado “hay que
poner los pies sobre la tierra Expresiones de este tipo que lo destrozaban. Todos
los consoladores con sus frases inciertas aumentaban su sufrimiento, quizá le falló
un poquito de carácter o un poco de fe, para que esas palabras no se colocaran
en su corazón Pero hay que entender que como humanos no es fácil hacerse el
desentendido. Aunque él expresa su inmenso agradecimiento a Dios por haberle
devuelto a su muchachito y lo disfruta tanto, así como disfruta a un bebe. Así lo
consideramos todos "una nueva criatura”
Como primera actividad planificaron una rifa, regando talonarios dentro y fuera
de la ciudad, en esos momentos nos pudimos dar cuenta de cuánta gente estaba
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decidida a colaborar con nuestro hijo. La voluntad de personas muy humildes se
manifestó con la actividad, por eso repito Dios nunca nos ha dejado de la mano.
Doy gracias a cada momento por esto y por muchas otras bendiciones
manifestadas en la vida de mi familia. La crisis nos ha unido y a pesar de que mi
esposo y yo nos amamos profundamente y hemos procurado tener siempre una
comunicación abierta, la crisis nos unió aun más.
Maravillada por los grandes avances que estaba teniendo, ya movía los pies, su
cabeza la giraba para todos los lados, percibía todo lo que ocurría a su alrededor
y eso para nosotros era algo que nos llenaba de felicidad. De pronto hice un
recorrido retrospectivo alabando a mi Dios por haber unido el espermatozoide
correcto con el óvulo correcto para crear un ser humano tan maravilloso como Mi
Ángel, a pesar de ser un embarazo no esperado en el sentido que Mi Ney solo
tenía 7 meses, nunca me sentí contrariada, tome las cosas con calma y con mucha
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madurez, no rechace, ni con el pensamiento esa concepción, cuando ya tocaba la
fecha que tenta que nacer Mi Ángel no quería salir del vientre de su madre, por
lo visto se sentía muy feliz adentro.
"Señor está en tus manos, que sea tu Santa voluntad". la verdad que Mi Ángel ha
sido protegido por Dios desde aquel momento, porque cuando nos dieron de
alta en el hospital mi hijo no presentaba ningún problema, al contrario, se miraba
sanito y los días que siguieron no se le observo ningún problema, creció sanito y
siempre demostré ser un niño feliz.
- Hijo vos estas muy pequeñito nadie te va a dar trabajo. –“No mami"
me dijo. "El papa de un amiguito tiene una Nacera. Voy hablar con él para que
me dé trabajo. En ese lugar pagan todos los sábados".
Hasta cierto punto me sentí satisfecha y me identifiqué con él, a esa edad yo
también ya trabajaba. Mi madre hacia caramelos y yo me encargaba de venderlos
en el pueblo y crecí siendo una niña muy feliz, sin ningún tipo de complejos, que
consté que yo si lo hice por necesidad. Mi Ángel se salió con la suya porque el
dueño de la Nacera resulto ser mi amigo, y me dijo:
- Déjalo amiga no le quites el impulso, son raros los niños que en esta época les
guste el trabajo. Además, no lo voy a poner hacer cosas pesadas, solo es para
que él se sienta bien.
Llegó el lunes que Mi Ángel se tenía que presentar a su trabajo, busco un blue
jeans viejo que ya le quedaba corto y una camisita desteñida, le pidió desayuno a
Francis, la
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muchacha que nos ayudaba, salió con su mochilita guindada en el hombro.
Quede observándolo y lo compare con el Chavo del Ocho. Por la tarde venia
cansadito, pero feliz porque el sábado recibiría su primer sueldo. Acciones como
esas hicieron que Mi Ángel se ganara el cariño de mucha gente que lo
frecuentaba. Un día vino muy triste de la escuela porque un compañerito suyo no
pudo hacer su examen parcial porque sus papas no habían pagado la
mensualidad, y le dijo a mi esposo: - ¿Papi por qué el papa de mi compañero no
va al banco a pedir dinero para pagar la escuela?”. Nosotros le contestamos:
- Hay hijo, hay cosas que vos ahorita no comprendes, cuando estés grande vas a
entender la vida. En verdad con estas acciones Mi Ángel demostraba solidaridad y
preocupación por los problemas de los demás. Aunque estaba muy pequeño. Me
levanté del piso y me ubiqué en la realidad. A Mi Ángel se le daba comida cada
dos horas, para completarle la cantidad de calorías recomendadas por la
nutricionista. A medida iba comiendo de todo le iba rebajando el número de
raciones hasta llegar a normalizar.
