Estructura Atómica

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ESTRUCTURA ATÓMICA

Unidad 3: Estructura atómica

Evolución de los modelos atómicos: Thomson. Rutherford. Bohr. Sommerfield. Teoría atómico-
molecular. Número atómico y número másico. Protones, electrones y neutrones de un elemento
químico. Isótopos. Masa atómica promedio. Iones. Configuración electrónica. Orbitales atómicos.
Distribución de electrones en niveles y subniveles. Regla de Hund. Modelo mecánico-cuántico.
Dualidad onda partícula. Principio de incertidumbre. Números cuánticos, Principio de exclusión
de Pauli.

Los comienzos de la teoría atómica

 De Demócrito a la teoría Atómica de Dalton


Los filósofos griegos ya reflexionaban acerca de la naturaleza de la materia. Demócrito
(hacia 450-370 a. C.) propuso que la materia era discontinua, es decir que estaba
formada por partículas indivisibles llamadas átomos, y que dichos átomos serían su
elemento esencial; sin embargo, esta descripción de la materia no se adecuó a las ideas
vigentes hasta fines de la Edad Media.

Si bien en el siglo XV se proponía que la materia estaba constituida por partículas, no


se podía probar experimentalmente la existencia de los átomos. Recién hacia fines del
siglo XVIII se lograron realizar muchísimos trabajos que permitieron el análisis de las
relaciones de masas entre las sustancias que intervienen en una reacción química, y de
este modo fue posible establecer regularidades en el comportamiento de la materia. En
1808, el químico inglés John Dalton (1766 – 1844) propuso el primer modelo teórico
sobre la naturaleza de la materia: su acierto fue resumir los datos experimentales hasta
entonces conocidos en unos pocos postulados que describen su Teoría Atómica:

1. La materia está formada por átomos indivisibles.


2. Todos los átomos de un mismo elemento tienen el mismo peso y los átomos
de distintos elementos tienen diferente peso.
3. Los átomos de distintos elementos se combinan siempre en la misma
relación de números enteros para formar átomos compuestos.

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4. Los átomos no se crean ni se destruyen; en una reacción química sólo se
produce una redistribución de los átomos.

El último postulado hace referencia a la Ley de


Conservación de la Masa formulada por el francés
Antoine Laurent de Lavoisier (1743–1794) y que,
actualmente, puede formularse de la siguiente manera:
“La masa total en un sistema cerrado permanece
constante, aunque este experimente reacciones
químicas ordinarias”.

El tercer postulado de la Teoría Atómica interpreta


otra ley experimental importante formulada por el
químico francés Joseph Louis Proust (1754-1826) en los
comienzos de de la química, llamada Ley de las
Proporciones Definidas y Constantes, que puede
expresarse de la siguiente forma: “En un compuesto
dado, los elementos constituyentes se combinan siempre
en las mismas proporciones de masa,
independientemente del origen o de la forma de
preparación del compuesto”.

Dalton consideraba, por ejemplo, que el “átomo compuesto” de agua estaba formado por
un átomo de hidrógeno y otro de oxígeno. Además, pudo calcular que los pesos relativos
de estos dos átomos elementales estaban en relación aproximada 1:8.

 El descubrimiento del electrón y el núcleo


Las ideas de Dalton resultaron ser fundamentales para la teoría atómica moderna. Sin
embargo, una de estas suposiciones subyacentes resultó ser incorrecta. Dalton pensó
que los átomos eran las unidades más pequeñas de la materia (minuspequeñas esferas
duras que no podían dividirse en partículas más fundamentales). Esta suposición
persistió hasta que experimentos en física mostraron que el átomo estaba compuesto
de partículas aún más pequeñas.

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A finales del siglo XIX, el físico J.J. Thomson comenzó a experimentar con tubos de
rayos catódicos. Los tubos de rayos catódicos son tubos de vidrio sellados en los que se
ha extraído la mayor parte del aire. Al aplicar un alto voltaje entre los electrodos, que
se encuentran uno a cada lado del tubo, un rayo de partículas fluye del cátodo (el
electrodo negativamente cargado) al ánodo (el electrodo positivamente cargado). Los
tubos se llaman "tubos de rayos catódicos" porque el rayo de partículas o "rayo
catódico" se origina en el cátodo. El rayo puede ser detectado al pintar el extremo del
tubo correspondiente al ánodo con un material conocido como fósforo. Cuando el rayo
catódico lo impacta, el fósforo produce una chispa o emite luz.

