3 CLASE Leguminosas Permanentes
3 CLASE Leguminosas Permanentes
3 CLASE Leguminosas Permanentes
LEGUMINOSAS PERMANENENTES
En esta clase estudiaremos las leguminosas permanentes más importantes desde punto de
vista forrajero en nuestro país y para la Norpatagonia. Sus características más importantes
en relación a la producción, como la adaptación a los distintos ambientes y los aspectos
relacionados con su utilización. Lo que tiene que ver específicamente con la siembra como
densidades, profundidades y mezclas forrajeras lo veremos en la clase que hablaremos de
implantación de pasturas.
Como actividad, deberán subir en el espacio de carga un cuadro que sintetiza información,
cuya consigna esta en ese lugar.
Se trata de una especie perenne que puede persistir entre cuatro y veinte años,
dependiendo del clima, la variedad utilizada y el manejo del corte o pastoreo. Puede
alcanzar una altura de 1 metro, sus raíces suelen ser muy profundas, hasta 4,5 m de
longitud, característica que le confiere una gran resistencia a la sequía.
Por su alta producción de forraje requiere suelos profundos, bien aireados, de reacción más
bien neutra (pH 6,5-7,5) y buena fertilidad. Necesita especialmente buen contenido de P y
en menor proporción S (Azufre). A medida que las condiciones reales se alejen de estos
parámetros óptimos, el cultivo disminuye su rendimiento y persistencia. La alfalfa tiene un
elevado consumo de agua que varía, tanto diaria como estacionalmente, de acuerdo con la
demanda evaporativa de la atmósfera y al estado fenológico del cultivo. No obstante, para
mantener altas producciones de forraje, la especie requiere de una apreciable cantidad de
humedad: entre 56 y 73 mm por t/MS/ha en promedio. O dicho de otra manera 700 a 900
milimetros de agua/año.
En Argentina se utilizan alfalfas de GRI (Grupos de Reposo Invernal) de 4 a 10. A los fines
prácticos, se agrupan a su vez en 3 bien definidos:
Los primeros cultivares de alfalfa utilizados en la Patagonia fueron los de tipo pampeano,
ecotipo que se desarrolló en condiciones de pastoreo, y que posee una tasa de crecimiento
Tanto CUF 101 como las alfalfas de tipo pampeano se utilizan todavía en mezclas
forrajeras, aun cuando existen en el mercado una importante cantidad de cultivares de
comportamiento superior. En la actualidad se cuenta con información sobre el
comportamiento de los nuevos cultivares que ingresan al mercado, a través de la Red de
Evaluación de Cultivares de Alfalfa, de alcance nacional, dónde los experimentos realizados
en el valle Inferior son los más australes del país.
Victoria SP INTA: Variedad creada por el INTA en el marco de sus programas de vinculación
tecnológica con empresas privadas. Es una variedad de grupo 6 que tiene una excelente
producción de forraje con moderada velocidad de rebrote. Combina altos rendimientos de
forraje con elevados niveles de persistencia y altos niveles de resistencia a plagas y
enfermedades.
Densidad de Siembra: Como para todas las forrajeras y todos los cultivos existe una
densidad óptima para sembrar alfalfa. Por su puesto que esta variará según varios factores,
primero de la calidad de la semilla que se utilice, como el poder germinativo; dependerá si
va sola o con una pastura polifitica acompañada de gramíneas e incluso otras leguminosas.
Utilización:
La alfalfa es unas de las especies forrajeras que admite formas de utilización más
diversificadas. Su valor nutricional como alimento para el ganado radica principalmente en
la alta producción de biomasa por unidad de superficie, alta concentración de proteínas,
alta digestibilidad y elevado consumo por los animales. Entre las diversas formas de
utilización podemos mencionar el pastoreo directo, la henificación, silajes y henolajes.
