La contaminación ambiental: En el mar y las playas Peruanas

El mar es una gran extensión de no solo agua, sino que también de vida de muchas criaturas acuáticas. Es

el habitad donde no solo viven especies marinas, sino aves y tipos de mamíferos acuáticos y semi-acuáticos, de

los cuales nosotros conformamos parte de estas especies que nos sustentamos de los beneficios que nos brinda el

océano, sin embargo, los humanos creemos que el mar se puede hacer una auto limpieza cuando nosotros somos

el principal virus de esta gripe llamada contaminación.

La contaminación del mar es un problema que se viene arrastrando desde muchos siglos atrás por parte

de las innumerables actividades que realiza el hombre, trayendo como consecuencia la contaminación y

degradación del ecosistema marino.

Estudios llevados a cabo en los últimos años demuestran que la degradación, especialmente en las zonas

costeras, se ha acelerado notablemente en los últimos tres siglos procedentes de explotaciones agrarias y

ciudades costeras. En marzo de 2022 la ONU anunció en su web: “Los líderes políticos han pedido a la agencia

de la ONU para el medio ambiente que redacte un trato vinculante que limite la contaminación que está

causando el plástico con una estrategia que aborde el ciclo completo de la vida de este material, desde su

producción a su eliminación, pasando por su uso”.

La ONU como principal aborde de las naciones aliadas a esta asamblea mundial, es exhortada por los

líderes políticos y también los exhorta según el convenio y el pacto que mantienen contra la contaminación

principalmente de plásticos y residuos sólidos que degradan cada vez más la vida marina existente.

En el año 2021, un tratado internacional para regular la contaminación por plástico empezó a tomar

forma. La lucha contra el plástico, por la envergadura del problema que requiere una implicación internacional.
Sin embargo, las políticas contradictorias, las incoherencias y la falta de transparencia arraigadas en el comercio

mundial de plásticos hacen difícil controlar la creciente acumulación de residuos.

Hasta hace poco, los científicos creían que la contaminación del océano venía principalmente de 20 ríos.

Sin embargo, un estudio publicado en mayo de 2021 descubrió que el plástico que inunda los mares llega a

través de más de mil ríos de todo el mundo.

El Perú no ha sido ajeno a estos los tipos de oleaje de contaminación y un caso sumamente reconocido

como el que peor golpeó las playas peruanas fue el caso del 15 de enero de 2022. Ya suficiente y muy grave es

la degradación del ecosistema marino peruano, debido principalmente a la gran cantidad de residuos sólidos que

se encuentran en las orillas y sobre las olas del mar, no obstante, lo que causó la industria petrolera española

REPSOL sobre el mar en territorio peruano fue aún más catastrófico de lo que se había estimado.

La precariedad del Estado y de los sistemas de repuestas de REPSOL ante emergencias para abordar las

consecuencias de estos siniestros. El Perú ha demostrado que no tiene un plan de contingencia ante este tipos de

catástrofes en sus más de 2 000 Km. de costa y su casi millón de kilómetros de territorio marítimo.

Esta no es la primera vez, ni seguramente será la última ocasión en la que empresas de gases de

hidrocarburo como REPSOL y entre otras se vean involucradas en hechos como estos.

El peruano no es como las personas del resto del mundo, se ha diferenciado por ser una persona

trabajadora la cual sin importar si cuenta con beneficios de una labor profesional o no, siempre busca la forma de

salir adelante. Los peruanos se caracterizan por ser unidos sin tener en cuenta las circunstancias que sucedan

alrededor y lo que se proponen hacer juntos, juntos lo logran.

Mientras continuaban las investigaciones fiscales por el delito de contaminación ambiental y la empresa

y el Gobierno disputan sobre las causas y la responsabilidad del derrame, la sociedad civil se ha movilizado:
voluntarios y activistas acuden a la zona a rescatar animales agonizantes y protestan por este “ecocidio” que, en

realidad, es solo otro eslabón de una vieja cadena de catástrofes. “Estamos tan afectados con esto, que ni siquiera

ya estamos molestos. Estamos triste”. El pescador artesanal Alejandro Huaroto Arnaez, se pronunció con una

voz quebrada, cerca de la playa de su infancia, ahora ennegrecida. “No queremos vivir estirando la mano para

que nos den algo, como si fuéramos mendigos. Somos trabajadores, y lo que ha hecho este derrame es robarnos

nuestra libertad”. Fueron las palabras de Arnaez en una entrevista con Nathional Geographic.

El mar en territorio peruano es un puesto de trabajo bastante favorable y accesible, además muy

sustentable y económico para muchas personas y familias. Pero dado el caso del 2022 en Ventanilla, en la

Provincia Constitucional del Callao con el derrame de petróleo por parte de la empresa REPSOL, muchos

pescadores han perdido su trabajo, junto a artesanos y entre otras labores que se saciaban de los recursos que

beneficiaba las playas peruanas, las cuales se hallaron afectadas por consecuencias de este conflicto social.

