L0120. 27 Claves para Ser Feliz-Albert Sampietro
L0120. 27 Claves para Ser Feliz-Albert Sampietro
L0120. 27 Claves para Ser Feliz-Albert Sampietro
Agradezco por todas las cosas buenas que hay en mi vida. Si estoy atravesando un
momento difícil, puede que en un primer instante no recuerde nada bueno por lo que
estar agradecida ese día, pero entonces me digo: piensa dos veces. Así empiezan a
acudir todas esas bendiciones por las que dar gracias.
Esta fue mi oración de agradecimiento esta mañana, tú debes encontrar la tuya, esa que
sale de tu corazón:
“Gracias dios mío, gracias universo por este nuevo día, por este nuevo y bello
amanecer en el que tengo la oportunidad de ser feliz, de dar y recibir amor, de
compartir con mis seres queridos todo lo mejor de mi ser. Gracias vida porque tengo
una familia maravillosa que me brinda su amor incondicional, por tener el privilegio de
contar con amigos sinceros que me acompañan en el camino, aunque estén lejos.
Gracias porque hoy soy una persona consciente de mis actos, porque me siento llena de
amor para sanar, reparar y expandir a los demás. Gracias sol por iluminar con tu luz
esta hermosa mañana, tu sola presencia en el cielo ya crea en mi corazón una inmensa
alegría y gratitud. Ahora tengo todo lo que necesito. Hoy es un gran día y soy feliz”
Cuando reconoces todo lo bueno que te sucede, te sientes un ser humano muy
afortunado, lo que milagrosamente hace que más cosas buenas lleguen a tu vida, por el
poder de la intención y la atracción del universo.
El que aprecia lo que tiene, es consciente de todos los tesoros que le rodean. De esta
manera, cuando vienen tempestades que amenazan con destruir sus cosechas, sabe
que en su granero tiene otras grandes reservas de semillas para volver a sembrar.
Mi madre siempre me ha dicho que el hábito hace al monje, que en los pequeños actos
cotidianos que incorporamos a nuestras vidas están una de las claves más importantes
para la felicidad.
Hay una serie de hábitos diarios que a mí me ayudan mucho, te los pongo a modo de
ejemplo, pero recuerda que tus hábitos son algo personal, y que sólo tú debes elegirlos
de acuerdo a lo que creas que puede ayudarte a forjar tu carácter con voluntad,
disciplina y constancia:
Después de mi oración de agradecimiento, me levanto y a continuación hago la cama y
organizo mi habitación. Con esta simple tarea matutina me aseguro de mantener el
orden, porque como también dice mi madre, si ordenas tus cosas, ordenas tu vida, y
todo fluirá mejor.
Me cambio de ropa y me acicalo para lucir guapa. Me visto con colores alegres y
armoniosos, tonalidades claras.
Abro todas las persianas de la casa para que entre la luz del sol. Es un milagro
instantáneo para el buen humor.
Y hablando de hábitos. Creo que el hábito más importante que he logrado incorporar a
mi vida es el de hacer ejercicio 4 días a la semana.
Estos decretos debes pronunciarlos con fuerza y con fe. Siempre son afirmaciones en
tiempo presente, como si ya tuvieras concedido lo que quieres.
Aquí te dejo algunos ejemplos, anímate a probar, no tienes nada que perder y sí mucho
que ganar:
5. VISUALIZACIÓN
Hace unos meses atrás, después de atravesar una época difícil de mi vida, mi hermano
me recomendó hacer un ejercicio consistente en visualizar en mi mente cómo quería
verme en un año y medio partiendo desde aquel día.
Lo que hice fue buscar un entorno agradable y tranquilo, sentarme en silencio y escribir
en un documento de Word en mi portátil, lo que yo deseaba para un futuro cercano.
A medida que escribía intenté visualizarme con todos esos deseos realizados. Incluso
añadí imágenes que busqué en Internet que reflejaban esos deseos, para así darle más
fuerza a la práctica de visualización.
Este ejercicio te lo recomiendo especialmente, creo que tiene mucho poder. A lo largo
de los meses he ido leyendo una vez a la semana este documento que titulé:
Mi cuaderno de sueños.
Y como por arte de magia, poco a poco, he ido notando cambios sorprendentes. No
tienes que creer nada de lo que digo, sólo pruébalo y cuéntame.
Pocas cosas hay más gratificantes en la vida que compartir. Para compartir no tenemos
que ser necesariamente ricos, al menos no en el sentido material. Lo mejor que
podemos compartir son nuestras riquezas del alma: aquella parte de nosotros
hecha de amor y esperanza.
