SuelosEcuador CaractersticasUsoyManejo
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Editores
2022
Catalogación en publicación IGM. Gestión Geográfica
Nombres: Espinosa Marroquín, José Antonio Elías, editor / Moreno Izquierdo, Víctor Julio,
editor / Bernal Gómez, Gustavo Ramón, editor /
Título: Suelos del Ecuador: Clasificación, Uso y Manejo. José Espinosa, Julio Moreno, Gustavo
Bernal (editores).
Descripción: Primera edición. / Quito: Instituto Geográfico Militar, 2022.
Identificación: ISBN 978-9942-22-557-3
Temas: Visión General de los Suelos de Ecuador / Suelos de la Costa / Suelos de la Sierra / Suelos
del Oriente / Suelos de las Islas Galápagos / Uso del Suelo en Ecuador / Erosión del Suelo en
Ecuador / Características de los Suelos en Ecuador y su Manejo / Microorganismos Benéficos en
Suelos de Ecosistemas Naturales y Agroecosistemas del Ecuador.
Clasificación: Sector Público Gubernamental (978-9942-22)
La presente obra fue posible gracias al auspicio del Instituto Geográfico Militar (IGM). El libro
es el resultado de la información generada, entre los años 2009 y 2017, por diversos proyectos de
inversión que el Estado ecuatoriano estimó eran prioritarios, como, por ejemplo, los proyectos
“Generación de Geoinformación para la Gestión y Valoración de Tierras de la Cuenca Baja del Río
Guayas” y “Generación de Geoinformación para la Gestión del Territorio a Nivel Nacional”, los
cuales se trabajaron a escala semidetallada.
Primera edición: 11 de abril, 2022.
©Instituto Geográfico Militar (IGM)
Av. Seniergues E4-676 y Gral. Telmo Paz y Miño, El Dorado.
Quito-Ecuador
ISBN 978-9942-22-557-3
Diseño de portada y Diagramación: Danny Lincango
Impresión: IGM
Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra sin la autorización escrita del titular de los
derechos patrimoniales.
La versión digital está disponible gratuitamente en el Geoportal del IGM:
https://www.geoportaligm.gob.ec/portal/index.php/estudios-geograficos/
Como citar este libro:
Espinosa, J., J. Moreno y G. Bernal (eds). 2022. Suelos del Ecuador: Clasificación, Uso y Manejo.
Instituto Geográfico Militar (IGM). Quito, Ecuador.
Como citar capítulos de este libro (ejemplo capítulo 4):
Sánchez, D., J. Merlo, R. Haro, M. Acosta y G. Bernal. 2022. Suelos del Oriente. En: J. Espinosa, J.
Moreno y G. Bernal (eds). Suelos del Ecuador. Instituto Geográfico Militar (IGM). Quito, Ecuador.
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
RESUMEN
E
l término suelo tropical es usado comúnmente para identificar cualquier suelo
de los trópicos y se usa como sinónimo de suelos rojos muy meteorizados,
ácidos e infértiles. Es verdad que los suelos con estas peculiaridades están
localizados en los trópicos, pero no todos los suelos de los trópicos, y en particular
los de Ecuador, tienen estas características. La modificación del normal proceso de
meteorización, debido al cambio de la cantidad e intensidad de las lluvias, el aporte
de nuevo material parental como la ceniza volcánica y la diferencia altitudinal y de
temperatura que origina la cordillera de los Andes, generó la posibilidad de que
Ecuador, un país localizado sobre la línea ecuatorial, tenga una variedad de suelos que
soporta una de las mayores expresiones de diversidad de vida sobre el planeta. Desde
el punto de vista de producción agrícola, la relación existente entre la mineralogía con
la química y la fertilidad del suelo define las prácticas de manejo para las condiciones
particulares de los suelos de Ecuador. Los suelos dominados por arcillas de tipo 2:1 como
montmorillonita y vermiculita, que se caracterizan por tener carga permanente, deben
manejarse de forma diferente a los suelos de carga variable como los suelos dominados
por arcillas de rango corto como alofana, imogolita y complejos humus aluminio
(suelos de origen volcánico) y aquellos dominados por caolinita y sesquióxidos de
hierro y aluminio. La producción de cultivos se limita considerablemente cuando un
suelo es ácido o cuando los contenidos de fósforo son bajos y el manejo de los suelos
afectados por estas condiciones depende del tipo de carga eléctrica de las arcillas del
suelo. El control de la acidez del suelo es una práctica común en las regiones con
suelos ácidos en el mundo, sin embargo, el modificar el pH para lograr condiciones
adecuadas para los cultivos depende del tipo de arcillas presentes en el suelo y, por
esta razón, no existe una recomendación general de encalado para todos los suelos de
Ecuador. De igual manera, las reacciones de adsorción (fijación) de fósforo ocurren
con preferencia en los suelos de carga variable. Este capítulo discute ampliamente las
condiciones que afectaron el material parental que llevaron a la presencia de suelos de
carga permanente y carga variable en Ecuador y las estrategias para manejar acidez,
salinidad y fósforo en los diferentes suelos del país.
325
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
ABSTRACT
T
he term tropical soil is commonly used to identify any soil from the tropics
and is used as a synonymous of red highly meteorized, acid and infertile soils.
It is true that soils with these peculiarities are localized in the tropics, but
not all soils in the tropics, particularly Ecuadorian soils, have these characteristics.
The modification of the normal weathering process, due to the change in rainfall
quantity and intensity, the contribution of new parent material like volcanic ash, and
the difference in altitude and temperature caused by the Andes presence, allows the
possibility for Ecuador, a country localized over the equatorial line, to hold a variety
of soils that represent one of the greatest expressions of life diversity on the planet.
From the agricultural production point of view, the relationship of soil mineralogy
with soil chemistry and fertility defines the management practices for the conditions
of Ecuadorian soils. Soil dominated by 2:1 clays like montmorillonite and vermiculite,
which are characterized for having permanent charge, should be managed in a different
way from the soils of variable charge such as the soils dominated by short range clays
like allophane, imogolite and humus-Al complexes (soil of volcanic origin) and those
dominated by kaolinite, and iron, and aluminum sesquioxides. Crop production is
severely limited when a soil is acid or when phosphorus (P) content is low, and the
management of soils affected by these conditions depends on the clays electrical
charge. Soil acidity control is a common practice in several regions around the world
where soils are acidic. However, pH modification to achieve adequate soil conditions
for crops differs on the type of clays present in the soil and, for this reason, there
is not a general blank liming recommendation for all soils in Ecuador. In the same
way, phosphorus adsorption (fixation) reactions preferentially occur in soil of variable
charge. This chapter extensively discusses the conditions that affected parent material
that led to the development of permanent and variable charge soils in Ecuador, along
with the strategies to manage acidity, salinity, and phosphorus in the different soils of
the country.
326
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Ecuador tenía poca información para soportar su desarrollo agrícola antes de la década de 1940. Después
de varias acciones conjuntas entre el gobierno Nacional y el gobierno de los Estados Unidos para establecer
un sistema de generación de información científica, en agosto de 1942, los dos gobiernos firmaron un
convenio de entendimiento que establecía el concepto de la Estación Experimental Agrícola como
herramienta para organizar la investigación que serviría de soporte para el desarrollo de las potencialidades
agrícolas del país (Cuvi, 2009).
De esta manera, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y la Corporación Ecuatoriana
de Fomento crean, en enero de 1943, la Estación Experimental Agrícola de Ecuador con varios Centros
Experimentales en distintos lugares de la Costa y la Sierra del país. Por su trayectoria en el tiempo, el
más importante fue el Centro Experimental ubicado en la Hacienda “Pichilingue” en la provincia de Los
Ríos (Amores, 1993; Cuvi, 2009). Luego de varios cambios, en 1949, la Estación Experimental Agrícola
de Ecuador tenía una oficina central y un laboratorio en Quito y seis sitios donde se concentraron sus
actividades: Pichilingue que investigaba en cacao, caucho, fibras, frutas y vegetales; Batán cerca de Quito
en cereales y hortalizas; Tumbaco, Pichincha en maíz, hortalizas y frutas subtropicales; Tambillo, Pichincha
en piretro, cereales, maíz y cultivos de altura; Conocoto, Pichincha con cereales, maíz, papas, pastos; y
Saloya, noroccidente de Pichincha con quina y productos forestales (Cuvi, 2009).
Dentro del primer grupo de científicos que vinieron a trabajar en la Estación Experimental Agrícola
de Ecuador se encontraba Eilif Miller, quien en 1945 condujo su trabajo de investigación para optar por
su doctorado de la Universidad de Cornell. Esta investigación consistía en evaluar las características y
propiedades de los suelos del Ecuador. Miller sostenía que la producción de alimentos y fibras se basaba en
conocimiento de la capacidad de los suelos para sostener un nivel adecuado de producción y recomendó
construir infraestructura para conducir análisis de suelos que sirvan de apoyo para el levantamiento de
información básica para clasificación taxonómica y para manejo de la fertilidad del suelo. Estas propuestas
abrieron las primeras puertas para enrumbar y orientar los trabajos en estas áreas que posteriormente se
realizaron en el país. Miller presentó su trabajo en el artículo titulado “Agricultural Ecuador” publicado
por la revista Geographical Review (Miller, 1959).
Por su parte, el laboratorio de la Estación Experimental Agrícola de Ecuador que se encontraba en
Quito pasó a la jurisdicción del Ministerio de Agricultura y prestó sus servicios de análisis de suelos a los
productores hasta que el Proyecto Nacional de Regionalización (PRONAREG) lo revitalizó y promovió su
cambio a la granja de Ministerio de Agricultura en Tumbaco, cerca de Quito, para utilizar sus servicios en
análisis de suelos para clasificación. En este sitio también estuvieron ubicados, junto con el laboratorio de
suelos, los laboratorios de sanidad vegetal del Ministerio de Agricultura. El laboratorio de suelos continuó
prestando servicios como parte integral de las actividades de diagnóstico que se llevaba a cabo en los
laboratorios de Tumbaco. En el año 2002 se crea el Servicio Ecuatoriano de Sanidad Agropecuaria (SESA)
con base en el complejo de laboratorios de Tumbaco y en el año 2008 se crea la Agencia Ecuatoriana de
Aseguramiento de la Calidad del Agro (AGROCALIDAD) (Guanucha, 2019) con cambios en la estructura
administrativa y un apreciable mejoramiento de la infraestructura y equipos de laboratorio. El laboratorio
de suelos continua hasta el presente analizando muestras para clasificación y fertilidad.
En 1952, la Estación Experimental Tropical “Pichilingue” pasa a manos del Servicio Cooperativo
Interamericano de Agricultura (SCIA) como parte del nuevo convenio de ayuda técnica entre el gobierno
Nacional y el de los Estados Unidos (Robles, 2011). En 1960 se crea el Instituto Nacional de Investigaciones
Agropecuarias (INIAP) mediante Ley de Emergencia y cuando inicia sus actividades en enero de 1962 la
Estación Pichilingue se incorpora oficialmente al nuevo Instituto, al igual que la Estación Experimental
Santa Catalina, cerca de Quito, que estuvo a cargo de la Comisión Nacional del Trigo, institución que
también fue creada por el SCIA para la investigación en cereales de altura (INIAP, 1963; Naranjo y Tufiño,
1979; Barnes, et al., 2017; Chamorro, 2021). INIAP a su vez crea varias nuevas Estaciones Experimentales
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CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
en Portoviejo, Santo Domingo y Boliche. En todas estas Estaciones experimentales se crearon los
Departamentos de Suelos que fueron liderados por los ingenieros José Laínez (Pichilingue), Washington
Bejarano (Santa Catalina), José Arroyabe (Portoviejo), Vicente Noboa (Santo Domingo) y Saúl Mestanza
(Boliche), quienes fueron maestros y formadores de investigadores en área de la fertilidad del suelo y
nutrición de cultivos.
En el año 1954, la entonces Facultad de Ingeniería Agronómica y Medicina Veterinaria de la Universidad
Central del Ecuador (UCE) funda el Laboratorio de Química Agrícola y Suelos y encarga su dirección al
Dr. Julio Peñaherrera. El Laboratorio se creó bajo el auspicio del convenio internacional de la UCE con
la Universidad de Idaho y se ubicó en la Vieja Casona Universitaria en el centro de la ciudad de Quito,
actual Biblioteca Municipal. Fue el primer Laboratorio de Suelos con fines agrícolas en una universidad
del país. Además, este laboratorio condujo, entre 1955 y 1960, los análisis necesarios para completar el
primer inventario de suelos llevado a cabo por los Drs. Erwin Frei y Alfredo Küpper con respaldo de la
FAO (Acosta Solís, 1965; Ortiz, et al., 2010). En 1960, el laboratorio se trasladó a las nuevas instalaciones
de la Facultad en la Ciudadela Universitaria donde actualmente funciona como laboratorio docente de la
Facultad de Ciencias Agrícolas de la UCE y como laboratorio que presta servicios de análisis de suelos a
investigadores y agricultores.
A mediados de la década de los años 60 la Fundación Rockefeller dona al INIAP equipos para realizar
análisis foliares, los mismos que se instalan en el Departamento de Suelos de la Estación Experimental
Tropical Pichilingue. El Ing. José Laínez fue el técnico encargado de este laboratorio y por primera vez se
comienza a brindar los servicios de análisis de tejidos vegetales a productores e investigadores de la región.
En junio 1964, por iniciativa de un grupo de empresarios ecuatorianos, se crea FERTISA como una
compañía de economía mixta, cuyas instalaciones se ubicaron en la Avenida 25 de Julio, conocida como
vía al Puerto marítimo de la ciudad de Guayaquil. Esta compañía se inició con la participación de los
Ministerios de Agricultura y Finanzas, Banco de Fomento, Corporación Financiera Nacional, Sociedad
Agrícola Industrial San Carlos y Compañía Azucarera Valdez S.A. Esta empresa instala una planta de
ácido sulfúrico y otra de ácido fosfórico que utilizaba roca fosfórica importada y azufre proveniente de
las minas de Tixán como materia prima para la elaboración de fertilizantes fosfatados que serían la base
para la elaboración de los primeros fertilizantes compuestos en el país. FERTISA puso también al servicio
de los agricultores el primer laboratorio de suelos privado del país. Entre los equipos del laboratorio
estaba un moderno espectrofotómetro de absorción atómica, que en esos tiempos era una de las últimas
tecnologías disponibles para determinar el estado de la fertilidad de los suelos. Basándose en los reportes
del laboratorio, una dirección técnica contratada generaba las recomendaciones de fertilización para
los agricultores. En 1982 FERTISA cerró las plantas mencionadas y en enero de 1994 fue privatizada y
adquirida por la compañía Rey Banano del Pacífico del Grupo Wong.
El Dr. Frederick Hardy del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de la FAO se encargó de
realizar un estudio completo sobre suelos y ecología de la región cacaotera del país. El reporte del estudio
describe las propiedades de los suelos de la región y los relaciona con los diferentes factores de formación
y condiciones climáticas donde se produce cacao en el Ecuador (OEA, 1964). Esta información sirvió por
mucho tiempo como una herramienta de trabajo a muchos investigadores y productores de este cultivo.
