El Silencio Que Todo LoVe

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@ donde.se.esconden.los.latidos

Emma Vázquez, 2023


ÍNDICE

▪ PRÓLOGO

▪ ¿CÓMO FUNCIONA LA MENTE?

▪ QUIÉN CREO QUE SOY

▪ QUÉ SOY

▪ DE LA NADA AL TODO

▪ EL FIN DEL SUFRIMIENTO

▪ EL SENTIDO DE LA VIDA

▪ EPÍLOGO
PRÓLOGO

¿Quién soy? ¿Para qué estamos aquí? ¿Qué sentido tiene la Vida?
Preguntas que nos hacemos algunas personas en un momento dado.
Los llamados “buscadores espirituales”. Aquellos que nos
cuestionamos la realidad tal y como la perciben nuestros sentidos.
Aquellos que sentimos que “hay algo más”. Que la vida no es lo que
nos han contado. Que nosotros no somos quienes nos han dicho que
somos. Quienes nos repetimos que somos. Que hay otras opciones.
Que tanto sufrimiento interno y externo no es natural.

Es una llamada a iniciar un viaje de autodescubrimiento cuyo camino


ignoramos. Y cuyo destino, también.

Este libro va de responder a esas preguntas trascendentales desde


mi Visión actual de la Vida. Desde el fin de la búsqueda. Desde un
espacio donde todo está bien. Desde la Perfección Absoluta que
somos todo y todos. Desde el Silencio que Todo lo ve y todo lo Ama,
sin condición.

Porque más allá de lo que la mente nos cuenta, estamos nosotros.


Tú y yo, que no somos ni tú ni yo. Que no estamos separados. Que
somos “la misma cosa”, que no es una cosa sino un SER. Un SER
que no es un “alguien” sino un SIENDO. Un Existiendo.

Más allá de los pensamientos, de las emociones, del mundo de los


sentidos y de las formas, de lo impermanente, de lo que nace y
muere, está LO REAL. Lo infinito y eterno. Lo que siempre ES,
siempre fue y siempre será. El Vacío desde el que se crea el Todo.
El Silencio desde el que se crea el Ruido. La no existencia desde la
que se crea la existencia. La no dualidad desde la que se crea la
dualidad.
El UNO. La Totalidad. La Fuente. El Silencio. Dios. Como lo quieras
llamar.

Este libro va de transmitir en palabras lo que es imposible transmitir


en palabras. De definir lo indefinible. De describir lo indescriptible. De
hablar de lo que sólo el Silencio sabe hablar.

Porque la Comprensión de ESO únicamente puede realizarse a


través de la experiencia personal. Una experiencia personal que
sucede en uno mismo sin la decisión de “uno mismo”. Que es Ella la
que te alcanza a ti. Y no tú a Ella.

Este libro simplemente va a exponer LO QUE ES.

No lo pretendas entender. No lo analices. No lo pienses. No


preguntes. Sólo Escucha. Sólo permite que LO QUE ES, que ESO,
impacte en ti.

Y que sea lo que tenga que SER. Que Perfecto, como siempre, será.
¿CÓMO FUNCIONA
LA MENTE?

Antes de nada (o antes de Todo...), es importante saber cómo


funciona la mente humana, pues es con ella con quien nos
identificamos.

Explicado de una manera muy simple:

- La mente forma parte del cuerpo del Ser Humano. De su organismo.


Tiene una serie de capacidades (memoria, inteligencia, imaginación,
percepción...) gracias a las cuales podemos actuar y funcionar.
Desde que nacemos (y antes), la mente recibe constantemente
información a través de nuestros sentidos y de las experiencias
vitales que tenemos. Y es desde esta información, y de manera
automática y espontánea, desde la que surgen los pensamientos. Y,
junto con ellos, las emociones.

Digamos que el pensamiento lo “sentimos” en la mente y las


emociones, en el cuerpo.

¿Qué significa esto? Que ni tú ni yo podemos controlar el tipo de


pensamientos (positivos o negativos) ni las emociones (positivas o
negativas) que tenemos. Ya veremos más adelante que las etiquetas
(como positivo y negativo, bien y mal, bonito y feo, correcto e
incorrecto) no son más que juicios que la mente crea a causa de toda
esa información recibida.

Otra de las características de la mente pensante, de la mente


psicológica, es que vive en el tiempo. Es decir, en el pasado y en el
futuro. Todo su contenido se basa en historias pasadas, así que todo
lo que “trae” al Presente tendrá que ver con el ayer. ¿Y qué es el
futuro? Una proyección mental de esas historias del pasado.
Es decir, nada de lo que nos cuenta la mente es Real, siendo Real lo
único que está sucediendo en el único “tiempo” que existe: el Ahora.

