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Homenaje a Ambrosio Rabanales

BFUCh XXXI ( 1980-1981):419-427

Efectos del sustrato en el español atacameño *

Gustavo Rodríguez

0. ANn:oENTES PREVIOS

La teoría sustratística sostiene que cuando una nueva lengua ha


desplazado a la vernacular, perduran en la lengua invasora rasgos o
hábitos característicos del idioma vernáculo.
Esta hipótesis inicial nos ha llevado a indagar las características
del habla de los pueblos que habitan la llamada región atacameña
y que comprende las siguientes localidades: San Pedro de Atacama,
Talabre, Cámar, Socaire y Peine 1. Estas comunidades son herederas
directas del pueblo Lican antai o atacameño cuya lengua fue el kun­
za. Por constituir núcleos poblacionales aislados con características
culturales muy particulares, nos dispusimos averiguar qué grado de
pervivencia del kunza era perceptible en la modalidad actual del es­
pañol. En algunos casos, como se sabe, los efectos de la lengua de
sustrato pueden advertirse y persistir mucho tiempo después que la
lengua ha dejado de hablarse, como es el caso de ésta 2• De allí el
interés en averiguar el grado de supervivencia de este idioma desapa­
recido.
No es nuestra intención dar aquí un detalle de los factores histó­
ricos que contribuyeron al desarrollo de la cultura atacameña. Más
bien queremos mostrar los resultados que surgen del análisis de al­
gunos materiales.
El trabajo se inscribe en un marco de doble perspectiva: por un
lado, nos basamos en testimonios escritos de la bibliografía que hay
sobre el kunza. Por otro, hemos recurrido a la información que 'obtu-
0 Este trabajo es el resultado de un proyecto patrocinado por la Dirección
de Investigación de la Universidad Austral de Chile.
1 Para' mayores detalles, véase el artículo "Particularidades lingüísticas del
español atacameño" ( 1), Estudios Filológicos [Valdivia] 15 ( 1980 ), 179-192.
2 Lo hemos comprobado personalmente en nuestras encuestas en terreno.
420 GUSTAVO RODRÍGUEZ

vimos en dos viajes a terreno buscando, a priori, dos cosas: ( 1) qué


elementos del kunza sobreviven en la lengua actual, y ( 2) qué con­
ciencia tienen los hablantes de estas palabras o formas que manejan.

l. ASPEGl'OS METOOOLÓGIOOS

Sobre la base de las escasas fuentes bibliográficas sobre el kunza a


que presentan normalmente listados de palabras con algunas expli­
caciones lingüísticas muy poco convincentes, hemos diseñado un
cuestionario de 300 preguntas. El cuestionario recoge palabras refe­
ridas a actividades propias de los atacameños. Esto es, términos re­
feridos al cultivo, la ganadería, animales, plantas, etc. Con esto bus­
camos las correlaciones de una comunidad multifuncional con los
lindes geográficos naturales en que se desarrolló su cultura. Desde
esta perspectiva, los testimonios lingüísticos recogidos por Francisco
San Román, Aníbal Echeverría y Reyes, Vai:sse, Hoyos, Grete Most­
ny y otros constituyen un esfuerzo no sólo revelador sino netamente
integrador.
Además de los inconvenientes bibliográficos ya anotados, hemos
debido superar el problema de los préstamos. Hay muchas palabras
recogidas como kunzas cuyo origen es quechua según nuestras pro­
pias comprobaciones 4• Tampoco están ausentes elementos hispánicos
que nosotros sentimos como tales por las evidentes asociaciones de
significantes que surgen de la confrontación de algunos términos. Sa­
bemos que el préstamo no entra en la lengua por simples contactos
superficiales. El verdadero préstamo es producto de contactos más
profundos y prolongados que, las más de las veces, corresponden al
dominio cultural y espiritual de unos pueblos sobre otros.
Hemos respetado, hasta donde nos ha sido posible, la ortografía
con que fueron recogidos inicialmente los distintos términos por los
autores que hemos consultado. Como es de suponer, no hay ni puede
haber uniformidad de criterios en la transcripción ( o transliteración)

