C1 - Asig3 - Unidad6 La Generación y Gestión Del Talento

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LA GESTIÓN DEL TALENTO

Proyecto de Vida y Gestión de Talento

LA GESTIÓN DEL TALENTO

Objetivo
Conocer en qué consiste y cómo se generan los talentos
personales con el valor de la parresía como motor para
gestionarlos.

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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

LA GENERACIÓN Y GESTIÓN DEL TALENTO

Vamos a adentrarnos al
contexto de donde brotó
el término “talento” que
hoy en día ha cobrado
tanto valor. En principio,
el talento es una medida
monetaria que expresa
algo de inmenso valor,
pero ha pasado a la
historia a través de una
parábola evangélica que,
independientemente de
las creencias, sigue siendo
fundamental para todos.

La parábola cuenta que un gran señor confió varios talentos a tres servidores suyos.
Pasado un tiempo, el señor pidió cuenta a sus servidores de lo que habían realizado
con los talentos que se les habían confiado. Dos de los tres servidores invirtieron los
talentos en distintos proyectos y empresas llegando a ganar el doble. En cambio,
el tercero de los servidores, por miedo y temor a su amo, enterró el talento para
devolvérselo al señor a su regreso. El señor, felicitó a los dos primeros servidores
confiándoles otros más. Pero reprendió al tercero por no “haber puesto el talento
en acción”, sino que, al haberlo enterrado, no sólo quedó el talento estéril sino que
terminó perdiéndolo todo.
Lo que esta parábola nos comenta del talento, no es tanto la moneda de gran
valor, sino el uso que se le da. Si caemos en la cuenta de que el gran don que todos
poseemos es la inteligencia múltiple, entonces descubrimos el potencial enorme que
cada uno de nosotros posee. El talento no es otra cosa que ese gran potencial puesto
al servicio de grandes metas: que enriquezcan la vida y transformen el entorno. Un
talento sin cultivar, una vida sin riesgo, sin apuestas, sin emprendimiento, es una vida
que termina malográndose y el “talento” potencial termina perdiéndose.

En síntesis, podemos decir que el talento es poner las distintas dimensiones de la


persona en acción en la búsqueda y realización de buenas metas. Se elige la información
necesaria, se gestionan las emociones, se pone en práctica las virtudes y estrategias
de la inteligencia ejecutiva, se va ampliando la capacidad de acción para conseguir
una mejora continua. Desde aquí podemos convenir en las siguientes definiciones.

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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

GENERACIÓN DEL TALENTO

Es el dinamismo donde entran en juego las habilidades, capacidades y hábitos que


van fraguando un carácter y un estilo propio de afrontar la vida.
Vamos a explicarlo despacio. Se va acumulando un capital intelectual, emocional,
volitivo, lleno de hábitos y habilidades, de ideas e ideales, de sabiduría teórica y
práctica, etc. A este recurso o capital, siempre a la mano de las personas que han ido
generando este tesoro, es a lo que se le llama el talento.

El talento no es algo innato. Al principio solo hay biología, el talento se va fraguando


cuando esos dones naturales se invierten como en la parábola de los talentos (no se
esconden) sino que se ponen en movimiento para realizar proyectos y metas. Entonces
esos dones se incrementan y se convierten en dotes y capacidades que amplían el
talento. Es importante distinguir entre “dones” (potencialidades, inclinaciones,
elementos innatos que favorecen un dinamismo vital propio, ya sea la condición atlética
o la creatividad, las altas capacidades o la empatía natural). Cuando descubrimos
esos dones es cuando decimos que la persona está dotada para esto o lo otro. Ahora
bien, cuando estos dones se cultivan, se educan, se movilizan al servicio de ideales y
proyectos valiosos, entonces la persona va adquiriendo “capacidades”, es decir, va
siendo cada vez más capaz, más eficiente, más brillante… En fin, estas habilidades,
hábitos y capacidades van fraguando un carácter, un estilo propio de estar y afrontar
la vida. Este dinamismo y movimiento es a lo que llamamos “generación del talento
personal”.

