Ansiedad en Niños y Adolescentes

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TRUJILLO BENEDICTO XVI

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TRUJILLO


BENEDICTO XVI
ESCUELA DE POSGRADO
MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA CON MENCIÓN EN:
PSICOLOGÍA CLÍNICA Y DE LA SALUD.

MODELOS DE INTERVENCIÓN EN PSICOLOGÍA


CLÍNICA Y DE LA SALUD
“ANSIEDAD EN NIÑOS
GRUPO N° 2
 Calcina Guzmán, Bárbara María.
 Casana Rubio, María Virginia.
 Dávila Calvay, Melisa Milagros.
 López Acosta, Elvis Arnold.
 Medina Valverde, Karen Sofía.
 Peralta Burgos, Esmeralda.
 Uyuquipa Chipa, David.

DOCENTE
Dra. Natalia Ramírez Saenz.

TRUJILLO – PERÚ
2022

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RESUMEN

El presente trabajo de revisión pretende dar una visión sintética, pero, a la


vez, precisa de la ansiedad en niños y adolescentes. De acuerdo con OMS
(2018) La salud mental es donde la persona tiene el bienestar para realizar
sus capacidades y hacer frente ante las condiciones del día a día y contribuir a
la sociedad, con esto quiere decir que la salud mental es fundamental en el
bienestar individual y colectivo de la comunidad. Asimismo, en la actualidad
existen diferentes visiones sobre la etiología e intervención de la ansiedad en
niños y adultos que van desde una perspectiva psicoanalítica hasta un modelo
evolutivo y comportamental, demostrándose que esta problemática ejerce un
impacto negativo importante a lo largo de la vida de las personas, en cuanto a
su calidad de vida, sus relaciones tanto interpersonales como académicas o
laborales (Olantunji, Cisler y Tolin, 2010).

Por ello, dándole la importancia a la salud mental, es necesidad prioritaria


analizar esta problemática desde la infancia debido a que existe una gran
vulnerabilidad, y su detección e intervención temprana van a permitir que los
estragos emocionales y sociales sean reducidos en gran manera.

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INDICE DE CONTENIDO

I. RESUMEN -----------------------------------------------------------------
01
II. INTRODUCCIÓN ---------------------------------------------------------
03
III. MARCO TEÓRICO-------------------------------------------------------
04
III.1. Definiciones Básicas ---------------------------------------------- 05
III.2. Investigaciones Nacionales ------------------------------------- 06
III.3. Modelos de Intervención ----------------------------------------- 07
III.3.1. Terapia Cognitivo Conductual ----------------------------- 08
III.3.2. Terapia Psicodinámica -------------------------------------- 11
III.3.3. Terapia Gestalt ------------------------------------------------ 12
III.3.4. Terapia Sistémica --------------------------------------------- 16

IV. CONCLUSIONES --------------------------------------------------------


18
V. ANEXOS --------------------------------------------------------------------
19
VI. BIBLIOGRAFIA -----------------------------------------------------------
22

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INTRODUCCIÓN
Los trastornos de ansiedad, globalmente, son los trastornos psiquiátricos más

frecuentes en la infancia y adolescencia, presentando tasas de prevalencia

entre un 10 y un 20%, por encima de la depresión y de los trastornos de la

conducta. Los trastornos de ansiedad a menudo se inician en estas etapas y

son progresivos, persistentes y crónicos o de curso recurrente. El diagnóstico

precoz y su tratamiento puede reducir el impacto en la vida del niño y del

adolescente, en todos sus aspectos, académico, social y familiar, y prevenir la

persistencia de un trastorno de ansiedad en la vida adulta. La ansiedad se

puede equiparar al miedo. Los miedos y las preocupaciones son normales en

la infancia, tienen un carácter evolutivo, preparan al niño para afrontar

situaciones que pueden entrañar un peligro, así como enfrentarse a los

cambios. Estos miedos van cambiando con la edad. En edades tempranas, se

asustan por estar solos o ante ruidos fuertes. Según crecen aparece el miedo

a separarse de sus padres, a la oscuridad, a los extraños. En la edad escolar

aparecen miedos a fenómenos naturales, monstruos o enfermedades, y en la

adolescencia predomina el miedo a hacer el ridículo ante compañeros, al

fracaso académico, la competencia escolar y las cuestiones de salud. La

ansiedad aparece cuando existe un peligro inmediato real o imaginario. Tiene

carácter adaptativo y es necesaria para la supervivencia. Se hace patológica

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cuando es excesiva en intensidad, duración (en general, si dura más de 6

meses), o causa un desproporcionado malestar o sufrimiento. También se

considera patológica, cuando el desencadenante es un estímulo

objetivamente neutro o inofensivo.

