Memorias de La Militancia Revolucionaria

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“Segundo Congreso de Estudios sobre Peronismo (1943 – 1976)”

Eje Temático: Política

Memorias de la Militancia Revolucionaria en Tandil


Las mujeres de la Juventud Peronista

Valeria Pellegrino. Programa de Estudios Políticos (PRODESP).


Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional del Centro. [email protected]
María Guadalupe Suasnábar. Centro de Investigaciones Dramáticas (CID).
Facultad de Arte. Universidad Nacional del Centro. [email protected]

1 - Introducción:
Las décadas de 1960 y 1970 estuvieron protagonizadas por el conflicto social en
la mayoría de las regiones del globo, básicamente la dicotomía capitalismo –
comunismo, hizo visibles rápidamente las debilidades y las fortalezas de ambos
regimenes. El capitalismo solo representaba más diferencias sociales y económicas, no
solo a nivel individual sino que también a nivel nacional, para toda una generación de
jóvenes militantes. En nuestro país, este clima de enfrentamientos estuvo protagonizado
por la diferencias entre peronistas y antiperonistas. Para los miembros de las
organizaciones de la Juventud Peronista, Juan Domingo Perón y el Peronismo
encarnaron el modelo del “socialismo Nacional”. Idea que sostuvieron hasta el final,
pero que fue rechazada por el mismo Juan Domingo Perón, en su regreso al país. Este
conflicto que a nivel nacional significo una reorganización y resignificación de las
organizaciones, en Tandil significo la disolución de las mismas.

Durante el presente trabajo nos centraremos en la cotidianidad del trabajo


militante, como se vivió, cuales fueron las reglas, que funciono y que no funciono.
Comenzar a analizar las órdenes que emanaban de la conducción en el contexto
territorial, teniendo en cuenta no solo el territorio, sino que también el clima de época.
Nos da la posibilidad de analizar el periodo bajo una mirada crítica que valla más allá
del terrorismo de Estado.
A partir de una seria de entrevistas en profundidad, y teniendo como eje la teoría
de género. En primer lugar desarrollaremos un breve resumen del clima de época, en
particular entre 1969 y 1976, centrándonos en particular en la organización y
consolidación de las organizaciones de la juventud, para luego intentar decodificar el
mismo clima en una ciudad chica del interior, una ciudad estrechamente vinculada con
las Fuerzas Armadas1. ¿Cuáles fueron las características de la militancia en estas
circunstancias? ¿Fue posible la clandestinidad en la ciudad de Tandil? ¿Cómo
repercutió en el armado de esta organización que el 70 por ciento de la misma fueran
mujeres? Intentar dar respuesta a estos interrogantes nos permitirá comenzar a pensar
las características propias de la militancia revolucionaria en las pequeñas ciudades del
interior.

2 - La Militancia Revolucionaria en la Argentina, la Juventud Peronista la


Construcción del “Socialismo Nacional”

El Movimiento Peronista, que resistió históricamente tras las proscripciones y


las persecuciones políticas, se debatió entre 1960 y 1976 entre dos posturas
irreconciliables, las cuales tenían como eje por un lado, la pelea electoral, llegando a
plantear la línea del “Peronismo sin Perón”, y por otro lado, la acción directa como
estrategia política.