Recordemos que solo el amor sana, disuelve y restaura. Por tanto, compartamos
amor, y repartamos también alegría, entusiasmo, respeto, solidaridad, hospitalidad,
amabilidad, optimismo y mucha, muchísima comprensión y tolerancia.
No reprimamos en nuestro interior estos tesoros que todos podemos cultivar para
compartir con los demás. Seamos generosos, porque todo aquello que demos de bueno
al mundo, él nos los retornará multiplicado.
Cada vez que logro alguna meta por pequeña que sea, cada vez que algo bueno me
sucede, lo primero que hago es agradecer a Dios y al universo y luego lo
celebro. Celebrar es compartir dejando fluir la alegría en tu interior.
Puedes celebrarlo de mil formas: tal vez saliendo a dar un paseo, preparando una fiesta,
regalándote un caprichito, cualquier cosa vale, con tal de que sientas que has reconocido
tus méritos y te has permitido celebrarlos.
A ti que me lees te pregunto: ¿Celebras tus éxitos? Me encantaría leer tus comentarios.
8. ¡¡¡BAILA!!!
Soy de Cuba, llevo en la sangre la pasión por el baile. Cuando la música suena, mis pies
se van solitos.
No importa que creas que no bailas bien o que no tienes sentido del ritmo, no bailes para
nadie, baila para ti. Busca una canción que te active, que te ponga en “modo vibrador”,
dale “play” y déjate llevar por la música. Libera cada parte de tu cuerpo, sin
restricciones.
En mi caso, dos de las mejores horas de mi semana son siempre las que dedico a mis
clases de danza del vientre los lunes y miércoles. Por cierto ahora la profesora nos está
enseñando danza polinesia, y cuando la bailo me siento como si estuviera en las
mismísimas exóticas playas de Hawai. ¿Te animas a probar?
Quien tiene un amigo tiene un tesoro. Los amigos son esos compañeros del alma que
nos acompañan en el camino y alientan cada uno de nuestros pasos.
Los amigos son mensajeros de amor, que nos aceptan como somos, pero también
pueden y de hecho deben, ayudarnos a ser mejores, a superar nuestras propias
limitaciones.
Todo el tiempo que dediques a los amigos, jamás será un tiempo perdido.
Para las mujeres es algo muy bueno para nuestra salud cultivar la relación con
nuestras amigas. Nosotras nos conectamos de una manera que nos facilita
proporcionamos sistemas de apoyo que nos ayudan a lidiar con el estrés y las
experiencias difíciles de la vida.
Según he leído, desde el punto de vista físico, esta cualidad “tiempo para las amigas”
nos ayuda a fabricar más serotonina, que es un neurotransmisor que contribuye a
combatir la depresión y puede producir una sensación general de bienestar. Las
mujeres compartimos nuestros sentimientos desde nuestra alma con nuestras mejores
amigas y, ciertamente, es muy bueno para nuestra salud. El orador dijo que dedicar
tiempo con una amiga es tan importante para nuestra salud general como ir al
gimnasio.
Así que, cada vez que nos sentamos a charlar con nuestras amigas, celébralo por estar
haciendo algo bueno para nuestra salud y felicidad.
Entrar en contacto con la naturaleza es permitirte sentir ese vínculo en toda su plenitud.
Abrir los ojos del corazón y contemplar con la inocencia de un niño la belleza que te
rodea.
Puedes hacerlo de muchas formas, por ejemplo abrazando un árbol, andando descalza
sobre la arena de la playa o la hierba del campo, permaneciendo en silencio mientras
escuchas los sonidos de la vida latiendo a tu alrededor, acariciando un animal o
simplemente contemplando con admiración un atardecer, mientras sientes que la belleza
del horizonte también se derrama con abundancia en tu corazón. De esta manera podrás
ser capaz de ver que todos estamos unidos en el gran milagro de la existencia.
Para mí el silencio es un aliado que busco y aprecio. Cuando el silencio entra en mí, me
abandono en sus profundidades, y es entonces cuando puedo detectar los sonidos
imperceptibles que habitan en él: los latidos de mi corazón, el aire que entra y sale de
mis pulmones, la energía vibrante de la vida.
Cuando estoy sola, siento esa soledad como una oportunidad para deleitarme en la
búsqueda y el conocimiento de mi propio ser. Un momento para conectar con mi
esencia, para relajarme y meditar.
Creo que existe una gran diferencia entre soledad y desolación. Cuando estás
desolado significa que sientes la necesidad de alguien más, extrañas a otro, o alguna
circunstancia que ya no está presente.
