Constitución y Cánones Provinciales 2013

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Provincia Anglicana del Norte de Suramérica

Pronosur

Constitución y Cánones
CERTIFICADO

Nosotros, los abajo firmantes, certificamos que esta edición de la Constitución y


Cánones de la Provincia Anglicana del Norte de Suramérica, están acorde a los
aprobados por el Sínodo Provincial del miércoles veinticuatro de julio del año de nuestro
Señor Dos Mil Trece. Por consiguiente, entran en vigencia a partir de la fecha de su
publicación. En fe estampamos nuestras firmas.

Mons. Alexander Barroso


Arzobispo

Lic. Diana Cañizalez Abg. Yasmeli Polanco


Secretaria Registradora

Provincia Anglicana del Norte de Suramérica! ! 2


SOLEMNE DECLARACIÓN

En el Nombre de Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, Amén.

Nosotros somos Anglicanos unidos por la fe de nuestro Señor y Salvador Jesucristo y la incuestionable
autoridad de las Sagradas Escrituras, convencidos de la real y activa presencia del Espíritu Santo en
nuestros días, actuando a través de las manifestaciones carismáticas que Él reparte libremente.
Afirmamos que somos Anglocatólicos, Bíblicos, Carismáticos, Litúrgicos, Adoradores, Estudiosos y
Ordenados; parte del movimiento anglicano que suscribe la Declaración de Jerusalén del 29 de junio de
2008 de la Global Anglican Future Conference (GAFCON).

Iglesia Universal Iglesia Anglicana Iglesia Anglicana


Apostólica Anglicana Carismática Ecuatoriana
IUAA IACA IAE

Colombia Venezuela Ecuador

Provincia Anglicana del Norte de Suramérica ! ! 3


ARTÍCULO I
Del Nombre
La Provincia será conocida como: Provincia Anglicana del Norte de Suramérica o por sus siglas
PRONOSUR; siendo sus límites geográficos toda la extensión de las fronteras o linderos Diocesanos
de las Iglesias en los países del norte de Suramérica y del Caribe, acorde a la Constitución y Cánones
de esta Provincia.
Las Diócesis son una asociación voluntaria compuesta de clérigos canónicamente residentes dentro de
la misma y de todas las parroquias, misiones, congregaciones, organizaciones y miembros reconocidos
por la Autoridad Eclesiástica como tales.
Las diferentes Diócesis de una iglesia nacional, mantendrán su cohesión a través de una Asamblea
Episcopal y/o una Convención Nacional, acorde a sus propios cánones, que no podrán contravenir, en
ningún caso, los Cánones Provinciales

ARTÍCULO II
Del Sínodo Provincial
Sección 1. El Sínodo Provincial es la máxima autoridad administrativa y legislativa de esta Provincia, y
está constituida por la Cámara de Obispos, la Cámara de Clérigos y la Cámara de Laicos; pudiendo
cualquiera de éstas originar y proponer una legislación y ser adoptada y autenticada por todas las
Cámaras. En todas las deliberaciones serán permitidos los debates libremente.
Sección 2. Cada obispo de esta Provincia, a no ser que esté suspendido, tendrá voz y voto en la Cámara
de Obispos. Una mayoría de los obispos titulados para votar, será necesaria para constituir el quórum
para las deliberaciones y toma de decisiones.
Sección 3. El presidente de esta Provincia será el Arzobispo. Sus deberes serán prescritos por los
Cánones de esta Provincia. El Arzobispo presidirá la Cámara de Obispos y servirá como presidente del
Sínodo y del Comité Provincial.
Si el Arzobispo fuese incapaz de cumplir sus deberes, bien sea por renuncia a su jurisdicción, retiro o
muerte, el Obispo con jurisdicción más antiguo en la provincia, actuará como el Obispo Presidente
hasta que el nuevo Arzobispo pueda asumir sus deberes.
Sección 4. Serán Delegados de la Cámara de Clérigos, todo Clérigo designado por la Cámara de
Clérigo de cada Diócesis de esta Provincia. De igual forma, cada Diócesis tendrá una representación de
Miembros Comulgantes en la Cámara de Laicos, escogidos de acuerdo a los Cánones Provinciales.
Una mayoría registrada y certificada de Delegados de las Cámaras de Clérigos y Laicos, constituirán
quórum para las deliberaciones y toma de decisiones.
El voto de una mayoría calificada de las dos terceras partes de los Delegados será necesario para la
aprobación de cualquier asunto; a menos que sea ordenado de otra manera en la Constitución y los
Cánones. Las Cámaras votarán por separado y la concurrencia de los votos de las tres Cámaras será
necesaria para constituir el Voto Sinodal.

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Sección 5. Una Cámara que no tenga el quórum requerido podrá posponer su sesión de un día a otro.
Ninguna Cámara, sin el consentimiento de las otras, suspenderá por más de un día su sesión, o
cambiará el lugar de sesión que ha sido establecido.
Sección 6. El Sínodo Provincial se reunirá anualmente en una fecha y lugar pautados por el Sínodo
anterior; pero, si el Arzobispo decide cambiar el lugar y fecha ya asignados por motivos justificados,
podrá cambiar el lugar, la fecha, o ambos para dicha reunión. Las reuniones especiales están previstas
en los Cánones.

ARTÍCULO III
De los Obispos
Sección 1. Los Obispos deberán ser escogidos de acuerdo con las reglas prescritas por el Sínodo
Diocesano respectivo, debiendo ser ratificada la elección por la Cámara de Obispos de la Provincia. si
los delegados de las diferentes cámaras de la diócesis presentes en el Sínodo Diocesano de la elección
están de acuerdo, podrán nominar candidatos por las dos terceras partes de los votantes. Se prevé, que
de no llegar a un acuerdo las diferentes Cámaras en la nominación de candidatos al episcopado en la
reuniones del Sínodo Diocesano de la elección, la responsabilidad de escoger un candidato recaerá en
la Cámara de Obispos.
Sección 2. Nadie podrá ser consagrado Obispo hasta tener 35 años de edad como mínimo. Nadie podrá
ser consagrado Obispo sin la presencia de, por lo menos, tres Obispos consagrantes, entre los cuales
estará el Arzobispo de la Provincia quien presidirá la Consagración, a menos que éste delegue en otro
obispo dicha responsabilidad.
Sección 3. Un Obispo confinará el ejercicio de su oficio a su propia Diócesis, a menos que se le
requiera para el desarrollo de funciones Episcopales en otra Diócesis o Distrito Misionero por la
Cámara de Obispos cuando se encuentre sesionando o por pedido del Arzobispo si la Cámara de
Obispos no está sesionando, para que actúe temporalmente, en caso de necesidad, dentro de un
territorio eclesiástico.
Sección 4. El Sínodo Diocesano podrá, con el consentimiento del Ordinario de la respectiva Diócesis,
elegir un Obispo Auxiliar, acorde a la Sección 1 de este Artículo, sin el derecho de sucesión. Un Obispo
Auxiliar será consagrado para el oficio bajo las condiciones y limitaciones previstas en este Artículo y
las encontradas en los Cánones de esta Provincia. Podrá ser elegible como Obispo Ordinario y ser
elegido por la Cámara de Obispos como un Obispo Misionero.
Sección 5. El Sínodo Provincial podrá prescribir por la Constitución y Cánones que por muerte del
Obispo Ordinario, el Obispo Auxiliar ejerza el cargo de dicha Diócesis y sea temporalmente la
Autoridad Eclesiástica hasta el tiempo en que un nuevo Obispo sea escogido y/o consagrado. En caso
de inhabilitación o ausencia del Obispo Ordinario, el Obispo Auxiliar de la Diócesis podrá encargarse y
ser, temporalmente, la Autoridad Eclesiástica de la misma, por pedido del Arzobispo en consulta con el
Comité Permanente.
Sección 6. Un Obispo no podrá ser asignado o reasignado como ordinario, según sea el caso, a una
jurisdicción sin el consentimiento de la Cámara de Obispos.

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Sección 7. La Cámara de Obispos, podrá asignar a un Obispo Auxiliar quien, bajo la dirección del
Arzobispo, podrá estar a cargo del trabajo de los Capellanes ordenados de esta Provincia en la Fuerza
Armada en cada nación.
Sección 8. Al llegar a la edad de setenta y dos años, un Obispo podrá solicitar su retiro de su
jurisdicción. La Cámara de Obispos podrá, con la mayoría simple de los votos, negar o aceptar la
misma.
Sección 9. Los Obispos activos, residirán dentro del territorio geográfico de su jurisdicción, a menos,
que por circunstancias especiales, sean dispensados por la Cámara de Obispos.

ARTÍCULO IV
Del Comité Provincial
El Comité Provincial será designado por el Sínodo de esta Provincia. Éste servirá como Concilio
Asesor del Arzobispo o, por ausencia canónica del mismo, al que sea asignado como Obispo
Presidente, hasta que el Arzobispo ocupe nuevamente sus funciones.

ARTÍCULO V
De la Creación de Nuevas Diócesis

Sección 1. Una nueva Diócesis puede ser formada a petición del Sínodo Diocesano, y con el
consentimiento de la Cámara de Obispos, bajo las condiciones que estén prescritas en los Cánones
Provinciales, (1) por la creación de una Diócesis de la totalidad o de una parte de uno o más Distritos
Misioneros; (2) por la división de una Diócesis ya existente; (3) por la unión de dos o más Diócesis o
partes de dos o más Diócesis. Cualquier territorio geográfico donde se levante una Diócesis según lo
descrito, deberá ser geográficamente contiguo. El proceso es como sigue: (1) en una Convocación del
Clero y Laicos del Distrito Misionero a petición del Obispo Misionero para tal propósito, o (2) en el
Comité Permanente de la Diócesis que será dividida, con la aprobación del Obispo; o (3) por el mutuo
consentimiento de los Comité Permanente involucrados, con la aprobación de los Obispos Diocesanos,
cuando se propone la formación de una nueva Diócesis por la unión de dos o más Diócesis o partes de
dos o más Diócesis. En el caso de que el Episcopado de una Diócesis esté vacante, no se procederá en
la división propuesta hasta que la vacante haya sido suplida. Durante la vacante en un Distrito
Misionero, el consentimiento del Arzobispo debe ser dado antes de proceder a la creación de una
Diócesis. Una vez que la Cámara de Obispos haya sido satisfecho por la presentación de las copias
certificadas de los procedimientos y de otros documentos y, cerciorándose que todas las condiciones de
la formación de la nueva Diócesis se han cumplido acorde a la Constitución y los Cánones de esta
Provincia, dicha nueva Diócesis será admitida a la unión por el Sínodo Provincial.

Sección 2. En caso de que una Diócesis sea dividida en dos o más Diócesis, el Obispo de la Diócesis
dividida puede elegir a aquella que prefiera y ser el Obispo de la misma; y el Obispo Auxiliar, si
hubiere uno, podrá elegir la otra, y (si no han elegido Obispo) será el Obispo de la misma.

Sección 3. En caso de que una nueva Diócesis sea formada de dos o más Diócesis, cada uno de los
Obispos Auxiliares de las diferentes Diócesis de la cual la nueva Diócesis se ha formado tienen
permitido, por orden de consagración, escoger entre su propia Diócesis como Auxiliar o en la nueva
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Diócesis formada como Ordinario (si no han elegido Obispo); debiendo ser ratificado por la Cámara de
Obispos.

Sección 4. Ninguna nueva Diócesis podrá ser formada a menos que tenga cuatro parroquias o misiones
como mínimo y ministros que las atiendan. Tampoco podrá ser formada una nueva Diócesis dentro de
una jurisdicción existente si la Diócesis más antigua se reduce a menos de diez parroquias y presbíteros
residentes y activos.

Sección 5. Toda nueva Diócesis será conocida como Diócesis Misionera hasta que cumpla con el ASA
(Average Sunday Attendance, cuya traducción es: Promedio de Asistencia Dominical) que esta Iglesia
ha establecido. Dicha Diócesis tendrá cinco años, a partir de su creación formal, para cumplir con los
requisitos canónicos para consolidarse como Diócesis en la Unión de esta Iglesia. De no cumplir con
los requisitos de esta sección en el tiempo señalado, dicha Diócesis Misionera será disuelta, y sus
parroquias volverán a la Diócesis originaria, o en su defecto, serán anexadas a la Diócesis más cercana
con la aprobación de la Cámara de Obispos.

Sección 6. El ASA para las Diócesis de esta iglesia será de diez parroquias y quinientos miembros
comulgantes.

Sección 7. El consentimiento de la Cámara de Obispos para la formación de una nueva Diócesis no


será dado sin que se haya satisfecho y asegurado una apropiada provisión para el soporte del
Episcopado.

ARTÍCULO VI
De la Recepción de Diócesis, Parroquias y Misiones.
Sección 1. Una Diócesis que esté formada con un mínimo de congregaciones acorde al ASA tal y como
se ha especificado arriba, y desea ingresar como tal en esta Provincia, deberá cumplir con las
exigencias canónicas y hacer la aplicación conforme se ha prescrito para tales casos. Si la Diócesis no
cumple con el ASA de esta Iglesia, podrá ser recibida como Distrito Misionero, Diócesis Misionera o
cualquier otra modalidad que la Cámara de Obispos determine.

Sección 2. Ninguna Diócesis podrá ser aceptada en la unión de esta Provincia si existiera una
jurisdicción nuestra en el país de la Diócesis solicitante, a menos que se cuente con la aprobación del
Sínodo Diocesano, Asamblea Episcopal y/o Convención Nacional, según sea el caso, de dicho país.

Sección 3. Una Parroquia o Misión que esté formada por un mínimo de fieles, y desea ingresar como
tal en una de nuestras Diócesis, deberá cumplir con los cánones de esta Provincia y de la Diócesis en
cuestión. Si la Parroquia no cumple con el ASA establecida por los cánones, podrá ser recibida como
Misión o Comunidad Misionera o cualquier otra modalidad que el Sínodo Diocesano determine.

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ARTÍCULO VII
De la Jurisdicción Territorial

Sección 1. Un Obispo Ordinario, en consulta con el Comité Permanente de su Diócesis, puede


establecer Distritos Misioneros en Estados y Territorios o partes donde aún no existe Diócesis. También
puede ser de tiempo en tiempo cambiada, incrementada o disminuida territorialmente, según esté
prescrito en los Cánones.
Sección 2. La Cámara de Obispos puede aceptar ceder la jurisdicción territorial de una parte de una
Diócesis cuando sea propuesta por el Obispo y el Comité Permanente de la Diócesis en cuestión, y que
el consentimiento haya sido dado por las tres cuartas partes de las parroquias del territorio cedido.

ARTÍCULO VIII
De los Ministros
Ninguna persona podrá ser ordenada Sacerdote o Diácono para el ministerio de esta Iglesia hasta que
haya sido examinado por el Obispo y dos Sacerdotes y exhiba los Testimoniales y el resto de los
requisitos que exigen los Cánones Provinciales. Ninguna persona podrá ser ordenado Sacerdote o
Diácono, o consagrado Obispo para el ministerio de esta Provincia a no ser que al momento de la
Ordenación o Consagración él, juntamente con el Obispo o los Obispos, según sea el caso, puedan
hacer y suscribir la siguiente declaración:
“Declaro solemnemente que creo que las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son la
Palabra de Dios, y que contienen todas las cosas necesarias para la salvación; y me comprometo
solemnemente a conformarme a la doctrina, disciplina y culto de esta rama de la Iglesia que es una,
santa, católica y apostólica”.
Cualquier persona ordenada por un Obispo para el ministerio en una Diócesis, o de una Iglesia
Autónoma o Provincia de una Iglesia en Comunión con esta Provincia podrá, en vez de esta
declaración, hacer las Promesas de conformidad a los requerimientos de la Iglesia en la cual es
Ministro.
Ninguna persona ordenada por un Obispo extranjero, o por un Obispo que no esté en comunión con
esta Provincia, se le permitirá oficiar como Ministro de esta Provincia sin que haya cumplido con los
Cánones, además de suscribir la declaración arriba mencionada.

ARTÍCULO IX
De los Tribunales
La Cámara de Obispos podrá establecer una Corte compuesta por sus iguales, para el juicio de un
Obispo. Los Presbíteros y Diáconos en la Diócesis podrán ser enjuiciados por un Tribunal de Juicio
instituido por el Sínodo Diocesano. Nadie, excepto un Obispo, podrá pronunciar sentencia o
admonición, sea de suspensión o deposición del Ministerio sobre ningún Obispo, Presbítero o Diácono.
Una sentencia de suspensión deberá ser especificada con los términos o condiciones y cuál es el tiempo
de suspensión de dicho caso. En los juicios ante una Corte de la Iglesia, el acusado tendrá derecho al
debido proceso, según lo previsto por los Cánones.

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ARTÍCULO X
Del Culto
Sección 1. El libro de Oración Común y Administración de los Sacramentos y otros Ritos y
Ceremonias (L.O.C.) de la Iglesia del 1662, es el estándar de la Doctrina y Adoración en la Iglesia
Anglicana Tradicional y será usado como base para la liturgia de esta Iglesia, así como el Libro del
Culto Divino (L.C.D.) y el Misal de Pronosur.
Sección 2. Otras liturgias y Libros de Oración Común podrán ser autorizados para su uso en esta
Iglesia por La Cámara de Obispos sujeto a los requerimientos de los Cánones Provinciales.

ARTÍCULO XI
De las Enmiendas
Ninguna alteración o modificación de esta Constitución será hecha sin que antes sea propuesta en una
reunión del Sínodo Provincial y aceptada por la mayoría de las dos terceras partes de las Cámaras de:
Obispos, Clérigos y Laicos, respectivamente. Cada una de las alteraciones o enmiendas de esta
Constitución tendrá efecto al cierre del Sínodo Provincial en la cual finalmente sea adoptado.

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CÁNONES
TAL Y COMO SE ADOPTARON EN EL SÍNODO PROVINCIAL 2013

TÍTULO I
De los Ministros
CANON 1
De los Postulantes
Sección 1 (a) Todo Miembro Comulgante que desee ser admitido como candidato a las Santas Órdenes
deberá, en primera instancia, consultar con su Ministro inmediato o, si no tiene uno, con algún
Presbítero que lo conozca personalmente, exponiéndole el deseo de ser admitido al Ministerio, junto
con aquellas cosas que lo califican, o en su defecto, iniciar su preparación.
(b) Si el resultado, después de haber inquirido en las calificaciones físicas, mentales, morales y
espirituales, determina que la persona está calificada para aplicar, el Presbítero le aconsejará
mantenerse en sus intenciones y que dé a conocer personalmente su deseo al Obispo, preferiblemente
por escrito, de donde haya residido canónicamente durante tres meses como mínimo. También podrá,
con el consentimiento escrito de dicho Obispo y con la recomendación de al menos un Presbítero
conocido de la jurisdicción del Candidato, aplicar con otro Obispo. Consignará ante el Obispo el
nombre de su Ministro o, si no tiene alguno, el de algún Presbítero de buen nombre quien lo conozca
personalmente, de quien el Obispo se cerciorará en una entrevista personal o por un reporte escrito, de
las calificaciones y disposición del Candidato.
(c) Luego de la admisión de un Postulante, el Obispo requerirá que el Candidato suministre un reporte
físico a través de profesionales asignados por él. Este examen abarcará la salud mental y física del
candidato. El reporte médico y psicológico será archivado como el Obispo lo disponga, quien emitirá
un reporte general de dichos resultados al Comité Permanente para su consideración.
(d) El Candidato consignará por escrito ante el Obispo:
1. Nombre completo y edad.
2. El tiempo de residencia en la Diócesis.
3. Cuándo y por quién fue bautizado.
4. Cuándo y por quién fue confirmado.
5. Cuándo y dónde fue recibido en la Diócesis, si aplica.
6. Si anteriormente ha aplicado para la admisión como Postulante para las Santas Órdenes.
7. En qué área se desenvuelve para buscar el Sagrado Ministerio.
Sección 2 (a) El Obispo, en un libro designado para ese propósito, anotará el nombre completo de cada
solicitante, con los hechos por los cuales se aprobó o no la solicitud, y la fecha de ingreso de la misma.
El Obispo le informará al solicitante si fue aceptado o no, y la fecha de admisión como Postulante.
(b) Se registrará en el mismo libro la información por la que un Postulante ha sido removido de la lista
de Postulantes. Sin dar razones, el Obispo podrá remover el nombre de un Postulante que ha faltado a
su preparación.
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Sección 3 Ningún Obispo aceptará como Postulante a ninguna persona que se le negara su Postulación
en otra Diócesis en Comunión, o quien, habiendo sido admitido, poco después cesara su Postulación,
hasta que se haya producido un certificado de la Autoridad Eclesiástica de la Diócesis en la cual fue
refutada su admisión, o donde fue Postulante, declarando la causa de la no admisión o cesación del
mismo.
Sección 4 El Comité Permanente, actuando como Autoridad Eclesiástica, será competente para recibir
y actuar sobre las aplicaciones bajo este Canon de las Postulaciones.
Sección 5 (a) El Postulante, para que se le puedan aceptar sus estudios teológicos, deberá mostrar
suficiente evidencia de que se ha graduado de algún Colegio o Universidad Teológica, junto con las
notas certificadas de dicha Universidad o Colegio, ante el Obispo y el Cuerpo de Capellanes
Examinadores.
(b) Si el Postulante no es egresado de un instituto de estudios medio o superior y alcanza la edad de
veinticinco años, deberá demostrar ante el Cuerpo de Capellanes Examinadores que posee la habilidad
intelectual para tomar un curso avanzado como preparación para recibir las Santas Órdenes, que en este
caso, será sólo para el Diaconado Permanente. Para este fin, el Cuerpo de Capellanes Examinadores de
la Diócesis desarrollará y publicará, con el consentimiento del Obispo, un proceso de estudio y
examinación para dichos Postulantes al Diaconado Permanente que no puedan cumplir con los
requerimientos de la Cláusula (a) de esta sección.
Sección 6. El Obispo requerirá del Rector y de la Sacristía del Postulante un certificado con las
siguientes palabras:
Al Reverendísimo Mons. N.N. Obispo Diocesano
Nosotros, cuyos nombres están escritos a continuación, testificamos que creemos, (basados en un conocimiento
personal o con evidencia satisfactoria para nosotros) que N.N. es una persona sobria, honesta, devota y de probada
virtud, y que es comulgante de esta Iglesia. Además declaramos que, en nuestra opinión, posee las calificaciones
para ser admitido como Postulante a las Santas Órdenes.
(Firmas)
Sección 7 Una vez que la postulación sea aceptada por el Obispo, el Candidato a las Santas Órdenes
deberá ser admitido formalmente en una Misa Pontifical.
Sección 8 Todo postulante a las santas ordenes diaconales o presbiterales, le será asignado un
Formador Vocacional quien deberá ser presbítero, con el propósito de ayudarle en su vida espiritual,
litúrgica y devocional.

CANON 2
De las Provisiones Generales Concerniente a los Postulantes para las Santas Órdenes
Sección 1 (a) La superintendencia de todos los Postulantes a las Santas Órdenes de una Diócesis o
Distrito Misionero, tanto en la vida diaria como en lo relacionado a los estudios teológicos, pertenece al
Obispo de esa jurisdicción. El Obispo podrá, a su discreción, pedirle a uno o más del Cuerpo de
Capellanes Examinadores que lo asistan en dicha superintendencia.
(b) Cada Postulante, bajo una apropiada dirección, cumplirá con sus estudios diligentemente, actuando
acorde al llamamiento sagrado, para que se elabore un buen reporte de sus hábitos estudiantiles por
parte de su tutor.