Thomson colocó el tubo de rayos catódicos entre dos placas con cargas opuestas, y
observó que el rayo se desviaba, alejándose de la placa cargada negativamente y
acercándose a la placa cargada positivamente. De este hecho infirió que el rayo estaba
compuesto de partículas negativamente cargadas.

Luego, repitió el experimento, pero esta vez puso en el centro del tubo un molinillo y
observó que este giraba con el paso de los rayos. Esto significaba que las partículas
constituyentes del rayo tenían masa.

Thomson concluyó lo siguiente:

o El rayo catódico está compuesto de partículas negativamente cargadas.


o Las partículas deben existir como partes del átomo, pues la masa de cada
1
partícula es tan solo ~ 2000, de la masa de un átomo de hidrógeno.
o Estas partículas subatómicas se encuentran dentro de los átomos de todos los
elementos.

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Con el tiempo, sus partículas de rayo catódico adquirieron un nombre más familiar:
electrones. El descubrimiento de los electrones refutó
parte de la teoría atómica de Dalton, que suponía que
los átomos eran indivisibles. Para explicar la existencia
de los electrones Thomson propuso el modelo de “budín
de pasas” ya que Thomson sabía que los átomos tenían
una carga total neutra. Por lo tanto, razonó que debía
haber una fuente de carga positiva dentro del átomo
que balanceara la carga negativa de los electrones. Esto
llevó a Thomson a proponer que los átomos podían
describirse como cargas negativas flotando en una sopa
de carga positiva difusa.

 1911: Rutherford descubre el núcleo atómico


A principios del siglo XIX; Ernest Rutherford
(1871-1937) diseñó un experimento crucial. Una
corriente de partículas 𝛼 de muy alta energía
salía por el orificio de una caja revestida en plomo
y “bombardeaba” una hoja muy delgada de oro.
Casi todas las partículas 𝛼 atravesaban la lámina
sin desviarse, algunas se desviaban un poco y muy
pocas rebotaban en la lámina e invertían su
trayectoria con un ángulo de 180°.

Rutherford explicó los resultados de su experiencia de la siguiente


manera: a. La mayoría de las partículas 𝛼 no se desviaban porque
pasaban por los numerosos espacios vacíos existentes en los
átomos. b. Algunas sufrían una ligera desviación porque pasaban
cerca de los núcleos. c. Unas pocas partículas chocaban
directamente contra el núcleo y eran repelidas.

A la luz de los resultados


obtenidos, Rutherford afirmó en 1911 que los
átomos están formados por un núcleo de tamaño
muy pequeño que concentra toda la masa y la
carga positiva. Los electrones giran a su
alrededor en órbitas similares a las que
describen los planetas alrededor del sol.

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En 1932, el físico inglés James Chadwick descubrió una partícula de masa similar a la
del protón, pero sin carga. La denominó neutrón. Este descubrimiento pudo explicar por
qué el núcleo de helio tenía el doble de carga que el núcleo del hidrógeno, pero el
cuádruple de masa; y que los protones se mantengan unidos en el núcleo.

El interior de los átomos


Un átomo es la parte más pequeña que puede existir de un elemento. Los átomos están
constituidos por un núcleo, que ocupa la parte central del átomo, y una envoltura (o
corteza).

El núcleo está formado, fundamentalmente, por dos clases de partículas: los protones y
los neutrones. Las partículas que forman la envoltura son los electrones.

Protones, neutrones y electrones son partículas subatómicas.

 Los protones, p, tienen carga eléctrica positiva. Esta carga se llama carga
elemental por ser la más pequeña conocida. Toda carga eléctrica es un múltiplo
entero de la carga elemental. La masa de un protón es de 1,67 x 10 -27 kg.
 Los neutrones, n, no tienen carga eléctrica y su masa es, aproximadamente,
igual a la del protón.
Los protones y neutrones, como constituyentes del núcleo, se designan
indistintamente con el nombre de nucleones.
 Los electrones, e o e-, tienen una carga eléctrica igual a la del protón, pero de
signo contrario. Los electrones poseen, en consecuencia, carga eléctrica
negativa. Los electrones tienen una masa pequeñísima: la masa de un electrón es
1840 veces más pequeña que la del protón.

