Cosmologia Coreana y China
Cosmologia Coreana y China
Cosmologia Coreana y China
Asiatico.
Todas las sociedades construyen su visión del mundo desde las relaciones entre los
individuos que las constituyen y desde el papel que el mismo individuo juega dentro
de ellas. Corea también lo ha hecho a lo largo de su historia influenciada por las
diversas corrientes de pensamiento y culturales que han imperado en la sociedad en
las diferentes épocas.
El periodo de transición entre el siglo XIX y XX se vio dominado por una serie de
acontecimientos que marcarán el futuro de la península coreana hasta la actualidad.
Entre ellos es necesario destacar, las influencias provenientes de las naciones de
occidente y sus vecinos del entorno asiático en su intento de abrir las fronteras del
reino de Joseon al comercio y las relaciones diplomáticas con estos países; los
ataques desde el Imperio Japonés en sus pretensión imperialista panasiática por
convertir la península en parte de su propio territorio; los esfuerzos de los
movimientos nacionalistas dentro de la península por recuperar el orgullo nacional
frente a estos ataques externos. Todo esto se quería imponer sobre un terreno
quebradizo de tradición confuciana construido durante cinco siglos y que se
encontraba en sus horas más bajas.
Tal tradición, más conocida como “La dinastía Joseon” (también transcrita como
Chosŏn o Chosun) fue un reino dinástico coreano que duró aproximadamente cinco
siglos. Fue fundado por Taejo de Joseon en julio de 1392 y fue reemplazado por el
Imperio Coreano en octubre de 1897. Se fundó después de la disolución de la
dinastía Koryo en lo que hoy es la ciudad de Kaesong. Al principio, Corea se tituló, y
la capital se reubicó en lo que hoy es Seúl. Las fronteras más septentrionales del
reino se ampliaron a las fronteras naturales en los ríos de Yalu y Tumen a través del
sometimiento de los Yurchen. Joseon fue la última dinastía de Corea y fue la
dinastía confuciana de más larga data.
Sin embargo, la dinastía se debilitó severamente a fines del siglo XVI y principios del
XVII, cuando las invasiones japonesas de Corea (1592-1598) y la primera y
segunda invasión manchúes en 1636 casi invaden la península coreana, lo que llevó
a la dinastía a una política aislacionista cada vez más dura. Por lo que el país se
hizo conocido como el "reino ermitaño" en la literatura occidental. Después del final
de las invasiones de Manchuria, Joseon experimentó un período de paz de casi 200
años.
Tendremos por un lado los actores occidentales que querrán sacar a los coreanos
de su “tradición” e ideas caducas para abrirles la mente a la “modernidad”. La
modernidad basada en el progreso económico, capitalista, y sustentado en una
visión del mundo proveniente de la tradición judeo-cristianismo. Que les permitirá
superar las prácticas y costumbres tradicionales, “obsoletas y primitivas”. Para
conseguir el progreso económico, social e ideológico.
Estas ideas de igualdad entre los diferentes grupos sociales también fueron
promovidas por otro grupo de pensadores reformadores confucianos que fueron
liderados por Choe Je-u (1824-1864) y que darían lugar a la “Escuela del
Pensamiento Oriental”, Donghak, en oposición a Seohak, Escuela de Pensamiento
Occidental. Ellos también van a defender la igualdad de todas las personas basada
en su doctrina central de “la persona es el Cielo” (Innaecheon) y por tanto no puede
existir discriminación o menosprecio a ninguna persona. También expresado en la
máxima, Cheonsimjeuginsim. la mente-corazón del Cielo es la misma
mente-corazón de las personas.
Las escuelas y universidades que irán creando a lo largo del siglo XX se convertirán
en un elemento clave para entender la sociedad coreana actual. El nuevo sistema
educativo introducido por estas iglesias y que también será promovido por los
diferentes gobiernos será una de los motores transformadores de la sociedad
coreana hacia la modernidad.
Estas nuevas ideas que iban surgiendo tanto al interno de la sociedad Joseon, como
traídas o impuestas desde el exterior trajeron profundos cambios sociales y en el
modo de entender las relaciones entre los individuos y con la sociedad.
Las reacciones frente a estos cambios y nuevas ideas fueron muy dispares como es
de suponer. Los que se opusieron a esto vieron en peligro su posición de poder y
tomaron una posición intransigente para mantener el sistema existente. Estos lo
plasmarán en su llamada, “Reacción frente a la Heterodoxia”. La “Ortodoxia” serán
las ideas neoconfucianas construidas durante siglos por los grandes pensadores
neoconfucianos coreanos y que debían seguir siendo el fundamento de la sociedad.