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(c) Cuando el Comité Permanente es la Autoridad Eclesiástica, los miembros del Clero del mismo,
actuando por medio de su Presidente, podrán asumir los deberes asignados en esta sección al Obispo.
Sección 2 (a) Un Postulante debe mantener comunión canónica con su Diócesis, excepto como más
adelante se prevé.
(b) Para satisfacción de la Autoridad Eclesiástica, Cartas Dimisorias podrán ser otorgadas a un
Postulante que las solicite para otra Diócesis de esta Iglesia o que este en comunión.
(c) La asistencia a otro seminario o instituto teológico no será razón suficiente para solicitar un cambio
de residencia canónica.
Sección 3 (a) Cada Postulante se reportará a la Autoridad Eclesiástica en las Témporas, personalmente
o, por razones justificadas y con la dispensa del Obispo, por carta, dando cuenta de su manera de vida y
progreso en los estudios. Si fallara en consignar sus reportes para satisfacción de la Autoridad
Eclesiástica, su nombre podrá ser borrado de la Lista de Postulantes.
(b) Si un Postulante a las Santas Órdenes no fuera diligente en sus estudios Canónicos, su nombre
podrá ser borrado de la lista de Postulantes, a discreción del Obispo.
(c) Si un Postulante para las Santas Órdenes, habiendo aprobado sus estudios Canónicos, no califica en
otras áreas necesarias para la recomendación de su ordenación, el Obispo, con el consenso del Comité
Permanente, podrá borrar su nombre de la lista de Postulante.
Sección 4 Un Postulante para las Santas Órdenes de esta Iglesia, o de una Iglesia en comunión con esta
Iglesia, cuyo nombre haya sido borrado de la lista de Postulantes, o cuya aplicación para la ordenación
haya sido rechazada, no será ordenado sin ser readmitido como Postulante. Dicha postulación esperará,
un año completo, como mínimo, para continuar el proceso regular de Postulaciones. Se prevé, que en
ningún caso el tiempo total de la postulación será menor a dos años.
Sección 5 Para los efectos del cumplimiento de este Título, los Distritos Misioneros, estarán sujetos al
Comité Permanente de su jurisdicción.
Sección 6 Un Postulante a las Santas Órdenes no podrá ser Delegado para el Sínodo.

CANON 3
De los Estándares para el Aprendizaje de los Candidatos a las Santas Órdenes
Sección 1 (a) Antes de la ordenación como Diácono Transitorio, el Candidato deberá certificar sus
conocimientos, ante el Cuerpo de Capellanes Examinadores de al menos el setenta y cinco por ciento
de las siguientes materias reguladas para las Santas Órdenes:
1. Sagradas Escrituras: El Antiguo y Nuevo Testamento, su contenido y fondo histórico; un
conocimiento básico en la lectura del Nuevo Testamento en griego.
2. Historia de la Iglesia: Desde sus inicios hasta el tiempo presente; junto con:
a. Un conocimiento especial de los Siete Primeros Concilios Ecuménicos;
b. La historia, extensión y métodos de las Misiones Cristianas;
c. Un conocimiento especial de la historia del anglicanismo.

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3. Teología: Filosófica y Sistemática.
4. Ética Cristiana.
5. Liturgia: Principios e Historia del Culto Cristiano; el contenido del Libro de Oración Común.
6. Teología Práctica:
a. El uso de los L.O.C. y L.C.D., la Administración de los Sacramentos, y la Conducción
del Culto Público; El Oficio y Trabajo del Diácono y del Sacerdote;
b. Homilética: Principios de la Composición y Predicación de Sermones. Aunado a esto, el
Candidato presentará tres sermones, compuestos por él mismo, basados en los textos de
las Sagradas Escrituras asignados por el Obispo o los Capellanes Examinadores;
c. Cuidado Pastoral;
d. Organización y Administración Parroquial;
e. Principios y Métodos de la Educación Cristiana en la Parroquia;
f. La Constitución y Cánones Provinciales;
g. Oratoria;
h. Redacción y gramática.
7. Práctica Ministerial.
El Cuerpo de Capellanes Examinadores podrá, una vez recibidos y examinados los certificados
del Postulante, aceptar como satisfactorias las evidencias de la culminación de los requerimientos en
todos los tópicos arriba mencionados.
(b) Si el Candidato ha sido Ministro o se le ha licenciado en algún otro grupo de cristianos, también
deberá ser examinado por escrito de las diferencias que existen en aquellos puntos de Doctrina,
Disciplina, Política y Culto, entre esta Iglesia y la comunión de donde viene. Este examen será
conducido con preguntas y respuestas escritas, quedando archivadas como mínimo por tres años.
Sección 2 (a) Para el Diaconado Permanente, un Candidato será admitido a las Santas Órdenes después
de certificar sus conocimientos, ante el Cuerpo de Capellanes Examinadores, de los siguientes tópicos:
1. Sagradas Escrituras: su contenido y fondo histórico;
2. Un conocimiento general de la historia eclesiástica y del anglicanismo;
3. Un conocimiento especial de los Siete Primeros Concilios Ecuménicos.
4. Doctrina: Las enseñanzas de la Iglesia como se exponen en los Credos y en el Magisterio;
5. Liturgia: El uso de los L.O.C. y L.C.D.;
6. Teología Práctica:
a. El Oficio y Trabajo del Diácono;
b. La Conducción del Culto Público y Administración de los Sacramentos;
c. Homilética;

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d. Principios y Métodos de la Educación Cristiana en la Parroquia;
e. El Trabajo Misionero de la Iglesia;
f. La Constitución y Cánones Provinciales;
g. Oratoria.
7. Práctica Ministerial.
(b) Si un Diácono Permanente quisiera avanzar al Sacerdocio, dicho Candidato deberá, además de
licenciarse en teología, certificar todos los tópicos prescritos en la Sección 1 (a) de este Canon.

CANON 4
De los Capellanes Examinadores
Sección 1 Habrá un Cuerpo de Capellanes Examinadores compuesto por Presbíteros activos de esta
provincia, siendo coordinado por un Presbítero directivo de algún Seminario o Instituto Teológico de
esta Iglesia.
Sección 2 El Cuerpo de Capellanes Examinadores podrá adoptar reglas para su trabajo, sujeto a la
aprobación del Arzobispo, dejando claro que dichas reglas no podrán ser inconsistentes con la
Constitución y los Cánones Provinciales.
Sección 3 Será deber del Cuerpo de Capellanes Examinadores, supervisar a los Postulantes respecto a
sus estudios y preparación.
Sección 4 El Cuerpo de Capellanes Examinadores reportará por escrito al Obispo Ordinario de cada
Postulante, en las témporas, el rendimiento alcanzado por los candidatos a las Santas Ordenes en sus
estudios, sea satisfactorio o no, haciendo reportes separados por cada postulante y tópico, aprobado o
no. También entregará los reportes finales al Comité Permanente pertinente quienes, en ningún caso,
recomendarán a un Postulante para la ordenación, hasta que reciban y consideren dichos reportes. El
reporte será hecho de la siguiente forma:
Al Reverendísimo Mons. N.N. Obispo Ordinario de la Diócesis __________________ (o los Miembros Clericales del
Comité Permanente, como sea el caso)
Lugar,________Fecha,_______
Nosotros, habiendo sido asignados como Examinadores de N.N., testificamos que lo hemos supervisado sobre los tópicos
descritos en el canon 3, sección____. Sensibles a nuestra responsabilidad expresamos nuestro juicio sobre: (se especifica la
calificación alcanzada de N.N. en cada tópico asignado como se evidencia en sus estudios).

Por tal motivo, certificamos que N.N., ha cumplido con la (cuota porcentual) exigida en materia de estudios teológicos
profesionales del Canon _____ sección _____ de los Cánones de esta Provincia.

(Firmas)
Sección 5 El Cuerpo hará un reporte anual de su trabajo para presentarlo al Sínodo.

CANON 5
De la Ordenación al Diaconado Transitorio
Sección 1 Nadie será ordenado Diácono Transitorio sin que haya cumplido los veintiún años de edad.

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Sección 2 Nadie será ordenado Diácono Transitorio antes de haber aprobado el setenta y cinco por
ciento de las materias requeridas en el canon 3.1 (a), a menos que, por circunstancias especiales, el
Obispo, con la recomendación del Comité Permanente, reduzca el porcentaje del mismo. En ningún
caso dicho porcentaje será menor al cincuenta por ciento.
Sección 3 En caso de que el Candidato sea profesional en Teología, no podrá ser ordenado antes de un
año de su postulación al sacerdocio y haber agotado el Canon 3.1(a).
Sección 4 Nadie será ordenado Diácono sin que primero haya sido recomendado al Obispo por el
Comité Permanente.
Sección 5 Con el fin de ser recomendado para la ordenación el Candidato deberá consignar ante el
Comité Permanente:
1. Una solicitud escrita, firmada por él mismo, con la fecha de su nacimiento.
2. Un certificado Episcopal, declarando la fecha de admisión y la conclusión de los pasos
canónicos para ser ordenado.
3. Un certificado del Ministro y de la Sacristía de la parroquia donde es miembro, con las
siguientes palabras:
Al Comité Permanente
Lugar,________Fecha,_______
Certificamos que, después de haber inquirido, estamos seguros y creemos que N.N. por espacio de los
últimos tres años, ha vivido de una manera sobria, honesta y cabal, y que es leal a la Doctrina,
Disciplina, y Culto de esta Iglesia, y no tenemos nada en su contra. Por todo esto, pensamos que es una
persona digna de ser admitida para la Sagrada Orden de los Diáconos.
(Firmas)
Este certificado debe ser atestiguado por la secretaría de la Sacristía, como sigue:
Yo certifico que N.N., es miembro comulgante de________ Parroquia en________, y que el
certificado anterior fue firmado en una reunión debidamente convenida en la Sacristía de ________ a
los _____ días de_____ y que los nombres de los firmantes, son los de todos (o de la mayoría de) los
miembros de la Sacristía.
(Firma)
4. Un perfil conductual emitido por un psicólogo reconocido por cada Diócesis.
5. Un certificado que haga constar que el Candidato no está bajo ningún proceso de
investigación o medida disciplinaria.
6. Consignar el documento: Carrera de Vida, además de cualquier otro documento que la
Autoridad Eclesiástica exija.
Sección 6 Si la Parroquia se encuentra sin Ministro, será suficiente que en su lugar el certificado sea
firmado por algún Presbítero, de buena reputación, de la Diócesis. La razón para la sustitución deberá
ser explicada en el testimonial.
Sección 7 (a) Si no existiera una Parroquia organizada donde reside el Candidato, o si por
circunstancias que no afecten su moral o carácter religioso, sea impracticable obtener las firmas del
Ministro y de la Sacristía, será suficiente si el certificado viene firmado por:
1. Un Presbítero, de buena reputación, de la Diócesis; y

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2. Seis Laicos comulgantes, de buena reputación, de esta Iglesia.
(b) En dicho caso, las razones por las cuales el certificado no fue atestiguado de la forma regular,
deberá ser firmado por el mencionado Presbítero, con las siguientes palabras:
Yo certifico, que los laicos cuyos nombres aparecen en el certificado correspondiente son comulgantes de buena
reputación de esta Iglesia, y que esta forma de certificado fue usada por razones que no afectan la moral o carácter
religioso del Candidato, sino por causa de (aquí se describe las causas por la que no se usó la forma regular)
(Firma) Presbítero de la Diócesis.
Sección 8 El Comité Permanente, con la recepción de los certificados arriba descritos y el reporte del
Cuerpo de Capellanes Examinadores prescritos en el Canon 4, sección 4, y teniendo suficientes razones
para creer que todos los requerimientos canónicos han sido completados, y no teniendo ninguna razón
para suponer la existencia de algún obstáculo físico, mental, moral, o espiritual, podrán, en una reunión
debidamente convenida, con el consentimiento de la mayoría calificada de las dos terceras partes de sus
miembros, recomendar al Candidato para la ordenación con un testimonial dirigido al Ordinario con las
siguientes palabras:
Nosotros, el Comité Permanente, habiendo recibido todos los certificados requeridos y, convenido debidamente en
_________, luego de haber verificado que N.N., quién desea ser ordenado Diácono Transitorio, por espacio de los
últimos tres años ha vivido de una manera sobria, honesta y cabal, y que es leal a la Doctrina, Disciplina y Culto de
esta Iglesia, y no teniendo nada contrario a esto, recomendamos que sea ordenado Diácono.
En testimonio, estampamos nuestras firmas con nuestro puño y letra en_______ el día____ en el año de nuestro
Señor _____
(Firmas)
Sección 9 Habiéndose presentado al Obispo el Testimonial, y no habiendo suficiente objeción en lo
físico, mental, doctrinal, o espiritual, el Obispo podrá proceder a la ordenación del Candidato. Al
momento de la ordenación requerirá del Candidato que haga y subscriba, en su presencia, la
declaración requerida en el Artículo VIII de la Constitución.
Sección 10 Ningún Postulante será admitido a las Santas Órdenes a menos que haya sido asignado para
servir en alguna Parroquia, o departamento parroquial, dentro de la jurisdicción de esta Iglesia.
Sección 11 Ningún Postulante será admitido a las Santas Órdenes, bajo este canon, sin el compromiso
escrito y firmado de culminar sus estudios para el sacerdocio, dentro de los veinticuatro meses
siguientes, o con dispensa del Obispo, hasta treinta meses.

CANON 6
De la Ordenación de Sacerdotes
Sección 1 Nadie será ordenado Sacerdote antes de los veintitrés años de edad.
Sección 2 Nadie será ordenando Sacerdote sin que haya sido Diácono como mínimo un año, a menos
que por la bondad del Obispo y por causas razonables, con el consejo y consentimiento del Comité
Permanente, se reduzca el tiempo. Tampoco serán ordenados los Diáconos Permanentes que no hayan
cumplido un año desde su admisión como Postulante, a menos que el Obispo, por urgentes razones, con
el consejo y consentimiento del Comité Permanente, reduzca el tiempo. En ningún caso será
consagrado Sacerdote con menos de un año de admisión como Postulante y haya servido como
Diácono por seis meses como mínimo.

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Sección 3 Nadie será ordenado Sacerdote antes de haber culminado sus estudios teológicos
profesionales. Se prevé, que si el candidato es egresado de una institución teológica de otra Iglesia,
cuyo pensum no abarque los tópicos del Canon 3.1(a), deberá, bajo la supervisión del Cuerpo de
Capellanes Examinadores, probar sus conocimientos de los mismos, o en su defecto, cursar dichas
materias.
Sección 4 Ningún Diácono será ordenado Sacerdote sin que primero haya sido recomendado al Obispo
por el Comité Permanente.
Sección 5 Con el fin de ser recomendado para la ordenación, el Diácono deberá consignar ante el
Comité Permanente:
1. Una solicitud escrita, firmada por él mismo, con la fecha de nacimiento.
2. Un certificado del Obispo declarando que el término de su Postulación y el tiempo de su
servicio en el Diaconado ha sido completado.
3. Un certificado del Ministro y de la Sacristía de la Parroquia donde reside con las siguientes
palabras:
Al Comité Permanente
Lugar,________Fecha,_______
Certificamos que, después de inquirir, nos hemos asegurado y creemos que el Reverendo N.N., Diácono desde el
día_____ de _______ en el año _____, fecha de su consagración (o por espacio de los últimos tres años), ha vivido
sobria, honesta y cabalmente, y no ha escrito, enseñado, o hecho cualquier cosa contraria a la Doctrina, Disciplina,
y Culto de esta Iglesia. En vista de esto, pensamos que es una persona digna para ser admitido en la Sagrada Orden
del Sacerdocio.
(Firmas)
Este certificado debe ser atestiguado por la secretaría de la Sacristía, como sigue:
Yo certifico que el Reverendo N.N. es un residente de______ Parroquia en ________; y que el certificado anterior
ha sido firmado en una reunión debidamente convenida en _________ el día_______ de _______, y los nombres
de todos los miembros (la mayoría de los miembros) de la Sacristía han sido avalados.
(Firma)
4. Un perfil conductual emitido por un psicólogo reconocido por cada Diócesis.
5. Un certificado del Tribunal Eclesiástico de que el Candidato no está bajo ningún proceso de
investigación o medida disciplinaria.
6. Una certificación de culminación de sus estudios profesionales en teología.
Sección 6 Si la Parroquia se encuentra sin Ministro, será suficiente que en su lugar el certificado sea
firmado por algún Presbítero, de buena reputación, de la Diócesis. La razón para la sustitución deberá
ser explicada en el testimonial.
Sección 7 (a) Si no existiera una Parroquia organizada donde reside el Candidato, o si por
circunstancias que no afecten su moral o carácter religioso, sea impracticable obtener las firmas del
Ministro y de la Sacristía, será suficiente si el certificado viene firmado por:
1. Un Presbítero, de buena reputación, de la Diócesis; y
2. Seis Laicos comulgantes, de buena reputación, de esta Iglesia.

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(b) En dicho caso, las razones por las cuales el certificado no fue atestiguado de la forma regular,
deberá ser firmado por el mencionado Presbítero, con las siguientes palabras:
Yo certifico, que los laicos cuyos nombres aparecen en el certificado correspondiente son comulgantes de buena
reputación de esta Iglesia, y que esta forma de certificado fue usada por razones que no afectan la moral o carácter
religioso del Candidato, sino por causa de (aquí se describe las causas por la que no se usó la forma regular)
(Firma) Presbítero de la Diócesis.
Sección 8 El Comité Permanente, con la recepción de los certificados arriba descritos y el reporte del
Cuerpo de Capellanes Examinadores prescritos en el Canon 4, sección 4, y teniendo suficientes razones
para creer que todos los requerimientos canónicos han sido completados, y no teniendo ninguna razón
para suponer la existencia de algún obstáculo físico, mental, moral, o espiritual, podrá, en una reunión
debidamente convenida, con el consentimiento de la mayoría calificada de las dos terceras partes de sus
miembros, recomendar al Candidato para la ordenación con un testimonial dirigido al Ordinario con las
siguientes palabras:
Nosotros, siendo una mayoría de todos los miembros del Comité Permanente, habiendo recibido todos los
certificados requeridos y, convenido debidamente en _________, luego de haber verificado que el reverendo N.N.,
Diácono, quién desea ser ordenado Sacerdote, desde el día _____ de _____ del año____ de su consagración, ha
vivido de una manera sobria, honesta y cabal, y que es leal a la Doctrina, Disciplina y Culto de esta Iglesia, y no
teniendo nada contrario a esto, recomendamos que sea ordenado al Sacerdocio.
En testimonio, estampamos nuestras firmas con nuestro puño y letra en_______ el día____ en el año de nuestro
Señor _____
(Firmas)
Sección 9 Habiéndose presentado al Obispo el Testimonial, y no habiendo suficiente objeción en lo
físico, mental, doctrinal, o espiritual, el Obispo podrá proceder a la ordenación al Candidato. Al
momento de la ordenación requerirá del Diácono que haga y subscriba, en su presencia, la declaración
requerida en el Artículo VIII de la Constitución.
Sección 10 Ningún Diácono será ordenado Sacerdote sin haber sido asignado al servicio de algún
departamento Parroquial dentro de la jurisdicción de esta Iglesia, o como Misionero bajo la Autoridad
Eclesiástica, o como Oficial de alguna Sociedad Misionera reconocida por el Sínodo, o como auxiliar
de alguna Capellanía de esta Iglesia o Instructor en algún colegio o seminario de enseñanza, como
mínimo por espacio de seis meses, como oportunidad para que el ejercicio de su Ministerio sea juzgado
suficientemente por el Obispo.

CANON 7
De las Disposiciones Generales de las Ordenaciones
Sección 1 (a) Para el propósito de éste y otros Cánones de Ordenaciones, la autoridad designada al
Obispo de la Diócesis podrá ser ejercida por el Obispo Auxiliar, a petición del Obispo Ordinario.
(b) En el caso de una vacante en el Episcopado en una Diócesis de esta Iglesia, la Autoridad
Eclesiástica, con el consentimiento escrito del Arzobispo, podrá autorizar a cualquier otro Obispo para
que realice una ordenación.
Sección 2 (a) Ningún certificado o testimonial, sin la forma suplida por los Cánones, será válido. La
omisión de la fecha en el certificado o testimonial, será suficiente para refutar el mismo.

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(b) Ningún Postulante podrá firmar los certificados prescritos en los Cánones de Consagración. Se
prevé, que en caso de haber varios postulantes dentro de una Sacristía que impidan hacer una mayoría
para las firmas de los Testimoniales, la Autoridad Eclesiástica autorizará la firma de otros oficiales de
la Parroquia.
(c) Cuando el testimonial del Comité Permanente sea requerido, dicho testimonial deberá ser firmado
en una reunión debidamente convenida.
(d) Cuando el certificado de la Sacristía sea requerido, dicho certificado deberá ser firmado por una
mayoría calificada de las tres cuartas partes de la Sacristía como mínimo, en una reunión debidamente
convenida, y el hecho deberá ser atestiguado por la secretaría de dicha Sacristía.
Sección 3 Cuando una Dispensa de un requerimiento de los Cánones de Ordenación es permitida con el
consejo y consentimiento del Comité Permanente, la solicitud deberá ser hecha primero al Obispo y, si
él lo aprueba, será referida por él a dicho Consejo.
Sección 4 Si se diera el caso de que una solicitud para ordenación fuera refutada por el Comité
Permanente o, si fallaran en actuar dentro de los próximos tres meses desde la consignación de la
misma, aunque los certificados requeridos hayan sido consignados, será deber del Comité Permanente,
dar al Obispo por escrito, sin dilación, las razones por la cual rechazaron la solicitud o fallaron en su
deber.
Sección 5 Ningún Obispo de esta Iglesia ordenará a ninguna persona para oficiar en una Congregación
más allá de los límites de su Diócesis hasta que los testimoniales y certificados requeridos por los
Cánones de Ordenaciones hayan sido suplidos.
Sección 6 Ninguna designación para la ordenación de cualquier Candidato será hecha sin que el Obispo
tenga la debida notificación de que todos los requerimientos canónicos se hayan cumplido y que haya
consentido en la ordenación.
Sección 7 Ningún Canon contrariará los derechos que el Obispo tiene de dar el consentimiento final sin
dar explicación alguna.

CANON 8
De los Ministros Ordenados por Obispos en Comunión con esta Iglesia.
Sección 1(a) Si un Ministro declara que ha sido ordenado por un Obispo en comunión con esta Iglesia,
le será permitido oficiar en una Parroquia o Congregación de esta Iglesia, siempre y cuando exhiba al
Ministro, o si no hay Ministro a la Sacristía, un certificado de fecha reciente, firmado por el obispo de
la Diócesis receptora, de que sus Cartas de Santas Órdenes y otras credenciales son válidas, auténticas
y dadas por un Obispo en comunión con esta Iglesia, y que muestre evidencia de su buena moral y
carácter probo, para satisfacción de la Autoridad Eclesiástica.
(b) Para ser recibido como ministro de esta Iglesia, solicitará de la Autoridad Eclesiástica Cartas
Dimisorias o credenciales equivalentes con el sello del Obispo de cuya Diócesis proviene, las cuales
deberán ser presentadas dentro de los seis meses de su emisión. Antes de que dicho Ministro pueda ser
recibido, el Obispo requerirá de él la promesa escrita de someterse a la Disciplina de esta Iglesia, sin
recurrir a ninguna jurisdicción extranjera, tanto civil como eclesiástica, y se le requerirá que haga y
firme delante del Obispo, y en presencia de dos Presbíteros, la declaración requerida en el Artículo VIII

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de la Constitución. También deberá ser examinado por el Cuerpo de Capellanes Examinadores sobre la
historia, culto y gobierno de esta Iglesia. La Autoridad Eclesiástica, quedando satisfecha de los
conocimientos teológicos del Ministro, podrá recibirlo como Ministro de la misma.
Sección 2 Si dicho Ministro es un Diácono, no será ordenado Sacerdote hasta que haya cumplido los
Cánones de Ordenación de esta Iglesia.
Sección 3 Cualquier Ministro que desee valerse de la provisión de este Canon deberá pasar
satisfactoriamente los exámenes médico y psicológicos realizado por especialistas designados por el
Obispo Ordinario.

CANON 9
De la Ordenación de Diáconos Permanentes
Sección 1 Un Miembro Comulgante de esta Iglesia, deseoso de servir como Diácono Permanente, sin
renunciar a su ocupación secular y sin la intención de buscar el avance hacia el Sacerdocio, podrá ser
aceptado como Postulante y ser admitido como Candidato bajo las siguientes condiciones:
1. Deberá tener no menos de 25 años.
2. Ser aceptado como Postulante según lo previsto en el Canon 1, excluyendo la Sección 5
(a)
3. Presentar un perfil conductual emitido por un psicólogo reconocido por cada Diócesis.
Sección 2 Un Candidato una vez admitido para ser ordenado al Diaconado Permanente, en cualquier
momento después de doce y antes de veinticuatro meses de su admisión como Postulante deberá:
1. Certificar la culminación de los tópicos requeridos del Canon 3, Sección 2 (a); pero el
Obispo pudiera dar una dispensa para los cursos de los tópicos (c), (d), y (e) de Teología
Práctica del punto 6 de la mencionada Sección del Canon 3.
2. Haber sido recomendado para la ordenación al Diaconado Permanente por el Comité
Permanente, como se requiere en el Canon 5 Sección 8.
Sección 3 Un Diácono ordenado bajo las previsiones de este Canon podrá ejercer todas las funciones
pertinentes al oficio de Diácono, sujeto a las previsiones generales del Canon 5. Podrá ser asignado por
su Obispo como Ministro a Cargo de una Congregación donde no exista el servicio de un sacerdote
residente. A petición o con el consentimiento del Rector y la Sacristía, pudiera ser asignado como
Ministro asistente en una o más Parroquias. Si este es el caso, no podrá tener la dispensa como se
indica en la Sección 2 (1) de este Canon.
Sección 4 Cualquier Diácono ordenado acorde a este Canon, que desee avanzar al Sacerdocio, se le
exigirá que cumpla con todos los requisitos establecidos en el Canon 6 para dicha ordenación.

