Dominación e Institucionalización Formal - Legal - CASO DEL PAN
Dominación e Institucionalización Formal - Legal - CASO DEL PAN
Dominación e Institucionalización Formal - Legal - CASO DEL PAN
ISSN: 0186-1840
[email protected]
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Azcapotzalco
México
¿En qué difieren entre sí petencia entre partidos y el efecto que Un partido es un grupo de hom-
los partidos políticos? tiene sobre los mismos, tal como plan- bres unidos para fomentar, median-
Tres perspectivas teada en principio por Otto te sus esfuerzos conjuntos, el
Kirchheimer a mediados de los sesen- interés nacional, basándose en al-
ta. Sin excluir estas dos perspectivas, gún principio determinado en el
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no para la concepción contemporánea más difundida. Ha- Pero si el tema no está en el centro de la teoría sobre
bría que dar dos pasos más. Primero, pasar de principio a los partidos, está lejos de desaparecer. Así lo señala Alan
proyecto, sea de clases, nacional, social, o estructural. Segun- Ware en un libro más o menos reciente, en el que recupera
do, vincular ese proyecto con grupos o clases sociales. El la propuesta de “familias espirituales” en los partidos políti-
marxismo fue la versión más clara de esta distinción: de la cos, hecha por Klaus von Beyme. Los partidos siguen con-
división de la sociedad en burguesía y proletariado, pasó a servando los aspectos ideológicos que les dieron origen,
sendos proyectos de sociedad y a los partidos que lucha- aspectos que a veces tienen relación con la geometría políti-
ban por realizarlos o mantenerlos.Ya en una interpretación ca. Se trata de una presencia compleja y matizada. Matizada
lejanísima a la de Burke, incluso contraria a ella, pero basa- sobre todo por la dinámica de la competencia electoral.
da en su idea de partidos como sustentadores de princi-
pios. Esta concepción se ha asociado a la geometría política. Los efectos de la competencia electoral
Sobre todo desde posiciones de izquierda se ha considera-
do que la derecha está con las minorías privilegiadas y con Quizá la perspectiva que más ha contribuido a alejar la teo-
el pasado, y la derecha con las mayoría menos favorecidas y ría de los partidos de enfoque sociológico y de la geome-
con el futuro. Esto es más una especie de “estado de opi- tría política, es la que inauguró Otto Kirchheimer a mediados
nión” que un planteamiento teórico2. de los años sesenta. Propuso la idea de “partido atrapa todo”
Si el marxismo ha sido la versión fuerte de esta con- (catch all party) “escoba”, o “de todo el mundo”. Según ésta,
cepción que une a la clase social, con el proyecto y con el la lógica de la competencia entre partidos los lleva a buscar
partido, ha habido versiones más suaves, más empíricas, más más votos. Para ello van limando su radicalidad ideológica
interesadas en la explicación que en la transformación de buscando colocarse en el centro del espectro político, lo
la realidad. Destaca la teoría de los cleavages, fracturas o que les permite obtener más votos. Sin abandonar su “te-
líneas de ruptura de Stein Rokkan. En cuatro grandes frac- rritorio de caza” original, lo amplían para aumentar su pre-
turas de la sociedad este autor identificó el surgimiento de sencia en la sociedad.
los partidos políticos: campo–ciudad, burguesía–proletariado, Hay que subrayar que la perspectiva de Kirchheimer
iglesia–estado; centro–periferia. Estas divisiones sociales no niega el enfoque sociológico; algo importante conserva
dieron lugar a divisiones políticas, y en algunos casos a par- de él: si los partidos se han ido al centro es porque las
tidos, en las sociedades europeas. El caso más notable fue contradicciones y diferencias entre grupos sociales, al me-
el de la ruptura clasista, entre capitalistas y trabajadores: nos en las sociedades más desarrolladas, han disminuido.
fue la más general en el espacio y la más trascendente en el Tanto los cambios en la estructura social como la dinámica
tiempo. Lo que originó que se viera a los partidos en una de la competencia electoral han dado lugar al “partido de
sola dimensión, la ya mencionada izquierda–derecha. (Pa- toda la gente”, a la “lucha por el centro político”, y a que de
nebianco: 501-503). alguna manera los partidos se parezcan cada vez más entre
Esto explica que en muchos discursos la geometría sí (aunque hay que cuidar no exagerar esta afirmación). Es
política, y la supuesta base social que la fundamenta, siga lo que Panebianco conceptualiza como el paso del partido
predominando en algunas perspectivas políticas y opinio- burocrático de masas al partido profesional-electoral.
