PSAM La Gracia de Dios en La Economia de Dios
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INSTRUCCIONES
Prefacio
Tema general y afirmaciones claves
Semana 1
Semana 2
Semana 3
Semana 4
Semana 5
Tema general:
Afirmaciones claves:
Día 1 ››
I. La gracia de Dios reviste enorme significado—Jn. 1:14, 16-17; Ef.
2:7; Ap. 22:21:
A. La gracia es la verdad más grande y la revelación más elevada en
la economía neotestamentaria de Dios—Jn. 1:14, 16-17; He. 10:29;
1 Co. 15:10; Fil. 4:23; Ap. 22:21.
B. Si queremos entender qué es la gracia de Dios conforme a lo
revelado en el Nuevo Testamento, necesitamos tener una clara
visión del Nuevo Testamento en su totalidad.
II. Según el Nuevo Testamento, en realidad la gracia consiste en lo
que Dios es para nosotros a fin de que lo disfrutemos—Jn. 1:16-17;
2 Co. 12:9:
A. La gracia es Dios, no en doctrina, sino en nuestra experiencia, pues
la gracia es Dios en Cristo con todo lo que Él es para ser nuestro
disfrute; esto incluye vida, fortaleza, consuelo, descanso, luz,
justicia, santidad, poder y los demás atributos divinos.
B. La gracia no es principalmente lo que Dios hace para nosotros; la
gracia es el propio Dios Triuno impartido en nuestro ser y
experimentado por nosotros para nuestro disfrute—13:14.
C. El Nuevo Testamento es la historia de la gracia de Dios, que es la
encarnación del Dios Triuno en Su Trinidad Divina, quien fue
procesado y consumado, y que ahora actúa y vive en los creyentes
y entre ellos—Jn. 1:14, 16-17; Ap. 22:21.
‹‹ Día 2 ››
III. La gracia es la manifestación del Dios Triuno en Su
corporificación en tres aspectos: el Padre, el Hijo y el Espíritu—2
Co. 13:14; Nm. 6:22-27; Sal. 36:8-9:
A. La gracia es el Dios Triuno en Su encarnación que se imparte en
los creyentes mediante el Padre como la fuente, el Hijo como el
elemento y el Espíritu como la aplicación—2 Co. 13:14:
1. La fuente de la gracia, el elemento de la gracia y la aplicación
de la gracia corresponden a las tres personas de la Trinidad
Divina a fin de ser nuestro todo—Mt. 28:19.
2. En la impartición divina, la gracia es llamada la gracia de Dios,
la gracia de Cristo y la gracia de la cual es el Espíritu—1 Co.
15:10; 2 Co. 1:12; 8:1, 9; 9:14; 12:9; 13:14; He. 10:29.
‹‹ Día 3 ››
B. La gracia es la corporificación de Dios, quien llegó a ser un Dios-
hombre con divinidad y humanidad, pasó por el vivir humano,
murió, resucitó y entró en ascensión; ahora, Él es el Espíritu
vivificante que mora en nosotros—1 Co. 15:45; 6:17.
C. La gracia es el Dios Triuno que fue procesado y consumado a favor
nuestro a fin de que lo disfrutemos—Jn. 1:14, 16-17; 1 P. 5:10; 2
Co. 13:14; He. 10:29; 1 Co. 15:10, 45; Ap. 22:21.
D. Si no hubiera pasado por un proceso, el Dios Triuno no podría ser
gracia para nosotros—Jn. 1:14; 1 Co. 15:45:
1. El Padre está corporificado en el Hijo, el Hijo se hace real para
nosotros como el Espíritu, y el Espíritu entra en nosotros como
gracia para nuestro disfrute—He. 10:29.
2. El Dios Triuno procesado y consumado se imparte en nosotros
para ser nuestra porción, como gracia, a fin de que lo
disfrutemos como el todo en Su Trinidad Divina—2 Co. 13:14.
‹‹ Día 4 ››
IV. Nuestro Dios y Padre “nos agració en el Amado”—Ef. 1:6b:
A. Que Dios nos agracie significa que Él nos ha puesto en una
posición de gracia a fin de que seamos el objeto de Su gracia y
favor, esto es, que disfrutemos de todo lo que Dios es para nosotros
—v. 6b:
1. Debido a que estamos en la posición de gracia y somos el
objeto de la gracia, Dios está complacido con nosotros.
2. El deleite de Dios está en nosotros, nosotros estamos felices en
Él y, finalmente, tenemos un disfrute mutuo; nosotros lo
disfrutamos a Él, y Él nos disfruta a nosotros.
B. El Amado es el Hijo amado de Dios, en quien Él se complace, se
deleita—Mt. 3:17; 17:5:
1. En el Amado hemos sido agraciados y fuimos hechos el objeto
del favor de Dios y Su complacencia—Ef. 1:6b.
2. Como tal objeto, disfrutamos a Dios, y Dios nos disfruta a
nosotros en Su gracia en Su Amado, quien es Su deleite; en Su
Amado nosotros también venimos a ser Su deleite—Mt. 3:17;
17:5.
‹‹ Día 5 ››
V. En Efesios 2:8 Pablo dice: “Por gracia habéis sido salvos por
medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”:
A. La gracia es Dios impartido en nosotros; por tanto, ser salvos por
gracia significa ser salvos por medio de que el Dios Triuno
procesado se imparta en nosotros.
B. Efesios revela que la gracia que nos salva es Dios mismo en Cristo
forjado en nuestro ser; por tanto, ser salvos por gracia en realidad
significa ser salvos por la impartición del Dios Triuno en nosotros.
C. Cuando el Dios Triuno procesado es impartido en nosotros, Él
llega a ser para nosotros la gracia salvadora en nuestra experiencia
—2 Co. 13:14.
‹‹ Día 6 ››
VI. Dios nos predestinó para filiación para “alabanza de la gloria de
Su gracia”—Ef. 1:5-6a:
A. La gloria es Dios expresado (Éx. 40:34); la gloria de Su gracia
indica que la gracia de Dios, la cual es Dios mismo como nuestro
disfrute, lo expresa a Él.
B. Dios nos predestinó para filiación con el fin de que fuésemos la
alabanza de Su expresión en Su gracia, es decir, la alabanza de la
gloria de Su gracia—Ef. 1:5-6a.
VII. Dios mostrará “en los siglos venideros las superabundantes
riquezas de Su gracia en Su benignidad para con nosotros en
Cristo Jesús”—2:7:
A. En Su benignidad para con nosotros en Cristo Jesús, Dios nos
salvó por Su gracia; es en esta benignidad que nos es dada la gracia
de Dios—v. 7; Ro. 2:4.
B. Las riquezas de la gracia de Dios son las riquezas de Dios mismo
impartido en nuestro ser para nuestra experiencia y nuestro
disfrute; las riquezas de la gracia de Dios exceden todo límite.
C. En los siglos venideros —en el milenio y la eternidad— Dios
mostrará las superabundantes riquezas de Su gracia a todo el
universo—Ef. 2:7.
‹‹ Himno
Alimento matutino
Ef. 2:7
Para mostrar en los siglos venideros las superabundantes riquezas
de Su gracia en Su benignidad para con nosotros en Cristo Jesús.
1 Co. 15:10
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y Su gracia para
conmigo no ha sido en vano, antes he trabajado mucho más que
todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
La gracia de Dios reviste enorme significado ... Si queremos
entender qué es la gracia de Dios conforme a lo revelado en el Nuevo
Testamento, necesitamos tener una clara visión del Nuevo Testamento
en su conjunto. (La conclusión del Nuevo Testamento, pág. 106)
El Nuevo Testamento es la historia de la gracia de Dios, y la gracia
es el Dios Triuno encarnado. En el primer paso el Dios Triuno llegó a
ser un hombre en la carne al nacer de una virgen humana como gracia
para estar entre los hombres a fin de lograr la redención. En el
segundo paso el postrer Adán, la corporificación del Dios Triuno, fue
hecho el Espíritu vivificante mediante Su muerte y resurrección como
gracia que entra en el hombre para impartir al Dios Triuno procesado
y consumado en los creyentes a fin de ser la fuente, el elemento y la
esencia del Cuerpo de Cristo, lo cual tendrá su consumación en la
Nueva Jerusalén como el glorioso agrandamiento y la expresión del
Dios Triuno procesado y consumado en la eternidad. (La
cristalización de la Epístola a los Romanos, págs. 276-277)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
2 Co. 1:12
...Con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y ...
con vosotros.
2 Co. 13:14
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del
Espíritu Santo sean con todos vosotros.
He. 10:29
¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ... ultraje al
Espíritu de gracia?
Es importante que descubramos el significado verdadero y correcto
de la gracia de Dios en el Nuevo Testamento. (La conclusión del
Nuevo Testamento, pág. 106)
La fuente de la gracia, el elemento de la gracia y la aplicación de la
gracia provienen de las tres personas de la Trinidad Divina para ser
nuestro todo.
Al impartirse Dios, la gracia es llamada la gracia de Dios (1 Co.
15:10; 2 Co. 1:12; 8:1; 9:14), la gracia de Cristo (8:9; 12:9; 13:14), y
la gracia de la cual es el Espíritu (He. 10:29). En el Nuevo
Testamento, frases como la gracia de Dios,el amor de Dios o la luz de
Dios pueden considerarse apositivas. En otras palabras, el amor de
Dios significa que el amor es Dios. La luz de Dios significa que la luz
es Dios. La gracia de Dios indica que la gracia es Dios y que Dios es
la gracia. Por tanto, la gracia es el Dios Triuno mediante el Padre
como fuente, el Hijo como elemento y el Espíritu como aplicación.
(La cristalización de la Epístola a los Romanos, pág. 214)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Jn. 1:14
Y la Palabra se hizo carne, y fijó tabernáculo entre nosotros (y
contemplamos Su gloria, gloria como del Unigénito del Padre),
llena de gracia y de realidad.
2 Ti. 4:22
El Señor esté con tu espíritu. La gracia sea con vosotros.
Dios llegó a ser carne y fijó tabernáculo entre nosotros, lleno de
gracia. Esto muestra que la gracia es el Dios encarnado. Si Dios
hubiera permanecido en Sí mismo, no podría haber llegado a ser la
gracia. Si Dios meramente fuera Dios, y no se hubiera encarnado para
llegar a ser un hombre, Él no podría llegar a ser la gracia. Por tanto, en
el Antiguo Testamento no es muy frecuente el uso de la palabra
gracia, debido a que en aquel tiempo Dios aún no se había hecho
carne, y Él todavía no podía ser la gracia. Sin embargo, en el Nuevo
Testamento Dios se encarnó, y al hacerse carne, llegó a ser la gracia.
Él es el Dios-hombre; es Dios y a la vez hombre, y es hombre y a la
vez Dios. En Él, Dios y el hombre llegaron a ser uno. Este Emanuel, el
Dios encarnado, es la gracia para que el hombre le disfrute (Jn. 1:1,
14) ... Primero, Dios como Padre se corporificó en el Hijo, y luego el
Hijo fue hecho real para nosotros como el Espíritu vivificante. Este
Espíritu entra en nosotros como gracia para que lo disfrutemos.
La gracia es la corporificación de Dios, quien llegó a ser un Dios-
hombre poseyendo tanto divinidad como humanidad, el cual llevó un
vivir humano, murió, resucitó y entró en ascensión. Ahora Él ha
llegado a ser el Espíritu vivificante y mora en nosotros. Por esta razón,
... el hecho que el Señor esté con nuestro espíritu equivale a que la
gracia sea con nosotros [cfr. 2 Ti. 4:22]. El Señor es gracia para que le
recibamos y le disfrutemos como nuestro suministro y experiencia.