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CANON 10
De los Ministros Ordenados en Iglesias que no tienen Comunión con esta Iglesia.
Sección 1 (a) Cuando un Ministro ordenado en una Iglesia que no tiene comunión con esta Iglesia
desea ser Diácono o Sacerdote en esta última, deberá solicitar su incardinación ante un obispo de esta
iglesia, consignando por escrito los siguientes requisitos:
1. Evidencia de que ha sido debidamente bautizado con agua en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo.
2. Cartas de Santas Órdenes u otras credenciales que validen y autentiquen su Ordenación.
3. Evidencia satisfactoria de su carácter bondadoso y buena moral, y que está libre de algún voto o
compromiso que sea inconsistente con el ejercicio del Ministerio de esta Iglesia;
4. Evidencia de sus estudios académicos y teológicos.
5. Un certificado de al menos dos presbíteros de esta Iglesia señalando que: después de una
examinación personal, y con evidencia satisfactoria, creen que su deseo de dejar la comunión
donde militaba no se debe a circunstancias desfavorables respecto a su carácter moral o
religioso.
6. Una declaración de las razones que lo impulsaron a buscar entrar al Ministerio de esta Iglesia.
(b) Una vez que el obispo se cerciore de que todos los requisitos anteriores han sido agotados, estando
de acuerdo con la incardinación, y en consulta con el Comité Permanente, recibirá canónicamente a
dicho ministro.
Sección 2 (a) Luego de que el proceso de incardinación haya sido aprobado, se garantizará el fiel
cumplimiento de los requerimientos de la educación teológica prevista en el Canon 1, Sección 5 al
igual que lo dispuesto en el Canon 3.
(b) Si dicho Ministro aportara evidencia de un entrenamiento teológico satisfactorio en su antigua
comunión, deberá probar sus conocimientos al Cuerpo de Capellanes Examinadores en los siguientes
tópicos:
1. Historia Eclesiástica: La historia de la Iglesia de Inglaterra y un conocimiento especial de los
Siete Primeros Concilios Ecuménicos de la Iglesia Indivisa.
2. Doctrina: Las enseñanzas de la Iglesia como se exponen en los Credos.
3. Liturgia: El contenido y uso del Libro de Oración Común y del Misal de esta Iglesia.
4. Teología Práctica:
a. El Oficio y Trabajo del Diácono y del Sacerdote;
b. La Conducción del Culto Público;
c. La Constitución y Cánones.
5. Las diferencias que existen en aquellos puntos de Doctrina, Disciplina, Política y Culto, entre
esta Iglesia y la comunión de donde viene. Este examen será conducido con preguntas y
respuestas escritas, quedando archivadas como mínimo por tres años.

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(b) Si dicho Ministro no puede presentar evidencia satisfactoria de entrenamiento teológico en su
antigua Comunión, deberá conformarse a los requerimientos del Canon 1, Sección 5 y el Canon 3.
Sección 3 (a) Antes de solicitar cualquier certificación como ha sido previsto arriba, el solicitante
tendrá que recibir un certificado de que ha sido aceptado como un ministro en proceso de incardinación
de esta Iglesia, avalado con la firma Obispo.
(b) No podrá ser ordenado o recibido en su orden hasta transcurrir doce meses desde su aceptación,
como mínimo.
(c) El Obispo, en un libro apartado para este propósito, anotará el nombre completo de cada solicitante,
con los hechos de su aprobación o desaprobación de la solicitud, y la fecha en la cual se hizo. El
Obispo informará al solicitante de este hecho, y la fecha de su aceptación.
Sección 4 Antes de que dicho Ministro sea ordenado o recibido como Ministro de esta Iglesia, el
Obispo requerirá de él la promesa por escrito de que se someterá a la Disciplina de esta Iglesia sin
recurrir a otra jurisdicción eclesiástica o civil extranjera. Se le exigirá que haga y suscriba en presencia
del Obispo y de dos o más Presbíteros, la declaración requerida en el Artículo VIII de la Constitución.
Sección 5 (a) Una vez terminado el proceso de incardinación, y que el Obispo esté satisfecho de los
logros teológicos y fe sólida de dicho Ministro, podrá:
1. Recibirlo dentro de una Diócesis en su Orden, si ha sido previamente ordenado por un Obispo
con sucesión apostólica; o
2. Confirmarlo y hacerlo Diácono y, no antes de doce meses, ordenarlo como Sacerdote.
(b) En el caso de una ordenación de acuerdo con la Sección 5 (a) (2) de este Canon, el Obispo
consagrante, al momento de la ordenación, leerá el siguiente prefacio en el servicio:
N.N., quien fue un Ministro de Cristo, y que ahora desea ser hecho Diácono (o Sacerdote) en esta Iglesia, habiendo
aceptando la Doctrina, Disciplina, y Culto de esta Iglesia; se le confiere la gracia y la autoridad de las Santas
Órdenes como esta Iglesia las ha recibido según los requerimientos para el ejercicio del ministerio.
Las Cartas de Ordenación en este caso deben contener las siguientes palabras:
Conociendo de antemano el Ministerio que había recibido, por la presente se le añade la comisión de la gracia y
autoridad de las Santas Órdenes como son entendidas y requeridas por esta Iglesia para el ejercicio del Ministerio.
Sección 6 Nadie podrá ser ordenado o recibido Diácono sin haber cumplido los 21 años de edad.
Sección 7 Cualquier previsión en otros Cánones inconsistente con este Canon será inaplicable.
Sección 8 El Obispo podrá, durante el proceso de recepción de un Diácono o Sacerdote bajo este
Canon, que haya sido válidamente ordenado, licenciarlo para oficiar en su Orden temporalmente. En el
caso de que las Santas Órdenes sean inciertas, o que no las haya recibido por Ordenación Episcopal, el
Arzobispo podrá, estando en proceso la solicitud del Ministro, licenciarlo como Lector o como
Predicador, o ambos.

CANON 11
De la Consagración, y Recepción de Obispos
Sección 1 (a) Cuando la Cámara de Obispos deseara la Consagración de un nuevo Obispo, el Comité
Provincial presentará ante la secretaría de la Cámara de Clérigos y Laicos, las evidencias de la elección

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hecha por el Sínodo Diocesano de la Diócesis solicitante, junto con las evidencias de su ordenación
como Diácono y Sacerdote, y con el testimonial firmado por ellos, con las siguientes palabras:
Nosotros, cuyos nombres aparecen escritos, conociendo la importancia de que la Sagrada Orden del Episcopado no
debe ser conferida indignamente, firmemente persuadidos que es nuestro deber dar testimonio en esta solemne
ocasión sin parcialidad alguna o afección, hacemos, en presencia de Dios todopoderoso, la solemne declaración de
que el Reverendo N.N., hasta donde tenemos conocimiento, no ha tenido ningún reporte negativo que justifique
errores de religión o vida viciosa, y que nosotros sepamos, no existe ningún impedimento para que sea Consagrado
como Obispo. Por todo lo dicho, nos unimos para manifestar que le creemos suficientemente digno y capaz, tanto
en fe como en vida virtuosa y pura, de buena conversación y ejemplo para el rebaño de Cristo, y que es apto para el
ejercicio del Obispado para la honra de Dios y la edificación de Su santa Iglesia.
La Secretaría del Comité Provincial certificará que dicho testimonial haya sido firmado por una
mayoría calificada de las dos terceras partes, como mínimo, del mismo.
Los Secretarios de las Cámaras de Clérigos y Laicos darán los mismos testimoniales ante cada Cámara,
las cuales darán su consentimiento para la consagración del Obispo Electo, notificando dicho
consentimiento, certificado con la firma del Presidente y Secretario de dichas Cámaras, a la Cámara de
Obispos junto con todos los testimoniales.
(b) Si el Sínodo Provincial consiente dicha Consagración, el Arzobispo hará, sin dilación, el Mandato
Apostólico que será enviado al Comité Provincial, al Comité Permanente de la Diócesis solicitante y al
Obispo Electo. Al tiempo de la notificación de aceptación por el Obispo Electo de su elección, el
Arzobispo ordenará todo lo relacionado para la Consagración del mismo y será quien presida la misma,
pudiendo delegar esta función a otro Obispo de la Cámara de Obispos, junto con otros dos Obispos de
esta Provincia o, en su defecto, por otros dos Obispos que estén en comunión con esta Iglesia, que
puedan avalar el testimonial.
En todos los particulares, la misa de Consagración estará bajo la dirección del Arzobispo u Obispo que
preside dicha Ordenación.
Sección 2 Será legítimo que antes de los seis meses que se haga efectivo el retiro o renuncia de un
Obispo de su jurisdicción, por la convocatoria del Arzobispo, y con el consejo y consentimiento del
Comité Provincial, se llame a una reunión extraordinaria del Sínodo para elegir a un sucesor. Se prevé,
que si el Sínodo Provincial está sesionando en una reunión regular, podrá elegir al mismo en dicha
sesión. Los procedimientos para la elección de dicho sucesor están previstos en la Sección 1 de este
Canon. El Arzobispo no ordenará la Consagración de alguien antes de la fecha en la cual se haga
efectiva la renuncia en cuestión.
Sección 3 Nadie podrá ser Consagrado Obispo a menos que al mismo tiempo subscriba, en presencia
de los Obispos consagrantes, la declaración requerida en el Artículo VIII de la Constitución.
Sección 4 (a) La Cámara de Obispos podrá recibir a un Obispo de otra Iglesia que esté en comunión
con esta Iglesia, quien podrá asumir los derechos y deberes acorde al Artículo III de la Constitución, o
si es retirado, podrá gozar del estatus de un Obispo retirado de esta Iglesia.
(b) La Cámara de Obispos podrá, con la concurrencia del Comité Provincial, recibir a un Obispo de
una Iglesia que no está en comunión con esta Iglesia. Se prevé, que las provisiones del Canon 10 serán
observadas tanto para su Diaconado como para su Sacerdocio. También se prevé, que ninguna licencia
temporal será extendida a dicho Obispo para que oficie como Sacerdote sin que la Cámara de Obispos
haya certificado que su Ordenación y Consagración como Obispo es ciertamente válida, de lo contrario,
dicha licencia será solo para el estatus de Lector y Predicador hasta que haya recibido la Ordenación

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como Diácono y Sacerdote. Ninguna licencia se podrá extender más allá de las otorgadas por la Cámara
de Obispos.

CANON 12
De los Obispos Auxiliares
Sección 1 Un Obispo Auxiliar será electo de acuerdo con los Cánones para la elección de un Obispo.
La iniciativa siempre tendrá que ser tomada por el Obispo de la Diócesis quien solicitará la asistencia
de un Auxiliar.
Sección 2 No existirá, al mismo tiempo, más de un Obispo Auxiliar en una Diócesis, salvo con el
consentimiento especial de la Cámara de Obispos.
Sección 3 La Cámara de Obispos, a su discreción, podrá escoger a un Obispo Auxiliar para algún
Distrito Misionero como está prescrito en el Canon 48, Sección 2, sujeto a todas las provisiones del
mismo.
Sección 4 Un Obispo Auxiliar actuará como el asistente del Obispo de la Diócesis y bajo su dirección.
Sección 5 La ocupación del oficio de un Obispo Auxiliar no terminará por la muerte o renuncia
jurisdiccional del Obispo de la Diócesis. Un Obispo Auxiliar podrá, en cualquier momento, renunciar a
su posición como Obispo Auxiliar de la Diócesis o Distrito Misionero con el consentimiento de una
mayoría de los titulados para votar en la Cámara de Obispos. Un Obispo Auxiliar cuya renuncia haya
sido aceptada cumplirá funciones Episcopales sólo como se le autorice por el Arzobispo de esta Iglesia.
Sección 6 Cuando un Obispo Auxiliar sea electo Obispo de una Diócesis, los testimoniales serán
presentados ante cada una de las Cámaras del Sínodo Provincial. La concurrencia de cada una de las
mismas y su expreso consentimiento serán necesarios para la validación de dicha elección.

CANON 13
Del Arzobispo
Sección 1 El Arzobispo, además de ser el Ordinario en su propia Diócesis, presidirá las reuniones de la
Cámara de Obispos, y llevará a fin las consagraciones de los Obispos que hayan sido debidamente
electos. También ejecutará todos los deberes prescritos por otros Cánones del Sínodo Provincial para
dicho oficio.
Sección 2 Los estipendios y gastos necesarios del Arzobispo serán previstos en el presupuesto
aprobado por el Sínodo Provincial, acorde al Canon 40 Sección 1 (i).
Sección 3 El Arzobispo, una vez electo, mantendrá su Oficio por un periodo de diez años, a menos que,
por muerte, dimisión, o por deposición, de acuerdo a los cánones que regulan la disciplina de esta
Iglesia, deje vacante el Arzobispado.
En caso de ser solicitado por el Sínodo Provincial, el Arzobispo podrá continuar en sus funciones por
un nuevo periodo o por el tiempo que el mismo Sínodo estipule. Se prevé, que el Arzobispo deberá
estar de acuerdo con mantener dicha función.
Sección 4 Cuando exista una vacante en el Oficio Arzobispal, la Cámara de Obispos presentará un
candidato entre los Obispos activos de la Iglesia al Sínodo Provincial. El candidato episcopal, para
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poder asumir el cargo de Arzobispo, deberá ser ratificado en el Pleno del Sínodo Provincial con los
votos favorables de las dos terceras partes de cada una de las Cámaras del Sínodo.
Sección 5 En caso de una vacante temporal en el oficio Arzobispal, por razones de sentencia judicial o
por enfermedad grave, certificada por al menos tres médicos de reputación que hayan examinado el
caso, declarando que el Arzobispo es incapaz para actuar como Autoridad Eclesiástica, entonces, en un
Sínodo Extraordinario convocado por el Comité Provincial en consulta con la Cámara de Obispos, se
escogerá a un Obispo de esta Iglesia como la Autoridad Eclesiástica para todos los propósitos de estos
Cánones, y retendrán dicha autoridad hasta que el Arzobispo sea nuevamente declarado competente
para ejecutar sus deberes oficiales.
Sección 6 El Arzobispo podrá solicitar la designación o consagración de hasta dos Obispos Auxiliares.

CANON 14
Del Obispo Ordinario
Sección 1 El Ordinario presidirá los sínodos de su Diócesis, y llevará a fin las ordenaciones de los
Diáconos y Presbíteros que hayan sido debidamente electos. También ejecutará todos los deberes
prescritos por otros Cánones Provinciales para dicho oficio.
Sección 2 Los estipendios y gastos necesarios del Obispo Ordinario serán previstos en el presupuesto
aprobado por el Sínodo Diocesano, acorde al Canon 41 Sección 1 (i).
Sección 3 El Obispo, una vez electo, mantendrá su Oficio, hasta que, por muerte, dimisión, o por
deposición, de acuerdo a los cánones que regulan la disciplina de esta Iglesia, deje vacante el oficio.
Sección 4 Cuando exista una vacante, el Sínodo Diocesano elegirá y presentará un candidato a la
Cámara de Obispos de la Provincia, entre los obispos activos para su designación como Ordinario; si
no fuere electo uno de los Obispos activos para su designación como Ordinario de la Diócesis vacante,
el Sínodo Diocesano elegirá y presentará a un presbítero activo a la Cámara de Obispos para su
aceptación o no. De ser aceptado el candidato, se procederá acorde al canon 11.
Sección 5 En caso de una vacante temporal en el oficio episcopal, por razones de sentencia judicial o
por enfermedad grave, certificada por al menos tres médicos de reputación que hayan examinado el
caso, declarando que el Obispo es incapaz para actuar como Autoridad Eclesiástica, entonces, en una
reunión de la Cámara de Obispos, se escogerá a un Obispo de esta Iglesia como la Autoridad
Eclesiástica para todos los propósitos de estos Cánones, quien retendrá dicha autoridad hasta que el
Ordinario sea nuevamente declarado competente para ejecutar sus deberes oficiales.
Se prevé, que la cámara de obispos, en el caso de que la vacante haya sido por sentencia judicial,
determinará si conviene o no que el obispo en cuestión sea restituido o, en su defecto, se le inicie un
proceso disciplinario
Sección 6 El Obispo podrá solicitar la designación o consagración de un Obispo Auxiliar.
Sección 7 El Obispo Ordinario será el Obispo Protector de las diferentes órdenes religiosas que hagan
vida en su jurisdicción, a menos que sea designado un Obispo Protector, con el consentimiento del
Obispo de la jurisdicción, por la Cámara de Obispos.

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CANON 15
De los Deberes de los Obispos
Sección 1 Será deber de todo Obispo de esta Iglesia residir dentro de los límites de su jurisdicción. No
podrá ausentarse por más de tres meses sin el consentimiento de la Cámara de Obispos en consulta con
el Comité Permanente de la Diócesis involucrada o del Comité Provincial.
Sección 2 (a) Cada Obispo visitará las Congregaciones dentro de su Diócesis o Distrito Misionero, al
menos una vez cada año, con el propósito de examinar su condición, inspeccionar la conducta del
Clero, administrar el Sacramento de la Confirmación, predicar la Palabra y celebrar el Sacramento de la
Eucaristía.
En caso de una Diócesis extensa, si no hubiere Obispo Auxiliar que pueda ejercer funciones
episcopales por solicitud del Ordinario, el Obispo Ordinario podrá nombrar un Vicario Episcopal para
que lo ayude en la supervisión de su jurisdicción. En caso de una urgente y justificada necesidad, el
Obispo Ordinario podrá autorizar temporalmente al Vicario Episcopal para administrar el Sacramento
de la Confirmación.
(b) Cada Obispo mantendrá un registro de todos sus actos oficiales, el mismo será propiedad de la
Diócesis y será transmitido a su sucesor.
Sección 3 Cada Obispo enviará, al menos una vez al año, directrices al Clero de la Diócesis o Distrito
Misionero, y podrá dirigirse a su pueblo con Cartas Pastorales sobre puntos relacionados a la doctrina
cristiana, culto o maneras, requiriéndosele al clero que sean leídas a sus congregaciones.
Sección 4 Tanto en el Sínodo Provincial como en el Sínodo Diocesano, cada Obispo hará una
declaración de los asuntos de su Diócesis o Distrito Misionero desde el último reporte sobre: los
nombres de las Iglesias que ha visitado; el número de personas confirmadas; los nombres de aquellos
que han sido recibidos como Candidatos a las Santas Órdenes, y de aquellos que han sido ordenados, y
de los que ha suspendido o depuesto del ministerio; las vacantes por muerte, remoción, o por cualquier
otra causa, que tomaron lugar entre el clero; y cualquier otra información que arroje luz del estado de la
Diócesis o Distrito Misionero. Dichas declaraciones serán insertadas en los registros Provinciales y
Diocesanos.
Sección 5 Será deber de los Obispos, cuando tengan que salir de sus Diócesis por espacio de más de
tres meses, autorizar por escrito con su puño y letra, y con su sello, al Obispo Auxiliar, o si no hubiera
uno, al Comité Permanente, para actuar como Autoridad Eclesiástica durante su ausencia.
Sección 6 (a) Cualquier Obispo de esta Iglesia podrá visitar y ejercer oficios episcopales en una
Diócesis, o en parte de la misma, por la invitación del Comité Permanente de dicha Diócesis, y la
autorización escrita del Arzobispo, donde no haya Obispo, o donde el Obispo, por razones de una
sentencia judicial o por una enfermedad grave acorde al Canon 14 Sección 5, esté deshabilitado para
ejecutar los oficios episcopales por algún tiempo. Dicha invitación será por un periodo acordado.
(b) Una Diócesis sin Obispo, o cuyo Obispo esté por algún tiempo deshabilitado por razones de
sentencia judicial, podrá solicitar a la Cámara de Obispos, a un Obispo u Obispo Auxiliar de esta
Iglesia que sea la Autoridad Eclesiástica de la misma, bajo cargo provisional, y que actúe y ejecute
todos los deberes y oficios episcopales, hasta que, en el caso de una Diócesis vacante, un Obispo sea
debidamente electo y consagrado para la misma; o en el caso de una Diócesis cuyo Obispo esté
deshabilitado, la descalificación sea removida.

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(c) Si dicha Diócesis está bajo el cargo provisional de un Obispo de esta Iglesia, no podrá invitar a otro
Obispo para que ejecute ningún deber episcopal o ejerza autoridad.
Sección 7 (a) Si un Obispo, deseara retirarse de su jurisdicción, deberá manifestarlo por escrito al
Arzobispo, explicando las razones que lo llevan a tal decisión. Esta comunicación será enviada treinta
días antes de una reunión regular o especial de la Cámara de Obispos, como mínimo. El Arzobispo, sin
dilación, enviará una copia de dicha comunicación a cada Obispo de esta Provincia y hará lo mismo
con el Comité Provincial, con el propósito de que el obispo renunciante sea escuchado bien en persona
o por correspondencia, sobre dicha renuncia. La Cámara, durante su sesión, investigará las causas de la
renuncia, y por una mayoría de los presentes aceptará o rechazará la dimisión.
(b) En caso de que la dimisión sea enviada en un tiempo donde no haya reunión alguna de la Cámara
de Obispos, el Arzobispo convocará, a su discreción, una reunión especial.
(c) La Cámara de Obispos podrá aceptar la dimisión de un Obispo en una sesión de la misma, por el
voto de las dos terceras partes de los presentes, como mínimo.
(d) En todos los casos de una propuesta de dimisión, la Cámara de Obispos exigirá que el
procedimiento sea registrado en las actas oficiales. La renuncia se hará efectiva cuando sea aceptada
por el voto de la Cámara de Obispos, y sea registrada. Será deber del Arzobispo comunicar el hecho a
todos los Comités Permanentes de la Provincia.
(e) A petición del Arzobispo de esta Iglesia, un Obispo cuya renuncia haya sido aceptada, podrá ejercer
oficios Episcopales.
(f) Un Obispo que cese de su cargo Episcopal se mantendrá sujeto a los Cánones y a la Autoridad del
Sínodo Provincial.
Sección 8 En el caso de incapacidad del Arzobispo, el Obispo que, acorde a las Reglas de la Cámara de
Obispos venga a ser el Oficial Presidente, sustituirá al Arzobispo para los propósitos de este Canon.

CANON 16
De los Obispos Misioneros y de los Obispos Protectores
Sección 1 Obispos Misioneros o Protectores, ejercerán jurisdicción en los Territorios y Estados, o
partes de ambos, o en cualquier Distrito Misionero de esta Iglesia u Orden Religiosa, según sea el caso,
en conformidad con la Constitución y los Cánones de esta Iglesia, y bajo las regulaciones e
instrucciones que la Cámara de Obispos prescriban, que no sean contradictorias a la Constitución y los
Cánones.
Sección 2 Una notificación será enviada a todos los Arzobispos y Obispos Presidentes de las Iglesias en
comunión con esta Iglesia, señalando la creación de cualquier Distrito Misionero, Diócesis Misionera u
Orden Religiosa y de la designación de cualquier Obispo Misionero o Protector. Dicho Obispo ejercerá
su Misión dentro de una jurisdicción definida. Queda establecido, a juicio de esta Iglesia, que dos
Obispos de iglesias en comunión no podrán ejercer jurisdicción en el mismo lugar, a menos que se
llegue a un mutuo acuerdo.
Sección 3 Cada Obispo Misionero o Protector reportará anualmente su proceder, y el estado y
condición de su jurisdicción en el Sínodo Provincial. Dicho reporte deberá ser archivado, tal y como se

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ha ordenado en estos Cánones. Cada reporte debe incluir el estado de las cuentas de contribuciones
anuales para dicha jurisdicción.
Sección 4 Ningún Obispo Misionero o Protector en un Distrito Misionero u Orden Religiosa, podrá
Ordenar y Consagrar Diáconos y Presbíteros sin la autorización escrita del Arzobispo.
Sección 5 Cuando un Obispo Misionero o Protector sea la Autoridad Eclesiástica en una Diócesis
Misionera, ejercerá todas las prerrogativas episcopales de esta iglesia, acorde a los Cánones.
Sección 6 Ningún Obispo Misionero o Protector podrá solicitar la Consagración o Designación de un
Obispo Auxiliar en su jurisdicción.
Sección 7 Un Obispo Misionero o Protector, por razones justificadas, puede ser removido o reasignado
por la Cámara de Obispos.

