Unidad 1
Unidad 1
Unidad 1
La Revolución de Mayo
¿a qué llamamos rEvoluCióN?
12 Historia arGENtiNa
europea iniciada en el siglo XV. La construcción de las colonias españolas en
América supuso el sometimiento de los pueblos originarios y la destrucción de
sus sociedades y de sus distintos estados, el sometimiento de sus culturas, la
prohibición de sus religiones y costumbres y la imposición de la religión católica.
Asimismo, los conquistadores utilizaron la fuerza de trabajo nativa y los recursos
naturales del continente en provecho de los reinos europeos.
La sociedad que se fue constituyendo y que, con cambios, perduró hasta
principios del siglo XIX, estaba organizada de acuerdo a un orden que bien puede
ser llamado “orden colonial”. Este concepto implica la idea de un orden social,
político y económico construido por los conquistadores europeos a partir del
establecimiento de relaciones económicas, políticas y sociales de dominación.
Ahora bien, este orden traía en sí mismo el germen del proceso revolucionario
ya que generaba tensiones entre los distintos grupos de la sociedad colonial.
Ese germen revolucionario maduraría en la región del Río de la Plata y en otras
colonias españolas de América en las primeras décadas del siglo XIX. No fue un
hecho aislado, sino que formó parte del contexto revolucionario que comenzó
a conformarse en América del Norte con la independencia de las colonias
británicas en 1776 y siguió con la revolución de Haití en 1791, protagonizada por
esclavos africanos que lograron independizarse de Francia y formar la primera
república negra poscolonial.
UNIDAD 1 13
una sociedad diversa, jerárquica y desigual
14 Historia arGENtiNa
mariquita sánchez pertenecía al grupo
de la “gente decente”. a principios del
siglo XiX, se resistió a una costumbre
arraigada en el virreinato entre la
gente de su clase: los matrimonios por
conveniencia. los padres, que eran
los que decidían los casamientos de
sus hijas, preferían casarlas con ricos
españoles peninsulares. mariquita,
enamorada de un criollo, para peor
su primo, llevó el caso a la justicia
virreinal que terminó fallando a su favor.
Excluidos de los cargos y negocios más
importantes, los criollos también sufrían
este tipo de discriminación.
El iluminismo
16 Historia arGENtiNa
democracia
del griego “demos” que puede traducirse como “pueblo” y “krátos”
que puede traducirse como “poder”: la democracia es una forma
de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son
adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa
o bien de participación indirecta, a través de sus representantes.
UNIDAD 1 17
la declaración de los derechos del
Hombre y el Ciudadano es uno de los
legados de la revolución francesa. En sus
dos primeros artículos se sostiene que
“los hombres nacen y permanecen libres
e iguales en cuanto a sus derechos” y que
“la finalidad de toda asociación política es
la conservación de los derechos naturales
e imprescriptibles del hombre. Esos
derechos son la libertad, la propiedad, la
seguridad y la resistencia a la opresión”.
un ejército compuesto por alrededor de 1.500 ingleses avanza sobre la ciudad de buenos
aires, luego de su desembarco, en junio de 1806.
18 Historia arGENtiNa
Estos episodios marcaron la aceleración de un proceso de cambios
que se venía gestando en la sociedad rioplatense. El intento de los británicos
por conquistar el territorio rioplatense derribando al poder español, puso
en evidencia las contradicciones de la sociedad colonial. Principalmente, se
expuso la incapacidad de las autoridades virreinales para frenar el avance
extranjero.
Rafael de Sobremonte, quien ocupaba el cargo de virrey, salió de la
ciudad con las “cajas del Virreinato”, es decir con el dinero recaudado por
impuestos. El objetivo de proteger los recursos económicos de la colonia
no se logró, dado que los ingleses los capturaron en la localidad de Luján,
pero la actitud del virrey fue vivida por muchos de los habitantes de Buenos
Aires como una muestra de debilidad de las autoridades españolas; incentivó
ideas independentistas previas en algunos, mientras que en otros encendió la
primera llama de críticas. Quizás la consecuencia más importante de estos
hechos haya sido la aparición del pueblo como sujeto político, ya que la tarea
de hacer frente al invasor fue llevada a cabo por el pueblo de la ciudad de
Buenos Aires: milicias de voluntarios fueron las encargadas de liberar la
ciudad. Las autoridades españolas no opusieron resistencia sino que fueron
los criollos al mando militar de Santiago de Liniers quienes derrotaron a las
tropas de Inglaterra, por entonces la potencia más poderosa del mundo.