Había que defenderse de caer en manos de los “bandidos occidentales” que tenían
a Japón como agente de sus ideas para infiltrarse en Corea.
Por otro lado, tendremos a aquellos intelectuales que verán en este momento de
crisis una oportunidad para iniciar un periodo de tolerancia y apertura intelectual
hacia nuevas ideas. Nuevas ideas que ayudarían a la sociedad coreana a salir del
retraso y poder construir una nueva civilización basada en la combinación de
elementos provenientes de su propia tradición y también del exterior. Su propuesta
era la de fortalecer el poder de la nación a largo plazo por medio del pensamiento
de la Ilustración, Gaehwa, y su propuesta ecléctica que combinaba principios de
oriente y occidente, y que enunciaron como “el Camino Oriental y la Tecnología
Occidental” (dongdo seogi). Esta propuesta seguía la lógica del “Camino como lo
Constituyente y la Tecnología como el Medio” (doche giyong), es decir, consiste en
aceptar el Camino, el Dao, como el principio y la tecnología como su resultado
práctico y concreto. Pero los defensores de este pensamiento dejaban claro que el
“Camino Oriental, el Dao” no podría cambiar nunca. Por tanto, el Camino era
constante, inmutable, y la tecnología se encontraba controlada por el Camino. La
tecnología se podía adaptar a las necesidades concretas de la época y la sociedad,
pero bajo los principios supremos que representaba el Dao.
Durante los primeros días del budismo, el chamanismo coreano fue ampliamente
desacreditado por intentar implantar el budismo como religión estatal. Más tarde, el
budismo y el chamanismo coreanos fueron perseguidos hasta tal punto que casi se
perdieron en la conciencia popular.
Después de la Guerra de Corea en 1953, los chamanes fueron vistos más como
charlatanes dispuestos a estafar a la gente que como figuras religiosas. Sin
embargo, recientemente ha habido un movimiento de renovación sustancial que se
está convirtiendo en una parte esencial de la cultura coreana.
Hoy en día, quienes creen en los mitos coreanos como religión son una minoría.
Entre ellos se encuentran los seguidores de Chondogyo y Daejonggyo , quienes
adoran a Tangun como a un dios, sin mencionar los pocos lugares donde aún
sobrevive el chamanismo.
El cielo, la tierra y el espíritu son los tres cimientos del mundo mítico coreano.
Las cosmologías mitológicas de toda la península, varían de una fuente a otra, pero
generalmente se puede encontrar en una de tres categorías:
Mago luego decidió quedarse con Yul-ryeo, cuyo cuerpo se había convertido en el
mundo y la Gente Celestial gobernaba sobre todos los seres vivos desde su
fortaleza celestial llamada Magoseong en honor a la diosa.
Para los Coreanos el nacimiento de la humanidad fue así: Había cuatro Hombres
Celestiales que custodiaban cada uno un punto cardinal de la fortaleza:
Cheong-gung y Hwang-gung, hijos de Gung-hee; Hukso y Baekso, hijos de So-hee.
Se casaron con las cuatro mujeres celestiales y dieron a luz a doce niños que se
convertirían en los antepasados de los humanos.
Estos antepasados eran puros y se dice que bebían la Leche de la Tierra que fluía
de un manantial dentro del castillo. Podían hablar sin hacer ruido, actuar sin ver y
eran inmortales. Por lo tanto, vivieron diez mil años de tranquilidad.
Jiso regresó con su gente y les contó su descubrimiento. Pronto, sin embargo,
empezaron a crecer dientes en aquellos que habían comido uvas. De estos dientes
brotó saliva que luego se convirtió en veneno. Esto se debe a que se habían comido
a otro ser vivo para sobrevivir.
Pronto pudieron ver, pero ya no podían oír los cielos. Su piel se volvió gruesa, sus
pies peludos y ya no eran puros. Dieron a luz niños que parecían animales y su
esperanza de vida comenzó a reducirse.
Fue entonces cuando la gente de Magosung comenzó a culpar a Jiso por esta
transformación, y él y su familia, así como todos los que habían comido las uvas, se
vieron obligados a abandonar Magosung.
Más tarde, Han-in estableció un reino en el lago Baikal al que llamó Hwan-guk, una
nación proto-Chosun, de la que vendrían los futuros reyes del período Go-Joseon .
