Reporte El Poder de La Comunidad Pag1

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 13

“REPORTE EL PODER DE LA COMUNIDAD PAG1-11”

ASIGNATURA
PSICOLOGÍA SOCIAL Y COMUNITARIA

ASESOR
PSIC. PEDRO GILBERTO LOBATO CRUZ

GUILLERMO EDUARDO PERALTA VILLAFAÑA.


SEPTIMO SEMESTRE
XALAPA, VERACRUZ, ABRIL DE 2023.

UNIVERSIDAD POPULAR AUTONOMA DE VERACRUZ.


LIC. EN PSICOLOGIA, SEDE BANDERILLA
EL PODER DE LA COMUNIDAD

Es bien sabido que la forma desequilibrada del uso del poder, esas dónde un polo

de la relación de poder concentra la mayoría o la totalidad de los recursos

deseados, generan situaciones cuyo desequilibrio puede producir efectos

patológicos sobre las personas, las relaciones familiares e institucionales,

afectando en general todas las expresiones de la intersubjetividad. Así cómo el

abuso cuanto la ausencia de poder, su exceso y su defecto, son causa de

procesos psicológicos con consecuencias en el campo psicosocial. Ahora en el

campo de las expresiones comunitarias, se presenta una amplia gama de

procesos en los cuales la acción negativa o positiva del uso del poder queda de

manifiesto.

Nos decía Foucault: el poder, para bien y para mal, está, "en todas partes [...] está

siempre ahí, [...] nunca se está 'fuera'" (Foucault, 1992: 170). Está en las

relaciones de pareja, en las familiares, en las deportivas, en las laborales. Está en

toda relación humana, "es coextensivo al cuerpo social" y sus relaciones son

multiformes.

ENTRE EL ABUSO Y LA CARENCIA: PARADOJAS DEL PODER


Por otro lado, el poder es un problema, entonces, no sólo cuando se lo ejerce

abusivamente, en un marco dominante y opresor, sino también cuando se ignora

que se lo posee.

Los trabajos biopsicosociales que se realizan en Latinoamérica denotan una

expresión de la concepción asimétrica del poder, que naturaliza las carencias de

determinado tipo (por ejemplo, económico, educativo), generalizándolas a todos

los ámbitos de la vida del grupo y la situación de privación, de tal modo que tanto

fuera como dentro del grupo investigado, pasa a ser la perspectiva dominante, lo

cual contribuye a reproducir y mantener esa situación.

PODER Y CONTROL

En el estudio de la psicología social comunitaria uno de los principios básicos es

que el control y el poder deben estar centrados en la comunidad. En muchas

ocasiones, los integrantes de una comunidad suelen considerar que la fuente de

las decisiones reside en instituciones, grupos o personas ajenos a su entorno.

El principal objetivo de la psicología social comunitaria es dirigir la organización y

las acciones necesarias para que la comunidad use sus recursos, reconozca y

emplee el poder que tiene, o bien busque otros recursos y desarrolle nuevas

capacidades, generando así el proceso desde sí misma.


EL CONCEPTO DE PODER Y SU DEFINICIÓN

Debemos saber que contrariamente a lo que se suele admitir, el poder no es algo

inmanente, interno a nosotros, no es algo esencial con lo cual nacen algunas

personas y otras no, no es algo que algunos adquieren desde muy temprano y

otros nunca consiguen. Esta es una interpretación ideologizada del poder, que lo

convierte en un objeto, en una cosa. Otra forma usual de considerar el poder es

ubicarlo como un lugar o sitio a ocupar.

Un ejemplo de las expresiones gráficas más populares del poder es la pirámide:

ancha en la base, estrecha en la cúspide; pocos mandan y muchos obedecen;

máxima concentración de poder en el ápice, menor en la base.

Por otro lado, percibir el poder como cosa, como sitio, es parte de su mitificación e

ideologización, pues sólo parece ser posible distinguir y aceptar las

manifestaciones públicas, casi siempre institucionalizadas del poder, mientras que

es difícil percibir el poder en los grupos pequeños, en las relaciones entre pares,

en la familia, en la pareja, ámbitos en los cuales a veces suele desplegarse, con

efectos que marcan a cada una de las personas de por vida

Anteriormente se mencionó que hay diversas concepciones sobre lo que es el

poder, una de ellas, quizá la más divulgada en las ciencias sociales y que marcó la

gran mayoría de los estudios sobre el tema durante el siglo XX, es la concepción
asimétrica del poder que se mencionó anteriormente. El poder definido como la

capacidad de hacer que otros ejecuten las acciones que deseamos que sean

llevadas a cabo, que otras personas se comporten según las intenciones y los

deseos de un agente específico.