La henificación fue el primer proceso utilizado por el hombre para conservar y transferir el
excedente de forraje de épocas de mayor oferta hacia épocas menor oferta forrajera. Es
una forma de conservación de forraje por la “vía seca”, es decir, consiste en reducir lomás
rápidamente posible la humedad del forraje, que en alfalfa oscila entre 70-80 %. La rápida
desecación para la posterior confección del heno permite almacenar el forraje por largos
periodos sin que se modifique su composición química. La henificación puede adoptar
distintas formas como el fardo, rollo o megafardo.
Otra forma de conservar el forraje de alfalfa es por la “vía húmeda”, entre ellas se pueden
mencionar el silaje y henolaje. El silaje es aquel forraje que es almacenado con una alta
humedad (60-70 %). El forraje ensilado sufre un proceso de fermentación anaeróbico a
muy bajo pH. La eliminación del oxígeno durante la etapa fermentativa es importante debido
a que detiene la respiración del forraje y previene el desarrollo de bacterias no benéficas
para el proceso.
Leguminosa perenne, herbácea perenne nativa de Europa, norte de África y Asia occidental.
Tiene un comportamiento cosmopolita, ya que aparece en distintos ambientes de clima
templado húmedo. Es de porte rastrero y estolonifero, genera raíces adventicias en los
nudos. Su crecimiento en otoño-inverno-primaveral. alcanza una altura de 10 a 25 cm y
posee estolones que le confieren una gran adaptación al pastoreo en zonas templadas de
todo el mundo. Se propaga por estolones y semillas, resembrándose muy fácilmente.
Utilización
El trébol blanco es una especie que tolera el sobrepastoreo. Los animales no consumen los
tallos, ubicados al ras del suelo y de crecimiento horizontal; sólo las hojas están disponibles,
por lo que mantienen un alto valor nutritivo aún en floración. Cada nuevo rebrote en trebol
blanco se produce a partir de la yema terminal de los estolones y de las yemas ubicadas en
las axilas de las hojas, las cuales dan origen a nuevos estolones responsables de la
prennidad de la especie. Este proceso que se repite luego de cada corte o pastoreo es
acompañado por cambios importantes en el volumen de sustancias de reserva de las
plantas. Estas descienden en forma apreciable luego de una defoliación, pero son
recuperadas rápidamente debido a la buena capacidad de fotosintetizante de los estolones
y a la alta eficiencia del área foliar a medida que se desarrolla.
El trébol rojo es una planta perteneciente a la familia de las leguminosas, nativa de Europa,
oeste de Asia y noroeste de África. Es una herbácea perenne de 10 a 60 cm de altura,
aunque puede alcanzar hasta 110 cm. Se comporta como perenne en zonas frías o como
cortamente perenne en ambientes más cálidos. Se ha naturalizado en muchas áreas de
América y otras regiones por escape del cultivo. Tiene tallos erectos y ascendentes, un
sistema radical pivotante y numerosas raíces adventicias que forman una corona en el
cuello de la planta.
El trébol rojo es bastante exigente en humedad: requiere 700 mm como mínimo. No soporta
el encharcamiento prolongado ni la sequía. Prefiere suelos bien drenados con una
profundidad media a profunda. Tolera mejor que la alfalfa los suelos de baja fertilidad, así
como más ácidos y es poco productivo en suelos arenosos (livianos).
Debe sembrarse temprano en el otoño, dado que sus plántulas son sensibles al frio. En
siembras oportunas, compiten fuertemente con otros pastos y leguminosas particularmente
bajo condiciones favorables de humedad y temperatura y producen altos volúmenes de
forraje en su primer año. Esta característica compensa su vida corta y justifica su inclusión
en mezclas para praderas permanentes , las cuales normalmente no son muy productivas
en el primer año y principios del segundo.