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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

GESTIÓN DEL TALENTO


El talento no sólo se genera, sino que se aprende también a gestionarlo. Es la
inteligencia en todas sus dimensiones que emerge de la interacción con otras
personas: inteligencia compartida, organizaciones del talento compartido, sociedades
inteligentes. La persona, como sabemos, no se desenvuelve solo en la vida, sino que
por nuestra condición social, estamos continuamente interactuando con los demás.
Hoy en día un “lobo solitario” tiene poco recorrido. Ya lo dice la sabiduría popular:
“si quieres ir rápido camino sólo, pero si quieres llegar lejos, ve acompañado”. En
esto consiste la gestión del talento. La vida personal, las organizaciones y ciudades,
si realmente quieren llegar lejos y volar alto, tienen que aprender a gestionar los
talentos personales. Frente a las posturas que fomentan la rivalidad competitiva, los
verdaderos líderes promueven la “colaboración”, la complicidad y la co-aspiración
conjunta.

El talento así es:

1. Un don que se acoge y reconoce: son los dotes, sensibilidades, tendencias,


cualidades físicas, psíquicas y espirituales.
2. Un don que se profundiza: es cuando se van poniendo todas estas dimensiones
al servicio de proyectos, metas y objetivos que transformen el entorno, y vayan
transformando a la persona y generando en ella el talento.
3. Un don que se comparte: es el trabajo en equipo, aprender a gestionar el talento
personal con otros talentos en busca de metas conjuntas, organizativas, comunitarias,
sociales…
4. Un don que se entrega: se va objetivando, creando valores, encarnándose en la
cultura, abriendo nuevas posibilidades de vida y bien común en las sociedades.
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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

Talento: don que


se acoge,
se profundiza,
se comparte
y se entrega.

CINCO PASOS A TENER EN CUENTA PARA LA GENERACIÓN Y


GESTIÓN DEL TALENTO DEL LÍDER ÍNTEGRO Y CREATIVO.

Dentro de la propuesta de liderazgo que CESUMA Universidad Internacional del


Talento tiene, queremos presentar cómo el talento se fragua a través del valor de la
“parresía”. Este término griego que no tiene una traducción literal, sino que abarca
varias dimensiones es, quizás, el motor más profundo de la generación y gestión del
talento. Como ya hemos comentado, la “parresía” significa el ser creativos en el soñar,
audaces en el emprender, íntegros en el decidir y constantes y valientes en el actuar.
Vamos a desglosarlo brevemente.

PRIMER PASO: que la persona sepa elegir bien


las metas, determinar las metas es de enorme
importancia. Tener buenas ideas, seguir grandes
ideales, despertar los mejores sueños, dar forma
a los grandes deseos. A todo este momento se le
llama ser CREATIVOS EN EL SOÑAR.

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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

SEGUNDO PASO: comenzar a movilizar todas las dimensiones


para emprender con arrojo y audacia. Es tener la iniciativa de
realizar un proyecto concreto, puede ser la idea de un negocio,
de una organización, crear una empresa y llevar a cabo la
producción de un bien o la prestación del servicio, es acometer
y comenzar una obra con empeño. Todas las dimensiones se
ponen en marcha:
a) la inteligencia cognitiva para conocer el alcance de las metas,
recabar la información que se necesita.
b) la dimensión emocional y los valores que entran en juego, las
actitudes que se tienen que cultivar, las emociones negativas
que se tienen que neutralizar.
c) las estrategias y la fortaleza propia de la inteligencia ejecutiva
para crear las adhesiones necesarias, desencadenar y generar
las cadenas de compromiso, saber distribuir bien las fuerzas, etc.
d) tomar las pausas y paradas necesarias para transcender
el momento y contemplar el futuro a medio y a largo plazo:
la transcendencia del proyecto, la riqueza que aporta, el
crecimiento que supone, las relaciones nuevas que se generan,
el equilibrio con las otras franjas de la vida (familiar, laboral,
amistades).A este momento se le llama ser ENTUSIASTA EN EL
EMPRENDER

TERCER PASO: no sólo consiste en elegir buenas metas


y elaborar proyectos en el que se movilicen todas las
dimensiones de la realidad personal: la salud integral,
la inteligencia cognitiva, la inteligencia emocional y
los valores, la inteligencia ejecutiva y las decisiones, la
inteligencia espiritual y el sentido último de las cosas y
su verdadera trascendencia. Efectivamente, podemos
soñar y emprender muchísimas cosas. Los deseos y
anhelos son infinitos. Pero sería un error enorme pensar
que somos seres infinitos y sin límites. El principio de
realidad y la finitud de nuestra vida, exige que tengamos
que priorizar, distinguir lo urgente de lo importante, lo
que más deseamos realizar de lo que, querámoslo o no,
tenemos que renunciar. Si tuviéramos cinco vidas, seguro
que la llenaríamos de sueños y emprendimientos. El punto
es que sólo tenemos una y, por tanto, el realismo exige
ser prudentes, equilibrados, realistas, eficientes. De ahí
que haya que medir las fuerzas, ponderar las dificultades,
sopesar las capacidades, tener la autonomía correcta si es
un proyecto compartido, etc. A todo este momento se le
llama ser PRUDENTES E ÍNTEGROS EN EL DECIDIR.
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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