La mente "vive” en la dualidad. En los polos opuestos. En la


Separación. Vida-muerte. Salud-enfermedad. Luz-oscuridad. Bonito-
feo. Bien-mal. Virtud-defecto. Correcto-incorrecto. Femenino-
masculino. Fuera-dentro. Frío-calor. Normal-anormal. Y un largo
etcétera.

Por mucho que quiera, no puede comprender la Unidad. No puede


Verla. No puede Sentirla. Cuando mira a un árbol, no ve el “árbol” en
sí, sino el conjunto de sus partes. Cada una con una etiqueta, con un
nombre que ha recibido cuando “alguien” le dijo:

“Esto es un árbol que está compuesto por ramas, hojas, raíces...”.

Historias pasadas. Información recibida de otra mente dual, con sus


etiquetas, con sus creencias, con sus juicios, con sus ideas.

La mente ve la Vida (con todo lo que la incluye, incluido el Ser


Humano) por partes. Partida. Así es cómo distinguimos una cosa de
la otra. Así es cómo podemos comunicarnos.

Si la viésemos como si todo fuese UNO (que es cómo es en Realidad)


no podríamos tener esta experiencia humana tal y como la
percibimos.

Pero una cosa es la mente y otra, quiénes somos nosotros...


¿QUIÉN CREO QUE SOY?

Un conjunto de pensamientos (derivados de esa información del


pasado) con los que se produce una identificación por parte de la
Consciencia (ya hablaremos más tarde de ella). Y a eso lo hemos
llamado: IDENTIDAD.

Soy Emma, mujer, lesbiana, hija, hermana, tía, enfermera, del barça,
catalana, de izquierdas, masculina, valiente, impaciente, leonina,
solitaria, honesta, impulsiva, sensible, atea, espiritual, empática,
deportista...

¿Soy un conjunto de etiquetas con todo el peso que cada una de ellas
contiene? ¿Soy mi cuerpo? ¿Soy mi mente? ¿Era eso cuando nací?
Si no era eso, ¿quién era? ¿Puede ir cambiando lo que en realidad
Soy? ¿Puede nacer y morir lo que Soy?

¿Es nuestro tipo de personalidad lo que somos? ¿Es nuestro nombre


y apellidos lo que somos? ¿Es nuestro género lo que somos? ¿Es
nuestro trabajo lo que somos? ¿Es nuestra orientación sexual lo que
somos? ¿Es el rol que adquirimos lo que somos?

Nos creemos que somos lo que nos han dicho que somos, lo que nos
gustaría ser que somos o lo que nos decimos a nosotros mismos que
somos.

¿Quién eres sin la identidad que te crees ser? ¿Qué hay más allá de
ella? ¿Más allá de ese “yo” que tu mente ha creado? ¿Más allá de
“ti”?

Cuando cierras los ojos, cuando estás en silencio, cuando te


desnudas de todos esos “quienes soy” con los que te has definido,
con los que cargas, ¿qué queda?
QUÉ SOY

CONSCIENCIA es “aquello” que es Consciente de quién crees que


eres. De los pensamientos, de las emociones, de los gustos, de las
ideas, de las fantasías, del placer, del dolor, de las creencias.

¿Eres el pensamiento o eres “aquello” que observa el pensamiento?


Si no existiera la Consciencia, ¿cómo podrías saber qué sientes y
qué piensas? ¿Cómo podrías saber que existes?

“Aquello” es la misma Consciencia. No es una identidad, un alguien,


un objeto. No es “una persona con Consciencia”. Es sólo
Consciencia.

No eres los pensamientos ni las emociones que Ves, de los que eres
Consciente, igual que no eres lo que ven tus ojos ni lo que toca tu
piel.

¿Qué es LO que Observa? ¿Es acaso la mujer, la lesbiana, la hija, la


espiritual, la enfermera...? ¿Es una etiqueta la Consciencia? ¿Es una
definición? ¿Puede un pensamiento ser consciente de otro
pensamiento? ¿Puede la tristeza ser consciente de la tristeza?

No te quedes con mis palabras. No te quedes con la teoría. Investiga.


Descúbrelo por ti misma y en ti misma. El Saber necesita de la
experimentación propia para que pueda realizarse. Si se queda en
un plano intelectual, no sirve. No lo Comprenderás de Verdad. Y si
no hay Comprensión (no intelectual) no puede haber un Despertar
Real a LO QUE ES. Un LO QUE ES que es lo que eres.

