Origen de La Sociología
Origen de La Sociología
Origen de La Sociología
La sociología no surgió como un hecho casual o fortuito, sino, como una necesidad histórico-social,
provocada por los acontecimientos arriba señalados. Sucesos económicos, sociales y políticos
que, finalmente, fueron la causa para la búsqueda de un conocimiento que diera cuenta de los
cambios producidos en la Europa de la época.
El invaluable trabajo que realizó su padre fundador, Augusto Comte y, luego, los valiosos aportes
de los demás teóricos de la sociología posibilitaron el enriquecimiento teórico de la sociología. Por
eso ambos, padres fundadores y clásicos del pensamiento sociológico moderno, tienen su sitio en
el surgimiento y desarrollo de esta ciencia.
Hoy día, es más que difícil hacer referencia a las investigaciones sociológicas sin acudir a los
aportes de los llamados clásicos de la Sociología. No solo son un referente para la sociología, lo
son para todas las ciencias sociales. Emilio Durkheim, Carlos Marx y Max Weber, son fuente
obligada para la búsqueda del conocimiento.
Estos tres clásicos son un referente obligado para el estudio de la realidad social. Ellos mantienen
su vigencia a pesar de haber escrito sus obras desde hace muchos años. Nos dejaron teorías y
conceptos que hoy seguimos usando por su importancia y pertinencia.
Revolución Industrial
La Revolución Industrial nació en la Inglaterra del siglo XVIII pero su impacto traspasó sus
fronteras. Provocó enormes innovaciones tecnológicas que tuvieron lugar en Europa occidental
desde mediados del siglo del siglo XVIII. Desde entonces el ritmo de la innovación tecnológica se
aceleró. Sabemos que toda innovación tiene efectos culturales que, al final, siempre producen
otras transformaciones tecnológicas.
Nadie puede desconocer los enormes beneficios que trajo la Revolución Industrial en función del
desarrollo de las fuerzas productivas. Esta Revolución impactó en el descubrimiento de nuevas
tecnologías y abrió el camino para nuevas formas del conocimiento en actividades como la
agricultura, la vivienda, la medicina, la infraestructura (en la comunicación terrestre y marítima).
Con la Revolución Industrial las distancias se acortaron y algunos valores se volvieron universales.
Se ha definido la Revolución Industrial como el proceso que permitió el paso del trabajo manual
al trabajo de la manufactura. Lo que implicó una mayor producción y productividad del trabajo.
Con la Revolución Industrial se ampliaron los mercados y, las relaciones económicas entre las
naciones, se volvieron una práctica generalizada. Algunos autores llegan, incluso, a considerar que
este fue el principio de lo que hoy día se llama globalización. La globalización hace que los
mercados integren las economías de diferentes regiones y países.
La Revolución Industrial consolidó el dominio del sistema capitalista y, con él, el surgimiento de
nuevos actores sociales como la burguesía y el proletariado. Estas dos clases fundamentales del
capitalismo se convierten en actores claves de este modelo. Se consolidan generando así nuevos
conflictos como expresión de la lucha de clases, antagónica e irreconciliable, que existe entre ellas.
Imagen
El motor a vapor o caldera marco el inicio de la revolución industrial
Imagen por Alvaro Hernández (flickr)
Los efectos sociales que trajo consigo el sistema capitalista son innumerables, entre ellos se
pueden mencionar: el crecimiento poblacional y, consecuentemente, el aparecimiento de lo que se
llama vida urbana (que es la vida en las ciudades) con migración, ruido, violencia, mendicidad y
desempleo. Fenómenos que han ido creciendo en las sociedades capitalistas de manera alarmante
hasta nuestros días.
La Revolución Industrial es producto del crecimiento y los cambios que se han venido produciendo
durante los últimos siglos. No fue una revolución repentina, sino lenta y continua. Se pasó del viejo
mundo rural al de las ciudades. Del trabajo manual al trabajo de la máquina. Las personas que
vivían en el campo se trasladaron a las ciudades y modificaron su condición social. Migraron, en
gran medida, para trabajar en las nuevas fábricas que surgieron al calor de los procesos generados
por el nuevo modelo de desarrollo capitalista.