Parece que las similitudes entre la leyenda de Tangun y la de Mago (en particular
las Tres Herencias Celestiales, o los tres mil fieles) vendrían del hecho de que la
leyenda de Tangun tomó prestados estos detalles de la leyenda de Mago, más
antigua.
El especialista en Silla Park, Che-Sang, menciona este mito como mucho más
antiguo que la mitología más conocida de Tangun. Algunos afirman que Hwanguk se
derrumbó alrededor del 3898 a. C. AD (la fecha de fundación del periodo Ko-Joseon
sería 2333 aC.).
Como referencia final de este prólogo podemos citar que la cultura coreana es
resultado de más de 3000 años de historia, y si bien ha recibido influencias de toda
la región asiática, especialmente de China, ha logrado desarrollar un carácter
propio. El taoísmo, confucianismo y el budismo han tenido gran influencia sobre su
cultura, aunque en las últimas décadas otras creencias también se han extendido en
la península de Corea, principalmente el cheondoísmo (es un movimiento religioso
del siglo XX, basado en el movimiento Donghak del siglo XIX, fundado por Choe
Jeu, que tuvo sus orígenes en las rebeliones campesinas que surgieron en Corea a
partir de 1812, durante la Dinastía Joseon. Su teología es básicamente monoteísta y
panteísta) y también el cristianismo. Así mismo, la cultura coreana se ha visto
influenciada por su ubicación geográfica como puente entre sus grandes vecinos,
China y Japón.
La península está situada en el este de Asia, entre el mar Amarillo y el mar del Este.
De forma que queda limitada al norte, por tierra, separados por una frontera
militarizada, con la República Popular Democrática de Corea (RPDC o Corea del
Norte) —ambas mitades formaron un solo país hasta 1945—, al este se encuentra
el mar del Este, al sur el estrecho de Corea, que lo separa de Japón, y al oeste el
mar Amarillo.
Corea es una de las civilizaciones más antiguas del mundo, según investigaciones
arqueológicas, se estima que la península fue poblada desde el Paleolítico Inferior.
Por tanto, la historia de Corea es muy rica y muy antigua. En general, hace
aproximadamente unos 70 000 años que existió presencia humana, pero los
umbrales de la historia coreana suelen situarse en el año 2333 a.C. Al principio de
su historia culta, todos hablaban lenguas altaicas de la Siberia sur/central, pero
estuvo gran parte de su historia dividida en reinos con dialectos y “sentimientos
nacionalistas” propios que hacían guerras entre ellos, hasta que fue unificada por el
emperador Taejo de la dinastía Goryeo en 936. Esto es importante por dos cosas:
primero, Corea fue mayormente imperial, al estilo de Japón, y se preocupaban más
por las conquistas internas y juegos de poder de sus reyes que por salir fuera, por
tanto nunca pudo “contaminarse” de otras culturas —aún a día de hoy no parece
tener especial interés en hacerlo más allá del comercio—. Y segundo, cuando lo
hizo, mayormente se interesó solo por China y Japón, adoptando el sistema de
escritura china (“Hanja” en coreano), en el siglo II aC, y el budismo en el siglo IV.
El 25 de junio de 1950, un ataque sorpresa de Corea del Norte contra Corea del Sur
provocó una guerra que enfrentó a comunistas y capitalistas por el control de la
península de Corea. La guerra de Corea, que transcurrió entre 1950 y 1953, dejó
millones de muertos y una división permanente entre Corea del Norte y Corea del
Sur.
En 2005, casi la mitad de la población surcoreana expresó que no tenía preferencia
religiosa. Del resto, la mayoría son budistas y en menor proporción, cristianos. A
pesar de ello, la mayoría acoge los valores del confucianismo o confucionismo
(75%), especialmente los que no creen en nada y los budistas. Lo que pasa es que
no lo consideran propiamente una religión sino un código moral.
El confucionismo es importante porque es lo que hace ser a Corea como es. El culto
a los antepasados tiene una gran importancia. Si bien muchísimos coreanos no
creen que haya nada “allá arriba” como Dios supremo, sí creen que todos sus
antepasados están en algún lugar y han de honrarlos.
De hecho, implica la creencia de que las almas de los difuntos pueden beneficiar o
castigar a sus descendientes y que si te pasan muchas cosas malas es porque los
estás enfadando. Siguiendo con esta lógica, la familia es la parte más importante de
la vida coreana. Todo el mundo debe casarse y hacer la vida en familia, tener hijos y
una vida dentro de los parámetros “correctos” —la jerarquía familiar, sea dicho, pone
muy a la alza el machismo aunque la violencia contra la mujer ya es una cosa
bastante impensable—. En la tradición confuciana heredada, el padre es el cabeza
de familia y es su responsabilidad de proveer al clan de lo que necesite, si no es
capaz de esto debería avergonzarse. Hasta hace no mucho el adulterio estaba
penado por la ley.