La ansiedad se puede desencadenar por factores externos o internos

(recuerdos, imágenes, ideas, deseos). Se manifiesta con síntomas cognitivos

(miedo, preocupación) y conductuales, siendo la inhibición la respuesta más

típica en los trastornos de ansiedad. La adolescencia, en concreto, es una

etapa de cambios y retos evolutivos, cambios físicos, elección de estudios,

realización de la selectividad como acontecimiento especialmente estresante,

inicio de la vida laboral, necesidad de la aceptación e integración al grupo de

sus iguales, inicio de relaciones afectivas de pareja, etc. A veces, estos

cambios tan importantes en la vida precipitan ansiedad en adolescentes

vulnerables, pudiendo desencadenar patología. Siguiendo la clasificación del

manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales en su quinta

edición (DSM-5), los trastornos de ansiedad más habituales en la infancia son:

trastorno por ansiedad de separación (TAS), trastorno por ansiedad

generalizada (TAG), fobia social y fobias específicas. En los trastornos de

ansiedad es frecuente la comorbilidad, en especial con otro trastorno de

ansiedad y con depresión (Pérez y Sánchez, 2022).

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I. DEFINICIONES BÁSICAS:
Ansiedad: Mecanismo fisiológico de adaptación al medio, una señal de
alarma que nos pone en alerta frente a posibles peligros presentes en el
entorno y nos prepara para emitir una conducta adecuada de evitación,
huida o afrontamiento.
Ansiedad Normal: Mecanismo funcional, adaptativo y de protección.
Ansiedad patológica: Respuesta de intensidad y frecuencia
desproporcionada a la realidad ambiental, que incluso se presenta en
ausencia de estímulos externos que puedan justificarla y que
desencadenan múltiples síntomas tanto físicos como psicológico (Grupo
Doctor Oliveros, 2018).

Los trastornos de ansiedad aparecen cuando se rebasa la capacidad de


adaptación. Cuando éstos se encuentran muy estresados (como puede ser la
presión por los exámenes o la tan conocida “selectividad”), la ansiedad
puede agravarse y convertirse en un estado emocional permanente. Por otro
lado, la ansiedad se asocia además con problemas de abuso de sustancias y
con el desarrollo de la depresión. Dentro de los diversos síntomas que puede
producir la ansiedad, los más comunes son:

A. Síntomas físicos:
Sudoración, sequedad de boca, mareo, inestabilidad.
Temblor, tensión muscular, cefaleas, parestesias.
Palpitaciones, dolor precordial, disnea.
Náuseas, vómitos, dispepsia, diarrea, estreñimiento, aerofagia,
meteorismo.
Micción frecuente.
Problemas en la esfera sexual.
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B. Síntomas psicológicos:
Preocupación, aprensión, sensación de agobio.
Miedo a perder el control, sensación de muerte inminente.
Dificultades para la concentración, quejas de pérdidas de memoria.
Irritabilidad, desasosiego, inquietud.
Conductas de evitación de determinadas situaciones, inhibición
psicomotora,
obsesiones o compulsiones.

C. Síntomas conductuales:
Tensión muscular.
Frecuentes bloqueos.
Respuestas desproporcionadas a estímulos externos.

II. INVESTIGACIONES NACIONALES: a continuación, las investigaciones


realizadas:
Julca (2021) realizó la investigación que lleva por título “Eficacia del
programa de inteligencia emocional para disminuir la ansiedad en
adolescentes del nivel secundario revisión sistemática”, cuyo objetivo
de la revisión fue identificar, analizar y describir la eficacia del programa
de inteligencia emocional para disminuir la ansiedad en adolescentes del
nivel secundaria, utilizó la metodología de revisión sistemática para
estudios indexados del 2000 al 2020 utilizando las bases de datos scielo,
refseek, springer y pubmed. Los resultados muestran que los programas
de inteligencia emocional son efectivos para disminuir la ansiedad en
adolescentes de 12 y 17 años, con una extensión de sesiones que oscilan
entre 10 y 24 sesiones.
Rodríguez y Pérez (2020) en su investigación titulada Niveles de
ansiedad en adolescentes de una institución educativa de
Tembladera en Perú, tuvo como objetivo de investigación conocer los
niveles de ansiedad social en adolescentes de la institución mencionada,
basados en que la ansiedad social se presenta en niveles altos en
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adolescentes ya que los adolescentes tienen un deseo excesivo de


transmitir una impresión favorable de sí mismo a los demás. La
metodología de estudio fue descriptiva, cuantitativa, con una muestra de
49 estudiantes de ambos sexos. Se utilizó la escala de Ansiedad Social
para adolescentes, los resultados mostraron que el alto nivel de ansiedad
social prevalece en adolescentes con 52.9%.
Amarildo et al. (2019) en su investigación titulada Nivel de ansiedad en
adolescentes de una institución preuniversitaria de Lima Norte, tuvo
como objetivo determinar el nivel de ansiedad en los adolescentes
mencionados. La metodología de estudio fue descriptiva transversal, con
una muestra de 324 adolescentes de ambos sexos. Se utilizó la escala de
ansiedad IDARE de Spielberger. Los resultados mostraron que en
estudiantes de colegios estatales se manifiestan mayores niveles de
ansiedad-estado, mientras que la ansiedad rasgo se observa en
estudiantes que decidieron estudiar una carrera profesional por iniciativa
propia.
Cisneros y Mantilla (2016), en su investigación titulada Depresión y
ansiedad en niños de colegios estatales del distrito de Chorrillos,
realizaron esta investigación con la finalidad de comparar las diferencias
en depresión y ansiedad en niños, considerando el sexo y el ciclo escolar
IV y V del nivel de educación primaria de colegios estatales del distrito de
chorrillos. La muestra fue de 181 estudiantes, a quienes aplicaron el
instrumento Inventario para Niños y Jóvenes de Beck el cual contienen
cinco escalas. Los resultados demostraron que las féminas tienen más
tendencia a la ansiedad que los varones y en cuanto a depresión, sucede
lo mismo. De igual manera se pudo establecer que sí el individuo posee
una edad avanzada, y presentan algún trastorno del estado del ánimo que
no han recibido intervención psicológica, esta se convertirá en una
afectación, ya que el nivel al no ser tratadas adecuadamente el problema
ira en aumento, generando serias dificultades en distintas esferas de la
persona.
Guevara y Risco (2018), en su investigación titulada Ansiedad y
Agresividad en alumnos del nivel primario de una institución