Llego a comer de todo y completo por lo que decidimos quitarle la sonda que
tenía en el estómago porque ya no la necesitaba. Hicimos cita con el médico
especialista en el mismo hospital donde estuvo internado Mi Ángel, fue un
proceso de una hora, le dejaron libre el orificio donde llevaba la sonda, para que
se le cerrara sola. No hubo ningún problema, sanó rápido y él se sentía mejor
sintiendo la sabrosura de a comida. En ese momento ya estábamos haciendo las
averiguaciones respectivas para
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llevar a Mi Ángel fuera de La CIUDAD, para hacerle las terapias en forma más
intensiva de lo que se las veníamos haciendo. Queríamos buscar nuevos
horizontes y otras opiniones de rehabilitación, decidimos buscar información
sobre la TELETON que es un centro de rehabilitación integral, instalado en
diferentes lugares del país. Un amigo nos comunicó quién dirigía la TELETON de
Catacamas. Era un amigo nuestro y que hacía más de veinte años no mirábamos.
Nos consiguieron el teléfono y mi esposo habló con á para trasladarnos los dos
meses de vacaciones de nuestro trabajo. Inmediatamente que mi esposo se
identificó con el y le explico a grandes rasgos la situación por a que estábamos
pasando se puso a la orden y nos indicó los requisitos para poder inscribirlo.
Desde ese momento empezamos a hacer las gestiones necesarias para conseguir
una casa que estuviera cerca del centro de rehabilitación, asunto que no se nos
hizo difícil porque Diosito a través de mi sobrina Lee, nos consiguió una casa con
todas las condiciones. Hable con la dueña por teléfono, al contarle el caso se me
puso a la orden, alquilándome la casa a mitad de precio. Resultó ser una persona
muy especial y con un corazón fuera de serte. Llegó el día de partir para
instalarme en mi nueva morada, a todo esto, yo solo me dejaba conducir por las
decisiones que Dios tomaba con nosotros, traté de adelantar algunos procesos en
mi trabajo, ya que tengo un puesto de mucha responsabilidad, pero como dije
solo me dejaba conducir. Diosito estaba preparando todo, de manera que no
sentía mi cansancio a pesar de que parecía pulpo procurando no dejar cosas
pendientes que tuvieran que incomodar a terceros. Mi maleta la hice un día antes,
solo llevaba lo necesario porque
era un viaje muy largo y no nos iban a caber las cosas en el carro, en ese viaje
íbamos mi esposo, mi hijo Ney, mi hermana Carmen, mi madre Rosa Eugenia y
por supuesto Mi Ángel, que era la razón de mi existencia en esos momentos. Mi
esposo iba preocupado porque pensó que un viaje tan largo Mi Ángel no iba a
aguantar, pero no, Dios iba con nosotros en el carro. Mi Ángel tomo Una actitud
de relajamiento, que venía disfrutando el paisaje y gozando de todas las tonterías
que escuchaba de mi hermana Carmen, que es un poco locuaz. Al llegar a San
Esteban, almorzamos, despertó la admiración de sus tíos porque nunca
imaginaron verlo tan bien, como ellas lo veían en el hospital pensaron verlo en
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una situación más deprimente. Se alegraron mucho, ya que Mi Ángel es muy
querido por todos, a las dos de la tarde partimos para Juticalpa. La carretera
estaba un poco lisa porque llovía por ratos, no niego que iba tensa pensando en
mi Ney que era primera vez que conducía en un viaje largo, pero la verdad me
tranquilizaba la idea de que Dios no nos había dejado nunca de la mano y en
esos momentos, él sabía que lo necesitábamos. Llegamos sin ninguna novedad.
Nos esperaba toda la familia, mi hermana Di muy contenta, también salió al paso
mi sobrino Monchito, quien había renunciado a su trabajo para acompañarme en
la aventura de rehabilitación de Mi Ángel, lo que vimos como un gesto muy
hermoso y que solo Dios pudo intervenir en tan humana decisión.
Lo bajo del carro para colocarlo en la silla especial que le llevaba para sentarlo,
era el centro de atención de todos. No hallábamos que ofrecerle para que Mi
Ángel se sintiera bien. El siguiente día nos fuimos para Catacamas para instalarnos
en lo que sería nuestra casa
por dos meses. Al verla nos gustó mucho, era una casa muy acogedora. Los
familiares y amigos nos empezaron a ofrecer electrodomésticos, muebles y los
utensilios necesarios. Al final del día, estábamos instalados totalmente. Nos
sentíamos muy bien, era una zona residencial muy segura y los vecinos nos
mostraron mucha solidaridad. Rápido hicimos amigos, al día siguiente nos
presentamos a TELETON, nos empezaron a llenar el expediente, de acuerdo con
las referencias que nos dio el doctor que opero a Mi Ángel. Cuando Neyo
empezó a dar los datos, yo no me percaté que él estaba llorando, hasta que mire
a la recepcionista y a la Directora del centro que se les humedecían los ojos,
entonces miré. que estaba descontrolado, se me hizo un nudo en la garganta y
no pude evitar que se me rodaron las lágrimas a mi también pero luego pensé
"¿por qué llorar?". No, esos momentos ya pasaron, mi hijo se va a rehabilitar, Dios
nos está acompañando y llegar a este centro no es producto de la casualidad, hay
un guía que yo lo siento cerca de mí, cada vez que me toca tomar una decisión.