El bienestar familiar es mucho más importante que las necesidades del individuo, es
más, el bienestar social en general es más importante que las necesidades del
individuo. Los miembros de la familia están vinculados entre sí porque las acciones
de un miembro afectan a la raíz del resto de la familia.
En lo laboral pasa algo similar, el trabajo es el segundo estandarte para la vida. Las
enseñanzas de Confucio describen la posición del individuo en la sociedad coreana
haciendo hincapié en las obligaciones de las personas hacia los otros en base a su
relación. El subordinado debe lealtad y sumisión absoluta a su jefe. El jefe tiene una
responsabilidad y deber de buenas prácticas para con sus subordinados. Los niños
son criados para creer que no pueden pagar la deuda que tienen con sus padres,
por darles la vida y criarlos, de ahí la popularidad de culto a los antepasados y el
respeto a los parientes y superiores. Hay que estar agradecido, dar la talla y
contribuir al legado.
Hay que entender que el confucionismo es totalmente grupal, Corea es una, y las
individualidades se miran mal. Cuidas a tu familia no por ti, sino para honrarlos a
todos, trabajas con ahínco no por tu salario sino para que la empresa crezca y tu
país crezca, estudias para ser un individuo apto que enorgullezca a tus padres y a tu
país. Hay un proverbio que lo resume muy bien: “El clavo que sobre salga recibirá
un martillazo”.
Corea ha sido un país reiteradamente invadido a lo largo de su historia. Los Han, los
Jurchen, los Mongoles, las invasiones japonesas del XVI y la colonización del XX,
etc. Mientras ellos apenas se han interesado nunca en salir porque tenían
demasiados problemas dentro. Esto ha creado en el pueblo coreano un sentimiento
nacionalista muy fuerte que se ha ido incrementando después de la guerra de
Corea, y que los hace ser culturalmente separatistas del resto del mundo y muy
críticos para consigo mismos. Para los coreanos existe un gran sentimiento de unión
y rechazo hacia lo que viene de fuera. Concebir el mundo como un planeta global es
prácticamente una utopía. Un coreano matando, robando, pegando a una mujer,
mintiendo o renegando de su familia es deshonroso. Probablemente hasta sea por
ese orden.
La idea juche fue formulada originalmente por Kim Il-sung, fundador de la República
Popular Democrática de Corea. De esta manera, sus orígenes se remontan al
contexto de participación del propio Kim Il-sung en la lucha contra la ocupación
japonesa de Corea desde mediados de la década de 1920 y la reflexión sobre la
ruta que debía tomar la revolución coreana.
Por otro lado, la filosofía juche surgió como tal, tras la muerte de Iósif Stalin, en el
contexto de desestalinización de la Unión Soviética, período en el cual apareció un
espíritu de autosuficiencia frente a la suspensión del apoyo soviético a Corea del
Norte.
Una frase atribuida al político Kim Il-sung define a la ideología juche del siguiente
modo: En pocas palabras, la idea Juche significa que los propietarios únicos de la
revolución y la construcción posterior son las masas.
Para Kim Il-sung la principal idea es que el hombre y la mujer son los responsables
de sus destinos. Esta máxima en un sistema revolucionario traslada al conjunto de
personas que componen las masas populares la autoría de la revolución y su
desarrollo. De esa manera, cada coreano tiene su parte de responsabilidad en el
destino de la colectividad.
Asimismo, Kim Jong-il reconoce ciertos méritos del materialismo histórico —como
contraponerse a «concepciones reaccionarias de la historia social»— y considera
acertado que efectivamente los fenómenos sociales se ven influidos por las «leyes
generales del desarrollo material». Sin embargo, él cree que los fenómenos sociales
tienen sus propias leyes. Por ello, Kim sostiene que el juche concibe al ser humano
como «dueño y transformador del mundo».