Cierra los ojos y OBSERVA a tu mente. Sin analizar. Sin juzgar. Sin
luchar. Sin rechazar. Como si estuvieras viendo una película.
DE LA NADA AL TODO

En un momento dado de nuestra infancia, la Consciencia se identifica


con los pensamientos que surgen en la mente. Con esa información
que recibimos de “fuera”, esas etiquetas, esos “quién soy, quién
debería ser”, creando así una identidad ilusoria y olvidándose de
“quién es”.

Esto nos pasa a todos. Forma parte de nuestro proceso humano, por
llamarlo de alguna manera. Esa identificación está fuera de nuestro
alcance. No la realizamos nosotros porque “nosotros” no existe. Es
una identidad ilusoria. No hay un “alguien” dentro de nuestro
organismo cuerpo-mente que esté decidiendo nada. Es la misma
Vida viviéndose de esta manera humana. Igual que una rosa se
desarrolla como se desarrolla. O una crisálida se transforma en
mariposa sin su intervención. Es su proceso natural de vida.

Imagínate al Mar teniendo Consciencia de sí mismo. Y que cuando


se forma una ola (que no es una ola, sino el mismo Mar con esa
forma) se creyera que es una ola (con todas las características que
tenga) que está Separada del Mar y que no tiene nada que ver con
el resto de olas.

No somos las olas, somos el Mar. No somos “la parte”, somos el


TODO. No somos una pieza del puzzle, somos el puzzle
COMPLETO. No somos los pensamientos ni las emociones, somos
la Consciencia que es consciente de las formas que adquiere.

¿Y qué formas son ésas? Pues TODO lo que nuestros sentidos


pueden percibir. TODO lo que existe. Desde lo más denso a lo más
sutil. TODO lo que podamos observar. TODO de lo que podamos ser
Conscientes.
El observador, lo observado y la observación ES “la misma cosa”. Tú
y yo somos “la misma cosa”. El sol, la luna, las estrellas, el fuego, la
tierra, la ira, la soledad, el cactus, el perro, el virus, la bacteria, la
saliva, la electricidad, la nevera..., somos “la misma cosa”. Es la Vida,
la Consciencia, la Existencia, Dios, la Fuente, el UNO, el Silencio, la
Totalidad, el AMOR... Da igual el nombre que le demos (es sólo un
nombre).

Es la Nada que cuando hace “viento” (y el viento proviene de la


misma Nada) adquiere la forma de Todo. Igual que el Mar con las
olas. Lo llamaron científicamente el Big Bang.

La no-existencia creó la existencia de sí misma. Y la existencia es


cualquier objeto, materia, pensamiento, emoción, sutiliza que existe.
Es decir, la existencia, el mundo de las formas, aquello que podemos
percibir, es la no-existencia en movimiento. Ambas “son la misma
cosa”.

No puedo explicarlo de otra manera porque es algo absolutamente


abstracto. Necesito utilizar metáforas. Por eso es tan difícil su
Comprensión Real. O lo experimentas o es incomprensible. Es “de
locos”.

DIOS no está en todas partes. DIOS ES todas partes. No hay nada


separado de DIOS, del UNO. Cualquier cosa que se te ocurra, tanto
si lo juzgas como bien o como mal, como luz o como oscuridad es
DIOS. Es LO QUE ES.

Pero no el Dios al que hacen referencia las religiones. No algo o


alguien con un poder superior y ajeno a nosotros. Que tiene barba y
que ha dictado una serie de mandamientos que cumplir. No el Dios
que juzga, condena y castiga. Que dice si esto es un pecado o una
virtud. Si entras al cielo o te vas al infierno.

Ese Dios no es más que una creación mental. Un pensamiento al que


se le dio una identidad. ¿Y para qué se necesitan las identidades?
Para sentir que hay control. Que hay seguridad ante la incertidumbre
de la Vida. De la Existencia. Una falsa sensación de seguridad
porque se basa en premisas falsas. Por eso, no funcionan. Por eso,
nunca se puede encontrar la Paz Real a través de la mente ni de sus
ideas-creencias.

El DIOS al que me refiero es la Existencia misma. Es AMOR


INCONDICIONAL. No porque sea “alguien” que ame, sino porque ES
AMOR. Porque todo lo que existe es ÉL. Porque todas sus formas
son ÉL.

