Dialnet ElDerechoDelDeporteEnIberoamerica
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Coordinador
KAREL LUIS PACHOT ZAMBRANA
Libro indexado en la plataforma jurídica Global vLex.com
v lex
www.vlex.com
Coordinador: Karel Luis Pachot Zambrana
Edición y corrección: Lic. Ramón Caballero Arbelo
Diseño interior y de cubierta: Di. Mario Villalba Gutiérrez
Emplane digital: MSc. Daylín Rodríguez Javiqué
ISBN 978-959-7219-46-0
Redacción y Administración
Calle 21 No. 552, esq. D, Apartado Postal 4161, Plaza, C.P. 10400,
La Habana, Cuba. 30 de junio de 2015.
Teléfonos: (53)7832-9680/7832-7562; Email: [email protected]
Web: www.unjc.co.cu
ÍNDICE
Presentación / VI
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
III
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento
jurídico cubano. Hacia un modelo necesario y deseable
en la actualización del sistema deportivo / 201
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
IV
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal
¿necesidad en la sociedad cubana actual? / 433
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez
MSc. Dayris Zamora Castillo
V
Presentación
VI
Frente a estos peligros nos advirtió el prestigioso y reconocido profesor
español José Bermejo Vera, cuando afirmó que “(…) ningún jurista
celoso de su profesión puede sostener la tesis de que la naturaleza ge-
nuinamente privada del deporte exige la proscripción de las fórmulas
de ordenación y encauzamiento normativo del deporte procedentes de
los legítimos poderes públicos, e incluso la eliminación de influencias
constitucionales inevitables, como la de los principios y los derechos
fundamentales”.1
Precisamente, compartiendo estas y otras preocupaciones relacionadas
con la ordenación jurídica del deporte nos convocamos los autores esta
obra, teniendo como punto de partida la recientemente constituida Red
Iberoamericana de Investigadores en Derecho y Gestión del Deporte
(coordinada desde la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, y reco-
nocida y patrocinada por la Asociación Universitaria Iberoamericana de
Posgrado, AUIP, con sede en Salamanca, España) con el propósito de ex-
poner, de una forma adecuadamente sistemática, los principales desafíos
y tendencias de la ordenación jurídica del deporte en las sociedades ibe-
roamericanas a partir de las experiencias nacionales.
Ello nos permitió reunir una importante muestra de los más serios, ri-
gurosos e importantes estudios doctrinales que en los últimos tiempos
venimos desarrollando todos aquellos que nos permitimos considerar
ya como comprometidos iusdeportivistas. Los estudios los propusimos
ordenar, a su vez, en las diferentes áreas particulares del conocimiento ju-
rídico abordadas, de modo que los lectores pueden encontrar en la obra
un resultado accesible y sugerente para posteriores pesquisas personales
o institucionales. Esperamos que también para acercarse, conocer y com-
prender el Derecho del deporte.
Al final de la obra, en una suerte de adenda, decidimos incluir tres estu-
dios sobre sociología, historia y gestión y administración del deporte, los
que nos permitirán comprender en su alcance multidimensional el fenó-
meno deportivo, necesariamente urgido de ello en el propósito de com-
prender cabalmente su importancia social y jurídica. Confiamos que serán
de interés y disfrute para todos.
1
Bermejo Vera, José, Constitución y deporte, Tecnos, Madrid, 1998, p. 19.
VII
Finalmente, en mi condición de coordinador de la obra, debo expresar el
más sincero agradecimiento a nombre de todos los miembros de la Red a
todos los autores que gentilmente contribuyeron con sus colaboraciones,
miembros o no de la misma, y que han venido apoyando cada uno de los
proyectos que hemos venido proponiendo y concretando y sin cuya deno-
dada y desinteresada participación no fuera posible hoy exhibir resultados
como este. A todos ustedes muchas gracias, confiando que este y otros
resultados académicos que exhibiremos en un futuro inmediato contribu-
yan definitivamente al acervo, conocimiento y aplicación del Derecho del
deporte no sólo en Iberoamérica sino, incluso, en todo el mundo.
VIII
Deporte y Derecho en España
Dr. José Bermejo Vera*
Sumario
I. Introducción
I.1. El deporte en general
I.2. La intervención de los poderes públicos en el deporte
I.3. Los tribunales de justicia y los deportistas profesionales
II. Significado del Derecho (ordenamiento) deportivo
II.1. El Derecho u ordenamiento jurídico-deportivo
II.2. El marco legal del deporte en España
II.3. Referencia a las competencias de las Comunidades Autónomas
y Corporaciones locales sobre el deporte
III. El llamado “modelo” deportivo estatal: corresponsabilidad entre
sector público y privado
III.1. La Administración Pública del deporte
III.2. El régimen del asociacionismo deportivo
III.3. El control del dopaje
III.4. La prevención de la violencia en los espectáculos deportivos
III.5. El régimen de la disciplina deportiva
IV. Régimen del deporte profesional
V. Nota final: esquema normativo
VI. Referencias bibliográficas
1
Deporte y Derecho en España
I. Introducción
2
Dr. José Bermejo Vera
3
Deporte y Derecho en España
4
Dr. José Bermejo Vera
5
Deporte y Derecho en España
6
Dr. José Bermejo Vera
8
Dr. José Bermejo Vera
9
Deporte y Derecho en España
el artículo 149. Por el contrario, el artículo 148.1.19 abre a las CC. AA. la
posibilidad de asumir en sus Estatutos la competencia en la “promoción
del deporte y de la adecuada utilización del ocio”.
En base a esta distribución competencial, todos los Estatutos de auto-
nomía han incluido la materia “deporte”, o bien “promoción del deporte”,
como competencia de las CC. AA.. Esta cuestión pudo constituir un grave
obstáculo para la uniformidad de un modelo normativo único o unifor-
me para el deporte, pues en los Estatutos de Autonomía se han asumido
competencias “exclusivas” en deporte
Poco después de aprobarse la CE, se promulgó la ya citada Ley General de
la Cultura Física y el Deporte, de 1980. Las CC. AA. no reclamaron contra
esta Ley, en defensa de su competencia constitucional, como tampoco lo
hicieron contra la estatal Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte (en
adelante LD). Esta actitud pudo interpretarse como una forma de aceptar
que el Estado ejerciera una competencia o materia de gran importancia,
en cierto modo “olvidada” en el listado de competencias exclusivas del Es-
tado en el artículo 149 de la CE. Sin embargo, la razón es bastante distinta.
El “deporte” no puede ser considerado como un sector, una materia o
un ámbito perfectamente delimitado, ni es fácilmente delimitable. ¿Por
qué? Porque no solamente existen varios tipos de practicar las activida-
des deportivas, porque son bastantes y bien diferentes las modalidades
deportivas, tan distantes entre sí como el fútbol, el boxeo, el ciclismo o la
colombicultura, y porque buena parte de los deportes pueden gestionar-
se o practicarse en diversos niveles territoriales (internacional, nacional,
regional, provincial, municipal, etc.), o con objetivos funcionales y eco-
nómicos distintos (profesionales, semiprofesionales, de aficionados, etc.).
Obviamente, para su regulación, gestión, promoción tutela y control, se
utilizan fórmulas o técnicas jurídicas también diferentes y adecuadas a las
peculiares características de esas formas de gestión y práctica.
Por añadidura, una reiterada jurisprudencia del Tribunal Constitucional
español, al analizar el significado real y la correcta interpretación de la “ex-
clusividad” de las competencias de las CC. AA., viene a señalar que “la deli-
mitación del territorio” en los Estatutos de autonomía es condición básica
para el ejercicio ordinario de sus competencias. Por eso, no es difícil llegar
a la conclusión de la razonabilidad de una Ley del Estado sobre ciertas
facetas del deporte.
En el preámbulo de la vigente LD se afirma que el objeto de la misma no
va más allá del de la ordenación del deporte, aunque “de acuerdo con las
competencias que corresponden a la Administración del Estado”. Por eso,
10
Dr. José Bermejo Vera
11
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Deporte y Derecho en España
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Dr. José Bermejo Vera
23
Deporte y Derecho en España
Obras generales
AGUIRREAZCUÉNAGA, Iñaki, Intervención pública en el deporte, Ed. Civi-
tas, Madrid, 1998.
BERMEJO VERA, José, Constitución y Deporte, Ed. Tecnos, Madrid, 1998.
BERMEJO VERA, José, GAMERO CASADO, Eduardo y PALOMAR OLMEDA,
Alberto, Poderes públicos y deporte, Ed. Junta de Andalucía, Sevilla,
2003.
CAZORLA PRIETO, Luis. M., Las Sociedades Anónimas Deportivas, Ed. de
las Ciencias Sociales, Madrid, 1990.
CAMPS POVILL, Andréu, Las Federaciones Deportivas. Régimen jurídico,
Ed. Civitas, Madrid, 1996.
DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, Derecho penal del deporte, Ed. Bosch,
Barcelona, 2010.
JIMÉNEZ SOTO, Ignacio, El Derecho deportivo en España, 1975-2005, Ed.
Junta de Andalucía, Sevilla, 2005.
24
Dr. José Bermejo Vera
25
La organización pública estatal del deporte
en España
Dr. José Luis Carretero Lestón*
Sumario
I. Consideraciones previas
II. Ámbito estatal
II.1. El Consejo Superior de Deportes
II.2. Otros organismos
III. Fuentes bibliográficas
I. Consideraciones previas
Existen muy pocos trabajos doctrinales sobre la organización del deporte.
No puedo precisar si esa falta de atención, en particular de la doctrina ju-
rídica, obedece a que se trata de un tema poco problemático o con poca
enjundia jurídica, o si se debe a que nos enfrentamos a una cuestión más
propia de expertos en gestión o en organización y métodos, pese a estar
regulada, como veremos más adelante, en textos legales o reglamenta-
rios. En todo caso, las estructuras organizativas no parecen ser un aspec-
to o elemento relevante a efectos de realizar un análisis de la legislación
deportiva.
26
Dr. José Luis Carretero Lestón
1
Vid. Carretero Lestón, José Luis, “La organización administrativa del deporte en Es-
paña”, en Colectivo de autores, Manual de la organización institucional del deporte,
Paidotribo, Barcelona, 1999, p. 139.
2
Vid. el Real Decreto 1823/2011, de 21 de diciembre.
27
La organización pública estatal del deporte en España
3
Vid. el Real Decreto 758/1996, de 5 de mayo.
4
Vid. el Real Decreto 557/2000, de 27 de abril.
5
Vid. el Real Decreto 553/2004, de 17 de abril.
6
Vid. el Real Decreto 432/2008, de 12 de abril.
7
Vid. el Real Decreto 542/2009, de 7 de abril.
28
Dr. José Luis Carretero Lestón
8
Sobre los orígenes del Consejo Superior de Deportes véanse, entre otros, Calonge
Velázquez, Antonio, “La organización pública del deporte”, en Espartero Casado,
Julián (Coordinador), Introducción al Derecho del deporte, Dykinson, Madrid, 2009, p.
88; de la Plata Caballero, Nicolás, “Organización deportiva del sector público”, en
Gamero Casado, Eduardo (Coordinador), Fundamentos de Derecho deportivo, Tecnos,
Madrid, 2012, p. 89-91; y Terol Gómez, Ramón, “Administración pública y deporte”,
en Palomar Olmeda, Alberto (Director), Derecho del deporte, Aranzadi, Cizur Menor,
2013, p. 69-70.
9
Vid. el artículo 7.2 de la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte (en adelante LD).
10
Sobre la naturaleza, funciones y estructura del Consejo Superior de Deportes con
anterioridad a la legislación vigente, vid., entre otros, Carretero Lestón, op. cit.,
p. 141-144; Calonge Velázquez, op. cit., p. 91; de la Plata Caballero, op. cit.,
p. 92 y Terol Gómez, op. cit., p. 106-110.
29
La organización pública estatal del deporte en España
30
Dr. José Luis Carretero Lestón
11
Vid. el artículo 8 de la LD.
12
Vid. el artículo 10.1 de la LD.
31
La organización pública estatal del deporte en España
13
Vid. el artículo10.2 de la LD y el artículo 6.6 del Real Decreto 460/2015.
14
Ha desaparecido la Dirección General de Infraestructuras Deportivas.
32
Dr. José Luis Carretero Lestón
15
Vid. el artículo 86 de la LD.
16
Vid. el artículo 2 del Real Decreto 630/1993, de 4 de mayo, sobre composición y funciones
de la Asamblea General del Deporte.
33
La organización pública estatal del deporte en España
17
Sobre los órganos adscritos al Consejo Superior de Deportes con anterioridad a la
legislación vigente vid., entre otros, Carretero Lestón, op. cit., p. 145-148; y Calonge
Velázquez, op. cit., p. 102-104.
18
Una visión crítica del TAD puede verse en Palomar Olmeda, Alberto, “El Tribunal
Administrativo del Deporte”, en Millán Garrido, Antonio (Coordinador), Cuestiones
actuales de Derecho del deporte, Reus, Madrid, 2015, p. 75 y ss.
34
Dr. José Luis Carretero Lestón
19
Vid. el artículo 20.3 de la Ley 19/2007 y el artículo 3 del Real Decreto 748/2008, de 9 de
mayo, por el que se regula la Comisión (en adelante Real Decreto 748/2008).
35
La organización pública estatal del deporte en España
20
Vid. el artículo 7.2 del Real Decreto 748/2008.
21
Vid. el artículo 7.2 del Real Decreto 971/2007, de 13 de julio, sobre deportistas de alto
nivel y alto rendimiento (en adelante Real Decreto 971/2007).
36
Dr. José Luis Carretero Lestón
22
Vid. el artículo 7.6 del Real Decreto 971/2007.
23
Vid. el artículo 8 del Real Decreto 971/2007.
24
Vid. el artículo 2 de la Orden ECD 273/2004, de 3 de febrero, por la que se regula el
Comité Español de Deporte Universitario (en adelante Orden ECD 273/2004).
37
La organización pública estatal del deporte en España
25
Vid. el artículo 5 de la Orden ECD 273/2004.
26
Vid. el artículo 1.2 del Real Decreto 991/1998, de 22 de mayo, por el que se crea el Conse-
jo para las Emisiones y Retransmisiones Deportivas (en adelante Real Decreto 991/1998).
27
Vid. el artículo 4 del Real Decreto 991/1998.
38
Dr. José Luis Carretero Lestón
28
Vid. el artículo 10 del Real Decreto 461/2015.
39
La organización pública estatal del deporte en España
29
Vid. el artículo 3.1 del Real Decreto 950/2015.
30
Vid. el artículo 17.1 del Real Decreto 950/2015.
40
Dr. José Luis Carretero Lestón
Obras generales
41
La organización pública estatal del deporte en España
42
La Constitución, el deporte y los servicios
públicos en Cuba*
MSc. Yomisel Galindo Rodríguez**
Sumario
I. Introducción
II. El régimen de la actividad deportiva como servicio público en la
Constitución socialista de la República de Cuba de 1976
III. A modo de conclusiones
IV. Referencias bibliográficas
I. Introducción
La Administración Pública en su amplio marco constituye uno de los
modos mediante el cual se hace efectiva la intervención estatal en la so-
ciedad; siendo delimitada, estructurada y regulada por el Derecho y es-
tableciendo y normando las relaciones que se crean entre ésta y los admi-
nistrados. La actividad administrativa en cualquiera de sus formas, resulta
ser una de las principales tareas acometidas por la Administración. A par-
tir de aquí se forjan una serie de relaciones jurídicas que en un momento
43
La Constitución, el deporte y los servicios públicos en Cuba
1
Valls Hernández, Sergio A., “La noción del servicio público en el Estado Social de
Derecho”, en Colectivo de Autores, Actualidad de los servicios públicos en Iberoamé-
rica, 1ª edición., Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2008, p. 383 y ss.
Véase además Serra Rojas, Andrés, Derecho administrativo, Primer Curso, 19ª edición,
Porrúa, México, 1998, pp. 108 y 109. En este sentido sostiene al referirse a los servicios
públicos que estos “(…) son servicios de los cuales no puede prescindir una sociedad,
como la justicia, la defensa nacional, los transporte, la actividad educativa y económica
del Estado, el crédito público y otras (…)”.
2
Ariño Ortiz, Gaspar, Dictámenes sobre la improcedencia de paralizar la prestación de un
servicio público por parte del poder judicial, Madrid, 2004, p. 6.
3
La Constitución resulta un fenómeno complejo que puede ser vista desde varios án-
gulos. Vid. Prieto Valdés, Martha, “Reflexiones en torno al carácter normativo de la
Constitución” en Prieto Valdés, Martha y Pérez Hernández, Lissette (Coordina-
doras), Temas de Derecho Constitucional cubano, Editorial Félix Varela, La Habana, 2000,
44
MSc. Yomisel Galindo Rodríguez
45
La Constitución, el deporte y los servicios públicos en Cuba
6
La doctrina ha reconocido determinadas funciones que son realizadas por los Estados:
la función ejecutiva, puramente administrativa o gubernamental, que debe distinguir-
se, según esa posición, de la función legislativa y de la función judicial, encaminada esta
última a administrar justicia. Fernández Bulté, Julio, Teoría general del Estado, Félix
Varela, La Habana, 2004, pp. 45 y ss.
46
MSc. Yomisel Galindo Rodríguez
7
Burgut Rodríguez, René, Ley de la Inversión Extranjera en Cuba. Texto de la Ley, Comen-
tarios, Consultoría Jurídica Internacional, Sangova, S.A., Madrid, p. 12; y Lanza López,
María Teresa, “La concesión administrativa de servicio público”, en Matilla Correa,
Andry (Coordinador), Temas de Derecho Administrativo cubano”, Tomo II, Editorial Félix
Varela, La Habana, 2004, p. 158.
8
Matilla Correa, Andry, Introducción al régimen jurídico de las concesiones administra-
tivas en Cuba, Editorial Universitaria, La Habana, 2009, nota 28, p. 68. El autor agrega que
esta aparición de la concesión administrativa es el resultado de la reforma constitucio-
nal de 1992.
9
Lanza López, op. cit., p. 394.
47
La Constitución, el deporte y los servicios públicos en Cuba
10
Vid. Constitución de la República de Cuba de 24 de febrero de 1976, reformada en
1978, 1992 y 2002, en su artículo 15. Inciso b): “Son de propiedad estatal socialista
de todo el pueblo: los centrales azucareros, las fábricas, los medios fundamentales
de transporte, y cuantas empresas, bancos e instalaciones han sido nacionalizados
y expropiados a los imperialistas, latifundistas y burgueses, así como las fábricas,
empresas e instalaciones económicas y centros científicos, sociales, culturales y
deportivos construidos, fomentados o adquiridos por el Estado y los que en el futuro
construya, fomente o adquiera”.
48
MSc. Yomisel Galindo Rodríguez
11
Vid. Constitución de la República de Cuba de 24 de febrero de 1976, reformada en 1978,
1992 y 2002, en su artículo 103 tercer párrafo, donde se regula “(…) Las Administra-
ciones Locales que estas Asambleas constituyen, dirigen las entidades económicas,
de producción y de servicios de subordinación local, con el propósito de satisfacer
las necesidades económicas, de salud y otras de carácter asistencial, educacionales,
culturales, deportivas y recreativas de la colectividad del territorio a que se extiende la
jurisdicción de cada una”. El artículo 104, segundo párrafo, referido a los Consejos Popu-
lares agrega “(…) Trabajan activamente por la eficiencia en el desarrollo de las activida-
des de producción y de servicios y por la satisfacción de las necesidades asistenciales,
económicas, educacionales, culturales y sociales de la población, promoviendo la ma-
yor participación de ésta y las iniciativas locales para la solución de sus problemas”.
49
La Constitución, el deporte y los servicios públicos en Cuba
12
Lares Martínez, Eloy, Manual de Derecho Administrativo, 10ª edición, Universidad
Central de Venezuela, Caracas, 1996, p. 240. Vid. Islas Colin, Alfredo, en Colectivo
de Autores, Actualidad de los servicios públicos en Iberoamérica, op. cit., p. 289. El cita-
do autor refiriéndose al principio de igualdad expresa “(…) consiste en que los usuarios
que se encentran en condiciones similares se la debe aplicar la prestación del servicio
público en similares condiciones de tratamiento (…)”.
50
MSc. Yomisel Galindo Rodríguez
13
Giannini, M.S., Dritto amministrativo, I, Milán, 1970, p. 82. Vid. además Ferrajoli, Lui-
gi, Diritto e ragione. Teoria del garantismo penale, Trad. al castellano, Trotta, Madrid, 1995;
Tornos y Más, Joaquín, “El principio de legalidad en la doctrina jurídica española”,
en Diritto Pubblico, No. 1, 1995, pp. 88 y 89; García De Enterría, Eduardo, “Principio
de legalidad, Estado material de derecho y facultades interpretativas y constructivas
de la jurisprudencia en la Constitución”, en Revista Española de Derecho Constitucional,
Año 4, No. 10, Enero-abril 1984, p. 11 y ss.; e Igartua Salaverría, Juan, “Principio de
legalidad, conceptos indeterminados y discrecionalidad administrativa”, en Revista de
Administración Pública, No. 92 de 1996, p. 536 y ss.
14
Fernández Bulté, op. cit., p. 492.
51
La Constitución, el deporte y los servicios públicos en Cuba
que prefija ese proceder para los órganos del Estado; y el restringido
que destaca tal deber para la Administración Pública en especial”.15
De tal suerte en la normativa constitucional cubana se establece otro de
los principios relevantes a tener en cuenta en los servicios públicos. La
obligatoriedad de prestación como uno de los principales sustentadores
de la actividad. A partir de aquí no hay opción de prestar o no el servicio,
sino la obligación de hacerlo. Por tanto, una vez que esa actividad, por
razones de interés social, se erige como un servicio público, ya que por
su trascendencia para el colectivo, el Estado la asume para sí, no puede el
sujeto encargado – bien sea la propia Administración o un particular me-
diante concesión – excusarse injustificadamente del cabal cumplimiento
de la tarea asignada.16
En el caso de la Constitución cubana esta obligatoriedad surge a partir
del reconocimiento en el artículo 52 el derecho a la educación física, al
deporte y a la recreación de todos los ciudadanos cubanos, así como la
garantía estatal de facilitar, a partir de la puesta de los medios a disposi-
ción del pueblos, la práctica deportiva y recreativa al establecer:
“(…) El disfrute de este derecho está garantizado por la inclusión
de la enseñanza y práctica de la educación física y el deporte en
los planes de estudio del sistema nacional de educación; y por la
amplitud de la instrucción y los medios puestos a disposición del
pueblo, que facilitan la práctica masiva del deporte y la recreación.”
15
Matilla Correa, Andry, “Notas sobre la ley y el principio de legalidad en el ordena-
miento jurídico cubano”, en Colectivo de Autores, Memorias del VI Foro Iberoameri-
cano de Derecho Administrativo. VIII Jornadas de Derecho Constitucional y Administrativo,
Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2007, p. 411 y ss. Cit pos. García Ruíz,
Joarlen, en El silencio administrativo en los procedimientos tributarios en Cuba, Tesis pre-
sentada en opción al Título Académico de Máster en Derecho Constitucional y Admi-
nistrativo, Universidad de La Habana, La Habana, 2011.
16
Ibídem, p. 8. Véase además en criterio Rodríguez-Arana Muñoz, Jaime, en el de-
recho comunitario, todos los servicios que las autoridades nacionales consideren de
interés general tienen obligaciones de servicio público, sean o no de contenido eco-
nómico; en Colectivo de Autores, Actualidad de los…, op. cit., p. 604; Islas Colin,
(op. cit., p. 289), “(…) los servicios están implementados en beneficio del interés gene-
ral…no obstante, se admite que los servicios públicos, los más esenciales, que tienen el
carácter de obligatorios, y deben proporcionarse gratuitamente”.
52
MSc. Yomisel Galindo Rodríguez
53
La Constitución, el deporte y los servicios públicos en Cuba
Publicaciones periódicas
García De Enterría, Eduardo, “Principio de legalidad, Estado material
de derecho y facultades interpretativas y constructivas de la juris-
prudencia en la Constitución”, en Revista Española de Derecho Cons-
titucional, Año 4, No. 10, enero-abril, 1984, Madrid.
54
MSc. Yomisel Galindo Rodríguez
55
El deportista como sujeto de la relación
jurídica administrativa. Posición en el
Derecho cubano
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez*
Lic. Yayma Henriquez Rivero**
Sumario
I. A modo de introducción
II. La relación jurídica en el deporte
II.1. Del otro lado de la Administración Pública: el deportista
III. El deportista y la Administración Pública en el ordenamiento
jurídico-deportivo cubano
IV. A modo de conclusión
V. Referencias bibliográficas
I. A modo de introducción
La argumentación de la relación de la Administración Pública y el deporte
pasa por el examen de algunos elementos claves para la comprensión de
esa actividad como realidad jurídica. Constituyen puntos salientes: el con-
junto normativo, las instituciones y definiciones, principios y, sobre todo,
56
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez y Lic. Yayma Henriquez Rivero
1
A los efectos del presente estudio se utiliza este término para designar a la persona
colocada en la relación jurídica administrativa en el lado opuesto de la Administración.
2
También denominado atleta, jugador o practicante de manera indistinta. Sin embargo
la existencia del atletismo como disciplina deportiva, ha traído como consecuencia que
a quienes la practican se les denomina atletas, determinándose la tendencia dominante
de considerar como deportista al practicante de cualquier disciplina con fines competi-
tivos. Para Agirreazkuenaga Zigorraga “(…) tendrá la consideración de deportista
toda persona que practique alguna modalidad, disciplina o especialidad deportiva, cual-
quiera que sea su sexo, edad, capacidad o condición social, de tal modo que contribuya
a su bienestar personal, salud, formación o esparcimiento, aun cuando no esté fede-
57
El deportista como sujeto de la relación jurídica administrativa. Posición en el ...
58
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez y Lic. Yayma Henriquez Rivero
4
Garcini Guerra, Héctor, Derecho Administrativo, 2ª edición, Editorial Pueblo y Educa-
ción, La Habana, 1986, p. 107.
5
Se ha argumentado históricamente que el término “administrado tiene una concep-
ción poco feliz para los fines del Derecho Administrativo, pues, como participio pasivo
del verbo “administrar”, parece asumir una posición simplemente pasiva de un sujeto,
que vendría a sufrir o soportar la acción de administrar que otro sujeto eminente y acti-
vo ejerce sobre él: la Administración Pública. Esta concepción, a pesar de haber tenido
sustento en los “Antiques Regimenes” europeos ha perdido validez debido a la creciente
titularidad de situaciones activas a favor del ciudadano y de los individuos en general
ante la Administración Pública, hecho condicionante de una igualdad formal entre am-
bos sujetos generador de derechos y obligaciones recíprocos y garantías para el admi-
59
El deportista como sujeto de la relación jurídica administrativa. Posición en el ...
60
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez y Lic. Yayma Henriquez Rivero
9
Garcini Guerra, op. cit., p. 107.
10
Matilla Correa, Andry (Coordinador), Temas de Derecho Administrativo cubano, Edi-
torial Félix Varela, La Habana, 2004.
61
El deportista como sujeto de la relación jurídica administrativa. Posición en el ...
11
García De Enterría y Fernández Rodríguez, op. cit., p. 26.
12
“(…) la sujeción, supone sólo la eventualidad de soportar los efectos de una potestad
de otro sobre el propio ámbito jurídico”. Ibídem, p. 30. De este modo el concepto debe
entenderse no en el sentido de subordinación o sometimiento, sino en el sentido de la
eventualidad de soportar las consecuencias, que pueden ser normalmente desventa-
josas, aunque puedan también no serlo del ejercicio de la potestad.
13
“La distinción entre deber y obligación discurre, en efecto, por un camino paralelo a
la de potestad y derecho subjetivo. Deberes y obligaciones son dos especies de un
género común, los deberes en sentido amplio, en cuanto comportamientos, positivos
o negativos, que se imponen a un sujeto en consideración a intereses que no son los
suyos propios, sino los de otro sujeto distinto o los generales de la colectividad”. (…)
“En unos casos, en efecto, estos deberes operan en direcciones genéricas, de forma que
los grabados por ellos no tienen frente a sí un sujeto determinado que sea titular de
un derecho subjetivo propiamente tal a exigir de ellos el comportamiento que el deber
consiste, sino, todo lo más, un poder destinado a actuar como garantía del efectivo
cumplimiento del deber. En estos supuestos se habla de deberes en sentido estricto,
que al igual que las potestades tienen su origen directamente en la norma y no en
ninguna relación o negocio jurídico concreto”. Ibídem, p. 31.
“(…) En cambio, la situación de deber se produce en el seno de una relación dada en
estricta correlación con un derecho subjetivo de otro sujeto que es parte de dicha re-
lación y que, en consecuencia, tiene el poder de exigir del sujeto grabado, so pena de
responsabilidad, el efectivo cumplimiento del comportamiento previsto, en la medida
en que ese comportamiento viene impuesto en el marco de la relación considerada en
atención, precisamente, a los específicos intereses del titular del derecho. Para este tipo
de deberes específicos se reserva la denominación de obligaciones.
Entre el deber en sentido estricto y la obligación suele mediar, por lo tanto, un proceso
de concreción semejante al que, (…) se produce entre la potestad y el derecho subje-
tivo, proceso que en este caso se resuelve en actos administrativos de acertamento o
fijación, que en atención a las circunstancias concurrentes en cada caso, precisan en
relación a un sujeto determinado el deber genérico impuesto en la norma y el alcance
concreto del comportamiento exigible al sujeto grabado”. Ibídem, pp. 31 y 32.
62
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez y Lic. Yayma Henriquez Rivero
14
Ibídem, p. 29.
15
Ibídem, p. 24.
16
Cosculluela Montaner, op. cit., p. 463.
63
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17
García de Enterría y Fernández Rodríguez, op. cit., p. 28.
64
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez y Lic. Yayma Henriquez Rivero
18
Ibídem, p.18.
19
Ibídem, p.18.
20
Mayer, cit. pos ibídem, p. 19.
21
Ibídem, p. 19.
65
El deportista como sujeto de la relación jurídica administrativa. Posición en el ...
22
Ibídem, pp. 19 y 20.
23
Vid. Real Ferrer, Gabriel, Derecho Público del Deporte, Editorial Civitas-Secretaría de
Publicaciones de la Universidad de Alicante, Madrid, 1991, pp. 168 y 169.
24
Ibídem, p. 169.
66
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez y Lic. Yayma Henriquez Rivero
25
Garcini Guerra, op. cit., pp. 107 y 108.
67
El deportista como sujeto de la relación jurídica administrativa. Posición en el ...
68
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez y Lic. Yayma Henriquez Rivero
26
Se trata del principio denominado par conditio, definido por Real Ferrer como
“(…) la regla general que preside las actuaciones de los deportistas, si bien en
busca del récord, bien en busca de la victoria; y supone el establecimiento
de un cierto equilibrio entre las condiciones naturales o artificiales de los
contendientes, una pareja situación de partida que haga meritorio el éxito
deportivo” (Real Ferrer, op. cit., p. 152).
69
El deportista como sujeto de la relación jurídica administrativa. Posición en el ...
27
Las pruebas para determinar el sexo de las deportistas no se inauguran con el caso de
la sudafricana. Desde 1967 hasta 1999 se estableció como práctica que en los Juegos
Olímpicos se realizara un control de sexo a todas las competidoras. Los hombres no
deben someterse a este tipo de controles debido a un planteamiento de base sexista:
ninguna mujer estaría interesada en competir entre los varones, pues quedaría en des-
ventaja biológica. Debido a la ambigüedad de estos exámenes, en 1999 se decidió su-
primir el test. Sin embargo tal es el caso de Stella Walsh, la primera mujer en bajar de los
12 segundos en los 100 metros planos y ganadora de la medalla de oro en los Juegos
Olímpicos de Los Ángeles 1932, a quien descubrieron genitales masculinos en 1980.
También la polaca Ewa Klolukowska, plusmarquista mundial de los 100 metros en
1965, fue obligada a retirarse en 1967 al encontrarse una anomalía en el test de sexo.
Para la india Santhi Soundarajar, desposeída de su medalla de los 800 metros de
los Juegos Asiáticos de 2006 al comprobarse su hermafroditismo, la primera reacción
fue el suicidio. El hallazgo en 1986 de un cromosoma y en su ADN dio al traste con la
carrera de María José Martínez Patiño, plusmarquista española de 60 metros con
valla. A la inversa se transformó el ciclista escocés Robert Millar, quien pese a ser el rey
de la montaña del Tour de Francia de 1984, en 2003 cambió de sexo y hoy vive como
Philippa York. Vid. Hernández Hormilla, Helen, “Fuera de la ley… de género”, en
Revista Mujeres, No. 4, 2009, pp. 82-85.
70
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez y Lic. Yayma Henriquez Rivero
28
Real Ferrer, op. cit., p. 152.
71
El deportista como sujeto de la relación jurídica administrativa. Posición en el ...
29
El comúnmente conocido por fair play o Juego Limpio, está muy liado con lo “ético
moral deportivo”. Este delicado principio tiene innumerables manifestaciones, y reviste
toda la actividad normativa deportiva. “El deporte se basa, idealmente, en el respeto al
contrario, lo que se traduce en reglas de cortesía firmemente asentadas en la conducta
deportiva (…)” (Real Ferrer, op. cit., p. 155).
Redunda a favor de la voluntad política y administrativa de cumplimiento de ese prin-
cipio, la previsión como infracciones, en las normas cubanas de algunas conductas, por
ejemplo: cometer cualquier hecho o incurrir en conductas manifiestamente antidepor-
tivas, que laceren la integridad moral o física de otros atletas, entrenadores, árbitros,
directivos, personal de apoyo o público asistente.
Incluso, y obviamente, el principio de fair play queda proclamado en los estatutos de
las asociaciones deportivas nacionales. Así, en el art. 35 de los Estatutos de la Federa-
ción Cubana de Natación y en el art. 44 de los Estatutos del Comité Olímpico Cubano.
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75
El deportista como sujeto de la relación jurídica administrativa. Posición en el ...
30
Vid. González Grimaldo, Mariano- Carmelo, El ordenamiento jurídico del deporte.
Editorial Civitas en Revista de Occidente, Madrid, 1974, p. 163.
76
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez y Lic. Yayma Henriquez Rivero
31
En estos tres supuestos, atendiendo a ésta clasificación, se encuentra contenida la clara
aplicación del mecanismo técnico del derecho subjetivo en su sentido más tradicional
e indiscutible, tratándose de situaciones de intereses eminentemente privados, en ser-
77
El deportista como sujeto de la relación jurídica administrativa. Posición en el ...
vicio de los cuales el ordenamiento confiere un poder a favor de su titular, con el cual
puede imponer a la Administración una conducta (una prestación o una abstención, un
deber). Al respecto, vid, García de Enterría y Fernández Rodríguez, op. cit., p. 35.
32
Vid. ibídem, p. 53.
33
En cuanto a ésta clasificación véase ibídem, p. 53.
34
La caracterización de la realidad deportiva cubana conduce a la existencia de una re-
gulación jurídica calificada como de escasa intensidad, si bien encabezada por el reco-
nocimiento del derecho al deporte, en el artículo 52 de la Constitución de la República,
adolece de una norma general de ordenación, a diferencia de lo acontecido en el Dere-
cho comparado.
78
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez y Lic. Yayma Henriquez Rivero
V. Referencias bibliográficas
Obras generales
Agirreazkuenaga Zigorraga, Iñaki, Intervención pública en el depor-
te, Editorial Civitas, España, 1998.
Aguilera Fernández, Antonio, Estado y deporte. Legislación, organiza-
ción y administración del deporte, Editorial Comares, Granada, 1992.
Bermejo Vera, José, Constitución y deporte, Editorial Tecnos, Madrid,
1998.
79
El deportista como sujeto de la relación jurídica administrativa. Posición en el ...
80
Dra. Nilda Haydeé Rizo Pérez y Lic. Yayma Henriquez Rivero
Publicaciones periódicas
Agirreazkuenaga Zigorraga, Iñaki, “Claves para la comprensión del
ordenamiento jurídico del deporte”, en Revista Española de Derecho
Constitucional, No. 57, 1999, Madrid.
Bassols Coma, Martín, “La Administración deportiva: evolución y po-
sible configuración”, en Revista de Administración Pública, No. 85,
enero-abril 1978, Madrid.
Carretero Lestón, José Luis, “La disciplina deportiva: concepto, con-
tenido y límites”, en Revista Española de Derecho Deportivo, No. 3,
1994, Madrid.
Gamero Casado, Eduardo, “Constitución y ordenamiento deportivo”, en
Revista de Estudios de Derecho Administrativo, No. 63, 1989, Madrid.
Hernández Hormilla, Helen, “Fuera de la ley… de género”, en Revista
Mujeres, No. 4, 2009, La Habana.
López Menudo, Francisco, “Los principios generales del procedimiento
administrativo”, en Revista de Administración Pública, No. 129, sep-
tiembre-diciembre, 1992, Madrid.
81
El deportista como sujeto de la relación jurídica administrativa. Posición en el ...
82
La responsabilidad jurídica civil
de las entidades organizadoras de eventos
deportivos. Tendencias en Iberoamérica
y sus retos en Cuba
Dr. Rolando Pavó Acosta*
Sumario
I. Presentación del tema
II. La responsabilidad jurídica civil en el ámbito de la práctica deportiva.
Fundamento y peculiaridades
III. Responsabilidad civil de los organizadores de eventos deportivos
IV. Responsabilidad civil de los propietarios de instalaciones deportivas
V. Responsabilidad colateral de las entidades deportivas en los casos
de violencia cometida por espectadores
VI. Responsabilidad civil de las administraciones públicas
VII. El estado de la cuestión en Cuba y sus desafíos
VIII. Conclusiones
IX. Referencias bibliográficas
83
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
84
Dr. Rolando Pavó Acosta
1
Vid. Verdera Server, Rafael, “Una aproximación a los riesgos del deporte”, en InDret,
No. 1, enero de 2003, Barcelona, p. 5, disponible en: http://www.indret.com (consultado
el 12/9/2010, a las 15.00).
85
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
2
Traducción del Autor (TA): “Un régimen específico de derechos obligaciones y responsa-
bilidades, dejando de lado varias concepciones tradicionales contenidas en el vigente
Código Civil”. Vid. Neves Miranda, Martinho, “A responsabilidade civil nos espectácu-
los desportivos: teoria e prática no direito comparado e no direito brasileiro”, en Flores
Fernández, Zitlally (Coordinadora), El Derecho deportivo desde una perspectiva compa-
rada, Flores S.A de C.V., México D.F., 2015, p. 147.
86
Dr. Rolando Pavó Acosta
3
Vid. Mosset Iturraspe, Jorge, Estudios sobre responsabilidad por daños, Tomo IV,
Rubinzal y Culzoni, Santa Fe, Argentina, 1979, pp. 246-248.
4
Diez Picazo y Ponce de León, Luis, Derecho de daños, Civitas, Madrid, 1999, p. 367.
87
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
De manera que en los litigios sobre responsabilidad civil por daños cau-
sados a los deportistas y a terceras personas, como tendencia en las de-
mandas se acude, a diferentes argumentos como: la asunción de riesgo
por el deportista como premisa que exonera al causante del daño, o que
existe concurrencia de culpa de la propia víctima, y otros que vale la pena
examinar en detalle un poco más adelante.
Resulta oportuno advertir que como tendencias tanto en la doctrina,
como en la legislación acerca de la responsabilidad civil – en la común y
en la especial – se aprecia una visión cada vez más amplia y flexible del
contenido de la responsabilidad jurídica civil en aras de mayores niveles
de realización del principio de la restitutio in integrum. Lo que al decir de
Mosset Iturraspe significa que la responsabilidad puede comprender
a todas las consecuencias dañosas del obrar del agente, sin límite ni res-
tricción alguna, por mas remotas o alejadas que ellas sean, bastando la
demostración de algún vínculo o relación de causalidad5; siempre, claro
está, con la salvedad apuntada de examinar la prueba con el suficiente
rigor para no indemnizar las meras expectativas y para no acceder a de-
mandas desproporcionadas e infundadas.
5
Vid. Mosset Iturraspe, Jorge, “La relación de causalidad en la responsabilidad”, en
Revista Latinoamericana de Derecho, Año 1, No. 1, enero-julio de 2004, Universidad Ibe-
roamericana, México, DF, p. 358.
88
Dr. Rolando Pavó Acosta
6
TA: “entidad de práctica que detenta el mando del juego”.
7
“El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia está
obligado a reparar el daño causado”.
89
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
8
Vid. Solé Feliu, Josep, “Daños sufridos en la práctica de un deporte. Responsabilidad
civil del organizador de la Vuelta Ciclista a España en la caída de un ciclista profesio-
nal mientras participaba en la prueba. Comentario a la Sentencia de 31 de mayo de
2006”, en Cuadernos Civitas de Jurisprudencia Civil, disponible en: http://www.aranzadi.
es (consultado el 12/9/2010, a las 15.30).
9
Vid. Verdera Server, Rafael, op. cit., p. 7.
10
Ibídem, p. 8.
90
Dr. Rolando Pavó Acosta
91
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
11
Vid. Reglamento General del Deporte Ciclista y Guide de Sécurité à l’usage des
organisateurs d’épreuves sur route, disponibles en: http://www.rfec.com/normativa/
(consultado el 12/9/2010, a las 14.00).
12
Reglamento Deportivo de la Federación Mexicana de Voleibol, con las modificaciones
acordadas en la Asamblea Extraordinaria del 23 y 24 de Noviembre de 1996.
92
Dr. Rolando Pavó Acosta
13
Fallo: Mosca, Hugo Arnaldo contra Provincia de Buenos Aires (Policía Bonaerense) y
otros sobre daños y perjuicios, 6 de marzo de 2007.
93
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
14
Ibídem.
15
Fallo: Zacarías, Claudio H. contra el Club Instituto Atlético Central Córdoba y contra la
Asociación del Fútbol Argentino sobre daños y perjuicios, abril de 1998.
94
Dr. Rolando Pavó Acosta
95
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
16
Ibídem, p. 9.
17
Vid. Solé Feliu, op. cit.
18
Ibídem.
96
Dr. Rolando Pavó Acosta
Resulta interesante este caso juzgado por la justicia brasileña: en los mo-
mentos en que varias parejas de atletas realizaban entrenamiento libre
en el local destinado a la práctica de judo, uno de ellos Rui Nuno Nunes
Fernández al tratar de aplicar una proyección a su compañero Gabriel
Pinto Cardozo, se desequilibró cayendo al piso, justo en el instante en que
el profesor demostraba al atleta Joao Luis Brandt, como se hacía un ejer-
cicio y al tratar de proyectarlo fue desequilibrado, cayendo justamente
sobre el atleta Nunes Fernández que se encontraba ya en el suelo, pro-
vocándole traumatismo medular cervical con luxación de dos vértebras y
en consecuencia un cuadro clínico inmediato de cuadriplejia. El accidente
dejó a la víctima absolutamente incapacitada, viviendo el drama de un
traumatismo para el resto de su vida, preso de los cuidados espaciales
perdiendo el sentido de la vida profesional y de la misma vida interior. La
indemnización solicitada incluyó: pensión equivalente a un salario míni-
mo mensual, reembolso de los gastos por cuidados médicos, acompaña-
miento médico, fisioterapéutico y psicológico, otra cuantía para cubrir el
valor de una silla de ruedas, otra silla higiénica y una cama hospitalaria, el
servicio de enfermera acompañante, más una indemnización por daños
morales de mil quinientos salarios mínimos.
La cuestión puesta a debate se centró en saber si la Asociación Atlética
Banco de Brasil (AABBR) debía responder por los perjuicios morales y ma-
teriales derivados de los hechos narrados en razón de la responsabilidad
objetiva del proveedor de servicios o si debía eximirse en razón del caso
fortuito o de fuerza mayor.
Los demandados basaron su defensa, en que se trataba de un caso for-
tuito o en todo caso, de un hecho que aunque previsible era inevitable,
y también en la teoría de la asunción del riesgo por la víctima. El juez de
primera instancia juzgó según la responsabilidad extracontractual o aqui-
liana; encontró improcedente el pedido y absolvió a la parte demandada
considerando que se trató de un lamentable caso fortuito. Esta decisión
fue apelada por los demandantes siendo luego acogida con lugar en par-
te por la Sala Tercera de lo Civil del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro,
que en su Sentencia del 14 de junio de 2004 apreció que al contrario a lo
sostenido por el tribunal de primera instancia la norma aplicable al caso
es el artículo 14, apartado 3ro. del Código de Defensa del Consumidor
que establece la responsabilidad objetiva del proveedor del servicio y
ubica el caso en los ámbitos de la responsabilidad contractual.
Se debe coincidir forzosamente conque conforme a los hechos procedió
correctamente el Tribunal de Apelaciones al extraer la cuestión medular
del debate del ámbito de la responsabilidad civil tradicional, no aceptando
la teoría de la asunción del riesgo por la víctima y ubicando el asunto en
97
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
19
Vid. Mosset Iturraspe, Estudios sobre responsabilidad civil por daños, op. cit., p. 27.
20
TA: “En lo que concierne a las obligaciones del organizador pueden enunciarse las si-
guientes: exhibir un espectáculo, garantizar la calidad del servicio prestado y garantizar
la seguridad de todos los aficionados”. Vid. Neves Miranda, op. cit., p. 155.
