Aplicación de Una Propuesta Neuroeducativa Con Estudiantes de Básica Secundaria, Orientada A Promover Aprendizajes Significativos Sobre La Función Vital de Nutrición
Aplicación de Una Propuesta Neuroeducativa Con Estudiantes de Básica Secundaria, Orientada A Promover Aprendizajes Significativos Sobre La Función Vital de Nutrición
Aplicación de Una Propuesta Neuroeducativa Con Estudiantes de Básica Secundaria, Orientada A Promover Aprendizajes Significativos Sobre La Función Vital de Nutrición
Trabajo de investigación presentado como requisito parcial para optar al título de:
Magister en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales
Directora:
Julieta Troncoso, Bióloga, PhD
Línea de Investigación:
Aprendizaje de las Ciencias
Finalmente agradezco al Colegio Campestre San José, por permitirme aplicar la propuesta
en sus instalaciones. A las profesoras Lucy Maldonado y Claudia Gil, quienes me
colaboraron en la vinculación con los estudiantes y otras particularidades del área de
ciencias naturales. A los demás docentes y directivos que de algún modo me orientaron
en la fase práctica, que posibilitaron los trámites administrativos y que hicieron ameno ese
tiempo de trabajo. Y sin duda también a los niños que se vincularon al proyecto, pues
constituyeron la población estudiantil alrededor de la que ajusté y evalué la propuesta
neuroeducativa desarrollada.
Resumen y Abstract IX
Resumen
Si bien Colombia ha mostrado avances educativos, sigue lejos de cumplir expectativas del
contexto global actual. Dentro de la línea de investigación ‘Aprendizaje de las ciencias’, de
la Asociación Europea de Investigación en Educación en Ciencias, surgió un proyecto ante
el bajo rendimiento académico de estudiantes de básica secundaria de un colegio
tradicional de Bogotá, en secuencias didácticas relacionadas con procesos biológicos,
pretendiendo mayor alcance en el futuro próximo. Se aplicó en un curso semestral
multigrado electivo, usando herramientas derivadas de investigaciones en neurobiología
de memoria y aprendizaje. Su desarrollo se dividió en tres grandes fases de aprendizaje
activo, en orden: neurobiología del aprendizaje, revisión bibliográfica y elaboración de
infografías didácticas. Progresivamente, pasaron del uso de habilidades de pensamiento
de orden inferior a superior. La evaluación tuvo enfoque cualitativo y cuantitativo, siguiendo
parámetros como calidad del contenido presentado en trabajos entregados, además del
desempeño en exposiciones y pruebas de saberes pre y pos. La población y duración del
trabajo aplicado no fue estadísticamente representativo para generalizar el efecto de las
herramientas neuroeducativas, pero es buen indicio el que los resultados obtenidos
respalden la teoría probada en otros escenarios. Con la población trabajada se reconoció
un efecto positivo de la propuesta, pues fue mejor el rendimiento que tuvieron los
estudiantes respecto a experiencias previas. Se plantean otros espacios en los que la
propuesta podría servir como insumo para aportar a la transformación de prácticas
educativas en ciencias naturales y otras disciplinas, en todos los niveles de educación
formal y no formal.
Abstract
Colombia has shown educational advances, but still far from reach expectations from the
current global context. In the research strand 'Learning science', of the European Science
Education Research Association, arose a project faced to the low academic performance
of secondary-education students of a traditional school in Bogotá, in didactic sequences
related to biological processes, waiting for a greater reach in the coming future. It was
applied in a biannual elective multigrade classroom, using tools derived from neurobiology
of learning and memory researches. Its development was divided into three large phases,
in order: neurobiology of learning, bibliographic review, and making of didactic infographics.
Progressively, they went from use thinking skills of low order to higher. The evaluation had
a qualitative and quantitative approach, following criterion as the displayed content quality
in delivered activities, in addition to their performance in expositions and pre-post
questionnaires. The population and duration of the applied work were not statistically
representative to generalize the impact of the neuroeducative tools but is a good hint that
the obtained results support the theory tested in different spaces. With the analyzed
population was possible to recognize a positive effect of the purpose, because the student's
performance was better than in previous experiences. There were posed other scenes
where the purpose could be useful as an input to promote the transformation of the
educational practices in natural sciences and other disciplines, in all formal and no-formal
educational levels.
Contenido
Pág.
Resumen ........................................................................................................................ IX
Introducción .................................................................................................................... 1
2. Componente disciplinar........................................................................................... 9
2.1 Nutrición de los seres vivos ............................................................................. 9
2.1.1 Cadenas tróficas: ¿Cómo fluye la materia y la energía en los
ecosistemas? ...................................................................................... 10
2.1.2 Interacciones biológicas: ¿Cómo se relacionan las poblaciones para
obtener alimento?................................................................................ 11
2.1.3 Nutrición vegetal: ¿Cómo se obtienen y distribuyen nutrientes en los
organismos autótrofos – plantas vasculares? ...................................... 12
2.1.4 Digestión animal: ¿Cómo se obtienen y distribuyen nutrientes en los
organismos heterótrofos – animales? .................................................. 14
2.1.5 Metabolismo: ¿Cómo se procesa materia y energía al interior de las
células? ............................................................................................. 16
2.2 Evolución de los conceptos disciplinares ....................................................... 17
2.2.1 Nutrición animal .................................................................................. 18
2.2.2 Nutrición vegetal ................................................................................. 19
2.2.3 Relaciones alimenticias ....................................................................... 21
Lista de figuras
Pág.
Para diseñar las secuencias didácticas a implementar con estudiantes del colegio, se
tuvieron en cuenta teorías sobre neurobiología del aprendizaje y experiencias reportadas
2 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
Durante las sesiones del curso ofertado, los estudiantes tuvieron la oportunidad de
desarrollar un proyecto longitudinal. Éste fue guiado por un proceso riguroso de revisión
bibliográfica y de síntesis de información, hacia la presentación de infografías didácticas
de elaboración propia. Con la información producto de la observación y registro diario se
establecieron unidades de análisis que sirvieran de base para orientar la evaluación del
desarrollo de la estrategia y su efecto en aprendizajes significativos y habilidades de
pensamiento científico. Se hizo un contraste entre los saberes previos y los demostrados
al final, así como entre los resultados de las encuestas aplicadas antes y después de
ejecutar la secuencia didáctica relacionada con la función vital de nutrición. Para ello se
consultaron notas de bitácora, resultados de los cuestionarios aplicados, rúbricas de
evaluación, y el banco de información derivado de los elementos teóricos y
epistemológicos que sustentan el proyecto de investigación.
Frente a esta necesidad, varios autores han planteado que este desarrollo es dependiente
de la formación escolar obligatoria en el área de ciencias, por ser éste el primer espacio
en el que todo individuo se encuentra formalmente frente a lo que es hacer ciencia
(Acevedo, 2004; Millar, 2011; Musili, 2015; Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico, 2016). Y no es que se pretenda formar una generación de sólo
científicos, sino que se apunta hacia una sociedad competente para participar en las
discusiones del mundo actual (Cañal, 2004; Gil-Pérez y Vilches, 2005; OCDE, 2016;
Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior, 2017; Interamerican
Network of Academies of Sicences, 2017; Martínez, Narango, Mateos, y Sánchez, 2018).
En respuesta a ello, a inicios del siglo XXI surgió el Programa para la Evaluación
Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), que cada tres años evalúa la
calidad de la educación en los países participantes, a través del análisis de pruebas
estandarizadas aplicadas a estudiantes de 15 años alrededor del mundo (OCDE, 2016;
ICFES, 2017). Los resultados de estos estudios sirven, en principio, para tomar como
ejemplo a los sistemas educativos de aquellos países considerados como desarrollados.
El ideal es que a partir de eso se planteen rutas de acción que favorezcan el desarrollo de
otros países (OCDE, 2016), como Colombia, que en el componente de ciencia de la prueba
del 2015 quedó en el puesto 57, entre 70 países participantes (OCDE, 2016; Hincapié y
Martínez, 2017).
Tales rutas de acción, si bien son planteadas desde un plano político, es indispensable
que se tomen también desde las aulas de clase. Porque aunque es cierto que deben
priorizarse los aspectos de ciencia y educación dentro de la agenda nacional, son los
docentes quienes participan directamente en la formación académica de los niños en todas
las regiones del país y, por tanto, quienes pueden trabajar en la eliminación de la
caracterización abstracta, incomprensible y aburrida con que usualmente es vista la ciencia
por los educandos (Acevedo, 2004; Blanco, 2004; Gil-Pérez y Vilches, 2005; García, Mera,
y Morán, 2016; OCDE, 2016; ICFES, 2017; IANAS, 2017; Martínez et al., 2018).
Contexto escolar 5
Para alcanzar las metas trazadas se realizan salidas ecológicas que acercan a los
estudiantes a la riqueza biológica del país, conversatorios para ampliar los conocimientos
sobre el mundo actual desde una perspectiva biológica y un proyecto educativo ambiental
(PRAE), bajo el marco legal del Ministerio de Educación Nacional (MEN). Sin embargo,
aun con este enriquecimiento de las unidades didácticas del área de ciencias, las
calificaciones escolares de los estudiantes de básica secundaria no evidencian
desempeños de comprensión satisfactorios en relación a procesos biológicos, como la
6 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
función vital de nutrición. Nace por ello un interés en desarrollar una estrategia didáctica
que fomente habilidades de pensamiento científico para recoger información relevante,
utilizar métodos de análisis, sintetizar y desarrollar representaciones internas de la
realidad. Una estrategia que fomente aprendizajes significativos, teniendo en cuenta los
lineamientos curriculares definidos por el MEN (2004) para el área de Ciencias Naturales
y Educación Ambiental.
1.3 Justificación
Educación es un término empleado en diferentes contextos como herramienta necesaria
para que cada persona desarrolle aquellos valores y conocimientos necesarios para que
se desenvuelva adecuadamente en un entorno social humano. Es ésta una vía a través de
la cual se aprovechan las capacidades propias de la especie humana, para que sus
comportamientos vayan más allá de respuestas instintivas ante los eventos que suceden
en su entorno. Desde las civilizaciones antiguas han existido personas encargadas de
orientar estos procesos de educación (pedagogos), quienes han hecho parte de
instituciones en las que tienen lugar prácticas pedagógicas. En un principio, esta educación
estaba orientada hacia el aprendizaje de conductas de orden y disciplina; pero con el
periodo de Ilustración se empezaron a abordar tópicos disciplinares, comenzándose a
esbozar la estructura de la educación escolar actual (Armando Zambrano, 2016).
Con el tiempo se fue conformando el concepto de pedagogía, como área que aborda el
vínculo entre los modelos educativos y el aprendizaje de un estudiante. Ya en el marco de
los avances culturales y tecnológicos del siglo XX, fue necesaria la emergencia de una
disciplina de carácter práctico que se enfocara en las técnicas de enseñanza – aprendizaje:
la didáctica (Gutiérrez, 2016; Rincón, 2016). Y entre la praxis docente se encuentran las
secuencias didácticas que en sí son una ruta de acciones que permite concretar la
planificación educativa (Obaya y Ponce, 2007). Así, estos avances en el plano educativo
han implicado que los currículos escolares sean ajustados, de modo que se conduzca
efectivamente a la formación de ciudadanos competentes a las exigencias propias del siglo
Contexto escolar 7
XXI (García y Cauich, 2008; Arteaga, Armada, y Del Sol, 2016; Furman, Luzuriaga, Taylor,
Anauati, y Podesta, 2018).
1.4 Objetivos
1.1.1General
Desarrollar con estudiantes de enseñanza básica secundaria, entre los trece y dieciséis
años de edad, una estrategia de enseñanza – aprendizaje enmarcada en la disciplina de
la neuroeducación, sobre la función vital de nutrición.
1.4.2 Específicos
Diseñar una propuesta pedagógica que optimice las funciones cerebrales, para
abordar la función vital de nutrición con estudiantes entre los trece y dieciséis años de
edad del Colegio Campestre San José.
Implementar una secuencia didáctica que optimice las funciones cerebrales, en la que
los estudiantes elaboren, a manera de proyecto, infografías sobre la función vital de
nutrición.
A diferencia de las sustancias químicas, la energía no puede ser reciclada y por tanto el
ecosistema tiene que contar con un continuo flujo de energía, proveniente de fuentes
externas. De manera general, la energía entra a la mayoría de los ecosistemas en forma
de luz solar, es convertida en energía química por organismos autótrofos (productores),
pasa a los heterótrofos (consumidores) como compuestos orgánicos, y es disipada luego
en forma de calor (Rigler, 1980; Korotkov et al., 2004; Reece et al., 2017). Por su parte, el
ciclo de la materia se cierra gracias a organismos detritívoros, que se alimentan de material
orgánico no vivo, lo reincorporan al ciclo por diferentes vías (como su descomposición),
permitiendo la absorción y utilización por productores, para síntesis de compuestos
orgánicos (Herendeen, 2008; Reece et al., 2017). Estas transformaciones de energía, y el
movimiento de elementos químicos, son seguidos por los ecólogos cuando determinan los
niveles tróficos de relaciones alimenticias y estudian cómo los organismos interactúan con
su ambiente físico, basados en las leyes físicas de conservación de masa y energía (Rigler,
1980; Chapin et al., 2002; Reece et al., 2017).
Competencia es el nombre que recibe aquella interacción negativa para ambas especies,
en la que los organismos compiten por recursos que limitan su supervivencia y
reproducción (Agrawal et al., 2007; Reece et al., 2017). De acuerdo a lo descrito, el término
no aplica para casos como la obtención de oxígeno, dado que usualmente es un elemento
disponible en suficiente cantidad para la vida de todos los organismos. Un ejemplo de
competencia es cuando la maleza crece en un jardín, pues para ello requiere de los
mismos nutrientes y agua que usan allí las plantas del jardín (Reece et al., 2017).