Existe una pequeña oferta de cultivares nacionales. El Sureño INTA es una variedad de uso
tradicional muy difundida, aunque es frecuente que en el mercado nacional se comercialicen
semillas importadas cuyo comportamiento se desconoce. El trébol rojo es poco utilizado en
Patagonia. Las variedades se las clasifica en función del porte (altas: más adaptadas al
corte; bajas o postradas: adaptadas al pastoreo) o por el grado de ploidía (diploides o
triploides).
Utilización
Se puede utilizar en corte o pastoreo y dado su porte erecto es más apropiado para
aprovechar con bovinos que con ovinos. Si es cortado puede suministrarse verde,
henificado o ensilado. Es una leguminosa más apropiada para el ensilado que para el
secado y henificado, ya que las hojas secas se caen, se ennegrecen y los fardos y rollos
poseen una elevada proporción de tallos.
Es una leguminosa perenne originaria del Mediterráneo, de hábito rastrero, que crece
mediante estolones, con tallos de hasta 45 cm que enraízan en los nudos. Arraiga
superficialmente y es muy semejante al trébol blanco, aunque es más bajo, sus hojas
tienden a ser más duras y sus cabezuelas florales son similares a la frutilla.
Es posible diferenciarlo del trébol blanco porque sus hojas poseen venas más cerradas y
ramificadas y no posee la típica mancha blanca.
Además de propagación vegetativa posee una alta capacidad de dispersión por las semillas,
que se encuentran rodeadas de una envoltura globosa que les permite flotar o ser
transportadas por el viento. Es una especie de clima templado que presenta tolerancia al
frío. No tolera veranos secos.
Es una leguminosa muy bien adaptada a suelos mal drenados, soporta niveles altos de
encharcamiento y períodos prolongados de inundación. Se adapta a una amplia gama de
suelos, desde arenosos hasta arcillosos con pH variable entre 5,5 y 8,5, aunque está más
adaptada a suelos neutros o alcalinos. Es tolerante a la salinidad y requiere suelos
profundos, compactos y arcillosos.
El trébol frutilla tiene una baja velocidad de crecimiento, por lo que su implantación es lenta,
cubre bien el suelo, y se mantiene verde todo el año.
Utilización
Se lo utiliza para pastoreo, en mezcla con gramíneas, a las que suministra N. Se lo siembra
principalmente con festuca o agropiro alargado, que se adaptan a suelos donde prospera
el trébol frutilla. Produce forraje de alto valor nutritivo, destacándose el contenido de
proteínas. Sembrado puro puede producir empaste o meteorismo.
Produce en suelos de drenaje pobre y tiene una mayor tolerancia a períodos prolongados y
sucesivos de anegamiento. Persiste en suelos neutros a levemente alcalinos y
moderadamente salinos. Una vez implantada, si mantiene algunos folíolos por encima del
agua, puede sobrevivir a la inundación y recuperarse bien luego del exceso de humedad.
Considerando su capacidad para soportar inundaciones, ambientes salobres y adaptarse a
una amplia gama de suelos, el mejoramiento genético del trébol frutilla podría ser de interés
estratégico para contribuir al desarrollo ganadero de zonas marginales de la Argentina.
Cultivares
El trébol frutilla tiene poca importancia como forrajera: hay un solo cultivar de origen
nacional, La Lucila, y existe una escasa oferta de variedades en el mercado internacional.
Trébol de Cuernitos
Es una especie poco exigente en suelos, admite pH de 5,5 a 7,5 y no prospera en suelos
arenosos ni que se encharcan y tolera una ligera salinidad. Persiste en suelos de baja
fertilidad, pobres en P y K, que son marginales para el trébol blanco o la alfalfa.
El Lotus corniculatus tolera una ligera salinidad, aunque persiste en suelos compactos,
húmedos y levemente alcalinos. Tolera sequías gracias a un sistema radical desarrollado y
soporta inundaciones temporarias y drenaje pobre, aunque en menor medida que Lotus
tenuis.
Utilización
Crece desde las yemas de la corona y las yemas axilares de los tallos pastoreados. Su
crecimiento vegetativo no se detiene en la floración y continúa durante y luego de la misma.