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educativa, realizaron su investigación con la finalidad de determinar la


correlación que existe entre la ansiedad y la agresividad en estudiantes
del nivel primario de una escuela estatal, teniendo como muestra a 354
alumnos de ambos sexos de 4°, 5° y 6° de primaria, utilizando los
instrumentos Escala de ansiedad manifiesta en niños CMAS R2 y la
Escala de Agresividad. Teniendo como resultados que existe una
correlación positiva con un coeficiente de interpretación muy bajo (Rho
= .171**; p< .01) entre ansiedad y agresividad.
III.MODELOS DE INTERVENCIÓN EN LA PROBLEMÁTICA

III.1. TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL:


Primero presentada como terapia cognitiva (TC) (Beck 1979), la terapia
cognitivo-conductual (TCC) incorpora los elementos de ambos enfoques, de
la terapia conductual (TCd) y de la terapia cognitiva (TC). La TCC facilita la
identificación de pensamientos irracionales que provocan ansiedad y se
enfrenta a estos pensamientos automáticos negativos y a las creencias
subyacentes disfuncionales por medio de "prueba de hipótesis"
colaborativa, con el uso de tareas conductuales entre las sesiones de llevar
un diario y probar la validez de las creencias y el entrenamiento de
aptitudes en las sesiones.
Los tratamientos desarrollados para los trastornos de ansiedad a menudo
incluyen técnicas de relajación como el control del estímulo, las
autoafirmaciones alternativas, las imágenes relajantes y la relajación con
meditación, que también pueden ser aplicadas como intervenciones
independientes (Ost 1987, Berstein 1973).

III.1.1. Terapia cognitivo conductual para la ansiedad en niños y


adolescentes
La terapia cognitivo conductual se trata de un tipo de intervención que
busca trabajar con las respuestas disfuncionales físicas, emocionales,
cognitivas y conductuales, de carácter aprendido; es decir, que se han
practicado a lo largo del tiempo y se han convertido en hábitos (Ruiz, Díaz y
Villalobos, 2012; Martin-Romo, 2012). Dicha terapia cuando se dirige a la
ansiedad se enmarca en un modelo cognitivo. Este indica que las
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experiencias tempranas vividas forman un esquema cognitivo, el cual da


lugar a una forma de pensamiento. Dicho pensamiento actúa de moderador
entre el estímulo y el sentimiento. La ansiedad surge debido a que la
persona presenta una valoración o pensamiento de tipo ansioso, exagera la
amenaza y subestima su propia capacidad de afrontamiento o los factores
de rescate. A su vez, se mantiene por las conductas de evitación, que
reducen los niveles de ansiedad y la refuerzan. Una persona con niveles
altos de ansiedad suele presentar atención selectiva a las amenazas y
percepción de ausencia de medidas de seguridad que le permitan afrontar
la problemática (Beck y Clark, 2012; Beck, Emery y Greenberg, 2005).
La terapia cognitivo conductual ha demostrado eficacia en el tratamiento de
la ansiedad en niños y adolescentes. Diversas investigaciones confirman
sus efectos positivos e incluso la vinculan con cambios a largo plazo, que
favorecen el bienestar psicológico de los pacientes (Gallagher, et. al, 2020;
Miranda, 2018; Fernández, 2018; Huertas, 2018). Por lo tanto, dicha terapia
consta de tres componentes:
A. Reestructuración Cognitiva: su objetivo es debatir los pensamientos
que son negativos y modificarlos por otros más positivos.
El primer paso de la reestructuración cognitiva es la educación acerca
de la actuación que realizan las verbalizaciones negativas que emplea
el sujeto, las cuales, generan un incremento y mantenimiento de la
respuesta de ansiedad.
El segundo paso es que el sujeto se dé cuenta de cuando se siente
ansioso y el tipo de verbalizaciones que emplea.
El tercer paso que debe realizar el sujeto es hacer una lista de
verbalizaciones más adecuadas para hacerle frente a la ansiedad en
diferentes momentos, la realización de esta lista debe seguir una serie
de fases; fase de preparación, de confrontación, de momentos críticos y
por último de valoración.

Finalmente, lo que debe hacer el sujeto es poner en práctica los distintos


pasos que se ha mencionado (Comanche-Moreno y Vallejo-Pareja, 2015).