Si pensamos en el proceso de revolución que se desataría unos años
después, es evidente la influencia que tuvieron estos primeros episodios
bélicos que supieron resolver los criollos rioplatenses. La creación de las
milicias criollas y su audaz desempeño en la defensa y la reconquista de
la ciudad las consolidaron como un factor de poder indiscutido; quienes
no tenían voz ni voto habían recuperado el territorio. Esto dejó en claro la
incapacidad de las autoridades virreinales para sobrellevar episodios críticos
y fue un gran aporte para la toma de conciencia por parte de las milicias
populares, tanto sobre su poder como sobre la debilidad de las autoridades
coloniales. El Cabildo de Buenos Aires, institución importante porque era
el centro político de la capital del Virreinato, se abrió desde entonces a la
participación popular y podría decirse que no hubo marcha atrás. Frente a
la incapacidad del virrey, fueron las autoconvocadas milicias de vecinos las
que, democráticamente, destituyeron a Sobremonte como autoridad militar y
eligieron a un ex virrey, Santiago de Liniers, quien en 1808 fue confirmado en
el cargo por las autoridades españolas. Si bien Liniers fue reemplazado poco
después, en 1809, por un nuevo funcionario designado en España, Baltasar
Hidalgo de Cisneros, el nombramiento de Liniers por los vecinos de Buenos
Aires fue uno de los primeros pasos en la apertura a la igualdad política y a la
toma de decisiones populares.
UNIDAD 1 19
El monopolio comercial español
UNIDAD 1 21
ENCarCElamiENto dEl rEy y rEvoluCióN
El escenario que se planteó en la península ibérica durante 1808-
1810 acentuó el clima revolucionario existente en las colonias americanas.
Una importante consecuencia de la Revolución Francesa, además de la ya
mencionada difusión de sus ideas, fue su efectiva expansión militar de la
mano de Napoleón Bonaparte. En 1808, este militar francés invadió España.
Entonces, el rey Carlos IV de Borbón abdicó en favor de su hijo Fernando VII
quien asumió como soberano y entregó el trono español al emperador francés.
Fue otra muestra de debilidad de la Corona. La península quedó desde
entonces bajo control extranjero, y no de cualquiera: estaba nada menos que
bajo el control de un país que había levantado las banderas de la libertad, la
igualdad y la democracia. El pueblo español, en rebelión contra los invasores,
desconoció la autoridad de José Bonaparte, hermano del emperador francés
a quien éste había designado como su rey. Como reacción, se conformaron
juntas de representación popular que guardaban fidelidad al rey Fernando VII,
cautivo del invasor francés.
La Junta Central de la ciudad de Sevilla asumió momentáneamente el
control sobre las colonias americanas en nombre del cautivo rey Fernando
VII. La Junta desligó a Santiago de Liniers, de quien se desconfiaba por su
origen francés, del cargo de virrey del Río de la Plata y nombró a Baltasar
Hidalgo de Cisneros. No obstante esta demostración de poder inicial, la Junta
de Sevilla fue depuesta por las fuerzas francesas. Al conocerse la noticia en
tierra rioplatense se produjo un vacío de poder y se incentivó en la población
el espíritu revolucionario. Jefes de milicias, intelectuales y comerciantes
perjudicados por el monopolio –muchos de ellos defensores de la ciudad de
Buenos Aires durante las invasiones inglesas– se movilizaron. Nuevamente
se recurrió al Cabildo de Buenos Aires, institución clave del dominio colonial,
reutilizada por el pueblo para debatir libremente y tomar decisiones. Cierto
es que se trataba de “un pueblo” marcado por las diferencias sociales de la
colonia; seguía existiendo un ordenamiento estamental, jerárquico, en el cual
había grandes desigualdades económicas y de origen. En verdad, los sectores
más bajos de la estructura social si bien habían adquirido un papel activo
en la vida política de la colonia (impensado hasta entonces), no tuvieron el
mismo protagonismo que las élites en las deliberaciones y asambleas que se
abrieron a partir de mayo de 1810.