98
Dr. Rolando Pavó Acosta
21
Vid. “Jurisprudencia”, en Revista Brasileira de Direito Desportivo, No. 8, julio- diciembre de
2005, pp. 96-118.
99
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
22
Vid. Torregrosa Meseguer, Aníbal J., “Responsabilidad civil en el ámbito deporti-
vo. Primera Parte”, (Ponencia presentada en el Curso sobre Responsabilidad Civil en el
ámbito de la Educación Física, Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física y en
Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Región de Murcia, España, noviembre
de 2000), en Revista Digital, Año 7, No. 40, septiembre de 2001, Buenos Aires, disponible
en: http://www.efdeportes.com/ (consultado el 12/9/2010, a las 15.00).
100
Dr. Rolando Pavó Acosta
23
Vid. Verdera Server, op. cit., p. 6.
101
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
24
Vid. Torregosa Meseguer, op. cit., pp. 15 y 16.
102
Dr. Rolando Pavó Acosta
25
Vid. Verdera Server, op. cit., p. 8.
103
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
26
Vid. Landaberea Unzueta, Juan Antonio, “Algunas sentencias sobre
responsabilidad civil en el ejercicio de profesiones del deporte”, en VII Jornadas
Nacionales de Derecho Deportivo, La Coruña, 13 y 14 de abril de 2007.
104
Dr. Rolando Pavó Acosta
27
Vid. Verdera Server, op. cit., p. 5.
105
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
Pero es que además el Código Civil cubano (en adelante CC) como ley
general aplicable a los casos de daños originados en la práctica deportiva,
presenta notables omisiones y deficiencias como que no precisa a cual
teoría se afilia, si a la subjetiva o u objetiva, y en consecuencia ofrece un
débil respaldo para la aplicación de la teoría del riesgo u objetiva para
dilucidar los casos de daños derivados de la práctica deportiva. En este
sentido es trascendente que el país no cuente con una ley general de pro-
tección de los consumidores en la cual queden subsumidas las activida-
des deportivas.
El requisito de procedibilidad establecido en el artículo 96.2 del CC, limita
el principio de libre acceso a la justicia que tiene todo ciudadano, cons-
tituye una defensa extrema de la responsabilidad subjetiva, por el hecho
de que las entidades organizadoras de evento como las propietarias de
instalaciones deportivas son de carácter estatal, estableciendo que en
caso de daños el acto sea declarado ilícito por la autoridad administra-
tiva superior, lo que atenta contra el deber de los tribunales de resolver
todo conflicto jurídico civil que surja en la sociedad, obstaculizando así el
camino de la víctima para la obtención de su resarcimiento por los daños
sufridos, este inconveniente también obstaculiza las posibles reclamacio-
nes por daños contra las autoridades del orden.
La regulación actual de la reparación del daño moral, prevista en el artícu-
lo 88 del CC, que solo prevé el derecho de la víctima a obtener la retrac-
tación del ofensor, no resulta suficiente para que la víctima quede plena-
mente resarcida del menoscabo sufrido, debiendo ampliarse el contenido
de dicha reparación, en el sentido de que se incluya un resarcimiento de
índole pecuniario; debiendo preverse igualmente el sistema de avaluó a
aplicar, por las características de este tipo de daño que hacen muy difícil
su tasación.
A este respecto vale citar el caso de tres jugadores de pelota acusados de
un supuesto delito de violación, por una muchacha que se había intro-
ducido en las habitaciones del hotel donde se encontraban alojados los
atletas, por esos hechos las autoridades que rigen el campeonato nacio-
nal de este deporte, los sancionaron a una suspensión de su participación
en el torneo, lo que fue dado a conocer públicamente. Meses después
el Tribunal Popular de la provincia de Guantánamo los absolvió por falta
de pruebas, y las autoridades deportivas los autorizaron a volver a jugar
en la siguiente serie, pero cada vez que salían a jugar, los espectadores
los ofendían (los abucheaban, gritándoles violadores y/o delincuentes);
evidentemente estos atletas producto de la acción de los funcionarios de
la administración del deporte sufrieron daño emergente, lucro cesante y
106
Dr. Rolando Pavó Acosta
107
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
VIII. Conclusiones
Doctrinalmente existe consenso mayoritario de que al desarrollarse un
espectáculo deportivo se está en presencia de un “contrato de espectácu-
lo” atípico, innominado, bilateral y por adhesión y aun siendo gratuito el
ingreso al local en que se desarrollará, surtirá efectos la acción resarcitoria,
en su caso.
Conforme a la teoría del riesgo-provecho, a nivel foráneo es criterio ma-
yoritario, tanto en el plano doctrinal, legislativo como jurisprudencial
que los organizadores de eventos y dueños de instalaciones deportivas,
respondan civilmente con criterio de atribución objetiva, pues justo re-
sulta que quien recibe el beneficio económico asuma el peso de todos
los acontecimientos infortunados que sobrevengan durante el desarro-
llo de su actividad, correspondiendo a estos terceros intervinientes en la
práctica del deporte, que reciben ganancias generalmente elevadas por
la celebración de este tipo de eventos, tomar las precauciones necesarias
para evitar los riesgos que pudiesen sobrevenir, ya que además por ser
una relación de consumo, el deber de seguridad les impone mantener
la integridad física y patrimonial de quienes concurren al espectáculo o
evento deportivo.
Por otra parte, se aprecia en la legislación a nivel de Iberoamérica una ten-
dencia creciente a exigir a los organizadores de eventos y a propietarios
de instalaciones deportivas, la contratación con carácter obligatorio de un
seguro de responsabilidad civil a modo de garantía para el resarcimiento
a eventuales víctimas de daños causados por estos en el desempeño de
sus actividades, ya que por las características de las funciones que realizan
siempre van a estar propensos a causar daños, siendo los más comunes
las lesiones corporales por negligencia o imperícia.
Particularmente con relación al marco jurídico del deporte en Cuba, pese
a los avances indiscutibles del país en el campo de los deportes participa-
tivo y de alto rendimiento, reflejados en los numerosos títulos en eventos
internacionales, resulta incompleto, particularmente en lo que concierne
a la responsabilidad civil por daños personales y patrimoniales causados
que suelen generarse en los estadios y en las actividades deportivas en
general, al resultar deficiente y obsoleto el CC vigente y no contarse con
una ley del deporte, de una ley sobre la violencia en los estadios y la con-
ducta de los espectadores en los espectáculos deportivos, tales deficien-
cias, asociadas al crecimiento del trabajo por cuenta propia y de formas
de gestión no estatales en los servicios, entre los que se cuentan propieta-
rios de gimnasios deportivos, crean un cuadro de insuficiente protección
108
Dr. Rolando Pavó Acosta
Publicaciones periódicas
Landaberea Unzueta, Juan Antonio, “Algunas sentencias sobre res-
ponsabilidad civil en el ejercicio de profesiones del deporte”, en VII
Jornadas Nacionales de Derecho Deportivo, La Coruña, 13 y 14 de
abril de 2007.
Mosset Iturraspe, Jorge, “La relación de causalidad en la responsabili-
dad civil extracontractual”, en Revista Latinoamericana de Derecho,
Año 1, No. 1, enero-julio, 2004, Universidad Iberoamericana, Méxi-
co, DF, pp. 357-380.
Solé Feliu, Josep, “Daños sufridos en la práctica de un deporte. Respon-
sabilidad civil del organizador de la Vuelta Ciclista a España en la
caída de un ciclista profesional mientras participaba en la prueba.
Comentario a la Sentencia 3494, de 31 de mayo de 2006”, en Cua-
dernos Civitas de Jurisprudencia Civil, disponible en http://www.
aranzadi.es/ (consultado el 12/9/2010, a las 15.30).
109
La responsabilidad jurídica civil de las entidades organizadoras de eventos ...
Documentos
Corte Suprema de Justicia de la República Argentina, Buenos
Aires, 6/3/ 2007: Fallo Mosca, Hugo Arnaldo contra Provincia de
Buenos Aires (Policía Bonaerense) y otros sobre daños y perjuicios,
6 de marzo de 2007, disponible en: www.saberderecho.com, (con-
sultado el 12/9/2010, a las 14.00).
Corte Suprema de Justicia de la República Argentina, Buenos
Aires, 6/4/ 1998: Fallo Zacarías, Claudio H. contra el Club Instituto
Atlético Central Córdoba y contra la Asociación del Fútbol Argen-
tino sobre Daños y Perjuicios, abril de 1998, disponible en www.
saberderecho.com, (consultado el 12/9/2010, a las 14.30).
110
La cultura física y el deporte
en la Constitución mexicana
MSc. Adrián Camargo Zamudio*
Sumario
I. Introducción
II. Definición de cultura física y deporte
II.1. Definición de cultura física
II.2. Definición de deporte
III. Cultura física y deporte en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos (CPEUM)
IV. Conclusiones
V. Referencias bibliográficas
I. Introducción
El 12 de octubre del año 2011 se integró un párrafo decimo al artículo 4
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (en adelan-
te CPEUM), que reconoce expresamente que todas las personas tienen
derecho a la cultura física y al deporte. El contenido del párrafo citado es
un esfuerzo que se debe reconocer al legislador por la inclusión de este
derecho fundamental en la CPEUM. Precisamente, y a partir de ello fue
planteado el presente estudio, con el propósito de conocer y comparar lo
hecho por el legislador nacional (novedoso para el Derecho mexicano) y
el panorama actual en Latinoamérica con relación a la constitucionaliza-
ción de la cultura física y el deporte.
111
La cultura física y el deporte en la Constitución mexicana
112
MSc. Adrián Camargo Zamudio
1
MORALES DEL MORAL, Antonio y GUZMAN ORDOÑEZ, Manuel, Diccionario temático de
los deportes, Arguval, España, 2000, p. 178.
2
PAIDOTRIBO, Diccionario Paidotribo de la actividad física y el deporte, Paidotribo, España,
2008, pp. 541 y 542.
113
La cultura física y el deporte en la Constitución mexicana
3
MORALES DEL MORAL, y GUZMAN ORDOÑEZ, op. cit., p. 188
114
MSc. Adrián Camargo Zamudio
4
JOVER RUIZ, Ramiro, Antecedentes del deporte y el olimpismo en la obra de Homero, Cubi-
llas, España, p. 36.
115
La cultura física y el deporte en la Constitución mexicana
5
Aguirreazkuenaga, Iñaki, Intervención pública en el deporte, Civitas, España, 1998,
p. 36.
6
ALBOR SALCEDO, Mariano, Deporte y Derecho, Trillas, México, 1989, p. 133.
7
CAZORLA PRIETO, Luis María, Et al, Derecho del deporte, Tecnos, Madrid, 1992, p. 32.
116
MSc. Adrián Camargo Zamudio
8
REAL FERRER, Gabriel, Derecho público del deporte, Civitas, Alicante, 1991, p. 96.
117
La cultura física y el deporte en la Constitución mexicana
9
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la Federación,
10 de julio de 2015.
118
MSc. Adrián Camargo Zamudio
119
La cultura física y el deporte en la Constitución mexicana
120
MSc. Adrián Camargo Zamudio
121
La cultura física y el deporte en la Constitución mexicana
10
REINSERCIÓN DEL SENTENCIADO A LA SOCIEDAD. SU ALCANCE CONFORME AL
ARTÍCULO 18 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS,
décima época, registro 2005105, Pleno, Jurisprudencia, Semanario judicial de la Fede-
ración, Diciembre de 2013, Tomo I, P./J. 31/2013 (10a.).
122
MSc. Adrián Camargo Zamudio
123
La cultura física y el deporte en la Constitución mexicana
IV. Conclusiones
A manera de conclusiones puedo señalar que ha sido un avance impor-
tante en la historia del deporte y del Derecho en nuestro país, que se haya
integrado el tema de la cultura física y el deporte en la CPEUM, más como
derechos fundamentales para todas las personas. Sin embargo, ante la
ausencia de definiciones concretas sobre ambos conceptos (cultura físi-
ca y deporte) es necesario que el máximo tribunal de justicia del país se
pronuncie señalando cual es el alcance que tiene el décimo párrafo del ar-
tículo 4° constitucional y explique cuáles son los derechos y obligaciones
de las personas y gobierno en materia de cultura física y deporte.
Deberá seguirse el enfoque que le da al deporte y a la cultura física el
Poder Legislativo en la CPEUM, siendo piedras angulares del deporte y la
cultura física que se desea desarrollar. Mientras sea más limitado el con-
tenido constitucional será más limitado el crecimiento deportivo y físico
de la nación.
Debe advertirse que la tradición deportiva que tiene nuestro país no se
ha reflejado en la legislación, la doctrina y la jurisprudencia en materia
deportiva, existiendo un mayor tratamiento de estos temas en la Consti-
tuciones latinoamericanas en comparación con la CPEUM.
124
MSc. Adrián Camargo Zamudio
V. Fuentes bibliográficas
Obras generales
AGUIRREAZKUENAGA, Iñaki, Intervención pública en el deporte, Civitas, Es-
paña, 1998.
ALBOR SALCEDO, Mariano, Deporte y derecho, Trillas. México, 1989.
CAZORLA PRIETO, Luis María, et al, Derecho del deporte, Tecnos, España,
1992.
JOVER RUIZ, Ramiro, Antecedentes del deporte y el olimpismo en la obra de
Homero, Cubillas, España
MORALES DEL MORAL, Antonio y GUZMAN ORDOÑEZ, Manuel, Dicciona-
rio temático de los deportes, Arguval, España, 2000.
PAIDOTRIBO, Diccionario Paidotribo de la actividad física y el deporte, Paido-
tribo, España, 2008.
REAL FERRER, Gabriel, Derecho público del deporte, Civitas, España, 1991.
Documentos
REINSERCIÓN DEL SENTENCIADO A LA SOCIEDAD. SU ALCANCE CONFOR-
ME AL ARTÍCULO 18 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTA-
DOS UNIDOS MEXICANOS, décima época, registro 2005105, Pleno,
Jurisprudencia, Semanario judicial de la Federación, Diciembre de
2013, Tomo I, P./J. 31/2013 (10a.)
125
O direito ao desporto como direito
fundamental nos países de língua portuguesa
Dra. Maria José Carvalho*
Dr. Vilde de Menezes**
Dr. Gustavo Paipe***
Sumario
I. Desporto e Direito e direito ao desporto
II. O Direito do desporto como fator de desenvolvimento do desporto
III. O desporto nos textos constitucionais enquanto direito fundamental
III.1. O desporto na Constituição da República Portuguesa
III.2. O desporto nos textos constitucionais de outros países
de língua portuguesa
IV. Notas conclusivas
V. Referências bibliográficas
126
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
1
Aparecem assim, em meados e fins do século XIX, importantes organizações despor-
tivas privadas com destaque para a criação da primeira federação inglesa, a Football
Association em 1863 e em Portugal também para a primeira federação nacional, a União
Velocipédica Portuguesa, em 1899. Não é pois de estranhar que nos finais de 1880 o fu-
tebol tenha emergido em Inglaterra como um espetáculo comercial jogado por atletas
profissionais num quadro competitivo regular (Gardiner et al, 1998).
2
Ao longo dos tempos muitos autores têm discorrido acerca do conceito de desporto e
da sua evolução histórica. Por uma questão de clareza e internacionalização, decidimos
adotar a definição de desporto ínsita na Carta Europeia de Desporto, elaborada na 7ª
Conferência dos Ministros europeus responsáveis pelo Desporto, reunidos nos dias 14
e 15 de Maio de 1992 em Rhodes, cuja redação resulta do seu artigo 2.º, n.º 1, al. a), nos
seguintes termos:
Entende-se por “desporto” todas as formas de atividades físicas que, através de uma partici-
pação organizada ou não, têm por objectivo a expressão ou o melhoramento da condição
física e psíquica, o desenvolvimento das relações sociais ou a obtenção de resultados na
competição a todos os níveis.
127
O direito ao desporto como direito fundamental nos países de língua portuguesa
3
Esta é a tese defendida por muitos autores e designadamente por Defrance, Jacques,
Sociologie du sport, Éditions La Decouverte, Paris, 1995, p. 11.
4
Cfr. “O Desporto e as Estruturas Sociais”, Edições Universitárias Lusófonas, 1999, p. 42.
128
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
5
Bonnard, A., A Civilização Grega, Edições 70, 1980, p. 20.
6
Carvalho, M. J., Resende, C., Cirac, M., e Costa, J., “Desporto, política e direito: Do
passado e da atualidade. Enfoque nas autarquias locais”, em Bento, J. e Constantino,
J. (Eds.), Desporto e Municípios: Políticas, práticas e programas, Visão e Contextos, Edições
e Representações, Lisboa, 2012, pp. 39-71.
129
O direito ao desporto como direito fundamental nos países de língua portuguesa
7
Já tínhamos expressado tais entendimentos em Carvalho et al, op. cit., p. 61.
130
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
8
Edward Grayson, cit. Greenfield, Steve e Osborn, Guy (Eds.), The Historical Devel-
opment of Sport and Law, In Law and Sport in Contemporary Society, Franc Cass Publish-
ers, London, 2000.
9
A designação de desenvolvimento do desporto está bem presente em várias das asser-
ções da Lei de Bases da Atividade Física e do Desporto, desde o domínio das políticas
públicas, às instalações desportivas, ao voluntariado, às federações desportivas ou aos
contratos de desenvolvimento desporto, entre outros. Vid. os artigos 1.º; 4.º, n.º 1; 5.º,
n.ºs 1 e 2; 7.º; 10.º; 14.º; 15.º; 19.º; 27.º; 28.º; 38.º; 46.º; 47.º.
10
Pires, Gustavo, Agôn: Gestão do Desporto, Porto Editora, Porto, 2007, pp. 222-224.
131
O direito ao desporto como direito fundamental nos países de língua portuguesa
11
Taborda Lopes, Edgar, “Desvendar, Iluminar, Desafiar”, em Desvendar o Direito. Inicia-
ção ao saber jurídico, Quid Juris, 2014, pp. 249-253.
132
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
12
Assim o faz Martin Mateo no prólogo ao livro de G. Real Ferrer, Derecho Público del
Deporte, Civitas, Madrid, 1991, pág. 21.
13
Greenfield, S. e Osborn, G. “Sport and the law. Considerations for sport managers”.
em Managing sport business: an introduction, Taylor and Francis, 2010, pp. 285-298.
133
O direito ao desporto como direito fundamental nos países de língua portuguesa
14
Bento, Jorge, Em defesa do desporto: mutações e valores em conflito, Almedina, Coim-
bra, 2007, pp. 9-55 (42).
134
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
15
Ibídem, p. 27.
16
Vieira de Andrade, Os Direitos Fundamentais e o Direito do Desporto., em Costa,
Ricardo e Barbosa, Nuno (Coords.), II Congresso de Direito do Desporto, Memórias,
Almedina, 2007, pp. 24 y 25.
17
Ibídem, p. 23.
135
O direito ao desporto como direito fundamental nos países de língua portuguesa
18
Devemos entender o conceito de direitos humanos como portador assumido de al-
guns fundamentos axiológicos essenciais: i) o reconhecimento do homem como valor
essencial e acima de qualquer outro; ii) o reconhecimento da pessoa humana como
espaço axiológico autónomo e original; iii) o valor da liberdade como fundamento dos
direitos humanos.
136
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
19
O elenco dos direitos humanos correspondentes ao mínimo ético existencial, consubs-
tanciam-se e concretizam-se positivamente na Declaração Universal dos Direitos do
Homem de 1948.
20
A Carta Internacional da Educação Física, Atividade Física e Desporto da UNESCO, insti-
tuída em 1978, teve a sua última alteração em 2015 espelhando um espírito ambicioso
no sentido de abarcar os domínios da Educação Física, do Desporto e da Atividade Físi-
ca, em tantas vertentes quantas possíveis no que respeita à elaboração de políticas para
a criação de programas seguros e ambientalmente conscientes. Um dos pontos fortes
da carta é o reconhecimento de que o desporto e atividade física precisam de ser incen-
tivados em todos os níveis, como é bem evidenciado no ponto 9 do preâmbulo (uma
forma de garantir o desenvolvimento de “habilidades, atitudes, valores, conhecimen-
to, compreensão e apreciação necessária” para promover a alfabetização física e uma
crença que a atividade física é essencial em toda a vida de uma pessoa.) e expandido
no artigo 2.º Artigo (ao afirmar que alfabetização física não é apenas útil no sentido de
ser coordenado e equilibrado, mas é uma habilidade de vida necessária.). Contudo, tal
mensagem é bem transmitida sobretudo para a juventude, mas com omissão para os
adultos e idosos, reservando o sentido para estes sobretudo para as funções de lideran-
ça e praticamente nada para a prática desportiva (e sublinhe-se que muitos adultos não
tiveram oportunidades de serem alfabetizadas fisicamente quando jovens), sendo que
a manutenção de um estilo de vida ativo ao longo da vida é um princípio a preservar.
137
O direito ao desporto como direito fundamental nos países de língua portuguesa
21
Comité de Ministros do Conselho da Europa, 1992, com a alteração de 2001.
22
Concluída em Bissau, em 1993, e aprovada pelo artigo 2.º do Decreto n.º 32/95 de 26
de agosto. A carta é subscrita por Portugal, S. Tomé e Príncipe, Angola, Cabo Verde,
Moçambique e Guiné-Bissau.
23
Consultar a Carta Olímpica, texto atual de 2004, cujo n.º 4 preceitua como princípio
fundamental “a prática do desporto é um direito humano”.
24
Eurobarómetro “Desporto e Atividade Física”, publicado pela Comissão Europeia, 2014.
25
Meirim, J.M., “O Desporto no Fundamental: um valor lusófono”, em Temas de Direito do
Desporto, Coimbra Editora, Coimbra, 2006, pp. 307-320.
138
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
26
Ishay, M. e Joly, F. B., Direitos Humanos: Uma Antologia – Principais escritos políticos, en-
saios e documentos desde a bíblia até o presente, Editora da Universidade de São Paulo,
São Paulo, 2006; e Jelin, E. e Hershberg, E., Construindo a Democracia: Direitos Hu-
manos, Cidadania e Sociedade na América Latina, Universidade de São Paulo, São Paulo,
2006.
27
Quem não se recorda do caso de Óscar Pistorius? Este atleta sul-africano com as per-
nas amputadas, participou nos Jogos Olímpicos de Pequim, na prova de 400m, após
litígio de vários anos com a Federação Internacional de Atletismo, que alegava que
as próteses que o atleta usava lhe davam vantagem mecânica em relação aos outros
competidores. Tal contencioso foi dirimido pelo Tribunal Arbitral do Desporto, sediado
em Lausanne, cujos juízes entenderam que “a IAAF não provou que os efeitos biomecâ-
nicos pelo uso destas próteses deem uma vantagem a Óscar Pistorius relativamente
a atletas que não as usem”.
28
A matriz civilizacional que se rege por valores de igualdade de direitos e oportunidades
entre homens e mulheres é ainda uma miríade entre nós em vários domínios sociais,
desde o emprego, a economia, a saúde, a educação, ou o desporto, entre outros. Bem
sabemos que ainda não é possível conquistar no desporto o que noutros setores ainda
não se alcançou, mas não nos resignamos ao lema de nada fazer ou de deixar passar o
tempo para que as mentalidades e as culturas de igualdade de género desabrochem e
se afirmem. Entendemos que a realidade social pode ser alterada todos os dias por nós,
por todos os agentes, verdadeiramente interessados nessa mudança, ainda que com
a obstaculização dos que, para manterem o seu status, os seus poderes e interesses
instalados, nada queiram fazer. Deste modo, apenas políticas e intervenções, por um
lado específicas e, por outro lado, que não descurem componentes de grande trans-
139
O direito ao desporto como direito fundamental nos países de língua portuguesa
140
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
30
Meirim, J.M., “Desporto e Constituição”, em Sub Judice, Janeiro/Março, 1994, pp. 37-57.
31
MirandA, Jorge e Medeiros, Rui, Constituição Portuguesa Anotada, Tomo I, Coimbra
Editora, Coimbra, 2005, p. 749. Estes autores adiantam ainda que o desporto profissio-
nal e o espetáculo desportivo se situam no âmbito das atividades económicas, sujeitos,
portanto, a princípios como os da igualdade de oportunidades, de equilibrada con-
corrência entre as empresas e dos consumidores [alíneas b) e c) do artigo 80.º], assim
como a tributação nos termos gerais (artigos 103.º e 104.º).
141
O direito ao desporto como direito fundamental nos países de língua portuguesa
32
No entanto outras projeções constitucionais, com menções implícitas ao desporto, não
podem ser olvidadas pois assinalam direitos conexos com o desporto, designadamen-
te os artigos 59.º, 65.º, 66.º, n.º 1, 69.º, 71.º, n.º 2, 73.º, n.ºs 1 e 2.
142
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
33
Vid. Bacelar Gouveia, Jorge, As Constituições dos Estados Lusófonos, Editorial Notí-
cias, 2ª ed., 2000, pp. 7-13.
34
Constituição da República Federativa do Brasil de1988, artigo 217.º.
143
O direito ao desporto como direito fundamental nos países de língua portuguesa
35
De 30 de novembro de 1990, tendo sido revista pela Lei n.º 11/92, de 8 de outubro e
pela Lei n.º 12/92, de 9 de outubro, artigo 93.º.
36
De 20 de setembro de 1990, artigo 55.º, n.º 3.
37
De 16 de setembro de 1992, artigo 49.º, n.º 1.
38
Lei Constitucional n.º 1/V/99, de 23 de novembro, artigo 79.º.
39
De 26 de Fevereiro de 1993, artigo 17.º.
40
RamoS, R. e Leite, V., “Direito Desportivo e o Direito ao Desporto na Constituição Bra-
sileira”, em Revista Desporto & Direito, Ano VII, No. 20, 2010, pp. 151-181.
144
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
o
§ 1 O Poder Judiciário só admitirá ações relativas à disciplina e às
competições desportivas após esgotarem-se as instâncias da justiça
desportiva, regulada em lei.
o
§ 2 A justiça desportiva terá o prazo máximo de sessenta dias, conta-
dos da instauração do processo, para proferir decisão final.
o
§ 3 O poder público incentivará o lazer, como forma de promoção
social.”
Também Moçambique é um país que apresenta um modelo intervencio-
nista no que diz respeito à diversa legislação que produz para os diversos
sectores sociais. O desporto não escapa a esta regulação normativa pelo
que, a temática de desporto como um direito fundamental está intima-
mente relacionada com os instrumentos legais que regulam esta ativida-
de. A Educação Física e o Desporto estão consagrados na Constituição da
República de Moçambique (CRM) como um direito dos cidadãos, incum-
bindo ao Estado a sua promoção e difusão, através das instituições des-
portivas e escolares, conforme estabelecido no Título II (Direitos, Deveres
e Liberdades Fundamentais), Capítulo III (Direitos e deveres económicos e
sociais) no artigo 93.º de epígrafe Cultura Física e Desporto:
“1. Os cidadãos têm direito à educação física e ao desporto.
2. O Estado promove, através das instituições desportivas e escolares, a
prática e a difusão da educação física e do desporto.”
Com este preceito constitucional é garantido formalmente o direito ao
desporto à sociedade moçambicana, incumbindo ao Estado o princi-
pal papel da sua promoção, tal como sucede na sociedade portuguesa.
A CRM, não distingue igualmente as diferentes formas de prática despor-
tiva, apenas faz alusão a este direito fundamental.
S. Tomé e Príncipe revela preocupação com a promoção do desenvolvi-
mento equilibrado e harmonioso dos seus cidadãos. Sendo o desporto
um instrumento para o desenvolvimento harmonioso por excelência,
este encontra-se consagrado na Constituição da República Democrática
de São Tomé e Príncipe na Parte II (Direitos Fundamentais e Ordem So-
cial), Título III (Direitos sociais e ordem económica, social e cultural) no ar-
tigo 55.º (Cultura e Desporto) alínea 3 se indica que: “Incumbe ao Estado
encorajar e promover a prática e difusão dos desportos e da cultura física”.
Este preceito constitucional representa a garantia do direito ao desporto
para sociedade santomense, assumindo o estado a responsabilidade de
criação de condições para a sua prática bem como a sua promoção.
145
O direito ao desporto como direito fundamental nos países de língua portuguesa
146
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
Neste sentido, se pode afirmar que este país é intervencionista tal como
os outros acima referidos no que diz respeito à prática do desporto, pese
embora o preceito constitucional se referir apenas ao “encorajamento” da
prática desportiva.
147
O direito ao desporto como direito fundamental nos países de língua portuguesa
V. Referências bibliográficas
Obras generales
Bacelar Gouveia, Jorge, As Constituições dos Estados Lusófonos, Edito-
rial Notícias, 2ª ed., 2000.
Bento, Jorge, Em defesa do desporto: mutações e valores em conflito, Alme-
dina, Coimbra, 2007.
Bonnard, A., A Civilização Grega, Edições 70, 1980.
Carvalho, M. J., Resende, C., Cirac, M., e Costa, J., “Desporto, política
e direito: Do passado e da atualidade. Enfoque nas autarquias lo-
cais”, em Bento, J. e Constantino, J. (Eds.), Desporto e Municípios:
Políticas, práticas e programas, Visão e Contextos, Edições e Repre-
sentações, Lisboa, 2012.
Defrance, Jacques, Sociologie du sport, Éditions La Decouverte, Paris,
1995.
Greenfield, Steve e Osborn, Guy (Eds.), The Historical Development of
Sport and Law, In Law and Sport in Contemporary Society, Franc Cass
Publishers, London, 2000.
Ishay, M. e Joly, F. B., Direitos Humanos: Uma Antologia – Principais escri-
tos políticos, ensaios e documentos desde a bíblia até o presente, Edi-
tora da Universidade de São Paulo, São Paulo, 2006.
Jelin, E. e Hershberg, E., Construindo a Democracia: Direitos Humanos,
Cidadania e Sociedade na América Latina, Universidade de São Pau-
lo, São Paulo, 2006.
Meirim, J.M., “O Desporto no Fundamental: um valor lusófono”, em Temas
de Direito do Desporto, Coimbra Editora, Coimbra, 2006.
MirandA, Jorge e Medeiros, Rui, Constituição Portuguesa Anotada,
Tomo I, Coimbra Editora, Coimbra, 2005.
Pires, Gustavo, Agôn: Gestão do Desporto, Porto Editora, Porto, 2007.
Real Ferrer, Gabriel, Derecho Público del Deporte, Civitas, Madrid, 1991.
Taborda Lopes, Edgar, “Desvendar, Iluminar, Desafiar”, em Desvendar o
Direito. Iniciação ao saber jurídico, Quid Juris, 2014.
Greenfield, S. e Osborn, G. “Sport and the law. Considerations for sport
managers”, em Managing sport business: an introduction, Taylor and
Francis, 2010.
Vieira de Andrade, Os Direitos Fundamentais e o Direito do Desporto.,
em Costa, Ricardo e Barbosa, Nuno (Coords.), II Congresso de Di-
reito do Desporto, Memórias, Almedina, 2007.
148
Dra. Maria José Carvalho, Lic. Vilde de Menezes y Lic. Gustavo Paipe
Publicaciones periódicas
Meirim, J.M., “Desporto e Constituição”, em Sub Judice, Janeiro/Março,
1994.
RamoS, R. e Leite, V., “Direito Desportivo e o Direito ao Desporto na
Constituição Brasileira”, em Revista Desporto & Direito, Ano VII, No.
20, 2010.
149
Año de elecciones federativas: seguimos
sin noticias del derecho de asociación*
Dr. Julián Espartero Casado**
Sumario
I. Introducción
II. Antecedentes: organización pública y estatismo
III. La imposición de estructuras democráticas a las Federaciones
Deportivas Españolas mediante la ususpación de los procedimientos
electorales federativos: la Ley 13/1980 y sus disposiciones
reglamentarias de desarrollo
IV. La definitiva sustracción de los procedimientos electorales federativos
mediante su administrativización: la Ley 10/1990 y sus disposiciones
reglamentarias de desarrollo
V. ¿Y qué hay del derecho de asociación?
VI. Una última reflexión
VII. Referencias bibliográficas
I. Introducción
Coincidiendo con el año olímpico, volvemos a hallarnos en pleno pro-
ceso de elecciones a las Federaciones Deportivas Españolas, debiendo
realizarse las mismas conforme a los dictados prescritos por la Orden
ECI/3567/2007 que establece la vigente regulación de estos procesos
150
Dr. Julián Espartero Casado
151
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
152
Dr. Julián Espartero Casado
1
Al respecto, vid. REAL FERRER, Gabriel, Derecho Público del Deporte, Civitas, Madrid, 1991;
así como también nuestro trabajo ESPARTERO CASADO, Julián, Deporte, Asociacionismo
Deportivo y Derecho de Asociación: Las Federaciones Deportivas, Universidad de León,
2000, pp. 153 y ss.
2
Decreto de la Jefatura del Estado de 22 de febrero, BOE No. 64, de 5 de marzo.
3
Orden de 7 de junio de 1945, Boletín Oficial del Movimiento, No. 268, de 15 de julio.
4
Así, el Capítulo XIV del referido Estatuto - De las Federaciones Nacionales Deportivas - se
iniciaba declarando que éstas “constituyen el organismo técnico y administrativo, que,
dependiente y bajo las órdenes de la Delegación Nacional de Deportes, rigen cada uno
de ellos su práctica y fomento, representándole por delegación de la correspondiente
Federación Internacional” (art. 40). De modo que la DND, a través de las Federaciones,
controlaba toda manifestación deportiva, pues entraba “en la esfera de competencia
de cada Federación Nacional Deportiva el deporte directamente practicado por par-
ticulares y por éstos reunidos en Sociedades o Clubs, y los espectáculos deportivos de
153
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
154
Dr. Julián Espartero Casado
7
BOE No. 311, de 28 de diciembre.
8
LAGARDERA OTERO, Francisco, “Historia social del deporte en España”, en García
Blanco, S. (Coordinador), Simposium de Historia de la Educación Física, Universidad de
Salamanca, Salamanca, 1995, p. 68, señalando como testimonio de estas afirmaciones
el informe FOESSA de 1972.
155
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
9
BOE No. 4, de 5 de enero.
10
BOE No. 209, de 1 de septiembre.
11
Al cual competía “el fomento, planificación y desarrollo de la cultura física y las activi-
dades deportivas de todo orden; la coordinación y ayuda a las Entidades sociales de
carácter deportivo, así como la relación con el Comité Olímpico Español; la gestión,
fomento y promoción de centros y servicios, destinados a la cultura física y a la práctica
deportiva; las enseñanzas y tareas de investigación relativas a estas actividades y el ré-
gimen e inspección técnica de las actividades y manifestaciones deportivas” (art. 13.1.).
12
BOE No. 301, de 18 de diciembre.
13
A partir del mismo, el CSD -que orgánicamente se integraba por el Pleno -integrado,
entre otros representantes de la actividad deportiva, por “los Presidentes de las Fede-
raciones Españolas” (art. 5º e)- y la Comisión permanente” (artículo 4º) contaría con
una ingente atribución de competencias en el ámbito del asociacionismo deportivo
en general, y respecto de las Federaciones en particular, sobre la base del artículo 2º,
del referido RD 2960/1978. Así, según el precitado art. 2º, correspondía al CSD: la apro-
bación de presupuesto, balances, e incluso potestad de comprobación “de la inver-
sión de sus fondos”, de las Federaciones y todo tipo de entidad asociativa deportiva
(art. 2º.1.); subvención a Federaciones deportivas, clubes y cualquier clase de persona
156
Dr. Julián Espartero Casado
físicas o jurídicas “en relación con sus actividades deportivas” (art. 2º.3.); inspección
e intervención en los espectáculos públicos “por si o a través de las Federaciones”
(art. 2º. 6.); dirigir, inspeccionar a través de las Federaciones Deportivas y de los ór-
ganos técnicos y pedagógicos de este Consejo, la formación del personal técnico y
deportivo especializado (art. 2º 7.); “aprobar los Estatutos y Reglamentos de las Fe-
deraciones, Sociedades, Asociaciones, Clubes y demás Entidades deportivas, sin per-
juicio de la personalidad jurídica propia de todas las citadas Entidades, vigilando el
cumplimiento de sus fines y ostentando la suprema dirección e inspección de todas
las actividades que realizan las mismas” (art. 2º. 8). Conjunto competencial que se vería
corolado por la atribución que se realizaba en el apartado 10º, del referido artículo 2º,
toda vez que el mismo prescribía que, además de las competencias contenidas en los
apartados anteriores, correspondía al CSD, “cualesquiera otra que se le pueda enco-
mendar para el eficaz cumplimiento de su misión y en especial todas las competencias
que la Ley de Educación de (...) 1961, otorgaba a la extinguida D.N.E.F. y D., así como las
asignadas por cualquier tipo de disposición a las extinguidas Delegación Nacional de
la Juventud y Sección Femenina, en materia de deporte y educación física no escolar”;
si bien se exceptuaba de su ámbito competencial, la educación física y la capacidad
para imponer una determinada política deportiva.
14
En este sentido, en su señero trabajo, CAZORLA PRIETO, Luis María, Deporte y Estado,
Labor-Politeia, Barcelona, 1979, pp. 191-250, tras afirmar que en la etapa dictatorial las
Federaciones “eran entidades públicas jerárquicamente subordinadas a la Delegación
Nacional de Deportes”, señala como durante la Asamblea General del Deporte, en su
ponencia Estructura normativa y deporte -y “con la idea de alejar las estructuras sociales
del deporte de su estatalización”- expuso que “Sólo una visión trasnochada del depor-
te puede llevar a la tesis de que las federaciones son órganos públicos, unidos por una
relación de jerarquía con el CSD. Son entidades asociativas privadas, nacidas desde
abajo para la ordenación del deporte en una determinada rama, y que como tales han
de gozar de personalidad jurídica independiente de la del CSD. (…). Efectivamente,
así se establece en el art. 2.8. del RD 2960/78, pero también, y sin perjuicio de ello,
corresponde al CSD vigilar “el cumplimiento de sus fines (...) ostentando la suprema
dirección e inspección de las mismas”, entre otras competencias ya enunciadas”. De ahí
que el propio CAZORLA PRIETO evidencie que aquella apasionada afirmación sobre
157
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
la naturaleza privada de las Federaciones, era un deseo, o una “idea” -como señala el
propio autor- que todavía, cuando se publicó dicho trabajo en 1979, podía “constituir
una meta a la que se llegue después de una larga evolución”. De manera “que las es-
tructuras deportivas han de privatizarse en lo que atañe a federaciones y clubs, res-
pondiendo por otra parte, al mandato constitucional”. Con lo cual, creemos que deba
interpretarse de estas autorizadas manifestaciones que dichas entidades seguían sien-
do públicas.
15
En este sentido, CALONGE VELÁZQUEZ, Antonio y ALLUÉ BUIZA, Alfredo, “Derecho de
Asociación y Federaciones Deportivas”, en Colectivo de autores, XII Jornadas de
Estudio: Los Derechos Fundamentales y Libertades Públicas (I), Vol. II, Dirección Gene-
ral del Servicio Jurídico del Estado, Secretaría General Técnica, Centro de Publicacio-
nes,1992, p. 1651, señalan que “Por lo que refiere a las federaciones deportivas, en
estos primeros años de régimen democrático y hasta la promulgación en el año 1980
de la L.G.C.F.D., no van a estar reguladas por norma alguna, lo que va a provocar (...)
una situación de notable ambigüedad”.
158
Dr. Julián Espartero Casado
organismos que han sido suprimidos hace que buena parte de aquéllos
sea de difícil aplicación”.16
Tal situación, por tanto, provocaba que pese a la vigencia de la recién es-
trenada Constitución y la pervivencia de la Ley 77/1961, se mantuviera una
incierta situación en relación con la cobertura legal del asociacionismo de-
portivo. Dicha incertidumbre no sería resuelta por el legislador sino hasta
la promulgación de la Ley 13/1980, de 31 de marzo, General de la Cultura
Física y el Deporte,17 que vino a regular el asociacionismo deportivo, su-
puestamente, con planteamientos más acordes a los postulados constitu-
cionales. En efecto, en el Preámbulo de la nueva Ley se afirmaba que
“Ley de Educación Física de mil novecientos sesenta y uno (…) ado-
leció de una estructura organizativa inadecuada, debido a la esca-
sa participación de los deportistas y a su explicable pero indebida
vinculación a las instancias políticas imperantes en el momento de
ser aprobada. (…) Esta situación, en trance de creciente deterioro,
impone la aprobación de una nueva Ley que tenga en cuenta las
exigencias actuales y se muestre capaz de encauzar el futuro. A este
propósito responde la presente Ley, que a la vez supone la aplica-
ción del imperativo contenido en el artículo cuarenta y tres, tres, de
la Constitución”.
En tal sentido, se señalaba como uno de los “principios básicos que consa-
gra (…): El reconocimiento y respeto de las espontáneas iniciativas socia-
les en materia de cultura física y del deporte”.18 Pero, en contra de lo que
pudiera esperarse a la vista de todas estas introductorias declaraciones
16
LÓPEZ-NIETO y MALLO, Francisco, “La normativa de las asociaciones sometidas
a regímenes especiales”, en Revista Documentación Jurídica, No. 22, 1979, p. 364.
Afirmación que sería, de nuevo, mantenida por el autor en su libro Las asociaciones y
su normativa legal, Abella, Madrid, 1980, p. 117.
17
BOE No. 89, de 12 de abril.
18
El establecimiento de dicho reconocimiento como un principio básico, según BERMEJO
VERA, José, “Administración y Deporte”, en Bermejo Vera, José (Director), Derecho
Administrativo. Parte Especial, Civitas, Madrid, 1994, p. 189, determinó que no resultara
“sorprendente que se plantease el nuevo régimen de los clubs y federaciones deporti-
vas con cierta timidez”; lo cual se explicaba por el “clave hecho de que la Constitución
española consagra, como derecho fundamental, el de asociación (art. 22), de modo
que ni siquiera el poder legislativo puede regular su ejercicio en forma que lo obstacu-
lice o perturbe, o, dicho de otra manera, afecte a su “contenido esencial”“.
159
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
19
Juntamente con el RD 642/1984 sobre Reglamento Disciplinario y publicados ambos
en el BOE No. 80, de 3 de abril.
160
Dr. Julián Espartero Casado
20
Según BERMEJO VERA, “Administración y... ”, op. cit., p. 193, ello se entendió así al con-
siderarse “rechazable la uniformidad pretendida de las cuestiones relativas al régimen
de entidades tan heterógeneas como federaciones, clubes y demás agrupaciones de-
portivas”.
21
Vid. en este sentido, los arts. 3º.2., 4º, 5º, 6º, 7º y 8º del referido RD 643/84.
22
Para BERMEJO VERA, “Administración y... ”, op. cit., p. 193, “Una innovación auténtica-
mente polémica fue la establecida por el art. 7 de este RD que, recuperando antiguos
planteamientos del ordenamiento deportivo francés, prohibió la reelección de los
presidentes de las Federaciones (...) cuando dichos presidentes hubieran ostentado
ininterrumpidamente tal condición durantes tres periodos consecutivos (...)”.
23
“Una vez promulgadas las instrucciones de desarrollo del presente Real Decreto y en
el plazo que éstas indiquen, las actuales Juntas Directivas procederán a convocar elec-
ciones para Plenos federativos, en cuyo momento aquéllas se constituirán como comi-
161
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
162
Dr. Julián Espartero Casado
163
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
164
Dr. Julián Espartero Casado
31
Ello no obstante, como señala ESTEVE PARDO, José, “Las asociaciones de configuración
legal. El caso de las Federaciones Deportivas (STC de 24 de mayo de 1985)”, en Revista
Española de Derecho Administrativo, No. 45, 1985, pp. 116, nota 3, de ahí que considere
que “resultan por ello cuestionables el contenido y pretensiones del RD de 28 de mar-
zo de 1984 (...) sobre estructuras federativas al reglamentar -justificándose en la falta
de concreción en este punto de la LGCFD- la organización y régimen interno de las
Federaciones”. Consideración que se extiende “a la simple Orden de 2 de julio de 1984
(...) que contiene “Instrucciones” para la elección de Plenos Federativos y Presidentes
Federativos y para la renovación de los Estatutos (...)”.
165
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
32
Medida que recuerda BERMEJO VERA, José, “Constitución y Ordenamiento Deportivo”,
en Revista Española de Derecho Administrativo, No. 63, 1989, p. 356, que similar a la
“adoptada en Francia a mediados de los años 60 (...) se juzgó como una intromisión
inadmisible del libre derecho de asociación”. Si bien añadiría el autor, en nota al pie
No. 44, que dicha medida “fue objeto de fuerte contestación (...) aunque el Conseil
d´État la consideró válida”.
33
GONZÁLEZ PÉREZ, Jesús y FERNÁNDEZ FARRERES, Germán, Derecho de asociación: co-
mentarios a la Ley orgánica 1/2002, de 22 de marzo, Civitas, Madrid, 2002, p. 55.
166
Dr. Julián Espartero Casado
34
En este sentido, PAREJO ALFONSO, Luciano, Estudio Preliminar a Cámaras Oficiales y
Cámaras de Comercio, de del Saz, S., Marcial Pons, Madrid, 1996, pp. 9-14, considera
que el Tribunal Constitucional con esta Sentencia -y juntamente con la STC 123/87
de 15 de julio- adoptó un criterio, y ya para lo sucesivo, que “enturbia definitivamente
su doctrina”. Toda vez que supuso una inflexión clave respecto de “la primera y más
correcta doctrina sobre las organizaciones de configuración legal”, que se estableciera
por las SSTC 18/1984 de 7 de febrero y 23/1984 de 20 de febrero.