Además la soledad es un puente abierto hacia la creatividad, puedes aprovechar esos
momentos para encontrar tu elemento creativo.
Según el Zen, el pasado ya no existe y el futuro aún no ha llegado, los dos se mueven
en direcciones que no existen.
He leído muchos textos interesantes sobre esta filosofía de vivir el presente, ahora
recuerdo un libro extraordinario al que he acudido en varias ocasiones de mi vida, que
nos hace reflexionar mucho sobre esta idea y que te recomiendo fervientemente: El
Poder del Ahora de Eckart Tolle.
Una persona que vive el Ahora, es aquella cuyos pensamientos y acciones se dirigen al
momento, aquí y ahora.
Cuando dejes de pensar en lo que te daña, serás capaz de hacer grandes cosas por
el bien tuyo y el de todos.
En mi dormitorio tengo un recorte de una revista que dice en letras grandes esta frase de
Gabriel García Márquez: “Sonríe, porque nunca sabes quién se va a enamorar de tu
sonrisa.”
Cuando te diriges a los demás con una sonrisa natural y sincera, parece imposible que te
devuelvan un desaire a cambio. Así que cambia las caras amargas y regala una
sonrisa a todo el mundo que se acerque a ti.
Así puedes encontrar refugio en tu propia riqueza interior si ese algo o alguien deja
de estar en tu vida.
No permitas que las circunstancias te lleven como por inercia, perdiendo el control de tu
propia vida y por tanto de tu felicidad.
Salir de nuestra zona de confort consiste en plantearnos nuevos desafíos que nos reten a
sacar lo mejor de nosotros. Debes ir paso a paso, y no perder el entusiasmo. A medida
que logres perder el miedo en esas pequeñas cosas que te bloquean en la consecución de
tus metas, celébralo como un éxito en el camino de tu realización personal.
Recuerda que una parte importante de quiénes somos se ha formado a través de las
creencias y las informaciones de otras personas. Las creencias no son necesariamente
verdaderas o falsas, correctas o incorrectas, las creencias son opiniones que son
trasmitidas de generación en generación. Sabiendo esto, tú puedes de una manera
consciente elegir los mensajes y las actitudes que no apoyarán tus metas y tu salud
emocional y reemplazarlas por los mensajes y las actitudes que sí lo harán.
19. ENCUENTRA TU PASIÓN
Encontrar tu pasión, es hallar esa actividad que te llene el alma, hasta tal punto que
mientras la realizas no sientas necesidad de nada más. Realmente deberíamos sentir
pasión en cada cosa que hacemos cotidianamente, aunque siempre habrá cosas que nos
reporten más plenitud que otras.
Encuentra aquello en lo que te sientas realizada, plena y vital. La pasión está enlazada
a tu elemento creativo, a la fuerza que te impulsa, que te hace vibrar la esencia de
tu ser.
A mí me apasionan muchas cosas, pero si tuviera que destacar tres, diría sin dudarlo:
bailar, escribir poesía y ayudar a otras personas a sentirse más felices.
Todas las personas tenemos un talento natural, un don que nos hace únicos. No
desperdicies ese don que la vida te ha regalado, intenta potenciarlo y descubrir si a la
vez que lo disfrutas puedes ganarte la vida con él.
Haz tu trabajo con gozo, con amor y empleando toda tu creatividad, porque así el
acto de hacerlo no será puramente económico y te producirá a ti y a los que reciben los
frutos de tu trabajo, un crecimiento espiritual sin precedentes.
Ama lo que haces, sea lo que sea, y sé meditativo y consciente mientras desempeñas tu
labor.
21. LIBÉRATE DEL ODIO POR MEDIO DEL PERDÓN Y DEL AMOR.
PERDONA, DEJA IR LO QUE TE CAUSA DOLOR
“Me libero del odio por medio del perdón y del amor. Entiendo que el sufrimiento,
cuando no se puede evitar, está aquí para hacerme avanzar hacia la gloria. Comprendo
que todo se entrelaza, todas las carreteras convergen, todos los ríos caminan hacia el
mismo mar.” De Aleph por Paulo Coelho.
En la vida a veces llegan momentos en que se hace necesario cerrar algunas puertas,
para que otras nuevas puedan abrirse. No es cuestión de orgullo, es por la sencilla razón
de que esas puertas ya no conducen a ninguna parte: el pasado ya no debe volver a tu
vida para que puedas reconocer lo que llega en el presente que es cuando la vida
acontece.
