Apuntes - Preclasicismo y Clasicismo
Apuntes - Preclasicismo y Clasicismo
Apuntes - Preclasicismo y Clasicismo
1. INTRODUCCIÓN
1. 1. PERIODIZACIÓN
En la historiografía musical, los límites temporales del Clasicismo no están claros, si bien se
suele simplificar situando este período en la segunda mitad del s. XVIII, tomando 1750 como una
posible fecha de inicio al ser una cifra redonda y al coincidir con la muerte de Bach. Hay, sin
embargo, elementos que apuntan al estilo clásico ya en la década de 1720, en las obras
instrumentales de Telemann o Couperin, así como en las óperas bufas de Pergolesi. Esta transición
entre el Barroco y el Clasicismo, denominada Preclasicismo, incluye estilos como el galante y el
sentimental, y tiene como principales representantes a los hijos de Bach, a Sammartini y a los
compositores de la escuela de Mannheim.
A partir de 1770 aproximadamente llegan las obras de madurez de Haydn y, casi al mismo
tiempo, las de Mozart. Estos dos autores, a los que más tarde se une Beethoven, constituyen la
primera escuela de Viena o clasicismo vienés, de enorme influencia en toda la música posterior.
En cuanto al final del Clasicismo, si bien se suele dar otra fecha redonda (1800), esto se
basa más en el desarrollo de la literatura y, hasta cierto punto, de las artes plásticas. Beethoven es
considerado un autor que transita entre el Clasicismo y el Romanticismo, y durante el primer cuarto
del s. XIX encontramos elementos de cada estilo en mayor o menor medida en las obras de
Schubert, Rossini o Arriaga.
Se considera que, en comparación con la música del Barroco, la del Clasicismo racionaliza y
hace más “comprensible” la música al oyente. Son famosas las polémicas habidas en Francia a
mediados del s. XVIII como la Querella de los bufones, entre los partidarios de la ópera bufa de
Pergolesi y la tragédie lyrique francesa, o los artículos cruzados entre Rameau y el filósofo ilustrado
Rosseau. También Alemania el crítico musical Scheibe consideraba que la música de Bach era
demasiado compleja.
Podemos enumerar como características más definitorias de la música del Clasicismo las
siguientes:
– deja de emplearse el bajo continuo, aunque aún puede encontrarse el cifrado en algunas
obras religiosas y se sigue utilizando el clave en los recitativos de las óperas.
– el fraseo es más regular, organizado normalmente en períodos, frases y semifrases
simétricos. Por ejemplo, una frase de 8 compases dividida en dos semifrases de 4
compases cada una.
– las cadencias son frecuentes y se perciben con claridad, realzando el fraseo. Así, es
frecuente que la primera semifrase acabe en semicadencia y la segunda lo haga en
cadencia perfecta. De manera paralela, se simplifica el ritmo armónico.
– la textura es cada vez menos contrapuntística y cobra más importancia la melodía
acompañada. Un tipo de acompañamiento típico es el bajo Alberti, consistente en el
arpegiado regular de los acordes.
En el clasicismo vienés los cambios de textura son constantes, y en las obras de madurez
de Haydn y Mozart se renueva en cierta medida el uso del contrapunto.
– las dinámicas, al igual que las texturas, son cambiantes, y están más especificadas en la
partitura. El crescendo y el decrescendo se hacen comunes, sobre todo a partir de su uso
por los compositores de la escuela de Mannheim.
– hay nuevas plantillas instrumentales, como el cuarteto de cuerda, y la orquesta clásica es
más amplia y con papeles cada vez más independientes para los instrumentos de viento.
2. 2. ORGANOLOGÍA
– en viento se van incorporando más llaves a los instrumentos. La flauta de pico queda
relegada frente a la flauta travesera, y se incorpora el clarinete a la orquesta, sobre todo a
partir de Mozart. Junto a él, se utiliza en ocasiones el corno di bassetto, que es un
clarinete de tesitura más grave. La trompa, por su parte, pasa de ser un instrumento
ocasional a uno fijo en la orquesta.