CANON 17
De Suplir los Curatos Vacantes
Sección 1 Cuando una Parroquia o Congregación esté vacante, los guardianes notificarán del hecho al
Obispo, quién tomará las medidas provisorias necesarias, de acuerdo a sus recursos, para mantener
actividades eclesiásticas en dicha Parroquia.
Sección 2 Ninguna elección de un Rector se hará hasta que el nombre del clérigo propuesto sea
autorizado por el Obispo. Una vez obtenida la autorización, se le pedirá al Ministro que se entreviste
con la Sacristía.
Sección 3 Una vez aceptada la elección, una notificación firmada por los Guardianes, será enviada al
Obispo de la Diócesis. Si la Autoridad Eclesiástica ha verificado que la persona ha aceptado el oficio y
está debidamente calificado como Ministro, la notificación será enviada al Secretario del Sínodo
Diocesano, quien la registrará. Dicho registro será suficiente evidencia para la relación entre el
Ministro y la Parroquia.
Sección 4 Cuando un Ministro es elegido, para todos los propósitos mencionados aquí o en otro Canon,
estará comprometido por un término de al menos un año.
Sección 5 En caso de necesidad de un Ministro Asistente, una carta del Rector y los Guardianes será
enviada al Obispo para que autorice la elección del mismo.
Sección 6 Cualquier Parroquia o Congregación que elija a un Ministro o Ministro Asistente, se le
requerirá que participe en el Plan de Pensiones de la Iglesia.

CANON 18
De los Ministros a cargo de una Parroquia, Misión o Congregación, y sus Deberes
Sección 1 (a) El control del culto y la jurisdicción espiritual de la Parroquia, Misión o Congregación,
están investidas en el presbítero designado, sujeto a las Rúbricas del Libro de Oración Común, los
Cánones de esta Iglesia, y la dirección y consejo de su Obispo. Todos los cargos de una Parroquia,
Misión o Congregación, podrán ser designados por el presbítero a cargo y estarán bajo la autoridad del
mismo, a excepción de los que estén regulados por los Cánones 23.

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(b) Para los propósitos de este oficio y para un completo y libre desempeño de todas las funciones y
deberes que envuelve este ministerio, el presbítero estará autorizado para el uso y control de todos los
edificios parroquiales con todo su mobiliario.
Sección 2 (a) Será deber de todo Ministro de esta Iglesia a cargo de una Parroquia, Misión o
Congregación, ser diligente en la instrucción de los niños en el Catecismo, y de tiempo en tiempo
examinarlos públicamente delante de los fieles. También será su deber, por medio del catecismo,
formar a los jóvenes y a otros en las Sagradas Escrituras, Doctrina, Política, Historia, y Liturgia de la
Iglesia. Lo mismo hará con todas las personas de su Parroquia, Misión o Congregación en lo
concerniente al trabajo misionero de la Iglesia, tanto interno como externo, y dar una generosa
oportunidad para las ofrendas que ayuden al sostenimiento de dicho trabajo.
(b) Será deber de los Ministros, antes de bautizar a los infantes y niños, preparar a los padres y
padrinos sobre el significado del santo Bautismo, las responsabilidades de ellos, del entrenamiento
cristiano de su ahijado, y cómo esas obligaciones deben ser propiamente cumplidas. Se prevé, que los
catecúmenos mayores de 7 años, deberán ser instruidos en la fe acorde al manual de catecismo
aprobado por la Autoridad Eclesiástica.
(c) Será deber de todo Ministro preparar a los jóvenes y a otras personas para la Confirmación y/o
Recepción. Cuando el Obispo notifique su visita, el Ministro anunciará del hecho a la Congregación a
partir del domingo siguiente de haber recibido la misma. También deberá presentar a aquellas personas
que a su juicio están calificadas para la Confirmación y/o Recepción al Obispo.
(d) Será deber de todo Ministro, visitar a los enfermos y necesitados de la Parroquia, Misión o
Congregación, lo mismo que a los adultos mayores que no puedan asistir regularmente a las misas para
llevarles la Santa Comunión.
(e) En cada visita episcopal será deber del Ministro y de los Guardianes, exhibir al Obispo los registros
parroquiales y darle información del estado de la Congregación, tanto espiritual como temporal, de
forma escrita y con las firmas de los mismos.
(f) Las ofrendas y contribuciones en la administración de la Santa Eucaristía dominical, o en cualquier
otra fecha del mes y otras ofrendas para los pobres, a excepción de aquellas que se designen
específicamente, serán depositadas por el Ministro u oficiales que él designe, para ser manejadas, o
bajo su supervisión, a usos píos y caritativos que considere dignos. Durante una vacante, el Guardián
Superior será la persona responsable.
(g) Cuando el Obispo emita una Carta Pastoral, será deber de todo Ministro que tenga un cargo
pastoral, leerla a la Congregación en alguna de las celebraciones públicas en el día del Señor, sin dilatar
dicha lectura desde su recepción.
Sección 3 (a) Será deber de todo Ministro de esta Iglesia anotar en los libros de registros todos los
Bautismos, Confirmaciones, Recepciones, Matrimonios, Funerales, y los nombres de todos los
Comulgantes dentro de su curato.
(b) El registro de cada Bautismo y Matrimonio, será firmado por el Ministro oficiante.
(c) Cada Ministro de esta Iglesia, hará y mantendrá como una práctica continua, una lista de todas las
familias y personas adultas dentro de su Curato, que se mantendrá en la Parroquia, Misión o
Congregación, para el uso de su sucesor.

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Sección 4 (a) Ningún Ministro de esta Iglesia oficiará en la predicación o lectura de las oraciones en el
culto público, ni ejecutará ninguna función sacerdotal o ministerial, en una Parroquia, Misión o
Congregación, u otro ministerio, sin el consentimiento del Ministro a cargo; si el Ministro por ausencia
o deshabilitación no puede proveer los servicios establecidos para dicha Parroquia, Misión o
Congregación, se necesitará la autorización de la Sacristía con el visto bueno del Obispo.
Se prevé, que nada en esta Sección será interpretado para impedir que algún Clérigo de esta Iglesia
oficie, cuando tenga el consentimiento del Ministro de la Iglesia o lugar de adoración pública usado por
la Congregación de dicho Ministro, o en privado para los miembros de dicha congregación. En
ausencia de un Ministro a cargo, será necesario el consentimiento de los Guardianes de dicha
Congregación, además, de la licencia de la Autoridad Eclesiástica.
(b) Si algún Ministro de esta Iglesia fuera negligente en oficiar los servicios regulares en su
Congregación, los Guardianes de la Congregación, habiendo probado delante de la Autoridad
Eclesiástica de la Diócesis dicha negligencia, y con permiso escrito del mismo, podrán tener poderes
para permitir oficiar a un Ministro debidamente calificado de esta Iglesia.
Sección 5 (a) Un Ministro de esta Iglesia que desee establecerse dentro de otra Diócesis podrá, en pro
de conseguir la residencia canónica dentro de la misma, presentar a la Autoridad Eclesiástica un
testimonial de la Autoridad Eclesiástica de la Diócesis donde tuvo su última residencia canónica,
indicando su carácter y recta posición. El testimonial podrá ser escrito con las siguientes palabras:
Por la presente certifico que, el Reverendo N.N., quien me ha notificado su deseo de ser transferido a la Autoridad
Eclesiástica de ___________ es un Presbítero (Diácono) de esta Iglesia de buena reputación, y no tiene, a mi
entendimiento, ningún reporte negativo que justifique algún error religioso o de vida viciosa, por los últimos tres años.
(Firma)
(b) Dicho testimonial será llamado Cartas Dimisorias. La residencia canónica del Ministro transferido
se fechará desde la aceptación de las Cartas Dimisorias, y la notificación de la misma expedida al
Candidato y a la Autoridad Eclesiástica de donde viene.
(c) Las Cartas Dimisorias que no se consignen en un periodo de seis meses, desde la fecha de su
transmisión al Candidato, perderán su validez. Ningún Ministro oficiará, sea en la predicación como en
la administración de los Sacramentos, o en ningún otro servicio público, dentro de los límites de una
Diócesis o Distrito Misionero, que no sea canónicamente su residencia, sin una licencia de la Autoridad
Eclesiástica.
(d) Si un Ministro de una Iglesia en comunión con ésta, se traslada a esta Iglesia, y es llamado al
Curato de una Parroquia o Congregación para presentar las Cartas Dimisorias como se ha señalado
arriba, será deber de la Autoridad Eclesiástica aceptarle en los próximos tres meses, a menos que el
Obispo o el Comité Permanente hayan escuchado rumores concernientes al carácter del Ministro y
crean que dichos rumores están bien fundamentados, en cuyo caso la Autoridad Eclesiástica se
comunicará con el Obispo o La Autoridad Eclesiástica de la Diócesis de cuya jurisdicción viene el
Ministro. En dicho caso, no será deber de la Autoridad Eclesiástica aceptar las Cartas Dimisorias al
menos hasta que sea exculpado de dicho cargo.
(e) Ningún Ministro trasladado a esta Diócesis oficiará en una Parroquia, Misión o Congregación de
esta Iglesia, hasta que haya obtenido de la Autoridad Eclesiástica el certificado correspondiente con las
siguientes palabras:

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Por la presente certifico que, el Reverendo N.N., ha sido canónicamente transferido a mi jurisdicción y es un Ministro de
buena reputación.
(Firma y sello)

CANON 19
De los Diáconos
Sección 1 Todo Diácono estará sujeto a la dirección del Obispo de la Diócesis o, si no hubiese Obispo,
a los miembros clericales del Comité Permanente, en la persona de su Presidente. Oficiará en dicho
lugar sólo cuando el Obispo, o los miembros clericales del Comité Permanente, como sea el caso, lo
designe. No aceptará ninguna tarea ministerial fuera de la Diócesis donde pertenece sin el
consentimiento escrito de su Obispo y del Obispo de la Diócesis donde desea ministrar.
Sección 2 (a) Ningún Diácono será Rector de una Parroquia o Congregación, ni le será permitido ser
Capellán en esta Iglesia.
(b) Un Diácono que ministre en una Parroquia o Congregación bajo la autoridad de un Sacerdote,
actuará bajo la dirección del mismo.

CANON 20
De las Personas que no son Ministros Oficiantes de esta Iglesia
Ningún Ministro a cargo de una Congregación de esta Iglesia o, en el caso de una vacante o ausencia,
ninguna Sacristía, permitirá a ninguna persona oficiar en ella sin la suficiente evidencia de que ha sido
debidamente licenciado u ordenado para el ministerio en esta Iglesia. Se prevé, que nada en este Canon
será interpretado como impedimento para que un Comulgante de esta Iglesia pueda actuar como
Lector; o impedir al Obispo de la Diócesis dar los permisos a un cristiano, que no sea Ministro de esta
Iglesia, para dirigir en la Iglesia en ocasiones especiales.

CANON 21
De las Comunidades Religiosas
Sección 1 Una Comunidad Religiosa de hombres o mujeres que deseen reconocimiento oficial de la
Iglesia, deberán suministrar, para su aprobación, sus Reglas y Constitución a la Cámara de Obispos. No
podrán ser cambiadas ni modificadas sin la aprobación de la misma Cámara.
Sección 2 En dicha Constitución habrá un claro reconocimiento de la Doctrina, Disciplina, y Culto de
esta Iglesia, como suprema autoridad.
Sección 3 La Comunidad elegirá, de acuerdo a las reglas internas de la orden, a un Consiliario y un
Consistorio, que deberán ser licenciados por el Obispo Protector.
Sección 4 El sacerdote “Consiliario”, reportará al Obispo Protector todo lo concerniente a la orden.
Sección 5 Cualquier Sacerdote que ministre en una capilla de una Comunidad Religiosa, será
responsable ante su Obispo de su servicio, de la misma manera que un clérigo parroquial.

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Sección 6 En la administración de los Sacramentos, el Libro de Oración Común será usado sin
alteración, salvo aquellas legítimamente permitidas por la Autoridad Eclesiástica.
Sección 7 Para la apertura de cualquier convento, casa de retiro, hospitales, orfanatos, geriátricos,
escuelas, entre otros, deberá contar con el expreso consentimiento del Obispo Protector.
Sección 8 Será previsto en la Constitución de una Comunidad Religiosa, que el inmobiliario y
dotaciones pertenecientes a la misma, se llevará como un cuerpo en comunión con esta Iglesia.
Sección 9 Los miembros de una Comunidad Religiosa que ostenten las Santas Órdenes, estarán sujetos
a todas las regulaciones canónicas concerniente a los Clérigos.
Sección 10 El Obispo Protector velará que la Constitución y las Reglas, como fueron aprobadas, sean
debidamente observadas. Recibirá y escuchará las apelaciones, tanto de la comunidad como de los
miembros individuales, relacionadas a las transgresiones de las Reglas.
Sección 11 No estará dentro de la potestad de un Primado sucesor quitar el reconocimiento oficial que
se le ha dado a una Comunidad Religiosa, según las condiciones previstas por este Canon. Se prevé,
que el Sínodo Provincial, por razones justificadas, pueda quitar dicho reconocimiento.
Sección 12 La Comunidad deberá cubrir las cuotas establecidas por el Sínodo Diocesano.

CANON 22
De los Religiosos
Sección 1 Un hombre o mujer comulgante de esta Iglesia, que sea devoto y de probada salud, podrá ser
apartado para una Orden Religiosa.
Sección 2 Los deberes de un Religioso son: asistir en el cuidado de los pobres, enfermos, adultos
mayores, huérfanos, o cualquier otro grupo que necesite de la misericordia y la caridad de la Iglesia;
administrar la Santa Comunión, dar entrenamiento religioso y moral, entre otros. Dichos deberes no
incluye la actuación en las funciones litúrgicas que están reservadas para las Santas Órdenes. El
apostolado de cada Orden dependerá del Carisma inspirado por el Espíritu Santo a los fundadores de la
misma; tales como, obras de misericordia, o educación, o catequesis, o vida monástica, o
evangelización a través de los medios de comunicación, entre otros.
Sección 3 Nadie podrá ser profeso en una Orden Religiosa hasta que haya cumplido con todos los
requerimientos internos de dicha orden, ni que se hayan consignado ante el Obispo Protector los
testimoniales certificados de que es un comulgante de buena reputación de esta Iglesia y que, a juicio
de las personas testificantes, posee cualidades para cumplir con los deberes propios de la orden. El
testimonial de idoneidad será firmado por el Superior de la orden, el Consiliario, y por tres religiosos y/
o laicos comulgantes de esta Iglesia, que no tengan lazos de consanguinidad. El Obispo Protector se
asegurará que el candidato ha tenido un adecuado entrenamiento para su trabajo, tanto técnico como
religioso.
Sección 4 Ningún religioso aceptará trabajo en cualquier institución de esta Iglesia sin la expresa
autorización escrita del Superior de la Orden, ni emprenderá trabajo alguno en una Parroquia sin la
autorización del Superior de la Orden y del Rector de la Parroquia.

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Sección 5 Una orden religiosa, o uno o varios de sus miembros, podrá ser transferido a una Diócesis en
comunión con esta Iglesia con las respectivas cartas dimisorias y de admisión por las Autoridades
Eclesiásticas respectivas.
Sección 6 En cualquier momento, un religioso podrá renunciar a su oficio ante el Superior de la Orden,
quien participara al Obispo Protector de la misma; pero no podrá ser suspendido o removido de su
oficio por su Superior, sin una audiencia ante el Consiliario y el Consejo General de la orden, y con el
expreso consentimiento del Obispo Protector.
Sección 7 (a)Un religioso que desee ser admitido como candidato a las Santas Órdenes deberá, en
primera instancia, consultar con el Superior de la Orden y con el Consiliario, exponiéndoles el deseo de
ser admitido al Ministerio, junto con aquellas cosas que lo califican, o en su defecto, iniciar su
preparación.
(b) Si el resultado, después de haber inquirido en las calificaciones físicas, mentales, morales y
espirituales, determina que el religioso está calificado para aplicar, el Consiliario le aconsejará
mantenerse en sus intenciones y que dé a conocer personalmente su deseo al Obispo Protector,
preferiblemente por escrito. Consignará ante el Obispo Protector el nombre del Superior de la Orden y
del Sacerdote consiliario, de quienes el Obispo Protector se cerciorará en una entrevista personal o por
un reporte escrito, de las calificaciones y disposición del Candidato.
(c) Luego de la admisión como postulante, el proceso a seguir se hará conforme a lo establecido en
estos cánones para los Postulantes a las Santas Ordenes. Se prevé que en lo concerniente a los
certificados y testimoniales solicitados en estos cánones, la figura del presbítero será suplida por el
consiliario y la figura de la Sacristía será suplida por el consejo general de la Orden. También se prevé
que solo podrá aplicar a las Santas Ordenes los miembros masculinos de una Orden.
(d) Para el propósito de esta sección, la autoridad designada para la Ordenación es el Obispo Protector,
pudiendo ser ejercida por otro Obispo, a petición del primero.
Sección 8 Toda Profesión Religiosa será realizada en una Santa Misa, acorde al rito prescrito por esta
Iglesia, por el Obispo Protector, o en ausencia de éste y con su expreso consentimiento, por otro Obispo
o Sacerdote Superior.
Sección 9 Todo religioso de esta Iglesia se someterá a la Constitución y Cánones de esta Iglesia y a las
Reglas y Constituciones de la Orden.

CANON 23
De los Lectores y Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión
Sección 1 Un Miembro Comulgante que desee servir en la Iglesia en el servicio público como Lector
y/o Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión, debe procurar del Obispo o de la Autoridad
Eclesiástica de su Diócesis una licencia escrita. Dicha licencia no le será otorgada a ninguna persona
menor de dieciocho años de edad. Esta licencia será otorgada por un tiempo definido, no mayor a dos
años, y renovada periódicamente o revocada en cualquier momento. La misma podrá ser dada para una
vacante en una Parroquia o Misión o para una Congregación sin Ministro, pero donde un Presbítero
esté a cargo, su petición y recomendación debe ser previamente indicada a la Autoridad Eclesiástica.
Ninguna licencia será asignada para conducir el servicio en una Congregación sin Clérigo, sin que se
asegure primero los servicios de un Ministro Ordenado.
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Sección 2 Un Lector y/o Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión estará sujeto a las
regulaciones promulgadas por la Autoridad Eclesiástica.
Sección 3 En todos los asuntos relacionados a la conducción del servicio y de la lecturas de los
Sermones y Homilías, así como de la administración de la Sagrada Comunión, según sea el caso, el
licenciado se conformará a la dirección del Ministro a cargo de la Parroquia, Congregación, o Misión
en la cual sirve y, en todos los casos, a la dirección de su Obispo. El Lector leerá solamente las
oraciones Matutinas y Vespertinas (omitiendo la Absolución), las Letanías y las Lecciones en el Culto
Divino, y podrá servir como coordinador de cualquier departamento parroquial que no sea exclusivo a
las Santas Órdenes; el Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión se adherirá al Rito autorizado
por la Autoridad Eclesiástica. No pronunciarán sermones o disertaciones de su propia composición, al
menos, hasta que se le instruya y examinen, en el marco de una urgente necesidad con la autorización
de su Obispo. No vestirán ningún atuendo clerical reservado para los Ministros Ordenados.

TITULO II
De la Disciplina Eclesiástica

CANON 24
De la Sumisión, Citación y Asistencia a los Tribunales Eclesiásticos
Sección 1 Todo Sacerdote o Diácono estará sujeto a la jurisdicción de los Tribunales Eclesiásticos de
esta Iglesia. De la misma manera, todo Laico Comulgante de esta Iglesia estará sujeto a las órdenes y
petición de algún Tribunal en las audiencias y los procesos investigativos cuando se le requiera. La
citación de Clérigos y Laicos para comparecer ante algún Tribunal, será hecha como está previsto en la
Sección 2 de este Canon.
Sección 2 Cualquier notificación, citación, orden o petición de un Tribunal de la Iglesia dirigida a algún
Sacerdote, Diácono o Laico Comulgante, deberá ser entregada a dicha persona en una de las siguientes
maneras:
1. De forma personal;
2. Entregada en el lugar de residencia a dicha persona, o a una persona adulta en dicha residencia;
3. Enviada a la última dirección conocida de dicha persona a través de correo certificado;
4. Si no se pudiera entregar en alguna de las formas anteriores, se publicará dicha citación en
algún periódico de regular circulación dentro del País o Ciudad donde dicha persona es
canónicamente residente, en tres ediciones del mismo periódico por al menos, tres semanas
consecutivas, una por cada semana.
Sección 3 Cada Sacerdote y Diácono estará sujeto al Obispo de su Diócesis. Los Obispos estarán
sujetos a la Cámara de Obispos en todos los Cánones de la Disciplina Eclesiástica.
Sección 4 Si el Obispo Ordinario estuviera sujeto a algún proceso según los Cánones de la Disciplina
Eclesiástica de la Cámara de Obispos, o en alguna porción del mismo, su lugar en el procedimiento,
como se ha previsto, será asumido por el Arzobispo.

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CANON 25
De las Ofensas por las cuales podrán ser enjuiciados los Obispos, Presbíteros, o Diáconos

Un Obispo, Sacerdote o Diácono, podrá ser acusado por alguno de los siguientes cargos:
1) Por la comisión de un acto constitutivo de felonía, violando criminalmente el código de ley de
alguna subdivisión política de la nación;
2) Por la comisión de un acto lascivo o de naturaleza vulgar que envuelve la inmoralidad;
3) Por la participación, pronunciamiento, enseñanza o apoyo por otro medio a doctrina o práctica
que sea contraria a esta Iglesia;
4) Por violación a la Constitución y Cánones de esta Iglesia;
5) Cualquier acto o declaración que constituya una violación o repudio de sus Votos de
Ordenación;
6) Por una habitual negligencia en el ejercicio de su Oficio Ministerial, o en el culto público, o en
la Santa Comunión, sin causa justificada, acorde al orden y uso de esta Iglesia;
7) Por algún indecoroso, notorio y dilatorio acto o actos estimados derogatorios de la Iglesia o de
las Santas Órdenes. No obstante, se prevé, que ningún cargo formal de esta naturaleza será
presentado ni sancionado hasta que, al menos, el mismo sea certificado por escrito con la firma
de no menos de las tres cuartas partes de los miembros del Comité Permanente;
8) Por abandono de la Comunión de esta Iglesia.

CANON 26
Del Establecimiento de los Tribunales y su Jurisdicción
Sección 1 En pro de asegurar una expedita y justa disposición en la presentación de cargos
relacionados a los miembros de las Santas Órdenes, se establece el Tribunal de Juicio en cada
Diócesis de esta Provincia. Esta Corte tendrá jurisdicción sólo en las presentaciones de cargos contra
algún Sacerdote o Diácono en su residencia canónica. Consistirá de tres Sacerdotes que serán
seleccionados en cada Sínodo Diocesano de entre los Sacerdotes activos de cada Diócesis
Sección 2 Ningún Tribunal tendrá jurisdicción para escuchar y decidir sobre ninguna presentación de
cargos de ningún miembro del Clero en ningún lugar que esté localizado más allá de los límites de su
jurisdicción. No se le exigirá a ningún miembro del Clero responder a algún requerimiento de una
Corte fuera de su jurisdicción, salvo en aquellos casos que la Autoridad Eclesiástica lo autorice.
Sección 3 Todas las decisiones de cualquier Tribunal, deberán entregarse por escrito o en forma
mecanografiada, dentro de los quince días siguientes a la fecha de la conclusión de las audiencias.
Sección 4 (a) En caso de que se suscite una apelación y se determine que es procedente por la
Autoridad Eclesiástica, la Cámara de Obispos establecerá una Tribunal Provincial de Apelaciones.
Dicho Tribunal servirá sólo con el propósito de revisar los registros escritos, tal y como se
establecieron por algún Tribunal de Juicio de Pronosur. Ningún testimonio adicional, ni oral ni escrito,
será considerado. Podrá, a su elección, escuchar argumentos y revisar las minutas tanto del Clérigo
acusado como de los miembros de la Tribunal.