Ocurre que en ocasiones nos resulta difícil cerrar algunas puertas porque aún llevamos a
cuestas la carga de una herida del pasado, pero entre más mantengas abierta la puerta
que te lleva a esa herida, menos se curará. Esto sucede porque hay algo que tienes que
perdonar para liberarte y sanar.
No vale la pena aferrarse a los recuerdos tristes, el odio no sirve de nada, el perdón y el
amor serán las llaves que te abrirán nuevas puertas, de lo contrario vivirás anclada
en el pasado, alimentando los dolores y sufrimientos antiguos.
De ahora en adelante, pon tus fuerzas en construir una vida nueva, camina de frente sin
mirar atrás, haz como el sol que nace cada mañana, sin huellas de la noche
anterior. Perdona, deja ir lo que te causa dolor.
Hay momentos en la vida en que parece que el mundo se nos derrumba, sobre todo
cuando habíamos puesto todas nuestras esperanzas e ilusiones en un sueño, y de
repente, se ven frustradas irremediablemente o aparecen obstáculos que amenazan con
destruirlas.
Es en estos momentos, cuando debemos sacar toda la fuerza de nuestro interior para no
dejarnos vencer por el abatimiento. Debemos pensar que todo pasa, y que el tiempo nos
podrá ofrecer nuevas perspectivas de la situación.
Intenta por todos los medios sacar a flote tu espíritu de supervivencia y superación.
Trata de no dejarte derrumbar por las dificultades, reza mucho y pídele a Dios para que
te de fuerzas, paciencia y aceptación si la situación no puede ser cambiada.
Escucha música que te levante el ánimo, lee libros de autoayuda, reúnete con buenas
amigas para que al menos despejes un rato de los problemas y mantén tu mente ocupada
en soluciones, no en lamentaciones. En estas circunstancias tenemos que tratar de
mantener la mente clara para poder actuar de la mejor manera posible y no caer en
depresiones. No te dejes vencer, pero acepta también tu vulnerabilidad como ser
humano, y si tienes ganas de llorar, llora, porque las lágrimas nos limpian el alma, y
cuando acabamos de soltar todo ese dolor reprimido, nos sentimos más aliviados.
23. ENFOCA TU MENTE A CADA PEQUEÑA ACCIÓN.
PENSAMIENTO CONSCIENTE.
Creo que existe una estrecha relación entre felicidad y el pensamiento enfocado y
consciente.
Desde que me levanto hasta que me acuesto a dormir cada día, a todo lo que hago le
encuentro un sentido importante porque lo realizo con amor, entusiasmo y
responsabilidad, consciente de que es bueno para mí, para las personas que amo e
incluso para la humanidad, porque todo lo bueno que hagamos, será bueno para el
conjunto de la humanidad. Pongo toda mi atención hasta en el más mínimo
detalle porque de esta forma no solo hago las cosas bien sino que disfruto haciéndolas.
En cada cosa nueva que haces o creas, pon toda tu atención, cuando preparas un
plato de comida para tu familia, escribes una carta, paseas por las calles de tu ciudad,
charlas con amigos, haces lindas fotografías o contemplas un hermoso amanecer. De
esta forma le darás un nuevo sentido a cada instante y te sentirás más feliz.
Cuando fluyes con la vida, cuando te conoces plenamente e intentas comprender mejor
a las demás personas, cuando descubres tu conexión con toda la existencia; tus
pensamientos, palabras y acciones nacerán indudablemente del amor.
El amor que irradiará de ti, será una clara expresión de tu alegría interior. Cuanto más
amor des a los demás, más amor retornará a ti multiplicado.
Inspira tus palabras y tus actos en el Amor porque el Amor y la Felicidad son
hermanas que danzan siempre juntas.
26. ENAMÓRATE DE LA VIDA
La vida tiene su propio ritmo, todo lleva su tiempo, hay que tener paciencia para ver el
fruto de nuestros esfuerzos. No desesperes, relájate en el lugar y el momento en el que
estás, aprende a esperar sin desesperar.
Por último, antes de despedirme quiero recordarte que somos los únicos responsables
de nuestra felicidad. Es determinante que tomemos las riendas de nuestra vida y
elijamos ser felices a pesar de cualquier circunstancia por la que estemos atravesando.
Tenemos el deber con nosotros mismos y con los que nos rodean de Buscar la
Felicidad, pero no la busquemos fuera, sólo la hallaremos dentro de nosotros.
Espero que estas palabras te beneficien en tu búsqueda, estaré encantada de escuchar tus
opiniones y ojalá te animes a compartir tus propios “secretos para la felicidad” con
todos los lectores de este blog.