De izquierda a derecha: clarinete en si bemol, corno di bassetto y trompa natural, todos ellos de
finales del s. XVIII.
– en percusión Haydn empieza a escribir los timbales en su altura real (antes se solían
escribir siempre con las notas do y sol, con independencia de la tonalidad). En las óperas
de Mozart (como El rapto en el serrallo) y también en algunas obras de Haydn como la
Sinfonía nº 100 “Militar” se incoporan otros instrumentos (triángulo, platos, bombo),
escritos en la partitura.
– en cuerda cae en desuso la viola da gamba, mientras que el luthier francés Tourte diseña
un nuevo tipo de arco similar al que se sigue empleando hoy.
La orquesta clásica tiene como plantilla más habitual en sus comienzos 2 oboes, 2 trompas
y la cuerda (más numerosa que en la orquesta barroca). Poco a poco se van incorporando
instrumentos, y así hallamos en las últimas sinfonías de Haydn y Mozart, o en las primeras
de Beethoven: 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 2 trompas (a veces 3 o 4), 2
trompetas, timbales y cuerda.
2. 3. FORMAS MUSICALES
2. 3. 1. MÚSICA INSTRUMENTAL
Secciones (Introducción)
/ : Exposición : / / : Desarrollo :/
(Coda)
principales: Recapitulación
Elementos de Tema A – Pte. - Tema B - Coda Elaboración de Tema A – Pte. - Tema B - Coda
cada sección: temas y motivos
En tonalidad mayor: I I → V → I I
En tonalidad menor: i i → III → i i
Los movimientos se agrupan en obras. Así, los principales tipos de obra para orquesta son:
– el concierto, para un solista y orquesta. Sigue, al igual que el concierto barroco, el orden de
tres movimientos, de los que al menos el primero está en forma sonata e incorpora una
cadencia (parte virtuosística sin acopañamiento orquestal, situada hacia el final del
movimiento) escrita por el compositor o por el solista.
– la sinfonía concertante es un concierto con varios solistas. Un ejemplo célebre es la
Sinfonía concertante para violín y viola, KV 364 de Mozart.
En música de cámara tenemos, ante todo, el cuarteto de cuerda (2 violines, viola y cello),
otra gran aportación de Haydn y que es desde entonces una de las plantillas instrumentales más
comunes. También son importantes el trío con piano (violín, cello y piano) y el quinteto de
cuerda (añadiendo al cuarteto una 2ª viola - en Mozart - o un 2º cello - en Boccherini -). Todas ellas
suelen seguir el orden de cuatro movimientos visto en la sinfonía, omitiendo a veces el minueto.
Mención aparte merecen las obras para viento o combinaciones de viento y cuerda (divertimentos
y serenatas, sobre todo), en las que destaca Mozart.
Por sonata (no confundir con forma sonata) se entiende una obra para instrumento solo
(como las Sonatas para piano de Mozart), en tres o cuatro movimientos normalmente. También se
denominan sonatas las obras para instrumento melódico y piano, como las Sonatas para cello y
piano de Beethoven.
2. 3. 2. MÚSICA VOCAL
El virtuosismo extremos del aria da capo en la ópera seria ya había encontrado numerosos
críticos (Marcello, Rousseau), y hacia mediados del s. XVIII el compositor alemán Gluck (1714-
1787) se propuso reformarla de acuerdo a los nuevos gustos del Clasicismo en obras como Orfeo y
Euridice, Alceste o Ifigenia en Áulide, todas ellas basadas en la mitología griega.
La reforma de Gluck se busca que la música sirva a la poesía, y para ello aporta los
siguientes cambios:
– se reduce al mínimo el virtuosismo vocal, y por tanto se abandona el aria da capo.
– la música caracteriza a los diferentes personajes.
– el recitativo seco (sólo con el clave) se sustituye por el recitativo acompañado (con la
orquesta).