(La ley y gracia de Dios en Su economía, págs. 26, 35)
Lectura para hoy
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Ef. 1:6
Para alabanza de la gloria de Su gracia, con la cual nos agració en
el Amado.
Mt. 3:17
Y he aquí, hubo una voz de los cielos, que decía: Éste es Mi Hijo, el
Amado, en quien tengo complacencia.
La elección y predestinación de Dios están relacionadas con la
gracia de Dios ... Lo que es revelado en Efesios 1:6 es el producto de
la predestinación para filiación mencionada en el versículo anterior.
Esto significa que la alabanza de la gloria de la gracia de Dios es el
producto, el resultado, de la filiación (v. 5). Dios nos predestinó para
filiación con el fin de que fuésemos la alabanza de Su expresión en Su
gracia, es decir, para alabanza de la gloria de Su gracia. Finalmente,
todas las cosas positivas del universo alabarán a Dios por la filiación
(Ro. 8:19), cumpliendo así lo que se menciona en este versículo. (La
conclusión del Nuevo Testamento, pág. 3481)
Todo cuanto Dios vino a ser y hacer para nosotros es Dios mismo como
gracia que viene a nosotros en Su encarnación. Esto es claramente revelado
en Juan 1, que nos dice que Dios, como Palabra, se hizo carne y fijó
tabernáculo entre nosotros, lleno de gracia y de realidad, y que la gracia y
la realidad vinieron por medio de Jesucristo (vs. 14, 16-17).
La gracia es lo que Dios es para nosotros con miras a nuestro disfrute,
mientras que la gloria es Dios expresado (Éx. 40:34). La gloria de Su
gracia [Ef. 1:6] indica que la gracia de Dios, la cual es Dios mismo como
nuestro disfrute, lo expresa a Él. Dios es expresado en Su gracia, y Su
predestinación resulta en la alabanza de esta expresión. Al recibir gracia y
disfrutar a Dios, tenemos el sentir de la gloria. La gracia es Dios mismo
como nuestro disfrute, la gloria es Dios manifestado, y la gloria de la gracia
de Dios es Dios expresado en nuestro disfrute de Él.
Efesios 1:6 dice que Dios nos agració en el Amado. Que Dios nos agracie
significa que Él nos ha puesto en una posición de gracia a fin de que
seamos el objeto de la gracia y el favor de Dios, esto es, que disfrutemos de
todo lo que Dios es para nosotros. Debido a que estamos en la posición de
gracia y somos objeto de la gracia, Dios está complacido con nosotros, Su
deleite está en nosotros, y nosotros disfrutamos de Él y llegamos a ser Su
disfrute. Por tanto, tiene lugar un disfrute mutuo: nosotros lo disfrutamos a
Él, y Él nos disfruta a nosotros. Aquí, en la gracia, Él es nuestro gozo y
satisfacción, y nosotros somos Su gozo y satisfacción.
El Amado en el versículo 6 es Cristo, el Hijo amado de Dios, en quien Él
se complace (Mt. 3:17; 17:5). Así que Dios, al darnos Su gracia, nos hace
objeto de Su complacencia. Esto es verdaderamente un placer para Dios.
En Cristo hemos sido bendecidos por Dios con toda bendición. En el
Amado Dios nos agració y fuimos hechos el objeto de Su favor y
complacencia. Como tal disfrutamos a Dios, y Dios nos disfruta a nosotros
en Su gracia en Su Amado, quien es Su deleite. En Su Amado nosotros
también venimos a ser Su deleite.
La frase en el Amado comunica el pleno deleite, la satisfacción y el
disfrute que Dios el Padre tiene en nosotros debido a que hemos sido
hechos objeto de Su gracia y deleite. En este sentido debemos todos sentir
aprecio por nosotros mismos e, incluso, tenernos en alta estima porque
hemos sido posicionados en la gracia y hemos sido hechos objeto del
deleite de Dios. Debemos tener tal visión con respecto a nosotros mismos,
no según nuestro estado natural, sino según el hecho de que hemos sido
escogidos, predestinados, regenerados y agraciados. Dios se deleita en
nosotros, no en nosotros mismos, sino en Su Amado. Habiendo sido hechos
objeto de la gracia de Dios, hemos hallado favor en Cristo.
Además, la rica gracia de Dios ha logrado la redención para nosotros y
nos aplicó el perdón (Ef. 1:7). La gracia de Dios no sólo es rica (v. 7), sino
también abundante (v. 8). Las riquezas de la gracia de Dios han abundado
para nosotros, por un lado, en toda sabiduría, relacionada con el plan de
Dios en la eternidad, y por otro, en toda prudencia, relacionada con la
ejecución de Su plan en el tiempo. La gracia abundante de Dios ... logra
que todas las cosas sean reunidas bajo una cabeza en Cristo (v. 10), hace de
nosotros una herencia para Dios (v. 11) y nos capacita para heredar todo lo
que Dios es (v. 14). (La conclusión del Nuevo Testamento, págs. 3481-
3482)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Ef. 2:4-5
Pero Dios, que es rico en misericordia, ... nos dio vida juntamente
con Cristo (por gracia habéis sido salvos).
Ef. 2:8
Porque por gracia habéis sido salvos por medio de la fe; y esto no
de vosotros, pues es don de Dios.
Jn. 1:17
Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la
realidad vinieron por medio de Jesucristo.
La palabra porque al principio de Efesios 2:8 presenta la razón por
la cual Dios muestra Su gracia (v. 7). Puesto que hemos sido salvos
por la gracia de Dios, Él la puede mostrar.
En Efesios, la gracia denota a Dios impartido en nosotros. Por tanto,
ser salvos por gracia significa ser salvos al impartirse Dios en
nosotros. Los cristianos en su mayoría consideran que la gracia es una
cosa, no una persona. Para ellos, la gracia es simplemente un don que
se les da gratuitamente. Según este concepto acerca de la gracia,
nosotros éramos pecadores que no merecíamos la salvación que Dios
efectúa, pero Dios nos salvó gratuitamente concediéndonos Su favor
inmerecido. Éste, sin embargo, es un entendimiento superficial de lo
que significa ser salvos por gracia.
Juan 1:17 dice que la gracia vino por medio de Jesucristo. Esto
indica que la gracia, en cierto sentido, es como una persona. Efesios
revela que la gracia salvadora es el propio Dios en Cristo forjado en
nuestro ser ... Ser salvos por gracia significa ser salvos por la
impartición del Dios Triuno en nosotros. (Estudio-vida de Efesios,
pág. 189)
Lectura para hoy
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Ef. 1:5-6
Predestinándonos para filiación por medio de Jesucristo para Sí
mismo, según el beneplácito de Su voluntad, para alabanza de la
gloria de Su gracia, con la cual nos agració en el Amado.
Ef. 2:7
Para mostrar en los siglos venideros las superabundantes riquezas
de Su gracia en Su benignidad para con nosotros en Cristo Jesús.
Ahora necesitamos ver qué es la gloria de la gracia de Dios ... Si uno
estudia con detenimiento el tema de la gloria en la Biblia, se dará
cuenta de que la gloria es Dios expresado. Siempre que Dios se
manifiesta, eso es gloria. Podemos usar la electricidad como ejemplo.
La electricidad está escondida, pero cuando se expresa en forma de
luz, esa luz es la gloria de la electricidad. Del mismo modo, cuando
Dios está escondido, no podemos ver Su gloria, pero cuando Él se
expresa, Su gloria se hace visible. Por consiguiente, la gloria es Dios
expresado ... A Dios nadie lo ha visto jamás, pero nosotros hemos
visto la gloria del Hijo unigénito.
La gloria de la gracia de Dios significa que la gracia de Dios, la cual
es Él mismo como nuestro disfrute, lo expresa a Él. Dios es expresado
en Su gracia, y Su predestinación tiene por finalidad la alabanza de tal
expresión. Cuando recibimos la gracia y disfrutamos a Dios,
experimentamos un sentir de gloria ... En algunas ocasiones, después
de una excelente reunión, estamos llenos de gracia y decimos: “¡Eso
fue glorioso!”. Esto es Dios expresado en Su gracia. (Estudio-vida de
Efesios, pág. 51)
Iluminación e inspiración
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SEMANA 2 — BOSQUEJO
Día 1 ››
I. La economía eterna de Dios consiste en obtener un grupo de
personas en las que el Dios Triuno pueda impartirse para ser su
vida y su todo, a fin de que sean unidas a Él como uno solo, sean
llenas de Él y estén ocupadas con Él, y constituyan una sola
entidad orgánica con Él en la tierra para ser el Cuerpo de Cristo,
la iglesia, con miras a Su expresión corporativa—Ef. 1:3-23:
A. La economía eterna de Dios es la línea central de todas las
Escrituras—v. 10; 3:9.
B. La interpretación de las Escrituras debería regirse estrictamente por
esta línea central bajo su iluminación—Lc. 24:27, 32, 44.
C. Lo único que debería ser enfocado, enfatizado y ministrado es la
economía neotestamentaria de Dios—1 Ti. 1:4.
D. La vida cristiana es una vida que tiene por finalidad la economía de
Dios—2 Co. 5:14-15.
‹‹ Día 2 y Día 3 ››
II. “La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu”—
Gá. 6:18:
A. La marca de la economía de Dios es que Cristo hoy en día es la
gracia de Dios en nuestro espíritu—v. 18:
1. Nuestro espíritu regenerado, donde mora el Espíritu, es el
enfoque de la bendición prometida por Dios—Jn. 3:6; Ro. 8:10;
15:29; Ef. 1:3.
2. Necesitamos que la gracia del Señor, que es la abundante
suministración del Espíritu todo-inclusivo, sea con nuestro
espíritu—Fil. 1:19; 2 Ti. 4:22.
B. La gracia de Jesucristo es la abundante suministración del Dios
Triuno (quien está corporificado en el Hijo y es hecho real para
nosotros como Espíritu vivificante), suministración que es
disfrutada por nosotros cuando ejercitamos nuestro espíritu
humano—Jn. 1:14; 1 Co. 15:45; 2 Ti. 4:22; Flm. 25:
1. La gracia es Dios el Padre corporificado en el Hijo, quien es
hecho real para nosotros como Espíritu; de manera consumada,
el Espíritu es la gracia—He. 10:29.
2. Esta gracia, la máxima consumación del Dios Triuno, ahora
mora en nuestro espíritu—Fil. 4:23.
3. Nuestro espíritu es el único lugar donde podemos experimentar
la gracia—2 Ti. 4:22.
4. A fin de recibir la gracia y disfrutarla, necesitamos volvernos a
nuestro espíritu y permanecer allí, reconociendo al Señor como
Cabeza y como Rey, respetando Su posición, honrando Su
autoridad y viendo que el trono de la gracia está en nuestro
espíritu—Gá. 6:18; He. 4:16.
C. Como hijos de Dios, deberíamos ser aquellos que reciben y
disfrutan la gracia de nuestro Señor en nuestro espíritu—2 Co.
13:14; Flm. 25:
1. Recibir a Cristo como Espíritu de gracia es algo que se realiza
de continuo por toda la vida—Jn. 1:16; Ap. 22:21.
2. Día tras día debería tener lugar una maravillosa transmisión
divina a medida que Dios suministra abundantemente el
Espíritu de gracia, y nosotros recibimos de continuo el Espíritu
de gracia—Gá. 3:2-5; Jn. 3:34.
3. La manera de abrirnos a la transmisión celestial a fin de recibir
la suministración del Espíritu de gracia vivificante y todo-
inclusivo consiste en ejercitar nuestro espíritu para orar e
invocar al Señor—1 Ts. 5:16-18; Ro. 10:12-13.
4. A medida que recibimos y disfrutamos al Dios Triuno
procesado y consumado como nuestra gracia, gradualmente
llegaremos a ser uno con Él orgánicamente; Él llegará a ser
nuestro elemento constitutivo, y nosotros llegaremos a ser Su
expresión—2 Co. 1:12; 12:9.