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Los electrones se mueven a gran velocidad alrededor del núcleo del átomo. Todos los
electrones son iguales entre sí, aunque pertenezcan a distintos átomos, y lo mismo
sucede con los protones y los neutrones.

Dado que un átomo es eléctricamente neutro, es decir, no tiene exceso de cargas


positivas ni negativas, el número de protones del núcleo es igual al número de electrones
de la envoltura.

El núcleo atómico ocupa una mínima fracción del volumen total del átomo. Un átomo está
tremendamente vacío: la mayor parte de su volumen carece de materia.

Como los electrones tienen una masa despreciable, comparada con la del protón o
neutrón, casi la totalidad de la masa del átomo reside en el núcleo, el cual posee
una gran densidad.

Los elementos se diferencian en el número de protones que contienen sus núcleos. De


este modo, todos los átomos de hidrógeno tienen un protón en su núcleo; todos los
átomos de carbono tienen seis protones en su núcleo; todos los de uranio tienen noventa
y dos protones en su núcleo, etc.

Todos los átomos de un elemento químico tienen en el núcleo el mismo número de


protones. Este número, que caracteriza a cada elemento y lo distingue de los demás, es
el número atómico y se representa con la letra Z, el número atómico representa la
cantidad de protones. El número atómico debe ser un número natural, ya que indica una
cantidad de partículas (protones), que no se pueden dividir.

Los átomos son eléctricamente neutros, debido a que tienen igual número de protones
que de electrones. Así, el número atómico también coincide con el número de electrones.

El número másico corresponde a la suma de protones y neutrones, es decir todas las


partículas que se encuentran en el núcleo atómico. El número másico, simbolizado con la
letra A, debe su nombre a que representa a todas las partículas que tienen una masa
apreciable en el átomo. Al igual que el Z, el A debe ser un número natural, ya que también
representa un número de partículas, en este caso neutrones. En los átomos se satisface
la relación A = Z + n

Existe una forma de simbolizar el Z y el A para un átomo determinado:

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Veamos dos ejemplos:

-El carbono tiene 6 protones y 6 neutrones en su núcleo. Entonces su número atómico


(Z) es 6; su número másico (A) es igual a 6 protones + 6 neutrones = 12. ¿Puede haber
otro elemento en la tabla que tenga también Z = 6? La respuesta es NO. Cada elemento
tiene su número Z característico. El cloro tiene Z = 17, el sodio tiene Z = 11, pero nunca
dos elementos distintos van a tener el mismo Z.

-Indicar cuantos protones (p+), neutrones (n0) y electrones (e-) hay en 47𝐴𝑔.
107

47 es el número atómico (Z) de la plata y 107 corresponde al número másico (A).

Z = n° de protones, y como se trata de un átomo neutro, Z = n° de protones = n° de


electrones.

A = n° de protones + neutrones

Entonces,

Z = p+ = e- = 47

A = Z + n0

107 = 47 + n0

n0 = 107 – 47

n0 = 60

protones = 47

electrones = 47

neutrones = 60

 Iones
Hay veces que los átomos pueden ganar o perder electrones. Cuando pasa esto, la
cantidad de protones (+) y de electrones (-) deja de ser la misma, por lo que la carga
total no va a ser cero. En estos casos, no hablamos de átomos si no de iones.

Un ion es una partícula con carga.

Puede haber dos casos posibles:

Si un átomo ganó electrones, estos van a ser más que los protones, por lo que la carga
total va a ser negativa. A los iones con carga negativa se los llama aniones.

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Por ejemplo, si un átomo de oxígeno gana dos electrones (a los que también se puede
llamar e-) va a pasar esto...

El otro caso es cuando un átomo pierde electrones. En ese caso, la cantidad de protones
va a ser mayor a la de electrones, por lo que la carga total va a ser positiva. A los iones
con carga positiva se los llama cationes. Por ejemplo, si un átomo de potasio (K) pierde
un electrón pasa esto...

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Resumiendo, podemos simbolizar el Z, A y la carga (q) de un elemento de la siguiente
manera:

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Problema resuelto:

 Masa atómica
Para determinar la masa de un átomo es necesario definir un patrón, que se llama unidad
de masa atómica (u. o u.m.a.). Por un acuerdo internacional realizado en 1961, se eligió
al átomo 12C (que tiene 6 protones y 6 neutrones) como patrón de referencia y se le
asigno a dicho átomo una masa de exactamente 12 u.