35
PARADA VÁZQUEZ, Ramón, Derecho Administrativo. Organización y empleo público,
Vol. II, Marcial Pons, 1989, p. 265.
167
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
36
BOE No. 249, 17 de octubre.
37
OSORIO ITURMENDI, Lucas, “El ejercicio de funciones públicas por las Federaciones
deportivas españolas. Régimen aplicable”, en Revista Española de Derecho Deportivo,
No. 4, 1994, p. 278, “La expresión “tutela” indica una relación cuasi jerárquica del CSD
en relación con las Federaciones Deportivas, lo que apunta una relación de superiori-
dad y ordenación de actuaciones del primero con respecto al segundo”.
38
En este sentido vid. las consideraciones que realizaba SOUVIRÓN MORENILLA, José
María, “Fronteras entre lo público y lo privado: las llamadas asociaciones deportivas”,
en Carretero Lestón, José Luis (Director), Derecho del Deporte. El nuevo marco legal,
Unisport/Junta de Andalucía, Málaga, 1992, pp. 58 y ss.
168
Dr. Julián Espartero Casado
39
En tal sentido, vid., por todos, AGIRREAZKUENAGA, Iñaki, Intervención pública en el de-
porte, Civitas-Instituto Vasco de Administración Pública, Madrid, 1998, pp. 211 y ss.;
ALONSO-ALEGRE FERNÁNDEZ DE VALDERRAMA, Germán, “Envío de observadores por
la Administración Pública a procesos electorales de las federaciones deportivas: ¿prác-
tica habitual y conforme a Derecho o afán intervencionista e ilegal?”, en Revista Jurídica
del Deporte, No. 13, 2005, pp. 465-468; BERMEJO VERA, José, “El conflicto deportivo y
la jurisdicción”, Documentación Administrativa, No. 220, 1989, pp. 179-205; CALONGE
VELÁZQUEZ, Antonio, “Elecciones federativas en Castilla y León: algunos problemas
sobre su régimen jurídico”, en Revista Española de Derecho Deportivo, No. 7, 1997,
pp. 5-13, también publicado en Recursos para la gestión, el rendimiento y entrenamiento
deportivo y para la intervención pedagógica en la actividad física y deportiva, Vol. III, Jun-
ta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, Valladolid, 1997, pp. 370 y ss;
CAMPS POVILL, Andreu, Las federaciones deportivas. Régimen jurídico, Civitas, Madrid,
1996, pp. 311-323; DE LA IGLESIA PRADOS, Eduardo, “Comentario a la Sentencia del
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (Sevilla), de 25 de abril de 2001”, en Anuario
Andaluz de Derecho Deportivo, No. 1, 2002, pp. 155-161, del mismo autor, “La errónea
consideración del régimen electoral de las federaciones deportivas como competen-
cia pública delegada”, Anuario Andaluz de Derecho Deportivo, No. 2, 2003, pp. 197-205
y “Régimen jurídico de las elecciones en las federaciones deportivas españolas”, en
Derecho Deportivo, No. 6, 2004, pp. 79-104; ESPARTERO CASADO, Deporte, Asociacio-
nismo Deportivo y Derecho de Asociación, op. cit., pp. 297 y ss.; GARCÍA CABA, Miguel
María, “La –creciente- publificación del régimen jurídico de los procesos electorales
de las Federaciones Deportivas Españolas: ¿una transgresión del principio de autoor-
ganización federativa? A propósito de la Orden ECD/452/2004, de 12 de febrero”, en
Revista Jurídica del Deporte, No. 13, 2005, pp. 435-458; HERNÁNDEZ SAN JUAN, Isabel,
“Comentario de la Sentencia de la Audiencia Nacional desestimando el recurso con-
tencioso-administrativo deducido contra la Orden ECI/3567/2007, de 4 de diciembre,
por la que se regulan los procesos electorales en las Federaciones Deportivas”, en Re-
vista Jurídica del Deporte, No. 23, 2009, pp. 237-241; HERNÁNDEZ VENERO, José María,
“Reflexiones sobre el sistema de elección de presidente de las federaciones deportivas
españolas”, en Revista Española de Derecho Deportivo, No. 11, 1999, pp. 49-59; MILLÁN
GARRIDO, Antonio, “Comentario a la Sentencia del Tribunal Supremo de 9 de julio
169
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
de 2001”, en Anuario Andaluz de Derecho Deportivo, No. 1, 2002, pp. 149-153 y también
del mismo autor, Régimen electoral de las federaciones deportivas andaluzas, Bosch, Bar-
celona, 2003, pp. 21 y ss, “La modificación de los estatutos federativos a requerimien-
to de la Administración: comentario a la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia
de Andalucía de 23 de enero 2001 (RJCA 2001, 991)”, en Revista Jurídica del Deporte,
No. 6, 2001, pp. 109-116, “El régimen electoral de las federaciones deportivas espa-
ñolas”, en Anuario Iberoamericano de Derecho Deportivo, No. 1, 2009, pp. 245-303;
PALOMAR OLMEDA, Alberto, “De nuevo algunas reflexiones sobre la supervisión de los
procesos electorales”, en Derecho Deportivo, No. 6, 2004, pp. 13-31, también del mismo
autor, El sistema deportivo español: una visión diferente y pautas de reforma, Aranzadi,
Cizur Menor (Navarra), pp. 54 y ss.; PRADOS PRADOS, Santiago, “El régimen jurídico de
los procesos electorales de las federaciones deportivas”, en Revista Jurídica del Deporte,
No. 6, 2001, pp. 13-23 y también del mismo autor, Las licencias deportivas, Bosch, Bar-
celona, 2002, pp. 14 y ss.; SILVA PÉREZ, José Miguel, “Problemática práctica de las elec-
ciones federativas”, en Revista Española de Derecho Deportivo, No. 7, 1997, pp. 61-70;
TEBAS MEDRANO, Javier, “La fiscalización administrativa de los procesos electorales
federativos estatales: una verdad a medias”, en Revista Española de Derecho Deportivo
No. 25, 2009, pp. 61-74; TEJEDOR BIELSA, Julio César, “¿Quién controla las elecciones
federativas?”, en Revista Española de Derecho Deportivo, No. 1, 1993, pp. 69-77 y tam-
bién del mismo autor, “Las elecciones federativas y el Derecho público: ¿incompe-
tencia de la jurisdicción civil?”, en Revista Española de Derecho Deportivo, No. 4, 1994,
pp. 239-247, “Materia deportiva, materia administrativa y acceso a la jurisdicción”, en
Derecho Deportivo, No. 3 y 4, 2003, pp. 17-48, Público y privado en el deporte, Bosch,
Barcelona, 2003, pp. 126 y ss.
40
MILLÁN GARRIDO, “El régimen electoral de las federaciones deportivas españolas”,
op. cit., pp. 253-257.
41
BOE No. 312, de 30 de diciembre. El cual ha sido sucesivamente modificado por el
RD 1325/1995, de 28 de julio (BOE No. 222, de 16 de septiembre) por el que se modi-
fica el Real Decreto 1835/1991, de 20 de diciembre, sobre Federaciones Deportivas
Españolas, al añadir al mismo el Capítulo X, “De las Federaciones y Asociaciones depor-
tivas internacionales”, integrado por dos nuevos artículos, el 40 y 41 concretamente.
170
Dr. Julián Espartero Casado
171
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
172
Dr. Julián Espartero Casado
46
Para BERMEJO VERA, José, “Entes instrumentales para la gestión de la función pública
del deporte: las Federaciones Deportivas”, en Pérez Moreno, A. (Coord.), Administración
Instrumental. Libro homenaje a Manuel Francisco Clavero Arévalo., Vol. I, Civitas/Instituto
García Oviedo, Madrid, 1994, p. 315, “Esta importante innovación legislativa obedece
fundamentalmente al componente público de las Federaciones, es decir, a la conve-
niencia de conocer los datos más relevantes de su organización y funcionamiento”.
47
Vid. artículo 31. 7 de la Ley 10/1990 y 12. 3 del RD 1835/1991.
48
Como bien explica MILLÁN GARRIDO, “El régimen …”, op. cit., p. 254, “Se establece,
con ello, un procedimiento dual o bifásico en el que la aprobación (provisional) de los
estatutos corresponde a la Asamblea General federativa o a su Comisión Delegada,
pero su ratificación (o aprobación definitiva) se atribuye a la Administración, siendo
tal ratificación determinante de la validez de la norma y posibilitadora de su vigencia.
Como requisitos de publicidad se prevén la inserción en el Boletín Oficial del Estado y
la inscripción en el Registro de Asociaciones Deportivas”.
49
Prescripción que permanece inalterada en la vigente Orden ECI/3567/2007 por la que
se por la que se regulan los procesos electorales en las Federaciones Deportivas Es-
pañola, al disponer que “1. Las Federaciones deportivas españolas elaborarán y so-
meterán a la aprobación definitiva del Consejo Superior de Deportes un Reglamento
Electoral, que deberá estar aprobado antes de iniciarse el correspondiente proceso
electoral” (art. 3).
173
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
50
Como bien indicara AGIRREAZKUENAGA, op. cit., p. 213, “es la vía que igualmente han
escogido, con posterioridad, todos los legisladores autonómicos con la instauración
de sus respectivas Junta de Garantías Electorales, o con la atribución de similares fun-
ciones al órgano administrativo encargado de enjuiciar la disciplina deportiva”.
51
Vid. el Capítulo VIII, arts. 30 a 33, del RD 1835/1991.
52
Particularmente crítico se muestra hacia la actuación de dicho órgano administrativo
TEBAS MEDRANO, op. cit., en particular, pp. 71-74.
53
TEJEDOR BIELSA, “¿Quién controla las elecciones federativas?”, op. cit., p. 71.
54
Ibídem, p. 76.
55
CALONGE VELÁZQUEZ, Antonio, “Elecciones federativas en Castilla y León: algunos
problemas sobre su régimen jurídico”, en Revista Española de Derecho Deportivo, No. 7,
1997, pp. 11-13 y más especialmente nota 11.
174
Dr. Julián Espartero Casado
56
TEJEDOR BIELSA, Público y privado en el deporte, op. cit., 2003, p. 143.
57
A este respecto y en relación con el análisis de los pronunciamientos jurisprudenciales
sobre la materia, vid. por todos, los trabajos de MILLÁN GARRIDO, “Régimen electoral
de las federaciones Deportivas Andaluzas”, op. cit. pp. 22 y ss.; así como “El régimen
electoral de las federaciones deportivas españolas”, op. cit., pp. 247 y ss.
58
PALOMAR OLMEDA, El sistema deportivo español: una visión diferente y pautas de refor-
ma, op. cit., p. 55.
175
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
59
ESPARTERO CASADO, op. cit., p. 297
60
En tal sentido, BERMEJO VERA, José, “Garantías electorales en el deporte”, en IV Con-
greso de Derecho Deportivo de Castilla y León, Valladolid, 14 y 15 de marzo de 1996,
recogido en Congreso de Derecho Deportivo. Textos de las ediciones de los años 1992 a
1996, Junta de Castilla y León/Consejería de Educación y Cultura/Dirección General de
Deportes y Juventud/Servicio de Formación Deportiva, Valladolid, 1997, pp. 15-16, al
significar que “las Corporaciones de Derecho Público más típicas existentes en nuestro
Derecho tienen su propio Derecho Electoral. (...) Lo cual hace más sorprendente que,
aún teniendo soporte en la Ley, en las Federaciones se trate de imponer un Ordena-
miento electoral muy completo desde fuera, es decir, desde la Administración”.
61
CALONGE VELÁZQUEZ, Antonio, “Elecciones deportivas en Castilla y León: algunos pro-
blemas sobre su régimen”, en Recursos para la gestión, el rendimiento y entrenamiento
deportivo, y para la intervención pedagógica en la actividad física y deportiva, Vol. II, Junta
de Castilla y León/Consejería de Educación y Cultura, Valladolid, 1997, pp. 370-371.
62
Ibídem, p. 370.
176
Dr. Julián Espartero Casado
63
GONZÁLEZ GRIMALDO, M. C., Prólogo a Legislación Deportiva, Tecnos, Madrid, 1994, p. 15.
64
ESTEVE PARDO, op. cit., p. 114.
65
SOUVIRÓN MORENILLA, op. cit., p. 79, consideraba al respecto que estas restricciones
suponían soportar una intervención pública “no ya similar a la existente en el caso de
los entes corporativos o administrativos instrumentales, sino mucho más intensa y por
177
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
tanto en cierta medida contradictoria con la personalidad jurídica privada que según
la Ley del Deporte ostentan las Federaciones Deportivas Españolas”.
66
Verbigracia: (1º) fija el comienzo de los procesos electorales en el primer trimestre del
año de celebración de los Juegos Olímpicos de Verano; (2º) exige a las federaciones un
censo permanentemente actualizado, (3º) modifica la representatividad en la Asam-
blea General de los técnicos y entrenadores; (4º) racionaliza los plazos de los procesos
electorales y adapta las normas sobre Comisiones Gestoras; (5º) regula las agrupacio-
nes de candidaturas; (6º) regula el voto por correo según el modelo de la legislación
electoral general para garantizar la identidad del elector y la recepción, custodia y
cómputo de estos votos así como establece un censo especial de voto no presencial,
además de exigir sobres y papeletas de carácter oficial; (7º) refuerza la posición de la
Junta de Garantías Electorales y extiende a sus miembros las causas de abstención y
recusación de los artículos 28 y 29 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.
67
La Sala desestimó el recurso contencioso habida cuenta que las federaciones depor-
tivas quedan fuera del ámbito de la Ley Orgánica 1/2002 reguladora del Derecho de
Asociación, por lo que rechaza todos los argumentos centrados en concretas vulnera-
ciones de la misma que prescindan de la legislación especifica existente al caso, mani-
fiesta que, en ese marco, el art. 31, 6 Ley 10/1990 habilita para el desarrollo normativo
en lo concerniente a los criterios establecidos para los estatutos, composición, funcio-
nes y duración del mandato de los órganos de gobierno y representación, así como la
organización complementaria de las federaciones deportivas españolas, aspectos en
los que claramente incide la OM al regular los procesos electorales. Vid. un comentario
sobre la misma en HERNÁNDEZ SAN JUAN, “Comentario de la Sentencia de la Audien-
cia Nacional desestimando el recurso contencioso-administrativo deducido contra la
Orden ECI/3567/2007, de 4 de diciembre, por la que se regulan los procesos electora-
les en las Federaciones Deportivas”, op. cit., pp. 237-241.
178
Dr. Julián Espartero Casado
68
La Sala declara la competencia del orden contencioso para conocer de reclamación
derivada de proceso electoral federativo, pues el artículo 38 de la Ley 10/1990 al crear
la Junta de Garantías electorales, adscrita orgánicamente al Consejo Superior de De-
portes, afirma que dicho órgano velará, de forma inmediata y en última instancia
administrativa, por el ajuste a derecho de los procesos electorales en los órganos de
gobierno de las Federaciones deportivas españolas, por lo que al tratarse de actos dic-
tados por la última instancia administrativa en el ejercicio de funciones públicas dele-
gadas y, por tanto, sujetas al derecho administrativo, su conocimiento está encomen-
dado al orden contencioso-administrativo. Sobre la misma puede verse el comentario
de DE MIGUEL PAJUELO, Francisco, “Naturaleza jurídica de las federaciones deportivas
españolas. Comentario a la sentencia del la audiencia nacional (sala de lo contencio-
so administrativo, sección 3ª) de 23 de julio de 2009”, en Revista Jurídica del Deporte,
No. 28, 2010, pp. 349-356.; PUNZÓN MORALEDA, Jesús y SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, Fran-
cisco, “La incidencia de los derechos fundamentales en la configuración legal de las
federaciones deportivas: el derecho de asociación”, en Revista Jurídica del Deporte,
No. 28, 2010, pp. 73-82.
69
La Sala rechaza la pretensión de la recurrente de que se efectúa una intromisión en la
esfera interna de entidad privada, considerando que no existe vulneración del dere-
cho de asociación, dado que se excluyen de los efectos del artículo 22 de la Constitu-
ción a estas entidades por su peculiares características, pretendiéndose con ello una
finalidad adecuada por la Administración, que no es otra que la regulación uniforme
de los procesos electorales en la federaciones deportivas españolas.
70
En la que, prácticamente, se reproducen los fundamentos desarrollados en la anterior.
71
En síntesis, la Real Federación Española de Fútbol impugnó por el procedimiento de
protección de los derechos fundamentales la citada Orden ECI/3567/2007 aduciendo
los siguientes motivos: 1º Vulneración del derecho fundamental de asociación lo que
determina la nulidad radical de la citada Orden al amparo del art. 62.1. a) y art. 62.2
de Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, , pues dada la naturaleza privada
de las Federaciones Deportivas la Orden conculca su derecho de asociación en cuanto
impide su potestad de autoorganización, del que forman parte las reglas y procedi-
mientos para elección y sustitución de los miembros de órgano de gobierno y repre-
sentación sin que una Orden Ministerial, sin cobertura legal alguna, pudiese regular
de forma tan pormenorizada el citado régimen electoral, hasta el punto de impedirle
ejercer la potestad de autoorganización. 2º Vulneración de la Ley Orgánica 1/2002,
de 22 de marzo, reguladora del derecho asociación. Y ello por cuanto la citada Ley Or-
gánica fija los elementos esenciales del régimen del derecho de asociación, entre los
que se incluye las libertades de autoorganización y funcionamiento sin injerencias ex-
179
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
teriores, sin que un reglamento de desarrollo de la Ley del Deporte pueda contradecir
las previsiones de la citada Ley Orgánica. En este sentido consideraba que la Orden im-
pugnada vulneraba distintos preceptos de la Ley Orgánica (arts. 2.4; 4.2; 7 apartado h);
40). 3º Vulneración de la Ley 10/1990 del Deporte en cuanto recoge en su Exposición
de Motivos el principio de autoorganización federativo en cuanto asociación privada
y pese a ello la Orden Ministerial regula las normas electorales de las Federaciones de-
portivas, sin la menor habilitación legal, infringiendo el art. 31.6 de la Ley del Deporte.
La violación del principio de autoorganización se produce en cuanto la Orden no solo
determina la composición de las Asambleas Generales de las Federaciones Deportivas
sino también hasta de que manera y en que proporción se configura esa composición
es decir la proporcionalidad en la representación de los estamentos implicados, tal
y como establece el art. 10.3 de la Orden. 4º Vulneración de los artículos 15 y 17 del
RD 1835/1991. 5º Vulneración de la normativa FIFA con grave riesgo de no participa-
ción de los clubes de fútbol español y de la selección nacional en competiciones o en
actividades deportivas internacionales, pues los Estatutos FIFA consagran el principio
de no injerencia de los poderes públicos de los Estados en los asuntos internos de
las asociaciones nacionales bajo apercibimiento de suspensión de las mismas. Entre
esta normativa FIFA se encuentra el Reglamento o Código electoral que entra en coli-
sión con la Orden Ministerial impugnada, en especial al no permitir ninguna injerencia
gubernamental en el proceso electoral ni en la composición del cuerpo electoral. 6º
También se añade que falta el acuerdo de inicio del procedimiento de elaboración de
la Orden y que no consta firma en la Memoria económica y en el informe de necesidad
y oportunidad del proyecto, así como en el informe sobre el impacto por razón de gé-
nero, informes preceptivos conforme el art. 22 de la Ley 50/1997, de 27 de noviembre,
del Gobierno.
180
Dr. Julián Espartero Casado
72
Previo pronunciamiento de las SSTS de 8 de noviembre de 2010 y de 15 de diciembre
de 2011.
73
Vid., por ejemplo, la Sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Au-
diencia Nacional de 30 de septiembre de 2009: “c) Concebida la asociación de confi-
guración legal dentro de estos límites, se trataría de una asociación distinta de la pre-
vista en el art. 22 CE, que no comprende el derecho de constituir asociaciones para el
ejercicio de funciones públicas de carácter administrativo relativas a un sector de la
vida social. Esta posibilidad no se encuentra excluida por el artículo mencionado, cuyo
núm. 3 se refiere a “las asociaciones constituidas al amparo de este artículo”, de donde
se deduce “a sensu contrario” que no se excluye la existencia de asociaciones que no se
constituyan a su amparo. (…) d) La peculiaridad de estas asociaciones, dado su obje-
to, puede dar lugar a que el legislador regule su constitución exigiendo los requisitos
que estime pertinentes, dentro de los límites indicados; y ello porque el derecho de
asociación reconocido en el art. 22 no comprende el de constituir asociaciones cuyo
objeto sea el ejercicio de funciones públicas de carácter administrativo relativas a un
sector de la vida social. (…) C) El art. 22 CE contiene una garantía que podríamos de-
nominar común; es decir, el derecho de asociación que regula el artículo mencionado
se refiere a un género -la asociación - dentro del que caben modalidades específicas.
Así en la propia Constitución (arts. 6 y 7), se contienen normas especiales respecto de
asociaciones de relevancia constitucional como los partidos políticos, los sindicatos
y las asociaciones empresariales. (…) Por ello debe señalarse que la reserva de la Ley
Orgánica en el art. 81.1 CE en orden a las leyes relativas “al desarrollo de los derechos
fundamentales” se refiere en este caso a la Ley que desarrolle el derecho fundamental
de asociación en cuanto tal, pero no excluye la posibilidad de que las leyes ordinarias
incidan en la regulación de tipos específicos de asociaciones, siempre que respeten el
desarrollo efectuado en la Ley Orgánica”..... (FJ 4) “La configuración de las Federaciones
españolas como un tipo de asociaciones a las que la Ley atribuye el ejercicio de funcio-
181
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
nes públicas, justifica que se exijan determinados requisitos para su constitución, dado
que no se trata de asociaciones constituidas al amparo del art. 22 CE, que no reconoce
el derecho de asociación para constituir asociaciones cuyo objeto sea el ejercicio de
funciones públicas de carácter administrativo, según hemos indicado reiteradamente.
Por eso, dado que el derecho a constituir Federaciones españolas existe en la medida y
con el alcance con que lo regula la Ley, no es inconstitucional que el legislador prevea
determinados requisitos y fases para su constitución definitiva”“ (FJ. 3º).
74
STC 67/1985 (FJ. 4º D).
182
Dr. Julián Espartero Casado
ral a sensu contrario del número 3º del artículo 22 –, como mucho debe
quedar referida al mecanismo propio de constitución y reconocimiento
legal de tales asociaciones”.75
El Tribunal Constitucional ha insistido en que “el artículo 22.1 CE recono-
ce el derecho de asociación sin referencia material alguna, de modo que
este derecho se proyecta sobre la totalidad del fenómeno asociativo en
sus muchas manifestaciones y modalidades (SSTC 67/1985, 23/1987 y
56/1995)” (STC 5/1996, FJ. 6°). El artículo 22 de la Constitución es, por tan-
to, norma común de toda manifestación asociativa y por ello mismo con-
tiene también el régimen jurídico básico de toda asociación y, en cuanto
tal, supone el límite que necesariamente deberán respetar las leyes que
regulen los distintos tipos asociativos. De modo que se constituye en “lo
que podríamos llamar el derecho común a nivel constitucional de todas
las asociaciones (…)”.76
Sentadas dichas consideraciones, hemos de trasladar nuestras miras a sig-
nificar la amplia autonomía de libre desenvolvimiento que comporta la
libertad asociativa. Hasta el punto que desde esta perspectiva señala GÓ-
MEZ MONTORO que el derecho de asociación “no se refiere a contenidos
materiales sino que es, ante todo, garantía de organización”.77 Sin embar-
go, es cierto que se ha afirmado por la propia STC 67/1985 que “El artícu-
lo 22 CE contiene una garantía que podríamos denominar común; es de-
cir, el derecho de asociación que regula el artículo mencionado se refiere a
un género -la asociación- dentro del que caben modalidades específicas”
(FJ. 3º C). Por ello es perfectamente plausible que existan asociaciones
cuya específicas finalidades permitan, sin ser excluidas de los márgenes
75
“Asociaciones y... ”, op. cit., p. 206, nota 56.
76
SANTAMARÍA PASTOR, Juan Alfonso, “Comentario al artículo 22”, en Garrido Falla,
F. (Dir.), Comentarios a la Constitución, Civitas, Madrid, 1985, p. 428, quien añade que
la mención constitucional separada de las mismas “no supone en caso alguno la con-
sagración, para tipos concretos, de principios o reglas contradictorias o meramente
distintos de lo establecido en el art. 22 de la Constitución; las reglas de este artículo,
pues, serían de general aplicación, a menos que por ley se dispusiese lo contrario en
atención a la peculiar naturaleza de algunas asociaciones”. En el mismo sentido, LUCAS
MURILLO DE LA CUEVA, Enrique, op. cit., pp. 88 y ss.
77
GÓMEZ MONTORO, Ángel José, Asociación, Constitución, Ley. Sobre el contenido cons-
titucional del derecho de asociación, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales,
Madrid, 2004, p. 65.
183
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
78
Respecto de la misma vid., por todos, MARÍN LÓPEZ, Juan José, “La intervención ju-
dicial en los conflictos endoasociativos: el caso de la expulsión de los asociados (Co-
mentario a la STC 218/1988, de 22 de noviembre)”, en Revista del Poder Judicial/Consejo
General del Poder Judicial, No. 14, 1989, p. 151-162; LUCAS MURILLO DE LA CUEVA, op.
cit., pp. 232 y ss.; BILBAO UBILLOS, Juan María, La eficacia de los derechos fundamentales
frente a particulares, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1997, pp. 63 y ss.
79
Vid. en el mismo sentido las SSTC 56/1995 de 6 marzo; 96/1994 de 21 marzo; 173/1998,
de 23 de julio; 104/1999 de 14 junio; 133/2006 de 27 abril.
184
Dr. Julián Espartero Casado
80
Vid. FD 6º de la STS de 8 de noviembre de 2010 y FD. 2º de la STS de 6 de marzo de 2012.
81
GÓMEZ MONTORO, Ángel José., “Veinticinco años de derecho de asociación”, en
Revista de Derecho Político, No. 58-59, 2003-2004, p. 260.
185
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
82
BOE No. 73, de 26 de marzo.
83
“5. La organización interna y el funcionamiento de las asociaciones deben ser
democráticos, con pleno respeto al pluralismo. (…)” (art. 2º). Circunstancia esta
que sigue sin resultar pacífica en la doctrina y como opina SALVADOR CODERCH, P.,
Asociaciones, derechos fundamentales y Constitución, Madrid, 1997, p. 132, señalando
como criterio constitucionalmente adecuado que “la sujeción a un estatuto
democrático debe imponerse a aquellas asociaciones que representan intereses
sociales ante las instancias públicas, a fin de procurar la mayor autenticidad posible en
esa representación”.
84
SOLOZÁBAL ECHAVARRÍA, Juan José, “Asociación y Constitución”, en García de En-
terría Martínez-Carande, Eduardo, Constitución y constitucionalismo hoy, Funda-
ción Manuel García-Pelayo, Caracas, 2000, p. 493 y ss., considera que los límites a la li-
bertad configuradora del legislador son la autodeterminación asociativa, la capacidad
organizativa funcional y el principio de proporcionalidad.
85
ESTEVE PARDO, op. cit. p. 116.
186
Dr. Julián Espartero Casado
86
“Asociaciones y... ”, op. cit., p. 208.
87
“Deporte, Asociacionismo Deportivo y…”, op. cit., p. 217.
88
Como señala la propia Exposición de Motivos de Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio
(BOE 154, de 28 de junio), de Partidos Políticos, “aunque los partidos políticos no son
órganos constitucionales sino entes privados de base asociativa, forman parte esen-
cial de la arquitectura constitucional, realizan funciones de una importancia constitu-
cional primaria y disponen de una segunda naturaleza que la doctrina suele resumir
con referencias reiteradas a su relevancia constitucional y a la garantía institucional de
los mismos por parte de la Constitución“.
187
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
89
GÓMEZ MONTORO, “Asociación, Constitución, Ley… “, op. cit., p. 215.
188
Dr. Julián Espartero Casado
90
Vid. nuestro trabajo ESPARTERO CASADO, Julián, “La necesaria ilicitud de las cláusulas
estatutarias federativas prohibitivas del derecho a la tutela judicial”, Revista Jurídica del
Deporte, No. 14, 2005, pp. 47-71.
91
Op. cit., p. 43. En lo esencial comparte dicho planteamiento GÓMEZ MONTORO, “Aso-
ciación, Constitución, Ley… “, op. cit., p. 27, especialmente nota 3.
92
Ibídem, p. 45.
189
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
93
MARÍN LÓPEZ, Juan José, Ley Orgánica del Derecho de Asociación, Tecnos, Madrid, 2003,
p. 117.
94
Op. cit., p. 46.
95
Utilizamos esta acepción en el sentido estricto que señala el ilustre profesor
PAREJO ALFONSO, Luciano, “El interés general o público. Las potestades generales o
formales para su realización”, en Parejo Alfonso, Luciano, Jiménez Blanco, A. y
Ortega Álvarez, L., Manual de Derecho Administrativo, Vol. I, Ariel, Barcelona, 1996,
pp. 467-469, “en su acepción más general y amplia, el interés general se confunde
con el fin mismo del Estado, al que en el Preámbulo de la Constitución se alude con
las expresiones “orden económico y social justo” y “calidad de vida”“. Entendido en
sentido más estricto, el interés general -esto es, cuando el mismo “se refiere a los
bienes jurídicos imputables a la colectividad, cuya tutela corresponde, por ello, a los
poderes públicos, es decir, a las organizaciones (o las designadas por éstas), en cuanto
gestores cabalmente de los intereses del común o no pertenecientes (en su caso, no
190
Dr. Julián Espartero Casado
191
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
permite indicar que sería posible remitir a sus propias reglas –propias
de una entidad asociativa– la regulación y control de los procesos
electorales manteniendo en “mano pública” la normativa que ase-
gure la democracia, la transparencia y la representatividad de los
colectivos en el marco de los procesos electorales”.
Tan avisada doctrina nos reafirma en la oportunidad de la desaparición o,
al menos, atemperación de esta intervención administrativa que juzga-
mos excesiva y carente de fundamentación en cuanto que no aporta nada
a los fines que afirma pretender. Ello a pesar de que importante doctrina,
sin perjuicio de sostener el carácter privado de las elecciones federativas,
ha apuntado sólidas razones como puedan ser la financiación pública99
de las federaciones o la importancia para los poderes públicos de los pro-
cesos que deban seguirse para la elección de quienes habrán de estar al
frente del monopolio federativo para fundamentar la concurrencia de un
interés público en la regularidad de los procesos electorales federativos y
que exige “el establecimiento de mecanismos eficaces de control electo-
ral que aseguren la plena vigencia de los puros principios de representa-
tividad y democracia”.100
Pero, sin desmerecer estos planteamientos, discrepamos de los mismos
por la evidencia de que son muchas las importantes entidades públicas y
99
AGUILERA FERNÁNDEZ, Antonio, “Algunos malos ejemplos de la relación entre el Esta-
do social y el deporte”, en Revista Española de derecho Deportivo, No. 7, 1997, p. 25, “el
clásico argumento del carácter privado de las Federaciones deportivas, y su exigencia
de no intromisión de los poderes -ejecutivo y legislativo en nuestro caso- en su orga-
nización interna, es, en elemental teoría política y constitucional, sofístico, por estar en
abierta confrontación con la (...) realidad de la financiación por parte del Consejo Supe-
rior de Deportes del 75 por 100 de los gastos de las Federaciones deportivas españolas”.
100
PRADOS PRADOS, “El régimen jurídico de los procesos electorales de las federaciones
deportivas”, op. cit., p. 19. En similar sentido, PUNZÓN MORALEDA, y SÁNCHEZ
RODRÍGUEZ, op. cit., p. 80, “Entre esos requisitos que se sobreponen sobre las
Federaciones deportivas se encuentra la regulación del régimen electoral de los
órganos de gobierno y representación de las Federaciones deportivas para garantizar
que los procesos electorales se desarrollen teniendo en consideración los principios
de Estado social y democrático de derecho en los que se basa nuestro ordenamiento
constitucional permitiendo el desarrollo de un sistema electoral que permita un
sufragio libre y secreto, igual y directo. Así es posible garantizar los principios de
universalidad, igualdad, libertad y secreto de la votación junto con las salvaguardas
procedimentales de transparencia, verificabilidad y seguridad del mismo”.
192
Dr. Julián Espartero Casado
101
En este sentido, GONZÁLEZ GRIMALDO, op. cit., p. 16, “En ningún caso la subvención o la
dependencia financiera han justificado un intervencionismo estatal más allá de lo que
significan la vigilancia y el control del destino de los fondos públicos”. También BAÑEGIL
ESPINOSA, Adolfo, “El orden público deportivo, como límite a la autorregulación en el
movimiento deportivo”, en Justicia Deportiva/Aranzadi, No. 2, 1996, p. 18, quien tras
señalar que “El control que actualmente se realiza sobre las Federaciones tiene su base
más nítida en las ayudas presupuestarias que les son distribuidas”, resalta el hecho de
que “sin embargo existen muchas empresas que también reciben ayudas y sobre el
destino de las mismas existe el control establecido en la Ley General Presupuestaria
(Intervención del Estado, Tribunal de Cuentas... ). Estos mecanismos de intervención
sobre el dinero público podrían ser suficientes”.
193
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
a toda asociación, se convierte por obra y gracia del legislador en una ac-
tividad administrativa. De modo que el que se siga manteniendo esta in-
justificada intervención, pese al transcurso de estas tres largas décadas de
consolidación constitucional del derecho de asociación, nos revela que
el poder público sigue sin confiar en la capacidad102 de autoorganización
de las Federaciones, pues considera imprescindible establecer controles –
que como se ha puesto reiteradamente de manifiesto, incluso exceden a
aquéllos que caracterizan la Administración corporativa – para salvaguar-
dar el necesario respeto y transparencia de los principios democráticos y
representativos que deban presidir su estructura interna. Lo que supone
someter a las Federaciones Deportivas Españolas a la imposición admi-
nistrativa de una democracia vigilada que anula su derecho de autoor-
ganización y que las coloca forzadamente en una situación organizativa,
parafraseando al profesor SALVADOR CODERCH,103 en la que el imperio
de la democracia y sus reglas poco o nada tienen que ver con la libertad
y las suyas.
102
Así se manifestaba GONZÁLEZ GRIMALDO, op. cit., p. 16, considerando el autor entonces
que ello tenía su origen en que “el deporte español no ha superado la mayoría de edad”.
Símil éste que, en cierto modo, también resulta utilizado por BAÑEGIL ESPINOSA, op.
cit., p. 14, al afirmar que los controles sobre el mundo deportivo y las Federaciones
deberán desaparecer “paso a paso permitiendo la emancipación hasta la mayoría
de edad”. La misma idea se refleja, asimismo, en las consideraciones de SOUVIRÓN
MORENILLA, op. cit., p. 79, nota 64, al destacar como en la regulación vigente sobre
las federaciones la literalidad de determinados preceptos “evoca el campo vedado al
menor emancipado si no cuenta con la debida asistencia”.
103
Así, en SALVADOR CODERCH, op. cit., p. 132, refiriéndose al punto o medida que puede
llegar el legislador limitando el derecho de autoorganización mediante la exigencia de
formas organizativas que garanticen la democracia interna, señala que “la democracia
y sus reglas no siempre coinciden con la libertad y las suyas”.
194
Dr. Julián Espartero Casado
Obras generales
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co del Estado, Secretaría General Técnica, Centro de Publicaciones,
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195
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
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BAÑEGIL ESPINOSA, Adolfo, “El orden público deportivo, como límite a la
autorregulación en el movimiento deportivo”, en Justicia Deportiva/
Aranzadi, No. 2, 1996, pp. 11-25.
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197
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
198
Dr. Julián Espartero Casado
199
Año de elecciones federativas: seguimos sin noticias del derecho de asociación
200
Las garantías del derecho al deporte
en el ordenamiento jurídico cubano.
Hacia un modelo necesario y deseable
en la actualización del sistema deportivo*
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana**
Sumario
I. Presentación del tema
II. Las garantías del derecho al deporte. Hacia un modelo necesario
y deseable
III. Una propuesta de bases generales dirigidas al perfeccionamiento
de las garantías del derecho al deporte en Cuba
IV. A modo de conclusiones
V. Fuentes bibliográficas
* Publicado como parte del artículo “Las garantías del derecho al deporte en el orde-
namiento jurídico cubano ante la actualización del modelo deportivo”, en la Revista
Española de Derecho Deportivo, Editorial Reus, S.A. y Asociación Española de Derecho
Deportivo, Madrid, España, No. 34-2, Enero-Junio 2014, pp. 25-58. Para esta oportuni-
dad fue debidamente revisado y actualizado.
** Profesor Titular de Teoría general del Estado y de Derecho constitucional, Facultad de
Derecho de la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba. Responsable de la Disciplina
(Área) de Fundamentos Teóricos y Constitucionales del Estado y del Derecho y Coordi-
nador del Grupo de Investigación sobre Derecho del Deporte, del propio centro. Coor-
dinador/ Promotor de la Red Iberoamericana de Investigadores en Derecho y Gestión
del Deporte (reconocida y patrocinada por la Asociación Universitaria Iberoamericana
de Posgrado, AUIP, Salamanca, España). [email protected]
201
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
1
Cfr. Resolución No. 83-A, del 19 de marzo de 1962, del entonces Director General del
(recientemente creado) Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación
(INDER).
2
Cfr. Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, p. 10.
3
Vid. las normas jurídicas que implementan la “Nueva política de ingresos de atletas,
entrenadores y especialistas del deporte” y que fueron aprobadas entonces: Decreto
202
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
No. 324/2014 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros (modifica Decreto
No. 134/1986 “Sobre las licencias deportivas”), el Acuerdo No. 7531 del Consejo de
Ministros, la Resolución No. 9/2014 del Ministro de Trabajo y Seguridad Social (sobre
pago de los ingresos básicos mensuales en pesos cubanos convertibles a los atletas de
alto rendimiento), la Res. Conjunta No. 1/2014 del Presidente del INDER y el Ministro
de Trabajo y Seguridad Social (deroga la Resolución anterior sobre protección social
de los atletas), la Res. No. 152/2014 de la Ministra de Finanzas y Precios (régimen
simplificado tributario de los atletas y entrenadores para el pago del Impuesto sobre
Ingresos Personales), y del Presidente del INDER, las Resoluciones No. 22/2014 (modifica
Res. No. 79/09 Premios internacionales), la No. 23/2014 (modifica Res. No. 80/09 sobre
ganadores y recordistas mundiales), la No. 24/2014 (categorización de los atletas de alto
rendimiento) y la No. 25/2014 (sistema de contratación de los atletas de alto rendimiento).
Posteriormente el Presidente del INDER aprobó la Res. No. 41/2015 (modificaciones al
Procedimiento Interno para la aplicación del Reglamento de Estimulación, establecido
en la Res. 80/2014 y otras modificaciones documentales).
4
Artículo 1, Decreto No. 134, sobre las licencias deportivas, de 6 de mayo de 1986, Gaceta
Oficial Ordinaria de 31 de mayo de 1986.
203
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
5
Anuario Estadístico de Cuba 2012, Edición 2012, Oficina Nacional de Estadísticas de la
República de Cuba, La Habana, 2013.
204
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
6
Al respecto, Cazorla Prieto, Luis María, Deporte y Estado, Labor, Barcelona, 1979,
p. 174, consideró que se constitucionalizaba parcialmente el derecho al deporte en
estos supuestos En sentido contrario se manifestó Camps i Povill, Andreu “El artícu-
lo 43.3 de la Constitución española”, en Carretero Lestón, José Luis (Coordinador)
et al., La Constitución y el deporte, Junta de Andalucía, Málaga, 1993, p. 24, cuando asu-
mió que: “Si la Constitución establece un Deber de fomento del deporte por parte de
los poderes públicos, está reconociendo un derecho para el ciudadano, puesto que el
deber para uno no deja de convertirse en un derecho para el otro, más si convenimos
que el precepto no tiene sólo un valor simbólico, sino que tiene consecuencias jurídicas
tales como el necesario equilibrio entre la actuación del sector público y la intervención
del sector privado, basado en una limitación al intervencionismo público, pero sin lle-
gar a una actuación exclusiva del sector privado”. En este sentido, además vid.: Berme-
jo Vera, José, “Constitución y ordenamiento jurídico”, en Revista Española de Derecho
Administrativo, No. 63, julio-septiembre de 1989, p. 344. Por su parte, De Asís Roig,
“Derechos fundamentales y deporte”, en Carretero Lestón (Coordinador) et al, op.
cit., p. 99, sostuvo que se infiere “un derecho fundamental a exigir una actitud promo-
205
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
Con relación a la experiencia cubana sobre las garantías del derecho al de-
porte expondré a continuación mis consideraciones y recomendaciones
en el ánimo de contribuir a comprender mejor la problemática y conducir
a determinar los instrumentos garantes que desde el ámbito jurídico sig-
nifiquen la inequívoca defensa a la que apelarán sus titulares en caso de
su menoscabo o disminución.
cional del Estado en aras de facilitar la posibilidad de practicar el Deporte”. Sobre estos
y otras consideraciones al respecto cfr. Agirreazkuenaga, Iñaki, Intervención pública
en el deporte, Civitas, Madrid, 1998, pp. 48 y ss. Al respecto, es significativa, teniendo la
escasa doctrina jurisprudencial sentada al respecto, el Fundamento Séptimo de la Sen-
tencia del Tribunal Supremo de España de 23 de marzo de 1988, cit. Camps i Povill,
op. cit., p. 22, cuando expresó: “La Constitución de 1978, en su artículo 43.3, no consagra
ciertamente un derecho al deporte, sino que únicamente establece su fomento público
(…)”. En sentido contrario, Cazorla Prieto, op. cit., pp. 170 y 171, cuando evalúa la
aparición del derecho al deporte en la Constitución portuguesa.
206
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
207
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
7
Gaceta Oficial Ordinaria de 21 de noviembre de 2012.
8
Cfr. Villabella Armengol, Carlos, “Los derechos humanos. Consideraciones teóri-
cas de su legitimación en la Constitución cubana”, en Pérez Hernández, Lissette y
Prieto Valdés, Martha (Compilador) et al, Temas de Derecho Constitucional cubano,
pp. 319 y ss.; de Cutié Mustelier, Danelia, Mariño Castellanos, Ángel y Mén-
dez López, Josefina, “Reflexiones en torno a la protección de los derechos fundamen-
tales en Cuba. Propuesta para su perfeccionamiento”, Pérez Hernández y Prieto
Valdés (Compilador) et al, op. cit., pp. 324 y ss., y “El sistema de garantías de los dere-
chos fundamentales en Cuba”, en Colectivo de autores, Memorias de la IV Conferen-
208
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
cia Científica sobre el Derecho, Barco de Papel, Mayagüez, Puerto Rico, 1998, pp. 151 y ss.;
y Torrado, Fabio Raimundo, Los derechos humanos en el sistema político cubano, Cien-
cias Sociales, La Habana, 2003, pp. 227 y ss.
9
Para Villabella Armengol, op. cit., p. 320, se utilizó injustificadamente el término
“garantías” por no exponerse ninguno de los mecanismos que la dogmática constitu-
cional moderna considera como tal, criterio que no asumo pues si bien se consignó
exclusivamente la condicionalidad material, bien pudieron incluirse expresamente las
garantías jurídicas, pues una no excluye a la otra. Además, es válido recordar que la
visión imperante en la dogmática comparada sobre las garantías es eminentemente
procesalista o judicialista, por lo que tampoco dan una respuesta cabal o definitiva a la
problemática de los derechos fundamentales a la cuestión de sus garantías.
10
Cfr. Constituciones de la URSS de 1936, de Viet Nam de 1959, de Checoslovaquia de
1960, de Yugoslavia de 1963, de la República Democrática Alemana de 1968, de Bulga-
ria de 1971, y, posterior a la nuestra, la de la URSS de 1977.
209
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
11
Al respecto, vid. Villabella Armengol, op. cit., p. 321; Cutié Mustelier, Mariño
Castellanos y Méndez López, “Reflexiones en torno a la protección de los de-
rechos fundamentales en Cuba. Propuesta para su perfeccionamiento”, op. cit.,
pp. 324 y ss., y “El sistema de garantías de los derechos fundamentales en Cuba”, op.
cit., pp. 151 y ss.; y Torrado, op. cit., pp. 227 y ss. Para más detalles sobre el sistema
de protección jurídica de los derechos fundamentales en Cuba, cfr. Cutié Mustelier,
Danelia, El sistema de garantías de los derechos humanos en Cuba, Tesis presentada en
opción del Grado Científico de Doctora en Ciencias Jurídicas, Santiago de Cuba, 1999,
pp. 77 y ss.; y Cutié Mustelier, Danelia, y Méndez López, Josefina, “Tribunales y
tutela de los Derechos Humanos en Cuba”, en Colectivo de Autores, Memorias de la
Jornada Científica Internacional “Homenaje a la Constitución cubana de 1976 en su
XXX Aniversario”, Ediciones Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, 2006, pp. 1 y ss.
12
Cfr. de Cutié Mustelier, Mariño Castellanos y Méndez López, “Reflexiones en
torno a la protección de los derechos fundamentales en Cuba. Propuesta para su per-
210
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
feccionamiento”, op. cit., pp. 328 y 330, y “El sistema de garantías de los derechos funda-
mentales en Cuba”, op. cit., p. 153; y Torrado, op. cit., p. 231.
13
Tal como consigna la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 8,
de la que el Estado cubano es signatario.