No existen olas buenas ni olas malas. Olas que sean más Mar que
otras según su tamaño. TODAS son el Mar. Todas las formas en las
que la Vida-Dios-Consciencia-Uno se ES a sí misma son
PERFECTAS.

Por eso, el Ser Humano, piense lo que piense, sienta lo que sienta,
haga lo que haga, es PERFECTO siempre. Porque tan sólo es una
expresión de vida más. Una expresión en forma de mal o de bien
(según la dualidad mental). Según la Consciencia, según Dios, no
hay ni bien ni mal, pues TODO es UNO. No hay Separación entre
Nada.

Nosotros somos DIOS. Nosotros somos el Mar. Las olas no son algo
distinto al Mar. Las olas son el Mar.
EL FIN DEL SUFRIMIENTO

¿Qué es el sufrimiento? El Rechazo de LO QUE ES. Y LO QUE ES


siempre es y sucede Aquí y Ahora. Ni ayer ni mañana.

Si rechazas que está lloviendo, sufres. Si rechazas un pensamiento,


sufres. Si rechazas una emoción, sufres. Si rechazas una
característica de tu personalidad, sufres. Si rechazas una reacción
que has tenido, sufres. Si rechazas una enfermedad que tengas,
sufres. Si rechazas la violencia, sufres. Si rechazas el abuso, sufres.
Si rechazas cualquier experiencia externa que suceda, sufres. Si
rechazas a los demás, sufres. Si rechazas el rechazo, sufres. No es
el “qué”, es el acto de rechazar.

¿Por qué? Porque todo eso que estás experimentando no puedes no


experimentarlo porque YA lo estás experimentando. YA está
sucediendo.

ACEPTAR INCONDICIONALMENTE la Realidad (amarla) no


significa que te guste ni que tengas que ponerte a celebrarla ni a
pegar saltos de alegría. Es una Aceptación motivada por la
Comprensión de cómo funciona la Vida. De cómo ES. Da igual tus
pensamientos sobre ella. Tus valores. Tus principios. Tus correctos.
Tus incorrectos. Tus justos. Tus injustos. LO QUE ES es LO QUE
ES.
Puedes sentir tristeza, ira, asco, dolor. Pero esas emociones no te
hacen sufrir. Es la lucha interna contra ellas la que lo hace. El rechazo
de ser lo que estás siendo. El rechazo de lo que llamas defectos. De
tus vicios. De tus adicciones. De tu personalidad.

Sufrimos porque queremos que la Realidad no sea como está YA


siendo. Porque nosotros no somos como queremos ser, pensar,
sentir. Como creemos que deberíamos ser, pensar, sentir. Nosotros
o los demás.

Cuando te RINDES a LO QUE ES, dejas de sufrir automáticamente.


Pero tiene que ser una Rendición Absoluta. Y para que se produzca
esa Rendición es necesaria una Comprensión Profunda de todo lo
que he explicado.

No puedes cambiar lo que YA está sucediendo. Así que hay dos


opciones: o lo aceptas y estás en Paz contigo y con el mundo, o lo
rechazas y estás en guerra contigo y con el mundo.

Es así de simple.

¿Dónde está el problema? Que no existe un “yo” que pueda decidir


RENDIRSE. Ni rendirse ni no rendirse.

No eres un “alguien”, una identidad separada de la Vida, de la


Existencia, que es autora de su vida, de su existencia. La Vida es
UNA, así que no existe “tu vida” ni “mi vida”.

Lo que eres tú y lo que soy yo (y todo y todos) es la misma Vida


siéndose a sí misma a través de ese organismo cuerpo-mente que,
a su vez, es una forma que adquiere esa Vida. Como el Mar
adquiriendo la forma de ola.

La única diferencia entre la ola y “nosotros”, es que “nosotros” somos


Conscientes (menos cuando dormimos).

No somos autores de nada. Se producen decisiones, pero no las


tomamos nosotros porque “nosotros” no existe. Es un suceder de la
Vida. Un SIENDO constante que se “mueve” al unísono, no por
partes. Hay UNA sola Energía SIÉNDOSE.

Una ola no decide cómo es ni hacia dónde va. Las olas no se mueven
de manera individual y separada del resto. Es el MAR el que se
mueve porque sólo existe el MAR.

Somos ETERNIDAD. Somos INFINITUD. La Muerte tan sólo es la


muerte de lo ilusorio. De la identidad que no es real. Del sueño. De
la forma.
La ola muere en la orilla, pero el Mar sigue vivo porque es LO REAL.

El libre albedrío no existe porque no existe “alguien” que pueda


tenerlo.

Nos creemos que somos nosotros los que tomamos las decisiones,
los que elegimos, pero es una falsa percepción que proviene de la
ilusión de que somos la identidad individual y separada que se ha
creado debido a la identificación que ha hecho la Consciencia con la
mente.

Y la Consciencia es la misma en ti que en mí que en cualquiera. No


hay millones de Consciencia individuales que están evolucionando o
despertando o ampliando. Sólo hay UNA. Siempre hay solo UNO.

Una Vida. Un “tiempo”. Un “espacio”. Un Alma. Y una vida, un tiempo,


un espacio y un alma que son UNA misma cosa también, pero
percibida como esa forma.

Se les ha puesto nombre para que podamos comunicarnos. Igual que


al CUERPO se le ha dividido en partes: mano, pie, cabeza, oreja,
ojo... Pero son UNO. No están separados. Sólo nuestra mente dual
los separa.

La piel de la mano es la misma piel que la del pie. No son pieles


distintas.

La Vida se vive a sí misma a través de diferentes formas. Una de


ellas es el organismo cuerpo-mente (o Ser Humano) que tiene una
serie de características distintas entre ellos. Como si cada uno de
nosotros tuviese una programación y, en base a esa programación y
lo que se va experimentando, pues reaccionamos de una manera o
de otra. Como si fuésemos un personaje de una película
interpretando un papel. Un papel, un guión, que no elegimos. Que
nos es dado. Y que vamos desarrollando instante a instante,
independientemente de “nosotros” (no existe ese nosotros, sino solo
Vida).
Un ordenador no elige nada. Funciona según lo programado. No
puede elegir dejar de ser ordenador. No puede elegir pasar a ser una
nevera.

Lo que crea el conflicto es que tenemos una mente que piensa, un


organismo-cuerpo que siente y una Consciencia que es consciente
de todo ello. La Rosa no se plantea ser de otra manera. Ni el perro
sufre por ladrar en lugar de maullar. Y son la misma Vida que
nosotros, pero con esa forma y teniendo una experiencia de “rosa” y
de “perro”.

Cada uno de nosotros somos Perfectos YA. Nuestro personaje es


perfecto, sea como sea. Porque la Vida es Perfecta como Es, aunque
nuestra mente la juzgue como incorrecta y oscura.

¿Verdad que cuando estás viendo una película no te pones a juzgar


el papel de los personajes? Los ves todos “adecuados”. Todos y todo
necesario para el desarrollo de la película.

No hay nada que alcanzar. TODO ESTÁ BIEN siempre. No somos


una versión a mejorar. Somos una Vida en forma de Ser Humano que
simplemente está viviéndose. Está SIENDO como Es. Igual que el
Sol es como es. Y la luna es como es. No se tienen que Iluminar. No
tienen ninguna misión ni objetivo ni propósito de vida. Solo SER lo
que SON. Y eso siempre lo SON porque no pueden ser otra cosa.

Por mucho que un pájaro se disfrace de pez, seguirá siendo un


pájaro.

Todo aquello que hemos experimentado, experimentamos y


experimentaremos ES LO QUE ES. Es Perfecto. No podemos ser,
pensar ni sentir de otra manera. Cada uno con la suya. ¿Y cuál es la
suya? ¡La que ES en cada Instante! Ya sea con lágrimas o con
sonrisas. Con esfuerzos o sin esfuerzos. Con sufrimientos o sin
sufrimientos.

Tú no decides ni sufrir ni dejar de sufrir porque “tú” como identidad


ilusoria creada por la mente no eres real. No hay nadie en tu
organismo cuerpo-mente autora de “lo que sea”.
Estamos continuamente REACCIONANDO a impulsos internos,
pensamientos, emociones, ideas, creencias, gustos, que NO hemos
elegido ni estamos eligiendo. Pero esta obviedad es casi
imperceptible. Tienes que pararte y observarte muy atentamente
para DARTE CUENTA de que no eliges nada porque quien crees que
elige es una ilusión mental.

Si tienes libre albedrío, elige NO SUFRIR MÁS. ¡Adelante! Elige estar


siempre alegre. Sentirte siempre feliz. Elige reaccionar siempre de
manera adecuada. Elige sentir siempre Paz. Elige no equivocarte
nunca. Elige no dañar jamás a las personas que quieres. O que no
quieres. ¿Puedes hacerlo? Observa por qué no. Observa las razones
que tu mente te da para convencerte de que es imposible que “tú” (es
decir, el ego-identidad que quiere convencerte) no existes. Observa
el miedo que surge tras abrirte a la posibilidad de que “tú” no seas
quien crees que eres. Me da igual que creas que eres un cuerpo o un
alma individual.

