El Esquema en Kant.

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El esquema: conciliación entre sensibilidad y entendimiento.

Por: Juan David Díaz Paniagua.

INTRODUCCÓN.

¿Qué capacidad inquisitiva no se desperdicia cuando esta pone todo su interés en


cuestiones que tienen por propósito y resultado la esterilidad? De todas las grandes
obras que el espíritu humano puede generar parece ser absurdo preocuparse por
entender el conocimiento, ¿Quién podría explicar algo tan evidente, algo que no
necesita explicación alguna, ya que de por si aparece ante nuestra vista expuesto con
claridad? En la vida común nadie suele realizarse semejantes cuestionamientos, y
cuando son hechos no se llega a conclusión alguna, por lo que se abandona la empresa,
pero a Kant no le parece tan estéril determinar un proceso que en apariencia es evidente,
más bien, cree que es necesario asimilar lo que al ser humano se le presenta
aglomerado, constituido de por sí y agolpado, La filosofía de Kant, entendida como
esfuerzo inquietante por hacer explícito lo que parece evidente nos exhorta a fijarnos en
este proceso.

Al inmiscuirnos en las operaciones de la mente encontramos estructuras básicas a priori


que determinan el modo en el que conocemos, en primer lugar encontramos la
sensibilidad, facultad que aporta las estructuras bajo las cuales todos los objetos son
percibidos (a saber espacio y tiempo) en segundo lugar el conocimiento se constituye
gracias a las categorías puras del entendimiento, que aportan las estructuras bajo las
cuales todos los objetos son pensados, esta relación conduce a Kant a pensar el
conocimiento como la interacción entre dos facultades y sus productos, una interacción
que también debe ser explicada pues no hay claridad en que la sensibilidad, que aporta
diversidad y sucesión, se relacione tan fácilmente con las categorías, tan formales, y
fijas, ¿Cómo es que podemos configurar el conocimiento con dos producciones tan
diversas y distantes entre sí? Hay necesidad, nos dice Kant, de un término medio que
ligue ambas producciones, pero ¿Qué es eso que liga las intuiciones sensibles y los
conceptos del entendimiento? ¿De dónde procede este término medio? Y ¿para qué
postular otro termino como necesario para construir un conocimiento? A partir de estas
tres preguntas rodearemos el término que permite elaborar de manera efectiva nuestros
conocimientos.
El intento que aquí se llevará a cabo pretende desarrollar estas tres preguntas, las cuales
giran necesariamente bajo el concepto del esquema en el nivel de lo producido, y bajo la
facultad de la imaginación en el nivel de lo que produce, el texto se dividirá en tres
partes las cuales trabajarán respectivamente las tres preguntas anteriormente
formuladas, la necesidad de trabajar el esquema como termino conciliador de las
intuiciones sensibles y los conceptos puros nace de la importancia que tiene éste para la
cohesión y constitución del conocimiento, desarrollemos pues el intento.

I. ¿Qué es eso que liga las intuiciones sensibles y los conceptos del
entendimiento?

La equiparación entre la división de las facultades superiores en Kant con la división de


la lógica general comprende un uso de la lógica para la elaboración de las facultades del
conocimiento, tal parece que su examen, un examen interesado en la forma en que
conocemos, de tipo trascendental, hunde sus raíces en la lógica general, las categorías,
desprendidas de las formas lógicas parecen ser un derivado de su constitución, el
entendimiento, el juicio y la razón parecen una réplica del concepto, el juicio y la
inferencia, las consecuencias de tal afirmación dejarían el método trascendental de Kant
como una copia de la lógica, una dependencia de la disciplina formal, pero esta
afirmación se reduce al mero afán de la incomprensión de los postulados de Kant, la
lógica general trabaja la triada anteriormente mencionada, triada que no es aceptada por
la lógica trascendental, en la cual la razón quedará desligada de un tratamiento analítico
y destinada a un procedimiento dialectico.