nes. No predomina en las perspectivas teóricas de los par- Ware considera que hay una tensión entre la ideología
tidos. No es el eje de ninguno de los libros “clásicos” sobre originaria de los partidos, que tiende a ser persistente, y la
partidos políticos publicados en el siglo XX: ni Michels, ni nueva dinámica de la competencia, que lleva a los partidos
Duverger, ni Sartori, ni Panebianco, centran sus análisis en a diluir su identidad partidaria para ampliar su captación de
este aspecto. votos. Es probable que sea una tensión existente en toda
democracia electoral: por un lado los partidos tienden a
2
Véase el análisis de Norberto Bobbio, donde muestra la dificultad mantener su identidad ideológica a largo plazo; por otro,
de tener un criterio claro y unívoco que distinga derecha e izquierda. tienden a flexibilizarla por la lógica de la competencia elec-
Aunque el recupera la distinción, centrándola en la idea de igualdad, que
es en su opinión la “estrella polar” del pensamiento de izquierda, la toral, que les impone la necesidad de incrementar su nú-
distinción de Bobbio queda tan llena de matices que casi se diluye total- mero de votantes3.
mente. El fascismo, por ejemplo, fue igualitario: igualó a los italianos como
súbditos, con “idéntico uniforme” Bobbio, Norberto, Derecha e izquierda,
3
Razones y significados de una distinción política, Taurus, Madrd, 1995, p. 172. Ware, Alan, Partidos políticos y sistemas de partidos, Istmo, Madrid,
(1995: 172). 2004, p. 88.
El
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En este artículo planteo una aproximación distinta al puros”. Esos “tipos” pueden ser útiles para pensar la reali-
estudio de los partidos políticos. No es alternativa a las ya dad a partir de ellos y, confrontando semejanzas y diferen-
expuestas, sino complementaria. Es además una perspectiva cias entre la realidad y el modelo, ser capaces de tener una
“menor”, pues no pretende explicar los aspectos más im- mejor comprensión de lo real.
portantes y globales de los partidos, sino un aspecto parcial. Es obvio pues que ninguno de los tres principales par-
Podría considerarse como una versión de la perspectiva ins- tidos en México es un tipo ideal. Por un lado porque nada
titucional: cuáles son las reglas que, en los hechos, los parti- en la realidad lo es. Por otro, porque los tres son parte de
dos políticos consideran legítimas para tomar las decisiones una misma realidad, de un mismo orden social, y están por
más importantes de la organización. Los tres principales par- lo tanto condicionados por eol mismo. Son organizaciones
tidos mexicanos a la vuelta del siglo se acercan de alguna que actúan en una misma realidad, que tienen que adaptar-
manera a los tres tipos ideales de legitimidad de Weber. se a ella. Más que tres formas radicalmente distintas de los
tres tipos de legitimidad institucional aquí planteados, se
Formas de legitimidad e institucionalidad trata de tres combinaciones distintas.
interna Todos los partidos mexicanos, por ejemplo, tienen una
dosis de legitimidad racional, en el sentido weberiano: la que
Weber consideraba la legitimidad como la aceptación, o se basa en las “ordenaciones estatuidas”, en las reglas escri-
más precisamente, como la creencia en la validez de una tas. Pero no en todos esa legitimidad tiene el mismo peso. En
autoridad o dominación4. Si consideramos las instituciones todos hay reglas no escritas que complementan o contradi-
como reglas del juego que guían la acción humana, sean cen a las “estatuidas”, pero las hay en distinta proporción6.
escritas o no escritas, es posible vincular a ellas la propues- En todos los partidos hay normas no escritas, negocia-
ta de Weber, si nos preguntamos por las normas legítimas ciones, acuerdos supralegales, o infralegales, intercambios no
en una determinada asociación política, y por el fundamen- normados por estatutos y reglamentos. En todos hay lideraz-
to de esa legitimidad. gos, a veces con dosis de carisma. En todos las reglas escritas,
Recordando la idea de Weber, sus tres tipo ideales de obligadas por la ley, juegan un papel importante, y a veces
legitimidad son la tradicional, la carismática y la formal legal: decisivo. Lo que cambia es la forma en que se combinan.