Esa es la concepción que con mayor frecuencia se encuentra en la psicología,

influida seguramente por la definición que dio el sociólogo Max Weber [1925]

1964: 228; probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación

social, aun contra toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa

probabilidad.

Así mismo y de acuerdo con la perspectiva asimétrica del poder, esta relación se

construye sobre una base en la cual alguien posee poder mientras otro carece de

él. Alguien impone su voluntad, alguien obedece, por tanto, la popularidad de esta

idea se debe a que tradicionalmente se ha estudiado el poder desde la perspectiva

de los poderosos o el efecto de su ejercicio sobre los sometidos, lo cual siempre

destaca el punto de vista de uno de los polos de la relación, asumiendo al otro

como desposeído, carente, pasivo. Resumiendo, aparece como el antónimo del

poderoso; por lo tanto, es la negación de todo lo que lo define.

CARACTERÍSTICAS DE LA NOCIÓN DE PODER

Estos son algunos autores y como han visualizado su noción del poder:
• "El poder es inherente a toda relación social" (Martín-Baró, 1984:110).

• Las relaciones de poder son multiformes (Foucault, 1992).

• No necesariamente quien es dominante en una relación lo será en toda otra

relación que pueda desarrollar (Martín-Baró, 1984).

• El poder es una relación y como tal constituye un proceso social.

• "El poder se estructura con respecto a un fin" (Martín-Baró; 1995:227).

• Poder y violencia no están necesariamente relacionados (Martín-Baró,'1989: 92).

• La base del poder es la distribución desigual de los recursos deseados por

diferentes actores sociales (Martín-Baró, 1984, 1989; Serrano-García y López-

Sánchez, 1991, 1994).

• El poder genera su propia legitimación, su propio valor, sus propias coartadas.

• El poder es un fenómeno social, de carácter relacional (Foucault, 1979; Martín-

Baró, 1989; Serrano- García y López-Sánchez, 1991, 1994).

• Toda persona tiene recursos y puede ser capaz de usarlos en una relación de

poder para transformarla.

• La toma de decisiones y el control son expresiones de poder.

• El poder y la conciencia están relacionados (Serrano-García y López-Sánchez,

1994).

FORMAS DEL PODER


En el año de 1959, French y Raven produjeron una tipología de las expresiones de

poder en el campo psicosocial, ampliamente divulgada en los manuales de

psicología social. En su clasificación presentaban las siguientes categorías:

• Poder de recompensa.

• Poder coercitivo.

• Poder legítimo.

• Poder referente.

• Poder de experto.

• Poder informativo.

Entonces podemos definir que el poder de recompensa es el que permite premiar

acciones y comportamientos. Es el poder que da aprobación social, y el poder

coercitivo es definido como la capacidad de obligar, de forzar a alguien a ejecutar

ciertas acciones.

Por su parte el poder legítimo es aquel que deriva de una autoridad legítimamente

constituida, es decir, de fuentes cuyos atributos suponen el derecho de exigir

conductas y opciones, este poder está investido de la autoridad que proviene de

ejercer un cargo socialmente respetado.


Se sabe que el poder referente reside en la identificación con alguna persona

percibida como poderosa o como poseedora de una condición deseada o

deseable, así mismo, esta categoría también ha sido llamada poder de atracción

(De Crespigny, citado en Ibáñez, 1980), cuando se logra la obediencia del otro

debido a la atracción que se ejerce sobre él.

El autor De Crespigny también incluye el poder de impedir u obstaculizar,

semejante al poder coercitivo, en el cual no se opera por amenazas ni sanciones

pues se ejerce a través de la obstaculización, demora o impedimento de la acción

que llevan a cabo otras personas.

Ahora, se sabe que el poder persuasivo es aquel que se basa en argumentos que

inducen a cumplir la voluntad de quien los esgrime, el poder deriva de la

persuasión argumentativa, estos argumentos pueden ser sinceros, bien

fundamentados, así como de mentira, para algunos autores (Fischer, 1992),

también la influencia, proceso muy cercano al del poder, se vale de la persuasión.