1
La ciudad de Tandil situada en el centro de la provincia de Buenos Aires, cuenta dentro de su planta
urbana con el Batallón Logístico Nº1 del Ejercito Argentino y con la VI Brigada Aérea, de esta manera, el
personal militar y civil que depende de ellos es un actor social cotidiano en nuestras calles, en el
entramado social de la ciudad y ha travesado nuestra historia
Si bien la lógica del “Peronismo sin Perón” encontró muchos adeptos dentro del
sindicalismo y los líderes políticos provinciales, encontró igual cantidad de opositores
dentro del movimiento en general. La oposición a éstos tuvo su base en las
organizaciones de la juventud y principalmente en las organizaciones armadas
peronistas (FAP, FAR y Montoneros). Esta línea es vinculada por los autores
consultados2 con una estrategia política más “pura”.
Este grupo opta desde un principio por la acción directa, siendo identificado por
la historiografía, y la memoria colectiva, como la izquierda del movimiento, las
organizaciones que son reconocidas como miembros de esta facción son: la Unión de
Estudiantes Secundarios (UES), la Juventud Universitaria Peronista (JUP), la Juventud
Peronista (JP), la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) y las organizaciones armadas:
Fuerzas Armadas Peronista (FAP), Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y
Montoneros. Maria Matilde Ollier, en su libro La Creencia y la Pasión, aporta un dato
que resulta relevante para el análisis: muchos de estos jóvenes no provenían de familias
históricamente peronistas y se sumaron a las filas del movimiento provenientes de la
clase media. Una gran parte de estos jóvenes se incorporaron al peronismo, a partir del
enfrentamiento que la Revolución Argentina tuviera con las universidades nacionales.
Así, estos grupos aumentaron las filas del movimiento considerándolo propio, más allá
de representar a la clase que históricamente se consideró enemiga del mismo, “…desde
su exilio en España, Perón intentó ganarse a esos sectores de izquierda, y “aggiorno”
su discurso en consecuencia. Temas tales como “giro a la izquierda” “trasvasamiento
generacional”, “actualización doctrinaria”, y “socialismo nacional” pasaron, junto
con una perspectiva “latinoamericana”, a formar parte del discurso de Perón, que se

2
Ver: Daniel James Resistencia e Integración. El Peronismo y la clase Trabajadora Argentina 1946 /
1976. Buenos Aires, Sudamericana 1988; Richard Gillespie Soldados de Perón. Los Montoneros. Buenos
Aires, Grijalbo, 1982; Luis Alberto Romero Breve Historia Contemporánea de la Argentina, Buenos
Aires, Fondo de Cultura Económica, 1994; Liliana de Riz La Política en Suspenso 1966 - 1976, Buenos
Aires, Paidos, 2000; Maria Matilde Ollier La Creencia y la Pasión. Privado, Público y Político en la
izquierda Revolucionaria, Buenos Aires, Ariel 1998; Juan Carlos Torres Los Sindicatos en el Gobierno,
Buenos Aires, C.E.A.L, 1983; Pilar Calveiro, Política y/o Violencia. Una Aproximación a la Guerrilla de
los años 70, Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 2005; Samuel Amaral y Mariano Plotkin Comp,
Perón del Exilio al Poder, Buenos Aires, Cantaro Editores, 1993.
veía ahora matizado con citas de Mao y frases de admiración para Fidel Castro y el
Che Guevara(…)El ciclo de la apertura a la izquierda sé cerro definitivamente en 1973,
cuando confrontado frente a dos tendencias irreconciliables dentro de su movimiento,
Perón optó claramente por aquella que representaba los componentes más clásicos del
peronismo”3.

Desde el Cordobazo pasando por la jornada del 25 de mayo de 1973 hasta el


Proceso de Reorganización Nacional, la juventud argentina fue protagonista de la
historia de nuestro país. Se politizaron, se comprometieron y creyeron que el único
camino a la victoria era la violencia, quizás por que no conocían otra realidad4, quizás
por que realmente creyeron en esa metodología. Dentro de este último grupo, como ya
dijimos, las organizaciones armadas tuvieron un importante protagonismo, pero
caracterizarlas no es fácil, al igual que las organizaciones territoriales, ya que según
postulan los trabajos consultados5, su génesis resulta muy heterogénea. En primer lugar,
la mayoría de sus miembros resultaron ser jóvenes de clase media. En segundo lugar,
por que se amalgaman en ellas las más variadas vertientes ideológicas, en palabras de
Liliana de Riz, “…Bajo el influjo de las ideas del Che Guevara, Franz Fanon y la
Teología de la Liberación, Perón y el peronismo fueron convertidos en la encarnación
militante del socialismo nacional…”6. A pesar de las dificultades descriptas para su
análisis, existen entre los autores algunos puntos de coincidencia. Los mismos7 postulan
que el Grupo Tacuara y la Teología de la Liberación serán fundamentales en la
formación tanto ideológica como estructural de la denominada izquierda del
movimiento.