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(b) Para las apelaciones de un juicio, la Corte deberá establecerse dentro de los treinta días siguientes a
la recepción de la decisión escrita del Tribunal de Juicio.
(c) La notificación de apelación deberá ser por escrito o mecanografiada, dirigida al Obispo donde el
Clérigo reside canónicamente y a todos los miembros del Tribunal de Juicio.
(d) El Tribunal Provincial de Apelaciones se reunirá dentro de los treinta días desde la fecha de
recepción de la notificación de apelación o del registro escrito del Tribunal de Juicio. El Tribunal
Provincial de Apelación anunciará su decisión en los treinta días siguientes de la consideración de
dicha apelación y cesará sus funciones.
(e) En su sentencia, el Tribunal de Apelaciones podrá:
1. Afirmar la decisión del Tribunal de Juicio en todas sus partes;
2. Retornar la acusación para un nuevo juicio;
3. Invalidar la decisión del Tribunal de Juicio; o
4. Sobreseer la apelación por falla en el debido proceso o por falta de mérito.
(f) Los miembros del Tribunal de Apelaciones consistirán de:
1. El Arzobispo, quien presidirá el procedimiento;
2. Uno o dos Obispos que no estén involucrados en dicho proceso;
3. Dos Presbíteros, electos por la Cámara de Obispos, que no sean canónicamente residentes en la
Diócesis del acusado.
Sección 5 Todas las decisiones escritas de los diferentes Tribunales contendrán lo siguiente:
1. Un título apropiado de identificación;
2. Nombre del tema de la presentación;
3. Nombre o nombres y direcciones de los Ponentes de la acusación;
4. Una declaración concisa de la naturaleza de los cargos con las referencias canónicas;
5. Verificación de los hechos;
6. Veredicto; y
7. Sentencia dictada.
Sección 6 En sus deliberaciones, todas los Tribunales tendrán la prerrogativa de emplear, a su
discreción, taquígrafos y otros registradores de los procedimientos.

CANON 27
Del Tribunal de Investigación
Previo a la institución de un procedimiento por una presentación de cargos, y cuando exista una
circunstancia evidenciada por rumores, chismorreos, alegaciones, o inquietudes en la Iglesia,
ocasionando discordias o descontento, un Obispo de una Diócesis de esta Provincia, a su sola
discreción, podrá nombrar una Corte de Investigación que tendrá como propósito indagar la validez,

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causa y contenido de dicha circunstancia. Esta Corte ejercerá su autoridad, como sea necesario, para
establecer una opinión válida respecto a lo antes mencionado, reportándola por escrito a dicho Obispo,
quien tomará las medidas necesarias e instituirá el procedimiento que estime conveniente.

CANON 28
De la Membresía de los Tribunales
Sección 1 Las siguientes personas no podrán ser parte de un Tribunal:
1. El ponente de cargos, o persona que aparezca como testigo en un procedimiento;
2. Consanguíneos del acusado en cualquier grado; y
3. Una persona que tenga una opinión preconcebida.
Sección 2 Las vacantes que ocurran por cualquier razón en los Tribunales de Juicio o Apelación, serán
suplidas por la designación que el Obispo o el Arzobispo, según sea el caso, haga. El miembro
reemplazado estará disponible, pudiendo ser reelecto o reasignado.

CANON 29
De los Reglamentos Procesales de los Tribunales
Sección 1 Los Reglamentos de Procedimientos descritos aquí se aplicarán a todos los Tribunales de
Investigación, Juicio, y Apelaciones.
Sección 2 Los Tribunales de Juicio y Apelación estarán compuesto por:
1. El Arzobispo, o el Obispo Ordinario, según sea el caso, quien presidirá el Tribunal;
2. Tres Sacerdotes electos en cada Sínodo Diocesano para cada Tribunal de Juicio;
3. Para el Tribunal de Apelaciones, dos sacerdotes escogidos por la Cámara de Obispos que no
sean canónicamente residentes en la Diócesis del acusado;
4. Un secretario, que tendrá el deber de registrar los procedimientos y certificarlos. No obstante, se
prevé, que el secretario pudiera ser alguien que no sea miembro de la Corte como se ha
autorizado en el Canon 26, Sección 6.
5. Un consejero, versado tanto en las leyes canónicas como seculares, que será electo como
ayudante de la Corte, y aconsejará a los Tribunales en lo concerniente a la aplicación de las
leyes canónicas y seculares.
Sección 3 Las regulaciones generales de los procedimientos aplicables en una Corte, incluirán los
métodos de investigación, audiencias y las reglas de evidencias, tal como son aplicados en los
Tribunales Estatales donde los procedimientos han sido convenidos. Los derechos garantizados por la
Iglesia, su Constitución, Cánones, así como los previstos por el Estado y la Constitución Nacional,
serán observados.
Sección 4 Las presentaciones deberán ser hechas por escrito o mecanografiadas, de forma específica,
con suficientes detalles que informe a la Corte competente sobre los cargos, incluyendo lo siguiente:
1. El nombre exacto, o nombres, de las personas acusadas;
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2. La fecha o fechas, tiempo o tiempos, lugar o lugares de la presunta ofensa;
3. La posición del Clérigo acusado en el Orden y el lugar de la asignación ministerial;
4. La naturaleza de la ofensa con referencia a los Cánones, Constitución, Sagradas Escrituras,
Doctrina Eclesiástica; y
5. Los nombres exactos y direcciones de la persona o personas que promueven la acción judicial.
Sección 5 (a) Ningún cargo o cargos por la presunta comisión de un hecho o hechos que tengan cinco
años o más anterior a la fecha de la presentación, será considerado por un Tribunal para ningún
propósito y será desechado por el oficial presidente de la Corte al momento de su moción.
(b) Si el acusado ha sido condenado de felonía en una Corte Penal, a pesar de que dicho delito haya
sido cometido cinco años atrás, solo se podrá presentar el hecho hasta un año después de la condena.

CANON 30
De los Procesos Especiales para la Presentación de Cargos en Hechos Particulares
Sección 1 (a) “El Abandono de la Comunión de la Iglesia” será definido como: (1) una clara renuncia a
la Doctrina, Disciplina y Culto de la Iglesia, o alguno de los mismos, (2) de alguna admisión formal en
algún grado o consideración de ingresar a algún cuerpo religioso que no esté en comunión con esta
Iglesia, (3) en cualquier otra manera que constituya rechazo o salida de los preceptos, principios y
enseñanzas de esta Iglesia.
(b) La notificación de alguna acción de esta naturaleza será emitida por un Obispo de esta Iglesia con
una debida declaración certificada de al menos dos Sacerdotes, o tres Diáconos, o por las dos terceras
partes de los miembros del Comité Permanente.
(c) El Obispo, dentro de los cinco días siguientes de la notificación, informará al implicado que está
sujeto a una acusación de abandono de la Comunión y tomará acciones en los siguientes treinta días
durante los cuales, el acusado, podrá exigir ser escuchado por la Autoridad Eclesiástica. Dentro de los
treinta días de la recepción de una petición de audiencia, el Obispo convocará al Tribunal de Juicio. Si
la petición de audiencia no es recibida de la forma apropiada en dicho tiempo, un Certificado de
Deposición del Ministerio será hecho por el Obispo al implicado y certificará del mismo a todos los
Obispos, al Registrador del Sínodo Provincial, y al secretario del Comité Provincial. Si un juicio de
esta naturaleza es convenido, y los cargos son substanciados, realizándose la sentencia tal y como se ha
previsto por el abandono de la Comunión, dicha sentencia será notificada a la Iglesia en la manera que
aquí se ha previsto.
Sección 2 Si un Ministro se ausentara injustificadamente, o se contratara secularmente, sin haberlo
consultado con su Obispo y obtenido la dispensa, en un periodo de treinta días, dicho acto será
estimado como abandono de la Comunión de esta Iglesia y se le aplicarán las previsiones de este Canon
inmediatamente.
Sección 3 Cuando, de conformidad con los requisitos de este Canon, un clérigo sea depuesto del
Ministerio, la deposición será en toda la naturaleza y no simplemente de un mayor a menor orden.

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CANON 31
De las Sentencias
Sección 1 Cuando una Corte determine que un Sacerdote o Diácono es culpable de los cargos contra él,
el veredicto será hecho conforme a los términos y condiciones prescritos en el Canon 26, Sección 5.
Sección 2 Cuando una suspensión es impuesta, se especificará (1) los términos y condiciones de la
misma y (2) el tiempo e intervalo de dicha suspensión.
Sección 3 En el caso de que la imposición de la pena sea deposición, un Ministro no podrá ser depuesto
de mayor a menor orden.
Sección 4 Si un Sacerdote o Diácono es declarado culpable del cargo o cargos de una presentación por
el Tribunal de Juicio, y el acusado no apelara dicho fallo como se ha previsto, el oficial presidente de
dicha Corte certificará el fallo, juicio y sentencia. En el caso de una apelación de la acción de la Corte
de Juicio, será retenida la imposición de sentencia.
Sección 5 Al tiempo de una presentación de cargos, o en el juicio de una presentación de cargos, o
durante un periodo de apelación de una decisión adversa en el Tribunal de Juicio, el Obispo podrá
suspenderle de sus deberes ministeriales al Ministro implicado.
Sección 6 Cuando la sentencia ha sido impuesta, o la decisión del Tribunal de Juicio sea afirmada por
el Tribunal Provincial de Apelaciones, el Obispo u Arzobispo, según sea el caso, certificará la misma
ante el Registrador del Sínodo Provincial, y al Secretario del Comité Provincial.
Sección 7 Nadie, excepto un Obispo, podrá pronunciar sentencia o admonición, sea de suspensión o
deposición del Ministerio sobre ningún Obispo, Presbítero o Diácono.

CANON 32
De la Disolución de una Relación Pastoral
Sección 1 El Rector de una parroquia o misión solo podrá presentar su renuncia ante la sacristía, con la
aquiescencia escrita del Obispo. La sacristía deberá de manera inmediata iniciar el procedimiento
previsto en el Canon 17 “De suplir los curatos vacantes” y Canon 50 “De las Sacristía”, Sección 2, letra
b, para suplir la vacante absoluta. No podrá ser removido un Rector o Ministro canónica y legalmente
electo y a cargo de una Parroquia, por dicha Parroquia o Sacristía, sin la voluntad expresa del párroco y
la aquiescencia escrita del Obispo.
Sección 2 Si por alguna razón urgente, una Parroquia o Misión deseara una separación y disolución de
una relación pastoral, esta deberá comunicar el deseo y las razones, por escrito y firmado por el 75%
como mínimo de la totalidad de los miembros de la Sacristía al Rector y a la Autoridad Eclesiástica. El
Obispo en los siguientes 15 días hábiles de recibido el comunicado llamará a las partes para considerar
las causas y determinar el término y tiempo específico de la cesación, o que la relación pastoral no
cesará. El Obispo podrá pedir al Comité Permanente su opinión y será el último árbitro y juez. Si la
Diócesis está vacante, la Autoridad Eclesiástica solicitará al Arzobispo actuar como el Obispo, con
fuerza y efecto. Si la Autoridad eclesiástica, determinara la cesación definitiva; la parroquia o misión
deberá pagar al ministro un bono compensatorio equivalente a un mes del salario asignado hasta el
momento de la disolución de la relación pastoral, además deberá costear, si los hubiere, todos los gastos
relacionados con la mudanza y/o traslado del ministro y su familia (si la tuviere) a la nueva residencia

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parroquial donde sea llamado a servir. En caso de que el ministro salga de la Residencia Canónica de
esta Iglesia o, que por caso de medida disciplinaria acorde al Título 2 de estos cánones sea suspendido,
los gastos de mudanza y/o traslado serán responsabilidad del ministro en cuestión; de igual manera la
parroquia quedará exonerada del pago del bono compensatorio. Será deber de ambas partes someterse
a las audiencias, y de no hacerlo, la penalidad del rechazo y los debidos procesos en tal caso, serán
provistos por el Obispo en consulta con el Comité Permanente.
Sección 3 En el caso de una disolución regular y canónica entre un Rector o Ministro y su Parroquia
bajo este Canon, la Autoridad Eclesiástica notificará al Secretario del Sínodo Diocesano para el registro
del mismo.

CANON 33
De la Solemnización del Santo Matrimonio
Sección 1 Los Ministros de esta Iglesia serán cuidadosos en observar las leyes del Estado en los
contratos civiles de matrimonio en el lugar donde sirvan, y se conformarán a las leyes de esta Iglesia
que rige la Solemnización del Santo Matrimonio.
Sección 2 Ningún Ministro, que después de haber inquirido conozca que una persona es esposo o
esposa de otra persona viva y cuyo matrimonio no haya sido anulado o disuelto por una Corte Civil por
causas habidas después del matrimonio, solemnizará el matrimonio de dicha o dichas personas. No
obstante, se prevé, que en el caso de una persona que ha sido esposo o esposa de otra persona viva,
cuyo matrimonio ha sido anulado o disuelto por una Corte Civil, y hayan solicitado a un Ministro de
esta Iglesia la Solemnización del Matrimonio, el Ministro indagará todos los hechos pertinentes que
conciernen a dicha disolución, incluyendo los registros impresos y las causas de la disolución, y se
enviarán por escrito estos hechos al Ordinario con sus recomendaciones junto con las cartas de ambas
partes indicando el entendimiento que tienen sobre el matrimonio, y su acuerdo de someterse a la
Sección 4 de este Canon, como mínimo treinta días antes de la fecha propuesta para el matrimonio. En
cada caso, el Ministro entregará su opinión personal al Ordinario. Para la anulación del matrimonio
eclesiástico se prevé:
(a) Toda persona divorciada que solicite el matrimonio eclesiástico en cualquiera de las
Parroquias o misiones de esta Iglesia, deberá:
(i) Tener como mínimo un año de divorciado;
(ii) Consignar el documento del nuevo matrimonio civil;
(b) En ningún caso un Obispo de esta Iglesia podrá anular ningún matrimonio eclesiástico de un
miembro de otra Iglesia.
(c) Bajo ninguna circunstancia a ninguna persona se le otorgará el certificado de anulación de
matrimonio sin ser miembro de esta Iglesia.
(d) Ningún Ministro de esta Iglesia podrá celebrar el matrimonio de un divorciado sin la
autorización escrita de su Obispo.
En todos los casos, el procedimiento será confidencial.

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Sección 3 Ningún Ministro, después de haber indagado debidamente, solemnizará ningún matrimonio a
menos que las siguientes condiciones estén dadas:
1) Después de haber establecido que los derechos de las partes a contraer matrimonio no violen
ninguno de los siguientes impedimentos:
(a) Grados de consanguinidad contemplados en la Tabla de Afinidad acorde a la edición del
1662 del Libro de Oración Común de la Iglesia de Inglaterra;
(b) Error en cuanto a la identidad de cualquiera de las partes;
(c) Incompetencia o deficiencia mental suficiente para impedir el ejercicio de la inteligencia
para escoger de alguna o ambas partes;
(d) Impotencia, perversión sexual, o la existencia de alguna enfermedad venérea de alguna de
las partes;
(e) Hechos que harían de un matrimonio bígamo;
(f) Contratos concurrentes inconsistentes con el pacto del Santo Matrimonio acorde a las
Sagradas Escrituras y los Cánones de esta Iglesia;
(g) Fraude, coerción;
(h) En el caso de que ambas partes no sean bautizados;
2) Si a los tres días de la intención de matrimonio se prescinde del mismo por razones de peso, en
cuyo caso el Ordinario debe ser notificado inmediatamente y por escrito.
3) Que el Ministro aconseje a ambas partes en el Sacramento del Santo Matrimonio con respecto a
las implicaciones y responsabilidades teológicas y sociales.
4) Que haya, al menos, dos testigos presentes.
5) Que el Ministro registre en los archivos parroquiales el nombre, edad y residencia de cada una
de las partes. Dicho registro será firmado por el Ministro, los esposos, y al menos dos testigos.
Sección 4 El Ministro requerirá de las partes que firmen la siguiente declaración:
Nosotros, N.N. y N.N., deseosos de recibir la bendición del Santo Matrimonio en la Iglesia,
solemnemente declaramos que contraemos matrimonio para unirnos de por vida como esposo y
esposa acorde al Rito de esta Iglesia. Creemos que esto sirve con el propósito de la procreación
(si es posible) de hijos, abrigándolos tanto espiritual como físicamente, y para una mutua
relación, estímulo, y entendimiento, y para salvaguardar y beneficiar a la sociedad, y nos
comprometemos, tanto como nos sea posible, hacer nuestro mayor esfuerzo para establecer
dicha relación buscando la ayuda de Dios.
Sección 5 Estará a la discreción de cualquier Ministro declinar la Solemnización de un matrimonio.
Sección 6 Ningún Ministro de esta Iglesia oficiará el Sacramento del Santo Matrimonio entre personas
del mismo sexo.

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CANON 34
De las Regulaciones Respectivas a los Laicos
Sección 1 (a) Un miembro comulgante adulto es una persona de, al menos, dieciocho años de edad,
quien ha sido válidamente bautizado y confirmado en esta Iglesia, y cuyo nombre esté contenido en el
registro de una Parroquia o Misión de esta Iglesia.
(b) De no haber sido bautizado y confirmado en esta Iglesia, deberá ser recibido según el rito de
recepción del Libro de Oración Común, por un Obispo de esta Iglesia.
(c) Un Comulgante de buena reputación que desee mudarse de una Parroquia o Congregación a otra,
tendrá derecho a ser recibido y procurar del Rector o Ministro de la Parroquia o Congregación de su
última residencia, o si no hubiera Rector o Ministro, un certificado donde se declare que está
debidamente registrado como Comulgante de dicha Parroquia o Congregación y que desea ser
transferido. El Rector o Ministro de la Parroquia o Congregación en la cual la persona está presentando
dicho certificado, lo recibirá. Una notificación de registro en dicha Parroquia o Congregación será
enviada por el Rector o Ministro al Rector de la Parroquia de donde el Comulgante o bautizado ha
salido.
(d) Cualquier Comulgante de cualquier Iglesia que esté en comunión con esta Iglesia tendrá derecho a
los beneficios de esta Sección tanto como sea aplicable.
(e) También será el deber del Rector o Ministro de cada Parroquia o Congregación, aprender a despedir
a cualquier miembro de su Curato con las debidas Cartas Dimisorias, como ha sido previsto, además de
transmitir los consejos e informaciones pertinentes.
Sección 2 Cuando a una persona se le han negado los Sacramentos de la Iglesia, o quien haya sido
rechazado para recibir la Santa Comunión acorde a las Rubricas del Libro de Oración Común, elevará
su reclamo al Obispo, siendo deber del Obispo, a menos que vea digno exigir que la persona sea
admitida o restaurada por insuficiencia de las causas alegadas por el Ministro, instituir una
investigación. El Obispo procederá acorde a los principios de la ley de equidad para tomar una decisión
imparcial. A ningún Ministro de esta Iglesia se le demandará administrar los Sacramentos a una persona
a quién se le hayan negado los mismos, sin la autorización escrita del Obispo.
Los Sacramentos no serán negados, en ningún caso, a un penitente a punto de morir.

TITULO III
Del Culto
CANON 35
De la Traducción de la Biblia
Las Lecciones de las Oraciones Matutinas y Vespertinas, serán leídas de la traducción de las Sagradas
Escrituras que haya sido adoptada por la Cámara de Obispos debiendo contener los Libros
Deuterocanónicos. Las versiones recomendadas son la versión Dios Habla Hoy con los
deuterocanónicos y la Biblia de Nuestro Pueblo.

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CANON 36
Del Libro Estándar de Oración Común y Misal
El libro de Oración Común y Administración de los Sacramentos y otros Ritos y Ceremonias de la
Iglesia del 1662, es el estándar de la Doctrina y Adoración en la Iglesia Anglicana Tradicional y será
usado como el Libro de Oración Común de esta Iglesia.
El ordinario de la misa, con las plegarias eucarísticas, prefacios, antífonas, oraciones sobre las
ofrendas, colectas, post-comunión y bendiciones solemnes, serán conforme al uso del Misal autorizado
de la Provincia Anglicana del Norte de Suramérica.
Otras liturgias y Libros de Oración Común podrán ser autorizados para su uso en esta Iglesia por la
Cámara de Obispos sujeto a los requerimientos de los Cánones.
Nada en este Canon será interpretado como restrictivo a la autoridad de la Cámara de Obispos de esta
Iglesia para ordenar el uso de una forma especial de Culto.

CANON 37
De la Debida Celebración Dominical
Todo miembro de esta Iglesia celebrará y mantendrá el Día del Señor, comúnmente llamado Domingo,
con la participación regular en el culto público de la Iglesia, escuchando la Palabra de Dios leída y
enseñada, y por otros actos de devoción y trabajos de caridad, usando una sobria y devota
conversación.

CANON 38
De la Música en la Iglesia
Será deber de todo Ministro designar para el uso de su congregación, himnos y alabanzas autorizados
por las Rúbricas o por la Autoridad Eclesiástica de esta Iglesia y, con la asistencia de personas
calificadas en música, si es posible, ordenar todo lo concerniente a los tonos de las canciones en la
congregación. Será deber especial suprimir toda música indecorosa y toda ejecución irreverente. Para
este fin, el Ministro tendrá la autoridad final en la administración de todo lo pertinente a la música de la
congregación.

CANON 39
De la Consagración de Iglesias
Sección 1 Ninguna Iglesia o Capilla será consagrada hasta que el Obispo certifique de que el edificio y
el terreno donde se ha erigido, sea propio y esté libre de cualquier demanda.
Sección 2 En caso de que el edificio sea alquilado, la consagración del mismo se hará con el
compromiso de ser secularizado antes de culminar el contrato de arrendamiento, si no fuera renovado
dicho contrato.
Sección 3 Ninguna Iglesia o Capilla consagrada será removida, demolida, sin el previo consentimiento
del Obispo, en consulta con el Comité Permanente.

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Sección 4 Una Iglesia o Capilla que ha sido consagrada no será usada para ser hipotecada, puesta en
garantía, o cualquier otro uso extraño.
Sección 5 Ningún edificio consagrado como Iglesia o Capilla podrá ser usado para usos seculares.

TITULO IV
Organización y Administración

CANON 40
Del Sínodo Provincial
Sección 1 (a) En el tiempo y el lugar señalado para la reunión del Sínodo Provincial, el secretario del
mismo, o en su ausencia la persona designada para tal fin por el Comité Provincial, llamará a Orden a
los miembros presentes, registrando el nombre de aquellos que le presenten sus testimoniales en forma
debida, evidenciando de que la persona está registrada y tiene derecho a un asiento. Para poder instalar
el Sínodo, será necesaria la concurrencia de las tres cuartas partes de los registrados como delegados,
constituyendo de esta manera el quórum reglamentario.
Si existe quórum, según los registros, el secretario lo declarará y las Cámaras de Clérigos y de Laicos
procederán a organizarse para la elección por votación de un presidente y un secretario de entre los
miembros respectivos de cada Cámara. Una mayoría de votos será necesario para dicha elección. Tan
pronto como el presidente y secretario se hayan elegido en cada una de las Cámaras, los mismos
esperarán por la Cámara de Obispos, y le informarán de la organización de las Cámaras y de su
disposición para los procesos de discusión. Entonces el Arzobispo asumirá la presidencia del Sínodo y
declarará que el Sínodo ha sido organizado y dará apertura al proceso de discusiones.
(b) El Sínodo Provincial estará compuesto por:
(i) Todos los Obispos de esta Iglesia, activos o retirados.
(ii) Los Presbíteros y Diáconos delegados por cada Diócesis. Dejando claro, que no tendrán ni
voz ni voto en las reuniones sinodales aquellos que se encuentren bajo restricción o medida
disciplinaria;
(iii) Delegados laicos electos de cada Diócesis que estén registrados en el más reciente reporte
anual.
(iv) Secretarios y tesoreros de los diferentes sínodos.
(c) Los delegados de cada Diócesis serán escogidos anualmente en los respectivos Sínodos Diocesanos
de la siguiente forma: Tres representantes elegidos entre y por los delegados de la Cámara de Laicos,
tres representantes elegidos entre y por los delegados de la Cámara de Clérigos, más dos delegados
suplentes por cada cámara para suplir, en caso de ser necesario, a los delegados principales.
Los Obispos podrán proponer invitados, siendo prerrogativa del Arzobispo, en consulta con el Comité
Provincial, aprobarlas o no. Se establece que los mismos no tendrán voz ni voto en las decisiones que
se tomen en dicho Sínodo. El Arzobispo podrá, a motu proprio, hacer invitaciones a los Sínodos.

