Este poema es un himno dedicado a Eduardo Avaroa, un hombre que defendió audazmente a su patria natal y supo morir por ella. El poema lo describe como un sol de gloria cuyo coraje brilló en los campos de batalla, preludiando una canción de victoria. Eduardo Avaroa se ha convertido en un símbolo de gloria que irá en los pliegues de la bandera de su país, reflejando su imagen heroica y su gran corazón que sigue palpitando.
Este poema es un himno dedicado a Eduardo Avaroa, un hombre que defendió audazmente a su patria natal y supo morir por ella. El poema lo describe como un sol de gloria cuyo coraje brilló en los campos de batalla, preludiando una canción de victoria. Eduardo Avaroa se ha convertido en un símbolo de gloria que irá en los pliegues de la bandera de su país, reflejando su imagen heroica y su gran corazón que sigue palpitando.
Este poema es un himno dedicado a Eduardo Avaroa, un hombre que defendió audazmente a su patria natal y supo morir por ella. El poema lo describe como un sol de gloria cuyo coraje brilló en los campos de batalla, preludiando una canción de victoria. Eduardo Avaroa se ha convertido en un símbolo de gloria que irá en los pliegues de la bandera de su país, reflejando su imagen heroica y su gran corazón que sigue palpitando.
Este poema es un himno dedicado a Eduardo Avaroa, un hombre que defendió audazmente a su patria natal y supo morir por ella. El poema lo describe como un sol de gloria cuyo coraje brilló en los campos de batalla, preludiando una canción de victoria. Eduardo Avaroa se ha convertido en un símbolo de gloria que irá en los pliegues de la bandera de su país, reflejando su imagen heroica y su gran corazón que sigue palpitando.