Considerando que la competencia implica un riesgo para sobrevivir, de esta interacción
pueden derivar cambios evolutivos en las poblaciones, como puede ser el ajuste de hábitat,
dieta, o mecanismos de obtención de alimento (Agrawal et al., 2007; Reece et al., 2017;
Schneeweiß y Gropengießer, 2019). Otro tipo de interacción es la explotación, que procede
de la necesidad de alimentarse que tienen todos los organismos consumidores, y por tanto
es negativa para una especie y positiva para otra. Estas interacciones se dividen en:
predación, herbivoría y parasitismo, y de todas han derivado múltiples adaptaciones
(químicas, mecánicas, visuales, etc.), bien sea para asegurar el alimento o para evitar ser
alimento de otros (Hatcher, Dick, y Dunn, 2006; Reece et al., 2017).
Pero además de las interacciones antes descritas, las comunidades ecológicas se ven
fuertemente influenciadas por interacciones positivas, aquellas en las que al menos una
especie se beneficia y ninguna se ve perjudicada (Agrawal et al., 2007). El mutualismo, por
ejemplo, beneficia a las dos especies y relaciona varios grupos vivos. Algunos ejemplos
son: el intercambio de nutrientes hongos – plantas en micorrizas (Agrawal et al., 2007;
Reece et al., 2017; Denton y Gokhale, 2019), microorganismos que contribuyen a la
digestión de celulosa en rumiantes, aquellos animales que por endozoocoria dispersan
semillas, y la fotosíntesis de algas en corales. Por su parte, en el comensalismo sólo se
beneficia una de las especies involucradas. Un ejemplo es el de las garzas que se
alimentan de insectos presentes en la vegetación de la que se alimentan los herbívoros,
por lo que se asocian a ellos para ubicar su fuente de comida (Reece et al., 2017).
vegetal han demostrado que la obtención de nutrientes proviene de dos fuentes: atmósfera
y suelo (Taiz y Zeiger, 2010). Utilizan energía solar para producir compuestos orgánicos a
través del proceso fotosintético, y toman agua y varios nutrientes inorgánicos del suelo a
través de su sistema radical. Pero más allá de la obtención de nutrientes, es importante
describir el sistema de transporte de sustancias con el que cuenta cada individuo,
encargado de llevarlas a donde son requeridas para la asimilación de los nutrientes a nivel
celular (Cañal, 2005; C. González et al., 2014; Reece et al., 2017).
Cercano a la superficie, el suelo es un complejo ecosistema del que las plantas absorben
la mayor parte de agua y minerales que necesitan para vivir. Allí se encuentran dos
grandes componentes que interactúan entre sí: el orgánico, que incluye microorganismos
y elementos químicos; y el inorgánico, que consiste en partículas de suelo con poros
contenedores aire o de iones minerales disueltos en agua (Chapin et al., 2002; Cañal,
2005; Taiz y Zeiger, 2010; Reece et al., 2017) De las sustancias inorgánicas en las plantas
se han identificado 17 elementos como necesarios para completar su ciclo de vida y
reproducirse. De estos sólo el carbono y el oxígeno son suministrados por la atmósfera,
mientras que los demás provienen del suelo. Los pelos radicales absorben los iones
necesarios para la síntesis de compuestos orgánicos, mediante mecanismos de
intercambio iónico. Y la mayoría de compuestos orgánicos provienen de la materia
orgánica descompuesta, gracias a la acción de bacterias y hongos. De allí se obtiene
humus, que favorece la no compactación de las partículas de suelo e incrementando la
capacidad de intercambio iónico (Taiz y Zeiger, 2010; Reece et al., 2017).
Luego de la absorción, los nutrientes atraviesan los tejidos de raíz hasta llegar al xilema
(tejido vascular), encargado del transporte hasta las regiones fotosintéticas de la planta.
Para éste, minerales y agua constituyen la savia bruta, que sin gasto de energía se mueve
grandes distancias en contra de la gravedad. Existen dos hipótesis que explican el flujo:
la de presión radicular y la de cohesión – tensión, que respectivamente sugieren empuje
desde abajo y succión desde arriba (Chapin et al., 2002; Taiz y Zeiger, 2010; Reece et al.,
2017). Especialmente en las hojas, en los estomas, además del proceso de transpiración
ocurren otros asociados al intercambio de gases con la atmósfera. A través de esta
estructura entra el CO2 a la planta, necesario para el proceso de fotosíntesis, que ocurre
en los cloroplastos y se divide en dos grandes fases: una serie de reacciones dependientes
de la luz (en los tilacoides), de las que se obtiene oxígeno (entre otras moléculas); seguidas
14 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
corporales simples constan de una cavidad gastrovascular con una sola apertura, pero en
planes corporales complejos se tienen dos aberturas (tracto digestivo completo). A través
de estos se mueve unidireccionalmente la comida y el tubo posee diferentes
compartimientos que sectorizan el proceso (Randall et al., 2002; Reece et al., 2017).
En los mamíferos se encuentran tractos digestivos completos, por lo que este grupo animal
ha permitido describir los principios generales del procesamiento de alimentos. El canal
alimenticio funciona de manera coordinada con glándulas accesorias, que secretan
diferentes jugos contenedores de enzimas requeridas para el rompimiento de
macromoléculas específicas, en sitios específicos (Randall et al., 2002; Reece et al., 2017).
Por ejemplo, en la cavidad oral se encuentran las glándulas salivares, que junto a los
dientes inician el procesamiento de comida. Los dientes rompen mecánicamente la
comida, incrementando el área expuesta al rompimiento químico. La saliva contiene
amilasa salival, que participa en el rompimiento de carbohidratos. En la misma cavidad
está la lengua, que reconoce el material ingerido y mezcla comida y saliva para formar el
bolo alimenticio (Randall et al., 2002; Guerra et al., 2012; Reece et al., 2017).
La lengua lleva el bolo hacia la parte trasera de la cavidad oral, para ser recibido por la
faringe y estimular el movimiento de la epiglotis, que dirige el bolo hacia el esófago e impide
su paso hacia la tráquea. Una vez se en el esófago (tubo muscular), éste alterna
movimientos de contracción y relajación que le llevan hacia el estómago (Randall et al.,
2002; Reece et al., 2017). En el estómago hay un proceso de batido que mezcla comida
con jugos gástricos y produce el quimo. Los jugos gástricos son ácidos, para desnaturalizar
proteínas y dejar expuestos los enlaces peptídicos a la enzima pepsina. El batido se
continúa hasta que el quimo es llevado a la siguiente cavidad: el intestino delgado (Randall
et al., 2002; Guerra et al., 2012; Reece et al., 2017).
hacia las demás regiones del intestino, donde tiene lugar la absorción de los nutrientes.
Aquí el tejido epitelial tiene unas modificaciones (vellosidades), que incrementan el área
superficial y hacen más eficiente el proceso (Randall et al., 2002; Reece et al., 2017).
Más adelante, en el intestino grueso, se termina el canal alimenticio. La unión entre los dos
intestinos tiene forma de T, un brazo al ciego y el otro al colon, siendo este último en que
conecta con el recto y el ano. El ciego es sitio de fermentación de material ingerido, como
el vegetal. Además, una prolongación de esta sección es el apéndice, que se cree sirve
como reservorio de microorganismos (Reece et al., 2017). Por la otra vía, el colon se
encarga de recuperar una porción importante del agua invertida en jugos digestivos,
dejando los desechos del sistema digestivo en forma de heces sólidas (Randall et al., 2002;
Guerra et al., 2012; Reece et al., 2017). Estos desechos se mueven a lo largo del colon
durante 12 a 24 horas (si no hay problemas de poca o demasiada absorción de agua) y
llegan al recto. Aquí las heces quedan almacenadas, hasta que contracciones del recto
(involuntarias) y el ano (voluntarias) conducen a la eliminación a través del ano (Randall
et al., 2002; Reece et al., 2017).
Los compuestos orgánicos poseen energía en los enlaces que unen a sus átomos, la cual
sigue dos caminos en los procesos catabólicos: se utiliza para trabajos posteriores o se
Componente disciplinar 17
libera en forma de calor (Alberts et al., 2007; Reece et al., 2017). Existen dos tipos de
procesos: uno anaeróbico (fermentación) y otro aeróbico (respiración), siendo este último
más eficiente y efectuado en la mayoría de células eucariotas y procariotas. Puede
establecerse una analogía entre la respiración celular y la combustión de gasolina, pues
en este caso la comida provee el material combustible (compuestos orgánicos) por
respiración, dando como resultado dióxido de carbono, agua y energía (Reece et al., 2017).
Esto ocurre por reacciones de óxido – reducción, donde la trasferencia de electrones da
lugar a la oxidación de la macromolécula, la reducción del oxígeno, y de ello la
transferencia de electrones a estados de energía más bajos, la liberación de esta energía
y la consecuente síntesis de ATP (Alberts et al., 2007; Reece et al., 2017).
Cuando la célula cuenta con suficiente energía y estructuras químicas de baja masa
molecular, inicia procesos de anabolismo, que siguen rutas metabólicas diferentes a las
del catabolismo. Aquí, se sintetizan biomoléculas usadas en el crecimiento y desarrollo de
los organismos, tales como proteínas, polisacáridos, lípidos, hormonas, factores de
crecimiento, hemoglobina y clorofila. Varias de ellas son estructuras que inicialmente
habían sido obtenidas con el proceso de ingestión, pero que tuvieron que ser degradadas
para ingresar al sistema circulatorio, ser transportadas a las diferentes regiones del
organismo y nuevamente conformadas para cumplir con su función allí (Alberts et al., 2007;
Reece et al., 2017). Queda evidenciado hasta este punto, que los organismos interactúan
entre sí y con su ambiente para obtener alimentos, los cuales son incorporados al interior
de los organismos, allí mismo digeridos y posteriormente llevados a la estructura básica
de la vida (la célula) para poder cumplir con el propósito que tiene la nutrición de los seres
vivos: la obtención de la materia y energía necesarias para vivir (Korotkov et al., 2004; C.
González et al., 2014).
nutrición, que paulatinamente se han ido fortaleciendo conforme ha sido posible dentro del
contexto histórico correspondiente (G. M. A. Bermudez, 2015; Cadavid, 2016).
útiles para renovar estructuras. Estos descubrimientos permitieron perfilar la idea moderna
de nutrición, según la cual es un proceso involuntario que conduce al organismo para que
reciba, transforme y utilice las sustancias presentes en los alimentos, a fin de obtener
materia y energía (West, 2013; Rivadulla-López et al., 2016).
Durante toda la Edad Media se sostiene la idea de que la planta es un animal invertido, y
Alejandro Magno indica que la savia da alimento a la planta y se transporta en ella a través
de venas, semejante al sistema de vasos sanguíneos; sugiriendo también que el calor del
suelo favorece en las raíces el proceso de absorción del alimento. Entrando al
20 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
Entre 1850 y 1860, Boussingault demostró que compuestos inorgánicos del suelo se
convierten en nutrientes para las plantas, por acción de organismos descomponedores; y
determinó la relación de los gases involucrados en la fotosíntesis. Esto condujo a la
reformulación de la ecuación, viendo que las plantas proporcionan alimento y aportan
oxígeno a la Tierra, y que la energía solar es transformada en energía química. A finales
del siglo XIX se reconocen las clorofilas (fotorreceptores) en los cloroplastos, y en ellos
procesos químicos originarios de la glucosa (antes sólo ‘materia orgánica’), y se demuestra
que fotosíntesis e intercambios gaseosos ocurren paralelamente. Sin embargo, entrando
Componente disciplinar 21
al siglo XX aún no se conocían los mecanismos de acción del CO2 ni de la energía solar.
En 1939 Hill demostró con radioactividad que el O2 liberado procede del agua y no del CO2,
y que la energía solar participa en la fotólisis del agua. Hacia mediados de siglo se habían
descrito las reacciones de fotosíntesis, divididas en una fase sí y otra no dependiente de
la luz. Así se perfila la nutrición de las plantas como una serie de reacciones, que en
presencia de catalizadores, resultan en un progresivo desprendimiento de energía (Cañal,
1990, 2005; Chávez, 2002; C. González et al., 2014; Métioui et al., 2016; Angosto, 2017).
Elton creía que sus modelos de interacción trófica permitían entender el funcionamiento de
los ecosistemas, habló de interacciones forma – tamaño, e introdujo la idea de pirámides
con animales grandes y de bajas tasas de reproducción en la parte alta. Esto influenció los
trabajos de Lindeman en 1942 y Odum en 1953, quienes respectivamente hablaron de
dinámica trófica y ecología de ecosistemas. Lindeman revisó las relaciones alimenticias
desde la interacción entre especies asociada al flujo de energía y nutrientes, que cuantificó
con el sistema jerárquico de Elton y del que identificó componentes bióticos y abióticos
ligados a la transformación de materia orgánica, afectando patrones de las comunidades
y dinámicas del ecosistema (Lindeman, 1942; Fretwell, 1987; Folguera y Di Pasquo, 2011;
Layman et al., 2015; Leroux y Loreau, 2015; Suárez, 2015; García y Denegri, 2016).
con conexiones en las redes alimenticias (Layman et al., 2015; Leroux y Loreau, 2015;
Suárez, 2015). Respecto al flujo de energía, Polis en 1997 evidenció cómo se vinculan los
ecosistemas por el flujo de recursos, al cuantificar la magnitud de los efectos entre
componentes, explicar la dinámica consumidor – recurso, y considerar la permeabilidad de
hábitats. Por su parte, en el 2003, Bolnick evaluó cómo cambia el rol de un individuo
dependiendo de su posición trófica. Y en 2011 Araujo resaltó cómo los mecanismos
ecológicos de competencia inciden en la especialización individual, resultando en
respuestas evolutivas modificadoras de redes alimenticias (Bermudez y De Longhi, 2008;
Farina y Pieretti, 2013; Layman et al., 2015; Suárez, 2015; García y Denegri, 2016).
Y dada la estrecha relación entre las redes alimenticias y los ciclos biogeoquímicos (Rigler,
1980; Korotkov et al., 2004), otra categoría de estudio relevante aquí es esta última.