El 22 de noviembre de 1969 se crea la “Sociedad Ecuatoriana de la Ciencia del Suelo” (SECS) en el Club de
Empleados del Ingenio San Carlos, parroquia Marcelino Maridueña, Cantón Yaguachi, Provincia del Guayas
y se nombra al Ing. César Herrera Vásconez como primer presidente. Sus estatutos se legalizaron mediante
acuerdo No. 3487 de 5 de febrero de 1970 del Ministerio de Previsión Social y Trabajo. El objetivo de la Sociedad
fue el de agrupar a todos los técnicos especialistas en suelos y promover en todos los aspectos el desarrollo de
la ciencia del suelo en sus aplicaciones agronómicas y ambientales a través de la organización de congresos,
conferencias y otros eventos científicos que promuevan el mejoramiento técnico-científico de sus miembros.
Desde ese entonces la SECS ha concentrado su trabajo en la organización de 16 Congresos Nacionales en
diferentes ciudades del país y del XXI Congreso Latinoamericano de la Ciencia del Suelo en Quito en 2016.
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CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
En el VII Congreso de la SECS realizado en octubre del año 2000 en la ciudad de Quito se crea la Red
de Laboratorios de Suelos del Ecuador (RELASE) para contribuir al mejoramiento de la calidad de análisis
de suelos. La Dra. Gloria Carrera y la Ing. Edil Mendoza fueron quienes coordinaron inicialmente las
actividades de la Red. Las actividades de la RELASE buscan estandarizar los procedimientos de análisis
de suelos de los laboratorios miembros de modo que los reportes sean confiables y comparables. Esto
asegura que los usuarios de los laboratorios reciban información oportuna, veraz y de calidad. Asimismo,
la RELASE persigue el perfeccionamiento continuo de los 21 laboratorios de naturaleza pública y privada
del país que integran esta Red (SECS, 2016). Se considera que, por sus funciones, el laboratorio de suelos
de AGROCALIDAD pasaría a ser el laboratorio de control y referencia del país y que la RELASE debería
ser coordinada por esta institución.
El Programa de Evaluación y Mejoramiento de la Fertilidad del Suelo (ISFEI, por sus siglas en inglés)
de la Universidad de Carolina del Norte, USA, inició, a fines de la década de 1960, trabajo cooperativo con
INIAP en Ecuador y con otros países en Latinoamérica para generar tecnología que permita diagnosticar
la fertilidad de los suelos agrícolas como herramienta para planificar el uso eficiente de insumos para la
nutrición de los cultivos (ISFEI, 1972; ISFEI and North Carolina State University, 1974). El programa
incluyó la capacitación en manejo de la fertilidad del suelo de personal técnico de INIAP en Universidades
de los Estados Unidos. Uno de los puntales del proyecto ISFEI fue la implementación de laboratorios
de suelos que sirvan de apoyo para el diagnóstico de la fertilidad de los suelos. Gracias a esta iniciativa
se construyeron los laboratorios del INIAP que en 1973 comenzaron a prestar servicios de análisis de
suelos, tejidos vegetales y aguas en las estaciones experimentales de Santa Catalina (con la dirección del Dr.
Washington Padilla e Ing. Jorge Cáceres) y Boliche (con la dirección del Ing. José Laínez) (INIAP, 1963;
Naranjo y Tufiño, 1979). Con estos laboratorios se daba atención a los agricultores de la Sierra y Costa. El
Dr. Sam Portch, representante del ISFEI en Ecuador, desempeñó un rol protagónico en el cumplimiento
de las actividades descritas anteriormente.
Veinte años después, en 1992, se crea el laboratorio de Suelos en la Estación Experimental Tropical
Pichilingue para dar cobertura a la región Central de la Cuenca del Río Guayas. Posteriormente, en los
años 2007 y 2010, INIAP instala un laboratorio en la Estación Experimental del Austro en Azuay y otro
en la Estación Experimental Central de la Amazonía en el Napo para complementar la cobertura en áreas
de reciente expansión agrícola. Los Laboratorios de Suelos, Tejidos Vegetales y Aguas del INIAP vienen
prestando servicio a la comunidad agrícola de todo el país desde hace 49 años con un incremento constante
en el flujo de muestras.
Es importante destacar la construcción de la Presa Daule-Peripa entre 1982 y 1988, gran obra de
infraestructura que permitió el trasvase de río Daule a la represa de Chongón para posibilitar el desarrollo
de la agricultura de la Península de Santa Elena. El agua de ese reservorio provee agua a la represa del
Azúcar y a la de San Vicente, así como a la del embalse de cola del canal Chongón-Playas. Estas obras y sus
complementos estuvieron a cargo de la Comisión de Estudios para el Desarrollo de la Cuenca del Guayas
(CEDEGE), institución que crea un laboratorio de suelos para apoyar la caracterización de los suelos de
toda el área de influencia de sus proyectos de desarrollo. Este laboratorio estuvo localizado en la ciudad de
Guayaquil y cesó sus actividades en el año 2008.
Cabe señalar también la importante contribución al conocimiento de la fertilidad de los suelos y
nutrición de los cultivos de los laboratorios privados en el país. Entre ellos se destacan NEMALAB, creado
en 1992 en El Cambio, Machala, Provincia de El Oro y la Clínica Agrícola, creada en 1994 en la ciudad
de Quito. En septiembre de 1997, los tres ingenios azucareros más grandes del país, San Carlos, Valdez y
La Troncal forman el Centro de Investigación de la Caña de Azúcar del Ecuador (CINCAE) añadiendo a
la estructura del Centro un departamento de suelos con su respectivo laboratorio que presta servicios a
los agricultores de la región. De igual manera, y con objetivos similares, se crea en la ciudad de Guayaquil
AGRORUM en el 2011 y AGROANALISIS en la ciudad de Durán en el 2014.
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CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Finalmente, es importante destacar la inmensa contribución a través de los años de las Facultades de
Agronomía de las Universidades del país por medio de las cátedras de Edafología, Fertilidad de Suelos,
Manejo y Conservación de Suelos y Nutrición Mineral de Plantas, que motivaron a cientos de estudiantes
a trabajar en sus tesis de grado en estas áreas, investigación que ha servido para mejorar la agricultura del
país. Varias de estas universidades implementaron laboratorios de análisis de suelos que prestan servicios
a la academia y a los agricultores.
La visión de los suelos tropicales propuesta por Uehara and Gillman (1981) es la que quizá se ajusta mejor
para describir los suelos tropicales y particularmente los suelos de Ecuador. Estos autores indican que el
término suelo tropical es usado comúnmente para identificar cualquier suelo de los trópicos, sin embargo,
como cualquiera de los nombres comunes, el término suelo tropical carece de precisión, pero es fácilmente
entendido por el gran público que cuando se usan los nombres definidos por la taxonomía de suelos. Por
esta razón, el término suelo tropical se usa como sinónimo de suelos rojos muy meteorizados, ácidos e
infértiles. Es verdad que los suelos con estas características están localizados en los trópicos, pero no todos
los suelos de los trópicos, y en particular los de Ecuador, tienen estas características.
En Ecuador existen suelos de diferentes orígenes que deben manejarse también en forma diferente. La
mayoría de sus propiedades están controladas por la relación química entre los coloides del suelo [minerales
(arcillas) y orgánicos (humus)] y la solución del suelo. Por esta razón, es indispensable en primer lugar
conocer la mineralogía de las arcillas para luego determinar cómo ésta influye en el manejo del suelo. Si la
mineralogía de las arcillas influencia directamente el comportamiento de los suelos no debe extrañar que
la clasificación taxonómica tenga una relación estrecha con la mineralogía. Por esta razón, es importante
relacionar la mineralogía y la clasificación con la química y la fertilidad del suelo para definir formas
adecuadas de manejo. A continuación, se discuten estas relaciones y se sugieren prácticas de manejo del
suelo para las condiciones particulares de Ecuador.
Antes de iniciar con la discusión sobre el comportamiento de los suelos de Ecuador es necesario hacer una
breve descripción de la estructura básica de las arcillas para entender su aporte a la dinámica del suelo.
Los coloides minerales del suelo (arcillas) son minerales secundarios que provienen de la alteración de
las rocas y minerales primarios resultantes de la solidificación del magma que luego de largos procesos
geológicos de modificación se transformaron en partículas definidas de tamaño menor a 0.002 mm. El
rearreglo de los componentes químicos de los minerales primarios y el cambio de tamaño de los materiales
resultantes da lugar a las arcillas con características particulares que controlan la dinámica del suelo (Brady
and Weil, 2008).
El agua, la temperatura, las condiciones de oxi-reducción, la actividad biológica y el tiempo disolvieron los
minerales primarios y los materiales disueltos se reprecipitaron formando las arcillas. Los filosilicatos son
las arcillas más generalizadas en los suelos del mundo. Este tipo de arcillas está compuesto por láminas de
estructura básica que se mantienen unidas por enlaces químicos. Una lámina está constituida por cristales
de tetraedros de sílice (Si) con fórmula Si2O5 y la otra lámina está formada por octaedros de aluminio
(Al) con fórmula Al2(OH)6 (Figura 8.1). La combinación de estas láminas dio lugar a la formación de
los cristales de arcilla con estructuras definidas denominadas alumino-silicatos que se pueden identificar
claramente por el pico que desarrollan cuando se hace un barrido con rayos X en una muestra del material
estudiado. Cada una de estas arcillas tiene un comportamiento particular desde el punto de vista físico-
químico (Nanzyo and Kanno, 2018).
330
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Figura 8.2. Tipos de arcillas cristalinas que demuestran el proceso de desilificación. Adaptado de
Nanzyo and Kanno (2018)
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CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Una de las características particulares de los suelos derivados de cenizas volcánicas es la presencia
de minerales arcillosos no cristalinos o amorfos. Estas arcillas no pueden calificarse como cristalinas
porque no tienen una composición química fija y orden en su arreglo atómico. Cuando estas arcillas
se exponen a un barrido por rayos X no muestran un pico definido como lo hacen los cristales de las
arcillas de tipo 2:1 y 1:1. La formación de arcillas no cristalinas es el resultado de la rápida meteorización
de los vidrios volcánicos contenidos en las cenizas (tepra o material piroclástico) que liberan elementos
en forma más rápida que la formación de arcillas cristalinas, favoreciendo así la formación de arcillas
no cristalinas. Las principales arcillas de este tipo son alofana, imogolita y complejos humus-Al (Harsh,
2012; Nanzyo and Kanno, 2018).
La alofana es una arcilla aluminio silicatada que consiste en una esfera irregular vacía en el centro
con un diámetro exterior de 3.5 a 5 nm. Por otro lado, la imogolita consiste en una estructura tubular
alargada como un pelo que puede tener varias micras de longitud. La superficie externa del tubo está
compuesta de una estructura curva de gibsita y ortosilicatos (Harsh, 2012). Las estructuras de la alofana
y la imogolita se presentan en la Figura 8.3. Finalmente, los complejos humus-Al se forman por el
acomplejamiento del Al por el humus presente en el perfil lo cual permite que el humus se acumule y
estabilice en el suelo (Takahashi, et al., 2010; Takahashi and Dahlgren, 2016). Este tipo de arcillas tienen
características muy particulares que hacen que el comportamiento de los suelos derivados de cenizas
volcánicas sea diferente de otros suelos desde el punto de vista físico, químico y biológico.
Figura 8.3. Estructuras de la alofana y la imogolita (izquierda) (Nanzyo and Kanno, 2018), Fotografía
de la alofana (grumos) e imogolita (filamentos) vistas por microscopio electrónico (derecha) (Shoji,
et al., 1993).
332
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
La superficie de los materiales coloidales, sean minerales u orgánicos, se encuentran cargados eléctricamente
o, en otras palabras, la superficie tiene un exceso o déficit de electrones. Los minerales arcillosos discutidos
en la sección anterior se dividen en dos grupos con respecto al origen de su carga superficial: 1) arcillas de
carga permanente y 2) arcillas de carga variable.
Esta separación no es rígida porque por un lado un mismo coloide puede tener los dos tipos de carga
(caolinita) y por otro los coloides son una mezcla íntima de varios minerales. Es difícil encontrar un suelo
que tenga un solo tipo de coloide, pero, en general, los suelos están dominados por cierto tipo de coloides,
es decir, tienen un porcentaje más alto de un tipo de arcillas que son las que imparten las características de
comportamiento a un determinado suelo.
Una arcilla cristalina perfectamente formada no posee exceso de carga en la superficie porque todos los
átomos en el cristal están perfectamente balanceados. Con el tiempo se desarrollan imperfecciones en la
estructura de las láminas que producen un exceso de carga positiva o negativa que debe ser compensada
por iones de carga opuesta. Esta imperfección puede ser, por ejemplo, la substitución de un átomo de Si
tetravalente (Si+4) por un átomo de Al trivalente (Al+3) en el tetraedro de la lámina de Si, o la substitución
de Fe y Mg divalentes (Fe+2, Mg+2) por Al en el octaedro de la lámina de Al. Este proceso es conocido como
substitución isomórfica y provoca un exceso de carga negativa permanente en la superficie de las arcillas
formadas por cristales definidos (Bleam, 1990). Un esquema de este proceso se presenta en la Figura 8.4.
Las esmectitas, representadas por la montmorillonita y la vermiculita, son un típico ejemplo de los
minerales arcillosos de carga permanente. La carga eléctrica de la montmorillonita proviene de la substitución
isomórfica de un ion de valencia más baja en la posición ocupada normalmente por un ion de valencia más
alta. Debido a que la substitución ocurre en el interior del cristal, el defecto genera carga eléctrica permanente
en la superficie y ésta no se altera por factores externos como pH de la solución del suelo (Borchardt, 1982).
En la mayoría de los minerales de carga permanente la carga eléctrica superficial es negativa y es contra
balanceada con cationes presentes en la solución del suelo. Estos cationes son una importante fuente de
nutrientes para las plantas y esta capacidad de retener y suplir cationes es usada como un índice de la
capacidad productiva del suelo. Las arcillas de carga permanente son comunes en las regiones temperadas
333
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
del mundo, pero también aparecen en los trópicos en circunstancias particulares (Uehara and Gillman,
1981). La carga eléctrica de la superficie de las arcillas de los suelos dominados por minerales de carga
permanente no puede ser cambiada por el manejo del suelo.
La montmorillonita tiene características particulares que merecen discutirse. Su estructura de tipo 2:1
está constituida por una lámina octaédrica de Al ubicada entre dos láminas de tetraedros de Si. Entre
partículas individuales de montmorillonita quedan láminas de Si ubicadas una a continuación de otra sin
que tengan ningún tipo de enlace entre sí. Este espacio es ocupado por moléculas de agua, lo que provoca
que las arcillas se hidraten y expandan en forma reversible. Estas arcillas expandibles tienen alta cohesión,
plasticidad y pegajosidad. Por esta razón, los suelos ricos en montmorillonita son difíciles de manejar ya
que al secarse se contraen y agrietan; y son impermeables cuando están húmedos (Borchardt, 1982).