La lógica general difiere de la lógica trascendental por su contenido, el contenido de la


lógica trascendental es concreto y se expresa en el estudio de los conocimientos puros a
priori, la lógica no se restringe a estos contenidos, ni a contenidos de ningún tipo, los
contenidos empíricos tampoco son tomados por la lógica general, la lógica trascendental
nos presenta una panorámica diversa, es una lógica que se ocupa del modo en que
conoce el entendimiento considerando el contenido particular puro, cuando Kant se
plantea las anteriores disquisiciones en su analítica, al considerar las tres facultades,
encuentra que el entendimiento es la facultad que crea los conceptos, conceptos que
poseen un carácter formal y orientativo, por lo que él considera que el concepto puro
debe ser estudiado en la analítica trascendental.
Pero la pretensión de incluir la razón dentro de la analítica es una empresa con vistas al
fracaso, el percance de la razón es su generación de un conocimiento que excede
nuestras posibilidades empíricas, su producción son las ideas, las cuales se postulan
como consideraciones de las cosas en sí mismas, sin referirse a ningún tipo de
sensibilidad, por tanto, Kant considera menester separar la razón en la lógica
trascendental mas no en la lógica general, la cual no tiene problema con la razón puesto
que “no toma en cuenta la peculiar naturaleza del conocimiento utilizado en ella”(A131/
B170).
Anteriormente mencionamos que el juicio no era excluido de la parte analítica, como si
lo vemos con la razón por la “peculiar naturaleza de su conocimiento”(A 131/B170),
Kant denomina este proceder de la razón como una lógica de la ilusión por
contraposición a la lógica de la verdad, pero es apodíctico explicar por qué el juicio no
es excluido de la analítica trascendental, y para ello se parte de la función que se le
confiere al juicio, en un sentido general el juicio le otorga a un predicado un concepto, y
cuando decimos otorgar es porque al predicado le es otorgado un concepto, si
conseguimos bajo encaminadas reflexiones acerca de la pasividad de la sensibilidad con
relación a todo predicado reemplazar éste por el término sensibilidad podríamos
proferir que en un sentido especifico el juicio le otorga a la sensibilidad un concepto.
El juicio aplica los conceptos (entendidos como producciones del entendimiento) a lo
múltiple de la sensibilidad, su función es la de permitir que a una intuición le
corresponda un concepto, la sensibilidad, conjunto de multiplicidad se organiza cuando
el concepto la aprehende, la toma y esta aprehensión se logra gracias al juicio, el juicio
como “capacidad de subsumir bajo reglas, es decir, de distinguir si algo cae o no bajo
una regla dada” (A132/B171) he aquí entonces el dictum del juicio: si algo es así
entonces cae bajo tal concepto, proceder exclusivo del juicio por la posesión de una
regla que le permite realizar este procedimiento, el juicio se nos muestra entonces
como el articulador de la regla, más que su creador.
la lógica general, nada puede aportarle al juicio a este respecto, la lógica general se
limita a dar reglas formales de cómo se utilizan los conceptos pero no elabora el que a
determinados objetos les corresponda una categoría mejor que la otra, El juicio cumple
entonces una doble función, por un lado es dador de significado sensible al
concepto y por otro lado ubica en coordenadas conceptuales lo sensible, pero ¿Qué
es lo que articula el juicio que nos permite establecer una concordancia entre
concepto y sensibilidad?
La lógica necesitaría pues para determinar qué cae bajo determinado concepto una
nueva regla, esa regla permite la decodificación entre los dos términos implicados en el
proceso del conocimiento, Kant señala que “solo mediante una nueva regla podría esa
lógica señalar, en términos generales, cómo subsumir bajo tales reglas, es decir, cómo
distinguir si algo cae o no bajo ellas” (A133/B172). Esta regla es el esquema, el juicio
puede articular a la manera de la siguiente proposición: “determinado concepto es
equiparable con un objeto dado” lo puede hacer porque contiene una regla que
permite la subsunción, que permite aplicarle al fenómeno el concepto.
El esquema, aquello que expresa el juicio, le da un sentido de capacidad de subsumir
bajo reglas, más que de facultad de las reglas, y esta es precisamente la distinción entre
juicio y entendimiento, el esquema expresa una relación que el entendimiento por sí
mismo no es capaz de establecer bajo el concepto, ¿qué sentido tiene tener reglas si no
hay una capacidad de aplicarlas a casos determinados? Es entonces menester adquirir
técnicas para tener un buen juicio antes que reglas para aplicar, lamentablemente a tal
condicionamiento Kant responde negativamente, no hay tal posibilidad, esta capacidad
es natural, por lo que un entendimiento por muy corto que sea puede tener una gran
capacidad para aplicar las pocas reglas que posee, en un nivel empírico.
El esquema expresa la completitud de la analítica trascendental, si el
entendimiento genera conceptos, el esquema da el sentido a estos conceptos en
tanto que determina el caso al que se debe aplicar determinado grupo de
conceptos, con esto hemos demostrado pues que el entendimiento y el juicio son los
elementos estrictos de la analítica trascendental, pero además hemos rescatado el
significado del esquema, aquel que tiene la capacidad de subsumir un objeto a un
concepto.