El capitalismo tiene como propósito fundamental la ganancia. Lo que significó que la riqueza que
se producía quedaba en pocas manos, lo que a su vez generó un rechazo por parte de la naciente
clase obrera, que pronto se vio compelida a luchar por mejores condiciones de vida. Esto se
tradujo en nuevas formas de lucha de los sectores oprimidos de la sociedad, lo que atrajo la
atención de algunos pensadores que no podían resignarse a la contemplación de una situación
que amenazaba con el advenimiento de una sociedad diferente.
Así las cosas, los sociólogos de la época tenían posiciones sobre lo que estaba pasando en
Europa y el mundo
Si se piensa desde los tres clásicos del pensamiento sociológico moderno, sin duda que se
encontrarán posturas disimiles. Carlos Marx, el más controversial de ellos, apoyaba resueltamente
las nuevas protestas obreras y predecía el advenimiento de una nueva sociedad: la sociedad
socialista. Por otro lado, Emilio Durkheim y Max Weber, aunque no eran ajenos a la deplorable
situación de descomposición que la sociedad capitalista producía, se pronunciaban más por una
reforma del sistema capitalista que por cambios radicales.
Sin duda que la Revolución Industrial tuvo un impacto significativo en la vida de la humanidad.
Tanto a nivel económico, como político y social.
A continuación vean el siguiente video sobre la “Revolución Industrial”. Para que pueda ver el
video deberá hacer clic en el titulo del mismo.
La burguesía necesitaba tener el poder político para dictar las leyes y controlar las instituciones
que le fueran necesarias para gobernar a su favor. El poder económico necesita del poder político
para legitimar su dominación y hacerla viable. Tener poder económico y no tener poder político es
un absurdo.
Por ejemplo: si se piensa en el caso de nuestro país, podríamos preguntarnos:
Es claro que en Honduras los que están al frente del Estado (poder político) y toman las decisiones
acerca de todas las actividades económicas, políticas y sociales, son los mismos que tienen el
poder económico.
A continuación vean el siguiente video sobre la “Revolución Francesa”. Para que pueda ver el
video se sugiere hacer clic en el titulo del mismo.
La Ilustración
Fue un movimiento de intelectuales que abrió el camino a las fuerzas emergentes que irrumpieron
en los nuevos escenarios de la vida socioeconómica de Europa. Este movimiento estaba
constituido por un pequeño grupo de intelectuales del siglo XVIII, que visualizaron la necesidad de
crear una ciencia de la sociedad que fuera capaz de descubrir leyes en la vida social, de la misma
manera que las ciencias naturales lo hacían con la naturaleza. A estos pensadores, también se les
conoce con el nombre de iluministas, ilustrados o, simplemente, como filósofos. Dos son los
pensadores más representativos en el campo social y político: Charles Louis de Secondad, Baron
de la Brede y de Montesquieu (1689-1755) y Juan Jacobo Rousseau (1789-1778).
Con la ilustración se estableció el imperio de la razón en
contraposición al dogmatismo de la Edad Media, donde el
pensamiento dominante estaba fuertemente influido por la iglesia.
La ilustración se caracteriza por la creencia de que las personas podían comprender y controlar el
universo mediante la razón y la investigación empírica. Sostenían que así como el mundo físico
se regía por leyes de la naturaleza, era muy probable que la sociedad también se rigiera por leyes
semejantes. Por lo tanto, el investigador podía descubrir esas leyes, buscando crear un mundo
más racional.
Este fue un movimiento que, aunque sus teóricos no eran sociólogos, la perspectiva con que
hacían sus análisis permitió que fueran considerados de orden sociológico.
Montesquieu, por ejemplo, sostenía que la causa del desarrollo estaba en el clima (según
él, los climas fríos favorecían la laboriosidad de las personas). Desde este punto de vista lo
importante es la búsqueda de causas terrenales y no divinas.
Con este movimiento de pensadores el ser humano es, sujeto y objeto, de su propio destino y no
está sometido a fuerzas externas.
Rousseau, fue más lejos y decía que los males de la sociedad estaban en la civilización.
Sostenía que el ser humano era bueno y las instituciones lo volvían malo. Hablaba de una
etapa en la cual el hombre era libre y, la avaricia por el dinero, lo convertía en “lobo del
hombre”.