Algunos términos relacionados, como ciclos hidrológicos, geológicos y biológicos, se
venían usando desde el siglo I a.C., pero no fue hasta la década de 1980 que varios autores
comenzaron a consolidar sus estudios en una sola área. Las primeras descripciones de
los ciclos se hicieron sobre los cuatro elementos del universo (aire, agua, tierra y fuego), a
mediados del siglo XVI, Palissy y Home hablaban de un círculo que naturalmente recorría
el agua lluvia entre el cielo y el suelo, y Hales (hacia 1727) hizo hincapié en el rol que
tienen las plantas en la circulación del agua (Gorham, 1991).
La visión moderna de los ciclos biogeoquímicos se inició con una publicación de Dumas
en 1841, donde se refirió a los elementos químicos presentes en el aire y a algunas
funciones de las plantas, como las necesarias para formar toda la materia orgánica que
necesitan los animales para vivir, siendo estos últimos los encargados de retornar los
Componente disciplinar 23
elementos vitales a la atmósfera. En 1872 Cohn agregó que bacterias y hongos son
agentes capaces de romper las moléculas complejas sintetizadas por las plantas, siendo
este paso necesario para reiniciar el ciclo de nuevo; y en 1930 Lipman mencionó que los
microorganismos dirigen los ciclos biológicos. Y luego de la Segunda Guerra Mundial,
autores como Odum y Hutchinson fueron pioneros en resaltar la importancia de la ecología
de ecosistemas (Gorham, 1991; De Viana et al., 2000; Farina y Pieretti, 2013).
3. Componente pedagógico
Knowledge of the brain’s development and its involvement in the learning process
has rapidly increased in the last decade. These new insights may have relevance
for educational practice. … Understanding the processes underlying learning and
memory formation may help teachers to improve classroom practices.
(Dekker y Jolles, 2015, p.1-2)
Una herramienta que ha sido útil ante esta exigencia es la implementación de actividades
experimentales dentro de las clases de ciencias (Hofstein y Lunetta, 2003; Kontra, Lyons,
Fischer, y Beilock, 2015; Molina, Palomeque, y Carriazo, 2016; García et al., 2016). Se ha
probado que, a través de la interacción con los fenómenos de interés, los estudiantes son
capaces de ver la ciencia como algo real, comprensible, e incluso entretenido; y con ello
se incrementa la motivación y el interés hacia las ciencias, lo cual sirve como escalón
facilitador para alcanzar aprendizajes significativos (Duit y Tesch, 2010; Gyllenpalm y
26 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
Wickman, 2011; A. González y Urzúa, 2012; Musili, 2015; Simon, 2015; OCDE, 2016;
ICFES, 2017; Martínez et al., 2018). Sin embargo, el pensamiento científico no está
únicamente asociado a la actividad experimental. También es importante que los
estudiantes sean conscientes del trayecto histórico (de investigaciones humanas) que ha
tenido el conocimiento científico actual, lo que es posible a través de la revisión de lo que
se ha publicado respecto a un tema determinado, que a su vez sirve de fundamento para
el desarrollo de competencias de pensamiento científico (Kuhn et al., 2008).
3.2 Neuroeducación
Durante milenios se ha buscado explicar la capacidad humana de razonar, pero hace
pocos siglos atrás, con el surgimiento de neurociencias modernas, comenzó a revelarse lo
desconocido frente a este tema (Finger, 2000; Toro, 2000; Martín, Cardoso-Pereira,
Bonifacio, y Barroso, 2004; González, Campos, y Uribe, 2007; Gimenez-Amaya y Murillo,
2007; González, 2010). A finales del siglo XX fue inminente la necesidad de vincular los
conocimientos de neurociencias con el ámbito educativo, emergiendo así la disciplina
neuroeducativa (Devonshire y Dommett, 2010; Ansari, De Smedt, y Grabner, 2012; Kim,
2013; Caicedo, 2016; Horvath y Donoghue, 2016; Papadatou-Pastou, Haliou, y Vlachos,
2017; Anderson, Hecker, Krigolson, y Jamniczky, 2018). Desde ella se pretende entender
los procesos de aprendizaje a nivel fisiológico, a fin de desarrollar métodos de enseñanza
más efectivos (Moraga y Díaz, 2003; Mogollón, 2010; Ansari et al., 2012; Kim, 2013;
Stubenrauch, Krinzinger, y Konrad, 2014; Caicedo, 2016; Falco y Kuz, 2016; Horvath y
Donoghue, 2016; Papadatou-Pastou et al., 2017; Anderson et al., 2018). En este capítulo
se abordan algunos aspectos clave de neuroeducación, sin incurrir en los neuromitos (Ver
Anexo A) que han resultado de errores al interpretar conocimientos de neurocientíficos
(Campos, 2010; Cosentino y Durand, 2014; Terigi, 2016; Caicedo, 2017; Gago y Elgier,
2018).
COMUNICACIÓN NEURONAL
Cada región está especializada en determinadas funciones, como los lóbulos frontales con
el razonamiento y los hemisferios izquierdo y derecho con la expresión verbal y no verbal
respectivamente, pero existen múltiples conexiones entre ellas que permiten obtener una
compleja integración entre ellas (Kandel et al., 2013).
Sin importar la región, cada neurona es capaz de recibir y transmitir información, gracias a
que poseen una estructura altamente especializada para ello. Constan de un cuerpo celular
(soma) con la mayoría de sus organelos, extensiones (dendritas) que reciben mensajes de
otras neuronas, y una extensión larga (axón) que trasfiere estos mensajes hacia otras
neuronas. El extremo de los axones (terminal axónico), donde se establece conexión con
otras neuronas, es un sitio ramificado en el que ocurre la conformación del mensaje de
salida. La comunicación entre neuronas puede ser de tipo eléctrico o químico, dependiendo
de la velocidad y distancia de desplazamiento, y ocurre a través de espacios intercelulares
denominados sinapsis (Walpole et al., 2011; Kandel et al., 2013; Clegg, 2014; Reece et al.,
2017). Para generar un comportamiento, la mayoría de neuronas involucradas generan
cuatro señales consecutivas y unidireccionales al interior de la célula: entrada en las
dendritas, integración en el cono axónico, conducción en el axón y salida por los terminales
axónicos. Su producción es determinada por propiedades eléctricas de la membrana
celular, fundamentadas en una diferencia de cargas entre el medio intracelular y
extracelular (por permeabilidad selectiva hacia iones de sodio y potasio) y generación de
impulsos nerviosos o potenciales de acción (Kandel et al., 2013; Clegg, 2014; Rudy, 2014;
Reece et al., 2017).
Para que el impulso nervioso sea transportado a lo largo de todo el axón, la mayoría de
fibras tienen propiedades de aislamiento y recarga. Éstas son dadas por la mielinización
de axones, impidiendo comunicación con el medio extracelular y por tanto el escape de
cargas en su curso. Sin embargo, con el tiempo y la distancia el potencial de membrana
va perdiendo su fuerza, la cual se recupera por nuevos potenciales de acción (PA) que
suceden en los nodos de Ranvier (regiones entre las partes mielinizadas). Así, el PA llega
a los terminales axónicos, activando canales de Ca2+, que fluye hacia el interior para
ocasionar fusión de vesículas con neurotransmisores (para sinapsis químicas) a la
membrana, con la posterior liberación desde la célula presináptica hacia el espacio
sináptico, donde se difunden hasta unirse a receptores de la célula postsináptica. Esta
célula recibe señales de diferentes neuronas, inhibitorias o excitatorias, y determina el
balance del mensaje que será conducido a través del axón. Los PA son siempre de la
30 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
DESARROLLO Y PLASTICIDAD
Durante la infancia hay un alto incremento en la densidad sináptica, que antecede a una
primera fase de poda sináptica consistente en el fortalecimiento de lo que se usa y la
eliminación de lo que no. Paralelo a ello, comienzan a cubrirse los axones con mielina, con
lo que se favorece la velocidad que llevan los impulsos nerviosos al interior de las
neuronas. Los cambios subyacentes al desarrollo cerebral son dependientes de efectos
ambientales que operan en el individuo desde antes de nacer, y particularmente durante
periodos sensibles en los que la región correspondiente es más susceptible de ser
modelada por las experiencias. Cuando se restringe la exposición sensorial en edades
tempranas, por ejemplo, el desarrollo cognitivo, emocional y social también tiene
posibilidad de ocurrir, pero de forma tardía (Kandel et al., 2013; Caicedo, 2017).
APRENDIZAJE
Aprendizaje se define como aquel proceso innato a través del cual se obtiene conocimiento
del ambiente con el que tiene contacto el SNP. Puntualmente, el aprendizaje que interesa
en las aulas consiste en el flujo de información a través de la red neuronal involucrada,
desde el entorno percibido por órganos sensoriales hasta regiones cerebrales específicas
en las que tiene lugar su almacenamiento. Pero en el camino existen diferentes filtros que
protegen al cerebro de la sobrecarga de información a la que está expuesto
constantemente, de modo que se favorece sólo el procesamiento y almacenamiento de la
información relevante. En el tallo cerebral se determina el estado de alerta del cuerpo ante
cambios ambientales, y en el cerebro la información sensorial sigue su ruta hacia el tálamo,
donde se integran los estímulos provenientes por todos los sentidos y se filtra nuevamente
de acuerdo a la intensidad de la señal nerviosa. Lo que es allí considerado como
importante se distingue entre lo asociado al miedo o al placer, para respectivamente
enviarlo a la amígdala o al núcleo accumbens, donde se promueve una respuesta rápida
de huida o acercamiento para asegurar la supervivencia. Son etapas de procesamiento
emocional, instintivo y rápido (Caicedo, 2017).
32 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
Luego del procesamiento perceptual sigue el motor, que ocurre en áreas del lóbulo frontal,
las cuales se organizan de manera semejante a las sensoriales. Las áreas sensoriales
terciarias se comunican con la corteza prefrontal dorsolateral para transmitir la información,
desde donde se generan respuestas de regreso que pasan por la corteza premotora hacia
la corteza motora primaria. En la corteza prefrontal orbital – ventromedial ocurre
procesamiento emocional, por conexiones provenientes del hipotálamo y la amígdala,
influyendo en los procesos cognitivos de la región dorsolateral, que a su vez interviene en
corteza premotora y motora primaria. Aquí además juega un rol muy importante la conexión
que se establece con el hipocampo, pues esta estructura media la formación y
consolidación de memorias de largo plazo (Kandel et al., 2013).
MEMORIA
Más allá de las fases, es importante resaltar que existen diferentes tipos de memoria y
aprendizaje, los cuales tienen ciertas propiedades cognitivas y son mediados por regiones
específicas del cerebro. Esta clasificación se reconoce respecto a dos aspectos: el tiempo
de almacenamiento y la naturaleza de la información almacenada. Respecto al tiempo de
almacenamiento, como se dijo arriba, se expresa primero una memoria de corto plazo, que
es conocida como memoria de trabajo y se forma en dos subsistemas: uno para la
información verbal y otro para la información visoespacial; ambos a su vez coordinados
por procesos de control ejecutivo. Por su parte, la memoria a largo plazo tiene lugar sólo
si las condiciones de las regiones involucradas son óptimas para los procesos necesarios,
prueba de ello es que fue una capacidad que el paciente HM perdió con la intervención
quirúrgica que recibió (Kandel et al., 2013; Rudy, 2014).
Henry Molaison (HM) fue un paciente que vivió entre 1926 y 2008, desde 1953 con un
desorden de memoria que le impidió tener una vida normal, pero significó una importante
fuente de conocimiento para las neurociencias. Él tuvo un accidente en su niñez, que le
ocasionó episodios epilépticos cada vez más fuertes, por lo que fue sometido a un
tratamiento quirúrgico: extracción del lóbulo temporal. Dicha intervención le permitió
recuperarse de la epilepsia, pero lo condujo a una amnesia anterógrada severa que fue
estudiada por la neuropsicóloga Brenda Milner desde 1957. HM no podía formar nuevas
memorias a largo plazo, lo cual se atribuyó a la ausencia de hipocampo, corteza entorrinal
y parte de la amígdala en su cerebro, hoy conocidas como regiones necesarias para la
consolidación. Sin embargo, se notó que la repetición de una misma actividad lo hacía
hacerla cada vez mejor, aunque no recordaba haberlo hecho antes. De esto se distinguió
entre memorias motoras declarativa y procedimental, recayendo esta última en estructuras
que seguían en el cerebro de HM: ganglios basales y cerebelo (Kandel et al., 2013; Rudy,
2014).
Ahora se entiende que la memoria a largo plazo puede ser clasificada entre explícita e
implícita. La memoria explícita, o declarativa, se recupera de forma consciente y existe en
34 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
su forma episódica (ej. momentos) y semántica (ej. nombres); mientras que la implícita, o
no declarativa, se recupera de forma no consciente y existe en su forma procedimental (ej.
montar bicicleta), facilitada (ej. palabras con letras faltantes), asociativa (condicionamiento
clásico e instrumental) y no asociativa (habituación y sensibilización). La memoria
declarativa está asociada a los lóbulos temporal, frontal y parietal, mientras que la no
declarativa a otras regiones como el núcleo estriado, la neocorteza, la amígdala y el
cerebelo. Y aunque sea memoria a largo plazo, no se puede omitir la posibilidad de olvido
que existe, sujeta a múltiples influencias en el tiempo (Kandel et al., 2013; Rudy, 2014).
et al., 2016; Caicedo, 2017; Henriksson et al., 2017; Cakir et al., 2019). Para la segunda
existe evidencia de que las proteínas sirven de alimento para la microbiota intestinal,
importante en el metabolismo de carbohidratos y con ello en la reducción de pH, lo que
controla microorganismos patógenos. Esta dinámica promueve producción de enzimas
involucradas en el metabolismo de lípidos, asegura un óptimo estado inmune y de salud,
para un óptimo funcionamiento cerebral (Conlon y Bird, 2015).