3
Mariano Ben Plotkin. “La ideología de Perón: Continuidades y Rupturas” En Samuel Amaral y Mariano
Ben Plotkin Comps Op. Cit. Pág. 56
4
Lechner Norbert Los Patios Interiores de la Democracia. Subjetividad y Política. Buenos Aires, Fondo
de Cultura Económica, 1995.
5
Pilar Calveiro Op. Cit., Richard Gillespie. Op. Cit; Luis Alberto Romero Op. Cit; Liliana de Riz Op.
Cit; Roberto Perdía Op. Cit.; Martín Caparros y Edgardo Anguita Op. Cit. Entre otros.
6
Liliana de Riz: Op. Cit. Pág. 96
7
Richard Gillespie. Op. Cit; Luis Alberto Romero Op. Cit; Liliana de Riz Op. Cit; Roberto Perdía Op.
Cit.; Martín Caparros y Edgardo Anguita Op. Cit. Calveiro Pilar Op. Cit. Entre otros.
Con respecto a Tacuara, los autores postulan que de él, los jóvenes de la década
del setenta heredarían la elección por la estrategia de la acción directa. Para Tacuara, la
formación militar será básica dedicándole muchísimas horas de entrenamiento. Según
Richard Gillespie, Tacuara tendría una fluida relación con la policía y el Ejército, por lo
cual contaron con armas desde su fundación. El mismo autor postula que ya en la
década del sesenta esta organización sufre sus primeros conflictos internos, los cuales
tienen su base en la incorporación de jóvenes peronistas a las filas de Tacuara y que
terminarían en una división de la organización. A partir de esta división tomaría su
forma la organización Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara ( MNRT), los
miembros de éste tuvieron como principal objetivo la formación de cuadros para
conducir una lucha guerrillera. Su conducción intervendría directamente en la
estructuración de Tupamaros (Uruguay) como así también en la del ERP a través de
Baxter; en la de Montoneros a través de Nell y principalmente en la de las FAP, destino
final de la mayoría de los militantes del MNTR.

Con respecto a la Teología de la Liberación, los autores identifican a esta línea


ideológica de la Iglesia católica, en la cual se enrolaron los “Sacerdotes para el Tercer
Mundo”, como un factor fundamental en la formación de estas organizaciones armadas
peronista, principalmente en la génesis de Montoneros. Para Richard Gillespie, “…la
aceptación de la lucha armada y el florecimiento de las expresiones de nacionalismo
izquierdistas y populares no habría ocurrido nunca en la medida en que lo hicieron sin
el fuerte viento de cambio que sopló a través de la Iglesia Católica durante la misma
década…”8. La Teología de la Liberación resulta legitimar a la acción guerrillera. En
nuestro país hablar de ella es nombrar al Padre Múgica, junto a él realizaron sus
primeros trabajos solidarios muchos de los jóvenes que poco tiempo después

8
Richard Gillespie. Op. Cit. Pág. 79
conducirían las organizaciones armadas peronistas9. En sus primeros años, eran grupos
pequeños que se manejaban con una estricta seguridad, para garantizar la clandestinidad
de sus miembros. Estas organizaciones fueron desde un principio fuertemente verticales,
sus conducciones sólo fueron cambiando debido a las bajas producto de los
enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Ambas características se convirtieron en
su punto más débil a partir de la irrupción de las fuerzas armadas en 1976.10

Durante los años de la resistencia existieron incontables intentos de unificación,


pero ésta solo se solidificó en 1973. Para los autores consultados en el proceso de
unificación un factor de vital importancia fue la convivencia de militantes de las
distintas organizaciones en las cárceles de la “Revolución Argentina”, convivencia que
es relatada minuciosamente por Eduardo Anguita y Martín Caparros en su obra La
Voluntad. Una historia de la militancia revolucionaria en la argentina 1966 – 1973.
Tomo 1.