Existen tres tipos puros de dominación legítima. El fun-
damento primario de su legitimación puede ser: Institucionalidad “tradicional”
1. De carácter racional: que descansa en la creencia en o arquetipo: el Partido
la legalidad de ordenaciones estatuidas y de los derechos Revolucionario Institucional
de mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer
la autoridad (autoridad legal). De los tres principales partidos políticos mexicanos el más
2. De carácter tradicional: que descansa en la creencia interesante desde una perspectiva teórica es el PRI. Desde
cotidiana en la santidad de las tradiciones que rigieron des- luego porque resolvió el problema del poder en México
de lejanos tiempos y el legitimidad de los señalados por la durante varias décadas de una forma notablemente original7.
tradición para ejercer la autoridad (autoridad tradicional).
3. De carácter carismático: que descansa en la entrega 6
Esta distinción entre normas escritas y no escritas no es exclusiva de
extracotidiana a la santidad, heroísmo o ejemplaridad de México ni de los partidos mexicanos. Ninguna sociedad contemporánea
una persona y a las ordenaciones por ella creadas o revela- elude esta dualidad. Cambia la proporción y la forma de cada ámbito de la
das (llamada) (autoridad carismática)5. misma, pero siempre están presentes. Hasta en el país cuna de Descartes
y del racionalismo político, Francia, en su peculiar sistema semipresidencial,
Con Weber, hay que señalar que se trata de tipos puros,
se combina lo formal o escrito con la costumbre no escrita para dar lugar
de tipos ideales, de conceptos de alto nivel de abstracción a una peculiar diarquía, a una singular combinación entre los poderes del
que buscan guiar la reflexión y el análisis empírico, no sus- presidente y del primer ministro. La regla escrita, la constitución formal, es
tituirlos. Pensar la institucionalidad interna de los partidos fundamental para las atribuciones de estos dos cargos. Pero la dinámica de
la política real ha creado costumbres que la complementan. Véase al res-
políticos a partir de la propuesta weberiana no puede ser pecto Sartori, Ingeniería constitucional comparada, FCE, México, 1994. 1994.
7
una aplicación mecánica. No existen en el mundo “tipos Véase la célebre frase de Sartori respecto al sistema de partido
hegemónico en México: “si el caso mexicano se evalúa por lo que es en
sí mismo, merece por lo menos dos elogios: uno, por su capacidad de
4
Weber, Economía y sociedad, pp. 25-30 y 170 y ss. inventiva, y el otro, por la forma tan hábil y feliz con que lleva a cabo un
5
Ibid., p. 172. experimento difícil…”, Sartori, Partidos..., Op. cit., p. 283.
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Pero también porque no fue resultado de un diseño previo, El toque final de esta institucionalización tuvo que ver
basado o no en otras experiencias. Aunque para la funda- con la prohibición de la “salida”, la constitución de facto del
ción del Partido Nacional Revolucionario se revisaron ex- PRI como monopolio para la clase política. En las elecciones
periencias de otros partidos, sus características son presidenciales de 1929, 1940, 1946 y 1952 el principal y casi
notablemente originales. único reto que enfrentó el partido en el poder fueron las
Es un arquetipo, no un ideal8; su dinámica ha reflejado escisiones de políticos que contendieron como opositores.
más las características de la sociedad y la política mexica- Se fue gestando entonces la regla de oro del sistema priista,
nas que las teorías de partidos políticos o del diseño ins- o una de sus reglas de oro: todo dentro del PRI, nada fuera de
titucional. Las afirmaciones de que el gobernador de él; los candidatos del PRI siempre ganan, los de la oposición
Estados Unidos en México en la época del fundación del siempre pierden; salir del PRI es salir de la política. El caso
PNR , Dwight W. Morrow, influyó notablemente en las ca- más claro y más dramático es el de Salvador Nava a princi-
racterísticas de este partido, son sin duda exageradas, pios de los años sesenta: un buen priista, notablemente po-
como mucho de lo dicho por el autor de esta tesis, José pular en su ciudad, pero que por no respetar esta regla de
Vasconcelos, y a pesar del eco que encontraron en una oro terminó en el Campo Militar número 111.