La mecanización de estos suelos es una práctica difícil ya que puede hacerse solamente dentro de ciertos
límites de contenido de humedad. Las épocas secas o lluviosas del año juegan un rol determinante en el
manejo de este tipo de arcillas. La contracción de las arcillas en la estación seca produce agrietamientos
que provocan la ruptura y secamiento de las raíces, mientras que la expansión durante la estación lluviosa
favorece que se presenten condiciones de reducción. Además, suelos ricos en montmorillonitas resultan
inestables como material de soporte en obras de ingeniería. Las cercas en el campo se tuercen, los muros y
paredes se inclinan y los pisos se cuartean y levantan.
La vermiculita es otro tipo de arcilla del grupo de las esmectitas que se caracterizan por tener carga
eléctrica permanente. A diferencia de la montmorillonita es solamente capaz de hidratarse parcialmente
y, por esta razón, no es muy pegajosa y plástica. Los suelos ricos en esta arcilla no presentan menos
problemas de manejo. Estas características le confieren las mismas propiedades químicas y de fertilidad de
la montmorillonita, pero con más alto potencial de fertilidad y más agresividad en el intercambio de iones
(Borchardt, 1982).
En los suelos altamente meteorizados de los trópicos, las arcillas de carga permanente han sido severa
o completamente alteradas dando lugar a la formación de otros minerales arcillosos con diferentes
propiedades. Un cambio fundamental ocurre en la carga eléctrica de la superficie de estas arcillas. En este
caso, la carga eléctrica es creada por la protonación o deprotonación de los grupos funcionales presentes
en la superficie de las arcillas, y la carga neta está determinada por el ion que es adsorbido en exceso. Los
procesos de creación de carga requieren de la presencia de estos iones, denominados iones determinantes,
en la solución del suelo en cantidades suficientes para que ocurra el proceso (Harsh, 2012).
Se puede utilizar la hematita (óxido de hierro) como ejemplo parar ilustrar la variabilidad de la carga
superficial de las arcillas. Esta arcilla cuando está en contacto con la solución del suelo tiene una superficie
hidroxilada (presencia de OH terminales) que es capaz de protonarse o deprotonarse en función de la actividad
(concentración) de iones H+ en la solución del suelo, es decir del pH. Un medio ácido permite la protonación,
mientras que un medio alcalino favorece la deprotonación, como se demuestra en la Figura 8.5 (Uehara, 1978).
La adsorción neta determina el potencial eléctrico de la superficie de la arcilla. El H+ y OH- son los iones
determinantes.
En el pasado, estos minerales se conocían como arcillas dependientes del pH porque la carga eléctrica
está gobernada en gran parte por el pH de la solución, pero se ha demostrado que la carga neta también
está influenciada por otras condiciones como la valencia y la concentración de los iones en la solución, la
temperatura y la constante dieléctrica del medio. Por esta razón estos minerales se conocen ahora como
arcillas de carga variable (Zhang and Zhao, 1997; Van Ranst, et al., 2017). A diferencia de los que ocurre
con las arcillas de carga permanente, en las arcillas de carga variable las prácticas de manejo agrícola
pueden cambiar la carga y crear condiciones diferentes como se discutirá más adelante.
En adición a los coloides orgánicos, dentro de las arcillas de carga variable se encuentran los óxidos e
hidróxidos de Fe y Al, las arcillas presentes en los suelos derivados de cenizas volcánicas (alofana, imogolita
y complejos humus-Al) y la caolinita en cuyos bordes se desarrolla también carga variable.
334
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Figura 8.6. Relación entre los colides del suelo y la clasificación (Uehara
and Gillman, 1981).
335
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Si solamente se toman en cuenta los suelos inorgánicos, se pueden colocar cuatro órdenes más de suelos
en posiciones dentro de un triángulo representando los suelos inorgánicos como se ilustra en la Figura 8.7.
Los Ultisoles se localizan cerca de los Oxisoles, los Espodosoles cerca de los Andisoles y los Mollisoles
cerca de los Vertisoles. Los Inceptisoles son suelos jóvenes que no se han desarrollado todavía lo suficiente,
de modo que no es claro a qué lado pertenecen y por esta razón se los localiza en el centro.
Existen otros tres órdenes que no encajan en este criterio: Alfisoles, Aridisoles y Entisoles. Los
Aridisoles no se insertan en el criterio porque son clasificados con base a aridez y los Entisoles porque
no han desarrollado evidencia pedogenética de desarrollo. Sin embargo, el caso de los Alfisoles es
diferente porque, debido a su composición mineralógica, en algunos casos se localizan cerca de los
Oxisoles y en otros cerca de los Mollisoles y Vertisoles. Generalmente, los Alfisoles en los trópicos
contienen arcillas de carga variable, como los Oxisoles, mientras que en las zonas temperadas
contienen arcillas de carga permanente.
Si se examinan los suelos en o cerca de la línea Ecuatorial se encuentran ejemplos de suelos altamente
meteorizados en países como Brasil, Colombia, Ecuador, Venezuela y los países de América Central.
Una notable excepción en esta región son los suelos jóvenes de los Andes y de las cadenas montañosas
de América Central formados por deposiciones recientes de ceniza volcánica. Si bien estos suelos son
relativamente más fértiles también tienen como principal característica que los minerales arcillosos,
producto de la meteorización de la ceniza volcánica, son también minerales de carga variable.
336
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
De acuerdo con el esquema de ubicación geográfica de los suelos por efecto de la intemperización de las
arcillas, Ecuador debería tener solamente suelos rojos y ácidos como los suelos de los Llanos Orientales de
Venezuela y Colombia o como los suelos predominantes en la selva Amazónica. Al contrario, en Ecuador
existe una diversidad de suelos como consecuencia de la edad de formación y la presencia de diferentes
materiales de origen que, en cierta medida, son independientes de las tres regiones naturales del territorio
continental: Costa, Sierra y Oriente.
337
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Por otro lado, la actividad volcánica de los últimos 5 000 años cubrió la Sierra Norte y sus áreas adyacentes
en la Costa y la Amazonía con una gruesa capa de cenizas volcánicas sobre las rocas primarias que no pudieron
meteorizarse (Figura 8.10). Esta situación dejó sobre la superficie un nuevo material para intemperización
que dio lugar a los suelos derivados de cenizas volcánicas dominados por arcillas amorfas de carga variable
(Figura 8.11) como la alofana, imogolita y complejos humus-Al (Nanzyo and Kanno, 2018).
La modificación del normal proceso de meteorización, principalmente por el cambio de la cantidad e
intensidad de las lluvias, generó la posibilidad de que Ecuador, un país localizado sobre la línea ecuatorial,
tenga una variedad de suelos que soporta una de las mayores expresiones de diversidad de vida sobre el
planeta. Desde el punto de vista de producción agrícola, el manejo de los suelos de Ecuador está controlado
por el tipo de arcilla presente, es decir por el tipo de carga eléctrica de los colides del suelo. Los principales
efectos de la carga de las arcillas sobre el manejo de los suelos se describen a continuación.
Figura 8.9. Pluviometría media anual en el Ecuador. Figura procesada a partir de la capa de Precipitación
Anual 1: 50 000 del Geoportal del Instituto Geográfico Militar (IGM, 2021).
338
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Figura 8.10. Discontinuidad litológica generada por la acumulación de ceniza volcánica sobre roca
primaria. Cangahua, Cayambe, Pichincha (izquierda) y Papallacta, Quito, Pichincha (derecha).
a b
Figura 8.11. a) Distribución de las cenizas volcánicas eólicas (Winckell, 1982) sobre el mapa geológico del Ecuador (León,
2010) y b) sobre el mapa del Ecuador que agrupa suelos aluviales, montmorilloníticos, caoliníticos y alofánicos (IGM, 2013).
La producción de los cultivos se limita considerablemente cuando el suelo es ácido por naturaleza o se
torna ácido por manejo. El control de la acidez del suelo es una práctica común en las regiones con suelos
ácidos en el mundo, sin embargo, el modificar el pH para lograr condiciones adecuadas para los cultivos
depende del tipo de carga de las arcillas presentes en el suelo y, por esta razón, no se puede hacer una
recomendación general de encalado para todos los suelos. Esto es particularmente cierto en Ecuador
donde existen áreas con suelos dominados por arcillas de carga permanente y arcillas de carga variable. A
continuación, se discuten las bases para el adecuado control de la acidez en los suelos de Ecuador.
La acidez de una solución está determinada por la actividad de los iones hidrógeno (H+) y se determina
midiendo la actividad del H+ en una solución y se expresa con un parámetro denominado potencial
hidrógeno (pH). Los ácidos débiles se disocian poco y en las soluciones acuosas muy diluidas se presentan
concentraciones muy bajas de iones H+, tan bajas que es difícil presentarlas numéricamente en términos
de molaridad. Por esta razón se define el pH en forma logarítmica. En realidad, el pH se define como el
inverso del logaritmo de la actividad de iones H+ de acuerdo con la siguiente fórmula:
339
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
pH = log 1
+
H
Así, a pH 7.0, por ejemplo, la actividad (concentración) de iones H+ es igual a 0.0000001 moles de H+ por
litro. El inverso de 0.0000001 es 10000000 y el logaritmo de este número es 7. La escala del pH cubre un rango
que va de 0 a 14. Un valor de 7.0 es neutro (igual número de iones H+ y OH- en la solución) mientras que
valores menores que 7.0 son ácidos y valores mayores que 7.0 son básicos. El significado práctico de la expresión
logarítmica del pH radica en el hecho de que cada unidad de cambio de pH corresponde a un incremento de 10
veces en la cantidad de acidez o basicidad del suelo. En otras palabras, un suelo con pH 5.0 tiene 10 veces más
H+ activo que un suelo con pH 6.0 (Thomas and Hargrove, 1984; Zapata, 2004). La determinación de la acidez
del suelo se logra midiendo el pH de una suspensión de una relación de 2:1 agua:suelo.
Existen varios procesos que promueven la acidificación y reducen el pH del suelo. Todos estos procesos ocurren
naturalmente dependiendo del tipo de suelo, del tipo de cultivo y de las condiciones de manejo. Un conocimiento
adecuado de estos procesos en el suelo permite un mejor control de las situaciones que conducen a condiciones
ácidas. Estos procesos se describen a continuación (Brady and Weil, 2008; Havlin, et al., 2014):
Un suelo con pH neutro tiene saturada la fase de intercambio con cationes básicos (K+, Ca2+, Mg2+, Na+). Estos
cationes satisfacen la carga eléctrica de la superficie de los coloides del suelo. La acidificación se inicia con la
pérdida de estos cationes debido en parte a la acción de las raíces. La planta, al absorber cationes, libera H+ para
mantener el equilibrio en su interior, lo que contribuye a la reducción del pH del suelo. Adicionalmente, los
exudados ricos en ácidos orgánicos y la respiración de las raíces y de los microorganismos que residen en la
rizósfera contribuyen para la disminución del pH como resultado del aumento de la concentración de CO2 en
la atmósfera del suelo y la formación de ácido carbónico especialmente en suelos neutros o alcalinos (Lindsay,
1979; Petersen and Böttger, 1991; Gollany, et al., 1993; Neumann and Römheld, 1999; Bidel, et al., 2000; Jones, et
al., 2003). También, las raíces y los microorganismos asociados a los sistemas radiculares podrían alterar el pH
del suelo en la rizósfera a través de reacciones de óxido reducción; puesto que la mayoría de reacciones químicas
envueltas en el cambio del estado de oxidación del Fe, Mn y N también implican consumo o producción de
H+; por consiguiente, se evidencia una conexión importante entre el potencial redox y el pH de un suelo (van
Breemen, 1987; Flessa and Fischer, 1992; Begg, et al., 1994; Marschner and Römheld, 1994).
Por otro lado, el movimiento de cationes a capas inferiores (lixiviación) contribuye también a la acidificación
del suelo. Este movimiento de cationes se debe a la presencia de aniones que formando pares iónicos se encargan
de arrastrar los cationes del perfil del suelo con el movimiento del agua. En el inicio, el aporte de aniones a
la solución del suelo se produce por medio de la mineralización de la materia orgánica que produce aniones
como nitrato (NO3 -), sulfato (SO4 -2) y cloruro (Cl-) que son los que arrastran los cationes básicos del perfil
al formar los respectivos pares iónicos. Además, la materia orgánica del suelo se descompone con la ayuda de
microorganismos produciendo un constante suplemento de CO2 que fácilmente se transforma en bicarbonato
(HCO3-) de acuerdo con la siguiente reacción:
+
CO2 + H2O H + HCO3¯
Esta reacción aporta H+, que reduce el pH, y bicarbonato (HCO3- ) que se combina fácilmente con los
cationes básicos lavándolos del perfil, promoviendo de esta forma condiciones favorables para acidez. La
materia orgánica del suelo contiene también grupos funcionales como los carboxílicos y fenólicos activos
que se disocian liberando iones H+ a la solución del suelo. El contenido de materia orgánica varía de sitio
a sitio y por lo tanto su contribución a la acidez del suelo es también variable.
340
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Los fertilizantes nitrogenados que contienen o forman amonio (NH4+) incrementan la acidez del suelo a
menos que la planta absorba NH4+ directamente. Ejemplos de estos fertilizantes son el sulfato de amonio
[(NH4)2SO4], nitrato de amonio (NH4NO3) y la urea [CO(NH2)2]. El (NH4)2SO4 y el NH4NO3 aplicados
al suelo se disocian liberando NH4+. Esta forma de nitrógeno (N) se convierte en nitrato (NO3- ) a través
de oxidación biológica. El proceso que hace posible esta transformación se denomina nitrificación y se
representa con las siguientes reacciones:
+ Nitrosomonas +
2NH4 + 3O2 2NO2- + 4H + 2H2O
Nitrobacter
2NO2¯ + O2 2NO3-
Como se observa la nitrificación produce un exceso de H+ que acidifica el suelo. Este es un proceso
natural necesario para transformar el NH4+ en NO3- , debido a que las plantas utilizan principalmente NO3-
en su nutrición. Por otra parte, estas reacciones requieren oxígeno (O2), por lo tanto, es necesario que el
suelo se encuentre bien aireado para que el proceso tenga lugar. La utilización de urea produce también
acidificación del suelo, aun cuando las reacciones iniciales son diferentes. Después de la aplicación al
suelo, la urea es atacada por la enzima ureasa facilitando la hidrólisis del material. La primera reacción
forma carbamato de amonio que es un compuesto inestable. Esta reacción eleva el pH en la inmediata
vecindad del gránulo de urea a valores mayores que 8.0. En este ambiente alcalino el carbamato de amonio
se descompone rápidamente en amoníaco (NH3) y CO2. Estas reacciones se describen a continuación:
Ureasa
CO(NH2)2 + H2O H2NCOONH4
El NH3 formado al final de estas reacciones es un gas que se volatiliza fácilmente de la superficie del
suelo, pudiéndose perder de esta forma apreciable cantidad de N del sistema. El NH3 en contacto con agua
se transforma en NH4+, permaneciendo en esta forma estable en el suelo. Por esta razón, es aconsejable
incorporar la urea en el suelo para evitar volatilización. El NH4+ formado después de la hidrólisis de la urea
pasa por los mismos procesos de oxidación biológica o nitrificación al igual que el NH4+ de otras fuentes
nitrogenadas. Como ya se discutió anteriormente, este proceso lleva inevitablemente a la acidificación del
suelo. Es importante indicar que la mineralización de la materia orgánica también produce NH4+ como
producto final del proceso de descomposición. Este NH4+ contribuye de igual forma a la acidificación del
suelo después de que forzosamente pasa por el proceso de nitrificación descrito anteriormente.