Pero sin lugar a dudas, su participación en la campaña electoral de 1973 “…su


participación apasionada y sorprendentemente numerosa, en las gigantescas
manifestaciones de la campaña electoral, con su colorido, sus cantos, su redoble de
tambores, su exuberancia, su extrema arrogancia sello una pertenencia real, ya no
meramente enunciada, a ese peronismo contradictorio que irían conociendo con un
desconcierto creciente…”11 que daría por resultado la victoria electoral del peronismo
en 1973 que llevaría a la presidencia al doctor Héctor Campora, - relacionado
directamente con la izquierda del movimiento - profundizó estos lazos convirtiendo a
Montoneros luego que se le unieran las FAR y parte de las FAP en 1973, en una de las
guerrillas urbanas más grandes en Latinoamérica. Producto de las actividades conjuntas
de aquellos días las organizaciones armadas peronistas y las organizaciones
9
Ver: Richard Gillespie. Op. Cit; Luis Alberto Romero Op. Cit; Liliana de Riz Op. Cit; Roberto Perdía
Op. Cit.; Martín Caparros y Edgardo Anguita Op. Cit. Entre otros
10
Ver. Richard Gillespie. Op. Cit y Calveiro Pilar Op. Cit
11
Calveiro Pilar Op. Cit. 115.
dependientes de la JP, se unificaron en lo que se llamó “La Tendencia Revolucionaria
del Peronismo”, conglomerando así a todas las organizaciones que sé autodefinían
como la izquierda del movimiento en una sola organización, una de sus creencias más
fuertes era que la apertura democrática y la legalidad del peronismo era producto casi
directo de su lucha y por lo tanto sentían que les pertenecía

La elección de Campora como candidato a la presidencia fue tomada por la


Tendencia, como una señal de apoyo de parte del viejo líder desde él exilio. Los autores
enfatizan el protagonismo que la juventud tuvo en la jornada del 25 de mayo de 1973,
para Gillespie:”…Los dueños de la jornada fueron los peronistas, muy particularmente
el ala izquierda y los sectores populares del movimiento. Gigantescos estandartes de
los Montoneros y de las FAR decoraban la Plaza de mayo junto con las enseñas
rojinegras de la JP”...12. Liliana de Riz prefiere enfatizar el triunfo vivido por la
izquierda rescribiendo las palabras del propio Campora en su discurso de asunción
quien diría... “en los momentos decisivos, una juventud maravillosa supo oponerse, con
la decisión y el coraje de más vibrantes epopeyas nacionales, a la pasión ciega y
enfermiza de un oligarquía delirante. ¡Cómo no va a pertenecer también a esa juventud
este triunfo si dio todo – familia, amigos, hacienda y hasta la vida – por un ideal de una
patria justicialista! Si no hubiera sido por ella tal vez la agonía del régimen se habría
prorrogado (...) Por eso la sangre que fue derramada, los agravios que se hicieron a la
carne y al espíritu, el escarnio de que fueron objeto los justos, no serán
negociados.”...13 .

La izquierda peronista tuvo así acceso a numerosos cargos políticos en el nuevo


gobierno. Lo que les permitió comenzar a sentar las bases de la “Patria Socialista”. A
partir de entonces, el enfrentamiento de las dos facciones del peronismo se torna casa
vez más violenta. Los autores coinciden en postular que Perón instrumentaría una

12
Richard Gillespie Op. Cit Pág. 158
13
Liliana De Riz Op. Cit Pág. 125
estrategia pendular que le permitía bendecir y maldecir al mismo tiempo a los mismos
actores14. En palabras de Luis Alberto Romero “...Perón conservaba todo su poder
simbólico, pero en lo concreto debió dejar hacer y tolerar las desobediencias para no
ser negado, aunque reservándose cierto poder de veto. Perón se dedicó a reunir a todos
cuantos aceptaran invocar su nombre, alentándolos y empujándolos a unos contra
otros, para reservarse así la última palabra en cualquier negociación. Aprendió una
nueva técnica de conducción y la utilizó admirablemente….”.15

De todas formas, los autores también coinciden al postular que este período de
triunfo protagonizado por la izquierda seria corto, y no tendría ningún sustento teórico.
Las primeras escaramuzas entre la “Juventud Maravillosa” y su líder ocurrieron a
pocas horas del regreso de Juan Domingo Perón al país cuando se dirigiría al pueblo
argentino en repudio de los hechos sucedidos en los predios cercanos a Ezeiza16. El 20
de junio de 1973 Juan Domingo Perón regresaba victorioso al país tras 18 años de
exilio, la fiesta planificada por el partido se convirtió en el primer enfrenamiento
público entre la derecha y la izquierda del movimiento “…grupos parapoliciales y de la
derecha peronista dispararon sobre las columnas afines a la JP, la Tendencia
Revolucionaria, dejando un saldo que, aunque no hubo cifras oficiales, se estimo en
doscientas victimas. Al día siguiente Perón emitía un discurso en el que, no sólo no
condenaba a los responsables, sino que avalaba implícitamente a la derecha,
quitándole a la JP su arma más importante: la movilización debía terminar. Era
preciso volver al orden legal y constitucional…”17