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B. Tareas de Exposición a las Preocupaciones: su objetivo es que el


niño o adolescente haga frente a situaciones que le generan ansiedad y
que aprenda a habituarse a ellas. Para que se produzca esta habituación
y disminuya la ansiedad respecto a esta; el sujeto deberá realizar una
jerarquía en la que debe describir las situaciones que le generan
ansiedad de menos a más, para que vaya exponiéndose a ellas de forma
gradual. (Kolemeyer y Renk, 2016).

C. Entrenamiento en Técnicas de Relajación: la relajación produce una


disminución de la activación simpática, y esto conduce a una serie de
modificaciones fisiológicas, como pueden ser: regulación del ritmo
cardiaco, descenso del consumo de oxígeno y la eliminación de CO2,
descenso del tono muscular, la respiración se vuelve más lenta etc.
(Olivares y Méndez, 2010). Este entrenamiento posibilita la reducción de
la tensión fisiológica, la cual ayuda a calmar las sensaciones de ansiedad
(Cía, 2007). Para aplicar la relajación en niños o adolescentes debemos
seguir una serie de pasos de la relajación progresiva (Comenche Moreno
y Vallejo-Pareja, 2015).

Evaluación: preguntarle al niño si sabe relajarse o si alguien alguna


vez le ha enseñado a relajarse.

Educación: le explicamos al niño como se realiza esta técnica y cuál


es el objetivo de su realización. Le comentamos que algunos músculos
de su cuerpo se ponen en tensión y esto le produce algunas
sensaciones incomodas y molestas cuando se encuentra inquieto. Por
ello le decimos que le vamos a enseñar a reconocer cuales son los
músculos que se ponen tensos, y posteriormente, cuando haya
aprendido cuales son esos músculos podrá relajarlos a partir de un
entrenamiento que el terapeuta le enseñará, en el que primero tiene
que aprender a tensar los músculos y posteriormente tiene que
relajarlos.

Entrenamiento: primero le enseñaremos a tensar el grupo muscular


que queramos, a continuación, le diremos que esté atento a la tensión

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que está sintiendo en dicho grupo muscular y finalmente le pediremos


que relaje los músculos que ha puesto en tensión anteriormente. Los
grupos musculares que se trabajan con los niños según la relajación
progresiva. Cuando se ha terminado de trabajar con cada uno de los
grupos musculares, le pediremos al niño que tense y que
posteriormente relaje todo el cuerpo. Con adultos se entrenan dieciséis
grupos musculares, pero con niños se suelen emplear menos de diez.
Además, para que sea más fácil la comprensión de la rigidez y la
flexibilidad, se le puede poner de ejemplo al niño que cuando se
encuentre en tensión (rígido) debe sentirse como un muñeco de hierro,
mientras que para encontrarse relajado debe sentirse como un muñeco
de trapo.

Se ha de resaltar que la TCC es empleada para muchos de los


trastornos afectivos, sobre todo para el TAG y el trastorno de ansiedad
social, además se debe mencionar que cuando a la TCC se le añade la
participación de la familia, la eficacia suele aumentar (Santacruz et al.,
2002).

Finalmente debemos comentar que existen tratamientos específicos para los


trastornos de ansiedad, y también existen tratamientos genéricos. Pero el
tratamiento más efectivo es la TCC y existe evidencia de ello.

III.2. TERAPIA PSICODINÁMICA:


Basada en la teoría psicoanalítica (Freud 1949), la terapia psicodinámica
(TPS) emplea la relación terapéutica para explorar y resolver el conflicto
inconsciente, con el desarrollo del autoconocimiento y el cambio del
carácter circunscrito como metas terapéuticas y el alivio de la
sintomatología como una medida de resultado indirecta. Se han creado
modelos de terapia breves por Malan 1963, Balint 1972 y Mann 1973. Más
recientemente se han desarrollado terapias psicodinámicas y se han escrito
manuales para los propósitos de evaluación de la investigación, incluida la
short-term anxiety-provoking psychotherapy (STAPP) (psicoterapia de
provocación de ansiedad a corto plazo), que es un tratamiento focalizado,

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orientado psicoanalíticamente, dirigido a la resolución de los problemas del


complejo de Edipo, de separación y de aflicción (Sifneos 1992).

III.2.1. Explicación Teorías

Atmosfera relajada
Asociación Libre
Resistencia
Análisis de sueños
Paráfrasis: desvió del discurso
Transferencia catarsis e introspección

III.2.2. Mecanismos de Defensa

Negación
Represión
Ascetismo
Aislamiento
Desplazamiento
Proyección
Introyección
Regresión

III.3. TERAPIA GESTALT:


III.3.1. Definición: la palabra Gestalt es de origen alemán según (Penhos,
2007) y tiene varios significados, como: configuración, estructura, modelo
figura, forma totalidad. Nosotros la utilizaremos también como una
necesidad a ser satisfecha. “El vocablo Gestalt apareció por primera vez en
1523 en una traducción de la biblia al alemán realizada por Augen Gestelf y
el significado que le daba era: “puesto adelante, expuesto a las
miradas”.