Ahora, en cuanto a las variables sociodemográficas se resalta el rol que ejercen las
emociones en los procesos de aprendizaje. Desde el nivel neuronal hasta el
comportamental se ha evidenciado que las emociones pueden influir positiva o
negativamente en el aprendizaje, dependiendo de la naturaleza propia de las emociones
involucradas en el proceso. Teniendo en cuenta que el sistema límbico responde a los
beneficios o peligros que presente el entorno, generando emociones que interfieren con la
actividad memorística del hipocampo, éstas pueden promover el aprendizaje a través de
la captura y mantenimiento de la atención, pero también pueden bloquear estos procesos
para hacer frente a posibles amenazas. Por tanto, aunque hay diversos factores que se
escapan del control en el aula (ej. situaciones familiares), desde la labor docente debe
procurarse generar ambientes de clase que incrementen emociones positivas (Immordino-
Yang y Damasio, 2007; Martin y Ochsner, 2016; Caicedo, 2017).
36 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
Una vía para alcanzar tal propósito es regular su interacción social, puesto que diversos
estudios no sólo han revelado que la existencia de lazos sociales tiene consecuencias
positivas en la homeostasis y el aislamiento por el contrario la afecta, sino que han llegado
a identificar una interacción funcional entre los sistemas social y emocional del cerebro
humano. Así que siendo el colegio un espacio en el que ocurren eventos sociales de
diferente naturaleza, los trabajos en grupo (cooperativo o colaborativo) son oportunidades
para promover el aprendizaje, siempre que exista interdependencia positiva entre los
integrantes y se genere con ello motivación intrínseca en cada uno (Nouri, 2014; Clark y
Dumas, 2015; Mercer, 2016; Caicedo, 2017). Aunque se resalta que no es sólo propiciar
las emociones positivas a partir de las actividades sociales, sino que también se requiere
orientar a los estudiantes para que sean capaces de regular el efecto que tiene el contexto
en sus emociones (Martin y Ochsner, 2016; Caicedo, 2017).
Estilos de vida y emociones deben entonces ser considerados como factores influyentes
sobre el rendimiento académico de un estudiante. Deben ser aspectos a tener en cuenta
para reducir la vulnerabilidad de pérdida de la memoria a corto plazo y favorecer la
reconsolidación a largo plazo. Como se ha mencionado, tales factores afectan la
homeostasis corporal y esta afección es la que favorece o desfavorece los procesos
cognitivos asociados a la academia. (Duarte et al., 2016; Martin y Ochsner, 2016; Caicedo,
2017). Esto deriva de los mecanismos de estrés asociados, que no son necesariamente
negativos como comúnmente se conoce. El estrés es una respuesta pro-supervivencia
(conjunto de adaptaciones fisiológicas) que el cuerpo automáticamente genera a cualquier
cambio ambiental (externo o interno), preparándose para afrontar las demandas
generadas. Estas adaptaciones, reguladas por el SNA simpático, rompen el equilibrio
dinámico del cuerpo; por lo que se coordinan con el SNA parasimpático, que restaura la
homeostasis (Naranjo, 2009; Li, Cao, y Li, 2016; Vogel y Schwabe, 2016).
Dado que el eustrés sucede antes que el distrés, pueden distinguirse temporalmente sus
efectos. El cuerpo primero toma un estado de alarma cuando el cerebro considera al
evento como un reto controlado, pero si el estado de alarma perdura mucho tiempo,
entonces la carga hormonal lleva la información de que se está ante un desafío no
superable. Al estar ante un desafío que represente un reto demasiado alto, el cuerpo entra
en un estado de resistencia, del que derivan sensaciones de frustración. Esto viene
acompañado de consecuencias como incapacidad para concentrarse (pérdida de
atención), dificultad para tomar decisiones, ansiedad, depresión y menos autoconfianza.
Dentro de este contexto se reduce la capacidad memorística a corto y largo plazo,
cualquier actividad mental tiende a solucionarse con un número elevado de errores, los
pensamientos no siguen patrones lógicos y coherentes, y cuesta hacer evaluaciones
acertadas del presente y proyecciones a futuro; lo que seguramente afecta el desempeño
cognitivo del estudiante (Naranjo, 2009; Li, Cao, y Li, 2016; Vogel y Schwabe, 2016).
Así, la inteligencia se define a partir del tipo de problema que puede resolver, y en cada
individuo se distingue un repertorio de capacidades útiles para resolver varios tipos de
problemas y para determinar varios caminos que conduzcan al objetivo en cuestión. Se
presentan las inteligencias de forma combinada, pero cada una es independiente de las
demás, de modo que un nivel alto o bajo en una no implica el mismo nivel en otra. Todas
las inteligencias se expresan innata y universalmente al menos en su nivel básico, sin
depender de la educación o la cultura a la que pertenezca; y a medida que el desarrollo
del individuo sigue su curso, las inteligencias pasan de una habilidad en bruto (hasta el
primer año de edad) a un sistema simbólico y luego notacional (en la niñez), para
finalmente ser expresadas a través de las vocaciones y aficiones. En esta trayectoria
evolutiva del individuo se reconocen inteligencias que aparecen en un nivel superior a
otras, aunque todas pueden ser fortalecidas por medio del contexto. Debe resaltarse que
la educación formal no puede centrarse exclusivamente en las capacidades lingüísticas y
lógicas, como ocurre con muchos tests de diagnóstico de inteligencia, sino que debe
contemplar todas las demás (Gardner, 1998; Ayala, 2005; Bordei, 2015; Shearer, 2018).
3.3 Constructivismo
Con la evolución de las prácticas educativas, específicamente de la pedagogía, durante el
siglo XX se postuló una teoría de aprendizaje: el constructivismo, la cual sigue vigente en
la actualidad (Villar, 2003; Taber, 2011; Getha-Eby, Beery, Xu, y O’Brien, 2014; Bada,
2015). Esta teoría hace hincapié en que los individuos construyen sus conocimientos
basados en experiencias previas, en interacción directa con objetos e ideas vinculadas, y
en relación social con otros. Esta construcción supone un trabajo activo y se opone a la
mera transmisión de conocimientos que caracteriza a las metodologías tradicionales
(Villar, 2003; Taber, 2011; Castro y Ramírez, 2013; Getha-Eby et al., 2014; McComas,
2014; Bada, 2015; Clark y Dumas, 2015). Dentro de esta línea se habla de aprendizajes
significativos, aquellos que consiguen almacenarse a largo plazo y que se logran por
relación con los propios conocimientos previos. La relación entre información previa e
información nueva conduce a un proceso de reajuste y reconstrucción del conocimiento
(Novak, 1980; Stanley, 1998; Moraga y Díaz, 2003; Centanaro, Hernández, Montañez, y
Orjuela, 2012; Múnera et al., 2012; Getha-Eby et al., 2014; Vallori, 2014; Caicedo, 2017).
favorecer el aprendizaje de un mismo tema (de la Barrera, 2008; Stubenrauch et al., 2014;
Falco y Kuz, 2016; Caicedo, 2017). Algunos estudios han hecho referencia a la escritura
como proceso cognitivo dominado por el hemisferio izquierdo, que implica la posibilidad de
descubrir y aclarar lo que se quiere comunicar (Ainsworth, Prain, y Tytler, 2011; Giraldo,
2015; Guzmán-Cedillo, Lima-Villeda, y Ferreira-Rosa, 2015; Salvador, 2017). De igual
forma, se ha señalado que la ilustración (función dominada por el hemisferio derecho) de
algo en ciencias implica explorar y coordinar lo que se ha aprendido, generando en los
niños mayor interés por aprender que con las prácticas de enseñanza convencionales
(Ainsworth et al., 2011; Aguirre, Valencia, y Morales, 2014).
la teoría se construye a partir de los datos obtenidos y analizados, la literatura tiene un rol
menos importante, no pretende generalizar datos sino analizarlos a fondo, y la recolección
de datos y reporte de resultados se basan en las observaciones del investigador
(Hernández, Fernández, y Baptista, 2014).
4.2.1 Instrumentos
Para la investigación se pueden utilizar diversos tipos de instrumentos, que permitan medir
las variables de interés. Y si son suficientes el tiempo y los recursos, es recomendable
tener varios métodos para recolectar los datos. A continuación se describen las
herramientas utilizadas en este trabajo: cuestionarios, observación, bitácora, rúbricas.
El instrumento cuantitativo más utilizado para estudiar fenómenos sociales son los
cuestionarios, que consisten en un conjunto de preguntas asociadas al planteamiento del
problema. Estas preguntas pueden ser abiertas (no delimitan las alternativas de respuesta)
o cerradas (opciones de respuesta previamente delimitadas), e independiente de ello a las
respuestas se les deben asignar valores numéricos. Un cuestionario incluye una
introducción en la que se expresa el propósito del estudio, se indica el tiempo de respuesta,
solicita la identificación de quién lo aplica, y da instrucciones para abordarlo; luego, a lo
largo del contenido, se encuentran las preguntas con instrucciones entre ellas para orientar
el modo de respuesta; finalizando con un agradecimiento. Y la aplicación puede ser
autoadministrada, lo que significa que el participante recibe el cuestionario (en físico o
virtualmente), para responderlo en un sitio y momento determinado por el investigador, o
en el sitio y momento que prefiera el individuo (Hernández et al., 2014).
Entre los formatos que pueden usarse para recolectar datos son las bitácoras, que son
diarios personales estructurados, en los que se anotan descripciones del ambiente,
cronología de sucesos, listado de objetos y aspectos del desarrollo de la investigación
(Palomero y Fernández, 2005; Hernández et al., 2014). Otra herramienta, útil para reportar
los resultados de la investigación cualitativa en esquema narrativo y flexible, es la rúbrica
de evaluación (Hernández et al., 2014; Cano, 2015). Éstas son matrices de valoración,
donde un eje aborda los criterios de desempeño de una tarea, el otro eje incluye una escala
de calidad, y en las casillas se encuentra el tipo de ejecución que corresponde a cada
grado en la escala. Su naturaleza es cualitativa, pero se puede cuantificar para darle rigor
a la evaluación (Cano, 2015).
Febrero 2018
Junio 2018
Revisión de Diciembre 2018
literatura
Propuesta Junio 2019
preliminar Ciclo diseño,
aplicación,
observación y
evaluación Producción del
trabajo final
Con esto, para llevar a cabo el ciclo de aplicación, evaluación y ajuste en el aula, se abrió
un curso extracurricular enfocado específicamente hacia el tópico de interés. En este
Componente metodológico 47
colegio existe una franja horaria, dentro de la jornada escolar, en la que los estudiantes
entre los grados sexto y décimo asisten a un curso de libre elección durante dos bimestres
académicos consecutivos. Para el primer semestre del año 2019 se abrieron más de diez
talleres multigrado, entre ellos el denominado ‘Nutrición de los seres vivos y un poco de
neurociencias’. Dada la modalidad del curso, se ofertaron alrededor de 15 cupos para que
estudiantes de todos los cursos se inscribieran allí, de acuerdo a las preferencias de cada
uno. Para las 19 semanas hábiles que componían los dos primeros bimestres académicos
del año, la planeación preliminar estuvo pensada para 16 sesiones de 60 minutos de clase,
que por razones imprevistas en el proceso se modificó paulatinamente a 12 sesiones
(Figura 4-2) de 120 minutos de clase cada una. Cabe resaltar que la duración de las clases
se vio siempre reducida por factores asociados al desplazamiento de los estudiantes entre
franjas horarias.
Figura 4-2. Los cuadros resaltados corresponden a las fechas del calendario 2019 en que se
desarrollaron actividades presenciales en el aula.
Considerando que la motivación intrínseca por aprender puede ser incrementada por el
conocimiento y la toma de conciencia de la neuroplasticidad, las primeras sesiones se
48 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
dedicaron a que los niños se interrogaran acerca del significado biológico de aprender y
los factores que pueden influir positiva o negativamente en el proceso. El propósito central
era que los estudiantes, conociendo de manera general cómo es que un estímulo externo
consigue consolidarse como aprendizaje a largo plazo en el cerebro, fueran conscientes
de las enormes capacidades que tienen para aprender todo lo que quieran y de modular
dicha capacidad. Esta fase se desarrolló en tres sesiones de clase, las cuales coincidieron
con el periodo de consolidación del grupo de estudiantes. En esta parte se hizo un
conversatorio, dirigido por la docente, donde se compartieron los conocimientos de todos
respecto al tema, se generaron preguntas y se resolvieron dudas; y para evaluar lo
aprendido se hizo un juego de roles sobre la ruta que siguen los estímulos.
Existiendo diferentes tipos de variables que pueden influir en el aprendizaje, algunas con
posibilidad de ser orientadas desde las aulas, en todas las sesiones se hicieron reflexiones
con los estudiantes sobre la importancia de estilos de vida saludables y del desarrollo de
inteligencia emocional. Otras características de las sesiones fueron: promoción de
ambientes de aprendizaje cómodos, relación constante de los temas con la vida de cada
uno, ninguna actividad se extendió más de 20 minutos seguidos, se efectuaron diferentes
juegos, se orientaron espacios de relajación, y revisión de literatura científica
complementada con material audiovisual. Con todo esto se esperaba reducir el impacto de
factores negativos en el aprendizaje de los estudiantes, para potenciar el funcionamiento
Componente metodológico 49
A B
8.00 8.00
Desarrollo
Desarrollo
0.00 0.00
Inteligencia Inteligencia
C D
8.00 8.00
Desarrollo
Desarrollo
0.00 0.00
Inteligencia Inteligencia
Figura 5-1.Relación
Figura 5-1. Relaciónentre
entrela la posición
posición de
E
desarrollo
de de cadade
desarrollo tipo de inteligencia
cada tipo deen
8.00
los dos estudiantes
inteligencia en los(representados con
dos estudiantes
Desarrollo
por estudiantes de grados sexto y séptimo, mientras que los grupos C, D y E fueron
conformados por estudiantes de noveno y décimo; sin distinguir más características.