obra clásica sobre la formación del partido de la “revolu- ¿Qué tipo de institucionalidad es esta? ¿En qué sentido
ción institucionalizada”9. puede considerarse una dominación “tradicional”? Llama la
Además de que el PRI no se constituyó de una sola vez. atención desde luego el predominio de las reglas informa-
Fue adquiriendo sus características a lo largo de varios años. les o no escritas sobre las formales. En ningún lado se es-
Calles, en 1929, puso la primera piedra, pero a lo largo de cribió nunca, como regla formal del partido, que la “salida”
los años el partido fue adquiriendo las características que del PRI estaba prohibida, que cualquier priista que dejara su
le permitieron perpetuarse en el poder. Más que un parti- partido para contender por la oposición acababa con su
do, una “parte” entre otras, el partido fue “el todo”. Coin- carrera política. Tampoco se formalizó la norma de que el
cidió con la clase política, o al menos con la clase política presidente de la república en turno elige a su sucesor, pero
legitimada por ella misma para acceder al poder. que renuncia a influir en él una vez que su periodo a termi-
En este proceso la fundación del PNR fue sólo el inicio nado. Ni nada que diera lugar a la dinámica general del sis-
de la historia en la formación de este arquetipo partidista. tema: la subordinación de la clase política al PRI, y del PRI al
La no reelección consecutiva de legisladores, que práctica- presidente de la república.
mente acabó con la autonomía del poder legislativo, fue Estas normas no escritas fueron sin embargo notable-
otro paso importante en la subordinación de la clase polí- mente eficaces. Normaron durante décadas la vida no sólo
tica al partido. La expulsión de Calles del país fue otro paso del PRI, sino de la política mexicana. Le dieron su institucio-
importante en la institucionalización del partido, pues aca- nalidad. El caso mexicano, o priista, muestra que se puede
bó con el maximato, con la subordinación de la clase políti- tener una institucionalidad basada primordialmente en re-
ca a un individuo. Otras dos medidas tomadas por Lázaro glas no escritas.
Cárdenas también fueron fundamentales en la consolida- Por otro lado, es notable el contraste entre esta infor-
ción de lo que sería el arquetipo priista: la incorporación malidad institucional y la imposibilidad de llamarla así. La
de obreros y campesinos organizados al partido y la nega- reglas del priismo que fueron vigentes por décadas no sólo
tiva del presidente de perpetuarse en el poder. Con esto no se escribieron, tampoco se aceptaron explícitamente.
se fue consolidando la doble subordinación que daría for- Un episodio elocuente al respecto es la XIII Asamblea Na-
ma al arquetipo prisita: la subordinación de la clase política cional Ordinaria del PRI, realizada el 3 y 4 de marzo de
al partido, y del partido al presidente10. 1987, y que al parecer tuvo un objetivo fundamental: mos-
trar el rechazo del partido a la Corriente Democrática,
encabezada por Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cár-
8
Para la distinción entre ideal y arquetipo y su aplicación a la política denas, y que por entonces empezaba a tomar forma. Quizá
véase Ortega y Gasset, José, “Mirabeau o el político” en Mauricio Meri-
no, Dos ensayos sobre Mirabeau, FCE, México, 1993, pp. 27-29. la idea que más trascendió de dicha Asamblea fue la pro-
9
Garrido, Luis Javier, El Partido de la Revolución Institucinalizada. La
función del nuevo Estado en México (1928-1945), S XXI, México, 1982,
11
p. 72. Reynoso, Víctor Manuel, Los dilemas del crecimiento. El Partido de
10
Aguilar Camín, Héctor, Después del milagro. Un ensayo sobre la tran- Acción Nacional y sus fracciones ante la vida política mexicana,Tesís doctoral,
sición mexicana, Cal y Arenas, México, 1988, 125 passim. Centro de Estudios Sociológicos, colmex, México, 2003, pp. 27, 192-104.