¿Puedes decidir dejar de sufrir? No. ¿Quién se supone que lo


decide? ¿Por qué no lo has hecho hasta ahora? ¿Por qué nadie lo
hace?

¿Puede producirse el fin del sufrimiento en tu organismo cuerpo-


mente? Sí. Y sucederá si te tiene que suceder. Si está escrito en tu
guión-destino. Igual que sucede el gatear. ¿Decidiste tú empezar a
gatear o se produjo de manera espontánea, por un proceso natural?
Nada depende de “ti” porque “ti” no existe. Nunca nada lo ha hecho,
aunque haya parecido o parezca que sí.

Cuando COMPRENDES (y el comprender tampoco depende de ti)


esta realidad, dejas de sufrir, sufras o no. Si estás sufriendo, está
bien. Si estás en éxtasis, está bien. Si estás enfermo, está bien. Si
estás enamorado, está bien. Si te despiden del trabajo, está bien. Si
eres adicto, está bien. Si eres un santo, está bien. Si eres un pecador,
está bien. Porque TÚ NO DECIDES lo que eres y lo que no. Es la
Vida experimentando la santidad o lo contrario a través de “tu”
organismo cuerpo-mente.
Es la Vida experimentando un huracán, un terremoto, un tsunami, un
atentado, una violación, una boda, el volar, la búsqueda espiritual, el
orgasmo, una guerra, un abrazo, la ira, la intolerancia, la empatía, la
compasión, la ternura, el amor, el respeto, la agresividad... Y para
poder experimentar todo ello, se crea la mente dual con sus opuestos
que se proyectan en el Mundo exterior.

Es la Vida siéndose así. Sin razón. Sin propósito. Sin por qué. Sin
para qué.

El Sol no necesita de “alguien” para funcionar. Ni la naturaleza. Ni tu


cuerpo. Todo funciona “por sí mismo”. Un “sí mismo” que es la Vida,
no “yo” como Emma.

La Consciencia es consciente del personaje Emma, con todas sus


peculiaridades, con su forma de pensar, sentir, ser. Y el personaje
ES sin necesidad de “Emma”. Funciona sin necesidad de “Emma”.
Se producen cambios en ella, pero ella no los produce. Es la Vida
moviéndose en forma de Emma.

YO SOY la Consciencia siendo consciente de TODO lo que sucede


en Emma y a través de Emma. En ocasiones, me pierdo en la
identidad ilusoria, en el personaje. Me olvido de “qué soy” en
Realidad. Pero ese olvido también es perfecto y forma parte de LO
QUE ES. No depende de Emma porque Emma no es alguien que
decida nada. Y la función de la Consciencia es “ser consciente”. Ya
está.

El SOL calienta a la temperatura que calienta. No depende de él. No


puede ni subir ni bajar su temperatura. Se hará si tiene que suceder
por un proceso GLOBAL y natural de la Vida que somos todo y todos.

Haga lo que haga Emma, piense lo que piense, sienta lo que sienta,
reaccione como reaccione, no depende de ella. No es responsable
de nada.

¿Es acaso el personaje de una película responsable del papel que le


toca jugar? ¡Si no lo ha decidido!
Cuando te despiertas por la mañana, ¿haces responsable a los
personajes de tus sueños de los sueños que tienes? ¿Pueden acaso
ellos elegir? ¡Si ni siquiera saben que están en un sueño! ¡Si ni
siquiera saben que no son reales!

¿Y te haces responsable a ti de lo que sueñas? ¡Si no puedes


elegirlo!

Que un personaje de una película se juzgue a sí mismo y sufra por el


papel que interpreta, por sentir como siente, por ser un ladrón, por no
ser valiente, por no ser como le gustaría que fuese, por no tener lo
que le gustaría tener..., no tiene ningún sentido. Porque su papel es
ÉSE. Ya es Perfecto así. Ya lo está haciendo “bien”. Ya ES “bien”,
aunque interprete un personaje “oscuro”.

Y el juzgarse a sí mismo y el rechazarse y el sufrirse también es su


papel. También es correcto, perfecto, bien.

No hay que alcanzar nada. Ni siquiera la felicidad ni el fin del


sufrimiento. Sucederá en ti si tiene que suceder. Si está escrito en tu
guión. Pero no depende de “ti”. No depende de Emma que Emma
sea feliz, sienta paz, llegue a su mejor versión, sea buena persona,
tenga éxito, abundancia, dinero, salud y amor.