Se resalta que los estudiantes miembros del curso reportaron pertenecer a familias
caracterizadas por su estabilidad positiva en términos de conformación, relaciones
personales y economía. Esto se toma como un aspecto favorable para el aprendizaje de
los estudiantes, pues se asume que en este contexto sus sistemas nerviosos no están
lidiando constantemente con situaciones que limiten la satisfacción de sus necesidades
biológicas básicas (ej. comida y techo), ni con la expresión de sentimientos de abandono
parental. Se desconocen aspectos de sus vidas tales como las relaciones de amigos y/o
pareja, rendimiento académico general, y otros que puedan estar influyendo en el
aprendizaje a través de sus emociones.
Considerando ahora el efecto positivo que se ha reportado en las aulas al enseñar a los
estudiantes sobre la neuroplasticidad, se planeaba en primer lugar desarrollar una serie de
actividades en las que los estudiantes consiguieran entender lo que significa aprender en
términos biológicos. Luego, sabiendo lo crucial que es partir de saberes previos para
aprender cosas nuevas, en este caso un tema disciplinar asociado con la nutrición de los
seres vivos, se identificarían tales saberes en los estudiantes del curso. Una vez
introducidos los temas, los estudiantes serían orientados para elaborar, a manera de
proyecto, infografías sobre la función vital de nutrición. Se elaboraría una secuencia
didáctica que pasaría por las etapas de recolección y síntesis de información, para terminar
con la presentación de una infografía de elaboración propia.
En la primera sesión se supo que cada sesión sería de dos horas, así que la secuencia
didáctica fue ajustada de modo que se pudiesen desarrollar las actividades con más calma,
y se esperaba que consecuentemente también con más eficiencia. Sin embargo, luego de
las primeras dos sesiones llegó información respecto a cómo el colegio organizaba sus
días de clase: no era de acuerdo a los días de la semana, sino que tenía 6 horarios rotativos
entre los 5 días de la semana en los que los estudiantes asisten al colegio. El curso de
nutrición se encontraba en el horario del día 3, y dada la rotación de los horarios el día 3
no se daba todas las semanas del calendario. Recalculando con estos nuevos datos, el
cronograma quedó con 14 sesiones de clase. Pero luego de otras dos sesiones de clase
fue notificado el cronograma de actividades de la institución que, por jornadas
institucionales que se solapaban con el día 3, implicó reducir las actividades a 12 sesiones
de clase.
Más adelante, durante la aplicación de las secuencias didácticas, fue necesario hacer
nuevas modificaciones a los tiempos de desarrollo de las actividades. Esto se debió a que
los estudiantes no desarrollaron en casa las actividades que se veía necesario hacer fuera
de clase, para aprovechar más el tiempo en las aulas. El fenómeno se repitió más de lo
esperado (en la segunda secuencia didáctica), de modo que fue necesario seguir
aplazando las actividades siguientes y reducir el tiempo previamente estimado para la
última secuencia.
Figura 5-2. Encabezado de la secuencia didáctica usada en la primera fase. Las habilidades de
pensamiento son verbos de la Taxonomía de Bloom.
Puntualmente fueron tres las actividades desarrolladas en esta etapa, una en cada sesión
de clase. Considerando que a cada una de estas clases llegaban estudiantes nuevos, las
tres sesiones iniciaron con una presentación de los integrantes, en la que entre otras cosas
se incluían las expectativas que se tenían hacia el curso. Y pasando esta etapa de entrada,
se procedió a mencionar los objetivos de la clase, describir las actividades centrales a
realizar, y cómo efectuarlas. Como se ha mencionado, cada sesión tuvo entrelazadas
diferentes actividades de juego o relajación, útiles para fortalecer la atención y en
ocasiones evaluar lo aprendido hasta el momento.
Para la primera sesión se llevó preparada una historieta (Figura 5-3) de elaboración propia,
en la que se presentaba brevemente la epistemología de las neurociencias, enfocadas
finalmente hacia la comprensión de los procesos de aprendizaje y memoria. Cada viñeta
Propuesta neuroeducativa 57
En la siguiente sesión se desarrolló una mesa redonda, en la que cada estudiante expuso
sus ideas referentes a la anatomía y fisiología del sistema nervioso, reconociendo de este
modo lo que significa aprender en términos biológicos, junto a los factores que pueden
afectar positiva o negativamente el proceso de interés. Esta actividad fue enriquecida por
los saberes previos que tenían algunos estudiantes en esta disciplina y por las experiencias
que todos ellos han tenido en su recorrido académico.
Figura 5-3. Viñetas seleccionadas sobre la epistemología en neurociencias. Cada color representa
una época de la historia: amarillo – Edad Antigua; rojo – Edad Media; Azul – Edad Moderna; Verde
– Edad Contemporánea.
Aquí todos los estudiantes participaron entusiasmados y los movimientos que hacían en el
tablero eran acordes con la dinámica biológica de aprendizaje. Además, durante el juego,
algunos estudiantes exclamaron entre ellos el estar viviendo una experiencia de
aprendizaje óptimo y divertido al mismo tiempo. Este juego constituyó el cierre de esta
primera fase, introductoria para el curso, que se propuso con el fin de generar en los
estudiantes una motivación intrínseca para abordar el tema disciplinar de interés: la
nutrición de los seres vivos. Pero la neurobiología del aprendizaje no fue un tema aislado
al resto del curso, sino que durante las demás sesiones se rescataron varios de los
aspectos abordados al inicio, en los espacios de juego y relajación. Siempre se tuvo
presente que el aprendizaje puede considerarse como un proceso a través del cual las
experiencias se convierten en información que el cerebro almacena, y que existen factores
que pueden influir positiva o negativamente en dicho proceso.
Propuesta neuroeducativa 59
de cada tema, aunque siempre se procuró integrar al curso señalando las diferentes ramas
desde las que se puede estudiar la función vital de nutrición.
Para comenzar se hizo una actividad conjunta sobre la epistemología de la nutrición. Una
vez los estudiantes tuvieron conocimiento de su tema, se les proporcionó a todos un
paquete de fragmentos de las historias que han tenido las construcciones de los
conocimientos asociados. De allí, cada grupo se encargó de extraer los acontecimientos
relacionados con su tema y de crear una línea del tiempo para su eje de trabajo. Y al haber
completado este punto, se compartieron los hechos encontrados para cada subtema, de
modo que los mismos estudiantes pudieron reconocer relatos generales al inicio y más
específicos conforme pasaban los siglos, las décadas y los años. Esto no sólo sirvió para
introducir a los temas disciplinares, sino también para tener un ejemplo de las trayectorias
temporales que tienen los avances científicos, además de la gran cantidad de aportes que
conducen a la consolidación de teorías en ciencias. Lo que siguió desde este punto fue la
profundización en la comprensión de los componentes e interacciones presentes en los
procesos biológicos que cada grupo estaba trabajando.
Pero más allá del tema disciplinar, la metodología que ellos siguieron les permitió
acercarse a un componente que hace parte de hacer ciencia: la revisión bibliográfica
(objetivos de aprendizaje en la Figura 5-6). Esta orientación de las actividades permite
resaltar la transversalidad que tienen los procesos de lectura y escritura en el aprendizaje
de las ciencias naturales. Lo desarrollado en este módulo se puede dividir en tres grandes
etapas: discusión sobre la importancia de una buena revisión bibliográfica y su
consecuente citación, documentación sobre un tema seleccionado, y síntesis preliminar de
la información revisada.
La primera etapa de esta fase tomó una sesión del curso. En ella se hizo una mesa
redonda, indagando entre los estudiantes sobre sus metodologías de búsqueda de
información, en la vida académica y no académica. La mayoría expresó conformarse con
los resultados rápidos y concisos que se obtienen de una búsqueda en Google, tales como
Wikipedia, Rincón del vago, Yahoo respuestas, entre otros. Aquí se cuestionó el grado de
confianza que puede tenerse de estas fuentes, considerando la complejidad que tendría el
averiguar las fuentes originales de esa información y con eso la veracidad de la misma. Se
reflexionó entonces sobre las implicaciones que tiene el divulgar datos que no tienen un
soporte teórico reconocido, y con ello se reconocieron contextos en los que es válido
62 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
consultar las respuestas rápidas de Google y contextos en los que es necesario recurrir a
otras fuentes. Se habló aquí de la literatura científica, publicada tanto en libros como en
artículos de investigación o de revisión; de bases de datos para acceder a ellos, y de la
importancia y forma de usar referenciar a los autores.
Figura 5-6. Encabezado de la secuencia didáctica usada en la segunda fase. Las habilidades de
pensamiento son verbos de la Taxonomía de Bloom.
Para cerrar este punto, cada grupo de trabajo desarrolló dos actividades lúdicas, diseñadas
todas en función de las inteligencias dominantes en cada integrante del grupo. Entre las
actividades estuvieron crucigramas, sopas de letras, elaboración de canciones,
rompecabezas entre gráficos y textos, y clasificación de fuentes de información; y de su
desarrollo se evidenció comprensión del tema. Por ejemplo, quienes elaboraron canciones
construyeron unas letras (Figura 5-7) que resumieron las consideraciones que se tuvieron
en la mesa redonda. Todo esto se hizo con el propósito de darle sentido a las actividades
que seguían en el curso, asociadas a la búsqueda y comprensión de información sobre el
tema de la función vital de nutrición que le correspondía a cada grupo.
revisión. Para iniciar los estudiantes observaron unos vídeos disponibles en YouTube
(canal CrashCourse), con las mismas temáticas que ellos abordarían, que son creados con
aportes del biólogo estadounidense Dr. Brandon Jackson. Todos expresaron que el
contenido de los videos era interesante, que fue abordado de forma divertida, y que les
permitió recordar varios de los saberes que traían de cursos anteriores. A partir de esto,
cada estudiante se encargó de seleccionar y definir cinco palabras clave que orientarían
su búsqueda bibliográfica, para en grupo hacer una primera definición del proceso y sus
componentes. En este punto se hizo una primera retroalimentación, en la que se aclararon
dudas conceptuales y se establecieron los lineamientos que tendría la fase de
documentación. Los lineamientos fueron presentados brevemente en clase y con detalle
de manera digital, esto último fue gracias a página web creada para tal fin (Ver Anexo G),
en la que se expuso paso a paso la búsqueda, filtración y revisión de artículos científicos,
así como la selección de ideas clave y citación de las fuentes.
Figura 5-7. Fragmentos de los poemas desarrollados por estudiantes. Fuente: Compilación propia.
Esta página fue útil para guiar la fase de documentación y la de síntesis preliminar (tercera
etapa). Esta síntesis de información se consideró preliminar, porque antecedió al producto
final del curso que sería la elaboración de infografías didácticas. Para este caso consistió
en la presentación de resúmenes gráficos y escritos (una página) hechos a mano, con su
respectiva referenciación bibliográfica, luego de haber orientado la extracción de ideas
clave de los diferentes textos revisados. Estos escritos fueron los que, sumados al proceso
64 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
de lectura, sirvieron como herramienta clave para fortalecer el aprendizaje de las ciencias
naturales y como muestra de una de las prácticas propias del quehacer científico.
Todo este proceso (etapas dos y tres) comprendió cinco sesiones de clase, en diez
semanas calendario. Durante este tiempo se hicieron dos retroalimentaciones digitales y
todas las que fueron necesarias en el aula. Cabe resaltar que, si bien se presentaron
avances paulatinos en el contenido de sus trabajos (especialmente en los grupos de grado
noveno y décimo), los estudiantes no respondieron completamente a las expectativas que
se tenían. En general no había total compromiso de su parte, lo cual significó que no se
tuvieran en cuenta todas las retroalimentaciones, ni las indicaciones para usar bases de
datos científicas. Sí revisaron fuentes más confiables que las que acostumbran usar y
reportaron el link de extracción de información, pero no se remitieron a artículos de revistas
indexadas, ni citaron de acuerdo a las normas APA. En síntesis, aunque pudo estar más
enriquecido el proceso, el componente de producción final fue muy claro y completo, lo
cual sustentó el trabajo que seguía en la siguiente fase.
Con ejemplos se aclararon los componentes y estructura de una infografía (al inicio de esta
fase), los objetivos que tiene en diferentes contextos, y las características y ventajas de
sus vertientes de uso. Luego se presentó la rúbrica de evaluación de este trabajo, se
aclararon dudas, se procedió a la diagramación de las infografías de cada grupo y luego
en casa se encargaron de consolidar el trabajo. Para la exposición de los trabajos se
Propuesta neuroeducativa 65
Figura 5-8. Encabezado de la secuencia didáctica usada en la tercera fase. Las habilidades de
pensamiento son verbos de la Taxonomía de Bloom.
desarrolló una actividad de relajación, que fue seguida por algunas presentaciones en aula
y otras presentaciones grabadas. Aquí se tuvieron resultados bastante contrastantes entre
los estudiantes menores (Figura 5-9A) y los mayores (Figura 5-9B), habiendo tenido los
últimos un desempeño significativamente mejor. Las diferencias se mostraron tanto en el
formato de presentación, en el grado de avance entre el inicio y el final del curso, y en el
dominio del tema al momento de presentar la infografía.
Figura 5-9A. Infografías elaboradas y presentadas por los estudiantes de grados sexto y séptimo.
Duración promedio de presentación = 00:02:45. Fuente: Compilación propia.
Figura 5-9B. Infografías elaboradas y presentadas por los estudiantes de grados noveno y décimo.
Duración promedio de presentación = 00:05:11. Fuente: Compilación propia.