III.3.2. La Teoría Humanista y el Enfoque Gestalt: dentro de la psicología


humanista se encuadra, la psicología de la Gestalt, esta pone énfasis en las
vivencias intrínsecas del individuo, da importancia a los aspectos positivos,
como, por ejemplo, la autorrealización, búsqueda de decisiones apropiadas,
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la concepción de esta corriente en el ser humano refiere que es capaz de


desarrollarse de forma libre y autónoma.
Penhos, (2007) nos dice que: nace con la finalidad de facilitar el crecimiento
del potencial humano, enfatizan la observación no-manipulativa de la
conducta en el aquí y ahora y se centran en la importancia del proceso de
toma de conciencia de la persona, con un enfoque holístico de cómo está
viviendo y creándose a sí misma, para comprender el proceso de
crecimiento a través del auto descubrimiento de sus propias posibilidades,
para satisfacer sus necesidades, tomando contacto consigo mismo y con
los elementos del ambiente, identificando aquellos que le son tóxicos y los
que puede asimilar. Es de gran importancia recordad que la conducta
presente de la persona con respecto al malestar o inconveniente que le
produce la sensación o manifestaciones de ansiedad, deben enfocarse en
el momento presente según la Gestalt, ya que según esta el
autodescubrimiento y el contacto interno de la persona son primordiales
para disminuir los pensamientos que producen la angustia.

III.3.3. Enfoque Gestalt: al referirse al enfoque Gestalt, hace énfasis en el


individuo como un ser creativo y que crece contantemente, también es
consciente de poder guiar su comportamiento a desarrollar su máximo
potencial, logrando su límite como ser único, todo esto es capaz de
encontrarlo por sí mismo, buscando solución a problemas existenciales
siendo apto de poder manejar su vida. El terapeuta acompaña al individuo a
desarrollar un ambiente de respeto a sí mismo, hace facilitar sus
experiencias, autoconfianza y crecimiento personal, tomando en cuenta que
el ser humano posee experiencia en la toma de conciencia a lo largo de la
historia y redescubre su potencial a ser responsable de sus capacidades
ante la sociedad. En actualidad, se conoce a la psicoterapia Gestalt como
un modelo que percibe conflictos y conductas sociales inadecuadas en el
individuo, estos conflictos pueden ser de naturaleza intrapsíquico (internas)
o interpsíquico (externos).
La psicoterapia Gestalt centra su atención del individuo en conductas
presentes, de igual manera, involucrando activamente la participación del
terapeuta, de esta manera se facilita en el paciente el principal proceso que
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es: “darse cuenta de sí mismo”, como un ser único. El paciente aprenderá a


confiar en sí mismo para poder desarrollar su máximo potencial. Es
importante mencionar, que este modelo no se ocupa simplemente del
síntoma, que no es más que el problema interno que afecta al individuo
notablemente, sino que también se ocupa de que cambie su expresión
hacia el síntoma haciéndolo consciente, de esta manera pueda tomar
control del Self, desde la raíz dependiendo la situación.

III.3.4. Técnicas de la Psicoterapia Gestalt:


A. Técnicas vivenciales Supresivas: esta técnica funciona en el individuo
para “dejar de hacer” lo que esté reduciendo el problema y descubrir la
experiencia que se oculta detrás.

 No hablar acerca de: esta técnica se puede utilizar dentro de una


sesión, en la que ha emergido una situación que necesite ser cerrada,
ya que es de conveniencia para el paciente, facilitar el contacto con
experiencias mas no hablar acerca de ellas, ya que se debe evitar la
intelectualización y ponerse en marcha con las experiencias vividas. Si
se habla del problema favorecerá la racionalización y no se incrementa
la toma de conciencia.
 Descubrir los debeímos: en Gestalt se pone en práctica el debo que
se refiere mejor a un quiero, y este implicaría una necesidad para que
algo ocurra o se lleve a cabo. El debo que se da por una obligación se
desprenderá para no sentir desagrado al realizar una actividad.
 Manejo de autoestima: es necesario el incremento de la autoestima y
auto concepto en el paciente.

B. Expresivas: estas técnicas tienen el fin de fortalecer el concepto del


“darse cuenta”.
 Expresar lo no expresado: se conoce que muchas veces el silencio
oculta temor o miedo a enfrentar la necesidad. Con esta técnica, se
busca que el paciente logre cerrar su Gestalt, se le pide que imagine la
escena la cual no pudo expresar y que trate relatarla a medida que la
va imaginando. Luego de hacer este ejercicio se observará como se ve
la expresión de satisfacción por sentirse mejor al expresar la vivencia.
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III.3.5. Estrategias terapéuticas de Gestalt

La silla vacía: Se necesita tres sillas. Se coloca una silla en el centro de


dos ubicadas de frente. Se le pide al evaluado que se siente en una de las
dos sillas que se encuentran de frente, se le invita a que se ponga en
contacto con su interior respirando profundamente, luego de esto que
imagine su inquietud o vivencia angustiante y la coloque en la otra silla, de
esta manera comenzará un diálogo para que tome conciencia de que lo
bloquea.

Cambio de roles: con esta técnica se logra que el individuo se ponga en


los zapatos de los demás sin tener que precisamente caminar en ellos. Se
utiliza para trabajar resentimientos y conciencia de la actitud de los demás.