Es reconocido ampliamente que uno de los principales factores en el desarrollo de la acidez del suelo
es la presencia de aluminio (Al3+) en la solución del suelo. Los iones Al3+ desplazados de los minerales
arcillosos por otros cationes se hidrolizan (reaccionan con una molécula de agua) para formar complejos
monoméricos y poliméricos hidroxi-alumínicos. Las reacciones de hidrólisis del Al3+ son similares
a la reacción de un ácido débil como el ácido acético que libera iones H+. La hidrólisis de las formas
monoméricas del Al se ilustra en las siguientes reacciones:
341
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Cada una de estas reacciones libera H+ y contribuye a la acidez del suelo. Este incremento en acidez promueve
la presencia de más Al3+ listo para reaccionar nuevamente y generar más acidez. La Figura 8.12 describe el
comportamiento de las diferentes formas monoméricas del Al con respecto al pH de una solución. Se observa
que el Al3+ aparece en la solución a pH 5.3 y que arriba de este pH se inicia la formación de Al(OH)3 que se
precipita, eliminando el Al de la solución. Estas reacciones son importantes en el control de acidez en el suelo
como se discute más adelante.
La acidez del suelo proveniente de las fuentes mencionadas anteriormente se puede clasificar de la siguiente
forma:
Acidez activa: Hidrógeno (H+) disociado en la solución del suelo proveniente de diferentes fuentes.
Acidez intercambiable: H+ y Al3+ intercambiables retenidos por fuerzas electrostáticas en los coloides
del suelo.
Acidez no intercambiable: H en enlace covalente en la superficie de los minerales arcillosos de carga variable.
Acidez potencial: Acidez intercambiable y acidez no intercambiable.
El pH, determinación rutinaria en el análisis de suelos, es un buen indicador de la acidez. Sin embargo, este
parámetro no determina el requerimiento o cantidad de cal necesaria para llegar al rango de pH requerido
en el sistema de producción que se está utilizando. La mayor parte de la acidez en los suelos tropicales
(excluyendo los suelos orgánicos) proviene del Al3+, pero generalmente se habla de acidez intercambiable
(H+ + Al+3) como si fueran sinónimos. La acidez intercambiable se determina mediante la extracción del
H+ y el Al3+ del suelo con una sal neutra no tamponada, como KCl 1N. El extracto se titula luego con una
base. Para determinar el Al+3 se puede titular nuevamente el extracto final. La acidez intercambiable se
expresa en cmol(+) kg-1 de suelo. Se considera que contenidos de acidez intercambiable en el suelo mayores
que 0.5 cmol(+) kg-1 podrían ser problemáticos para los cultivos. La suma de bases (Ca2+ + Mg2+ + K+ ) es
también un parámetro importante por considerar ya que un valor inferior a 5 cmol(+) kg-1 puede incidir
en el rendimiento de los cultivos y se relaciona con suelos de baja fertilidad. Cuando a la suma de bases
se le agrega la acidez intercambiable (Al3+ + H+) se obtiene la capacidad de intercambio catiónico efectiva
(CICE) de un suelo. Con estos valores es posible estimar otros parámetros de diagnóstico. Quizás los más
útiles son el porcentaje de saturación de acidez y el porcentaje de saturación de Al. Estos parámetros se
calculan mediante las siguientes fórmulas:
342
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Ecuador tiene una diversidad de suelos producto de la variedad de materiales parentales y de condiciones
ambientales sobre los cuales se desarrollaron. Una apreciable área del territorio ecuatoriano tiene suelos
tropicales típicos, sin embargo, existen también suelos más jóvenes dominados por arcillas tipo 2:1 y
suelos derivados de cenizas y otros materiales volcánicos. Los suelos tropicales viejos son naturalmente
ácidos, mientras que los suelos derivados de otros materiales parentales pueden volverse ácidos después de
períodos largos de uso intenso. En cualquier caso, es necesario controlar la acidez de esos suelos para poder
incrementar y sostener los rendimientos agrícolas, pero no se puede utilizar una sola estrategia debido
a que las características químicas particulares de los diferentes tipos de suelos son las que finalmente
determinan el método de control de acidez más efectivo.
Utilizando los datos de la capa de Geopedología del Geoportal del Instituto Geográfico Militar (IGM,
2021) se desarrolló el mapa general de la distribución del pH y de la acidez intercambiable en los suelos
de Ecuador (Figura 8.13 a y b) usando los siguientes parámetros de acidez: Alta:[acidez intercambiable
(Al+3 + H+) > 1.5 cmol kg-1], Media: 0.5 – 1.5 cmol kg-1, Ligera: < 0.5 cmol kg-1.
Figura 8.13. Distribución de los suelos ácidos en Ecuador: a) por pH del suelo y b) por acidez intercambiable (Al+3 + H+).
Figuras procesadas a partir de la capa de Geopedología del Geoportal del Instituto Geográfico Militar (IGM, 2021).
343
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
La acidez está presente en un 23.9 % de los suelos del Ecuador y en la región Amazónica es donde
se concentra el mayor porcentaje de suelos ácidos (19.8 %) con predominio de acidez alta (18.7 %) en
las provincias de Sucumbíos, Pastaza, Orellana, Morona Santiago y Zamora Chinchipe, cuyos suelos
están clasificados, en su mayoría, como Inceptisoles y Ultisoles. En la Sierra, los suelos ácidos se ubican
principalmente en las provincias de Azuay, Carchi, Loja, Tungurahua, Cañar y Pichincha, la mayoría en
suelos clasificados como Andisoles e Inceptisoles. En la región Costa, las provincias de Esmeraldas y el Oro
presentan el mayor porcentaje de acidez alta en suelos predominantemente Inceptisoles (Chico, 2019). Sin
embargo, la acidificación del suelo inducida por manejo afecta varios sectores de producción de la Costa.
Mite (2013) encontró que el 28.2 % de 22 346 muestras de suelos provenientes de haciendas bananeras del
país analizadas en los laboratorios de INIAP era ácido.
Los suelos dominados por minerales arcillosos de tipo 2:1 (montmorillonita, vermiculita), que
predominan en las zonas temperadas del mundo, también están presentes en Ecuador en las zonas
que por modificaciones de los factores de intemperización no pasaron por un proceso intenso de
envejecimiento. Estos suelos están ubicados en las zonas más secas del país como en la sección
occidental de la Costa y la Sierra Norte y la Sierra Sur (Figura 8.9). Los suelos de la Costa se
desarrollaron sobre rocas sedimentarias provenientes de la actividad volcánica antigua durante el
largo proceso de levantamiento de los Andes, mientras que los suelos de la Sierra Centro Norte y
Sierra Sur se desarrollaron sobre rocas metamórficas provienen del mismo proceso tectónico antiguo
de los Andes (Zebrowski y Sourdat, 1997) (Figura 8.11). Los suelos de la mayoría de esta sección de la
Costa están dominados por arcillas pesadas y pegajosas, características típicas de la montmorillonita
y la vermiculita. Sin embargo, las condiciones impuestas por los movimientos tectónicos antiguos
en el relieve de la Sierra Centro y Sierra Sur produjeron una gradiente climática con abundantes
precipitaciones en las zonas altas que gradualmente se redujeron hasta generar zonas secas de baja
precipitación. Por esta razón, los suelos de las partes altas de la Sierra Centro son ferralíticos-
fersialíticos, en las partes intermedias son moderadamente evolucionados con características móllicas
o vérticas y en las zonas bajas los suelos son poco evolucionados con predominio de Vertisoles. Por
otro lado, los suelos de las partes altas de la Sierra Sur son fersialíticos saturados, en la zona media
son paleosuelos ferralíticos desaturados y en las zonas bajas predominan vertisoles rodeados por
paleosuelos fersialíticos (Zebrowski y Sourdat, 1997). Los paleosuelos son suelos rojos muy viejos
producto de la normal meteorización de las zonas tropicales antes que aparezcan los Andes.
En los suelos dominados por arcillas de tipo 2:1, como los suelos de la sección occidental de la
Costa y de la Sierra Centro y Sierra Sur (exceptuando los suelos ferralíticos y los paleosuelos), la
reducción en saturación de bases (pérdida de K, Ca y Mg) desarrolla acidez. Este incremento en acidez
(reducción del pH) conduce a la ruptura de la estructura de los cristales de las arcillas y a la liberación
del Al estructural. Este Al ocupa los sitios de intercambio dejados por las bases desplazadas. Estos
suelos, por tener arcillas de superficie de baja reactividad, fácilmente pueden encalarse hasta llegar a
pH 7.0, valor alrededor del cual se obtienen los mejores rendimientos de los cultivos. El incremento
de pH logrado con el encalado incrementa poco o nada la CIC del suelo (suelos de carga permanente).
No es común encontrar suelos ácidos en la sección occidental de la Costa, condición que aparece
en lugares donde se hace agricultura intensiva donde se hacen continuas aplicaciones de dosis altas
de fertilizantes nitrogenados. Sin embargo, en la Sierra Centro y Sierra Sur son más frecuentes los
reportes de acidez en los suelos jóvenes dominados por arcillas 2:1. Un ejemplo de estos suelos es el
Inceptisol ácido ubicado en la Independencia, Loja, cuyo perfil y descripción se presentan en Figura
8.14 y en el Cuadro 8.1.
344
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Figura 8.14. Perfil del suelo clasificado como Typic Dystrudepts (izquierda) ubicado en el sitio
Independencia, Loja, sobre el cual se cultivan pastos (derecha (MIDENA, et al., 2013d).
Cuadro 8.1. Características del perfil del suelo clasificado como Typic Dystrudepts (MIDENA, et al., 2013d).
En la literatura no existen reportes de manejo de la acidez en este tipo de suelos de la Sierra Centro y
Sierra Sur, pero para ilustrar el efecto del encalado en suelos de esta naturaleza se presentan los datos del
Cuadro 8.2 que muestran el efecto del encalado en el control de acidez en un Mollisol de Argentina. En
este suelo, dominado por arcillas de tipo 2:1, el encalado incrementa fácilmente el pH a valores cercanos
a 7.0 con una importante respuesta en el rendimiento de soya y maíz. Además, por ser un suelo de carga
permanente, la CIC no cambia con el incremento de pH.
345
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Cuadro 8.2. Efecto de la aplicación de dolomita en el pH, contenido de bases, CIC y en el rendimiento de soya y maíz en
un Mollisol de Santa Fe, Argentina (Gambaudo y Fontanetto, 1995; Gambaudo y Fontanetto, 1997).
Un método común para determinar las necesidades de cal en suelos de carga permanente utiliza
soluciones tampón. La solución tampón más popular es la SMP buffer (Shoemaker, et al., 1961) desarrollada
para suelos ácidos de Ohio, E.U. Esta solución está compuesta de p-nitrofenol, trietanolamina, cromato
de potasio, acetato de calcio y cloruro de calcio todo ajustado a pH 7.5. Los valores de pH de equilibrio
de la suspensión suelo - agua - solución tampón en una relación 5:5:10, de varias muestras de suelo,
se correlacionan con la cantidad de cal necesaria para elevar el pH a un valor de 6.8 determinada por
incubación de las mismas muestras de suelo con CaCO3. De este modo se obtiene una curva de calibración
con cuyos datos se puede construir una tabla de recomendación que determina la cantidad de cal necesaria
para lograr determinado pH. Un ejemplo de una adaptación del método a suelos del Sur de Brasil se
presenta en el Cuadro 8.3.
Cuadro 8.3. Cantidad de cal a añadirse de acuerdo con el cambio de pH de la suspensión suelo-solución buferizada
(método SMP) y el pH al cual se requiere llegar en suelos del sur de Brasil (Tedesco, et al., 2004).
Índice pH deseado después de encalar Índice pH deseado después de encalar
SMP 5.5 6.0 6.5 SMP 5.5 6.0 6.5
------------ CaCO (t ha ) ------------ ------------ CaCO (t ha ) ------------
< 4.4 15.0 21.0 29.0 5.7 2.8 4.8 7.0
4.5 12.5 17.3 24.0 5.8 2.3 4.2 6.3
4.6 10.9 15.1 20.0 5.9 2.0 3.7 5.6
4.7 9.6 13.3 17.5 6.0 1.6 3.2 4.9
4.8 8.5 11.9 15.7 6.1 1.3 2.7 4.3
4.9 7.7 10.7 14.2 6.2 1.0 2.2 3.7
5.0 6.6 6.9 13.3 6.3 0.8 1.8 3.1
5.1 6.0 9.1 12.3 6.4 0.6 1.4 2.6
5.2 5.3 8.3 11.3 6.5 0.4 1.1 2.1
5.3 4.8 7.5 10.4 6.6 0.2 0.8 1.6
5.4 4.2 6.8 9.5 6.7 0 0.5 1.2
5.5 3.7 6.1 8.6 6.8 0 0.3 0.8
5.6 3.2 5.4 7.8 6.9 0 0 0.2
Estos métodos funcionan satisfactoriamente en suelos de carga permanente y son recomendables para
suelos ácidos dominados por arcillas de tipo 2:1. Nótese que las cantidades de cal a utilizarse son altas
porque se busca llegar a un pH cercano a 7.0. En suelos ácidos tropicales de carga variable (Oxisoles,
Ultisoles y Andisoles) el uso de esta metodología recomienda cantidades muy altas de cal que no son
realmente necesarias.
346
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
En Ecuador, los suelos viejos y ácidos se encuentran localizados en las áreas donde los factores de intemperización
han podido cambiar las arcillas de tipo 2:1 en arcillas de tipo 1:1 y sequióxidos de Fe y Al, arcillas dominantes
en suelos clasificados como Oxisoles, Ultisoles e Inceptisoles óxicos. Los métodos descritos anteriormente para
determinar los requerimientos de cal en suelos de carga permanente no funcionan satisfactoriamente en estos
suelos que tienen carga variable. En estos suelos, que han sufrido un proceso severo de meteorización, las arcillas
son estables hasta valores de pH tan bajos como 5.3. A diferencia de los suelos dominados por arcillas de tipo 2:1,
el Al presente en las arcillas 1:1 y los sesquióxidos está fijo en la partícula de arcilla y no amenaza el crecimiento de
la planta hasta que el pH del suelo llega a valores donde los óxidos, hidróxidos y caolinita se disuelven y liberan Al
a la solución del suelo. Esto ocurre generalmente a pH entre 5.0 a 5.3. Cuando esto ocurre es aconsejable elevar el
pH a valores de alrededor de 5.5 lo que permite la precipitación del Al e incrementa apreciablemente la CIC (suelos
de carga variable). Este incremento en pH es suficiente para el adecuado crecimiento y rendimiento de los cultivos.