Propuesta neuroeducativa 67
5.4.1 Cuestionarios
Al inicio de la fase dos y al finalizar la fase tres, los estudiantes presentaron en el colegio
un cuestionario individual de diez preguntas de selección múltiple (algunas tomadas de
pruebas Saber), asociadas al tema que le correspondía a cada uno (Ver Anexo H). Las
preguntas fueron elaboradas con base en los objetivos de aprendizaje trazados para cada
tópico. Siendo iguales los cuestionarios pre y post, en la Figura 5-10 se presenta el
contraste de respuestas acertadas. Si bien el grupo de estudiantes no fue estadísticamente
representativo para sacar una conclusión general de los resultados, el 70% de ellos mostró
el resultado esperado en los exámenes presentados (incremento de respuestas correctas),
el 10% no mostró ningún cambio, y el 20% mostró el resultado opuesto al esperado. Como
muestran los resultados, los estudiantes de grados noveno y décimo tuvieron mejores
resultados en la evaluación respecto al diagnóstico inicial; y en cuanto a ellos puede
decirse que se tuvo un porcentaje de aprobación mayor al reportado para los mismos
temas en cursos anteriores.
A B C
10 10 10
8 8 8
Aciertos
Aciertos
Aciertos
6 6 6
4 4 4
2 2 2
0 0 0
1 2 1 2 1 2
Estudiante Estudiante Estudiante
6 6
Los grupos A y B contienen a los
4 4
estudiantes de grados sexto y
2 2
séptimo; y los grupos C, D y E a los
0 0
1 2 1 2 estudiantes de grados noveno y
Estudiante Estudiante décimo.
68 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
5.4.2 Rúbricas
La evaluación de los trabajos desarrollados en la fase dos y la fase tres se hizo siguiendo
los parámetros establecidos al inicio en dos rúbricas de evaluación, una para cada fase
(Ver Anexo I). Para la revisión bibliográfica se evaluó su desempeño en siete aspectos
específicos: selección de palabras clave, definición preliminar del tema, búsqueda de
información, extracción de ideas clave, referenciación bibliográfica, resumen escrito y
resumen gráfico. Las calificaciones obtenidas (Figura 5-11), siguiendo los criterios de esta
rúbrica, evidencian la participación que tuvo cada estudiante en la segunda fase del curso.
Entre esto se reconoce la coincidencia de debilidades en el componente de lectura y
citación.
A-B C-D-E
Calificación Calificación
0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5
Componente evaluado
Referencias Referencias
bibliográficas bibliográficas
Figura 5-11. Desempeño de cada estudiante en los aspectos evaluados con la rúbrica de evaluación
de la fase 2. Se presentan en conjunto los resultados de los integrantes de cada grupo (A – amarillo;
B – morado; C – azul; D – verde; E – rosado). Fuente: Compilación propia.
70 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
4
Calificación
0
Temas Información Componente Componente Referencias Atracción Presentación
requeridos precisa textual gráfico bibliográficas visual oral
Componente evaluado
Figura 5-12. Desempeño de cada grupo (A – azul; B – naranja; C – gris; D – amarillo; E – verde) en
los aspectos evaluados con la rúbrica de evaluación de la fase 3. Fuente: Compilación propia.
que los pequeños se limitaron a recordar los temas, mientras que los grandes consiguieron
profundizar gracias a que fue una metodología diferente y con ésta más divertido el
aprendizaje.
Figura 5-13A. Respuestas seleccionadas de la guía de reflexión final. Fuente: Compilación propia.
Figura 5-13B. Respuestas seleccionadas de la guía de reflexión final. Fuente: Compilación propia.
Como limitantes se entienden aquellos factores propios del curso ofertado, que pudieron
haber significado un interés bajo en el desarrollo de las actividades. Los factores referidos
fueron: el desarrollo de las actividades exigía más tiempo de clase dado que se
enfrentaban a una metodología desconocida (no son habilidades que se adquieran de un
día a otro), el hecho de que la docente no fuese de planta y que el contacto fuera
esporádico, el horario de clase fue inmediatamente antes y después de horas de recreo, y
era un curso que por su naturaleza (libre elección) es asociado con compromisos
significativos. Se sugiere que los resultados obtenidos fueron influenciados negativamente
por los factores señalados, sobre los cuales no era viable tener control. Pero positivamente
pudo haber influido el que todo inició con un reconocimiento de saberes previos, que eran
conscientes del gran potencial que tiene su cerebro para aprender, que todas las
actividades estuvieron entrelazadas con espacios de juego y relajación, que lectura y la
escritura (a mano) significaron procesos de aprendizaje activo, y entre otros aspectos, que
trabajaron con un compañero que complementaba sus habilidades.
Como en cualquier otro contexto, los estudiantes del curso se enfrentaron a variables que
podían afectar su aprendizaje. Sus estilos de vida y variables de su entorno familiar fueron
considerados como elementos neutros o poco relevantes en la investigación, dado el
contexto socioeconómico al que pertenecen, reportes de la misma institución y
Propuesta neuroeducativa 73
comentarios hechos en el transcurso del semestre. Por supuesto existen múltiples factores
que en el día a día pudieron influir en su desempeño académico, pero la evaluación de la
propuesta se enfoca en las variables que hicieron parte del taller como tal. Cabe aclarar
que, si bien las evidencias indican que el resultado neto entre componentes positivos y
negativos del curso fue positivo para los estudiantes de grupos C, D y E, los componentes
de la investigación restringen esta afirmación a la memoria de corto plazo del repaso y
profundización orientados en el curso. Aun así, de acuerdo a la teoría que fundamenta la
propuesta, podría esperarse que una evaluación (cuestionario diagnóstico) a largo plazo
sería también buena en este grupo de estudiantes.
de pausas activas, la escritura a mano, el haber visto antes los temas, el grupo al que
inicialmente se dirigió la propuesta y la integración intencional de los hemisferios.
Fuera del caso de la estudiante que tuvo una muy buena puntuación en ambos
cuestionarios, pero el segundo un punto por debajo del primero (seguramente debido a
respuestas dadas al azar), se ve una tendencia. En los grupos A y B, sólo mejoraron
quienes se involucraron durante todo el trabajo, aunque ninguno aprobó la prueba. Esto
último puede relacionarse tanto con la edad como con la forma de elaboración de las
infografías (digital). De otra parte, están los grupos C, D y E, cuyos estudiantes mejoraron
su puntuación, tal vez por su grado de desarrollo cerebral y porque hicieron a mano las
infografías. Pero al mismo tiempo, en los grupos D y E, donde fue desequilibrada la
participación de los integrantes, se ven también resultados dispares en la evaluación final.
Dado que se fomentó el uso de habilidades de pensamiento superior (en las fases dos y
tres), dentro de un contexto que integraba el componente disciplinar con experiencias
personales, la participación de los estudiantes en el curso pudo haber fortalecido el
desarrollo de aprendizajes significativos respecto a al menos una escala de estudio de la
nutrición de los seres vivos. Este fortalecimiento, predominante en los estudiantes de
noveno y décimo, pudo también asociarse a aprendizajes significativos, en ellos, respecto
a los detalles de revisión bibliográfica que comprendieron y aplicaron en el curso. Dado
que las habilidades de pensamiento utilizadas en esta fase son fundamentales para el
desarrollo de competencias de pensamiento científico experimental, si estos aprendizajes
fueron significativos se espera que mejore su desempeño en proyectos de análisis y
Propuesta neuroeducativa 75
planeación de las clases de ciencias naturales del colegio (biología, química y física).
Además, quienes sigan su formación académica en el área de las ciencias, habrán sentado
en el curso las bases de revisión bibliográfica para sus investigaciones universitarias y de
carácter profesional.
Ahora, se plantean tres escenarios en los que podría tener alcance la propuesta. Para
cualquier área, el producto final que se elija (en este caso fueron las infografías didácticas)
puede resultar de un proyecto de clase longitudinal a un periodo académico (bimestre,
trimestre, semestre, o año). Este proyecto tendría que contar con suficiente tiempo para
orientar a los estudiantes en las habilidades de revisión bibliográfica, se sugiere usar
literatura científica indexada sólo con estudiantes de educación media y superior. Para los
estudiantes de educación básica primaria (desde grado cuarto) y secundaria sería más
fructífero utilizar fuentes más sencillas, pero igual más confiables (ej. HHMI Biointeractive)
que las resultantes de búsquedas rápidas en Google. Esta fase de revisión bibliográfica,
con todos los ejercicios de lectura y escritura que implica, podría dar mejores resultados
en estudiantes grandes, si ellos traen los fundamentos desde cursos bajos. Se propone
entonces como un proyecto que involucre a las aulas en un todo institucional.
De otra parte, esta propuesta podría responder a una tendencia actual en la educación
colombiana. Dado el bajo rendimiento que en promedio tienen los estudiantes del país al
iniciar su educación superior, muchos colegios han incorporado diferentes estrategias
estilo pre-ICFES en los grados de décimo y once. Los más de diez años de colegio no se
pueden resumir en dos años de clase, por lo que no es un mecanismo ideal para resolver
los déficits de educación con que llegan los estudiantes a estos grados; pero partiendo de
una buena formación previa, puede servir para estimular procesos de reconsolidación de
las memorias y así tener más de un efecto: buenos resultados en las pruebas
estandarizadas nacionales e internacionales, estudiantes mejor preparados para la
educación superior y, a largo plazo, una Colombia más competente con las demandas
globales del siglo XXI.
Otro ámbito en el que se deberían incorporar las herramientas utilizadas en el curso, más
allá de las fases del mismo, es en la formación de maestros. Hay casos en que los docentes
no salen de su zona de confort (enseñanza tradicional) sencillamente por el
desconocimiento de cómo funciona el cerebro, hay quienes se atreven, pero por lo mismo
Propuesta neuroeducativa 77
6.1 Conclusiones
Como trabajo de investigación – acción, enmarcado en la línea de investigación
‘Aprendizaje de las ciencias’ de ESERA, una serie de secuencias didácticas
neuroeducativas fueron estructuradas, aplicadas y ajustadas para evaluar su efecto en el
desarrollo de aprendizajes significativos y habilidades de pensamiento científico. Si bien
fue reducida la población de estudio para este trabajo, y por tanto no permite derivar una
generalización del efecto que tuvo en los estudiantes la propuesta aplicada, los
instrumentos cuantitativos y cualitativos utilizados para evaluar la propuesta evidenciaron
un mayor afianzamiento de los conocimientos asociados a los temas abordados,
constituyéndose así en un respaldo a la teoría que fundamenta lo implementado en las
aulas.
6.2 Recomendaciones
No debe quedar duda de que la educación en Colombia necesita mejorar, y son las
instituciones educativas un espacio idóneo donde los docentes pueden aportar a este
imperioso cambio. Por múltiples razones siguen existiendo profesores que mantienen su
práctica en metodologías tradicionales, pero entre colegas debe promoverse la
transformación de pensamientos y actitudes. En este caso, este trabajo se presenta como
un recurso que podría servir para enriquecer otros escenarios: colegios, veredas,
municipios, ciudades, países, niveles educativos, etc. Con ajustes específicos para cada
contexto, las estrategias aquí evaluadas podrían ser utilizadas para emprender
investigaciones similares o fortalecer la investigación realizada.
A. Anexo: Neuromitos frecuentes
La investigación en neurociencias se desarrolló con particular intensidad desde los
años 1990-2000, bautizada como la “década del cerebro” en los Estados Unidos. A
partir de entonces, un interés creciente se generó en neurocientíficos, psicólogos,
psicopedagogos, especialistas en educación y docentes, en la aplicación de los
hallazgos en el campo de la investigación en neurociencias al ámbito del aula. Sin
embargo, el traspaso adecuado de los conocimientos adquiridos en el campo de
las neurociencias a la educación ha mostrado, frecuentemente, diversas
dificultades. Una de las principales consecuencias de ello ha sido una interpretación
sesgada y/o errónea de los avances neurocientíficos por parte de maestros,
docentes y educadores.
“Utilizamos tan sólo el Se empezó a difundir cuando los estudios del cerebro
ORIGEN
EVIDENCIAS
más las similitudes que comparten. Ninguna
investigación ha demostrado que las diferencias de
género tengan un rol fundamental en la construcción
de redes neuronales durante los procesos de
aprendizaje.
Antes de entrar a las neurociencias contemporáneas,
“La plasticidad del múltiples investigaciones sugerían que el número
cerebro tiene un periodo
crítico, hasta los tres máximo de neuronas se determinaba al nacer e iba
ORIGEN
años de edad, en el cual reduciendo durante el transcurso de la vida, sin
se decide el éxito o posibilidad de regeneración. Adicionalmente se
fracaso en la vida y el consideró que los durante los tres primeros años de
aprendizaje”. vida, es importante que los niños estén expuestos a
ambientes enriquecidos pues es entonces cuando
OECD (2002)
están más receptivos a aprender.
Dekker et al. (2012)
Se ha demostrado que es errónea la interpretación de
Cosentino y Durand (2014)
la sinaptogénesis temprana. Cada persona nace con
EVIDENCIAS
derecho”.
es asiento de la intuición, las emociones, el
OECD (2002) pensamiento no verbal y el sintético. Se encuentran
Campos (2010) publicaciones de mediados de siglo XVIIII, en las que
Carew y Magsamen (2010) los hemisferios son descritos como estructuras
Devonshire y Dommett independientes y autónomas en su forma de pensar.
(2010)Dekker et al. (2012) Si bien existen tareas que son predominantemente
Ansari et al. (2012) dominadas por uno de los hemisferios, se ha
comprobado que ambos hemisferios trabajan
EVIDENCIAS
decisiones están basadas seres humanos, se llegó a decir que cada acto de la
en procesos racionales”. vida incluye una evaluación de las ventajas y
desventajas de cada situación.
Anexo A. Neuromitos frecuentes 83
EVIDENCIAS
emociones. Se ha encontrado que el ser humano
activa experiencias emocionales previas que sean
comparables con la situación que esté viviendo, y
esto hace que la atención sea dirigida a una
representación de la situación que puede interferir en
las estrategias de razonamiento.
Se ha considerado que cada individuo tiene una
preferencia, de acuerdo a la forma como su cerebro
ORIGEN
recibe y procesa información. Pero ha llegado a
“Los individuos aprenden difundirse la idea de que una persona tiene la
mejor cuando reciben capacidad de aprender, sí y sólo sí la información es
información en su estilo recibida a través de recursos asociados a su propio
de aprendizaje preferido”.
estilo de aprendizaje.