CUARTO PASO: una vez que hemos


discernido y decidido cuáles son los
proyectos que deseamos emprender,
comienza una nueva etapa: la
ejecución. De ahí la importancia de
aprender a valorar los pequeños
pasos que se van dando, a disfrutar
de las etapas que se van recorriendo,
a cultivar siempre la alegría y el
entusiasmo. De igual modo enseñar
a soportar el esfuerzo, a mantenerse
perseverante en las metas elegidas.
Esto es ser CONSTANTES EN EL
ACTUAR.

QUINTO PASO: finalmente,


tenemos que aprender a resolver
problemas, a gestionar los conflictos,
a superar los obstáculos, a procesar
los fracasos y caídas, a replantear
los problemas y las soluciones, a
marcar la independencia, a poner
las bases de la cooperación con
otras personas que entran en juego,
etc. A este momento se le llama ser
VALIENTES EN AFRONTAR LOS
OBSTÁCULOS.

En síntesis: la parresía es el dinamismo, la fuente y el manantial que posibilita la


generación del talento, no sólo a nivel personal, sino en cualquier comunidad,
organización o institución. La grandeza de la parresía está en que genera una
atmósfera cultural alrededor que irradia y contagia un estilo de vida saludable,
fecundo, pleno.

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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

EL DISCERNIMIENTO O EL ARTE DE ELEGIR BUENAS METAS


PARA ENRIQUECER LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL

EL EJERCICIO DE LA LIBERTAD ORIENTADA VOCACIONALMENTE.

La vida está llena de decisiones que debemos tomar y éstas nos van configurando. Al
final somos lo que vamos decidiendo. Desde las pequeñas decisiones del día a día
que se pueden transformar en hábitos, hasta las decisiones más importantes como
la carrera que elegimos, si decidimos casarnos y con quién, mudarnos o cambiar de
trabajo, etc.; nos puede ayudar el discernimiento. Discernir es más que decidir, es
distinguir entre varias opciones aquella que me hace más feliz; y más y mejor se acerca
al propósito integral y misión que tenemos en la vida.

El discernimiento tiene que ver con la decisión de esas metas y proyectos, aquello
que hace que salga lo mejor de cada uno, aquello que se quiere realizar de la vida,
la vocación para la que se ha sido llamado. Más adelante tendremos oportunidad de
seguir profundizando en él; además, en el ejercicio práctico se te acompañará a realizar
un pequeño discernimiento paso a paso para que puedas comprobar su fecundidad.
Ahora queremos presentarlo teóricamente y presentar cómo el discernimiento moviliza
no sólo todas las dimensiones de la persona, sino que incorpora también los ámbitos
de vida donde se despliega la vida.

En primer lugar, a través del discernimiento, las metas que se proponen son fuentes
de luz y sentido. Esto supone en el líder creativo, un proceso de aprendizaje continuo.
Un aprendizaje donde no sólo se aprende a “aprender” y “conocer”, sino también a
saber ser quién se es y a realizar los proyectos con pleno sentido, sabiendo qué se
quiere realmente y en qué nos estamos convirtiendo. Los proyectos a discernir han
de hacerse desde la lucidez y la inteligencia cognitiva.

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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

En segundo lugar, las metas no sólo son fuente de luz y sentido sino también son
fuente de gozo y alegría. Es decir, a través del discernimiento se ha de aprender a
gestionar lass emociones para encontrar esos manantiales tonificantes que ilusionan
y entusiasman. Todo ello para seguir aprendiendo en los emprendimientos audaces
que se van realizando en los distintos ámbitos de la vida. En fin, los proyectos no sólo
han de tener sentido y lucidez, sino que la vida y los proyectos también tienen que
ser fuente de alegría y de gozo. El discernimiento no es solo cuestión de cabeza,
sino una cuestión de corazón, de gozo, alegría, de tonificación, complacencia. Es la
inteligencia emocional la que también entra en juego en el discernimiento.

