Examen 2° Parcial. Hidrologia
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Escurrimiento
1.1 Concepto de hidrograma
El hidrograma es la representación graficas de las variaciones del caudal de una
corriente con respecto al tiempo según orden cronológico.
Una vez que la precipitación alcanza la superficie del suelo, se infiltra hasta que las capas
superiores del mismo se saturan. Posteriormente, se comienzan a llenar las depresiones
del terreno y, al mismo tiempo, el agua comienza a escurrir sobre su superficie. Este
escurrimiento, llamado flujo en la superficie del terreno, * se produce mientras el agua no
llegue a cauces bien definidos (es decir, que no desaparecen entre dos tormentas
sucesivas). En su trayectoria hacia la corriente más próxima, el agua que fluye sobre el
terreno se sigue infiltrando, e incluso se evapora en pequeñas cantidades. Una vez que
llega a un cauce bien definido se convierte en escurrimiento en corrientes. El flujo sobre el
terreno, junto con el escurrimiento en corrientes, forma el escurrimiento superficial. Una
parte del agua de precipitación que se infiltra escurre cerca de la superficie del suelo y
más o menos paralelamente a él. A esta parte del escurrimiento se le llama escurrimiento
subsuperficial; la otra parte, que se infiltra hasta niveles inferiores al freático, se denomina
escurrimiento subterráneo. De los tres tipos de escurrimiento, el superficial es el que llega
más rápido hasta la salida de la cuenca. Por ello está relacionado directamente con :1 una
tormenta particular y entonces se dice que proviene de la precipitación en exceso o
efectiva y que constituye el escurrimiento directo. El escurrimiento subterráneo es el que
de manera más lenta llega hasta la salida de la cuenca (puede tardar años en llegar), y,
en general, difícilmente se le puede relacionar con una tormenta particular, a menos que
la cuenca sea demasiado pequeña y su suelo muy permeable. Debido a que se produce
bajo el nivel freático, es el único que alimenta a las corrientes cuando no hay lluvias y por
eso se dice que forma el escurrimiento base. El escurrimiento sub superficial puede ser
casi tan rápido como el superficial o casi tan lento como el subterráneo, dependiendo de
la permeabilidad de los estratos superiores del suelo; por ello es difícil distinguido de los
otros dos. Cuando es relativamente rápido se le trata junto con el escurrimiento
superficial, y cuando es relativamente lento se le considera parte del subterráneo.
Figura 1 y 2 respectivamente.
1.1.2 Continuo
1.1.3 Aislado
a) El método más simple consiste en trazar una línea recta horizontal a partir del punto A
del hidrograma. Aunque este método puede dar resultados con buena aproximación, de
manera especial en tormentas pequeñas donde los niveles freáticos no se alteran
mayormente, en general sobrestima el tiempo base y el volumen de escurrimiento directo.
Otro método más consiste en buscar el punto de mayor curvatura de la curva de recesión
del hidrograma. Esto se puede hacer de la siguiente manera: sea un hidrograma en el que
se tienen los gastos señalados en la columna 3 de la tabla 3.1. Una vez ordenados los
gastos en la tabla, se dividen entre los ocurridos un l:!.l fijo después Q + 111 (6 h en el
ejemplo). Posteriormente se dibujan los cocientes Q/Q+ 111 contra el tiempo; en el punto
donde ocurra un cambio de pendiente se tiene la mayor curvatura de la rama
descendente y por tanto el punto D.
Una vez localizado el punto D por medio de cualquiera de los métodos anteriores o de
algún otro, resta trazar la línea de separación entre el gasto base y el directo
Aforar una corriente significa determinar a través de mediciones el gasto que pasa por
una sección dada. En México se usan básicamente tres tipos de métodos para aforar
corrientes, a saber:
a) secciones de control
b) relación sección-pendiente
c) relación sección-velocidad.
Sección de control de una corriente se define como aquella en la que existe una relación
única entre el tirante y el gasto. De los muchos tipos de secciones de control que se
pueden usar para aforar una corriente, los más comunes '.llll los que producen un tirante
crítico y los vertedores. Se forma un tirante crítico elevando el fondo del cauce,
estrechándolo " con una combinación de las dos técnicas. Cuando se utiliza la primera, el
gasto se calcula usando la fórmula de vertedores de pared gruesa:
Donde:
B es el ancho del cauce en m,
g es la aceleración de la gravedad en m/S2,
H es la carga sobre el vertedor en m y
Q es el gasto en m3/s.