Papadatou-Pastou, Haliou, Si bien existen diferentes estilos de aprendizaje, o
vías a través de las cuales tiene lugar el aprendizaje,
EVIDENCIAS
y Vlachos (2017)
Gleichgerrcht et al. (2015) esto no significa que sólo se pueda aprender a través
Dekker et al. (2012) de una única vía. El uso de esta idea no ha revelado
efectos significativos, y por el contrario se ha
demostrado que deben integrarse los diferentes
estilos.
B. Anexo: Cuestionario MIDAS-Kids
Según lo establecido por Branton Shearer en 1994, y traducido en 2002 por los académicos
Raúl Pizarro y Sonia Clark (Oliveros, 2017), se presenta la estructura del instrumento
desde su encabezado hasta su desarrollo. Para reconocer el perfil cognitivo de los
estudiantes, cada ítem contestado adquiere un valor de 0 a 5 (a=1, b=2, c=3, d=4, e=5,
f=0). Debe calcularse el total de puntos sumados para cada tipo de inteligencia, y a partir
de ello determinar el porcentaje que corresponda de acuerdo al puntaje máximo que podría
obtenerse para cada una.
6. ¿Cómo eres para mantener el ritmo cuando palmoteas con tus manos, o golpeas con
tus pies?
(a) no muy bueno/a (d) excelente
(b) bueno/a (e) el/la mejor
(c) muy bueno/a (f) no sé
10. ¿Cantas las canciones que estás escuchando de grabaciones, discos compactos, o de
la televisión?
(a) nunca (c) muchas veces lo hago
(b) algunas veces (d) casi todo el tiempo
Anexo B. Cuestionario MIDAS-Kids 87
12. ¿Cómo eres para correr, saltar, brincar, andar o saltar en un pie, correr muy rápido
o al galope?
(a) más o menos (d) excelente
(b) bueno/a (e) el/la mejor
(c) muy bueno/a (f) no sé
13. ¿Qué tal eres para rodar, darte volteretas, hacer una invertida?
(a) menos que regular (d) muy bueno/a
(b) regular (e) el/la mejor
(c) bueno/a (f) no sé
15. ¿Cómo eres usando tus manos para jugar cartas, barajar naipes, hacer trucos de
magia o realizar malabarismos?
(a) nada de bueno/a (d) muy bueno/a
(b) más o menos bueno/a (e) el/la mejor
(c) bueno/a (f) no sé
16. ¿Qué tal eres al usar tus manos para coser, cortar con tijeras, unir pequeñas cosas
u objetos?
(a) no muy bueno/a (d) excelente
(b) bueno/a (e) el/la mejor
(c) muy bueno/a (f) no sé
17. ¿Has usado tu cuerpo o cara para actuar como alguien de la televisión, o para imitar
a tus amigos o profesores?
(a) no o quizás solo una vez (d) frecuentemente
(b) raras veces (e) casi todo el tiempo
(c) a veces (f) no sé
88 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
18. ¿Qué tal eres para bailar o moverte al ritmo, compás musical?
(a) menos que regular (d) muy bueno/a
(b) regular (e) excelente
(c) bueno/a (f) no sé
19. ¿Puedes balancearte mientras te paras en un pie caminas sobre una barra (viga, tabla)
o sobre la orilla de una vereda?
(a) no mucho (d) excelentemente
(b) lo hago bien (e) como el/la mejor
(c) muy bien (f) no sé
20. ¿Cómo eres para practicar deportes o actividades físicas tales como saltar la cuerda,
karate, hacer volteretas?
(a) no muy bueno/a (d) excelente
(b) bueno/a (e) el/la mejor
(c) muy bueno/a (f) no sé
21. ¿Has inventado alguna vez un nuevo movimiento, paso de baile u otra rutina al realizar
malabarismos, jugar fútbol, andar en skate (patineta)?
(a) no (d) frecuentemente
(b) tal vez una o dos veces (e) casi todo el tiempo
(c) a veces (f) no sé
22. Cuando eras menor, Cómo fue para ti aprender los números y a contar?
(a) difícil (d) muy fácil
(b) algo fácil (e) aprendí mucho más rápido que
(c) fácil muchos/as niños/as
(f) no sé
25. ¿Te gustan las Ciencias, resolver problemas, medir y realizar experimentos?
Anexo B. Cuestionario MIDAS-Kids 89
27. ¿Te pones a pensar por qué y cómo funcionan las cosas?
(a) de vez en cuando (d) casi todo el tiempo
(b) a veces (e) todo el tiempo
(c) frecuentemente (f) no sé
28. ¿Has coleccionado y tratado de aprender todo acerca de dinosaurios, caballos, fútbol,
muñecas, computadores?
(a) no o un poco (d) casi todo el tiempo
(b) a veces (e) todo el tiempo
(c) frecuentemente (f) no sé o nunca tuve la oportunidad
33. ¿Trabajas en proyectos de Artes Manuales, Técnicas especiales tales como cortar y
pegar, armar/construir aviones de papel, pintar por números, colorear libros?
(a) nunca o raramente (d) casi todo el tiempo
(b) a veces (e) todo el tiempo
(c) frecuentemente (f) no sé
34. ¿Qué tal eres para desarmar y rearmar nuevamente modelos a escalas, juguetes,
sistemas/piezas lego, rompecabezas?
(a) menos que regular (d) excelente
(b) regular (e) el/la mejor
(c) bueno/a (f) no sé
35. ¿Te gusta inventar diseños para tarjetas, artesanías, ropas u otras creaciones?
(a) raramente (d) casi todo el tiempo
(b) a veces (e) todo el tiempo
(c) frecuentemente (f) no sé
37. ¿Te gustan las clases de Arte, te gusta usar tu imaginación o soñar despierto?
(a) un poco (d) casi todo el tiempo
(b) a veces (e) todo el tiempo
(c) frecuentemente (f) no sé
38. ¿Cómo eres para jugar badminton, lanzar dardos o jugar a pillarse?
(a) menos que regular (d) muy bueno/a
(b) regular (e) el/la mejor
(c) bueno/a (f) no sé
39. ¿Te gusta usar una cámara fotográfica o de video, mirar fotografías o pintar libros?
(a) nunca o raramente (d) casi todo el tiempo
(b) a veces (e) todo el tiempo
(c) frecuentemente (f) no sé
40. ¿Qué tal eres para realizar actividades artísticas en el colegio, tu hogar, o cuando
vas de campamento?
(a) regular (d) excelente
(b) bueno/a (e) el/la mejor
(c) muy bueno/a (f) no sé
Anexo B. Cuestionario MIDAS-Kids 91
42. ¿Qué tal eres para aprender de memoria poemas, canciones, versos, poesías?
(a) regular o no muy bueno/a (d) excelente
(b) bueno/a (e) el/la mejor
(c) muy bueno/a (f) no sé
46. ¿Puedes convencer a la gente para hacer las cosas a tu modo (manera)?
(a) no lo hago bien (d) lo hago muy bien
(b) lo hago regularmente bien (e) lo hago excelentemente
(c) lo hago bien (f) no sé
48. ¿Usas el diccionario para encontrar el significado de una palabra o para ubicar la
palabra correcta que debes usar?
(a) nunca o raramente (d) frecuentemente
(b) de vez en cuando (e) casi todo el tiempo
(c) a veces (f) no sé
49. ¿Intentas usar palabras complejas (difíciles) que otros/as niños/as o adultos usan?
(a) nunca o raramente (d) frecuentemente
(b) de vez en cuando (e) casi todo el tiempo
(c) a veces (f) no sé
92 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
51. ¿Qué tal eres para escribir una carta, nota a alguien?
(a) menos que regular (d) muy bueno/a
(b) regular (e) excelente
(c) bueno/a (f) no sé
52. ¿Encuentras las palabras correctas, justas para decir lo que piensas o sientes?
(a) nunca o raramente (d) frecuentemente
(b) de vez en cuando (e) casi todo el tiempo
(c) a veces (f) no sé
55. ¿Cómo eres para ayudar a arreglar una disputa (pelea) entre 2 amigos/as?
(a) menos que regular (d) muy bueno/a
(b) regular (e) excelente
(c) bueno/a (f) no sé
57. ¿Juegas con el mismo grupo de niños/as o sales (te diviertes) con tus mejores
amigos/as?
(a) raras veces (d) casi todo el tiempo
(b) varias veces (e) todo el tiempo
(c) muchas veces (f) no sé
Anexo B. Cuestionario MIDAS-Kids 93
59. Sin entrar en grandes discusiones o peleas, ¿cómo eres para solucionar un problema
con un/a amigo/a, hermano/a?
(a) muchas veces me resulta difícil (d) muchas veces me resulta fácil
(b) a veces me resulta difícil (e) siempre me resulta fácil
(c) raras veces me resulta difícil (f) no sé
63. ¿Has ayudado a un/a amigo/a aprender algo nuevo o a solucionar un problema?
(a) tal vez una o dos veces (d) casi todo el tiempo
(b) a veces (e) todo el tiempo
(c) frecuentemente (f) no sé
64. ¿Cómo ha sido para ti comprender lo que tus padres o tus profesores esperan,
ambicionan de ti?
(a) siempre ha sido difícil (d) frecuentemente ha sido fácil
(b) muchas veces ha sido difícil (e) siempre ha sido fácil
(c) frecuentemente ha sido difícil (f) no sé
65. ¿Conoces, sabes lo que hay que decir o hacer exactamente para obtener una respuesta
rápida de alguien?
(a) no o escasamente (d) casi todo el tiempo
(b) varias veces (e) todo el tiempo
(c) frecuentemente (f) no sé
67. ¿Escoges actividades para realizar que sean desafiantes para ti?
(a) de vez en cuando (d) casi todo el tiempo
(b) a veces (e) todo el tiempo
(c) frecuentemente (f) no sé
78. Cuando estás solo/a, ¿te las arreglas para mantenerte ocupado/a, feliz o
entretenido/a?
(a) de vez en cuando (d) casi todo el tiempo
(b) a veces (e) todo el tiempo
(c) frecuentemente (f) no sé
79. ¿Te organizas y preparas para hacer tus tareas u otros proyectos?
(a) me resulta difícil (d) casi siempre es fácil
(b) a veces me resulta fácil (e) siempre es fácil
(c) frecuentemente es fácil (f) no sé
83. ¿Cómo eres para ayudar a entrenar a una mascota para obedecer o hacer alguna
travesura?
(a) malo/a (d) bueno/a
(b) algo menos que regular (e) excelente
(c) más o menos bueno/a (f) no sé
84. ¿Has trabajado con animales de granja o has pensado en ser un doctor para animales
(veterinario)?
(a) nunca (d) bastante
(b) un poco (e) todo el tiempo
(c) a veces (f) no sé
86. ¿Te interesa la naturaleza, buscar animales en los bosques, coleccionar plantas,
coleccionar insectos u otras cosas?
(a) nunca o raramente (d) frecuentemente
(b) de vez en cuando (e) casi todo el tiempo
(c) a veces (f) no sé
87. ¿Te importa el planeta y tratas de pensar soluciones para detener la contaminación o
ayudar a los animales?
(a) no mucho (d) si, bastante
(b) un poco (e) si, todo el tiempo
(c) a veces (f) no sé
90. ¿Has tenido un interés o una aptitud especial por las Ciencias, programas acerca de
la naturaleza, o para aprender sobre Electricidad o Química?
(a) nada (d) bastante
(b) un poco (e) una gran cantidad
(c) regular (f) no sé
Anexo B. Cuestionario MIDAS-Kids 97
91. ¿Cómo eres para cocinar, comprar, explorar la naturaleza, pescar o salir a acampar?
(a) pésimo/a (d) bastante bueno/a
(b) regular (e) extremadamente bueno/a
(c) medianamente bueno/a (f) no sé o no he tenido las
oportunidades de hacerlo
5. ¿Has tocado un instrumento musical, has participado en una banda o has cantado con
algún grupo?
(a) Nunca (d) Muy a menudo
(b) De vez en cuando (e) Casi todo el tiempo
(c) Algunas veces (f) No sé. No corresponde
12. ¿Te gusta o tienes preferencia por el SONIDO de ciertos instrumentos o grupos
musicales?
(a) No. Nada (d) Mucho. Prefiero ciertos sonidos y
(b) Muy poco bandas
(c) Algo. Algunas veces (e) Muchísimo
(f) No sé
13. ¿Piensas que tienes talento o destreza musical que nunca has podido desarrollar?
(a) No (d) Una buena cantidad
(b) Algo (e) Una gran cantidad
(c) Una cantidad regular (f) No sé
15. En la escuela, ¿Te gustaban más los Deportes o las clases de Educación Física que
otras clases?
(a) Para nada (d) Me gustaban más los deportes
(b) Un poco (e) Me gustaban mucho más los
(c) Me da igual deportes
(f) No sé
17. ¿Has participado en alguna Obra Teatral en la escuela, has tomado clases de Actuación
o Danza?
(a) Nunca (d) A menudo
(b) Alguna vez (e) Casi siempre
(c) Un par de veces (f) No sé
18. ¿Piensas tú u otra persona (un entrenador, por ejemplo) que eres coordinado(a),
gracioso(a) o bueno(a) atleta?
(a) No (b) Quizás un poco
102 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
19. ¿Has tomado clases o alguien te ha enseñado algún deporte: Fútbol, Karate,
Basquetbol, Natación, Ciclismo, Tenis o algún otro?
(a) No (d) Muy a menudo
(b) Raras veces (e) Casi siempre
(c) A veces (f) No sé
20. ¿Te has unido a algún “equipo, club” para jugar o practicar algún Deporte?
(a) Nunca (d) Muy a menudo
(b) Raras veces (e) Casi siempre
(c) A veces (f) No sé
22. ¿Cómo eres para barajar naipes, hacer trucos de magia o realizar malabarismo?