El
Cotidiano 133 31
nunciada por el entonces presidente del partido, Jorge de poder. Uno de ellos fue el rechazo a la política centrada en
la Vega Domínguez, quien rechazó la propuesta de demo- individuos y la búsqueda de una política más centrada en ins-
cratizar la selección del candidato a la presidencia del PRI tituciones, en organizaciones. No fue un rechazo sólo al
aludiendo a las “reglas no escritas” de la política mexicana. PNR y al PRM.También a la actitud de uno de los más impor-
Se refería, sin decirlo, al nombramiento del candidato priista tantes maestros del fundador del PAN Manuel Gómez Morin:
por parte del presidente en turno. Lo notable es que ha- José Vasconcelos.
blar de este tema, aludir a lo que había sido la realidad La idea de un país de instituciones por encima de los
priista, provocó un escándalo. Algo que dice mucho sobre partidos la venía madurando Gómez Morin por lo menos
este arreglo institucional: las cosas se hacían de una deter- desde el segundo lustro de los años veinte. Fue una de las
minada manera, pero no se podía aceptar, públicamente y razones de su distanciamiento con Vasconcelos, quien en
en un acto oficial, que así era12. 1929 prefirió una campaña centrada en su persona a fun-
¿Quién diseñó esas reglas? No por supuesto Morrow, dar un partido político, como Gómez Morin lo proponía13.
como denunciara en su peculiar estilo José Vasconcelos. La Curiosamente, en esto coincidía el panista con Plutarco
misma clase política en el poder fue diseñando, sin proyec- Elías Calles, al menos a nivel del discurso. Haciendo a un
to previo, una institucionalidad que le permitiera resolver lado el estilo retórico, Gómez Morin podía haber hecho
los problemas propios del ejercicio del poder, como la es- suya la celebre frase de Calles en donde proponía:
tabilidad, la sucesión, la jerarquización de los distintos miem-
bros de la clase política. …pasar de la categoría de pueblo y gobiernos de caudi-
En algo esta institucionalidad recuerda una de las ca- llos, a la más alta y más respetada y más productiva y más
racterísticas que Durkheim atribuía a los hechos sociales: pacífica y más civilizada condición de pueblo de institu-
se les imponen a los individuos como cosas. Como algo ciones y leyes14.
externo a lo que no es posible resistirse, como no se podía
resistir a las normas de la institucionalidad informal priista La diferencia entre el panista y el fundador del PNR,
si se quería ser parte de la clase política. entre otras muchas, fue que éste tuvo que lidiar con las
En ese sentido la dominación priista evoca al concepto exigencias, limitaciones y contradicciones de la política na-
de dominación tradicional: algo impuesto desde fuera, por cional, mientras que Gómez Morin fundó un partido que
el peso de la sociedad política y de sus normas no escritas. pudo ser incubado por largos años en la oposición.
Algo no escrito, pero eficacísimo y bien conocido por to- Desde los días de su fundación los panistas se propu-
dos los actores que participaban dentro de la institución. sieron ser un partido de doctrina y normas escritas. A eso
Mucho de esa institucionalidad ya se fue.Ya es posible algo dedicaron los días de la fundación del partido en septiem-
que no lo era antes de 1987: salir del partido y no acabar con bre de 1939. A pesar de tratarse de una de las coyunturas
la propia carrera política, como lo muestran los casos de Cuauh- electorales más intensas en la historia del país, la sucesión
témoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, López Obrador y de Lázaro Cárdenas, los fundadores del PAN pudieron tras-
muchos otros más. Algo queda. El reto actual del PRI, entre cender la coyuntura por su afán de ver el largo plazo. En
otros, es combinar lo que queda de aquella institucionali- ese afán ha sido subrayado, hasta la exageración, el énfasis
dad con las nuevas exigencias. Las normas no escritas segui- de los panistas en la doctrina. Poco se ha visto, en contras-
rán teniendo un peso importante, pero lo más probable es te, la importancia que dieron a sus estatutos, a su interés
que mucho menor que en el periodo del priismo clásico. en tener un país “de instituciones y leyes” que empezaba
por el mismo partido. Interés que se expresa incluso en
Dominación e institucionalización expresiones hoy en desuso en la forma y en el contenido,
formal-legal: el caso del PAN
13
En varios sentidos la fundación del Partido Acción Nacio- Véase Krauze, Enrique, Caudillos culturales de la Revolución Mexicana,
SEP-CONAFE/S XXI, México, 1985 y Garciadiego, Javier, “Jóse Vasconcelos y
nal fue una reacción contra la clase política mexicana en el Manuel Gómez Morín: afinidades y desacuerdos” en Universidad de
México, núm. 554-555, México, 1998.