La Tendencia Revolucionaria comenzó casi inmediatamente los


enfrentamientos sistemáticos principalmente contra la derecha del movimiento,

14
Liliana De Riz Op. Cit. Richard Gillespie Op. Cit.; Luis Alberto Romero Op. Cit.; Samuel Amaral Op.
Cit Daniel James, Op. Cit. Torcuato di Tella Op. Cit entre otros.
15
Luis Alberto Romero Op. Cit. Pág. 187.
16
Ver Horacio Verbitsky Op. Cit y Martín Caparros y Edgardo Anguita Op. Cit tomo 2.
17
Calveiro Pilar Op. Cit. Pág. 48
construyeron la teoría del “cerco”, a partir de la cuál justificaban el claro viraje a la
derecha que se estaba llevando acabo desde la presidencia, el modelo económico del
peronismo se alejaba drásticamente del socialismo nacional que postulaban. El
enfrentamiento definitivo tuvo lugar el 1 de mayo de 1974, cuando Perón llamo
“estúpidos imberbes” a la juventud18, durante su discurso desde el balcón de la Casa
Rosada. La Tendencia se oponía con cánticos y silbidos a la presencia de Isabel Perón y
López Rega en el gobierno popular. Este hecho provocó una reacción inmediata por
parte del grupo que se enrolaba tras la llamada Tendencia Revolucionaria Peronista:
desalojar sus lugares en la Plaza de Mayo en repudio a las palabras del viejo líder, fue la
primera reacción posible. Poco faltaba ya para la muerte del General Juan Domingo
Perón, la cual ocurre tan sólo dos meses después de los sucesos del primero de mayo.
Con la muerte del líder se acrecentó el conflicto: “...Los distintos sectores que
integraban el conglomerado peronista – la tendencia izquierdista de la juventud, el
sindicalismo ortodoxo y el peronismo tradicional -, se lanzaron a la conquista de un
poder vacante en una frenética carrera contra el tiempo. El horizonte del golpe
confería dramatismo a todas las acciones”...19. La llamada “izquierda” peronista dio el
paso nuevamente hacia la clandestinidad y la lucha armada como única vía para hacerse
del poder. La estrategia deja al descubierto a las organizaciones territoriales, sindicales,
y estudiantiles, que a pesar de intentar continuar con una posición política legal estaban
sumamente vinculadas a Montoneros, viéndose obligados a unirse a la lucha armada o
bien exiliarse para salvar su vida. Así, la política dejó paso a la estrategia militar,
convirtiendo a este último factor en él más importante de la organización, pero quizás el
factor más importante a tener en cuenta al analizar la posterior “derrota” de las
organizaciones de la Tendencia revolucionaria del peronismo es el alejamiento de la
misma del caudillo del movimiento. El conflicto final parecería que habría servido para
restarle muchos de los apoyos que habían logrado en los últimos años. Después del 1 de

18
Ver: Horacio Verbitsky Op.Cit; Richard Gillespie Op. Cit; Daniel James Op. Cit; Martín Caparros y Edgardo
Anguita Op. Cit; Roberto Perdia Op. Cit.
19
Liliana de Riz Op. Cit. Pág. 173
mayo de 1974, la izquierda del movimiento perdió su factor aglutinador más
importante, desde aquel día le declararon abiertamente la guerra a Juan Domingo Perón.

3 - Militancia y Clandestinidad en una ciudad del Interior de la Provincia


de Buenos Aires.

Si bien en nuestra ciudad tuvieron actividad todas las organizaciones territoriales


de la Tendencia Revolucionaria20, según los propios protagonistas, todos trabajaban
juntos, debido al numero particularmente, y la división en organizaciones se debió más
a demandas nacionales “nosotros éramos 15 o 16… después había otros que estaban un
poquito más afuera......ya entrado el 72 comenzamos a dividirnos en las orgas, los
varones en su mayoría trabajamos… entonces organizamos la JTP, las chicas casi
todas estudiaban en la UNI21….especialmente en Humanas….entonces naturalmente
formaron la JUP….los mas chiquitos entonces la UES… y todos íbamos juntos cuando
teníamos que ser JP”22.