La mayoría de los suelos ácidos en Ecuador se encuentran localizados en la Amazonía y en la sección noreste
de la provincia de Esmeraldas (Figura 8.15), donde se ha incrementado la frontera agrícola en detrimento de la
bosque tropical y apreciables áreas son utilizadas para cultivar palma aceitera, café, naranjilla, pitahaya, cacao, maíz
y otros cultivos que crecen con evidentes problemas de acidez que deben controlarse mediante encalado (Granda,
2005). Estos suelos están clasificados como Oxic Dystrudepts (MIDENA, et al., 2015; Sánchez, et al., 2018), es decir,
son Inceptisoles que todavía no se han meteorizado lo suficiente para llegar a ser Ultisoles u Oxisoles, sin embargo,
el proceso está en marcha y le ha conferido ya al suelo características óxicas (pH bajo y suficiente contenido de Al+3
para limitar el crecimiento de los cultivos) (Cuadro 8.4) (Zebrowski y Sourdat, 1997; Soil Survey Staff, 2006).
Figura 8.15. Perfil de suelo clasificado como Oxic Dystrudepts (izquierda) ubicado en el sitio
Calderón, San Lorenzo, Esmeraldas, en un relieve colinado muy bajo de la Formación Cachaví
(grava, arena y arcillas diluviales), donde se cultiva palma africana (derecha) (MIDENA, et al., 2015).
Cuadro 8.4. Descripción de las características del perfil de suelo clasificado como Oxic Dystrudepts (MIDENA, et al., 2015).
347
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
348
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
controlado la mayoría del Al+3 tóxico, que es lo que realmente afecta a la planta (Batista, et al., 2012).
Esta información no deja dudas que las dosis de enmienda a aplicarse están alrededor de 1.0-1.5 t ha-1,
sin embargo, es necesario encontrar una forma práctica de determinar cuál es la dosis de enmienda
para los suelos ácidos rojos de la Amazonía ecuatoriana y los suelos del noreste de la provincia de
Esmeraldas.
Kamprath (1984), en su búsqueda de métodos fáciles y efectivos para determinar la dosis de
enmienda necesaria para controlar los problemas de acidez en suelos tropicales propuso utilizar
solamente cantidades de enmienda que precipiten el Al+3 y eliminen su efecto tóxico. Esto ante la
pretención de utilizar los métodos de recomendación de enmiendas usados para controlar acidez en
suelos de carga permanente de Nortemérica que generan recomendaciones de altas cantidades de cal
que no son necesarias en suelos tropicales de carga variable. La propuesta de Kamprath se resume en
la siguiente fórmula:
El factor puede ser 1.5 o 2.0, dependiendo de las características del cultivo y el tipo de suelo y podrá
modificarse con la experiencia obtenida utilizando este factor en condiciones específicas de suelo.
Este método de determinación de los requerimientos de cal es muy difundido en áreas tropicales de
suelos rojos (Espinosa y Molina, 1999; Osorno y Osorno, 2010) como los suelos rojos de Ecuador.
Los datos de la Figura 8.16 demuestran que el contenido de Al+3 predice mejor la dosis de enmienda
que produce la mayor acumulación de biomasa de la planta indicadora. Éste sería el parámetro para
utilizarse en la fórmula de Kamprath, sin embargo, esto requiere de una doble titulación del extracto
obtenido con la agitación con KCl 1N y este paso no está incluido en la rutina de las determinaciones
de todos los laboratorios de suelos de Ecuador, que solamente determinan acidez intercambiable.
Entonces se propone utilizar el contenido de acidez intercambiable como parámetro para el cálculo en
la fórmula de Kamprath. De esta forma, el cálculo utilizando un factor de 2.0 quedaría de la siguiente
forma para el suelo estudiado de Loreto:
CaCO3 (t ha-1) = 2.0 x 0.52 cmol( + ) de acidez intercambiable kg-1 de suelo = 1 t ha-1 CaCO3
349
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
que dinamizan la economía en el lugar y que luego se alternan con pastizales en la época seca (IGM,
2021). Los Ultisoles son suelos muy antiguos (paleosuelos) que se caracterizan por tener un horizonte
Bt, baja saturación de bases y alta acidez, lo que indica que se desarrollaron en una época con más
humedad que la actual (Figura 8.18 y Cuadro 8.6). En estos suelos también se conduce intensa
agricultura en la que se incluyen cultivos como el café.
Figura 8.17. Perfil de suelo clasificado como Oxic Dystrudepts (izquierda), con colores pardos en
la superficie y rojo amarillentos a profundidad, localizado en un relieve montañoso, en Aguasillas,
parroquia Catacocha, cantón Paltas, provincia de Loja (derecha) (MIDENA, et al., 2013c).
Cuadro 8.5. Características del perfil de suelo clasificado como Oxic Dystrudepts (MIDENA, et al., 2013c).
350
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Figura 8.18. Perfil de suelo clasificado como Typic Hapludults (izquierda), en el cual es evidente la
presencia de un horizonte Bt de color pardo grisáceo muy oscuro. El suelo está ubicado en un relieve
montañoso, en el sitio Citoque, parroquia Alamor, cantón Puyango, provincia de Loja, sobre el cual
predominan los pastizales (MIDENA, et al., 2013b).
Cuadro 8.6. Características del perfil de suelo clasificado como Typic Hapludults (MIDENA, et al., 2013b).
De igual manera, estos suelos tienen altos contenidos de acidez y aluminio intercambiables que limitan
la producción agrícola y que, en consecuencia, deben encalarse para controlar los problemas de acidez.
Estos suelos responden al encalado de la misma forma que los suelos de la Amazonía, es decir, se deben
encalar solamente hasta precipitar el Al3+ tóxico como lo demuestran los datos de Villamagua, et al. (2021)
quienes evaluaron el efecto de la aplicación de tres dosis del carbonato de calcio en un Kandiudults en un
sistema agroforestal de café (café de 30 meses y aliso) ubicado a 2 080 m s. n. m. en Pueblo Nuevo, Loja.
Los resultados del experimento presentados en el Cuadro 8.7 demuestran que la aplicación de cal hasta
llegar a pH 5.4 precipitó todo el Al3+ y mejoró ostensiblemente los componentes de la producción de la
planta de café. Es importante notar el efecto del encalado en la CIC que pasó de 6.8 a 13.0 cmol(+) kg-1
con la aplicación de 5 t ha-1 de cal, demostrando claramente la naturaleza variable de la carga de las arcillas
predominantes en este suelo. Utilizando la fórmula de Kamprath se necesitarían alrededor de 4 t ha-1 de
carbonato de calcio para eliminar el problema del Al3+ tóxico. Datos semejantes fueron reportados por
Vélez (2015) en suelos de similares características en Carigán Alto, Loja.
351
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Cuadro 8.7. Efecto de la aplicación de dosis de cal en el contenido de acidez y aluminio intercambiables y en los
componentes de la producción del café cultivado en un Ultisol de Loja. Adaptado de Villamagua, et al. (2021).
Dosis Al Altura Número
pH Al + H CIC
t ha-1 --------------------------- cmol + kg-1 --------------------------- cm de hojas
0 5.0 3 1.9 6.8 41.7 44
5.0 5.4 0 0 13.0 45.6 68
6.3 5.5 0 0 12.1 47.5 64
Los suelos derivados de ceniza volcánica del Ecuador se ubican en la Sierra Norte y en los flancos exteriores
de los Andes hacia la Costa y la Amazonía, pero la dispersión de las cenizas por el viento permitió la
formación de suelos volcánicos en amplias áreas de la Costa y la Amazonía (Figura 8.11). La fracción
arcilla de estos suelos está dominada por complejos humus-Al, alofana e imogolita (minerales amorfos
de rango corto) (Figura 8.3) que provienen de la meteorización de los materiales piroclásticos producto
de las deposiciones volcánicas. La altitud modifica radicalmente el clima en las tierras altas de la Sierra
Norte donde es fácil encontrar una diversidad de microclimas que cambian en distancias relativamente
cortas. Esta es la razón para la gran diversidad de cultivos que son posibles en el trópico solamente gracias
a la modificación del clima por la altitud. Además, si existe disponibilidad de agua, se puede producir
todo el año ya que el efecto de las estaciones es apenas perceptible. La mayoría de los suelos volcánicos
de la Sierra Norte se clasifican como Andisoles y Mollisoles, sin embargo, la presencia de microclimas
ha afectado el desarrollo de los suelos volcánicos en secciones particulares donde es posible encontrar
Entisoles, Inceptisoles y Aridisoles.
Algunos de los Andisoles y Mollisoles desarrollados en el área que fue cubierta con ceniza volcánica son
ácidos o pueden desarrollar acidez por el uso constante de fertilizantes nitrogenados. Estos suelos tienen
una alta capacidad tampón (resistencia al cambio de pH) y una moderada CIC. Estos factores hacen que
la determinación de los requerimientos de cal en estos suelos sea más complicada que la corrección de
acidez en suelos rojos viejos. Por esta razón, no existe una regla simple para evaluar los requerimientos de
cal en estos suelos. El uso del criterio del aluminio intercambiable (Al3+) utilizado en suelos rojos viejos, en
ciertos casos, subestima y en otros sobrestima la necesidad de cal en Andisoles.
La alta capacidad tampón de los Andisoles se debe a que las arcillas resultantes de la meteorización de
las cenizas volcánicas (alofana, imogolita y complejos humus-Al) tienen una superficie muy reactiva. En
este caso los OH- producidos por hidrólisis del ion CO3- (producto de las reacciones de la cal) crean carga
en la superficie de las arcillas por deprotonación (pérdida de H+), en consecuencia, no incrementan el pH
de la solución del suelo, pero incrementan la CIC (carga variable), como se describe en las reacciones a
continuación (Uehara and Gillman, 1981):
Esta resistencia al cambio de pH de los suelos de carga variable (Andisoles, Ultisoles y Oxisoles) obligaría
a utilizar cantidades muy altas de cal para llegar a pH 7.0. Obviamente esto no es necesario y solamente
es conveniente el elevar el pH hasta valores un poco más arriba de lo necesario para precipitar el Al3+
(5.3 - 5.5). Sin embargo, en Andisoles, la cantidad de cal necesaria para controlar la acidez intercambiable
depende de la magnitud de la capacidad tampón, condición que a su vez varía de un sitio a otro de acuerdo
con los factores que controlan la meteorización de la ceniza como la altitud, fisiografía, precipitación,
temperatura y edad del material. Por esta razón, los métodos tradicionales de determinar los requerimientos
352
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
de cal en suelos rojos de carga variable no funcionan adecuadamente en Andisoles y es necesario conducir
experimentos simples que determinen exactamente los requerimientos de cal de un sitio específico.
El experimento reportado por Espinosa y Molina (1999), conducido en un Andisol clásico (Melanudands),
similar al presentado en la Figura 8.19 y Cuadro 8.8, ilustra bien el comportamiento de este tipo de suelos.
Los datos en el Cuadro 8.9 y la Figura 8.20 muestran el efecto del encalado en el control de la acidez
y en el rendimiento de varios cultivos. El sitio se había acidificado por el continuo uso de fertilizantes
nitrogenados. Si se utilizan los criterios de control de acidez de los suelos rojos, se deberían aplicar 4 t
ha-1 de cal (2.1 cmol(+) kg-1 de acidez intercambiable x 2). En este caso, esta cantidad de cal obviamente
no fue suficiente para precipitar el Al y permitir un buen rendimiento de los cultivos, particularmente
en cultivos sensibles a la acidez como los prevalentes en esta zona de Ecuador. La dosis de 6 t ha-1 fue la
que permitió controlar casi completamente la acidez intercambiable con solamente incrementar el pH a
5.3 y, además, fue la dosis hasta donde se obtuvo respuesta en los tres cultivos evaluados (haba, cebada y
avena). Las dosis más altas no incrementaron los rendimientos. En este caso, la necesidad de aplicar una
cantidad apreciable de cal para controlar la acidez (6 t ha-1) se debe a la alta capacidad tampón del suelo.
Sin embargo, en otros Andisoles la capacidad tampón es menor y en consecuencia se debe aplicar menor
cantidad de la enmienda.
Figura 8.19. Perfil de suelo clasificado como Pachic Melanudands (izquierda), localizado en San
José, parroquia Tulcán, cantón Tulcán, provincia de Carchi, sobre un relieve volcánico colinado
medio (derecha) (MIDENA, et al., 2014).
Cuadro 8.8. Características del perfil de suelo clasificado como Pachic Melanudands (MIDENA, et al., 2014).
353
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Cuadro 8.9. Efecto de la aplicación de cal en el pH, acidez intercambiable y el rendimiento de tres cultivos en un
Melanudand ubicado en Cutuglahua, Mejía, Pichincha (Espinosa y Molina, 1999).
Cuadro 8.10. Caracterización del aluminio extraído con solución de KCl 1 N de suelos ácidos del Ecuador. Adaptado de
Alvarado (1999).
354
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Una de estas alternativas es la de conducir experimentos formales de campo que permitan determinar
la cantidad de cal necesaria para eliminar la acidez que puede limitar el normal desarrollo del cultivo.
El experimento se inicia marcando algunas parcelas de igual tamaño en una sección del campo que sea
uniforme y representativa. El tamaño de las parcelas puede estar alrededor de 25 m2 (5 X 5 m), pero esto
depende de la disponibilidad de terreno y de la facilidad para manejar el experimento. En lo posible,
es aconsejable tener por lo menos tres repeticiones de los tratamientos acomodadas al azar en bloques.
Cada una de las parcelas debe recibir primero una aplicación básica de fertilizante para asegurar que el
suplemento de los nutrientes esenciales sea adecuado y que permita que se exprese bien el efecto del factor
a estudiarse (Neil and Claudi, 1991; Hicks, et al., 1997; Alesso, et al., 2019). A continuación, se debe aplicar
e incorporar completamente la cal en la parcela. Una parcela no debe llevar cal (testigo) y se aconseja
cubrir un buen rango de dosis para asegurar la respuesta, por ejemplo, dosis de 0, 1.5, 3.0, 4.5 y 6.0 t ha-1
de cal. La cantidad de cal a aplicarse en cada parcela se determina relacionando la superficie de la parcela
con la superficie de una hectárea. En una parcela de 25 m2 la aplicación de 2.5 kg de cal de buena calidad
equivale aproximadamente a 1.0 t ha-1. Partiendo de esta relación se pueden calcular las demás dosis.
Se siembra y se maneja el cultivo como se lo hace normalmente en la finca. A partir de este punto se
empiezan a documentar la diferencias en germinación, crecimiento, apariencia de las plantas, etc. en cada
una de las parcelas. A la cosecha se compara el rendimiento de las parcelas con cal frente al testigo y se
determina el mejor tratamiento. Si se tiene acceso a un laboratorio es importante cuantificar el contenido
de Al en el suelo a la cosecha para determinar cuál es la dosis más baja de cal que reduzca el contenido de Al
a niveles que no causen detrimento en el crecimiento y producción del cultivo que se está probando. Esto
ayuda a determinar la dosis de cal más eficiente. Si se sospecha que la dosis adecuada de cal se encuentra
entre dos de los tratamientos probados, es aconsejable ajustar la recomendación probando las nuevas
dosis en otro experimento ubicado en otro sitio en la finca. Se recomienda mantener el experimento en el
campo por varios años sin aplicar más cal. Esto permite estudiar el efecto residual de la aplicación de cal y
determinar cada cuanto tiempo se debe volver a encalar el suelo.