BASES PSICOSOCIALES Y BASES PSICOCOMUNITARIAS DEL PODER


El autor Fischer (1992), a partir del estudio de diversos modelos explicativos del

poder, hace una síntesis de las fundamentaciones psicosociales y de las

explicaciones revisadas, entre esas fundamentaciones se encontraría la

posibilidad de sanción, dicho de otro modo, el control de los medios que permita

evaluar y sancionar el comportamiento de otras personas, premiando o

castigando, todo esto por medio de la amenaza y el castigo, la remuneración

(recompensa económica), las recompensas simbólicas (promociones, prestigio,

premios), el control ejercido a través de la información.

Entonces estas bases, por su condición psicosocial, estarían presentes en

cualquier relación de poder, las relaciones comunitarias, al estructurarse a partir

de relaciones dialógicas (interacciones con otras personas), suponen una peculiar

dinámica entre participación y compromiso en la cual el elemento socioafectivo

juega un papel fundamental, generando asimismo formas de identificación

basadas más en el compromiso, y estas promueven la imitación de

comportamientos de entrega, apego y profundos sentimientos de pertenencia.

EL PODER COMO RELACIÓN SOCIAL: UNA PERSPECTIVA COMUNITARIA

Por otro lado, la relación estratégica plantea, una situación completamente

distinta, cuyas consecuencias para la definición de poder Fischer no advierte, sin

embargo, Fischer cita al respecto a Crozier y Friedeberg, autores que consideran


que aun cuando la relación de poder es desequilibrada, cada miembro de esa

relación posee recursos que le permiten manipular al otro. Crozier y Friedeberg

(1977, citados en Fischer, 1992: 86) suponen, sin embargo, que uno de esos

miembros domina los recursos más importantes, entre ellos la "fuerza" y la

"legitimidad", pero agregan que éstos no son siempre suficientes, eficaces, ni

adaptados "por cuanto se dirigen a un individuo que tiene una libertad y una

autonomía que le permiten crear zonas de incertidumbre en referencia a la

relación constrictiva que se puede ejercer sobre él". De ahí deriva su nombre

estratégica, en tanto cada miembro desarrolla estrategias para lograr sus fines.

Tenemos otro concepto central para esta teoría, que es el de conciencia, esto

definido por los autores como la "captación individual o grupal de la ideología

imperante" (Serrano-García y López-Sánchez, 1994: 181), y que puede ser: (a)

sumisa y práctica, (b) crítica integradora o (c) crítica liberadora.

1. Establecimiento de los prerrequisitos y elementos que configuran una

relación de poder. Estos prerrequisitos son aquellos procesos internos que

no serán directamente observables sino hasta que se identifique la fuente

del recurso deseado.

2. Origen y mantenimiento de la relación. Sus autores no sólo hacen énfasis

en los procesos psicosociales, sino que atraen la atención sobre el agente

interesado y no exclusivamente sobre el agente controlador. Sabemos


entonces que el poder no es asunto de quien acapara y domina un recurso,

sino también de quien siente la desigualdad, si no se percibe y se siente la

desigualdad, no hay relación de poder. Decimos que alguien es poderoso,

que alguien ejerce el poder, cuando controla recursos que los demás no

poseemos.

3. La alteración de la relación. Esta supone cambio social y para Serrano-

García y López-Sánchez, el cambio social se define como "cualquier

proceso de alteración planificada o accidental de los elementos de las

relaciones de poder" (1994: 187). Debemos saber que en esos procesos es

necesario tener presentes los niveles de satisfacción y las aspiraciones de

las personas, aspectos que no se generan por decreto.

En muchas de las ocasiones, grupos organizados de una comunidad toman

decisiones que tendien a producir acciones supuestamente beneficiosas para toda

la comunidad, las cuales, no siempre son acompañadas por muchas de las

personas que resultarían favorecidas. En tales casos es necesario explorar los

procesos psicológicos de las mismas. En conjunto, el miedo, los mitos, la

desesperanza, la desconfianza, una pobre autoestima, la inseguridad, pueden

estar en la base de la aparente apatía o indiferencia, a todos esto se suma el ritmo

de cambio de cada comunidad, es decir, la velocidad con la cual una comunidad

asimila y acepta un proyecto y sus consecuencias, en esta parte, es necesario

nuevamente hacer aquí hincapié en la historia y el contexto.


REFERENCIAS

Montero M. «El poder de la comunidad». En: Teoría y Práctica de la Psicología

Comunitaria. La tensión entre comunidad y sociedad. Ed. Paidós. 2003. Argentina.

También podría gustarte