14
La cláusula general de protección jurisdiccional de los derechos reconocidos a los
ciudadanos por los textos constitucionales frente a posibles lesiones que sufran en el
ejercicio de los mismos puede considerarse un aporte de la dogmática constitucional
alemana, al ser introducida por vez primera en la Ley Fundamental de Bonn en su ar-
tículo 19 segundo párrafo. A partir de entonces fue incorporada progresivamente en
una considerable parte de los textos constitucionales posteriores. Vgr. en el ámbito lati-
noamericano: artículo 43 de la Constitución argentina de 1994, artículo 19 de la Cons-
titución boliviana de 1967, artículo 86 de la Constitución colombiana de 1991, artícu-
lo 134 de la Constitución paraguaya de 1992, artículo 200 de la Constitución peruana
de 1993, y artículo 26 de la Constitución venezolana de 1999. En Europa: artículo 24 de
la Constitución española de 1978.
15
Gaceta Oficial Extraordinaria No. 8 de 14 de junio de 1997.
211
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
16
Gaceta Oficial de 20 de agosto de 1977.
17
Gaceta Oficial Extraordinaria de 27 de septiembre de 2006.
18
Cutié Mustelier, El sistema de garantías de los derechos humanos en Cuba, op. cit.,
p. 86 y ss.
19
Con respecto a las “materias constitucionales”, la formulación en la Ley de una manera
general y amplia de esta expresión suscita dudas en torno a considerar si las reclamacio-
212
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
nes sobre derechos reconocidos en la Constitución pueden o no instarse ante la vía ju-
risdiccional administrativa. En el supuesto de negarles esta vía a las pretensiones que se
deduzcan contra las disposiciones de carácter general y resoluciones que emanen de la
Administración, y que en ambos casos supongan la vulneración de derechos legalmen-
te reconocidos a favor del reclamante, se entraría en contradicción con lo preceptuado
en la propia Ley en su artículo 656 inciso primero. En tal sentido, con el propósito de
aclarar esta situación, Cutié Mustelier, El sistema de garantías de los derechos humanos
en Cuba, op. cit., p. 87, sostiene el criterio, que comparto, de que “el sentido del legislador
no era excluir tal materia sino las relativas a las cuestiones de constitucionalidad de leyes
y demás disposiciones de carácter general, para lo cual se debe seguir el procedimiento
establecido ante la Asamblea Nacional del Poder Popular”.
20
Cfr. Arias Gayoso, Grethel, La potestad discrecional en Cuba, Tesis presentada en
opción al Grado Científico de Doctora en Ciencias Jurídicas, Santiago de Cuba, 2010,
in totum.
21
Cfr. artículo 19 de la Resolución No. 13 de7 de febrero de 2003, Reglamento disciplina-
rio del Béisbol, o artículo 24 de la Resolución No. 66 de 2009, Reglamento disciplinario
para los alumnos-atletas matriculados en el sistema de enseñanza deportiva y los atle-
tas que participan en eventos deportivos nacionales e internacionales. En este último
supuesto, con respecto a los alumnos-atletas no es posible acudir a la vía jurisdiccional
administrativa, al no estar comprendida en la misma la actividad educacional y la dis-
ciplina escolar y estudiantil, toda vez que así lo dispone el artículo 657.5 de la Ley de
Procedimiento Civil, Administrativo, Laboral y Económico (LPCALE), no así con respecto
213
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
a los demás sujetos que califican como deportistas participantes en eventos nacionales
o internacionales.
22
La exclusión de la potestad sancionadora en materia de disciplina deportiva con res-
pecto a la jurisdicción administrativa no está establecida en ninguna disposición de
la LPCALE.
23
Sobre la potestad sancionadora de la Administración y su incidencia específica en el
deporte, cfr. Gamero Casado, Eduardo, Las sanciones deportivas, Bosch, Barcelona,
2003, in totum.
214
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
24
En este sentido es oportuno recordar a González Grimaldo, Mariano-Carmelo, El
ordenamiento jurídico del deporte, Civitas, Madrid, 1974, p. 60, cuando tempranamente
al referirse a la posible inimpugnabilidad de las normas emanadas de la Administración
relativas al deporte advirtió que “(…) si se admitiera la posibilidad de unos entes con
potestades públicas, fueran inmunes a toda impugnación normativa, se consagraría así
una parcela del ordenamiento del Estado como sagrada, aunque contuviera los más
grandes disparates, e incluso infracciones de leyes formales (…)”.
215
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
que se haga referencia alguna al disfrute de esos derechos, entre los que
está la licencia deportiva, antes o durante el reconocimiento de la misma,
entre los que sin dudas está el de reclamar oportunamente cuando así
entienda que se le ha violado algún derecho reconocido jurídicamente.
Los argumentos más sólidos a favor de mantener el actual sistema se con-
centran en la inmediatez y celeridad que exige la práctica deportiva, toda
vez que el término de transcurso de las competencias es relativamente
breve, por lo que demoraría el reconocimiento de la licencia deportiva su
viabilidad ante los órganos de solución de conflictos laborales, situación
que pudiera quedar salvada con el establecimiento de un procedimiento
laboral especial en caso de solicitarse la referida licencia y ser negada ésta
por la administración de la entidad laboral, que permita impugnar tal de-
cisión por parte de los titulares del derecho.
c) Entre otras garantías jurisdiccionales establecidas en el ordenamiento
jurídico cubano merece una breve reflexión el procedimiento penal, ante
el que, si bien no es previsible acudir en la defensa jurídica del derecho al
deporte, se brinda tutela a algunos derechos sociales, económicos y cultu-
rales. La protección penal de algunos derechos fundamentales en nuestro
país parte del supuesto de que son tipificadas en el Código Penal conduc-
tas delictivas que pueden restringir el disfrute de los mismos. Tal es el caso
de una gran parte de los derechos individuales (Libro II Parte Especial, Tí-
tulo IX, artículos 279-295), laborales, aunque con respecto a estos exclu-
sivamente el derecho a la protección e higiene del trabajo y la disciplina
laboral (Libro II Parte Especial, Título X, artículos 296 y 297) y la protección
de la salud pública (Libro II Parte Especial, Título III, Capítulo V, artícu-
los 187-199), algunos constitucionalizados en el Capítulo VII e incluso otros
dispersos en el resto del articulado. Sin embargo, ninguna referencia al
respecto se hizo del deporte, bien pudiéndose tipificar y sancionar penal-
mente en consecuencia todas aquellas acciones u omisiones que vulnera-
ran el ejercicio de los titulares del derecho al deporte, fundamentalmente
impidiendo el acceso a su práctica y conocimiento. Esta situación resulta
paradójica toda vez que el tratamiento recibido por los derechos econó-
micos, sociales y culturales en su conjunto en nuestra sociedad ha sido de
absoluta preeminencia con respecto al resto de los mismos.
Por otra parte, ante la posición de que no todo debe conducirse por los
cauces del Derecho penal, no creo admisible que determinados derechos
fundamentales gocen de especial protección por parte de éste, en detri-
mento de otros, principalmente los de carácter social, económico y cul-
tural. Esta posible exclusión tampoco puede inferirse de la voluntad del
legislador, por cuanto determinados derechos de esta índole fueron pro-
tegidos penalmente, lo que, indudablemente, provoca reflexionar sobre
216
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
25
Pérez Hernández, Lissette y Prieto Valdés, Martha, “Los derechos fundamentales.
Algunas consideraciones doctrinales necesarias para su análisis”, en Pérez Hernán-
dez y Prieto Valdés (Compiladoras) et al., Temas de Derecho Constitucional cubano,
op. cit., p. 304.
26
Para Cutié Mustelier, Mariño Castellanos y Méndez López, “El sistema de ga-
rantías de los derechos fundamentales en Cuba”, op. cit., p. 154, se incluyen además
entre las garantías no jurisdiccionales las quejas ante los Órganos Locales del Poder
Popular y ante las instancias del Partido Comunista de Cuba, las que por considerarlas
extrajurídicas, exponemos a continuación de este esquema metodológico.
27
Para más detalles sobre el derecho de queja y petición, cfr. Hernández Rodríguez,
Orlando, “El derecho de queja y petición frente al quehacer del Estado y la Administra-
ción Pública”, en Colectivo de Autores, Memorias de la Jornada Científica Internacio-
nal “Homenaje a la Constitución cubana de 1976 en su XXX Aniversario”, op. cit., pp. 4 y ss.
217
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
28
Sobre la consideración de la FGR como un ombudsman, según la usanza escandina-
va, cfr. Villabella Armengol, Los derechos humanos. Consideraciones teóricas de
su legitimación en la Constitución cubana, op. cit., p. 321; Cutié Mustelier, Mariño
Castellanos y Méndez López, “Reflexiones en torno a la protección de los dere-
chos fundamentales en Cuba. Propuesta para su perfeccionamiento”, op. cit., pp. 332; y
Torrado, op. cit., pp. 233 y ss.
29
Gaceta Oficial de 19 de abril de 1983.
218
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
30
Cutié Mustelier, Mariño Castellanos y Méndez López, “Reflexiones en torno a
la protección de los derechos fundamentales en Cuba. Propuesta para su perfecciona-
miento”, op. cit., pp. 331, y “El sistema de garantías de los derechos fundamentales en
Cuba”, op. cit., p. 154.
31
Lezcano Calcines, José Ramón, “El procedimiento administrativo”, en Colectivo
de autores, Estudios de Derecho Administrativo cubano, Félix Varela, La Habana, 2002,
p. 272.
219
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
Administración dispone con frecuencia una vez agotada la vía interna, tal
y como señalé anteriormente en relación a la potestad disciplinaria ejer-
cida por el INDER.
Garantías normativas o abstractas: considerando como tales aquellas ins-
tituciones comprendidas en la CR destinadas a enfrentar preventivamen-
te las presuntas violaciones de los derechos fundamentales por parte de
los órganos estatales, podemos apreciar que en nuestro texto fundamen-
tal, para el caso del derecho al deporte, sólo se prevé la rigidez constitu-
cional expuesta en el artículo 137 segundo párrafo. Prevista para todos los
derechos constitucionalmente reconocidos, en el mencionado artículo se
establece un procedimiento de reforma que exige en el supuesto de refe-
rirse a los derechos constitucionalmente reconocidos, además de la ma-
yoría cualificada de 2/3 partes del voto de sus diputados efectuado en vo-
tación nominal, de la ratificación por el voto favorable de los ciudadanos
con derecho electoral mediante un referendo aprobatorio. Se configuran
así los derechos como contenidos especialmente protegidos.
Con respecto a la directa e inmediata aplicabilidad de la normativa cons-
titucional que regula los derechos fundamentales, subsumida en el deba-
te doctrinal sobre la directa aplicabilidad del texto constitucional – aún
no agotado y, por momentos, evitado –,32 expresamente no se verifica
32
Según lo expuesto por Fernández Salgado, Michel, “Breves consideraciones sobre
los derechos humanos en la Constitución cubana”, en Matilla Correa, Andry (Coor-
dinador) et al., Introducción al estudio del Derecho, Félix Varela, La Habana, [s.f.], p. 169,
esta última “no es norma de aplicación directa, requiere de leyes complementarias para
su desarrollo y aplicación; es una norma, principio guía, que no vincula directamente a
los operadores del derecho en su actuar”, criterio contra el que me pronuncio contrario,
puesto que, por una parte, no está validado positivamente en nuestro ordenamiento
jurídico, mucho menos no existe mandato constitucional contrario a la directa aplica-
bilidad del texto constitucional, al menos en lo referente a los derechos fundamentales,
por lo que los componentes sociales, bien sean los operadores jurídicos, están obliga-
dos a cumplir sus postulados desde el momento de promulgación del propio texto
constitucional. Por otra parte, tampoco se verifica en la voluntad del constituyente tal
consideración, o en la de la dirigencia política del país ocurre lo mismo, constatándose
por el contrario una posición consecuente con la directa aplicabilidad. En este sentido,
Prieto Valdés, Martha, “Funciones de la Constitución”, en Revista Jurídica, Ministerio
de Justicia, Año 5, No. 9, enero-junio de 2004, La Habana, p. 44, recuerda: “La efectivi-
dad de los postulados constitucionales, es un objetivo esencial en la sociedad. Ha de
posibilitarse que actúen como parámetros conductuales, por lo cual los operadores
220
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
jurídicos, en su quehacer diario, volverán su vista hacia sus normas a la hora de aplicar
las disposiciones infla-constitucionales”, y más adelante: “Debe asimismo entenderse
que la Constitución es fuente directa de Derecho para todo proceso; que su aplicación
preferente debe realizarse en materia de derechos constitucionales a falta de ley de de-
sarrollo (...)”. Finalmente el argumento de la influencia del constitucionalismo socialista
de entonces recurrido para validar la idea de la diferida aplicación de la Constitución
cubana, no es absoluto, pues todo lo contrario se puede apreciar en el artículo 105 de la
Constitución alemana de 1968, cuando establece que: “La Constitución es fuente direc-
ta de Derecho”, mención expresa que si bien no fue común en el modelo constitucional
socialista significa una ruptura esencial con aquella línea de pensamiento. En torno a
la eficacia normativo-jurídica de la Constitución cubana, cfr. Mondelo García, José
Walter, “Regla de reconocimiento, Constitución y Valores Jurídicos”, en Colectivo de
Autores, Memorias de la Jornada Científica Internacional “Homenaje a la Constitución
cubana de 1976 en su XXX Aniversario”, op. cit., pp. 18 y ss.
33
A propósito de esta consideración con respecto a la aplicabilidad directa de las normas
constitucionales, Prieto Valdés, Martha, El Derecho, la Constitución y su Interpretación,
Tesis presentada en opción al Grado Científico de Doctora en Ciencias Jurídicas, La Ha-
bana, 2002, p. 137, sostiene que “(…) ni el legislador cubano constituyentista ni el ordi-
nario han establecido límites a la aplicabilidad directa de la normativa constitucional,
sino que por el contrario fue así concebida, aun cuando como consecuencia de proble-
mas de prácticas jurídicas y de decisión más que de prohibición, no goza de eficacia
normativa directa, dependiendo de la realización de sus postulados del accionar del
órganos supremo del poder estatal”.
221
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
34
Aunque no está prevista el desarrollo de legislación complementaria para el supuesto
del resto de los derechos económicos, sociales y culturales, es evidente que los dere-
chos laborales han sido objeto de una extensa y copiosa legislación de desarrollo, ex-
puesta no sólo en el Código de Trabajo, sino además en normativa legal que desarrolla
específicamente cuestiones de este ámbito, así como está vigente en nuestro ordena-
miento jurídico la Ley No. 41 de 13 de julio de 1983, de Salud Pública (Gaceta Oficial de
15 de agosto de 1983), no así una normativa específica para el derecho a la educación,
bien sea esta de tipo orgánica y general.
35
Prieto Valdés, “Reflexiones en torno al carácter normativo de la Constitución”, en
Pérez Hernández y Prieto Valdés (Comp.) et al., Temas de Derecho Constitucional
cubano, op. cit., p. 31.
222
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
36
Sobre las garantías extrajurídicas o extralegales, vid. Villabella Armengol, “Los de-
rechos humanos. Consideraciones teóricas de su legitimación en la Constitución cuba-
na”, op. cit., p. 321; y Cutié Mustelier, Mariño Castellanos y Méndez López, “Re-
flexiones en torno a la protección de los derechos fundamentales en Cuba. Propuesta
para su perfeccionamiento”, op. cit., pp. 332, y “El sistema de garantías de los derechos
fundamentales en Cuba”, op. cit., pp. 154 y 155.
37
La tutela judicial efectiva de los derechos fundamentales constituye un rasgo común al
constitucionalismo contemporáneo cual expresión de la seguridad jurídica que debe
ofrecerse a sus titulares en el disfrute de los mismos. Su establecimiento implica el dere-
cho a acceder a los tribunales o jueces, sometidos exclusivamente en su actividad funda-
mental de impartir justicia al imperium del Derecho; a obtener de estos un fallo justo y,
223
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
224
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
38
Landaberea Unzueta, op. cit., p. 113.
225
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
228
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
229
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
sociedad. Esta idea, que se expone obvia desde la óptica del Derecho, sin
embargo desde la visión de las organizaciones deportivas no ha sido del
todo aceptada, postulándose tradicionalmente desde las mismas la visión
de que el Derecho se detiene ante los “muros del mundo deportivo”, ne-
gándose a aceptar o adecuar, en ocasiones, sus postulados a los imperan-
tes jurídicamente.
Por tal motivo, se hace impostergable un acercamiento al deporte desde
la perspectiva del Derecho, que permita delinear los contornos teóricos
de la dogmática particular del derecho al deporte, en primer lugar, y a
partir de la misma determinar si sus elementos constitutivos operan en
el ámbito normativo del deporte, bien sea éste producto de los órganos
estatales o bien de las organizaciones deportivas. Con respecto a éstas úl-
timas, el derecho al deporte adquiere una dimensión particular, toda vez
que su ejercicio discurrirá, al unísono, en un ámbito peculiarísimo de las
relaciones sociales: el ámbito regido por las organizaciones deportivas, de
las cuales emanan los principales actos y normas que regulan la actividad
deportiva. Una sencilla observación al resto de los derechos fundamen-
tales de carácter social, económico y cultural (trabajo y seguridad social,
salud, educación, cultura, entre otros) y se apreciará como en ningún caso
la determinación de los mismos se origina en el seno de organizaciones
internacionales, que, incluso, pretenden erigirse como supranacionales.
Es obvio, que la emergencia reciente del derecho al deporte impone su
estudio desde el Derecho que permita satisfacer su dogmática particular
con el propósito de articular correctamente su incardinación en los res-
pectivos ordenamientos jurídicos. Por demás, la formulación jurídica del
derecho al deporte no ha gozado de los beneficios de una construcción
teórica que lo consolide en lo que técnico-jurídicamente se refiera, siendo
hasta el momento un derecho glosado retóricamente más que elaborado
teóricamente, incidiendo negativamente esta situación en su expansión
hacia otros ordenamientos jurídicos donde aún no se ha reconocido como
tal. Por tanto, esos cauces teóricos exigen su definitiva identificación con
el propósito de exhibir, definitivamente, la posibilidad de incorporar el
derecho al deporte al catálogo de derechos fundamentales reconocidos
en los respectivos textos constitucionales. Y, finalmente, con ello, dotar-
lo de un sistema de garantías jurídicas que permitan su restablecimiento
pleno cuando sea menoscabado, lesionado o restringido en algunos de
los elementos que conforman su dogmática particular, dimensionándolo
definitivamente como un pleno derecho subjetivo.
230
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
V. Fuentes bibliográficas
Obras generales
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Varela, La Habana, 2000.
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Andry (Coordinador) et al., Introducción al estudio del Derecho, Félix
Varela, La Habana, [s.f.].
231
Las garantías del derecho al deporte en el ordenamiento jurídico cubano. Hacia un modelo necesario...
232
Dr. Karel Luis Pachot Zambrana
Publicaciones periódicas
Bermejo Vera, José, “Constitución y ordenamiento jurídico”, en Revis-
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1989.
De Souza Siqueira, “O direito de ação e a ação judicial desportiva”, en
Revista Brasileira de Direito Desportivo, IBDD, núm. 6, julio-diciembre
de 2004, São Paulo, Brasil.
Espartero Casado, Julián, “La necesaria ilicitud de las cláusulas esta-
tutarias federativas prohibitivas del derecho a la tutela judicial”, en
Revista Jurídica de Deporte y de Entretenimiento, Thomson-Aranzadi,
núm. 14, 2005, Navarra, España.
Hellender de Cuadros y Schmitt, “Justiça Desportiva vs. Poder Judi-
ciário: um conflito constitucional aparente”, en Revista Brasileira de
Direito Desportivo, IBDD, núm. 4, julio-diciembre de 2003, São Paulo,
Brasil.
Prieto Valdés, Martha, “Funciones de la Constitución”, en Revista Jurí-
dica, Ministerio de Justicia, Año 5, No. 9, enero-junio de 2004, La
Habana.
233
O princípio constitucional da autonomia
desportiva*
Dra. Márcia Santos da Silva**
Sumario
I. Introdução
II. O vocábulo autonomia
III. O princípio constitucional da autonomia desportiva
IV. O futebol e as Comissões Parlamentares de Inquérito
V. A liberdade de associação e o futebol de alto rendimento
VI. A autonomia desportiva e a ordem jurídico-econômica nacional
VII. Considerações finais
VIII. Referências bibliográficas
I. Introdução
A interpretação do princípio constitucional da autonomia desportiva, dis-
posta no Art. 217 da Constituição Federal, é o grande eixo das discussões
envolvendo as entidades de organização e prática desportiva.
234
Dra. Márcia Santos da Silva
1
FERREIRA, Aurélio Buarque de Holanda, Novo Dicionário da Língua Portuguesa, 1 ed.
11ª impressão, Nova Fronteira, Rio de Janeiro, p. 163.
235
O princípio constitucional da autonomia desportiva
2
SILVA, De Plácido e, Vocabulário Jurídico,Atualizadores Nagib Slaibi Filho e Gláucia
Carvalho, Forense, Rio de Janeiro, 2004, p. 175.
3
DI PIETRO, Maria Sylvia Zanella, Direito Administrativo, 13 ed., Atlas, São Paulo, 2001,
p. 343.
4
SILVA, op. cit., p. 175.
236
Dra. Márcia Santos da Silva
5
SILVA, op. cit., p. 175.
6
Ibídem, p. 519.
237
O princípio constitucional da autonomia desportiva
7
SILVA, José Afonso da, Curso de Direito Constitucional Positivo, 9 ed. 4 tiragem, Malheiros,
São Paulo, 1994, pp. 712-713.
238
Dra. Márcia Santos da Silva
8
Constituição da República Federativa do Brasil de 1988, 35 ed., Saravia, São Paulo, 2005,
p. 153.
239
O princípio constitucional da autonomia desportiva
Art. 50. As funções de direção das entidades desportivas não poderão ser,
de nenhum modo remuneradas.”9
É válido lembrar que os clubes de futebol no Brasil surgiram debaixo do
modelo organizacional associativo e sem fins lucrativos. Ou seja, o ideal
associativo era cumprido por indivíduos que encontravam no desporto
o prazer do jogo e da representação nacional. Nesta época ainda não se
concebia o futebol como negócio.
O Decreto-lei No. 3.199, de 14 de abril de 194110 criou o Conselho Nacional
de Desportos, órgão integrante do então Ministério da Educação e Saú-
de, cujos membros indicados pelo Presidente da República tinham por
atribuição, organizar e disciplinar a prática desportiva, reconhecendo-se
nesta um eficiente processo de educação física e espiritual da juventude,
bem como, uma alta expressão da cultura e da energia nacionais.
Ao longo da história, a ingerência estatal na atividade desportiva anga-
riou antipatias doutrinárias e no próprio meio desportivo, não coinciden-
temente, à mesma medida em que o futebol profissional foi adquirindo
contornos econômicos.
Comentando o fim do Conselho Nacional de Desportos, em 1993, com a
entrada em vigor da Lei nº 8.672/1993, conhecida como “Lei Zico”, Álvaro
Melo Filho caracteriza-o como um órgão de atuação policialesca:
“(...) reduziu-se drasticamente a interferência do Estado, fortale-
cendo a iniciativa privada e o exercício da autonomia no âmbito
desportivo, exemplificada, ainda, pela extinção do velho Conselho
Nacional de Desportos, criado no Estado Novo e que nunca perdeu
o estigma de órgão disciplinador e controlador do sistema despor-
tivo, de visível atuação cartorial e policialesca. Ou seja, removeu-se
com a Lei nº 8.672/93 todo o entulho autoritário desportivo, dotada
que era de instrumentos legais que visavam a facilitar a operaciona-
lidade e funcionalidade do ordenamento jurídico-desportivo, em
que a proibição cedeu lugar à indução.”11
9
Decreto Lei n° 3.199 de 14 de abril de 1941. Estabelece as bases de organizações dos
desportos em todo o país, disponível em: www.ibdd.com.br (acesso em 25 jan. 2008).
10
Ibídem, (acesso em 06 set. 2009).
11
MELO FILHO, Álvaro, Direito Desportivo: aspectos teóricos e práticos, IOB Thomson, São
Paulo, 2006, p. 66.
240
Dra. Márcia Santos da Silva
Em outra oportunidade, o mesmo autor destaca, ainda uma vez, sua crí-
tica, sendo nos dias atuais um dos ferrenhos defensores da autonomia
desportiva:
A propósito, é irrecusável que este Decreto-lei No. 3.199/41 nasceu obje-
tivando o controle, pelo Estado, das atividades desportivas, menos talvez
com o intuito de promovê-las e dar-lhes condições de progresso, que pela
necessidade política de vigiar as associações desportivas de molde a im-
pedir e inibir as atividades contrárias à segurança, tanto do ponto de vista
interno, como externo.12
Os defensores do afastamento estatal das atividades desportivas, re-
chaçando a intervenção característica dos regimes ditatoriais, buscam
socorro no argumento de que a ingerência do Estado em tais períodos,
dava-se como forma de controle da sociedade e não em razão do apelo
social exercido pela prática desportiva, especialmente o futebol.
Há de se investigar, entretanto, a legitimidade da intervenção do Poder
Público na atividade, relembrando que consta do caput do art. 217, da
Constituição, o desporto como direito de cada um e mais, o referido ar-
tigo integra o Capítulo “Da Ordem Social”, ou seja, antes de estabelecer a
autonomia das entidades de prática, a legitimidade da Justiça Desportiva,
o legislador constitucional destacou o desporto como direito de cada um.
A interpretação de todos os incisos do referido art. 217 deve guardar sin-
tonia obrigatória com o caput.
Teria o legislador constituinte conferido às entidades de prática despor-
tiva, autonomia de organização e funcionamento, para que explorassem
ao seu alvedrio e sem qualquer regulação estatal, atividade à qual o texto
constitucional reconheceu o status de direito de cada um, direito de todos
e, por conseguinte, um direito difuso? Atividade para a qual há, inclusive,
previsão também constitucional, de financiamento estatal?
A garantia constitucional de autonomia às entidades de direção e prá-
tica desportiva, por vezes foi e ainda é interpretada de forma extensiva,
de modo a configurar uma verdadeira blindagem à ingerência estatal nas
questões desportivas.
12
MELO FILHO, Álvaro, O Desporto na Ordem Jurídico-Constitucional Brasileira, Malheiros,
São Paulo, 1995, p. 26.
241
O princípio constitucional da autonomia desportiva
13
Decreto Lei No. 3.199 de 14 de abril de 1941. Estabelece as bases de organizações dos
desportos em todo o país. Disponível em: http://www.ibdd.com.br (acesso em 25 jan.
2008).
242
Dra. Márcia Santos da Silva
14
Lei No. 9.672 de 06 de julho de 1993. Institui normas gerais sobre desportos e dá outras
providências. Disponível em: www.ibdd.com.br (acesso em 25 jan. 2008).
243
O princípio constitucional da autonomia desportiva
15
CARLEZZO, Eduardo, Direito Desportivo Empresarial, Juarez de Oliveira, São Paulo, 2004,
p. 27.
244
Dra. Márcia Santos da Silva
245
O princípio constitucional da autonomia desportiva
246
Dra. Márcia Santos da Silva
16
BARROSO, Luís Roberto, “Comissões Parlamentares de Inquérito e suas competências:
política, direito e devido processo legal”, em Revista Diálogo Jurídico, Salvador, CAJ –
Centro de Atualização Jurídica, v. 1, n. 1, 2001, p. 8, disponível em: www.direitopublico.
com.br (acesso em: 20 ago. 2009).
247
O princípio constitucional da autonomia desportiva
17
Ibídem, p. 8.
18
CPI da NIKE: Relatório. Disponível em: www.cev.org.br/biblioteca/cpi-nike-relatório
(acesso em 20 ago. 2009).
248
Dra. Márcia Santos da Silva
O próprio relatório da CPI traz em seu bojo a exposição dos motivos que
lhe ensejaram a instauração:
“A responsabilidade se revelou imensa. Afinal, que outro fato so-
cial, além do futebol, consegue desencadear paixões tão intensas
e universais? Que outra forma de lazer está tão impregnada no co-
tidiano de nosso País quanto o futebol? Elemento de identidade
nacional, forma de expressão do povo brasileiro, o futebol constitui
fenômeno de massa inconteste, seja do ponto de vista sociológico,
psicológico, ou esportivo.
Progressivamente, pelas ilimitadas possibilidades que abre em termos de
geração de emprego e renda, vem se consolidando, também, como item
importante da pauta econômica do País.”19 (destacou-se)
A existência de dinheiro público também é inegável. A possibilidade de
financiamento estatal está expressa no inciso II, do art. 217 da Consti-
tuição. Não bastasse, a responsabilidade pela retenção e repasse de con-
tribuições previdenciárias e impostos são deveres das entidades de orga-
nização e prática desportiva:
“E se cabe ao Congresso Nacional fiscalizar contas de pessoa física
ou jurídica que guarde valores públicos, cabe também à comissão
parlamentar de inquérito examinar essas contas. (...)
Assim, o não recolhimento, aos cofres públicos, de valores relati-
vos a imposto de renda ou a [sic] contribuição previdenciária, des-
contados na fonte, por quaisquer entidades – ainda que privadas
– configura fato ilícito que está sujeito ao poder de sindicância de
comissão parlamentar de inquérito.”20
O poder de fiscalização das CPIs e a natureza dos fatos determinados à
investigação serviram de justificativa para instauração da CPI do Futebol,
mediante requerimento do Senado Federal.
Qual outra atividade econômica privada e livre pode contar com a criação
de uma loteria para assim angariar fundos e lograr êxito na quitação de
seus débitos para com a Fazenda Federal?
19
Relatório Final da Comissão Parlamentar de Inquérito, Vol. I, Requerimento 497/2000-SF,
p. 3. Disponível em: www.ibdd.com.br/arquivos;vol1.pdf (acesso em 14 set. 2009).
20
Ibídem, p. 10 (acesso em 27 set. 2009).
249
O princípio constitucional da autonomia desportiva
21
Lei n° 11.345 de 14 de setembro de 2006. Institui o concurso de prognóstico denomi-
nado Timemania, estabelece os critérios de participação e adesão das entidades de
prática desportiva da modalidade futebol profissional e dá outras providências.
22
RIZEK, André; OYAMA, Thaís. Especial: Jogo Sujo. VEJA. Exclusivo: A Máfia do apito,
ano 38, n. 39, 28 set. 2005, pp. 72-80.
250
Dra. Márcia Santos da Silva
23
Instituto Brasileiro de Direito Desportivo. Disponível em: www.ibdd.com.br (acesso em:
14 set. 2009).
24
RODRIGUES, Nelson, 1963, apud BRASIL. Relatório Final da Comissão Parlamentar de
Inquérito, Vol. I, Requerimento 497/2000-SF, p. 1. Disponível em: www.ibdd.com.br/ar-
quivos. vol1.pdf (acesso em 14 set. 2009).
25
Da SILVA, José Afonso, Curso de Direito Constitucional Positivo, 9 ed., Malheiros, São
Paulo, 1994, p. 451.
251
O princípio constitucional da autonomia desportiva
26
CPI denuncia Liga de Futebol pelo desvio de dinheiro público, em Correio Mariliense,
Marília - São Paulo, p. A5, 30 set. 2009.
252
Dra. Márcia Santos da Silva
27
Relatório Final da Comissão Parlamentar de Inquérito, Vol. I, Requerimento 497/2000-
SF, p. 37. Disponível em: www.ibdd.com.br/arquivos/vol1.pdf (acesso em 09 out. 2009).
253
O princípio constitucional da autonomia desportiva
28
OLIVEIRA JUNIOR, Piraci Ubiratan, Clubes Brasileiros de Futebol e Seus Reflexos Fiscais, Rio
de Janeiro, 2004, p. 32.
29
DA SILVA, Curso de …, op. cit., p. 241.
254
Dra. Márcia Santos da Silva
30
CARLEZZO, op. cit., p. 55.
255
O princípio constitucional da autonomia desportiva
Não é possível constituir uma associação civil sem fins lucrativos para a
exploração de atividade empresarial, posto que para tal mister há uma
gama de modelos societários pertinentes, que podem ser livremente es-
colhidos e sobre os quais também não haverá ingerência estatal em sua
organização e funcionamento.
Quanto à natureza jurídica da atividade desenvolvida pelas entidades de
organização e prática do futebol profissional, o que aconteceu foi a trans-
mutação de seus motivos e objetivos. No início não vislumbravam o lucro
e depois passaram a admiti-lo, inclusive com autorização legal para isso,
e foi esta transformação que ensejou e enseja toda a discussão acerca da
atual inadequação do modelo organizacional escolhido.
A autonomia desportiva para organização e funcionamento não difere da
autonomia que toda atividade empresarial também usufrui, e nem por
isso configura blindagem e ou escudo para a desobediência do direito
posto.
Álvaro Melo Filho afirma que exigir que um clube de futebol se trans-
forme em empresa é o mesmo que exigir que uma empresa se transforme
em associação desportiva:
“Por tudo isso, na ‘cirurgia jurídica’ que ajudamos a fazer na Lei
n° 9.615/98, mais especificamente através da Lei n° 9.981/00, a co-
gência ou imposição grafada no art. 27 cedeu lugar a uma opção
ou faculdade, até porque, exigir a transformação dos clubes pro-
fissionais em empresas é tão esdrúxulo e injurídico quanto seria
compelir as empresas a se tornarem clubes profissionais.”31 (grifos
do autor)
Entretanto, o que define, por exemplo, se uma empresa terá inscrição mu-
nicipal, quais os órgãos públicos precisam conferir alvará para o seu fun-
cionamento, é a natureza jurídica de seu ramo de atividade.
Neste aspecto, a mais renomada doutrina desportiva não nega o caráter
econômico adquirido pela prática do futebol profissional, em claro dis-
31
MELO FILHO, Álvaro, “Autonomia de Organização e Funcionamento das Entidades de
Prática e de Direção do Desporto Brasileiro”, em Aidar, Carlos Miguel (Coord.), Curso de
Direito Desportivo, Ícone, São Paulo, 2003, pp. 77 y 78.
256
Dra. Márcia Santos da Silva
32
BONAVIDES, Paulo, Curso de Direito Constitucional, 7 ed. rev. atual. ampl, Malheiros, São
Paulo, 1997, p. 545.
257
O princípio constitucional da autonomia desportiva
258
Dra. Márcia Santos da Silva
33
MELO FILHO, Álvaro, Direito Desportivo…, op. cit., p. 48.
34
CATEB, Alexandre Bueno, Desporto Profissional e Direito de Empresa: de acordo com o
Código Civil de 2002, Juarez de Oliveira, São Paulo, 2004, p. 88.
35
CARLEZZO, op. cit., p. 51.
259
O princípio constitucional da autonomia desportiva
36
Relatório Final da Comissão Parlamentar de Inquérito, Vol. I, Requerimento 497/2000-
SF, p. 43. Disponível em: www.ibdd.com.br/arquivos/vol1.pdf (acesso em 09 out. 2009).
260
Dra. Márcia Santos da Silva
261
O princípio constitucional da autonomia desportiva
para o interesse público e não para o consumo privado não são pri-
vadas, mas sim públicas não-estatais.”37
As considerações de Bresser Pereira conduzem ao raciocínio de que a
dicotomia público-privado não é tão fácil de ser estabelecida, bem como,
que um estudo mais aprofundado do que venha a ser interesse público
e quais as atribuições exclusivas do Estado diante de direitos sociais, po-
dem trazer efetivas contribuições ao Direito desportivo.
A investigação da natureza jurídica da prática do futebol profissional no
Brasil, com vistas especialmente ao alvo desta atividade, qual seja, toda a
sociedade brasileira, definindo-se a extensão de seus contornos público
e privado, permitirá maior clareza, efetividade e respeito aos limites de
exercício das funções legislativa, executiva e judiciária pelo Estado, face à
autonomia de organização e funcionamento das entidades desportivas.
37
BRESSER PEREIRA, Luiz Carlos, A Reforma do Estado dos anos 90: Lógica e Mecanismos de
Controle, Caderno 1, Ministério da Administração Federal e Reforma do Estado, Brasília,
1997, pp. 25 e 26.
262
Dra. Márcia Santos da Silva
263
O princípio constitucional da autonomia desportiva
Obras generales
BONAVIDES, Paulo, Curso de Direito Constitucional, 7 ed. rev. atual. ampl.,
Malheiros, São Paulo, 1997.
BRESSER PEREIRA, Luiz Carlos, A Reforma do Estado dos anos 90: Lógica e
Mecanismos de Controle, Caderno 1, Ministério da Administração
Federal e Reforma do Estado, Brasília, 1997.
CARLEZZO, Eduardo, Direito Desportivo Empresarial, Juarez de Oliveira,
São Paulo, 2004.
CATEB, Alexandre Bueno, Desporto Profissional e Direito de Empresa: de
acordo com o Código Civil de 2002, Juarez de Oliveira, São Paulo,
2004.
Da SILVA, José Afonso, Curso de Direito Constitucional Positivo, 9 ed. 4 tira-
gem, Malheiros, São Paulo, 1994.
DI PIETRO, Maria Sylvia Zanella, Direito Administrativo, 13 ed., Atlas, São
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FERREIRA, Aurélio Buarque de Holanda, Novo Dicionário da Língua Portu-
guesa, 1 ed. 11ª impressão, Nova Fronteira, Rio de Janeiro.
MELO FILHO, Álvaro, “Autonomia de Organização e Funcionamento das
Entidades de Prática e de Direção do Desporto Brasileiro”, em Ai-
dar, Carlos Miguel (Coord.), Curso de Direito Desportivo, Ícone São
Paulo, 2003.
______, Direito Desportivo: aspectos teóricos e práticos, IOB Thomson, São
Paulo, 2006.
______, O Desporto na Ordem Jurídico-Constitucional Brasileira, Malheiros,
São Paulo, 1995.
264
Dra. Márcia Santos da Silva
Publicaciones periódicas
BARROSO, Luis Roberto, “Comissões Parlamentares de Inquérito e suas
competências: política, direito e devido processo legal”, em Revis-
ta Diálogo Jurídico, Salvador, Centro de Atualização Jurídica, v. 1,
n. 1, 2001, disponível em: www.direitopublico.com.br (acesso em:
20 ago. 2009).
Documentos
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to 497/2000-SF. Disponível em: www.ibdd.com.br/arquivos/vol1.
pdf (acesso em 09 out. 2009).
CPI da NIKE: Relatório, disponível em: www.cev.org.br/biblioteca/cpi-
nike-relatório (acesso em 20 ago. 2009).
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Correio Mariliense, Marília – São Paulo, p. A5, 30 set. 2009.
RIZEK, André; OYAMA, Thaís. Especial: Jogo Sujo. VEJA. Exclusivo: A Máfia
do apito, ano 38, n. 39, 28 set. 2005.
265
La relación jurídica laboral especial en el
marco deportivo. Desafíos en el contexto de
actualización del modelo económico cubano
Dr. Freider Santana Lescaille*
MSc. Yadira de las Cuevas Potrony**
Sumario
I. Apuntes iniciales
II. Las relaciones jurídicas laborales especiales. Punto de partida
III. La relación jurídica laboral especial en el deporte. Derecho laboral
y deporte en Cuba
IV. Ideas conclusivas
V. Referencias bibliográficas
I. Apuntes iniciales
La participación en eventos deportivos de alto rendimiento, vista desde el
prisma del Derecho laboral, entraña disímiles desafíos. Estos se han incre-
mentado en el entorno cubano debido a lo que se declara como preten-
sión en el entorno del proceso de actualización del modelo económico y
266
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
1
Vid. Zamora galbán, Yuniesky, “Historia del deporte cubano: hasta Atenas 2004”,
disponible en http://www.bibliociencias.cu/gsdl/collect/libros/import/Historia_depor-
te_cubano.pdf (consultado 16/03/2016 a las 13.00) y Crispín castellanos, Douglas,
“Desarrollo deportivo cubano antes y después de 1959”, disponible en http://www.bi-
bliociencias.cu/gsdl/collect/libros/import/Historia_deporte_cubano.pdf (consultado
16/03/2016 a las 13.50).
267
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
2
Aun así, se hace necesario realizar la distinción entre los sujetos del Derecho del trabajo
y los del contrato de trabajo, pues aunque los sujetos de éste, lo son también de aquel,
no ocurre lo mismo a la inversa. Son sujetos del contrato de trabajo, los trabajadores y
empleadores, que como tal, contratan la prestación de un trabajo subordinado a cam-
bio de una remuneración; y los sujetos del Derecho del trabajo son aquellos a quienes
se les aplica el Derecho mismo, los que tienen la potestad de exigir su cumplimiento y
los comprendidos en sus beneficios u obligados por él. Vid. Cabanellas, Guillermo,
Contrato de Trabajo, 2ª edición, Bibliográfica Omeba, Buenos Aires, 1957, in totum.
268
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
3
Vid. Barajas Montes de Oca, Santiago, Derecho del Trabajo, Instituto de Investigacio-
nes Jurídicas, UNAM, México, 1990, pp. 23-24.
4
Barajas Montes de Oca, Santiago, Contratos Especiales, Instituto de Investigaciones
Jurídicas, UNAM, México, 1992, p. 16.
269
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
5
Se les denominaba así a los trabajadores del tráfico fluvial.
270
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
6
Cfr. Pascó Cosmópolis, Mario, Relaciones de Trabajo especiales, el caso de las moda-
lidades formativas, s/a, pp. 453-455; Kurczyn Villalobos, Patricia, Derechos de las
mujeres trabajadoras, Cámara de Diputados, LVII Legislatura, UNAM, México, 2000, pp.
328-340; Barajas Montes de Oca, Contratos…, op. cit., pp. 16-26; Alimenti, Jorge-
lina, Acerca de la especialidad de las relaciones laborales y su desarrollo en la Argentina,
en Relacionales laborales y su desarrollo en la Argentina, 2006, pp. 3-4; y Montoya MEL-
GAR, Alfredo, Derecho del Trabajo, 5ª edición, Madrid, 1984, p. 475.
7
Vid. Córdova, Efrén, en Revista de Derecho Laboral, No. 142, abril-junio 1986, Montevi-
deo, p. 21.
8
Vid. Pasco Cosmópolis, Mario, op. cit., pp. 455 y 456.
9
Vid. De Buen, Néstor, Derecho del Trabajo, Tomo II, Porrúa, México, 2ª edición, 1996,
p. 414.
10
Vid. Pérez, Benito, Derecho del Trabajo, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1983, p. 179.
271
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
11
Vid. de la Cueva, Mario, cit. por Barajas Montes de Oca, op. cit., p. 22.
12
Vid. Alimenti, op. cit., p. 3.
13
Vid. Barajas Montes de Oca, op. cit., p. 22.
14
Vid. De Buen, op. cit., p. 382.
272
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
15
Vid. Alimenti, op. cit., p. 4.
273
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
16
Sobre estas relaciones llamadas en la doctrina “zonas grises del Derecho del Trabajo”,
Vid. Valverde, Antonio Martín, “Fronteras y «zonas grises» del Derecho del Trabajo en
la jurisprudencia actual (1980-2001)”, en Revista del Ministerio de Trabajo e Inmigración,
No. 38, 2002, España, pp. 30-36.
274
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
17
Entre estos se destacan Devealí, Néstor; De Buen, Rafael; y Caldera, Efrén; citados
en Barajas Montes de Oca, op. cit., pp. 21 y 22.
18
Vid. Montoya MELGAR, Alfredo, Derecho del Trabajo, 5ª edición, Tecnos, Madrid, 1984,
p. 475.
19
Vid. Barajas Montes de Oca, Contratos…, op. cit., p. 26.
20
La tendencia que se observa en el derecho comparado es a regular estas relaciones en
un título aparte del Código de Trabajo y dejando en algunos casos su regulación en una
reglamentación independiente posterior.
275
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
Son varios los ordenamientos jurídicos que siguen una u otra tenden-
cia – ya sea bajo el rubro de regímenes especiales, contratos especiales
o relaciones especiales – y la mayoría identifican dentro de este grupo, al
trabajo doméstico o trabajadores del hogar, trabajo a domicilio, trabajo
portuario, trabajadores del transporte, el sector minero, artistas, personal
médico, personal de alta dirección, trabajador de confianza, sector agra-
rio, periodistas, extranjeros, socios empleados de una sociedad mercantil,
algunos representantes de comercio y los deportistas. Cada uno de estos
supuestos se sirve de determinadas razones por las que resultan incluidos
dentro del grupo de las relaciones especiales, unas por la especialidad
concreta de la relación y otras por circunstancias sobrevenidas en el mo-
mento histórico de su regulación.21 El examen por separado de algunos
de estos permitirá ilustrar tal afirmación.