3 De éstas las más importantes son: el GLosARIO de VA1SSE, Hoyos y ECHE­


VERRÍA, obra clásica de consulta para los estudiosos de la lengua kunza; Noticias
sobre la lengua atacameña, de Aníbal ECHEVERRÍA; La lengua de los naturales de
Atacama, de Foo. SAN RoMÁN, y u.n trabajo de 1954, "Apuntes sobre el cunza",
de Grete MosTNY, donde, a través de veinticuatro frases recogidas, la autora
aventura algunas deducciones sobre la estructura gramatical de esta lengua.
4 Un trabajo reciente sobre el influjo quechua en la lengua atacameña lo
constituye el artículo de Roberto LEHNERT, 1978. También el mismo autor ha
publicado en 1976 un trabajo sobre "La lengua kunza y sus textos".
EFECTOS DEL SUSTRATO EN EL ESPAÑOL ATACAMEÑO 421

de los datos, por cuanto quienes recogieron la información no era


gente experta en estos problemas.
Hasta aquí lo referido a la indagación bibliográfica.
Es una práctica usual en este tipo de trabajos llevar un cuestiona­
rio preparado de acuerdo a los fenómenos que se pretende averiguar.
En principio, como ya dijimos, este cuestionario fue confeccionado
con los materiales ya inventariados por nuestros antecesores: se tra­
taba de comprobar la vigencia de algunos términos y denominacio­
nes que utilizaron los antiguos habitantes de esas localidades para
observar la pervivencia de algunos de ellos o la pérdida definitiva
de otros. Trabajamos solamente con ítemes léxicos, desechando otros
niveles de organización como el fonológico y morfosintáctico porque
la información bibliográfica sobre estos últimos rubros es francamente
deficiente y escasa 5•
En cada localidad ubicamos a los individuos más representativos o
que, por las indicaciones de los lugareños, conocían más de cerca
( ya sea por la edad o por la ascendencia que tenían dentro del pue­
blo) la realidad que nosotros queríamos inquirir. De esta manera,
nuestros informadores, ya prevenidos, respondían a nuestras pregun­
tas, cuyas respuestas eran expresamente grabadas para formar un ar­
chivo de voces ( fonoteca) que está bajo la tuición del Instituto de
Literatura Nortina e Investigaciones Etnoculturales (ILNIE) de la
Universidad de Chile de Antofagasta. Con esto logramos dos cosas:
( a) la creación de una fonoteca regional y (b) obtener una muestra
de material fónico que permita describir con mayor rigor el español
de la zona.
Los informantes escuchaban pacientemente la lectura que nosotros
hacíamos de cada término ( que estaban convenientemente ordenados
por campos de actividad). Previamente los habíamos prevenido que
si los conocían nos dijesen a qué aludían.
Así fuimos comprobando la vigencia de algunas palabras y la
pérdida de otras -material que aparece anotado más adelante­
permitiéndonos comprobar la supuesta vigencia del aporte sustra­
tístico. No queremos decir con esto que la información recogida tenga
un valor estrictamente sincrónico. No. Lisa y llanamente, porque o
ha permanecido en el tiempo o es el resultado de una evolución. No

5 Quizás los más importantes sean el trabajo de Otto von BuCHWALD, 1922, y
el ya citado de Grete MosTNY. Tienen también importancia las anotaciones sobre
el valor fonético que representa cada una de las letras que sirven para ordenar
alfabéticamente el Glosario.
422 GUSTAVO RODRÍGUEZ

hay que olvidar que en cada hecho sincrónico conviven el pasado y


el porvenir de una lengua.
Las anotaciones que constituyen el cuerpo de estas notas son una
muestra que suministra algunos datos y materiales sobre esta desapa­
recida lengua. No se puede aspirar, a través de ellas, a representar el
proceso histórico de la lengua porque las evidencias son pocas, multi­
formes y asistemáticas:
Es importante no excederse en las deducciones históricas que legí­
timamente permite la evidencia lingüística. Las lenguas no son pueblos,
sino solamente hábitos del habla de los pueblos; y la historia de las
lenguas es parte del material de la historia de los pueblos, pero no es
más que eso. La evidencia de las correspondencias sistemáticas de las
formas de las palabras no debe interpretarse equivocadamente [ ... ] .
Tal equivocación se encuentra bastante alentada por nombres tan des­
orientadores como el de "reconstrucción" que se da a estas formas y a
los procesos generales mediante los cuales se establecen il.
Está todavía por hacerse el estudio histórico de esta lengua. Una
exposición detallada y amplia de estas notas tomaría proporciones in­
calculables y queda fuera de nuestras posibilidades de estudio. De
manera que el trabajo en sí son sólo notas con sus respectivas obser­
vaciones a las que no podemos conferir un valor determinado y defini­
tivo porque los significados atribuidos son en gran parte inciertos.
Hemos trabajado con siete informantes. Dos en Peine, dos en So­
caire, uno en Cámar, Talabre y San Pedro de Atacama. Todos cum­
plen con la exigencia de ser oriundos del lugar. Las edades oscilan
entre 41 y 67 años.