12 14
Véase un interesante análisis de esta Asamblea en Garrido, Luis Calles, Plutarco Elías, “Discurso político del mensaje del presiden-
Javier, La ruptura. La corriente democrática del PRI, Grijalbo, México, 1993, p. te Plutarco Elías Calles, dirigido al Congreso de la Unión, en primero de
76, Aunque el autor no destaca esta paradoja entre las normas informa- septiembre de 1928”, en PRI, La democracia institucional, Talleres tipográfi-
les vigentes y la negativa a aceptarlas oficialmente. cos el Nacional Revolucionario, México, 1930, p. 11.
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por decir lo menos, como el defender “la eficacia de las 3. Del 2000 a la fecha (2005), cuando declina el liderazgo
jerarquías” contra el riesgo de anarquía interna. de Cuauhtémoc Cárdenas ante el de Andrés Manuel López
Es notable el hecho de lo poco que han cambiado los Obrador.
estatutos panistas en 65 años. Notable en sí mismo, pero Aunque durante los tres periodos ha habido cambios
más por el contraste con el cambio que ha tenido el lugar importantes, como la relación con el gobierno federal, el
del partido en la política del país: de la casi inexistencia a la proyecto más centrado en la movilización social que en
presidencia de la república. Más notable es que al parecer el partido, o el paso de ser oposición total a ser gobierno
el PAN se ha ceñido a sus normas escritas en un grado en importantes ámbitos16, la presencia del líder carismático
mayor que los demás partidos mexicanos. Un análisis de ha sido una constante en los 16 años de vida formal del
sus crisis internas puede mostrar lo anterior: todas han PRD y en los años que precedieron su fundación.
recorrido las instancias institucionales del partido: Asam- En cuanto a las relaciones con el gobierno, este parti-
bleas, Consejo, Comité Ejecutivo Nacional. Ahí se han ex- do pasó de una abierta confrontación durante el sexenio
presado los conflictos del partido, en ocasiones rebasando de Carlos Salinas (1988-1994) a una de oposición más coo-
dichas instancias, en ocasiones siendo resueltos en ellas. perativa, más institucional, durante los sexenios de Zedillo
Esto dicho en lo que se refiere al ámbito nacional; en los (1994-2000) y Fox. Durante el primero de los sexenios
ámbitos locales la dinámica es seguramente distinta. señalados el PRD no pasó de gobernar algunos municipios,
El que la legitimidad formal sea más notable en el PAN mientras que durante el gobierno de Zedillo accedió al
que en otras organizaciones no significa que este partido gobierno de importantes entidades, entre ellas la capital
se acerque a un “tipo puro”. Muchas decisiones han sido del país (1997) y estados como Tlaxcala (1998) y Zacatecas
tomadas siguiendo normas no escritas. El fundador panista, (1998).
Manuel Gómez Morin, tuvo en la fundación del partido y En 2000 se inaugura una nueva etapa en la historia el
en su modelo originario una presencia que en cierto senti- partido. Por un lado Cárdenas, que con su triunfo en la
do puede considerarse carismática. Pero la aproximación elección del Jefe de Gobierno del Distrito Federal en 1997
aquí propuesta, el considerar al PAN como un partido con había tenido un repunte tanto en su imagen ante la opinión
una mayor proporción de legitimidad formal que los otros pública como en su liderazgo al interior del partido, decayó
dos partidos mexicanos puede tener valor heurístico, para en ambas con su derrota, por tercera vez consecutiva, en
analizar, por ejemplo, los casos en que el panistmo se ha una elección presidencial. Agravó la derrota de Cárdenas
alejado de esa forma de legitimidad. el hecho de que el PRI perdió la presidencia de la república
por primera vez, no ante el PRD, sino ante el partido opues-
Institucionalidad carismática: el Partido to en el espectro político, el PAN.