Para que el dispositivo tenga un buen funcionamiento, se recomienda que:
En las ecuaciones 3.6 y 3.7 H es la carga sobre la cresta del vertedor en m, medida a una
distancia de cuando menos 4H aguas arriba de la cresta; L es la longitud de la cresta en
m (ecuación 3.6) y Q es el gasto en m3/s. El método de las secciones de control es el
más preciso de todos para el aforo, pero presenta algunos inconvenientes. En primer
lugar, es relativamente costoso y, en general, sólo se puede usar cuando los gastos no
son muy altos. En el caso de los estrechamientos se restringe el transporte de objetos
arrastrados por la corriente y la sección puede obstruirse. Un inconveniente de los
vertedores es que generan un remanso aguas arriba de la sección. Por ello, este método
es adecuado en ríos pequeños, cauces artificiales (como por ejemplo canales de riego) o
cuencas experimentales.
Este es el método más usado en México par~ aforar corrientes. Consiste básicamente en
medir la velocidad en varios puntos de la sección transversal y después calcular el gasto
por medio de la ecuación de continuidad 3.9. La velocidad del flujo en una sección
transversal de una corriente tiene una distribución como la que se muestra en la figura
3.12. Para determinar el gasto no es suficiente entonces medir la velocidad en un
solo punto, sino que es necesario dividir la sección transversal del Cauce en varias
subsecciones llamadas dovelas. El gasto que pasa por cada dovela es:
𝒒𝒊 = 𝒂𝒊 𝒗𝒎𝒊
Donde:
𝑎𝑖 = es el área de la dovela.
i y vmi es la velocidad en la misma dovela.
La velocidad se mide con unos aparatos llamados molinetes (véase figura 3.13) que
tienen una hélice o rueda de aspas o copas que gira impulsada por la corriente y,
mediante un mecanismo eléctrico, transmiten por un cable el número de revoluciones por
minuto o por segundo con que gira la hélice. Esta velocidad angular se traduce después a
velocidad del agua usando una fórmula de calibración que previamente se determina para
cada aparato en particular.
Para que el molinete pueda colocarse a la profundidad deseada se fija a un peso hecho
de plomo y con forma hidrodinámica, llamado escandallo (véase figura 3.13). La posición
que adopta el molinete con el escandallo se muestra en la figura 3.14. La profundidad a la
que se hace la medición se calcula usando la fórmula:
El punto a donde se coloca el operador para hacer el aforo puede estar situado en un
puente o en una cánastilla suspendida de un cable. En algunos casos se aceptan aforos
hechos desde un bote, aunque este método no es muy recomendable debido a que se
perturba el flujo y el bote es arrastrado por la corriente, impidiendo que el aforo se haga
en una sección transversal a la dirección del flujo. Por otra parte, las mediciones desde
puentes son más recomendables cuando éstos son de un solo claro, pues las pilas o
pilotes dentro del cauce producen distorsiones en las líneas de corriente, lo que puede
introducir errores de consideración en los aforos. El principal inconveniente de este
método es que cada aforo toma un tiempo relativamente largo (del orden de una hora o
más en algunos casos), por lo que durante una avenida se pueden hacer sólo unas
cuantas mediciones, 10 que podría no ser suficiente para conformar todo el hidrograma y
menos aún determinar el pico. Este problema se puede disminuir si se dibujan curvas de
elevación del nivel del agua contra el gasto, permitiendo, con ayuda de un registro
continuo de niveles en la sección, determinar el gasto en cualquier instante.
Este método se utiliza para estimar el gasto máximo que se presentó durante una avenida
reciente en un río donde no se cuenta con ningún otro tipo de aforos. Para su aplicación
se requiere solamente contar con topografía de un tramo del cauce y las marcas del nivel
máximo del agua durante el paso de la avenida. Según la fórmula de Manning, la
velocidad es:
Donde
R = radio hidráulico,
Sf = pendiente de la línea de energía específica y
n = coeficiente de rugosidad.