Definición de Sociología
En Sociología como en otras ciencias no hay una sola definición. Con frecuencia cada autor o
investigador construye el objeto de estudio que más se aproxime a sus propósitos y, al ámbito de
estudio, donde centra su atención.
Hay varias definiciones de Sociología. Por supuesto, la primera fue la de Augusto Comte (1798-
1857), en tanto padre fundador de la ciencia y creador de la palabra sociología. Comte creó la
palabra sociología con la fusión de dos raíces: socius que significa sociedad y, logos, que
significa tratado, ciencia o estudio. Por lo tanto, sociología, sería la ciencia que estudia la
sociedad.
Con el desarrollo del pensamiento social cada disciplina tiene su propio objeto de estudio, o sea
que a la sociedad se le estudia desde diferentes ópticas en función de la complejidad del mundo
que los seres humanos construyen.
Es así como surgen las ciencias sociales que, como ya se señaló, son un conjunto de ciencias
que se encargan de estudiar la sociedad en sus múltiples facetas. Entre ellas está
la historia, economía, demografía, antropología, ciencia política, filosofía, psicología social y, claro,
la sociología.
En relación a las definiciones de la Sociología veremos como la definen los tres clásicos del
pensamiento sociológico moderno:
La Sociología debe estudiar fenómenos del mundo natural es decir, estudiar al hombre (entendiendo que
antes se hacía referencia a “hombre” bajo el supuesto entendido que, igual se incluía a las mujeres) en sus
actos. Uno de los problemas de la definición de Sociología desde sus primeros años es su intento por explicar
los fenómenos sociales como si fueran cosas, es decir fenómenos de la naturaleza, desconociendo que en la
realidad social actúan fuerzas sociales e individuales que no se pueden medir ni contar con laboratorios para
sacar conclusiones deductivas. Esto tiene que ver, sin duda, con el peso que pensadores como Durkheim
tuvieron en el nacimiento de la Sociología. De ahí que la sociología haya surgido con una marcada influencia
positivista. Recordemos que Durkheim es el padre del positivismo. También, existe la tendencia en muchos de
los pensadores de la Sociología, de estudiar los fenómenos sociales a partir de la cultura como el elemento
más importante.
Incorpora la visión materialista de la historia lo que influyó para definir la Sociología más desde las
condiciones materiales de existencia de la humanidad. Marx, sin haberse declarado sociólogo, mantenía un
pensamiento de orden sociológico. En su teoría se interesó en explicar el carácter inevitable de la
transformación revolucionaria de la sociedad, mostrando así, que las sociedades no son eternas.
De esta manera se puede decir que en el pensamiento marxista, la Sociología es la ciencia que estudia el
origen, desarrollo y caducidad de la sociedad.
Comte fue secretario de Saint-Simón y, a veces, resulta difícil delimitar la obra de cada uno de
ellos. En sus inicios Comte pensó en llamar física social, a la nueva ciencia que se dedicaría al
estudio de la sociedad. Ese nombre de física social, probablemente, fue pensado bajo la influencia
del desarrollo que las ciencias naturales tenían en Francia principios del siglo XIX. Sin embargo,
Comte se enteró que ya había una obra con ese nombre y, por eso, construyó un nombre para la
ciencia que ya había concebido.
En esa época se consideraba que así como los cuerpos terrestres tenían una ciencia, la sociedad
debía tener también una ciencia, que a semejanza de las ciencias naturales debería explicar los
fenómenos sociales. En el libro Curso de Filosofía Política (1838), apareció impresa por primera
vez la palabra Sociología, para referirse a esa ciencia que estudia la sociedad.
Carlos Marx es otro teórico considerado también padre de la Sociología. Su obra está compuesta
de un cuerpo teórico y conceptual que hace una radiografía de las relaciones entre los
fenómenos, explicando el carácter progresivo de la sociedad y la inevitabilidad del advenimiento
de una nueva sociedad. Fue un crítico de la sociedad capitalista y constructor de un proyecto para
una sociedad más justa, a la que él denominó socialista.
Marx es el creador de la teoría del conflicto, donde su esfuerzo -entre otros- está en demostrar
que la historia de la humanidad no ha sido más que la historia de la lucha entre las dos clases
fundamentales del sistema capitalista.