Después de tomar los datos nos pasaron a evaluación a cada uno de los
departamentos de TELETON. Psicóloga, Trabajadora Social, la Fisiatra no se
encontraba en ese momento y llegaría al día siguiente. Todos nos dieron una
cordial bienvenida.
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Nos llevamos la mejor de las impresiones, nos encontramos con gente muy
amable excepto la Fisiatra. No sé si: porque estaba pasando un momento muy
difícil porque se le había muerto un familiar, pero sentí que me tomó los datos en
una forma muy despersonalizada. Mi Ángel al estar frente a ella se puso tenso.
Cuando lo examino dijo:
Le respondí:
Mientras tanto llenaba el expediente sin mirarnos a los ojos, pero la verdad no
me sentí mal, porque estaba acostumbrada a tratar con diferentes tipos de
personas y es imposible que todo el mundo actúe igual. Nos mandó a terapia
física para que nos dieran el horario de atención. Hablamos con la terapista, quien
nos explicó el procedimiento y los días de atención. Solo nos atenderían tres días
a la semana, lunes, miércoles y viernes. Me sentí algo contrariada porque mis
expectativas eran que nos atendieran todos los días, ya que nos trasladamos
exclusivamente para ese fin. Pero bien, no dije nada, solo pensé Diosito arreglará
este horario. Cuando nos presentamos el primer día, comenzamos las terapias.
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observaba más movilidad en las piernas y en las manos también se le miraba
avance. A nivel de comprensión empezó a discriminar sobre lo que le gustaba y
lo que no, hasta en el aspecto de la nutrición, se miraba sanito. Lo único que le
molestaba bastante eran los calambres. Se le contracturaban los músculos y eso le
causaba mucho dolor. La doctora le recetó un medicamento y con eso lograba
contrarrestar un poco los dolores, pero con todo esto, nos sentíamos muy bien.
Teníamos la atención total de la familia, todos los días hablábamos con Neyo, Jo
Luis y Mi Ney. Les contaba cada detalle del avance de mi Ángel. Le ponía el
teléfono en la oreja, ya que aunque no hablaba, se alegraba mucho cuando
escuchaba a su familia, disfrutaba mucho ese momento. Mi esposo se sentía
desesperado porque él quería estar con nosotros, pero por asuntos de trabajo
tenía que esperar hasta que saliera de vacaciones.
Mi hermana Di y mi madre viajaban todos los fines de semana para estar con
nosotros, siempre encontraban antojitos para llevarle a Mi Ángel, se convirtió en
su consentido. Uno de los fines de semana coincidió con el 78 cumpleaños de mi
madre. Le partimos un pastel. ¡Cuando estábamos cantándole! Happy Birthday, él,
muy emocionado, movía su boca, como si cantara.
Todos quedamos sorprendidos por su esfuerzo de sentirse incluido esa acción nos
hizo llorar a todos. Al final el -n comenzó a llorar con mucho sentimiento, nos
quedamos mirando unos con otros como echándonos la culpa por provocar
tristeza en un momento “que solo debíamos de estar alegres. Habían tantas cosas
que disfrutar que no debería de tener cabida el llanto y la tristeza. Disfrutamos el
pastel con
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sabor a vainilla y caramelo. Mi hermana Carmen como ex tan ocurrente se puso a
bailar en forma extravagante paro llamar la atención de mi Ángel y hacerlo reír. Se
paraba en las puntitas de los pies y daba vueltas según ello bailando ballet. La
verdad es que hizo reír a todos, al final pidió premio por eso. Mi mamá le dio un
pedazo de pastel. La verdad es que ella nunca se llenaba, era la más comelona de
la familia. El domingo que se iba mi hermana de la casa quedaba triste otra vez y
empezábamos de nuevo la semana llevando a mi Ángel a TELETON, donde nos
entrábamos con las diferentes personas que asistían con regularidad a
rehabilitarse de diferentes problemas, sus caras cada vez nos resultaban familiares.
Cada uno hablaba de su problema y de su experiencia vivida en la TELETON. En
cada situación se notaba una gran esperanza.
empresas y personas naturales. Todos los días llegaban a hacer reportajes para
sacar los spots publicitarios previos al gran día. Mi Ángel era el centro de
atención de los periodistas, se acercaban a preguntar que le había pasado y me
entrevistaron con frecuencia para conocer del caso. Yo con mucha satisfacción
explicaba con énfasis el milagro que Dios había hecho en el caso de Mi Ángel y la
gran fe y esperanza que teníamos de mirarlo como antes del accidente y que él
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iba a ser un testimonio vivo, para todo aquel que no ha logrado entender que
para Dios no hay nada imposible.