La unidad de masa atómica es una masa exactamente igual a 1/12 (un doceavo) de la
masa de un átomo de carbono-12.

Aunque la unidad de masa atómica se usa para medir masas de partículas


extremadamente pequeñas, no deja de ser una unidad de masa, por lo tanto existe una
equivalencia entre la unidad de masa atómica y el gramo:

1 u = 1,6605 . 10-24 g

Por ejemplo, de acuerdo con esta escala, la masa atómica promedio del hidrógeno es de
1,008 u y la del sodio 22,99 u; además, la masa del protón es de 1,007 u y la del neutrón
es de 1,009 u. Siendo la masa de un electrón 1836 veces menor que la de un protón, la

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masa de un átomo está dada, prácticamente en su totalidad, por la masa del núcleo. Cabe
destacar que la masa de un átomo es menor que la suma de la masa de los protones y
neutrones que contiene dicho átomo; se considera que parte de esa masa se manifiesta
como la energía que mantiene unidas a las partículas en el núcleo.

 Isótopos
A medida que se fueron realizando mediciones cada vez más precisas de las masas de
los átomos, se observó que todos los átomos de un mismo elemento no tenían la misma
masa atómica, como había postulado Dalton y también supuso Medeleiev. Existen átomos
de un mismo elemento con masas distintas. Si los protones son siempre los mismos, lo
que sí o sí tiene que cambiar es el número de neutrones para que varíe A y así varíe la
masa atómica.

A los átomos que tienen el mismo número de protones, es decir que pertenecen al mismo
elemento, pero cuyas masas son diferentes, se los llama isotopos. Los isótopos difieren
entonces en el número de neutrones que posee el átomo; es decir los isótopos tienen el
mismo número atómico pero distinto número másico.

Veamos un ejemplo con el neón. Este elemento tiene 10 protones en su núcleo (Z = 10).
Pero se vio mediante experimentos que la masa atómica (A) podía ser 20, 21 y 22.
Entonces...

En el ejemplo de arriba, el " 10 " se repite en los 3 isótopos. Eso es, simplemente, porque
el neón siempre va a tener Z = 10. Por esto, muchas veces se obvia, o sea, no se pone. En
la naturaleza existen muchos isótopos de cada elemento, por ejemplo, en general el
carbono se encuentra como 12C, pero hay otros isótopos como el 13C y el 14C. Todos los
átomos de carbono tienen 6 protones, pero hay átomos de carbono que tienen 6, 7 y 8
neutrones respectivamente.

En la naturaleza los isótopos de los distintos elementos se encuentran en una proporción


llamada abundancia isotópica. Se expresa como el porcentaje atómico (número de
átomos de ese isótopo que hay en una muestra por cada 100 átomos de ese elemento).

Un elemento puede tener isótopos que permanecen estables y otros que son inestables
(radioisótopos). En los isotopos que tienen una gran cantidad de protones en sus núcleos
la inestabilidad es bastante grande, entonces los núcleos se desintegran emitiendo
radiaciones. Esta emisión espontánea de radiaciones se llama radiactividad natural.

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Otro ejemplo es el hidrógeno, que presenta tres isótopos: protio, deuterio y tritio. El
isótopo más abundante es el hidrógeno-1, es decir, el átomo que contiene en su núcleo
solamente un protón y ningún neutrón. Si se analiza el agua de los ríos o lagunas, el
99,99% de ella tiene en su molécula átomos de hidrógeno-1 y el 0,01% restante tiene
átomos de deuterio; al agua en cuyas moléculas aparece el hidrógeno-2 en lugar del
hidrógeno-1 se la llama agua pesada.

Los radioisótopos naturales se emplean en diversos campos de la ciencia, pero también


es posible fabricar elementos radiactivos que no existen en la naturaleza (radioisótopos
artificiales) y, de este modo, ampliar sus usos. El método que se utiliza para ello es la
trasmutación nuclear: se bombardean núcleos estables con partículas alfa de modo que,
cuando son capturadas por aquel, se originan núcleos de otro átomo.