‹‹ Día 4 ››
III. “Por la gracia de Dios soy lo que soy; y Su gracia para conmigo no
ha sido en vano, ... pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”—1
Co. 15:10:
A. La gracia, mencionada tres veces en 1 Corintios 15:10, es el Cristo
resucitado que se hizo el Espíritu vivificante (v. 45) para, en
resurrección, introducir en nosotros al Dios Triuno procesado, para
que sea nuestra vida y suministro de vida a fin de que vivamos en
resurrección:
1. La gracia es el Dios Triuno que llega a ser nuestra vida y
nuestro todo—Jn. 1:17; Gá. 2:21.
2. Es por esta gracia que Saulo de Tarso, el primero de los
pecadores (1 Ti. 1:15-16), llegó a ser el apóstol principal, que
trabajaba mucho más que todos los apóstoles.
3. El ministerio y vivir de Pablo, llevados a cabo por medio de
esta gracia, son un testimonio innegable de la resurrección de
Cristo—2 Co. 1:12; 12:9.
B. La frase no yo, sino la gracia de Dios de 1 Corintios 15:10 es el
equivalente de la frase ya no ... yo, mas ... Cristo de Gálatas 2:20;
esto muestra que Cristo mismo es la gracia de Dios: Dios mismo
que obraba por medio del apóstol:
‹‹ Día 5 ››
1. La gracia que motivó al apóstol Pablo y operó en él no era
algún asunto o cosa, sino una persona viviente, o sea, el Cristo
resucitado, la corporificación de Dios el Padre, quien se hizo el
Espíritu vivificante y todo-inclusivo que moraba en el apóstol
como su todo.
2. Esto corresponde con la declaración que Pablo hizo en
Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Aquel que me fortalece con
poder”:
a. En Filipenses 4:13 Aquel se refiere al Cristo resucitado que
llegó a ser el Espíritu vivificante.
b. En tal Cristo, Pablo fue fortalecido con poder para hacer
todas las cosas; en esto consiste la gracia de Dios.
‹‹ Día 6 ››
IV. “Creced en la gracia ... de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”—
2 P. 3:18a:
A. La gracia es el Dios Triuno que es vida y el suministro de vida para
nosotros y en nosotros; crecer en la gracia es crecer en esta fuente
interna del suministro de vida—1 P. 5:10.
B. La gracia es Dios que pasó por los procesos de la encarnación, la
muerte, la resurrección y la ascensión; todos estos elementos de la
gracia están dentro de nosotros para ser uno con nosotros—Fil.
4:23:
1. La gracia es Dios mismo como nuestra vida para ser uno con
nosotros, salvarnos, hacer Su hogar en nosotros y ser formado
en nosotros; crecer en la gracia es crecer en el aumento de Dios
—Col. 2:19.
2. La gracia es la visitación de Dios a nosotros a fin de
permanecer en nosotros y hacerse Él mismo uno con nosotros;
necesitamos crecer en tal gracia para Su gloria actualmente y
para el día de la eternidad—Ap. 22:21.
‹‹ Himno
Alimento matutino
Ef. 1:10
Para la economía de la plenitud de los tiempos, de hacer que en
Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas, así las que
están en los cielos, como las que están en la tierra, en Él.
Ef. 3:9
...De alumbrar a todos para que vean cuál es la economía del
misterio escondido a lo largo de los siglos en Dios, que creó todas
las cosas.
La economía eterna de Dios consiste en obtener un grupo de
personas en las que Él pueda impartirse para ser su vida y su todo, a
fin de que sean unidas a Él como uno solo, sean llenas de Él y estén
ocupadas con Él, y constituyan una sola entidad con Él en la tierra
para ser el Cuerpo de Cristo, la iglesia, con miras a Su expresión. Esta
expresión comienza en la iglesia actualmente, prosigue en el reino
milenario en la próxima era, y continúa en la Nueva Jerusalén en la
eternidad. Para ello, Dios creó el universo. En este universo está la
tierra, ... y hay diversos seres vivos sobre la tierra. Todas estas cosas
fueron creadas para la existencia del hombre que Dios creó. Por tanto,
el hombre es el centro del universo creado por Dios. (CWWL, 1987, t.
3, pág. 146)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
He. 4:16
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para
recibir misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Gá. 6:18
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu,
hermanos. Amén.
Jn. 3:34
Porque el que Dios envió, habla las palabras de Dios; pues no da el
Espíritu por medida.
Los creyentes, al experimentar la gracia en la economía de Dios, se
acercan confiadamente al trono de la gracia a fin de hallar gracia para
el oportuno socorro (He. 4:16). El Cristo mismo que está sentado en el
trono en los cielos también está ahora en nuestro espíritu, en donde
está la morada de Dios (Ef. 2:22). Puesto que hoy en día nuestro
espíritu es el lugar donde Dios mora, siempre que nos volvemos a
nuestro espíritu tocamos el trono en los cielos, y este trono para
nosotros es el trono de la gracia. Cuando nos acercamos al trono de la
gracia, recibimos a Cristo como gracia para nuestro oportuno socorro.
(La ley y gracia de Dios en Su economía, pág. 41)
Cristo creó la nueva creación por Su gracia que es con el espíritu de los
creyentes [Gá. 6:18] ... La gracia de Jesucristo es la abundante
suministración del Dios Triuno (quien está corporificado en el Hijo y es
hecho real a nosotros como Espíritu vivificante), suministración que es
disfrutada por nosotros cuando ejercitamos nuestro espíritu humano. La
gracia es Dios el Padre corporificado en el Hijo, quien es hecho real a
nosotros como Espíritu. De manera consumada, el Espíritu es la gracia (He.
10:29). Este Espíritu, la máxima consumación del Dios Triuno, ahora mora
en nuestro espíritu. Por tanto, nuestro espíritu es el único lugar donde
podemos experimentar la gracia. A fin de recibir la gracia y disfrutarla,
debemos volvernos a nuestro espíritu y permanecer allí, reconociendo al
Señor como Cabeza y como Rey, respetando Su posición y honrando Su
autoridad. Debemos ver que el trono de la gracia está en nuestro espíritu
(4:16). Siempre que acudimos al trono de la gracia al volvernos a nuestro
espíritu e invocar el nombre del Señor, debemos entronizar al Señor,
dándole a Él la autoridad como Cabeza, el reinado y el señorío en nuestro
ser (Col. 1:18; Ap. 4:2). El trono de Dios es la fuente de la gracia que fluye
... Si entronizamos al Señor Jesús dentro de nosotros, el Espíritu —como
río de agua de vida— fluirá desde el trono de la gracia para abastecernos, y
entonces recibiremos la gracia y la disfrutaremos (He. 4:16; cfr. Ap. 22:1-
2).
Debemos ser aquellos que reciben y disfrutan la gracia del Señor en
nuestro espíritu. Recibir a Cristo como Espíritu de gracia es algo que se
realiza de continuo por toda la vida. Día tras día debe tener lugar esta
maravillosa transmisión divina: Dios suministra abundantemente el
Espíritu de gracia, y nosotros recibimos de continuo el Espíritu de gracia
(Gá. 3:2-5; Jn. 3:34). La manera de abrirnos a la transmisión celestial a fin
de recibir el suministro del Espíritu de gracia vivificante y todo-inclusivo
consiste en ejercitar nuestro espíritu para orar e invocar al Señor (1 Ts.
5:16-18; Ro. 10:12-13). Al recibir y disfrutar al Dios Triuno como nuestra
gracia, gradualmente llegaremos a ser uno con Él orgánicamente; Él llegará
a ser nuestro elemento constitutivo, y nosotros llegaremos a ser Su
expresión (2 Co. 1:12; 12:9).
La marca de la economía de Dios es que Cristo hoy en día es la gracia de
Dios en nuestro espíritu. Nuestro espíritu regenerado, donde mora el
Espíritu, es el enfoque de la bendición prometida por Dios. Es en nuestro
espíritu donde experimentamos y disfrutamos al Espíritu como bendición
central del Nuevo Testamento. Por tanto, necesitamos que la gracia del
Señor, que es la abundante suministración del Espíritu todo-inclusivo (Fil.
1:19), sea con nuestro espíritu. Si no conocemos nuestro espíritu humano,
el cual ha sido regenerado por el Espíritu Santo, no podemos disfrutar a
Cristo como Espíritu todo-inclusivo. Debemos aprender a ejercitar nuestro
espíritu y a andar en nuestro espíritu a fin de disfrutar la gracia de Cristo, la
cual es Cristo mismo para nuestro disfrute.
Cristo es el centro de la economía de Dios, y el Espíritu es la realidad de
Cristo. Cuando Cristo es hecho real a nosotros por el Espíritu en nuestro
espíritu, llegamos a ser la nueva creación. La nueva creación es Cristo que
vive en nuestro espíritu. Por tanto, nuestro espíritu es de vital importancia
para que vivamos la vida propia de la nueva creación para el cumplimiento
del propósito de Dios. (La conclusión del Nuevo Testamento, págs. 3470-
3472)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Gá. 3:5
Aquel, pues, que os suministra abundantemente el Espíritu...
Gá. 3:2
...¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?
Gálatas 1 y 2 tienen que ver con revelación y hablan del Hijo de
Dios revelado en nosotros y de que Cristo vive en nosotros. Pero
cuando venimos a la experiencia, como podemos ver en 3:2, nos
damos cuenta de que Aquel a quien recibimos es el Espíritu. El
Espíritu es la misma Persona de Cristo, el Hijo de Dios.
Recibir el Espíritu no es algo que ocurre una sola vez para siempre.
Tal como respirar, es un asunto de toda la vida. Ésta es la razón de que
en 3:5 Pablo usa el tiempo presente ... Aquí Pablo no dice que Dios
suministró el Espíritu o que Él suministrará el Espíritu; él dice que
Dios suministra el Espíritu. Debido a que Dios está continuamente
suministrando el Espíritu, debemos recibir el Espíritu continuamente.
(Estudio-vida de Gálatas, págs. 383-384)
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Alimento matutino
1 Co. 15:10
...Por la gracia de Dios soy lo que soy; y Su gracia para conmigo no
ha sido en vano, ... he trabajado mucho más que todos ellos; pero
no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
Gá. 2:20-21
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe ...
No hago nula la gracia de Dios...
La gracia es el pensamiento central en 1 Corintios [cfr. 1:4] ... En el
versículo 9 Pablo procede a decir que Dios nos ha llamado a la
comunión de Su Hijo, Jesucristo nuestro Señor. Esto significa que
Dios nos ha llamado a participar en el Hijo, a ser partícipes de Él. La
comunión, el disfrute y la participación que tenemos de Cristo
constituyen la gracia.
La gracia, mencionada tres veces en 1 Corintios 15:10, es el Cristo
resucitado que se hizo el Espíritu vivificante (v. 45) para, en
resurrección, introducir en nosotros al Dios Triuno procesado, para
que sea nuestra vida y suministro de vida a fin de que vivamos en
resurrección. Así que, la gracia es el Dios Triuno que llega a ser
nuestra vida y nuestro todo. (La conclusión del Nuevo Testamento,
págs. 3301-3302)
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Alimento matutino
2 Co. 1:12
...Con sencillez y sinceridad de Dios, ... con la gracia de Dios, nos
hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros.
1 Ti. 1:15-16
...Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los
cuales yo soy el primero ... Me fue concedida misericordia, para
que Jesucristo mostrase en mí ... toda Su longanimidad, y quedara
yo como modelo para los que habrían de creer en Él para vida
eterna.
Todos los discípulos y apóstoles que vieron al Cristo resucitado no
solamente le vieron en términos objetivos, sino que también le
experimentaron subjetivamente. Fue en virtud de que vieron a Cristo
que Él entró en ellos y vino a ser Aquel que era subjetivo en ellos. Fue
debido a esto que, llegado el día de Pentecostés, ellos eran personas
vivientes, llenas de energía y activas. El Cristo resucitado estaba en
ellos.
La gracia que motivó al apóstol [Pablo] y operó en él no era algún
asunto o cosa, sino una persona viviente, o sea, el Cristo resucitado, la
corporificación de Dios el Padre, quien se hizo el Espíritu vivificante
y todo-inclusivo que moraba en el apóstol como su todo. Esto
corresponde con la declaración que Pablo hizo en Filipenses 4:13:
“Todo lo puedo en Aquel que me fortalece con poder”. Aquí, Aquel se
refiere al Cristo resucitado que llegó a ser el Espíritu vivificante. En
tal Cristo, Pablo fue fortalecido con poder para hacer todas las cosas.
En esto consiste la gracia de Dios. (La conclusión del Nuevo
Testamento, págs. 3303-3304)
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Alimento matutino
1 P. 5:10
Mas el Dios de toda gracia, que os llamó a Su gloria eterna en
Cristo Jesús...
Col. 2:19
Y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el Cuerpo,
recibiendo el rico suministro y siendo entrelazado por medio de las
coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento de Dios.
Ap. 22:21
La gracia del Señor Jesús sea con todos los santos. Amén.
Llegamos al punto más crucial, que es la gracia que los creyentes
experimentan en la economía de Dios. La gracia debe ser la
experiencia diaria de los creyentes. Si no es la gracia, no es la
verdadera experiencia cristiana; si no es la gracia, no es el verdadero
vivir cristiano. El vivir de un cristiano debe ser el vivir de la gracia, la
experiencia de la gracia ... La gracia es la corporificación de Dios, a
saber, Cristo. Por tanto, la gracia experimentada por los creyentes es
Cristo, la corporificación misma de Dios. (La ley y gracia de Dios en
Su economía, pág. 54)
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SEMANA 3 — BOSQUEJO
Día 1 ››
I. El vivir que los creyentes neotestamentarios llevan bajo la gracia
en la economía de Dios es un vivir total en el que experimentan al
Dios Triuno procesado y consumado como gracia—Gá. 6:18; He.
4:16; Ap. 22:21:
A. El vivir cristiano debe consistir en vivir la gracia, en experimentar
la gracia; nuestra vida cristiana es esencialmente una vida en la que
tenemos a Dios como nuestra gracia—2 Co. 1:12.
B. Un vivir total significa que todo nuestro vivir es un vivir propio del
Dios Triuno que fue procesado a fin de ser gracia para nosotros—
13:14.
C. El Espíritu compuesto se mueve dentro de nosotros diariamente
como la unción a fin de que podamos disfrutar al Dios Triuno
procesado como gracia—1 Jn. 2:20, 27.
D. La gracia del Señor Jesucristo, el Espíritu de gracia, está con
nuestro espíritu, el cual ha sido regenerado para ser la morada y
vaso del Dios Triuno—He. 10:29b; Gá. 6:18; Fil. 4:23; Flm. 25; 2
Ti. 4:22.
E. Nosotros somos los que hemos recibido la gracia, la cual es el Dios
Triuno: el Padre dado a nosotros en el Hijo, y el Hijo hecho real
para nosotros como Espíritu que mora en nuestro espíritu—1 Co.
15:45; 6:17.
F. Debido a que somos santos, la gracia del Señor debe ser con cada
uno de nosotros en todos los aspectos de nuestra vida diaria—Fil.
4:23; Ef. 4:7.
‹‹ Día 2 ››
II. Una iglesia genuina está basada en la gracia que le fue dada en
Cristo Jesús—1 Co. 1:2-4:
A. La gracia de Dios no le es dada a la iglesia con base en la
espiritualidad ni en la condición de la iglesia.
B. Solamente la gracia de Dios es la base de la iglesia—16:23.
C. El agradecimiento que Pablo da a Dios en 1 Corintios 1:4 estaba
basado en el don de gracia que le fue dado a la iglesia en Cristo
Jesús.
D. La iglesia se mantiene firme sobre la base de la gracia a fin de que
pueda recibir más gracia—Ap. 22:21.
E. Hemos recibido la gracia como nuestra base, y nos mantenemos
firmes sobre la gracia, y no sobre nuestros atributos, virtudes ni
excelencias; por tanto, estamos calificados para recibir más gracia,
incluso gracia sobre gracia—Jn. 1:16.
‹‹ Día 3 ››
III. La consumación de la experiencia que los creyentes tienen de la
gracia de Dios en Su economía es la iglesia como Cuerpo orgánico
de Cristo—1 Co. 12:12-13, 27; Ef. 1:6-8, 22-23:
A. La gracia es el Dios Triuno que circula impartiendo en nosotros
todo lo que Él es para nuestro disfrute; toda la vida de iglesia
depende de la gracia, que es la circulación de la Trinidad Divina en
nuestro ser—1 P. 5:10; Hch. 4:33; 2 Co. 8:1; 13:14.
B. La vida práctica y la edificación del Cuerpo de Cristo proceden del
disfrute interior que tenemos de la gracia de Dios—1 Co. 1:9; 2
Co. 13:14.
C. Cada parte del Cuerpo orgánico de Cristo es el producto de la
gracia de Dios en la economía de Dios—Ro. 12:4-6a.
‹‹ Día 4 ››
D. En el Cuerpo tenemos dones que difieren según la gracia que nos
es dada, y que son un resultado de la experiencia que tenemos de la
gracia de Cristo—v. 6:
1. Esta gracia es Dios en Cristo como el elemento divino que
entra en nosotros a fin de ser nuestra vida para nuestro disfrute
—Jn. 1:16; 2 Co. 13:14.
2. Cuando esta gracia entra en nosotros, trae consigo el elemento
de ciertas habilidades y capacidades espirituales, las cuales,
acompañando nuestro crecimiento en vida, se desarrollan como
dones en vida a fin de que ejerzamos nuestra función en el
Cuerpo de Cristo para servir a Dios—Ro. 12:6-8.
3. En Romanos 12:6 los dones difieren según la gracia; en Efesios
4:7 la gracia fue dada conforme al don:
a. La gracia es la vida divina que produce y suministra los
dones.
b. En Romanos 12 es la gracia la que produce el don; por
tanto, el don es conforme a la gracia.
c. En Efesios 4 la gracia es conforme al don, esto es,
conforme a la medida del don.
E. En la iglesia como Cuerpo orgánico de Cristo, no deberíamos dejar
que ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca, “sino la que
sea buena para edificación según la necesidad, a fin de dar gracia a
los oyentes”—v. 29:
1. La palabra que hablamos a otros debería transmitir gracia, esto
es, Cristo como nuestro disfrute y suministro—2 Co. 13:14;
Ro. 16:20; 1 Co. 16:23; Gá. 6:18.
2. La palabra que edifica a otros siempre ministra a Cristo como
gracia al oyente—Ef. 4:29.
‹‹ Día 5 y Día 6 ››
IV. En Efesios 3:2 el apóstol Pablo dice que la mayordomía de la
gracia le fue dada a él para con los miembros del Cuerpo—5:30:
A. En Efesios 3:2 y 9 Pablo usa la palabra griega oikonomía; en el
versículo 9 esta palabra se refiere a la economía de Dios, y en el
versículo 2 se refiere a la mayordomía del apóstol.
B. La mayordomía de la gracia de Dios nos ha sido dada a fin de que
podamos vivir y servir para la edificación del Cuerpo de Cristo—
vs. 2-7:
1. La mayordomía de la gracia tiene por finalidad impartir la
gracia de Dios a Su pueblo escogido para producir y edificar la
iglesia como Cuerpo de Cristo—1 Co. 4:1-2.
2. De esta mayordomía proviene el ministerio del apóstol, quien
es un mayordomo en la casa de Dios, uno que ministra a Cristo
como la gracia de Dios a la familia de Dios—9:17.
3. El ministerio de Pablo consistía en impartir las riquezas de
Cristo como gracia a los creyentes para que las disfrutaran—
Ef. 3:8.
4. La economía de Dios está con Dios mismo, pero la
mayordomía de la gracia no fue dada meramente a Pablo como
individuo; esta mayordomía ha sido dada a todos los creyentes.
5. La mayordomía de la gracia es universal; con respecto al
Cuerpo de Cristo, todos los santos tienen la mayordomía de la
gracia según la economía de Dios—vs. 2, 9.
‹‹ Himno
Alimento matutino
Ap. 22:21
La gracia del Señor Jesús sea con todos los santos. Amén.
2 Co. 1:12
Porque nuestra gloria es ésta: el testimonio de nuestra conciencia,
que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal,
sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y
mucho más con vosotros.
La gracia está con nosotros al principio del libro de Apocalipsis, y
esta misma gracia se menciona al final del libro. Así que, la gracia no
sólo está al final del libro de Apocalipsis, sino al final de toda la
Biblia.
Muchos lectores de la Biblia saben y pueden citar la primera frase
de la Biblia ... Pero pocos conocen la conclusión de la Biblia. La
expresión en el principio creó Dios los cielos y la tierra es objetiva
para nosotros. Pero la expresión la gracia del Señor Jesús sea con
todos los santos nos es subjetiva. Debemos orar-leer este versículo que
da conclusión a la Biblia. La gracia del Señor debe estar con cada uno
de nosotros en todo aspecto de nuestra vida diaria porque somos
santos. Esta gracia tiene su consumación en la Nueva Jerusalén como
consumación del beneplácito de Dios al unirse y mezclarse Él con el
hombre para obtener Su glorioso agrandamiento y Su expresión
eterna. (La cristalización de la Epístola a los Romanos, págs. 274-
275)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
1 Co. 1:2-4
A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo
Jesús, los santos llamados, con todos los que en cualquier lugar
invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo...: Gracia y paz a
vosotros de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, a causa de la gracia
de Dios que os fue dada en Cristo Jesús.
“A la iglesia de Dios” [1 Co. 1:2a] ... indica que la iglesia no sólo es
poseída por Dios, sino que también tiene a Dios como su naturaleza y
su esencia, las cuales son divinas, generales, universales y eternas.
“La iglesia ... en Corinto” (v. 2b) era una iglesia en una ciudad, la
cual permanecía en una localidad definida y tomaba aquella localidad
como su posición, terreno y jurisdicción para llevar a cabo sus asuntos
administrativos ... La iglesia permaneció en aquella localidad para ser
un testimonio local de Cristo ... es parte del testimonio universal de
Cristo. El testimonio universal se compone de los testimonios locales
y se constituye de los mismos. (Una iglesia genuina, págs. 8-10)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Ef. 1:6-8
Para alabanza de la gloria de Su gracia, con la cual nos agració en
el Amado; en quien tenemos redención por Su sangre, el perdón de
los delitos según las riquezas de Su gracia, que hizo sobreabundar
para con nosotros...
Ef. 1:22-23
...Y lo dio por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es
Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
La consumación de la experiencia que los creyentes tienen de la
gracia de Dios en Su economía es la iglesia como el Cuerpo de Cristo
(Ef. 1:6-8, 22-23). ¿Cómo se produce el Cuerpo de Cristo? Nosotros
éramos pecadores caídos, pero Cristo vino y derramó Su sangre para
redimirnos llevándonos de vuelta a Sí mismo. Cristo es la esfera y
elemento de nuestra salvación. La sangre preciosa de Cristo nos
redimió llevándonos de vuelta a Cristo como esfera y elemento. En
Cristo disfrutamos Su elemento y, con Su elemento, hemos sido
hechos la preciosa posesión de Dios. Efesios 1:22-23 nos muestra que
el poder que Dios hizo operar en Cristo lo resucitó de los muertos a fin
de que Él pudiera trascender el mundo y ascender a los cielos, al
sentarse a la diestra de Dios, aplastar al enemigo, someter todas las
cosas bajo Sus pies y así ser dado por Cabeza sobre todas las cosas.
Dicho poder es dado “a la iglesia”, o sea, es transmitido a la iglesia ...
Ya que la Cabeza tiene este poder, el Cuerpo también recibe la
transmisión de este poder. Es de esta manera que se produce el Cuerpo
de Cristo. (La ley y gracia de Dios en Su economía, pág. 72)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Ro. 12:6-7
...Teniendo dones que difieren según la gracia que nos es dada, si el
de profecía, ... conforme a la proporción de la fe; o si de servicio,
seamos fieles en servir; o el que enseña, en la enseñanza.
Ef. 4:29
Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea
buena para edificación según la necesidad, a fin de dar gracia a los
oyentes.
La gracia es simplemente Dios en Cristo como nuestro disfrute.
Cuando esta gracia, este elemento divino —que es la vida divina—,
entra en nuestro ser, trae consigo ciertas habilidades y capacidades,
que son los dones ... A medida que disfrutamos a Dios, recibiendo y
asimilando Su elemento divino dentro de nuestro ser, este elemento
divino produce en nosotros algunos dones, aptitudes y habilidades.
Estos dones difieren según la medida del elemento divino que hemos
disfrutado y asimilado dentro de nuestro ser.
Los dones de Romanos 12 son dados conforme a la gracia. Esto
significa que los dones son concedidos conforme a la medida de la
vida. Si usted ha disfrutado la vida de Dios a un nivel muy elevado,
recibirá un don superior. Sin embargo, si sólo disfruta de la vida de
Dios de manera limitada, el don que reciba también tendrá ciertas
limitaciones, porque la medida del don recibido depende del grado en
que uno haya disfrutado interiormente de la vida divina como la
gracia. Los dones enumerados en Romanos 12 no son dones
milagrosos que vienen a nosotros repentinamente; al contrario, son
como las facultades de los miembros de nuestro cuerpo humano ...
Todos los ítems incluidos en los versículos del 6 al 8 son dones de la
gracia en vida. Podemos enumerar siete de ellos: la profecía, el
servicio, la enseñanza, la exhortación, el dar, el liderazgo y el hacer
misericordia. Debemos recordar que cada uno de estos siete ítems es
un don, incluyendo el hacer misericordia. (Estudio-vida de Romanos,
págs. 324-325)
La gracia es el elemento divino que entra en nuestro ser a fin de que sea
nuestra vida para nuestro disfrute. La gracia no es algo externo, sino el
elemento de la vida divina que es forjado en nuestro ser interiormente y
que nos da ciertas habilidades y capacidades.
Los dones de la gracia en vida son necesarios para la práctica de la vida
del Cuerpo. [No] descuidamos los dones de gracia en vida, y sólo
prestamos atención a los dones milagrosos, ... porque éstos tienen tendencia
a dividir el Cuerpo, mientras que los dones de la gracia en vida, lo edifican.
Pablo tenía mucha experiencia en la vida del Cuerpo y sabía que los dones
de gracia en vida son necesarios para la edificación de la iglesia. Por lo
tanto, en Romanos 12 él no incluyó los dones milagrosos entre los ítems
necesarios para poner en práctica la vida de iglesia ... Él aconsejó a los
corintios a que se ocuparan de la edificación de la iglesia (1 Co. 14:12, 26).
En el libro de Romanos su preocupación no fue tanto por la edificación de
un individuo en particular, sino por la edificación del Cuerpo. Por esta
razón, no incluyó los dones milagrosos en este libro. (Estudio-vida de
Romanos, págs. 325, 330-331)
Efesios 4:29 dice: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca,
sino la que sea buena para edificación según la necesidad, a fin de dar
gracia a los oyentes”. La palabra griega que se traduce “corrompida”
denota algo nocivo, ofensivo o indigno. Nuestra conversación no debe
corromper a otros, sino edificarlos. La iglesia y cada uno de sus miembros
necesitan la edificación apropiada. Esta edificación se logra principalmente
por medio de nuestras palabras. Lo que salga de nuestra boca debe ser
bueno para la edificación de la iglesia y de todos los santos.
Además, las palabras que salen de nuestra boca deben dar gracia a los
oyentes. La gracia es Dios corporificado en Cristo como nuestro disfrute y
suministro. Nuestras palabras deben transmitir esta gracia a otros. Las
palabras que edifican a otros siempre ministran gracia a los oyentes.
Nuestras palabras deben comunicar a Dios en Cristo como disfrute,
impartiendo así Cristo a otros como suministro de vida. (Estudio-vida de
Efesios, págs. 415-416)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Ef. 3:2
Si es que habéis oído de la mayordomía de la gracia de Dios que
me fue dada para con vosotros.
Ef. 3:8-9
A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me
fue dada esta gracia de anunciar a los gentiles las inescrutables
riquezas de Cristo como evangelio, y de alumbrar a todos para que
vean cuál es la economía del misterio escondido a lo largo de los
siglos en Dios, que creó todas las cosas.
La intención de Dios en Su economía es impartirse a Sí mismo en
Su pueblo escogido, haciéndose uno con ellos. La Biblia revela que
Dios mora en Su pueblo escogido y que desea hacerse completamente
uno con ellos.
La intención de Dios en Su economía también es impartir a Cristo,
con todas Sus riquezas, en Sus creyentes, quienes han sido escogidos
por Dios para constituir el Cuerpo de Cristo, la iglesia, a fin de
expresar al Dios Triuno procesado (Ef. 3:8-10).
Finalmente, la intención de Dios en Su economía es hacer que en
Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas (1:10) ... En la
iglesia nosotros estamos sujetos a Cristo, la Cabeza, para que
finalmente en Cristo todas las cosas sean reunidas bajo una cabeza, en
el cielo nuevo y en la tierra nueva.
En el capítulo 3 de Efesios, Pablo usó la palabra griega oikonomía
con dos denotaciones. Primero, esta palabra se refiere a la economía
de Dios. Segundo, se refiere a la mayordomía del apóstol. Finalmente,
la economía de Dios llega a ser la mayordomía del apóstol. La
economía de Dios fue hecha en la eternidad (vs. 9-11). La
mayordomía (gr., economía) de la gracia de Dios, la cual tenía el
apóstol, le fue dada en la esfera del tiempo para llevar a cabo la
economía eterna de Dios en la gracia (v. 2; 1 Co. 9:17). La economía
de Dios está con Dios mismo, pero la mayordomía del apóstol no fue
dada meramente a Pablo como individuo. La mayordomía ha sido
dada a todos los creyentes. (La línea central de la revelación divina,
pág. 38)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
1 Co. 15:10
...Por la gracia de Dios soy lo que soy; y Su gracia para conmigo no
ha sido en vano, ... he trabajado mucho más que todos ellos; pero
no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
Ef. 3:8
A mí ... me fue dada esta gracia de anunciar ... las inescrutables
riquezas de Cristo como evangelio.
Ef. 2:7
Para mostrar ... las superabundantes riquezas de Su gracia en Su
benignidad para con nosotros en Cristo Jesús.
La mayordomía de la gracia tiene por finalidad la impartición de
Dios. Ya vimos que el deseo de Dios es impartir Sus riquezas, que en
realidad son Él mismo, a Su pueblo escogido. Una vez que se nos
imparten estas riquezas, debemos tomar la carga de impartirlas a otros.
Con respecto a Dios, estas riquezas son Su economía; con relación a
nosotros, son una mayordomía; y una vez que las impartimos en otros,
son la impartición de Dios. Cuando la economía de Dios llega a
nosotros, llega a ser nuestra mayordomía; cuando llevamos a cabo
nuestra mayordomía al impartir Cristo a otros, la mayordomía llega a
ser la impartición de Dios en ellas. Por consiguiente, tenemos la
economía, la mayordomía y la impartición. (Estudio-vida de Efesios,
págs. 251-252)
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SEMANA 4 — BOSQUEJO
Día 1 ››
I. La gracia es el Cristo resucitado como Espíritu vivificante, quien
se da gratuitamente a nosotros, lo es todo para nosotros y lo hace
todo en nosotros, por nosotros y por medio nuestro con miras a
nuestro disfrute—Jn. 1:14, 16‑17; 2 Co. 1:8-9, 12; Gá. 2:20; cfr. 1
Co. 15:10.
II. La multiplicación de la gracia es la gracia que se multiplica en
nuestra vida diaria en el pleno conocimiento de Dios y de Jesús
nuestro Señor; la gracia de Dios en Su economía es rica, se
multiplica y abunda—1 P. 1:2b; 2 P. 1:2; Jn. 1:16; Ef. 1:6-8; 2:7;
Ro. 5:17, 21; 1 Ti. 1:14; Ap. 22:21:
A. La gracia nos es multiplicada por medio de nuestros sufrimientos,
limitaciones y debilidades; la gracia es Cristo como Aquel que
lleva nuestras cargas; cuantas más cargas tenemos, más
oportunidades tenemos para experimentar a Cristo como gracia—2
Co. 12:7-9; cfr. 1:12, 15.
B. Los que aman al Señor son aquellos que lo disfrutan como gracia
—Ef. 6:24; Jn. 21:15-17; 1 P. 1:8.
C. Disfrutamos del Señor como gracia con Su naturaleza divina
cuando recibimos y permanecemos en la palabra de Su gracia, la
cual incluye todas Sus preciosas y grandísimas promesas—Hch.
20:32; 2 P. 1:4; Ef. 6:17-18.
‹‹ Día 2 ››
III. Los profetas del Antiguo Testamento profetizaron acerca de la
gracia destinada a nosotros—1 P. 1:10:
A. El Espíritu de Cristo que estaba en los profetas
antiguotestamentarios les indicó claramente respecto al Cristo que
vendría como gracia a nosotros por medio de Su encarnación, Sus
sufrimientos en Su vivir humano y crucifixión, y Sus glorias en Su
resurrección, ascensión, segunda venida y reinado, con miras a que
nos fuera aplicada la salvación completa que Dios efectúa—vs. 5,
9-10; cfr. Sal. 22; Is. 53; Dn. 9:26.
B. Aunque en un sentido dispensacional el Espíritu de Cristo fue
constituido mediante la muerte y resurrección de Cristo y con
dicha muerte y resurrección en tiempos del Nuevo Testamento (Jn.
7:39; Ro. 8:9-11), la función del Espíritu es eterna, porque Él es el
Espíritu eterno (He. 9:14).
C. El Espíritu de Cristo, en Su función eterna, estaba en los profetas
antiguotestamentarios, indicándoles claramente que Cristo vendría
a los creyentes neotestamentarios a fin de ser para ellos la gracia
ilimitada y todo-suficiente de la salvación completa que Dios
efectúa, con miras a que entren en el gozo del Señor en la era del
reino, lo cual será la salvación de sus almas—Jn. 1:17; He. 10:29b;
1 P. 1:9; Mt. 25:21, 23.
D. El Espíritu de Cristo aplica la salvación completa que Dios efectúa
como gracia a nosotros mediante dos instrumentos: el profetizar
por parte de los profetas antiguotestamentarios y la predicación por
parte de los apóstoles neotestamentarios—1 P. 1:10-12; cfr. Ap.
2:7a.
‹‹ Día 3 ››
IV. La gracia en la cual los creyentes ponen su esperanza
completamente será traída a ellos cuando Jesucristo sea revelado
—1 P. 1:13:
A. La gracia que se nos traerá cuando Jesucristo sea revelado se
refiere a la salvación del alma, que es la consumación de la
salvación completa de Dios—vs. 5, 9-10:
1. La gracia que nos fue dada en Cristo nos fue otorgada antes que
el mundo comenzara—2 Ti. 1:9; Tit. 2:11.
2. Dios, quien era en el principio, se hizo carne en el tiempo como
gracia a fin de que el hombre lo pudiera recibir, poseer y
disfrutar—Jn. 1:1, 14, 16-17.
3. El Dios Triuno procesado, quien ha sido consumado como
Espíritu vivificante, todo-inclusivo y que mora en nosotros, ha
llegado a ser el Espíritu de gracia que está con nuestro espíritu
—1 Co. 15:45; 2 Co. 3:17; He. 10:29b; Gá. 6:18; Fil. 4:23.
B. Día a día deberíamos ser vasos abiertos que reciben la gracia
continuamente y poner nuestra esperanza completa y
perfectamente en esta gracia—Ro. 5:17; 1 P. 1:13.
‹‹ Día 4 ››
V. La frase gracia delante de Dios hallada en 1 Pedro 2:19-20 se
refiere a la motivación de la vida divina dentro de nosotros y a su
expresión en nuestro vivir, la cual en nuestro comportamiento llega
a ser grata y aceptable ante el hombre y ante Dios:
A. La gracia, quien es el Dios Triuno procesado para nuestro disfrute,
llega a ser nuestra motivación interna y expresión externa en
nuestra comunión íntima con Dios y en la conciencia que tenemos
de Dios; todos tenemos que aprender cómo tener la gracia, lo cual
equivale a tomar la gracia, poseer la gracia, usar la gracia y aplicar
la gracia—He. 12:28.
B. El Dios Triuno procesado como gracia, que nosotros recibimos y
disfrutamos, llega a expresarse de manera visible para que otros
puedan verlo en nuestro vivir santo y en las reuniones de la iglesia
—Hch. 11:23.
C. Hemos sido llamados a disfrutar y expresar a Cristo como gracia
en medio de los sufrimientos a fin de que lleguemos a ser una
reproducción, una fotocopia, de Cristo, nuestro modelo, según Su
vivir de Dios-hombre—1 P. 2:20-21.
‹‹ Día 5 ››
VI. La gracia de la vida es la herencia de todos los creyentes, sean
fuertes o débiles—3:7:
A. La gracia de la vida es Dios como vida y como suministro de vida
para nosotros en Su Trinidad Divina: el Padre es la fuente de la
vida, el Hijo es el cauce de la vida y el Espíritu es el fluir de la
vida, quien fluye dentro de nosotros, junto con el Hijo y el Padre,
como gracia para nosotros—1 Jn. 5:11-12; Jn. 7:38-39; Ap. 22:1.
B. Somos herederos para heredar la gracia de la vida y vasos para
contener la gracia de la vida—1 P. 3:7; Ef. 1:14; 2 Co. 4:7.
VII. La multiforme gracia de Dios indica las riquezas de la gracia de
Dios en sus diversos aspectos ministrada por los santos unos a
otros—1 P. 4:10:
A. La multiforme gracia de Dios es el rico suministro de vida, el cual
es el Dios Triuno ministrado a nosotros en muchos aspectos—2
Co. 13:14; 12:9.
B. Necesitamos ser buenos mayordomos de la multiforme gracia de
Dios, hablando palabras de gracia como oráculos de Dios y
ministrando a otros por virtud de la fuerza y el poder de la gracia
que Dios suministra—1 P. 4:10-11; Lc. 4:22; Ef. 3:2; 4:29.
‹‹ Día 6 ››
VIII. Dios da gracia a los humildes, pero resiste a los soberbios—1 P.
5:5:
A. En la vida de iglesia todos nosotros necesitamos ceñirnos de
humildad en el trato mutuo, de modo que podamos disfrutar a Dios
como el Dador de gracia—cfr. Jn. 13:3-5.
B. La humildad nos salva de toda clase de destrucción e invita la
gracia de Dios, mientras que el orgullo nos hace el mayor de los
necios—Jac. 4:6; Sal. 138:6; Pr. 29:23.
C. Debemos estar dispuestos a ser humillados, reducidos, bajo la
poderosa mano de Dios en Su disciplina y a echar nuestra vida con
todas sus preocupaciones sobre Dios, porque Él se preocupa por
nosotros de una manera amorosa y fiel—1 P. 5:5-7; cfr. Sal. 55:22.
IX. “El Dios de toda gracia” —que llamó a los creyentes a Su gloria
eterna— los perfecciona, confirma, fortalece y cimienta por medio
de sus sufrimientos; esta “toda gracia” es la “verdadera gracia de
Dios”, en la cual los creyentes deberían entrar y en la cual están
firmes—1 P. 5:10, 12.
X. La verdadera gracia de Dios es la gracia en la cual, junto con el
conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, los creyentes
deberían crecer para Su gloria ahora y hasta el día de la
eternidad; éstas son las palabras de conclusión de los escritos del
apóstol Pedro, lo cual indica que todo cuanto él escribió es de la
gracia de Dios, en ella, por ella y a través de ella—2 P. 3:18.
‹‹ Himno
Alimento matutino
1 P. 1:2
Escogidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del
Espíritu, para la obediencia y la aspersión de la sangre de
Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
2 P. 1:2
Gracia y paz os sean multiplicadas, en el pleno conocimiento de
Dios y de Jesús nuestro Señor.
Pedro habló de la gracia que en la vida diaria de los creyentes se
multiplica en el pleno conocimiento de Dios y de Jesús su Señor (1 P.
1:2; 2 P. 1:2). En el pleno conocimiento de Dios y del Señor, la gracia
se multiplica una y otra vez ... La gracia es ilimitada tal como Dios lo
es. Cuando fuimos regenerados, recibimos a Dios, pero teníamos sólo
una pequeña porción de Dios. Gradualmente, al aumentar Dios en
nosotros a través de los años, llegamos a tener el peso de la medida de
Dios. Esto se debe a que Dios como gracia aumenta en nosotros. (La
cristalización de la Epístola a los Romanos, págs. 214-215)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
1 P. 1:10-12
Acerca de esta salvación los profetas que profetizaron de la gracia
destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron, ... el
cual testificaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las
glorias que vendrían tras ellos ... Para vosotros, ministraban las
cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el
evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo...
[En 1 Pedro 1:10] Pedro ... cita a los profetas del Antiguo
Testamento para confirmar su enseñanza tocante a la salvación
revelada en el Nuevo Testamento.
Pedro dice que los profetas profetizaron de “la gracia ... a vosotros”.
En el versículo 10 la gracia es un sinónimo de la salvación. También
en el versículo 13 la gracia se refiere a la salvación de Dios. Juan 1:14
dice que la Palabra se hizo carne y fijó tabernáculo entre nosotros,
llena de gracia. Esta gracia es Dios en el Hijo como nuestro disfrute.
En 1 Corintios 15:10 Pablo dice: “Pero por la gracia de Dios soy lo
que soy; y Su gracia para conmigo no ha sido en vano, antes he
trabajado mucho más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de
Dios conmigo”. La gracia, la cual Pablo menciona tres veces en este
versículo, es el Cristo resucitado que llegó a ser el Espíritu vivificante
para introducir en nosotros al Dios procesado en resurrección como
nuestra vida y suministro de vida, a fin de que vivamos en
resurrección. Por lo tanto, la gracia es el Dios Triuno hecho la vida y
el todo para nosotros. (Estudio-vida de 1 Pedro, pág. 70)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
1 P. 1:13
...Poned vuestra esperanza completamente en la gracia que se os
traerá cuando Jesucristo sea revelado.
2 Ti. 1:9-10
Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, ... según el
propósito Suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes
de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada
por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús...
En 1 Pedro 1:13 se nos habla de la gracia en la cual los creyentes
deben poner su esperanza completamente. Casi todos los días oro para
que mi alma sea salva cuando el Señor regrese ... Esto es lo que
significa salvar el alma en la era venidera para los que entran en el
disfrute del Señor a fin de cenar con Él [Mt. 25:20-23]. Esta gracia
vendrá por la revelación del Señor Jesús en Su segunda venida. (La
cristalización de la Epístola a los Romanos, pág. 271)
En 2 Timoteo 1:9 y 10 Pablo dice que la gracia de Dios, la cual nos
fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, ahora ha
sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús. La
gracia es la provisión de Dios en vida dada a nosotros a fin de que Su
propósito sea realizado en nuestro vivir. Esta gracia dada a nosotros en
Cristo nos fue concedida antes que el mundo fuese. La gracia de Dios
nos fue otorgada en la eternidad, pero nos fue manifestada y aplicada
por medio de la primera venida de nuestro Señor, en la cual Él anuló
la muerte y nos trajo vida (He. 9:26). Debido a que esta gracia fue
manifestada por la aparición de Cristo, los santos del Antiguo
Testamento —tales como Abraham y David— no la experimentaron.
La gracia destinada a sernos dada vino con la aparición del Señor
Jesús. Esta gracia no es meramente una bendición, sino que es una
persona: el propio Dios Triuno dado a nosotros para ser nuestro
disfrute. Esta gracia vino cuando el Señor Jesús apareció y, ahora está
con nosotros en la actualidad. (La conclusión del Nuevo Testamento,
págs. 3843-3844)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
1 P. 2:19-21
...Esto es gracia, si alguno por tener conciencia de Dios sufre
aflicción padeciendo injustamente. Pues ¿qué gloria es si pecando
sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y
lo soportáis, esto es gracia delante de Dios. Pues para esto fuisteis
llamados; porque también Cristo padeció por vosotros, dejándoos
un modelo, para que sigáis Sus pisadas.
En 1 Pedro 2:19 y 20 ... Pedro dice que si, por tener conciencia de
Dios, estamos dispuestos a sufrir aflicción y a padecer injustamente,
es decir, a sufrir el maltrato, esto es gracia. La palabra griega traducida
“gracia” en el versículo 19 es cáris, y aquí se refiere a la motivación
de la vida divina que está en nosotros y a la manera en que ésta se
expresa en nuestra vida, la cual, en nuestro comportamiento, llega a
ser grata y aceptable ante el hombre y ante Dios (v. 20). (Estudio-vida
de 1 Pedro, págs. 185-186)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
1 P. 3:7
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando
honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de
la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan
estorbo.
1 P. 4:10
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros,
como buenos mayordomos de la multiforme gracia de Dios.
En 1 Pedro 3:7 Pedro usa otra expresión muy particular: la gracia de
la vida. Nosotros estamos familiarizados con las palabras gracia y
vida, mas no con la expresión la gracia de la vida ... ¡Qué expresión
tan dulce! Es posible que hayamos escuchado muchas veces
expresiones como la gracia de la salvación o la gracia del perdón, y
nunca nos haya llamado la atención la frase: la gracia de la vida.
(Estudio-vida de 1 Pedro, págs. 4-5)
Pedro ... habla de la gracia de la vida que es la herencia de todos los
creyentes, sean fuertes o débiles (1 P. 3:7). Pedro enseña a los
hermanos creyentes a amar a sus esposas y a ser compasivos con ellas,
porque las esposas como vasos débiles son coherederas de la gracia de
la vida ... Esta vida es el Dios Triuno mismo como nuestra vida que
vive en nosotros para ser nuestra herencia.
En 1 Pedro 4:10 se nos habla de la multiforme gracia de Dios, la
cual alude a las riquezas de la gracia de Dios en sus varias clases
ministradas mutuamente por los santos. Usted ministra una clase de
gracia, y yo le ministro otra clase. (La cristalización de la Epístola a
los Romanos, pág. 215)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
1 P. 5:5
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, ceñíos de
humildad en el trato mutuo; porque Dios resiste a los soberbios,
pero a los humildes da gracia.