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(d) Con el propósito de ayudar al Secretario del Sínodo Provincial en la preparación de los registros
especificados en la cláusula (a), será deber del secretario de cada Sínodo Diocesano, tan pronto como
sea posible, enviar las copias certificadas de los testimoniales de los delegados.
(e) El Secretario Provincial mantendrá una minuta completa de todo el procedimiento del Sínodo
Provincial, registrando todos los reportes en un libro destinado para tal fin, y preservará los diarios y
registros del Sínodo Provincial; los enviará al Registrador como se ha previsto y ejecutará cualquier
otro deber que le sea asignado por el Sínodo. Podrá, con la aprobación del Sínodo Provincial, asignar a
un secretario asistente, y continuará en el oficio hasta la organización del siguiente Sínodo Provincial y
sea sustituido. Si durante el receso del Sínodo Provincial ocurriera una vacante en el oficio de
Secretario del Sínodo Provincial, un nuevo Secretario será asignado por el Comité Provincial. Los
secretarios de las Cámaras de Clérigos y Laicos, mantendrán una minuta completa de sus
procedimientos por separado y las entregarán al Secretario del Sínodo Provincial para la inclusión en
los registros sinodales.
(f) Será deber del Secretario del Sínodo Provincial, cuando haya una proposición de alteración del
Libro de Oración Común o de la Constitución, o cualquier otro sujeto, suministrarlo a la Cámara de
Obispos al igual que a los secretarios del resto de las Cámaras, evidenciando por escrito que los
requerimientos a seguir han sido completados, y los presentará en la siguiente sesión del Sínodo
Provincial. Notificará a cada secretario que es su deber hacer conocer dicha propuesta de alteración del
Libro de Oración Común y de la Constitución, o del sujeto propuesto, a los demás miembros de su
respectiva Cámara, y certificar que dicha acción fue realizada.
(g) El Secretario, el Registrador y el Tesorero del Sínodo Provincial tendrán derecho a una silla en el
mismo y, con el consentimiento del Arzobispo, podrán discutir sobre los tópicos de sus respectivos
oficios.
(h) En las reuniones del Sínodo Provincial, como en las reuniones de las diferentes Cámaras, las reglas
y orden de las reuniones previas serán observadas hasta que sean enmendadas o repelidas por el Sínodo
Provincial, o en las respectivas Cámaras.
(i) Anualmente se establecerá en el Sínodo Provincial un presupuesto para la Iglesia. Dicho
presupuesto se suplirá con el diez por ciento de las entradas y las cuotas especiales asignadas a las
Diócesis representadas en el Sínodo Provincial, quienes deberán suplir en el tiempo señalado dichos
fondos. El diez por ciento y las cuotas especiales asignadas, serán recibidos en el tesoro de la Provincia
con acuse de recibo del Tesorero Provincial.
Se prevé, que para efectos de poder garantizar las funciones propias del Arzobispo, tales como: viajes,
alimentación, hospedaje, transporte, entre otros; además de los gastos usuales de la Provincia, las
Diócesis deberán asumir con seriedad el pago del diez por ciento de sus entradas y las cuotas especiales
discutidas y aprobadas por el Comité Provincial. Dichas cuotas serán asignadas de forma proporcional
de acuerdo a los ingresos de cada Diócesis.
Sección 2 (a) Los derechos para llamar a una reunión especial del Sínodo estarán investidos en el
Arzobispo en consulta con la Cámara de Obispos. La convocación a dicha reunión se hará, indicando el
tiempo y el lugar de la reunión.
(b) Los delegados electos para el Sínodo Provincial precedente, serán los mismos delegados que
asistirán a las reuniones especiales del Sínodo Provincial, excepto en casos, que por razones
justificadas, otros delegados hayan sido escogidos en el ínterin por los Sínodos Diocesanos.
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(c) Cuando se origine una vacante en la representación de una Diócesis por causa de muerte, ausencia o
inhabilidad de algún delegado, será suplido, sea temporal o permanentemente, de la manera que lo
prescriba el Comité Permanente respectivo o, en la ausencia de dicha provisión, por la Autoridad
Eclesiástica. Durante dicho periodo, como ha sido estipulado en el certificado, tendrá poderes
asignados como Delegado para los derechos que conciernen a dicho cargo en el lugar donde fuere
designado.
Sección 3 (a) El Sínodo Provincial elegirá un Registrador de entre los delegados asistentes. Su deber
será recibir todos los diarios, archivos, papeles, reportes y otros documentos o artículos que provengan
de cualquiera de las Cámaras del Sínodo Provincial, arreglándolos, etiquetándolos, indexándolos, y
colocándolos en orden, dándole un seguro mantenimiento a los mismos en un depósito accesible, bajo
las regulaciones que el Sínodo Provincial prevea.
(b) También será deber del Registrador, procurar un libro adecuado y anotar los registros de las
ordenaciones y consagraciones de esta Iglesia, teniendo cuidado de escribir el tiempo y el lugar con los
nombres del Obispo Ordinario u Obispos Consagrantes, según sea el caso, y de otros clérigos asistentes
de una manera práctica y auténtica. También dará la debida notificación a todas las Diócesis del tiempo
y el lugar de las futuras ordenaciones y consagraciones que los Obispos hayan hecho registrar.
(c) Preparará, en la forma como sea indicada por la Cámara de Obispos, las Cartas de Ordenación y
Consagración, con duplicados, debiendo ser firmadas y selladas inmediatamente por el Obispo
Consagrante o Arzobispo, según sea el caso. Enviará una al recién consagrado, y archivará la otra en
los documentos bajo su custodia. También hará la minuta respectiva en el libro de registro.
(d) Será deber del Registrador dar continuidad a la Lista de Ordenaciones y Consagraciones y
mantener, correctamente, una lista del Clero para el primer día de marzo de cada año; y podrá
suministrar una copia certificada a aquellos que la soliciten a expensa de los mismos.
(e) Será deber del Registrador procurar un libro adecuado y anotar las Parroquias, Misiones,
Comunidades Misioneras, Ordenes Religiosas que permanezcan en la unión de esta Iglesia. También
registrará en un libro apartado para tal fin, los clérigos asignados a cada Parroquia, Misión o
Comunidad Misionera y los Presbíteros Consiliarios; así como los nombres de los Superiores y
Directores de las diferentes Ordenes Religiosas.
(f) Será deber de los secretarios de cada Sínodo Diocesano, presentar al Registrador Provincial, antes
del primer día del mes de Marzo de cada año, los siguientes reportes: (1) nombres de los Clérigos
canónicamente residentes desde el primer día de Enero de cada año, con los diferentes cargos; (2)
nombres de los Clérigos licenciados por el Obispo para oficiar, no transferidos; (3) nombres de todas
las personas, pertenecientes a la Congregación, que han sido ordenadas como Diáconos o Sacerdotes
durante el presente año, con la fecha y lugar de ordenación y el nombre del Obispo Consagrante; (4)
nombres de los Clérigos que han muerto durante el año, con la fecha y lugar de su muerte; (5) nombres
de los Clérigos que hayan sido transferidos durante el año, con la fecha de las Cartas Dimisorias y de su
aceptación, y el nombre de la Congregación a donde fueron transferidos; (6) nombres de los Clérigos
que han sido suspendidos durante el año, con la fecha y lugar de suspensión; (7) nombres de los
Clérigos que han sido depuestos durante el año, con la fecha y lugar de deposición. El Registrador
Provincial no publicará las causas de las suspensiones o deposiciones.
(g) Los gastos necesarios que incurran bajo esta sección serán pagados por el Tesoro del Sínodo
Provincial.
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(h) Será deber del Secretario del Sínodo Provincial entregar al Registrador Provincial, dentro de los tres
meses subsiguientes a la clausura del mismo, todas las minutas manuscritas de los procedimientos de
dicho Sínodo Provincial y de cada Cámara por separado, junto con los diarios, papeles, archivos,
reportes, y todos los documentos respectivos. También entregará al Registrador Provincial, a menos
que se le indique lo contrario, todos los diarios, archivos, papeles, reportes, y otros documentos
especificados en el Canon 42, sección 2 y 4. El Secretario Provincial requerirá del Registrador
Provincial, acuse de recibo de todos los documentos entregados.
(i) En caso de una vacante en el oficio de Registrador Provincial, el Arzobispo asignará a un nuevo
Registrador Provincial, quien se mantendrá en el oficio hasta el próximo Sínodo.
Sección 4 (a) En cada reunión del Sínodo Provincial, un Tesorero Provincial será escogido
manteniéndose en el oficio hasta la próxima reunión Sinodal, y hasta que su sucesor sea designado.
Será su deber recibir y desembolsar el dinero recolectado bajo la autoridad del Sínodo Provincial, y de
que dichos movimientos no se hagan sin ser prescritos, e invertir los fondos excedentes como se tenga a
mano. También deberá informar por escrito a las Diócesis, de acuerdo a este canon en la sección 1.
literal i y al canon 44, sección 3. Rendirá cuentas al Sínodo Provincial y se le practicarán auditorias
anuales bajo la dirección del Comité Provincial.
(b) El Tesorero asignará, sujeto a la confirmación del Arzobispo y el Comité Provincial, cuantos
asistentes sean necesarios, manteniendo sus oficios hasta que sus sucesores sean asignados y
confirmados.
(c) En caso de una vacante en el oficio, el Arzobispo designará a un Tesorero, quien mantendrá dicho
oficio hasta que otro nombramiento sea hecho por el Sínodo.

CANON 41
De los Sínodos Diocesanos
Sección 1 (a) En el tiempo y el lugar señalado para la reunión de los respectivos Sínodos Diocesanos,
el secretario del mismo, o en su ausencia la persona designada para tal fin por el Comité Permanente
respectivo, llamará a orden a los miembros presentes, registrando el nombre de aquellos que le
presenten sus testimoniales en forma debida, evidenciando de que la persona está registrada y tiene
derecho a un asiento. Para poder instalar el Sínodo Diocesano respectivo, será necesaria la concurrencia
de las tres cuartas partes de los registrados como delegados, constituyendo de esta manera el quórum
reglamentario.
Si existe quórum, según los registros, el secretario lo declarará y las diferentes Cámaras procederán a
organizarse para la elección por votación de un presidente y un secretario de entre los miembros
respectivos de cada Cámara. Una mayoría de votos será necesario para dicha elección. Tan pronto
como el presidente y secretario se hayan elegido en cada una de las Cámaras, los mismos esperarán por
el o los Obispos de la respectiva Diócesis, según sea el caso, y le informarán de la organización de las
Cámaras y de su disposición para los procesos de discusión. Entonces el Obispo Ordinario asumirá la
presidencia del Sínodo y declarará que el Sínodo ha sido organizado y dará apertura al proceso de
discusiones.
Si existiera una vacante del Obispo Ordinario, el Obispo Auxiliar, con la autorización del Arzobispo,
asumirá la presidencia del Sínodo respectivo. Si no hubiera Obispo Auxiliar, la presidencia será

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asumida por el Arzobispo o, por un Obispo de esta Provincia con la autorización del Arzobispo y el
visto bueno del Comité Permanente respectivo o, por el Comité Permanente respectivo con la debida
autorización del Arzobispo.
(b) Los Sínodos Diocesanos estarán compuesto por:
(i) Todos los Obispos de la Diócesis, activos o retirados.
(ii) Los Presbíteros y Diáconos de la Diócesis. Dejando claro, que no tendrán ni voz ni voto en
las reuniones sinodales aquellos que se encuentren bajo restricción o medida disciplinaria;
(iii) Los representantes de las Ordenes Religiosas, en aquellas Diócesis donde hagan vida,
quienes tendrán voz en las deliberaciones de dicha Cámara. Se prevé, que tanto para el
voto como para formar el quórum de dicha Cámara, solo se considerarán dos delegados de
cada Orden Religiosa más el Superior de la misma;
(iv) Delegados electos de cada Parroquia, Misión y Comunidad Misionera que estén registrados
en el más reciente reporte anual.
(v) Todos los postulantes a las santas órdenes y órdenes religiosas, dejando claro que no
tendrán voz ni voto en las discusiones del Sínodo.
(c) Los delegados de cada Parroquia o Misión serán escogidos anualmente de la siguiente forma: dos
representantes elegidos entre y por los miembros comulgantes, y el tesorero de dicha congregación. En
el caso de las Comunidades Misioneras, se escogerá un solo delegado entre los fieles que asisten
regularmente, siempre y cuando sea miembro comulgante de esta iglesia. El Obispo, en consulta con el
Comité Permanente, podrá autorizar otra forma de elección.
Los Presbíteros podrán proponer invitados, siendo prerrogativa del Obispo aprobarlas o no. Se
establece que los mismos no tendrán voz ni voto en las decisiones que se tomen en dicho Sínodo. El
Obispo podrá, a motu proprio, hacer invitaciones a los Sínodos.
(d) Con el propósito de ayudar al Secretario del Sínodo en la preparación de los registros especificados
en la cláusula (a), será deber del secretario de cada Sacristía, tan pronto como sea posible, enviar las
copias certificadas de los testimoniales de los delegados.
(e) El Secretario mantendrá una minuta completa de todo el procedimiento del Sínodo, registrando
todos los reportes en un libro destinado para tal fin, y preservará los diarios y registros del Sínodo; los
enviará al Registrador como se ha previsto y ejecutará cualquier otro deber que le sea asignado por el
Sínodo. Podrá, con la aprobación del Sínodo, asignar a un secretario asistente, y continuará en el oficio
hasta la organización del siguiente Sínodo y sea sustituido. Si durante el receso del Sínodo ocurriera
una vacante en el oficio de Secretario del Sínodo, un nuevo Secretario será asignado por el Comité
Permanente. Los secretarios de las Cámaras de Clérigos, Órdenes Religiosas y Laicos, mantendrán una
minuta completa de sus procedimientos por separado y las entregarán al Secretario del Sínodo para la
inclusión en los registros sinodales.
(f) Será deber del Secretario del Sínodo, cuando haya una proposición de alteración de la Constitución,
o cualquier otro sujeto, suministrarlo al Obispo Ordinario al igual que a los secretarios del resto de las
Cámaras, evidenciando por escrito que los requerimientos a seguir han sido completados, y los
presentará en la siguiente sesión del Sínodo. Notificará a cada secretario que es su deber hacer conocer

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dicha propuesta de alteración de la Constitución, o del sujeto propuesto, a los demás miembros de su
respectiva Cámara, y certificar que dicha acción fue realizada.
(g) El Secretario, el Registrador y el Tesorero del Sínodo tendrán derecho a una silla en el mismo y, con
el consentimiento del Obispo Presidente, podrán discutir sobre los tópicos de sus respectivos oficios.
(h) En las reuniones del Sínodo, como en las reuniones de las diferentes Cámaras, las reglas y orden de
las reuniones previas serán observadas hasta que sean enmendadas o repelidas por el Sínodo, o en las
respectivas Cámaras.
(i) Anualmente se establecerá en el Sínodo un presupuesto para la Diócesis. Dicho presupuesto se
suplirá con los diez por ciento de las entradas y las cuotas especiales asignadas a las Parroquias,
Misiones, Comunidades Misioneras y Ordenes Religiosas representadas en el Sínodo. El diez por
ciento y las cuotas especiales asignadas, serán recibidos en el tesoro de la Diócesis con acuse de recibo
del Tesorero.
Se prevé, que para efectos de poder garantizar las funciones propias del Obispo, tales como: viajes,
alimentación, hospedaje, transporte, entre otros; además de los gastos usuales de la Diócesis, las
Parroquias, Misiones, Comunidades Misioneras y Ordenes Religiosas deberán asumir con seriedad el
pago del diez por ciento de sus entradas y las cuotas especiales discutidas y aprobadas en el Comité
Permanente. Dichas cuotas serán asignadas de forma proporcional de acuerdo a los ingresos de cada
Congregación.
Sección 2 (a) Los derechos para llamar a una reunión especial del Sínodo estarán investidos en el
Obispo Ordinario. La convocación a dicha reunión se hará, indicando el tiempo y el lugar de la reunión.
(b) Los delegados electos para el Sínodo precedente, serán los mismos delegados que asistirán a las
reuniones especiales del Sínodo Diocesano, excepto en casos, que por razones justificadas, otros
delegados hayan sido escogidos en el ínterin por las Sacristías.
(c) Cuando se origine una vacante en la representación de una Congregación por causa de muerte,
ausencia o inhabilidad de algún delegado, será suplido, sea temporal o permanentemente, de la manera
que lo prescriba la Sacristía o, en ausencia de dicha provisión, por la Autoridad Eclesiástica. Durante
dicho periodo, como ha sido estipulado en el certificado, tendrá poderes asignados como Delegado para
los derechos que conciernen a dicho cargo en el lugar donde fuere designado.
Sección 3 (a) El Sínodo elegirá un Registrador de entre los delegados asistentes. Su deber será recibir
todos los diarios, archivos, papeles, reportes y otros documentos o artículos que provengan de
cualquiera de las Cámaras del Sínodo, arreglándolos, etiquetándolos, indexándolos, y colocándolos en
orden, dándole un seguro mantenimiento a los mismos en un deposito accesible, bajo las regulaciones
que el Sínodo prevea.
(b) También será deber del Registrador, procurar un libro adecuado y anotar los registros de las
ordenaciones y consagraciones de esta Iglesia, así como otro libro para las Profesiones Religiosas,
teniendo cuidado de escribir el tiempo y el lugar con los nombres del Obispo consagrante y de otros
clérigos asistentes de una manera práctica y auténtica. También dará la debida notificación a todas las
Parroquias, Misiones, Comunidades Misioneras y Ordenes Religiosas, del tiempo y el lugar de las
futuras ordenaciones, consagraciones y profesiones religiosas que el Obispo hayan hecho registrar.
(c) Preparará, en la forma como sea indicada por el Obispo, las Cartas de Ordenación y Consagración,
con duplicados, debiendo ser firmadas y selladas inmediatamente por el Obispo Consagrante. Enviará
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una al recién consagrado, y archivará la otra en los documentos bajo su custodia. También hará la
minuta respectiva en el libro de registro.
(d) Será deber del Registrador dar continuidad a la Lista de Ordenaciones y mantener, correctamente,
una lista del Clero para el primer día de marzo de cada año; y podrá suministrar una copia certificada a
aquellos que la soliciten a expensa de los mismos.
(e) Será deber del Registrador procurar un libro adecuado y anotar las Parroquias, Misiones,
Comunidades Misioneras, Ordenes Religiosas que sean parte de la Diócesis. También registrará en un
libro apartado para tal fin, los clérigos asignados a cada Parroquia, Misión o Comunidad Misionera y
los Presbíteros Consiliarios; así como los nombres de los Superiores y Directores de las diferentes
Ordenes Religiosas.
(f) Será deber de los secretarios de cada Sacristía, presentar al Registrador, antes del primer día del mes
de Marzo de cada año, los siguientes reportes: (1) nombres de los Clérigos canónicamente residentes
desde el primer día de Enero de cada año, con los diferentes cargos; (2) nombres de los Clérigos
licenciados por el Obispo para oficiar, no transferidos; (3) nombres de todas las personas,
pertenecientes a la Congregación, que han sido ordenadas como Diáconos o Sacerdotes durante el
presente año, con la fecha y lugar de ordenación y el nombre del Obispo Consagrante; (4) nombres de
los Clérigos que han muerto durante el año, con la fecha y lugar de su muerte; (5) nombres de los
Clérigos que hayan sido transferidos durante el año, con la fecha de las Cartas Dimisorias y de su
aceptación, y el nombre de la Congregación a donde fueron transferidos; (6) nombres de los Clérigos
que han sido suspendidos durante el año, con la fecha y lugar de suspensión; (7) nombres de los
Clérigos que han sido depuestos durante el año, con la fecha y lugar de deposición. El Registrador no
publicará las causas de las suspensiones o deposiciones.
(g) Los gastos necesarios que incurran bajo esta sección serán pagados por el Tesoro del Sínodo
Diocesano.
(h) Será deber del Secretario del Sínodo entregar al Registrador, dentro de los tres meses subsiguientes
a la clausura del mismo, todas las minutas manuscritas de los procedimientos de dicho Sínodo y de
cada Cámara por separado, junto con los diarios, papeles, archivos, reportes, y todos los documentos
respectivos. También entregará al Registrador, a menos que se le indique lo contrario, todos los diarios,
archivos, papeles, reportes, y otros documentos especificados en el Canon 42 sección 1 y 3. El
Secretario requerirá del Registrador, acuse de recibo de todos los documentos entregados.
(i) En caso de una vacante en el oficio de Registrador, el Obispo asignará a un nuevo Registrador, quien
se mantendrá en el oficio hasta el próximo Sínodo.
Sección 4 (a) En cada reunión del Sínodo, un Tesorero será escogido manteniéndose en el oficio hasta
la próxima reunión Sinodal, y hasta que su sucesor sea designado. Será su deber recibir y desembolsar
el dinero recolectado bajo la autoridad del Sínodo, y de que dichos movimientos no se hagan sin ser
prescritos, e invertir los fondos excedentes como se tenga a mano. También deberá informar por escrito
a las Parroquias, Misiones, Comunidades Misioneras y Ordenes Religiosas, las cuotas establecidas por
el Sínodo, de acuerdo a esta canon en la sección 1. literal i y al canon 45, sección 3. Rendirá cuentas al
Sínodo y se le practicarán auditorias anuales bajo la dirección del Comité Permanente.
(b) El Tesorero asignará, sujeto a la confirmación del Obispo y el Comité Permanente, cuantos
asistentes sean necesarios, manteniendo sus oficios hasta que sus sucesores sean asignados y
confirmados.
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(c) En caso de una vacante en el oficio, el Obispo designará a un Tesorero, quien mantendrá dicho
oficio hasta que otro nombramiento sea hecho por el Sínodo.

CANON 42
Del Modo de Asegurar una Correcta Visión del Estado de esta Iglesia
Sección 1 Será deber de todo Ministro de esta Iglesia a cargo de una Parroquia o Congregación o, si no
hubiere Ministro, de los Guardianes, preparar y entregar antes del 1º de marzo de cada año y en el
formato adoptado por el Sínodo Diocesano, un reporte escrito del año anterior, al Obispo de la Diócesis
y, si no hubiese Obispo al Comité Permanente. El reporte deberá incluir: (1) el número de bautismos,
confirmaciones, matrimonios, y funerales durante el año; el total de personas bautizadas, miembros
comulgantes, y adultos comulgantes (18 años en adelante) y el número de todos los miembros
bautizados de la Iglesia, y (2) un sumario de todos los ingresos y egresos, la fuente de dichos ingresos y
el propósito para lo que fue usado. Cada Ministro, que no esté a cargo de una Parroquia o
Congregación, también entregará un reporte de sus actividades ocasionales y servicios, y si no ha
tenido ninguna actividad ministerial, la razón por la cual no la tuvo. Dichos reportes serán de la manera
como el Obispo estime conveniente, e incluidos en los Diarios.
Sección 2 Será deber de todo Registrador Diocesano, preparar y entregar antes del 1º de mayo de cada
año y en el formato adoptado por el Sínodo Provincial, un reporte escrito del año anterior, al
Arzobispo. El reporte deberá incluir: (1) el número de bautismos, confirmaciones, matrimonios, y
funerales durante el año; el total de personas bautizadas, miembros comulgantes, y adultos comulgantes
(18 años en adelante) y el número de todos los miembros bautizados de la Diócesis respectiva.
Sección 3 Será deber del secretario de cada Sacristía, consignar al Secretario del Sínodo Diocesano,
inmediatamente de su publicación, los Diarios, declaraciones, resoluciones y cualquier otro documento
que pueda mostrar el estado de la Congregación, al Secretario del Sínodo, en un formato provisto para
tal propósito, junto con las condiciones de todos los fondos de inversiones y las cuentas de todas las
contribuciones recibidas y los gastos hechos por el Ministro o, en su defecto, de la Sacristía. El
Secretario del Sínodo presentará todos estos documentos al Sínodo.
Sección 4 Será deber del secretario de cada Sínodo Diocesano, consignar al Secretario del Sínodo
Provincial, inmediatamente de su publicación, los Diarios, declaraciones, resoluciones y cualquier otro
documento que pueda mostrar el estado de la Diócesis, en un formato provisto para tal propósito. El
Secretario del Sínodo Provincial presentará todos estos documentos a la reunión sinodal.