De hecho, fueron solamente los llamados “vecinos” de la ciudad (españoles
y criollos) quienes asistieron al decisivo Cabildo Abierto que se celebró el 22
de mayo. Este no fue un encuentro sencillo. Lo que estaba en juego era nada
menos que la soberanía y la independencia, y dejaba al descubierto posiciones
muy diversas: desde quienes abogaban por la democracia igualitaria, hasta
quienes lo hacían por el sostenimiento de las autoridades españolas en el
poder; desde la idea de construcción de una patria grande que unificara el
continente a la idea de dividirse por estados. Discusiones muchas que siguen
siendo actuales.
22 Historia arGENtiNa
Podríamos sintetizar en dos posturas predominantes el debate
del Cabildo Abierto: por un lado, el obispo de la ciudad de Buenos Aires,
Benito de Lué y Riega, personificaba a quienes querían mantener fidelidad
a las autoridades españolas. Del lado más revolucionario se encontraba,
liderando, Juan José Castelli, quien sostuvo que si no había rey en España,
las autoridades españolas en América no eran representativas y por
lo tanto, el poder debía retornar al pueblo. Luego de un largo debate, se
decidió desvincular de su cargo al virrey Cisneros y conformar una Junta de
gobierno como las muchas que se habían formado en España. El 24 de mayo
se dieron a conocer las autoridades de la Junta a la población: los sectores
más conservadores –y también temerosos– del Cabildo la habían formado
con españoles y como presidente del organismo gubernamental propusieron
al destituido virrey Cisneros.
La movilización criolla no se hizo esperar. Gracias a la presión de los
revolucionarios, se disolvió ese organismo y el 25 de mayo de 1810 se creó
un nuevo gobierno, que conocemos como la Primera Junta. Aunque esta
Junta declaró su fidelidad al rey Fernando VII, se trataba del primer gobierno
no elegido por la Corona española sino por un sector representativo de los
habitantes de Buenos Aires. Como presidente fue designado un militar y
comerciante, Cornelio Saavedra; fueron secretarios Mariano Moreno y Juan
José Paso, quienes junto con Manuel Belgrano y Juan José Castelli, elegidos
vocales, representaban el sector más democrático e igualitario. La Junta se
completaba con los vocales Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo
Matheu y Juan Larrea. Se trataba del inicio del ejercicio soberano del poder
en el Río de la Plata.
El primer problema de orden práctico era –si se pensaba en un
gobierno democrático representativo– cómo traer las voces de los pueblos
de las distintas ciudades y regiones que componían el ex virreinato para
que estuvieran presentes en el gobierno. La decisión fue invitar a que esos
pueblos eligieran representantes para incorporarse a la Junta de gobierno.
Con ellos, en diciembre de 1810, se formó la Junta Grande.
24 Historia arGENtiNa
Bases políticas de la Primera Junta
la Primera Junta estaba presidida por el comerciante criollo y jefe del regimiento de
Patricios, Cornelio saavedra. Juan José Paso y mariano moreno, ambos abogados y criollos,
eran los secretarios. los vocales eran: los criollos manuel alberti (sacerdote), miguel de
azcuénaga (militar); manuel belgrano y Juan José Castelli (abogados); y los comerciantes
españoles Juan larrea y domingo matheu.
UNIDAD 1 25
los gobiernos de la primera década revolucionaria
26 Historia arGENtiNa
la asamblea de 1813 tomó una serie de decisiones trascendentales en torno a libertades
y derechos de los grupos más oprimidos del orden colonial. además, aprobó la creación de
símbolos patrios, como el escudo, la escarapela y el Himno Nacional, que reemplazaban a
los de la monarquía española. En esta pintura se retrata el momento en que el Himno tomó
estado público.
UNIDAD 1 27
la GuErra
Una revolución, como dijimos, no se produce de la noche a la mañana. Se
trata de un proceso largo y conflictivo. Los hechos de mayo de 1810 fueron el
inicio de un camino que se construyó a base de violencia, guerra, pero también
de discusiones políticas, de difusión de ideas y de participación popular.