de la Revolución Democrática Pero esto no acabó con el liderazgo carismático al in-
terior del PRD. En el mismo año de 2000, este partido ganó
Hay una concepción generalizada de que el Partido de la la elección gubernamental en el DF. Ahora con la candida-
Revolución Democrática tiene una de sus principales ca- tura de López Obrador, que ya había sido líder nacional del
racterísticas en el liderazgo carismático. De distintas for- partido. Esta conjunción, la tercera derrota de Cárdenas y
mas, así ha sido en las tres etapas en las que se puede dividir el triunfo de López Obrador, iniciaron un proceso de susti-
la historia de este partido, incluidos sus antecedentes: tución del carisma.
1. De l fundación del partido al fin del sexenio de Car- Algunos autores han opuesto el liderazgo carismático
los Salinas (1989-1994)15 a la institucionalización del PRD. Consideran que un liderazgo
2. De la elección presidencial de 1994 a la elección fuerte al interior de un partido impide la institucionaliza-
del 2000. ción del mismo. Desde otro punto de vista, el liderazgo
carismático puede dar lugar a una forma de institucionali-
15 zación, distinta la que dan otras vías, como la formal legal o
Podría incluirse también los antecedentes del partido, que arran-
can, según Luis Javier Garrido, La Ruptura..., Op. cit., p. 22. Con la primera la tradicional.
reunión “formal” de lo que sería la Corriente Democrática, realizada el
11 de julio de 1986 en casa de Ifigenia Martínez. Sin embargo, donde
16
aparece con claridad el liderazgo carismático de Cuauhtémoc Cárdenas Sobre estos cambios ver Proud’Homme, Jean-FranÇois, “El Parti-
es en su campaña como candidato a la presidencia de la república por do de la Revolución Institucional: las ambivalencias de su proceso de
tres partidos en principio (PARM, PPS y PST) en 1988. institucionalización” en Foro Internacional, Vol. XLIII, Núm. 1, 20032003.
El
Cotidiano 133 33
El hecho es que el liderazgo carismático no sólo per- El hecho es que el PRD se ha consolidado y ha crecido,
mitió el nacimiento de uno de los tres más importantes hasta el grado de que se considere altamente probable que
partidos en México, sino que le ha permitido subsistir, cre- alcance la presidencia de la república en el 2006. Esto de
cer y consolidarse en estos lustros, complicados para to- acuerdo no a las expectativas de sus militantes, sino en
dos, pero más para los partidos. base a las encuestas de opinión de los últimos tres años.
El carisma de Cárdenas surge, como era de esperarse Andrés Manuel López Obrador es el candidato con mayo-
desde la teoría de Weber, en una situación de crisis17. La déca- res preferencias entre los electores mexicanos. Lo que nos
da de los ochenta fue crítica en varios sentidos: estancamien- regresa a lo mismo: el carácter carismático del partido, su
to económico e inflación, cambio de modelo económico que proclividad, llamémosle así, a centrarse en un líder, en un
afectó intereses y desafió ideologías, insurrección electoral en hombre fuerte.
varias regiones del país que culminó en la elección presiden- ¿Qué es lo que explica que en México haya surgido un
cial de 1988, una de las más críticas en la historia del país. partido no sólo con un liderazgo, sino con una forma de
Si bien es de esperarse que un liderazgo carismático dominación carismática? ¿cómo explicar que se mantenga
surja en una situación crítica, no es tan probable que logre con éxito durante más de tres lustros? Sobre todo ¿qué
consolidar una institución. O que se “rutinice” el carisma, tipo de institucionalidad se deriva de esta característica, del
siguiendo a Weber. Más difícil es esperar una sucesión del liderazgo o la dominación carismática? El líder carismático
carisma, pues este es quizá el punto más difícil de este tipo tiene sin duda una gran influencia en el partido. Puede incli-
de dominación, dado que el carisma está, por definición, nar la balanza en decisiones importantes, como candidatu-
centrado en una persona, y es difícilmente transferible. ras y puestos de dirección. Pero sería ingenuo pensar que
no tiene límites. Inclinar la balanza es distinto a imponer
17
Weber, Op. cit., p. 847 y ss. arbitrariamente su voluntad.
196
www.nuevasoc.org.ve
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