1 P. 5:10
Mas el Dios de toda gracia, que os llamó a Su gloria eterna en
Cristo Jesús, después que hayáis padecido un poco de tiempo, Él
mismo os perfeccione, confirme, fortalezca y cimiente.
En 1 Pedro 5:5 Pedro dice que todos nosotros debemos ceñirnos de
humildad en el trato mutuo. Todos los que formamos parte de la
iglesia, incluyendo a los ancianos, debemos ceñirnos de humildad. En
1:13 Pedro nos exhorta a que ciñamos los lomos de nuestra mente,
pero aquí nos da a entender que debemos ceñir todas las partes de
nuestro ser ... Evidentemente este sentido figurado surgió de la
impresión que Pedro recibió cuando el Señor se ciñó con una toalla al
humillarse para lavarles los pies a los discípulos, en particular a Pedro
(Jn. 13:4-7).
Ser soberbios significa demostrar a los demás que somos superiores
a ellos. Dios resiste a aquellos que se exaltan por encima de los demás
y se consideran mejores que ellos. En vez de ser soberbios y altivos,
debemos ceñirnos con el delantal de humildad.
Pedro dice que Dios no sólo resiste a los soberbios, sino que a los
humildes da gracia. Hablando con propiedad, esta gracia se refiere al
propio Dios Triuno como provisión de vida, la cual es multiplicada en
el creyente humilde ... Tenemos que estar dispuestos a ser humillados,
reducidos, bajo la poderosa mano de Dios. (Estudio-vida de 1 Pedro,
págs. 323-326)
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Iluminación e inspiración
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SEMANA 5 — BOSQUEJO
Día 1 ››
I. Día tras día y momento a momento, necesitamos ser aquellos que
reciben al Señor como gracia sobre gracia, la abundancia de la
gracia, para nuestro disfrute de modo que la gracia reine en
nosotros con miras a que nosotros reinemos en vida—Jn. 1:16; Ro.
5:17, 21:
A. “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para
recibir misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”—He.
4:16:
1. Sin lugar a dudas, el trono mencionado aquí es el trono de
Dios, el cual está en el cielo (Ap. 4:2); el trono de Dios es el
trono de autoridad para todo el universo (Dn. 7:9; Ap. 5:1); sin
embargo, para nosotros los creyentes llega a ser el trono de la
gracia, representado por la cubierta expiatoria (el asiento de
misericordia) que estaba en el Lugar Santísimo (Éx. 25:17, 21;
Sal. 80:1); este trono es el trono de Dios y del Cordero (Ap.
22:1).
2. ¿Cómo podemos nosotros acercarnos al trono de Dios y del
Cordero, Cristo, que está en los cielos, si todavía estamos en la
tierra? La clave es nuestro espíritu, al cual se refiere Hebreos
4:12; el mismo Cristo que está sentado en el trono en los cielos
(Ro. 8:34) ahora también está en nosotros (v. 10), es decir, en
nuestro espíritu (2 Ti. 4:22), donde está la habitación de Dios
(Ef. 2:22).
3. En Bet-el, la casa de Dios, la habitación de Dios, la cual es la
puerta del cielo, Cristo es la escalera que une la tierra con el
cielo, y trae el cielo a la tierra (Gn. 28:12-17; Jn. 1:51); puesto
que hoy en día nuestro espíritu es el lugar donde Dios habita,
ahora este espíritu es la puerta al cielo, donde Cristo es la
escalera que nos une a nosotros, los moradores de la tierra, con
el cielo, y nos trae el cielo; por tanto, cada vez que nos
volvemos a nuestro espíritu, pasamos por la puerta del cielo y
tocamos el trono de la gracia que está en el cielo, por medio de
Cristo como la escalera celestial.
B. El Señor mismo es el trono de gloria y el trono de la gracia (Is.
22:23; He. 4:16); cuando permitimos que la gracia reine en
nosotros, la gracia es entronizada en nosotros como la presencia
rectora de Dios para nuestro disfrute (Ez. 1:22, 26), de modo que
podamos reinar en vida (Ro. 5:17, 21).
‹‹ Día 2 ››
II. El propósito principal del relato hallado en Génesis no es
mostrarnos la caída, sino mostrarnos cuánto puede la gracia de
Dios hacer por las personas caídas:
A. Dios le mostró a Noé la verdadera situación de la era corrupta en la
cual él vivía—Gn. 6:3, 5, 11, 13; Mt. 24:37-39; 2 Ti. 3:1-3:
1. A la postre, el hombre cayó a tal grado que llegó a ser
totalmente carne (Gn. 6:3); el enemigo más poderoso y
maligno de Dios es nuestra carne; ésta es completa y
absolutamente aborrecida por Dios.
2. En el Antiguo Testamento Amalec tipifica la carne, que es la
totalidad del viejo hombre caído; la lucha entre Amalec e Israel
describe el conflicto entre la carne y el Espíritu, el cual tiene
lugar en los creyentes—Éx. 17:8-16; Gá. 5:16-17:
a. El hecho de que Dios hace guerra de continuo con Amalec
revela que Dios aborrece la carne y desea exterminarla—
Éx. 17:16; Gá. 5:17.
b. La carne no puede cambiar ni mejorar; por tanto,
necesitamos estar conscientes del hecho de que la carne
siempre está con nosotros—Ro. 13:14; Gá. 5:16.
c. Dios aborrece la carne de la misma manera que aborrece a
Satanás, y Él quiere destruir la carne de la misma manera
que quiere destruir a Satanás—Éx. 17:16; Dt. 25:17-19; 1
S. 15:2-3.
d. Combatimos contra Amalec por medio del Cristo que
intercede y del Espíritu que combate; Moisés, que en la
cima del monte alzaba su mano, tipifica al Cristo ascendido
que intercede en los cielos; Josué, que combatió contra
Amalec, tipifica al Espíritu que mora en nosotros, el cual
combate contra la carne—Éx. 17:9, 11, 13; Ro. 8:34; He.
7:25; Gá. 5:17.
e. En la batalla contra Amalec, necesitamos cooperar con el
Señor al orar a fin de ser uno con el Cristo que intercede
(Ro. 8:34) y al hacer morir la carne a fin de ser uno con el
Espíritu que combate (Lc. 18:1; 1 Ts. 5:17; Ro. 8:13; Gá.
5:16-17, 24); Dios ha decidido hacer guerra de continuo
contra la carne hasta que Él borre del todo la memoria de
ésta de debajo del cielo (Éx. 17:14).
‹‹ Día 3 y Día 4 ››
B. Génesis 6:8 dice: “Pero Noé halló favor [gracia] ante los ojos de
Jehová”:
1. La carne es la obra maestra de Satanás y es el “salón de
reunión” de Satanás, el pecado y la muerte; la gracia es Dios
mismo a quien disfrutamos y quien nos ayuda a enfrentarnos a
la situación de la carne.
2. La carne es la presencia misma de Satanás, y la gracia es la
presencia misma de Dios; a fin de enfrentarnos a la presencia
de Satanás, necesitamos la presencia de Dios.
3. Cuando Satanás ha hecho todo lo posible por dañar la
situación, siempre ha habido algunos que hallaron gracia ante
los ojos de Dios para llegar a ser aquellos que cambiaron la era
—cfr. Dn. 1:8; 9:23; 10:11, 19:
a. La gracia es Dios mismo, la presencia de Dios, disfrutada
por nosotros a fin de ser el todo para nosotros y hacerlo
todo en nosotros, por medio de nosotros y para nosotros—
Jn. 1:14, 16-17; Ap. 22:21.
b. La gracia del Señor Jesucristo, la abundante suministración
del Dios Triuno, es disfrutada por nosotros mediante el
ejercicio de nuestro espíritu humano—He. 10:29b; Gá.
6:18; Fil. 4:23; Flm. 25; 2 Ti. 4:22.
c. La palabra de Dios es la palabra de gracia—Hch. 20:32;
Col. 3:16; cfr. Jer. 15:16.
‹‹ Día 5 ››
d. Nosotros experimentamos al Dios Triuno procesado como
la gracia de vida en la experiencia de reunirnos con los
santos en el terreno de la unidad—Sal. 133:3; 1 P. 3:7; Hch.
4:33; 11:23.
e. Podemos experimentar al Señor como nuestra gracia que
aumenta y es todo-suficiente en medio de los sufrimientos y
pruebas—2 Co. 12:9.
f. Necesitamos laborar para el Señor en el poder de Su gracia
—1 Co. 15:10, 58; 3:10, 12a.
g. Por el poder de la gracia, la fuerza de la gracia y la vida de
la gracia, podemos estar bien con Dios y unos con otros; la
justicia objetiva tiene como resultado la gracia, y la gracia
produce la justicia subjetiva—He. 11:7; Ro. 5:17, 21.
‹‹ Día 6 ››
C. Dios le dio a Noé una revelación todo-inclusiva, la revelación de
edificar el arca, la cual era la manera en que Dios daría fin a la
generación corrupta e introduciría una nueva era; su obra fue una
obra que cambió la era—1 Co. 2:9; 2 Co. 6:1; Mt. 16:18; 1 Co.
3:12:
1. El arca tipifica a Cristo (1 P. 3:20-21), no sólo a Cristo de
manera individual sino también al Cristo corporativo, la iglesia,
que es el Cuerpo de Cristo y el nuevo hombre que llega a su
consumación en la Nueva Jerusalén (Mt. 16:18; 1 Co. 12:12;
Ef. 2:15-16; Col. 3:10-11; Ap. 21:2).
2. Edificar el arca es edificar a Cristo como gracia en nuestra
experiencia para la edificación del Cristo corporativo, la
iglesia, como Cuerpo de Cristo (1 Co. 12:12; Ef. 4:11-16); esto
es lo que significa llevar a cabo nuestra salvación para que
podamos ser salvos del juicio de Dios sobre esta generación
torcida y perversa y seamos introducidos en una nueva era, la
era del milenio (Fil. 2:12-16; He. 11:7; Mt. 24:37-39; Lc.
17:26-27).
III. El producto máximo y consumado de la gracia de Dios en Su
economía es el Cuerpo de Cristo como poema de Dios para ser la
Nueva Jerusalén, la consumación de la justicia de Dios en los cielos
nuevos y la tierra nueva; las riquezas de Dios mismo para nuestro
disfrute exceden todo límite y serán exhibidas públicamente por la
eternidad—Ef. 2:7-10; 2 P. 3:13; Ap. 22:21.
‹‹ Himno
Alimento matutino
Ro. 5:17
...Reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la
abundancia de la gracia y del don de la justicia.
Ro. 5:21
...Que ... la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante
Jesucristo, Señor nuestro.
He. 4:16
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para
recibir misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Cuando yo era joven, oraba casi todos los días así: “Señor, me
acerco al trono de la gracia. En Tu trono de la gracia encuentro gracia
para mi oportuno socorro. Señor, necesito Tu gracia cada minuto. No
sólo necesito Tu gracia cada año, cada semana, cada día y cada hora,
sino también cada minuto. Sin Tu gracia, no puedo soportar nada”.
Hoy en día aún necesito la gracia del Señor cada minuto ... Por tanto,
le sigo diciendo al Señor: “Señor, necesito Tu gracia cada minuto. Sé
que estás lleno de gracia y que Tu gracia está disponible para mí.
Señor, puesto que la gracia necesita mi cooperación, me arrodillo
delante del trono de la gracia para hallar gracia que satisface mis
necesidades”. A menudo no podemos soportar nuestra situación y no
podemos enfrentarnos a lo que nos sucede. No obstante, existe un
lugar llamado el trono de la gracia. Acérquese confiadamente al trono
de la gracia a fin de hallar misericordia y gracia para el oportuno
socorro. (Estudio-vida de Génesis, pág. 385)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Gá. 5:16-17
Digo, pues: Andad por el Espíritu, y así jamás satisfaréis los deseos
de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el
del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que
no hagáis lo que quisiereis.