Debido a esta característica de crecimiento ininterrumpido, acumula pocas reservas en
raíces y corona.
Los pastoreos muy intensos durante la primavera y el verano pueden retrasar el rebrote,
debido a la eliminación de las yemas presentes en la corona. Si con pastoreos intensos se
elimina todo el tejido verde y la planta cuenta con escasas reservas, se retrasa el rebrote.
Es una planta herbácea, perenne, de crecimiento postrado. El tallo principal forma una
corona que posee numerosas yemas capaces de producir ramas herbáceas de crecimiento
indefinido. Estos ejes primarios se ramifican y dan origen a ramas secundarias y terciarias.
Al finalizar el ciclo reproductivo, las ramas mueren total o parcialmente y son reemplazadas
a partir de las yemas de la corona.
Es conocido como lotus, trébol pata de pájaro o lotus de hoja angosta. Se trata de una
leguminosa perenne que se ha naturalizado en campos bajos e inundables de la Pampa
Deprimida de la provincia de Buenos Aires, donde se destaca por sus buenas cualidades
forrajeras, la capacidad de establecerse en distintas pasturas y los aportes de N al sistema.
En nuestro país, el Lotus tenuis es una leguminosa forrajera naturalizada en campos bajos
y alcalinos. Es utilizada en los sistemas ganaderos de manera creciente desde los años 80,
debido a su adaptación a condiciones de anegamiento y sequía, su tolerancia a suelos
pobres en P, su productividad y alto valor nutritivo.
El lotus se reproduce por semillas, las que se producen en abundancia. Los vacunos
diseminan las semillas a través de sus deyecciones, favoreciendo la dispersión hacia áreas
distantes. La densidad de plantas de lotus puede incrementarse excluyendo el pastoreo en
el período reproductivo. Se han logrado buenos resultados en intersiembras sobre una
pastura degradada de festuca-agropiro en suelos pesados.
Imagen 7 : Planta en floración de Melilotus oficinalis.
El trébol de olor blanco (Melilotus albus) y el trébol de olor amarillo (Melilotus officinalis) son
especies muy similares y las plántulas pueden confundirse con las de alfalfa. Es posible
diferenciarlas frotando las hojas, que liberan un clásico olor a cumarina.
Son plantas herbáceas anuales o bienales con raíces pivotantes y profundas, de fácil
resiembra, que se pueden emplear como abono verde por el alto volumen que producen y
el elevado contenido de proteínas. Son especies melíferas.
Estos tréboles se propagan por semillas, se resiembran muy bien y suele ser conveniente
realizar escarificaciones de otoño en las pasturas, a fin de favorecer la germinación de las
semillas que se encuentran en el banco del suelo. Hay muchas semillas duras, que
mantienen viabilidad durante muchos años. El trébol de olor amarillo puede ser más
persistente que el blanco.
Ambas especies se utilizan para pastoreo directo, sembradas puras o con agropiro o
festuca, por su adaptación a suelos salinos y salino sódicos, donde no prospera la alfalfa.
No persisten en las mezclas donde terminan dominando las gramíneas.
Son especies aptas para intersembrar periódicamente.
Utilización
Ambas especies tienen una escasa cantidad de yemas de renuevo, por lo que toleran
pastoreos o cortes poco intensos y frecuentes. Se recomienda iniciar los pastoreos con 30-
40 cm de altura y dejar remanentes de alrededor de 15 cm. No es conveniente permitir la
lignificación de los tallos, porque el forraje pierde calidad rápidamente.
El trébol de olor amarillo tiende a lignificarse menos que el blanco y a ser más folioso. En
cuanto a la presencia de cumarina, el ganado se adapta al pastoreo de ambas especies en
poco tiempo. La presencia de dicumarina puede afectar el sabor de la leche y tener efectos
tóxicos si los animales se alimentan exclusivamente con estas leguminosas.
Bibliografía: