La Bombilla Que Flota - Woody Allen
La Bombilla Que Flota - Woody Allen
La Bombilla Que Flota - Woody Allen
paul (va hacia la mesa de la cocina): H-hazme caso, no… no soy tan l-
listo como p-pretendes.
enid: No te tengas en tan poco, por favor. Es lo peor que una persona
puede hacer. Un cociente intelectual de 148 significa genio.
paul: Pero yo sólo tenía s-seis años cuando… (Se sienta a la mesa.)
enid (empieza a preparar el sándwich): El cociente intelectual de una
persona no cambia. No es cuestión de acumular. Es cuestión de inteligencia
innata. Mírame a mí. He leído pocos libros, pero no soy ninguna estúpida.
steve (levanta la vista del tebeo): Dios nos asista…
enid (mira a Steve con seriedad): Pero no te va a servir de nada tener
148, ni 158, si no pones de tu parte. La prueba la tenéis en vuestro padre.
steve: Siempre estás repitiendo el mismo disco.
enid: Creedme, chicos, no sabéis de la misa la mitad. Quiero ahorraros
los detalles penosos porque sois jóvenes. Algún día… algún día quizás os
daréis cuenta de toda la verdad… (Termina el sándwich, lo parte en dos con
un cuchillo y da una parte a cada chico. Luego se sirve un vaso de vino.)
steve (sin levantar la vista del tebeo): No quiero oír más.
enid (llena el vaso): Ya sé que no. Sólo quieres oír cosas agradables.
Quieres tener dinero para derrocharlo con esos golfos de la esquina. (Bebe.)
Pues fíjate bien cómo vivimos… mira qué barrio… Canarsie, menudo
basurero… Gracias a Dios que mi padre no está vivo para verlo… (Toma
otro trago.)
steve: Mi amigo Red dice que la Mafia está instalada aquí.
enid (vuelve a la mesa con dos vasos vacíos): Será únicamente para
enterrar a la gente a la que matan… luego se irán a su casa en algún barrio
como Dios manda. ¿Ha llamado mi hermana Lena? (Llena los dos vasos de
leche para los chicos.)
steve: ¿Lena la hiena? No.
max: Vuelvo a casa a las tres de la madrugada y los metros van llenos de
gente rara.
enid: Lo que quieres es que te crean un hombre duro.
max (sacando unos billetes del bolsillo): Eso no te importa.
enid (arroja el yeso al cubo que hay debajo del fregadero): Tiene que
impresionar a sus amigos gánsters.
max (echa unos billetes encima de la mesita del café): Toma… toma. Y
para el disco. (Va hacia el hornillo y se sirve un poco de café.)
enid (coge el dinero y lo cuenta): ¿Qué es esto?
max: A ti, ¿qué te parece?
enid: ¿Y eso es todo lo que me das? ¿Cuatro dólares? (Tira el dinero
sobre la mesita.)
max: Las propinas se dieron mal ayer.
enid: ¡No quiero cuatro dólares, ni quiero mentiras!
max: El negocio va mal. ¡Mal de veras! Créeme.
enid: Cuatro dólares… Eso significa veinticinco dólares a la semana. Vas
cada vez a peor, no a mejor.
max: Ahí tienes mis propinas. Tómalas o déjalas.
enid: No puedo pagar las cuentas, Max… ¿No lo comprendes?
max: No hay clientes. El tiempo está fatal.
enid: ¡Eres un embustero! Sacas más de cuatro dólares la noche en
propinas. ¿En qué lo gastas? ¿Crees que no lo sé?
max: No te pongas en plan Gestapo conmigo. No tengo más dinero.
Cuando lo tenga, te lo daré.
enid: Pero sí tienes para comprarte bonitas camisas de sport… (Palpa la
camisa con desprecio.)
max: Quita esas manos.
enid: ¿Para qué os vestiréis de ese modo? Como si con eso engañarais a
alguien.
max (mirándose la manga de la camisa): ¡Maldita sea! ¡Me has
manchado de mayonesa! (Va al fregadero para limpiarla.) ¡Te mataría!
¡Mira eso! ¡No se va! No me vuelvas a poner las manos encima.
enid: ¿Os dais cuenta de lo importante que es ser algo? Ahí tenéis la
respuesta en carne y hueso. Un camarero en un antro infecto, que trabaja
sólo por las propinas y se viste como un personaje para impresionar a sus
amigotes, y perder el tiempo a todas horas apostando en estúpidas partidas
de billar.
max (se sienta ante la mesa de la cocina): Pues no te veo muerta de
hambre.
enid: Porque me deslomo para ganar unos dólares que nos mantengan a
flote, para que tú puedas vagabundear y fingir que tienes treinta años, no
cincuenta.
MAX está fuera, frente al dormitorio de los chicos, con Betty, su amante,
bonita y mucho más joven que él.
(Betty le besa, pero esta vez como ausente, pensando en otra cosa.)
enid (al teléfono): Hola, Lena… ¿Te pillo en mal momento?.. Siempre
que te llamo, vas a salir. ¿Cómo está Julián?… ¿De veras?… ¿De veras?
Dios mío, es un quiste muy grande. ¿Se puede sentar?… Max está bien, si es
que eso te interesa… Estupendamente, le puede caer la sopa en la miel…
Escucha, no te voy a robar mucho tiempo. Querría comentar contigo la
posibilidad de invertir en un pequeño negocio… No, no… Lena, espera…
éste es mucho menos complicado. Reconozco que el asunto de las tarjetas de
felicitación parecía muy bueno en teoría, pero, cuando surgieron los
problemas, la cosa resultó una pesadilla. Cómo iba a caer en que había que
llevar libros y cuentas…
Lena, yo… yo… para serte franca, andamos un poco apurados por el
momento… ¿Cuánto tiempo podré aguantar en pie, vendiendo medias? Las
piernas me fallan… ¿Es eso lo que he de esperar para el resto de mis días?
Lena, escúchame… Tengo dos ideas. Una son cajas de cerillas con el
nombre impreso de la persona que las usa, y la otra son peces tropicales…
hablo estrictamente de envíos contra reembolso… Bueno, claro, las cajas de
cerillas nada más… no vas a meter los peces en sobres…
Lena, nadie te está pidiendo dinero. Sé que estás igual que un pozo
vacío… créeme, el otro día le dije a alguien que eras igual que un pozo
vacío.
Muy bien, Lena, son casi las siete y media, tengo que tomar el metro o
llegaré tarde al trabajo. Pero seguiremos esta conversación. Si me llamaras
tú alguna vez… (Cuelga y se pone la chaqueta.) Nunca me ha perdonado su
apariencia física. Como si yo tuviese la culpa…
paul (se le cae uno de sus aros mágicos): Eh, a-apaga eso, ¿quieres? No
puedo concentrarme.
steve: Vaya pesadez.
paul (apaga la radio): Ya está bien.
steve (enciende la radio): Estoy escuchando.
paul: Vete a otra parte.
steve: Éste es un país libre.
paul (se le cae otro aro): Estoy intentando p-practicar. (Apaga la radio.)
steve: Quita las manos, ¿quieres? (La enciende.)
paul: ¿Has de e-escucharla las veinticuatro h-horas del día? (Steve
agarra los artilugios de Paul y los tira al cuarto de al lado.) ¿Q-qué haces?
Maldita sea. (Mientras los recoge, Steve pone la radio a todo volumen.) A-
apaga eso…
steve: Al diablo con esa basura. (Intenta quitarle sus artilugios a Paul.
Los dos forcejean.)
paul: ¡Basta! ¡D-déjame en paz!
steve: Tú no eres el propietario de este cuarto. (Steve coge el bastón
mágico de Paul, quien tira de él. Es un bastón de mentirijillas.)
paul: ¡Q-quieto! ¡Basta ya te digo!
steve: ¿Tanto te importa esa porquería? No vale nada. (Suelta el bastón.)
paul: ¡No vuelvas a tocarlo! (Señala el extremo del bastón.) M-mira lo
que has hecho.
steve: Yo no he hecho nada.
paul: No lo toques. ¡Es mío! Qui-qui-qui…
steve (burlón): Qui-qui-qui… ¿Qué?
paul: Quita las manos de mis cosas, nada más.
steve: Pues deja tranquila la radio.
paul: Se-se ha doblado.
LAS luces se encienden sobre los chicos, Paul le está haciendo un juego de
ilusionismo a Steve. Sostiene una cajita, que muestra vacía, para luego
extraer de su interior otro pañuelo de seda. Enid no está en casa.
steve: Eres mucho mejor que aquel pelmazo que estuvo en la escuela el
invierno pasado. ¿Te acuerdas? El viejo aquél con la mujer que flotaba en el
aire. Se le veían los alambres. Y los chistes que contaba eran una mierda.
max: He hablado con Danny White. Está haciendo las maletas para irse
a Nevada. Yo podría ir también, Betty. Allí hay trabajo. Su primo tiene un
motel. ¿Qué te parece Nevada?
betty (se sienta): Sería un sueño.
max: Hace buena temperatura y es moderna y ofrece un montón de
oportunidades. (Se sienta también.) Es una ciudad que funciona las
veinticuatro horas del día. Te hace sentir vivo.
betty: ¿Cuándo, Max?
max: Pronto. Unas pocas semanas. Y al diablo los usureros. En el Oeste
no me encontrarán jamás. Si me quedo aquí, dejaré la piel para pagar el
dichoso interés compuesto. Me están chupando la sangre.
betty: Volverás a empezar, Max. Tendrás una oportunidad como es
debido para abrirte camino. Yo te ayudaré. Puedo trabajar. Y, cuando las
cosas vayan mejor, tal vez me decida a ir a la escuela de costura.
max: Con el gusto que tienes, serías una modista estupenda.
betty: Mejor que camarera, sí.
max: ¿Sabes? A veces uno se encuentra completamente perdido. Y no voy
a decir que yo no tenga buena parte de culpa, porque la tengo… Pero a
veces no hay forma de salir, por mucho que hagas. Pasa el tiempo y la única
esperanza está en correr, dejarlo todo y volver a empezar… de vez en cuando
has de pensar antes que nada en ti mismo. Yo nunca quise una familia, Betty.
Porque sabía que eso no era para mí… ¿me oyes?., de alguna forma he de
justificarme.
betty: Todos cometemos errores, Max.
max: Los chicos han de buscar su sitio en el mundo. Y se acabó. Yo
quiero otra oportunidad mientras me quede algo. (Sigue intentando
convencerse a sí mismo.) No veo otra salida como no sea marcharme. Eso no
significa que no enviaré nunca un sobre a casa, sobre todo cuando tenga
algún dinero para gastar.
betty: Celebremos esta decisión.
max: Me da vergüenza confesarlo, pero estoy sin un centavo. Entre la
gasolina y los prestamistas me he quedado a dos velas. Y estuve tan cerca de
sacar el 325… salió el 388.
betty: Hoy he cobrado. Déjame que te invite a cenaren la playa.
max: No.
betty: Que sí. Paso por casa a cambiarme y vamos al Lundy’s. A ti te
encantan los barcos.
max: Eres genial, Betty. Demasiado buena para mí. (Se besan.) Ponte el
vestido azul. Te hace parecer una muñeca.
enid: ¿Por qué? Ahí le tienes ya. (Recoge sus cosas.) Voy a abrirle la
puerta y tú te tomas el tiempo que te haga falta para sobreponerte. Y, cuando
llegue el momento de hacer tu número, quiero sentirme orgullosa de ti. (Va a
su dormitorio, tira la ropa, cierra la puerta, deja su copa en la cocina y
corre a abrir a Jerry Wexler. Paul se mete en el baño para vomitar.) Hola,
señor Wexler… pase, por favor.
enid: Cuando le dije a Paul que usted venía, se puso más contento que
unas Pascuas. El mundo del espectáculo le fascina. (Paul cierra la puerta de
golpe. Enid hace una mueca.) Y conocer a un importante agente teatral…
jerry: Agente no, manager.
enid: ¿Qué diferencia hay? Y perdone usted mi ignorancia.
jerry: Bueno, nuestros servicios son más personales. No nos limitamos a
contratar. Descubrimos talentos nuevos. Trabajamos de forma muy intensa…
buscamos plantas jóvenes y hacemos que florezcan.
paul: A-ahora fíjense b-bien… Aquí t-tengo esta b-bolsa y aquí este h-
huevo. Coloco e-el huevo en la b-bolsa, así, y con un m-movimiento rápido d-
doy la v-vuelta a la b-bolsa y el huevo ha d-desaparecido. (Paul,
deliberadamente, ha fingido esconder el huevo bajo el brazo, para engañar
al público.) P-presto… (Le da la entrada a Steve, que va retrasado.) ¡Presto!
steve (se da cuenta de que ha llegado su turno): Lo tiene debajo del
brazo… ¿no lo veis? ¡Lo tiene escondido debajo del brazo! ¡Caramba! Hasta
un ciego se daría cuenta.
paul: ¿D-debajo del b-brazo? ¿Q-quieres decir aquí? (Levanta
deliberadamente el brazo contrario.)
steve: ¡El otro!
paul: Ah, ¿quieres decir éste? (Levanta el otro brazo, pero no hay ningún
huevo. Ha engañado al público.) ¡N-no, amigo m-mío, está aquí, en la b-
bolsa! (Saca el huevo del interior de la bolsa, donde ha estado todo el
tiempo.)
enid: ¡Oh, estupendo!
jerry: Muy logrado, muy logrado.
paul (ante su mesa de artilugios mágicos): Y a-ahora, 1-les voy a p-p-
presentar e-el Vaso de Agua Chino… (Se le cae al suelo con estrépito.) Oh,
m-mi vaso…
enid: Haz otro juego cualquiera.
paul: Aquí t-tengo estas b-botellas de 1-licor… (Aturdido, golpea una de
las botellas con un cilindro de cromo.) N-n-no p-puedo seguir… m-m-me
tiemblan las manos!
enid: ¡Paul!
paul: ¡N-no p-puedo! ¡L-lo s-siento!
enid (avanza hacia Paul): Paul, lo estás haciendo muy bien. ¿No es
verdad, Jerry?
jerry: Em… bueno, podríamos tomarnos un descanso…
jerry: Señora Pollack, para ser francos, es evidente que su hijo carece de
condiciones para actuar en público. Es un niño asustado que, por el
momento, no promete gran cosa. Tal como me lo describió usted, me lo
imaginé diferente… algo así como una joven promesa.
enid: ¡Yo le digo que es bueno! Pero hablemos claro. ¿Qué credenciales
lleva usted? ¿A quién representa para tener de pronto tanta autoridad? Un
par de nulidades anónimas e incapaces de llamar la atención en lo más
mínimo. Usted aparece aquí como si fuera un gran empresario, presumiendo
de nombres… Jack Benny, Jimmy Durante… Y luego resulta que no trabaja
para ninguno de ellos.
jerry: Tal vez nos hemos dejado engañar los dos por una falsa impresión.
(Se dispone a salir.)
enid (detiene a Jerry en la puerta): ¡No… espere! ¡Perdóneme! ¡No me
haga caso! ¡Soy una estúpida! ¡Por favor!
jerry: Tengo que irme, de veras.
enid (se echa a llorar): ¡No se vaya, por favor! ¡Se lo ruego! ¡Me siento
ridícula! (Va hacia la mesa.) Me he comportado muy mal.
jerry: Está usted nerviosa. A todos nos pasa.
enid (se sienta ante la mesa): No le he dicho más que cosas
desagradables, cuando usted sólo pretendía ser amable.
jerry: Por favor, todos tenemos un día malo de vez en cuando.
enid (sigue llorando): Oh, Dios mío, lo siento… ¿Me perdona usted?
jerry (deja el maletín encima del mostrador): No hay nada que perdonar.
He sido tal vez demasiado brusco y puedo estar equivocado…
enid: No, ha sido usted muy amable. Yo no tenía derecho. Por favor, no
tome en cuenta lo que dije. Por favor, que, si no, me muero.
jerry (intenta consolarla): Cálmese. No estoy ofendido… todos tenemos
nuestros momentos malos.
enid: Pero usted ha sido tan amable y yo he dicho tantas tonterías.
jerry: Se halla usted bajo una tensión muy grande. Lo sé. Mi hermana me
lo ha contado.
enid: ¿Qué le ha contado?
jerry: Lo de usted y su marido. La situación.
enid: ¿Lo sabe?
jerry: Es la comidilla de la casa. Del barrio…
enid (desolada): Qué embarazoso. (Solloza con la cara oculta entre las
manos.)
jerry: Son cosas que pasan… Enid…
enid: Todo el mundo murmurando de mí, ¡qué humillación, Dios mío!
jerry (le rodea los hombros con el brazo): Enid, no llore. Enid, vamos…
No se ponga así…
enid: Qué más da cómo me ponga, estoy horrorosa.
jerry: Está muy guapa.
enid: No.
jerry: Guapa de veras. He de confesar que me llevé una agradable
sorpresa cuando me abrió la puerta.
enid: Pero si ya me había visto antes.
jerry: Oh, un momento únicamente. Y tan abrigada que parecía un
esquimal.
enid: Muy generoso parece usted esta noche.
jerry (se sienta a su lado): Mire, mi oficio me obliga a trabajar con
personas temperamentales. Usted es temperamental. Lo cual significa que es
usted sensible. Apasionada. Y no lo oculta, cosa que me parece muy bien.
Ojalá pudiera yo hacer lo mismo. Tal vez lo haría de no tener una úlcera.
enid: Esto quiere decir que es usted una persona con sentimientos. Sólo
que demasiado tímido para demostrarlos.
(Paul se levanta de la cama, va a la puerta y saca la llave.)
jerry: Todos somos tímidos, Enid. Parecía usted una niña pequeña,
cuando le dije que estaba guapa.
enid: Es como si me derritiera cuando alguien me dice un cumplido.
paul (en el umbral de la puerta): Perdón.
jerry (se levanta. Enid le imita): No tiene importancia… miedo al
público… estoy harto de verlo.
enid: ¿Cómo te encuentras? Lo estabas haciendo tan bien… me sentía
tan orgullosa. Pareces cansado. ¡Come algo! Traje tu tarta favorita.
paul: N-no, v-voy… voy a… p-practicar. Ahora estoy bien. (Vuelve a su
cuarto, cierra la puerta y se mete en el baño.)
enid: Un chico encantador… con tantas posibilidades. Pero no tiene fe en
sí mismo.
jerry: Y usted ¿qué? Tanto decir que está horrorosa, cuando podría
ofrecer todo cuanto quisiera.
enid (apura la copa que tenía en la mesita): Como psicólogo es usted un
maestro. (Va al aparador en busca de brandy.) Casi me ha convencido.
jerry (se sienta en el sofá): La psicología forma parte del trabajo de un
agente. Pero que conste que todo cuanto he dicho es verdad.
enid: Dígame… ¿su mujer también se dedica a lo mismo?
jerry: Soy soltero.
enid (muy sorprendida): ¿No está casado?
jerry: No.
enid: Pues yo creí… Su hermana habló una vez de su cuñada…
jerry: Es la mujer de mi hermano Cliff.
enid (se sienta junto a él): ¿Tiene usted un hermano?
jerry: Dos hermanos. Ann, Cliff y yo. Cliff es el pequeño. Se hizo cargo
del negocio de mi padre, que en paz descanse. Le va muy bien.
enid: Bueno, hay que ver… se dará cuenta de lo confundida que andaba.
Yo entendí… Bueno, yo creía que…
jerry: ¿Que estaba yo casado? No. Dejando aparte a mi madre, no ha
habido ninguna mujer en mi vida. No, lo digo en serio, nunca he estado en
disposición de casarme.
enid: ¿Por motivos financieros quiere decir?
jerry: Bueno, no exactamente… pero la vida de un agente resulta tan…
inestable…
enid: ¡Pero emocionante!
jerry: Eso sí. El motivo de no haberme casado es que quizá no encontré a
la mujer adecuada.
enid (pausa. Le mira): ¿Le apetece algo de comer?
jerry: No me importaría otro vaso de leche.
jerry: Eres estupenda de veras. Y una mujer muy guapa. Creo que tu
marido no sabe la joya que tiene en casa.
enid (le suelta la mano): Max sólo aprecia de la belleza lo más
superficial. (Con júbilo malicioso.) He oído decir que su amiguita es
prácticamente una niña.
jerry (ríe entre dientes): Un corruptor de menores. (Apoya
momentáneamente la cabeza en el hombro de Enid.)
enid: Exactamente. (Vuelve a coger su copa.) ¿Me dijiste que se llamaba
Lluvia Viceversa?
jerry: ¿Qué?
enid: Tu antigua novia… Lluvia… la que se casó con el Dr. Viceversa…
jerry: ¿Lluvia Viceversa? Bueno, no se me había ocurrido… llover al
revés, qué tontería… No sé lo que digo… Lo único que sé es que lo estoy
pasando muy bien. Beber me ha sentado divinamente.
enid: Haces que me crea otra vez una jovencita coqueta.
jerry: Es que lo eres… una jovencita coqueta adorable… y además de ser
tan guapa ahora como en esa foto que me enseñaste, eres una mujer de
bandera… Has madurado de un modo impresionante. Como una
esplendorosa manzana.
enid (conmovida): Resulta gracioso… me estás poniendo nerviosa.
jerry: Perdóname, pero tenía que decir lo que siento. (Se levanta del
sofá.) Entre la pintura que se desconcha y el yeso que se cae, resplandeces
como un diamante.
enid: Y por si fuera poco, eres poeta.
jerry: Una manzana y un diamante. Dame la mano. (Se la estrecha.
Luego se la besa con galantería.) ¡Caramba! Esta noche ha acabado por
tener magia de veras.
enid: No creí que fuera posible.
jerry: De conocerte veinte años antes, mi vida hubiese podido ser
diferente. (Se sienta.)
enid (va hacia la mesa del teléfono, detrás de Jerry, para coger un bloc y
un lápiz): Te voy a dar mi número de teléfono. (Lo escribe.)
jerry (toma el trozo de papel): Conmigo está seguro… no se lo pienso dar
a nadie.
enid: Me siento como si flotara en el espacio.
jerry: Tu cara está radiante.
enid: Es por haberte conocido.
jerry: Es por el brandy.
enid: No, por haberte conocido. (Pausa.) ¿Quieres abrazarme un
momento? ¿Sólo un momento?
(Se abrazan.)
max: Oh.
jerry: Yo, ah… vine…
enid (aún aturdida): El señor Jerry Wexler. Mi marido…
max: Ah, sí. Ya me hablaste. El agente.
jerry: Manager.
max (a Jerry): ¿Ha ido todo bien?
jerry: Sí. Perfectamente. Encantado de conocerle. He oído hablar mucho
de usted. (Se estrechan la mano.)
max: ¿Qué tal el chico?
jerry: Es un chico estupendo.
max: ¿Sí? ¿Cree usted que vale? (Paul sale del baño.)
jerry: Bueno, todavía es pronto para hacer predicciones.
max: Pues hace trucos muy buenos. ¿Le hizo el de la corbata cortada en
dos?
(Paul los recoge y se los da. Enid los lleva al mostrador de la cocina.)
enid: ¿Paul, tienes hambre? Voy a prepararte algo. No has comido nada
en todo el día. (Nadie responde.) ¡Paul! ¿Paul?
paul (siempre con la bombilla): Estoy p-practicando… p-practicando…