Expresar sentimientos positivos y negativos: si el individuo sabe


expresar que le hace sentir bien o que le causa daño, se puede conocer
mejor a sí mismo y al expresarlos se favorece a la interacción social del
individuo.

Hacer críticas y afrontar críticas: cuando se hace una crítica es para


expresar un sentimiento negativo a una persona con la intención de que
cambie lo que afecta; sin embargo, las críticas son para mejorar la
situación no con la intención de hacer daño a los demás.
Solución de problemas interpersonales: la habilidad de resolver
problemas interpersonales pose conductas del individuo como aprender a
escuchar, expresar sentimientos, hacer cumplido, expresarse. El paciente
debe darse cuenta que tiene que hacerse consiente de la solución.

Aceptación del miedo: esta terapia permite al individuo aceptar la


emoción del miedo. Aceptar es reconocer que la persona sabe que existe
algo. Descubrir que cosas buenas ad dejado el miedo y que ha aprendido
gracias a esa emoción. También, se puede redactar una carta al miedo
detallada cada sensación y sentimiento que este le produce.

Respeto del miedo y que los demás lo respeten: se instruye al


paciente, a que no debe sentir vergüenza de su miedo, ni que siente que
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por ello los demás se burlaran de él, es muy importante que si se identifica
esta situación se debe explicar que no se permite que se falte el respeto
por el miedo.

Autoconocimiento: con esta técnica se desbloqueará en el individuo el


sentimiento de confusión y permitir diferenciar necesidades propias.

Diálogo mente- corazón: conectar al individuo con lo que siente en su


corazón, y su mente, y regenerar las emociones. Aquí se puede incluir 45
ejercicios de respiración al momento se sentir angustia sobre el
sentimiento.

Llevar un diario: con este diaria se pueden monitorear los niveles de la


ansiedad e inquietud del adolescente.

Relajación: esta técnica consiste en regular las emociones, tomar 5


minutos, en distintas horas del día, colocándonos en una postura
agradable y respirar de manera que se sienta el cuerpo en total relajación
al igual que la mente.

III.4. TERAPIA SISTÉMICA FAMILIAR:


El Modelo Estructural refleja la aplicación del enfoque sistémico en la
Terapia Familiar que integra variables cognitivas, conductuales, sociales,
familiares y biológicas (Wainstein y Wittner, 2016). Es, al día de hoy, el
modelo predominante en el estudio de la familia. Fue desarrollado por
Salvador Minuchin en 1970 trabajando en la inclusión de todos los
miembros del grupo familiar en tratamientos para niños (Wainstein, 2006).
Su propuesta entiende a la familia como una unidad social significativa, es
decir, como un sistema sociocultural abierto en interacción con el contexto.
Su estructura es entendida como el conjunto de reglas o patrones que
emerge de la interacción entre los elementos permitiendo entender su
funcionamiento. El terapeuta familiar concibe al paciente individualizado
como portador de un síntoma cuyas causas radican en las interacciones
disfuncionales (Minuchin, 1984). En esta línea, su trabajo es realizado
desde un rol activo que orienta a aliviar el estrés de la familia trabajando

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con la mayoría de los miembros disponibles. De esta manera, el cambio


que se intenta generar se orienta a modificar los patrones de interacción.
Las intervenciones vinculadas al entrenamiento de padres en estrategias
específicas para manejar los problemas de los niños, son algunas de las
estrategias que parecen estar asociadas con los mejores resultados de las
intervenciones clínicas en la infancia (Wainstein, 2013).
De acuerdo a Higa-McMillan et ál (2016) la terapia cognitiva conductual que
orienta sus intervenciones a que los jóvenes puedan manejar la angustia
que le provocan determinadas situaciones ha demostrado efectividad,
citado en Carr (2019). En un metaanálisis de ocho ensayos controlados,
Brendel y Maynard (2014) descubrieron que la Terapia Familiar cognitiva
conductual basada en la exposición era significativamente más efectiva que
las intervenciones cognitivo conductuales individuales. Otro metaanálisis de
dieciséis estudios de Thulin et ál. (2014) no encontró diferencia entre
tratamientos individuales y la terapia familiar, demostrando que ambos eran
igual de efectivos. Esta discrepancia se resolvió con otro gran estudio con
datos de casos sintetizados en dieciocho ensayos separados que concluyó
que se mantenían los resultados del tratamiento en un plazo de un año
cuando se incluía a los padres en el tratamiento (Manassis et ál, 2014). En
el tratamiento se promueve que los padres aprendan a reforzar la
capacidad de los niños para tener un comportamiento valiente ante las
situaciones que les causan ansiedad. La Terapia Familiar con técnicas
cognitivo conductuales fue significativamente más eficaz a largo plazo que
la terapia donde los padres tenían una participación limitada, o en las que
incluían a los padres sin alentar el refuerzo del comportamiento valiente de
los niños. En las intervenciones más comunes descritas tanto los niños
como los padres participan en psicoeducación sobre la ansiedad;
exposición gradual a los estímulos temidos; capacitación en comunicación y
resolución de problemas para mejorar la calidad de sus interacciones. En
relación a las intervenciones orientadas a los niños, se les enseña
habilidades de manejo de la ansiedad como relajación; afrontamiento
cognitivo; uso del apoyo social, y el uso de estas habilidades para manejar
la ansiedad durante la exposición gradual al estímulo. En relación a las

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intervenciones que incluyen a los padres en el tratamiento, estos aprenden


a recompensar a sus hijos en el uso de habilidades de manejo de la
ansiedad; ignorar el comportamiento evasivo y ansioso de sus hijos y
manejar su propia ansiedad (Barrett and Shortt, 2003; Pahl and Barrett,
2010).