CANON 43
De los Métodos de hacer Negocios de la Iglesia
Sección 1 El año Fiscal comenzará el 1º de enero.
Sección 2 Será deber de los custodios de todos los fondos permanentes, depositar los mismos en alguna
Compañía o Banco de confianza bajo las leyes de los respectivos países, o con una corporación de la
Diócesis que incorpore una Directiva de Confianza, y que contengan una declaración completa de cada
fondo realizado anualmente y reportado al Sínodo.

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Sección 3 Todas las cuentas, con sus ingresos y egresos, o inversiones de dinero de todas las
organizaciones de la Iglesia, serán verificadas anualmente por un contador público certificado.

CANON 44
Del Comité Provincial
Sección 1 Entre sínodos, la autoridad administrativa de la Provincia residirá en el Arzobispo y el
Comité Provincial. El Comité Provincial estará conformado por: el Arzobispo y otro Obispo electo por
la Cámara de Obispos, dos Presbíteros y dos Diáconos electos por el clero en el Sínodo Provincial, un
tesorero, un canciller que será un Ministro o laico asignado por el Arzobispo y dos laicos elegidos por
los delegados del Sínodo Provincial. El Comité Provincial se reunirá al ser convocado por el
Arzobispo, o durante una vacante del mismo, por el representante de la Cámara de Obispos, o por
iniciativa del mismo Comité Provincial con la anuencia del Arzobispo. El Presidente del Comité
Provincial será el Arzobispo, y se elegirá un Vicepresidente por y entre los miembros del Comité
Provincial , quien deberá ser Clérigo. Dicho Vicepresidente llenará las faltas del Presidente a pedido de
éste o por una vacante del mismo en los asuntos administrativos, pero nunca en las tareas episcopales, a
menos que sea Obispo. El Secretario del Comité Provincial serán electos por los miembros del mismo.
Los miembros del Comité Provincial tendrán voz y voto en el siguiente Sínodo.
Sección 2 El Comité Provincial se reunirá: cuando un Canon les indique el deber de hacerlo o, cuando
el Comité Provincial deba ejercer algún poder o, cuando los miembros clericales del mismo lo soliciten
o, por petición de varios miembros, siendo todos citados a una reunión y con una mayoría de dichos
miembros, constituirán quórum. Dichas reuniones pudieran realizarse usando video conferencias. Una
mayoría del quórum tendrá competencia para actuar con visto bueno del Arzobispo, a menos que lo
contrario sea expresamente requerido por los Cánones.
Sección 3 El Comité Provincial, actuando como autoridad administrativa entre Sínodos Provinciales
acorde a este canon, podrá, si se presentan eventualidades no presupuestadas en el Sínodo Provincial,
establecer cuotas especiales a las Diócesis e Instituciones adscritas a la Iglesia.

CANON 45
Del Comité Permanente de las Diócesis
Sección 1 Entre sínodos, la autoridad administrativa de cada Diócesis de la Iglesia residirá en el Obispo
Ordinario y el Comité Permanente. El Comité Permanente estará conformado por: el Obispo, dos
Presbíteros y dos Diáconos electos por el clero de cada Diócesis en el marco de la reunión del Sínodo
Diocesano, un tesorero, un canciller que será un Ministro o laico asignado por el Obispo, y dos laicos
elegidos por los delegados de cada Diócesis en el Sínodo Diocesano. El Comité Permanente se reunirá
al ser convocado por el Obispo, o durante una vacante episcopal, por el Obispo Auxiliar más antiguo, o
por iniciativa del mismo Consejo con la anuencia del Obispo. El Presidente del Comité Permanente
será el Obispo Ordinario, o en su ausencia por el Auxiliar, y se elegirá un Vicepresidente por y entre los
miembros del Comité Permanente, y deberá ser Presbítero. Dicho Vicepresidente llenará las faltas del
Presidente a pedido de éste o por una vacante del mismo en los asuntos administrativos, pero nunca en
las tareas episcopales. El Secretario del Comité Permanente serán electos por los miembros del mismo.
Los miembros del Comité Permanente tendrán voz y voto en el siguiente Sínodo Diocesano.

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Sección 2 El Comité Permanente se reunirá: cuando un Canon les indique el deber de hacerlo o, cuando
el Comité Permanente deba ejercer algún poder o, cuando los miembros clericales del mismo lo
soliciten o, por petición de varios miembros, siendo todos citados a una reunión y con una mayoría de
dichos miembros, constituirán quórum. Una mayoría del quórum tendrá competencia para actuar con el
visto bueno del Obispo Ordinario, a menos que lo contrario sea expresamente requerido por los
Cánones.
Sección 3 El Comité Permanente, actuando como autoridad administrativa entre Sínodos acorde a este
canon, podrá, si se presentan eventualidades no presupuestadas en el sínodo, establecer cuotas
especiales a las Parroquias, Misiones, Comunidades Misioneras e instituciones adscritas a la Diócesis.
Sección 4 Cuando sea certificado, por al menos tres médicos de reputación que hayan examinado el
caso, que el Obispo es incapaz para actuar como Autoridad Eclesiástica, entonces el Comité
Permanente solicitará al Arzobispo una reunión de la Cámara de Obispos para tratar el caso, quienes
podrán autorizar al Obispo Auxiliar como la Autoridad Eclesiástica para todos los propósitos de estos
Cánones, y retendrá dicha autoridad hasta que el Ordinario sea declarado nuevamente competente para
ejecutar sus deberes oficiales. De no haber Obispo Auxiliar, se asignará a un Obispo como la Autoridad
Eclesiástica hasta que el Ordinario pueda ejercer nuevamente o, en su defecto, sea electo un nuevo
Obispo para dicha Diócesis.

CANON 46
De las Nuevas Diócesis
Sección 1 Cuando una nueva Diócesis sea formada dentro de los límites de otra Diócesis, el Obispo
Misionero llamará lo más pronto posible al Clero y a los Delegados al Sínodo Diocesano de la
Jurisdicción en formación, a una reunión para organizarla, y arreglará el tiempo y lugar del mismo.
Dicho lugar deberá ser dentro de los límites territoriales de la nueva Diócesis.
Sección 2 Cada vez que una nueva Diócesis esté por formarse, o una Diócesis está a punto de dividirse
en dos Diócesis, el Sínodo Provincial deberá autorizar la creación de la nueva Diócesis, y hará conocer
del hecho a toda la Iglesia antes de su ratificación.
Sección 3 Cuando una nueva Diócesis se ha organizado, acorde con las previsiones de la Constitución
y los Cánones y a la manera prescrita en las Secciones previas de este Canon; habiendo escogido un
nombre y, habiendo consignado ante el Sínodo Provincial las copias certificadas de su Constitución y
todos los procesos preparatorios para la formación de la nueva Diócesis, entonces, dicha Diócesis será
admitida dentro de la unión por el Sínodo Provincial.
Sección 4 Un Distrito Misionero, al tiempo de su organización como Diócesis, tendrá derecho a elegir
Delegados para los Sínodos Provinciales sucesivos.

CANON 47
De la Recepción de Diócesis, Parroquias y Misiones
Sección 1 Cuando una Diócesis formada o Congregación, este en comunión o no con esta Iglesia,
exprese su deseo de ser parte de la Provincia Anglicana del Norte de Suramérica, deberá hacer su
solicitud formal de Recepción por escrito y de acuerdo al formato suministrado por esta Iglesia. El

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Obispo o en su defecto, la Autoridad Eclesiástica de dicha Diócesis o Congregación, será firmante de
dicha solicitud, junto con los miembros del organismo representativo de dicho cuerpo eclesiástico.
Sección 2 Al momento de la entrega de la solicitud de recepción, el Obispo o la Autoridad Eclesiástica
deberá mostrar la minuta de asamblea o sínodo, o cualquier otro documento que avale dicha petición.
Sección 3 Dicha solicitud será llevada a la siguiente reunión de la Cámara de Obispos, para su
discusión, aceptación o rechazo por las dos terceras partes de Dicha Cámara. Se prevé, que el
Arzobispo notificará a la Diócesis o Congregación de su aceptación o no.
Sección 4 Si es la voluntad de la Cámara de Obispos que dicho cuerpo eclesiástico sea parte de esta
Provincia, un Obispo o comisión designada por la Cámara de Obispos, visitará la Diócesis o
Congregación solicitante para verificar el ASA, pulsar la opinión de los fieles, verificar las
instalaciones, y cualquier otra tarea encomendada por la Cámara de Obispos.
Sección 5 Si la solicitud es aceptada, cada ministro de dicha Diócesis o Congregación, deberá solicitar
su incardinación y cumplir con las exigencias del Canon 10, consignar exámenes médicos y
psicológicos por profesionales acreditados por la Cámara de Obispos, y hacer los Sagrados Votos tal y
como se exige en el Artículo VIII de la Constitución de esta Iglesia, ante el Arzobispo o un Obispo
designado para tal caso.
Sección 6 Luego que los requisitos de este canon se hayan cumplido, la Diócesis o Congregación
solicitante será reconocida como una Diócesis o Congregación de esta Provincia, con todos los
derechos, deberes y privilegios que la Constitución y Cánones prevén.

CANON 48
De los Distritos Misioneros
Sección 1 La Cámara de Obispos podrá establecer Distritos Misioneros en los estados o territorios, o
partes de los mismos, que no estén organizados como Diócesis, o en países que no estén a cargo de un
Obispo en comunión con esta Iglesia. Podrá también, cambiar, incrementar o disminuir el territorio
incluido en dicho Distrito Misionero.

Sección 2(a) Los Distritos Misioneros serán una agencia de la Cámara de Obispos, pudiendo estos
asignar a un Obispo Auxiliar en los mismos, quien a partir de ese momentos será llamado Obispo
Misionero, bajo la dirección del Arzobispo, para el desarrollo de dicho Distrito hasta convertirse en
Diócesis.

(b) Ningún Distrito Misionero podrá elegir un Comité Permanente hasta que sea elevado a Diócesis
Misionera. Así mismo, Ningún Obispo Misionero en un Distrito Misionero podrá Ordenar al Sagrado
Ministerio sin la autorización escrita del Arzobispo.
Sección 3 (a) Cuando un Distrito Misionero cumpla con los pasos canónicos para ser una Diócesis, el
Sínodo Provincial podrá escoger un Presbítero de esta Iglesia para ser Obispo en Dicha Diócesis, al
menos que el Obispo Misionero quiera postularse como el Ordinario de la misma, debiendo ser
ratificado por el Sínodo Provincial.
(b) Cuando el Arzobispo reciba un certificado firmado por la Cámara de Obispos, y los presidentes y
secretarios de las Cámaras de Clérigos y Laicos, de que la elección ha sido aprobada, y habiendo

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recibido por parte del electo la notificación de la aceptación de su elección, el Arzobispo ordenará todo
lo relacionado para la Consagración y/o la Entronización del mismo y será quien presida la Misa de
Consagración o Entronización según sea el caso, pudiendo delegar esta función en otro Obispo de la
Cámara de Obispos, junto con otros dos Obispos de esta Iglesia o, en su defecto, por otros dos Obispos
que estén en comunión con esta Iglesia, que puedan avalar el testimonial.
Sección 4 La Cámara de Obispos tendrá el poder, a su discreción, de transferir a un Obispo Misionero
de un Distrito Misionero a otro.
Sección 5 Si un Obispo Misionero fuera escogido Obispo para una Diócesis, podrá aceptar el oficio sin
dejar vacante la asignación misionera. Se prevé, que continuará con los deberes en el Distrito
Misionero, hasta que la Cámara de Obispos elija a otro Obispo Misionero para dicho Distrito.
Sección 6 En caso de muerte o renuncia de un Obispo Misionero, o de una vacante por otra causa en un
Distrito Misionero, el cargo será delegado sobre el Arzobispo con el poder de asignar a otro Obispo de
esta Iglesia como su sustituto hasta que dicha vacante sea llenada.

CANON 49
De las Parroquias, Misiones y Comunidades Misioneras
Sección 1 Una Parroquia será una congregación de al menos 40 miembros adultos comulgantes,
reunidos regularmente en un templo propio que los acomode, regidos por un Presbítero,
financieramente auto suficiente, que como mínimo pueda suplir el salario del Sacerdote, y la cuota
asignada por cada Diócesis para el honroso sostenimiento del Episcopado. Debe pagar el diez por
ciento de las entradas y ser capaz de cubrir las cuotas especiales establecidas por el Sínodo Diocesano.
Cada congregación de esta Iglesia pertenecerá a una Diócesis o Distrito Misionero. Ningún Ministro
podrá tener Parroquia o Curato en diferentes jurisdicciones a la vez, salvo en su residencia canónica.
Sección 2 Un rector o ministro de una parroquia gozara de estabilidad y no podrá ser removido o
destituido a no ser por los causales estipulados en el canon 25 y de conformidad al procedimiento
establecido en el Titulo 2; o los procedimientos especificados en el canon 32, pudiendo ser transferido a
otra parroquia, misión o curato por el Obispo. Se prevé, que por razones pastorales y de extraordinaria
necesidad, el Obispo puede hacer uso de su autoridad episcopal para la remoción o cesación de un
rector de una parroquia, en consulta con el Comité Permanente.
Sección 3 La formación de nuevas Parroquias, o el establecimiento de una nueva Parroquia o
Congregación dentro de los límites de Parroquias existentes, estarán investidas en el Obispo de la
Diócesis en consulta con el Comité Permanente, y en el caso de que no hubiese Obispo, en el
Arzobispo.
Sección 4 (a) Cuando los límites de una Parroquia no están definidos, o establecidos por autoridad
Diocesana bajo la Sección 2 de este Canon, o cualquier otro establecimiento, será definido por la
división civil del Estado como sigue:
Los linderos Parroquiales serán limitados de acuerdo a la ley de una villa, pueblo, ciudad, distrito,
municipio, o alguna división civil, que pueda ser reconocida por el Obispo, actuando en consulta con el
Comité Permanente, para la constitución de los límites de una Parroquia.

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(b) Si hubiere una Parroquia o Congregación dentro de los límites de dicha villa, pueblo, ciudad,
municipio o distrito, de dicha división civil, como se ha previsto, los linderos serán considerados por el
Curato del Ministro encargado de la misma. Si hubiese varias Parroquias o Congregaciones, serán
considerados por los Curatos de los Ministros encargados.
(c) Este Canon no afectará los derechos de las propiedades asignadas a una Parroquia o Congregación.
Sección 5 (a) Será legal, bajo las condiciones más adelante establecidas, organizar una Congregación
en alguna tierra extranjera.
(b) El Obispo en consulta con el Comité Permanente, como se prevé más adelante, podrá autorizar a un
Presbítero de esta Iglesia para oficiar temporalmente en algún lugar de dicha tierra extranjera, con el
propósito de verificar la posibilidad del establecimiento de una Congregación de esta Iglesia en ese
lugar.
(c) El Presbítero, después de haber oficiado públicamente en dicho lugar por cuatro domingos
consecutivos, podrá convocar a una reunión de personas, mayores de edad, asistentes regulares a la
Santa Eucaristía, en el tiempo y lugar señalado, con el propósito de organizar la congregación, sujeto a
la aprobación del Obispo y en conformidad con las regulaciones que se hayan previsto.
(d) Antes de que dicha Congregación esté registrada en esta Iglesia, se le requerirá que en su
Constitución, Plan, o Artículo de Organización, reconozcan y acepten la Constitución, Cánones,
Disciplina y Culto de esta Iglesia, así como el compromiso de someterse y obedecer las directrices que
reciba de la Autoridad Eclesiástica.
(e) El deseo de dicha Congregación de formar parte de esta Iglesia, será debidamente certificada por el
Ministro y dos laicos de dicha Congregación, debidamente electos.
(f) Dicho certificado, y la Constitución, Plan, o Artículos de Organización, serán suministrados al
Sínodo Provincial, si está en sesión, o al Arzobispo en cualquier otro momento. En el caso de que los
mismos sean encontrados satisfactorios, el Secretario del Sínodo Provincial, bajo una instrucción
escrita del Arzobispo, colocará el nombre de la Congregación en la lista de Congregaciones de esta
Iglesia. Un certificado de dicha acción oficial será enviado al Registrador del Sínodo Provincial para
ser archivado. Dicha Congregación estará entonces bajo el gobierno y jurisdicción del Obispo
Promotor.
(g) El Arzobispo podrá comisionar por escrito, con su firma y sello, a otro Obispo de esta Iglesia que
tenga voz y voto en la Cámara de Obispos, el completo cargo de una o más de dichas Congregaciones,
así como al Ministro oficiante de la misma, por un periodo de tiempo que estime oportuno.
Sección 6 (a) Una Misión es una congregación unida a la Diócesis, reunida regularmente en un lugar
que los acomode de uso exclusivo, regida por un Presbítero, que pague el diez por ciento de las
entradas y sea capaz de cubrir las cuotas establecidas por el Sínodo, y que como mínimo pueda suplir el
50% del salario del Sacerdote y la cuota asignada por cada Diócesis para el honroso sostenimiento del
Episcopado.
(b) La Sacristía tendrá las mismas prerrogativas que las de las Parroquias, exceptuando las
nominaciones de los candidatos presbiterales.

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(c) Una Misión será una agencia del Obispo Ordinario quien podrá asignar y licenciar a un Presbítero
encargado. Éste gozará de todos los derechos y deberes prescritos en estos cánones para un Rector y
podrá ser removido por el Obispo a su sola discreción.
(d) Cuando una Misión desee ser reconocida como Parroquia, solicitará de forma escrita al Obispo el
estatus canónico de Parroquia a través de una misiva firmada por el Presbítero encargado, la Sacristía y
las dos terceras partes de la congregación. Se prevé que deberá cumplir con los requisitos de la sección
1 de presente canon.
Sección 7 Una Comunidad Misionera es una congregación unida a la Diócesis, con la pretensión de ser
Misión, atendida por un Diácono o Presbítero, que pague el diez por ciento de las entradas y sea capaz
de cubrir las cuotas establecidas por el Sínodo, que se reúnen regularmente con la intención de hacer
las oraciones del Libro de Oración Común, estudiar las Sagradas Escrituras y/o el Catecismo o las
enseñanzas oficiales de la Iglesia. Se prevé para tales efectos que:
(a) La congregación deberá solicitar el estatus canónico de Comunidad Misionera, a través de
una misiva dirigida al obispo, con la firma del encargado y de los fieles de la futura Comunidad,
debiendo ser avalada, si existiera conflictos con algún lindero parroquial, con un testimonial
firmado por el Párroco y la Sacristía del curato correspondiente.
(b) El Ministro cuente con el permiso del Obispo para el ejercicio de sus funciones
sacramentales, pudiendo ser autorizado por el obispo para las celebraciones eucarísticas los días
domingos.
(c)Se elija un Consejo Misionero de entre los miembros participantes de dicha congregación,
presididos por el ministro encargado, siendo sus funciones equivalente a la Sacristía.
(d)Las entradas de la Comunidad Misionera, serán administradas por el Consejo Misionero.
(e)La Comunidad Misionera será una entidad dependiente de la Oficina de Misiones y
Crecimiento Diocesano hasta que, si se cumplen con los pasos canónicos, se convierta en
Misión.
(f) Aprobada la solicitud por el Obispo, éste establecerá un tiempo convenido por el Consejo
Misionero y la Oficina de Misiones y Crecimiento Diocesano para convertirse en Misión,
pudiendo, por causas justificadas, tener una dispensa del señor Obispo, para extender el tiempo
estipulado. De no ser posible concretar la creación de la Misión, dicha Comunidad Misionera
será disuelta y pasará a estar enteramente a la disposición del Curato más cercano.
(g)Cuando una Comunidad Misionera, deseara ser una Misión, el Presbítero encargado, después
de haber oficiado públicamente en dicho lugar por cuatro domingos consecutivos, podrá
convocar a una reunión de personas, mayores de edad, asistentes regulares a la Santa Eucaristía,
en el tiempo y lugar señalado, con el propósito de organizar la congregación, sujeto a la
aprobación del Obispo y en conformidad con las regulaciones que se hayan previsto.

CANON 50
De las Sacristías
Sección 1 Cada Parroquia o Misión tendrá una Sacristía, elegida cada dos años por los Parroquianos
acorde a las reglas establecidas por ellos mismos, pudiendo ser reelectos de forma indefinida. Estará
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compuesta por: un guardián superior, quien será designado por el Rector o Vicario de entre los
miembros de la Sacristía y guardianes inferiores de entre los cuales se escogerán al secretario y
tesorero, pudiéndose asignar cualquier otro cargo a los miembros restantes. El Rector o Vicario será el
presidente de la misma. Los miembros de la Sacristía deben ser bautizados y confirmados, comulgantes
de buena reputación y asistentes regulares a las diferentes actividades eclesiales.
Sección 2 La Sacristía es un cuerpo de ayuda al Rector o Vicario de una Parroquia desempeñando
labores que coadyuven al mejoramiento de la vida Parroquial, tanto en lo espiritual como en lo físico, y
de ningún modo pretenderá ser un ente controlador o supervisor del Rector o Vicario. Sus deberes son:
(a) Velar por el mantenimiento y buen uso de los bienes muebles e inmuebles de la Parroquia o
Misión, supliendo las cosas necesarias para el decoroso culto a Dios incluyendo los
consumibles tales como: hostias, vino, incienso, entre otros; siendo considerado una falta la
ausencia de cualquiera de los 2 elementos para la celebración eucarística.
(b) Cuando una Parroquia o Misión presenta una vacante temporal de un Ministro ordenado, la
Sacristía velará para que se realice el debido culto a Dios, solicitando al Obispo Ordinario la
asignación momentánea de un celebrante que pueda oficiar los Santos Sacramentos. En caso de
una vacante permanente de un Ministro ordenado en una Parroquia, es prerrogativa de la
Sacristía nominar a los candidatos ante el Ordinario para suplir dicha vacante.
(c) Servir de enlace entre los miembros de la congregación y el Rector o Vicario, con la
intención de mejorar la relaciones Parroquiales, manteniendo al tanto al Ministro de los
descontentos o halagos para mejorar o reforzar los mismos respectivamente.
(d) Promover actividades, negocios, o cualquier otra práctica económica, que ayude a la
financiación de la Parroquia y sus planes de expansión.
(e) Ser el cuerpo representativo ante cualquier conflicto con el párroco y/o la Parroquia, en las
reuniones con el Obispo Ordinario o la Autoridad Eclesiástica.
(f) Definir el salario del párroco, el cual en ningún caso será inferior al establecido por el
Sínodo Provincial; de no ser posible pagar dicho salario, el párroco podrá solicitar a su Obispo
la autorización para complementar el mismo con una actividad secular.
(g)Velar por el pago puntual del porcentaje asignado para el honroso sostenimiento del
episcopado, e igualmente velar por el pago de las cuotas asignadas por el Sínodo, siendo estas,
al igual que el pago del párroco, prioridades en las obligaciones parroquiales.
(h)Ninguna sacristía de parroquia o misión, podrá negarse, bajo ninguna circunstancia, a honrar
sus compromisos con el episcopado, las asignaciones sinodales y el curato conforme al mandato
del Sínodo y estos cánones.
Sección 3 Excepto como estén previstas por las leyes del Estado y de esta Iglesia, las Sacristías serán
agentes y representantes legales de la Parroquia o Misión en todas las materias concernientes a las
propiedades corporativas y de la relación de la Parroquia con su Clérigo.
Sección 4 El Rector, cuando esté presente, presidirá todas las reuniones de la Sacristía.

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TITULO V
Legislación Canónica

CANON 51
De las Promulgaciones, Enmiendas y Revocaciones de Cánones
Sección 1 En todos los casos de promulgación futura, la misma, o si es una enmienda de una previsión
existente se hará de la siguiente forma:
Canon_____, Sección____, Cláusula____, ha sido enmendada para leerse como
sigue:________.
Y si la Promulgación es una Cláusula adicional, Sección, o Canon, será designada como un Canon
siguiente o una sección siguiente, o una Cláusula siguiente.
Sección 2 En cada reunión regular del Sínodo Provincial, las Cámara de Clérigos y Laicos, asignará a
dos de sus miembros, para certificar los cambios de cualquier Canon, incluyendo una corrección de las
referencias hechas de cualquier Canon a otro, y para reportar las copias certificadas de los cambios con
los arreglos, a la Secretaría, quién imprimirá el mismo en el Libro destinado a tal fin. Dichas
certificaciones y correcciones serán terminadas dentro de los tres meses siguientes al cierre del Sínodo.

CANON 52
Del tiempo en que los Nuevos Cánones entran en vigencia
Todos los Cánones promulgados, al menos que se prevea de otra forma, entrarán en vigencia al cierre
del Sínodo donde se aprobaron.