Además, de la ecuación de continuidad se tiene que:
𝑸 = 𝒗𝑨
Donde:
Existen otros métodos con los que es posible realizar aforos. Uno de ellos es el de
trazadores, que consiste en soltar una cantidad conocida de partículas fluorescentes,
radiactivas, etc., en una sección situada a una cierta distancia aguas arriba de la sección
de aforos para medir el tiempo que tardan en llegar a la última. Esto se puede hacer
visualmente, con contadores de radiactividad o con algún otro procedimiento,
dependiendo del tipo de partículas usadas. Este y otros métodos aún se encuentran en la
etapa de experimentación y su uso todavía está limitado en la práctica.
Una curva elevaciones-gastos relaciona la elevación de la superficie libre del agua con el
gasto que pasa por la sección, y se construye Con datos obtenidos de varios aforos. En
general, la sección de aforos del río no es una sección de control, por lo que la relación
tirantes-gastos no es única. En la figura 3.15 se muestra una curva elevaciones-gastos
típica. La histéresis -es decir, el diferente comportamiento que observa la elevación de la
superficie libre del agua cuando el gasto aumenta y cuando disminuye- que se muestra en
la curva de la figura 3.15 se debe a que la pendiente hidráulica del flujo es mayor durante
el ascenso de los hidrogramas que durante el descenso. Se acostumbra ajustar los
puntos medidos a una curva media que tiene una ecuación del tipo
donde Eo es la elevación para la que el gasto es nulo y e y n son dos constantes que se
determinan, por ejemplo, obteniendo logaritmos de la ecuación 3.21 y luego aplicando el
método de mínimos cuadrados (véase apéndice B). En la mayoría de los ríos, la forma de
las secciones transversales cambia continuamente debido a los procesos de erosión y
sedimentación, por lo que es conveniente realizar aforos con la frecuencia suficiente para
contar en cualquier momento con una curva elevaciones-gastos actualizada. La
variabilidad en el tiempo de la sección de aforos depende de varios factores: su forma, su
situación con respecto a curvas y otras características del río y el material que forma el
cauce, entre otras. Por ello, es difícil generalizar en cuanto a la frecuencia con que se
deben hacer los aforos. En general, puede decirse que es necesario realizarlos por lo
menos 5 ó 6 veces al mes, aunque algunas de pendencias como la Comisión Federal de
Electricidad y la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos especifican un aforo
diario. Una vez conocida la curva elevaciones-gastos de la sección de aforos, es
suficiente con determinar la elevación de la superficie libre del agua para conocer el gasto
en cualquier momento. Dicha elevación se determina con alguno de los siguientes
métodos:
a) Limnímetro. Es una regla graduada que se coloca en una de las márgenes del cauce,
en la que normalmente se lee la elevación de la superficie cada dos horas en época de
avenidas y cada 24 horas en época de estiaje. Dado que la hora en que ocurre el gasto
máximo de una avenida puede no coincidir con alguna de las lecturas, conviene marcar el
Iimnímetro con pintura soluble al agua, de manera que se pueda conocer el nivel máximo
alcanzado por el río y, por lo tanto, el pico de la avenida.
b) Peso suspendido de un cable. Su uso es similar al dellimnímetro. La elevación del nivel
del agua será, en este caso, igual a la elevación del punto desde donde se suspende el
peso menos la longitud del cable.
La selección del sitio adecuado para instalar una estación hidrométrica (donde se miden
gastos) debe tomar en cuenta las siguientes condiciones:
a) Accesibilidad. La estación debe ser accesible en cualquier tiempo y bajo cualquier
condición. Especialmente durante avenidas.
b) Suficiencia. La estación debe ser capaz de cubrir todo el rango de gastos que pueda
ocurrir. El nivel mínimo de la zanja o tubería en el caso de los límnígrafos y de la regla en
el de los limnímetros, debe estar por debajo de la elevación correspondiente al gasto
mínimo posible y la posición máxima del flotador o de la regla debe quedar arriba de la
elevación correspondiente al gasto máximo posible.
c) Estabilidad. La sección transversal del río donde se instale la estación de be estar en
un tramo recto, lo más estable posible, de manera que las variaciones que tenga la curva
elevaciones-gastos sean razonablemente pequeñas.
d) Permanencia. La estación debe estar situada de tal manera que nunca sea destruida
por una avenida. Una de las características más deseables de un registro es que sea
continuo y que esté formado en un mismo sitio. Además, no debe estar afectado por
tomas o desvíos, por lo que la estación debe situarse, en lo posible, aguas arriba de ellos.