En el supuesto de los viajantes y representantes de comercio encuadran
solamente, aquellos cuyos trabajos son realizados por cuenta y en nom-
bre de la persona a cuyo servicio trabaja, existiendo aquí una verdadera
relación jurídica laboral, excluyendo de ella entonces, aquellos que la rea-
lizan por cuenta ajena pero en nombre propio, amparado en un poder
o representación. La nota distintiva en este caso sería la naturaleza del
servicio prestado, y aunque los mercantilistas lo asimilan como un auxiliar
del comercio, los laboralistas han ganado la batalla al identificar la nota
de la ajenidad y subordinación en su actuar, si bien es cierto que debe
quedar fuera de este supuesto el comisionista o auxiliar de comercio in-
dependiente. Sus características de movilidad geográfica, la naturaleza de
las operaciones a realizar o los productos a difundir o colocar en el mer-
cado, y el salario mixto o comisión que perciben por el resultado de sus
21
En este sentido en algunas legislaciones se regula el trabajo de los menores, el de la
mujer, y el de los extranjeros, a través de normativas específicas, con el propósito de
proteger a estos sectores tan vulnerados en todos los tiempos, imponiendo límites a
su contratación como trabajadores, en el caso de los menores, en pos de proteger su
educación, salud y moral, y en el de las mujeres, en relación con su maternidad, siendo
para el supuesto de los extranjeros el propósito de otorgar un trato similar al de los na-
cionales del país donde prestan su servicio. Vid. Vázquez Vialard, Antonio, Derecho
del Trabajo y de la seguridad social, Tomo I, Editorial Astrea, 8ª edición, Buenos Aires,
1999, pp. 653 y 654; Kurczyn Villalobos, Patricia, Derechos de las mujeres trabajado-
ras, Cámara de Diputados, LVII Legislatura, UNAM, México, 2000, p. 8; Dávalos, José,
Derechos de los menores trabajadores, Cámara de Diputados, LVIII Legislatura, UNAM,
México, 2000, pp. 23-31.
276
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
22
Vid. Barajas Montes de Oca, Contratos…, op. cit., pp. 146-151. Esta modalidad apa-
rece regulada en México bajo el rubro de trabajos especiales (art. 285-291 de la Ley
Federal del Trabajo), en España reconocida como relación laboral de carácter especial
(inc. f del art. 2 del Estatuto de los Trabajadores), y en Panamá bajo el título de los Con-
tratos especiales (art. 238-242 del Código de Trabajo).
23
Vid. ibídem, pp. 93-99. En España es regulada como relaciones laborales especiales,
(art. 2 inc. e del Estatuto de los trabajadores), en México como trabajos especiales
(art.304-310 de la Ley Federal del Trabajo), en Venezuela bajo la denominación de las
modalidades especiales de condiciones de trabajo (art.287-288 de la Ley Orgánica del
Trabajo), en Chile como contratos especiales (art. 145A-145 L del Código de Trabajo),
en Panamá como contratos especiales (art.243-244 del Código de Trabajo). Vid. Italia
y Brasil.
24
Vid. Ríos Estavillo, Juan José, Derechos de los trabajadores domésticos, Cámara de Di-
putados, LVIII Legislatura, UNAM, México, 2000, pp. 6-14.
277
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
25
Vid. Cabanellas, Guillermo, Contrato de Trabajo, 2ª edición, Bibliográfica Omeba,
Buenos Aires, 1957, p. 232.
26
En algunas legislaciones como la italiana y la francesa este tipo de trabajo queda fue-
ra del Derecho Laboral, pues lo asimilan a un contrato de hospedaje. Vid. Barajas
Montes de Oca, Contratos…, op. cit., p. 87. Sin embargo es acogido dentro de las
legislaciones laborales de México (art. 331-343 de la Ley Federal del Trabajo), Venezuela
(art. 297-208 de la Orgánica del Trabajo), Bolivia (art.36-40 de la Ley General del Trabajo,
Chile (art.146-152 bis del Código de Trabajo), España (art. 2 inc. b del Estatuto de los
Trabajadores), El Salvador (art. 76-83 del Código de Trabajo).
27
Vid. Alemán Páez, Francisco et al, Derecho del Trabajo II, Manuales Docentes de rela-
ciones laborales No. 9, Vol. I, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas,
2007, pp. 119 y 120; Vázquez Vialard, op. cit., pp. 296-297; Córdova Cordovés,
op. cit., pp. 377 y 378. Este supuesto aparece regulado en España aunque fuera del
art. 2 sobre las relaciones especiales, sí en un artículo aparte como modalidad del con-
trato de trabajo ( art. 13 del Estatuto de los Trabajadores), en Venezuela (art.209-217 de
la Ley Orgánica del Trabajo), en Costa Rica (art.109-113 del Código de Trabajo), en Mé-
xico (art. 311-330 de la Ley Federal del Trabajo), en Panamá (anteriormente aparecían
regulados en los arts. 231-232 hasta derogarse por la Ley 1 de 17 de marzo de 1986 ),
278
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
en El Salvador (art.71-75 del Código de Trabajo), en Guatemala (art. 156-160 del Código
de Trabajo) y en Bolivia (art. 32-35 de la Ley General del Trabajo).
28
Vid. Vázquez Vialard, op. cit., pp. 731-739; Córdova Cordovés, op. cit., pp. 215 y
216. Este supuesto aparece regulado en los Código de Trabajo de Venezuela (arts. 229-
238), México (arts. 279-284), Chile (arts. 87-95), Bolivia (art.1 dispone sobre la sujeción a
un régimen especial), Guatemala (art.138-146), El Salvador (art.84-103).
29
Vid. en Chile (art. 87 segundo párrafo), El Salvador (art. 97).
30
Este es el caso de El Salvador (art. 86), Chile (art.92 y 93), Venezuela (art.230), Venezuela
(art.229).
31
Vid. Barajas Montes de Oca, Contratos…, op. cit.; Vázquez Vialard, op. cit.,
pp. 297 y 298. En el caso de legislación mexicana se regula específicamente dentro de
la Ley Federal del Trabajo el de los médicos residentes en adiestramiento de una espe-
cialidad (arts. 353 A-353 I).
279
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
32
Vid. Barajas Montes de Oca, Contratos…, op. cit., pp. 200-205.
33
Cfr. Vázquez Vialard, op. cit., pp. 297-298; Barajas Montes de Oca, Contratos…,
op. cit., pp. 211-215. Ejemplo de los Códigos de Trabajo que lo incluyen son: México
(Trabajo en la Educación Superior, arts. 353 J- 353 U), y Panamá (Maestros y profesores
arts. 236-237).
34
Vid. Código de Trabajo de Panamá, (arts. 279-280).
35
Vid. Ley Federal del Trabajo de México (arts. 265-278).
36
Vid. Código de Trabajo de Chile (arts. 133-145 trabajador portuario eventual), Estatuto
de los Trabajadores en España (art.2 inc. h), Ley Federal del Trabajo en México (Trabajo
de maniobras donde se incluye el portuario, arts. 265-278).
280
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
37
Vid. Barajas Montes de Oca, Contratos…, op. cit., pp. 169-183.
38
Este es uno de los sectores que mayoritariamente se incluyen dentro del título de los
contratos especiales o regímenes especiales, ejemplo: Venezuela (transporte terres-
tre arts. 239-244, transporte aéreo arts. 268-282, y transporte marítimo arts. 245-267),
Chile (gente de mar arts. 96-132 y tripulantes de aeronaves arts.152 m), Costa Rica
(trabajo en el mar y las vías navegables arts. 118-132), México ( trabajo en los buques
arts. 187-214, trabajo de tripulaciones aeronáuticas arts. 215-245, trabajo ferrocarrilero
arts. 246-255), Panamá (trabajo autotransporte arts. 245-250, y el trabajo en el mar y en
las vías navegables arts. 251-278), Guatemala (trabajo en el mar y en las vías navegables
arts. 175-190).
39
Cfr. Barajas Montes de Oca, Contratos…, op. cit., pp. 211-215; Vázquez Vialard,
op. cit., pp. 658-678.
281
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
40
Vid. por ejemplo: Constitución de la República de Cuba, artículo 51; Constitución Polí-
tica de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 40; y Constitución del Reino de España,
artículo 43.3.
41
Bermejo Vera, José, “El deporte profesionalizado: un pasado dudoso, un presente
problemático, un futuro incierto”, en Revista Española de Derecho Deportivo, No. 33,
2014, p. 12.
282
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
42
Díaz Rivera, Chanel, “Tratamiento jurídico-laboral del sector deportivo cubano”, en
Justicia y Derecho, No. 9, Año 5, diciembre de 2007, Minjus, La Habana, p. 38.
43
Vid. Barajas Montes de Oca, op. cit., pp. 93-99; y Vázquez Vialard, op. cit., p. 298.
283
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
44
Prados Prados, Santiago, El régimen jurídico de las licencias deportivas, Tesis de Maes-
tría, Marbella, 2002.
45
Vid. Ley No. 116, Código de Trabajo, aprobado el 20 de diciembre de 2013.
46
Artículo 76: Los jefes de los organismos donde laboran los profesionales y técnicos de
la medicina, el personal docente, los trabajadores pertenecientes a la rama artística y
los atletas, establecen, en consulta con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y de
acuerdo con la organización sindical correspondiente, las relaciones laborales con sus
trabajadores; para lo cual tienen en cuenta las características de estas actividades y
las disposiciones establecidas en esta Ley. / En lo que a los profesionales y técnicos de
la medicina respecto, a las regulaciones antes expuestas se refieren a la contratación,
ubicación, reubicación, promoción e inhabilitación. / Para la rama artística establecen
las modalidades del contrato de trabajo, evaluación y formas de remuneración. / Para
los atletas establece el sistema de contratación. / En el resto de las materias se rigen por
lo dispuesto en este Código y su Reglamento.
47
Ley No. 49, Código de Trabajo, 28 de diciembre de 1984.
284
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
48
Dispone las normas para el otorgamiento de estímulos y reconocimientos a integrantes
de las delegaciones deportivas y glorias del deporte cubano.
49
Deja sin aplicación lo referido a lo dispuesto en el Decreto No. 134/ 1986 “Sobre las
licencias deportivas”, a los atletas de alto rendimiento miembros de las preselecciones
nacionales, la serie nacional de beisbol y las reservas de las preselecciones deportivas
nacionales y de la Serie Nacional de Beisbol.
50
Modifica el Acuerdo 6351 / 2008 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, en rela-
ción a la distribución de los premios individuales y colectivos otorgados por las federa-
ciones deportivas internacionales derivados de resultados deportivos alcanzados y por
la implantación de records mundiales.
51
Se refiere al pago de los ingresos básicos mensuales en pesos cubanos (CUP) a los Atle-
tas de Alto rendimiento de las preselecciones deportivas nacionales, miembros de los
equipos participantes en la Serie Nacional de Beisbol y sus reservas.
52
Deroga la norma referida a la protección social a los atletas del Movimiento Deportivo
Cubano.
53
Implementa el Acuerdo No. 6351/2008 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros
en relación con los atletas estimulados.
54
Implementa el Acuerdo No. 6351/2008 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros
en relación con los entrenadores estimulados.
55
Establece el reglamento para la categorización de atletas de alto rendimiento miem-
bros de las preselecciones nacionales, la serie nacional de beisbol y las reservas.
56
Establece el sistema de contratación de atletas de alto rendimiento.
285
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
57
Vid. Resolución 24/ 2014 del Presidente del INDER, Resuelvo Primero.
58
Vid. Resolución No. 25/2014 del Presidente del INDER, Resuelvo Segundo.
286
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
59
Vid. ibídem, Resuelvo Tercero.
60
Pachot Zambrana, Karel Luis, “El Derecho del deporte en Cuba y sus desafíos en el
siglo XXI”, en Flores Fernández, Zitlally (Coordinadora), El derecho deportivo desde
una perspectiva comparada, Flores Editor, México D.F, México, 2015, p. 111.
287
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
288
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
En Cuba, por su parte y con la aprobación del CT (Ley No. 116), la relación
entre los atletas y las entidades facultadas para su contratación quedó
respaldada como una relación jurídica laboral especial. El artículo 76 de la
mencionada Ley, que forma parte del Capítulo VII denominado: “Relacio-
nes de trabajo especiales”, así lo establece.
Resultan urgentes las investigaciones teóricas y prácticas que tengan
como objeto de análisis el deporte en Cuba, fundamentalmente desde
el abordaje del campo del Derecho, especialmente desde la dimensión
del Derecho laboral. Todo ello teniendo en cuenta los profundos cambios
que provoca la clasificación de la actividad de los atletas de alto rendi-
miento dentro de las relaciones especiales de trabajo contenidas en la Ley
No. 116 y su impacto en las dinámicas deportivas y jurídico-laborales.
V. Fuentes bibliográficas
Obras generales
Alemán Páez, Francisco et al, Derecho del Trabajo II, Manuales Docentes
de relaciones laborales No.9, Vol. I, Universidad de Las Palmas de
Gran Canaria, Las Palmas, 2007.
Alimenti, Jorgelina, “Acerca de la especialidad de las relaciones laborales
y su desarrollo en la Argentina”, en Relacionales laborales y su desa-
rrollo en la Argentina, 2006.
Barajas Montes de Oca, Santiago, Derecho del Trabajo, Instituto de
Investigaciones Jurídicas, UNAM, México, 1990.
_____, Contratos Especiales, Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM,
México, 1992.
Cabanellas, Guillermo, Contrato de Trabajo, 2ª edición, Bibliográfica
Omeba, Buenos Aires, 1957.
Córdova Cordovés, Efrén, Derecho Laboral Cubano, Vol. I, Ed. Lex, La
Habana, 1957.
Dávalos, José, Derechos de los menores trabajadores, Cámara de Diputa-
dos, LVIII Legislatura, UNAM, México, 2000.
De Buen, Néstor, Derecho del Trabajo, Tomo II, 2ª edición, Porrúa, México,
1996.
Kurczyn Villalobos, Patricia, Derechos de las mujeres trabajadoras,
Cámara de Diputados, LVII Legislatura, UNAM, México, 2000.
289
La relación jurídica laboral especial en el marco deportivo. Desafíos en el contexto...
Publicaciones periódicas
Bermejo Vera, José, “El deporte profesionalizado: un pasado dudoso, un
presente problemático, un futuro incierto”, en Revista Española de
Derecho Deportivo, Reus y Asociación Española de Derecho Depor-
tivo, No. 33, 2014, Madrid.
Crispín castellanos, Douglas, “Desarrollo deportivo cubano antes
y después de 1959”, disponible en http://www.bibliociencias.cu/
gsdl/collect/libros/import/Historia_deporte_cubano.pdf (consul-
tado 16/03/2016 a las 13.50).
Díaz Rivera, Chanel, “Tratamiento jurídico-laboral del sector deportivo
cubano”, en Justicia y Derecho, No. 9, Año 5, diciembre de 2007, Min-
jus, La Habana.
Valverde, Antonio Martín, “Fronteras y «zonas grises» del Derecho del
Trabajo en la jurisprudencia actual (1980-2001)”, en Revista del Mi-
nisterio de Trabajo e Inmigración, No. 38, 2002, España.
Zamora galbán, Yuniesky, “Historia del deporte cubano: hasta Ate-
nas 2004”, disponible en http://www.bibliociencias.cu/gsdl/co-
llect/libros/import/Historia_deporte_cubano.pdf (consultado
16/03/2016 a las 13.00).
290
Dr. Freider Santana Lescaille y MSc. Yadira de las Cuevas Potrony
291
Concurso de acreedores de clubes
deportivos. A propósito de la legalidad
de la Ley 30.064 o ley complementaria
para la reestructuración económica
del futbol peruano
Dr. Esteban Carbonell O´Brien*
A D. Emilio Beltrán Sánchez +
gran jurista y amigo español
Sumario
I. Antecedentes previos a la Ley 30.064
II. Análisis de la legalidad del Decreto de Urgencia
y Leyes No. 29862 y 30.064
III. Tratamiento financiero a una crisis deportiva.
Acaso una crisis constructiva
IV. A modo de conclusión
V. Referencias bibliográficas
* Profesor de Derecho Mercantil, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.
Socio Fundador de Carbonell O´Brien Abogados (Lima, Perú). Miembro Fundador del
Instituto Iberoamericano de Derecho Concursal, México DF (2005- ) y Presidente del
Instituto Iberoamericano de Derecho Concursal – Sección Peruana (2006- ). Investigador
de la Red Iberoamericana de Investigadores en Derecho y Gestión del Deporte
(reconocida y patrocinada por la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado,
AUIP, Salamanca, España). [email protected]
292
Dr. Esteban Carbonell O´Brien
293
Concurso de acreedores de clubes deportivos. A propósito de la legalidad de la Ley ...
1
Carbonell, Esteban, “Crisis y Futbol: ¿Juegan en el mismo campo?”.
294
Dr. Esteban Carbonell O´Brien
2
Vid. García de Enterría, Eduardo, Democracia, jueces y control de la administración,
Civitas, Madrid, 2002.
295
Concurso de acreedores de clubes deportivos. A propósito de la legalidad de la Ley ...
Estas normas por un lado otorgan rango de ley a los decretos de urgencia
y por otro lado, les otorgan también fuerza de ley. Con lo cual gozan de los
atributos fundamentales de una ley, aunque estén reducidos a la materia
económica y financiera. Pero, dado el carácter abierto de la norma los de-
cretos de urgencia de los regímenes presidenciales, llegando a ser utiliza-
dos de manera abusiva. Los decretos de urgencia constituyen también un
instrumento de gobierno democrático, tal como en España e Italia, donde
se regula la figura de los decretos de urgencia o decreto-ley, como así lo
denominan a este instituto.
Lo definitivo es determinar si las circunstancias fácticas justificaban el
contenido del D.U sub-materia y en consecuencia a nuestro juicio se debe
interpretar sistemáticamente con el inciso c) del art. 91 del Reglamento
del Congreso. De dicha interpretación el Tribunal Constitucional despren-
dió en sus repetidos fallos, que el decreto de urgencia debería responder
a los siguientes criterios:
a) Excepcionalidad;
b) Necesidad pública;
c) Transitoriedad;
d) Generalidad, y
e) Conexidad
En tal sentido, las medidas extraordinarias y los beneficios que su apli-
cación produzcan deben surgir del supuesto de hecho que da lugar al
contenido normativo del decreto de urgencia y no de vacios legislativos
o administrativos encubiertos que con el tiempo producen embalses nor-
mativos de emergencia; pues ello sería incongruente con la supuesta si-
tuación constitucional y urgente.
A nuestro modo de ver las cosas – no vale la pena cambiar el sentido de
las mismas de manera antinatural – el D.U. bajo comentario no respetaba
o dista de los criterios que ostenten las características de excepcionalidad,
imprevisibilidad y urgencia. Ello supone la irracionalidad de afirmar que el
caso sub-materia constituía un eventual peligro de esperar la aplicación
del procedimiento parlamentario para regular las medidas idóneas orien-
tadas a revertir la situación.3
3
Vid. anteriores criterios del Tribunal Constitucional desarrollados en los Exps. 0001-
2003-I/TC, 0003-2003-AI/TC, 017-2004-AI/TC y 028-2010-PC/TC.
296
Dr. Esteban Carbonell O´Brien
4
Publicado el sábado 11 de junio del 2011 en el Diario La Primera.
5
Disponible en: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/municipios/denuncianco-
rrupcion-en-planta-desalinizadora_87960.html.
298
Dr. Esteban Carbonell O´Brien
299
Concurso de acreedores de clubes deportivos. A propósito de la legalidad de la Ley ...
Desde esa óptica, una crisis financiera puede entenderse como una inte-
rrupción en el funcionamiento normal de los mercados financieros. El ras-
go distintivo es el vuelo hacia la calidad (flight to quality) pues los inversio-
nistas venden sus activos, es decir, huyen del sistema financiero debido a
la percepción de un mayor riesgo y aumentan la demanda por activos con-
siderados más seguros, como los Bonos del Tesoro de los EE.UU. o el oro.
La pregunta central es la siguiente: si la economía es una manera de com-
prender el mundo, ¿qué rol desempeño o debería desempeñar la teoría
económica?, tal como lo manifiesta Carlos Parodi Trece en su obra La
primera crisis financiera internacional del siglo XXI.
En primer lugar, ¿por qué la economía no pudo predecir la crisis? La eco-
nomía es una ciencia social y, como tal, no tiene una capacidad precisa de
predicción, pues depende del comportamiento humano y sus acciones.
La respuesta depende de la visión que se tenga de la crisis. Si la crisis fue
originada por un choque exógeno, es decir, desde fuera del sistema, no
era posible la predicción; pero si las causas fueron endógenas, entonces
las alarmas debieron encenderse.
En el caso del futbol y en especial, el peruano, las alarmas debieron acti-
varse, máxime si el Estado es el principal acreedor de los clubes involu-
crados en el concurso y NO simplemente alejarse al vender sus créditos
reconocidos al mejor postor del sector privado. Lo elocuente del artículo
19 de la Ley 30.064 es que dan por sentado que habrá un postor ganador
a pesar de venderse a valor nominal los créditos tributarios. El asunto es:
¿qué sucede sino existe un ganador? ¿acaso se ofertarán dichos créditos
a precio vil?
Las lecciones de crisis deben ser claras en el mundo de las finanzas. La cri-
sis de los clubes deportivos se sostiene en un factor endógeno originado
dentro de éstos, los cuales no han sido analizados por los gestores de las
normas cuestionadas. Para ello precisamos algunas lecciones, a modo de
crítica constructiva y a saber:
a) La primera lección es que los sistemas son intensivos en información
y están plagados de fallas, como información asimétrica, riesgo moral,
selección adversa, por tanto requieren regulación.
b) La segunda lección es que las teorías económicas y/o financieras basa-
das en supuestos alejados de la realidad no funcionan en tiempos de
crisis e impiden la predicción de crisis sistémicas como la ocurrida.
c) La tercera lección es que la teoría financiera no cuenta con procedimien-
tos adecuados de valorización de activos complejos (asunto que obser-
vamos respecto del patrimonio del club Universitario de Deportes)
300
Dr. Esteban Carbonell O´Brien
302
Dr. Esteban Carbonell O´Brien
En suma, los firmantes del D.U. y Leyes 29.862 y 30.064 (a ésta última a
la cual paso a denominar Ley “Gonzalo”, en alusión al terrorista Abimael
Guzmán, quien destruyó a su paso una sociedad constituida, hoy feliz-
mente preso) la misma que no sólo atenta contra la libre decisión de los
acreedores sino que colisiona con la Ley General de Sociedades y princi-
palmente, en el ejercicio constitucional de libre asociación, en suma, lle-
vará a la destrucción del sistema legal, con arbitrariedad y falta de respeto
a las normas imperantes. Dichos firmantes a nuestro juicio pudieron pre-
ver que éste no era la vía correcta para solucionar el problema de fondo,
siendo que el camino correcto era repensar los alcances de la ley especial
y en mayor medida implementar sus enmiendas, a través de normas re-
glamentarias.
Incluso, alternativas hay y muchas ajenas al concurso – si no se transitaba
por el camino de las enmiendas – que podrían implementarse al interior de
una reestructuración patrimonial.6 Lanzamos algunas ideas, las cuales son:
a) Titularización de activos y
b) Fondo de inversión en jugadores.
En conclusión, la crisis y el futbol no deberían ir de la mano, sino que sus
representantes deben ser previsores para enmendar rumbos y mejorar
en situaciones difíciles, al amparo de la innovación y la generación de un
mayor valor al patrimonio en tiempos de crisis, entiéndase por ejemplo, el
uso de apalancamientos financieros o reestructura de pasivos (extra con-
curso) o de ser el caso extremo, de la aplicación de la norma especial, en-
riquecida con experiencias de otras latitudes (concurso). Esperemos que
el “Reglamento” a expedirse en breve, recoja nuestras observaciones pues
sólo cabe la formulación de acciones de inconstitucionalidad en masa.
6
Para ello recomendamos vid. Perroti, Daniel Esteban, “Incidencia económica de re-
sultados deportivos: el caso del fondo común cerrado de Boca Juniors”, disponible en:
www.aaep.org.ar/espa/anales/works06/PerrotiDaniel.pdf (consultado 10/03/2016 a las
15.00).
303
Concurso de acreedores de clubes deportivos. A propósito de la legalidad de la Ley ...
V. Referencias bibliográficas
Obras generales
García de Enterría, Eduardo, Democracia, jueces y control de la admi-
nistración, Civitas, Madrid, 2002.
Publicaciones periódicas
Carbonell, Esteban, “Crisis y Futbol: ¿Juegan en el mismo campo?”.
Perroti, Daniel Esteban, “Incidencia económica de resultados deporti-
vos: el caso del fondo común cerrado de Boca Juniors”, disponible
en: www.aaep.org.ar/espa/anales/works06/PerrotiDaniel.pdf (con-
sultado: 10/03/2016 a las 15.00).
Documentos
Tribunal Constitucional: Exps. 0001-2003-I/TC, 0003-2003-AI/TC, 017-
2004-AI/TC y 028-2010-PC/TC.
304
Deporte, finanzas y mercado.
Notas introductorias en torno a una simbiosis
necesaria para el Derecho del deporte
en Cuba
Dra.C. Yalenni Pérez Urquiza*
MSc. Elizabeth Bausa Caballero**
Sumario
I. Notas introductorias
II. Deporte e ingresos en la actualidad en Cuba
III. Deporte y tributación en Cuba
IV. Mercado, patrocinio y deporte
V. Conclusiones
VI. Fuentes bibliográficas
305
Deporte, finanzas y mercado. Notas introductorias en torno a una simbiosis ...
I. Notas introductorias
Hace más de diez años, cuando en 2004 se celebrara el I Encuentro Inter-
nacional de Derecho del Deporte, en Santiago de Cuba, nos aventuramos
en el tema del financiamiento del deporte en Cuba.1 Más que resolver
cuestionamientos lógicos, la investigación introdujo entonces un número
mayor de interrogantes que escapaban a los elementales diseños relacio-
nados con las garantías materiales para el ejercicio del derecho a la prácti-
ca del deporte, y a la práctica de toda actividad física, en sentido general.
Lo reconfortante de aquel entonces, además del resultado tangible del
convite, devino auténtica experiencia para los participantes. Las fórmulas
empleadas por el Estado cubano para garantizar el acceso a la práctica y
el disfrute del deporte y las competiciones nacionales e internacionales
realizadas en territorio cubano, sorprendieron a varios de los presentes,
y enorgullecieron a otros. Generalizada fue, de seguro, la convicción de
que la política de financiamiento seguida no era suficiente para aten-
der a las necesidades del fomento y desarrollo del deporte nacional, en
consecuencia con el potencial y las expectativas de la sociedad cubana.
Evidente también fue la conclusión: el principio de escasez, que la teoría
económica enarbola para responder a la interrogante de la satisfacción de
las necesidades públicas, servía, y sirve, como eje que direcciona las deci-
siones del deporte nacional, en materia económica. La contradicción era
evidente, objetiva por más, real para el “movimiento” deportivo cubano.
Para el año 1990,2 la progresiva eliminación de las consideradas por el
Estado cubano como gratuidades públicas indebidas implicó modifica-
ciones en los precios a las entradas de los espectáculos deportivos. No
obstante, la cuantía establecida resulta aún subvencionada e insuficiente
para el monto actual, por más, debe resaltarse su estabilidad: el precio es
inamovible. Explicado desde la óptica de la actividad financiera, la política
financiera cubana es consecuente con el axioma de “deporte para todos”
1
Vid. “El financiamiento del deporte en Cuba”, ponencia presentada por las Lics. Elena
Polo Maceira y Yalenni Pérez Urquiza, publicado en la Revista Arrancada, No. 1,
2005, Servicio de Ediciones del Instituto de Cultura Física Manuel “Piti” Fajardo, Santiago
de Cuba.
2
Tristemente recordado en materia financiera y presupuestaria en Cuba, de conjunto con
el 1991, 1992 y 1993, pues significó la prórroga de un presupuesto insufienciente y la
entrada del país en una situación de crisis extendida.
306
Dra.C. Yalenni Pérez Urquiza y MSc. Elizabeth Bausa Caballero
3
Para aquellos deportes que no clasifican o entran en competiciones olímpicas, como el
béisbol, sino en otros escenarios, como el Clásico Mundial de Béisbol, que se ha celebra-
do cada tres años primeramente, y luego cada cuatro años.
307
Deporte, finanzas y mercado. Notas introductorias en torno a una simbiosis ...
4
A raíz de condiciones adversas en la economía nacional desde 1990, se decide por
política monetaria la aprobación para la circulación de moneda libremente convertible,
sobre la base de un sistema de cambios fijo establecido en el territorio nacional. Esta
moneda libremente convertible circula en correspondencia con el cambio de uno
por veinticinco (1x25) pesos en moneda nacional, esta última de curso legal y fuerza
liberatoria. La tasa de cambio de moneda extranjera es otra, publicada oficialmente en
sitios destinados a estos efectos.
308
Dra.C. Yalenni Pérez Urquiza y MSc. Elizabeth Bausa Caballero
5
Otros espacios se adentran en la relación de carácter especial que sostiene el atleta.
Respetando esas áreas del saber, en el presente artículo solo lo mencionaremos para
sostener determinados criterios en materia financiera o mercantil.
310
Dra.C. Yalenni Pérez Urquiza y MSc. Elizabeth Bausa Caballero
6
El principio de no discriminación fiscal no aparece expresamente declarado en el or-
denamiento jurídico tributario cubano, como otros tantos. No obstante, su vinculación
con la igualdad o equidad tributarias, la generalidad, puede ser posible.
7
En ambos casos se corresponden con los hechos imponibles declarados por la legisla-
ción tributaria vigente, o sea, la Ley No. 113.
311
Deporte, finanzas y mercado. Notas introductorias en torno a una simbiosis ...
8
Tómese como referencia que el salario mínimo en el país asciende a 225.00 pesos en
moneda nacional y, aunque el salario medio varia en dependencia de los territorios,
gravita sobre la cifra de los 400 pesos mensuales.
9
Tal aportación y retribución es establecida cumpliendo con los parámetros que la no afec-
tación presupuestaria establece en la doctrina y el derecho presupuestario modernos.
312
Dra.C. Yalenni Pérez Urquiza y MSc. Elizabeth Bausa Caballero
313
Deporte, finanzas y mercado. Notas introductorias en torno a una simbiosis ...
tiles, además de los deportivos propios que genera. Así nos lo propone
José Luis Carretero Lestón, definiéndolo como la operación por la
cual los particulares se hacen partícipes de su desarrollo, a través de la
financiación. Es evidente que ambas partes ganan notoriedad, sobre la
base del compromiso mutuo, compromiso que tiene su esencia en resul-
tados positivos ya alcanzados – o próximos a alcanzar – y que gravitan en
torno a la figura del deportista, su rendimiento y sus aptitudes.
Resulta corriente encontrar en la doctrina contemporánea, en lo relativo
al Derecho deportivo, la negación de la distinción entre patrocinio y me-
cenazgo, sobre la base del establecimiento de la imposibilidad de la se-
gunda figura de poder plantearse tal cual en este sector del ordenamien-
to. Nótese que, tal como plantea Carretero Lestón, el mecenazgo no
exige contraprestación o implica gratuidad, a diferencia del patrocinio
que, por su naturaleza empresarial, comercial, publicitaria, implica un áni-
mo de lucro y una contraprestación por parte del patrocinado.
Por las características de la actividad deportiva, el patrocinio puede ser
identificado en diversos escenarios distintos y distantes tanto como el
patrocinio deportivo propiamente dicho, financiando a un practicante o
un equipo o grupo de practicantes, y el patrocinio de los espectáculos
deportivos y competiciones, estrecha y directamente vinculados a los re-
sultados deportivos esperados por la afición. En ambos casos, el patro-
cinador (sponsor) se encarga de la actividad empresarial o publicitaria y
espera – y demanda – determinados resultados del patrocinado, que le
reportarán ingresos.
Tal posición implica una construcción detallada de ambos, patrocinio y
mecenazgo, muy difícil de lograr, siquiera establecer, en el ordenamien-
to jurídico cubano, máxime en la práctica deportiva cubana no pasiva ni
amateur.
No significan las ideas anteriores, que no pueda el espectador vincular a
determinada marca, u otro signo distintivo de la propiedad intelectual de
renombre y reconocimiento internacional, a determinada selección na-
cional cubana en competiciones oficiales, incluso nacionales. Tal presen-
tación, establece los rudimentos necesarios para el patrocinio, que antes
tendrá que vencer derroteros mayores, vinculados a elementos propios
del Derecho mercantil.
De tal suerte, no puede identificarse la figura del club deportivo, basado
en el asociacionismo deportivo de libre creación en el ordenamiento jurí-
dico nacional. Mucho menos, resultan aplicables otras instituciones, como
en la práctica deportiva contemporánea, que desde el Derecho mercantil
314
Dra.C. Yalenni Pérez Urquiza y MSc. Elizabeth Bausa Caballero
V. Conclusiones
Cada uno de estos acápites exigirá mayor sistematicidad, coherencia y
organicidad en el ordenamiento jurídico nacional y, también, que un nú-
mero mayor de investigadores se avoquen al análisis de las vías en las que
la adecuada ordenación jurídica del deporte, en todas las aristas que el
fenómeno deportivo genera. La actualización – por qué no considerarlo
así – del modelo deportivo cubano constituye una oportunidad histórica
de revisar nuestras instituciones deportivas y su organización y funcio-
namiento, así como adecuar e implementar instituciones deportivas tra-
dicionales y con experiencias positivas – y también negativas, a tener en
cuenta – en el Derecho comparado, tales como las entidades deportivas
de bases o clubes deportivos, y que podrán contribuir notablemente al
perfeccionamiento de la (necesaria e impostergable ) institucionalidad
del deporte cubano. Con ello, instituciones como las que recientemen-
te comienzan a reconocerse legalmente y que han sido abordadas en el
presente estudio y que inciden en los ámbitos financiero, presupuestario,
tributario y mercantil, por ejemplo, podrán cumplir mejor los propósitos
para las que fueron implementadas. Consecuentemente, podremos con-
tribuir a esa necesaria construcción normativa, y doctrinal, del Derecho
del deporte en nuestro país, como elemento indispensable para la ade-
cuada normación, instrumentación y control de la actividad deportiva.
Obras generales
Agirreazkuenaga, Iñaki, Intervención pública en el deporte, Civitas, Ma-
drid, 1998.
Aguilera Fernández, Antonio, Estado y Deporte: Legislación, Organiza-
ción y Administración del deporte, Comares, Granada, 1992.
Alcalá Franco, José Rafael, El contrato de patrocinio deportivo para el
financiamiento de proyectos y su regulación en el Derecho Deportivo
venezolano, Tesis de Grado presentado en opción al Título de Espe-
315
Deporte, finanzas y mercado. Notas introductorias en torno a una simbiosis ...
316
Dra.C. Yalenni Pérez Urquiza y MSc. Elizabeth Bausa Caballero
Publicaciones periódicas
Morón Pérez, Carmen, “La tributación de los deportistas”, en Anales del
Derecho, No. 30 del 2012, pp. 164-195.
Pedrosa Sainz, Rosario y Salvador Insua, José Antonio, “El impacto
del deporte en la economía. Problemas de medición”, en Revista As-
turiana de Economía, No. 6 de 2003, pp. 61-84.
Polo Maceira, Elena y Pérez Urquiza, Yalenni, “El financiamiento del
deporte en Cuba”, en Revista Arrancada, No. 1, 2005, Servicio de Edi-
ciones del Instituto de Cultura Física Manuel “Piti” Fajardo, Santiago
de Cuba.
317
La responsabilidad penal de las personas
jurídicas (con especial referencia a
los clubes deportivos) y los programas
de cumplimiento*
Lic. Eva Cañizares Rivas**
Dr. José Luis Pérez Triviño***
Sumario
I. La responsabilidad penal de las personas jurídicas. El caso del Fútbol
Club Barcelona (FCB)
II. Los programas de cumplimiento
III. Conclusiones
IV. Referencias bibliográficas
318
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
319
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
Pero ¿qué se le puede imputar a una persona jurídica? Porque haber rea-
lizado el hecho delictivo, evidentemente, no. Pues bien, el reproche penal
que puede hacérsele es que haya un defecto grave en su organización
del que debe responder, bien por no haber elegido adecuadamente a
sus directivos (culpa in eligendo), bien por no disponer de mecanismos de
control que eviten que el personal pueda cometer delitos (culpa in vigi-
lando), y siempre que los delitos se cometan en nombre, por cuenta y en
provecho de la empresa. De esta manera, haciendo responsable a la per-
sona jurídica de los hechos realizados por sus dirigentes y/o empleados,
se aumenta la eficacia del Derecho Penal ya que la organización procurará
adoptar las medidas que impidan la comisión de hechos delictivos por
parte de aquéllos y entenderá que preocuparse por la prevención de he-
chos delictivos también forma parte de la gestión de la entidad.
Es decir, nuestro CP establece un sistema mixto de responsabilidad penal
de las personas jurídicas, con un modelo de imputación directa de res-
ponsabilidad a la empresa por las conductas de sus directivos, y otro mo-
delo de responsabilidad por defecto organizativo derivada de conductas
de sus empleados.
Existen unos elementos comunes a ambos modelos, como son:
- existencia de un delito cometido y fases previas a su consumación. Los
actos preparatorios son punibles dependiendo del delito (por ejem-
plo, en la caso del blanqueo de capitales, sí);
- existencia de un delito cometido y autoría/participación. Responde
también la persona jurídica cuando la responsabilidad de la persona
física no es a título de autoría sino de participación (inducción, coope-
ración necesaria y complicidad). Pero siempre y cuando haya existido
un defecto de organización (imputación subjetiva); y
- delito en beneficio de la persona jurídica. Que la persona física actúe
en provecho de la persona jurídica aunque éste no sea su único ni prin-
cipal objetivo (por ejemplo, conseguir unos bonus).
Con la responsabilidad penal de las personas jurídicas se ha introducido
en nuestro Derecho penal un sistema paralelo al de las personas físicas
en el que no rige la regla conforme a la que la forma de comisión típica
del delito por defecto es la dolosa y sólo cabe la imprudente cuando así
venga expresamente dispuesto. Por tanto, en este sistema la noción clave
es la del defecto de organización de la persona jurídica, y la imputación
subjetiva de los concretos sujetos que la administran solo serviría como
criterio de graduación de la pena correspondiente. Es decir, en el sistema
de responsabilidad penal de las personas jurídicas no se prevén penas
diferentes para la comisión dolosa o imprudente del delito.
320
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
321
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
a la luz de la próxima reforma del CP, porque las mismas establezcan PC,
con carácter previo al delito (no posterior como hasta ahora) destinados
a la prevención de la comisión de delitos, y por la efectiva aplicación de
los mismos. Por tanto, el eje clave sobre el que valorar la diligencia de las
empresas en la aplicación de las normas penales es el concepto de “debido
control” del artículo 31 bis del CP, es decir, que las medidas de prevención
y detección de delitos no se queden únicamente en el detalle de manuales
escritos, sino que habrá de probarse el debido control sobre la aplicación
de los mismos, y que las personas físicas que hayan cometido el delito lo
han hecho eludiendo fraudulentamente los modelos de organización y
prevención previstos en los referidos programas de cumplimiento.
De esta manera, la eximente, junto con las atenuantes existentes, dotará
a las empresas de la seguridad jurídica necesaria para que puedan gestio-
nar eficazmente tanto su sistema de prevención de riesgos penales como
una eventual estrategia posterior de defensa corporativa. La reforma, en
este sentido, permite ver oportunidades de mejor gobierno corporativo
para las personas jurídicas, con un doble alcance positivo: por un lado,
evitan responsabilidad penal frente a terceros y por otro lado, evitan ser
víctimas de fraudes penales en el interior de la propia organización.
No obstante, y volviendo al FCB, dado que los hechos presuntamente de-
lictivos se cometieron en los años 2013 y 2014, es decir, bajo la actual
redacción del artículo 31 bis del CP, éste no prevé, como ya hemos referi-
do, eximente alguna de responsabilidad para la persona jurídica, tan solo
un sistema de atenuantes, entre las cuales destaca, como hemos visto, la
adopción de PC post delictuales por parte de la persona jurídica. Ante tal
tesitura, una eventual estrategia de defensa del FCB pudiera encaminarse
hacia el establecimiento post delito de un PC, pues parece que no existía
el mismo en el seno de la entidad cuando se cometieron los hechos pre-
suntamente delictivos. Unido a ello, juega también un papel importante,
en este caso, la atenuante de reparación del daño, que ya ha realizado
el FCB con el ingreso de la cuota presuntamente defraudada y, proba-
blemente, también pueda conjugarse con las anteriores la atenuante de
colaboración, si la entidad hubiera presentado pruebas que pudieran ser
decisivas para la investigación de los hechos. De esta forma, con el juego
conjunto de dichas atenuantes, bien articuladas y defendidas procesal-
mente, pudiera entrar en juego una reducción importante de la pena a
imponer al FCB, dada la importancia que el actual CP confiere al sistema
de atenuantes, máxime al existir una gran laguna penal en esta materia al
no contemplarse, insisto, por ahora, eximente alguna configurada legal-
mente, esperando que llegue la reforma del CP en este sentido a través
del establecimiento expreso de la eximente de responsabilidad derivada
322
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
A. Introducción
El tema de moda en el mundo del Derecho penal, pero no solo, en este
ámbito jurídico es de los PC (Compliance Programs o Compliances Guides)
y la figura que lleva asociada que es el Oficial de Cumplimiento (Com-
pliance Officer).1
1
Robles, R., “El responsable de cumplimiento (“Compliance Officer”) ante el Derecho
Penal”, en Kuhlen, L., Montiel, J.P., Ortiz de Urbina, I., Compliance y teoría del
Derecho Penal, Marcial Pons, Madrid, 2013, p. 319.
323
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
2
Nieto, A., “Problemas fundamentales del Compliance normativo en el Derecho penal”,
ibídem, p. 23.
3
Kuhlen, L., “Cuestiones fundamentales de Compliance y Derecho Penal”, ibídem, p. 51.
4
Cfr. Nieto, op. cit., p. 12.
324
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
5
Cfr. ibídem, p. 13.
6
Cfr. ibídem, pp. 10 y ss.
7
Coca, I., “¿Programas de cumplimiento como forma de autorregulación regulada?”, en
Montaner, R. y Silva, J., Criminalidad de empresa y Compliance. Prevención y reacciones
corporativas, Atelier, Barcelona, 2013, p. 45.
8
Clemente Casas, I. y Álvarez Feijoo, M., “¿Sirve de algo un programa de Compliance
Penal? ¿Y qué forma le doy? (Responsabilidad penal de la persona jurídica en la
LO 5/2010: Incertidumbres y llamado por la seguridad jurídica), en Actualidad jurídica
Uría Menéndez, No. 28, 2011, p. 43.
325
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
2. El gobierno corporativo.
Representa un principio de carácter constitucional dentro de la empresa.
Su idea es luchar contra el abuso de poder dentro de las corporaciones,
de forma que haya un control de los shareholders y stakeholders sobre los
gobernantes-administradores. En este contexto parece necesario para
controlar a los administradores y que no cometan infracciones que haya
un órgano independiente del poder empresarial para que así el control
sobre la cúpula resulte creíble.
3. Los códigos éticos.
Suelen existir en las grandes empresas y donde se recoge su compromiso
de lucha contra la corrupción, la condena de prácticas restrictivas de la
competencia, la protección de datos, etc. Así la ética de la empresa se ha
convertido en el ámbito internacional en una especie de soft law, y de
ahí que haya surgido órganos como Ethical Boards y cargos como ethics
officer, con funciones parecidas a los compliance officer que analizaremos
posteriormente. En los últimos años, los códigos éticos han dejado de ser
declaraciones programáticas y tiene carácter obligatorio con imposición
de sanciones disciplinarias.9
4. La responsabilidad social corporativa.
La auditoría interna, cuya función es detectar el fraude interno cometido
por los empleados y directivos contra la empresa. Los sistemas de cum-
plimiento son solo un conjunto de buenas intenciones si no van acom-
pañados de procedimientos internos y normas de control que aseguren
su efectivo cumplimiento. Un sistema eficaz de control interno descansa
en pilares fundamentales para los sistemas de cumplimiento como: a) el
análisis de riesgos; b) el ambiente de control, c) las actividades de control
(políticas y procedimientos internos).
Estas tres actividades son básicas para construir un sistema eficaz de pre-
vención y detección de hechos delictivos.
5. La certificación de estándares de calidad (normas ISO, UNE, DIN, etc.).
Aportan una definición de responsabilidades, tareas y funciones dentro
de las organizaciones con el fin de cumplir los más diversos objetivos, pre-
9
Cfr. Nieto, op. cit., p. 24.
326
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
327
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
10
Lascuraín, J.A., “Compliance, debido control y unos refrescos”, en Gómez Colomer,
J.L., Arroyo, L., Nieto, A., El Derecho penal económico en la era compliance,
Tirant Lo Blanch, Valencia, 2013, p. 113.
11
Clemente Casas y Álvarez Feijoo, op. cit., p. 44.
328
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
12
Gómez, V., “Compliance y derechos de los trabajadores” en Gómez Colomer, Arro-
yo y Nieto, op. cit., p. 131.
13
Clemente Casas y Álvarez Feijoo, op. cit., p. 46.
329
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
14
Ibídem, p. 47
15
Ragués, R., “Los procedimientos internos de denuncia como medida de prevención de
delitos de empresa”, en Kuhlen, Montiel y Ortiz de Urbina, op. cit., p. 163.
16
Un ejemplo de esto se produjo en las sentencias judiciales que juzgaron el programa
de cumplimiento de Siemens AG en el caso con el mismo nombre por un asunto de
330
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
2. Los vigilantes.17
Tal órgano o sujeto asume tareas propias del deber de control de los focos
de peligro derivados de la actividad empresarial así como los deberes de
supervisión y vigilancia de la actividad de otros (administradores y em-
pleados).