II. ¿De dónde procede este término medio?


El esquema posibilita la unión de los conceptos y las intuiciones sensibles, parece
extraño que haya tal necesidad de un esquema, pero la situación lo amerita, la intuición
sensible se caracteriza por la forma del sentido interno, esta forma denominada por Kant
como el tiempo es la que caracteriza en últimas todos los fenómenos, por su parte el
concepto puro se caracteriza por ser una mera forma lógica, carente de todo contenido,
pero con la posibilidad de determinar (por su capacidad activa) lo múltiple de la
sensibilidad, la problemática yace ante nuestra vista cuando se nos postula que el
requisito para que dos productos se relacionen implica la inclusión en el concepto del
objeto representado, en nuestro examen no podemos dar cuenta de que haya ya de por
si una inclusión del tiempo en el concepto, ambos productos son radicalmente distintos,
en palabras de Kant son “Heterogéneos”
El concepto no cumple el requisito de homogeneidad con el objeto, una categoría
no se halla en una intuición, las intuiciones son lo diverso bajo la forma del sentido
interno, no encontramos ninguna relación de una regla lógica con el tiempo, por
ello es que aparece la necesidad del esquema, como término medio, conciliador
entre la forma del sentido interno y la categoría, Kant al respecto dice:

“Queda clara la necesidad de un tercer término que sea homogéneo con la categoría, por
una parte, y con el fenómeno, por otra, un término que haga posible aplicar la primera al
segundo. Esta representación mediadora tiene que ser pura (libre de todo elemento
empírico) y, a pesar de ello, debe ser intelectual, por un lado, y sensible, por otro. Tal
representaciones el esquema trascendental”. (A138/B177).