2. Modelos lluvia-escurrimiento
En general, los registros de precipitación son más abundantes que los de escurrimiento y,
además, no se afectan por cambios en la cuenca, como construcción de obras de
almacenamiento y derivación, talas, urbanización, etc. Por ello, es conveniente contar con
métodos que permitan determinar el escurrimiento en una cuenca mediante las
características de la misma y la precipitación. Las características de la cuenca se conocen
por medio de planos topográfico s y de uso de suelo, y la precipitación a través de
mediciones directas en el caso de predicción de avenidas frecuentes, o bien usando los
métodos estudiados en el capítulo 6 en el caso de avenidas de diseño.
1. Área de la cuenca.
2. Altura total de precipitación.
3. Características generales o promedio de la cuenca (forma, pendiente, vegetación, etc.).
4. Distribución de la lluvia en el tiempo.
5. Distribución en el espacio de la lluvia y de las características de la cuenca. Debido a
que, por un lado, la cantidad y calidad de la información disponible varían grandemente de
un problema a otro y a que, por otro, no siempre se requiere la misma precisión en los
resultados, se han desarrollado una gran cantidad de métodos para analizar la relación
lluvia-escurrimiento.
Desde luego, la complejidad de los métodos aumenta a medida que se toman en cuenta
más de los parámetros citados anteriormente. En este sentido también aumenta su
precisión, pero los datos que se requieren son más y de mejor calidad. Sólo se explicarán
los métodos que toman en cuenta los cuatro primeros parámetros, pues los que
consideran todos, llamados modelos conceptuales, matemáticos o de parámetros
distribuidos, se encuentran aún en su fase experimental y, además, la información
disponible en México todavía no es lo suficientemente completa para su aplicación.
Estos métodos toman en cuenta sólo el área de la cuenca. Aunque no son métodos que
analicen propiamente la relación entre la lluvia y el escurrimiento, se explicarán por ser de
enorme utilidad en los casos en que se requieran sólo estimaciones gruesas de los gastos
máximos probables, o bien cuando se carezca casi por completo de información. La idea
fundamental de estos métodos es relacionar el gasto máximo Q con el área de la cuenca
Ac en la forma: donde Q es el gasto máximo y a y (3 son parámetros empíricos, que
también pueden ser función de Ac· Nótese que, con (3=1 y a=Ci, 8.1 es la fórmula
racional (véase apartado 8.2). Se ha visto que (3es del orden de 3/4 para cuencas de área
menor que unos 1500 km2 Y de l/2 para cuencas mayores.
Donde:
Supóngase que se presenta una misma tormenta en dos cuencas con el mismo suelo y la
misma área, pero de diferente forma (véase figura 8.4); aunque el volumen escurrido sea
el mismo, el gasto de pico y las demás características del hidrograma varían de una
cuenca a otra. El método del hidrograma unitario toma en cuenta este efecto,
considerando, además de la altura total de precipitación y el área de la cuenca, su forma,
pendiente, vegetación, etc., aunque no de forma explícita. Hidrograma unitario. Se define
como el hidrograma de escurrimiento directo* que se produce por una lluvia efectiva* o en
exceso* de lámina unitaria**, duración de Y repartida uniformemente en la cuenca. El
método del hidrograma unitario fue desarrollado originalmente por Sherman en 1932
(referencia 8.6), y está basado en las siguientes hipótesis.
a) Tiempo base constante. Para una cuenca dada, la duración total de escurrimiento
directo o tiempo base es la misma para todas las tormentas con la misma duración de
lluvia efectiva, independientemente del volumen total escurrido. Todo hidrograma unitario
está ligado a una duración de la lluvia en exceso.
b) linealidad o proporcionalidad. Las ordenadas de todos los hidrogramas de
escurrimiento directo con el mismo tiempo base, son directamente proporcionales al
volumen total de escurrimiento directo, es decir, al volumen total de lluvia efectiva. Como
consecuencia, las ordenadas de dichos hidrogramas son proporcionales entre sí.
c) Superposición de causas y efectos. El hidrograma que resulta de un periodo de lluvia
dado puede superponerse a hidrogramas resultantes de periodos lluviosos precedente.