CANON 53
Del tiempo en que estos Cánones entran en Vigencia
Estos Cánones, entrarán en vigencia al cierre del Sínodo, en el año de nuestro Señor, 2013; desde y
hasta el día en que otros Cánones de esta Iglesia sean promulgados y estos sean derogados. Se prevé,
que dicha revocación no afectará en ningún caso una violación de los Cánones existentes hasta dicha
fecha.

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TABLA DE CONTENIDO
Para la CONSTITUCIÓN de la

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Sujeto Página Sujeto Página

SOLEMNE DECLARACIÓN 3 • Soporte económico del Episcopado (sec.7)

ARTÍCULOS VI 7
ARTICULO I 4 De la recepción de Diócesis, Parroquias y Misiones
Del Nombre
ARTICULO VII 8
ARTICULO II 4 De la Jurisdicción Territorial
Del Sínodo Provincial • Establecimiento de Distritos Misioneros (sec.1)
• Sínodo Provincial (sec.1) • Cesión de Jurisdicción (sec.2)
• De la Cámara de Obispos (sec.2)
• Del arzobispo (sec.3) ARTICULO VIII 8
• Representación Diocesana (sec.4) De los Ministros
• Quórum (sec.4) • Requisitos para la Ordenación
• Voto Sinodal (sec.4) • Sagrados Votos requeridos
• Aplazamiento (sec.5) • Admisión de clérigos extranjeros
• De las reuniones del Sínodo (sec.6)
ARTICULO IX 8
ARTICULO III 5 De los Tribunales
De los Obispos • Juicios de Obispos
• Elección de Obispos (sec.1) • Tribunal de Juicio
• Edad requerida para la consagración (sec.2) • Pronunciamiento de Sentencias
• De los Obispos Consagrantes (sec.2) • Especificación de las suspensiones
• Jurisdicción (sec.3) • Debido proceso
• De los Obispos Coadjutores (sec.4)
• El Coadjutor como Autoridad Ecles. (sec.5) ARTICULO X 9
• De la asignación y reasignación (sec.6) Del Culto
• Coadjutor de las Fuerzas Armadas (sec.7) • Del Libro de Oración Común (sec.1)
• De la edad requerida para el retiro (sec.8) • Otros rituales autorizados (sec.2)
• De la residencia canónica (sec.9)
ARTICULO XI 9
ARTICULO IV 6 De las Enmiendas
Del Comité Provincial • Provisiones para las Enmiendas
• Entrada en vigencia de las Enmiendas
ARTICULO V 6
De la Creación de nuevas Diócesis
• Formación (sec.1)
• Obispos de las nuevas Diócesis (sec.2 & 3)
• Mínimo de sacerdotes y parroquias (sec.4)
• De los requisitos de ASA y tiempo (sec.5)
• Del ASA de las Diócesis (sec.6)

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TABLA DE CONTENIDO
Para la Cánones de la

Provincia Anglicana del Norte de Suramérica

Sujeto Página Sujeto Página

TITULO I 10 • De los reportes anuales (sec.5)


De los Ministros CANON 5 14
CANON 1 10 De la Ordenación al Diaconado transitorio
De los Postulantes • De la edad requerida (sec.1)
• Consulta con el Presbítero (sec.1a) • De los requerimientos académicos (sec.2) 15
• Participación al Obispos (sec.1b) • Del tiempo de postulación a los profesionales (sec.3)
• De la salud mental y física (sec.1c) • De las Cartas de Recomendación (sec.4)
• Consignación de aplicación (sec.1d) • Documentos para la recomendación (sec.5)
• Registro de aplicaciones (sec.2a) • Cuando la parroquia no tiene ministro (sec.6)
• Remoción de postulación (sec.2b) • Donde no existe parroquia (sec.7a)
• Aplicaciones previamente rechazadas (sec.3) 11 • Certificación no atestiguada (sec.7b) 16
• CP como Autoridad Eclesiástica (sec.4) • Del Testimonial del CP (sec.8)
• De los egresados profesionalmente (sec.5a) • De los Sagrados Votos (sec.9)
• De los no egresados profesionalmente (sec.5b) • De la asignación a un Curato (sec.10)
• Certificados del Rector y Sacristía (sec.6) • Del compromiso académico (sec.11)
• De la recepción formal de postulación (sec.7)
• Formador Vocacional (sec.8) CANON 6 16
De la Ordenación de Sacerdotes
CANON 2 11 • De la edad requerida (sec.1)
De las Provisiones Generales Concerniente a los • Del tiempo como Diácono (sec.2)
Postulantes para las Santas Ordenes • De la culminación del Seminario (sec.3) 17
• De la superintendencia de los postulantes (sec.1a) • De las Cartas de Recomendación (sec.4)
• De los estudios y conductas (sec.1b) • Documentos para la recomendación (sec.5)
• CP como Autoridad Eclesiástica (sec.1c) 12 • Cuando la parroquia no tiene ministro (sec.6)
• De la comunión canónica (sec.2a) • Donde no existe parroquia (sec.7a)
• Cartas Dimisorias (sec.2b) • Certificación no atestiguada (sec. 7b) 18
• Impedimentos de cambio de residencia (sec.2c) • Del Testimonial del CP (sec.8)
• De los reportes en las Témporas (sec.3a) • De los Sagrados Votos (sec.9)
• De la negligencia en los estudios (sec.3b) • De la asignación a un ministerio (sec.10)
• De la negligencia en otras áreas (sec.3c)
• De la readmisión (sec.4) CANON 7 18
• Del Comité Provincial en los Distritos M. (sec.5) De las Disposiciones Generales de las Ordenaciones
• De la inhabilitación como delegado (sec.6) • De la autorización a otro Obispo (sec.1a)
• De la Vacante en el Episcopado (sec. 1b)
CANON 3 12 • De los Certificados y Testimoniales (sec.2a)
De los estándares para el aprendizaje a los • De las firmas de los Certificados y Testimoniales
Candidatos a las Santas Órdenes (sec.2b) 19
• De los exámenes al diaconado transitorio (sec.1a) • Del Testimonial del Comité Permanente (sec.2c)
• Tópicos de examinaciones (sec.1a) • Del Certificado de la Sacristía (sec. 2d)
• De la certificación de estudios (sec.1a) 13 • De las Dispensas (sec.3)
• De candidatos procedentes de otras iglesias (sec.1b) • De las obligaciones del CP (sec.4)
• De los exámenes al diaconado permanente (sec.2a) • De los límites de la Ordenación (sec.5)
• Tópicos de examinaciones (sec.2a) • De la certificación del cumplimiento canónico (sec.6)
• Del avance del permanente al sacerdocio (sec.2b) 14 • Del derecho del Obispo en consentir o no (sec.7)

CANON 4 14 CANON 8 19
De los Capellanes Examinadores De los Ministros Ordenados por Obispos
• De la composición (sec.1) en comunión con esta Iglesia.
• Adopción de reglas (sec.2) • De los requerimientos para oficiar (sec.1a)
• De los deberes (sec.3) • Del recibimiento de un Ministro (sec.1b) 19
• De los reportes en las Témporas (sec.4) • Cuando el ministro es un Diácono (sec.2) 20
• De los exámenes médicos (sec.3) • De la Jurisdicción (sec.1)
• De las visitas episcopales (sec.2a)
CANON 9 20 • De los Registros Episcopales (sec.2b)
De la Ordenación de Diáconos permanentes • De las Cartas Pastorales (sec.3)
• De las condiciones para ser Postulante (sec. 1) • De los Reportes Episcopales (sec.4)
• De las condiciones para la Ordenación (sec. 2) • De las autorizaciones (sec.5)
• De las funciones (sec.3) • De oficiar en otras jurisdicciones (sec.6a)
• Avance al sacerdocio (sec.4) • De los Provisionales (sec.6b & c) 26
• De la renuncia de un Obispo (sec.7a) 27
CANON 10 21 • Del tiempo de una Dimisión (sec.7b)
De los Ministros Ordenados en Iglesias que • De la aceptación de la Dimisión (sec.7c)
no tienen Comunión con esta Iglesia • Del registro de la Dimisión (sec.7d)
• Requisitos de solicitud (sec.1a) • De los oficios Episcopales (sec.7e)
• Certificados académicos (sec.1b) • De la sujeción a los Cánones (sec.7f)
• De los cursos necesarios (sec.2a) • De un Obispo actuando como Arzobispo (sec.8)
• Evidencias de entrenamiento Teológico (sec.2b)
• Falta de Evidencias Teológicas (sec.2c) 22 CANON 16 27
• Certificados requeridos (sec.3a) De los Obispos Misioneros y de los Obispos
• Del tiempo para ser recibido (3b) Protectores
• Del Libro de Registro (sec.3c) • De la Jurisdicción (sec.1)
• De los Sagrados Votos (sec.4) • De la notificación a Iglesias en Comunión (sec.2)
• De las prerrogativas Episcopales (sec.5a) • De los acuerdos jurisdiccionales (sec.2)
• Del Prefacio de una ordenación (sec.5b) • De los Reportes Episcopales (sec.3)
• De la edad requerida para la consagración (sec.6) • De los derechos de Consagraciones (sec.4) 28
• Consistencia canónica (sec.7) • De las prerrogativas (sec.5)
• De la licencia temporal (sec.8) • De los Coadjutores (sec.6)
• Remoción y reasignación (sec.7)
CANON 11 22
De la Consagración y Recepción de Obispos CANON 17 28
• De los Testimoniales (sec.1a) De Suplir los Curatos Vacantes
• Del Mandato Apostólico (sec.1b) 23 • De la notificación al Obispo (sec.1)
• Del Retiro o renuncia (sec.2) • De la autorización Episcopal (sec.2)
• De los Sagrados Votos (sec.3) • De las notificaciones (sec.3)
• Recepción de Obispos en comunión (sec.4a) • De las evidencias (sec.3)
• Recepción de Obispos en no comunión (sec.4b) • De las obligaciones contractuales (sec.4)
• De los ministros asistentes (sec.5)
CANON 12 24 • Plan de pensiones (sec.6)
De los Obispos Auxiliares
• De la elección (sec.1) CANON 18 28
• Del número (sec.2) De los Ministros a cargo de una Parroquia, Misión o
• De la asignación como Misionero (sec.3) Congregación y sus Deberes
• Su lugar en la Diócesis (sec.4) • Autoridad cultual y espiritual (sec.1a)
• De los derechos de permanencia y renuncia (sec.5) • Del uso de los muebles e inmuebles (1b) 29
• Elección como Ordinario (sec.6) • De la responsabilidad en un Curato Misionero (sec.2a)
• De los deberes (sec.2b)
CANON 13 24 • De la Preparación en Sacramentos (sec.2c)
Del Arzobispo • Informes del estado de la congregación (sec.2d)
• De los deberes (sec.1) • De la administración de las ofrendas (sec2f)
• Estipendios y gastos (sec.2) • Emisión de cartas pastorales (sec.2g)
• De la duración (sec.3) • De los registros parroquiales (sec.3a)
• De la vacante (sec.3) • De los registros firmados (sec.3b)
• De la elección (sec.4) • De la Membrecía (sec.3c)
• De la vacante temporal (sec.5) 25 • Del consentimiento para oficiar en otro curato (sec.4a) 30
• De la designación de Auxiliares (sec.6) • De la Negligencia de un Ministro (sec.4b)
• De la residencia canónica (sec.5a)
CANON 14 25 • De las Cartas Dimisorias (sec.5b)
Del Obispo Ordinario • Del periodo de las Cartas Dimisorias (sec.5c)
• De los Deberes (sec. 1) • Del traslado de un Ministro en Comunión (sec.5d)
• Estipendios y gastos (sec.2) • Restricciones de transferencias (sec.5e)
• De la Duración (sec.3)
• De la Vacante (sec.4)
• De una Vacante temporal (sec.5) CANON 19 31
• Designación y Consagración (sec.6) De los Diáconos
• Del Obispo Protector (sec.7) • De la sujeción al Obispo (sec.1)
• Impedimento al Rectorado (sec.2a)
CANON 15 26 • Sujeción parroquial (sec.2b)
De los Deberes de los Obispos
CANON 20 31 • De la Jurisdicción (sec.2)
De las personas que no son ministros • De la forma y entrega de las sentencias (sec.3)
oficiantes de esta Iglesia • Del Tribunal de Apelaciones (sec.4a)
• De la debida autorización • Recepción de apelaciones (sec.4b) 36
• Notificación de Apelación (sec.4c)
CANON 21 31 • Del tiempo de Apelación (sec.4d)
De las Comunidades Religiosas • Competencia del Tribunal de Apelaciones (sec.4e)
• De las Reglas y Constitución (sec.1) • Miembros del Tribunal de Apelaciones (sec.4f)
• De la Doctrina, Disciplina y Culto (sec.2) • Del contenido de las sentencias (sec.5)
• De la Elección del Consiliario y un Consistorio (sec.3) • De los taquígrafos y registradores (sec.6)
• Reporte al Arzobispo (sec. 4)
• De los reportes de los ministros oficiantes (sec.5) CANON 27 36
• De los Ritos y su autorización (sec.6) 32 Del Tribunal de Investigación
• De aperturas (sec.7) • Del Establecimiento
• Propiedades de la Comunidad (sec.8) • Nombramiento
• De los Religiosos con Santas Órdenes (sec.9) • Propósito
• De la Supervisión Arzobispal (sec.10) • Reportes
• De la permanencia de los reconocimientos (sec.11)
• De las cuotas establecidas por el Sínodo (sec. 12) CANON 28 37
De la Membresía de los Tribunales
CANON 22 32 • De los que no pueden ser electos (sec.1)
De los Religiosos • De las vacantes (sec.2)
• Quien puede ser un(a) Religioso(a) (sec. 1)
• De los Deberes (sec.2) CANON 29 37
• Requerimientos y cualificaciones (sec.3) De los Reglamentos Procesales de los
• Líneas de autoridad (sec.4) Tribunales
• Sujeción y transferencias (sec.5) 33 • Aplicación (sec.1)
• Renuncia, suspensión y remoción (sec.6) • Miembros de los Tribunales Provinciales (sec.2)
• De las Postulaciones de los Religiosos • Reglas de Procedimiento (sec.3)
a las Santas Ordenes (sec.7a) • De la presentación de cargos (sec.4)
• De las calificaciones para aplicar (sec.7b) • Limitación de cargos (sec.5a) 38
• Proceso después de la admisión (sec.7c) • De los cargos procesados (sec.5b)
• Autoridad designada (sec.7d)
• Rito de Profesión (sec.8) CANON 30 38
• De la sujeción a las Reglas y Constituciones De los Procesos Especiales para la
de la Orden (sec.9) Presentación de Cargos en Hechos Particulares
• Del abandono de la Comunión (sec.1a)
CANON 23 33 • Procesamiento (sec.1b, c)
De los Lectores y Ministros Extraordinarios • De otro tipo de abandono (sec.2) 38
de la Sagrada Comunión • De la deposición (sec.3)
• De las licencias (sec.1)
• De la sujeción al Obispo (sec.2) 34 CANON 31 39
• De la conducción del servicio (sec.3) De las Sentencias
• Del veredicto (sec.1)
• De la suspensión (sec.2)
TITULO II 34 • De la deposición (sec.3)
• De la certificación (sec. 4)
DE LA DISCIPLINA ECLESIÁSTICA • De la apelación (sec.4)
• De la inhabilitación en el proceso (sec.5)
CANON 24 • Del registro de la sentencia (sec.6)
De la sumisión, citación y asistencia • De quién emite la sentencia (sec.7)
a los Tribunales Eclesiásticos
• De la sujeción del clero a los Tribunales (sec.1)
CANON 32 39
• De la sujeción de los laicos a las Cortes (sec.1)
De la Disolución de una Relación Pastoral
• De los métodos de entrega de las citaciones (sec.2) • Del consentimiento de renuncia (sec.1)
• De la sujeción del clero al Ordinario (sec.3) • Del consentimiento para la remoción (sec.1)
• De la sujeción de los Obispos a su Cámara (sec.3) • De la mediación episcopal (sec.2)
• De los Obispos bajo presentación (sec.4) 34 • Del asentamiento en los registros (sec.3) 40
CANON 25 35
De las Ofensas por las cuales podrán ser enjuiciados
los Obispos, Presbíteros, o Diáconos
CANON 33 40
• De las diferentes ofensas
De la Solemnización del Santo Matrimonio
• De la observación de las leyes y cánones (sec.1)
CANON 26 35 • Impedimentos del Sacramento (sec.2)
Del Establecimiento de los Tribunales • Del matrimonio de divorciados (sec.2)
y su jurisdicción • Procedimiento para la anulación eclesiástica (sec.2)
• Del Tribunal de Juicio (sec.1)
• De las condiciones e impedimentos (sec.3) 41 • De los Sínodos extraordinarios (sec.2a)
• De la declaración de intención (sec.4) • Delegados de los Sínodos extraordinarios (sec.2b)
• Derecho del ministro de oficiar o no (sec.5) • De las vacantes de los delegados laicos (sec.2c)
• Prohibición de matrimonios homosexuales (sec.6) • Elección y deberes del registrador (sec.3a al d)
• Reportes de las sacristías al registrador (sec.3e)
CANON 34 42 • Deberes del Secretario al registrador (sec.3f) 46
De las Regulaciones Respectivas a los Laicos • Gastos del Registrador (sec.3g)
• De la membresía (sec.1a) • Deberes del Secretario del Sínodo Provincial(sec.3h)47
• De la Recepción (sec.1b) • De las vacantes del registrador (sec.3i)
• De los traslados (sec.1c) • Del tesorero y sus deberes (sec.4a, b)
• Miembros de otras Iglesias en comunión (sec.1d) • De las vacantes del tesorero (sec.4c)
• De las Cartas Dimisorias (sec.1e)
• De derecho al no recibir los sacramentos (sec.2) CANON 41 47
De los Sínodos Diocesanos
• Del llamado a orden (sec.1a)
TITULO III 42 • Del quórum (sec.1a)
• De la organización de las Cámaras (sec.1a)
DEL CULTO • De la instalación del Sínodo (sec.1a)
• De la composición (sec.1b) 48
CANON 35 42 • De la elección de delegados laicos (sec.1c)
De la Traducción de la Biblia • De los invitados especiales (sec.1c)
• Del envío de los Testimoniales (sec.1d)
CANON 36 43 • De las minutas (sec.1e)
Del Libro Estándar de Oración Común. • Del secretario asistente (sec.1e)
• Del Libro Estándar y Misal • Del tiempo del secretario (sec.1e)
• De otros Ritos autorizados • De la vacante del secretario (sec.1e)
• Formas especiales de culto • De las enmiendas de los Cánones (sec.1f)
• De las modificaciones del LOC (sec.1f)
CANON 37 43 • Del secretario, registrador y tesorero (sec.1g) 49
De la debida Celebración Dominical • De las reglas parlamentarias (sec.1h)
• Del presupuesto (sec.1i)
CANON 38 43 • De los Sínodos extraordinarios (sec.2a)
De la Música en la Iglesia • Delegados de los Sínodos extraordinarios (sec.2b)
• Del responsable de la música • De las vacantes de los delegados laicos (sec.2c)
• De la asistencia profesional • Elección y deberes del registrador (sec.3a al c) 49
• De la música indecorosa e irreverente • Elección y deberes del registrador (sec. 3d) 50
• Reportes de las sacristías al registrador (sec.3e)
CANON 39 43 • Deberes del Secretario al registrador (sec.3f)
De la Consagración de Iglesias • Gastos del Registrador (sec.3g)
• Condiciones necesarias (sec.1) • Deberes del Secretario del Sínodo Diocesano (sec.3h)
• De la secularización (sec.2) • De las vacantes del registrador (sec.3i)
• De la demolición (sec.3) • Del tesorero y sus deberes (sec.4a, b)
• De la hipotecas (sec.4) 44 • De las vacantes del tesorero (sec.4c) 51
• Prohibición de uso seculares (sec.5)
CANON 42 51
TITULO IV 44 Del Modo de Asegurar una Correcta Visión
ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN del Estado de esta Iglesia
• De los reportes parroquiales (sec.1)
CANON 40 44 • De la entrega de los reportes del Registrador (sec.2)
Del Sínodo Provincial • Deberes de secretarios de Sacristías (sec.3)
• Del llamado a orden (sec.1a) • Deber del secretario del Sínodo Diocesano (sec.4)
• Del quórum (sec.1a)
• De la organización de las Cámaras (sec.1a) CANON 43 51
• De la instalación del Sínodo (sec.1a) De los Métodos de Hacer Negocios
• De la composición (sec.1b) de la Iglesia
• De la elección de delegados laicos (sec.1c) • Inicio del años fiscal (sec.1)
• De los invitados especiales (sec.1c) • De los depósitos (sec.2)
• Del envío de los Testimoniales (sec.1d) 45 • De las auditorías (sec.3) 52
• De las minutas (sec.1e)
• Del secretario asistente (sec.1e) CANON 44 52
• Del tiempo del secretario (sec.1e) Del Comité Provincial
• De la vacante del secretario (sec.1e) • La autoridad entre Sínodos (sec.1)
• De las enmiendas de los Cánones (sec.1f) • Conformación (sec.1)
• De las modificaciones del LOC (sec.1f) • De las reuniones (sec.1, 2)
• Del secretario, registrador y tesorero (sec.1g) • Del presidente y vicepresidente (sec.1)
• De las reglas parlamentarias (sec.1h) • Derechos (sec.1)
• Del presupuesto (sec.1i) • Del quórum (sec.2)
• De las Cuotas especiales (sec. 3) 52 CANON 50 57
De las Sacristías
CANON 45 52 • De la composición (sec.1)
Del Comité Permanente de la Diócesis • De los requisitos (sec.1)
• La autoridad entre Sínodos (sec.1) • De los deberes (sec.2) 58
• Conformación (sec.1) • Representación legal (sec.3)
• De las reuniones (sec.1, 2) • De la presidencia (sec.4)
• Del presidente y vicepresidente (sec.1)
• Derechos (sec.1) TITULO V 59
• Del quórum (sec.2) 53
LEGISLACIÓN CANÓNICA
• De las Cuotas especiales (sec. 3)
• Cuando un Obispo sea deshabilitado (sec.4)
CANON 51 59
De las Promulgaciones, Enmiendas y Revocaciones
CANON 46 53
de Cánones
De las Nuevas Diócesis • Del formato (sec.1)
• De la conformación (sec.1) • De quienes certifican (sec.2)
• De la autorización sinodal (sec.2) • Del tiempo de la certificaciones (sec.2)
• De la admisión (sec. 3)
• De los delegados (sec.4)
CANON 52 59
Del Tiempo en que los Nuevos Cánones Entran
CANON 47 53
en Vigencia
De la Recepción de Diócesis, Parroquias y Misiones
• De la solicitud (sec.1)
CANON 53 59
• Del consenso clerical (sec.2) 54
Del Tiempo que estos Cánones Entran
• Discusión, aceptación o Rechazo (sec. 3)
en Vigencia.
• Verificación del ASA (sec. 4)
• De la Incardinación de cada ministro (sec.5)
• Reconocimiento de la Diócesis (sec.6)

CANON 48 54
De los Distritos Misioneros
• Del establecimiento (sec.1)
• De la dependencia a la Cámara de Obispos (sec.2a)
• De los Obispos Misioneros (sec.2a, 4, 5)
• Sus limitantes (sec. 2b)
• De las limitantes del Obispo Misionero (sec.2b) 54
• De la formación como Diócesis (sec.3a)
• Consagración o Entronización (sec.3b)
• De las Vacantes del Obispo (sec. 5) 55
• En ausencia de un Obispo Misionero (sec.6)

CANON 49 55
De las Parroquias, Misiones y Comunidades Misioneras
• Definición de una parroquia (sec.1)
• De los curatos (sec.1)
• Remoción o Cesación de un Rector (sec. 2)
• De la autorización episcopal (sec.3)
• De los linderos parroquiales (sec.4a)
• Límites de una Parroquia o congregación (sec.4b) 56
• Derechos de una Parroquia (sec.4c)
• De congregaciones en tierras extranjeras (sec.5a)
• Autorización para oficiar (sec.5b)
• Organizar una congregación (sec.5c)
• Sujeción a los Cánones (sec.5d)
• Certificación (sec.5e, f)
• Comisión por escrito de un Arzobispo (sec.5g)
• Definición de una Misión (sec.6a)
• De las sacristías en una Misión (sec.6b)
• La Misión como agencia episcopal. (sec.6c) 57
• Del reconocimiento como Parroquia (sec. 6d)
• De la formación de una Misión (sec.7)

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