Algunos usos de los radioisótopos:

o Las radiaciones 𝛾 destruyen los microorganismos que pueden producir la


descomposición de alimentos sin alterar sus características organolépticas.
o El uranio 235 se utiliza en los
reactores de fisión nuclear
para producir energía
eléctrica.
o En arqueología se puede
determinar la antigüedad o la
autenticidad de una pieza
cuando se mide la radiactividad
del carbono 14 presente en ella
debido a que su vida media es
de 5730 años.

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 Masa atómica de un elemento
Para calcular la masa atómica de un elemento, hay que tener en cuenta la abundancia
relativa de sus isótopos: se calcula la masa de 100 átomos multiplicando la abundancia
isotópica (%i) por la masa atómica de cada isótopo (m. at. i) y se divide por 100.

Ejemplo:

Isótopos Masa atómica del isótopo Abundancia isotópica %


Neón-20 19,99 90,51
Neón-21 20.99 0,26
Neón-22 21,99 9,22

La masa de 100 átomos de mezcla es:

90,51 x 19,99 + 0,26 x 20,99 + 9,22 x 21,99 = 2018

Al dividir 2018 entre 100 obtendremos la masa promedio de un átomo de neón =


2018/100 = 20,18

Problema resuelto:

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La visión moderna del átomo

 El átomo de Bohr
En 1900 el físico alemán Max Planck había descubierto que cualquier partícula (electrón,
átomo, etc) que oscila emite energía en forma de radiación electromagnética, cuyo valor
sólo puede ser múltiplo de una cantidad discreta de energía a la que llamó cuanto (del
latín, quantum: cantidad). Por lo tanto, la energía emitida por el electrón no podía ser
continua. Sin proponérselo, Planck había sentado las bases de la teoría cuántica.

Trece años después el físico danés Niels Bohr,


discípulo de Rutherford, propuso un nuevo modelo
atómico en el cual mantenía la estructura
planetaria, pero introducía condiciones sobre el
comportamiento del electrón para adaptarlo a los
principios cuánticos de liberación de energía de
Planck. Según este modelo:

o Los electrones giran alrededor del núcleo en


un número limitado de órbitas (niveles de energía)
estables. Cada uno de esos niveles posee un valor
determinado de energía. Es decir, los electrones
pueden situarse en uno u otro nivel, pero no entre
dos niveles.

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o Cuando los electrones se encuentran en sus
órbitas (estado fundamental) no emiten
energía. Solo pueden ganar o perder energía
cuando pasan de una órbita a otra.
o El electrón pasará a una órbita superior
(estado excitado) cuando se le suministre
energía (cuando absorba un cuanto de energía)
o Cuando el electrón vuelva a su estado
fundamental emitirá un cuanto de energía
(perderá energía).

Sommerfield propone que la forma de las órbitas son


elípticas además de circulares y que se pueden encontrar subniveles de energía dentro
de los distintos niveles propuestos por Bohr.

Del principio de Heisenberg surge el concepto de orbital, que reemplaza el concepto de


órbita planteado por Bohr para definir la trayectoria del electrón. En el modelo de Bohr,
era posible conocer la ubicación exacta de un electrón. En cambio, según Heisenberg,
un orbital atómico es la región del espacio alrededor del núcleo en la que existe una
gran probabilidad de encontrar un electrón con una energía determinada.

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 Los números cuánticos
Los números cánticos son números que van a definir una región en el espacio en la que la
probabilidad de encontrar al electrón es máxima.

Los números cuánticos, son cuatro:

o El número cuántico principal (n): Representa los niveles de energía de los


electrones en el modelo de Bohr. Su valor es un número entero positivo (1,2, 3,
…hasta 7) y se incrementa a medida que aumenta la distancia del electrón con
respecto al núcleo. Es decir que me va a definir el tamaño y nivel de energía en
donde voy a encontrar el electrón.
o El número cuántico secundario o azimutal (l): Indica el subnivel de energía
dentro de cada nivel y describe la forma de los orbitales. Su valor depende de n
y varía entre 0 y n – 1 (l < n). Cada uno de estos valores, a su vez, se designa con
una letra: 0 (s), 1 (p), 2 (d) y 3 (f).
o El número cuántico magnético (m): describe la orientación del orbital en el
espacio. Su valor depende de l y toma valores de -l a +l pasando por el cero (siendo
siempre números enteros).
Entonces, para l = 0, m sólo puede tomar el valor cero, es decir, existe una sola
forma en que el orbital s puede orientarse en el espacio.
Para l = 1, m toma los siguientes valores:
m = -1
m=0
m = +1
El orbital p puede orientarse de tres formas distintas en el espacio, según los
ejes cartesianos px, py y pz. Estas diferentes orientaciones espaciales de los