Sin embargo, el tiempo siempre es un factor limitante en la producción agrícola y como la acidez
afecta notablemente el crecimiento de los cultivos en ocasiones es necesario obtener de manera rápida
la información para controlar la acidez
en suelos volcánicos. Una posibilidad es
establecer un experimento en macetas
en un sitio cubierto para evaluar las
necesidades de cal. Se necesitan macetas
plásticas que puedan contener alrededor
de un kg de suelo. Los tratamientos
consisten en añadir dosis crecientes de
cal y se añade un tratamiento sin cal
para contraste. Es preferible tener tres
repeticiones de los tratamientos para Dosis de cal, t ha-1
355
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Existen áreas apreciables de suelos volcánicos en la Costa de Ecuador, ubicados al norte de la Cuenca
del Río Guayas, que se han desarrollado en áreas lejanas del punto de emisión de las cenizas por efecto del
acarreo por los vientos y posterior deposición. Estos suelos se encuentran en las áreas más productivas del
país y están sujetos a intenso manejo. Los cultivos predominantes en esa región son palma aceitera, banano
y maíz que se fertilizan con cantidades altas de N. Esta situación, junto con la alta precipitación (> 2 000
mm en cinco meses) tienden a acidificar el suelo.
En muchos casos, el problema de acidificación pasa desapercibido porque el muestreo rutinario de
suelos se hace a una profundidad de 0-20 cm de la superficie. Sin embargo, los rendimientos de los cultivos
perennes empiezan a reducirse sin razón aparente. Para entender el proceso y mejorar la producción
de palma aceitera en sitios donde se sospechaba existen problemas de acidificación Mite, et al. (1999)
diseñaron un experimento a largo plazo que se condujo en un Andisol clásico similar al que se presenta
en la Figura 8.22 y en el Cuadro 8.11. El análisis inicial del suelo se presenta en el Cuadro 8.12, los
tratamientos evaluados en el Cuadro 8.13. y las cantidades de nutrientes utilizadas según el tratamiento
se presentan en el Cuadro 8.14. Nótese que con el objetivo de evaluar el efecto de la cal en el control de
la acidez se añadió carbonato de calcio al tratamiento completo, aun cuando el análisis inicial de suelo no
indicaba que existía un proceso de acidificación.
Figura 8.22. Perfil de suelo Typic Hapludands (izquierda), ubicado en una superficie poco disectada
de la Formación Pichilingue, en el sector Federico Intriago, cantón Valencia, provincia de Los Ríos,
donde se cultiva palma africana (derecha) (MIDENA, et al., 2013a).
356
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Cuadro 8.11. Características del perfil del suelo clasificado como Typic Hapludands (MIDENA, et al., 2013a).
Cuadro 8.12. Caracterización química del suelo al inicio del experimento de palma aceitera en 1992.
Profundidad pH NH4 P Ca Mg K
cm -------------- mg kg -------------- --------------------------- cmol + kg --------------------------
0 - 10 6.4 28 24 10.9 1.3 0.5
10 - 25 6.8 10 7 7.7 1.0 0.4
Tratamiento Descripción
1 Testigo
2 N
3 NPK
4 NPKSMg
5 NPKSMg + cal
357
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Cuadro 8.14. Cantidad de nutrientes aplicadas cada año, según el tratamiento, al experimento a largo plazo en palma aceitera.
En suelos de carga variable como los Andisoles de la Costa ecuatoriana, los valores de pH para
el normal desarrollo de los cultivos deben estar alrededor de 5.5. Cuando los valores de pH son
menores a este nivel crítico aparecen en el suelo problemas de toxicidad por presencia de elevadas
cantidades Al+3. Sin embargo, si la muestra de suelos llevada al laboratorio se toma a una profundidad
de 0-20 cm el efecto de la presencia de Al+3 en el reporte del análisis aparentemente desaparece,
358
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
a b
Figura 8.24. Efecto de 12 años de evaluación del comportamiento del pH del suelo bajo diferentes tratamientos de ferti-
lización en El Empalme, Mocache, Los Ríos. a) Variación del pH en diferentes profundidades; b) Cambio del pH a través
del tiempo (Mite, et al., 2004).
Los suelos volcánicos de las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas y el Sureste de la provincia de
Esmeraldas reciben cantidades más altas de lluvia y, por lo tanto, tienen a ser más ácidos. Muchos de estos
suelos se han utilizado para la producción intensiva de piña (Figura 8.25).
359
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Cuadro 8.15. Características del suelo en el sitio experimental ubicado en Valle Hermoso, Santo Domingo, Santo Domingo
de los Tsáchilas.
pH MO NH 4 P S K Ca Mg A1+H
% -------------------- mg kg-1 -------------------- -------------------------- cmol(+) kg-1 --------------------------
4.4 5.8 19 16 24 0.3 2.0 0.3 1.5
En la Figura 8.27 se presentan los datos de crecimiento radicular a la floración y los contenidos de
Al en el suelo, como efecto de la aplicación de las enmiendas. Se observa el efecto positivo de todas las
3+
enmiendas en las dosis de 1.5 y 3.0 t ha-1 sobre el crecimiento de las raíces. Este comportamiento está
directamente relacionado con la precipitación del Al3+ en el suelo. La Figura 8.26 ilustra bien este efecto.
Luego de que se ha eliminado el Al3+ como factor limitante ya no se observa respuesta en crecimiento
radicular a la aplicación de dosis más altas de enmiendas y más bien se observa una reducción del
crecimiento, lo que sugiere otra condición limitante para las plantas luego de que el suelo alcanza valores
de pH superiores a 5.5.
360
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Figura 8.27. Efecto de la aplicación de calcita y dolomita en el crecimiento radicular de piña MD2
cultivada en un suelo ácido derivado de ceniza volcánica. Valle Hermoso, Santo Domingo, Santo
Domingo de los Tsáchilas.
El efecto de las aplicaciones de las enmiendas en el rendimiento de fruta de piña MD2 se presenta en
la Figura 8.28. Se observa que es suficiente aplicar dosis de 1.5 t ha-1 para conseguir los rendimientos
más altos. Nuevamente, el efecto de la aplicación de las enmiendas sobre el contenido de Al3+ en el suelo
explica la respuesta. Una vez que el Al3+ se precipita no son necesarias dosis más altas de enmiendas.
Más aún, se observa que el rendimiento de fruta se reduce con la aplicación de dosis más altas de las
enmiendas utilizadas. Esta reducción de rendimiento estuvo relacionada directamente con la presencia
361
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
de Phytophtora sp. en el cultivo, incidencia que es cada vez mayor a medida que se incrementan las dosis
de las enmiendas. Esta es quizás la razón por la cual los productores de piña se resisten a la aplicación de
enmiendas para mejorar el pH del suelo, considerando que un pH ácido es adecuado para el cultivo. Los
datos de este estudio demuestran que en Andisoles tropicales la aplicación de enmiendas para eliminar el
Al del suelo es una práctica adecuada y rentable. Sin embargo, es preciso evitar aplicar cantidades mayores
de enmiendas que las necesarias para eliminar la presencia de Al3+ como factor limitante. Los datos de este
estudio indican que dosis excesivas de enmiendas predisponen a la planta a infecciones de Phytophtora sp.
que reducen significativamente el rendimiento.
Se conoce que los Andisoles tienen una alta capacidad tampón (resistencia al cambio de pH) que además
varía según el tipo de ceniza y el manejo del suelo (Dahlgren, et al., 2004; Sadzawka, et al., 2006; Nanzyo and
Kanno, 2018). Por esta razón, es difícil recomendar dosis generales de enmiendas para todos los sitios basándose
solamente en el contenido de Al3+ en el suelo, como se hace en Ultisoles y Oxisoles. En el caso de los Andisoles
es una buena práctica el conducir una sencilla prueba de incubación, como la que se presenta en la Figura 8.21,
para determinar las dosis de enmiendas necesarias para un sitio en particular.
362
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Los suelos alcalinos son aquellos que se encuentran en las áreas de limitada precipitación, acumulan sales solubles
y desarrollan un pH > 7 por la alta evapotranspiración, carencia de lavado, el mal drenaje o el nivel freático
superficial. Los suelos alcalinos se clasifican en suelos salinos, calcáreos, sódicos y magnésicos, sin embargo,
son los suelos salinos y los sódicos los de mayor preocupación (García, 2003). Los suelos salinos se caracterizan
por tener una alta concentración de sales solubles en el perfil, condición que eleva el potencial osmótico de
la solución del suelo, lo que causa estrés fisiológico en las plantas a tal punto que puede limitar totalmente la
producción (White, 2013; Havlin, et al., 2014). La forma más aceptada de medir la salinidad en el suelo es la
conductividad eléctrica (CE) expresada en dS m-1, se consideran suelos sin problemas aquellos cuya CE está en
el rango de 0 a 2, ligeramente salinos de 2 a 4, moderadamente salinos de 4 a 8, severamente salinos de 8 a 16 y
extremadamente salinos > 16 dS m-1 (Rhoades, et al., 1999; FAO, 2012). El uso intenso del riego, el uso de agua
subterránea de baja calidad para riego y recientemente el cambio climático son factores que incrementan las
áreas salinas en el mundo (Shahid, et al., 2018).
En las zonas secas y semisecas de Ecuador, que se delimitan en la Figura 8.9, se ha desarrollado intensa
actividad agrícola soportada por riego de diversa naturaleza. Los suelos de la Costa y de la Sierra Centro
y Sierra Sur que tienen potenciales problemas de salinidad son suelos dominados por arcillas de carga
permanente (montmorillonita y vermiculita) que no permiten la rápida circulación del agua en el perfil
del suelo, lo que promueve la acumulación de sales si no se manejan adecuadamente. Por otro lado, los
suelos de áreas secas de la Sierra Norte propensos a la salinidad se encuentran, generalmente, en las zonas
bajas de los valles interandinos que tienen problemas de tablas de agua superficiales que de igual forma
promueven la salinización. Sin embargo, el desarrollo tecnológico ha puesto el riego al alcance de medianos
y pequeños productores en todas las zonas del país. En la Sierra existen innumerables operaciones agrícolas
bajo invernadero que utilizan riego. En todas estas áreas se ha observado la degradación paulatina del suelo
por la introducción del riego de alta frecuencia que permite obtener altas producciones. Estas operaciones
no eliminan las sales o el sodio (Na) del suelo, generando así una lenta y constante salinización a mediano o
largo plazo (Figura 8.29). A esto se suma el desconocimiento de los problemas que genera el uso de aguas
duras, no aptas para la agricultura, que acelera el proceso de salinización del suelo. Los datos de la capa de
Geopedología del Geoportal del Instituto Geográfico Militar (IGM, 2021) permitieron desarrollar el mapa
general de la distribución de alcalinidad y salinidad de los suelos como marco general para esta discusión
(Figura 8.30).
363
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Figura 8.30. Distribución de la alcalinidad (izquierda) y la salinidad (derecha) de los suelos de Ecuador continental.
Figuras procesadas a partir de la capa de Geopedología del Geoportal del IGM (IGM, 2021).
El estudio más completo para determinar la dirección del proceso de salinización de los suelos de
Ecuador fue conducido por Barriga y Mite (2004) y aun cuando las áreas con problemas de salinidad
podrían haberse incrementado, este estudio es un buen indicador de la tendencia general del problema
en el país que, sin embargo, podría exacerbarse por los efectos del cambio climático (Mukhopadhyay, et
al., 2020). El estudio tomó en consideración los resultados de análisis de salinidad en muestras de suelos
llevadas por productores a los laboratorios de INIAP. Se utilizaron los resultados de 412 muestras de las
provincias de Manabí, Guayas y El Oro y de 1 434 muestras de las Provincias de Imbabura, Cotopaxi,
Azuay y Loja. La evaluación de la información obtenida se presenta en los Cuadros 8.16 y 8.17. Se puede
apreciar que el 34.2 % de las muestras tomadas en Costa presentan algún grado de salinidad, de las cuales
el 20.4 % califica como afectado por salinidad ligera, 8 % media, 3.6 % alta y 2.2 % muy alta, mientras que
en la Sierra el 36.4 % presentaron problemas de sales, de las cuales el 22.7 % tiene un nivel de salinidad
ligera, el 9.3 % media, 2.8 % alta y 1.6 % muy alta.
Cuadro 8. 16. Grados de salinidad de las muestras de suelos de productores de las provincias de Manabí, Guayas y El Oro
(Barriga y Mite, 2004).
364
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Cuadro 8. 17. Grados de salinidad de las muestras de suelos de productores de las provincias de Imbabura, Cotopaxi,
Azuay y Loja (Barriga y Mite, 2004).
Estos datos demuestran que los suelos de las zonas secas de la Costa y de la Sierra tienen problemas de
salinidad de diversa magnitud que pueden afectar el comportamiento de los cultivos. Existen áreas en la
Península de Santa Elena que han tenido acceso al riego en los últimos años, lo cual ha permitido que estos
suelos sean muy productivos, en estas áreas cultivan productos de mucho valor para consumo interno
y exportación como cacao, banano, pitahaya, mango, limón Tahití, guayaba, papaya, uva, piña, melón,
cebolla y maíz que serían directamente afectados por el posible incremento de las áreas con salinidad. En
las explotaciones con riego presurizado es más evidente la acumulación de sales en la superficie del suelo
que se manifiesta por la presencia de eflorescencias localizadas a los costados de los goteros o aspersores,
según el caso. La mayoría de los sitios propensos a acumular sales no tienen un adecuado sistema de
drenaje para controlar o evitar la acumulación de las sales.
El movimiento de las sales en el perfil es un buen indicador de la tendencia a la salinidad. En la
Figura 8.31 se presentan los sitios con los mayores valores de acumulación de sales en el perfil del
suelo (incluyendo la costra superficial de sales) en las provincias de la Costa. En todos los lugares
se observó una disminución de los valores de CE conforme se profundiza en el suelo. Esto sugiere
que el proceso de salinización es influenciado por factores que afectan la primera capa del suelo,
es decir, además de la influencia primaria del clima, es el mal manejo del riego el que promueve la
acumulación de sales. Además, valores de CE de la costra de salinización en San José, Cerecita y El
Guabo fueron de 3.7, 4.0 y 1.7 veces más altos, respectivamente, que los de la capa de 30 a 40 cm de
profundidad. Esta situación corrobora el hecho de que el mal manejo del agua estaría favoreciendo el
movimiento del agua hacia la superficie y concentrando las sales en la parte superior del suelo. Parte
del problema se podría solucionar implementando sistemas de riego con suficientes frecuencias que
permitan mantener solamente la humedad necesaria en el suelo y así evitar el movimiento capilar del
agua hacia la superficie.