– el coro y el ballet, ya existentes en la ópera barroca francesa, se integran en la acción y
constituyen una parte importante de ella.
No todos los compositores siguieron estos preceptos, pero es cierto que la ópera de este
período tiende a un menor virtuosismo vocal en favor de una melodía más sencilla, o reserva ese
virtuosismo para secciones concretas con justificación dramática. Las dimensiones y el papel de la
orquesta, por su parte, son cada vez mayores.
La ópera bufa, cantada también en italiano, adquiere un desarrollo desconocido hasta aquel
entonces gracias a Mozart, con tres obras maestras como Las bodas de Fígaro, Don Giovanni y
Così fan tutte. En ellas se mezclan elementos cómicos y dramáticos, y la música plasma a la
perfección los sentimientos de cada personaje. También se creó ópera cómica en otros idiomas,
sustituyendo los recitativos por partes habladas. El Singspiel, cantado en alemán, tiene una obra tan
representativa como La flauta mágica de Mozart.
La música religiosa, en paralelo a la secularización progresiva de la sociedad, es menos
abundante y combina el lenguaje operístico con otro más contrapuntístico heredado del Barroco.
Destacan en este campo las misas de Haydn y Mozart, así como el Requiem de este último.
En una categoría aparte se sitúan los dos oratorios en alemán compuestos por Haydn - La
creación y Las estaciones -, con elementos tanto sacros como profanos.
3. LOS COMPOSITORES
3. 1. PRECLASICISMO
3. 2. EL CLASICISMO VIENÉS
Este trío de compositores, también conocido como la primera escuela de Viena, no sólo
constituye el núcleo del Clasicismo musical, sino una de las cimas de toda la historia. A
partir de ellos, la música instrumental adquiere una primacía indiscutible.
– Joseph Haydn (1732-1809) trabajó casi toda su vida al servicio del príncipe Esterházy,
alejado de la urbe, lo que no le impidió que su música se difundiera por toda Europa y
parte de América llegando a ser el compositor más célebre de su tiempo.
Su música está llena de ingenio y de sorpresas y “bromas” hacia el oyente, a la vez que
ofrece un tipo de escritura instrumental y orquestal muy avanzado para su época.
A él se deben la concepción moderna del cuarteto de cuerda y de la sinfonía (compuso
104). En este último género destacan los dos ciclos compuestos en su época de madurez:
las 6 Sinfonías de París y las 12 de Londres, encargadas para ser interpretadas en
conciertos públicos en dichas ciudades. Entre sus últimas obras destacan los dos grandes
oratorios La creación y Las estaciones.
– Ludwig van Beethoven (1770-1827) nació en Bonn (Alemania) y muy joven se trasladó
a Viena, donde conoció a Mozart y fue discípulo, por un tiempo, de Haydn. Sus primeras
obras se encuadran todavía en el estilo clásico, pero amplía progresivamente la forma
musical y el dramatismo en su desarrollo, por lo que siempre se le ha considerado el
iniciador del Romanticismo en música.
Sus 9 sinfonías, sus 32 sonatas para piano, sus cuartetos de cuerda y sus tríos con piano,
además de la ópera Fidelio y la Missa solemnis, son la parte más conocida de su obra.
Algunos aspectos del estilo clásico, sobre todo en lo referente a la forma, permanecieron
durante bastante tiempo, ya que al fin y al cabo las obras de la primera escuela de Viena se
tomaban como un modelo a seguir. Esto se percibe incluso en un compositor tan claramente
romántico como Schubert.
Entre estos compositores clásicos de época más tardía destacan:
– el alemán Johann Nepomuk Hummel (1778-1837) compuso sonatas y conciertos para
piano, pero hoy es recordado sobre todo por su Concierto para trompeta.
– el bilbaíno Juan Crisóstomo de Arriaga (1806-1826), muerto prematuramente mientras
estudiaba en el conservatorio de París. Es autor de una Sinfonía y 3 cuartetos de cuerda,
obras de gran calidad. A veces se la ha llamado “el Mozart español”.