2. DESCRIPCIÓN 7

2.1. LÉxroo REFERIDO AL TELAR

El telar es un instrumento muy utilizado por los lugareños para tejer


una gran variedad de prendas para uso familiar y como actividad

6 Robins, 1971, p. 401.


7 Las formas recogidas en las encuestas las transcribimos en un sistema que
considera los tipos de la máquina de escribk. Las voces que forman el cuestio­
nario van seguidas de las iniciales del o los autores de los textos de donde se
obtuvo la información: VHE= V,(ISSE, Hoyos y EcHEVERRÍA, autores del
Glosario; GM= Grete MOSTNY: "Apuntes sobre el cunza"; AE= Aníbal
EcHEVERRÍA: Noticias <k la lengua atacameña. El asterisco ( 0 ) significa 'for­
ma no documentada e hipotética'.
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artesanal. Es rústico y está hecho con madera del lugar: cactus o


cardón. Recibe los nombres de "ahuahua" ( del quechua: "aana" 'te­
lar') y pinátur ( del kunza 'tejer', VHE). Aunque para GM este nom­
bre se refiere sólo a una parte_del telar.
Uno de nuestros informantes nos habló del kolmátur 'envolvedor
que se usa en el suelo' (kunza: ckoimatur, 'hilar', VHE). También
de una especie de lápiz para unir la lana que ellos llaman pitur
(kunza: pit-tur 'hilo de lana', VHE). El huso con el cual hilan los
hombres lo denominan ° mismina. Esta forma también está recogida
por GM y es de origen incierto.

2.2. TÉB:MINOS REFERIDOS AL CUERPO HUMANO

Hemos registrado cuatro palabras o formas con las siguientes refe­


rencias:

(a) keni 'terreno con algarrobos o chañares', según un informante.


VHE lo registran con el significado de 'uña,' (ckenni).
(b) koyo 'rama de una planta que sale a flor de tierra', nos dijeron
nuestros informantes. VHE registran la f,orma ckooyo 'cuello', aunque
con evidencia de su origen hispánico. _
(c) pímir término, que según un informante, se a:plica a 'cerros
con mucho roquerío'. El Glosario lo recoge con el significado de
'mamas, pechos'.
(d) Finalmente hemos documentado para este ítem la forma
chuinu para referirse al 'hocico del perro o del zorro'. VHE registran
tchuinu para 'labios'.

2.3. ZoÓNIMOS

De los 62 términos que contenía el cuestionario para este campo, sólo


tienen vigencia en el habla actual nueve designaciones 8:

(a) bikótar 'un tipo de ave acuática' (VHE: bickútar; AE: bicótar).
(b) kakma término aplicado al cucaracha (VHE: ckackma).
( c) gwaiché pájaro llamado también "pico largo" (VHE: huay-tche).
(d) pokoi 'un tipo de pajarillo', típico de la precordillera nortina
(VHE: pockoy).

8 Nos referimos a designaciones con nombres kunzas, naturalmente. También


existen varias palabras de origen quechua de bastante uso como "chita" 'corde­
ro', "stue,-i" 'avestruz' (Phoenicopamus Andinus), atchi michi 'gato negro',
en donde se produce un curioso proceso de hibridación: atchi 'negro', en kunza
(Cf. VHE y AE) y "michi" 'gato' en quechua; "kutchi" 'chancho', "pilpinto"
'mariposa', "túkur" 'búho' ( en quechua es "tuku"), etc. Todos registrados como
de origen kunza en la bibliografía consultada.
424 GUSTAVO RODRÍGUEZ

(e) sútar es el nombre aplicado al picaflor o colibrí (VHE: sútar).


(f) miskán 'sapo' (GM: misckan; también VHE) 9•
(g) lachirachi, un pájaro de plumas negras (VHE: latchi= pájato
y atchi= negro).
(h) télir 'vicuña' (documentado también por GM télir y por VHE
ttélir).
(i) lokma 'perro' (forma también registrada por GM y VHE:
lockma ckíbur 'perra'; ckíbur= hembra).

2.4. FITÓNIMOS lO

Un tipo de hierba medicinal es el miri, más comúnmente conocida co­


mo pingo-pingo ( Ephedra Andina Poepp Gnetacese).
Una forrajera de uso habitual es el curne o cumi, que VHE regis­
tran como ckummi y que definen como una 'planta que parece de
la familia de las tunas'.
Para denominar un tipo de raíz se utiliza la forma kápar registrada
también por VHE ckápar= raíz.
Un arbusto que se emplea fundamentalmente como leña en los
hogares recibe el nombre de liquia-lichi. Esta última forma está
documentada por VHE como litchi 'espina'.
Para designar una hierba usada a veces como forraje se suele uti­
lizar el nombre de katchiyuy, que en apariencia tiene alguna relación
con el quechuismo "cochayuyo" 'alga seca comestible'.
Un arbusto que se utiliza en ciertas ceremonias como la llamada
"limpia de canales" o talátur 'baile' 11, es la chacha ( Lepidophyllum
Quadrangulare), que en lengua kunza corresponde a tchatcha (GM)
y que sirve para ahumar el ganado en el día de San Juan o para
Navidad.
Otra forrajera es el turi (tturi= brea, una planta). También apa­
rece registrado por VHE con el significado de 'casa'. Justamente hay
un topónimo, Turi, que designa un lugar cerca de Lasana.

9 Existe un topónimo: Miskantí, que es el nombre de una hermosa laguna


ubicada a los pies de la cordillera, al interior de Socaire.
10 Un trabajo muy completo sobre la fitonimia de la precordillera nortina
lo constituye la publicación de GUNCKEL ( 1967).
11 Esta ceremonia tradiciona,! en estos pueblos se exterioriza a través de una
fiesta en la que se canta el taLitur o talato. Este canto ha sido recogido por GM
( Cf. Op. cit. A.péndix C, pp. 162-166) en una versión que '5e supone que es en
kunza aunque plagada de hispanismos y, seguramente, con muchas alteraciones
debido a que ha sido aprendido de memoria por generaciones y sin que se
tenga conciencia cierta del significado de cada una de las estrofas. En todo caso,
constituye quizá el últimQ testimonio estructurado de la lengua· de los Lican
antai (V. también LEHNERT: 1976).
EFECTOS DEL SUSTRATO EN EL ESPAÑOL ATACAMEÑO 425

Un lugar cubierto de cactus se llama ºmákar, de acuerdo a las in­


dicaciones de uno de los informantes. No aparece registrado en nin­
gún texto. VHE documenta solamente un parónimo: málckar 'gar­
ganta' que, al parecer, no tiene ninguna relación con el término elici­
tado;
Para designar uh terreno apto para el cultivo utilizan la forma
0
kátur. Pero si tiene unas pocas piedras, entonces se llama O levántur.

2.5. Relativas al vestuario sólo recogimos dos expresiones: una que


aparece registrada por VHE como 'escarpines', chaltcha, y que nues.,
tro informante afirmó conocer pero con el sentido de 'pelo, apelusádo'
referido a la lana; otra, "tchuy-lo" (VHE) 'gorro', que por las eviden­
cias parece ser definitivamente de base quechua: "ch'ullu" 'gorro de
lana con orejeras', y que en el extremo norte del país se le conoce lisa
y llanamente como "chulo".

2.6. Col.ORES

Para el color negro recogimos la expresión atchi, mientras. que el rojo


recibe el nombre de lari (AE) 12• En lariachi tenemos la combinación
de rojo '+ negro 'rojo oscuro'. También documentamos la forma panti
apÍicada al color rosado. En cambio las formas O ttárar 'blanco',
0
ckaari 'verde', 0 selti 'azul' y O kaala o ckaala, 'amarillo', no pudie­
ron ser comprobadas en ninguna de las situaciones de encuesta. Estas
formas ·aparecen citadas en la gran mayoría de los autores consulta­
dos. En cambio sí elicitamos los-nombres de los.si guientes colores que
no hemos podido comprobar en ninguna fuente. Nos atenemos a, las
indicaciories de nuestros informantes: "oki'' 'plomo oscuro', "moino"
'negro amarillento', "larincho" 'blanco', y "copte" 'rojo fuerte'. Lo
que sí sabemos respecto de esta� voces es que se aplican a los co­
lores de lbs animales. También aparecen usualmente utilizados los
quechuismos "ch'umpi" 'marrón' y "kulli" 'guinda o granate'.

2.7. VARIOS

Recogimos el despectivo pulchi (ppultchi, VHE) 'roto, mal vestido'


con el sentido de 'sucio'.
También la forma "patái" aplicada a una masa dulce hecha con
el fruto del algarrobo. VHE la tienen como supuestamente quechua.

12 Esta forma entra en compuestos como Purilari (purl 'agua') y torolari


'araña rojiza',
426 GUSTAVO RODRÍGUEZ

No hemos podido comprobar otras formas en ninguna de nuestras


fuentes, de manera que su origen es incierto. Los sentidos atribuidos
corresponden a la información recogida en las encuestas: por ejem­
plo, para referirse a la acción de unir la lana, utilizan el verbo ''escan­
char''. O cuando se dice que la tierra debe ser "ufranada" 'arregla­
da, mejorada' (?). También se refieren a las vertientes o lugares
donde hay agua como "soqui", "wilte" (según GM, nombre de la
vertiente de Peine) o puri ( 'agua', según VHE).
Otras veces dicen que "éstas son palabras usadas por los antiguos''
como "Chuskinaskat' (nombre de un huerto), "quidran" (un predio
rectangular), "ayares" (abuelos, bisabuelos, etc.).
El piojillo de las gallinas es "matchara" y la acción de secar los
utensilios boca abajo, para que escurra el agua, se conoce con el nom­
bre de "pajchao". También hablan de "la tikara", un fruto que sirve
para teñir la Iana.

3. CONCLUSIONES

A pesar de que las evidencias no son muchas, debemos concluir que


la vigencia de la antigua lengua de los atacameños es hoy nula en las
comunidades que sirvieron de asiento a esa cultura. S� ha perdido
definitivamente, porque la ausencia de hablantes -el hablar concre­
to- ha impedido la continuidad de la tradición lingüística de la comu­
nidad. Y puesto que las palabras son formas de cultma que acompa­
ñan en su permanencia los conceptos y objetos de civilización,
entonces se concluye que si se pierden las palabras, se pierde también
la historia de una lengua. Esta es una comprobación incuestionable.
El pequeño corpus recogido y presentado en estas notas, no tiene
más que un valor testimonial y representa la nebulosa presencia que
los actuales hablantes tienen de la lengua de los "antiguos": sus
antepasados.
El carácter premonitorio de las palabras de Rodolfo Lenz, rec0-
mendando la publicación del Glosario, parece haberse cumplido 13:
( ... ) Tratándose de un idioma del cual hasta ahora solo se tienen
datos sumamente deficientes, toda contribución que pueda alimentar
nuestros conocimientos deberá acogerse con gusto, i tanto mas como
que se trata de un idioma que se habla, o m� bien, que se ha hablado
en territorios chilenos, pues, segun indicacion de los autores, la Lengua
Atacameña o Cunza, casi ya pertenece a las lenguas estintas.

13 VAISSE, HOYOS y EOHEVERRÍA, opus cit., pp. 5-6.


EFECI'OS DEL SUSTRATO EN EL ESPAÑOL ATACAMEÑO 427

Si no se aprovechara esta oportunidad para dar a conocer al mundo


científico todo cuanto ha sido posible recojer de este idioma, quedaría­
mos en las tinieblas para siempre con respecto a una lengua que por
su ubicacion jeográfica entre el quechua, el aimará, el araucano i los
numerosos idiomas del Chaco, presenta un interes lingüístico mui es­
pecial.

UNIVERSIDAD AuS'TRAL DE CHn..E


Valdivia

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

BucHWALD, Otto von, "Análisis de una gramática atacameña", en Bo­


letín de la Academia Nacional de Historia, Quito, 1922: 292-301.
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GUNCKEL, L. Rugo, "Fitonimia atacameña, especialmente cunza" en Re­
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LERNERT S., Roberto, "La lengua kunza y sus textos" en Cuadernos de
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MosTNY, Grete et al., Peine, un pueblo atacameño, publicación N9 4 del
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