Una de las principales controversias que giran en torno a esta figura
central de los PC es si las empresas deben incorporarlos dentro de la es-
tructura de la empresa o si sería mejor externalizar sus funciones en una
instancia externa. Quizá no haya una respuesta definitiva y generalizada
para todas las empresas, pues quizá sea más idóneo encontrar soluciones
particulares según el tamaño o el objeto al que se dediquen. En todo caso,
hay dos argumentos a favor de la incorporación dentro de la empresa: a)
la inmediatez y contacto con la fuente de riesgo; b) el mayor conocimien-
to de la organización empresarial desde dentro, lo cual le otorga más fa-
cilidad para gestionar y entender el problema o riesgo, así como la forma
de solución.
331
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
18
Cfr. Nieto, op. cit., p. 28.
19
No analizo aquí la responsabilidad que correspondería al empresario, quien como or-
ganizador de la actividad empresarial y receptor de los beneficios empresariales tie-
ne el deber de velar por la actividad de la empresa. Tales deberes están recogidos en
diveras normas penales. El punto que puede ser discutido es si quien omite impedir
el delito debe responder como autor como partícipe por omisión. (Dopico, op. cit.,
p. 171). En cualquier caso, la existencia de un sistema interno de prevención de delitos
operativo y efectivo es valorada jurídicamente como prueba de que el empresario ha
cumplido con sus deberes de control y vigilancia.
20
Cfr. Nieto, op. cit., p. 28.
332
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
F. ¿Qué problemas?
1. El problema de la credibilidad.
El establecimiento de un PC en una empresa no implica necesariamen-
te una intención de implantar un efectivo sistema de controles que ase-
guren una cultura de respeto a la legalidad. Los administradores pueden
sentirse tentados de implantar PC que sean meras formulaciones progra-
máticas para embaucar a los futuros controladores. Dicho de otra manera,
pueden fijar estos PC simplemente como un mecanismo de seguro anti-
multas que podrían presentar ante los fiscales y agencias administrativas
en caso de que se produjera un delito con el objeto de persuadirlos de
que han adoptado todas las medidas pertinentes e idóneas para su evita-
ción. Esta suele ser la queja de los fiscales y agencias administrativas21. Así
se refleja en la Circular de la fiscalía española sobre la RPPJ.
2. La falta de seguridad jurídica.
Una de las principales objeciones de las empresas es el desconocimien-
to en el que se mueven respecto de las exigencias del debido control.
El legislador apenas ofrece indicaciones del nivel de exigencia ni de los
elementos que este debe contener. Ni siquiera en los países (EE.UU., Italia)
donde se han dado indicaciones acerca de los contenidos de los PC existe
certeza acerca del grado de exigencia judicial.
3. La privatización de una función pública: el control de la criminalidad.
La delegación de funciones de control del Estado hacia las empresas exi-
giéndoles que no solo prevengan infracciones sino que también las inves-
tiguen tiene ciertas ventajas, como se ha señalado antes, pero también
supone varios problemas: 1) se obliga a las empresas a financiar de su bol-
sillo los costes que supone para el Estado la criminalidad de la empresa;
2) aumentan los poderes de control de la empresa sobre sus empleados.22
4. El efecto sobre los derechos de los trabajadores.
Tanto las investigaciones internas como el canal de denuncias es posible
que se produzca una tensión entre el derecho de la empresa por conocer
21
Cfr. ibídem, p. 23.
22
Cfr. ibídem, p. 24.
333
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
23
Cfr. Gómez, op. cit., p. 127.
334
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
336
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
337
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
24
Ortiz de Urbina, I., “Sanciones penales contra empresas en España (Hispanica Socie-
tas Delinquere Potest)” en Kuhlen, Montiel y Ortiz de Urbina, op. cit., p. 264.
25
Ya existen regulaciones que imponen a las empresas obligaciones de cumplimiento
normativo para la prevención de ilícitos administrativos: las obligaciones de cumpli-
miento normativo en materias de prevención del blanqueo de capitales (Ley 10/2010,
de 28 de abril), protección de datos (Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre), res-
ponsabilidad medioambiental (Ley 26/2007, de 23 de octubre), defensa de la compe-
tencia (Ley 15/2007, de 3 de julio), mercado de valores (Ley 24/1998, de 28 de julio).
338
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
futuro el legislador español amplie tal lista, y por ello, las tareas de los
“oficiales de cumplimiento” vayan aumentando. Algunas de las áreas
que se mencionan por los expertos donde se implemente PC sea la
medioambiental, u otras.
Vistas así las cosas, nada impide que se pueda implementar la cultura del
cumplimiento en los entes deportivos más allá de los delitos económicos.
¿Por qué no tratar de mejorar a través de PC, el gobierno de las organiza-
ciones deportivas en el ámbito propiamente deportivo en lo que atañe a
la prevención del dopaje, de la violencia, de los amaños de partidos o del
racismo? De hecho, algunos de estos fenómenos tienen carácter penal:
- dopaje26
- violencia27
26
Artículo 361 bis: 1. “Los que, sin justificación terapéutica, prescriban, proporcionen,
dispensen, suministren, administren, ofrezcan o faciliten a deportistas federados no
competitivos, deportistas no federados que practiquen el deporte por recreo, o depor-
tistas que participen en competiciones organizadas en España por entidades deporti-
vas, sustancias o grupos farmacológicos prohibidos, así como métodos no reglamenta-
rios, destinados a aumentar sus capacidades físicas o a modificar los resultados de las
competiciones, que por su contenido, reiteración de la ingesta u otras circunstancias
concurrentes, pongan en peligro la vida o la salud de los mismos, serán castigados con
las penas de prisión de seis meses a dos años, multa de seis a dieciocho meses e inha-
bilitación especial para empleo o cargo público, profesión u oficio, de dos a cinco años.
2. Se impondrán las penas previstas en el apartado anterior en su mitad superior cuan-
do el delito se perpetre concurriendo alguna de las circunstancias siguientes: 1. Que la
víctima sea menor de edad. 2. Que se haya empleado engaño o intimidación. 3. Que el
responsable se haya prevalido de una relación de superioridad laboral o profesional.”
Por otro lado, el dopaje por parte del propio deportista es una infracción disciplinaria
deportiva contemplada en la (…) y como es sabido, la prevención y sanción del dopaje
es la competencia de la Agencia la cual podría ser la organización externa encargada
de validar los programas de cumplimiento que versen sobre la prevención del dopaje
por parte de las clubes y asociaciones deportivas. Pero no sería nada descabellado que
al menos los clubes grandes contaran con un oficial de cumplimiento que, en contacto
y colaboración con la AESPD y atendiendo a las particularidades de cada club y moda-
lidad deportiva (con sus riesgos propios), elaborara y previniera los riesgos de dopaje.
27
Así lo establece el CP en su artículo 557, apartado 1, donde castiga con pena de prisión
de seis meses a tres años a aquellos que, actuando en grupo, y con el fin de atentar
contra la paz pública, alteren el orden público causando lesiones a las personas, pro-
duciendo daños en las propiedades, ya sea obstaculizando vías públicas o sus accesos
339
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
- amaño de partidos28
de manera peligrosa para los que por ellas circulen, ya invadiendo instalaciones o edi-
ficios. En el apartado 2 del mencionado precepto se agrava la pena si los hechos se
produjeren con ocasión de la celebración de eventos o espectáculos que congreguen
a gran número de personas, o en el interior de los recintos donde se celebren estos
eventos mediante comportamientos que provoquen o pudieran provocar avalanchas
u otras reacciones en el público que pongan en riesgo a parte o a la totalidad de los
asistentes. En estos casos se podrá imponer también la pena de privación de acudir a
eventos o espectáculos de la misma naturaleza por un tiempo superior hasta tres años
a la pena de prisión impuesta. Es decir, que como pena potestativa se contempla la
imposibilidad de acceder a los estadios 3 años adicionales además de los de la pena
principal impuesta. Pero, aparte de que los hechos ocurridos en las inmediaciones del
Calderón pueden ser ubicados en el ámbito del artículo 557 del Código Penal, también
lo pueden ser en el artículo 154 del mismo cuerpo legal, que castiga con la pena de
prisión de tres meses a un año, o multa de seis a 24 meses, a quienes tumultuariamente
riñeren entre sí utilizando medios o instrumentos que pongan en peligro la vida o inte-
gridad de las personas. Lo relevante de este artículo es que prevé que haya sanción aun
cuando no haya resultado lesivo… y si lo hubiera, como por ejemplo, un homicidio, se
aplicaría la sanción que correspondiera a éste.
28
De la corrupción entre particulares en el Código Penal, artículo 286 bis:
1. Quien por sí o por persona interpuesta prometa, ofrezca o conceda a directivos, admi-
nistradores, empleados o colaboradores de una empresa mercantil o de una sociedad,
asociación, fundación u organización un beneficio o ventaja de cualquier naturaleza no
justificados para que le favorezca a él o a un tercero frente a otros, incumpliendo sus
obligaciones en la adquisición o venta de mercancías o en la contratación de servicios
profesionales, será castigado con la pena de prisión de seis meses a cuatro años, inhabi-
litación especial para el ejercicio de industria o comercio por tiempo de uno a seis años
y multa del tanto al triplo del valor del beneficio o ventaja.
2. Con las mismas penas será castigado el directivo, administrador, empleado o cola-
borador de una empresa mercantil, o de una sociedad, asociación, fundación u orga-
nización que, por sí o por persona interpuesta, reciba, solicite o acepte un beneficio o
ventaja de cualquier naturaleza no justificados con el fin de favorecer frente a terceros a
quien le otorga o del que espera el beneficio o ventaja, incumpliendo sus obligaciones
en la adquisición o venta de mercancías o en la contratación de servicios profesionales.
3. Los jueces y tribunales, en atención a la cuantía del beneficio o al valor de la ventaja,
y la trascendencia de las funciones del culpable, podrán imponer la pena inferior en
grado y reducir la de multa a su prudente arbitrio.
4. Lo dispuesto en este artículo será aplicable, en sus respectivos casos, a los directivos,
administradores, empleados o colaboradores de una entidad deportiva, cualquiera
que sea la forma jurídica de ésta, así como a los deportistas, árbitros o jueces, respecto
de aquellas conductas que tengan por finalidad predeterminar o alterar de manera de-
340
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
- racismo29
¿Por qué no establecer oficiales de cumplimiento encargados de diseñar
PC destinados a la identificación de los riesgos en esas materias, así como
a su prevención y eventual sanción interna? La justificación que rige en la
autorregulación de las empresas en el ámbito económico-penal es per-
fectamente aplicable al dominio puramente deportivo.
De hecho, podemos comprobar que diversos organismos de la gobernan-
za deportiva internacional y nacional ya han incorporado figuras que sin
ser asimilables a los “oficiales de cumplimiento” ya que no son garantes si
desarrollan tareas que usualmente les podría competer a aquellos:
- la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP) creó la figura del director
de integridad que ha centrado su acción en la prevención de los ama-
ños de partidos;
- la Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas (UEFA) tiene en Emilio
García Silvero, Head of Disciplinariy and Integrity y Miguel Lietard,
Inspector de Ética y Disciplina de la UEFA; y
- la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).
Y por otro lado tales organismos han diseñado códigos éticos y códigos
disciplinarios que podrían formar parte perfectamente de un PC.
Como desarrollo de estas medidas propias del buen gobierno corpora-
tivo y que podrían ser contenidos de un programa de cumplimiento, en
el fútbol español la LNFP está en proceso de establecer varias medidas
destinadas a atajar la violencia en el fútbol:
341
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
III. Conclusiones
Los órganos de alta dirección empresarial van a tener que incidir todavía
más en la cultura de la prevención y del buen gobierno corporativo.
En los próximos años se va a ver un cambio muy relevante en este ámbito
con el probable surgimiento de especialistas en la prevención de riesgos
económicos en las empresas. Esta figura, la del “oficial de cumplimiento”
será central en las empresas, aunque es de imaginar que en las empre-
sas pequeñas, sus funciones se externalicen y de ahí que los despachos
de abogados puedan tener un ámbito de desarrollo en este ámbito.30 De
hecho, ya se están impartiendo cursos de postgrado sobre esta materia.
Las empresas crearán sus propios códigos éticos o de conductas, como
elemento central de los PC, los cuales serán supervisados y vigilados por
el oficial de cumplimiento.
30
González, J.A., Schemmer, A., y Blumenberg, A. “La función del penalista en la
confección, implementación y evaluación de los programas de cumplimiento” en
Gómez Colomer, Arroyo y Nieto, op. cit., p. 155.
342
Lic. Eva Cañizares Rivas y Dr. José Luis Pérez Triviño
Obras generales
COCA, I., “¿Programas de cumplimiento como forma de autorregulación
regulada?” en Montaner, R., Silva, J., Criminalidad de empresa y
Compliance. Prevención y reacciones corporativas, Atelier, Barcelona,
2013.
Dopico, J., “Posición de garante del compliance officer por infracción del
‘deber de control’: una aproximación tópica”, en Gómez Colomer,
J.L., Arroyo, L., Nieto, A., El Derecho penal económico en la era
compliance, Tirant Lo Blanch, Valencia, 2013.
GÓMEZ COLOMER, J.L., ARROYO, L., NIETO, A., El Derecho penal económico
en la era compliance, Tirant Lo Blanch, Valencia, 2013.
GÓMEZ, V., “Compliance y derechos de los trabajadores” en Kuhlen, L.,
Montiel, J.P., Ortiz de Urbina, I., Compliance y teoría del Derecho
Penal, Marcial Pons, Madrid, 2013.
KUHLEN, L., MONTIEL, J.P., ORTIZ DE URBINA, I., Compliance y teoría del De-
recho Penal, Marcial Pons, Madrid, 2013.
KUHLEN, L. “Cuestiones fundamentales de Compliance y Derecho Penal”,
en Kuhlen, L., Montiel, J.P., Ortiz de Urbina, I. Compliance y
teoría del Derecho Penal, Marcial Pons, Madrid, 2013.
GONZÁLEZ, J.A., SCHEMMER, A., BLUMENBERG, A. “La función del penalis-
ta en la confección, implementación y evaluación de los programas
de cumplimiento” en Gómez Colomer, J.L., ARROYO, L., NIETO, A.,
El Derecho penal económico en la era compliance, Tirant Lo Blanch,
Valencia, 2013.
LASCURAÍN, J.A., “Compliance, debido control y unos refrescos”, en Gó-
mez Colomer, J.L., Arroyo, L., Nieto, A., El Derecho penal econó-
mico en la era compliance, Tirant Lo Blanch, Valencia.
Montaner, R., Silva, J. Criminalidad de empresa y Compliance. Prevención
y reacciones corporativas, Atelier, Barcelona.
NIETO, A., “Problemas fundamentales del Compliance normativo en el De-
recho penal”, en Kuhlen, L., Montiel, J.P., Ortiz de Urbina, I.,
Compliance y teoría del Derecho Penal, Marcial Pons, Madrid, 2013.
343
La responsabilidad penal de las personas jurídicas (con especial referencia a los...
344
La evolución del Derecho penal deportivo
en España
Dra. Rosario de Vicente Martínez*
Sumario
I. Introducción
II. La reforma penal de 2003: la violencia en el deporte
III. La reforma penal de 2006: el dopaje en el deporte
IV. La reforma penal de 2010: la corrupción en el deporte
V. La reforma penal de 2015
VI. Referencias bibliográficas
I. Introducción
El deporte desempeña un papel importante en la sociedad (contribuye
a la integración social, promociona la educación, es beneficioso para la
salud, fomenta valores como el respeto mutuo, la tolerancia, la deporti-
vidad, etc.) pero, en los momentos actuales existe una intensa polémica
social derivada, en muchos casos, de la fuerte presencia de intereses eco-
nómicos y comerciales1 que han devaluado algunos de los principios más
significativos del deporte y le han convertido en un factor criminógeno.
345
La evolución del Derecho penal deportivo en España
Ante las nuevas y graves amenazas que planean sobre el deporte: presión
comercial, explotación de jóvenes deportistas, dopaje, racismo, violencia,
partidos amañados, etc., el legislador no consideró preciso, en un primer
momento, acudir al Derecho penal para la protección del buen orden
de las competiciones deportivas, siguiendo una concepción del orde-
namiento penal como forma subsidiaria de tutela que se inspira directa-
mente en el texto constitucional. La práctica del deporte aparecía de este
modo disociada de la comisión de delitos, esto es, el deporte venía siendo
considerado un espacio que escapaba del Derecho penal, lo que permitía
que determinadas conductas o comportamientos acaecidos en el ámbito
deportivo, cuya ejecución en cualquier otro ámbito hubiera dado lugar a
la iniciación de procedimientos penales de oficio y a la imposición de san-
ciones, gozaran de la más absoluta impunidad. Como señala Albin Eser,
deporte y justicia, pelota y balanza, parecen ser instituciones y símbolos
que a primera vista no se asocian con facilidad.2
No obstante, con el paso del tiempo las consecuencias del hecho depor-
tivo ocasionaron en el Código Penal español (en adelante CP) algunos
cambios concretos que son ejemplo de que también el Derecho penal se
adapta a los acontecimientos deportivos.
Lejos quedan los tiempos en que “el Derecho penal se detiene ante los
muros de un estadio deportivo”,3 o que “la tiza que rayaba la cancha de
los estadios o las cuerdas de un cuadrilátero, eran la más completa y to-
tal eximente de responsabilidad criminal de que se tenga noticia”.4 Por el
contrario, ahora ya se puede hablar de un Derecho penal del deporte,5 de
un Derecho penal deportivo y, consecuentemente, de delitos deportivos
ya sean relacionados con la violencia en el deporte, como la sucedida en
millones de euros anuales, lo que supone un 1,7 por ciento del PIB. El fútbol genera
además en torno a 85.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos.
2
ESER, Albin, “Deporte y justicia penal”, en Revista Penal, No. 6, 2000, p. 53.
3
Cfr. RAMÓN FERNÁNDEZ, Tomás, en el Prólogo al libro de González Grimaldo, El
ordenamiento Jurídico del deporte, Editorial Civitas, Madrid, 1974.
4
Cfr. SALIM-HANNA SEPÚLVEDA, “El fútbol y la violencia”, disponible en: www.colegioabo-
gados.cl/revista/25articulo6.html (consultado: 16/03/2016 a las 13.50).
5
Cfr. DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, Derecho penal del deporte, Editorial Bosch, Barcelo-
na, 2010.
346
Dra. Rosario de Vicente Martínez
6
La final de la copa de Europa de fútbol entre el Liverpool FC y la Juventus FC desem-
bocó en la triste tragedia del estadio de Heysel de Bruselas en 1985 que se saldó con
la muerte de 39 aficionados (34 italianos seguidores de la Juventus FC, dos belgas, dos
franceses y un británico) y 600 heridos.
7
El 2 de febrero de 2007 en el transcurso del partido de fútbol entre el Catania y el Paler-
mo los violentos choques con hinchas acabaron con la vida de un agente de policía de
38 años como consecuencia de estallarle en la cara un petardo de bastante potencia
que entre los hinchas «ultras» italianos recibe el nombre de “carta bomba”. La batalla
terminó además con más de un centenar de heridos y llevó a las autoridades italianas a
paralizar el “calcio”.
8
La llamada “Operación Neptuno” se saldó con más de 30 personas detenidas en rela-
ción con la multitudinaria reyerta ocurrida el 30 de noviembre de 2014 en la que par-
ticiparon más de 200 ultras del Deportivo de la Coruña y del Atlético de Madrid y en la
que murió un hincha del equipo gallego.
9
Basta recordar el caso del ciclista estadounidense Lance Armstrong.
10
Robert Hoyzer fue condenado a dos años y cinco meses de prisión.
11
DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, “Sport e violenza: la risposta del Diritto in Spagna e
altrove”, en Rivista di Diritto Sportivo, No. 2, Roma, 2013, pp. 301 y ss.
347
La evolución del Derecho penal deportivo en España
12
A Tyson se le revocó su licencia para boxear y se le impuso una multa de tres millones
de dólares.
348
Dra. Rosario de Vicente Martínez
13
En Italia, el creciente fenómeno del ejercicio de la violencia contra las fuerzas de segu-
ridad ha servido para justificar la introducción en el Código penal de una infracción ad
hoc de lesiones a funcionario público que se encuentre de servicio durante el desarrollo
de un evento deportivo. Vid. al respecto, MAGNINI, Valentina, “Las medidas jurídico-pe-
nales contra la violencia con ocasión de manifestaciones deportivas en Italia: los delitos
previstos en la L 401 de 1989”, en Morillas Cueva, Lorenzo y Mantovani, Ferrando
(Directores), Benítez Ortúzar, Ignacio (Coordinador), Estudios sobre Derecho y Depor-
te, Editorial Dykinson, Madrid, 2008, pp. 169 y ss.
14
MILLÁN GARRIDO, Antonio, en Millán Garrido, Antonio (Coordinador), Régimen jurí-
dico de la violencia en el deporte, Editorial Bosch, Barcelona, 2006, pp. 63 y 64.
349
La evolución del Derecho penal deportivo en España
15
Un estudio de las hipótesis de relación entre deporte y violencia y sobre el estado de
la investigación sobre los hooligans y la violencia asociada al fútbol, puede verse en
HANS JÖRG, Albrecht, “Violencia y deporte. Fenomenología, explicación y prevención”,
en Revista Penal, No. 7, 2001, pp. 27 y ss.
16
Vid. GAMERO CASADO, Eduardo, “Novedades recientes en la lucha contra la violencia,
el racismo y la xenofobia en el Derecho Deportivo comparado”, en Revista Andaluza de
Derecho del Deporte, No. 1, 2006, p. 200.
350
Dra. Rosario de Vicente Martínez
17
Vid. DO C 229 de 9 de agosto de 1985.
18
Vid. DO C 49 de 2 de febrero de 1988.
19
Vid. BOE núm. 193, de 13 de agosto de 1987.
20
Vid. DOUE C 281 de 22 de noviembre de 2003, p. 1.
21
Vid. El trabajo del Consejo de Europa en materia de deporte, vol. VIII. Textos del Conve-
nio Europeo sobre la violencia de espectadores 1966-1999, Madrid, 2001, que incluye
todos los textos relacionados con el Convenio europeo contra la violencia de los espec-
tadores 1966-1998, a los que se han añadido los textos relacionados con el Convenio
europeo contra la violencia de los espectadores correspondientes al año 1999.
351
La evolución del Derecho penal deportivo en España
22
FOFFANI, Luigi, “Deporte y violencia. Los fenómenos de violencia ligados a las mani-
festaciones deportivas y las respuestas del ordenamiento jurídico: el caso italiano”, en
Eguzkilore, Cuadernos del Instituto Vasco de Criminología, No. 18, 2004, p. 17.
23
DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, “Deporte y violencia (a propósito del enfrentamiento
entre hinchas tras un partido de fútbol en Port Said, Egipto)”, en Derecho penal contem-
poráneo. Revista Internacional, No. 40, Colombia, 2012, pp. 5 y ss.
352
Dra. Rosario de Vicente Martínez
24
Vid. el texto de la citada Resolución en el Diario Oficial, No. C 281 de 22 de noviembre
de 2003, pp. 0001-0002.
353
La evolución del Derecho penal deportivo en España
25
Vid. más ampliamente, RIOS CORBACHO, José Manuel, Violencia, deporte y Derecho Pe-
nal, Editorial Reus, Madrid, 2014.
354
Dra. Rosario de Vicente Martínez
355
La evolución del Derecho penal deportivo en España
356
Dra. Rosario de Vicente Martínez
26
Vid. DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, “La lucha contra el dopaje”, en Revista Aranzadi de
Derecho de Deporte y Entretenimiento, No. 42, 2014, pp. 593 y ss.
27
La Ley Orgánica de 2006, tras la última modificación del CMA en enero de 2009, fue de-
rogada por la nueva Ley Orgánica 3/2013, de 20 de junio, de Protección de la Salud del
deportista y lucha contra el dopaje en la actividad deportiva. En el propio Preámbulo
de la Ley Orgánica de 2013 se puede leer: “La última modificación del Código Mundial
Antidopaje tuvo lugar en enero de 2009 y, desde esa fecha, se habían revelado ciertas
incongruencias entre la normativa española y las nuevas disposiciones del Código. En
consecuencia, además de por las razones antes expuestas, la obligada adaptación de la
normativa española al Código Mundial Antidopaje derivó en la necesidad de adoptar
medidas de carácter legislativo que paliaran esta situación”.
28
Sobre el delito de dopaje, vid. más extensamente, CORTÉS BECHIARELLI, Emilio, El delito
de dopaje, Editorial Tirant Lo Blanch, Valencia, 2007.
357
La evolución del Derecho penal deportivo en España
29
Vid. DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, “O delito de doping esportivo”, en Síntese. Direito
Desportivo, No. 20, 2014, pp. 99 y ss.
358
Dra. Rosario de Vicente Martínez
30
DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, “El “narcotráfico de gimnasio”. Al hilo de la sentencia
del Juzgado de lo Penal número 6 de Valencia de 10 de octubre de 2012”, en Revista
Española de Derecho Deportivo, No. 31, Madrid, 2013, pp. 85 y ss.
359
La evolución del Derecho penal deportivo en España
360
Dra. Rosario de Vicente Martínez
31
GARCÍA SILVERO y VAQUERO VILA, en Alonso Martínez (Coordinador), ¿Es necesa-
ria la represión penal para evitar los fraudes en el deporte profesional?, impresión digital,
2009, p. 144, disponible en: www.derechodeportivo.es (consultado: 16/03/2016 a las
09.45).
32
DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, “Fraude e corrupção no esporte professional”, en Sínte-
se. Direito Desportivo, No. 22, 2015, pp. 38 y ss.
33
Hill, Declan, The Fix: Soccer and organized crime, McClelland & Stewart, 2008.
34
Resolución del Parlamento Europeo de 14 de marzo de 2013, sobre amaño de partidos
y la corrupción en el deporte.
361
La evolución del Derecho penal deportivo en España
común la lucha contra esta lacra del deporte ya que las organizaciones de-
lictivas operan a escala internacional y poseen contactos en todo el mun-
do, por lo que ninguna institución, país u organización podría combatir el
amaño de partidos por su cuenta. La Resolución nace a raíz de la llamada
“Operación Veto” que destapo una práctica extendida en los últimos años
de amaño de partidos de fútbol, con 680 partidos sospechosos en todo el
mundo, entre ellos 380 partidos en Europa, y que descubrió una vasta red
de amaño de partidos que afecta de lleno al deporte, con 425 personas
bajo sospecha y otras 50 detenidas. Estas cifras, según la Oficina Europea
de Policía (Europol), son tan solo la punta de iceberg. La Resolución consi-
dera que el amaño de partidos es una forma de delincuencia que genera
ingresos elevados, mientras que los índices de condena y de detección
son extremadamente bajos, por lo que las organizaciones delictivas uti-
lizan el amaño de partidos en el marco de sus actividades ilegales, como
el blanqueo de capitales, la trata de seres humanos y el tráfico de drogas.
En la Resolución, el Parlamento Europeo insta a los Estados miembros
de la Unión Europea a incluir expresamente el amaño de partidos en su
Derecho penal nacional y establecer unas sanciones mínimas comunes
adecuadas, crear unidades especializadas para combatir el amaño de par-
tidos y servir no solo como medio de comunicación y cooperación entre
los estamentos interesados, sino también como un centro de información
para que las empresas dedicadas a los juegos de azar puedan dar deta-
lles sobre los patrones de apuestas irregulares. La Resolución enfatiza la
importancia, en particular, de las organizaciones deportivas, de educar a
los deportistas, así como a sus consumidores y a los jóvenes aficionados
del peligro del amaño de partidos, insta a que se establezca un código de
conducta para todo su personal y sus responsables: jugadores, árbitros,
personal médico y técnico, y dirigentes de clubes y asociaciones, que ex-
ponga los peligros que conlleva el amaño de partidos y que prohíba cla-
ramente la manipulación de partidos para las apuestas o con otros fines.
El deporte se ha visto salpicado en numerosas ocasiones por situaciones
de fraude y abuso. Las prácticas de ambush marketing,35 como actividad
35
Este curioso término marketiniano se puso de moda en las Olimpiadas de Beijing 2008.
El término hace referencia a aquellas acciones de marketing que se realizan en torno a
eventos pero por las cuales no se paga patrocinio ni derechos y se realizan de forma
legal. En los eventos por norma general siempre hay un patrocinador oficial, lo que
deja fuera a otras posibles marcas. Es aquí cuando se empieza a utilizar el ambush, para
362
Dra. Rosario de Vicente Martínez
saltarse la exclusividad del patrocinador oficial y conseguir que otra marca aparezca
y sea asociada a dicho evento. Consiste, por tanto, en “aprovecharse” para conseguir
tener cierta repercusión por encima de los patrocinadores oficiales. Los casos de am-
bush marketing normalmente suelen darse en eventos deportivos. Uno de los primeros
casos fue el de las Olimpiadas de 1984 donde Fujifilm era el patrocinador oficial, lo que
impedía a Kodak tener presencia publicitaria en los estadios o en toda la Olimpiada. Por
tanto, Kodak optó por patrocinar a la cadena de televisión que retransmitía el evento y
al equipo americano de atletismo. De esta forma, aunque el patrocinador oficial fuese
Fujifilm, en todas las retransmisiones aparecía también Kodak como patrocinador y se
podía ver su marca en los trajes de los atletas americanos. Aunque esto pueda parecer
normal, el ambush genera cierta polémica por temas éticos ya que el ambush va un
poco más allá. Normalmente, el ambush es un patrocinio no pagado y generalmente
trata de aprovecharse de la situación. En los Juegos Olímpicos de verano del 88 Fujifilm
le devolvió la jugada a Kodak de la misma manera.
36
Una de las posibles vías fraudulentas para evitar el control del cupo de jugadores ex-
tranjeros permitidos en la contratación de un equipo y en el desarrollo del encuentro
deportivo es la obtención de la nacionalidad española por razón de matrimonio.
37
DE URBANO CASTIILO, en Alonso Martínez (Coordinador), ¿Es necesaria la represión
penal para evitar los fraudes en el deporte profesional?, impresión digital, 2009, p. 27,
disponible en: www.derechodeportivo.es (consultado: 16/03/2016 a las 09.45).
363
La evolución del Derecho penal deportivo en España
38
CARDENAL CARRO, Miguel, en Alonso Martínez (Coordinador), ¿Es necesaria la re-
presión penal para evitar los fraudes en el deporte profesional?, impresión digital, 2009,
p. 15, disponible en: www.derechodeportivo.es (consultado: 16/03/2016 a las 09.45).
39
DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, “Sobre amaños de partidos, primas a terceros, male-
tines y Derecho penal”, en Anuario Iberoamericano de Derecho deportivo (Dirs. Millán
Garrido/Cervantes Liñan), Ed. Grijley, Lima, 2016, pp. 17 y ss.
40
Vid. más ampliamente en DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, Derecho penal del deporte,
op. cit., pp. 500 y ss.
364
Dra. Rosario de Vicente Martínez
41
Ley publicada en la Gazzeta Ufficiale núm. 294, de 18 de diciembre de 1989. Esta Ley ha
sido objeto de posteriores modificaciones llevadas a cabo por la Ley núm. 537, de 24
de abril, por el Decreto-Ley núm. 557, de 30 de diciembre de 1993, por la Ley núm. 45,
de 24 de febrero de 1995, por la Ley núm. 377, de 19 de octubre de 2001, que sustituyó
en el título de la Ley la palabra “competiciones agonísticas” por “competiciones deporti-
vas”, o por el Decreto-Ley núm. 8, de 8 de febrero de 2007, de medidas urgentes para la
prevención y represión de fenómenos de violencia ligados a competiciones de fútbol.
42
Vid. PADOVANI, “Commento all´art. 1º Legge 13 dicembre 1989, n. 401”, en Legislazione
Penale, 1990, pp. 94 y ss.; BOLOGNA, “L´illicito sportivo nella nuova normativa”, en Re-
vista di Diritto dello Sport, 1990, pp. 146 y ss.; y BELTRANI, “Il reato di frode sportiva”, en
Cassazione Penale, No. 5, 2008, pp. 2080 y ss.
365
La evolución del Derecho penal deportivo en España
43
VOLK, Klaus, en Gössel y Triffterer (Editores), Gedáchtnisschrift für Heinz Zipf, Hei-
delberg, 1999, p. 424.
366
Dra. Rosario de Vicente Martínez
de uno a seis años y multa del tanto al triplo del valor del beneficio
o ventaja.
2. Con las mismas penas será castigado el directivo, administrador,
empleado o colaborador de una empresa mercantil, o de una so-
ciedad, asociación, fundación u organización que, por sí o por per-
sona interpuesta, reciba, solicite o acepte un beneficio o ventaja de
cualquier naturaleza no justificados con el fin de favorecer frente a
terceros a quien le otorga o del que espera el beneficio o ventaja,
incumpliendo sus obligaciones en la adquisición o venta de mer-
cancías o en la contratación de servicios profesionales.
3. Los jueces y Tribunales, en atención a la cuantía del beneficio o al
valor de la ventaja, y la trascendencia de las funciones del culpable,
podrán imponer la pena inferior en grado y reducir la de multa a su
prudente arbitrio.
4. Lo dispuesto en este artículo será aplicable, en sus respectivos
casos, a los directivos, administradores, empleados o colaborado-
res de una entidad deportiva, cualquiera que sea la forma jurídica
de ésta, así como a los deportistas, árbitros o jueces, respecto de
aquellas conductas que tengan por finalidad predeterminar o alte-
rar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba,
encuentro o competición deportiva profesionales.”
El artículo 286 bis en sus tres primeros apartados tipifica el delito de co-
rrupción entre particulares, también denominado corrupción en el sector
privado, delito que protege la lealtad competitiva, esto es, el intercambio
de servicios en el tráfico comercial en el que hay más de un ofertante de
bienes o servicios comerciales, lo que justifica su ubicación sistemática.
Sin embargo, de esta dinámica se aleja el apartado 4.º del artículo 286 bis
del CP al tipificar una conducta que no afecta propiamente a las reglas de
la competencia y ello no es de extrañar ya que la citada Decisión-Marco
nada establece sobre la necesidad de regular penalmente la corrupción
en el ámbito deportivo, sin que el Preámbulo de la Ley Orgánica de 2010
añada mayor justificación, más que se ha considerado conveniente hacer-
lo. Dice el Preámbulo de la Ley Orgánica:
“Se ha considerado conveniente tipificar penalmente las conductas más
graves de corrupción en el deporte. En este sentido se castigan todos
aquellos sobornos llevados a cabo tanto por los miembros y colaborado-
res de entidades deportivas como por los deportistas, árbitros o jueces,
encaminados a predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudu-
lenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva,
siempre que estas tengan carácter profesional”.
367
La evolución del Derecho penal deportivo en España
44
En este mismo sentido también CASTRO MORENO, Abraham, “El delito de corrupción
en el deporte” en Palomar Olmeda y Pérez González (Coordinadores), Derecho
Deportivo: legislación, comentarios y jurisprudencia, Valencia, 2013, pp. 785 y ss.
368
Dra. Rosario de Vicente Martínez
369
La evolución del Derecho penal deportivo en España
370
Dra. Rosario de Vicente Martínez
371
La evolución del Derecho penal deportivo en España
Obras generales
CASTRO MORENO, Abraham, “El delito de corrupción en el deporte” en
Palomar Olmeda y Pérez González (Coordinadores), Derecho
Deportivo: legislación, comentarios y jurisprudencia, Valencia, 2013.
CORTÉS BECHIARELLI, Emilio, El delito de dopaje, Editorial Tirant Lo Blanch,
Valencia, 2007.
DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, Derecho penal del deporte, Editorial Bosch,
Barcelona, 2010.
Hill, Declan, The Fix: Soccer and organized crime, McClelland & Stewart,
2008.
MAGNINI, Valentina, “Las medidas jurídico-penales contra la violencia
con ocasión de manifestaciones deportivas en Italia: los delitos
previstos en la Ley 401 de 1989”, en Morillas Cueva, Lorenzo y
Mantovani, Ferrando (Directores), Benítez Ortúzar, Ignacio
(Coordinador), Estudios sobre Derecho y Deporte, Editorial Dykinson,
Madrid, 2008.
MILLÁN GARRIDO, Antonio, en Millán Garrido, Antonio (Coordinador),
Régimen jurídico de la violencia en el deporte, Editorial Bosch, Barce-
lona, 2006.
RAMÓN FERNÁNDEZ, Tomás, en el Prólogo al libro de González Gri-
maldo, El ordenamiento Jurídico del deporte, Editorial Civitas, Ma-
drid, 1974.
RIOS CORBACHO, José Manuel, Violencia, deporte y Derecho Penal, Editorial
VOLK, Klaus, en Gössel y Triffterer (Editores), Gedáchtnisschrift für
Heinz Zipf, Heidelberg, 1999.
372
Dra. Rosario de Vicente Martínez
Publicaciones periódicas
BELTRANI, “Il reato di frode sportiva”, en Cassazione Penale, No. 5, 2008.
BOLOGNA, “L´illicito sportivo nella nuova normativa”, en Revista di Diritto
dello Sport, 1990.
CARDENAL CARRO, Miguel, en Alonso Martínez (Coordinador), ¿Es
necesaria la represión penal para evitar los fraudes en el deporte pro-
fesional?, impresión digital, 2009, disponible en: www.derechode-
portivo.es (consultado: 16/03/2016 a las 09.45).
DE URBANO CASTIILO, en Alonso Martínez (Coordinador), ¿Es necesa-
ria la represión penal para evitar los fraudes en el deporte profesional?,
impresión digital, 2009, disponible en: www.derechodeportivo.es
(consultado: 16/03/2016 a las 09.45).
DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, “Deporte y violencia (a propósito del en-
frentamiento entre hinchas tras un partido de fútbol en Port Said,
Egipto)”, en Derecho penal contemporáneo. Revista Internacional,
No. 40, Colombia, 2012.
_____, “El “narcotráfico de gimnasio”. Al hilo de la sentencia del Juzgado
de lo Penal número 6 de Valencia de 10 de octubre de 2012”, en Re-
vista Española de Derecho Deportivo, No. 31, Madrid, 2013.
_____, “Sport e violenza: la risposta del Diritto in Spagna e altrove”, en Ri-
vista di Diritto Sportivo, No. 2, Roma, 2013.
_____, “La lucha contra el dopaje”, en Revista Aranzadi de Derecho de De-
porte y Entretenimiento, No. 42, Madrid, 2014.
_____, “O delito de doping esportivo”, en Síntese. Direito Desportivo,
No. 20, 2014.
_____, “Fraude e corrupção no esporte professional”, en Síntese. Direito
Desportivo, No. 22, 2015.
_____, “Sobre amaños de partidos, primas a terceros, maletines y Derecho
penal”, en Anuario Iberoamericano de Derecho deportivo (Dirs. Millán
Garrido/Cervantes Liñan), Ed. Grijley, Lima, 2016.
ESER, Albin, “Deporte y justicia penal”, en Revista Penal, No. 6, 2000.
FOFFANI, Luigi, “Deporte y violencia. Los fenómenos de violencia ligados
a las manifestaciones deportivas y las respuestas del ordenamiento
jurídico: el caso italiano”, en Eguzkilore, Cuadernos del Instituto Vas-
co de Criminología, No. 18, 2004.
GAMERO CASADO, Eduardo, “Novedades recientes en la lucha contra la
violencia, el racismo y la xenofobia en el Derecho Deportivo com-
parado”, en Revista Andaluza de Derecho del Deporte, No. 1, 2006.
373
La evolución del Derecho penal deportivo en España
374
Situación actual de la corrupción en el
deporte: un acercamiento al Código Penal
español
Dr. José Manuel Ríos Corbacho*
Sumario
I. Introducción
II. Casuística de amaños deportivos en el fútbol
II.1. El caso italiano
II.2. El caso alemán
II.3. El caso brasileño
II.4. El caso español
II.5. La casuística en otros deportes
III. El problema: los aspectos penales
III.1. Aproximación a la cuestión
III.2. Los tipos penales de aplicación
IV. Referencias bibliográficas
375
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
I. Introducción
Existe una leyenda en el fútbol que reza: “Lo importante es la victoria, aun-
que sea en el último minuto y de penalti injusto”.1 Por ello, no solamente
desde el punto de vista del espectador, que también, sino que desde la
perspectiva del profesional se ha de ganar pero, a cualquier precio, tam-
bién se puede perder. Es esta fórmula la que da lugar al mundo de los
amaños deportivos.
La detención por la policía italiana hacia 2012 de algunos jugadores2 pro-
tagonistas de amaño de partidos hizo resurgir historias pasadas en el fút-
bol italiano, en particular, y en el resto de Europa, en general, donde vol-
vieron a florecer con muchísima fuerza los escándalos de compraventa de
partidos como lo fuera en la década de los ochentas, a raíz del escándalo
de la “calcio-scommese”, el caso “totonero” y la “calciopoli” en la tempora-
da 2004/05, en el que se advertía un desorden brutal de las apuestas en el
balompié italiano;3 asimismo, cuando el club turco Fenerbache, campeón
de la liga de fútbol 2010-2011, fue excluido de la máxima competición eu-
ropea al confirmarse que sus dirigentes habían comprado partidos. Con
todo, se incluyen en esta fórmula elementos como el deporte, las apues-
tas, el azar y el fraude.
En Italia, un periodista de la Gazzetta de lo Sport, llamado Máximo de la
Pérgola, inicia un sistema de apuestas legales hacia 1946, fundando la
1
TEBAS MEDRANO, Javier y TORRENS OTÍN, Pedro, El fútbol no es así, Editorial Titan, Zara-
goza, 2014, p. 7.
2
Puede citarse a Stefano Mauri (el capitán de la Lazio) y el ex internacional Omar Mi-
lanetto (Padova), además de la expulsión de la concentración de la selección italiana
en el recinto de Coverciano (Florencia), donde estaba concentrada la squadra azzurra,
dirigida por Prandelli, de Domenico Criscito (Zenit de San Petersburgo) junto con
la investigación del entrenador de la Veccia Signora (Juventus de Turín), Antonio Con-
te y su defensa Bonucci. Cfr. www.elmundo.es/elmundodeporte/2012/05/28/fut-
bol/1338205416.html (consultado 03/04/2016 a las 09.35).
3
RIOS CORBACHO, José Manuel, “Fútbol profesional y la Ley del juego: las apuestas de-
portivas online”, en MILLÁN GARRIDO, Antonio (Coordinador), Estudios Jurídicos sobre el
fútbol profesional, Editorial Reus, Madrid, 2013, pp. 198 y ss.
376
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
4
Colectivo de autores, Enciclopedia mundial del fútbol, Tomo VI, Editorial Océano,
Barcelona, 1984, pp. 78 y 79.
5
Cfr. GIL DE LA VEGA, Enrique y PINILLOS, Pedro José, La proyección económica del de-
porte, Editorial Cabal, Madrid, 1967, p. 209. Cfr. CAZORLA PRIETO, Luis, Deporte y Estado,
Editorial Labor, Madrid, 1979, p. 74. A esto se refiere en la nota 15.
6
Esta fue la razón fundamental que esgrimió Della Pergola (cuando fundo el SI-
SAL) con el ánimo de favorecer al deporte italiano generándole medios para progre-
sar y construir más y mejores instalaciones deportivas tan deterioradas por la guerra
mundial. Cfr. Colectivo de autores, Enciclopedia mundial del fútbol, op. cit., p.79.
CAZORLA PRIETO, op. cit., p. 40. TRÖGER, Walther, “El deporte fenómeno social universal,
en Solidaridad Olímpica, Editorial INEF, Madrid, 1977, p. 149.
7
La quiniela es el juego ideal para quienes creen que ganar no es sólo cuestión de suerte,
porque aporta un grado de subjetividad que hace que cada jornada de liga sea dife-
rente, sin olvidar la posibilidad de jugar de forma colectiva, compartiendo ilusiones y
sueños con otros aficionados al fútbol. No obstante, estos boletos poseen determina-
das circunstancias positivas como el hecho de poseer un precio bajo, la sencillez de
sus reglas y la posibilidad de obtener grandes premios. Cfr. Colectivo de autores,
Enciclopedia mundial del fútbol, op. cit., pp. 91 y ss.
377
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
8
El incremento de este negocio ha pasado de 24 mil millones de pesetas en la tempora-
da 1977/78 se ha pasado a 381.297.467, 00 € en 2011, eso sí, observándose un decreci-
miento respecto del 2009 donde ser recaudaron 533.070.257,00, victima este retroceso
de la recesión económica. Vid. www.loteriasyapuestas.es/uploads/documentos/docu-
mentos_LAEmemoriaquiniela2011_73035ff9.pdf (consultado 01/04/ 2016 a las 09.35).
Cfr. CAZORLA PRIETO, op. cit., p. 41.
9
Puede indicarse que este fenómeno no es exclusivo de España sino que también puede
encontrarse en Italia, Francia, Reino Unido, etc. Cfr. Colectivo de autores, Enciclo-
pedia mundial del fútbol, op. cit., p. 89.
10
CASTRO MORENO, Abraham, “Contrabando y apuestas deportivas por internet”, en Re-
vista Aranzadi de Derecho del deporte y entretenimiento. Deportes, juegos de azar, entrete-
nimiento y música, No. 30, 2010, p. 15.
11
Loc. cit.
378
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
12
MANTOVANI, Ferrando, “El fútbol: deporte criminógeno”, en MORILLAS CUEVA, Lorenzo
y MANTOVANI, Ferrando (Directores), BENÍTEZ ORTÚZAR, Ignacio (Coordinador), Estu-
dios sobre Derecho y deporte, Editorial Dickynson, Madrid, 2008, pp. 321 y 322.
13
Ibídem, p. 322.