Aprendemos que todos los acontecimientos que forman parte de la construcción
de nuestra patria están ligados a los grandes nombres: Belgrano, Castelli, San
Martín. Es cierto que sin su dirección, sin sus ideas y convicciones, hubiese
sido difícil dicho camino independentista. Pero estas personas formaban parte
de un pueblo y fue la sociedad toda con sus contradicciones internas, con
sus diferencias de clase y de status, con sus conflictos, la que hizo posible la
construcción de nuestra Nación.
Sin embargo, sin anular lo anteriormente dicho, es importante remarcar
la valentía y el compromiso de ciertos personajes, como es el caso de Manuel
Belgrano, abogado, sin formación militar, que abandonó su tranquila vida de
burguesía acomodada, para dar todo en la guerra. Porque la revolución no
concluyó con la formación de nuevos gobiernos patrios. La revolución trajo
consigo la guerra. Depuestas las autoridades virreinales, hubo que luchar
decididamente contra las resistencias que ofrecían quienes querían mantener
el orden colonial. No tenía ningún sentido liberar la ciudad de Buenos Aires, y
que el resto del continente siguiera bajo dominio europeo. Para algunos de los
revolucionarios, del Río de la Plata y de otras partes de América, como José
de San Martín, Juan José Castelli, Manuel Belgrano o el caraqueño Simón
Bolívar, era imprescindible la liberación continental y la conformación de una
Patria Grande, la americana.
28 Historia arGENtiNa
las guerras contra los “realistas” comenzaron inmediatamente después de conformada
la Primera Junta. se organizaron campañas al Paraguay, a la banda oriental y al alto
Perú en la actual bolivia. En la imagen, batalla de maipú, 5 de abril de 1818, obra del
artista plástico chileno Pedro subercaseaux (1880-1956).
UNIDAD 1 29
toda la América española de la dominación colonial. Para San Martín, no tenía
sentido proteger los límites de las Provincias Unidas sin ayudar a los otros pueblos
americanos a liberarse. La intención del general era ponerse al servicio de la
causa revolucionaria pero al ver el centralismo y conservadurismo del gobierno
del Primer Triunvirato, que dejaba desprotegidas económica y militarmente a
las provincias del Interior, desobedeció órdenes y, junto con sus compañeros de
la Logia Lautaro, exigió la disolución del gobierno. En palabras del general: “no
siempre están las tropas para sostener gobiernos tiránicos”.
San Martín, como también lo había hecho Belgrano, desoyó los mandatos
de los gobiernos centralistas porteños y logró llevar a cabo la real independencia,
la que se ganó en la guerra, en los campos de batalla. Mientras Martín Miguel
de Güemes se oponía heroicamente con sus “gauchos” a los avances realistas
por la frontera norte, San Martín organizó un ejército en Cuyo, y comandó la
guerra continental, junto con el venezolano Bolívar. Hacia 1824, la independencia
americana estaba asegurada.
30 Historia arGENtiNa
buENos airEs y El iNtErior:
ProyECtos distiNtos y El fiN dE los
iNtENtos dE uNidad PolítiCa
Desde el inicio de la Revolución, el protagonismo porteño encontró
resistencia en distintos lugares del interior del ex virreinato. Buenos Aires había
sido capital virreinal y, si bien los revolucionarios porteños criticaban el orden
colonial y sus privilegios, la ciudad conservó ciertos rasgos elitistas. Tanto en
la época colonial como una vez abierto el proceso revolucionario, Buenos Aires
era el centro político administrativo y comercial, privilegiado por los beneficios
de ser el único puerto habilitado al comercio internacional y beneficiario de los
ingresos aduaneros. El centralismo porteño fuertemente defendido por distintos
representantes de la ciudad, fue generando, en distintos grupos dirigentes del
Interior y el Litoral, la fuerte convicción de la necesidad de conformar un sistema
de gobierno republicano y federal, en el cual cada estado provincial eligiera sus
propios representantes y participara del gobierno central. Los primeros años
independientes vieron crecer esta autonomía que, en algunos casos como el de la
Banda Oriental del Uruguay, terminó en abierta ruptura y en la conformación de
una nación independiente.
En este contexto de enfrentamientos entre centralismo y federalismo, los
intentos por lograr la organización de un Estado de reemplazo al poder español y
de sancionar una Constitución fracasaron reiteradamente. En 1819 se lo intentó
una vez más. Se convocó a un tercer congreso constituyente que sancionó una
Constitución donde se establecía un gobierno democrático con división de poderes.