Durante 1973 comenzaron a hacerse públicos, daban apoyo escolar en los


barrios, realizaban trabajos barriales “yo recuerdo una jornada que era frente al
hipódromo… y uno de los problemas del barrio era que cuando llovía se embarraba…
entonces hicimos la veredita… la veredita consistió en poner ladrillos para que los
pudieran pisar… y te digo yo hace un par de años recorrí el lugar y en partes…donde
todavía queda terreno baldío… Todavía queda parte de nuestra vereda…”23. La
jornada mas recordada por todos fue el lanzamiento de la JP “para el lanzamiento
vinieron compañeros de Olavarria, de Mar del Plata de todos lados… yo me acuerdo
que salimos corriendo con Ana por acá… por Belgrano”24. Se realizo una marcha

20
A saber: JTP, UES, JUP, JP
21
Abreviatura con la que se conoce en nuestra ciudad a la Universidad Nacional del Centro.
22
Entrevista a Luis Calvento. 3/3/2006 (Militante de JTP – Tandil-)
23
Entrevista a Maria del Carmen Flores 6/10/2009.(Militante JUP – Tandil)
24
Entrevista a Luis Calvento. 3/3/2006(Militante de JTP – Tandil-)
multitudinaria, un clima que nuestra ciudad nunca antes había vivido “…recuerdo que
las columnas venían por Rodrigues hacia la municipalidad, cantando consignas a favor
de la JP y Montoneros, fue muy impresionante…nunca visto…”25 . Ya en la puerta de
la municipalidad las columnas de militantes se enfrentaron con la policía,
protagonizando la primera acción represiva en nuestra ciudad “…si la policía
reprimió….y nosotros corríamos, pero casi nos agarraron a todos… no estamos
acostumbrados jajaja los compañeros de las regionales mas grandes nos gritaban para
guiarnos… fue terrible…hoy es un lindo recuerdo pero podría haber sido un
desastre”26.

En la ciudad de Tandil no se registraron acciones “militares”, todo el accionar


fue territorial, el núcleo central estaba integrado en su mayoría por mujeres, por lo cual,
en nuestra ciudad se registraron en mayor numero actividades “naturalmente”27
femeninas, las cuales eran llevadas adelante por las compañeras en todos las regionales.
“enseñábamos a leer y a escribir… a los chicos y los que no habían tenido acceso a
ello… cuidar chicos…Cuidábamos los chicos de las mujeres que tenían que ir a
trabajar… bueno compartíamos mateadas, comidas, ollas populares… la situación
económica no era bueno… y mucha gente la estaba pasando muy mal…entonces
nosotros hacíamos colectas solidarias…ensañábamos a cocinar con pocos
ingredientes…los varones hablaban con los obreros…organizaban asambleas”28.
Entendemos que ser mujer es una construcción cultural, de esta manera “aprendemos a
ser mujer”, y en ese proceso la sociedad naturaliza roles y funciones, que se entienden
como “naturalmente femeninos”29. Así, y marcando una línea contante, a las militantes
mujeres se les tenían reservadas actividades que socialmente se vinculan con labores
femeninas, el cuidado y administración de la casa, la alfabetización de niños y adultos y
25
Entrevista a Maria del Carmen Flores 6/10/2009.(Militante JUP – Tandil)
26
Entrevista a Maria del Carmen Silva 4/4/2008.(Militante JUP – Tandil)
27
Vease PATEMAN Carole “Crítica feministas a la dicotomía público/privado” en CASTELLS, Carme
(comp) Perspectivas feministas en teoría política. Paidos, Barcelona. 1996
28
Entrevista a Maria Rosa Toncovich 5/4/2007 ( Militante de la JUP Bahia Blanca – la Plata)
29
Carmen Luke comp. Feminismos y Pedagogías en la Vida Cotidiana. Madrid, Morata. 1999
la crianza de los niños. Acciones que traducidas al territorio se entendían como,
organizar cursos de cocina, dar apoyo escolar, cuidar a los niños de los obreros y de los
compañeros que estaban realizaron acciones o bien habían caído “nosotros dividíamos
nuestras tareas…las mujeres… teníamos tareas especificas no cierto… hay cosas que
obviamente…por ejemplo… un piba adolescente que había tenido un hijo…
cambiábamos los pañales y la ayudábamos a ser mama… pero lo que si… el lugar que
tuvimos las mujeres en la militancia fue estar al lado del compañero… al lado del
hombre…”30. Así Tandil se configuro como una regional prácticamente femenina desde
el principio, sumando a que las dos representantes de la conducción que fueron enviadas
entre 1973 y 1977 fueron mujeres, “con los compañeros siempre decíamos que habían
entendido que una mina podía entender mejor el contexto…. Por la cantidad de
compañeras a cargo”31.