14
RIOS CORBACHO, “Fútbol profesional y la Ley del juego: las apuestas deportivas online”,
op. cit., pp. 207 y ss.
379
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
15
Se conceptúa el totocalcio como un sistema de apuestas legales cuyo creador fue Más-
simo de la Pérgola, periodista de la Gazetta de lo Sport, fundador de la organización
SISAL y que el 5 de mayo de 1946 desarrollo el sistema quinielístico italiano. Cfr. Colecti-
vo de autores, Enciclopedia mundial del Fútbol, op. cit., pp. 78 y 79. Cfr. RÍOS CORBACHO,
José Manuel, “El fraude en el fútbol”, en MILLÁN GARRIDO, Antonio (Coordinador), Cues-
tiones actuales del fútbol profesional, Editorial Bosch, Barcelona, 2012, p. 163.
16
Este tipo de estafa no era novedoso por cuanto entre 1945 y 1950 se había descu-
bierto en el baloncesto universitario americano un altercado similar en el que se vio
mezclado el equipo de la Universidad de Kentucky que tuvo que ser disuelto. Cfr. RÍOS
CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op. cit., p. 164. A esto se refiere en la nota 21.
17
Fue Massimo Crociani, comerciante de frutas y apostante clandestino, quien denun-
ció todo este affaire sacando a la luz pública todo este universo fraudulento en el en-
torno del deporte del balompié. En este asunto se encontraban implicados veintisiete
jugadores de equipos tanto de la serie A italiana y otros de la segunda división, des-
tacando en sobremanera, el crack italiano de la época Paolo Rossi (Cfr. Colectivo
de autores, Enciclopedia mundial del fútbol, op. cit., p. 167), gran delantero centro de
la scuadra azzurra y máximo goleador del Mundial de 1982, que fue sancionado por
esta circunstancia a cinco años de suspensión, aunque posteriormente se le redujeron,
por intereses de la federación, a dos. Entre los equipos que resultaron implicados en
este escándalo cabe destacar a la Lazzio, Milán, Bolonia, Avellino, Peruggia, Napoles,
Lanerossi, en primera división, mientras que el Genoa, Lecce, Palermo y Taranto lo fue-
ron en segunda. Cfr. COLANTUONI, Lucio, “Fraude y apuestas deportivas en el fútbol
profesional: casos recientes en Italia y análisis comparativo” en BOSCH CAPDEVILA, Es-
teve y FRANQUET SUGRAÑÉS, Mª Teresa (Coordinadores), Dopaje, fraude y abuso en el
deporte, Editorial Bosch, Barcelona, 2007, p. 204. A esta situación se refiere en la nota 17.
380
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, Derecho penal del deporte, Editorial Bosch, Barcelo-
na, 2010, p. 504. Colectivo de autores, Enciclopedia mundial del fútbol, tomo VI, cit.,
pp. 94 a 96. RÍOS CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op. cit., p. 164.
18
DE VICENTE MARTÍNEZ, Derecho penal del deporte, op. cit., p. 504. RÍOS CORBACHO, “El
fraude en el fútbol”, op. cit., p. 164.
19
Esta ley viene a representar el cumplimiento de reforma que ha durado treinta años;
un largo periodo en virtud de la fuerte oposición procedente del mundo del depor-
te contra las injerencias del ordenamiento jurídico estatal por limitar su autonomía.
Sobre esta cuestión, véase, DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, “Fraude y corrupción en
el deporte profesional”, en MILLAN GARRIDO, Antonio (Coord.), La reforma del régimen
jurídico del deporte profesional, Madrid, 2010, p. 367. La autora advierte de las modifica-
ciones de la ley italiana en la nota 13. DE VICENTE MARTÍNEZ, Derecho penal del deporte,
op. cit., pp. 504 y ss. COLANTUONI, Lucio, “Fraude y apuestas deportivas en el fútbol
profesional: casos recientes en Italia y análisis comparativo” en BOSCH CAPDEVILA, Es-
teve y FRANQUET SUGRAÑÉS, Mª Teresa (Coordinadores), Dopaje, fraude y abuso en el
deporte, cit., p. 205. MUSCO, Enzo, “El fraude en la actividad deportiva”, Revista penal,
No. 7, 2001, p. 77. Una perspectiva más amplia puede observarse en MAGNINI, Valen-
tina, “Las medidas jurídico-penales contra la violencia con ocasión de manifestaciones
deportivas en Italia: los delitos previstos en la L. 401 de 1989” en MORILLAS CUEVA, Lo-
renzo y MANTOVANI, Ferrando (Directores), Estudios sobre Derecho y deporte, BENÍTEZ
ORTÚZAR, Ignacio (Coordinador), Editorial Dykinson, Madrid, 2008, pp. 169 y ss.
381
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
20
DE VICENTE MARTÍNEZ, Derecho penal del deporte, op. cit., p. 505. RÍOS CORBACHO,
“El fraude en el fútbol”, op. cit., p. 165.
21
La actuación policial supuso un salto cualitativo por cuanto hasta ahora el foco había
estado en Segunda y Tercera y ahora ya se investigan siete partidos de la Serie A, to-
dos ellos de la temporada 2010-2011. Las apuestas ilegales de este último, según el
juez instructor de Cremona, Roberto di Martino, habrían supuesto ganancias de dos
millones de euros; 600.000 se habrían utilizado para corromper a jugadores y directivos.
22
Cfr. ORDAZ, Pablo, “La corrupción azota de nuevo al calcio”, Diario el País, 28 de
mayo de 2012, disponible en: //deportes.elpais.com/deportes/2012/05/28/actuali-
dad/1338238608_265756.html (consultado el 20/03/2016 a las 13.35).
23
La intervención de Moggi en este fraude hizo que dicho escándalo se conociera como
el caso Moggigate donde se demostró que en la temporada 2004-2005 y 2005-2006, el
dirigente Juventino junto a su administrador Antonio Giarudo amañaron partidos
del campeonato italiano. Cfr. BENÍTEZ ORTÚZAR, Ignacio, El delito de “fraudes deporti-
vos”. Aspectos criminológicos, político-criminales y dogmáticos del art. 286 bis del Código
Penal, Editorial Dykinson, Madrid, 2011, pp. 32 y 33. DE VICENTE MARTÍNEZ, Derecho
penal del deporte, op. cit., p. 505. RÍOS CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op. cit., p. 166.
El autor se refiere a este asunto en la nota 28.
382
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
24
Al principio del proceso Conte trató de pactar una sanción de dos meses de inhabili-
tación, a pesar de que siempre se ha declarado inocente. El juez lo desestimó y poste-
riormente recurrió al Tribunal de arbitraje del Comité Olímpico italiano. Cfr. //deportes.
elpais.com/deportes/2012/08/22/actualidad/1345637159 (consultado 02/04/2016 a
las 09.45).
25
http://deportes.elpais.com/deportes/2012/10/05/actualidad/1349452599 (consultado
02/04/2016 a las 09.45).
26
HILL, Declan, Juego sucio. Fútbol y crimen organizado, Editorial Alba, Barcelona, 2008,
pp. 191 y ss. Cfr. RÍOS CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op. cit., p. 169.
27
Cfr. COLANTUONI, op. cit., p. 181. El autor se refiere a una organización mafiosa de ori-
gen croata que gestionaba las apuestas ilícitas y cuyo jefe era Milán Sapina.
383
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
que los partidos en los que dicho trencilla fuera designado, su arbitraje
influyera en el resultado definitivo y mediante esta actuación esas mafias
ganaran ingentes cantidades de dinero a través de las apuestas depor-
tivas legales. 28 En este caso concreto, las sospechas de amaño se inician
en la primera ronda eliminatoria de la Copa de Alemania en la tempora-
da 2004-2005, en un encuentro disputado entre el Paderborn, de la Liga
Regional Alemana, y el Hamburgo (equipo de la Bundesliga). En el parti-
do, comenzó ganando el Hamburgo pero, con posterioridad, el colegiado
sancionó con dos faltas máximas irreales, además de expulsar a su delan-
tero. El encuentro, finalmente, terminó con el resultado de 4-2 favorable
al equipo de la Liga Regional tal y como lo había determinado la organi-
zación croata.29 En cuanto al colegiado Hoyzer, se demostró que había
recibido 67.000 € y una televisión con pantalla de plasma proveniente de
un grupo de apostantes liderado por uno de los hermanos Sapina que
a la sazón era el dueño del conocido bar Café King ubicado en la capital
del país germano.30 El colegiado alemán, al ser desenmascarado, colaboró
con las autoridades alemanas y ayudó a la detención del líder de la orga-
nización croata y de sus copartícipes. En el mismo sentido, en el resultado
de la investigación fueron probadas determinadas ilegalidades en los par-
tidos de las categorías inferiores del fútbol alemán, resultando algunos
árbitros sancionados por la vía disciplinaria. Hoyzer fue condenado por
el Tribunal de Berlín el 17 de noviembre de 2006 a la pena de prisión de
dos años y cinco meses como partícipe del delito de estafa31 del que fue
autor Milán Sapina que, a su vez, sería condenado también a dos años y
28
Cfr. BENÍTEZ ORTÚZAR, op. cit., p. 37. RÍOS CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op. cit.,
p. 169. A esto se refiere en la nota 39. LLORENS, Manuel, “El director general de Intera-
puestas.com asegura que las mafias amañan”, en Diario Marca, 2 de diciembre de 2009.
29
RIOS CORBACHO, “Fútbol profesional y la Ley del juego: las apuestas deportivas online”,
op. cit., p. 217.
30
Cfr. BENÍTEZ ORTÚZAR, op. cit., p. 181. HILL, op. cit., pp. 193 y 217. Cfr. RÍOS CORBACHO,
“El fraude en el fútbol”, op. cit., p. 170.
31
El ex árbitro alemán HoyzER salió de la prisión de Hakenfeld, Berlín, en al que perma-
neció durante catorce meses, algo menos de la mitad de la condena que le había sido
impuesta. Cfr. DE VICENTE MARTÍNEZ, Derecho penal del deporte, op. cit., p. 502. RIOS
CORBACHO, “Fútbol profesional y la Ley del juego: las apuestas deportivas online”, op.
cit., p. 218.
384
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
32
Por su parte, el fiscal del caso examinado, pidió la absolución del colegiado alemán ale-
gando que “lo que hizo Hoyzer es moralmente reprobable, pero aquí no se trata de mo-
ral sino de delitos penales”, manteniendo su afirmación en virtud de que la legislación
alemana no poseía una figura en la que se pudieran enmarcar los hechos. Cfr. BENÍTEZ
ORTÚZAR, op. cit., p. 38. RÍOS CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op. cit., p. 170. A este
hecho se refiere en la nota 43.
33
Árbitro muy polémico, incluso en lo personal, por cuanto salió de la cárcel por un breve
espacio de tiempo y fue agredido por los seguidores futbolísticos. Llegando a confe-
sarse como corrupto ya que reconoció que había amañado hasta once partidos por
mor de las deudas que le acaecían, recibiendo 10.000 reales por cada partido arbitrado
fraudulento.
34
Los árbitros cariocas habrían recibido entre 10.000 y 15.000 reales, lo que viene a ser
equivalente a una cantidad entre 3.000 y 5.000 €. Cfr. COLANTUONI, Lucio, “Fraude y
apuestas deportivas en el fútbol profesional: casos recientes en Italia y análisis com-
parativo” en BOSCH CAPDEVILA, Esteve y FRANQUET SUGRAÑÉS, Mª Teresa (Coords.),
Dopaje, fraude y abuso en el deporte, cit., p. 184.
35
Loc. cit.
385
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
36
NIETO, Juan, “Amaños en Tercera por 700 euros”, Diario El Mundo de 5 de abril de 2016.
La Fiscalía de Valencia investigará la denuncia que ha presentado un equipo de fút-
bol de la provincia, el Club Unión Deportiva de Benigànim, en relación a una presunta
trama de amaño de partidos y posibles apuestas ilegales en el Grupo VI de Tercera Di-
visión. La denuncia, a la que ha tenido acceso El Mundo, se dirige contra seis jugado-
res de esta categoría, fundamentalmente porteros y defensas, que fueron despedidos
de este club semiprofesional tras detectar una ”aparente falta de actitud” que deri-
varon en”goles, faltas o penaltis inexplicables”. Como prueba los denunciantes han
aportado a la Fiscalía unos mensajes de WhatsApp que recibió uno de los porteros del
equipo, quien también ha sido denunciado, en el que un ex jugador le propone “ganar
pasta” a cambio de que no pare el balón en un encuentro contra el filial del Elche.
37
Cfr. BENÍTEZ ORTÚZAR, op. cit., p. 17. RÍOS CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op. cit.,
pp. 159 y ss.
38
RÍOS CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op. cit., p. 160. La empresa de apuestas alu-
dida suspendió las apuestas y denunció tal circunstancia ante la UEFA, situación que
terminó con la apertura de un expediente por parte del Comité de Competición de
la Real Federación Española de Fútbol donde se implicó, además de los dos clubes
intervinientes, a otros jugadores que realizaron las apuestas, en este caso concreto el
número fue de siete.
386
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
39
BENÍTEZ ORTÚZAR, op. cit., p. 15. DE VICENTE MARTÍNEZ, “Fraude y corrupción en el
deporte profesional”, op. cit., p. 365. Cfr. RÍOS CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op. cit.,
p. 161. A esto se refiere en la nota 15.
40
En la temporada 2012-13 el Levante también se encontró bajo sospecha. El supuesto
fraude se produjo en el encuentro Levante-Deportivo de La Coruña y en el que los ga-
llegos vencieron por 0-4. En el minuto 28 de encuentro, ya el resultado era favorable a
los coruñeses por 0-3 y en el descanso el jugador granota Barquero acusó a sus compa-
ñeros de dejarse perder. Hay que incidir en que la Fiscalía había abierto diligencias pre-
vias a instancias de la Liga de Fútbol Profesional, señalándose a tres de los jugadores de
aquel partido como artífices del amaño: Munúa, Ballesteros y Juanlu. Dichos futbolistas
abandonaron el club levantino, sorprendiendo a propios y a extraños la circunstancia
de que un equipo tan aguerrido como el valenciano, se encontrara en dicha situación.
Cfr. RÍOS CORBACHO, José Manuel, Palabra de fútbol y Derecho penal, Editorial Reus, Ma-
drid, 2015, p. 212.
387
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
41
Ibídem, p. 214.
42
Asia, parece ser el principal actor de este tipo de prácticas ya que se estima que unos
50.000 millones de dólares provienen de las zonas de Singapur, Bahreín, Indonesia y
Malasia. Cfr. PÉREZ, Ignacio, “Apuestas ilegales crecen 2.8% al año”, en Eleconomista.
mx, 24 de julio de 2012. http://eleconomista.com.mx/deportes/2012/07/24/apuestas-
ilegales-crecen-28-ano (consultado 31/03/2016, a las 12.15).
388
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
43
Se habla de unos porcentajes muy elevados de apuestas ilegales en determinados de-
portes: fútbol, un 45% de los casos; tenis, 32%; tenis de mesa, 5.8%; voleibol, 4.3% y
boxeo, 4.3%.
44
COLANTUONI, op. cit., p. 182. HILL, op. cit., pp. 140 y ss.
45
MARTA., Laura, “La caida de Nikola Karabatic”, en Diario ABC.es del día 2 de octu-
bre de 2012, http://www.abc.es/20121002/deportes/abci-karabatic-acusado-ama-
no-201210022221.html (consultado 03/04/2016 a las 12.35).
389
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
46
Marca.com.: “El Montpellier no despedirá a Karabatic por el escándalo de las apuestas”,
disponible en: http://www.marca.com/2012/10/30/balonmano/1351613414.html?a
=aa31c5be92fbc933a6552a5af9297a85&t=1351676518, citado el día 31 de marzo de
2016 (consultado 31/03/2016 a las 13.45). .
47
Este código de conducta presenta los principios guía y brinda consejos generales a to-
dos los atletas en toda Europa acerca de los temas entorno a la integridad del deporte
y las apuestas. El código de conducta ha sido elaborado mediante una asociación for-
mada por los atletas de la Unión Europea, la asociación europea de juegos y apuestas
(EGBA, por sus siglas en inglés) y la asociación europea de seguridad deportiva (ESSA,
por sus siglas en inglés) y complementará a las normas proporcionadas por las leyes
nacionales y/o reglamentaciones deportivas específicas.
48
http://www.eusportsbettingcode.org/espana/handball/rules.html, (consultado
03/04/2016 a las 12.30). Se puede advertir en ese Código de buen Gobierno el hecho
de realizar apuestas en otros partidos dentro de su deporte también puede suscitar
problemas. Por tanto, se le aconseja no realizar ningún tipo de apuestas en su deporte
390
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
para evitar posibles problemas.
Nota: Algunos deportes han decidido que lo más fácil
y mejor es prohibirle a los atletas realizar apuestas en su propio deporte. Esta medida
es apoyada por la industria de apuestas deportivas. El beneficio de esta propuesta es
que es simple y fácil de comprender y reduce el peligro de los atletas de infringir inad-
vertidamente las normas de un tecnicismo. Si está en duda, entonces no debe realizar
apuestas en su deporte.
49
Colectivo de autores, “Asamblea General Eu Athletes”, en Revista Asociación de Ju-
gadores de Balonmano, No. 43, 2012, p. 5.
50
Esta es la misma empresa que paralizó las apuestas en el partido entre el tenista ruso
Nikolay Davydenko y el argentino Martín Vasallo Argüello en el torneo de Sopot
(Polonia) en el que el ruso perdió por abandono alegando una lesión en el tercer set.
51
Hay que señalar que Wimbledon era un torneo que estaba predestinado a manipu-
laciones ya que muchos jugadores saben que no llegarán muy lejos sobre la pista de
hierba y prefieren ganar algún dinero perdiendo partidos de primeras rondas donde
391
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
392
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
54
Cfr. ABEL SOUTO, Miguel, “La reforma penal, de 22 de junio de 2010, en materia de
blanqueo de dinero”, en ABEL SOUTO, Miguel y SÁNCHEZ STEWART, Nelson (Coordina-
dores), II Congreso sobre prevención y represión del blanqueo de dinero, Valencia, 2011,
pp. 61 y ss.
55
Cfr. PÉREZ GÁLVEZ, Juan Francisco, “La reserva de actividad del operador ONCE en la
Ley 13/2011, de 27 de mayo de regulación del juego”, en Revista Aranzadi de Deporte y
entretenimiento, No. 35, 2012, pp. 55 y ss.
393
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
56
Cfr. GONZÁLEZ-ESPEJO, Pablo y LÓPEZ VELÁZQUEZ, David, “La nueva Ley del Juego”, en
Actualidad Jurídica Uría y Menéndez, No. 30, 2011, p. 43.
57
BERDUGO GÓMEZ DE LA TORRE, Ignacio y CERINA, Giorgio, “Algunos problemas del
nuevo delito de corrupción en el deporte”, en Revista General de Derecho Penal, No. 18,
2012, pp. 11 y ss. Cfr. ANARTE BORALLO, Enrique, y ROMERO SÁNCHEZ, Cándido, “El
delito de corrupción deportiva. Aspectos metodológicos, dogmáticos y político-crimi-
nales”, en Revista electrónica de ciencia penal y criminología, 13-20, 2012, p. 34.
394
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
58
BENÍTEZ ORTÚZAR, op. cit., p. 178. CASTRO MORENO, Abraham, “El nuevo delito de co-
rrupción en el deporte”, en Revista Aranzadi de derecho de deporte y entretenimiento,
No. 28, 2010, pp.17 y ss.
395
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
59
SALINERO ALONSO, Carmen, “Defraudaciones: Estafa. Apropiación indebida. Defrauda-
ciones de fluido eléctrico y análogas”, en TERRADILLOS BASOCO, Juan María (Coord.),
Lecciones y materiales para el estudio del Derecho penal, Tomo III, Derecho Penal. Parte Es-
pecial, Vol. I, 2ª edición, Editorial Iustel, Madrid, 2016, pp. 403 y ss. ÁLVAREZ GARCÍA, Fran-
cisco Javier, “Estafa (I) “, en ÁLVAREZ GARCÍA, Francisco Javier (Dir.), MANJÓN-CABEZA
OLMEDA, Araceli y A. VENTURA PÜSCHEL, Arturo (Coords.), Derecho Penal Español. Parte
Especial (II), Valencia, 2011, pp. 225 y ss. COLECTIVO DE AUTORES, Comentarios al Códi-
go Penal, Madrid, 2007, p. 559. GÓMEZ RIVERO, Carmen (Coordinadora), et al., “Delitos
patrimoniales de enriquecimiento mediante defraudación (I): Estafa”, en Nociones fun-
damentales de Derecho penal. Parte especial (Adaptado al EEES), Editorial Tecnos, Madrid,
2010, pp. 383 y ss. MUÑOZ CONDE, Francisco, Derecho penal. Parte Especial, 20ª edición,
Editorial Tirant Lo Blanch, Valencia, 2015, pp. 370 y ss. DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario,
Vademecum de Derecho Penal, 3ª ed., Editorial Tirant Lo Blanch, Valencia, 2015, p.163.
60
BENÍTEZ ORTÚZAR, op. cit., p. 178. El autor indica que la relación de causalidad, entre
el engaño bastante y el acto de disposición patrimonial del sujeto engañado, plantea
ciertas dudas sobre si el delito de estafa puede concurrir en estos casos sin que se lle-
gue a la interpretación analógica del ilícito penal.
61
Loc. cit.
396
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
62
MILLÁN GARRIDO, Antonio, “Fraude en el deporte y apuestas irregulares”, en Ius-
port, 16 de diciembre de 2009. Disponible en: http://www.iusport.es/php2/index.
php?option=com_content&task=view&id=1092&Itemid=33, citado el día 10 de no-
viembre de 2012. En el mismo sentido, DE VICENTE MARTÍNEZ, Derecho penal del de-
porte, op. cit., p. 559. RÍOS CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op. cit., p. 203. BENÍTEZ
ORTÚZAR, op. cit., p. 178.
63
BENÍTEZ ORTÚZAR, op. cit., p. 178. DE VICENTE MARTÍNEZ, Derecho penal del deporte, op.
cit., p. 502. RÍOS CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op. cit., p. 170.
64
EFE, “Los jugadores del Montpellier imputados por estafa”, Diario El Mundo, día 2 de
octubre de 2012, http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2012/10/02/masdepor-
te/1349166912.html, citado el día 11 de noviembre de 2012.
65
En este sentido, se ha mantenido también por algún sector doctrinal que al realizarse
la apuesta a través de la red y, al ser operaciones telemáticas, no pueden integrarse
en la figura de la estafa que prevé nuestro ordenamiento, salvo en el nº 2 del art. 248
CP en el que se refiere a la estafa informática; nuestro ordenamiento habla de que el
error recaiga “en otro”, dentro de la fórmula tradicional, sin embargo, en este tipo de
moderna estafa dicha figura tiene la finalidad de proteger el patrimonio contra accio-
nes que no son de corte convencional sino que se trata de un sujeto (la máquina) que
no puede ser inducido a un error como exige el texto punitivo vigente en lo que a una
representación falsa de la realidad se refiere STS de 17 de 17 de diciembre de 2008; y
pese a lo anterior, en el caso del fraude informático no puede aplicarse al supuesto
de los amaños en el ámbito deportivo por cuanto la apuesta se realiza con total nor-
malidad, y el engaño se produce fuera de la aplicación informática ya que se origina
en el evento deportivo. En este sentido, cfr. CORTÉS BECHIARELLI, Emilio, El delito de
corrupción deportiva, Editorial Tirant Lo Blanch, Valencia, 2012, pp. 190 y 191. Sobre la
estafa informática, vid. FERNÁNDEZ TERUELO, Javier Gustavo, Derecho penal e internet,
Especial consideración a los delitos que afectan a jóvenes y a adolescentes, Editorial Lex
Nova, Valladolid, 2011, p. 49.
397
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
66
QUERALT JIMÉNEZ, Juan José, Derecho penal español. Parte especial, Editorial Atelier,
Barcelona, 2010, p. 625. CORTÉS BECHIARELLI, Emilio, El delito de corrupción deportiva,
cit., p. 193. Este autor ahonda en este planteamiento indicando que, no siendo partida-
rio de aplicar en este tipo de situaciones el delito de estafa, habría que construir un ilí-
cito mediante una modalidad agravada cuando se produjera el verdadero perjuicio de
los apostantes. Cfr. BENÍTEZ ORTÚZAR, op. cit., p. 181. No obstante, este autor subraya
que, hoy día, otros sectores del Ordenamiento Jurídico están planteando medidas para
incluir mecanismos auténticamente preventivos en orden a las posibles implicaciones
de los participantes en los eventos deportivos como pudieran ser el art. 75 del Código
Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol respecto “de la participación en
juegos y apuestas” e incluso la recién estrenada Ley 13/2011 de 27 de mayo de regula-
ción del juego, además del Código de conducta de apuestas deportivas para jugadores
de balonmano, en suma unas prácticas de Buen Gobierno para el correcto funciona-
miento del deporte profesional.
67
DE VICENTE MARTÍNEZ, “Fraude y corrupción en el deporte profesional”, op. cit., p. 379.
MUÑOZ CONDE, op. cit., pp. 455 y 456.
398
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
68
BENÍTEZ ORTÚZAR, op. cit., pp. 175 y 176. Subraya que esta circunstancia es difícilmente
compatible con el principio de legalidad penal puesto que este modelo de inhabilita-
ciones no se recoge en el tipo delictivo. Cfr. RÍOS CORBACHO, “El fraude en el fútbol”, op.
cit., p. 203.
69
MUÑOZ CONDE, op. cit., p. 456. Cfr. RUIZ RODRÍGUEZ, Luís Ramón, “Delitos relativos
al mercado y a los consumidores, y la corrupción en los negocios”, en TERRADILLOS
BASOCO, Juan (Coordinador), Lecciones y Materiales para el estudio del Derecho penal,
Derecho penal. Parte Especial (Derecho penal económico), Tomo IV, 2ª edición, Editorial
Iustel, Madrid, 2016, pp. 137 y 138. Señala este autor que el uso de la propia expresión
“a mayor parte de los participantes” genera cierta inseguridad interpretativa, bastando
con que esa cifra sea superior al cincuenta por ciento de los participantes para que el
tipo sea aplicable, dejando fuera del castigo a aquellas conductas típicas realizadas en
competiciones deportivas en las que el reducido número de intervinientes, bastaría
con no llegar a ese cincuenta por ciento, recibe retribuciones, por altas que estas pue-
dan ser.
70
Cfr. PÉREZ TRIVIÑO, José Luís, Ética y deporte, Editorial Desclée De Brouwer, Bilbao, 2011,
pp. 36 y 37.
399
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
71
Cfr. SUÁREZ LÓPEZ, José María, “Las consecuencias del principio Non bis in ídem en la
Ley Orgánica de protección de la salud del deportista y la lucha contra el dopaje en
España”, en MORILLAS CUEVA, Lorenzo y MANTOVANI, Ferrando (Directores), Estudios
sobre Derecho y deporte, BENÍTEZ ORTÚZAR, Ignacio (Coordinador), Editorial Dykinson,
Madrid, 2008, pp. 225 y ss.
72
MILLÁN GARRIDO, “Fraude en el deporte y apuestas irregulares”, op. cit., en Diario de
Jerez, de 15 de diciembre de 2009. Propone la prohibición de realizar apuestas deporti-
vas a los deportistas y técnicos que participaran en la competición sobre la que recaen
las apuestas y, en caso de incumplimiento, imponer una sanción por la realización de
dicha conducta de privación temporal de la licencia federativa que llegara a ser defi-
nitiva en caso de reincidencia. Cfr. KINDHÄUSER, Urs, “Presupuestos de la corrupción
punible en el Estado, la economía y la sociedad. Los delitos de corrupción en el Código
penal alemán”, en Política Criminal, No. 3, 2007, p. 2. Este autor señala que los partidos
de fútbol son placeres privados; en el caso de manipulación pueden formar parte de
los delitos patrimoniales como la estafa, si se produce la lesión de intereses financieros.
Cfr. DE VICENTE MARTÍNEZ, Derecho penal del deporte, op. cit., p. 559.
400
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
forma, hay que señalar que el amaño deportivo se castiga con la pena de
prisión de seis meses a cuatro años, mientras que el tipo básico del delito
de estafa será de seis meses a tres años de prisión, por lo que atendiendo
a la resolución del concurso medial de delitos la pena a imponer consisti-
ría en la más grave (de seis meses a cuatro años del delito de fraude en el
deporte) en su mitad superior (de 2 años y 3 meses a 4 años).73
Por último, es importante señalar que la reforma de 2015 precitada tam-
bién ha incluido un novedoso art. 286 quáter CP en el que se establecen
unas agravantes específicas sobre el art. 286 bis 4): primero la finalidad
de influir en el desarrollo de juegos de azar o apuestas, que pretende la
incorporación a las conductas básicas de un ánimo subjetivo especial
que busca castigar con mayor contundencia las apuestas ilegales en el
ámbito deportivo, tanto por la adulteración de la competición deportiva
que representan como por la gran capacidad de generación de benefi-
cios ilícitos que conllevan y, segundo, la realización de las conductas en
una competición oficial de ámbito estatal calificada como profesional o
en una competición deportiva internacional, que deja la aplicabilidad del
tipo básico en su mínima expresión, puesto que serán muy limitados los
supuestos de competiciones deportivas con especial trascendencia eco-
nómica o deportiva que, a su vez, no se correspondan con una competi-
ción oficial profesional estatal o internacional.74
73
La apreciación de la estafa se realiza pensando que el resultado no será amañado y,
por tanto, puede advertirse la existencia de un engaño bastante, que produce un error
suficiente que, a su vez, provoca una disposición patrimonial y, por último, genera un
perjuicio. En el caso de las apuestas, si la intención de alterar el resultado surge con
posterioridad al hecho de haber apostado, sería más difícil de comprobar y se debería
aludir a la comisión por omisión, circunstancia ésta más compleja de aceptar por la
doctrina. En este sentido, MUÑOZ CONDE, op. cit., pp. 431 y 432.
74
RUIZ RODRÍGUEZ, op. cit., p. 138.
401
Situación actual de la corrupción en el deporte: un acercamiento al Código Penal...
Obras generales
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403
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404
Dr. José Manuel Ríos Corbacho
Documentos
COLECTIVO DE AUTORES, “Asamblea General Eu Athletes”, en Revista Aso-
ciación de Jugadores de Balonmano, No. 43, 2012.
405
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión
desde la dogmática penal*
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez**
Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos***
Sumario
I. Planteamiento de la cuestión
II. Los denominados delitos deportivos. Fundamentos y nociones
generales. Aproximación a una conceptualización
III. El denominado delito deportivo. Breve reseña histórica y legal
IV. Consideraciones actuales con respecto a las tipicidades delictivas
en el ámbito deportivo. Derecho penal y deporte. Necesidad de la
intervención penal
V. Presupuestos teóricos para la interpretación y aplicación de la norma
penal en supuestos de delitos deportivos. Necesaria modificación de
la ley penal en el caso del doping deportivo
VI. Conclusiones
VII. Fuentes bibliográficas
406
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos
I. Planteamiento de la cuestión
La práctica de juegos y deportes, sobre todo aquellos que entrañan, de
alguna u otra forma, contacto físico entre los participantes, traen apareja-
da la posibilidad, más o menos cierta, de que uno o varios de los conten-
dientes resulte lesionado o, en el peor de los casos, pueda ser privado de
la vida. Existen, por supuesto, actividades deportivas donde seguramente
los intervinientes se causarán daños corporales o en la salud en general,
tal como ocurre de manera ordinaria en los llamados deportes de com-
bate como boxeo, lucha, judo y kárate, por sólo mencionar los más repre-
sentativos de este tipo de competencia; por otro lado, aquellos en los que
el propio roce corporal con fuerza genera golpes o excoriaciones como
sucede en la práctica del denominado futbol americano, en el futbol más
tradicional y en el baloncesto y, por último, el grupo donde excepcional-
mente pueden ocurrir las citadas lesiones a la integridad corporal de los
sujetos o los atentados contra la vida de los mismos, como ocurre en el
beisbol, el voleibol, el softbol, entre otros.
Estos aspectos nos demuestran que las lesiones y otras posibles conse-
cuencias a la integridad corporal o a la vida de las personas han estado
presentes y estarán en el “mundo” del deporte, tanto en aquellos que se
pueden estimar como más violentos como en los que no tienen, necesa-
riamente, esa consideración. Sin embargo, la polémica que se suscita es
que las víctimas de tales acciones no suelen acudir a la vía jurisdicción pe-
nal para ejercitar las acciones correspondientes para la probable compro-
bación de un actuar delictivo, utilizando, si fuera esa la decisión, mayor-
mente la vía administrativa o propiamente vías alternativas (de carácter
privado-deportivo) para solucionar tales conflictos, lo que quizás pudiera
obedecer a confusiones e interpretaciones inadecuadas alrededor de esta
interesante temática.
Partiendo de estos aspectos, se pretende con este trabajo sistematizar los
elementos más esenciales para una conceptualización del denominado
delito deportivo, a partir de la evolución histórica de dicha figura y una
visión comparada de su regulación jurídica en otras realidades jurídico-
penales. Al mismo tiempo, podremos llegar a determinar cuál de las vías
posibles para solucionar estos casos resultaría la más adecuada, a los efec-
tos de proporcionar un tratamiento más efectivo a los perjudicados por
tales acciones, ya sea en el ámbito del Derecho administrativo, entiéndase
en el marco de la normativa propiamente deportiva o, incluso, en el ámbi-
to de la jurisdicción penal.
La conducta deportiva que provoca lesiones y violencias, siempre y
cuando haya tenido lugar conforme al correspondiente reglamento, no
407
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
1
Loayza Gamboa, Ricardo Cristian, “Justificación de las lesiones y violencias en los de-
portes. Un análisis penal de los deportes violentos como el fútbol”, en Revista Digital
Efdeportes, Buenos Aires, Año 11 No. 95, abril de 2006, p. 10. Disponible en: http://www.
efdeportes.com/efd95/penal.htm (consultado 02/04/2012 a las 10.05).
408
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos
409
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
2
Ventas Sastre, Rosa, “La violencia en el deporte: tratamiento en el Derecho penal es-
pañol”, Universidad Rey Juan Carlos, Madrid.
411
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
3
Para más información sobre estas y otras explicaciones alrededor de la responsabilidad
penal en el ámbito deportivo, vid. Valls Prieto, Javier, “La intervención del Derecho
Penal en la actividad deportiva”, en Revista Electrónica de Derecho Penal y Criminología,
No. 11-14, 2009, p. 14:7. Disponible en: http://criminet.ugr.es (consultado 14/03/2015 a
las 13.45).
4
Código de Defensa Social. Decreto Ley No. 802/1936. Publicación Oficial del Ministerio
de Justicia. Cuba. 1973.
5
“Artículo 499. A) El que aprovechando la ocasión de tomar parte en un deporte autori-
zado, causare de propósito y con infracción de las reglas aprobadas del juego, un daño
a otro, será responsable del daño resultante, e incurrirá en las sanciones que se señalan
412
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos
tos y circunstancias esenciales a partir de los que podían tener lugar tales
conductas, lo que constituyó un momento importante en el reconoci-
miento y posterior desarrollo de esta problemática de la criminalidad.
Esta regulación, desde nuestro punto de vista, representó un gran paso
de avance, pues aún y cuando este Código tuvo vida durante un perío-
do específico de nuestra sociedad, con la regulación de conductas de-
portivas transgresoras del Derecho, avizoraba algo que para la fecha era
realmente novedoso. Sin embargo, en legislaciones penales posteriores,
como la de 1979,6 esta regulación cambió sustancialmente hasta el pun-
to de desaparecer. De similar manera ocurrió en la actual ley penal que
tampoco reconoce, explícitamente, esta como figura delictiva y deja a las
normativas deportivas o administrativas la difícil tarea de resolver situa-
ciones que pueden ocasionar daños a la vida o integridad corporal de los
deportistas durante la realización de un juego deportivo determinado, a
no ser que se trate de conductas muy evidentes contra la vida e integri-
dad corporal que podrán ser solucionadas en el ámbito penal y a partir de
las figuras delictivas genéricas para garantizar tales intereses.
Esta situación también es común en la mayoría de las regulaciones pe-
nales extranjeras, así, de las pocas que reconocen los delitos deportivos
como conductas típicas y antijurídicas, lo hacen como una modalidad
dentro de otras figuras delictivas como el homicidio y las lesiones. Tene-
mos el ejemplo del Código Penal boliviano,7 el cual en su artículo 255,8
413
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
9
Código Penal. Legislación Conexa, 1ª edición, Corporación de Estudios y Publicaciones,
Quito, Ecuador. 1999.
10
“Artículo 462: El homicidio causado por un deportista, en el acto de un deporte y en la
persona de otro deportista en juego, no será penado al aparecer claramente que no
hubo intención ni violación de los respectivos reglamentos, y siempre que se trate de
un deporte no prohibido en la República.
En caso contrario, se estará a las reglas generales de este Capítulo, sobre homicidio.”
11
Código Penal y Exposición de Motivos, 1ª edición, Guatemala, Ediciones Especiales, Edi-
ción de Colección Temas Jurídicos.
12
“Artículo 152. Quien, aprovechando su participación en el ejercicio de cualquier depor-
te, causare, de propósito y con infracción a las reglas o indicaciones correspondientes,
un resultado dañoso, será responsable del hecho resultante e incurrirá en las sanciones
que en este Código señala para cada caso.
Si el resultado dañoso se causare sin propósito pero con infracción de las reglas o indi-
caciones respectivas, el responsable será sancionado a título de culpa.”
13
“Artículo 153. Quien, en deportes violentos debidamente autorizados por la autoridad,
que tengan por finalidad el acometimiento personal, sin infracción de las reglas o indi-
caciones respectivas, causare lesiones a su contrincante, no incurre en responsabilidad
penal.”
Tampoco incurre en responsabilidad penal quien, en ejercicio de un deporte debida-
414
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos
mente autorizado, sin infracción de las reglas o indicaciones del caso y sin propósito,
causare un resultado dañoso.
14
Barrios Méndez, Ervin Orlando, La importancia del dictamen médico legal en el delito
deportivo, Tesis de Licenciatura, Facultad de Ciencias Jurídicas, Sociales y de la Justicia,
Universidad Panamericana, Guatemala, 2011, pp. 85y 86. Disponible en: http://www.
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cas-tesario/154-tesislicenciatura-2011 (consultado 26/03/2011a las 08.45).
415
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
416
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos
15
Flores Fernández, Zitlally, “Introducción al derecho deportivo. La relación entre
el deporte y el Derecho” en Revista Digital Efdeportes, Año 15, No. 143, abril de 2010,
Buenos Aires. Disponible en: http://www.efdeportes.com (consultado 11/08/2015 a las
10.10).
417
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
418
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos
419
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
16
Suárez López, José María, “Las consecuencias del principio non bis in ídem en la ley
orgánica de protección de la salud del deportista y lucha contra el dopaje en España”.
Disponible en: http://vlex.com/vid/non-bis-idem-deportista-lucha-dopaje (consultado
09/10/2014 a las 12.00).
420
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos
421
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
422
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos
423
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
17
Constitución de la República de Cuba, de 24 de febrero de 1976 (reformada en
1978, 1992 y 2002). Gaceta Oficial Extraordinaria No. 3 de 31 de enero de 2003.
“Artículo 52. Todos tienen derecho a la educación física, al deporte y a la re-
creación.
El disfrute de este derecho está garantizado por la inclusión de la enseñanza y práctica
de la educación física y el deporte en los planes de estudio del sistema nacional de
educación; y por la amplitud de la instrucción y los medios puestos a disposición del
pueblo, que facilitan la práctica masiva del deporte y la recreación.”
424
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos
425
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
concordancia con los hechos acaecidos, sus sujetos y sobre la base de las
circunstancias apreciables.
En cuanto a la determinación de la pena, prima el principio de proporcio-
nalidad entre la acción delictiva cometida y el resultado, debiendo valo-
rar el grado de afectación del bien jurídico así como los demás aspectos
de adecuación, que permitan imponer, dentro de los marcos penales que
para cada delito se establecen, la sanción correspondiente, pudiendo
subsidiar la privativa de libertad por otra de las sanciones de esta natu-
raleza que establece la ley, siempre que los hechos, las condiciones del
autor y la gravedad de los daños ocasionados lo permitan.
De igual manera, pueden imponerse sanciones accesorias en los casos
que se requiere prohibir el ejercicio de la profesión, cargo u oficio a en-
trenadores, técnicos, directivos y hasta los propios deportistas, por ser
sus acciones delictivas de reiterada comisión en dicho ámbito deportivo
y por utilizar tal posición para realizarlas. Asimismo, a los espectadores y
aficionados puede imponérseles la prohibición de frecuentar espectácu-
los o recintos deportivos, pues su reincidencia en la realización de ilícitos
penales en dicho escenario, amerita tomar decisiones más drásticas que
contribuyan a la prevención de la violencia en el deporte.
Una consideración especial requiere el estudio del doping como conducta
con matices delictivos o de la cual pueden derivarse otros ilícitos penales,
pues es nuestro criterio que la norma penal no se encuentra preparada
para asumir la represión de tal comportamiento, siendo necesaria la inclu-
sión de ella como modalidad delictiva dentro del Título III, de los Delitos
contra la Seguridad Colectiva, en el Capítulo V, de los Delitos contra la Sa-
lud Pública, para sancionar a los directivos, entrenadores, técnicos, atletas
y demás personas vinculadas, de alguna manera, a estos últimos, siempre
que por su intervención en la actividad deportiva faciliten, suministren u
ofrezcan a los deportistas alguna sustancia prohibida o método dopante
que, como sabemos, a corto o largo plazo va a provocar daños irrepara-
bles en su salud.
Tales acciones en la actualidad quedan impunes pues hasta el momen-
to las normativas internas de cada deporte no son lo suficientemente
idóneas para asumir su sanción y porque las normas penales tampoco
subsumen los supuestos aludidos de lesión al bien jurídico salud pública,
siendo preciso realizar una modificación de nuestro Código Penal a fin de
incluir, como figura independiente, la referida figura delictiva de dopaje
deportivo, ya que la redacción existente únicamente abarca la figura de
los profesionales, dejando fuera a otros con posibilidades de encuadrarse
en cualquiera de las acciones mencionadas.
426
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos
VI. Conclusiones
Como hemos expuesto, la denominación de delitos deportivos alude a
conductas o acciones lesivas que afectan bienes jurídicos penales, tales
como la vida, integridad corporal, el honor, la salud o el orden público,
entre los más comunes; que son vulnerados por delitos de homicidio, le-
siones, injurias, desórdenes públicos y otros de gran incidencia en el ám-
bito del deporte. Así los mismos comprenderán, como sujetos activos, a
los deportistas, entrenadores, árbitros, técnicos y demás personal relacio-
nado con la actividad, así como a los aficionados y espectadores, siendo
igualmente considerados como víctimas estos sujetos individuales y, en
aquellos delitos de desórdenes públicos, la colectividad. Dichos ilícitos
pueden ser realizados por los agentes de manera dolosa, con la evidente
intención de provocar un daño, o de manera imprudente, pero con la vio-
lación consciente del reglamento deportivo.
La legislación penal cubana, por su parte y en lo que respecta a la regula-
ción de los delitos deportivos, tiene como único precedente al Código de
Defensa Social de 1936, en el que se dedicaba un capítulo a la tipificación,
únicamente, de aquellas conductas que atentaran contra la vida o la in-
tegridad corporal de alguno de los sujetos intervinientes en el deporte,
ya fuera de manera intencional o imprudente, y nos remitía para su pe-
nalización, a los tipos penales específicos del delito cometido. En dicha
redacción se estableció como eximente de la responsabilidad, el causar
un daño sin tal propósito y sin infracción de las reglas del deporte, así
como las formas de participación para el caso del árbitro, de complicidad
y coautoría. Tal hecho, en la posterior Ley No. 21 de 1979 (Código Penal de
entonces), cambió a tal punto, que suprimió de su normativa la tipifica-
ción de dicha figura delictiva.
En la actualidad en la regulación penal cubana no se incluye la figura de
los denominados delitos deportivos. Sin embargo, los tipos penales pre-
vistos para los delitos comunes de homicidio, lesiones, riñas tumultuarias,
desordenes públicos, estragos o atentados, por solo mencionar algunos,
pueden servir para subsumir las conductas lesivas más frecuentes en el
427
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
428
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y Lic. Mirtha Ricel Mena Castellanos
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431
Los delitos deportivos en Cuba. Una visión desde la dogmática penal
432
Inclusión del delito de dopaje en
el Código Penal ¿necesidad en la sociedad
cubana actual?
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez*
MSc. Dayris Zamora Castillo**
Sumario
I. Introducción
II. Deporte y Derecho penal. El Derecho penal deportivo. ¿Nueva rama
del Derecho penal?
III. El consumo de sustancias prohibidas en el deporte. El dopaje
IV. Conclusiones
V. Referencias bibliográficas
I. Introducción
El deporte, como el Derecho, es producto de la evolución sociocultural
de los pueblos a través de los siglos. Lógicamente primero nació y se de-
sarrolló el deporte, de manera general y luego de forma específica, dentro
433
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal ¿necesidad en la sociedad cubana...
1
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434
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2
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4
Ibídem.
5
Ibídem.
435
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal ¿necesidad en la sociedad cubana...
436
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y MSc. Dayris Zamora Castillo
437
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal ¿necesidad en la sociedad cubana...