En la Figura 8.32 se presentan los sitios con los valores más altos de la salinización en el perfil del
suelo en las provincias de la Sierra. En Ambuquí, Imbabura se encontraron graves problemas debido
a la gran cantidad de eflorescencias granulosas y en forma de migajones, dispuestas laminarmente
sobre toda la superficie del suelo y en medio de los cultivos. El análisis encontró que esta costra tenía
una CE de 140.4 dS m-1. Pese a que la CE fue disminuyendo con la profundidad, la salinidad fue muy
alta en todos los estratos del perfil del suelo. La CE de la costra fue 2.6 veces superior que la capa de
30-40 cm. La compactación del suelo después de los 20 cm en este sitio sugiere que el problema de
salinidad podría, además, estar asociado con la acumulación de Na en un proceso de sodificación,
pues en estos lugares no se habían mecanizado ni pastoreado anteriormente. El Na pudo causar la
dispersión de las arcillas con la consecuente disminución del espacio poroso. En Catamayo, Loja,
también se encontraron formaciones de costras salinas que fueron 3.1 más altas que la capa de 30 a 40
cm de profundidad. Pese a no haberse encontrado costras en los otros lugares, éstos tuvieron valores
altos de CE que sin duda restringen el crecimiento de los cultivos.
365
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
El análisis estadístico de los resultados analíticos de las muestras de suelo enviadas a los laboratorios
de INIAP encontró una alta dependencia entre CE y cloruros de calcio (Ca), magnesio (Mg) y Na
en los suelos de Manabí, mientras que las áreas salinas de la península de Santa Elena, que tienen
la influencia del agua del golfo de Guayaquil, y las áreas salinas de El Oro están relacionadas con
carbonatos, bicarbonatos, sulfatos y cloruros de K, Ca, Mg y Na. Esta condición es consecuencia de la
dominancia de arcillas de carga permanente en el suelo, por el uso inadecuado de fertilizantes y por
falta de programas de manejo que eviten o controlen la salinización.
Las áreas con tendencia a acumulación de sales en la Sierra se encuentran en las partes bajas
de los valles interandinos, muchos de ellos con el nivel freático alto. En general los suelos de estas
zonas son de textura gruesa. En la provincia de Imbabura la salinidad se caracteriza por la presencia
de carbonatos, bicarbonatos, cloruros y sulfatos de K, Ca, Mg y Na, pero en la provincia de Loja
predominan las sales de Na y K. En las provincias de Cotopaxi y Azuay, además de las condiciones
intrínsecas que predisponen a los fondos de los valles a la acumulación de sales, la contribución
antrópica por mal manejo del suelo y el agua es la que contribuye apreciablemente a la salinidad. En
general, las aguas de riego empleadas en la Sierra son de mejor calidad que las de la Costa.
La calidad del agua es factor importante en el control de la salinidad del suelo (Fipps, 2003). En
la Figura 8.33 se presentan los valores más altos de CE encontrados en las aguas empleadas para
regar en diferentes localidades del país. En el 62.5 % de los casos los niveles de salinidad sobrepasan
los niveles permisibles. Este es el caso de las aguas utilizadas para riego en la provincia de Manabí
(Motato y Pincay, 2016). El caso más extremo encontrado en el estudio de Barriga y Mite (2004) es
el de San José en Manabí, donde la calidad del agua es mala y no debería utilizarse para irrigación.
Las aguas de riego que se utilizan en el Valle del río Portoviejo tienen altos valores de CE provocados
por carbonatos y cloruros de Na y K que son sales que incrementan los índices de salinidad en el suelo.
En cambio, en las áreas que se riegan con agua influenciada por las mareas del Golfo de Guayaquil
los sulfatos y cloruros de Na y Mg son las que estarían acelerando los procesos de salinización. Las
aguas con que se riega en la península de Santa Elena y en El Oro tienen cloruros de K, Ca, Mg y Na
como principales sales que favorecen el aumento de los niveles de CE en esas zonas. Los cloruros de
Ca, Mg y Na son los que están mayormente asociados con la salinidad del agua (Zaman, et al., 2018).
366
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Figura 8.33. Variación de los valores más altos de conductividad eléctrica de las aguas de riego en
diferentes localidades del país (Barriga y Mite, 2004).
La información obtenida por Barriga y Mite (2004) permitió hacer estimaciones de la magnitud de
las áreas afectadas por salinidad en el Ecuador (Cuadros 8.18 y 8.19). El porcentaje total de la superficie
territorial de las provincias de Manabí, Guayas y El Oro afectado por sales en la Costa es de 8.6 %, es decir,
337 613 ha, de las cuales 175 107 ha tienen afectación ligera, 59 247 ha media, 72 806 ha alta y 30 453 ha
muy alta. De igual manera en la Sierra en las provincias de Imbabura, Cotopaxi, Azuay y Loja el porcentaje
total de suelos afectados por sales fue solamente de 1.5 %, de esta superficie 1 804 ha tienen afectación
ligera, 3 400 ha media, 9 947 ha alta y 1 765 ha muy alta.
Cuadro 8.18. Estimaciones de la superficie afectada por diversos grados de salinidad en las provincias de Manabí, Guayas
y El Oro (Barriga y Mite, 2004).
ha % ha % ha %
Sin salinidad 1 797 339 96.40 1 436 630 81.14 486 588 84.2 87.25
Salinidad ligera 22 925 1.2 141 434 7.99 10 748 1.9 3.70
Salinidad media 7 953 0.4 34 217 1.93 17 077 3.0 1.78
Salinidad alta 1 165 0.1 66 698 3.77 4 943 0.9 1.59
Salinidad muy alta 229 0.0 4 500 0.25 25 724 4.4 1.55
Bancos de arena 192 0.0 288 0.02 213 0.0 0.02
Camaroneras 26 387 1.4 58 026 3.28 27 919 4.8 3.16
Área urbana 6 351 0.30c 23 767 1.34 3 673 0.6 0.75
Cuerpos de agua 2 215 0.1 5 070 0.29 1 295 0.2 0.20
367
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Cuadro 8.19. Estimaciones de la superficie afectada por diversos grados de salinidad en las provincias de Imbabura,
Cotopaxi, Azuay y Loja (Barriga y Mite, 2004).
ha % ha % ha % ha %
Sin salinidad 451 500 98.0 582 779 96.9 786 432 98.2 1 095 075 99.0 98.0
Salinidad ligera 66 1.1 1 804 0.2 0.7
Salinidad media 2 424 0.5 976 0.1 0.3
Salinidad alta 415 0.1 820 0.1 8 712 0.8 0.3
Salinidad muy alta 1 250 0.3 515 0.1 0.2
Bancos de arena 50 0.0 0.0
Nieve 252 0.1 6 678 1.1 0.6
Área urbana 2 047 0.4 555 0.1 3 978 0.5 1 915 0.2 0.3
Cuerpos de agua 2 132 0.5 360 0.1 634 0.0 204 0.0 0.2
Eriales 761 0.2 3 277 0.5 6 368 0.7 0.5
Total 460 781 100 594 585 100 486 588 100 1 105 906 100.0
A falta de nuevos estudios, los datos reportados por Barriga y Mite (2004) indican los lugares del
país donde la salinidad es factor limitante para los cultivos y son herramientas de apoyo para definir las
tendencias de crecimiento de áreas con acumulación de sales por el efecto previsible de la expansión
de las áreas de riego en la Costa y en la Sierra que se podrían exacerbar a causa del cambio climático
(Mukhopadhyay, et al., 2020). Sin embargo, se han desarrollado varios estudios con las herramientas
tecnológicas disponibles en la actualidad que ha evaluado a nivel local los efectos de la salinidad en los
cultivos, particularmente en el cultivo de arroz, en la provincia del Guayas (Pozo, et al., 2010; Pérez,
2019; Manrique, 2021).
La salinización afecta directamente la producción de los cultivos y degrada el suelo con impactos
socioeconómicos y ambientales de graves consecuencias. Sin embargo, no existen políticas estatales de
preservación del suelo, particularmente en términos de control de la salinidad en las regiones semiáridas
del país que se encuentren bajo riego. El trabajo conjunto de instituciones estatales y privadas lograría
establecer políticas de preservación y recuperación que garanticen la calidad del suelo y los cultivos.
Un procedimiento eficaz, práctico y económico para controlar la salinidad se basa en el lavado de las
sales del perfil del suelo. Sin embargo, el éxito de este método de manejo de las sales depende del drenaje,
ya que el procedimiento no funciona si no existe un sistema que evacue las sales de la zona radicular. El
procedimiento básico consiste en la dilución y movimiento de las sales para llevarlas fuera del alcance
de las raíces. El procedimiento es específico para cada caso y depende de la textura y estructura del
suelo, grado de salinidad, topografía del sitio, disponibilidad de agua para el lavado y sistema de riego a
emplearse. La cantidad de agua que debe pasar por el perfil para lavar las sales depende de tres factores:
1) la salinidad inicial, 2) la técnica de aplicación del agua, y 3) la textura del suelo. La técnica de lavado
más corriente es la inundación permanente o intermitente del lote, pero también se puede utilizar riego
por aspersión cuando este sistema permite utilizar volúmenes grandes de agua (García, 2006; Abou-
Baker and El-Dardiry, 2015).
La capacidad de intercambio catiónico (CIC) es la medida de la capacidad del suelo para retener
cationes, es decir, mide la cantidad de cargas negativas en las arcillas y materia orgánica del suelo (fase
de intercambio). Una buena parte de los nutrientes esenciales son cationes que se retienen en la fase
de intercambio para poder salir a la solución del suelo y ser absorbidos por las raíces de las plantas. Por
368
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
esta razón, la CIC refleja bien la capacidad productiva y la capacidad de retener contaminantes del suelo
(Camberato, 2007).
En Ecuador, los suelos de carga permanente (dominados por arcillas de tipo 2:1 como montmorillonita
y vermiculita) tienen mayor CIC que los suelos derivados de cenizas volcánicas de carga variable
(dominados por arcilla de rango corto como alofana, imogolita y complejos humus aluminio) y mucho
más CIC que los suelos rojos viejos también de carga variable (dominados por caolinita y sesquióxidos
de Fe y Al). La distribución general de estos suelos en el territorio nacional se presenta en la Figura 8.34.
Figura 8.34. Distribución de la CIC determinada con acetato de amonio (izquierda) y de saturación de bases (derecha)
en los suelos de Ecuador continental. Procesado a partir de la capa de Geopedología del Geoportal del IGM (IGM, 2021).
El método de determinación de la CIC en el laboratorio puede causar confusiones por el efecto de la solución
extractora en la carga superficial de los coloides de carga variable. Como se conoce, los suelos dominados por
arcillas de carga permanente no cambian la CIC con el cambio de pH, mientras que en los suelos de carga
variable la CIC se incrementa con el incremento en pH. En Ecuador, el método más popular para determinar la
CIC utiliza acetato de amonio (NH4OAc) 1M a pH 7.0. Existen también otros métodos que utilizan soluciones
amortiguadas a pH 7.0 y 8.2. Estos métodos funcionan bien en suelos dominados por arcillas de carga permanente
y determinan adecuadamente la CIC. Sin embargo, cuando se utilizan en suelos dominados por arcillas de carga
variable los resultados no son aceptables. Si el pH del suelo dominado por arcillas de carga variable es menor
que 7.0, el pH de la solución extractora amortiguada a pH 7.0 u 8.2 crea artificialmente carga adicional en la
superficie de los coloides produciendo datos que no representan la real CIC del suelo en condiciones de campo
(Uehara and Gillman, 1980).
Se han evaluado métodos diferentes para la determinación de la CIC en suelos de carga variable. Estos métodos
miden la capacidad del suelo de adsorber cationes de una solución acuosa a un pH y fuerza iónica similares a
aquellos que el suelo tiene en sus condiciones naturales en el campo. Uno de estos métodos satura el suelo con
una solución no amortiguada (que no cambia el pH del medio) de un catión divalente como el Ba (BaCl2)
(Hendershot and Duquette, 1986; Gillman, 2007). Estos métodos logran determinar la real CIC del suelo. Los
resultados de un experimento de campo conducido por Alvarado (2004) en un Melanudand del cantón Mejía,
provincia de Pichincha (Cuadro 8.20) demuestran claramente el efecto del tipo de solución extractora en el
resultado de la determinación de la CIC. Este suelo se encaló en los años 1986, 1992 y 1999 y se muestreo a una
369
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
profundidad de 0-20 cm en el año 2001. Los datos indican el efecto significativo del encalado sobre el cambio
del pH y el incremento consecuente de la CIC en suelos de carga variable que se detectó únicamente cuando
se utilizó el método que determina la CIC con la solución no amortiguada. Adicionalmente, el experimento de
incubación conducido en condiciones controladas por Mite, et al. (2010) en un Hapludand del cantón Quevedo,
provincia de Los Ríos demuestra el comportamiento de la CIC de un suelo volcánico donde la adición de cal
incrementa el pH, pero además demuestra el efecto de la determinación de la CIC con acetato de amonio a pH
8.2 en la generación artificial de carga en un suelo de carga variable (Cuadro 8.21).
Cuadro 8.20. Efecto del encalado en campo de un Melanudand del cantón Mejía, provincia de Pichincha, sobre el pH y la
CIC del suelo muestreado de 0 - 20 cm de profundidad (Adaptado de Alvarado, 2004).
* Valores de las medias en cada columna seguidos por la misma letra no son significativamente diferentes al 95 % de intervalo de confianza
Cuadro 8.21. Comparación de la determinación de la CIC con acetato de amonio y cloruro de bario en un Andisol del
cantón Quevedo, provincia de Los Ríos, incubado por 30 días con diferentes enmiendas.
La determinación de la CIC con la sal indiferente (BaCl2) permite evaluar la real capacidad de
retener cationes del suelo en estudio y permite observar claramente el efecto de los carbonatos en la
generación de carga en la superficie de los coloides. El encalado de los suelos de carga variable no
produce un cambio radical en pH y los iones OH-, producto de la reacción de la cal, deprotonan los
grupos funcionales en la superficie reactiva de los coloides creando carga negativa (Uehara and Gillman,
1981; Sollins, et al., 1988). De igual forma, se observa que la determinación de la CIC con acetato
de amonio sobrestima la carga en la superficie de los coloides de este tipo de suelos y por esta razón
pierde la sensibilidad para evaluar la generación de carga por los carbonatos. Uno de los beneficios del
encalado en los suelos de carga variable es el incremento de la CIC que permite una mejor retención de
cationes, factor importante en suelos sujetos a alta lixiviación. Por otro lado, los laboratorios en Ecuador
no contemplan el análisis rutinario de CIC para las muestras de agricultores y este análisis solo se realiza
bajo pedido y es generalmente costoso, sin embargo, cuando se lo solicita es importante saber con qué
tipo de suelos se está trabajando en la operación agrícola para obtener un dato real de la capacidad de
370
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
retener cationes del suelo. Si el análisis se realiza con acetato de amonio, u otra solución tamponada, y
el suelo es dominado por arcillas de carga variable, el resultado sobreestimará la capacidad del suelo de
almacenar cationes y complicará el manejo de la fertilización. La CIC es también un parámetro utilizado
en programas de control de contaminantes considerando que el suelo puede atrapar cationes nocivos en
su fase de intercambio. Aquí es también necesario conocer el tipo de arcilla dominante para ordenar el
procedimiento adecuado de determinación de CIC.
El fósforo (P) es un elemento esencial para la vida, parte del ADN, imprescindible como proveedor
de energía en las reacciones biológicas y parte integral de la membrana celular, es decir, es parte
esencial de plantas animales y microorganismos. Por esta razón no sorprende que la disponibilidad
de P en el suelo sea importante en regular la estructura y función de los ecosistemas (Elser, 2012).