Por otro lado, Kim Jong-il menciona que el nacionalismo surgió como un concepto
progresista en la lucha antifeudal donde las masas populares concordaron con la
burguesía emergente bajo ideales comunes. Sin embargo, advierte que después del
triunfo de la revolución burguesa gracias a la consolidación del capitalismo y al
convertirse la burguesía en clase gobernante reaccionaria, el nacionalismo se
convirtió en «instrumento ideológico para la realización de su dominio, este pasó a
ser considerado como una doctrina burguesa, divorciada de los intereses
nacionales». De igual manera, Kim Jong-il criticó al movimiento socialista por
priorizar el internacionalismo descuidando el aspecto nacional.
Juche toma el nombre de una teoría filosófica tradicional. Se dice que el juche fue
inspirado a Kim Il-sung por el monte Paektu, una cumbre mítica para los coreanos y
todo un símbolo de la nación.
Kim Il-sung y Kim Jong-il están considerados como los auténticos responsables del
desarrollo de la doctrina juche, el primero, creándola, y el segundo, actualizándola
según los nuevos retos de la revolución.
De esta manera, Kim Jong-il siguió configurando una doctrina que da un sentido
ideológico a la práctica política de la República Popular Democrática de Corea.
Durante los años 80 e inicios de los 90, la prensa norcoreana le dio a Kim Jong-il el
crédito de trabajar incansablemente por hacer del país un "reino del arte" donde se
estaba llevando a cabo un renacimiento cultural.
Un tema central de la expresión cultural es tomar lo mejor del pasado y suprimir los
elementos "reaccionarios". Los estilos y temas populares y vernaculares en la
literatura, el arte, la música y la danza son considerados como la única expresión
del espíritu de la nación coreana.
La cosmología china es el eje sobre el cual pivota todo el acervo cultural chino.
Todos los intelectuales de la antigua China, como el propio Confucio, así como el
resto de los componentes de la Escuela Letrada y de otras escuelas de
pensamiento, estudiaron y aplicaron la cosmología china.
Otra es la Concepción taoísta o Hsuan Yeh, que considera el Universo sin forma y
por lo tanto infinito y vacío. Su esencia, el dao, es la vía de la naturaleza, del
hombre y de todos procesos cósmicos.
Huainanzi. El Espíritu cósmico en la enciclopedia del taoísmo. Que (en chino
tradicional y simplificado, es pinyin, Huáinánzǐ; Wade-Giles, Huai-nan Tzu;
literalmente, ‘Maestro o maestros de Huainan’), originalmente Huainan honglie (en
chino tradicional y simplificado, literalmente, ‘El gran resplandor de Huainan’), es
una importante colección de ensayos de la filosofía china creados en algún
momento antes del 139 a. C. durante la dinastía Han. Une conceptos del Taoísmo,
del Confucianismo y del Legalismo, incluyendo ideas como el Yin-Yang o el Wu
Xing.
Zhu Xi, "la mente suprema de síntesis de toda la historia de China", al decir del
sinólogo Joseph Needham en Science and Civilization in China, propone dos
conceptos básicos:
Uno es Li, el principio generador, principio de la organización y la estructura cósmica
universal que contiene en sí mismo todos los qi menores y los patrones más
limitados, originando las energías de la mónada china: el yang (positiva) y el yin
(negativa) y los cinco elementos: fuego, tierra, metal, agua y madera.
Y el Qi, fuerza vital, materia-energía, tenue materia imperceptible, u ondas etéreas,
fuera de la cual el Qi-sólido, la materia física perceptible - se forma por el giro y la
coagulación centrífuga.
También podemos ver un concepto chino sobre la creación de las galaxias en las
antiguas teorías chinas, en el cual el desarrollo del pensamiento taoísta parece
adelantarse a las modernas teorías sobre la formación de las galaxias, como se
desprende de los libros Huai Tzu (120 a.n. e.) y Lun-hengG (82 de nuestra era): la
cosmología centrípeta o vorticial de los primeros astrónomos chinos se basa en la
existencia de torbellinos que solidifican los mundos salidos de la materia primera.
BIBLIOGRAFÍA:
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https://es.wikipedia.org/wiki/Dinast%C3%ADa_Joseon
https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/14/6582/5.pdf - (Antonio J.
Domenech. La cosmovisión coreana en el siglo XXI: entre la tradición y la
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http://cea.uanl.mx/la-cultura-de-corea-del-sur-un-pais-profundamente-confucionista/
- (La Cultura de Corea del Sue: Un país profundamente Confuionista)
https://es.frwiki.wiki/wiki/Mythologie_cor%C3%A9enne#Cosmologie_tot%C3%A9miq
ue_/_chamanique - (Mitología coreana)
https://es.wikipedia.org/wiki/Huainanzi - (Huainanzi)