438
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y MSc. Dayris Zamora Castillo
6
Carretero Lestón, José Luis, “Consideraciones históricas sobre la fundamentación
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439
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal ¿necesidad en la sociedad cubana...
7
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la de Derecho Deportivo, No. 30, 2012, p. 27.
8
Roxin, Claus,“Derecho penal y dopaje”, en CPC, 2009, pp. 14 y ss.
9
Broudeur, Carlos, La delincuencia en el deporte, Editorial Depalma, Buenos Aires,
1956, p. 15.
10
De Vicente Martínez, Rosario, Derecho penal del deporte, Colección Derecho y De-
porte, Bosch, Barcelona, 2010, pp. 237 y ss.
440
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y MSc. Dayris Zamora Castillo
11
González González, Odeimis, Los delitos que afectan la economía. Particularidades
de su protección jurídica-penal, Tesis en opción del Título Académico de Especialista en
Derecho Penal, Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, 2009, p. 36.
12
Artículos 10.2 y ss., Código Mundial Antidopaje, Agencia Mundial Antidopaje, 2003,
pp. 25 y ss.
13
Ibídem.
441
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal ¿necesidad en la sociedad cubana...
14
Ibídem.
442
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y MSc. Dayris Zamora Castillo
443
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal ¿necesidad en la sociedad cubana...
444
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y MSc. Dayris Zamora Castillo
15
Roca Agapito, op. cit., p. 42.
445
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal ¿necesidad en la sociedad cubana...
16
Ibídem.
446
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y MSc. Dayris Zamora Castillo
17
De Vicente Martínez, Rosario, “El delito de dopaje deportivo: la inoportuna inter-
vención punitiva en materia de Derecho deportivo”, en Revista Española de Derecho De-
portivo, No. 30, 2012, p. 37.
18
Ibídem, p. 52.
19
Casero Linares, Luis y Torres Fernández, José María, “Comentarios al art. 361 bis
del Código Penal”, en Revista Aranzadi de Derecho de Deporte y Entretenimiento, No. 21,
2007, pp. 45 y ss.
447
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal ¿necesidad en la sociedad cubana...
Otra de las estructuras del tipo penal especial, es el iter criminis, concorda-
mos que si es un delito de peligro concreto, que exige la comprobación
del mismo para su consumación, es posible sancionar la tentativa, como
regula la Ley de Medicamentos alemana,20 y en Francia se castiga con la
misma pena que la consumación.21
Cuando se materializa delito de dopaje deportivo con otros asociados, se
produce un concurso de delitos. Si el dopaje es del tipo genético podría
apreciarse un concurso de delitos entre el artículo 361 bis y el delito de
manipulación genética para los españoles. En Cuba no aparece esta figura
básica de manipulación genética. El 361 bis es de aplicación preferente a
otros que castigan el suministro de medicamentos cuando aparecen los
elementos subjetivos que exige. “Si la conducta de dopaje se prolonga y
reitera en el tiempo o afecta una pluralidad indeterminada de sujetos se
aprecia delito continuado”.22
Cuando ocurren lesiones o la propia muerte sobre los sujetos pasivos,
puede apreciarse sin dificultad el concurso de delitos. A diferencia de la
legislación italiana que ha incluido en el artículo 9.1 de la Ley 376-2000,
una cláusula de subsidiariedad expresa, según la cual “salvo que el hecho
constituya un delito más grave (…)”, el artículo 361 bis del Código Penal
español no contempla una cláusula concursal específica.23 Los autores en
la doctrina comparada, en ausencia del precepto legal, han tomado pos-
turas diferentes para darle solución al conflicto suscitado.
A falta de una previsión expresa en los casos en los que la utilización de
las sustancias o los métodos prohibidos ocasionen un daño en la salud o
en la vida del deportista deberá operar, según un sector de la doctrina, el
principio de consunción o absorción e artículo 8.3.24 Por el contrario, para
Nieto Martín las lesiones sólo serán punibles cuando la conducta típica
la realice un tercero.25
20
Ley de Medicamentos de Alemania de 1998, disponible en: http://bundesrecht.juris.de
(consultada el 2/10/2012, a las 21.00).
21
Rodríguez García, J., “Ley francesa número 2006-405, de 5 de abril de 2006, relativa
a la lucha contra el dopaje y a la protección de la salud de los deportistas”, en Revista
Jurídica de Deporte y Entretenimiento, No. 17, 2006, pp. 287 y ss.
22
Ibídem.
23
Ibídem.
24
Ibídem.
25
De Vicente Martínez, “El delito de dopaje deportivo…”, op. cit., p. 37.
448
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y MSc. Dayris Zamora Castillo
26
Ibídem.
27
Ibídem.
28
Ibídem, p. 54.
29
Huidobro Rey, “Repercusiones penales del dopaje deportivo”, en Revista Jurídica de
Deporte y Entretenimiento, No. 16, 2006, p. 102.
449
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal ¿necesidad en la sociedad cubana...
30
Ibídem.
31
Las legislaciones, francesa e italiana, son especialmente severas en materia de represión
del dopaje. Tanto el Código de la Salud Pública francés como la Ley italiana 376/2000 de
Disciplina de la Tutela Sanitaria de la Actividad Deportiva y de la Lucha contra el Dopa-
je contienen disposiciones orientadas a la represión penal de determinadas prácticas
dopantes. Así, el Código de la Salud Pública francés castiga en su artículo L3633-2 (en la
redacción dada a aquel por la Ley 2000-916 de 19 de septiembre) con una pena de pri-
sión de cinco años y multa de 75000 euros a quien prescriba, ceda, ofrezca, administre
o aplique a un deportista de los mencionados en el artículo L3631-1, una sustancia o
procedimiento mencionado en el referido artículo, o a quien facilite su utilización o, de
cualquier manera, incite a su uso. A su vez, la Ley italiana antidopaje 376/2000 castiga
en su art. 9, apartado 1, con una pena de prisión de tres meses a tres años y con multa
de 5 a 100 millones de liras al que procure a otros, suministre, consuma o favorezca
de cualquier modo el uso de fármacos o sustancias biológicas o farmacológicamente
activas, comprendidos en las clases previstas en el art., apartado 1, que no estén justi-
ficados por condiciones patológicas y sean idóneas para modificar las condiciones psi-
cofísicas o biológicas del organismo, con el fin de alterarlas prestaciones competitivas
de los deportistas, o estén dirigidas a modificar los resultados de los controles sobre el
uso de tales fármacos o sustancias; y en su apdo. 2, con la misma pena a quien acepte
o se someta a las prácticas médicas comprendidas en las clases previstas en el art. 2,
apartado 1, no justificadas por condiciones patológicas e idóneas para modificar las
condiciones psicofísicas o biológicas del organismo, con el fin de alterar las prestacio-
nes competitivas de los deportistas, o estén dirigidas a modificar los resultados de los
controles sobre el recurso a tales prácticas.
450
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y MSc. Dayris Zamora Castillo
32
Frohmeke, V., “Legal comparison and the Harmonisation of Dopaje Rules”, en Dopa-
jerecht in Deutschland, Editorial Duncker Humblot, Berlín, 2007, p. 53.
33
Roca Agapito, op. cit., p. 28.
451
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal ¿necesidad en la sociedad cubana...
IV. Conclusiones
Como hemos expuesto, el consumo de sustancias prohibidas en el ám-
bito deportivo propició la intervención del Derecho penal, a partir de la
innegable realidad de que no resultan suficientes otras soluciones para
el necesario control de este fenómeno, que afecta la salud, la integridad
física y la vida de los atletas, lo que se ha manifestado ya en diversos có-
digos penales o leyes independientes foráneas que definen y sancionan
el delito de dopaje.
34
De Vicente Martínez, “El delito de dopaje deportivo…”, op. cit., p. 54.
452
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y MSc. Dayris Zamora Castillo
La legislación cubana actual, por su parte, aún no está preparada para so-
lucionar comportamientos de esta naturaleza, aunque sí mantiene, para
la generalidad de los ciudadanos, prohibiciones y sanciones de conductas
relacionadas con el consumo de sustancias estupefacientes, psicotrópicas
y otras de efectos similares, con independencia de las circunstancias en
las que tal utilización tenga lugar. La necesaria inclusión, dentro del CP
actual, de la figura básica de dopaje deportivo, toda vez que no existe
hasta el momento solución jurídico-penal que prevenga y reprima dicha
conducta en el ámbito deportivo, capaz de proteger la salud pública y la
integridad física de nuestros atletas, como bien jurídico ineludible.
Teniendo en cuenta las problemáticas planteadas, en aras de superarlas,
podemos recomendar a la Comisión de Asuntos Jurídicos y Constitucio-
nales de la Asamblea Nacional del Poder Popular que en futuras modifica-
ciones de nuestra ley sustantiva se incluya, dentro del mismo Capítulo V
Delitos contra la salud pública, un nuevo tipo penal que recoja el consu-
mo de sustancias prohibidas en el ámbito deportivo cubano, que podría
llamarse dopaje deportivo.
El tipo penal pudiera quedar redactado de la siguiente manera:
“1.El médico, psicólogo, entrenador, fisioterapeuta, atleta, personal
de apoyo u otras personas que, sin justificación terapéutica alguna,
suministre, incite, coaccione o prescriba a deportistas sustancias o
grupos farmacológicos prohibidos, o métodos no reglamentarios,
destinados a aumentar sus capacidades físicas o a modificar los re-
sultados de las competiciones, que por su contenido, reiteración de
la ingesta u otras circunstancias concurrentes, pongan en peligro
la vida o la salud de los mismos, incurre en sanción de privación de
libertad de 3 meses a 2 años, multa de 100 a 300 cuotas o ambas,
con suspensión del cargo u oficio de 1 a 3 años.
2. Las sanciones del apartado anterior aumentarán hasta el doble
cuando en el delito concurran las circunstancias siguientes:
a) Que la conducta se realice a menores o en presencia de ellos.
b) Cuando la víctima sea persona con necesidades educativas es-
peciales
c) Cuando se emplee engaño o intimidación a la víctima.”
453
Inclusión del delito de dopaje en el Código Penal ¿necesidad en la sociedad cubana...
V. Referencias bibliográficas
Obras generales
Broudeur, Carlos, La delincuencia en el deporte, Editorial Depalma, Bue-
nos Aires, 1956.
De Vicente Martínez, Rosario, Derecho penal del deporte, Colección De-
recho y Deporte, Bosch, Barcelona, 2010.
GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Odeimis, Los delitos que afectan la economía. Par-
ticularidades de su protección jurídica-penal, Tesis presentada en op-
ción del Título Académico de Especialista en Derecho Penal, Univer-
sidad de Oriente, Santiago de Cuba, 2009.
MOURULLO RODRÍGUEZ Alberto y CLEMENTE, Ismael, Dos aspectos de De-
recho penal en el deporte: el dopaje y las lesiones deportivas, 2002.
Publicaciones periódicas
Carretero Lestón, José Luis, “Consideraciones históricas sobre la fun-
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de Derecho Deportivo, No. 1, 2009, Universidad Inca Garcilaso de la
Vega, Lima.
CASERO LINARES, Luis y TORRES FERNÁNDEZ, José María, “Comentarios
al art. 361 bis del Código Penal”, en Revista Aranzadi de Derecho de
Deporte y Entretenimiento, No. 21, 2007.
DE VICENTE MARTÍNEZ, Rosario, “El delito de dopaje deportivo: la inopor-
tuna intervención punitiva en materia de Derecho deportivo”, en
Revista Española de Derecho Deportivo, No. 30, 2012.
FROHMEKE, V, “Legal comparison and the Harmonisation of Dopaje Rules”,
en Dopajerecht in Deutschland, Editorial Duncker Humblot, Berlín,
2007.
HUIDOBRO REY, “Repercusiones penales del dopaje deportivo”, en Revista
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MORILLAS FERNÁNDEZ, David L, “La violencia en los espectáculos deport-
ivos” en Revista Andaluza de Derecho del Deporte, No. 6, 2009.
MUÑOZ RUIZ, Josefa, “El nuevo delito de corrupción en el deporte”, en
Revista Andaluza de Derecho del Deporte, No. 9, 2010.
PACHOT ZAMBRANA, Karel Luis, “Las normas de ordenación deportiva y
el derecho al deporte. A propósito de una teoría del ordenamiento
jurídico deportivo”, en Revista Española de Derecho Deportivo, No.
30, 2012.
454
Dr. Ciro Félix Rodríguez Sánchez y MSc. Dayris Zamora Castillo
455
La obligatoriedad de las resoluciones
del Tribunal de Arbitraje Deportivo (T.A.D.)
en México. El caso de José Salvador
Carmona Álvarez
Dra. Zitlally Flores Fernández*
Sumario
I. Introducción
II. El caso de José Salvador Carmona Álvarez
III. La obligatoriedad de las resoluciones del Tribunal de Arbitraje
Deportivo (T.A.D.) en México
IV. La interpretación de los artículos 51 y 54 de la Ley General de
Cultura Física y Deporte de 2003 (LGCFD). Algunas consideraciones
sobre su inconstitucionalidad
V. Referencias bibliográficas
I. Introducción
Los choques competenciales en materia deportiva entre autoridades y
tribunales nacionales, y las competencias y alcances jurisdiccionales de
“autoridades y tribunales internacionales” del deporte es un tema que
merece ser estudiado detenidamente por las problemáticas que arroja.
En particular en México existen casos que dan muestra de ello. Como bien
456
Dra. Zitlally Flores Fernández
1
González de Cossío, Francisco, “Procedimiento paralelo en arbitraje deportivo”,
disponible en: www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/jurid/cont/39/pr/pr20.pdf,
(consultado el 10/03/2016, a las 14.00).
2
Algunos ejemplos de casos en los que ha existido un choque entre determinaciones
locales e internacionales los refiere González de Cossío y son: UCI vs Muñoz, B. vs
Federación Internacional de Judo y Unión Cycliste Internationale (UCI) vs Iñigo Landa-
luce & Real Federación Española de Ciclismo (RFEC), entre otros.
3
Nota del editor: a continuación se respeta en las citas textuales que refiere la autora la
alusión al Tribunal de Arbitraje Deportivo empleando las siglas TAS, comúnmente em-
pleadas en la literatura para referirse al mismo.
4
Derogada ya por la actual Ley General de Cultura Física y Deporte de 2013.
457
La obligatoriedad de las resoluciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (T.A.D.) ...
5
La sanción se extendió al ámbito internacional mediante resolución de la Comisión Dis-
ciplinaria de la FIFA de 30 de agosto de 2005.
6
Amparo directo en Revisión 1675/2011, promovido por el quejoso, José Salvador Car-
mona Álvarez. Apartado de antecedentes, pp. 1-4.
458
Dra. Zitlally Flores Fernández
7
Disponible en: http://jurisprudence.tas-cas.org/sites/CaseLaw/SharedDocument (con-
sultado el 05/01/2009, a las 9.00).
459
La obligatoriedad de las resoluciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (T.A.D.) ...
8
Amparo directo en Revisión 1675/2011, op. cit., pp. 4-6.
460
Dra. Zitlally Flores Fernández
9
Ibídem, pp. 6-7.
10
El tribunal colegiado identificó que la Sala responsable utilizó, como hilo conductor de
sus consideraciones, la prueba consistente en los estatutos de la FIFA correspondientes
a 2005 y 2006. Al respecto, destacó que los estatutos fueron rechazados inicialmente
y admitidos después con el carácter de “supervenientes”, como anexos de una carta
de 3 de julio de 2009, a pesar de que no podían tener tal carácter en atención a que
la FEMEXFUT los conocía con anterioridad a la contestación de demanda. Cfr. Amparo
directo en Revisión 1675/2011, op. cit., pp. 8 y 9.
11
Ibídem, pp. 10 y 11.
461
La obligatoriedad de las resoluciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (T.A.D.) ...
Carmona Álvarez apeló la sentencia del juez. La Sala que conoció del
asunto confirmó la sentencia de primera instancia sosteniendo que:
“La FEMEXFUT actuó conforme a derecho al acatar el fallo del Tribu-
nal Arbitral del Deporte, pues se encontraba obligada a actuar de
esa forma en atención a lo dispuesto en la Ley General de Cultura Fí-
sica y Deporte, específicamente en sus artículos 51 y 54, de los cua-
les se desprende su obligación de acatar tanto la Ley citada como
sus propios estatutos sociales, que a su vez remiten a los estatutos
de FIFA, mismos de los cuales se desprende la obligatoriedad de
las resoluciones del Tribunal Arbitral del Deporte para las personas
afiliadas a la FEMEXFUT, caso en el cual se encontraba el quejoso en
el momento de los hechos.”12
En marzo de 2011 Carmona Álvarez interpuso un segundo juicio de
amparo directo (D.C: 196/2011-13), expresando como conceptos de viola-
ción, entre otros, los siguientes:
- la conducta de la autoridad responsable al considerar, indebidamente,
que al afiliarse a la FEMEXFUT y comprometerse a respetar sus Estatu-
tos y los de la FIFA, el quejoso se habría sometido a las disposiciones
de dichos Estatutos de FIFA, que a su vez exigen el reconocimiento de
la jurisdicción del T.A.D. y la observancia de sus resoluciones;
- la conducta de la autoridad responsable al señalar que la resolución
de la CAAD no afectaba a la FIFA ni, en consecuencia, al T.A.D., por no
haber participado en el arbitraje respectivo; y
- la conducta de la autoridad responsable al determinar que la FE-
MEXFUT obró lícitamente al acatar el fallo del T.A.D. y no el de la CAAD,
lo cual habría violado su libertad de trabajo, pues fue sancionado por
una autoridad que no es judicial ni gubernamental y con base en De-
recho extranjero. Según el quejoso, sólo la CONADE podría conocer y
sancionar casos de dopaje en México. En este sentido, debía declararse
la inconstitucionalidad de los artículos 51 y 54 de la LGCFD por la inter-
pretación que de ellos realizó la autoridad responsable al sostener que
resultan obligatorias en México las resoluciones del T.A.D..13
12
Ibídem, p. 11.
13
Ibídem, pp. 12-16.
462
Dra. Zitlally Flores Fernández
14
Ibidem, p. 18.
15
Ibídem, p. 19.
463
La obligatoriedad de las resoluciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (T.A.D.) ...
16
Ibídem, p. 5.
464
Dra. Zitlally Flores Fernández
17
Hernández González, David y Montenegro González, Sandra, Justicia Deporti-
va, Ed. Miguel Ángel Porrúa, México, 2010, pp. 93-95.
465
La obligatoriedad de las resoluciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (T.A.D.) ...
466
Dra. Zitlally Flores Fernández
Artículo 2.
1. Cada uno de los Estados contratantes reconocerá el acuerdo por
escrito conforme al cual las partes se obliguen a someter a arbitraje
todas las diferencias o ciertas diferencias que hayan surgido o pue-
dan surgir entre ellas respecto a una determinada relación jurídica,
contractual o no contractual, concerniente a un asunto que pueda
ser resuelto por arbitraje.
2. La expresión “acuerdo por escrito” denotará una cláusula com-
promisoria incluida en un contrato o un compromiso, firmados por
las partes o contenidos en un canje de cartas o telegramas.
3. El Tribunal de uno de los Estados contratantes al que se someta
un litigio respecto del cual las partes hayan concluido un acuerdo
en el sentido del presente artículo, remitirá a las partes al arbitra-
je, a instancia de una de ellas, a menos que compruebe que dicho
acuerdo es nulo, ineficaz o inaplicable.”
Siguiendo ello, hasta en tanto México celebre en el contexto interna-
cional, y con base en el Derecho nacional, los tratados o convenciones
correspondientes en los cuales reconozca la existencia de entes jurisdic-
cionales que, desde la estructura de las organizaciones internacionales se
reconozcan como competentes para conocer los conflictos que se deri-
ven, en este caso, de la práctica deportiva, podrán ser consideradas como
sentencias arbitrales extranjeras.
En este mismo sentido Alberto Segura y Javier Vázquez señalan que la
configuración jurídica del T.A.D. no recoge suficientemente los requisitos
de la Convención de Nueva York y sostienen que vulnera las garantías de
seguridad jurídica, en base a las siguientes consideraciones:
- la apelación al T.A.D. puede ser presentada por organismos que no han
participado en el procedimiento en “primera instancia” (art. 330 de su
Reglamento);
- el idioma del procedimiento ante el T.A.D. puede diferir de la lengua
utilizada en el procedimiento “en primera instancia”, ya que exige a las
partes que utilicen la lengua inglesa o francesa, aun cuando no conoz-
can dicho idioma (art. 29 de su Reglamento);
- la elección de los árbitros no es libre, ya que el Consejo Internacional
del Deporte (organismo del propio T.A.D.) designa las personas elegi-
bles por las partes (art. S13 de los Estatutos del T.A.D.); y
- los laudos arbitrales del T.A.D. tienen consecuencias disciplinarias en
el seno de la federación deportiva nacional o internacional de la que
forma parte el deportista adherente, sin que se requiera exequatur
467
La obligatoriedad de las resoluciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (T.A.D.) ...
18
SEGURA, Alberto y VÁZQUEZ, Javier, “El arbitraje en el deporte; el TAS y la seguridad
jurídica”, Diario Jurídico, disponible en: www.diariojuridico.com/el-arbitraje-en-el-de-
porte-el-tas-y-la-seguridad-juridica/, (consultado el 31/03/2016, a las 8.30).
19
Ibídem.
468
Dra. Zitlally Flores Fernández
reparado por medio del juicio de amparo. El texto del artículo 133 consti-
tucional establece con claridad que:
“Artículo 133. Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión
que emanen de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con
la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la Re-
pública, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda
la Unión. Los jueces de cada Estado se arreglarán a dicha Constitu-
ción, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que
pueda haber en las Constituciones o leyes de los Estados.”
El artículo primero constitucional establece que en México todas las per-
sonas gozarán de los derechos humanos reconocidos en la Constitución
y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea par-
te. Las reglas del Derecho internacional relativas a los tratados, llamadas
“derecho de los tratados” se encuentran codificadas en la Convención de
Viena sobre el Derecho de los Tratados (1969) que en su artículo 2.1 men-
ciona que: “se entiende por tratado a un acuerdo internacional celebrado
por escrito entre Estados y regidos por el Derecho internacional, ya conste
en un instrumento único o en dos o más instrumentos y cualquiera que
sea su denominación particular”.20
Entonces, si el Estado mexicano no ha celebrado tratados o convenciones
internacionales en los que reconozca la jurisdicción del T.A.D., ¿cuál es en-
tonces el argumento para sostener la obligatoriedad de sus resoluciones?
En efecto, no existe un fundamento dentro del Derecho internacional que
reconozca o justifique, legalmente hablando, los alcances “jurisdicciona-
les” de ese tipo de “tribunales”. Dentro del Derecho internacional, la libre
incorporación a los organismos internacionales (como sí lo son la ONU,
la OEA, etc.) implica un procedimiento interno por el cual, tanto el Ejecuti-
vo Federal (Presidente de la República) y el Poder Legislativo por conduc-
to de la Cámara de Senadores, ratifican y dan fuerza constitucional a los
tratados y convenciones internacionales y que, por tanto, se constituirían
en norma suprema de toda la unión.
20
Color Vargas, Marycarmen, Fuentes del Derecho Internacional de los derechos Huma-
nos, Ed. Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Oficina en México del Alto Co-
misionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), Comisión
de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), México, 2013, p. 32.
469
La obligatoriedad de las resoluciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (T.A.D.) ...
470
Dra. Zitlally Flores Fernández
será con ese país con el que México celebre el tratado internacional que
corresponda y que le dé fuerza legal a sus resoluciones.
Sólo así se podrá dar cumplimiento a lo que ordena la Ley en materia de
tratados internacionales, la cual establece:
“Artículo 10o.- De conformidad con los tratados aplicables, el Presi-
dente de la República nombrará, en los casos en que la Federación
sea parte en los mecanismos internacionales para la solución de
controversias legales a los que se refiere el artículo 8o. a quienes
participen como árbitros, comisionados o expertos en los órganos
de decisión de dichos mecanismos.
Artículo 11.- Las sentencias, laudos arbitrales y demás resoluciones
jurisdiccionales derivados de la aplicación de los mecanismos inter-
nacionales para la solución de controversias legales a que se refiere
el artículo 8o., tendrán eficacia y serán reconocidos en la República,
y podrán utilizarse como prueba en los casos de nacionales que se
encuentren en la misma situación jurídica, de conformidad con el
Código Federal de Procedimientos Civiles y los tratados aplicables.”
En ese sentido tribunales internacionales, tales como la Corte Internacio-
nal de Justicia, con sede en La Haya, sí pueden llegar a ser obligatorias
y vincular al Estado mexicano, justificándose su obligatoriedad al haber
ratificado y firmado el tratado o convención correspondiente en los tér-
minos del Derecho nacional. Es decir, primero se observa el Derecho na-
cional y de ahí se proyecta al Derecho internacional.
Respecto a las “autoridades deportivas internacionales”, estas son creadas
y sostenidas por los grandes organismos que monopolizan el deporte y
que, a toda costa quieren tener el control internacional, aun pasando por
encima del Derecho nacional.
Por más noble que sea el propósito que persigue el deporte, por más re-
presentativo que sea y se proyecte en beneficio de la paz mundial y la
unión de los pueblos, no puede reconocerse la existencia de autorida-
des deportivas internacionales, hasta en tanto las autoridades nacionales
no reconozcan, bajo los principios de la propia legislación, la existencia
y jurisdicción de esos tribunales, y a partir de ese reconocimiento, que
estará amparado en los principios del Derecho internacional. Sólo hasta
ese momento se podrá reconocer la existencia jurídica de los “tribunales y
autoridades internacionales” del deporte.
471
La obligatoriedad de las resoluciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (T.A.D.) ...
472
Dra. Zitlally Flores Fernández
473
La obligatoriedad de las resoluciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (T.A.D.) ...
21
Segura y Vázquez, op. cit.
22
Silicia Camacho, Álvaro, “El deportista profesional. Una relación laboral de carácter
especial”, en Revista Apuntes de Educación Física y Deporte, No. 49, 1997, p. 96.
474
Dra. Zitlally Flores Fernández
V. Referencias bibliográficas
Obras generales
COLOR VARGAS, Marycarmen, Fuentes del Derecho Internacional de los de-
rechos humanos, Ed. Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN),
Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos (OACNUDH), Comisión de Derechos
Humanos del Distrito Federal (CDHDF), México 2011.
GONZÁLEZ DE COSSÍO, Francisco, “Procedimiento paralelo en arbitraje
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rev/jurid/cont/39/pr/pr20.pdf.
HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, David y MONTENEGRO GONZÁLEZ, Sandra, Jus-
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PALOMAR OLMEDA, Alberto, “Los retos actuales del Derecho deportivo”,
en Flores Fernández, Zitlally (Coordinadora), El Derecho deporti-
vo desde una perspectiva comparada, Ed. Flores, México 2015.
23
Palomar Olmeda, Alberto, “Los retos actuales del Derecho deportivo”, en Flores
Fernández, Zitlally (Coordinadora), El Derecho deportivo desde una perspectiva com-
parada, Ed. Flores, México 2015, p. 30.
475
La obligatoriedad de las resoluciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo (T.A.D.) ...
Publicaciones periódicas
SEGURA, Alberto y Javier VÁZQUEZ, “El arbitraje en el deporte, el TAS y
la seguridad jurídica”, en Diario Jurídico. Disponible en: www.dia-
riojuridico.com/el-arbitraje-en-el-deporte-el-tas-y-la-seguridad-
juridica/.
SILICIA CAMACHO, Álvaro, “El deportista profesional. Una relación laboral
de carácter especial”, en Revista Apuntes de Educación Física y Depor-
te, No. 49, 1997.
Documentos
Amparo directo en Revisión 1675/2011, promovido por el quejoso, José
Salvador Carmona Álvarez.
476
Los desafíos permanentes de la
administración (la dirección o la gestión)
en el Sistema Cubano de Cultura Física
y Deportes
MSc. Adis Capote Pérez*
* Profesora Auxiliar de Dirección de la cultura física y de Bases legales del deporte, Facul-
tad de Cultura Física de la Universidad Central “Marta Abreu “de las Villas, Cuba. Miem-
bro del Grupo de Investigación sobre Derecho del Deporte, Universidad de Oriente,
Santiago de Cuba. Investigadora de la Red Iberoamericana de Investigadores en De-
recho y Gestión del Deporte (reconocida y patrocinada por la Asociación Universitaria
Iberoamericana de Posgrado, AUIP, Salamanca, España). [email protected]
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Los desafíos permanentes de la administración (la dirección o la gestión) en el...
1
El encargo social se traduce en objetivos para los diferentes niveles de sistematicidad
del sistema y en especial para sus organizaciones básicas alcanzándose los mismos a
través de los servicios de actividad física, deporte y recreación.
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MSc. Adis Capote Pérez
2
Asumimos la administración (o dirección) como una técnica que busca obtener resulta-
dos de máxima eficiencia por medio de la coordinación de cosas y sistemas que forman
una organización determinada.
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con las situaciones concretas. Por otro lado dentro de cada una de estas
funciones es posible observar la existencia de ellas cuatro, conformando
ciclos dentro de la planeación, la organización, el mando o liderazgo y
el control.
Y finalmente, como aspecto determinante del análisis del ciclo adminis-
trativo debemos destacar al entorno, que de forma resumida podemos
definirlo como todo lo que esta fuera de la organización dentro del marco
en el cual se desarrolla un proceso dado de dirección, y que constituye
una clave fundamental para el desarrollo y consecución de una “buena y
deseable administración, dirección o gestión”.
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Capablanca en Santiago de Cuba:
su primera visita a la tierra indómita
Dr. Léster Amaurys Martínez Quintana*
Sumario
I. Antecedentes del Capablanca que llega a Santiago de Cuba
II. Capablanca en Santiago de Cuba
* Profesor Titular de Historia General del Estado y del Derecho y Derecho Romano, Facul-
tad de Derecho de la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba. Director del Departa-
mento de Fundamentos Básicos y Derecho Civil y de Familia del propio centro. Investi-
gador de la Red Iberoamericana de Investigadores en Derecho y Gestión del Deporte
(reconocida y patrocinada por la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado,
AUIP, Salamanca, España). [email protected]
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Capablanca en Santiago de Cuba: su primera visita a la tierra indómita
1
En realidad se efectuaron 13 partidas, de las cuales Capablanca ganó 4 y perdió 3
con 6 tablas. La última se realizó el día 18 de diciembre y fue perdida por el retador. Sin
embargo, nos dice Daubar que años después Capablanca insistiría en la invalidez
de esta última partida, ya que las reglas del match determinaban que sería declarado
ganador aquel que alcanzara las primeras 4 victorias. Vid. Daubar, Jorge, Así jugaba
Capablanca, Editorial Científico Técnica, La Habana, 1988, p. 12.
2
Corzo nació en Madrid pero emigró a Cuba en 1887, donde se le conoció como un es-
tudioso y hábil jugador de ajedrez. Fue fundador de la Federación Nacional de Ajedrez
de Cuba y durante muchos años editor de la revista de ajedrez Capablanca.
492
Dr. Léster Amaurys Martínez Quintana
3
Las crónicas y reportajes que aparecieron en los meses de enero y de febrero de 1912
en este periódico constituyeron una valiosa fuente de información para la realización de
este trabajo.
493
Capablanca en Santiago de Cuba: su primera visita a la tierra indómita
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Dr. Léster Amaurys Martínez Quintana
cuales desde horas tempranas del día se encontraban en las afueras del
Hotel para verle.
A las doce del mediodía las Sociedades Club San Carlos, Unión Club y
Colonia Española le ofrecieron un almuerzo íntimo, en el que tuvieron la
oportunidad de demostrarle el afecto que se le profesaba al joven cam-
peón en Santiago de Cuba. Sobre las dos de la tarde, varios automóviles
salieron del Hotel Venus para realizar una excursión al elevado y pinto-
resco Puerto de Boniato, lugar desde donde el joven Capablanca pudo
admirar con detenimiento la geografía santiaguera.
Para la noche estaba prevista una función de gala en homenaje a Capa-
blanca en el Teatro Oriente, con la particularidad de que lo recaudado
sería entregado al visitante y al día siguiente tendría lugar una simultánea
de ajedrez también por la noche en el Club San Carlos, para la que se ha-
bía inscripto más de veinte aficionados a este juego. Antes, en el propio
Hotel, se le ofrecería por el Ayuntamiento una comida a la que fueron in-
vitados distinguidas personalidades de la sociedad santiaguera.
La función teatral a beneficio de Capablanca fue un éxito. Ante una
nutrida concurrencia, el alcalde de la ciudad, Ambrosio Grillo, en breve
discurso hizo la presentación del joven maestro al público. A continua-
ción, las bandas musicales del Municipio y la Guardia Rural interpretaron
selectas piezas.
Un espectáculo admirablemente pintoresco se produjo cuando, a la par
de una partida desarrollada sobre un tablero entre Capablanca y el afi-
cionado Antonio Reyes, sobre otro tablero gigante encima del escenario
del teatro, varios niños ataviados con los trajes y adornos correspondien-
tes, reproducían la “partida viviente”.
La partida fue ganada por Capablanca y la reproducimos a continuación:
CAPABLANCA (Blancas)
REYES (Negras)
1 P4R, P3R 2.P4D, P4D 3.C3AD, C3AR 4.A5CR, A5CD 5.PxP, DxP 6. AxC,
AxC… 7. PxA, PxA 8. C3AR, A2D 9.D2D, A3A 10.P4AD, D5R… 11.A2R,
T1CR 12.0-0-0TxP 13.P5D, A2D 14.TR1C, TxT 15 TxT, R1A 16. D4C…, P4AD
17 DxP 1-0
El sábado 3 en la noche se ofreció por el Ayuntamiento, en el Hotel Venus,
una cena en honor al distinguido huésped. Los comensales fueron trein-
495
Capablanca en Santiago de Cuba: su primera visita a la tierra indómita
4
Entre ellos: los concejales Carcassés, Maciá Tamarelle, Arroyo, Estevanell; el alcalde
municipal Ambrosio Grillo; presidentes del Club San Carlos y Unión Club, Tomás Padró
y Eduardo González Manet respectivamente; coronel Juan Vaillant; José Romaguera,
en representación del Gobernador Provincial, Francisco de P. Portuondo; Ángel
Garrich, José Ma. Valiente, Salvador Capablanca, Porfirio Carcassés, Juan Ma. Ravelo, en
representación del diario La Independencia; Miguel J. Rodríguez, de El Partido Liberal, y
Mariano Blasco, de El Cubano Libre.
5
Entre los jugadores se pueden citar: Federico Rey, Juan M. Agüero, Antonio Reyes Za-
mora y Ambrosio Grillo, Julio Delatte, Román Martínez, Gustavo Ros, José Hill, Enrique
Capaz, Alberto y Emilio Santa Cruz Pacheco, José Carbonell, Manuel García Vidal, Tirso
Infante, DioclesioBuch y el niño Santiago Falls de sólo 10 años de edad.
496
Dr. Léster Amaurys Martínez Quintana
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Política social, deporte, discapacidad
e integración social*
MSc. Osmanys Soler Nariño**
Lic. Yaser Bring Pérez***
Sumario
I. Introducción
II. Deporte y discapacidad: su evolución y desarrollo histórico
III. Las políticas sociales hacia las personas con discapacidad.
Propuestas para su perfeccionamiento
IV. La integración social de las personas con discapacidad física
a través de la práctica deportiva
V. La incorporación social de las personas con discapacidad física
a través del acceso al espacio de prácticas deportivas en la
comunidad de San Pedrito del municipio Santiago de Cuba
VI. Consideraciones finales
VII. Referencias bibliográficas
498
MSc. Osmanys Soler Nariño y Lic. Yaser Bring Pérez
I. Introducción
A lo largo de la historia, con la evolución de los sistemas sociales y a tra-
vés del proceso gradual de socialización, los individuos han internalizado
patrones de comportamientos y con ello un habitus de la discapacidad.
Surgieron entonces representaciones sociales de tipo afectiva, solidaria y
de rechazo, que ocasionaban a estas personas determinados problemas
para su inserción social, entre los que podemos mencionar el acceso a los
espacios de prácticas deportivas.
La atención ofrecida a estas personas – los discapacitados – ha ido y va
tomando cada vez más auge según pasa el tiempo. La integración so-
cial ha sido sinónimo de igualdad, siendo las normas uniformes sobre la
igualdad aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas en
su XL Periodo de Sesiones, el 20 de diciembre de 1993. En sus artículos se
defendían los lineamientos para garantizar por los Estados la atención a
las personas con discapacidad, sus derechos, necesidades, posibilidades y
contribución a la sociedad.
Según el Informe Mundial sobre la Discapacidad de la Organización Mun-
dial de la Salud (O.M.S.), publicado en el 2011, el 15 % de la población
mundial (es decir mil millones de personas) viven con algún tipo de dis-
capacidad. En el caso de las Américas, se estima que las cifras están entre
los 140 y 180 millones de personas. A estos datos se suma el incremen-
to de este sector poblacional en América Latina y el Caribe a partir de
deficiencias en la atención materno-infantil, altos índices de accidentes y
lesiones físicas y mentales derivadas de la violencia.1
La aparición de la discapacidad, no sólo en nuestra región sino también
en otras partes del mundo, demuestra la urgencia del sistema social en la
disminución o la búsqueda de respuestas coherentes que permitan redu-
cir la exclusión, discriminación y marginación a las que han sido someti-
das estas personas. E, indudablemente, uno de los ámbitos sociales, junto
con la salud, la educación y el empleo, que constituye una vía importante
para la integración social de las personas con discapacidad es la práctica
deportiva.
1
Vázquez, Armando y Cáceres, Nora, El abordaje de la discapacidad desde la atención
primaria en salud, Universidad de Córdoba, Facultad de Ciencias Sociales, Buenos Aires,
2008, p. 21.
499
Política social, deporte, discapacidad e integración social
2
Cayo Pérez Bueno, Luis et al, Discapacidad, Tercer Sector e Inclusión Social, Grupo
Editorial Cinca, Madrid, 2010, p. 73.
500
MSc. Osmanys Soler Nariño y Lic. Yaser Bring Pérez
3
Estos datos fueron recogidos en la Dirección Provincial de Salud Pública de Santiago de
Cuba y en la sede provincial de la ACLIFIM.
501
Política social, deporte, discapacidad e integración social
4
Montas Ramírez, Francisco Augusto, Las personas con discapacidad a través de la his-
toria, disponible en: http://www.monografias.com/trabajos55/la-discapacidad-en-la-
historia/la-discapacidad-en-la-historia2.shtml (consultado el 23/01/2014 a las 12.15).
5
Pérez Corbacho, Antonio, “Sociología de la discapacidad: exclusión e inclusión so-
cial de los discapacitados”, en Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, España,
No. 45, p. 79.
502
MSc. Osmanys Soler Nariño y Lic. Yaser Bring Pérez
6
Silberkasten, Marcelo, La construcción imaginaria de la discapacidad: una excusa
para una articulación discursiva.
7
Rodríguez Barceló, R., “Cultura y discapacidad”, en Alas y Raíces, No. (promocional),
Cuba, 2009. p. 42.
503
Política social, deporte, discapacidad e integración social
los discapacitados de todas las partes del mundo podían realizar activida-
des deportivas logrando así su reconocimiento social.
El primer paralelismo definitivo con los Juegos Olímpicos fue en 1988 en
Seúl donde los atletas paralímpicos tuvieron una zona residencial propia
y usaron sedes olímpicas para la competición.8 La participación de estas
personas en actividades deportivas expresaron su amplio crecimiento no
solo en el movimiento deportivo sino también en la vida social como par-
te de su proceso de integración a la sociedad.
Por otra parte en los Juegos Paralímpicos de Barcelona 1992 la participa-
ción de este sector de la población ascendió a 82 países y más de 3 000
atletas. En cuanto a Sídney 2000, participaron 4038 atletas; hasta el mo-
mento la mayor cifra alcanzada. Atenas 2004 fue la expresión del record
de países participantes con 136. Su alcance ha sido un medio importante
para que varios países del mundo se interesaran por organizar actividades
de índole deportiva para las personas con discapacidad en eventos de
nivel competitivo.
Todos estos cambios han tenido su influencia en la población discapa-
citada. De ahí que varios países del mundo hayan comenzado a darles
un tratamiento más humano a estas personas y a buscar diferentes vías
para su integración social desde el papel de las diferentes instituciones
sociales. Por su parte, el interés de las Naciones Unidas por el bienestar
y los derechos de las personas con discapacidad, tiene sus orígenes en
sus principios fundacionales que están basados en los derechos huma-
nos, las libertades fundamentales y la igualdad de todos los seres huma-
nos.9 Indiscutiblemente el deporte ha sido uno de esos espacios donde
las personas con discapacidad física, no solo mejoran sus capacidades
sino también le permiten ser personas autónomas y alcanzar una mayor
integración social.
Antes de la Revolución se estima que solo unas 15 mil personas practi-
caban deporte organizadamente ya que al ser la mayoría de los clubes
privados eran de difícil acceso para la población, siendo casi nulo el
8
Moreno Rodríguez, Annia Katherine, Estrategia Educativa para la Incorporación de las
Personas con Discapacidad Físico-Motoras a la práctica del voleibol sentado del Consejo Po-
pular Sueño, Tesis en opción al Título de Licenciada en Cultura Física, Instituto Superior
de Cultura Física, Santiago de Cuba, 2011.
9
Cayo Pérez Bueno, op. cit., p. 73.
504
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10
Álvarez, R. y Henríquez, M., Juegos cubanos, Editorial Gente Nueva, La Habana,
2000.
505
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Política social, deporte, discapacidad e integración social
508
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509
Política social, deporte, discapacidad e integración social
11
García Ferrando, Manuel, Aspectos Sociales del Deporte. Una reflexión sociológica,
Alianza Editorial, Madrid, 1990, p. 13.
12
Única mujer en ese momento dentro de los estudios sociológicos del deporte.
510
MSc. Osmanys Soler Nariño y Lic. Yaser Bring Pérez
13
Bourdieu, Pierre, Cosas dichas, Editorial Gedisa, Barcelona, 1996, p. 123.
14
Ibídem, p. 173.
511
Política social, deporte, discapacidad e integración social
15
Esta perspectiva surge en la segunda mitad del siglo XX apoyada por organizaciones
socialistas, comunistas y gobiernos como el de la Unión Soviética en un contexto de
polarización producto de la Guerra Fría, del cual el deporte no estuvo exento.
16
Olivos Ravé, Francisco, “América Latina en juego: una aproximación a la sociología del
deporte”, en Doble Vínculo, Año 1, No. 1, [s.a.], p. 42.
17
Ibídem, p. 43.
512
MSc. Osmanys Soler Nariño y Lic. Yaser Bring Pérez
18
Un ejemplo de esto son los Juegos Paralímpicos donde más allá de la condición física se
valora el derecho de las personas con discapacidad a practicar deporte como derecho
social. Se parte de los principios de equiparación de oportunidades, inclusión social,
equidad y accesibilidad. En síntesis en las Paralimpiadas estas personas tienen los mis-
mos derechos para competir en cualquier deporte. No se prioriza el estatus físico sino
la participación, inclusión social y accesibilidad.
19
Moscoso Sánchez, David, “Nuevos temas de investigación y nuevas perspectivas
de análisis en la sociología del deporte”, en Revista Internacional de Sociología, Vol. LXIV,
No. 44, mayo-agosto, 2006.
20
Fraile, Antonio y de Diego, Raúl, “Motivaciones de los escolares europeos para la
práctica del deporte escolar. Un estudio realizado en España, Italia, Francia y Portugal”,
en Revista Internacional de Sociología, Vol. LXIV, No. 44, mayo-agosto, 2006.
513
Política social, deporte, discapacidad e integración social
21
Ruiz Aguilera, Raudol: El Deporte de Hoy. Realidades y Perspectivas, Editorial Científi-
co- Técnica, La Habana, 1991, pp. 7-10.
22
González Návar, Raúl Sergio, Discapacidad y Sociedad; un acercamiento desde la so-
ciología, Tesis en Opción al Grado Científico de Doctor en Ciencias Sociológicas, Univer-
sidad de Oriente, Santiago de Cuba, 2003.
23
Peralta Barbesi, Héctor, Educación física, deportes y recreación para personas en sillas
de ruedas, Arte Publicaciones, Colombia, [s.f.], pp. 13-19.
514
MSc. Osmanys Soler Nariño y Lic. Yaser Bring Pérez
24
Rodríguez Moreno, Annia, Estrategia educativa para la incorporación social de las
personas con discapacidad físico –motora a la práctica del voleibol sentado del Consejo
Popular Sueño [s.l.], [s.n.], [s.a.].
25
López Robles, Anisleidis, Práctica deportiva: Mecanismo de Integración social de perso-
nas con Discapacidad visual.
515
Política social, deporte, discapacidad e integración social
26
González Návar, op. cit., p. 19.
27
García de Migro, José Antonio, “Deportes adaptados para discapacitados”, dispo-
516
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517
Política social, deporte, discapacidad e integración social
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MSc. Osmanys Soler Nariño y Lic. Yaser Bring Pérez
519
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520
MSc. Osmanys Soler Nariño y Lic. Yaser Bring Pérez
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521
Política social, deporte, discapacidad e integración social
Documentos
Cuba en Cifras. Objetivo de desarrollo del milenio. Cuba 2012, Oficina Nacio-
nal de Estadísticas e Información, ONEI, La Habana, 2013.
522
ISBN 978-959-7219-46-0
9 789597 219460