En el ámbito de las facultades Kant nos señalaba (en la primera deducción de las
categorías) que la imaginación era la mediadora entre sensibilidad y entendimiento,
a la imaginación le estaba encargada la ardua tarea de atar lo sensible de la
intuición bajo una síntesis, la cuál era una forma indirecta de aludir a la síntesis de
la apercepción originaria característica del entendimiento, el papel mediador de la
imaginación entre sensibilidad y entendimiento en el plano de las facultades va de
la mano con el papel mediador del esquema entre las intuiciones sensibles y los
conceptos puros en el plano de las facultades, ¿sería entonces atrevido decir que el
esquema es un producto de la imaginación y que su procedencia se liga a ésta facultad?
Si para afirmar esto requerimos evidencias es menester acudir a Kant, en su capítulo I
de la analítica de los principios nos señala que el esquema “en sí mismo siempre es
producto de la imaginación” (A140/B179) cuando vemos que el entendimiento es
activo podría parecernos que su actividad se entiende en la capacidad de
aplicabilidad de los conceptos a las intuiciones sensibles, pero tal parece que no, es
claro que es el concepto quien se aplica a los fenómenos , pero es el esquema el que
selecciona cuales conceptos aplicar y cuáles no, es el esquema quien contiene una
parte sensible y una parte intelectual el que puede generar un vínculo de homogeneidad,
su sentido se expresa en tanto que el esquema es la concepción del concepto en su
sentido temporal, es por esto que Kant también denomina al esquema como
determinación trascendental del tiempo.
Cuando un concepto pretende ser autónomo para conocer y aplicarse sin necesidad
del esquema, no adquiere significación alguna, el concepto solo adquiere
significación cuando le es dado un objeto de la sensibilidad y ese objeto de la
sensibilidad solo le puede ser captado al concepto bajo el esquema o como ya lo
dijimos determinación trascendental del tiempo, con él es que procede el
entendimiento a capturar lo diverso de las intuiciones, ¿Qué como lo hace?
Mediante el proceso recóndito denominado esquematismo trascendental, pero al
respecto Kant no se pronuncia porque: “difícilmente dejará la naturaleza que lo
conozcamos y difícilmente lo pondremos al descubierto” (A141/B181).
Tal parece que por lo establecido en la primera deducción trascendental de las
categorías junto con las afirmaciones planteadas en (A140/B 179) la imaginación es la
productora del esquema, algo que no queda tan claro cuando tenemos que la
imaginación no solo produce esquemas sino también imágenes figurativas de las cosas,
¿Qué es entonces lo que diferencia la imagen del esquema? ¿Por qué plantear un
esquema cuando la imagen podría conectar el concepto puro con la intuición sensible?
El esquema como monograma producido por la imaginación dista de la imagen por su
diferencia específica, la imagen ligada estrechamente con lo sensible no puede abarcar
lo que el esquema abarca, si recurriésemos a un ejemplo para explicar esta
diferencia tendríamos que decir que si nos vemos en el espejo tenemos una imagen
de nosotros mismos, por contraste, si ponemos por delante nuestro una luz, el
esquema estaría configurado por la sombra de nuestro rostro en la parte posterior,
la distinción entre ambos conceptos se establece en tanto que la imagen se
compromete con determinaciones sensibles puntuales que no le permiten aplicarse
o equipararse con otros objetos, el esquema en tanto que silueta del entendimiento
no se compromete con nada puntual de la sensibilidad (expresa la universalidad
del concepto) a la vez que no se desliga de esta (expresa la universalidad en
coordenadas temporales), el esquema entonces a) no está referido a los datos de la
sensibilidad empírica y b) es la condición de posibilidad de la imagen1.

1
No podemos dejarnos engañar en cuanto a esta sutil distinción, con el ejemplo del esquema “perro”
puede agruparse al perro Beagle, al perro pastor y a diversidad de razas de perros, este esquema tampoco
se compromete con ningún tipo concreto de perros pero este ejemplo plantea problemas particulares, ya
que podríamos poner al pastor como esquema y pastor alemán, al pastor Collie, entre otros como
Los conceptos no reposan tampoco sobre imágenes como tal vez se crea, por
consecuencia la imagen no puede conectar el concepto puro con la intuición sensible, la
imagen mantiene la heterogeneidad que de por si se pretende superar, los conceptos
reposan sobre esquemas, su generalidad les permite no limitarse a caracteres
particulares, es así como diferenciamos entonces la imagen en tanto que capacidad
empírica de la imaginación productiva y el esquema en tanto producto y monograma de
la facultad imaginativa pura a priori (A142/B181), cada categoría según dice Jonathan
Bennett: “Tiene un esquema asociado que lleva a la temporalidad consigo” y sin lo cual
la categoría no podría ser definida, al respecto dice Kant en capítulo tercero de la
analítica de los principios:
“El concepto aislado tiene que ser, pues, convertido en sensible es decir ha de serle
prestado a la intuición el objeto correspondiente, ya que, de faltar este requisito el
concepto quedaría privado de sentido (según se dice) esto es, privado de significación”
(A240/B299).

III. ¿para qué postular otro termino como necesario para construir un conocimiento?

Hemos hablado de la necesidad del esquema dentro de la doctrina del juicio


trascendental, con relación a las intuiciones sensibles el esquema es el que les
permite que estas sean algo concreto y direccionado, ordenado y coherente, con
respecto a los conceptos el esquema permite que estos adquieran una
significación, que no sean meras formas lógicas y que adquiera una
referencialidad a un objeto dado, ya que solo es con relación a un objeto que la
categoría adquiere una verdadera significación, el esquema como correlato de
todas nuestras representaciones se da en un tiempo determinado, se refiere al tiempo
en tanto que serie, contenido, orden y conjunto, la utilización de las categorías es un
sentido diverso al empírico y que implica una inutilidad de los esquemas genera un
tipo de conocimiento vacuo e infecundo.