Tras la muerte del líder, el clima comienza a enrarecerse, “cuando muere Perón
y se hace el acto… las cosas estaban mal… había un enfrentamiento… incluso con
cadenas… el enfrentamiento era con la Jperra.”32. Las organizaciones de la Tendencia
en nuestra ciudad, vivieron prácticamente como espectadores el pase a la clandestinidad
a nivel nacional que encabezara Montoneros. La conducción nacional comenzó a
“bajar” ordenes a todos las regionales, sin observar particularidades. Se comenzó
nuevamente con los actos relámpagos, las pintadas y volantiadas; también la
conducción organizo una seria de controles y citas, que eran necesarias para mantener la
seguridad de los miembros. Así el pasaje a la clandestinidad en Tandil tuvo
características particulares “…por ejemplo seguimos todas las instrucciones de la
conducción y organizábamos pintadas nocturnas, con compañeros que hacían de
campana y en pocos minutos…. Al otro día salías a comprar el pan y el panadero te
decía….martita así que anduvieron pintando Normal anoche…. Era imposible el

30
Entrevista a Maria Rosa Toncovich 5/4/2007 ( Militante de la JUP Bahia Blanca – la Plata)
31
Entrevista a Enrique Gesan 24/6/2005 ( Militante de la UES – Tandil)
32
Entrevista a Luis Calvento. 3/3/2006 (Militante de JTP – Tandil-)
secreto nos conocían todos…por mas oculto que quisiéramos hacer las acciones….. Ya
sabían quienes eran los muchachos de la JP”33. Las citas y controles, si bien eran
necesarias en las grandes ciudades “En los pueblos… la gente si estas en una esquina y
al otro día estas en la otra esquina y al día siguiente estabas en la otra esquina ya los
vecinos te empezaban a mirar feo… entonces después hacíamos como los caballos del
ajedrez…hacíamos uno y dos…. Jajajaja”34

Con el correr del tiempo y de la radicalización de los hechos muchos


comenzaron a alejarse, o bien por miedo, o bien por decisión de la conducción nacional.
El 22 de agosto de 1975 tras una volantiada relámpago en memoria de la masacre de
Trelew, es encarcelada una parte importante de la JUP. “El proceso en Tandil, la
dictadura comenzó el 22 de agosto de 1975”35. El núcleo central de la militancia se
volvió prácticamente diminuto “éramos tan pocos…. Que llegamos a hacer reuniones
en el auto de un compañero dando vueltas por la ciudad… muy inseguro… por que todo
el pueblo conocía al dueño del auto…era el mismo que llevaba los elementos a los
36
actos… desde donde se tiraban los volantes …..” . La actividad casi se desvaneció a
partir de 1977, el derrotero de los militantes de la Tendencia Revolucionaria en Tandil
se dividió, entre la cárcel “legal”, la desaparición y la vigilancia permanente, “algunos
de nosotros…los que trabajábamos en lugares públicos… tuvimos una vigilancia de las
fuerzas armadas durante todo el proceso… cada vez que me llamaban a personal el
coronel a cargo tenia un expediente mío y de mi mujer arriba de la mesa…. Fue como
estar preso… nunca sabias si volvías a casa”37.

33
Entrevista a Marta Testa 14/5/2008
34
Entrevista a Luis Calvento. 3/3/2006 (Militante de JTP – Tandil-)
35
Entrevista a Pichon Flores 23/7/2008 ( Militante de la UES – Tandil)
36
Entrevista a Maria del Carmen Silva 4/4/2008.(Militante JUP – Tandil)
37
Entrevista a Luis Calvento. 3/3/2006 (Militante de JTP – Tandil-)
4 - A manera de Conclusión:

La estructura de las organizaciones propias de la década 1970, conformadas en


su gran mayoría en clandestinidad, en oposición a la dictadura ejercida por la
Revolución Argentina, no existía otra opción que la organización vertical y nacional. La
conducción nacional, primero en manos de la Juventud Peronista y luego, tras la muerte
del líder, de Montoneros, formulaba estrategias y acciones que debían ser replicadas en
todas las regionales de la misma manera y sin importar particularidades.