Debemos entender que las caídas descritas en el libro de Génesis
forman el fondo de un cuadro muy positivo de lo que Dios ha hecho
con el linaje humano caído. El propósito principal del relato de
Génesis no es mostrar la caída, sino mostrar todo lo que puede la
gracia de Dios hacer por los seres caídos.
En la primera caída, el hombre no ejercitó su espíritu. En la segunda
caída, usó de manera excesiva su alma ... En la tercera caída, el
hombre abusó del cuerpo caído y llegó a ser la carne [Gn. 6:3].
La Biblia revela que el enemigo más poderoso y maligno de Dios es
nuestra carne ... La carne es completa y absolutamente aborrecida por
Dios; no la tolera. En cierto sentido, Dios puede tolerar nuestros
errores y transgresiones, pero jamás tolerará la carne. Todo lo que
procede de nuestra carne constituye una ofensa para Él. Para el tiempo
de la tercera caída, todo el linaje humano llegó a ser carne. Por tanto,
Dios se presentó y dijo a Su siervo Noé que iba a destruir a toda esa
generación. (Estudio-vida de Génesis, págs. 383, 379-380)
La lucha entre Amalec e Israel [en Éxodo 17] describe el conflicto entre
la carne y el Espíritu, el cual tiene lugar en los creyentes (Gá. 5:17...). (Éx.
17:8, nota 1)
Aquel Moisés que en la cima del monte alzaba su mano tipifica al Cristo
ascendido que intercede en los cielos (Ro. 8:34b...), y Josué tipifica al
Cristo que, como Espíritu que mora en nosotros, combate contra la carne ...
Amalec fue derrotado por Israel mediante el suministro del maná (Éx. 16) y
del agua viva (17:1-6), así como por la mano alzada de Moisés y el
combate librado por Josué. Igualmente, vencemos la carne al comer y
beber a Cristo como nuestro suministro de vida, al orar junto con el Cristo
intercesor y al hacer morir la carne por el Cristo quien es el Espíritu que
combate (Ro. 8:13...). (Éx. 17:11, nota 1)
Como aquel que oraba en la cima del monte, Moisés tipifica a Cristo,
pero como aquel cuyas manos se cansaban, él nos representa a nosotros.
Esto significa que mientras Cristo ora en los cielos, nosotros también
debemos orar en la tierra (1 Ti. 2:8). Debido a que la carne jamás cambia ni
mejora, a fin de prevalecer contra ella tenemos que orar sin cesar ...,
uniéndonos a Cristo en Su intercesión. Sin embargo, con frecuencia
nuestras manos intercesoras se cansan ... La piedra, una base sólida para
nuestra vida de oración, se refiere a que comprendemos que en nosotros
mismos somos débiles y que para sostener nuestra oración necesitamos que
Cristo sea nuestro sustento (cfr. Jn. 15:5b). Aarón, el sumo sacerdote (Éx.
28:1...), representa el sacerdocio, y Hur, de la tribu de Judá (31:2),
representa el reinado (Gn. 49:10). El sacerdocio guarda relación con el
Lugar Santísimo, el cual en nuestra experiencia siempre está relacionado
con nuestro espíritu (He. 10:19...). Por tanto, para sostener nuestras
oraciones y, así, derrotar la carne, es necesario que el sacerdocio fortalezca
nuestro espíritu. También es necesario que obedezcamos al Señor
sujetándonos a Su autoridad, el reinado. Más aún, Hur guarda relación con
la edificación del tabernáculo (Éx. 31:2-5), y Éxodo está orientado hacia
esta meta. Esto indica que la edificación de la iglesia debe ser la meta de
nuestras oraciones. (Éx. 17:12, nota 1)
También combatimos contra Amalec al hacer morir la carne con el
Espíritu que combate (Ro. 8:13; Gá. 5:17, 24). Romanos 6:6 afirma que
nuestro viejo hombre ha sido crucificado juntamente con Cristo. No
obstante, en Romanos 8:13, vemos que todavía debemos hacer morir los
hábitos del cuerpo por medio del Espíritu ... Basándonos en el hecho de que
nuestro viejo hombre ha sido crucificado, tenemos el denuedo y el ánimo
de hacer morir la carne.
Según Romanos 8:13, cuando hacemos morir las prácticas del cuerpo, el
Espíritu obra con nosotros. Esto significa que la medida en que el Espíritu
obra depende de la medida en que estamos dispuestos a hacer nuestra parte.
(Estudio-vida de Éxodo, pág. 541)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Jn. 1:17
Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la
realidad vinieron por medio de Jesucristo.
Ap. 22:21
La gracia del Señor Jesús sea con todos los santos. Amén.
Noé vivía entre una generación torcida, perversa y maligna. Sin
embargo, sus padres y abuelos le habían enseñado las cosas de Dios, y
él se había dado cuenta de que necesitaba la gracia de Dios.
[Génesis 6:3] indica que Dios estaba dispuesto a conceder gracia al
hombre caído, porque Su Espíritu contendía con el hombre, listo para
conceder gracia a los necesitados. No obstante, esta gracia necesitaba
la cooperación humana. Noé proporcionó la cooperación necesaria y
halló gracia.
La gracia no es simplemente algo objetivo que Dios nos ha dado. La
gracia es Dios mismo que viene a nosotros y actúa por nosotros. ¿Es
usted débil? Dios vendrá para ser su fortaleza, y dicha venida es
gracia. ¿Es usted incapaz de enfrentar su situación? Esto no debe
preocuparle, porque Dios vendrá para estar firme del lado suyo y
enfrentar esa situación por usted y en usted. Eso es gracia. Si usted lee
Génesis 6 detenidamente, verá que esa gracia no significa que Dios le
dio muchas cosas a Noé, sino que Dios vino a Noé y estuvo con él. La
presencia de Dios era la fortaleza y el poder de Noé. Él no sólo
disfrutó algo que Dios le había dado objetivamente, sino a Dios
mismo. En medio de una generación torcida, perversa y adúltera, una
generación cuyas tentaciones nadie podía resistir, Noé halló gracia
ante los ojos del Señor. Dios intervino para fortalecer a Noé a fin de
estar de su lado y sostenerlo. Ésta era la gracia que Noé halló, y es la
gracia que necesitamos hoy. (Estudio-vida de Génesis, pág. 386)
Lectura para hoy
Lectura adicional: The Stream Magazine, Book 2, t. 12, núm. 2, págs. 1233-
1236, 1240-1247
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Gn. 6:8
Pero Noé halló favor ante los ojos de Jehová.
Jn. 1:16
Porque de Su plenitud recibimos todos, y gracia sobre gracia.
Satanás estaba contento de que el hombre fuera destruido por Dios
de la faz de la tierra, pero Noé halló gracia ante los ojos del Señor.
Esto cambió la situación y la era. ¡Aleluya, Dios no fue vencido! En
medio de un aparente fracaso, un hombre venció por hallar gracia ante
los ojos del Señor. Éste fue un momento crítico. Si leen la historia
junto con la Biblia, verán que en cada generación, cuando Satanás
había hecho lo posible por dañar al máximo la situación, siempre ha
habido un hombre o varias personas que han hallado gracia ante los
ojos de Dios y que han llegado a cambiar la era. Recuerde la historia
de Israel. Aunque el pueblo se seguía degradando a lo más vil, hubo,
para sorpresa del enemigo, un joven llamado Daniel ... Allí en el libro
de Daniel dice: “Pero Daniel” [1:8]; aquí en Génesis 6:8 dice: “Pero
Noé”. En la fase más baja de la caída del hombre, siempre hay un
“pero”.
La iglesia fue producida por la vida de Dios a fin de expresarlo en
esta era neotestamentaria ... La presente situación es suficiente para
mostrarnos cuánto ha caído y se ha desviado la iglesia de la meta de
Dios. Pero no se desanime. Aunque Satanás hizo todo lo posible, Dios
todavía puede llevar a cabo Su propósito original. En medio de todos
los fracasos, Dios ha establecido iglesias locales para cambiar la era
hoy en día. (Estudio-vida de Génesis, págs. 398-399)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
Sal. 133:3
Como el rocío del Hermón que descendió sobre los montes de Sion.
Porque allí ordenó Jehová la bendición: la vida para siempre.
2 Co. 12:9
...Bástate Mi gracia; porque Mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis
debilidades, para que el poder de Cristo extienda tabernáculo
sobre mí.
Según Salmos 133:3, la unidad ... es semejante al rocío que
desciende sobre los montes de Sion. El aceite de la unción está sobre
la persona, Aarón, pero el rocío está sobre un lugar, Sion. El rocío
representa la gracia de la vida (1 P. 3:7). La gracia de la vida es el
suministro de vida. En la vida de iglesia no sólo estamos bajo la
unción, sino que también recibimos el suministro, la gracia, de vida.
Mientras somos ungidos, también somos agraciados.
El apóstol Pablo experimentó abundantemente la gracia del Señor.
Pablo oró tres veces pidiendo que le fuera quitado el “aguijón” que le
afligía. El Señor respondió diciendo que Su gracia era suficiente para
Pablo. Con estas palabras, el Señor indicó que no le quitaría el
aguijón, sino que le suministraría a Pablo Su gracia suficiente. (El
terreno genuino de la unidad, pág. 85)
Iluminación e inspiración
Alimento matutino
He. 11:7
Por la fe Noé, habiendo sido divinamente advertido acerca de
cosas que aún no se veían y movido de temor reverente, preparó un
arca para salvación de su casa; y por esa fe condenó al mundo, y
fue hecho heredero de la justicia que es según la fe.
Fil. 2:12
...Como siempre habéis obedecido, ... llevad a cabo vuestra
salvación con temor y temblor.
El producto de la gracia en la economía de Dios es un poema (Ef.
2:10a). Los cielos, la tierra y el hombre, quienes fueron creados por
Dios, no son el poema de Dios. En cambio, la iglesia, el Cuerpo de
Cristo, es el poema de Dios.
El fruto de la gracia, en la economía de Dios, es un poema que
exhibe las superabundantes riquezas de la gracia en la economía de
Dios (v. 7) ... La gracia es rica, abundante, se multiplica y aumenta.
(La ley y gracia de Dios en Su economía, págs. 80-81)
Iluminación e inspiración
¡Aleluya! ¡Aleluya!
Gracia como un río fluirá;
¡Aleluya! ¡Aleluya!
Gracia como un río fluirá.
2 Luz de gloria en mí siempre ha de brillar,
Aquí en el Santísimo Lugar;
Luz de gloria en mí siempre ha de brillar,
Aquí en el Santísimo Lugar.
¡Aleluya! ¡Aleluya!
Luz de gloria en mí brillará;
¡Aleluya! ¡Aleluya!
Luz de gloria en mí brillará.
3 Si quieres tocar la fuente eternal,
Debes a tu espíritu entrar;
Si quieres tocar la fuente eternal,
Debes a tu espíritu entrar.
¡Aleluya! ¡Aleluya!
Debes a tu espíritu entrar;
¡Aleluya! ¡Aleluya!
Debes a tu espíritu entrar.
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Títulos en inglés citados en este libro
CWWL, esto es, The Collected Works of Witness Lee [Las obras
recopiladas de Witness Lee],
1959, t. 4, “Life and Building in the Gospel of John” [La vida y la
edificación en el Evangelio de Juan]
1972, t. 3, “The Consummation of God’s Salvation” [La consumación
de la salvación de Dios]
1987, t. 3, “Being Up-to-date for the Rebuilding of the Temple” [Estar
actualizados para la reedificación del templo]
The Stream Magazine, Book 2 [Revista el manantial, libro 2]