Características Fundamentales Del Método en Trabajo Social

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RESUMEN

Características fundamentales del método en Trabajo Social

Una de las características fundamentales del método en Trabajo Social es la unitariedad, que se

refiere a la idea de que la relación de ayuda es un proceso global e integral, es decir que no puede

ser dividido. Básicamente, se refiere a que un caso individual dentro de una situación

problemática es parte de un todo, llamado sistema de ayuda.

Por otro lado, la unidad del proceso metodológico no implica una invisibilidad para casos

específicos, sino más bien la aceptación y una visión global de ella, así como la articulación de

intervenciones complejas y la colaboración de otros especialistas.

La perspectiva abordada dentro de la intervención social debido a su naturaleza ecológico-

sistémico, lleva su mismo nombre, caracterizada por centrarse en la relación entre el individuo y

su entorno. Dentro de esta perspectiva, el objetivo de la intervención social es lograr la

emancipación y la autogestión progresiva fuera de una situación problemática o de dificultad del

individuo.

Este entorno está en constante cambio y actualización por lo cual las redes sociales son un

instrumento muy útil para el trabajo social. Su existencia es fundamental ya que en ella se

aprueban las decisiones y acciones sociales. Por lo tanto, el estímulo y soporte de autoayuda es

una función principal de la intervención social.

Debido a la naturaleza reflexiva y práctica del Trabajo Social es necesario combinar estrategias

metodológicas. El empleo de métodos cualitativos y cuantitativos tiene grandes ventajas ya que

permite obtener múltiples objetivos y facilita la triangulación. Conseguir una investigación de


métodos combinados sin que obtengamos como resultado una mezcla sin sentido se ha

convertido en una de las aspiraciones más ambiciosas entre los investigadores.

El sujeto, es el actor principal de atención del trabajo social. Más allá de un objeto de

intervención, el trabajador social debe valorarlo dentro de todos sus aspectos individuales. Por

otro lado, todo método y procedimiento en trabajo social debe ser participativo, lo que implica

una intervención interna del individuo, identificando no patologías sino expresiones distintas de

la normalidad. La empatía permite posicionarnos en el lugar de la otra persona, por lo cual,

facilita la conexión entre el sujeto y el trabajador social. De forma que la centralidad del sujeto,

la empatía y el enfoque participativo hacen parte de las características del Trabajo Social.

La interdisciplinariedad dentro del trabajo social, es una característica vital ya que hace posible

el trabajo en conjunto con personas de distintas disciplinas, permitiendo abordar los problemas

sociales de distintas perspectivas de forma integral.

La Flexibilidad y la sensibilidad son actitudes fundamentales que todo trabajador social debe

tener para una intervención eficaz y humanista.

La flexibilidad se refiere a la disponibilidad y predisposición para modificar, personalizar o

adaptar los contenidos y formas de actuar de acuerdo a las necesidades de cada caso, sin

desviarse de la dirección estratégica establecida.

La sensibilidad hace referencia a la capacidad de empatizar con el intervenido, comprendiendo

sus necesidades y situaciones para garantizar una intervención centrada en el sujeto. Cabe

destacar que la sensibilidad no debe nublar el juicio científico de los planteamientos y usos

técnicos.

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