Debemos recalcar la importancia de esta investigación para salvaguardar nuestro ecosistema marino y a

su vez que la Armada Peruana esté a la vanguardia de los estándares internacionales marítimos y

medioambientales. Resaltan Yangaly Rivas Richard y Chafloque Suero Erika en su tesis: La contaminación

marina del mar y plan de gestión de basuras a borde del BAP Guardiamarina San Martin.

La presente investigación da a conocer la contaminación de las aguas costeras de la Bahía de Chancay y

su impacto. Los vertimientos líquidos de la actividad industrial de harina de pescado y los residuos líquidos

urbanos, los cuales llegan al cuerpo receptor, o sea el mar. El análisis de los resultados obtenidos en la presente

investigación demuestra que el impacto de los contaminantes orgánicos en las aguas costeras de la bahía de

Chancay es severo, por el incremento de concentraciones de la demanda bioquímica. (Cabrera C. 2002) Esto

perjudica a los habitantes de la zona, la contaminación de esta bahía se ha generado por la industria de harina de

pescado.
 Más del 70% de la basura marina en el Perú es de origen terrestre. Existe una mala gestión de residuos

sólidos por parte de los gobiernos locales lo que origina el cotidiano arrojo de basura a las orillas de los ríos, de

donde finalmente son transportados hacia el mar. (Alfaro, 2005, pg. 98). La inacción del Estado perjudica y

origina la contaminación marina y el daño a la biodiversidad.

Esto no es más que unos ejemplos claros de entre muchos los cuales enfocan su peso sobre el ya

mencionado conflicto social, la contaminación de los mares y las playas peruanas, que no solo son el punto de

fin e inicio de ríos sino que son conductores y transportadores de residuos flotantes que se notan apenas en el

exterior visible, sin saber la contaminación que se halla de bajo de tal capa que cubre un gran perímetro de

basura, grasas o aceites vertidos, aguas residuales que son conducidas a través de vertederos infiltrados

directamente de fábricas, o en este caso más notable sobre: La Gran Mancha Negra Que Devora un País, como lo

hace llamar el diario EL PAÍS de España.

El Dr. Raúl Loayza-Muro, director del laboratorio de ecotoxicología de la Universidad Peruana

Cayetano Heredia, mencionó: “Estamos viviendo lo más crítico, que se ha quedado en la superficie, lo que está

flotando, es lo que llamamos en ecotoxicología de agudo, lo peor viene después”, en su testimonio al fotógrafo

de Nathional Geographic, Nicolas Villaume.

Hace tiempo que la metáfora más precisa del Perú dejó de ser - como dice cierto dicho popular – “Un

mendigo sentado en banco de oro”. Ya que solo entre los años 2000 y 2019, hubo 474 derrames de petróleo en la

Amazonía peruana: 65% de ellos causados por la corrosión de ductos y fallas operativas de las empresas. En el

lote 192, el lote de petróleo más grande del país, hay más de 2 000 sitios devastados por la actividad petrolera:

32 de esas zonas tienen tanta tierra contaminada con crudo y metales pesados suficiente para llenar 231 estadios

nacionales. Estudios del Ministerio de Salud demuestran que en esas zonas hay familias contaminadas con

metales tóxicos que pueden afectar el sistema nervioso, la capacidad de aprender, causar insuficiencia renal y
cáncer. Pero hasta ahora muy poco o nada se ha hecho para remediar el daño. Y ahora con el caso no muy

reciente del derrame de petróleo por el cual el Perú aún se está volviendo a reponer.

Ya son muchos los años que se habla de esto como un conflicto que abarcar a todo el mundo. La

contaminación marítima no se ha erradicado y se ha convertido en un problema latente. Porque las

consecuencias cada vez son mayores a pesar de ser conscientes de los hechos y de no hacer algo para darle un

alto a este problema.

Según dos recientes estudios para corregir el problema de los residuos plásticos se necesita un cambio

fundamental en nuestro planteamiento sobre la fabricación, el uso y la forma de desechar los plásticos. “La

difícil degradación de este material plante desafíos ecológicos en todo el planeta. Aunque su impacto

medioambiental ha obligado a todos los países a buscar alternativas para aumentar el reciclaje y reducir los

residuos, parece que todavía falta mucho para poder prescindir de él completamente. Estos datos permiten

hacerse una idea del enorme problema que se suponen estos residuos a nivel ambiental”. Fundamentó el

periodista especializado en política internacional y naturaleza, David Miranda.

El fotógrafo Musuk Nolte capturó el trabajo de estos peruanos en los primeros días del que hoy es

considerando “El peor desastre ecológico de la historia del Perú”, un año que, a la luz de las últimas

investigaciones, parece imposible reparar.

Como bien dijimos al inicio de este ensayo, la contaminación marina es un problema que no solo afecta

la vida acuática y terrestre, sino también la economía y la sostenibilidad razonable de un país que es reconocido

mundialmente por su gran biodiversidad terrestre y marina, la cual se vio afectada en muchos casos a lo largo del

tiempo. En conclusión la contaminación de los mares y las playas peruanas será un problema que no tendrá un

cambio a menos que todos juntos nos propongamos hacerlo, como ciudadanos, como país, como nación por un

cambio y una mejor forma de vivir.

LEONARDO DA VINCI

Renzo, IBAÑEZ MERCADO 5 “F”