Antes de la TELETON, salió el reportaje de cada centro en el canal líder, fue visto
a nivel nacional. Recibí muchas llamadas para decirme que habían visto el
reportaje. Alguna gente no podía creer que mi Ángel se estuviera recuperando
tan rapido y otros que nunca creyeron que se iba a recuperar.
Me llamaban con incredulidad, pero eso es normal porque a veces ni viendo los
milagros tratamos de creer. Dios lo que hace es dar muchas oportunidades para
que creamos y nos arrepintamos de tanto error cometido. Sin embargo, nos
cuesta mucho servir, solo pensamos en nuestros propios intereses y cuando de
repente fracasamos tenemos el valor de preguntarnos "¿Por qué? "”. Participamos
en la caravana de la alegría que se hace un día antes del gran evento en la sede
de cada centro, con el fin de motivar a la gente a colaborar. Mi Ángel andaba feliz
conociendo toda la ciudad, le emocionaba escuchar la bocina de los automóviles
y la sirena de los bomberos. Andaban motocicletas, bicicletas, caballos, en fin,
cada quien se movía de acuerdo su posibilidad, lo importante es que todos
aportamos a una misma causa. Á esa gran
obra de amor que alguien comenzó y que todos debemos continuar. Recuerdo
que años anteriores cuando decían TELETON, miraba lejos la posibilidad de
ocupar algún día de ellos. No obstante, cada año que tocaban las recaudaciones
colaboraba, pero con la intención de servir a otros, pero nunca imagine que en
un futuro no muy lejano mi hijo formaría" parte de esa gran familia de
discapacitados. Es duro aceptar, pero nuestra fortaleza es que estamos unidos
para que mi Ángel pueda decirlo de su propia voz. Cuan poderoso es nuestro
Señor. El tiempo no lo manejamos nosotros. Mi Ángel está dirigido por el todo
poderoso, solo nos toca luchar por darle calidad de vida, a la par de sus
limitaciones.
La verdad que me sentí muy apoyada por la familia, enseguida me fui con mi
hermana a comprarle el estreno a Mi Ángel, había prometido comprarle unos
tenis para ese día. Como yo conocía muy bien a Mi Ángel sabía cuál era la ropa
que le gustaba, fui a una tienda para caballeros, le compré unas camisetas y unos
jeans muy bonitos. Desde el día del accidente Mi Ángel no usaba ropa normal.
Usaba camisetas, pero se las abría por atrás para poder ponérselas, pero ahora
no, por primera vez volvería a usar ropa sport, ya sus brazos tenían más
movilidad y se se podía vestir.
Mi Ney compro una camisa igual a la de Mi Ángel, quería recordar viejos tiempos
como cuando eran pequeños que siempre los vestía igual, toda la gente pensaba
que eran gemelos. La noche la pasamos muy contentos, todos querían tomarse
fotos con Mi Ángel, pero lo más interesante de todo es que mandamos fotos por
correo electrónico a los niños de Mi Ángel, ya que ellos no pudieron estar con
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nosotros. Los llamamos por teléfono enseguida y dicen que fue el mejor regalo
que les dieron ese día, poder ver a su papi y que andaba súper guapo.
Sorpresa fuerte la que llevó Jo Luis, como a las dos de la mañana que aún estaba
despierto, se metió a internet, cuando logró entrar a su correo, encontró como
último mensaje las fotos de los niños con su madre Fre, felicitando a Mi Ángel y
dando respuesta a las fotos que les habían enviado ese día antes de las doce, fue
tanta la impresión de Jo Luis que se puso a llorar como un niño. Porque los
mensajes eran conmovedores, exprestones como "papito te extrañamos”, "oramos
todas las noches por tu recuperación”, "Diosito te ama", "Gracias papi por seguir
«existiendo” y muchas frases más... Al siguiente día le enseñaron a Mi Ángel el
correo, se le salió un suspiro de esperanza, yo empecé 9 leer todos los mensajes...
Mi Ángel Sigue alimentando esa fe, tan real, que solo Dios nos puede inyectar y
cada día se le nota ese gran impulso por lograr su recuperación total, nunca ve se
triste, su expresión lo hace sentir a uno confiado y lleno de esperanza, nuestra
vida sigue igual y con el privilegio de tenerlo, sentir el aliento de su sonrisa y el
brillo peculiar de sus ojos es más que suficiente para sentirnos felices y
agradeciendo infinitamente a ese Dios vivo por tanta misericordia...
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Disfrutar su sonrisa y el brillo peculiar de sus ojos es mas que suficiente
para sentirnos felices.
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