(a) Algo lento (d) Muy bueno(a)
(b) Regular (e) Excelente
(c) Bueno(a) (f) No sé. No corresponde
23. ¿Cómo eres para hacer trabajos de precisión con tus manos: coser, construir modelos,
dibujo técnico, hacer maquetas, escribir a máquina o hacer caligrafía?
(a) Muy malo(a) (d) Muy bueno(a)
(b) Más o menos bueno(a) (e) Excelente
(c) Bueno(a) (f) No sé
25. Usando tu cuerpo o tu cara. ¿Cómo eres para imitar a profesores, amigos o parientes?
(a) Muy malo(a) (d) Bueno(a)
(b) Algo bueno(a) (e) Muy bueno(a)
(c) Regular (f) No sé
28. Cuando eras niño)a) ¿Te fue fácil aprender matemáticas tales como la suma, la
multiplicación o las fracciones?
(a) No, en absoluto (d) Muy fácil
(b) Fue un poco difícil (e) Aprendí mucho más rápido que otros
(c) Bastante fácil niños
(f) No sé
33. ¿Cómo eres para jugar cartas, resolver estrategias o juegos de enigmas?
(a) Malo(a) (d) Bueno(a)
(b) Regular (e) Excelente
(c) Más que regular (f) No sé
35. ¿Cómo es tu sistema para administrar tu mesada, salario, chequera, tarjeta de crédito
o para elaborar un presupuesto?
(a) Deficiente (d) Muy bueno
(b) Regular (e) Excelente
(c) Bueno (f) No sé. No corresponde
38. ¿Eres una persona curiosa a quien le gusta averiguar por qué o cómo funcionan las
cosas?
(a) Muy a lo lejos (d) Casi siempre
(b) A veces (e) Siempre
(c) Frecuentemente (f) No sé
39. ¿Eres bueno(a) para inventar “sistemas” que resuelvan largos y complicados problemas
tales como: apostar en una carrera, organizar tu hogar o tu vida?
(a) Nada (d) Más que regular
(b) Un poco (e) Muy bueno(a)
(c) Regular (f) No sé
41. ¿Te gusta coleccionar cosas y aprender todo lo que se sabe sobre ciertos temas tales
como: antigüedades, caballos, fútbol, etc.?
(a) No, en absoluto (d) Frecuentemente
(b) Un poco (e) Casi todo el tiempo
(c) Algunas veces (f) No sé
42. ¿Cómo eres para realizar trabajos o proyectos que requieran el uso de muchas
matemáticas, o, tener bien organizadas las cosas?
(a) Nada de bueno(a) (d) Muy bueno
(b) Más o menos bueno(a) (e) Excelente
(c) Bueno(a) (f) No sé. No corresponde
43. Fuera del colegio ¿Disfrutas haciendo cálculos numéricos como sacar promedios
futbolísticos, litros de bencina por recorrido de un auto, presupuesto, etc.?
Anexo C. Cuestionario MIDAS-Teens 105
44. ¿Usas tu sentido común para planificar actividades sociales, hacer reparaciones en tu
hogar o resolver problemas mecánicos?
(a) Muy raras veces (d) Casi siempre
(b) A veces (e) Siempre
(c) Frecuentemente (f) No sé
45. Cuando eras niño(a), ¿Construías cosas con bloques o cajas, jugabas con bolitas o con
palitroques, saltabas la cuerda?
(a) Nunca (d) Casi siempre
(b) A veces (e) Siempre
(c) Frecuentemente (f) No sé
46. Actualmente siendo un(a) joven, ¿Cómo eres para realizar alguna de las siguientes
actividades: dibujo técnico, peluquería, carpintería, proyectos artísticos, reparación
de automóvil o mecánica?
(a) No hago ninguna de ellas (d) Muy bueno(a)
(b) Regular (e) Excelente
(c) Bueno(a) (f) No sé. No corresponde
47. ¿Cómo eres para “diseñar” cosas tales como: disponer o decorar una habitación,
proyectos de artesanía, construir muebles o máquinas?
(a) Nunca las he hecho (d) Muy bueno(a)
(b) Regular (e) Excelente
(c) Bueno(a) (f) No sé
50. ¿Cómo eres para ubicarte usando, leyendo mapas de ciudad, ruteros camineros?
(a) Pésimo(a) (b) Regular
106 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
51. ¿Puedes arreglar “cosas” tales como autos lámparas, muebles o máquinas?
(a) No (d) Soy bueno(a) reparándolos
(b) Lo hago mal (e) Los repara excelentemente
(c) Lo hago regular (f) No sé
52. ¿Qué tal te resulta armar cosas tales como juguetes, rompecabezas o equipos
eléctricos?
(a) No lo puedo hacer (d) Fácil
(b) Difícil (e) Muy fácil
(c) Más o menos fácil (f) No sé
53. ¿Has hecho planos y diseños personales para proyectos tales como costuras,
carpintería, tejidos a crochet, tallados en Madera?
(a) Nunca (d) Algunas veces
(b) Quizás una vez (e) A menudo
(c) De vez en cuando (f) No sé
55. ¿Cómo eres para el diseño de decoración(es), jardinería o trabajos con flores?
(a) No muy bueno(a) (d) Muy bueno(a)
(b) Promedio (e) Excelente
(c) Bueno(a) (f) No sé
57. ¿Cómo eres para jugar al pool, arrojar dardos tirar al blanco, practicar arquería o
jugar a los bolos?
(a) Pésimo(a) (d) Bueno(a)
(b) Menos que regular (e) Excelente
(c) Regular (f) No sé
58. ¿Dibujas o haces esquemas para dar instrucciones o explicar alguna idea?
(a) Nunca (d) Muy a menudo
(b) Raramente (e) Todo el tiempo
(c) A veces (f) No sé
Anexo C. Cuestionario MIDAS-Teens 107
59. ¿Eres creativo(a) y te gustaría inventar, experimentar con diseños, ropas o proyectos
únicos?
(a) Para nada (d) A menudo
(b) Un poquito (e) Casi siempre
(c) Algo (f) No sé
60. ¿Disfrutas contando cuentos, historias o hablando sobre tus películas o libros
favoritos?
(a) No, en absoluto (d) Muy a menudo
(b) Escasamente (e) Casi siempre
(c) Algunas veces (f) No estoy seguro(a)
61. ¿Juegas con los sonidos de las palabras haciendo rimas o juegos de palabras? Por
ejemplo, ¿Le das a las cosas o a las personas apodos que suenan divertidos?
(a) Nunca (d) Muy a menudo
(b) Raramente (e) Siempre
(c) A veces (f) No sé
63. ¿Escribes o has escrito un cuento, una poesía o letras para canciones?
(a) Nunca (d) Muy a menudo
(b) Quizás una o dos veces (e) Casi siempre
(c) Ocasionalmente (f) No sé
69. ¿Te interesa hablar de las noticias, de asuntos familiares, de religión, de deportes,
etc.?
(a) Muy poco (d) Más que regularmente
(b) Algo (e) En gran medida
(c) Regularmente (f) No sé
70. Cuando otros no están de acuerdo, ¿Eres capaz de decir fácilmente lo que sientes o
piensas?
(a) Raramente (d) Casi siempre
(b) De vez en cuando (e) Siempre
(c) Frecuentemente (f) No sé
71. ¿Te diviertes buscando palabras en el diccionario o argumentando con otros sobre el
uso de la “palabra correcta”?
(a) Nunca, o raramente (d) Muy a menudo
(b) De vez en cuando (e) Casi siempre
(c) A veces (f) No sé
72. ¿Te solicita tu familia o tus amigos(a) que “hables por ellos(as) “pues eres bueno(a)
haciéndolo?
(a) Muy raramente, o nunca (d) Muy a menudo
(b) Raramente (e) Casi siempre
(c) A veces (f) No sé
76. ¿Te gusta leer?, ¿Te iba bien en tus clases de Castellano?
(a) Un poco; y, me iba mal en Castellano (d) Casi siempre; y, obtenía
(b) A veces, y, tenía rendimiento rendimientos buenos
deficientes (e) Siempre. Tenía óptimos logros en
(c) Generalmente. Me iba más o menos Castellano
en Castellano (f) No sé
77. ¿Escribes notas o haces listas para acordarte de las cosas que debes hacer?
(a) Raramente, o nunca (d) Muy a menudo
(b) De vez en cuando (e) Casi siempre
(c) A veces (f) No sé
79. ¿Tienes la habilidad para elegir las palabras correctas y hablar con claridad?
(a) No, en absoluto, o raramente (d) La mayor parte del tiempo
(b) A veces (e) Casi siempre
(c) Generalmente (f) No sé
80. ¿Has tendido amistades que han durado por un largo tiempo?
(a) Uno o dos (d) Muchos(as)
(b) Más que dos (e) Muchísimos(as)
(c) Unos(as) pocos(as) (f) No sé
81. En tu hogar, en el Colegio, o entre amigos ¿Cómo eres para “hacer las pases”, ponerte
en la buena”, reconciliarte, avenirte?
(a) Regular (d) Muy bueno(a)
(b) Más o menos bueno(a) (e) Excelente
(c) Bueno(a) (f) No sé
82. ¿Sueles ser considerado(a) un(a) “líder” para hacer cosas en el colegio, o entre los
amigos?
(a) Raramente (b) De vez en cuando
110 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
84. ¿Te es fácil comprender los sentimientos, deseos o necesidades de otra gente?
(a) A veces (d) Casi siempre
(b) Generalmente (e) Siempre
(c) Muy a menudo (f) No sé
86. ¿Suelen tus amigos o miembros de tu familia acudir a ti para hablar de sus
preocupaciones personales o para pedirte consejos?
(a) De vez en cuando (d) Casi siempre
(b) A veces (e) Siempre
(c) Frecuentemente (f) No sé
91. ¿Eres bueno(a) para comprender los sentimientos y pensamientos de la persona con la
que sales, pololo(a), novio(a)?
(a) De vez en cuando (d) Casi siempre
(b) A veces (e) Siempre
(c) Generalmente (f) No sé. No corresponde
92. ¿Eres una persona que la gente pueda conocer con facilidad?
(a) Casi nunca (d) Casi siempre
(b) A veces (e) Siempre
(c) Frecuentemente (f) No sé
94. ¿Has tenido interés por enseñar, entrenar gente, trabajar como orientador?
(a) Muy poco, o ninguno (d) Bastante interés
(b) Un poco de interés (e) Muchísimo interés
(c) Algún interés (f) No sé. No corresponde
95. ¿Cómo lo haces cuando trabajas con el público en empleos tales como vendedor(a),
recepcionistas, promotor(a), autoridad, mozo?
(a) Regular (d) Muy bien
(b) Más o menos bien (e) Excelente
(c) Bien (f) No sé. No corresponde
97. ¿Eres capaz de idear formas únicas o imaginativas de resolver problemas entre la
gente, arreglar peleas, o establecer argumentos convincentes?
(a) Casi nunca (d) Muy a menudo
(b) De vez en cuando (e) Todo el tiempo
(c) A veces (f) No sé
99. ¿Estás consciente de tus sentimientos y eres capaz de controlar tus estados de ánimo?
(a) De vez en cuando (d) Casi siempre
(b) A veces (e) Siempre
(c) La mayor parte del tiempo (f) No sé
100. ¿Planificas y trabajas duro para lograr tus objetivos personales en el colegio o el
hogar?
(a) Raramente (d) Casi siempre
(b) A veces (e) Siempre
(c) Generalmente (f) No sé
101. Siendo consistente con tus pensamientos, ¿Lo haces bien cuando tomas decisiones
personales importantes como elegir clases o cursos, cambiar de trabajo, o cambiarte
de casa?
(a) No, o muy de vez en cuando (d) Casi siempre
(b) A veces (e) Siempre
(c) Generalmente (f) No sé
102. ¿Estás contento(a) con el trabajo (escolar, técnico, profesional) y con las
actividades que has elegido porque coinciden con tus habitaciones, intereses y
personalidad?
(a) No, o raramente (d) Casi siempre
(b) A veces (e) Siempre
(c) Generalmente (f) No sé
103. ¿Sabes cuáles cosas haces bien y cuáles no, y tratas de mejorar tus habilidades?
(a) De vez en cuando (d) Casi siempre
(b) A veces (e) Siempre
(c) Generalmente (f) No sé
106. ¿Has sido capaz de encontrar maneras únicas, poco comunes de resolver problemas
personales o alcanzar tus deseos, metas o expectativas?
(a) Una o dos veces (c) A veces
(b) De vez en cuando (d) Casi siempre
Anexo C. Cuestionario MIDAS-Teens 113
109. ¿Cómo eres para ayudar a entrenar a una mascota para obedecer o hacer alguna
travesura?
(a) malo/a (d) bueno/a
(b) algo menos que regular (e) excelente
(c) más o menos bueno/a (f) no sé
110. ¿Has trabajado con animales de granja o has pensado en ser un doctor para animales
(veterinario)?
(a) nunca (d) bastante
(b) un poco (e) todo el tiempo
(c) a veces (f) no sé
112. ¿Te interesa la naturaleza, buscar animales en los bosques, coleccionar plantas,
coleccionar insectos u otras cosas?
(a) nunca o raramente (d) frecuentemente
(b) de vez en cuando (e) casi todo el tiempo
(c) a veces (f) no sé
113. ¿Te importa el planeta y tratas de pensar soluciones para detener la contaminación
o ayudar a los animales?
(a) no mucho (d) si, bastante
(b) un poco (e) si, todo el tiempo
(c) a veces (f) no sé
114 Aplicación de una propuesta neuroeducativa
116. ¿Has tenido un interés o una aptitud especial por las Ciencias, programas acerca
de la naturaleza, o para aprender sobre Electricidad o Química?
(a) nada (d) bastante
(b) un poco (e) una gran cantidad
(c) regular (f) no sé
117. ¿Cómo eres para cocinar, comprar, explorar la naturaleza, pescar o salir a
acampar?
(a) pésimo/a (d) bastante bueno/a
(b) regular (e) extremadamente bueno/a
(c) medianamente bueno/a (f) no sé o no he tenido las
oportunidades de hacerlo
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