El P no tiene substituto para la producción de cultivos, sin embargo, el inadecuado uso de las
fuentes de P ha llevado a la eutroficación de los cuerpos de agua. Además, la progresiva necesidad
de P para producir alimentos para una población creciente hace previsible una crisis por carencia de
fertilizantes portadores de P al verse cercano el agotamiento de las minas de fosfato, materia prima
para la fabricación de fertilizantes (Scholz, et al., 2013). La producción agrícola tiene que enfrentar
estos nuevos retos utilizando eficientemente los fertilizantes portadores de P y buscando nuevas
fuentes del nutriente que pueden provenir del reciclamiento de materiales de desecho como las aguas
residuales (Ashley, et al., 2011; Cordell and White, 2013).
Pese a su abundancia en la naturaleza, el P es un nutriente de baja biodisponibilidad debido a que
las plantas solamente pueden absorber del suelo formas solubles de fosfatos inorgánicos denominados
ortofosfatos (HPO4= y H2PO4-) que se encuentran en la solución del suelo en concentraciones muy bajas
(micromoles). Por esta razón, la absorción de P por las raíces debe hacerse mediante transportadores
activos de alta afinidad que muevan el P inorgánico a través de la membrana celular de la epidermis
de las raíces venciendo la gradiente de concentraciones entre el plasma celular y la solución del suelo
(Ashley, et al., 2011; Shen, et al., 2011).
La química del P en el suelo es compleja, pero se puede describir como reacciones que se inician con
la adición de compuestos solubles de P, como el fosfato monocálcico del superfosfato, que terminan
en el suelo en forma de iones fosfato HPO4= y H2PO4-, dependiendo del pH. Estas formas solubles de P
son absorbidas por las raíces de las plantas, pero también desaparecen rápidamente de la solución del
suelo al pasar por reacciones de precipitación o de adsorción que forman compuestos poco solubles
que sacan el fosfato del alcance de las plantas. El tipo y proporción de estas reacciones depende de la
naturaleza de las arcillas en el suelo (Johnston, 2000).
En las reacciones de precipitación, los iones fosfato reaccionan con los metales en los suelos
formando compuestos insolubles. En suelos de pH ácido, el H2PO4- forma fosfatos insolubles de Al,
Fe y manganeso (Mn), pero en suelos alcalinos las reacciones del HPO4= llevan a la formación de
fosfatos de Ca insolubles de diversa composición (Johnston, 2000; Shen, et al., 2011). En Ecuador,
estas reacciones ocurren principalmente en suelos de carga permanente como aquellos dominados
por arcillas de tipo 2:1 de la Costa y la Sierra Centro y Sierra Sur.
Las reacciones de adsorción (fijación) ocurren con preferencia en los suelos de carga variable. En
estas reacciones, los iones fosfato reacciona con los metales (principalmente Fe y Al) presentes en
la estructura de coloides como la caolinita y los sesquióxidos. Sin embargo, estas reacciones de alta
energía también ocurren en las superficies de arcillas provenientes de la meteorización de la ceniza
volcánica (Johnston, 2000; Qafoku, et al., 2004). En Ecuador, estas reacciones ocurren preferentemente
en los suelos rojos viejos de la Amazonía, Noreste de Esmeraldas y los parches de suelos rojos de la
Sierra Centro y Sierra Sur, así como en los suelos derivados de ceniza volcánica.
371
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Si bien de poca solubilidad, los compuestos de P formados por las reacciones de precipitación
pueden regresar a la solución del suelo como fosfatos solubles que nutren la planta. Si el contenido
total de P en el suelo es alto, la probabilidad de que exista una buena disponibilidad de P soluble en la
solución del suelo es también alta (Johnston, 2000; Havlin, et al., 2014). Por esta razón, en los suelos
de carga permanente de Ecuador son menores las limitaciones de P para la nutrición de los cultivos.
Por otro lado, en los suelos desilificados, rojos y viejos de Ecuador existen reacciones de fijación
que sacan el P de la solución del suelo y que no regresaran en forma soluble en mucho tiempo. Sin
embargo, es quizá en los suelos derivados de ceniza volcánica donde estas reacciones de fijación
toman relevancia (Uehara and Gillman, 1981; Qafoku, et al., 2004).
Los suelos derivados de cenizas volcánicas (Andisoles) cubren una apreciable área de Ecuador.
La fracción arcilla de estos suelos está dominada por alofana e imogolita (minerales amorfos de
rango corto) que provienen de la meteorización de los materiales piroclásticos producto de recientes
deposiciones volcánicas (Dahlgren, et al., 2004). Investigación conducida en los últimos años ha
demostrado que los complejos humus-Al juegan también un significativo papel en el comportamiento
de los Andisoles (Takahashi and Dahlgren, 2016).
Una de las características más importantes de los Andisoles es su capacidad para fijar (inmovilizar)
P en la superficie de los minerales amorfos. Esta es la principal limitante química de los Andisoles.
Aparentemente, la capacidad de fijación de P de los Andisoles varía con el tipo de arcilla presente y
esto a su vez cambia el efecto residual de las aplicaciones de fosfato. En ciertos cultivos, los estudios
de calibración no han logrado correlacionar adecuadamente el contenido de P en el suelo con el
rendimiento y las recomendaciones de fertilización no son adecuadas.
Inicialmente se consideró que la fijación de P en los Andisoles ocurría solamente en las superficies
activas de la alofana y la imogolita. Los mecanismos de fijación de P en la alofana e imogolita incluyen
procesos como quemiadsorción, desplazamiento de Si estructural y precipitación. Sin embargo, se
ha reconocido la importancia de los complejos humus-Al en este proceso. La fracción humus en
Andisoles forma fácilmente complejos con metales como el Al. El carbono (C) atrapado en estos
complejos es inactivo y deja de ser parte del C activo
de la fracción orgánica. De esta forma, los grupos
hidroxilo combinados con el Al acomplejado entran
en reacciones de intercambio de ligandos con HPO4=
y H2PO4- como se observa en la Figura 8.35, fijando
fuertemente el P aplicado como fertilizante. Además, el
fuerte acomplejamiento del Al con el humus limita la
posibilidad de coprecipitación de Al con Si liberados de
la descomposición de la ceniza volcánica y esto a su vez
limita también la formación de alofana. Estos procesos
Figura 8.35. Representación esquemática de la
se han documentado en Andisoles de Japón, Colombia fijación de fósforo en los complejos humus-Al
y Ecuador (Benavides y Gonzales, 1988; Inoue, 1988; (Sollins, 1991).
Sollins, 1991; Zehetner, et al., 2003; Takahashi and
Dahlgren, 2016).
La acumulación de humus es mayor en suelos volcánicos localizados a mayor altitud (> 2 500 m s. n. m.).
Evidencia indirecta obtenida en Andisoles de Ecuador permite concluir que la fijación de P estaría estrechamente
relacionada con el contenido de C en el suelo (complejos humus-Al). Indirectamente, esto también indicaría
cuales minerales arcillosos se formaron a partir de la ceniza volcánica en diferentes condiciones, así como la
intensidad de la fijación de P. Aparentemente los suelos alofánicos tienden a fijar menos P.
Los datos del experimento exploratorio de invernadero conducido por Espinosa, et al. (1987) y
diseñado para estudiar la relación entre el C total y la fijación de P se presentan en el Cuadro 8.22.
Se sembró sorgo en macetas que contenían suelo tratado con diferentes dosis de P. Después de la
372
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
cosecha, se caracterizó la retención de P en los suelos de cada una de las macetas. Los datos de
este experimento sugieren que de hecho existe una estrecha relación entre el C total y la fijación de
P. Se observa también que la retención de P no se reduce con las altas dosis de P aplicadas a este
Melanudand que tiene un alto contenido de C total. Se esperaba que las altas dosis de P podrían
satisfacer o al menos reducir la capacidad de fijación de este suelo.
Los datos de un estudio de pedogénesis de un transecto del volcán Cotacachi en Ecuador
(Cuadro 8.23) confirman el hecho de que la fijación de P está asociada directamente con la presencia
de C inactivo en el suelo (Zehetner, et al., 2003). Se encontraron diferencias altitudinales con respecto
a la formación pedogenética de los minerales del suelo. Se determinó que la fracción arcilla de las
zonas situadas a elevaciones superiores a 3 200 m s. n. m. estaban dominadas complejos humus-Al,
las zonas entre 3 200 y 2 700 m s. n. m. por complejos humus-Al y alofana y que bajo 2 700 m s. n. m.
no existe presencia de complejos humus-Al. Diferencias en la zonificación se pueden presentar por
efecto de las cambiantes condiciones de humedad y temperatura en las diferentes áreas desarrolladas
sobre ceniza volcánica de la Sierra Norte de Ecuador.
Cuadro 8.22. Efecto de las dosis de fósforo en la subsecuente retención de este elemento en dos Andisoles de Ecuador con
diferente contenido de carbono (Espinosa, et al., 1987).
Dosis de P2O5 --------------- Carbono Total --------------- P fijado después de la 1era cosecha
373
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Cuadro 8.23. Contenidos de carbono, aluminio asociado con el carbono y retención de fósforo en un transecto de suelos
derivados de ceniza volcánica alrededor del volcán Cotacachi, Ecuador (Zehetner, et al., 2003).
Parecería que el contenido de C total en Andisoles podría ser un buen parámetro para determinar
la capacidad de fijación de P de un suelo. En la Figura 8.36 se presenta la correlación entre el P fijado
y el contenido de C total de 42 Andisoles de Ecuador. Un estudio en Andisoles en Chile (Figura 8.37)
demuestra la misma tendencia al encontrar una buena correlación entre el P retenido por la fracción
orgánica y el contenido C total en el suelo (Briceño, et al., 2004). Experimentación de campo deberá
confirmar si esta relación se mantiene y cómo estos parámetros se podrían relacionar con el diagnóstico
374
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
del contenido de P en el suelo y con las recomendaciones de fertilización. Esta relación indirecta entre el
carbono del suelo y la capacidad de retención de P se atribuye al Al presente en los complejos humus-Al y
alofanas (Hashimoto, et al., 2012; Díaz y Sadeghian, 2018).
Figura 8.36. Correlación entre el contenido de carbono Figura 8.37. Correlación entre el contenido de carbono
total y el porcentaje de fijación de fósforo en Andisoles de total y el porcentaje de fijación de fósforo en Andisoles de
Ecuador (Espinosa, et al., 1987). Chile (Briceño, et al., 2004).
375
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Cuadro 8.24. Efecto residual de P en el rendimiento de papa y la relación con el contenido de P según el análisis de suelo
en un Udands de la Sierra Alta de Ecuador. El Chaupi, Mejía Pichicha (Córdova, et al., 1996).
* Contenido de P en el suelo después del tercer ciclo, P extraído con NaHCO3 (Olsen)
376
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Figura 8.39. Respuesta a la aplicación de dosis de fósforo en un Andisol de El Chaupi, Mejía, Pichincha. Rendimiento al
final de los tres ciclos (Cuadro 8.24) (Córdova, et al., 1996).
Los datos también sugieren que aun aplicaciones de dosis muy altas de P no satisfacen la capacidad
de fijación de este suelo y el efecto residual es bajo y para obtener un adecuado rendimiento de
tubérculos en este Andisol sería necesaria la aplicación de P en cada ciclo. Sin embargo, la calibración
y correlación entre el rendimiento de papa y el contenido de P en el suelo (extraído con solución
Olsen modificada) utilizando los datos de todos los sitios de evaluación, con el ajuste previsto en
el método de modelos discontinuos (Nelson, 1999; Mashayekhi, et al., 2014), determinaron que el
nivel crítico de P para papa en Andisoles es de 42 mg kg-1 (Figura 8.40). Este trabajo de correlación
permite utilizar el análisis de suelos como una adecuada herramienta para diseñar recomendaciones
de fertilización en papa en Andisoles y están incorporados en la nueva Guía de Recomendaciones de
Fertilización del INIAP (Alvarado, et al., 2009).
Los suelos utilizados en los experimentos descritos anteriormente (la mayoría Udands) son
típicos de las áreas productoras de papas de la Sierra Norte de Ecuador. El contenido de carbono
en estos suelos varía de 3 a 5 % y se considera que los complejos humus-Al serían los componentes
dominantes en la fracción arcilla. Es difícil distinguir entre suelos dominados por alofana, imogolita o
complejos humus-Al, y hasta hace poco, los suelos conteniendo estos minerales estaban agrupados en
el suborden Andepts en el orden de los Inceptisoles. A partir de 1988 se creó un nuevo orden de suelos
denominado Andisol para agrupar todos los suelos derivados de materiales volcánicos (ICOMAND,
1986; Parfitt and Clayden, 1991). Este nuevo agrupamiento dentro de la taxonomía de suelo permite
la separación de los suelos dominados por complejos humus-Al de los suelos dominados por alofana
e imogolita. Este hecho podría permitir una mejor caracterización de la fijación de P en suelos
derivados de ceniza volcánica.
377
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
Por otro lado, las recomendaciones de P para papa en la Sierra Centro y en la Sierra Sur de Ecuador
son significativamente menores a las que se utilizan en los suelos volcánicos de la Sierra Norte (Lucero,
2011), debido a que la mayoría de los suelos donde se cultiva papa no son Andisoles.
Experimentos de largo plazo han demostrado que los niveles críticos de P, considerados adecuados
para un cultivo en un tipo particular de suelo, cambian cuando se siembra otro cultivo en la rotación
(Johnston, 2009). Observaciones similares se han reportado en suelos volcánicos de Ecuador. Como se
discutió anteriormente, el efecto residual de las aplicaciones de P en el cultivo de la papa es bajo en este
tipo de suelos, pero lo contrario ocurre con mezclas forrajeras sembradas en el mismo tipo de suelos. Los
datos del Cuadro 8.25 muestran la falta de respuesta a la aplicación de P en el cultivo de pastos, cuando
el contenido de P en el suelo es alto (35 mg kg-1 extraídos con NaHCO3), observándose además un buen
efecto residual. Este comportamiento sugiere que existen diferentes niveles críticos de P para diferentes
cultivos sembrados en el mismo Andisol.
La violenta actividad volcánica ocurrida en el pasado envió cenizas a la atmósfera, las cuales se movieron
largas distancias antes de depositarse en la superficie. Esta es la razón por la cual existen suelos derivados
de cenizas volcánicas a considerables distancias del punto de origen. Algunos de estos suelos se han
desarrollado en ambientes de alta humedad y temperatura localizados a bajas altitudes. Se sospecha que
en estos suelos la cantidad de alofana e imogolita es alta, pero el color del suelo continúa siendo oscuro
y en la clasificación taxonómica antigua estaban clasificados como Dystrandepts, exactamente igual a los
Andisoles de mayor altura que supuestamente tienen mayor contenido de complejos humus-Al. En el
caso de estos suelos desarrollados en diferente ambiente, el nivel crítico de 12 mg kg-1 de P en maíz ubica
378
CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS EN ECUADOR Y SU MANEJO
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0 7.5
40 8.4
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