Sin embargo, en los hechos, se imponía un gobierno fuertemente centralista. Ello
provocó la resistencia de los grupos dirigentes del Interior y el Litoral, abriendo
una brecha que tardaría décadas en cerrarse. Descontentas con las decisiones del
Congreso de 1819, tropas de las provincias, lideradas por la Liga de los Pueblos
Libres –con los caudillos Estanislao López (Santa Fe) y Francisco Ramírez (Entre
Ríos) a la cabeza–, se enfrentaron a las tropas del gobierno central del Directorio,
venciéndolas en la batalla de Cepeda en 1820. En ese momento, se disolvió el
Directorio, así como el Congreso Nacional, el mismo que había declarado la
independencia en 1816. Desde entonces, derrocadas y disueltas las autoridades
nacionales, cada provincia se fue dando su propia organización, abriéndose un
período de guerras civiles.
UNIDAD 1 31
Por un lado, aunque declarada la independencia en 1816, los revolucionarios
del Plata no habían podido constituir un Estado nacional. En 1819 caía el Directorio
y comenzaba un largo período, el de las autonomías provinciales, en el que cada
provincia diseñaría su propia organización. Por otra parte, vastas regiones del ex
virreinato se independizaron o se independizarían prontamente no sólo de España,
sino también de los gobiernos nacidos del proceso revolucionario de Mayo con
sede en Buenos Aires. Hablamos del Paraguay, de la región del Alto Perú (donde
surgiría Bolivia) y de la Banda Oriental (Uruguay).
En el plano económico-social, la larga guerra emancipadora y las luchas
entre los mismos revolucionarios resultaron muy costosas para la región. Las
necesidades de los ejércitos y la inseguridad interrumpieron o dificultaron la
producción y el comercio. Los robos y saqueos eran frecuentes; la mano de obra
escaseaba; muchos trabajadores debían alistarse en los ejércitos. La Banda
Oriental y el Litoral fueron dos de las zonas más afectadas. En pocos años,
perdieron casi por completo su principal recurso económico: el ganado.
No era mejor la situación de los comerciantes. Primero los españoles y
luego también los mercaderes criollos tuvieron que entregar parte de sus bienes
para sostener los gastos que requerían los esfuerzos de la guerra. Además, no era
fácil comerciar. La guerra producía inseguridad y el vínculo comercial entre el Alto
Perú y Buenos Aires, muy intenso durante el siglo XVIII, terminó por romperse.
A estos factores, hay que agregar otra cuestión que debilitó aún más la
situación del sector comercial local. Los primeros gobiernos patrios establecieron
la libertad de comercio, medida que terminó beneficiando a los comerciantes
ingleses. A diferencia de los mercaderes locales, estos comerciantes poseían
capital, no debían contribuir con los gastos de guerra y disponían en su país de
contactos privilegiados para conseguir todo tipo de mercaderías. Además, eran
dinámicos y aventureros, y en poco tiempo se hicieron del control del comercio
de importación-exportación con sede en el puerto de Buenos Aires. La región se
independizaba así del monopolio español, pero caía bajo otra dependencia, que
ahora la vinculaba a los grandes centros de producción y comercio de Inglaterra.
Los gobiernos independientes cumplieron de algún modo el sueño de
los invasores británicos de 1806 y 1807; abrieron la aduana a los productos
industrializados británicos, de menor costo productivo que los de las provincias
del interior. El libre comercio perjudicó a las economías regionales que no podían
competir en calidad y precio con los productos extranjeros. Las artesanías del
interior no podían solventar los costos de mano de obra, inversión tecnológica
y, sobre todo, de transporte; no existía un sistema óptimo de caminos, los
gobiernos independientes ganaron un territorio lleno de materias primas, con
un clima ideal para la producción de alimentos, lleno de recursos, pero sin
infraestructura ni capital.
El comercio libre implementado por los gobiernos revolucionarios
contribuyó a delimitar un mapa de desarrollo y subdesarrollo económico dentro
del mismo país que perdura hasta el día de hoy. Desde muy temprano, frente
a esta situación, las provincias comenzaron a reclamar protección a través de
impuestos a los productos extranjeros y la coparticipación en las ganancias de la
aduana de Buenos Aires.
32 Historia arGENtiNa