Si le toca no tener pareja, no la tendrá. Si le toca sufrir con los


vínculos, sufrirá. Si le toca quedarse ciega, le tocará. Si le toca ser
famosa, le tocará. Si le toca matar a alguien, le tocará. Y todo
independientemente de Emma porque Emma tan solo es un
personaje, una ilusión, una forma que no es autora de nada.
No sufrimos porque queremos, sufrimos porque ES LO QUE ES.
EL SENTIDO DE LA VIDA

Y, ¿qué sentido tiene la Vida, entonces? Ninguno. ¿Qué sentido tiene


que exista un cactus o un lirio o un mosquito?

La Vida no tiene ninguna meta, ningún destino, ningún “para qué”. Es


un SIENDO. Un EXISTIENDO. Un movimiento vital que será lo que
tenga que ser, pero no porque lo tenga que ser (obligación) sino
porque será eso en ese momento por un SIENDO natural. Porque se
desarrollará así “porque sí”.

La Vida es un constante fluir de causa-efecto. Una causa-efecto que


es UNA también. Es la mente la que pregunta. La que busca
respuestas, razones, motivos, propósitos, fines, objetivos para sentir
que controla. Para sentirse segura. Y así es porque así tiene que ser.
Porque así funciona la mente. Pero no la Vida. Pero no Dios. Pero no
la Totalidad. Pero no el UNO. Pero no el Silencio. Pero no el Amor.

El Sentido de la Vida es vivirse como se vive a cada instante. Ni de


esta manera ni de esta otra. Ni así ni asá. Ni tiene que ser agradable
ni desagradable. Es como es. Sin etiquetas. Sin juicios. Sin
interpretaciones. Sin opiniones.

Y nosotros somos esa Vida siéndose en forma de Emma o de “quien


sea”. Emma puede tener un propósito dentro del papel que interpreta.
Pero no es algo que ella elija ni decida. Ni el fin ni los medios ni los
pasos ni el camino ni el caminar. Emma será como tenga que ser.
Llegará a donde tenga que llegar. Da igual. Sea lo que sea, será
perfecto. Los tropiezos serán perfectos. Las reacciones fuera de
lugar serán perfectas. Los defectos serán perfectos. Porque su forma
de Ser... es perfecta porque es la que la Vida ha “decidido” y sigue
decidiendo (sin decidir) que sea. Es un papel que está interpretando
instante a instante y que no puede cambiar porque Emma no es Real.
Es una ilusión más.
Emma no necesita de Emma para vivir(se). Se vive igual que se vive
el Mar, la Luna o el Sol. Independientemente de ella. Si Emma dice:
pues no hago nada, Emma seguirá funcionando igual. Porque hay
una energía vital que la moverá. Que es la que siempre la ha movido
hacia un lugar o hacia el otro. Que es la que la lleva de la mano hacia
“no se sabe dónde”.

¿Para qué? Para NADA. Para simplemente SER “LO QUE ES”.

Por eso, no hay nada de lo que preocuparse, aunque el


“preocuparse” tampoco depende de ti.

¿De qué tiene que preocuparse el personaje de una película? Si ya


lo tiene todo dado. Si no depende nada de él. Si la película se va a
desarrollar como se desarrolle independientemente de él.

Nada puede salir mal porque ese “mal” no existe. Es un juicio mental.
Nada más. La Realidad, LO QUE ES, es absoluta NEUTRALIDAD.
No hay dualidad bien-mal en la Vida, en la Existencia, en ESO.

Todo está bien, siempre. Tú ya eres perfecta. Y yo. Y todo. Y todos.


A Emma le gustaría que el mundo fuese de otra manera. Más
amoroso. Sin violencia. Respetuoso. Consciente. Sensible. Sabio.
Que desapareciera la soledad, el vacío, la rabia, la envidia, la tristeza
de la mirada de las personas. A Emma le gustaría tener más
paciencia, estar siempre alegre y contenta. Jugar. Divertirse. Bailar.
Cantar. Gozar. Hacer reír. Que siempre hiciera una temperatura
primaveral. Que brillara el sol. Enamorarse hasta las trancas y ser
correspondida. Y pasar el resto de su vida con esa mujer. Que no le
doliera nunca nada, que las personas a las que ama fueran felices y
que no sufrieran jamás.

Pero lo Real, lo que soy (Consciencia, Vida, Amor, Silencio, Dios...)


no anhela nada. No busca nada. No necesita nada. No quiere
cambiar nada de LO QUE ES. Ve la Perfección en todo y todos. Lo
Ama todo y a todos. Porque es Perfección. Porque es Amor. Porque
lo ES TODO. Y NADA, a la vez.

¿Qué Sentido tiene la Vida? SER. Solo SER.


EPÍLOGO

El Silencio todo lo ve (porque lo es todo) y todo lo ama (porque es


amor). No se puede cambiar la dirección del viento. Ni siquiera el
viento la puede cambiar. No depende de él. No depende de “alguien”.
Irá hacia donde vaya por esa ley de causa-efecto que se está dando
desde siempre y en cada momento. En cada AHORA. Que no para
nunca. Que es un continuo moverse. Un constante cambiar.

La forma y la no-forma son “la misma cosa”. La misma Vida. El mismo


Silencio cantando melodías. La quietud en movimiento. La Nada
FORMAndo el Todo.

Nada está Separado de LO QUE ES. Emma es una forma de LO


QUE ES. Igual que la ola es una forma del Mar.

Es como crear con una plastilina un gato. El gato no es real. Es una


forma de la plastilina. La plastilina es LO Real. Y aunque la plastilina
se identifique con la “forma gato” y se crea que es un gato real, no lo
es. Ni lo será jamás. Sólo se ha identificado con esa forma.

La vida humana, tal y como la percibimos, es como un sueño. No es


real, pero se siente como real cuando estás en él. Cuando estamos
durmiendo estamos soñando. Y cuando estamos en estado de vigilia
TAMBIÉN estamos soñando. Y el soñar, el sueño y el soñador ES “la
misma cosa”. La misma Vida siéndose así.

Lloramos, reímos, sentimos placer, sentimos dolor, emociones que


nos gustan, emociones que nos incomodan, experiencias durísimas
y dolorosas, experiencias extáticas y amorosas. Todo FORMA parte
de la experiencia humana en la que la VIDA se está SIENDO.

¿Y hacia dónde irá, cómo evolucionará la vida humana? No se sabe.


Nadie lo sabe porque se está dando en cada instante. Y cada instante
crea una causa que crea un efecto. Un efecto que crea, a su vez, una
causa que crea, a su vez, otro efecto. Porque causa y efecto no están
separados. Y “esta causa-efecto" con “aquella causa-efecto"
tampoco.

Y así funciona hasta que el sueño dure. Hasta que llegue al fin del
sueño Humano, que no de la Vida que es eterna.

Lo que reencarna no es “tu alma” ni “mi alma” sino la Vida. Cuando


muere el organismo cuerpo-mente de “quien sea”, la Vida que lo vivía
pasa a otro organismo cuerpo-mente.

Tu vida y mi vida son la misma Vida. No hay vidas separadas. No hay


vidas con diferentes karmas ni dharmas. Sólo hay UNA VIDA
viviéndose en millones de formas. En millones de olas. Todas siendo
el mismo Mar. Con la única intención de SER. ¿El qué? Lo que SON
por la causa-efecto que sean.

Las olas “mueren” y vuelven a surgir otras olas, con otras formas,
según el viento causa-efecto que haya. TODAS son el mismo Mar.
Ninguna separada del Mar. Ninguna se separó jamás del Mar porque
lo Real es el Mar, no la identidad ilusoria “ola”.

Seas como seas, YA eres lo que tienes que SER. Da igual cómo te
juzgues. Así, tal y como eres, eres Perfecta, siempre. Cada paso que
das es Perfecto. Tus juicios sobre ti también son perfectos. Tu
ansiedad es perfecta. Tu depresión es perfecta. Tu violencia es
perfecta (aunque la rechaces). Tu rechazo es perfecto.

Este libro tan solo es una descripción de LO QUE ES según “mi”


Visión de LO QUE ES. Según mi experiencia. Según mi
autoconocimiento. Según mi autoobservación.

No tiene expectativas ni la intención de nada, lo que no implica que


pueda causar un efecto en quien lo lea. Si lo hace, bien. Si no lo hace,
también bien. Porque TODO ES bien, aunque suene a “mal”. Porque
nada depende de “mí”. Ni tampoco de “ti”.
Lo único que puedes hacer es SER tú. Y para eso no tienes que hacer
ni dejar de hacer nada. Siempre eres lo que eres. Siempre eres LO
QUE ES.

RECUERDA:

TÚ no eres las olas. Eres el MAR.

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