Cap 2 Una Lluvia Grande Se Oye
Cap 2 Una Lluvia Grande Se Oye
Cap 2 Una Lluvia Grande Se Oye
45
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
46
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
C
ulmina otro día del agotador, pero impactante
y desafiante ministerio de Jesús. Los discí-
pulos están cansados y el Maestro los hace
entrar en una barca para que avancen a la otra ribera
mientras él despide a la multitud. Adultos, jóvenes y
niños, hombres y mujeres, se van alejando del Señor
sin dejar de aprovechar los últimos segundos de la
jornada para tocarle o dejarse tocar por él. Por fin
se queda solo y antes de reunirse de nuevo con sus
discípulos decide subir al monte para orar un rato.
Expresiones de gratitud por lo que el Padre ha per-
mitido en el día salen de sus labios mientras el aire
se enrarece anunciando una tormenta. De repente,
la barca en que van los apóstoles es alejada por una
ráfaga de viento hacia la mitad del mar, recibiendo
el azote de las olas. Los discípulos se asustan, pero
Jesús sigue orando. El viento es cada vez más fuerte.
Pasado un largo rato, el Maestro suspende la oración
y empieza a caminar sobre las aguas avanzando ha-
cia su equipo. Es un paso firme, seguro; el paso del
47
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
48
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
Atrévase a avanzar
El Señor nos ha llamado y escogido para algo espe-
cial y esto demanda atrevernos a caminar sobre las
situaciones difíciles. A muchos les pasa lo mismo
que a Pedro cuando son absorbidos por el problema,
la crisis, la adversidad, o la enfermedad: quitan su
49
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
50
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
51
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
Pida perdón
El proceso implica reconocer que mucho de lo
que nos pasa se debe a nuestros propios errores
y equivocaciones y disponernos a hacer un alto
en el camino para aprender creyendo lo que dice
Dios en su Palabra y aferrándonos a su promesa
de amor incondicional. El Señor siempre está es-
perando que regresemos a él, de la misma manera
52
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
53
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
54
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
55
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
El crecimiento de la fe
56
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
57
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
58
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
59
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
60
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
61
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
62
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
63
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
64
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
65
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
66
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
ESPERE AL SEÑOR
La impaciencia es uno de los grandes enemigos del
ser humano. Esperar que las cosas ocurran o se den
los resultados de un proceso, no es un asunto que
parezca agradarle a alguno; sin embargo, la disposi-
ción para esperar forma parte de nuestras tareas con
miras a lograr una meta o propósito. La Biblia dice:
67
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
68
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
69
E D U A R D O S . C A Ñ A S E S T R A D A
70
U N A L L U V I A G R A N D E S E O Y E
PRINCIPIO DE FE No. 2
“La fe avanza por encima de las circunstancias
trayendo sobre nosotros el revestimiento del
Espíritu Santo”
71