Así mientras la mesa de conducción estuvo más vinculada a la Juventud


Peronista, y a la idea de la política territorial y legal, en la ciudad de Tandil se
conformaron las diferentes organizaciones que dependían de la Tendencia
Revolucionaria del Peronismo, realizando un trabajo político – social que tubo como
principales beneficiarios a los barrios más humildes. En total los militantes de la
Tendencia no superaban las dos docenas. De allí que fueran conocidos por la gran
mayoría del “pueblo”. El Numero de militantes en regionales más grandes sirvió para no
hacer tan visibles las individualidades. Visibles entonces eran las organizaciones, por el
contrario en una ciudad chica del interior de la provincia de Buenos Aires, la orden de
fortalecer las organizaciones con trabajo territorial en apoyo a la campaña electoral de
1973, estableció en el escenario público a los militantes. Durante 3 años (entre 1972 y
1975) fue la misma veintena de militantes, los que realizaron trabajos barriales, los que
se vincularon a los obreros de las fabricas, los que organizaron y realizaron los actos
públicos en conmemoración de las fechas vinculas al movimiento (17 de octubre y 26
de Julio principalmente), los que encabezaron la campaña de 1973 y los que a su vez en
algunos casos ocuparon cargos públicos en el gobierno local durante la presidencia de
Hector Campora, a partir de la conformación del partido Peronista Autentico.

Como ya hemos dicho, la muerte de Juan Domingo Perón acelero las


contradicciones internas del Movimiento, y unos meses después tras una conferencia de
prensa la mesa de conducción de Montoneros anuncia un nuevo pase a la
clandestinidad. Si bien esta decisión dejo en descubierto a un sin numero de militantes
de las organizaciones territoriales, quienes fueron “obligados” a optar por la
clandestinidad para asegurar su supervivencia, en la ciudad de Tandil significo la
desprotección de la totalidad de los miembros de la organización. Si bien no se
registraron acciones bélicas en nuestra ciudad, los militantes de la Tendencia eran
reconocidos por una gran cantidad de tandilenses. La Conducción Nacional, organizo
una seria de medidas de seguridad, que en nuestro caso, más que asegurar la
supervivencia de los miembros, pusieron en peligro a la mayoría de los militantes de la
organización. La desprotección fue total cuando a mediados de 1976 deja la ciudad la
última de las enviadas de la conducción. Sin conducción, perseguidos y al descubierto,
los militantes de la Tendencia en la ciudad de Tandil trataron de seguir “resistiendo” en
condiciones muy precarias, a un año del golpe, la organización estaba prácticamente
desarmada, la gran mayoría de sus miembros se encontraban presos, entre las cárceles
dependientes del Poder Ejecutivo Nacional y los Campos Clandestinos locales, quienes
lograron conservar su libertad, fueron vigilados por los miembros del gobierno local
durante los siete años que duro la dictadura, o bien debieron migrar a otras ciudades
intentando conservar la vida. Como resultado a finales de 1977 ya nada quedaba de las
organizaciones.

Una vez restablecida la democracia en diciembre de 1983 y gracias al trabajo de


los militantes a favor de los derechos humanos, quienes no sobrevivieron primero y el
resto de sus compañeros después, fueron reivindicados en la imagen publica. De apoco
se los comenzó a recordar y a devolverles la identidad que los perpetradores les habían
quitado a marcarlos con un numero una vez que ingresaban al mundo paralelo de los
campos clandestinos. En Tandil este proceso recién esta comenzando. Hace tan solo
cuatro años que se reconoce la existencia de “desparecidos” en nuestra ciudad. Por el
contrario, los militantes revolucionarios que sobrevivieron al horror no son reconocidos
en la actualidad. Solo por dar un ejemplo, no existen en la memoria colectiva de la
Facultad de Ciencias Humanas, el capitulo que desarrolle el accionar de la JUP en sus
pasillos, más allá que dos de sus militantes, ambas presidentas del centro de Estudiantes
en diferentes oportunidades, estén aun hoy desaparecidas. La reconstrucción de la
memoria colectiva local todavía no ha cerrado su ultimo capitulo, desde ella los viejos
militantes de la Tendencia tienen miles de tensiones, criticas e interrogantes que
responder.

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