En la tradición marxista se habla del materialismo histórico para referirse a la ciencia que estudia
los problemas de la sociedad a partir de la historia, de tal manera que cuando se habla de
la sociología del conflicto, estamos hablando de la sociología marxista. Marx, consideraba que
el mundo de las ideas que los seres humanos tienen no es más que el reflejo dialéctico de la
realidad material en que se vive. Sostenía que no son, la filosofía o la religión, las que explican la
realidad, por el contrario, la visión del mundo se explica por la forma como las personas producen
lo que necesitan para vivir, es decir, en qué condiciones y bajo qué relaciones viven. En efecto, no
piensa lo mismo una persona que reside en una colonia marginada de Tegucigalpa o San Pedro
Sula, que una persona que habita en una colonia residencial donde sus necesidades vitales, en lo
fundamental, están resueltas.
Ciertamente ya hemos hablado un poco de los clásicos del pensamiento sociológico moderno.
Pero es necesario precisar otros aspectos de cada uno de ellos. De entrada, recalcar por qué es
que se les denomina clásicos. Es, muy sencillo, porque su pensamiento no pierde vigencia, sigue
teniendo vigencia. O sea, que es actual a pesar del paso del tiempo. También porque construyeron
teorías y conceptos que son más que necesarios para el estudio de los fenómenos sociales,
obviamente, desde la perspectiva de cada uno de ellos.
Emilio Durkheim (francés), Carlos Marx (alemán) y Max Weber (alemán), son considerados
los clásicos del pensamiento sociológico moderno. Sus aportes tienen significado en la
explicación de los problemas sociales desde el punto de vista teórico, metodológico y conceptual.
Son de referencia obligada en las ciencias sociales y, particularmente, para la sociología.
Le sugerimos entrar al siguiente enlace para que puedan ver el video llamado “Emile
Durkheim: El Hecho Social-Filosofía-Educatina”. Para ver el video haga clic al
nombre del mismo.
Para este pensador el objeto de la Sociología deberían ser los hechos sociales y, la
metodología que propuso fue estudiar esos hechos sociales como si fueran cosas. En una
de sus más obras más importantes, “El Suicidio” (1896), Durkheim llegó a establecer que
la integración o la desintegración social explican el comportamiento social con respecto al
suicidio. Un aporte significativo de esta obra de Durkheim fue el haber demostrado que en
el suicidio hay condicionantes sociales y, que las personas no solo se suicidan por amor,
que pueden haber causas vinculadas a lo social, a lo cultural y, por supuesto, a lo
económico. Mostró también cuales son los grupos sociales más proclives al suicidio. Su
argumento principal es que la naturaleza y los cambios de los hechos sociales explican las
diferencias sociales entre las tasas de suicidio. Decía que a mayor integración social
menos suicidios y, por el contrario, cuando hay menos integración hay más propensión
para que las personas, mujeres y hombres, opten por el suicidio. En momentos de guerra y
depresión económica, por ejemplo, se creaba una situación depresiva, que a su vez,
generaba condiciones para una mayor tasa de suicidios.
Como quiera que sea, aquí lo importante es la búsqueda de una teoría que explicara el
comportamiento humano, sin desconocer que una teoría puede ser válida para una época
o, para una sociedad en particular. Advirtiendo que hay también teorías que explican el
funcionamiento de la sociedad en su conjunto.
Weber se esforzó por comprender las interrelaciones de todos los factores que influyen en
la construcción de una estructura social pero más basada en lo que él llamó la acción
social.
A ninguno de los tres, ni a Durkheim, ni a Marx, ni a Weber, podemos encasillar como sociólogos.
Todos escribieron sobre diversos temas: economía, política, historia, filosofía, entre otros. Su obra
es muy amplia y es fuente obligada para todo cientista social y, sociólogo, en particular.
Para profundizar y finalizar el presente tema se le invita leer la siguiente lectura complementaria
nombrada “La Sociología Clásica: Durkheim y Weber. Estudio preliminar y selección
de textos” del autor Juan Carlos Portantiero. Para leer la misma haga clic sobre el nombre de la
misma. para enlazarlo al título “La Sociología Clásica: Durkheim y Weber. Estudio preliminar y
selección de textos”