orbitales no implican un diferente contenido energético. Así, los orbitales p x, py


y pz no implican un diferente contenido energético.
o El número cuántico de spin (s): Define la rotación del electrón sobre su propio
eje. Adopta únicamente los valores de +1/2 o -1/2 según el sentido de giro.

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Es preciso tener en cuenta el Principio de Exclusión enunciado por el físico austríaco
Wolfang Pauli (1900-1958), que afirmó que: un átomo no puede tener dos electrones con
los cuatro números cuánticos iguales; por lo que en un orbital que tiene los mismos
números n, l y m, se pueden encontrar como máximo dos electrones, cada uno de ellos
con spin opuesto.

La diferencia de energía entre los primeros


niveles es mucho más importante que en los
niveles superiores. Como consecuencia, existen
superposiciones entre los niveles de energía; esto
significa que algunos subniveles de número
cuántico principal mayor corresponden a menor
energía que otros de número cuántico principal
menor.

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 Configuración electrónica de un átomo
La manera abreviada de representar la distribución de electrones en un átomo se
denomina configuración electrónica (CE). Esta notación sigue un patrón basado en los
números cuánticos, de modo que el primer número representa el valor de n, luego una
letra que representa el valor de l y finalmente un superíndice numérico que representa
el número de electrones en cada orbital.

Veamos algunos ejemplos: en el caso del helio, 2He, que tiene dos electrones, la
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configuración electrónica global es 1s y su representación mediante las casillas
cuánticas sería:

Aquí el cuadrado con flechas representa la ubicación de cada electrón con su


correspondiente spin dentro del orbital s.

Ahora bien, si sabemos que la energía de los niveles y de


los subniveles se incrementa a medida que éstos se
alejan del núcleo, entonces los electrones deberán
ocupar primero los subniveles y niveles de menor energía
(principio de Aufbau). Así, la configuración del boro (Z
= 5) será 1s2 2s2 2p1 y no 1s1 2s1 2p3.

En el caso del nitrógeno con siete electrones, la CE


global es: 1s22s22p3.

Pero ¿Cómo se distribuyen los electrones? Para saberlo tenemos que aplicar la regla de
Hund según la cual los electrones de un determinado subnivel de energía no se aparean
en un orbital hasta que todos los orbitales del subnivel tengan por l menos un electrón
cada uno. Los electrones apareados tendrán spin opuesto, pero los no apareados tienen
el mismo spin.

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Para realizar la CE de los distintos elementos se puede seguir la Regla de las diagonales
o diagrama de Moeller (¡Tenes que saberlo!):

Veamos un ejemplo:

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Hay algunos elementos que no cumplen exactamente esta configuración: Cu, Cr, Au, Ag.
Todos ellos no completan su último orbital s (tienen 1 electrón en él). Mira por ejemplo
la del cobre:

CE (29Cu): 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s1 3d10

 Configuración electrónica de los iones


Hasta ahora hemos estado practicando con átomos eléctricamente neutros, es decir,
aquellos que poseen la misma cantidad de electrones que de protones.

¿Qué ocurre cuando tenemos iones? ¿Podemos averiguar sus configuraciones


electrónicas? Pues la respuesta es ¡sí!

Cuando nos dan un ión, nos dicen la cantidad de carga que posee, sea esta positiva o
negativa, por lo que, conociendo su número atómico, podemos deducir la cantidad de
electrones que debemos distribuir.

¿Cuál es la configuración electrónica del anión N3-, si el átomo de Nitrógeno tiene un


número atómico Z = 7?

Veamos los datos:

El número atómico del Nitrógeno es 7, por lo que, en estado neutro, tendría 7


electrones.

Sin embargo, nos indican que este anión tiene una carga negativa de 3, lo que significa
que ha ganado 3 electrones. Con lo que tenemos que este anión posee 10 electrones.

Aplicando la regla de las diagonales, su configuración electrónica será:

1s22s22p6

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