imágenes del pastor alemán, ¿qué sería entonces el esquema de perro? El esquema se relativizaría, no
obstante puede decirse al respecto que estos pastores solo pueden ligarse al Beagle gracias a que el
esquema de perro los reúne, si el pastor fuese esquema, no podríamos asociar al Beagle con el pastor bajo
el concepto de perro, y tendríamos a ambos como grupos totalmente heterogéneos, es por esto que el
supuesto esquema “pastor” no es más que una simple característica sensible.
La importancia del esquema radica en que es el constitutivo de las únicas
condiciones por las cuales tales conceptos se refieren a objetos y por
consiguiente que se funde el conocimiento, tal importancia no es menor que la
conciliadora y recolectora de los productos heterogéneos de la sensibilidad y el
entendimiento.

Las categorías, solo pueden acudir a lo que la sensibilidad (mediante el esquema) le


brinda, bajo estos recursos es que adquiere posibilidad de actuar, Kant alude a este
doble carácter en el que la sensibilidad es limitante pero a la vez realizadora del
entendimiento, el esquema es quien hace que cada una de las funciones y productos
de nuestras facultades, que el trajín de las operaciones seccionadas de la mente, valga
la pena y sea valorado su trabajo.

CONCLUSIONES.

1. El método trascendental no es una mera derivación de la lógica general o una


reproducción o duplicación del mundo lógico, sino que en su contenido inmanente la
lógica trascendental estima cuando es adecuada para si la división de la lógica
general y cuando no lo es, porque la particularidad de lo trascendental estriba, al
igual que lo empírico en su especificidad de contenido puro con respecto a la lógica
general.

2. El juicio es el que articula en un nivel empírico las reglas que permiten la


subsunción de lo diverso de las intuiciones bajo la categoría, esta regla denominada
el esquema es el término que comparte elementos tanto de la sensibilidad como del
entendimiento, por lo que podríamos decir del esquema en tanto término medio que:

“Dispone de una cualidad totalmente diferente, un punto medio un equilibrio


que no se deja atrapar ni por la sensibilidad ni por el entendimiento aunque
participa a la vez de la naturaleza de ambas partes, es pura y a la vez sensible,
justamente porque no es ninguna de las dos enteramente sino solo compatible
con ellas”2

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CARRION. Lepe Patricio. La construcción esquemática en Kant, y la imaginación como facultad
determinante a priori de la sensibilidad, (EN) A Parte Rei 61. Enero, 20001. Recurso electrónico:

http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/lepe61.pdf.
3. Esquema e imaginación van paralelos, por lo que la imaginación establece la
mediación entre sensibilidad y entendimiento en el ámbito de las facultades y el
esquema, su producto establece la mediación entre el concepto y las intuiciones puras
sensibles, es pues el esquema un producto del a imaginación del que se vale el
entendimiento para aplicarse a la sensibilidad.

4. La imagen y el esquema son dos producciones de la imaginación pero con


aplicaciones distintas, la imaginación está subordinada al esquema por lo que este es
la condición de posibilidad de aquel, la imagen referida a lo concreto y ligada a
caracteres particulares no puede pretender entonces ser un vínculo entre el
entendimiento y la sensibilidad porque no superaría la heterogeneidad entre concepto
e intuición.

BIBLIOGRAFÍA.

KANT. Immanuel. Critica de la razón pura. Trad, Pedro Rivas. Editorial Alfaguara,
Madrid. 1997.

KANT. Immanuel. Critica de la razón pura. Trad, Mario Caimi. Editorial Colihue,
2007.

RAMIREZ. Álvarez William, las formas de la imaginación en Kant. Colombia (EN)


Praxis Filosófica Nueva serie, No. 40, enero-junio 2015: PP 35 – 62.

BENNETT. Jonathan, la crítica de la razón pura de Kant, Trad, A. Montesinos. Alianza


Editorial. 1966.

CARRION. Lepe Patricio. La construcción esquemática en Kant, y la imaginación


como facultad determinante a priori de la sensibilidad, (EN) A Parte Rei 61. Enero,
20001. Recurso electrónico: http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/lepe61.pdf.

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