Hay una tercera dimensión dentro de estos proyectos a discernir:


tiene que darse la fuerza o el poder transformador para emprender y
trascender. Los proyectos y metas suponen deliberar y decidirse con
tenacidad y constancia, dando pequeños pasos, pero firmes y constantes.

En síntesis, si nos fijamos bien, ese objetivo o meta a discernir, ese sueño o
proyecto sobre los que vamos tomando decisiones (discerniendo), tiene que estar
marcada por estos 3 focos. Estos tres focos movilizan todas las dimensiones de
nuestra persona generando el valor más importante: “el talento” o “los talentos”.

1.- Primero: debe ser algo que tenga sentido y visión (cabeza). El talento es la
inteligencia múltiple en acción. Los griegos lo llamaban: LOGOS (razón y sentido).

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2.- Segundo: tiene que ser algo apasionante y entusiasta, que sea fuente de gozo y
alegría (corazón). El talento es la dimensión emocional, afectiva y tónica bañándolo
todo. Los griegos lo llamaban: PATHOS (pasión y entusiasmo).

3.- Tercero: tiene que ser algo que dé la suficiente fuerza, tenacidad y poder para
embarcarse, para emprender, para ser constantes (manos). El talento moviliza
todos los dinamismos volitivos: tendencias, determinaciones, elecciones, opciones,
apropiaciones. Los griegos lo llamaban: ETHOS (estilo de vida, moral, congruencia,
integridad).

A modo de síntesis, podemos decir que el talento es poner todas las dimensiones de
la persona (cabeza, corazón y manos) en busca de la meta, el objetivo o el proyecto
que se ha discernido y, por tanto, elegido.

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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

EL DISCERNIMIENTO COMO UN MEDIO CUALIFICADO PARA


LA GENERACIÓN Y GESTIÓN DEL TALENTO.
Hemos visto la riqueza que aporta el discernimiento en la generación del talento.
Entre las múltiples herramientas para la generación y gestión del talento, el
discernimiento se presenta como la mejor. De ahí que, además del ejercicio práctico
que realizaremos, volveremos sobre el discernimiento en otra de las sesiones de este
diplomado. Profundizando un poco más en el discernimiento, queremos resaltar
algunos elementos fundamentales de él.

En primer lugar, el discernimiento tiene que ver con el conocimiento de uno mismo.
Tanto de las propias capacidades, fortalezas y potencialidades, como de las propias
limitaciones, fragilidades y debilidades. Porque esto nos sitúa en la realidad de lo
que somos. Partiendo de esto, es importante estar atentos a los detalles y signos
de novedad que la vida nos va presentando y desde los cuales nos habla, para
orientarnos en responder a nuestra verdadera vocación o propósito integral. En todo
proyecto humano son imprescindibles dos ejes vertebrales, a saber: por un lado, el
“hacia dónde queremos ir”. El ser humano es un animal proyectivo, tiene siempre que
proyectar lo que desea emprender, lo que desea hacer al día siguiente, el próximo
mes, los próximos años. No somos animales programados, ni realidades cerradas,
sino que la realidad personal es una realidad abierta a su propia realización. Junto a
este eje, tiene que contemplarse el otro, es decir, no sólo preguntarnos por el “hacia
dónde” queremos ir, sino el “desde dónde” partimos.
Todo horizonte y proyecto
de futuro, para no quedarse
en puro espejismo o
huida hacia delante, tiene
necesariamente que
enclavarse en el presente. Por
ejemplo, querer a los 50 años
prepararse para ser jugador
profesional de un deporte
es algo absurdo, pues la
condición física imposibilita
dicho deseo o sueño. Por
tanto, todo discernimiento
respecto de las metas,
objetivos, propósitos, etc.,
tiene que partir del “aquí y
ahora”, de lo “real” posible.
Esto es lo que significa estar
enclavado en el presente.
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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

En segundo lugar, precisamente para saber de “dónde” partir, es fundamental


conocerse muy bien a sí mismo. De ahí que dentro del discernimiento, hay una
nueva herramienta que nos puede ayudar a conocernos en el momento actual. Esta
herramienta es el DAFO o FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas).
Se trata de una buena herramienta para tomar conciencia de dónde estamos, con qué
contamos y de qué podríamos disponer. Una cosa es definir una meta o un proyecto y,
otra muy distinta, tener claro cómo abordarlo. El FODA ayuda no sólo a saber con qué
fortalezas se puede contar para conseguir el objetivo, sino también que debilidades
hay que afrontar para que el proyecto u objetivo no se frustre. Más aún, no sólo hay
que contar con las capacidades personales, sino que es fundamental contemplar el
entorno donde el proyecto o propósito desea realizarse. Si deseo continuar estudiando,
tengo que medir no sólo las fuerzas personales, sino contemplar la accesibilidad de
las universidades el entorno (oportunidades) o los compromisos ya adquiridos que me
puedan impedir sacar tiempos de estudio (amenazas).

Por tanto, una vez que tenga formulado el “objeto a discernir” y, además, lo más
definido posible: qué quiero realizar, cuándo lo quiero realizar, qué tiempo me
llevará, con quién tengo que contar, etc., entonces es cuando se hace fundamental el
FODA. Los entendidos consideran que el FODA es importante introducirlo en unas
coordenadas para así a golpe de vista ver la situación en la que me encuentro.

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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

Una vez que se hayan formulado las categorías que vienen en la tabla en función del
objeto del discernimiento (el proyecto) que queremos realizar, el punto es considerar
en qué medida las fortalezas y oportunidades se pueden ampliar empujando el eje
horizontal hacia arriba y disminuyendo las zonas de amenazas y debilidades. Aquí las
estrategias pueden ser varias. Entre ellas, te recomendamos la siguiente:
1. Comenzar por la FO, es decir, partir de las fortalezas y oportunidades. Ayuda a
sentirse entusiasmado, con ánimo y liberalidad.
2. Continuar con la DA, o sea, ver por dónde puede acontecer una pequeña crisis
de cara a conseguir dicha meta.
3. Finalmente realizar el FODA DIANA, es decir, dotar escribir las cualidades de la
fortalezas y debilidades, y las situaciones de las amenazas y oportunidades, dotándolas
de un peso (del 1 al 10). Y luego, ordenarlas en cada cuadrante con comentarios,
colocando las que menos peso tienen en los extremos y terminando con las que más
peso tienen en el interior del cuadrante. La imagen de DIANA es la de los círculos
concéntricos, como si de una diana se tratara. Así nos permite conocer no sólo los
ítems, sino visualizar una priorización a la hora de actuar.

En tercer lugar, otro elemento fundamental a contemplar en el discernimiento es el


universo de las “mociones”.
Discernir no sólo es tomar en cuenta las ventajas y desventajas que una decisión pueda
tener; sino sopesar y hacer un balance de qué puede tener mayor trascendencia o
qué decisiones abonan más al propio propósito integral. En este sopesar, surgen
movimientos interiores que nos inspiran ilusión, alegría, paz, expansión, cuando se
alinean al propósito integral de nuestra vida; o por otro lado, al visualizarnos en esa
decisión podemos experimentar agobio, tristeza, desánimo o vacío, y esto generalmente
nos aleja de aquello a lo que hemos sido llamados. Estos movimientos que nos guían
son fundamentales tomarlos en cuenta para tomar decisiones. Técnicamente, las
emociones son esos “movimientos” o el “plus energético” que acompañan nuestras
visualizaciones o ideas que, cuando las estamos contemplando, nos envuelven con sus
emociones y sentimientos, tanto de consolación (alegría, paz, entusiasmo, serenidad,
etc.) como de desolación (tristeza, agobio, confusión, desasosiego, etc.). Y esto es así
porque la inteligencia nunca se reduce a lo estrictamente racional, sino que nuestra
inteligencia es una inteligencia sentiente, es decir, tiene un componente emocional y
genera unas tendencias que nos abren al mundo de los sentimientos y la voluntad que
fuerza a que nuestra libertad decida (discierna) lo que más y mejor nos ayude, no sólo
a nuestras metas, sino a realizar una verdadera vida plena.

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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

Ahora bien, ¿cómo podemos detectar estas emociones y descubrir el peso que tienen?
Pues de una forma muy sencilla. Cuando se ha formulado el “objeto del discernimiento”,
es decir, cuando se tiene delante aquello que ha resonado o deseado y, además,
se ha concretado; entonces se proyecta la imaginación y uno se puede contemplar
realizando esa meta: ¿qué voy sintiendo?, ¿cómo me voy desenvolviendo mientras
me imagino concretando, saboreando y disfrutando aquello que me siento llamado
a realizar?, ¿a qué otras cosas tengo que ir renunciando o que reajuste con respecto
a mis otros proyectos y metas tengo que ir realizando? Es decir, la imaginación juega
un papel fundamental para poder sopesar el valor, la hondura y la trascendencia que
puede tener para lanzarse a ese proyecto o meta que se desea discernir. En fin, lo
más importante es el ejercicio práctico donde de forma ordenada podrás ir dando los
pasos y descubriendo los beneficios del discernimiento para la generación y gestión
del talento.

En cuarto lugar, lo que se decida (discierna) siempre es importante contrastarlo con


alguna persona responsable y madura de confianza que nos pueda dar perspectiva.
Cuando se trate de una decisión de alto calado, es importante el contraste, pues
nos ayudará a objetivar, a ponderar lo que pueda suponer y las consecuencias que
pueda tener tal decisión, y también, a descubrir quizás aspectos no contemplados
por uno mismo. Es importante que esta persona con la que se contraste o ayude en
el discernimiento sea absolutamente neutra, es decir que no sea juez y parte de la
decisión, pues entonces no ayudará a tomar la decisión que más ayude a realizar el
propósito integral de nuestra vida.
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Proyecto de Vida y Gestión de Talento

Finalmente, una última observación sobre el discernimiento es la temporalización.


Toda decisión que cambie el rumbo de nuestra vida o integre metas nuevas a nuestro
proyecto de vida, necesita de un periodo de confirmación. Se trata de ir recogiendo los
signos de confirmación en medio del día a día para ir realizando los reajustes y cambios
necesarios. Puede ser que, pasado un tiempo, descubramos que la decisión tomada
no se está confirmando, es decir, no está suponiendo lo que nos habíamos propuesto:
ni se realiza, ni está siendo fuente de gozo y fortaleza, etc. De ahí la importancia de
la temporalización. Cuando tomemos una decisión es importante contemplar cuánto
tiempo se mantendrá en un periodo de prueba. Este tiempo no puede ser ni demasiado
corto para que, a la mínima dificultad, tiremos la toalla; ni demasiado largo para que
sabiendo que no se está confirmando, me ofusque tercamente en mantenerlo pase
lo que pase. Dependiendo del calado de la decisión o el proyecto a discernir será el
tiempo de confirmación: una semana, un mes, tres meses, etc.

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RECAPITULACIÓN:
Proyecto de Vida y Gestión de Talento

A modo de recapitulación final, hemos


visto unos de los núcleos fundamentales
del espíritu del liderazgo que esta escuela
desea transmitir. Todo proyecto de vida en el
fondo supone elegir metas y objetivos que
plasmen y desplieguen los ideales, sueños y
valores que conforman nuestra vida. Discernir
esos proyectos, movilizar todas nuestras
potencialidades, gestionar nuestros recursos
y ejecutar nuestras acciones, dan como
resultado la generación del talento. Hoy más
que nunca, tanto nuestros propios ámbitos
de vida como las organizaciones y sociedades
donde nos desenvolvemos requieren del
“talento”. El talento lo definimos como la
inteligencia múltiple en acción al servicio
de proyectos que enriquecen a la persona
y abonan al bien común. Pero el talento, en
su misma raíz histórica, como acontece en
la parábola, es una moneda de gran valor.
Efectivamente, las personas que lo poseen
son personas valiosas, las organizaciones e
instituciones se convierten en insustituibles,
el mundo se llena de los grandes valores y la
época histórica adquiere una trascendencia
insospechada. Esto fue lo que sucedió en los
momentos ejes de la historia: la filosofía griega,
el derecho romano, el judeo-cristianismo,
la cultura prehispánica en Latinoamérica, el
renacimiento, la modernidad, etc. Entre los
valores más preciados hoy en día están el
bienestar, la salud integral, la justicia social,
la promoción del bien común, la solidaridad
con los que peor lo están pasando, la verdad,
la bondad y la belleza. En fin, hoy más que
nunca se necesitan personas creativas en el
soñar, audaces en el emprender proyectos
valiosos, prudentes e íntegros en las tomas
de decisiones y, ¡cómo no!, constantes y
valientes en el actuar.

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