CONCLUSIONES

Los estudios han demostrado que existe una mayor tendencia a padecer
de ansiedad en las niñas que en los niños. Además, que si este no recibe
un tratamiento oportuno y a tiempo esto puede afectar considerablemente
en los posteriores años de vida y en diversos aspectos de su vida.
Por otro lado, existen investigaciones que evidencian la eficacia de los
programas preventivos sobre inteligencia emocional dirigido hacia los
adolescentes de nivel secundaria, con la finalidad de lograr disminuir la
ansiedad manifiesta en ellos con una extensión de diversas actividades
programadas que oscilan entre 11 a 17 sesiones.
Existe una mayor prevalencia a padecer ansiedad social en la etapa de la
adolescencia, dado que en los adolescentes casi siempre buscan
proyectar una impresión favorable de sí mismos a los demás. Así mismo
existe la presión de su entorno inmediato y buscan el poder agradar a su
entorno social inmediato.
La terapia cognitivo conductual resulta muy efectiva para tratar los
problemas de ansiedad tanto en niños como en adolescentes, a través de
la identificación de pensamientos irracionales las cuales generan

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ansiedad. Esta terapia se orienta en poder trabajar sobre estas creencias


negativas modificándolos y sumado a ello una serie técnicas
complementarias y tareas conductuales.
Existen diversas investigaciones confirman sus efectos positivos e incluso
la vinculan con cambios a largo plazo, que favorecen el bienestar
psicológico de los pacientes. Basado en sus tres componentes la
Reestructuración cognitiva, Tareas de exposición a las preocupaciones y
entrenamiento en técnicas de relajación.
Finalmente, así como existen diversas formas psicoterapias algunas
como: Terapia Psicodinámica, Terapia Gestalt y otros el tratamiento más
efectivo es la TCC y existe evidencia de ello.

ANEXOS
CASO: APLICACIÓN DE LA PSICOTERAPIA SISTÉMICO FAMILIAR
A. HISTORIA
La familia fue derivada por el colegio con la solicitud de psicoterapia para el
niño al Centro CPG Salud San Miguel quien mantiene convenio con la
Carrera de Especialización en Psicología Clínica con Orientación Sistémica
para realizar prácticas supervisadas. La familia, residente en la localidad de
San Miguel, se conformaba por M. (31), empleada doméstica, J. (33) chofer
de colectivo y su hijo T. (10) que cursaba el 5to año de la primaria en un
colegio parroquial de la zona. Los tres convivían en la parte trasera de un
terreno subdividido. En la casa de adelante vivían la hermana de Mariana
junto a sus hijos. T. asistía al turno tarde, ingresando al colegio a las 12.45
y sus padres se iban a trabajar a las 08.00 am. Desde ese momento, el niño
quedaba solo en la casa, mientras su tía estaba en la casa del mismo
terreno para asistirlo frente a cualquier problema. T. debía levantarse solo y
calentar el almuerzo que su madre le dejaba preparado, y esperar al
transporte que lo llevaba a la escuela. Al regreso de la misma, sus padres
ya se encontraban en su casa. La familia asistió a terapia, a través de su
Obra Social, luego de que el colegio lo sugiriera dado que T. había tenido
episodios donde manifestaba dolor estomacal durante sus clases. Ante esta
situación M. debía dejar su lugar de trabajo en Capital Federal e ir a buscar
al niño al colegio. Cuando la madre llegaba al colegio, el niño dejaba de

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mostrar síntomas de dolor y de malestar. Luego de varias consultas en el


médico descartaron problemas físicos.

B. ENTREVISTA
PRIMERA ENTREVISTA:
En las primeras entrevistas se realizó un diagnóstico situacional incluyendo
a todos los miembros de la familia disponibles para asistir (Midori Hanna y
Brown, 1998). En este diagnóstico se evaluaron dos aspectos. En primer
lugar, se evaluaron los aspectos sintomáticos. Se observaron síntomas de
ansiedad y temor excesivo para la edad del niño. En particular la aparición
del temor a que su madre sufra algún daño al estar separada de él. Cuando
el niño se encontraba en el colegio pensaba que a su madre le podía pasar
algo malo. En ese momento manifestaba dolores estomacales, angustia y
necesidad de contacto con ella. Luego cuando su madre llegaba
desaparecían. Por otro lado, en las noches se trasladaba a la cama de M.
por no poder conciliar el sueño. Dichos comportamientos son consistentes
con algunos criterios del Trastorno de Ansiedad por Separación (American
Psychiatric Association, 2014). En segundo lugar, se evaluó el
funcionamiento familiar (Minuchin, 1974/2005). El niño debía pasar muchas
horas solo a la mañana, calentar su almuerzo y ocuparse de realizar las
tareas escolares sin lograr hacerlas de manera efectiva. Por otro lado, la
conducta de la madre se interpretó con características ambivalentes. Como
contrapartida a la autonomía y a la cantidad de horas en soledad que
pasaba el niño, mostraba actitudes de sobreprotección y mucho cuidado
con T., permitiendo que el niño durmiera con ella en su cama y realizando
las tareas escolares. Asimismo, tenía dificultades en expresar afecto y
connotar de manera positiva los logros de T. Era habitual que utilice frases
tales como “viste que cuando querés podés”. En cuanto al padre,
presentaba dificultades al relacionarse con T., no compartían actividades y
en varias oportunidades manifestaba: “no sé de qué hablar con T”. Sentía
que tenían pocos intereses en común. Cuando el niño dormía con la madre,
el padre debía dormir en la habitación de T. lo que le generaba malestar. La
tía se mostraba predispuesta, permanecía en su hogar y no interactuaba
con el niño salvo que manifieste alguna dificultad.

C. ESTRATEGIAS DE TRABAJO
La Estrategia diseñada por el equipo fue realizar psicoterapia familiar con
frecuencia semanal. Se acuerda como objetivo terapéutico co-construido
(Midori Hanna y Brown, 1998) trabajar con los padres para que logren
adquirir herramientas orientadas a facilitar la comunicación. Por un lado,
que el padre logre acercarse a su hijo y encontrar estrategias para mejorar
el vínculo. Por el otro, que la mamá logre adquirir herramientas para

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reforzar los comportamientos positivos del niño y logre comunicar mejor las
expresiones de afecto y cariño. En ambos padres, se trabajó en ayudar a
que refuercen el comportamiento valiente en cuanto a los miedos y
angustias de su hijo. Por otra parte, fortalecer el apoyo social que T.
necesitaba haciendo participar a la tía con mayor frecuencia en el proceso
de crianza. Por último, con el niño se trabajaron herramientas para el
manejo de la ansiedad para enfrentar sus miedos.

D. INTERVENCIONES (WAINSTEIN, 2006)


Psicoeducación: En esta intervención el objetivo es brindar información a
los padres sobre las características de la ansiedad y la importancia de
generar conductas autónomas en su hijo teniendo en cuenta la edad
evolutiva del niño (Barrett and Shortt, 2003; Pahl and Barrett, 2010).
Refuerzo positivo: Esta intervención se orienta a brindar herramientas a
la madre para aumentar los refuerzos positivos en la comunicación con el
niño. Por ejemplo “muy bien hecho” Se pueden emplear elogios
descriptivos, privilegios y recompensas tangibles que promueven
positivamente su comportamiento (Carrillo, Sánchez y Amorós, 2008).
Utilización de una economía de fichas: Esta intervención tiene como
objetivo reforzar conductas de autonomía a través de un juego. Por
ejemplo, dormir en su cama y realizar las tareas de forma autónoma le
permitía a T. avanzar en el tablero del juego y ganar premios. (Amorós,
Carrillo y Sánchez, 2005).
Fomentar Apoyo Social: El objetivo de dicha intervención es la de incluir
un correcto acompañamiento de las figuras de apego. Se hizo partícipe a
la tía en los almuerzos y la madre comenzó a realizar llamadas telefónicas
para ayudar al niño a despertarse por la mañana y organizar los
quehaceres (Barrett and Shortt, 2003; Pahl and Barrett, 2010).
Organización de rutinas cotidianas: Esta intervención tiene como
objetivo brindar herramientas a la madre para que organice la rutina del
niño. Las tareas las realizaban juntos en un horario establecido, se
trabajaron herramientas con la mamá para que se ocupe de tutorear la
tarea y no de hacerla. (Minuchin, 1984).
Fomentar momentos positivos con el padre: Esta intervención tiene
como objetivo que padre e hijo encuentren una actividad en común
aumentando los momentos de bienestar (Henggeler, 2011).
Alentar el comportamiento valiente: Esta intervención se orienta a que
los padres fomenten que el niño se exponga al estímulo que le genera
temor gradualmente. En este caso T. dormía en su cama y asistía al
colegio (Barrett and Shortt, 2003; Pahl and Barrett, 2010).
Herramientas de relajación: Esta intervención tiene como objetivo que el
niño adquiera habilidades para controlar los síntomas ante la ansiedad por
separación. Se le enseñó tanto a T como a sus padres a identificar

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sensaciones de ansiedad, relajar los músculos, visualizar imágenes


relajantes y controlar la respiración diafragmática (Carrillo, Sánchez y
Amorós, 2008).

E. FINALIZACIÓN DEL PROCESO TERAPÉUTICO


Al cabo de las primeras cuatro entrevistas mantenidas los síntomas de
ansiedad en el colegio habían remitido casi totalmente. El vínculo con su
mamá y papá había mejorado notablemente y el niño se mostraba de mejor
ánimo. En las siguientes entrevistas se reforzaron estas estrategias en
donde los síntomas siguieron disminuyendo. El padre y la madre
manifestaron tener mayores sentimientos positivos entre ellos y haber
aumentado el bienestar en la pareja. Se mantuvo contacto con la familia en
un control semestral al cabo de dos años confirmando la remisión de los
síntomas.

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